WERNER, KENNY - Meatría Sin Esfuerzo

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FÁCIL
MAESTRÍA
LIBERANDO AL MAESTRO
MÚSICO DENTRO
LIBRO Y CD
POR KENNY WERNER
DISEÑO DE PORTADA POR
ROBBIE ALTERIO
Publicado por JAMEY AEBERSOLD JAZZ, INC.
PO Box 1244 New Albany, IN 47151 1244
http://www.jajazz.com
Copyright © 1996 Kenny Werner
Todos los derechos reservados/Copyright internacional asegurado.
Ninguna parte de este libro puede reproducirse de ninguna manera sin el permiso
expreso del editor.
ISBN 156224003X
Maestría sin esfuerzo
Dedicación
Para mi padre, que decía que le encantaba dar consejos y siempre quiso
escribir un libro titulado ¡Si yo fuera tú!
Para mi madre, quien ejemplifica el servicio desinteresado y nunca me ofreció

nada más que aliento.
Para mi hermosa hija Katheryn, que su descaro nunca se vea frustrado.
Para mi esposa Lorraine, quien me enseñó el significado del Dharma, o la acción

recta, una de las personas más conmovedoras y desinteresadas que he conocido.
¡Todos somos afortunados de tenerla!
Agradecimientos
Me gustaría agradecer a las siguientes personas e instituciones

por ayudar a hacer realidad este libro:
Robin Brisker, por ayudarme a descifrar la primera versión

del diseño de la portada; Scott Reeves, por una edición temprana
del texto; y Tony Moreno, perdonándome mucho material de origen
que utilicé ampliamente, todo hecho como un trabajo de amor.
La Unión de Músicos Daneses y Jens Sondergaard, por

invitarme a dar una clínica muy especial en un "día
soleado" en Copenhague. El texto original era una transcripción
sin editar de mis dos días allí.
Winnie y Eigil Mollsgaard, por permitirnos usar su hermosa casa para la

clínica.
Todas las sociedades de música y universidades que me invitaron a dar

conferencias y perfeccionar mi ”schtick”.
Jamey Aebersold, por compartir inmediatamente

mi entusiasmo por este proyecto y por su propia
dedicación al espíritu.
A mi amado maestro,
Gurumayi Chidvilasananda,
por guiarme continuamente por el
camino hacia el corazón y recordarme sobre
"la música interior".
Discografía seleccionada
Como LÍDER:
Ken Werner toca la música de Bix Beiderbecke. Duque Ellington. James P. Johnson y George Gershwin:
(Finnadar Records)
Más allá del bosque de Mirkwood: Ken Werner (Enja Records)

298 Bridge St.: Ken Werner Sextet Joe Lovano, Bill Drewes, Bill DeArango, Ratzo Harris, rasgado
Rainey (AMF Records)
Kenny Werner: Presentación del trío: Ken Werner Trio Ratzo Harris, desgarrado Rainey
(Registros de Sunnyside)
Corazón descubierto: Ken Werner Sextet Joe Lovano, Randy Brecker, Eddie Gomez,
John Riley, Edson Café Adasilva (Sunnyside Records)
Presiona Enter: Ken Werner Trio Ratzo Harris, rasgado Rainey (Sunnyside Records)
Meditaciones: Ken Werner (Steeplechase Records)* Copenhagen Calypso: solo

(SteepleChase Records) GuRu: Ken Werner Trio Ratzo Harris, rasgado Rainey (TCB
Registros)
Pinturas: Ken Werner, Tor Rainey, Ratzo Harris, Billy Drewes, Tim Hagans, Mark Feldman, Eric
Friedlander, Cafe Edson Adasilva, Jamie Haddad, Judith Silvano, Richard Martinez (Pioneer LDC, Inc.,
Japón)
Kenny Werner en vivo en Maybeck Hall: Chris Potter y Ken Werner (Concorde Records)
Kenny Werner Trio en vivo en Visiones: rasgado Rainey, Ratzo Harris (Concorde Records)
Un equilibrio delicado: Ken Werner Trio con Dave Holland y Jack DeJohnette
(RCA/BMG)
Como SIDEMAN:
Algo como un pájaro: Charles Mingus (Atlantic Records)
Sé sobre la vida: Archie Shepp (SteepleChase Records)
Yendo y viniendo: Jim Pepper (Europa Records)
Canción del alma: Archie Shepp (Enja Records)
Tangentes: Chico Freeman (ElektraAsylum Records)
Veinte años en el Village Vanguard: Mel Lewis Jazz Orchestra (Atlantic Records)
Tonos, formas y colores: Joe Lovano (Soul Note Records)

Transición: Peter Erskine (Denon Records)
La buena vida: Archie Shepp (Varrick Records)

Luces suaves y música caliente: Mel Lewis Jazz Orchestra (Music Masters Records)
Para ti: Mel Lewis Jazz Orchestra (Music Masters Records)
Definitivo Thad Jones: Mel Lewis Jazz Orchestra (Music Masters Records)
Thad Jones definitivo. Volumen 2: Mel Lewis Jazz Orchestra (Music Masters Records)
Arte perdido: Mel Lewis Sextet (Music Masters Records)
Confidencial: EFX especial (GRP Records)
Charla callejera: Eddie Gómez (Columbia Records)
Music Inside: Joyce (Verve Forecast Records)
Hitos: Joe Lovano (Blue Note Records)
Alma dulce: Peter Erskine (BMG)
Lenguaje y amor: Joyce (Verve Forecast Records)
Alcanzando la Luna: Roseanne Vitro (CMG)
Aldea global: efectos especiales (GRP Records)
Sail Away: desgarrado Harrell (Musidisc Records)
Zounds: Lee Konitz (Soul Note Records)
Idioma universal: Joe Lovano (Blue Note Records)
Laberinto: desgarrado Harrell (RCA/BMG)
Celebrando a Sinatra: Joe Lovano (Blue Note Records)
Entre el cielo y la tierra: Andy Stattman (Shanachie Records)
Betty Buckley: Los niños escucharán (Sterling Records)
Con una mirada (Sterling Records)
El Concierto de Londres (Sterling Records)
En vivo en el Carnegie Hall (Sterling Records)
Mucho más (Sterling Records)
"Canalización de música". Orgánica, Primavera 1988

"Juega por las razones correctas". Orgánica. Invierno 1990
"Tríadas hostiles". Taller de Estilista de Piano y Jazz. AbrilMayo 1991

Cómo usar el CD
Los ejercicios del CD son básicamente meditaciones/visualizaciones. Su

propósito es ayudarte a experimentar tu "espacio interior". Este es un
estado discutido en gran detalle a lo largo del libro. Las meditaciones también
se presentan como capítulos en este libro. Cuando llegue a esos capítulos, se le
indicará que escuche el ejercicio correspondiente en el CD. Parte de su efecto es
relajarte y concentrarte después de que hayas absorbido una gran cantidad
de información, y darte una idea de la conciencia que se describe.
Si escucha las meditaciones consecutivamente, pueden sonar repetitivas ya que
contienen mucha información superpuesta. Sin embargo, si se usan
cuando se indica, pueden mejorar enormemente la experiencia de este libro.
Recomiendo leer atentamente las meditaciones presentadas en los

capítulos, así como escucharlas en el CD. En algunos casos, hay algunas ideas
en los capítulos que no se mencionan en el CD.
Después de haber experimentado los ejercicios por primera vez en los lugares
previstos, siéntete libre de usarlos como una práctica continua para
contactar, trabajar y crear desde ese "espacio interior".
Parte del material de este libro está dirigido específicamente a los músicos
y puede parecer muy técnico, especialmente algunos de los ejemplos del
capítulo "Paso cuatro". Por favor, siéntase libre de pasar por alto esos pasajes. La
mayor parte del texto debe relacionarse con cualquier persona que desee alcanzar
el dominio en cualquier área de su vida.
Tabla de contenido
Prefacio 9
1 Introducción 13
2 Mi historia 15
3 ¿Por qué jugamos? 27
4 Más allá de las metas limitadas 37
5 El miedo, la mente y el ego 51
6 Práctica basada en el miedo 59
7 Disfunciones de la Enseñanza:
Enseñanza basada en el miedo 65
8 Disfunciones auditivas:
Escucha basada en el miedo 69
9 Composición basada en el miedo 73
10 ”El espacio” 77
11 ”No hay notas equivocadas” 87
12 Meditación #1 93
13 Maestría sin esfuerzo 99
14 Meditación #2 119
15 Afirmaciones 125
16 Los pasos para cambiar 131
17 Paso Uno 135
18 Paso dos 145

19 Paso tres 151
20 Paso cuatro 159
21 Una ocurrencia tardía 173
22 Soy grande, soy un maestro 179
23 Estirando la forma 183
24 Lo Espiritual (Repetición) 187
Una meditación final 191


VERDAD: ¡INNOVACIÓN VS JAZZ!
Louis Armstrong, Duke Ellington, Bix Biederbecke, Fats Waller, James P.

Johnson, Jelly Roll Morton, Scott Joplin, Charlie Parker, Dizzy Gillespie,
Miles Davis, Bud Powell, Bill Evans, Ornette Coleman, Thelonious Monk, John
Coltrane. ¿Podemos estar de acuerdo en que esta es una
representación justa de la tradición del jazz? ¿Qué tienen todas estas personas en común?
¡TODOS FUERON INNOVADORES!

LA INNOVACIÓN ES LA TRADICIÓN
Prefacio
(El reino de los superdotados siempre ha parecido ser un club exclusivo. La creencia
común es que, "Algunos de nosotros lo tenemos, otros no". Implícito en esa afirmación
está la suposición de que "la mayoría de nosotros no lo tenemos". t." La forma en que
se enseña tradicionalmente la música (y sospecho que también otras materias) funciona
para aquellos que "la tienen". Solo los estudiantes muy dotados o avanzados absorben
el lenguaje de la música en la forma en que normalmente se enseña. de todos los
estudiantes de música alguna vez logran algo. Muchos otros luchan con los
diversos elementos de tocar o improvisar y, como resultado, no se convierten
en intérpretes.
La mayoría de la gente se queda en el camino. No parece que hayamos pensado

mucho en esta discrepancia, simplemente aceptando el viejo adagio, "algunos de
nosotros lo tenemos y otros no". En culturas menos inmiscuidas por la
"civilización", todos son músicos. Tiene mucho que ver con cómo se introduce la música
en nuestras vidas. Este libro analizará ese tema y ofrecerá esperanza y prácticas a
aquellos que piensan que "no la tienen". Estas prácticas también aumentarán la eficacia
de aquellos que creen que sí.
Mi creencia es que, si puedes hablar, puedes jugar. Hay muchas razones por las que los
llamados menos dotados no lo entienden. También hay métodos para obtener "eso",
que se discutirán en este libro.
Mucha gente tiene lo que yo llamo musifobia: miedo a tocar música. Para una
persona aquejada de musifobia, tocar un instrumento es como tocar una estufa caliente.
Esto es irracional, ya que uno no puede quemarse tocando un instrumento; sin
embargo, es un problema común. Aunque no hay absolutamente ninguna
consecuencia negativa, la mayoría de nosotros tenemos miedo. No es culpa nuestra.
Hemos sido programados para temer jugar. Con demasiada frecuencia, nuestra relación
con la música está condenada al fracaso.
Una persona puede dejar de jugar por razones de talento insuficiente, cuando al
examinarlo más de cerca, queda claro que el problema era el modo de estudio, o la falta
del mismo.
Muchas personas están paralizadas por la incapacidad de concentrarse y por la

sensación de estar abrumadas. Estos problemas a menudo se confunden con pereza o letargo.
Hay una gran paradoja en por qué no podemos concentrarnos. Este tema será explorado y
muchas otras paradojas también.
Los ejercicios ayudarán a las personas en diferentes niveles de diferentes maneras. Por
ejemplo, hay buenos jugadores que, por alguna razón, tienen poco impacto cuando juegan.
Todo funciona bien. Están ”swinging” y todo eso, pero aún así, algo no está aterrizando en los
corazones de su audiencia. Están atrapados en sus mentes. No hay néctar, porque
simplemente están tramando y planeando un enfoque a lo largo de líneas aceptables y
"válidas" del estilo del jazz . Lo mismo les ocurre comúnmente a los intérpretes
clásicos. No saben lo que es "canalizar la creatividad" porque ellos también están
dominados por sus mentes conscientes. Uno debe practicar la entrega del control
a una fuerza más grande o superior. Da miedo al principio, pero al final es liberador. En
sánscrito la palabra es moksha, que significa liberación. Moksha se puede lograr a través
de la entrega del pequeño yo al "Yo" más grande. Presentaré ejercicios para lograr
ese objetivo en la música. Después de probar moksha a través de la música, uno nunca
querrá volver a una vida de "música pensante". A medida que uno va más allá de lo
aceptable hacia lo inevitable, la creatividad fluye.
El poder personal aumentará muchas veces.
Una verdad que todos los músicos deben contemplar es esta: aprender nuevos
tipos de teoría sofisticada del jazz no es necesariamente la clave para la libertad. Una vez que
se domina la nueva teoría, se recita con la misma aburrida previsibilidad que la antigua. Si
está inhibido de jugar con los juguetes que tiene ahora, no jugará de manera diferente con los
juguetes nuevos. Además, muchos músicos de jazz sienten que hay una experiencia en la
improvisación que no tienen, o que no tienen lo suficiente. Los músicos clásicos también
informan de una "sequedad" en sus interpretaciones de los grandes compositores. Es como
el sacerdote que en secreto no tiene amor por Dios. Se observan las costumbres, pero no
hay 10
sentimiento verdadero. Si la lámpara no está encendida, la música puede ser tan aburrida como cualquier otra cosa.
Junto con el deseo de una experiencia más profunda viene un intenso impulso para ser
un mejor jugador. Estos aspectos a menudo trabajan uno contra el otro. La verdadera
profundidad musical no se trata de tocar mejor, sino de tocar más "orgánicamente".
Es muy difícil dejarse llevar en el combate de la actuación, pero los ejercicios aquí te
ayudarán a expandir tu "yo intuitivo". Con el tiempo, esta intuición surgirá de
forma natural sin sabotear la parte técnica de tu actuación. La asimilación
en el todo tiene mucho que ver con "olvidarse" de uno mismo.
Las personas que meditan o practican tai chi reconocerán muchos de los principios
de este texto. Incluso para ellos, puede ser una revelación saber que uno puede vivir
en estado meditativo mientras toca un instrumento. La mente es la principal
culpable de la mayoría de los problemas de juego, por lo que cualquier disciplina que
apunte a controlar la mente es complementaria al proceso descrito aquí. La música puede
atravesar al músico como un relámpago a través del cielo si esa música no
está obstruida por pensamientos. Por lo tanto, la eliminación de pensamientos es un
tema muy relevante.
Para los estudiantes disfuncionales, de los cuales hay muchos en el sistema educativo
de jazz, estos ejercicios superarán muchos libros y ejercicios. Les ayudará a ponerse
en contacto con el próximo paso en su desarrollo, dejando de lado todas las teorías,
políticas y modas y centrándose en cambio en sus vidas y el significado personal que
la música tiene para ellos. En muchos casos, la decisión de estudiar música les ha
privado de la capacidad de tocar música.
Han perdido el respeto por la música que viene de dentro porque han sido programados
para sentirse "indignos". Algunas partes de este libro ayudarán a estas personas a
volver a amarse y honrarse a sí mismas, ¡ con o sin música! Incluso muchos
grandes profesionales sufren de baja autoestima y otras ilusiones negativas.
Para aquellos que practican cosas que nunca afloran en su forma de tocar (y hay muchos
músicos así), ofrezco razones de por qué sucede esto, así como una salida a este
dilema. Este libro también contempla la relación de los sistemas de creencias con
11
eficacia y cómo "practicamos para la mediocridad".
Además, este libro ahonda en la naturaleza del arte y, de manera bastante extensa,
en la naturaleza del dominio. Discutiré cómo tocar sin esfuerzo lo que ya sabes y
alcanzar una profundidad de la que no creías que eras capaz.
Ciertamente hay artistas que pueden disfrutar de la música de una manera

positiva, artistas que siempre saben cómo inspirarse y cómo ejecutar sin esfuerzo.
Pero el porcentaje de personas que hacen esto es pequeño. Gran parte de este
libro es para aquellos que no están teniendo éxito en sus esfuerzos por
cumplir sus sueños y esperanzas musicalmente, y para los músicos que se sienten
tensos y constreñidos mientras tocan. Algunas de las ideas contenidas aquí
son radicales. Desafían a las instituciones a cambiar ya las personas a salir de
la zona de comodidad de la limitación y florecer en su yo superior. Si has estado
jugando durante treinta años y casi nunca lo has disfrutado, si constantemente has
señalado a otros jugadores y has pensado que poseían algo que tú no, o si has
practicado durante años y nunca has mejorado realmente, sigue leyendo. .
12
Capítulo 1
Introducción
<£
(Hay un océano. Es un océano de conciencia, un océano de dicha.
Cada uno de nosotros es una gota en ese océano. En ese sentido, todos somos uno o,
como dice un famoso comercial de televisión estadounidense, "Todos estamos conectados".
La ilusión nos haría pensar que todos somos entidades separadas, gotas separadas.
Pero si eso fuera cierto, todos nos evaporaríamos bastante rápido.
A medida que expandimos nuestros seres limitados en esta conciencia infinita,

accedemos a una red de posibilidades infinitas, creatividad infinita, gran, gran poder.
Llevados por las olas de este océano, superamos todas las limitaciones y
maximizamos nuestro potencial dado por Dios. Todo lo bueno que nos puede pasar,
desde adentro y desde afuera, sucede. Nuestras habilidades se expanden más allá de
todos los límites razonables, y nos convertimos en una fuerza magnética para la luz
abundante y todo lo que eso implica.
Todos somos parte de un juego universal. Regresar a nuestra esencia mientras vivimos
en el mundo es el objeto del juego. La tierra es el tablero de juego, y nosotros somos las
piezas en el tablero. Damos vueltas y vueltas hasta que recordamos quiénes
somos en realidad, y entonces podemos ser eliminados del tablero. En ese momento, ya
no somos la pieza del juego, sino el jugador; hemos ganado el juego.
Como músicos/sanadores, es nuestro destino realizar una búsqueda interna y documentarla

con nuestra música para que otros puedan beneficiarse. Mientras escuchan la música que
viene a través de nosotros, ellos también se inspiran para mirar hacia adentro. La luz se
transmite y se recibe de alma a alma. Gradualmente, el planeta pasa de la oscuridad a
la luz. Nosotros, como músicos, debemos rendirnos al océano de nuestro interior. Debemos
descender profundamente en ese océano mientras el lodo del ego flota en la superficie.
Dejamos ir nuestros egos y permitimos que la música venga a través de nosotros y haga
su trabajo. Actuamos como los instrumentos para ese trabajo.
13
Si podemos vivir en esta realización, constantemente tendremos una profunda

motivación por lo que se toca, sin quedar atrapados nunca en la ingrata conciencia
de buenos/malos conciertos, pianos desafinados, tarifas bajas, audiencias poco
amables, etc. En cambio, nuestras mentes se consumirán con el gran privilegio
que es ser el elegido para entregar el mensaje a los demás. Ya no estaremos
atrapados en el mundo mundano de buena música/mala música ("¿estoy
tocando bien?") En cambio, nuestros corazones y mentes estarán enfocados en la
tarea de permanecer vacíos y alertas para recibir esta información inspirada por
Dios y traduciéndolo fielmente, sin ninguna coloración de nuestra parte.
14
Capitulo 2
Mi historia
Entumecido en Long Island
Crecí en un páramo cultural. Estoy seguro de que la gente de los suburbios de todo Estados Unidos
puede identificarse. Los Estados Unidos posteriores a la Segunda Guerra Mundial habían sido
testigos de innovaciones "milagrosas", como la televisión, el trabajo inducido por drogas y las
cenas televisadas. El baby boom fue tal que los hospitales pasaron a depender de medicamentos
para acelerar el proceso de nacimiento; no hay tiempo para que mamá se ponga demasiado cómoda.
Las máquinas monitoreaban a las futuras madres. Los partos por cesárea aumentaron
considerablemente. Las drogas y los procedimientos hospitalarios intrusivos, como tratar a las
futuras madres como si estuvieran enfermas, rompieron el tradicional proceso de vinculación entre
madre e hijo. Si María hubiera dado a luz a Jesús en 1950, ¡todas esas fotografías de Madonna la
habrían mostrado aturdida por las drogas con un inserto de Jesús bajo una lámpara de calor junto a
veinticinco bebés!
Este período de tiempo produjo "descubrimientos asombrosos". Las latas y cajas se crearon para
conservar los alimentos: basta con calentar y servir. Los investigadores encontraron formas de
agregar vitaminas y minerales para crear un "producto superior". ¡La fortuna sonrió a nuestra civilización
y nacieron los potenciadores del sabor! Comí duraznos enlatados en una deliciosa salsa de azúcar
durante unos quince años antes de comer un durazno fresco. ¡Qué decepción! ¡Los melocotones
frescos sabían a zapatos de gamuza con sabor a limón! Nada podría igualar el éxtasis de beber
el jugo de duraznos o peras enlatados.
La mayoría de los niños que conocía cenaban de la misma manera; tomamos nuestros platos de
nuestras mamás y fuimos al estudio a comer solos mientras veíamos la televisión. De esa manera,
podríamos permanecer felizmente cerrados. La televisión provocó un cortocircuito en nuestras
mentes, y la sal y el azúcar en toda la comida mantuvieron nuestros sentidos ocupados.
Al comer solo,
15
no tuvimos que conversar o responder preguntas. Ya había suficientes cosas

