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1.2.1GENERAL:
1.2.2 ESPECÍFICOS:
Para llevar a cabo nuestra investigación, podemos identificar las siguientes limitantes:
1.4 ALCANCES
Fuente; RAE
2.1.2 CONCEPTO DE VIVIENDA
Elegimos este concepto debido a que nos engloba de manera directa el fin para el
cual una casa es diseñada y construida, permite a las familias protegerse de la
intemperie como por ejemplo vientos, sol, lluvia u otras amenazas y la vez porque
la familia es la que hace que el mundo funcione y porque toda gira a través de ella.
La a vivienda se concibe como parte de una comunidad más amplia. Se busca
fomentar la interacción y la conexión entre los residentes, promoviendo un sentido
de pertenencia y colaboración. Los espacios comunes, como plazas y áreas
recreativas, se diseñarán para facilitar encuentros y actividades sociales. La
sostenibilidad es un pilar fundamental, se trata de conservar los recursos naturales
y además, se fomenta la conciencia ambiental entre los residentes. Todo esto es
con el fin de que haya calidad de vida, el concepto es de total importancia y no se
limita a lo mera debido a que es el principio subyacente para que un proyecto se
materialice y a través del concepto gira el proceso de diseño y edificación de la
En ese mismo año de 1932, se formó la Junta Nacional de Defensa Social que se
dedicó a la construcción de viviendas de bajo costo en 1943. Esta institución cambió de
nombre para llamarse.
partir de 1945, esta institución pasó a formar parte del gobierno con el nombre de
Mejoramiento Social, y funcionó hasta 1950.
En 1950, bajo el mandato del coronel Óscar Osorio, se crearon instituciones enfocadas
a la realización de vivienda de carácter social. El mismo año se redactó una 68 nueva
Constitución de la República, de carácter social progresista. Ésta rezaba que el sistema
económico tenía que responder a los principios de justicia y seguridad social de todos
los habitantes del país. La creación de las instituciones que promovían la vivienda
social se realizó luego de que la Unión Panamericana y el Mejoramiento Social
realizaran una serie de investigaciones y estudios, con el objetivo de establecer normas
para el criterio en la adquisición de terrenos y el sistema que se seguiría para
escogerlos, y al mismo tiempo dar sugerencias para facilitar el trabajo de la institución.
El resultado de la investigación dio como fruto la creación del Instituto de Vivienda
Urbana (IVU), la Dirección de Urbanismo y Arquitectura (DUA) y el Instituto de
Colonización Rural (ICR) (Fonseca, 1968, p. 114-115).
Tanto el IVU como la DUA se crearon para suplir las necesidades de los habitantes del
área metropolitana de San Salvador con la construcción de viviendas masivas de
carácter social. En 1949, se llevó a cabo el primer diagnóstico de vivienda urbana en el
país, en éste no hay mención acerca de las lotificaciones ilegales, tugurios o
invasiones. El estudio estimó que el número de viviendas debería aumentar en 500
unidades, con el motivo de cubrir la demanda de las nuevas familias que estaban
siendo formadas, para las demás ciudades del país sugirió que el número debería de
aumentar a 2,000 viviendas anualmente, debido a que el 60% de la población, es decir,
70,000 familias, carecía de instalaciones higiénicas y necesitaba mejoras en sus
hogares. A manera de conclusión, el estudio apuntaba a la creación de una “Dirección
de Urbanismo” y de un “Instituto de Vivienda Popular y Colonización”, propuesta que se
concretaría al año siguiente (FUNDASAL, abril de 1976.
En El Salvador, también se buscaría enfatizar la importancia de la creación de vivienda
para alojar la fuerza laboral
El Instituto de Vivienda Urbana (IVU) inició labores en el año de 1950, con el objetivo
de dotar a las familias de medianos y bajos recursos con viviendas económicas e
higiénicas. En el año de 1957, la institución se trazó como objetivo dotar de espacios
de carácter comunal a las colonias y centros urbanos que la institución edificara. Para
1958, pretendió priorizar la construcción de apartamentos multifamiliares, según el
Instituto, esto sería una expresión de liberación social. En 1959-1960, un documento
del IVU declaraba: “Que las colonias y Centros Urbanos no constituían simples
aglomeraciones humanas, sino que poseían todo aquello que se necesita para una
vivienda cómoda, tranquila y decente” (Girón, Mendoza y Merlos, 2005). Las
modalidades de construcción del IVU, durante la década de 1950, fueron las de
administración y contratación directa. La primera consistió en la supervisión y
realización de la obra por parte del Instituto. La segunda delegaba estas actividades a
una empresa constructora con base en licitación. Ambas modalidades seguirían siendo
parte del modo de construcción del Instituto a lo largo de toda su existencia.
