Está en la página 1de 2

Pontificia Universidad Javeriana

Teoría del Derecho


Dr. Julián Daniel González Escallón
Andrés Felipe González García
Febrero 05 de 2024

Reseña 2 - “Teoría Pura del Derecho” (Hans Kelsen)

La teoría pura del Derecho es una teoría del derecho positivo, y no una teoría sobre un
ordenamiento jurídico determinado, en tanto que Kelsen propone aislar a la ciencia jurídica
de la influencia de la psicología, la biología, la teología y la ética desde una pureza
metódica que contrasta con el sincretismo metódico tradicional bajo de la premisa de que
“uno de los temores de Kelsen era que la ciencia jurídica quedara subordinada a la
Política”1. Partiendo de la base de que la ciencia jurídica no tiene por objeto la naturaleza, a
pesar de tener elementos naturales, es necesario identificar el elemento subjetivo y el
elemento objetivo que subyacen a los supuestos jurídicos. El elemento objetivo hace
referencia a un acto perceptible de forma sensorial delimitada en el espacio y el tiempo,
mientras que el elemento subjetivo abarca el sentido ínsito o el significado abstracto.

Como el elemento subjetivo no puede ser percibido desde sus propiedades y funciones
naturales, el significado se refiere al conocimiento social. Por lo anterior, un acto social
puede tener una auto-interpretación en virtud del cual el sujeto mismo le asigna un
significado que puede ser comprendido por terceros. El sentido subjetivo puede llegar a
coincidir con el sentido objetivo. Por otro lado, lo que permite que un acto se convierta en
jurídico no es su ocurrencia fáctica, sino, más bien, el sentido objetivo que permite su
interpretación. Por lo anterior, “en el esquema kelseniano toda norma es producto de la
voluntad, nunca del conocimiento, para el que es imposible generar normas sin el auxilio
del acto volitivo”2. Posteriormente, cuando la norma ya forma parte del ordenamiento
jurídico, esta adopta un rol eminentemente interpretativo de índole objetivo.

´Por otro lado, y partiendo de la notoria tendencia de Kelsen de adoptar una posición
cercana a las teorías éticas no cognitivistas, las cuales “consideran que el ámbito moral no
es asunto de conocimiento, por lo que no puede hablarse de proposiciones verdaderas o
falsas dentro de la moral”3, la teoría pura del Derecho considera que la justicia en sentido
jurídico debe apartarse de las concepciones morales que convalidan una visión absoluta con
contenidos irracionales que no puede ser aprehendida por la racionalidad y sistematicidad

1
Aristizábal, J. (2018). La Teoría Pura del Derecho y la Exclusión de la Sociología. Revista de Ciencias
Sociales, 4(162).
2
Rodríguez, M. (2008). Razón y Voluntad en la Concepción del Derecho de Hans Kelsen. La Importancia de
la "Norma Fundante Básica”. Universidad Carlos III de Madrid.
3
Polo, M. (2007). Principales Clasificaciones Éticas. Revista Escritura y Pensamiento, 10(21).
de la ciencia jurídica. La justicia per se no tiene una realidad alcanzable que provenga de
una autoridad univoca, en tanto que su contenido como concepto proviene propiamente de
los anhelos, deseos, emociones y sentimientos que tiene cada sujeto individualmente
considerado dentro de su contexto propio.

En general, el conocimiento científico, caracterizado por su rigor, no puede alcanzar una


definición estática de justicia, lo cual es comprobable con la observación de la variación
indiscriminada que ha tenido el concepto a partir de máximas de conducta carentes de
contenido real o evidenciable que terminan cayendo en la tautología de decir que se debe
hacer lo que se debe hacer. De esta manera, el ideal de justicia, subjetivamente construido,
está definido por los intereses y necesidades individuales, a pesar de su pretensión de
universalidad en el seno de una sociedad determinada. “Así, en la medida que dichas
necesidades y la jerarquía de las mismas no serán las mismas para un creyente, un ateo, un
conservador, un liberal o un comunista, las discusiones en tomo a cuál valor debe primar,
dependería de una deliberación política y no jurídica”4.

Finalmente, frente a la cuestión de los valores, Kelsen adopta un axioma anti-ideológico


que le permite abstraerse de esconder detrás de su teoría algún sistema axiológico
determinado. De hecho, a lo largo del planteamiento de la teoría pura del Derecho es
posible encontrar una tendencia a plantear que, a diferencia de los postulados del derecho
natural, el derecho positivo no tiene como parámetro de validez un conjunto de valores
comunitarios, en tanto que su validez siempre tendrá un antecedente objetivo-normativo
que permita conocer si la prescripción es objeto de la ciencia jurídica. Por lo anterior es que
“cuando realizamos un contravalor no se produce la actividad coactiva, a menos que el
contravalor realizado sea de aquellos que contradice valores de la comunidad y que,
además, los valores de la comunidad (…) informen el orden jurídico”5.

En síntesis, “aunque Kelsen no niega que las normas y valores morales pueden ser recibidas
en el derecho positivo”6, en tanto que la norma jurídica parte siempre de una realidad
subjetiva delimitada por la voluntad, es claro que la composición del ordenamiento jurídico
no depende de una adecuación a una sistema único axiológico, pues su interacción interna
está basada en criterios racionales. El Derecho, pues, se satisface con alcanzar una categoría
prescriptiva en donde se debe hacer algo por la coactividad que evoca una norma jurídica
sin que sea necesario clarificar si la norma jurídica respeta, exalta o reitera una valoración
concreta, la cual solo se torna relevante para la ciencia jurídica cuando se vuelve
objetivable. Dicha objetivización, según el positivismo, ocurre cuando la valoración es
„posited‟ por la autoridad competente mediante la forma idónea.

4
Tord, A. (2013). Derecho y Justicia, según Kelsen. Universidad de Lima.
5
Carrillo, R. (1989). Ambiente Axiológico de la Teoría Pura del Derecho. Universidad Nacional.
6
Herszenbaun, M. (2018). Valores y Normas en Hans Kelsen y Max Mayer. Revista Nuevo Itinerario (13).

También podría gustarte