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En el aula se produce una intensa interacción social y es lógico y natural que surjan
problemas: alumnos que no prestan atención, otros que molestan al profesor y/o a los
compañeros, y hasta algunos que exceden de lo que se entiende como de normal tolerancia
(insultos o agresiones físicas) donde ya hablamos de violencia escolar.
Estos problemas exigen la activa intervención del docente y en muchos casos del personal
directivo y del gabinete escolar. Otros problemas afectan directamente el aprendizaje: los
alumnos están distraídos, tienen poca capacidad de escucha activa, las estrategias de
motivación resultan insuficientes, su comprensión lectora es muy escasa, parecen siempre
abstraídos en sus propios pensamientos, etcétera.
Sin embargo, estos problemas de conocimiento no son ajenos a los problemas de conducta, ni
a la conformación del grupo escolar. Aulas repletas de niños ruidosos impiden al docente el
éxito de su tarea. No se puede enseñar en el caos, ni exigir en ese ámbito, concentración. En
un ambiente de calma puede dedicarse más tiempo para ayudar a los alumnos con menos
conocimientos previos o con dificultades de aprendizaje, en medio del bullicio eso es
imposible, pues se debe destinar el tiempo a recomponer la calma.
En ciertos casos, los problemas de conducta en realidad son insignificancias que conviene no
maximizar y tratar de atraer la atención de los alumnos con alguna motivación especial. En
algunas ocasiones los niños molestan solo para llamar la atención. Si el maestro los ignora es
muy probable que cesen en su actitud, ya que no obtuvieron el resultado esperado.
La actitud preventiva del maestro es muy importante. Se deben planificar tareas para todo el
tiempo de clases, los momentos libres son propicios para los disturbios. Enseñar el valor de la
palabra y las consecuencias negativas de los actos de violencia, no es perder el tiempo.
Dedicar una o más clases a ello es sumamente productivo, en una sociedad donde la violencia
verbal y física se encuentra instalada en todos los ámbitos y sectores sociales.
La estrategia de resolución de problemas, importa hablar hasta llegar a un entendimiento o
acuerdo, e implica un gran costo en esfuerzo temporal y de paciencia, pero sus efectos son
mucho más perdurables. En los casos en que el problema sea serio conviene no interrumpir la
clase y hablarlo en el recreo, en privado con los involucrados.
No hay estrategias infalibles, cada individuo y cada grupo humano responde a distintas
características y así como no hay enfermedades sino enfermos, ni recetas médicas infalibles
para todos, los problemas escolares deben ser tratados con distintos caminos de solución
hasta encontrar el adecuado.
Dentro de las estrategias se recomienda dar órdenes en tono respetuoso, sin elevar la voz,
donde las instrucciones aparezcan claras. Cuando es la seguridad la que resulte amenazada
no hay tiempo para conversar el problema, hay que intimar a que cese el peligro. Las órdenes
deben contener la consecuencia de su desobediencia, para crear la responsabilidad sobre los
actos humanos libres. Un maestro debe estar abierto al diálogo, pero también debe tener la
presencia suficiente para ser reconocido como autoridad, capaz de imponerles límites, de
manera responsable y eficaz.
Los grandes problemas para el docente
1. Falta de atención
Dar una clase difiere mucho de estar en el cine o en el teatro, en ambos casos la
atención de los asistentes está puesta en la pantalla o en el escenario según sea el
caso. Pero, cuando estás en una clase y particularmente en el aula, mantener la
visibilidad es un gran reto. A tu alrededor hay mapas, ventanas y otros alumnos que
distraen la atención del educando.
Cuando estás sentado lo más seguro es que tanto tú como tus alumnos acaben por
tener sueño, de esta forma sería un aula invisible.
Además, al estar de pie es más fácil explicar temas de forma horizontal y vertical,
tanto en la pizarra como entre los pasillos del aula. El hecho de estar parado aumenta
el lenguaje no verbal tanto para que tú y tus alumnos lo aprendan. En esa forma de
lenguaje hay una transmisión de conocimiento significativa.
Además, al estar de pie puedes incrementar el control sobre el aula pues tienes más
visión y pones orden de manera sencilla ante cualquier distractor o conducta
disruptiva.
Lo otro es que muchas veces los propios alumnos no te escuchan ¿les has mostrado
esta distinción? Lo que ambos tienen que decir en este juego del aula es igual de
importante por lo que le tienes que dar lugar a la escucha. De otra forma la clase será
habladuría, poca atención y mucha deserción.
La escucha se trata también de desarrollar empatía pues, es una realidad que en todo
momento tus alumnos quieren atención, por eso, a medida que sea posible,
escúchalos como ellos te escuchan a ti. No construyas una relación distante ni
negativa, más bien muéstrales que te preocupas por ellos, por sus intereses e
inquietudes.
3. Prometer y no cumplir
Como profesor, lo más probable es que constantemente tus alumnos te pidan cosas
que tú prometes. Recuerda que hay miles de cosas que les convienen y a la hora de
exigirlas lo ideal es que se las cumplas, si lo hiciste como una promesa. Tus alumnos
tienen una excelente memoria para cosas como esa.
No obstante, tienes que ser escrupuloso con aquello que prometes pues, si de
antemano sabes que no lo vas a cumplir, por qué mentir. No sólo en el aula sino en
la vida entera, una promesa incumplida puede volverse en tu contra. Cuando
incumples una promesa lo único que te ganas es el desprecio de la gente, por cruel
que esto pueda sonar.
El profesor que desecha una promesa, no hace más que ganarse la falta de respeto de
parte de sus alumnos. Así que, si no puedes cumplir, mejor no prometas.
4. No cumplir plazos
Otro de los grandes problemas para los profesores es el incumplimiento de plazos
adecuados. Es común que ante un grupo tremendamente grande sea difícil revisar y
calificar todos los trabajos, exámenes y además, entregar reportes a la coordinación
escolar pero, el incumplimiento de los plazos puede acarrear problemas.
Pero, además, debes tener un control claro de qué han entregado tus alumnos, qué no
y qué más falta para concluir el año escolar de manera exitosa. Esta también es una
parte importante de tu trabajo como docente, y de no cumplirla, podrían tacharte del
maestro “barco” o irresponsable.
Con el surgimiento de las redes sociales se ha quedado atrás la idea de que los
profesores bajan del cielo todos los días para compartir el conocimiento con
nosotros, y se han vuelto cada vez más humanos. Pero, ¿es esto prudente?
Aunque tus alumnos te hagan más y más preguntas de tu vida privada o te envíen
solicitudes de amistad lo mejor será simplemente ignorarlos a fin de mantener una
relación estrictamente profesional.
Por último, recuerda que aunque no es fácil ser un gran profesor tampoco es
imposible. Aprovecha tu conocimiento y explótalo. Recuerda que como maestro
tienes derechos y obligaciones que tienes que cumplir, y siéntete con la libertad
de mejorar tus condiciones de vida. No tienes cualquier profesión, sino una de las
más admirables de todas.
