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Partiendo desde este punto analizaremos hechos que marcaron este proceso
evolutivo a la largo de la historia, en los países anteriormente ya mencionados,
donde cada acontecimiento trajo un aporte o una pieza clave para el desarrollo o
fundamento de la administración pública, como es el caso de Estados Unidos en
donde surgieron importantes aportaciones que se centraron en el desarrollo de
fórmulas y métodos científicos para dar mayor eficiencia y eficacia al
funcionamiento del gobierno. A partir de este momento se desarrolla un
intercambio de ideas entre el enfoque formalista europeo y el enfoque pragmatista
americano, constituyendo ambos las principales referencias para el estudio de la
evolución de la Administración Pública en México. También se describen las
influencias recíprocas entre las diversas corrientes europeas y norteamericanas en
el campo de la Administración pública.
El estudio de los fenómenos administrativos que dan vida al Estado a través del
funcionamiento del gobierno, es decir, de la teoría de la Administración Pública
como disciplina científica, ha estado irremediablemente ligado a dos factores. Por
lo anterior la Administración Pública ha enfrentado serios obstáculos para definirse
y afirmarse como disciplina autónoma y específica con respecto a otras ya
constituidas y con amplia aceptación, como la Ciencia Económica, la Ciencia
Política, el Derecho, la Teoría de la Organización y la Teoría Administrativa, en
este sentido, algunos investigadores utilizan el término Ciencia Administrativa o
bien Ciencia de la Administración.
Caso Europa:
El interés casi exclusivo por la Administración Pública hasta fines de los años
sesenta. La enorme preponderancia académica del Derecho Administrativo, que
eclipsó durante largo tiempo cualquier investigación no jurídica de la
Administración. Particularmente ilustrativos de la evolución de los estudios en
administración pública son los casos de Alemania y Francia, en donde se generan
las bases de esta disciplina aunque en contextos históricos distintos.
Los llamados cameralitas, a fines del siglo xvii y principios del xviii, quienes se
consagraron principalmente al estudio concreto de las instituciones administrativas
existentes y de los medios para mejorar su funcionamiento. Lorenz von Stein,
quien en su obra La Teoría de la Administración persigue un objetivo más
ambicioso, pues pretende construir una ciencia social enteramente nueva, capaz
de explicar la dinámica de las relaciones sociales y en la cual el conocimiento
serviría de base para la acción administrativa en función de un estado de bienestar
social, de hecho el modelo burocrático de Max Weber y su visión de
profesionalización influenciarán el campo de la administración hasta muy
avanzada la segunda mitad del siglo xx y, con algunos ajustes teóricos, aun
después.
En Francia:
Se puede percibir también una evolución muy similar a la ocurrida en el siglo xvii
surgió la «Ciencia de la Policía», que considera la Administración como el arte de
dirigir los asuntos públicos y tiene un propósito esencialmente utilitario.
En Estados Unidos:
De manera general, se puede decir que han sido tres las características
esenciales del estudio de la Administración Pública en Estados Unidos. En esta
línea de pensamiento se ubica a Woodrow Wilson, académico e intelectual que
llegó posteriormente a ser presidente de Estados Unidos siendo el octavo en
ocupar este puesto entre los años 1913-1921, y quien en 1887 escribió un célebre
artículo titulado El estudio de la Administración Pública, en el cual señala que esta
disciplina tiene como propósito esencial la racionalización de los métodos de
actuación del Ejecutivo, y que es necesario erradicar de las prácticas de los
servidores públicos el desorden empírico que dominaba la administración
estadouni-dense en ese momento. Considerando a la Administración como un
proceso general y universal, estos autores se interesaron en preceptos que fueran
válidos independientemente de su pertenencia al ámbito de lo público, lo privado
y/o lo social. En esta misma corriente de pensamiento se encuentra Francis
Goodnow, quien fue el primero en elaborar un tratado sobre Administración
Pública en Estados Unidos, en el cual presenta la célebre fundamentación de la
separación política-administración, identificando a la primera como la expresión de
la voluntad y a la segunda como la ejecución de ésta.
Según Peter Drucker la definición del Management se basa en las funciones que
todo directivo debe aplicar: fijar objetivos, organizar recursos, motivar al personal,
supervisar el rendimiento y desarrollar personas, ellos incluidos.
Periodo Programático: el surgimiento de la Gerencia Pública:
En forma paralela, a partir de los años ochenta, se desarrolló con cierta fuerza
doctrinal una corriente de análisis de la administración bajo una perspectiva
fundamentalmente economicista. Estas circunstancias, asociadas al proceso de
globalización, darían lugar a la transformación de la visión de la disciplina público-
administrativa desde un enfoque tradicional hacia que más tarde se constituiría
como gestión pública, más específicamente la Nueva Gestión Pública.