desagradables de ese tipo en la escuela.
Estoy a la espera de que aparezcan pruebas nuevas y sorprendentes que demuestren que
los griegos y los romanos tenían una forma tosca de televisión antes de su caída.
La televisión y su programación contribuyen más a la deshumanización de la sociedad que
cualquier otro desarrollo en la historia. Parece que la estrategia exitosa en el mercado es
mantenernos hambrientos, cachondos y tan desenfocados como sea posible. La fusión
mental con la televisión nos priva de una conexión interna y hace que vivir el momento
sea intolerable. La televisión es una droga, y nosotros como nación nos hemos
enganchado. No es difícil ver por qué los babyboomers siguieron sus drogas tan
vigorosamente. ¡Encienda la televisión para niños los sábados por la mañana y vea un
anuncio de cereales! Rayos de luz salen de la caja, y cuando se consume el cereal, el niño
queda envuelto en una luz dorada de miel y luego sale disparado hacia Venus. ¡Jimi Hendrix
y Janis Joplin murieron intentando sentirse así de bien!
La escuela era un lugar donde se suponía que todos debíamos desarrollar nuestras mentes
y aprender la interacción social. Cualesquiera que fueran los intereses personales que
estábamos desarrollando, se disolvieron en un océano de información inútil. Dado
que lo relevante era indistinguible de lo irrelevante, era difícil desarrollar una afinidad
genuina por las cosas que podrían habernos importado. Para mí no había alegría, solo
deberes. Estudiar música en la escuela primaria era tan interesante como una conferencia
sobre la menopausia temprana. Los maestros de mi época probablemente subvertirían el
asombro de un niño sobre la naturaleza del sonido y su formación en música.
La música se convirtió en otra cosa a la que tenías que prestar atención: más preguntas que
responder, más pruebas que hacer, más regaños que incurrir, más presión.
Los maestros a menudo no transmitían la información con entusiasmo. En la escuela, se nos
pedía que nos preocupáramos por las cosas que no nos importaban y que dejáramos de
preocuparnos por las cosas que sí nos importaban, y que en general nos
comportáramos de una manera que contradecía a la infancia. Fuimos alimentados a
instituciones que nos cuidaron, cuando lo que anhelábamos era amor y compasión.
Entiendo que es mucho mejor en muchas escuelas en estos días, pero la educación con la
que crecí fue de la variedad de cinta transportadora. Nuestra sociedad fue y sigue siendo la
dieciséis
progenitor de las emociones empaquetadas, el aburrimiento de la comida rápida, la apatía "reciente", el olvido
artístico, los ladrones de cuerpos de la cultura pop o, como dice Robert Hughes, vivir en "el imperio del pato
Donald".
No es de extrañar que la civilización occidental esté produciendo tan pocos artistas reales. En la
sociedad estadounidense, un niño tiene suerte de sobrevivir con sus tendencias artísticas intactas (¿o
desafortunadas, quizás?)
Aturdimiento escolar
En la escuela, tenía una tendencia a soñar despierta. Me sentaba en clase, tarareaba y miraba por la
ventana. Lo que sea que el profesor estaba diciendo se disolvió en un zumbido no lingüístico. Al no
tener interés en lo que se enseñaba, no podía concentrarme.
¡Extremadamente aburrido, aprendí a estar en cualquier lugar menos en el momento!
En la escuela secundaria, yo era un alumno sólidamente disfuncional; una de muchas de esas bajas. Por
ejemplo, recuerdo tomar una clase de álgebra. La primera semana o dos, estuve involucrado en el tema. Pero
un día, me perdí cinco minutos de lo que decía el maestro y me perdí por el resto del semestre. Avergonzado
por esto, me mantendría callado. Desarrollé un sistema de creencias de insuficiencia personal. Lo mismo
sucedió con la mayoría de mis cursos. Después de unos minutos de no entender nada, mi mente se desviaba
y me quedaba en el espacio. Todo se volvió algo surrealista. De vez en cuando, intentaba
sintonizar, pero parecía que el maestro ya no hablaba inglés. Su boca se movía, pero el sonido que salía
era "wawawawawa..."
Mientras escondía mi ignorancia día tras día, el fuego de la baja autoestima se encendió y, con él, el vapor del
escapismo se elevó dentro de mí. Escaparía de este autodesprecio absorbiéndome en la televisión
cuando llegara a casa. La luz azul tranquilizó mi mente mientras estimulaba mis sentidos con azúcar. Más
adelante en la vida, encontraría sustancias mucho más dinámicas con las que llenar mis sentimientos.
De esta manera, las pruebas y los fracasos del día pasarían a la memoria lejana.
Hugh Robert. La cultura de la denuncia
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no desaparecer, sino acomodarse como una pieza más en el mosaico de

mi existencia disfuncional. No fue hasta mucho más tarde en mi vida, mientras
estaba en terapia, que escuché la palabra "disfuncional". Después de que me dijeron
que era disfuncional, recuerdo salir eufórico de la oficina del terapeuta. ¡Quería
celebrar! No es de extrañar que nada haya funcionado. No era una "mala" persona,
simplemente no funcionaba correctamente. ¡Qué alivio!
Cuando era niño, hacia el final del día no habría hecho nada: ni tarea, ni práctica,
nada. Recuerdo a mi padre bajando las escaleras después de su siesta a las 5:00
p. m. (trabajaba de noche) y preguntando amenazadoramente: "¿Kenny practicó?"
Mi mamá decía: "No, todavía no". Me miraba en el estudio viendo la televisión y
me señalaba con el dedo, diciéndome algo con severidad. No recuerdo qué
era, ¡estaba tan ocupado encogiéndome!
Me iría a dormir con la resolución de empezar mejor el día siguiente.

Pero al día siguiente me abrumaba y todo el proceso disfuncional comenzaba
de nuevo. Pensé, en mi desprecio por mí mismo, que era un holgazán y un
estúpido. ¡El infierno mental en la tierra es despertarse con expectativas
todas las mañanas e irse a dormir decepcionado de uno mismo todas las noches!
Chico más popular

Tuve una especie de viaje gratis. Aunque tuve muy poco éxito escolar, lo tuve aún
menos atléticamente. Era un teleadicto total y sufría de un gran letargo. En el
verano, cuando todos los niños iban a acampar oa otro lugar, me quedaba
en la casa junto al aire acondicionado. La televisión y el refrigerador me hicieron
compañía todo el verano. Me sentí aislado y entumecido. ¡Fui el único niño que
regresó de las vacaciones de verano con la piel más pálida que cuando terminó la
escuela!
No tenía atributos físicos sobresalientes, nada que me distinguiera de los demás

estudiantes. Habría sido un completo perdedor en la escuela si no hubiera sido
por una cosa: podía tocar el piano. Y podía jugar muy bien. Empecé a jugar a las
siete, y para
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ocho, estaba jugando para la asamblea. A los nueve años estaba dando conciertos.
No impresioné en absoluto a mis compañeros hasta que me senté a jugar. Entonces el mundo
cambió por completo. Yo lo era: ¡el mismísimo Sr. "Bad"! Los atletas, que de otro modo
no sabían que existía, de repente me abrazaron y me proclamaron su amigo. Los engrasadores
(tipos de motocicletas) me golpeaban tan pronto como me hablaban, pero si tocaba una
melodía que les gustaba, se convertían en mis protectores. ("¡No te metas con mi hermano
Kenny o te mato!"). Las chicas, ¡oh, cómo quería que me notaran! Podrían ser muy crueles.
Pero si estaba en medio de la fiesta tocando algo en el piano, siempre habría una chica
especial que saldría con una sonrisa conmovedora y me diría cuánto amaba mi forma de tocar.
¡Eso estaba bien para mí, siempre y cuando fuera amado y admirado por algo!
Fui el mejor jugador donde quiera que fui. Esto enmascaró mi desesperación y autodesprecio.
Dependía en gran medida de mi forma de tocar para tener un sentido de autoestima. Tocar
la música me resultó tan fácil que a la gente le costaba creer que no funcionaba
bien. Si estaba fallando en todo lo demás, estaba bien porque la gente podía señalar mi
forma de jugar, como diciendo que estaba bien. Incluso me sentí culpable y repugnante por
el viaje gratis.
Millas ¿Quién?
Mis influencias musicales en ese momento eran principalmente temas de televisión y

música de películas que veía en la televisión. Después de eso, fueron la radio AM, donde se
tocaba música pop en esos días, y melodías de espectáculos de Broadway. Como pianista,
fui influenciado por los discos de Roger Williams tocando Rhapsody In Blue y Andre Previn
tocando arreglos de jazz de My Fair Lady. Mi padre me había comprado un álbum de Fats
Waller cuando era más joven. Eso y el disco de Previn fueron los únicos contactos que
tuve con el jazz. Toqué el piano con zancada bastarda porque escuché a Waller y a un
amigo de mi padre que solía venir a nuestra casa a tocar el piano. En la escuela secundaria
un amigo tocaba el John
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Coltrane grabó "My Favourite Things" para mí, y lo odié. Mi capacidad de atención
era demasiado corta para esa música y, para mis oídos, no había melodía.
Aún hoy, cuando me preguntan quiénes fueron mis influencias, suelo responder a
Chico Marx, Jimmy Durante y Víctor Borge (los dos últimos tenían programas
de televisión, ya sabes).
Suicide Watch en la Escuela de Música de Manhattan
Musicalmente, todo estaba bajo control. Parecía estar recibiendo algo por nada hasta
que llegó el día del juicio final. Solicité y fui aceptado en la Escuela de Música de
Manhattan como estudiante de piano clásico. No importaba que no conociera a
Beethoven de Brahms, o que no me importara saberlo. ¡Iba a ser concertista de
piano!
Hasta ese momento, la música había sido un viaje gratis. Sin practicar en absoluto,
fui el mejor jugador en todos los lugares a los que fui. Los mensajes que recibí de
padres, tías, tíos y maestros fueron "Eres genial" y "¡Nos vemos en el Carnegie
Hall!" Debido a estos mensajes y la autoestima extremadamente baja que tenía
en todas las demás áreas, pensé que tenía que ser nada menos que el mejor. Sentí
que mi vida sería realmente un fracaso si no tocaba en el Carnegie Hall algún día.
Siempre fui muy alto o muy bajo. Cuando escucharía a un pianista tocar mejor que yo,
¡ querría morir! Literalmente me sentiría inútil. Había llegado a depender tanto de
mi talento para la validación que no podía enfrentar el hecho de no ser el regalo de
Dios para la música.
La Escuela de Música de Manhattan fue una auténtica bofetada. Había

estudiantes con talento igual al mío, pero podían practicar largas horas. Estaba
devastado. En lugar de ser el músico especial, yo era, por primera vez en mi vida,
un músico más, y no particularmente distinguido. Me sentí como un
impostor: alguien que solo fingía estar involucrado en lo que estaba haciendo.
Sin la distinción de ser ese chico especial, no era nada. No tenía ningún propósito,
ninguna dirección. Ya ni siquiera sabía por qué estaba tocando música.
20
Un nuevo comienzo
Aunque la vida realmente no parecía digna de ser vivida, no tenía el coraje de terminarla,
aunque la idea de terminarla me hacía sentir vagamente en paz. Había oído que Berklee School
of Music tenía un buen programa de jazz. No sabía mucho sobre jazz, pero sabía que implicaba
improvisación, que era todo lo que realmente me gustaba de la música. Dios sabe que si hubo
vislumbres de mi yo interior en esos primeros años, llegaron cuando me senté al piano sin un plan
en mente, sin forma, sin estructura, solo mi sentimiento crudo y unos pocos oyentes amistosos.
(Siempre tuve que tener oyentes. De lo contrario, no valía la pena perder el valioso tiempo de
televisión).
Cuando me inscribí en Berklee, estaba encantada de encontrar a otros inadaptados como

yo, personas que realmente no sabían dónde estaban o qué estaban haciendo. Estos chicos se
convirtieron en mi fraternidad. Respondí a este entorno nuevo y estimulante teniendo el primer
año Bplus de mi vida. ¡De hecho, hice la lista del decano y estaba practicando! ¡Alabado sea el
Señor, estaba practicando! Se sintió genial. Todo estaba relacionado con la
improvisación, así que supuse que estaba en el lugar correcto.
Empecé a apreciar mucho el jazz y todos sus grandes artistas. Durante los siguientes años, traté
de hacer lo que hacen la mayoría de los estudiantes de música: imitar a los maestros, no solo en la
forma de tocar, sino también en la mente y el habla. Lamenté mi judaísmo, el hecho de que
viniera de Long Island. Cuando la gente preguntaba, solo decía que era de Nueva York.
La mayoría de mis amigos estaban preocupados por aprender el lenguaje del jazz sin sacrificar
la individualidad. Desafortunadamente, esto impidió que algunos de ellos aprendieran
adecuadamente el idioma (un problema que abordaré en un capítulo posterior).
Pero mientras estuve allí, conocí a algunas personas que ayudarían a dar forma a mi futuro. Las
semillas fueron plantadas para lo que se convertiría en mi camino.
Señora Chaloff
La gente me hablaba de una leyenda que muchos grandes
21
se suponía que los pianistas habían estudiado en Boston. Madame Chaloff fue una
figura mística que enseñó el "secreto de la música". La encontré como un ser
verdaderamente lleno de luz.
Tenía unos ochenta años cuando la conocí, pero su cabello era rubio rojizo dorado
y parecía brillar como si un pequeño foco la siguiera por la habitación. Habló del
secreto de tocar el piano. Tenía que ver con los brazos del pianista “desafiando la
gravedad”. También trabajamos en otras acciones físicas. Incluso trabajamos en cómo
mi forma de caminar podría ser más elegante.
Ella enseñó la manera perfecta de dejar caer un dedo. Esta fue mi primera
introducción a la falta de esfuerzo. Hasta entonces, había gruñido y gemido y hecho
todo tipo de caras raras. A la gente le encantaron las caras que hice, porque significaba
que realmente me gustaba la música. Más tarde reconocí esto como tensión y nada más.
Madame Chaloff era una verdadera seguidora de la caída perfecta del dedo.
Pasé meses aprendiendo a tocar una nota. Creo que una o dos veces lo hice bien,
¡y pasamos al segundo dedo!
Madame Chaloff estaba muy concentrada en su enfoque. La música se trataba

de tocar para Dios. Estaba agradecido por ese mensaje, porque había estado tratando
de meditar bajo la tutela de un gurú popular en ese momento. Ella hizo la conexión
para mí entre el espíritu y la música. A través de ella, pude fusionar los dos. A
menudo iba a las lecciones con mi propia agenda, trayendo tantas preguntas.
Pero una vez en su cámara, entraría en otra dimensión. Todo lo que parecía
importante se disolvería. Me sentí como si estuviera en presencia de la verdad. Sé
que esta experiencia también fue cierta para muchos otros, aunque no para todos.
En un momento, había pasado un tiempo desde que la había visto y me había

desviado de su camino sutil. Después de una angustiosa ruptura con mi novia de
toda la vida, estaba tan angustiado que decidí ver a Madame Chaloff. Pensé: “Esta
vez verá el dolor que siento y realmente querrá escuchar mi triste historia.
Tal vez sería bueno que yo estuviera llorando cuando llegara a la puerta. ¡Sí!
¡Es una muy buena idea! Lloraré, y ella verá que no necesito esas cosas espirituales
en este momento, y me consolará, se compadecerá de mí y me dará consuelo”.
Llegué a su puerta, con cara de tristeza y listo para
22
compasión. Cuando abrió la puerta, involuntariamente sonreí. Me miró y me

preguntó: "¿Dónde has estado? Ven aquí. ¡Tenemos mucho trabajo por hacer!” Y
fuimos directos a ello.
Debo decir con pesar que nunca aprendí a tocar bien esa nota. Era demasiado pronto
para aprender esa lección. Tenía la urgencia y la ambición de un típico estudiante
universitario. Su mensaje era demasiado alto para mí. Cuando estaba con ella, sabía
que estaba escuchando la verdad, pero la perdería poco después de irme. Sin embargo,
debo haber tenido la intención de aprender esta verdad, porque al siguiente lugar
al que me mudé, otro maestro estaba esperando para mostrarme exactamente lo mismo.
João Assis Brasil

Después de asistir a Berklee de forma intermitente durante tres años, tuve la
oportunidad de ir a Río de Janeiro. Joao Assis Brasil era un concertista de
piano que resultó ser el hermano gemelo del difunto saxofonista Victor Assis Brasil,
con quien viajé a Río para dar conciertos.
Joao participaba en competiciones europeas y practicaba ocho horas al día.