Los conflictos implican situaciones en las que dos o más personas tienen un desacuerdo o se
encuentran en oposición porque sus intereses o intenciones resultan incompatibles. En el aula,
pueden darse conflictos entre el profesor y los alumnos o entre los propios alumnos, y tanto unos como
otros pueden generar un clima que dificulte el desarrollo de las clases y tu labor como docente. Sin
embargo, si se afrontan de manera adecuada, pueden contribuir a mejorar la relación entre las personas
enfrentadas y en el grupo donde se integran, abriendo nuevos caminos y posibilidades de avanzar. Te
damos diez consejos que puedes poner en práctica para gestionar y resolver los conflictos en el aula.
Desde muchos años atrás la educación ha sido y seguirá siendo un factor necesario
e indispensable para la sociedad ya que todo hombre necesita adquirir nuevos
conocimientos, aprenderlos de manera facilitada, para después estos mismos
desarrollarlos y así dar respuesta a las necesidades y problemáticas del
contexto. La educación se divide en educación formal y en educación informal,
estos tipos de educación permiten al individuo adquirir así como enriquecer
conocimientos y habilidades mediante las experiencias cotidianas.
La educación informal son actividades cotidianas, las cuales son llevadas a cabo
sin ninguna organización y sin ningún marco oficial, desde pequeños la ejercemos
sin duda alguna y en alguna de las veces no la tomamos en cuenta ya que se nos
facilita o familiariza.
El jardín de niños, representa el primer nivel del Sistema Educativo Nacional (SEN),
se inicia una vida social inspirada en los valores de identidad nacional, democracia,
justicia e independencia. Entre sus principios se considera el respeto a las
necesidades e intereses de los niños, así como su capacidad de expresión y juego,
favoreciendo su proceso de socialización. Sitúa al niño como centro del proceso
educativo y al docente como parte importante del mismo, ya que conoce los
aspectos más relevantes que le permiten entender cómo se desarrolla el niño y
cómo aprende.
El nuevo plan de estudios en este nivel tiene como propósito organizar la enseñanza
y el aprendizaje de contenidos básicos para asegurar que los niños:
1). Adquieran y desarrollen las habilidades intelectuales (lectura y escritura, la
expresión oral, la búsqueda y selección de información, la aplicación de las
matemáticas a la realidad) que les permitan aprender permanentemente y con
independencia, así como actuar con eficacia e iniciativa en las cuestiones prácticas
de la vida cotidiana.
2). Adquieran los conocimientos fundamentales para comprender los fenómenos
naturales.
3). Se formen éticamente mediante el conocimiento de sus derechos y sus deberes
y la práctica de valores en su vida personal, en sus relaciones con los demás y como
integrantes de la comunidad nacional.
4). Desarrollen actitudes propicias para el aprecio y el disfrute de las artes y del
ejercicio físico y deportivo. Pinto (2007 Párr. 1)
Para que una institución educativa se pueda desempeñar es necesario que posea
directivos y docentes los cuales son las personas más indicadas para organizar,
dirigir, administrar y transmitir conocimientos aptos y adecuados dependiendo el
nivel de escolaridad en el que se encuentre el alumno, para poder desarrollar un
tema indicado es necesario contar con una formación educativa y un
profesionalismo, así como la vocación para que lo transmitido tenga una
fundamentaciòn en que basarse.
El lugar indicado para trasmitir los conocimientos de un docente es en aulas de
instituciones, cuando se desarrolla una sesión de clases dentro de un aula se realiza
con el objetivo que el alumno adquiera conocimientos nuevos, valores, actitudes ,
aptitudes, desarrolle sus habilidades, interactué con sus compañeros para que se
vaya desenvolviendo con la sociedad, etc. sin embargo no siempre se cumplen los
objetivos ya que hay una variedad de factores que influyen para que el niño no
obtenga lo antes mencionado.
Los factores que influyen en el desempeño del niño pueden ser personales, esto es
cuando el niño tiene baja autoestima, cuenta con diferentes capacidades, no le
gusta la escuela, es de carácter vulnerable, entre otros. Los factores familiares son
cuando hay problemas en el matrimonio como el divorcio, padres alcohólicos,
drogadictos, cuando hay violencia física o psicológica, así como UN nivel económico
bajo, alimentación mínima, infraestructura del hogar en malas condiciones,
ubicación de este mismo retirada de la institución, etc.; los factores sociales es
cuando no es aceptado por sus compañeros e incluso por el profesor y por supuesto
otros de los factores que influyen son los escolares en el cual entra la infraestructura
de la institución, la indisciplina, el cumplimiento de las tareas, trabajos en clase, la
asistencia al aula, participación, la ética del profesor, desacuerdos con el directivo,
cumplimiento de asistencia y el desarrollo inadecuado del plan de trabajo, entre
otros.
Las problemáticas se ven cada día mas en las instituciones educativas, estas se
desarrollan dependiendo del contexto en el que se este llevando a cabo, es urgente
que se detenga o descarte inmediatamente todos los factores que puedan afectar
de alguna manera a la educación.
Ser docente no significa solamente impartir una clase, esta vocación va mas haya
ya que el docente debe ser una herramienta de ayuda en todos los aspectos, debe
ser mediador, psicólogo, padre de familia y sobre todo amigo en el cual el niño
pueda confiar en el para que así haya mas interacción y el docente este al tanto de
las problemáticas que puedan afectar en algún momento en el desempeño y
aprendizaje del alumno.
Sean generado resultados negativos por que el docente no desarrolla su labor como
debe de ser, no es solo el alumno es el responsable de adquirir y desarrollar
nuevos conocimiento, todo aprendizaje obtenido por parte de los educandos en los
niveles escolares obligatorios depende un porcentaje mayor del profesor.
Es por ello que en la actualidad se les esta obligando a los docentes a prepararse y
utilizar las diferentes estrategias que existen con el propósito de que el alumno no
solamente asista a la escuela por obligación sino que tengan una participación
generando resultados positivos y significativos.
Según Marzano el alumno la mayoría de las veces asiste a clases por compromiso,
por diversión y su último interés es el aprendizaje, es por ello que como docentes
se tiene la obligación de que el alumno asista a clases motivado y con ganas de
adquirir e enriquecer su aprendizaje la enseñanza debe ser por medio de
estrategias, técnicas y dinámicas las cuales ayudaran a desarrollar más fácilmente
el proceso de enseñanza-aprendizaje y sobre todo que este sea significativo en el
educando, aquí entra la profesionalización del profesor.
Primeramente antes de impartir una clase el docente debe de realizar una
planeación con el objetivo de obtener resultados satisfactorios ,la planeación es un
formato donde se desarrollan todas las actividades que se llevarán a cabo
durante la sesión de clase, en ella también se plasman las estrategias que usarán,
así como el tiempo y la especificación de los materiales que se utilizarán, entre
otros puntos los cuales son importantes para que el docente desarrolle su tema
adecuadamente y así el alumno conciba o enriquezca sus conocimientos.