esta política fue la baja capacidad de pago de familias, cuyos ingresos mensuales eran
de 120 colones. Por dicha razón, no tenían capacidad para construir sus propias
viviendas ni para costear las que el Instituto proveía. El Gobierno tuvo entonces que
pagar la diferencia entre la capacidad de pago de las familias y el costo de la vivienda
adecuada (Instituto de Vivienda Urbana, 1959-1960). Fue debido a esto que, en 1961,
el objetivo del IVU se vio afectado, y su política cambió a la de dar prioridad a la
construcción de vivienda de interés social, para así poder brindar vivienda a las familias
de escasos recursos.
Era un programa unifamiliar con una vivienda de tres o dos dormitorios, sala, comedor,
cocina, baño, sanitario, pila, lavadero, jardín anterior y patio posterior de diferentes
áreas. En 1947, se construyeron las primeras casas unifamiliares por parte del
Gobierno, éstas estuvieron a cargo de Mejoramiento Social. Esos proyectos fueron la
colonia Minerva y la colonia Nicaragua, ambas al suroeste de la capital. Estas casas se
encontraban dispuestas dentro de un terreno de 234 m2 cada una.
En nuestro país se encuentran diferentes tipos de vivienda, las cuales son construidas
con diferentes tipos de materiales, dependiendo el nivel económico de quien la habite.
Materiales:
Bambú
Palma
Penca
Zacate u otro vegetal
Materiales
Concreto o Mixto
Lámina de Asbesto
Teja
Piso cerámico
Adobe
3.2.3 Apartamento: Es una vivienda que forma parte de un edificio de uno o más pisos
y que contiene dos o más viviendas. Tiene acceso a la calle mediante un pasillo,
corredor o escalera.
Materiales:
Concreto o Mixto
Lámina de Asbesto
Teja
Piso cerámico
Wikipedia
deben incluir ésta y las siguientes recomendaciones en nuestro plan de prevención ante
los efectos de sismos:
Los riesgos asociados con los ciclones tropicales, especialmente con los huracanes
son: marejada, vientos fuertes, intensas precipitaciones, deslizamientos e
inundaciones. La intensidad de un huracán es un indicador que generalmente refleja el
potencial destructor del mismo.
Marejada
La marejada es un domo de agua de 80 a 160 kilómetros de ancho, que choca con la
costa debido a que es impulsada por la fuerza de los vientos generados por la
tormenta. La marejada combinada con la marea crea lo que se llama la marea de
tormenta. Ésta puede incrementar el nivel normal del agua en 4.5 metros o más.
El aumento del nivel del agua puede causar inundaciones severas en las áreas
costeras, particularmente cuando coincide con la marea alta. El nivel de la marejada en
un área en particular está relacionado, en principio, con la intensidad del huracán y la
pendiente de la placa continental.
Tan solo el 0,68% de la población de El Salvador son inmigrantes, según indican los
últimos datos de inmigración publicados por la ONU. El Salvador es el 164º país del
mundo por porcentaje de inmigración.
La tasa de inflación promedio de El Salvador ha ido variando entre -0,37 a 1,09% desde el 2015
hasta el 2020. A partir del 2021, se puede ver que esta cifra incremento y llegue hasta su punto
más alto en torno al 7,2% en 2022, más del doble que el año anterior. Y las proyecciones para
los próximos años llegando hasta 2028 tenemos que la tasa de inflación estará equilibrada entre
un 1.7%.
¿Qué es la plusvalía?
Podemos decir que la plusvalía es esa ganancia que obtiene el propietario por motivo del
aumento del valor de su propiedad por factores extrínsecos de la misma.