Había alcanzado un alto grado de excelencia a través de una intensa presión y práctica.
El resultado fue una crisis nerviosa. Regresó a casa para vivir con sus padres y
asistía a terapia cinco días a la semana. Empezó a practicar dos cosas que le
devolverían la salud.
Cada vez que su mente lo atormentaba, su terapeuta le decía que fuera a algún lugar
y cantara: "¡Debo ser amable conmigo mismo, debo ser amable conmigo mismo!"
Practicó eso y un ejercicio sencillo que le había enseñado un profesor en Viena: un
ejercicio de cinco dedos que consistía en soltar los dedos sin esfuerzo, uno a uno,
sobre el teclado. Esto era similar al ejercicio de un dedo de Madame Chaloff, pero no
tan elusivo. Este ejercicio solo necesitaba hacerse durante cinco minutos, un corto
período de tiempo para concentrarse sin presión. Concentrándose de esta manera,
cinco minutos se convirtieron en diez, diez en veinte, y así sucesivamente, hasta que
uno podía practicar sin esfuerzo durante todo el tiempo que quisiera. En el momento
en que lo conocí,
23
Joao llevaba unos dos años en recuperación y su personalidad era bastante luminosa. La
terapia lo había ayudado mentalmente y, utilizando el concepto de cinco minutos, había
aumentado su tiempo de práctica de ocho a diez horas al día. Pero ahora estaba libre de
presión y sintió mucho amor y alegría mientras lo hacía. Mientras lo veía jugar, me sentí como
una especie de especie inferior, ¡hacía que todo pareciera tan fácil!
Tuve la suerte de vivir en esa casa durante un par de meses. Me dio una oportunidad única de
practicar solo desde ese espacio. Joao iba en la misma dirección que Madame, pero no
estaba tan alejado de los problemas de la mente. Él había lidiado con los mismos
problemas que yo y podía abordarlos por mí.
Por ejemplo, un día estábamos escuchando a Horowitz tocar no recuerdo qué pieza,
pero Joao escuchaba alegremente mientras yo me mordía las uñas. Estaba pensando tanto
que apenas podía escuchar la música.
Pensamientos como, "Oh, esa interpretación es genial... ¡es realmente doloroso escucharla!...
Esto significa que no soy nada... a menos que... si practico ocho horas al día durante los
próximos veinte años..." pasó por mi mente. Mi mente a menudo se comportaba así. De
hecho, se comportó de esa manera todo el tiempo. Justo en ese momento, Joao me puso la
mano en el hombro y salté. ¡Me sobresaltó! Cuando me di la vuelta, estaba sonriendo. Debe
haber estado leyendo mi mente, o al menos mi lenguaje corporal, porque dijo: "¡SÉ AMABLE
CONTIGO MISMO!" Esta declaración, pronunciada en ese momento, fue reveladora. Me
mostró la locura de mis pensamientos. En ese momento, pude soltarme, y de repente ¡ESCUCHE
LA MÚSICA! ¡Horowitz estaba tocando tan exquisitamente! Me sentí renacer (al menos
temporalmente). Estaba sentado allí disfrutando de la música por primera vez como un
oyente en lugar de un músico compulsivo, uno cuya autoestima estaba en juego cada vez
que escuchaba a alguien tocar bien. Me di cuenta de lo que estaba mal conmigo. Esta fue
una lección clave sobre mí mismo.
El ejercicio de cinco dedos que me dio Joao parecía bastante simple. Solo tuve que practicar
durante cinco minutos. Como aprendiz disfuncional y persona indisciplinada,
eso sonaba genial. Pero la tarea al principio me aterrorizó. Quería que practicara 24
nada más que el ejercicio de cinco dedos durante dos semanas! Yo no iba a hacer
absolutamente ningún otro juego. Podía observar el pánico en mi mente y las
ilusiones que estaba creando. Pensé que en dos semanas me olvidaría de cómo
jugar. Aún más absurda era la idea de que perdería tanto tiempo valioso de práctica.
¿Qué tiempo de práctica? Ese fue mi problema al principio: ¡nunca practiqué!
Con gran temor, comencé el ejercicio. Día tras día, noté algunas cosas buenas. Se
me ocurrió que, por primera vez en mi vida musical, ¡ realmente estaba haciendo
el trabajo que me había asignado un profesor de piano! Era tan simple que nunca
me sentí abrumado. Cinco minutos parecían ser la cantidad adecuada de tiempo.
Una de las razones por las que nunca practiqué fue la creencia de que tenía que
sentarme allí durante cinco horas para que significara algo. Como nunca tenía cinco
horas libres en un día determinado (supongo que demasiado ocupado viendo la
televisión), nunca llegué a practicar. Otra razón por la que ahora estaba practicando
era que el material era tan simple: la liberación sin esfuerzo de cada dedo a la tecla.
Pulgar al quinto dedo y atrás; luego la otra mano; y entonces.... terminado!
¡Sólo vete! Tuvo un efecto muy calmante, limpiándome con una sensación de un
nuevo comienzo. Me sentí muy bien.
Floté serenamente a través de los días, simplemente sentándome por unos

minutos en la mañana, tarde y noche, sintiéndome bien conmigo mismo. Desearía
poder decir que pasé las dos semanas completas sin jugar nada más, pero
después de unos seis días, hice novillos. Una hermosa mujer brasileña me llamó
un día para invitarme a mí ya Víctor a una fiesta. Quería que tocáramos a dúo. Le
dije que estaba en un programa especial y que no estaba jugando en este momento.
¡Pero ella me preguntó de esa manera especial, y acepté!
Cuando llegamos a la fiesta, la gente nos pidió que tocáramos. Me disculpé por
lo que estaba a punto de suceder. Le expliqué que el loco hermano de Víctor me
hacía tocar el piano solo cinco minutos al día. Estaba fuera de forma y no tenía idea
de lo que saldría. Lo que siguió fue algo que nunca olvidaré. Jugamos a las hojas
de otoño. ¡Puse mis manos en el piano y tocaron! ¡Quiero decir que en realidad
jugaron solos mientras yo miraba!
Y lo que tocaron me voló la cabeza y la de todos los demás. No solo era bueno, sino
que era mucho mejor.
25
de lo que solía jugar! El cambio fue asombroso. En solo seis días de meditación, más
o menos, en el piano, ¡era totalmente diferente! Mi toque, por lo general duro y forzado,
sonaba equilibrado y hermoso, como Bill Evans.
Había descubierto el secreto de su sonido. Además, en esta etapa de mi
desarrollo, normalmente necesitaba unas trece notas para encontrar ocho buenas.
No había gran ritmo o simetría en mis líneas. Pero esta noche, estaba tocando líneas
perfectas y simétricas en un hermoso tiempo de swing. ¡Y nuevamente, debo enfatizar el
punto de que solo estaba observando, no haciendo!
Esta poderosa demostración me convirtió en un creyente de por vida. Me di cuenta de que

el objetivo es dejar ir mi ego y ser amable conmigo mismo, tocando solo lo que quiere salir
sin esfuerzo. Ahora sabía que podía observarme jugar y abrazar las ideas espirituales de
servicio y entrega. ¡La búsqueda de estos ideales me extendería más de lo que mi
conciencia limitada podría hacer y me convertiría en un mejor jugador! Esto me voló la cabeza.
Desde entonces he encontrado confirmación de este proceso en muchas tradiciones

espirituales antiguas. Nuestra sociedad está muy a oscuras en cuanto a cuál es su
propósito espiritual, y nuestros músicos no lo están menos.
En el curso de mi trabajo con estudiantes de música de todas las edades, desde aficionados
hasta profesionales, he encontrado muchos músicos sinceros pero llenos de ego.
Como yo, están derrotados por el egocentrismo y carecen de visión y propósito. Y, lo
más importante, no saben qué es la música, quiénes son y qué están haciendo realmente
aquí.
26
Capítulo 3
¿Por qué jugamos?

Para la gente de mi tribu, con su rico contexto musical, la exposición a la música
comienza en el útero, cuando las madres embarazadas se unen a los bailes comunitarios.
Desde el interior del útero, nuestros bebés sienten las vibraciones de los ritmos entrar
en sus cuerpos. Luego, los bebés se envuelven en la espalda de sus madres con
un paño y se llevan al círculo de baile con todos los demás.
Su Diallo.1
Tu primera vez
Recuerdo mi primera vez. Fui a la fiesta de cumpleaños de un amigo y su padre tocó el piano
para nosotros. Estaba hipnotizado. Nunca antes había visto tocar un piano. Corrí a casa
después de la fiesta y le dije a mi madre que quería jugar. "Consígueme un piano, ¿quieres,
quieres, quieres?"
Para Navidad alquilaron uno con opción a compra. Si lo aceptaba, lo comprarían. Nunca
olvidaré el día que llegó. Apenas podía esperar para tocarlo. Empecé a seleccionar las notas de
algunas canciones que conocía y recuerdo correr a la cocina para exclamar con orgullo a
mi madre: “Buenas noticias, mamá. No necesitaré ninguna lección. ¡Ya he descubierto cómo
jugar!” Me creí músico desde entonces...
¿Por qué viajamos por la ruta a veces masoquista de convertirnos en músicos?

Ser un artista en una sociedad "civilizada" no parece tan seguro como poseer acciones en IBM
(aunque puede que no lo sea).
Hart, Mickey. Planet Drum, una celebración de la percusión y el ritmo. Nueva York: HarperCollins, 1991.
27
menos). Entonces, ¿qué nos obliga a intentarlo? ¿Cómo nos volvimos ”codependientes” con
la música? Nos encanta y no podemos dejarlo, no importa cuán insatisfechos estemos
algunos de nosotros con los frutos de nuestros esfuerzos. ¿Por qué lo hacemos? Tómate un
momento para contemplar tu primera vez:
Piense en el momento en que tocó un instrumento por primera vez. ¿Recuerdas el

maravilloso sonido que salió? Piensa en esa experiencia virginal. Todo lo que tocaste sonaba
increíble. ¡Había tanta magia en el sonido!
No podías esperar para hacerlo de nuevo. Probablemente no pensaste que había
algo que aprender. Estabas contento de escuchar el sonido volver a ti.
Este fue el desarrollo de un proceso natural.
Estimulado por el sonido, tu curiosidad por la música podría haber crecido a partir de ahí. Si se
quedó solo, es posible que haya desarrollado varias relaciones con los diferentes
sonidos de ese instrumento. Las diferentes octavas, las combinaciones de notas (si era
polifónico), fuerte y suave, etc., habrían expresado algo personal para ti, algo que "simplemente
quería trascender".
Quizás tendríamos muchos más lenguajes musicales, técnicas creativas, formas

de tocar los instrumentos e incluso digitaciones innovadoras si cada uno se hubiera dejado a su
suerte durante los primeros años con un instrumento. Si no hubiera presión para aprender
desde el principio, los niños podrían tener curiosidad sobre cómo encontrar las canciones que
escuchan en la radio, desarrollar un verdadero anhelo por conocer la armonía, etc.
Una amiga mía que es pintora me dijo que cuando era niña intentaba dibujar un brazalete
en una muñeca, pero no lograba la perspectiva correcta. No se supone que el
brazalete se vea detrás de la muñeca.
Después de mucho tiempo, se sintió frustrada y comenzó a llorar. Su madre entró y le
mostró cómo ocultar parte del brazalete detrás de la muñeca, para que se viera mucho más
realista. Su propia experimentación la había llevado a anhelar este conocimiento, y la enseñanza
de su madre llegó justo a tiempo. Esa lección realmente se quedó con ella. Del mismo modo, le
hubiera emocionado que un maestro se presentara en el momento adecuado y le mostrara
lo que deseaba saber sobre música. Él
28
hubiera sido un viaje artístico desde el principio! Pero, lamentablemente, la mayoría

de nosotros nunca viajó por ese camino.
Educación: La sentencia de muerte
Por lo general, alguien llega en una etapa temprana y rompe el ritmo.

Un padre, por ejemplo, te dice cosas como: "Debes tener un maestro" o "Nada saldrá de esto si
no practicas". Incluso si eso es cierto, la tristeza de este mensaje continúa y la magia se
evapora. Quizás eso no era lo primero que un niño necesita saber. La música ahora ha sido
relegada a la prisión de máxima seguridad de los deberes.
Muchas personas con las que he hablado dicen que estudiaron un instrumento a una edad
temprana pero lo abandonaron en la adolescencia. Siempre expresan pesar por no haber
continuado.
Pero ¿por qué se detuvieron?
La respuesta es que la dicha de la música había sido filtrada de sus estudios.

Los profesores repartían sus tareas con monótona monotonía. ¿Cómo podían saber los maestros
la dicha que había allí? Muchos de ellos nunca lo habían experimentado mientras
crecían. Así como los niños abusados se convierten en padres abusivos, los profesores de música
transmiten información seca de generación en generación. La sequedad de la música (así
como de todas las demás materias) en la escuela hace que los jóvenes se desconecten. No es
casualidad que se conviertan en adolescentes rebeldes que rechazan las "reglas" en favor de
la "diversión". La música a menudo se identifica con las reglas en lugar de con la "libertad" y
la "diversión". Cuando un niño se toma en serio la música, por lo general no es la música
que le han enseñado en la escuela. Sin embargo, escuché que la situación está mejorando
en algunas escuelas públicas.
Me encantaba jugar al stick ball con mis amigos. Jugábamos hasta que estaba tan oscuro que
apenas podíamos ver la pelota. Odiaba entrar para hacer mi práctica. Eso no era más
tentador que hacer mi tarea. No quiero culpar a los maestros y padres por tratar de hacer su
trabajo. Pero nuestro sistema educativo no ha servido muy bien a nuestra creatividad. No
pretendo tener las respuestas. Solo estoy citando algunas de las razones por las que una
cantidad abrumadora de personas perdieron su amor.
29
de la música a través de su estudio. Más tarde, muchos lo recuperan como oyentes,

y de ahí la protesta común: "¡Ojalá nunca hubiera dejado mis lecciones de piano!"
A pesar de las probabilidades, muchos de nosotros a los que nos picó el gusanillo de la música nos quedamos con ella.
Esas primeras experiencias nos vuelven adictos a la música, y de ahí en adelante nos
impulsan. Sin embargo, a medida que continuamos persiguiendo la música,
muchas otras motivaciones se superponen a nuestro puro amor por tocar.
Autoestima
Como puede ver en mi historia, la calidad de la forma de tocar de una persona

puede determinar su autoestima. Un sentimiento de poca autoestima es muy común en los
músicos, tanto jóvenes como mayores, lo que produce resultados insatisfactorios. Parece
que para ser bueno hay que jugar bien. Los músicos que caen en esta trampa
generalmente no disfrutan de la vida. Todos los días trae ansiedad. Están eufóricos o
deprimidos. Cada solo es la prueba de fuego del valor aparente. Su autoestima es más
volátil que el mercado de valores. Raramente juegan algo de profundidad. Son
como la persona que siempre está tratando de agradarnos; normalmente no lo hacemos.
Miedo al fracaso
Muchos jóvenes van a la escuela de música porque piensan que es una gran idea ser
músico de jazz. Sin embargo, una vez tomada la decisión, no se atreven a renunciar por
miedo a fracasar. No saben lo que están haciendo allí, pero no saben qué más hacer.
Con el tiempo, la mayoría de estos niños se van.
Si crees que te gustaría dejar de fumar, hazlo. No te preocupes por fallar. ¡Serías un fracaso
si no te rindieras! Es posible que pierda una oportunidad en algún otro campo.
En la Escuela de Música de Manhattan, tenía miedo de renunciar porque significaría que
sería un fracaso. Era obvio que yo no era más apto para ser un concertista de piano que
para ser un físico nuclear. El miedo al fracaso me cegó de este hecho, pero solo después
de seguir adelante, comenzó mi vida.
30
¡Voy a ser una estrella!

Esta tiene que ser la razón más loca de todas. De todas las personas que siguen
carreras en la música, ya sea jazz o música clásica (o tocar en bodas y barmitzvahs),
¿cuántas se convierten en estrellas? La vida de un músico es la inversión más
arriesgada del universo. Si lo que busca es dinero, ¡conviértase en presidente de un banco!
Si eres un músicoartista en apuros, solo hay tres razones reales por las que no te rindes: 1) te
estás divirtiendo mucho y amas MUCHO la música; 2) tienes una profunda necesidad de
expresarte a través de la música; o 3) es demasiado perezoso, demasiado asustado o
demasiado disfuncional para volver a capacitarse para otra carrera. Creo que si estás
motivado por alguna de las dos primeras razones, o por ambas, te cuidarán.
Muchos de nosotros no somos conscientes de las profundidades a las que nos atrae la música.
Keith Jarrett, en un artículo para el New York Times, aprovechó la ocasión de la muerte de
Miles Davis para comentar sobre la escena musical y la sociedad en general. Escribió:
“Intenta imaginar al primer músico. No estaba tocando para una audiencia, ni para un mercado,
ni trabajando en su próxima grabación, ni de gira con su espectáculo, ni trabajando en su
imagen. Tocaba por necesidad, por su necesidad de la música. Cada año, el número de
músicos que recuerdan por qué tocan música en primer lugar se reduce, y la mayor pérdida de
este puñado fue Miles Davis, quien murió el año pasado.”2
En la película El piano, Holly Hunter interpreta a una muda que viaja a otro país para
casarse con un hombre al que nunca conoció. Sin la capacidad de hablar, desarrolla su "voz"
tocando el piano. Cada vez que toca, se siente atraída profundamente y se eleva emocional
y espiritualmente. El piano es su roca, su centro, su amante y su voz. Embriagada por el
sonido, tiene poca paciencia para la charla ociosa. En tal persona se manifiesta el músico
divino y nada se desperdicia.
Keith Jarrett escribe: “El músico original no buscaba su imagen; estaba usando su voz para
aprender sobre el mundo.
2 Jarrett, Keith. Artículo del New York Times
31
Sabía que el mundo era líquido (es decir, no estaba compuesto de entidades discretas)”.
Jarrett condena el hecho de que "vemos el mundo como 'pedazos de información'" y lamenta
que "cada vez menos músicos nos dejen saber quiénes son mediante la expresión de la
música".3
El Propósito Original
Recordemos que, en un principio, la música era nuestro único medio de comunicación.
“Un estudio de las tradiciones antiguas revela que los primeros mensajes divinos se dieron
en forma de canto, al igual que los Salmos de David, el Cantar de los Cantares, los
Gathas de Zoroastro y el Gita de Krishna”.4 Así escribe Hazrat Inayat Khan, el gran sufí
músico.
El propósito original de la música era la adoración, la inteligencia divina y la comunicación

básica. La música embriagaba el alma humana. Fue, según la antigua leyenda, el canto
de los ángeles lo que indujo al alma renuente a entrar en el cuerpo de Adán. En todos los
sentidos, la música es nuestro vínculo entre lo material y lo eterno.
”En el comienzo de la creación humana, no existía un lenguaje como el que ahora tenemos,
sino solo música. El hombre primero expresó sus pensamientos y sentimientos por medio
de sonidos bajos y altos, cortos y prolongados. El hombre transmitía su sinceridad, falta
de sinceridad, aversión, placer o desagrado por la variedad de sus expresiones
musicales.”5
El lenguaje es la retención del ritmo sin tono. De esta manera, la poesía nació de la música.
Los textos espirituales antiguos se expresaron en poesía como los Vedas, Ramayana,
Mahabaharata y la Biblia.
Destilando la poesía de su ritmo, tenemos la prosa. Entonces se puede decir que todo
lenguaje se deriva de la música. La música puede poner a dormir a un bebé o inspirar a un
soldado en la guerra.
3 Jarrett, Keith. Ibídem
4Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí p. 51
6Ibíd. pag. 51
32
Nuestra tendencia más natural es hacer música. No requiere más pensamiento que
respirar. “El infante comienza su vida en la tierra moviendo sus brazos y piernas,
mostrando así el ritmo de su naturaleza, e ilustrando la filosofía que enseña que el ritmo
es el signo de la vida.”6
En realidad, la música se deriva del sonido, y el sonido se compone de vibraciones.

Ahora llegamos al meollo del asunto, ya que toda la materia está compuesta
de vibraciones. Es un hecho científico que, aunque vemos sólidos cuando miramos un
objeto, lo que realmente estamos viendo son vibraciones fluidas organizadas
en frecuencias suficientemente gruesas para formar materia sólida.
Hazrat Inayat Khan dice: "La vida absoluta de la que ha brotado todo lo que se siente, ve
y percibe, y en la que todo vuelve a fundirse en el tiempo, es una vida silenciosa,
inmóvil y eterna... Cada movimiento que brota de esta vida silenciosa se vuelve activa
en cierta parte, y crea en cada momento más y más actividad, perdiendo así la
paz de la vida silenciosa original. Es el grado de actividad de estas vibraciones lo que
explica los diversos planos de existencia... La actividad de las vibraciones las hace más
densas, y así la tierra nace de los cielos.”7
Estamos hechos de vibraciones. Y así, se puede decir que todas las cosas tienen
música en ellas. Viaja hacia nosotros directamente desde el infinito en las alas de
la vibración y se amolda a cada uno de nuestros deseos. El sonido, visto de esta
manera, no es menos que un regalo de Dios. “La música es el único medio
de entendimiento entre pájaros y bestias.”8
La música y el arte siguen siendo la mejor manera que tenemos de apreciar la creación,
de ahí el concepto indio de que el hombre fue creado para que Dios pudiera contemplarse
a sí mismo (o ella misma). Este concepto presenta una imagen magnífica de los
humanos como moldes vacíos en los que Dios vierte la conciencia. Cuando el hombre
expresa lo inexpresable, lo hace sobre las alas del canto. La canción se evapora
un poco cuando dejamos de escuchar la voz interior. Toda la música se manifiesta desde el
6Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí p. 44 'Ibíd. pág. 13 ”Ibíd. p. 50

