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Desde la extinción del druidismos hasta hace unos 90 años atrás, las runas
se mantuvieron escondidas en el tiempo pasando desapercibidas como un
simple alfabeto usado por los pueblos germánicos, etruscos, nórdicos, entre
otros.
Pero fue entonces cuando el mundo de la arqueología se topo con poemas
runicos enigmáticos, deidades escondidas en una sola letra runica,
arquetipos escondidos situados en cada letra, sabidurías ocultas y cosas que
hasta entonces escapaban un poco de su comprensión, es en este punto
donde entran los grandes alquimista, magos y sabios de la época a unir
fuerzas junto con los arqueólogos para reflotar la verdad sobre las runas.
Hoy en día podemos decir que las runas como alfabeto es solo un pequeño
fragmento de la gran magnitud que ellas abarcan en el universo del
simbolismo y como tales son portadoras de una gran sabiduría de vida, una
herramienta oracular de crecimiento y autoconocimiento personal, un mapa
para comprender de una manera mítica y precisa los elementos, la
naturaleza, la tierra y el universo.
Considerando esto ultimo, podemos ver que la palabra runa significa
“misterio” y en alemán que es raunen que significa “susurrar” por ende ya
podemos ver en su nombre la magnitud que tienen como oráculo:
Las runas son el legado de Odín a la humanidad y como tal están a nuestra
disposición para que las usemos con el afán de alumbrar nuestras vidas y
respetando la naturaleza. De esta manera podrás ver que:
“has lo que desees sin dañar, ya que lo que hagas te volverá por tres,
bueno o malo”
La sacerdotisa del sur
La Búsqueda
Así que espero que esta experiencia pueda recordarles cuán importante es
la búsqueda, elección y creación de sus runas, ya que la experiencia que
vivas en este proceso es enteramente tuya y por más que el resultado sea el
mismo (tener tus runas) podemos hacerlo algo especial en nuestra vida y no
algo más del día a día…
Recuerda que cualquier elemento natural te servirá para tus runas: piedra,
madera, gemas, arcilla, cerámica, etc. Elementos como el metal no se los
utiliza porque están intervenidos por la mano del hombre y por ende no
tienen la energía pura de la naturaleza.