Al momento de elegir una propiedad hay que tener en cuenta ciertos elementos que influyen
directamente en la plusvalía de la misma. La ubicación, zonas en desarrollo, seguridad,
amenidades de la propiedad, tipo de propiedad; son algunas de las cosas que pueden ser más
relevante respecto al tema de la plusvalía.
Hay que tener en cuenta que la plusvalía no es un valor fijo que se asigna a una propiedad, no
está estipulado en ninguna ley ni es manejado por alguna jurisdicción, se puede decir que es un
proceso que ocurre por los diferentes elementos entorno al inmueble, es por esto que las personas
deben ser tan cautelosas cuando se encuentran evaluando las opciones de una casa en venta en el
país, saben que deben elegir una opción que represente un beneficio a corto, mediano y largo
plazo.
3.4.4 Acceso a servicios básicos
Oferta
Demanda:
los precios de los materiales, el índice de empleo, los impuestos y subsidios, la estructura de la
población, la oferta, el coste de financiamiento, el suelo, etc. Por lo tanto, se hace necesario
conocer, por parte de los demandantes, las características de la vivienda; y del lado de los
oferentes, entender directamente las características de los potenciales ocupantes, para
conocer los problemas de información tanto en la oferta como en la demanda de este bien.
De acuerdo a la EHPM de 2011, el país cuenta con una población de 6,213,730 habitantes, de
los cuales 3,871,332 viven en el área urbana (62.3%) y 2,342,398 habitan en el área rural (37.7
%), como se puede ver en la tabla 12. Esto resulta en una tendencia de crecimiento de un 2.4%
en el área urbana, si se compara con los datos arrojados por la misma encuesta para el año
2005, en el que se mostraba un 59.9% de la población viviendo en espacios urbanos. Por el
contrario, en la zona rural este índice ha declinado en la misma proporción, teniendo como
resultado una relación de 40.1% para el mismo año. Esta situación comprueba que se continúa
experimentando desplazamientos de las áreas rurales hacia las urbanas, desde que en 1992
los Censos V de Población y IV de Vivienda reportaron que en el área urbana se concentraba
el 50.4% de la población salvadoreña.
Al diferenciar los datos por sexo, la encuesta indica que las mujeres representan el 52.3% de la
población total del país; y los hombres, el 47.7%.
La oferta y la demanda de vivienda también están influenciadas por aspectos macroeconómicos (PIB,
inflación, remesas e Índice de Volumen de la Actividad Económica [IVAE], entre otros), por los ingresos
de la población (actividad económica del sector formal o informal) y por la estructura de financiamiento
(tasa, plazo, primas y demás requisitos) que el mercado financiero ofrece.
3.4.6.3 tipología, tenencia y materiales de construcción
Cabe destacar que en el área urbana los hogares que habitan en un cuarto de casa o
pieza de mesón constituyen un 4.3%. Por el contrario, en el ámbito rural, el tipo de
vivienda que prevalece como segunda tipología es la que se denomina “improvisada”,
la cual alcanza un 1.9% del parque habitacional para esa área geográfica, lo que
impacta directamente el déficit cuantitativo.
Esta sección analiza la forma de ocupación de los hogares sobre la base del número de
habitaciones que las viviendas poseen y los miembros que las habitan. Si se considera que la
población nacional asciende a 6,213,730 personas y que el parque habitacional consta de
1,592,633 unidades, esto equivale a que cada hogar posee un promedio de cuatro personas
por vivienda. Este dato es relevante ya que este cociente representa el de mayor incidencia en
el parque habitacional. El 22.6% del total nacional equivalente a 359,163 hogares tiene cuatro
personas por vivienda. El 31.8% tiene cinco personas o más, y el 45.6% tiene tres personas o
menos. Los hogares con dos habitaciones representan 79.7% a nivel nacional. En el área
urbana, esta proporción baja a un 74.4% y en el área rural la proporción con dos habitaciones
es el 90.0% (gráfico 8). Teniendo en cuenta que el promedio de habitantes por hogar es de
cuatro miembros y que cinco de cada diez hogares tienen una sola habitación, existe un
hacinamiento claro, lo cual es considerado por el VMVDU como un déficit cuantitativo
importante. Los porcentajes de hacinamiento varían, según la zona geográfica.