Tema : Duración:
Objetivo:
ACTIVIDADES:
RESULTADOS POSTIVOS:
RESULTADOS NEGATIVOS:
Una de las respuestas para que una clase sea efectiva y productiva comenta
Ferreiro es la utilización de los diferentes momentos, los fundamentales y
primordiales son siete los cuales resumen las actividades necesarias para que los
alumnos construyan su conocimiento, el modelo de Ferreiro brinda beneficios
positivos para el docente y el educando, los momentos son los siguientes:
Por ello es importante que toda persona que se prepare para ser maestro, sea una
persona que tenga vocación para poderse desempeñar, que sea una persona
responsable, disciplinada, con valores, los cuales hacen que se distingue de otro
ser, el maestro deberá adquirir los conocimientos adecuados, así como utilizar sus
estrategias de aprendizaje en el aula y estas emplearlas de manera precisa, en el
tiempo, contexto y nivel educativo pertinente, para que así se den resultados
positivos y sobre todos significativos, los cuales pueda emplear el educando para
dar respuesta a sus propias necesidades y del contexto en general.
ausas de las dificultades de aprendizajes en niños
No es posible saber (en un primer momento) si el problema de aprendizaje se debe a una
cuestión física u orgánica: por ejemplo si el niño tiene algún problema visual o auditivo y
su problema en el aprendizaje se relacione con esto; o bien si se trata de algo emocional:
factores psicológicos, emocionales y/o ambientales por situaciones concretas que afecten el
desempeño escolar del niño. Por tanto, en una primera instancia no debemos descartar
ninguna posibilidad.
Una recomendación para los padres con niños con problemas de aprendizaje
Es importante aclara que, ante estos cuadros, los padres suelen asustarse mucho pero, por el
contrario queremos transmitir tranquilidad y certeza de que, en de la mano de un
profesional adecuado (dependiendo del problema real que socave al niño), éste puede (en
muchos casos) recuperar su vida tal y como la llevaba hasta el momento previo de
presentar problemas de aprendizaje.
¿Qué pueden hacer los padres y los docentes para corregir los trastornos específicos
del aprendizaje?
15 Soluciones a los problemas de aprendizaje
en niños
1. Los niños requieren sentirse amados, comprendidos y respetados para que el proceso de
aprendizaje pueda SER más sencillo.
2. Debéis darle cariño, afecto y cercanía física, esta última los abastece de auto confianza y les
ayuda a liberar la mente de sus dudas en cuanto a sus capacidades.
3. Debéis enseñarles por medio del juego y actividades prácticas.
4. Debéis incentivarlo a jugar y estudiar en compañía.
5. Animarlo a usar su imaginación le ayudara a adquirir auto confianza.
6. Darle la libertad para que cometa errores y hacer cuantas preguntas sea necesario para que algo
quede claro.
7. Debéis tratar a los niños con justicia y con consideración.
8. Debéis fijarle límites y reglas pero que cuando se incumplan no debéis tratarlo con ira, ni
humillaciones sino con afecto.
9. Debéis enseñarle a enfrentarse a sus emociones.
10. Enseñarle a afrontar la frustración y el miedo.
11. Debéis exponerlo a situaciones difíciles para que pierda el miedo.
12. Debéis permitirle llorar y desahogar sus sentimientos.
13. Debéis darle y demostrarle vuestra confianza.
14. Debéis alentarlo cuando haga bien las cosas, felicitarlo e incentivarlo a seguir progresando.
15. Cuando falle animarle, debéis decirle que eso es parte de la vida y que la perseverancia es la clave
para el éxito.
1. Buscar un profesional que cuente con las técnicas y las herramientas adecuadas, asegurará la
relación del problema de aprendizaje con algún aspecto o con algo concreto.
3. Ayudar a que los compañeros no se burlen o critiquen al niño. Esto favorecerá mucho la autoestima
del niño.
4. Presentar el material de estudio en el área que el niño tiene dificultad de un modo entretenido; por
ejemplo en forma de juego.
Todos estos consejos facilitarán desarrollo sano y minimizarán los posibles dificultades
específicas de aprendizaje en niños
¿Te ha quedado claro cómo hacer frente a los problemas de aprendizaje en niños?
Me gustaría que me dejaras un comentario diciéndome si te ha
15 estrategias didácticas para
ayudar a estudiantes con
dificultades
24 de octubre de 2018 6
Si trabajas con niños, es muy probable que algunos sean muy inquietos o
presenten dificultades para lidiar con ciertas áreas. ¡Conoce estas tácticas
sencillas para facilitar su aprendizaje!
Resalta la información más importante en el material, así ayudarás a los estudiantes a recordarla más
fácilmente | Fuente: Shutterstock
224
Ser profesor de niños pequeños puede ser difícil cuando estos tienen
dificultades para aprender.
2. Forma parejas
Juntar a los alumnos en binas para realizar trabajos o proyectos puede ser muy
útil para ambas partes, ya que entre los dos pueden ayudarse a copiar las tareas,
tomar apuntes o leer el material en voz alta para entender mejor la propuesta.
3. Fomenta la oralidad
Si plantear las respuestas por escrito es una gran dificultad para algunos
estudiantes, puedes considerar permitirles expresarlas de forma oral para ciertas
tareas o pruebas. En algunos casos, también podrías brindar la posibilidad
de grabar las respuestas de sus tareas domiciliarias.
5. Canta
Expresar la información de forma melódica puede ayudar a los estudiantes a
recordarla. Si no encuentras una canción en internet que refiera a lo que quieres
enseñarles, ¡invéntala!
7. Destaca lo importante
Resalta, ya sea con un color flúor, con cursivas o con negrita, la información más
importante en el material. De esta manera, ayudarás a los estudiantes a recordarla
más fácilmente. Más adelante, ellos mismos podrán resaltar sus propios textos.
9. Realiza listas
Al momento de plantearles una tarea que requiera seguir múltiples pasos, intenta
hacerlo mediante una lista que enumere claramente cada paso a seguir. Entrégale
una lista a cada estudiante para que puedan ir tachando a medida que completen
los pasos.
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MAESTRÍA EN TECNOLOGÍAS DIGITALES
APLICADAS A LA EDUCACIÓN
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El siguiente documento busca responder con metodologías probadas y usadas por otros a
una problemática presente y discutida en los establecimientos. Tiene como objetivo
entregar consejos para trabajar con niños que presentan dificultades para mantener el
mismo ritmo de aprendizaje que sus compañeros en la sala. Contiene consejos generales y
específicos, principalmente para responder a dificultades de lenguaje, atención,
socioafectivas y, problemas específicos de lenguaje y matemática»
Antes de dar una instrucción elicite las habilidades y contenidos que los niños necesitarán
para realizar la actividad. Luego de una instrucción precisa respecto a lo que espera que los
niños hagan, secuenciando las acciones y nombrando los materiales y objetos que utilizarán
(por ejemplo: si quiere que unan con una línea recta 2 objetos que comiencen con la misma
letra, dígales: “Vean esta página, aquí tenemos varios objetos, animales y frutas que están
en dos columnas (indíquelas). Vamos a poner atención a cuáles comienzan con el mismo
sonido (nombre cada uno) ¿alguien me puede decir cuál de ellos comienza igual que árbol?,
muy bien, ahora con el lápiz grafito vamos a unir con una línea recta (dibújela) el árbol con
la ardilla, el ahora Uds. Lo van a hacer con todas las otras palabras”). Por último, consulte
si alguien tiene una duda.
