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Facilitador: Edgar Loyo

Participante: Katiuska Mijares

Nivel I, Grupo 3

C.i.: V13.898.611

Cel: 0414-5134646

Febrero 2.023
Mi Experiencia Personal, Antes Y Después De Haber Leído La Guía De Mariología Y Haber
Participado En La Clase.

Hablar de María Santísima, es hablar de mi madre del cielo, y sí, mi relación con mi Madre María, no
se dio por tradición, como quizás fue para muchos, pues no procedo de una familia practicante, sino de una
familia disque “católica”, así que no recibí esa enseñanza desde mis primeros años de edad, pero por
Misericordia divina, conocí a mi Madre María Santísima en mi juventud en el grupo juvenil de Acción Católica,
específicamente a través de las clases que nos daban y de la lectura del libro “Las Glorias de María” de San
Ignacio María de Ligorio.

Esta relación, como son todas nuestras relaciones en la vida, fue creciendo y madurando poco a poco,
hasta la actualidad, aumentando cada día más, pero después de recibir el material de estudio y haber
participado en la clase de la Escuela Misionera, ocurrió un salto grande en la escala, en sentido positivo y de
razón, pues se introdujo en mi vida, un aspecto de conocimiento que afirma con bases fuertes, esta
maravillosa creencia en María Santísima nuestra madre. Lo que me permite ahora expresar:

- María Santísima, una mujer humilde de un pueblo llamado Nazaret, una mujer sencilla que forma
parte de la revelación divina, prometida desde Antiguo por los profetas de Dios Padre Creador del
universo entero, cuyo misterio es estudiado en nuestra iglesia a través de la Biblia (Revelación
divina), La tradición de la Iglesia (La Patrística) y el magisterio (El Papa y los obispos), se
convierte en una figura digna de imitar, pues siendo de naturaleza humana igual a la nuestra,
menos en el pecado, no porque no lo pudo hacer, sino porque decidió no hacerlo.
- María Santísima ha sido prometida por nuestro padre Dios desde el principio del mundo (Genesis
3,15) para ser madre de nuestro Salvador Jesucristo y esta misma promesa la hace expresar
“Proclama Mi Alma la Grandeza del Señor” (Lucas 1, 48), manifestando así ante el mundo la
alegría que la desborda.
- Nuestra iglesia ha establecido cuatro dogmas Marianos: 1. María Madre de Dios, 2. María
Siempre Virgen, 3. La Inmaculada Concepción de María y 4. La asunción de María Santísima
en Cuerpo y Alma al cielo. Los cuales han requeridos de Concilios (Efeso año 431, Lateranense
año 649) y Decretos Papales (Papa Pio IX 1854, Papa Pio XII 1950).

Gracias a la Formación recibida puedo expresar con mayor seguridad mis creencias ante cualquier
escenario.

Podría escribir páginas y páginas al hablar de María Santísima nuestra madre, pero siento que una de
los títulos mas hermosos y precisos para nómbrala es : La Madre de Jesús (Hechos 1, 14) así como también
Madre Nuestra a través de esa entrega amorosa de nuestro Señor Jesucristo en aquel día en la cruz (Jn
19,26).

Que Dios Nos bendiga a todos hoy y siempre y nuestra Madre María nos esconda dentro de las Llagas
de su Corazón Inmaculado (Lucas 2, 35). Amen.

Paulina Rodríguez

Youtube: María Luz de Cristo

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