Ponete cómodo, cerrá los ojos y relajate. Imaginate en un hermoso
entorno natural. Puede ser cualquier lugar que le atraiga: un prado, la cumbre de una montaña, un bosque o una playa. Puede ser incluso en el fondo del mar o en otro planeta. Pero, dondequiera que sea, procurá sentirte cómodo, que sea un lugar agradable y apacible para vos...este es un lugar seguro y tiene todo lo que necesitás...... Buscá recorrer cada detalle de este lugar....observá hacia distintos lados y asegurate de ver cada detalle. Observá y explorá ese entorno, fijándote en los detalles de lo que ves, qué características tiene, qué formas hay, qué colores ves, qué texturas, cuánta luminosidad hay.... Registrá ahora los sonidos....si hay silencio o algún sonido de la naturaleza ... o una suave música...el volumen de la misma...lo más confortable que te resulte. Registrá ahora los aromas que puede percibir ... inspirando y deja ndo que ese aroma te serene, te de tranquilidad..... y registrá cualquier sentimiento, emoción, sensación que te produzca estar allí. Ahora, hacé lo que desees para hacerlo más acogedor y cómodo. A lo mejor querés construirte allí una casa o refugio, o acaso sólo te gustaría rodear toda la zona con una luz resplandeciente que te dé protección y seguridad; o crear cosas y disponerlas del modo mejor para disfrutar de ellas, o hacer algún tipo de ritual para consagrar el lugar como tu santuario. A partir de ahora este lugar que has creado para vos, será, en adelante tu santuario interior, al que podrás volver siempre que quieras con sólo cerrar los ojos y desearlo.
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