Refuerce los éxitos. Muy a menudo, los niños con dificultades reciben una información
clara con respecto a sus fracasos. Por el contrario, pocas veces son reforzados por aquello
que son capaces de realizar (Valmaseda en op. cit).
Entregue a los alumnos una imagen de sus competencias, estimulando y reconociendo las
actividades que realiza de manera exitosa o en las que obtiene avances que, aunque
pequeños, sean significativos. Esto les ayudará en el desarrollo de su autoestima y
seguridad personal, y a conocer sus fortalezas, lo que a su vez influirá en su manera de
afrontar sus propios déficit.
Estos refuerzos debe realizarlos cuando la situación lo amerite y de inmediato: cuando el
niño obtenga avances en su proceso de aprendizaje. El refuerzo indiscriminado o
desfasado en el tiempo se vuelve inefectivo (los niños no saben qué es lo que se refuerza)
e incluso contraproducente (pueden asociarlo azarosamente a otra conducta).
Mantenga una relación cercana y amable con los niños Su valorización positiva y
reconocimiento motivarán al niño a seguir instrucciones y acatar normas. Por el contrario,
si el niño se siente rechazado hará todo para merecer ese rechazo.
Trátelos como personas grandes exigiendo comportamientos apropiados con firmeza,
pero sin incomodarlos o humillarlos en frente del grupo. Escúchelos con paciencia y
pregúntele su opinión, pues ellos responden bien a los tratos amables (Haeussler en
Lucchinni, 2002).
Mantenga contacto visual al hablarles y redirija su atención cada vez que sea necesario
con una señal, tocándolos en el hombro, un chasquido de dedos. Estos pequeños gestos
ayudan a centrarlos en la tarea. A principios de año necesitará hacer esto varias veces.
Respecto a las evaluaciones, corrija los ítemes más difíciles con toda la clase. Muestre
cómo se resuelven y aclare los malentendidos (Chadwick en Luchinni, 2002). De esta
forma, se alivia la ansiedad que genera equivocarse y se muestran los pasos para realizarlo
correctamente. Esto es aún más útil para estos niños si considera que tienen baja
tolerancia a la frustración, ya que no obtienen buenas notas y les cuesta mucho
superarlas.
Obsérvelos constantemente. Monitorée los avances del niño constantemente para
asegurarse que el nivel de dificultad de la actividad es el adecuado y que esté realizando y
avanzando en las actividades. Pase por su puesto y pregúntele si comprendió la
instrucción, si tiene alguna pregunta o si puede verbalizar lo que está haciendo y cómo lo
está realizando. Así podrá tomar decisiones en momentos más adecuados y precisos.
Otorgue corrección adicional en su cuaderno y tareas. La corrección de cuaderno es una
estrategia que permite pesquisar lo errores más comunes que los niños están cometiendo,
los contenidos atrasados, dificultades en la escritura, entre otros. y definir estrategias
remediales como la copia de otro cuaderno par completar, corrección de errores,
reedición e, incluso, derivación a profesionales especializados.
• Plantee preguntas abiertas de manera progresiva: esto favor·ecerá, con el tiempo, una
comunicación más completa. Así comience con preguntas cerradas, para que luego Ud.
como profesor construya un relato a partir de lo dicho por el niño. De esta manera, Ud.
modela la forma de contestar preguntas abiertas que puede plantearle al niño después. Por
ejemplo, le puede preguntar ¿qué hiciste en el recreo?, “Jugué”, ¿Con quién jugaste? “Con
Pedro y Camila” ¿A qué jugaron? “A las pilladas” “Ah, entonces en el recreo jugaste con
Pedro y Camila a las pilladas, y ahora ¿Qué vas a hacer?”.
• Anime el uso del lenguaje para distintas funciones como describir experiencias,
acontecimientos y objetos (es bueno utilizar apoyo concreto como láminas), expresar
sentimientos, realizar juicios y predicciones, contar cuentos, actividades donde deban
categorizar, etc. (Pesse en Lucchinni, 2002)
• Otorgue el tiempo necesario para que pueda expresarse (Pesse en Lucchinni, 2002).
Muchas veces estos niños demoran en contestar, haciendo sentir que el ritmo de la clase se
pierde. Para evitar esto, luego de un tiempo puede ayudar al niño preguntándole ¿en qué
estás pensando? (con el fin de ayudarlo y no de presionarlo), antes de pasar a otro. Otra
estrategia es avisar con tiempo lo que se le va a preguntar. Por ejemplo, puede decir
Camila, le voy a hacer una pregunta, escuche bien. Mientras Camila piensa, comente que
necesitamos tiempo para pensar y buscar la respuesta correcta. Luego pida que conteste.
• Para estimular el lenguaje comprensivo es bueno que inste a los niños a responder
preguntas simples y vaya complejizándolas progresivamente. Por ejemplo a través de la
lectura de cuentos, primero puede plantear preguntas cerradas como ¿Estaba el gato con las
botas puestas? (respuestas si /no), y luego puede invitarlos a hacer descripciones verbales,
pedir que cuenten el final de la historia, etc. ¿Cuál era la labor del gato con botas?¿En qué
termina la historia?¿Qué otro final se les ocurre?.
• Otra manera de preguntar acerca de los cuentos es hacer preguntas siguiendo la secuencia
de la historia (qué pasó primero, qué después) Esto ayuda a crear una estrategia para
recordar e ir integrando los acontecimientos del cuento para luego contestar preguntas
abiertas de interpretación que se basan en ellos. También se les puede pedir identificar
frases absurdas (palabras inadecuadas en el contexto), encontrar opuestos, descifrar
incógnitas, resolver adivinanzas, juegos de nominación, etc (Pesse en Luchinni, 2002).
Dificultades de atención.
• Siente al niño cerca del profesor, lejos de estímulos distractores como ventanas, diario
mural, puerta, etc. y entre niños tranquilos. El niño debe tener sólo los materiales
que requiera para realizar la actividad (Menéndez, 2005). Recuerde que los niños con
problemas de atención tienden a distraerse fácilmente ante cualquier estímulo.
• Asegúrese de mantener un contacto visual con el niño. éste lo debe estar mirando cuando
le da la instrucción. Dígale “ Francisco, mire aquí”. Pídale que fije su atención en lo que
usted hace o muestra. (Menéndez, 2005). A medida que transcurra el año, podrá
simplemente llamarlo por su nombre y él sabrá que tiene que mirarlo.
• Defina los objetivos mínimos que el niño debe alcanzar en la clase, para que pueda
participar al ritmo de ésta (metas cortas y sencillas) (Haeussler en Luchinni, 2002).
Recuerde que generalmente ocurre que los niños con dificultades de atención son o más
lentos que sus pares o terminan las actividades muy rápidamente.