33
música interior: el "sonido no golpeado", por así decirlo. El estertor de muerte de cualquier
religión puede escucharse en ausencia de canciones y el aumento de la palabrería (y la recaudación
de fondos).
Muchas de las tradiciones musicales indígenas del mundo fueron más allá del punto de entrega al
trance. Las religiones se basaban enteramente en la música. Mickey Hart, famoso por ”The Grateful
Dead”, escribió un hermoso libro titulado Planet Drum, A Celebration of Percussion and Rhythm.
Al describir a los chamanes de África occidental y su función en la sociedad, dice que son “viajeros
de trance profesionales, que manejan la comunicación de la tribu entre este mundo y el
mundo de los espíritus. Los chamanes son los curanderos, psíquicos, trabajadores del clima;
presionan a los poderes superiores para asegurar una buena cacería. Un chamán normalmente
necesita tres cosas: canciones de poder para convocar a sus espíritus aliados, espíritus aliados
que lo guíen al árbol del mundo y un tambor para cabalgar allí.”9
Tenga en cuenta que al viajar al "árbol del mundo", dos de las tres cosas que necesita tienen
que ver con la música: un tambor y una canción.
El estado del chamán es el trance, un estado que se nos escapa a la mayoría de nosotros en el
mundo moderno, pero que aún se puede presenciar en un inspirado solista de jazz o en
un intérprete de música clásica.
El trance de posesión es un estado en el que "los espíritus cabalgan el ritmo del tambor hasta el
cuerpo del bailarín de trance". Europa en lo que ahora es el desierto del Sahara. Cuando comenzó
la trata de esclavos en el siglo XVII, esta técnica de trance de posesión se llevó al Nuevo
Mundo. En aquellos lugares donde a los africanos se les permitía guardar sus tambores, se
transformó en candomblé, santería y vodún. En Estados Unidos, donde los tambores
estuvieron prohibidos durante muchas generaciones, este legado de posesión del ritmo de baile en
trance fue
9 Hart, Mickey. Planet Drum, una celebración de la percusión y el ritmo. Nueva York: HarperCollins, 1991.
10Ibíd.
34
despojada de su dimensión espiritual, convirtiéndose en su lugar en jazz, blues, rhythm

and blues y rock and roll.”11
Este es un punto significativo, ya que revela que el origen del jazz es un "legado de
ritmo de baile de posesióntrance desprovisto de su dimensión espiritual".
Estos comentarios de Mickey Hart me emocionaron porque he oído y leído de

grandes seres que han dicho muchas veces que toda búsqueda de los placeres de
los sentidos es realmente la búsqueda de Dios. Incluso el conquistador en la guerra
¿qué busca? No importa qué parte del mundo gobierne durante su vida, tendrá que
entregarlo cuando muera. Entonces, ¿qué es lo que realmente busca? Aunque no se
da cuenta, está buscando la unidad consigo mismo en todas las cosas. Cuando un
músico anhela superficialmente seguridad en el nivel de su interpretación, ¿qué es lo
que realmente busca? Se dice que una gota de éxtasis saboreada del yo, el Dios
dentro de nosotros, vuelve insignificantes todas las demás actividades. En ese
punto, el buscador ha encontrado todo lo que ha buscado. Cada canción es una
alabanza o una súplica por una mayor conexión con el amado.
A medida que los pueblos esclavizados se separan de su religión, la letra de la

canción cambia. El clamor es por los placeres de los sentidos: más sexo, dinero, alcohol.
¿Cuántas canciones de blues y rock and roll hablan de eso? El deseo de "mi Dios" es
suplantado por el deseo de "mi hombre". La visión de la humanidad decae, enredada
por la búsqueda de un alivio temporal de su subyugación a los falsos dioses. Pero el
grito sigue ahí, aunque el hombre ya no sepa por qué. Es el anhelo de unidad, de
unidad tal como se experimenta en el vientre de la madre, en sintonía con el ritmo de
los latidos de su corazón. Todavía se puede escuchar la canción amortiguada del Dios
interior que “busca contemplarse a sí mismo”, y el anhelo del hombre de ser uno con
él. Más tarde, el blues, vaciado de todo significado, decae en un crucigrama de doce
compases para ser ”rearmonizado” en la clase de teoría. Finalmente, los visionarios
del jazz lo reviven como un tala indio y ascienden en su autopista numérica.
11 Ibíd., 1991.
35
36
Capítulo 4
Más allá de los objetivos limitados
Incluso en la música clásica europea y el jazz estadounidense, podemos presenciar algo

parecido al estado de trance. Los artistas que pueden entrar en este estado son los
artistas más concentrados, los más exitosos en lo que hacen y, por lo general, nos brindan
los conciertos más memorables. Podemos recordar tales conciertos como una
"experiencia". Tal vez sea esa experiencia la que nos impulsa a convertirnos en
músicos; puede ser ese cambio de vida.
¿ Cómo se logra ese nivel de maestría musical de la humanidad? ¿Cómo evoluciona uno
hacia una presencia fascinante tan digna de elogio? Los objetivos limitados, como tratar de
impresionar a la gente, encontrar seguridad, tocar jazz "válido", etc., bloquean ese objetivo.
La entrega es la clave, y lo primero que debes entregar es una de tus posesiones más
preciadas: ¡ TU NECESIDAD OBSESIVA DE SONAR BIEN! Esta es una paradoja que la
mayoría de la gente puede probar a través de su propia experiencia.
Músicos que se preocupan demasiado...
Piensa en un momento en el que realmente necesitabas sonar bien. Tal vez estabas
en la escuela y tuviste que tocar para un "jurado" (cava esa palabra), o estabas tocando
con músicos que eran mejores que tú y realmente querías causar una buena
impresión, o tal vez estabas tocando en un bar y ¡De repente, un gran músico entró y
se sentó justo frente a ti! ¡En ese momento querías jugar tan bien! ¿Qué tan bien
jugaste en esas circunstancias?
¿ No se congeló todo tu sistema con el deseo de sonar bien?
Ahora piensa en los tiempos en que realmente no importaba. Estabas jugando con unos
amigos en los que confiabas y a los que
37
sabía que realmente le gustabas; o tal vez eras el jugador más activo del grupo y todos
intentaban impresionarte; o tal vez eran las 3:00 de la mañana en un concierto al que
no había ido nadie, y te tomaste unas cervezas y no te pudo importar menos. ¿Cómo sonó
eso? ¡Estabas bailando! ¡Jugando genial y pasándolo genial! No te importó mucho, y
realmente fluyó. Ahora, ¿qué pasó la noche siguiente? ¡Pensaste en lo bien que habías
tocado la noche anterior y quisiste volver a hacerlo! ¿Cómo fue este concierto? ¡NO MUY
BIEN!
Por lo general, un mal concierto sigue a un buen concierto por la siguiente razón: estás
pensando en cómo hiciste que sucediera la otra noche y quieres volver a hacerlo. Esa
expectativa hace que el concierto se agrie y toques mal. O si no tiene un concierto después
de esa gran experiencia, puede obtener algo de consuelo de su memoria y tener una
sensación temporal de alta autoestima. En los momentos inseguros del día después de un
buen concierto, tu mente puede volver a ese solo especial y recuperar la calma. "No te
preocupes, ESTOY JUGANDO MUY BIEN, ¿NO?" (¡Y 24 horas después tu mente ya ha
exagerado lo bien que realmente tocaste!) Pero cuando finalmente llega el próximo
concierto, no tiene sentido dejar que la música se desarrolle de la manera que quiere esa
noche, porque estás buscando lo mismo. experiencia como la última vez. ¡La sensación es
similar a tomar un crucero en un barco que se hunde!
Cuando le pido a la gente en mis clínicas que contemple esto, el 99% de ellos se dan
cuenta de que jugaban mejor cuando no importaba tanto. Piénsalo. ¿Qué significa eso?
Cuando no te esfuerzas tanto por ser bueno, juegas mejor. Es una realización
sorprendente. De verdad, tu propia experiencia debería probarte que cuando no te importa,
juegas mejor. Esto es lo contrario de lo que siempre se ha considerado como cierto. ¡Si no
te importa, juegas mejor!
Un músculo involuntario
En este punto de mis clínicas, suelo decir: "Está bien, ahora que hemos demostrado que
no preocuparse conduce a un mejor juego, a todos ustedes nunca les volverá a importar
cuando jueguen, ¿verdad?" Eso siempre provoca alguna risa nerviosa. Todos saben que no
serán 38
capaz de dejar de preocuparse incluso por un segundo. Como un músculo involuntario, esta
preocupación sucede incluso cuando uno se acerca al instrumento. No importa cuán
conscientes sean intelectualmente las personas, no podrán controlar su preocupación una
vez que comiencen a jugar. Puede que hayas leído los libros más profundos sobre
creatividad espiritual y estés seguro de que sabes de qué se trata, pero cuando
te acerques al instrumento, eso no importará ni un ápice. ¡Todavía te consumirá lo bien
que suenas!
¿Cuántas personas están dispuestas a subir al escenario, tocar sus instrumentos y

sonar horrible? Y luego, después de sonar horrible, ¿cuántas personas podrían decir:
"Me amo a mí mismo"? Puede sonar como "filosofía de la Nueva Era", pero si está presente
una verdadera aceptación de uno mismo, si no amor real, ¡el miedo al fracaso desaparecerá!
“La manera más fácil de hacer arte es prescindir por completo del éxito y el fracaso y
seguir adelante”, dice Stephen Nachmanovich en su libro Free Play.1 Una persona que
no tiene miedo de morir, sabe cómo vivir. Una persona que no tiene miedo al fracaso, triunfa.
Y una persona que no tiene miedo de sonar terrible puede sonar genial. No está
garantizado, porque hay otros factores involucrados pero este elemento esencial debe
estar ahí.
Miedo a sonar mal ...

Cuando te acerques a tu instrumento, no importa qué elevadas metas digas tener, el
deseo de sonar bien predominará y te dejará impotente. Por ejemplo, algunos
trompetistas con los que he trabajado no tenían un tono rico. Al trabajar con ellos, a
menudo descubrí que en realidad no estaban respirando profundamente y moviéndolo
a través del cuerno. ¿No parece extraño que los trompetistas no respiren hondo? ¿Porqué
es eso? Porque tienen miedo de comprometerse con lo que va a salir. Una respiración
realmente profunda agregará tono y peso a la siguiente frase, pero el trompetista no está
seguro acerca de la siguiente frase. Su falta de confianza provoca una respiración más
corta y una respiración más corta.
'Nachmanovich, Stephen. Free Play, Los Ángeles: Jeremy P. Tardier, Inc. , 1990 (pág. 135)
39
crea un tono más débil, o un fraseo menos rítmico o incompleto. El resultado

confirma los temores del jugador. "El pensamiento sobrecalentado pierde su poder...
La razón da a luz a la duda, que destruye el poder del pensamiento antes de
que pueda cumplir su destino". y luego soltar ese aliento en la bocina mientras
simplemente movía sus dedos sobre las teclas, sin preocuparse por las notas,
experimentaría un tono, fuerza, destreza y energía que nunca supo que existían. En
ese momento, la absoluta necesidad de exhalar anularía cualquier inquietud
sobre la musicalidad de la frase.
El miedo quita la fuerza de lo que estás haciendo. Sin miedo a las notas equivocadas,
sentirías el anhelo del cuerpo por más aire y una nueva postura surgiría
espontáneamente. Los pianistas a menudo muestran su miedo en hombros
levantados, cuellos rígidos y mentes tensas. No dejan que sus brazos se muevan
libremente porque tienen miedo de jugar mal. El resultado es un tono y un
ritmo anémicos. De esta manera se manifiestan sus miedos. En Zen In The Art Of
Archery, el maestro advierte a su alumno: “El tiro correcto en el momento correcto
no llega porque no te sueltas a ti mismo. No esperas la realización, sino que te
preparas para el fracaso.”3 Estos movimientos restrictivos son la principal causa
de tendinitis y dolencias físicas relacionadas. No es tocar el piano lo que los causa.
Tocar el piano se siente bien para los músculos si tocas libremente. He tenido las
manos adoloridas por llevar mi equipaje de gira o apretar un tornillo en casa (no
pretendo dominar esas actividades), ¡pero tocar el piano las cura!
Una vez, mientras asistía a una clase de dirección con Gunther Schuller, noté que
existe una neurosis similar en el acto de dirigir. A medida que los estudiantes de
la clase se acercaban para dirigir, sus cuerpos asumían posturas artificiales. Sus
rostros reflejarían una austeridad que no es relevante para la situación. Noté que
mostraban una gran preocupación por lo que hacían, y esto provocaba una rigidez
en toda su personalidad. Algunos estudiantes se ponían de puntillas para
enfatizar la dinámica. algunos lo harían
2Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí (pág. 21)

3Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco (pág. 30)
40
inclinarse torpemente hacia adelante y perder su centro de gravedad. Gunther

les hacía comentarios sobre el esfuerzo adicional que estaban haciendo y cómo
rompía la fluidez del movimiento.
Un tipo, en palabras de Gunther, parecía tan triste, tan hosco. Gunther lo invitó a
disfrutar de la música. Seguía respondiendo que no estaba triste, sino
concentrado. A pesar de que solo estaba auditando esta clase, casi grité: "¡Deja
de concentrarte!"
Solo he presenciado dos seminarios de conducción, uno con Gunther Schuller y

el otro con Pierre Boulez, y ambos enfatizaron la facilidad y la simplicidad del
movimiento. Ambos directores son famosos por su sencillez, y es un testimonio
del poder de la seguridad en sí mismos que estos directores pueden obtener más
respuesta de una orquesta con un sutil movimiento de la mano que otros con un
inglés corporal extraño y un énfasis excesivo. ¿Qué hace que eso suceda? Es el
poder de atracción del yo interior. Emerge cuando uno tiene un verdadero sentido de
sí mismo y de sus poderes.
Desde un punto de vista técnico, la dirección y la ejecución del piano son similares
en el sentido de que el ritmo debe estar completamente en la mano. El inglés
corporal está bien si refleja alegría o espíritu, pero si es necesario para que
las manos funcionen, es perjudicial. Cuando Gunther hizo que los estudiantes
relajaran el resto de sus cuerpos, aunque fuera un poco, la nitidez del ritmo
se perdió un poco debido a su dependencia de la tensión. ¡No pude evitar
pensar en lo fácil que sería dirigir si uno no hubiera desarrollado ese deseo de dirigir!
¿Por qué tienes miedo de sonar mal? Por supuesto, es comprensible que en un
concierto no quieras tocar mal porque el líder puede no querer que vuelvas, y
no pondrás pan sobre la mesa. ¿Pero no odias sonar mal cuando estás solo o en
una jam session, cuando no hay consecuencias? ¿Todavía no sientes
esa presión de actuar, incluso cuando no importa?
¿No es verdad que cuando suenas mal, te sientes mal? ¿No te sientes genial el día
después de sonar genial? Caminas diciendo: “¡Vaya, estoy pasando! ¡Soy
un tipo que sucede! ¡Uno de los gatos! Pero si suenas mal, podrías caminar
sintiendo: “No soy nada, menos que nada. Ni siquiera me hables, yo no
41
merecerlo." Eso puede ser exagerado, pero muchas personas pueden relacionarse con
estos cambios de humor. La triste realidad es que la mayoría de los músicos juzgan su
valor como personas por su nivel de interpretación. Ahí radica un vínculo poco
saludable entre la competencia musical y la autoestima. Aumenta la apuesta por lo que
significa jugar mal o bien. Esto ejerce una presión indebida sobre el acto de tocar y, como
acabamos de demostrar con los ejemplos de nuestras propias vidas, cuando la presión
está en sonar bien, tocamos peor y así sucesivamente.
Gran parte de esta lucha mental/espiritual/física/emocional es experimentada incluso

por los mejores jugadores. Seguro que hay algunos que no experimentan estos problemas;
que toman su música con calma, creyendo que es solo una parte de lo que son. Tal vez
tengan sentido del humor al respecto. Pero para la mayoría de los músicos, estudiantes de
música y profesores, la vida musical es presión, ¡incluso depresión!
¿Te suena familiar lo siguiente? Piensas en tu vida todo el día, tu mente llena de
problemas. ¿Debería mudarme a Nueva York? ¿Debería quedarme en la escuela?
¿Debo convertirme en maestro, o debo tratar de lograrlo? Si saliera de la escuela, podría
perder (practicar) más, tal vez mejorar. Si eres profesor, tal vez sientas la necesidad de
tomarte un año sabático para poder practicar y convertirte en el jugador que tus alumnos
creen que eres.
¡No se supone que la música sea una fuente de depresión! La música es un regalo. La
música es éxtasis. Algunas personas caminan orgullosas con la insignia: ”Toda mi vida es
música. No soy un ser humano, soy un músico. No es necesario que interactúe con los
'cuadrados', solo me importa jugar”, etc.
¡Pero tienes que descubrir una razón para vivir que es más importante que jugar!
Necesitas un sentido de ti mismo que sea estable, duradero y que no esté apegado a tu
último solo. Y, paradójicamente, ¡eso te hace jugar mejor! Elimina las
consecuencias y pone todo en perspectiva. La presión se ha ido... y juegas mejor.
Como se dijo anteriormente, es extremadamente difícil, si no imposible, dejar de

preocuparse por cómo suena, incluso si
42
sabes que eso está arruinando tu desempeño. Se necesita más que saber eso
intelectualmente para cambiar. Es posible que necesite un sistema de "reprogramación"
para poner su relación con la música en un terreno más firme.
Ir más allá
La música, libre de restricciones malsanas, induce un estado de éxtasis en el músico y el
público. La música está ahí para nuestro disfrute y enriquecimiento. La música es
literalmente el sonido de la alegría y la devoción. Es un regalo de Dios para
permitirnos expresar el increíble éxtasis de nuestra naturaleza interior. A falta de eso,
la música se pone a nuestros pies para expresar cualquiera de los innumerables
sentimientos asociados a la condición humana. Todos los demás objetivos son objetivos
limitados. Es bueno jugar bien, pero ese no es el punto. Mi hija de cuatro años puede
caminar hacia el piano y disfrutar más que el noventa y cinco por ciento de los pianistas
profesionales. Eso es porque no se ha definido a sí misma como pianista.
¿Alguna vez has tocado un instrumento que no sea el tuyo, ya sea un saxofonista
tocando el piano o un pianista tocando la batería? ¿No te divertiste haciéndolo?
Tocando la batería y pensando para ti mismo: "¡Sí, hombre, estoy cocinando!"
Golpeando el platillo, te sientes como Elvin Jones, Philly Joe Jones y Max Roach
combinados. ¡Te lo estás pasando genial y suenas terrible! ¡Fuiste capaz de dejarte
llevar y sentir benevolencia hacia tu forma de tocar porque no te llamas baterista! Eres
libre de pasar un buen rato.
Una vez que te llamas a ti mismo baterista, se vuelve más difícil disfrutarlo a menos
que seas un buen jugador. Olvidas que es más importante pasar un buen rato que
sonar bien.
No tiene nada de malo querer jugar bien, pero la necesidad de jugar muy bien es el
problema. Cuanto más te esfuerces, peor jugarás. Recuerde que sus propias
experiencias lo confirman.
4 Degas, Edgar. "Cuadernos, 1856". En Artists on Art, editado por Robert Goldwater y Marco Treves. Nueva
York: Panteón, 1945.
43
Sonabas bien, ¿cómo sonaba yo?

"Solo cuando ya no sabe lo que está haciendo, el pintor hace cosas buenas".4 Así
lo escribió Edgar Degas en 1856. La pregunta más mundana en la música es: "¿ Cómo
sueno?" La preocupación por sonar bien limita severamente la visión. Si le preguntaras
a la mayoría de las personas por qué tocan, no dirían que es para sonar bien, pero cuando
los escuchas o los miras, puedes darte cuenta de que eso se convierte en su principal
preocupación. En una sociedad relativamente cómoda como la nuestra, los músicos
quedan atrapados en cuestiones mundanas. Te despiertas en tu pequeño mundo y te
preguntas qué tan bien suenas. Cada diez minutos: “¿Cómo sueno? ¿Cómo sueno ahora?
Andas con esa inquietud todo el día, y cuando vas al concierto, eso es lo que proyectas.
Tal vez admitas que tu objetivo es sonar bien y te preguntes: ¿Qué hay de malo en
eso? Bueno, apliquemos el tema a hablar. Imagina que le preguntas a alguien: "¿Cuál
es tu objetivo cuando hablas?" y respondieron: “¡Realmente quiero sonar bien!
¡Realmente necesito sonar bien, y no descansaré hasta que suene bien!”.
¿Qué pensarías de esa persona? Probablemente es bastante superficial. Pero en la
música, la gente hace un gran esfuerzo, reteniendo el amor de sí mismos y de los demás,
solo tratando de sonar bien. ¡Qué estúpida pérdida de vida!
Cuando tienes esas buenas noches y usas el recuerdo de ellas para sentirte seguro,
tu sensación de seguridad viene de fuera de ti. Eso simplemente no funcionará para
la verdadera realización en tu vida. No necesitas jugar muy bien. Ya eres grande. ¿Sabía
usted que? Si tocas desde esa perspectiva, tu música se volverá más profunda.
Verás más allá del objetivo limitado de sonar bien.
Relajarse
¿Sabías que ni siquiera es importante que vuelvas a tocar otra nota de música? De
hecho, muchos de ustedes tienen mayores posibilidades de ser felices si DEJAN DE
JUGAR AHORA MISMO. A MENOS QUE... cambies tu relación con el juego y tu
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relación contigo mismo.
Jugar puede ser una celebración alegre de quién eres. Cuando juego, trato de ignorar las
consideraciones mundanas en mi cabeza y concentrarme en la verdad. Me gusta llenar mi
cabeza con palabras como "GRACIAS". Gracias por la experiencia de tocar música. Gracias por
este trabajo en la vida. Ciertamente hay muchos trabajos que son menos agradables. ¡Gracias
por el hecho de que estoy en Estados Unidos, Dinamarca, Francia o donde sea, y no en un
país devastado por la guerra! De hecho, ¡GRACIAS POR ESE ÚLTIMO ALIENTO QUE
ACABO DE TOMAR!”
¡Es solo música!

