Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando se realiza la instalación de un aire acondicionado este comienza su ciclo de vida, en el cual
circularán miles de metros cúbicos de aire a lo largo de su funcionamiento. ¿Cómo funciona este
equipo? El aire pasa por los filtros y entra en contacto con la bandeja de condensados. La
importancia de realizarle un mantenimiento preventivo a los AC, es con el objetivo de limpiar la
acumulación de hongos en la bandeja y partes húmedas. Debido a que podría bloquear los filtros
por el polvo y partículas. Estos se desprenden y son expulsados por el ventilador, esparciéndose
por toda la habitación.
Si se esparce ese tipo de hongos en polvo y partículas podría causar enfermedades respiratorias y
malestares, contribuyendo a lo que algunos expertos llaman “alergia al aire acondicionado”. Por
ello un mantenimiento preventivo es fundamental, tras la instalación del equipo, ya que te
ayudará a garantizar el correcto funcionamiento de tu servicio. Algunas otras ventajas de realizarlo
son:
Si mantienes el equipo en óptimas condiciones, el aire estará limpio y libre de partículas que
pueden dañar la salud o complicar padecimientos respiratorios.
Cambiar los filtros con frecuencia te ayuda a ahorrar hasta el 5% de la factura de energía, ya que
estos equipos son responsables casi del 30%. Algo que traduce en un ahorro de energía
importante.
La vida útil del equipo aumenta a través del mantenimiento preventivo, ya que libera las partículas
de los elementos internos, detectar fallas y corregirlas.
Levanta la tapa frontal del aire acondicionado. En algunos modelos, esta tapa es completamente
removible, en otros simplemente puedes levantarla para tener acceso a la bobina y los filtros.
Quita el filtro de aire. Este tipo de filtro está colocado en una posición que no permite entrada de
aire al evaporador, que no sea a través de él. Comprueba la posición antes de quitarlo.
Lava el filtro con agua. No es necesario usar agua a presión ni restregar. El polvo atrapado en el
filtro se puede desalojar con el chorro del grifo. Déjalo secar.
Limpia la bobina de la evaporadora con una brocha común. Esto debes hacerlo suavemente y con
movimientos en la misma dirección de las láminas. No debes doblarlas.
Instala el filtro nuevamente. Debe estar completamente seco. Además, debes colocarlo en la
posición exacta como lo encontraste.
Limpia la tapa frontal. Además, aprovecha y limpia con un trapo seco todo el exterior del equipo.
Conecta y enciende el equipo. Enchufa tu equipo de aire acondicionado y enciéndelo por el control
remoto. Comprueba que funcione correctamente.
Esta limpieza que acabamos de describir, es sencilla y la debes hacer cada dos semanas. Es la
limpieza que pueden hacer todos los usuarios a sus equipos.
No laves los filtros con agua caliente. Será suficiente agua a temperatura ambiente.
Ten a la mano el manual de tu equipo para que te sirva de guía al desmontar los filtros.
Se recomienda realizar mantenimiento profundo una vez al año si usas mucho tu equipo. Para uso
moderado, puede ser cada dos años.
Son innumerables las ganancias generadas por la planificación y el control del mantenimiento.
Entre ellos se encuentran la optimización de tiempos, el aumento de la productividad, la garantía
de disponibilidad de equipos mediante paradas programadas y el logro de metas mediante planes
correctivos.
Ahora que has aprendido cómo realizar un mantenimiento a tu aire acondicionado, asegúrate de
seguir las recomendaciones anteriores.
Planificación
Todo comienza con la planificación. En esta etapa, debes administrar todos los recursos que
involucran tu operación, cuánto utilizas e inviertes en cada uno. Ejemplos son:
– Reuniones y formación;
– Mano de obra;
– Piezas de repuesto;
– Herramientas;
– Materiales
Al dibujar estos puntos, intente predecir todas las necesidades de su operación. Esta medida
evitará problemas futuros, como una brecha entre las metas establecidas y los resultados
alcanzados.
Además, en esta etapa también es fundamental que describas cada uno de tus planes de
mantenimiento. En el plan de mantenimiento preventivo, por ejemplo, debe planificar con
anticipación lo que se debe hacer en el futuro y con qué recursos.
Por último, tener siempre presente que todo lo que se perfila en esta fase del PCM debe tener en
cuenta la minimización de los costes de mantenimiento y el aumento del índice de disponibilidad
de los activos.
2. Programación
Con la planificación realizada, la siguiente etapa del PCM consiste en la Programación, es decir: el
calendario de planificación, que puede suceder semanal, mensual o anualmente. En esta etapa,
todas las acciones planificadas deben tener plazos definidos, definidos según los criterios más
relevantes para su empresa.
3. Control
Toda optimización de proceso debe basarse en información y datos. Pensando en ello, el tercer y
último paso del PCM es el control. Aquí tu misión será analizar todo lo que se está llevando a cabo
en las fases anteriores utilizando métricas e indicadores. Idealmente, este análisis durará todo el
período de ejecución de su plan de mantenimiento.
En cuanto a los tipos de indicadores, deben establecerse de acuerdo a lo que su empresa quiere
medir y comparar en el tiempo. Por ejemplo, puede analizar las tasas de tiempo promedio entre el
mantenimiento preventivo y las tasas de disponibilidad del equipo y compararlas entre períodos.