• Espere que finalice una actividad antes de encargarle una nueva, no permita que deje las
cosas a medio hacer (Menéndez, 2005). Por lo mismo, secuencie (parcele) y gradúe las
tareas para que vayan de lo más simple a lo más complejo y refuerce cada uno de los pasos
que debe cumplir. Por ejemplo, si termina la tarea, se le felicita por hacerlo, luego pídale
que lo intente con buena letra y valore su realización, más tarde espere que el contenido
también esté correcto y felicítelo. Pedirle todo a la vez, le desmotivará porque no puede
realizarlo (Menéndez, 2005).
• Alterne el trabajo de pupitre con otras actividades que le permitan levantarse y moverse
un poco. Como por ejemplo, hacerlo repartir las guías a los compañeros, borrar el pizarrón,
etc (Menéndez, 2005). Esto es aún más importante cuando los niños tienen hiperactividad
asociada, pues les resulta muy difícil quedarse sentados toda una jornada.
• Refuerce a los niños en sus logros académicos y conductuales, concentración y control de
impulso, como por ejemplo, dándole ánimos continuamente, una palmada en el hombro,
una sonrisa ante cualquier esfuerzo que presenta (por pequeño que sea), levantar la mano en
clase, intentar buena letra, o contestar sin equivocarse, etc. También es bueno el
reconocimiento o halago público: comentarios positivos en alto, notas para casa destacando
aspectos positivos, una felicitación de la clase, un trabajo en el diario mural, etc
(Menéndez, 2005).
• Otórguele atención positiva antes que limitarse a hacerlo callar y reprenderlo, cuando
quiere llamar su atención o la de sus compañeros interrumpiendo o preguntando cosas poco
atingentes. Acoja la pregunta del niño, pero inmediatamente, diríjalo hacia un tema de
interés para todo el curso o pídale que solucione un problema, indicándole qué debe hacer.
Por ejemplo, si el niño dice “Hace calor”, puede contestar “Sí, hacer calor, ¿Quieres abrir la
ventana?”. De esta manera, la atención del niño se focaliza hacia la resolución de un
problema. Más vale invertir el tiempo en estos niños y dárselo en acciones beneficiosas
para todo el grupo, que malgastar tiempo en retos, discursos y castigos (Haeussler en
Luchinni, 2002).
• Establezca límites claros y sin excepciones, puesto que estos niños necesitan de reglas y
una rutina predecible. Así, por ejemplo no conviene decirle “Sólo por esta vez te repetiré la
prueba”, porque no se esforzará en estudiar más y pensará “Si lo hizo la otra vez… ¿Por
qué ahora no?” (Haeussler, en Luchinni, 2002). Por lo mismo, es recomendable definir con
anticipación cuáles son las reglas, así como las pautas de trabajo de cómo se ocupan los
cuadernos, dónde se guardan los materiales, rutina diaria, etc. (conozca pauta uso cuaderno,
pauta rutina diaria en: Programa de Lenguaje- kinder- Colegio San
Joaquín www.educandojuntos.cl )
• Reconozca y respete la fatiga de los niños con déficit atencional, realizando varias
actividades, pero cortas. Si bien el niño puede parecer físicamente inagotable, su capacidad
de concentración ya está exhausta (Haeussler en Lucchinni, 2002). Piense de antemano qué
actividad puede hacer el niño si termina antes o si está muy fatigado para seguir ( leer un
cuento, repartir materiales, comentar lo que hizo con un compañero más hábil, etc).
• Sea un modelo para el niño. Es importante que el profesor dé el ejemplo. Si usted actúa de
manera impulsiva será muy difícil que sus alumnos sean pacientes. Así también, es
importante ser consecuente entre lo que dice y lo que hace. (Haeussler en Luchinni, 2002).
Recuerde modelar cómo pensar diciendo en voz alta “voy a pensar”, espere unos minutos y
luego conteste.
Dificultades socioafectivas.
Para trabajar con niños socialmente rechazados, que tienen dificultades para relacionarse
con sus compañeros:
• Otorgue una guía especial explicando la forma en que deben acercarse a otros tanto física
como psicológicamente. Es frecuente que estos niños no reconozcan las claves sociales que
regulan los juegos y las interacciones con sus compañeros. Les cuesta identificar los
sentimientos de los demás y los momentos apropiados para manifestar cada conducta. Por
ello pueden ser bruscos y parecer insensibles ante las necesidades de los demás. Intente
juegos, como el juego de las expresiones faciales que muestren emociones. Se les puede
pedir que trabajen en parejas o en grupos adivinando las expresiones que actúa un
compañero. Esto puede ayudar al niño a reconocer la ira, el dolor, la tristeza, entre otras
claves sociales que muestren sus pares (Marzano, 2003).
• En el caso que un niño sea rechazado por sus compañeros por tener malos hábitos de
higiene, averigüe en profundidad las razones que tiene a la base (por ejemplo no tener
servicios sanitarios en el hogar) e incluir a los padres en la solución de este problema
(Marzano, 2003). Muchas veces el colegio se encuentra equipado con duchas que pueden
ser utilizadas por los alumnos en el caso que lo necesiten.
• Mantenga un vínculo amable con el niño en todo momento pero sea riguroso y firme en
los acuerdos y decisiones (Marzano, 2003).
• Establezca reglas claras de convivencia a nivel de colegio. Se ha visto que una de las
características de los colegios efectivos es la existencia de normas claras, compartidas por
los alumnos, apoderados, directivos y profesores, y que son comunicadas a éstos por
distintos medios. Uno de los temas más importantes de enfatizar es el trato entre alumnos.
Por ejemplo: en el colegio San Joaquín existe una guía del buen trato, que ayuda a tener
parámetros comunes en todo el colegio acerca de lo que se espera de los alumnos respecto a
su conducta y convivencia, y la cual es conversada en cada sala de clases. Los niños que
presentan conductas agresivas son llamados por la directora quien comenta el incidente,
luego les pasa una guía para que la lean esa nochey al día siguiente se conversa sobre ella.
Los niños parecen tomar conciencia de sus actos y comentan las consecuencias negativas
para los demás (conozca guía “Tratémonos bien” en: Programa de Formación – Colegio
San Joaquín www.educandojuntos.cl).
Para trabajar con niños que le temen al fracaso (baja tolerancia a la frustración):
• Comunique que equivocarse es parte importante de aprender, así los niños podrán cometer
errores sin sentir angustia por esto. Cuando los niños se muestran muy perfeccionistas, al
punto de evitar hacer una tarea por temor al fracaso, adopte una postura que les permita
liberarse de la angustia que les provoca una mala calificación (Marzano, 2003). Acepte los
errores, instaure la posibilidad de corrección, el uso de goma de borrar, corrija errores
comunes frente a todo el curso, sin tomar como ejemplo a un niño en particular (por
ejemplo, cuando un niño conteste mal, en vez de decir “no” “mal” “se equivoco” dirija la
atención hacia el problema y generalícelo como una problemática del curso “varios están
teniendo problemas para solucionar este ejercicio” y soluciónelo con todo el
grupo), comente lo que será más difícil en una lección, etc.
• Proponga el trabajo con un alumno tutor que tenga la capacidad de ser contraparte y
disminuir la autocrítica excesiva en su compañero (Marzano, 2003). En ocasiones los niños
trabajan mejor con pares, pues pueden ayudarse a través de lenguajes más similares.