Aquí hay una prueba muy simple para demostrar que la música no es tan importante:
Ve a la cocina y coge una bolsa de plástico. Colóquelo sobre su cabeza, atando la abertura
cómodamente alrededor de su cuello para que no pueda pasar el aire. Ahora, vamos a contar
hasta cien. A la cuenta de veinte, déjame preguntarte: ¿qué tan importante es la
música? ¿Hay algún "problema candente"? ¿Es importante Charlie Parker? A la cuenta
de 35, ¿estaría debatiendo si el
bebop era o no la verdadera música? A los 54, sin duda estarías contemplando si la música
debería ser swing o si el free jazz realmente está donde está. A los 73, la pregunta ardería en
tu conciencia; "¿Cecil Taylor es real?"
Creo que entiendes el punto. Lo único que es realmente importante es tu próximo aliento.
Perdemos de vista la realidad muy fácilmente por culpa del pequeño dictador que llevamos
en la cabeza: la mente. Nuestra mente siempre nos está dando mensajes: "Debo sonar
bien"; "Esta es la música correcta, esa es la música incorrecta"; ”Esto es jazz válido, eso
es jazz políticamente correcto” (sí, eso lo tenemos en estos días). O nos envía mensajes como:
"Se supone que no debo jugar muy bien, porque soy mujer", o "Soy blanco", o "Soy europeo",
o "Solo los chicos que viven en Nueva York". York realmente puede tocar”, o “Soy demasiado
viejo y no puedo aprender a tocar mejor”. La mente siempre está suministrando un flujo
constante de estas ilusiones de limitación. No resultan ser ciertos, pero te impiden ver u oír la
verdad.
45
La música es la guinda del pastel
Lo cierto es que cada respiro es un regalo, y tocar música es opcional. Para la gente de
Somalia, la comida, no el bebop, es importante. Para el pueblo de Bosnia, es la paz. La
ausencia de dolor es importante. Alimentos, vivienda, aire limpio, agua limpia, ropa para
vestir: estos son más importantes que las preocupaciones musicales, si no la música
misma. La música no es el pastel. Es la guinda del pastel. Es uno de los placeres que
se nos proporciona en este planeta, en esta vida.
En el esquema general de las cosas, su nivel de competencia no es importante.

Recuerda que puedes beneficiarte al darte cuenta de esto, porque si decides que no
es tan importante, ¡ PODRÍAS JUGAR MUCHO MEJOR!
En lugares como Bosnia y Somalia, la música bien podría ser una necesidad importante
para que las personas levanten el ánimo y les den coraje. Pero la música que se
toca en esas circunstancias tiende a ser del tipo que importa, no del tipo mundano que
solo existe en la mente. Las personas sin problemas reales pueden concentrarse
demasiado en sus pensamientos. Pueden estar consumidos por su necesidad
egoísta de sonar bien. No hay éxtasis, amor o sustento espiritual.
¿A quién le importa?
¿A quién le importa si alguna vez tocas otra nota de música? Nadie. ¿Qué propósito
global estás cumpliendo? ¿Qué ardiente necesidad? ¿Crees que hay escasez de
buenos músicos de jazz? ¡Mis amigos, NO TEMAN! Hay agujeros en el ozono y la capa
de ozono se está agotando. Los mares están cada vez más contaminados. Cada vez
son menos los lugares donde se puede abrir el grifo y beber el agua. Hay una grave
escasez de alimentos en todo el mundo. ¡Pero NO TEMAS, HAY UN EXCESO DE
BUENOS MÚSICOS DE JAZZ! ¡Muchos de ellos! Miles salen de las
escuelas y universidades cada año. Se multiplican como perchas en tu
armario. ¿Alguna vez notaste que siempre tienes más y más perchas sin comprar
una? ¿Alguien ha comprado alguna vez una percha? Así es con competente,
46
tipo de músicos de jazz estilísticamente correctos, "sin voz propia". Pueden jugar rápido.
Pueden quemarse. Pueden tocar blues y cambios de ritmo. Recibimos más de estas personas
cada año. Entonces su participación no es importante. ¡No te necesitamos! ¡Vuelvan a sus
hogares y comiencen una nueva vida!
Expresión
¿Qué necesitamos? Incluso con todos estos improvisadores bien entrenados, no tenemos
más artistas que nunca. Los artistas toman toda esa tecnología, todo ese lenguaje, y dicen
algo. Expresan algo desde lo más profundo de su alma, o de sus pensamientos más
profundos, declaraciones políticas, amor a la patria, amor a sí mismo y al prójimo, ¡o
simplemente algo que hay que decir! Tal vez solo se estén divirtiendo. Tales personas no
están atrapadas en los asuntos insignificantes del día, sino que mantienen sus ojos fijos en
la verdad tal como la conocen. Pueden ser visionarios, luminarias que iluminen el camino para
el resto de nosotros.
Nos dan arte del alma, o de los genitales, o de lo que sea que los impulse. Cuando Ben
Webster o Lester Young tocaban una balada, el ambiente se sobrealimentaba.
Sus baladas eran declaraciones emocionales, sexuales o espirituales. Keith Jarrett dice:
“Es la voz individual, presente en sí misma, la que necesita ser escuchada. Necesitamos
escuchar el proceso de un músico trabajando en sí mismo. No necesitamos escuchar quién
es más hábil con los sintetizadores. Nuestra inteligencia ha creado el mundo en el
que vivimos, que en muchos sentidos lamentamos.”5
Dejando a un lado el desdén de Jarrett por los sintetizadores, cuando muchos músicos
jóvenes tocan una balada, se convierte en una oportunidad para tocar más notas. A menudo,
no pueden concentrarse en una declaración melódica y transmitir emoción, sino
que están motivados por preocupaciones miopes, como "quemarse". Los cantantes jóvenes
a menudo están tan preocupados con su canto scat que ni siquiera escuchan la letra de la canción.
Tienen la oportunidad de contarnos una historia y hacernos sentir su significado, pero pierden
el punto. Jarrett dice: "Escuchamos a músicos de jazz incursionar en la música del mundo y
la música de los indios americanos, los minimalistas
5 Jarrett, Keith. Artículo del New York Times
47
llenando tantas hojas de papel como pueden antes de que se les acabe la 'idea',
representantes de la industria vestidos como jugadores,
,
jugadores vestidos como estrellas de cine, convirtiéndose en estrellas
de cine, músicos negros sin alma e innumerables músicos de 'estudio' leyendo
periódicos en las salas de control (y que les paguen generosamente por ello, se podría
decir que les paguen por su paciencia). Escuchamos todo esto, pero ¿dónde está
esa voz, esa voz original, esa necesidad individual, primaria? ¿Dónde está Millas? ¿Dónde está la música?”6
Creatividad y Disciplina
Es agradable tener la capacidad de grabar y reproducir un millón de cambios, pero eso
es solo la tecnología de la música, el lenguaje de la improvisación. Bebop es un lenguaje,
por ejemplo. Si se quita el folclore romántico sobre la heroína, Harlem y la calle 52, se
trata de un lenguaje rítmico y melódico. Si te relacionas con él como lenguaje, y no
como estilo, puedes personalizarlo más fácilmente. Si dominas ese idioma, puedes usarlo
para decir lo que quieras. En The Music Of Santeria, Traditional Rhythms Of The Bata
Drum, el autor dice: “Un estudio de la tradición de Nueva York (Bata) revela que si
bien definitivamente hay formas correctas e incorrectas de tocar los ritmos de saludo,
hasta cierto punto cada generación, el conjunto y el intérprete individual
internalizarán y recrearán esa tradición en su propia voz musical.”7
El objetivo de tantos jugadores es simplemente hablar el idioma. Una vez más,

apliquemos el tema a la conversación. Si dominas el idioma inglés, ¿eso te convierte
en poeta? Ser capaz de hablar en oraciones completas no es un arte, sino una habilidad
técnica. Ser poeta, dramaturgo o letrista eso es arte.
Mirándolo de esta manera resuelve una controversia de larga data sobre la técnica frente
a la creatividad. Un campo dice: "No quiero absorber demasiada técnica,
demasiado lenguaje, porque sofocará mi creatividad". Algunas personas también tienen
miedo de aprender
6oferta
'Amira, John y Cornelio, Steven. La Música de la Santería, Ritmos Tradicionales de los

Tambores Bata. Crown Point, IN: White Cliffs Media Company, 1992.
48
mucho por miedo a perder su alma. Pero eso no se sostiene. ¿Qué podría escribir el
poeta o el dramaturgo sin dominio del idioma? El compositor Donald Erb dice que si tu
talento no puede soportar un poco de entrenamiento, debe haber sido bastante frágil
al principio.
El otro campo dice: "Toco bien el bebop, por lo tanto, soy un artista". Pero eso tampoco
se sostiene. ¿Puedes decir: "Hablo bien inglés, por lo tanto soy un artista"? Por
supuesto que no. Todo depende de lo que digas con el lenguaje.
Ayuda al Planeta
La música nunca muere en tiempos terribles. Al contrario, florece. En esos momentos,
la esencia de lo que la música puede proporcionar realmente surge. La música que
da fuerza para enfrentar las atrocidades del día, una canción que puede articular
nuestro dolor, la danza que juega nuestro anhelo, la poesía que nos devuelve un
momento de tranquilidad o nos incita al motín eso es lo que cobra importancia.
En última instancia, los músicos del mundo deben darse cuenta del potencial de su
vocación. Al igual que los chamanes, podemos servir como curanderos, metafísicos,
incitadores, excitadores, guías espirituales y fuentes de inspiración. Si el músico está
iluminado desde dentro, se convierte en una lámpara que enciende otras lámparas.
Entonces él está sirviendo como un vehículo para que el océano sanador del sonido
lave nuestro planeta y su gente, sanando lo que nos aflige. Esa música es
verdaderamente importante. Se dice que “solo quien obedece puede verdaderamente
mandar”. Cuando el artista está inmerso en el servicio, entregándose una y otra
vez, ocurre otra paradoja: ÉL ESTÁ SIENDO VISTO POR TODOS LOS DEMÁS COMO UN MAESTRO.
49
50
Capítulo 5
Juego basado en el miedo
El miedo, la mente y el ego

Porque no es la muerte y el dolor lo que da miedo, sino el miedo a la muerte y al dolor
epicteto
(Aunque la música se considera comúnmente como un regalo de los dioses, muchos

sufren mucho dolor y miedo al intentar tocarla. Pero este miedo es bastante irracional.
Algunos de nosotros jugamos como si nos estuvieran apuntando con un arma a la
cabeza, ¡y por lo general lo hacemos porque lo estamos sosteniendo! Evaluamos
nuestra autoestima con cada nota, o con cada trazo en el lienzo; no importa de qué
forma de arte estemos hablando. Esclavizados por el ego, estamos encerrados en el
miedo. ¿Cuáles son las consecuencias de jugar mal? Nada realmente, comparado
con las consecuencias de, digamos, saltar de un precipicio. Sin embargo, si le pides
a algunos músicos clásicos que improvisen, ¡podrían comportarse como si los estuvieras
empujando por un precipicio!
¿Por qué esto es tan? Como se dijo antes, muchos de nosotros hemos formado un
vínculo poco saludable entre quiénes somos y cómo jugamos. Tememos ser inadecuados
y eso lleva a tocar, practicar y escuchar de manera ineficaz. El miedo cierra todas las
puertas al verdadero yo, ese centro brillante donde reside el éxtasis.
Por otro lado, sin exceso de equipaje mental, tocar música produce una
sensación más exquisita que el néctar más dulce que este mundo tiene para ofrecer. Es
el sonido, olor y sabor de la gracia. Puede parecer un cuento de hadas, pero así es la
experiencia. Sin embargo, el mecanismo del miedo hace que tal éxtasis sea
inimaginable.
51
Stephen Nachmanovich, en su libro Free Play, escribe sobre cinco miedos de los que hablan
los budistas que bloquean nuestra liberación: el miedo a perder la vida; miedo a la pérdida de
medios de subsistencia; miedo a la pérdida de reputación; miedo a los estados de ánimo
inusuales; y miedo de hablar ante una asamblea. Señala que el temor de hablar ante una
asamblea puede parecer leve en comparación con los demás, pero podemos interpretarlo
como hablar alto o actuar. Nuestro miedo a actuar está “profundamente relacionado con
el miedo a la tontería, que tiene dos partes: el miedo a que se piense que somos tontos (pérdida
de reputación) y el miedo a ser realmente tontos (miedo a estados mentales inusuales)”.1
Luego dice: “Agreguémosle miedo a los fantasmas”. 2 Yo tomaría eso como el implante
del miedo por parte de figuras de autoridad que ya no están presentes en nuestras vidas,
pero el eco de cuya voz permanece para controlarnos (maestros, padres, etc.). ).
O podrían ser literalmente fantasmas; el legado de la música dejado por los grandes maestros.
Muchos músicos están demasiado asombrados por ese legado y nunca se sienten "dignos"
de agregarlo.
Es posible que a las personas que tienen dificultades inusuales para aprender y tocar se les
haya dicho a una edad temprana que tocar música es muy difícil o que no tenían talento.
Una vez que se cree eso, se vuelve muy difícil progresar. Las voces amenazantes de la
infancia se convierten en las voces en la propia cabeza: "¡No eres bueno, estúpido!" Los
mensajes pueden ser más sutiles que eso, pero el miedo persistente de ser un tonto se
traduce en miedo de no ser digno, de no tener valor. Veo eso en tantos estudiantes. El impulso
de mitigar esos miedos descarrila la búsqueda del dominio.
¿Dónde se origina el miedo? ¿De la mente? Sí, pero no la "mente universal", o la "mente
superior", o el "inconsciente colectivo". Más bien, el miedo se origina en nuestra "pequeña
mente". Uno puede llamar a esa pequeña mente el ego. Dejemos de lado el debate freudiano
y posfreudiano sobre lo que es o no es el ego. Para nuestros propósitos, nos referimos al
ego como la conciencia limitada del "yo". Es la lente a través de la cual percibimos
nuestro
'Nachmanovich, Stephen. Free Play, Los Ángeles: Jeremy P. Tardier, Inc., 1990.
(pág. 135)
2Ibíd. (pág. 135)
52
separatividad unos de otros. La separación invita a la comparación y la competencia.

Aquí es donde se originan los problemas: es más joven que yo, más talentoso, etc.
Por el contrario, la disolución del ego y la unión con lo divino es el objetivo de la música
india. La unidad con la mente universal se "llama sadhana, el acto supremo de
entrega del ego de fusionar la identidad individual con el objeto adorado". 3 El bailarín en
trance tiene el mismo objetivo.
Tiranizados por nuestros egos, vivimos en un estado que los hindúes llaman
maya, o engaño. Absortos en maya, no podemos ver la magnificencia de quienes
somos en realidad. Creemos que necesitamos mucho. Los deseos se multiplican y
no sabemos nada de la verdadera felicidad interior. "Las nubes de la emoción oscurecen
la visión clara del alma".4 Buscamos seguridad en la "seguridad laboral" y nos
obsesionamos con nuestro nivel de juego. El miedo nos sabotea a cada paso.
Hacer un inventario honesto de nuestra maestría musical es difícil. Algunos se sienten más
cómodos condenándose a sí mismos por completo que evaluando con precisión sus
fortalezas y debilidades. Por lo general, son derrotados por una sensación de futilidad antes
de tocar la primera nota. Otros se creen mejores de lo que son y no quieren enfrentarse a
las lagunas en las que necesitan trabajar. Sus actuaciones tienden a acertar o
fallar, pero racionalizan que sus mejores actuaciones son como realmente tocan,
y sus peores actuaciones son casualidades. No son realmente ellos. De esta forma
evitan arreglar y limpiar lo que hay que arreglar y limpiar. En cualquier caso, la
revelación de fallas en su forma de tocar duele. Debido a que hay tanta emoción unida a
los defectos, el último grupo trataría de pasarlos por alto, y el primero los usaría como
evidencia de que apestan. La mejora se retrasa durante años, o tal vez para siempre.
3Holroyde, Peggy. La música de la India. Nueva York: Praeger Publishers, Inc.,

1972. (pág. 45)
4Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí (pág. 19)
53
Juego basado en el miedo
Empiezas un solo agradable y sabroso y una vocecita suena en tu cabeza: “¡No es lo suficientemente
bueno! Tengo que jugar más hipper. Esto debería quemar más. Tiene que ser más complejo …” o
algún pensamiento por el estilo. Lo que sea que venga fácilmente no es lo suficientemente bueno porque,
en tu mente, ¡ tú no eres lo suficientemente bueno! Empiezas a golpear tus pies, tratando de forzarte
a escuchar música, o cantas para enfatizar. Estás esforzándote o “atrincherándote”, y en ese
momento, el solo pierde toda sutileza y ritmo. Suena nervioso, y se pierde el tono. Tal vez empieces
a correr o a jugar demasiado y en ese momento te pierdas en la forma o en el tiempo. Entonces, ¡el
miedo a parecer tonto hace que te sientes rígido y finjas que no estás perdido!
¿Suena familiar?
El miedo a la inadecuación hace que ignores las ideas que quieren surgir de forma natural.
Parecen demasiado obvios o "no lo suficientemente modernos". Pero son, de hecho, las cosas correctas.
Atrapado en el pensamiento, no puedes bailar. “Tan pronto como reflexionamos, deliberamos y
conceptualizamos, el inconsciente original se pierde y un pensamiento interfiere.”5
Recuerda que el miedo a sonar mal le roba a la música toda su fuerza. Creyendo que jugar es un proceso
difícil y doloroso, evitamos todo lo que parece fácil.
Aquí hay otro ejemplo de cómo el miedo sabotea tu forma de tocar: Digamos que has estado
practicando algo por un tiempo y tienes un gran deseo de escucharte tocar en una interpretación;
de hecho, te sientes presionado a jugarlo. ¿Por qué?
Porque quieres convencerte de que tu práctica no fue una pérdida de tiempo. Así que listo o no, ¡ lo
jugarás ! Lo conseguirás allí de alguna manera. Pero como un pastel que no ha sido completamente
horneado, sale crudo. Has caído en una trampa del ego y suenas terrible. Si la pieza que estabas
practicando hubiera sido totalmente absorbida, habría salido de forma natural y mejorado tu interpretación.
Pero si tenía que pensarlo, no estaba "listo para servir". Tu vista estaba nublada por el ego en este caso.
Miedo a perder el tiempo (miedo a
5Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco (p. viii) 54
¿pérdida de vida, tal vez?) te llevó a apresurar el material en tu actuación antes de que
estuviera lista. Es posible que hayas dejado de practicar ese elemento, ya sea porque
pensabas que lo tenías o porque estabas completamente harto de esperar a que funcionara.
En tu ilusión, piensas que debes conocer ochenta y cinco estilos de música.

