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(S.

Schlemenson)
Gustavo Cantú y María Di Scala
Capítulo 7: SOBRE HEREDEROS FORZOSOS
Síntoma e historia en las pruebas pedagógicas

1. Las pruebas* pedagógicas y la síntesis diagnóstica


¿Qué características debería tener un dispositivo diagnostico para aproximarnos
psicopedagógicamente a los procesos de escritura, lectura y calculo?

Prueba  Acción y efecto de probar. Demostración y testimonio. Indicio o señal.

Si consideramos a las pruebas pedagógicas como demostración y no simplemente en su


aspecto de testimonio, podremos entenderlas como signos que nos ayuden a acercarnos al
padecimiento de un niño que lleva derivado por probl en el apje. De esta manera se
interviene CON ellas clínicamente para ajustar el diagnóstico y no como un elemento
diferenciador para clasificar y para establecer discriminaciones entre niños aptos e inmaduros.

Para estas pruebas contamos con una doble red protectora tensada y trenzada por la
teoría y la práctica.
El POSICIONAMIENTO constituye la materia prima de la
red teórica que utilizamos para dar cuenta de los procesos
asociados a la lectura y la escritura.

2. El posicionamiento: HERENCIA y REVUELTA


El concepto de posicionam (a diferencia del concepto de “posición”) alude a la acción y al
resultado de posicionarse, es determinado.

Los autores se refieren a un posicionam en relación una herencia de características


simbólicas que apela a la transmisión entre generaciones. Los padres transmiten
inconscientemente al niño modalidades, preferencias, inclinaciones y carencias que modelan su
psiquismo. Tal herencia opera como un PRE-TEXTO INAUGURAL, tejido anterior y fundante con
respecto al texto propio del niño.

Los deseos de los padres se constituyen en los hijos como deseos propios que
desconocen su origen en el otro. S. Schlemenson sostiene que el hijo se hace heredero a los
sentidos que circulan en forma de mandatos y enigmas en el interior de la estructura familiar.
Haciéndose cargo de esta herencia es como el S puede ser reconocido como miembro de una
cadena generacional.

Podríamos pensar a la herencia como un TEXTO pronunciado por voces de otros, es


donde el niño podrá escribir sus propias palabras. Las coordenadas del espacio al que el Yo debe
advenir están constituidas por las funciones simbólicas materna, paterna y el discurso
sociocultural.

Vectores que enmarcan un espacio limitado en el cual el


S es ubicado por otros y se ubica a sí mismo. La
localización relativa de éste en función de las tres
coordenadas dependerá del modo como la realidad
psíquica de los padres modela la de los hijos (esta acción
no es pasiva por parte del niño).

La herencia permite que cada generación, a partir del texto de fundamento, introduzca
variaciones que la modifiquen. Piera sostiene que: “Una parte (para la construcc de la identidad)
es aportada por la propia pareja cuyo deseo y discurso acerca del niño, han precedido en mucho
su llegada a la escena del mundo. Una segunda parte es provista e impuesta por el discurso del
campo social que decide cual será el lugar que uno podrá ocupar -o no- en tanto elemento del
sistema de parentesco sobre el cual reposa su organización y finalmente una tercera parte es la
obra del deseo propio del aprendiz constructor”.

Los niños con probl de apje se caracterizan en general por repetir lo que se le enseña a
modo de certezas a las que se les niega su cuestionamiento. Operan acomodándose a cada
situac mediante mecanismos repetitivos que restringen su disponibilidad psíquica. Atrapados por
la herencia, los sentidos coagulados del texto escrito por generaciones precedentes son
reeditados, impidiendo la apertura hacia otros sistemas de significación que liberen otros sentidos
posibles.

Equivale a una revuelta operada sobre esa trama original, que supone reencontrar situac
que generan novedades próximas y a la vez distintas de las pasadas, recreando y reeditando
situac productivas.

Entonces, en el posicionam se entraman dos fenómenos: herencia y revuelta.