porcentaje de familias que posee más de cuatro miembros viviendo en una sola habitación en
el área rural alcanza el 34.7%, diferente a la situación que se experimenta en lo urbano, donde
esta condición representa un 17.0%. Si se analizan los hogares de acuerdo a niveles de
pobreza (gráfico 9), los clasificados como “no pobres” representan un 59.5%; como “pobreza
relativa”, un 28.3%, y como “pobreza extrema”, 12.2%2. A nivel nacional, los pobres ocupan un
40.5% de las viviendas, en el área rural este porcentaje asciende al 50.2% y en las áreas
urbanas llega a un 35.4%. Este índice de pobreza da líneas generales para conocer que la
demanda no posee los ingresos suficientes para poder acceder a un financiamiento para la
compra de una vivienda adecuada, sin considerar otros factores que intervienen en el análisis
crediticio.
Aunque existen otras formas de generar una segmentación, estas se ven limitadas por
la falta de datos. Más bien la segmentación se puede asociar a la capacidad de
adquisición que posee la población
Este análisis se realiza sobre la base de los datos proporcionados por la EHPM de
2011 e incorpora los datos del sistema de precalificación del FSV3, plataforma
electrónica que pretende ser un insumo para el constructor o investigador del tema de
vivienda. Esta permite conocer y medir la intención de compra de los clientes
potenciales que han proporcionado datos al FSV. Tales cifras proveen características
importantes del mercado demandante de una solución habitacional. Con la información
de la base de datos de la encuesta de hogares de 2011, las necesidades de vivienda
se determinan para todos aquellos jefes de hogar definidos como “ocupados” y que no
tienen una vivienda propia. Para obtener este dato, se considera la formación de
nuevos hogares que no poseen vivienda, la cual se ha estimado en un promedio de
2,400 con un crecimiento promedio de 1.24%. Debido a las limitaciones de información
que se tienen, no se considera a la población con intenciones reales de adquirir
segunda vivienda. Según el análisis, los jefes de hogar que no poseen una vivienda
propia suman 192,968, lo que representaría las necesidades de vivienda tanto para el
área urbana como rural. En el esquema 5, se observa esta distribución de forma
ampliada, incluyendo al sector al que pertenece tal población. Estos datos se han
cruzado con los del sistema de precalificación del FSV, cuya base consta de 26,961
familias (tabla 17)4. Se destaca que el 79.4% de la población precalificada posee
ingresos menores a cuatro salarios mínimos. Además, los que tienen ingresos entre
cuatro y ocho salarios mínimos representan un 15.2%; y más de ocho salarios
mínimos, el restante 5.4%. Se destaca que cerca del 70% desea tener una vivienda en
la capital del país, lo que coincide con el lugar de residencia donde actualmente habita
la persona encuestada
Los hogares que poseen ingresos de hasta tres salarios mínimos tendrían problemas
para la adquisición de una vivienda financiada a largo plazo. Esto representa unos
129,096 hogares que no poseen vivienda propia. Sin embargo, esas familias pueden
optar por otro tipo de soluciones para solventar su problema, como es el caso de la
adquisición de lote con una vivienda desarrollada en el tiempo de forma progresiva.
Este problema afecta al 67% de la demanda basada en los jefes de hogar ocupados
que no poseen vivienda propia. Dicho de otra forma: solo 33 de cada 100 hogares
podrían alcanzar una valoración favorable para obtener una vivienda bajo las
condiciones de mercado para su financiación. Por otra parte, y dado los resultados, se
puede establecer que la mayoría de la población está dispuesta a invertir en las
principales ciudades de El Salvador; muy particularmente, en la capital.
Este problema afecta al 67% de la demanda basada en los jefes de hogar ocupados que no
poseen vivienda propia. Dicho de otra forma: solo 33 de cada 100 hogares podrían alcanzar
una valoración favorable para obtener una vivienda bajo las condiciones de mercado para su
financiación. Por otra parte y dado los resultados, se puede establecer que la mayoría de la
población está dispuesta a invertir en las principales ciudades de El Salvador; muy
particularmente, en la capital.