Pero el hecho es que nunca he oído a ningún jugador destacado que toque en otro estilo
que no sea el suyo. ¿Tiene? Puede que no sea un estilo original, pero es el estilo que ha
adoptado. Puedes pensar que nunca podrás repetirte, pero el jazz no es improvisación total.
Si escuchas a cualquier gran improvisador, desde Art Tatum hasta Charlie Parker y John
Coltrane, notarás que siempre se repiten. Transcriba sus solos y encontrará que siempre
están tocando las mismas líneas. A veces incluso están jugando a las mismas cosas
en los mismos lugares. El aspecto de improvisación es la yuxtaposición de esas frases, pero
las notas dentro de las frases son a menudo las mismas. Como no tienen miedo de hacer esto,
sale como "su voz" en lugar de sonar repetitivo. No tengas miedo de tocar las frases que
conoces. Esos son los que molan. Por el contrario, todos los grandes improvisadores
dicen que cuando te arriesgas, dejas atrás el miedo y sigues la corriente, por así decirlo;
normalmente aterrizarás de pie. El miedo no te permite arriesgarte, o si lo haces, te hace
vacilar. No soy esquiador, pero me imagino que cuando los esquiadores olímpicos dan
esos grandes saltos, es mejor que no se inmuten, ¡o de lo contrario podríamos ver dos pies al
revés con esquís sobre ellos sobresaliendo de la nieve!
El miedo a los fantasmas es muy común en los jugadores jóvenes. Si eres pianista,
por ejemplo, ¡no querrás estar pensando en Art Tatum antes de tocar!
Eso sería como pegarse un tiro en el pie. Si quieres ser funky y rítmico, pensar en Herbie
Hancock inhibiría eso. Mientras juegas, di las palabras "Keith Jarrett" en tu mente y verás lo
divertido que es.
Escuchar un álbum de quinteto de Miles Davis de los años sesenta antes de ir al concierto
podría ser un desastre. Superado por la necesidad de ser "moderno" y "complejo", es
posible que termines sonando terrible. En esos momentos tus hombros se elevan, tu cuello
se tensa, tu cara se arruga en una ciruela mientras intentas ser otra persona.
55
¡Niegas tu derecho de nacimiento a crear y estás condenado a recrear! La mayoría de nosotros

nos conformaríamos con poder recrear a estos músicos, pero dado que la mayoría de
nosotros no tenemos ese nivel de competencia, probablemente nunca podríamos
hacerlo de manera convincente y nos esforzaríamos demasiado en intentarlo. Incluso si tú
recrear con éxito el sonido de otra persona, es posible que le falte potencia y
profundidad, ya que tiene miedo de traspasar los límites de ese estilo (y así parecer
tonto).
Miles Davis entró en la banda de Charlie Parker siguiendo a Dizzy Gillespie. Si

escuchas esas primeras grabaciones, Miles suena como si estuviera luchando un
poco. Con la fuerza de Gillespie todavía resonando en sus oídos, aún no había
encontrado su centro de poder. Fue solo más tarde, cuando Miles encontró su propio
enfoque, que su voz, tempo, estilo, poder y gracia emergieron.
Sin "miedo a los fantasmas", podrías hacer música de verdadera profundidad. Sin
temor a sonar mal, eres libre de ser real. El miedo acecha en la mente. Si quieres ser
libre, domina tu mente. “Estarás libre de la turbulencia del mundo tan pronto como
calmes tus pensamientos.”6
Bobby McFerrin dijo en un taller que “la improvisación es el coraje de pasar de una
nota a la siguiente”. Es así de simple. Una vez que conquistas ese miedo básico,
cuando eres capaz de dar ese salto de una nota a la siguiente sin pensar ni
prepararte para ello, entonces estás improvisando.7
Cuando pasas de una nota a la siguiente, el público te escuchará, entiendan

jazz o no, y querrán volver a escucharte.
Pero, el miedo no te dejará hacer eso. El ego te hace perder de vista el todo y, en
cambio, te obsesionas con la "moda", lo que reduce el interés de la música para ti y
quizás para algunos compañeros de estudios. ¡Y esos compañeros se sientan
allí mordiéndose las uñas y esperando que no suenes bien! (Voy a exponer sobre
esto más adelante).
“Millman, Dan. Camino Del Guerrero Pacifico, Un Libro Que Cambia Vidas.
Tibouron California: HJ Kramer, Inc., 1984. (pág. 81)
—Milkowski, Bill. ”Swing, Soul, Sincerity Un taller de Bobby Mcferrin”.

Abajo Beat
56
No cometa el error de pensar que los oídos de la audiencia no importan.

De lo contrario. Son más objetivos en lo que escuchan que el músico. Un
improvisador intrépido al que le gusta excitarse en público tendrá un impacto en
cualquier audiencia. Bill Evans fue bastante elocuente sobre este tema cuando
dijo: “No estoy de acuerdo en que la opinión del profano sea un juicio menos válido
sobre la música que la del músico profesional. De hecho, a menudo confiaría más
en el juicio del profano sensible que en el de un profesional, ya que un profesional,
debido a su constante involucramiento con la mecánica de la música, debe luchar
para conservar la ingenuidad que el profano ya posee.”8 Las preocupaciones
"mecánicas" oscurecen la "ingenuidad".
Justo antes de tocar, me gusta sentir que nadie ha tocado el piano antes, que
estoy en un territorio completamente virgen y que cada nota que toco es el sonido más
hermoso que he escuchado.
Con miedo, esperamos; con amor, aceptamos.
”Bill Evans de su video, The Universal Mind of Bill Evans: The Creative Process and Self Teaching.
Rapsodia Films Inc.
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58
Capítulo 6
Práctica basada en el miedo

El sabio en la tormenta ora a Dios, no para que lo proteja del peligro, sino para
que lo libere del miedo.
Ralph Waldo Emerson
Así como el miedo contamina el ambiente para la creatividad, también inhibe

el estudio efectivo. La mente causa estragos y el ego tiene un picnic. Por
ejemplo, quieres ser un gran músico de jazz y tu mente te dice que
debes tener éxito a cierta edad. Si tienes 18, debes tener éxito a los 21. Cuando
eso no sucede, te das hasta los 25. A los 25, son 30... y así sucesivamente. Y
si tienes 35, son 40, y a los 40 sientes que “se te ha pasado el desfile”.
Su mente puede estar impulsada por la idea de que debe ser un experto en
todos los estilos de música; por lo tanto, tiene una gran cantidad de material
que debe cubrirse. Sientes que hay una gran carga de trabajo por delante con
tan poco tiempo. ¡Experimentas un miedo a morir antes de que lo consigas todo!
Verás, el miedo ha arruinado tu práctica al apresurarte a través del

material, haciéndote incapaz de absorber nada. Intentas cubrir demasiado
terreno cada vez que practicas, apenas rozando la superficie de cada elemento
y luego sigues adelante. Ignoras el hecho de que apenas puedes ejecutar el
material, porque no tienes tiempo para darte cuenta de eso. Después de todo,
¡ hay tanto que practicar y tan poco tiempo! Es frustrante aunque estés
practicando todas estas cosas, tu forma de tocar no está mejorando
mucho. No se domina nada. Al oírte tocar el ejercicio correctamente una o
dos veces, racionalizas que lo tienes. El único problema es que si vuelves a
él diez minutos después, encuentras que
59
¡no lo tengas! Estás practicando muchas cosas, pero nada se está hundiendo, y nada de
lo que practicas está saliendo a la superficie cuando tocas. Nunca te detienes a pensar que
deberías estar jugando mejor con toda esta práctica. ¡Tienes un sistema de creencias, arraigado
en el miedo, que se supone que no debes jugar tan bien de todos modos! Los resultados que está
obteniendo confirman esa creencia.
Mientras se mueve rápidamente a través del material, está bajo la ilusión de que está
progresando. Pasar suficiente tiempo aprendiendo algo se sentiría interminablemente
lento, pero ese es el camino del verdadero crecimiento. Se necesita lo que se necesita. El
hecho es que si no te quedas con el material el tiempo suficiente para que se sienta
cómodo, descubrirás que no se queda contigo. ¡Entonces realmente estarás perdiendo
el tiempo! Realmente no vale la pena seguir adelante hasta que se domine algo.
Una mente temerosa no te permitirá concentrarte y absorber. Incluso mientras se enfoca en

una cosa, la mente ejerce una presión sutil o no tan sutil con el pensamiento de las otras
cosas que necesitan atención. Esto crea una sensación muy ansiosa e insegura. Cuando rozas
la superficie, adquieres muchos malos hábitos con respecto al tempo, la digitación y otros
detalles. La repetición de estos malos hábitos hace que se arraiguen cada vez más
profundamente en tu subconsciente, de modo que en realidad estás haciendo lo que yo llamo
práctica negativa. De esta manera, una hora de práctica es mejor que dos, treinta minutos
es mejor que una hora, ¡y no practicar en absoluto sería preferible a ese tipo de práctica
negativa!
Muchos músicos están tan obsesionados con los elementos complejos que no dedican
suficiente tiempo a lo básico. Como resultado, tienden a tener todo tipo de fallas básicas en
su forma de tocar. Por ejemplo, si las progresiones de acordes básicas no se digieren por
completo, tendrá problemas con la mayoría de las melodías estándar. El ochenta por ciento
de todos los estándares de jazz se componen de la progresión IIVI, una sucesión de acordes. Si
realmente domina esa progresión en todas las tonalidades, descubrirá que puede volar a través
de la mayoría de las melodías al instante. Pero antes de dominar esta progresión fundamental, es
posible que tu mente inquieta ya te haya llevado a estudiar otras más exóticas. Al no haber
aprendido correctamente IIVI, probablemente estés condenado a fallar en el juego de más
60
progresiones modernas como en las básicas. Tu miedo en este caso podría ser el miedo a
morir antes de que te consideren "moderno".
¿Por qué la mayoría de nosotros seguimos adelante cuando aún no hemos dominado nada?
Tenemos miedo de no llegar a ser grandes jugadores, y eso se convierte en una profecía
autocumplida.
Sigues adelante porque crees que no hay suficiente tiempo para aprender todo lo que
necesitas para convertirte en un gran jugador. Sigues adelante, dejando el material anterior en
un estado inservible. Y nunca te conviertes en un gran jugador. Tu mente te ha jugado una mala
pasada.
La práctica disfuncional es un subproducto del miedo y el ego. A veces la mente está tan
inquieta y llena de ansiedad que no puedes practicar nada. Una persona en este estado piensa
que no está comprometida o simplemente es "perezosa" porque nunca puede ponerse en
forma para practicar. Si este es tu caso, sé amable contigo mismo. ¡No eres perezoso, solo estás
completamente abrumado! En tu mente, hay tanto por lograr que no puedes empezar. Estás
atrapado en un campo de energía de angustia.
¿Te suena familiar lo siguiente? Te despiertas, miras tu lista de cosas para practicar y dices:
"Necesito una taza de café antes de comenzar". Así que bebes tu café y decides leer el periódico
también. No hay mejor momento para leer el periódico que con esa primera taza de café (y,
por supuesto, todos sabemos lo genuinamente preocupado que está por los
acontecimientos actuales). El tiempo pasa y miras tu lista, luego tu reloj y te dices a ti mismo:
“Bueno, no tengo tiempo para eso ahora. Tal vez después del almuerzo. Después del almuerzo,
piensas en esa lista y decides: "Tal vez solo haga algunas llamadas telefónicas primero y
luego me pondré manos a la obra". Después de las llamadas telefónicas, te diriges a tu
instrumento y, mientras lo haces, pasas por la cocina y piensas: "Tal vez solo una taza de café
más". ¡Después de eso, me llenaré de cafeína y quemaré esa lista!”. Te bebes el café,
sales saltando de la cocina, miras la lista y exclamas: "¡Una llamada telefónica más!". La llamada
telefónica fue frustrante y estás demasiado nervioso para practicar. Ahora necesitas refrescarte.
61
Mirando la lista de nuevo, piensas: “Estoy un poco demasiado cansado para practicar en este
momento. Creo que veré un poco de televisión durante media hora, luego estaré listo para irme”.
Ves DOS HORAS de televisión y dices: “Oh, estoy demasiado distraído para hacer algo ahora.
Esperaré hasta después de la cena. Después de la cena, bostezas y dices: “Esa fue una buena
cena. Necesito digerir por un tiempo. O sales de fiesta para olvidar los fracasos del día.
Procrastinaste todo el día. Tal vez alguna droga sea parte de la distracción.
Podrías pensar que después de un buen porro realmente podrás entrar en él. Cuatro o cinco
minutos se sienten muy bien, pero pronto estás demasiado distraído (o otra vez hambriento) para
concentrarte en un proceso, y es hora de desconectarte. La práctica real nunca tiene lugar, y te
vas a la cama decepcionado contigo mismo otra vez. Esto alimenta el fuego del autodesprecio.
Intentas aliviar el dolor con una promesa silenciosa de "despertarte más temprano mañana" y
comenzar de inmediato. Es tu mente hiperactiva la que no puede concentrarse, tal vez si te
despiertas una hora antes, ¡podrías lograr algo antes de que tu mente se despierte!
Pero, ¡ay!, cuando abres los ojos, tu mente te está mirando a la cara, sonriendo y diciendo:
"Buenos días, dormilón. ¡Pensé que nunca te despertarías!” Tu mente está allí esperándote de
nuevo, y ese día se escapa como todos los demás. En lugar de avanzar un poquito cada día y
evolucionar, pasas la mayor parte del día en tu cabeza obsesionado con tu vida.
Bromeo con los estudiantes en mis clínicas, diciendo que quiero que tomen prestados cinco
minutos de esas horas que pasan cada día obsesionados con ellos mismos, ¡y usen
ese tiempo para practicar!
¿Por qué uno no hace nada cuando uno se preocupa tan apasionadamente por tocar música?
No es pereza; es una sensación de estar abrumado . Necesitas saber esto. Es como el alcohólico
que reconoce: "No soy una mala persona, soy una persona enferma". Le permite a uno sentir un
poco más de autocompasión.
Si no se pueden cumplir sus expectativas, es necesario reducirlas. Por ejemplo, no piense que
debe practicar de tres a cinco horas todos los días. ¿Quién tiene de tres a cinco horas? ¡No te das
cuenta de los beneficios de una práctica enfocada y paciente ni siquiera por cinco minutos!
Los interludios de cinco minutos centran la mente.
Muchas personas sienten la
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aparición de ansiedad (otra palabra para miedo) ante el mero pensamiento de la

práctica. Su ansiedad es causada por dos dilemas: cuánto tiempo deben practicar y
con qué deben comenzar. Estas personas están atrapadas en sus cabezas. Si encaja
en uno o más de los perfiles que acabo de describir, espero que encuentre respuestas
más adelante en este libro sobre cómo cambiar su paisaje mental y comenzar
a avanzar.
Siendo afligido por la incapacidad de actuar, te sientes excluido de un mundo

acristalado de músicos en funcionamiento. Golpeas el cristal con hábitos de práctica
dispersos, pero nadie te escucha. Todos tus intentos de entrar son inútiles. El miedo
a no ser grande te ha impedido ser grande. Para encontrar una salida a este
dilema, es necesaria una profunda reprogramación de su mente.
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64
Capítulo 7
Disfunciones de la enseñanza: enseñanza basada en el miedo
No es la muerte lo que un hombre debe temer, pero debe temer nunca empezar a vivir.
Nachmanovich hace una gran afirmación: “Educir significa extraer o evocar lo que está
latente: educar significa entonces extraer las capacidades latentes de la persona para
comprender y vivir, no llenar a una persona (pasiva) con conocimientos
preconcebidos”. 1 Ahí radica la razón por la que tantos están abrumados, como se
describe en el capítulo anterior. Es muy probable que estén "llenos de conocimientos
preconcebidos" en lugar de que se les hayan extraído sus "capacidades latentes".
Éste es un punto importante. Es una práctica común dar tareas semanales

en lugar de ayudar al estudiante a comprender el material.
Creo firmemente que los educadores deberían repensar este enfoque. Ocultar al
estudiante en tareas a menudo lo hundirá. A veces es necesario interrumpir las
lecciones hasta que el alumno se recupere. Pero como a muchos se les enseñó de esta
manera, como resultado, enseñan de esta manera. El miedo y la ansiedad se transmiten
de generación en generación. También están los que ocupan puestos de autoridad, pero
son incompetentes y eso también da miedo.
El mundo está bendecido con muchos maestros consumados, incluso inspirados, pero
también hay muchos maestros que se ajustan a la descripción anterior. Demasiados.
1 Nachmanovich, Stephen. Free Play, Los Ángeles: Jeremy P. Tarcher, Inc., 1990. (pág. 118)
sesenta y cinco
Tal maestro puede poner énfasis en las cosas equivocadas. Tal vez no pueda impartir
la información correcta que resolvería los dilemas de los estudiantes, ya que nunca los
resolvió él mismo. El estudiante sabe que algo anda mal, pero es posible que no
se dé cuenta de que su maestro también está en la oscuridad.
Quiero reiterar que hay muchos grandes y efectivos maestros.

Sin embargo, no me refiero a ellos en este momento. La razón por la que estoy
hablando de maestros deficientes es que necesitamos articular todas las barreras
al dominio y, si es posible, restaurar la claridad.
Un maestro frustrado tiene un problema de autodesprecio que crece con el tiempo.

Puede parecer que está descontento en general. Está notoriamente ausente de
eventos musicales importantes, como cuando un gran músico llega a la ciudad.
A veces llega un alumno que juega bien y obliga al profesor a enfrentarse a su propio
ego. El maestro tiene que encontrar formas de guiar al alumno, mientras que en secreto
puede temer o resentirse con ese alumno por sus dones.
Estos estudiantes superdotados sólo tienen una discapacidad temporal. Suelen

continuar y encontrar su camino. Pero para los músicos límite, la calidad del maestro
puede significar la diferencia entre convertirse en músico o no. ¡Algunos no lo logran
y muchos se convierten en maestros! Pasan los años mientras se deslizan más en
la negación.
Más a menudo encuentro profesores que son buenos jugadores, pero no saben cómo
mejorar. Han llegado a una meseta que no pueden superar. En secreto, sufren las
mismas frustraciones de los estudiantes a los que asesoran.
A menudo, durante las clínicas, uno o más de los maestros que asisten se me acercan
discretamente y me susurran: "Sabes, acabas de contar mi historia". Saldremos un
rato y escucharé su situación, tratando de recomendar un curso de acción. A
veces son lo suficientemente humildes y honestos como para admitir sus debilidades
ante sus alumnos y expresar su voluntad de resolverlo juntos. Se convierte en un
viaje mutuo. Me gusta mucho ver eso.
66
Los profesores que necesitan cambiar están en la misma situación que sus alumnos. El
estudiante se queja de que no puede reprogramarse a sí mismo porque está muy
ocupado yendo a la escuela, ¡ y el maestro tiene el mismo lamento porque está muy
ocupado enseñando en la escuela! Hay una manera para que cualquier persona cambie sus
tendencias, su nivel de competencia y, de hecho, su vida con una acción constante y
consciente. Pero sin ese plan, estos músicos se vuelven cada vez más infelices a medida que
pasa el tiempo, porque están viviendo una mentira. Se vuelve más doloroso llevar la carga a
medida que pasan los años.
Pero se puede cambiar con esfuerzo propio. Sea honesto y tome el control de su mente.
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Capítulo 8
Disfunciones auditivas: escucha basada en el miedo

"Feliz nosotros también nos lanzamos a mares sin caminos, sin miedo a costas desconocidas".
Walt Whitman
Los estudiantes de jazz con problemas de ego realmente temen escuchar buena música. Una
vez estaba en un pueblo actuando con un gran grupo. Al día siguiente hice una clínica en la
escuela de música local para unas treinta personas. Pregunté cuántos estudiantes habían
asistido al concierto la noche anterior. Sólo tres personas levantaron la mano. Esto no era
Nueva York o una ciudad donde uno pudiera escuchar esta calidad de música muy a menudo.
Me quedé impactado. Les dije que si un concierto u otro compromiso importante no les
impedía asistir, tal vez quisieran reevaluar sus motivos para estudiar música porque si esto era
lo que realmente querían hacer en la vida, ¿por qué perderían la oportunidad de escuchar ¿Qué
tan hermoso puede ser? Escuchar a artistas inspirados nos vigoriza y refuerza nuestro
compromiso. Sin embargo, si uno simplemente se está acariciando a sí mismo, evitaría
conocer a los grandes jugadores. ¡Músicos como estos prefieren la comodidad y la seguridad de
sus agujeros de hobbit!
¿Quién quiere admitir que odia escuchar a un gran jugador? Pero algunos lo encuentran
demasiado doloroso. Alimenta los fuegos de su autodesprecio: "Si él juega muy bien, entonces
no valgo nada", así es como funciona. Sé que esto se aplica a muchos de ustedes.
Experimenté la transición entre la escucha basada en el miedo y la escucha con amor cuando,
como mencioné anteriormente, escuchaba a Horowitz con mi maestro en Brasil. De
repente me di cuenta de cómo
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retorcido y tenso estaba mi cuerpo. Liberarme de mi ego en ese momento me

permitió experimentar la alegría de su forma de tocar.
Debes escuchar de la misma manera que juegas, practicas o enseñas: con amor y
apertura. De esta manera, te absorbes en el momento y te pierdes en la música. Es
posible que descubras que tu forma de tocar ha cambiado por ósmosis. Este punto
me ha sido probado muchas veces. Hay una estación de radio en la ciudad de
Nueva York que celebra los cumpleaños de varios músicos tocando su música todo
el día o, a veces, toda la semana. Una vez tocaron Art Blakey durante varios días.
Tuve la radio en esa estación todo el fin de semana. Día y noche, escuchando
o no, Art Blakey flotaba en mis oídos. A veces me sentaba y escuchaba, otras
veces estaba ocupado. Se me ocurrió que nunca antes había escuchado tanto a
Blakey continuo. El lunes por la noche, de camino al Village Vanguard para mi
actuación habitual con la Orquesta de Mel Lewis, todavía lo escuchaba en la radio
del coche.
Cuando empezamos a jugar, noté que todo se sentía diferente. Había absorbido
automáticamente el ritmo de Blakey y estaba tocando las cosas con un paso
diferente. Otros en la banda reconocieron el cambio de sentimiento.
Escuchar sin esfuerzo es como respirar. Te nutre sin que siquiera lo sepas.
En otra ocasión, mientras enseñaba en el Instituto Schweitzer en Sandpoint,