También es bueno poner a estos niños como tutores de otros compañeros en las áreas en
que se destacan.
• Estimule y reconozca las actividades en las que el niño es bueno, realiza de manera
exitosa u obtiene avances que aunque son pequeños son significativos. Es importante
señalar que estos refuerzos deben realizarse cuando la situación lo amerite y de inmediato,
es decir, cuando el niño obtengan avances en su proceso de aprendizaje. De lo contrario, el
refuerzo indiscriminado o desfasado en el tiempo se vuelve inefectivo e incluso
contraproducente.
• Evite la crítica, como por ejemplo, “¿Aún no terminas la tarea?” “Otra vez no hiciste la
tarea” “Siempre atrasado”, etc. Por el contrario, las frases deben alentar al niño a realizar de
la mejor manera que pueda la actividad emprendida, como por ejemplo “Vamos terminando
la tarea” “¿Por qué no has hecho tus tareas, cuéntame?” “¿Qué podemos hacer para que
llegues más temprano?”.
Indicaciones generales:
• Acostumbre a los niños a una estructura definida de clase que incluya: presentación
deltema; desarrollo con apoyo de material concreto, utilización de vivencias personales;
retroalimentación de preguntas para evaluar el dominio y comprensión de los alumnos. Por
último, haga un cierre de la clase pidiendo a los alumnos que resuman lo más interesante o
con qué idea o principio se quedan (Chadwick en Luchinni, 2002).
• Identifique las fortalezas de estos niños para potenciarlas (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por ejemplo, si el niño tiene habilidades para dibujar pídale que haga un dibujo sobre el
tema que están tratando y que lo exponga a los compañeros. En ocasiones, el reforzar una
habilidad repercute en el desempeño del niño en las otras áreas, pues el autoestima del niño
se ve fortalecida junto con su sensación de eficacia personal.
• Enfatice enfoques y prácticas orales (Chadwick en Luchinni, 2002). Tales como lectura de
cuentos, juegos de rol, exposiciones, etc., estableciéndolos en lo posible como una práctica
diaria.
• Siente a los niños frente al profesor, minimice la necesidad de copiar del pizarrón y
promueva la lectura en voz alta designando con anterioridad quienes leerán (así puede
predecir el momento de la lectura y prepararse) (Chadwick en Luchinni, 2002).
• Proporcione alabanzas y mantenga un alto nivel de expectativas (Chadwick en Luchinni,
2002). Es decir, felicite al niño en sus logros y avances, siempre pensando y señalándole
que se confía en sus capacidades.
Dificultades en lectura:
• Realice actividades donde los niños tengan que reconocer sonidos finales, sonidos
iniciales, análisis y síntesis de palabras, etc. Estos niños requieren de más práctica y
estrategias que favorezcan el análisis fónico y estructural de la decodificación de palabras
para llegar a leer (Chadwik en Luccini, 2002).
• Háblele al niño de frente, mirándole a los ojos, con una modalidad lenta, rítmica y bien
articulada. Esto fomentará un desarrollo lingüístico adecuado (Chadwick en Luchinni,
2002).
• Planifique en la escuela un tiempo de lectura donde ésta sea una actividad placentera.
Recuerde que para superar los problemas de lectura hay que leer y mientras más se lee, más
se mejora la calidad de la lectura. Para practicar la lectura incluya, dentro de la hora de
lenguaje y de otras asignaturas, una actividad de lectura que esté en concordancia con los
objetivos de la clase o unidad. Para esto puede utilizar materiales diversos como reglas que
norman actividades, invitaciones, agradecimientos, comunicaciones, afiches, letreros,
registros experienciales, revistas, textos de asignaturas, etc. (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por lo mismo, la selección de los textos debe ser la adecuada al nivel del niño con un
vocabulario adecuado, frases cortas y una diagramación poco recargada, letras grandes y
claras. Destine al menos semanalmente un tiempo determinado para esta actividad, ya sea a
través de visitas a la biblioteca, lectura silenciosa diaria, trabajo en rincones, etc.
• Existen técnicas para desarrollar la lectura oral en niños con lectura deficiente (Chadwick
en Luchinni, 2002):
• Lectura oral simultánea: El profesor y el niño leen juntos un texto donde el profesor guía
con su dedo la lectura esperando lograr fluidez. Esto se puede realizar con toda la clase,
escribiendo el texto en la pizarra, ocupando un cartel o transparencia, así todos los niños
pueden ir siguiendo el mismo texto de lectura.
• Lectura eco: Primero lee en voz alta el profesor y luego lee el niño la misma frase
mostrando con su dedo las palabras leídas.
• Lectura con apoyo: Primero lee el profesor en voz alta siguiendo con su dedo las palabras
leídas y el niño las repite. Luego el profesor lee en voz alta y omite las palabras que el niño
puede leer. Finalmente, el niño lee en forma independiente la mayor parte del texto donde
el profesor lo apoya en aquellas palabras necesarias para que el niño lea con fluidez.
• Lectura repetida: El alumno lee en voz alta y relee hasta que disminuyan los errores y
aumente la velocidad. Entonces el profesor le señala otro párrafo.
• Controle las actividades que los niños realizan sobre la mesa de trabajo en relación a una
postura adecuada:
• Sentarse en forma cómoda, con el dorso apoyado en el respaldo, los pies apoyados en el
suelo, los brazos descansando sobre la mesa.
Para esto, se puede apoyar con carteles ilustrativos (conozca carteles de normalización en:
Programa Kinder – Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl )
• Favorezca la distensión motriz a través de pintura libre, arabescos de gran tamaño, trazo
de letras en sémola (Chadwick en Luchinni, 2002)
Dificultades en matemática:
• Integre en la resolución de problemas y ejercicios escritos, el uso de la hoja borrador,
lápiz mina, goma de borrar y de la hoja de respuesta.
• Asegúrese de que los alumnos comprendan las actividades (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por ejemplo, se les puede pedir que lean la pregunta, que expliquen los que la pregunta les
pide que hagan, cómo van a hallar la solución y lo que hacen mientras trabajan.
Bibliografía:
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Hay algunas estrategias generales que sirven para paliar los efectos negativos que la inatención, la
inquietud, la impulsividad y otras características pueden ocasionar en el alumno. El objetivo de estas
estrategias es evitar o retrasar en la medida de lo posible la aparición de problemas académicos y de
comportamiento, y ayudarlos a ir compensando sus dificultades para avanzar en su desarrollo con una
buena autoestima.
Colocar de preferencia al alumno en la primera fila, al centro, así se reducen las distracciones, permite
supervisarle con mayor frecuencia y uno se puede dirigir a él de forma más discreta.
En un salón con niños que tienden a la distracción e inquietud, sería importante quitar todos los carteles,
mapas, posters, etc. que no sean relevantes, o en todo caso ponerlos en las paredes de los lados o de
atrás. Incluiría también objetos atractivos que pudiera haber en la mesa del profesor.