3. Las pruebas pedagógicas en el diagnóstico psicopedagógico


Las pruebas pedagógicas han sido postergadas, desestimadas y hasta olvidada en el
diagnóstico psicopedagógico. Considerar que sólo con la historia libidinal se explica el síntoma es
erróneo, es decir, no es posible explicar el padecimiento actual del S por referencia univoca a
factores histórico – subjetivos. Por esto, es necesario conocer en detalle la configuración actual
de una determinada modalidad cognitiva y la manera como cristaliza en comportamientos
procedimentales específicos en la interaccion constructiva del sujeto con los objetos de apje. Las
pruebas pedag serán un instrum de utilidad en esta comprensión.
Hablamos de una interaccion que no vincula al S con objetos cualquiera; no se trata de
objetos neutros sino de una selección que está en función de la prima de placer que los objetos
permiten reencontrar. O sea que los objetos de conocim no son insignificantes; son significantes y
sus significados polisémicos no se reducen a la denotación objetivo – escolar sino que se amplían
a las connotaciones subjetivo – singulares que en cada S evocan.

Nuestro interés se centra en analizar comparativamente el desempeño distintivo del S en


cada una de las actividades propuestas, guiados por la premisa de que estas se sostienen no
solo en procesos cognitivos distintos sino tmb en una convocatoria subjetiva diferencial.

4. El posicionamiento subjetivo en los procesos de lectura y escritura


El grado de dificultad diferencial que un S encuentra en la realización de las tareas
mencionadas incluye como variables tanto a los procesos lógicos de índole objetiva en la
construcción del conoc como a si posicionamiento subjetivo. Por eso los decalajes en el
desempeño de cada uno de los ítems de la prueba tiene un sentido clínico que debe ser cercado
en el diagnóstico.

Focalizamos entonces el posicionam del S frente al texto e intentamos caracterizar las


peculiaridades singulares de dicho posicionam en función del cal el apje se constituye en una
variable dependiente.

¿Cómo se sitúa (posiciona) preferentemente nuestro paciente frente al texto escrito: como
escritor (productor de un texto autónomo), copista (reproductor de textos ya escritos) o
transcriptor de los dictados del otro)? Cuando lee, ¿Es capaz de dialogar con el texto, se limita a
reproducir pasivamente la info textual o intenta transformar el texto para hacerlo compatible con
sus saberes referenciales de base? Tales preg son las que guían la construcción hipotética que
constituye el diagnostico psicopedagógico. En él se trata de ofrecer sentido clínico a ese
posicionam, es decir, reinscribirlo en una estructura de significación que lo haga inteligible como
manifestación subjetiva.

PREMISA  El significado del texto no es una propiedad intrínseca de este, sino una
construcción que el S realiza en interaccion con él.

En la lectura se trata de incorporar novedades, lo cual es una medida de la apertura del S


al mundo. Atrapada en la red de la herencia simbólica generacional, hay niños que se abren al
mundo social con varias dificultades. Leer supone enviar al mundo externo cargas libidinales de
investimiento que sos se sostienen cuando los objetos permiten reencontrar aspectos indiciarios
del sentido de los orígenes, cuando una revuelta lo decreta perdido y lanza al S a la búsqueda en
el mundo extrafamiliar de objetos sustitutivos de aquella situac originaria.
Si leer es cuestionar y dejarse cuestionar por el texto, la lectura se constituye en una
revuelta.

Cuando el otro lee, el S se ubica como espectador de la interpretación que el otro hace del
texto. Quien lee en voz alta para el niño actúa como mediador entre él y el texto escrito. La letra
solo es accesible al niño a través de la interpretación que de ella hace el lector. Ésta es una
posición de dependencia en la que la puesta en escena que quien lee en voz alta efectúa
voluntaria o involuntariamente reduce la pluralidad de sentidos que abre el texto.

5. Textos como hijuelas


En la terminología jurídica, se conoce como hijuela a la parte de la herencia que
corresponde a cada heredero por su condición de tal. Hay niños que reciben textos como
hijuelas; textos heredados, legados por las generaciones precedentes que tiñen la superficie de
escritura disponible y obstaculizan la capacidad de recepción de novedades. Estos niños se
empeñan en reproducir una historia de la que se han convertido en herederos forzosos. Herencia
a cambio de la cual dan en prenda su pensamiento, la autonomía constituyente de sus
posibilidades simbólicas.

Tal vez la tarea clínica pueda ayudar a tales niños a iniciar una revuelta desde donde
estructurar una posición diferente en relación con el texto familiar, no para reproducirlo ni para
obviarlo sino para re-crearlo. Tal vez el encuadre terapéutico inaugure un texto en el que puedan
escribir palabras propias allí donde la herencia simbólica exhibe su trazo hasta ahora indeleble.

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