Idaho, tuve la oportunidad de escuchar más música orquestal y de cámara de la que
jamás había escuchado en un corto período de tiempo. Una noche toqué solo de
piano e improvisé como nunca. Era como si una pieza de orquesta
espontánea estuviera "canalizando" a través de mí. Semanas de inhalar toda esa
gran música ahora se manifestaban en mi forma de tocar.
Incluso tienes que permanecer abierto a la música que al principio no te atrapa. Si no

tienes pasión por ciertos estilos de música, es bueno ser honesto al respecto.
Pero como estudiante de música, también es bueno intentar expandir tus límites.
Toda la música está relacionada. Diferentes tipos de música ofrecen lecciones para
enriquecerte. Lo que bloquea la escucha es el mismo elemento que bloquea el juego:
el ruido mental.
70
Hace años, cuando veía un cielo lleno de estrellas, mi mente decía: "Guau,
realmente debería cavar este cielo". De hecho, me estaba presionando para
amar el cielo. Más tarde, cuando mi mente se tranquilizó, pude pararme allí
y fusionarme con la belleza. Lo mismo ocurre con la música. No intentes
escuchar, pero déjate escuchar. A medida que te “fusionas con la
belleza”, te elevas; y si escuchas profundamente, escuchas cosas.
Una vez, mientras escuchaba música toda la noche, escuché una relación
absoluta entre Joni Mitchell, Bela Bartok y la música del sur de la India.
Fue una revelación para mí, pero ¿no estaba allí antes? Estas ideas fueron
causadas por mi inmersión en la música.
El maestro sufí, Hazrat Inayat Khan, dice: “Hay diferentes formas de escuchar
música. Hay un estado técnico cuando una persona que ha desarrollado
la técnica y ha aprendido a apreciar mejor la música, se siente perturbada por
una música de grado inferior. Pero hay un camino espiritual, que no tiene nada
que ver con la técnica. Es simplemente sintonizarse con la música; por lo
tanto, lo espiritual no se preocupa por el grado de la música. Sin duda,
cuanto mejor es la música, más útil es para una persona espiritual; pero al mismo
tiempo no hay que olvidar que hay lamas en el Tíbet que hacen sus
concentraciones y meditaciones moviendo una especie de sonaja cuyo sonido
no es especialmente melodioso. Cultivan así ese sentido que eleva a una
persona con la ayuda de la vibración a los planos superiores. No hay nada
mejor que la música como medio para la elevación del alma.”1
Es escuchar sin ego lo que te sintoniza con la música. La misma calidad

de escucha se aplica cuando se juega con un grupo. La escucha basada en el
miedo es tratar de jugar con los demás mientras te preocupas por ti mismo. Uno
de mis alumnos dijo que su timidez le impedía escuchar a los demás mientras
jugaba. Se encontró escuchando y tratando de responder. Eso es
parcialmente correcto. Quieres escuchar y responder, pero no puedes
planificar tu respuesta o perderás el momento: ese precioso
'Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí.
71
conexión con el verdadero yo. Esta misma persona dijo que una vez, cuando
estaba tocando con un grupo, se repetía como un mantra: "No pienses,
escucha... No pienses, escucha..." Se dio cuenta de que estaba tan ocupado
diciendo: "No pienses, escucha", que no estaba escuchando. Eso se llama
tratar de no intentarlo y es una de las locuras de una mente intrusa. En el
libro, The Music OfSanteria, Traditional Rhythms Of The Bata Drums, de John
Amira y Steven Cornelius, los autores señalan la naturaleza de escuchar: ”En
las primeras etapas del aprendizaje, no es raro perder el rastro de los mismos
sonidos que uno crea en su propio tambor entre los sonidos más
amplios del conjunto. Si bien es desconcertante al principio, esto también puede
ser una señal positiva, ya que sugiere que los oídos están experimentando y
asimilando la totalidad del conjunto en lugar de estar encerrados en una sola línea musical.”2
Necesitamos esta conciencia para alcanzar la unidad con la música y

con nosotros mismos. Hay un néctar que fluye del fruto de la falta de ego; es la
dicha que hemos buscado toda nuestra vida.
2La música de la santería, ritmos tradicionales de los tambores Bata, por John Amira y Steven Cornelius.
72
Capítulo 9
Composición basada en el miedo
El miedo a componer, como el miedo a tocar, es irracional. La fuente es la misma:

miedo a escribir malas composiciones. Realmente no hay ninguna importancia en
escribir una buena composición que no sea nutrir tu sentimiento de autoestima.
Si uno no necesitara la validación como compositor, podría garabatear deliciosamente,
llenando felizmente muchos cuadernos de música. Si una persona ha adquirido las
herramientas para componer a través del estudio, esa experiencia se manifestará
en sus composiciones. Hay que decirlo una y otra vez: sin necesidad de
autovalidación, el talento y los conocimientos adquiridos fluyen con naturalidad.
Composición aleatoria
La composición de “canalización” implica el mismo proceso que la improvisación
a través de la aceptación agradecida de lo que sale. Llamo a esto composición
aleatoria: Llenar una hoja de papel con notas aleatorias.
El momento de mayor ansiedad para un compositor es mirar fijamente una hoja de

papel en blanco. Es mucho más fácil editar material que crear de la nada.
Poner notas en papel sin archivos adjuntos es un gran comienzo.
Una vez que haya creado "algunas cosas", puede comenzar a editar. A través del
proceso de variación, puedes crear más música o mejorar lo que tienes. Sin
embargo, cualquier sentido de apego al trabajo te impide ver las posibilidades. Por
ejemplo, cualquier nota que escriba puede desarrollarse variando el orden, la octava, la
transposición, etc. Si haces esto sin ningún apego emocional, sin la necesidad de crear
nada que valga la pena (la misma vieja trampa), es probable que vengas
73
con juegos de notas más atractivos. Al juntar algunos de ellos, puede crear ideas
más largas a partir del embrión de sus elecciones aleatorias originales.
También se pueden variar otros elementos. Por ejemplo, puede armonizar una
melodía, luego deshacerse de la melodía y escribir una nueva en la armonía.
Entonces puedes volver a armonizar esa melodía, y has creado dos
melodías y dos conjuntos de cambios desde el embrión. Ahora puedes modificar
esas progresiones y melodías de muchas otras formas. Bob Brookmeyer habla
de pulir la música: se pule y se pule a través de la variación, hasta que brille
con continuidad. Pero agregaría que debes resistir el mayor tiempo posible a la
tentación de hacer "una pieza" con él. Solo sigue garabateando.
Cuanto más te resistas a identificar la pieza, más “cosas suceden”. A medida
que se separa, la pieza parece "escribirse a sí misma". Y esto es muy importante:
¡ debe sentirse libre de tirar las cosas! Entrar en más detalles sería tema de otro
libro pero lo importante es el principio de componer con desprendimiento.
Recientemente estuve trabajando en varias piezas para grandes conjuntos.

Usando una computadora, tuve la ventaja de copiar, borrar o reelaborar las
ideas al instante. El resultado fue que podía estirar las ideas de la forma
que quisiera. La gente comentó que debo haber aprendido mucho sobre
computadoras con esta experiencia, pero aprendí mucho más sobre
composición. Reelaboraba y reelaboraba la pieza hasta que se convertía en
algo que no esperaba en absoluto. Otro beneficio fue que surgió tanta música,
como tener un conducto hacia un océano interminable de ideas. Es importante
tener en cuenta que a veces, cuando no podía escuchar nada en absoluto y no
sentía inspiración, escribir notas al azar y jugar con ellas hacía que fluyera la
creatividad.
Nada es tan inhibidor como la necesidad de escribir algo brillante. Una vez, un buen
amigo mío estaba escribiendo una ópera y realmente experimentó un bloqueo.
Fue debidamente atormentado, creyendo que "componer es un proceso
doloroso". Habló con nostalgia sobre cierta ópera como considerada "la ópera
más grande desde la Segunda Guerra Mundial". Le dije: "Me parece que estás intentando
74
para escribir la mejor ópera desde la Tormenta del Desierto! Tengo una idea. ¿Por
qué no escribes una mala ópera? Eso debería ser fácil”. Mi amigo se rió
incómodo conmigo, pero pude simpatizar con su dilema. Siempre quieres
hacerlo bien, pero la paradoja recurrente es que tienes muchas más posibilidades
de hacerlo bien si dejas ir la ansiedad y sigues adelante.
Intenta escribir tres piezas malas al día. Apuesto a que no puedes hacerlo. ¡Tu
talento te saboteará y hará que salga buena música! Otro compositor
amigo mío me dijo: “Kenny, sé que eso no funciona. He escrito un montón de
artículos malos en los últimos treinta años, y no ha hecho nada por mí”. Le dije: "Ah,
sí, pero ¿alguna vez trataste de escribir una mala pieza? ¡Esa es la liberación de la
que estoy hablando!”
Puedes pensar que esto suena genial y que leerlo tiene el poder de cambiar tu vida.
¡Pero te garantizo que la próxima vez que toques o compongas, actuarás como si
no hubieras oído ni leído nada! Como dije antes, tratar de sonar bien es un acto
reflejo. El ego es como un músculo involuntario. Desearías no estar tan absorto en ti
mismo, pero simplemente no puedes evitarlo. Y tu ensimismamiento no
necesariamente se manifiesta de la manera más obvia. Por ejemplo, puedes
pensar que eres humilde porque te menosprecias todo el tiempo, pero aún estás
atrapado en el ego porque tienes que ser extremadamente egocéntrico para
sentirte tan mal contigo mismo.
La domesticación de la mente, la disolución del ego y el abandono de todos los

miedos solo pueden evolucionar a través de la práctica paciente. No hay nada
que valga la pena lograr en este o cualquier otro planeta que no requiera práctica.
Al hacer esto, te vuelves consciente de otro "espacio".
75
76
Yo
Capítulo 10
El espacio
Haciendo la conexión
"No debes ser más que un oído que escucha lo que el universo del mundo está
constantemente diciendo dentro de ti".
Rabino Dov Baer de Mezritch
( Hay un lugar dentro de cada uno de nosotros donde existe la perfección. El

genio, Dios, vive allí. Todas las posibilidades creativas del universo se encuentran allí.
Es la capacidad innata de cada uno de nosotros de ser Dios, de comportarnos
con extrema dignidad, para llevar a cabo nuestros negocios de una manera recta,
y para canalizar un flujo interminable de ideas que mejoran la vida y sonidos de
celebración para la elevación de la humanidad. Este ruido alegre es el sonido del Ser
Supremo que se manifiesta a través de nosotros. Si entregamos nuestra deseos, lo oiremos.
Al principio parecerá distante, como el sonido del océano cuando pones un oído en
una caracola, pero con la práctica, uno puede escuchar el divino "sonido no
golpeado" y quedar envuelto por él. La música exterior se impregna entonces con la
luz del universo y su gran poder transformador. Una meta más valiosa es vivir la
vida y realizar todos los deberes desde este espacio interior. “A partir de la
plenitud de esta presencia de ánimo, sin que lo perturbe ningún motivo ulterior, el
artista que está liberado de todo apego debe practicar su arte.”1
Desde este espacio, hay una gran compasión y un gran amor, así como un gran
desapego. Una persona se convierte en el supremo
'Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco p. 38
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disfrutador, observador y hacedor. Su implicación en la vida es total. Participa

plenamente en el mundo, pero no está atrapado por él. No hay miedo,
porque no está apegado a los resultados de las acciones. La práctica no requiere
paciencia, ya que no existe una necesidad imperiosa de alcanzar una meta.
Simplemente existe la celebración del hacer, el aprender, el lograr y disfrutar. Sin duda,
experimenta toda la gama de emociones, pero no está apegado.
Por lo tanto, puede vivir su vida y hacer sus movimientos en armonía con su yo
interior y el universo exterior. Con frecuencia recibe intuición sobre qué hacer a
continuación, y la sigue sin miedo. Paradójicamente, el desapego hace que sus
acciones tengan un gran propósito y resulten en un gran éxito. La abundancia del
universo tiende a llover sobre tal persona; sin embargo, si no es así, también está
bien.
En términos de una vida musical, esto se traduce en una expresión intrépida:

simplemente pasar de una nota a la otra, buscando la unidad con uno mismo y
abriendo un océano de música para que otros recuperen sus espíritus. Todo el
proceso de aprendizaje se convierte en un juego alegre, porque el estudiante no
está apegado a los resultados sino que se observa a sí mismo con un enfoque unidireccional.
“Cuando la actividad vibratoria se controla adecuadamente, el hombre puede experimentar

toda la alegría de la vida y, al mismo tiempo, no ser esclavizado por ella”. “en el control
reside todo lo que se llama dominio.”2
El desapego es una cualidad esencial para que uno se establezca en ese espacio.
Las expectativas crean agitación en la mente, y entonces no es posible fusionarse
con uno mismo. El gran maestro de Siddha Yoga, Swami Chidvilasananda,
ha dicho: "La expectativa existe cuando hay miedo". con la fuerza divina. El ego
refracta la luz pura de Uno y crea la ilusión de muchos, y buscamos la unión en la
búsqueda de
2Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí, p. 20 Revista

3Darshan, marzo de 1994, p. 42
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exterioridad. Pensamos que si tenemos suficiente de lo que queremos, estaremos a

salvo. Pero desde el espacio interior, uno se da cuenta de que todo lo que necesita y desea
ya existe dentro. Cristo, o Jesús, dijo: "Buscad primero el Reino de Dios y todo lo
demás vendrá por añadidura". También dijo: "El Reino de los Cielos está dentro". Considero
que esas declaraciones significan que nuestra verdadera realización se encuentra en el
Reino, y ese Reino se encuentra dentro de nosotros mismos.
El Espacio Interior es el lugar donde la alegría, el placer y la realización mundana y de

otro tipo están disponibles en un suministro ilimitado. La aceptación de estos regalos
permite que aumente el flujo. Se dice que las actuaciones de este estado son muy
inspiradoras y dejan a la audiencia profundamente conmovida. Un concierto ofrecido por
un artista que ha alcanzado este estado se considera un evento que no debe perderse.
Como músicos, tenemos el potencial de hacer grandes cosas. Todo el mundo puede
recordar al menos un gran concierto al que haya asistido. La actuación fue tan
inspiradora que se quedó con la audiencia mucho después de que se fueron a casa.
Tal vez la fragancia todavía estaba allí al día siguiente. El sentimiento que creó hizo
que los presentes se comportaran de manera diferente por un tiempo, posiblemente con
más gracia, con más atención del alma. En espiral a niveles más profundos de
conciencia, el artista nos lleva debajo de las capas de ilusión y nos pela como una
cebolla. Él nos da el alimento espiritual que tanto necesitamos.
Un verdadero maestro no es solo un maestro de la técnica o del lenguaje, sino de sí mismo.

Puede sentarse serenamente en el centro de ese espacio mientras realiza sus acciones a la
perfección. Este es un estado de desinterés y concentración absoluta que hindúes y
budistas llaman samadhi . La meditación es la herramienta más utilizada para alcanzar este
estado. Una vez que se alcanza el samadhi , uno puede realizar todas las acciones en ese
estado. En una conversación que tuve con Toots Thielemans sobre el tema, se refirió a él
como "nivel cero".
Mildred Chase, en su maravilloso libro, Just Being At The Piano, lo expresó maravillosamente:
"Ahora soy capaz de alcanzar un estado
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de estar al piano del que salgo renovado y en paz conmigo mismo, habiendo establecido una
armonía de mente, corazón y cuerpo.”4
Una mente tranquila le permite al artista aprovechar la fuente de la Música Divina en su

interior. Habiendo experimentado ese estado, todos los demás objetivos parecen insignificantes.
Cuando hagas las meditaciones de este libro, nota si sientes un aquietamiento de la mente y/
o una sensación de expansión. Es a partir de ahí que debemos aprender a jugar. El objetivo
es ir más allá de la mente, esa pequeña corriente ruidosa de pensamientos, y sumergirse en el
océano de la conciencia. A partir de ahí, experimentas una ausencia de cosas, una ausencia
de esfuerzo, de cuidado, una ausencia de deseo o de necesidades. Las cosas se vuelven
bastante simples.
Si has experimentado este espacio aunque sea por un momento, estás decidido a llegar
allí de nuevo. Estás asombrado de haber pasado tanto tiempo de tu vida tiranizado por tu mente
cuando existía este "espacio". (Wow, ¿realmente puedo sentirme así sin coñac?). En el espacio
interior no hay condiciones, ni requisitos; simplemente eres. Estás haciendo contacto
consciente, formando una autopista de información, con el ser superior o interior.
Esta es la conexión espiritual de la que muchos artistas hablan como la fuerza principal de su
arte. Cuando uno está motivado por un sentido de propósito más profundo que simplemente
hacer "buena música", uno alcanza mayores alturas.
“En la música y la danza pronto nos hacemos muy conscientes de este mundo lleno
de dioses y diosas.”5
Gunther Schuller me dijo que después de la muerte de su esposa Marjorie, no pudo escribir
música durante casi un año. Entonces, un día, brotó de él en un maremoto de emoción.
Escribió un gran
4 Chase, Mildred. Solo estar en el piano. Berkeley: Libros de artes creativas.

6Holroyde, Peggy. La música de la India. Nueva York: Praeger Publishers, Inc., 1972
(pág. 49).
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pieza para ella en cuatro días. Motivado no por la corrección del dodecafonismo, la escena
musical en general o la "historia", escribió lo que tenía que escribir. Toda su experiencia
estaba ahora al servicio de su necesidad de expresarse. El Sr. Schuller ganó un premio
Pulitzer por esta pieza. Me dijo que había entrado piezas muchas otras veces y que nunca
había ganado. Pero esa pieza, una catarsis para él, fue la que más impresionó al jurado.
Aprovechar esta fuente no es necesariamente espiritual de una manera religiosa. Se cree que
la mente se divide en tres partes: la consciente, la subconsciente y la superconsciente. Si te
inclinas hacia ese punto de vista, podrías referirte al espacio como la mente
superconsciente. Como artista, uno querría trascender la mente consciente, donde
reside todo el ruido, cambiar los mensajes negativos que se han almacenado en la mente
subconsciente y sintonizarse con la mente supraconsciente. Ahí es donde puede existir la
perfección interior. Cambiar los mensajes en el subconsciente es una cuestión de
constante esfuerzo propio y reprogramación paciente.
Bill Evans llama a este espacio la mente universal. “Creo que todas las personas están en
posesión de lo que podría llamarse una mente universal. Cualquier música verdadera
habla con esta mente universal a la mente universal en todas las personas.”6 Aaron Copland
dijo: “La inspiración puede ser una forma de superconsciencia, o tal vez de
subconsciencia, yo no lo sabría. Pero estoy seguro de que es la antítesis de la
autoconciencia.”7
El estado más alto en el que puede estar un músico es un estado desinteresado. Así como
el lecho de un río recibe las grandes aguas, nosotros recibimos ideas inspiradoras.
Para muchos, convertirse en un canal de este tipo es poco más que un mito o una ilusión.
Los artistas a menudo tienen problemas para salirse de su propio camino y, por lo
tanto, deben luchar. A menudo son arrastrados por un río de actividad mental y
emocional. Se están ahogando en sentimientos de inferioridad, insuficiencia y ansiedad: la
batalla se confunde con una guerra santa y se romantiza.
6 La mente universal de Bill Evans: el proceso creativo y la autoenseñanza.