Otra recomendación sería rodear al niño de compañeros tranquilos, trabajadores y pacientes con los que
tenga buena relación. Tener presente el irlos rotando por lo que estos niños suelen distraer a sus
compañeros también.
El profesor tiene un papel importante en la educación escolar del alumno. Para niños con notables
tendencias a la distracción, inquietud motriz e impulsividad, ciertas características del profesor pueden
resultar beneficiosas:
- Organización: Las cosas bien preparadas y avisadas con tiempo ayudan al alumno a organizar su
trabajo. Evitemos improvisaciones y sorpresas. Los alumnos necesitan predictibilidad, para lo cual será
necesario la anticipación al comienzo del día y de cada clase o de cada cambio que pudiera darse. De
preferencia anotando a un lado de la pizarra y se puede ir borrando en la medida que se va haciendo.
- Flexibilidad: Una exigencia rígida de buenos resultados o del seguimiento de muchas normas puede
acabar desembocando en un conflicto con el alumno o que se sienta incapaz. Sería más conveniente
que el profesor distinga lo fundamental de lo accesorio, tanto en los objetivos y contenidos del programa
como en las normas de comportamiento y que sepa dar prioridad a los aspectos que está trabajando,
ignorando otros.
- Interés: Es importante que el profesor considere que él puede hacer algo para conseguir mejoras en
el alumno y que esté dispuesto a poner los medios necesarios
- Perseverancia: Los problemas de este tipo no se solucionan rápidamente, de modo que el profesor
tendrá que ser capaz de mantener la aplicación de medidas durante algún tiempo antes de considerar
que no han funcionado y estar dispuesto a ir solucionando pequeños problemas, uno tras otro, sin
obtener resultados espectaculares.
- Respetemos sus ritmos, suelen ir a un ritmo más lento y los aspectos temporales influyen en ellos
como en todos los alumnos, sólo que con mayor intensidad.
Muchas veces las estrategias que usamos con los demás niños no funcionan con ellos, resultan
insuficientes y es preciso añadir nuevas estrategias, más adecuadas a sus características
personales. Tengamos presente:
- La organización del profesor: Uno de los motivos por los que puede fracasar una intervención en el
aula es el incumplimiento de los pasos necesarios para desarrollarla por parte del profesor o su rápido
abandono cuando dejan de ser algo novedoso y se requiere un esfuerzo de voluntad para
mantenerlos. Para evitar esto es bueno tomar medidas preventivas, incluyendo el desarrollo de las
intervenciones individualizadas con los alumnos en el desarrollo normal de la clase. Dos buenas
costumbres:
1. Para los niños con un programa personal de trabajo u organización, hacer las revisiones oportunas
antes de empezar la sesión o en un momento de trabajo personal.
2. Dedicar los últimos minutos de la clase a asegurarse de que si se lleva algún autoregistro, sea
revisado y valorado, si se ha aprendido algo nuevo, el alumno ha comprendido lo fundamental, si se ha
mandado trabajo a casa, lo hayan entendido y apuntado correctamente.
5 minutos al inicio a revisar con el alumno su programa personal y 5 minutos al final del día para
organizar el trabajo en casa y 1 minuto después de cada sesión para comprobar que ha aprendido son
de mucha utilidad.
Acabemos la sesión con una actividad especialmente atractiva para los alumnos. Un requisito para
participar en ella será haber cumplido unos objetivos de trabajo.
- Control de la atención:
Dar dos veces las instrucciones: una general para toda la clase y otra en particular para los alumnos con
problemas, más explícita.
Durante las explicaciones utilizar técnicas activas para atraer la atención de los alumnos, aunque
pensemos que es responsabilidad de cada uno y que si no lo hacen es desinterés: Puede tener
dificultades reales para estar atento, para cualquiera es agradable tener una clase
entretenida. Tratemos que los ejercicios no sean monótonos.
Este aspecto puede crear mucha ansiedad al profesor. El mal comportamiento del alumno estorba el
desarrollo de la clase, puede crear un clima adverso al aprendizaje y sitúa al profesor en una situación
incómoda en la que puede ser enjuiciado como incompetente por los padres de otros alumnos. La
tendencia suele ser buscar una solución contundente que elimine rápidamente el problema. Con estos
niños lo habitual es que no aparezcan resultados o que se desvanezcan rápidamente o que generan
tensión dificultando además el aprendizaje.
El mal comportamiento puede darse por el mero aburrimiento del alumno ante explicaciones que ha
dejado de entender. La estrategia es que cuanto más tiempo dedique el profesor a preparar la actividad
de enseñanza, a personalizarlas y a hacerlas interesantes para los alumnos, menos tiempo tendrá que
dedicar a resolver problemas de disciplina. Procuremos que el alumno se sienta reforzado por su
trabajo y por su comportamiento (el límite a partir del que se considera que algo está bien no tiene por
qué ser el mismo para todos). El alumno tiene que recibir más comentarios positivos, elogios y premios
que negativos y regaños. Centrarse en los aspectos de comportamiento que se han elegido para el plan
personal del alumno (PPA) e ignorar otros problemas de comportamiento. (salvo que sobrepase ciertos
límites de respeto)
Hay que evitar enviar al alumno fuera de clase, salvo que la situación sea realmente insostenible.
Dejar claro los puntos principales de lo que los alumnos tienen que aprender. Si es posible, hacerlo por
escrito con apoyos visuales y repasarlos personalmente con el alumno.
Procurar que la corrección de ejercicios que realizan los alumnos sea lo más rápida posible, que se
corrijan unos a los otros o que usen plantillas de autocorrección.
Evaluar al alumno
Cuando un profesor recibe a un alumno con notables dificultades para concentrarse, inquieto o muy
impulsivo, y las conclusiones de las sucesivas evaluaciones son que el alumno se distrae con mucha
facilidad, que no para quieto y que es muy precipitado, sólo esta diciendo con otras palabras lo mismo
que sabía desde del principio. La evaluación tiene 3 funciones:
1. Medir los aprendizajes realizados en un momento determinado para compararlos con los realizados
por el alumno en un momento anterior (progreso), con los aprendizajes realizados por otros alumnos o
con una serie de criterios establecidos.
2. Detectar los puntos fuertes y débiles del alumno para identificar áreas y vías de mejora
3. Obtener datos sobre la eficacia de la enseñanza que han recibido los alumnos.
En el caso de alumnos con problemas de atención o excesiva impulsividad hay que tener en cuenta que
habrá características de la evaluación que favorezcan un mejor rendimiento y otras que lo dificulten. El
mejor sistema para evaluar a estos alumnos será el que tenga en cuenta sus dificultades prácticas para
demostrar lo que han aprendido. Las dificultades que más frecuentemente van a aparecer son la menor
capacidad de concentración, la dificultad para trabajar de forma concentrada durante un período
prolongado, la enorme vulnerabilidad ante las distracciones, la impulsividad y la escasez de lenguaje
interno que hace que afronte las pruebas de evaluación de una forma poco estratégica, sin autodirigirse
y sin utilizar “trucos” o alternativas de solución que les permitan salir adelante en los aspectos más
problemáticos.