Dada la limitación de ingresos que posee la población y de manera especial la que los
obtiene de forma variable, su capacidad de endeudamiento es menor a US$10,000, lo
que supone que los recursos destinados para las cuotas mensuales oscilan entre
US$40.00 y US$90.00. Se ha realizado una proyección para cuantificar la necesidad de
vivienda a cubrir para el período 2010–2020 (tabla 18), la cual se estima en 217,825
unidades habitacionales, tanto el sector formal como el informal.
3.5 FENÓMENO DE VIVIENDA EN EL AMSS
Siendo un país pequeño en extensión territorial difiere con la densidad poblacional que
profundiza la situación de hacinamiento y déficit habitacional, debido a los mínimos
cambios en el índice poblacional.
Art. 71.- Para la zonificación ambiental del territorio, se debe considerar las siguientes
directrices.
El Fondo Social para la Vivienda (FSV) facilita la adquisición de casa propia, a través
de las diferentes líneas de crédito: Vivienda Nueva y Usada, Compra de Lote, Traslado
de Deuda, Construcción Individual, Remodelación, Ampliación y Mejora (RAM) y
Vivienda Recuperada del FSV.
Para poder aplicar a un crédito con el FSV, se debe cumplir los siguientes requisitos:
Compra de vivienda se financiará hasta el 90% del menor valor entre el valúo o
precio de venta (10% de prima).
Monto mínimo de financiamiento de $30,000.
Plazo mínimo de 5 años y máximo de 30 años.
BAC CREDOMATIC
Financiamiento de hasta el
90 % del costo total de la vivienda. (Monto de financiamiento entre $35,000 y
$500,000).
Prima desde el 10 % del valor del inmueble.
Hasta 30 años plazo.
Tasa de interés desde 6.75 %.
Valúo gratis.
Bono de $1,500 para gastos.
Garantía hipotecaria con valor mínimo de $35,000, establecido por peritos
autorizados por la SSF (Superintendencia del Sistema Financiero).
Seguro de vida y seguro de daños sobre la construcción.
Comisión por manejo de cesión de póliza ajena y comisión por servicio de
estructuración del crédito.
Financiamiento de hasta el 90 % del valor de la vivienda.
Hasta 25 años plazo.
Valúo gratis.
Opción a crédito mancomunado (es decir, puede incluir a otra
persona para pagar el crédito y obtener un monto mayor).
Sin cobro por administración de cesiones de póliza.
La cuota incluye un seguro de deuda en caso de defunción y seguro
de daños para reparaciones de la vivienda en caso de siniestros.
Múltiples opciones de pago mediante orden de descuento en planilla,
cargo a cuenta, pago agencias, o a través de e-banca Personas.
Se puede consultar el crédito a través de e-banca y Banca Móvil.
LA HIPOTECARIA
BANCO PROMERICA
Financiam
iento de
hasta el
95 % del
valor de la
garantía
(según proyecto), salvadoreño en el exterior financiamiento del 85 %.
Montos de financiamiento desde $20,000 hasta $500,000.
Hasta 30 años plazo.
Tasa de interés preferencial (según cada proyecto).
Aplica seguro de deuda y seguro de daños.
El préstamo está orientado a la compra de vivienda nueva para asalariados,
profesionales independientes o salvadoreños en el exterior.
DAVIVIENDA
Personas Naturales que cumplan con las condiciones de las Políticas de Crédito.
PARA VIVIENDA
Realizar valúo de inmueble. Para esto, Comédica asignará un perito, y puede solicitar
el valúo presentando una copia de la escritura del inmueble.
Copia de últimas 3 declaraciones de IVA (si posee clínica o negocio), copia de DUI y
NIT.
Un servicio a tu medida
Monto máximo: $300,000.00.
Hasta 25 años plazo.
Hasta el 90% del valuó del inmueble.
Asesoría y atención personalizada.
Requisitos
Adquiere la casa que siempre has soñado para tu familia o invierte en tu propio local
para tu oficina o negocio.
MONTO MÁXIMO: Hasta $150,000.00 (80% del valor del inmueble según avalúo)
REQUISITOS:
Estados financieros de los 2 últimos años (en caso de llevar contabilidad formal).