El estudio de la administración pública tiene un sólido basamento doctrinario que
admite múltiples perspectivas, enfoques, problemas y desafíos. Como se puede
observar en esta breve síntesis del origen de los estudios de la Administración
como disciplina en Europa, Estados Unidos y México, las concepciones difieren de
un país a otro y aun dentro de los propios países, a pesar del desarrollo de
estudios comparativos que favorecen a ciertos acercamientos teóricos por sobre
otros, y que dan lugar al establecimiento de principios universales que constituyen
la base de esta ciencia.
Como ciencia social, ha sido necesario recorrer un largo camino para afianzar a
la Administración Pública como disciplina científica autónoma, pero sin lugar a
dudas se puede afirmar que ha ocupado un lugar central en el estudio y análisis
de los procesos de gobierno. Particularmente en México, desde su deslinde con la
creación del INAP y la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública
en los años cincuenta, hemos visto una rica y fecunda pléyade de estudiosos
preocupados por comprender, explica, difundir y formar especialistas en gestión
gubernamental.
Esto es muy relevante ya que advierte Bonnin acerca del carácter central que
ocupa la administración en la mediación de las relaciones entre Sociedad y
Estado, y viceversa. En efecto, la primera caracterización, desde una perspectiva
que denominaremos formalista, se origina fundamentalmente desde el ámbito de
la Ciencia Jurídica y describe «estáticamente» al aparato administrativo
gubernamental.
Pública como un proceso, como acción continua del aparato estatal para satisfacer
las demandas de la comunidad. Por último, la consideración de la Administración
Pública como disciplina se enmarca en la pretensión de su consolidación como
disciplina científica autónoma. Así, tenemos para el primer caso la consideración
de la administración pública como «El conjunto o complejo de organismos y
funcionarios que, habitualmente, por medio de actos sucesivos, aislados e
individuales, esto es, relativos a cada caso y a una cuestión concreta y
determinada, realizan los fines del Estado, dentro de la Constitución y las leyes».
En esta definición se advierte el carácter cooperativo de la Administración, el que
en su momento destacará Dwight Waldo Emerson.
En 1937 otro autor estadounidense clásico, Marshall E. Administración Pública
desde su esencia, proponiendo que la administración se refiere al qué y al cómo
del gobierno.
El poder estatal no tiene, luego, más que el papel subsidiario de ejecutar esas
decisiones concertadas en el seno de una sociedad integrada. En este contexto, el
concepto de política pierde su especificidad para convertirse en política pública. La
idea de considerar a la administración como un fenómeno universal encuentra su
fundamento a nivel de la concepción de esta función. Así, la Administración
Pública, basada hasta entonces en la idea de una amplitud exorbitante de la
actividad estatal producto de un acentuado intervencionismo estatal, cambia
también de naturaleza.
Esto se observa tanto en el ámbito de los practicantes interesados en el
mejoramiento de las estructuras administrativas, como en el de los psicólogos o
sociólogos enfocados al estudio del comportamiento dentro de las organizaciones.
El aniquilamiento del Estado, como consecuencia de la extinción de las relaciones
capitalistas de producción y de la desaparición de las clases sociales, hace perder
a las funciones públicas, ejercidas en adelante por el conjunto del proletariado y
no más por una burocracia privilegiada, su carácter político. Las funciones
públicas se transforman entonces en una simple función administrativa
concerniente a los auténticos intereses de la sociedad entera, excluyendo toda
forma de coerción. El gobierno de las personas es reemplazado por la
administración de las cosas.
Podemos encontrar, sin embargo, ciertos autores que afirman que el Ejecutivo
ejerce también una función de gobierno mediante actos que lleva a cabo sin estar
subordinado a un marco legal previo, fundamentalmente en materia de seguridad
y de política económica.
Una idea análoga había sido planteada en Estados Unidos por Wilson y
Goodnow, quienes veían en la corrupción y confusión reinantes en la
administración de ese país a fines del siglo xix la consecuencia del rechazo a la
distinción entre administración y autores clásicos de Derecho Administrativo
pueden proporcionar elementos para profundizar en este tema. Política.
Finalmente se puede mencionar a Henri Chardon, quien retoma la crítica de
Bonnin según la cual «la confusión entre Gobierno y Administración es la causa de
todos los males públicos», y estima que la Administración francesa padece por el
hecho de que el Poder Ejecutivo sea una mezcla de política y de administración.
El acceso continuo y cada vez mayor a los puestos políticos por parte de técnicos.
Por todas estas razones, la idea de una separación absoluta entre la
Administración y la Política es un mito, no desprovisto por lo demás de
implicaciones ideológicas, puesto que al separar la Política del sector
administrativo se puede suponer que las decisiones pueden fundarse sobre
simples consideraciones técnicas.