Como resultado de estas dificultades, los alumnos pueden tener los siguientes problemas, sobre todo en
las evaluaciones escritas:
Se quedan bloqueados, sin saber qué hacer, durante excesivo tiempo en preguntas que no saben
responder.
Responden cosas que no les han preguntado, por mala comprensión de las preguntas.
Realizan ejercicios del mismo tipo de forma inconsistente: unos bien otros mal.
La mala presentación (letra irregular, borrones, tachones, mala organización) llega a dificultar al
propio alumno el desarrollo de una prueba.
Ante estos problemas, seria conveniente introducir ciertas modificaciones en la forma de evaluar, de
modo que la evaluación del aprendizaje del alumno no se convierta, una vez tras otra, en una evaluación
de su capacidad de concentración, organización, autodirección y perseverancia.
Entonces, se debe dar prioridad a aquellas formas de evaluación que no supongan la realización de un
examen escrito, fundamentalmente, la observación del trabajo del alumno y pruebas orales.
Si a lo largo de una unidad didáctica el alumno resuelve correctamente ciertos ejercicios, debería
suponerse que es capaz de resolverlos, aunque no siempre lo haga. Puede faltar automatización,
seguridad o incluso interés por hacerlos, pero no puede decirse que no sepa hacerlos. Por ejemplo,
puede suceder que el alumno resuelva correctamente cálculos en una prueba de problemas pero no
aprueba una prueba de cálculo con operaciones de parecida dificultad (a veces pasa por el mero hecho
de que en la prueba de problemas tienen más tiempo). ¿ Debería considerarse que su nivel de cálculo es
insuficiente? Si el alumno aprueba un control de verbos, pero en el examen general del tema se incluye
una pregunta de verbos y falla, ¿se debe considerar que conoce los verbos estudiados o no?
Entonces…
- Priorizar la evaluación de los procedimientos: en cierto modo, saber aplicar los conocimientos significa
que el niño dispone de esos conocimientos aunque tenga dificultad para reproducirlos. La evaluación
centrada en procedimientos tiene sentido cuando se utilizan técnicas de observación del trabajo del
alumno.
- Elegir la forma de examen (oral o escrito) en la que mejor rinda el alumno. Si es necesario realizar
los exámenes en un ambiente controlado en el que haya menos distracciones y se pueda controlar mejor
lo que realiza el alumno.
- Adaptar la forma de los exámenes escritos para facilitar el trabajo del alumno.
- Dar tiempo necesario para que el alumno realice las pruebas de evaluación, alargando la sesión, o
mejor, repartiendo el trabajo entre varias sesiones.
Tareas escolares
Respecto a las tareas para casa debemos considerar que los niños con características de TDAH suelen
tener 3 factores adversos:
1. Por sus propias características, cualquier trabajo que requiera cierta organización y esfuerzo
intelectual les va a costar más tiempo que a otros compañeros.
2. El momento de realizar la tarea es después de la jornada escolar, momento en el que todos los niños
acumulan bastante cansancio, aunque en este caso, se trata de niños con menos resistencia a la fatiga.
3. Si siguen un tratamiento médico, en este momento ya suele haber concluido el efecto del
medicamento.
En cualquier caso, como las tareas son una realidad y estarán presentes en lo cotidiano, conviene tomar
algunas precauciones para conseguir la mayor eficacia:
2. Valorar la tarea en su justa medida: Parece justo que las tareas supongan un 20% de la
calificación. Hay que cuidar es que el alumno que no las realiza adecuada mente obtenga una valoración
negativa por no realizar adecuadamente las tareas, ya que puede ocurrir que reciba dos valoraciones
negativas: por no realizar adecuadamente las tareas y por mala actitud.
Por lo general las prácticas motivacionales formuladas se plantean en forma muy general y poco
operativa, hay múltiples maneras de concretarlas en el trabajo de clase, por ejemplo:
Relevancia:
- Si el alumno no ha aprendido bien un tema, no pasar a otro que requiera conocimientos del tema que
aún no domina (no podemos comenzar a estudia el volumen, si el alumno no ha aprendido a calcular la
superficie)
- Relacionemos los contenidos de aprendizaje con aspectos de la vida cotidiana: Temas de actualidad,
experiencias de los alumnos).
- Mencionar la utilidad de los conocimientos que se están trabajando. Intentar dar una aplicación
práctica al trabajo de los alumnos. Las expresiones escritas pueden ser más interesantes si van a formar
parte de un periódico escolar, que si sólo serán leídas y corregidas por el profesor.
Elección:
- Aunque el profesor proponga unos objetivos de aprendizaje los alumnos podrían realizar elecciones
sobre algunos contenidos concretos, la forma de aprender, los trabajos a realizar o la forma de
demostrar que han aprendido.
Éxito:
- Las medidas que mejor pueden conducir al éxito personal serán refuerzo, apoyo, adaptaciones en el
contenido, respeto de ritmos y tiempos y en la forma de evaluar.
Colaboración:
- No podemos dar por hecho que los alumnos saben trabajar en grupo, necesitan supervisión y
orientación por parte del profesor.
Los chicos con características como problemas de atención, inquietud e impulsividad, entre otras, la
motivación para el trabajo escolar no es su punto fuerte:
La motivación intrínseca: incluso cuando tienen iniciativa para trabajar les resulta difícil perseverar. Una
de los síntomas del TDAH es evitar aquellas tarea que supongan un esfuerzo mental sostenido.
Objetivos de dominio: necesitan obtener resultados inmediatos y eso resulta más fácil planteándoles los
objetivos de las tarea.
Para evitar prácticas inconsistentes, conviene observar que en ningún momento se plantea la motivación
como tratar de convencer al alumno de que el curso es importante para su vida o que es muy
interesante, o apelar al “tu puedes, tu eres capaz”. Tampoco parecen adecuadas las estrategias basadas
en la “mano dura”, que crean un clima insatisfactorio para el alumno, en el que resuota más habitual
recibir regañinas y castigos que reconocimiento y felicitaciones acelerando la aparición de conductas de
evitación del trabajo escolar.
Promover el autocontrol:
En teoría, la enseñanza del autocontrol es muy sencilla, se trata simplemente de enseñar a los alumnos
a:
En la práctica, el aprendizaje del autocontrol es una difícil tarea para toda la vida, así que sólo se puede
esperar conseguir con los alumnos algunos aspectos de este aprendizaje. Para ellos considero
importante:
- Organizar las intervenciones de forma que vaya siendo cada vez menos necesaria la supervisión de
los adultos. Para esto , las intervenciones están organizadas según niveles.
- Extinguir progresivamente las recompensas materiales: hacerlas cada vez más espaciadas, o
vinculadas a un programa de fichas, Eliminarlas cuando un comportamiento esté suficientemente
establecido, y procurar que los comportamientos se mantengan mediante recompe3nsas sociales
(elogios y reconocimiento) y mediante la sensación de autodominio que produce el hacer bien las cosas.
Al fin y al cabo la idea no es paliar las consecuencias de los problemas del alumno, sino que se pretende
educarle en la responsabilidad y a autodirección.
Marisa Defago