Rhapsody Films Inc., 1991
7Copeland, Aaron. Música e Imaginación. Cambridge: Prensa de la Universidad de
Harvard, 1952.
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Pero la lucha es simplemente con su ego. ¡Lo que debería ser un acto de éxtasis
se vuelve tan divertido como pagar las facturas mensuales!
Cuando le pregunto a la gente qué músico los atrajo primero a la música, a menudo
mencionan a uno que trascendió estas limitaciones. En manos de esas
personas, la música tiene el potencial de cambiar vidas. Incluso cuando los novatos
van a sus conciertos, sienten que algo se abre en su interior. Las personas pueden
alcanzar este estado en cualquier tipo de trabajo, pero por lo general no lo
hacen, porque no consideran su trabajo como creativo o "sagrado". Después de asistir
a un concierto que contiene este sentimiento especial, pueden sentirse motivados
a esperar quince minutos más antes de encender la televisión al llegar a casa. Si la
música tenía ese efecto, ¡era realmente importante!
Uno de los atractivos del arte es la posibilidad que brinda de abrir el corazón, de
exponerse a un nivel de inspiración que no se suele experimentar. Emociona y deleita.
Personas de todo el mundo han buscado esta experiencia de muchas maneras.
Unos la buscan navegando o escalando montañas, y otros inyectándose heroína o
comiendo azúcar.
Si miras videos de artistas como Vladimir Horowitz, Miles Davis, Count Basie,
Itzhak Perlman y otros, verás cómo juegan desde este espacio. Después de
considerar el material de este libro, verá lo que están haciendo bajo una nueva luz.
Cuando Miles Davis se acercó al micrófono, se concentró en ese espacio antes de
tocar la primera nota. Con frecuencia había largos silencios entre sus frases. En ese
momento, se podía ver y sentir que se volvía a centrar. Eso es muy raro en los
músicos de jazz de hoy. Esa práctica tiene el efecto paradójico de aumentar la
conciencia de las personas y aumentar la intensidad del momento. ¡ Miles Davis
tenía a la audiencia paralizada antes de tocar la primera nota! Asimismo, cuando
Vladimir Horowitz tocaba, podías ver una absoluta quietud y concentración
mientras "observaba sus manos" tocar la pieza.
Para lograr ese nivel de enfoque, no hay lugar para una mente desordenada; no
hay lugar para la duda o la preocupación. Nunca sientes a estos maestros pensando:
"¡Caramba, espero que suene bien para la gente!"
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Lo sabrás cuando lo veas. Lo sabes cuando lo escuchas. La habitación se

electrifica rápidamente.
Miles fue uno de los mejores ejemplos modernos del poder total del "espacio
maestro". Cuando tocaba, no lo comparabas con otros trompetistas. Ni siquiera
pensaste en Miles solo como un trompetista. Hablas de Miles cuando hablas de
espíritus, de experiencias místicas.
Cuando hablas de trompetistas, te vienen a la mente Dizzy Gillespie, Freddie
Hubbard, Kenny Dorham, Fats Navarro y Wynton Marsalis. Pero cuando Miles
tocaba, no pensabas tanto en qué instrumento tocaba como en su aura, el sonido
de su banda. Tus ojos lo seguirían mientras caminaba por el escenario. Puede que no
haya tocado la trompeta tan bien como esas otras personas, pero cuando tocó su
primera nota, estábamos absortos.
Otros podrían tocar mil notas y no llamar nuestra atención de esa manera.
Keith Jarrett dice: “Independientemente de la ropa que usara Miles, siempre era
Miles con esa ropa. Cualquiera que fuera el ruido que lo rodeaba, Miles todavía
tocaba por esa necesidad, su sonido provenía de ese silencio, el vasto silencio líquido
e infinito que existía antes de que el primer músico tocara la primera nota.
Necesitamos este silencio, porque ahí es donde está la música.”8
ídolos falsos
El jazz, así como otros tipos de música, siempre se ha tratado de la búsqueda de

inspiración y la conexión interna. Esta conexión ha sido el tesoro codiciado o
ensalzado por poetas y artistas a lo largo de la historia humana.
En los años veinte y treinta, muchos músicos de jazz lo buscaban con el alcohol.
En los años cuarenta, era la heroína, el nuevo zumbido. ¿Y cuál es la
atracción de la heroína? No puedes pensar, solo puedes hacer. No puedes tocar
demasiado, solo puedes tocar lo que quiere salir. Aceptas todo lo que sale sin
preocupación ni dolor. Entonces, a su manera, esos jugadores también estaban
buscando el "espacio". Incluso el gran Charlie Parker sintió esta necesidad. hay
historias de el
'Jarrett, Keith Artículo del New York Times
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llegar a un concierto sin su droga, no tocar bien, dejar el concierto, tomar algo de heroína,
volver y tocar muy bien.
Esta no es una recomendación para empezar a inyectarse heroína; pero ilustra que la
búsqueda interior de alguna forma siempre ha prevalecido en el artista. ¡La primera vez que
Charlie Parker consumió heroína debe haber sido exquisita! Pero el único gran pecado de
todas las drogas es... ¡ la sensación no dura! Siempre hay que hacer más, sacar cada
vez menos de ello. A medida que aumenta la dosis de cualquier cosa a la que sea
adicto, ya sea violencia o pastel de queso con chocolate, el resultado siempre es triste o
incluso trágico. Al principio de su vida, John Coltrane descubrió la heroína. Un poco más
tarde, usó LSD. Las drogas psicodélicas de los años sesenta y setenta le dieron al usuario
una experiencia diferente. Obtuviste el zumbido, pero también se abriría una ventana que
te permitiría ir más allá de la realidad física y explorar otros reinos de la conciencia
(similar al "zumbido" ilustrado en esos comerciales de cereales). En este estado, el
músico podía ver y oír en otros niveles. Con los sentidos agudizados, era posible ordeñar
el éxtasis de cada nota. Pero después de que los efectos de la droga desaparecieron, la
ventana siempre se cerró, haciendo que el estado natural se sintiera seco e intolerable.
Eventualmente, para John Coltrane, la búsqueda no condujo a ninguna droga. Hacia el

final de su vida, su camino había evolucionado hacia la meditación, la dieta y la espiritualidad.
Recorrió toda la gama, pero siempre estaba buscando el mismo estado. Finalmente
encontró lo que buscaba dentro de sí mismo. La locura de la historia humana es la
búsqueda de este estado en las cosas fuera de nosotros. Esto explica todas las guerras,
todas las búsquedas de dinero, poder, sexo y otras experiencias sensoriales. La
máxima seguridad que uno busca sólo se puede encontrar en el interior.
Toco música desde este espacio. Cuanto más juego, más profundo en el 'espacio' voy y más
tranquila se vuelve mi mente. Otros temas parecen menos importantes. Me concentro más
y más profundamente en el momento. La inspiración y las ideas comienzan a fluir a través
de mí. La ejecución de la música se vuelve automática. Me encuentro descansando más y
más a medida que avanza la música. Cuando llega al punto de suceder por sí solo, soy
capaz de jugar toda la noche. De hecho, ¡tengo problemas para parar! Me parece que
me encanta tocar más ahora que cuando era niño, ¡y la música que sale es más de lo que
podría haber esperado!
No pierdas el tiempo moralizando sobre las drogas y el sexo. No se trata de ser excluido
del Reino de los Cielos. Yo creo
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que cualquier fuerza que sea el principio rector de nuestra existencia, Él/Ella quiere que nos
sintamos así de bien todo el tiempo. Ese poder ha proporcionado un néctar dentro de nosotros
mismos. Escribo con mayúscula "Yo" porque me enseñaron a escribir con mayúscula el
nombre de Dios. Ahí es donde he llegado a creer que Él/Ella vive, en ese espacio interior dentro
de mí. Si nos quedáramos quietos y callados el tiempo suficiente para sentir ese poder,
llegaríamos a conocer un éxtasis duradero.
Debemos decidir que es más importante rendirse al espacio y amar lo que da que jugar bien.
Una vez tomada esa decisión, la música se abrirá a nosotros y nos revelará todos sus secretos.
Experimentaremos olas de alegría. Entonces nos convertiremos en faros que pueden iluminar el
camino para otros, y nuestra misión será realmente importante.
Práctica
Tal vez la música se siente genial mientras estás a unos quince pies de distancia del
instrumento, pero a medida que te acercas, una energía diferente toma el control y tu conexión
disminuye. Es como una película de terror en la que, desde la distancia, tu novia se ve hermosa,
pero a medida que te acercas, el vestido se hace andrajos, su rostro se arruga, su
cabello se vuelve seco y gris, las flores se marchitan y todos los pétalos se caen de su ramo. ; y
para cuando la alcanzas, ¡se ha convertido en un horrible esqueleto!
¿Cómo podemos retener la dicha de la libertad cuando nos acercamos a nuestro instrumento?
Debemos dejar ir todos los deseos y enfocarnos en el amor. Para que el néctar fluya a través
de nosotros, debemos honrar nuestro ser interior y practicar el recibir lo que se nos da. Debemos
practicar y fortalecer esta conexión diariamente. Es posible que incluso tengamos que salir de
la música para hacerlo. Esto es realmente importante, porque jugar, siendo tan adictivo,
nos saca fácilmente de la verdadera meta y nos lleva de regreso a reinos más mundanos.
Pero cuando has hecho la conexión interna, tocar se vuelve más como tomar un dictado desde
adentro. Trabaja con el pensamiento, soy un maestro, soy grande. Luego simplemente ponga
sus manos en el instrumento, confíe en ellos y eventualmente será así.
”No temas los errores. No hay ninguno.' Miles

Davis
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86
Yo
Capítulo 11
No hay notas equivocadas
”improvisas desde una conciencia expandida, descubres que, de hecho, ¡ no hay notas
equivocadas! La idoneidad y la corrección son productos de la mente. Tratar de vivir
dentro de esas pautas imaginarias inhibe el flujo. He ilustrado esto en las clínicas muy
claramente tocando AW The Things You Are en dos tonos simultáneamente. Tocaré
los acordes en ”Ab” y las líneas en ”A”. Tocar en esas dos teclas debería crear muchas
notas incorrectas. Debería sonar tremendamente disonante, ¡pero todos se sorprenden
al escuchar lo fresco y estimulante que suena! Aquí hay un secreto: si se tocan notas
disonantes y el jugador las acepta como consonantes, ¡ el oyente también las
escuchará como consonantes! Por el contrario, incluso la armonía más simple sonará
extraña para un oyente si el jugador no ha entendido esa armonía. Si escuchas
las notas equivocadas, medita y abrázalas con el corazón, afirmando su belleza, se
convertirán en rubíes sonoros, resplandecientes de tono.
Puede resolver los llamados intervalos disonantes de la misma manera.
Cuando aparece un loco con quien la violencia es consonante, su actitud puede

convencer a la gente de que la violencia es bella. ¡Los seguidores se vuelven locos
temporalmente en su presencia, cayendo presa de su completa autoaceptación! Más
tarde, podrían preguntarse cómo pudieron haber caído bajo ese hechizo. Charles
Manson tenía la convicción de ese loco. Su relación con la violencia era como la
relación de Monk con la disonancia. Manson amaba tanto la violencia que la
gente bajo su influencia aceptaba su locura. Sin duda, lo mismo ocurría con Hitler.
La gente estaba tan "inspirada" por su mensaje que siguieron su ejemplo. Es la
inspiración misma lo que anhelamos.
Cuando una persona actúa con total
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la confianza, incluso para propósitos insanos, llena un vacío en nosotros. Los

individuos carismáticos hacen que sus seguidores hagan locuras por la fuerza
de sus personalidades. Prueba el punto de que la fuerza de voluntad de una persona,
de su autoaceptación, puede ser tan fuerte que puede cambiar la opinión de las masas.
Músicos de todas las épocas, venidos de ese lugar intuitivo, usaban notas que la
sociedad de la época pensaba que eran una locura. ”Un pianista de renombre
recordó el alivio que sintió durante una interpretación cuando se perdió las teclas
específicas que pretendía tocar y Charlie Parker exclamó: 'Te escucho', habiendo
interpretado los tonos erróneos dentro del marco de las piezas como una 'voz de
acorde interesante'. '1 En la película Robin Hood, Maid Marian le dice a Robin Hood:
"¡Hablas traición, mi señor!" Robin Hood responde con arrogancia: "¡Con
fluidez!"
El visionario es a menudo considerado como un hereje y una herramienta del diablo.

Mediante la fuerza de su voluntad y su sincera necesidad de mayor intensidad en la
música, el visionario musical nos ha convencido una y otra vez que estas
disonancias eran las nuevas notas correctas. La herejía del siglo XIV se convirtió
en la sabiduría convencional del siglo XV. Entonces la pregunta es: si las notas
sonaban mal e inutilizables en el siglo XIV, ¿cómo se volvieron deseables en el siglo
XV? ¡La respuesta es que nunca se equivocaron! Acabamos de escucharlos de esa
manera. De ahí la verdad: no hay notas equivocadas. Hay un dicho zen: "La verdad
comienza como herejía, se convierte en moda y decae en superstición".
Libre de tus prejuicios, tu gusto por la consonancia y la disonancia cambia de

un lado a otro como el deseo por lo caliente y lo frío. ¿Qué se siente mejor después de
jugar en la nieve todo el día que un fuego cálido y un poco de chocolate
caliente? Pero después de sudar un rato y quitarse más y más ropa, ¿no suena
atractivo salir al aire libre? De la misma manera fluctuarías entre consonancia y
disonancia. Después de un período de tocar "dentro" de los cambios o acordes de
una melodía, mis oídos se deleitan
Berliner Paul F. ”Pensar en el jazz: componer en el momento”. Jazz Educators Journal, mayo de 1994. (p. 33).
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en el sonido de jugar ”fuera” de los cambios. Pero tan pronto como siento la
responsabilidad de "tocar", eso se vuelve aburrido y aburrido, y encuentro que
tocar la melodía más simple y dulce es absolutamente delicioso. Nunca me
llamo moderno o tradicional, adentro o afuera, nuevo o usado, porque prefiero
no estar acorralado por definiciones rígidas.
El principio del monje
Thelonious Monk fue un ejemplo perfecto de un creador con una fuerte conexión
interna. Su forma de escribir y tocar eran una extensión de su personalidad, e
inventaba chistes musicales en los que nadie había pensado antes. Sus
composiciones son obviamente geniales, pero piensa en su forma de tocar el
piano por un momento. Tenía un estilo herkyjerky, tocando ritmos extraños con
una sensación extraña. Sus voces no eran tan bonitas como las de Bill Evans, ni
podía crear un ritmo fácil como Red Garland o Wynton Kelly. ¡Por el amor de
Dios, Art Tatum todavía estaba vivo! Si solo se tratara de tocar el piano, ¿por qué
escucharías a alguien que no sea Art Tatum? Se decía de Monk que podía
hacer que un gran concierto sonara como un piano vertical desafinado. Ciertamente
hubo mejores pianistas en su época. Entonces, ¿por qué Thelonious Monk era tan
venerado? La respuesta es que tenía la profundidad de sonido, la arrogancia
para tocar lo que quería tocar. Estaba desinhibido por la mente y fortalecido por
el espíritu. Detrás de cada nota estaba la creencia de que "esta es la verdad".
No creía en las notas equivocadas. Creía que eran notas correctas porque las
tocaba.
¿Crees que cada nota que tocas es correcta o siempre estás buscando las notas
correctas? El mundo está compuesto por dos tipos de personas: los que tocan lo
correcto y los que buscan lo correcto para tocar. Miles Davis siempre estaba
sacando la siguiente nota correcta de la última nota equivocada. Monk tenía
tanta convicción en lo que tocaba (quizás disfrutando de la indignación moral
del establishment), que mientras tocaba no podíamos concebir otra cosa. Tuvo
el mismo efecto en su audiencia que los locos descritos anteriormente. La
autenticidad de Monk vino del permiso que él mismo se dio.
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ser un genio, tomar pedazos de basura con los que la mayoría de nosotros no sabríamos qué hacer y
proclamar: "Esto es hermoso". . Hay muchos pianistas jóvenes que pueden tocar el piano de manera
más eficiente que Monk, pero cuando tocan una melodía de Monk, intentan delegar su forma de tocar para
sonar como Monk. Así de poderosa fue su declaración: ¡no pueden oír nada más!
Sin embargo, no puedes obtener poder siendo Monje; viene de ser uno mismo.
Esa es la única forma en que una persona puede reunir ese tipo de fuerza. Nunca se puede obtener
mediante la recreación. Tienes que crear. Para que la música sea real, tiene que provenir de un lugar más
profundo que la "pequeña mente" y ¡podemos escuchar la diferencia!
Mente comportarse!
Mientras juegas, no debe haber interferencia intelectual. El intelecto es bueno para elegir un
instrumento, enseñar o llegar a tiempo al concierto. Es bueno para la academia, es bueno para
practicar escalas, leer libros y estudiar. Pero no es bueno para crear. El intelecto tiene que rendirse al
instinto a la hora de jugar.
A menudo he mirado a mi alrededor en el escenario y visto con diversión cómo otros se ven atrapados en
un drama de su propia creación. Fue un sentimiento muy trascendente.
La mayoría de nosotros pensamos que la licencia para crear es para otros, no para nosotros. Pero las
personas inspiradas nos muestran con el ejemplo lo que es posible para todos.
William Blake dijo: "Jesús era todo virtud y actuaba por impulso, no por reglas".2 ¡Esa descripción
se parece mucho a Monk y Miles! Imagínese el aire enrarecido que debió respirar Louis Armstrong
cuando él y sus contemporáneos estaban desarrollando, sin precedentes, lo que sería el jazz. Es como si
hubiera un banco cósmico en algún lugar del universo donde los grandes tienen sus cuentas. La moneda
es creatividad e ideas ilimitadas. El resto de nosotros siempre estamos tratando de tomar prestado
de sus
2William Blake, Las bodas del cielo y el infierno. Londres, 1793. 90

cuentas ¡No deseo pedir prestado, quiero abrir mi propia cuenta! No quiero jugar como
jugaba Monk, quiero sentirme como se sentía Monk cuando jugaba. Me gusta sentir que
nadie ha tocado este instrumento antes que yo; que es como una piedra en blanco
para que Dios blasone sus mandamientos. ¡Y puede haber nuevos testamentos todos
los días!
"Ese es el sonido más hermoso que he escuchado"
Un poco de lavado de cerebro es necesario aquí no en el sentido de control mental,

sino en el sentido de que "¡Mi cerebro está realmente sucio, necesita un buen lavado!"
Cuando dejo caer mis manos sobre el piano, sin importar lo que salga, digo: "Ese
es el sonido más hermoso que he escuchado". Pruébelo en su propio instrumento. Toca
una nota y, antes de que tengas tiempo de evaluarla, proclama: "Ese es el sonido más
hermoso que he escuchado". ¿Estarás oprimido por los juicios de lo bueno y lo malo, o
te deleitarás con "Ese es el sonido más hermoso que he escuchado?" ¿Cual es verdad?
Tampoco, en el sentido objetivo. El sonido no es ni bueno ni malo, ni bonito ni feo.
Le superponemos esos valores. O ambas afirmaciones son verdaderas, dependiendo
de lo que creas. ¿Qué creencia abrazarás? ¡ Debe ser el que mejor se adapte a tu
creatividad! ¡Te encontrarás mucho más libre y poderoso si asumes que todas las
notas que tocas son los sonidos más hermosos que jamás hayas escuchado!
Esta actitud puede volverte un poco loco, pero infunde una brillantez que hace brillar tu
música. Recibirás ideas con alegría sin estrechar el canal por el cual la música puede
fluir a través de ti.
Querer jugar bien y querer hacer una "conexión interna" a menudo son objetivos
contradictorios. A veces es absolutamente necesario permitirte tocar lo que tu
intelecto llama "mala música" para que se pueda establecer la conexión interna.
Decir: "No hay notas incorrectas" o "Cada nota que toco es el sonido más hermoso
que he escuchado" puede sonar un poco a la filosofía de la Nueva Era, pero Miles
Davis tenía otra forma de decirlo:
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"Esto es lo más malo que jamás hayas escuchado, y si no lo

crees, ¡te voy a patear el trasero!". Esa era su forma de decir: "Cada nota
que toco es el sonido más hermoso que he escuchado".
Los beboppers también tendían a ser menos que filosóficos al respecto, y el

problema a menudo se resolvía con puños o incluso con cuchillos y pistolas. Pero a pesar
de que no siempre fueron las personas más agradables, la esencia de su fuerza contenía
este mismo principio. Tenían plena confianza en lo que iban a jugar. Esto les permitió
formar un vínculo con una parte más profunda de sí mismos y aprovechar directamente
las ondas internas de inspiración. ¡También hay que decir que una persona puede
tener un gran dominio en su música e incluso poseer un poder espiritual impresionante y
no ser una buena persona!
El punto es: tú también puedes tener permiso para creer en ti mismo, pero ese
permiso tiene que venir de ti. Nadie te lo dará hasta que vea que ya lo tienes.
Meditemos en esto.
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Capítulo 12
Meditación #1
(Escuche la Meditación #1 en el CD)
soy genial soy un maestro
Arraiga tus pies directamente en el suelo... Toma una buena respiración profunda...
Toma una buena. No te engañes. Date una hermosa respiración profunda. Tome otra
respiración profunda y exhale lentamente. A lo largo de nuestra vida, día a día, lo
más esencial es la respiración, pero tendemos a tomar pequeñas (una pista de
que algo anda mal). Ahora mismo, en este hermoso día de tu vida, respira
profundamente... Respira en ti mismo... Respira en tu propia grandeza. Este mismo
día, comprométete a recuperar la grandeza que llevas dentro. Inhala y conéctate
con el asiento de tu poder y magnificencia.
Vuelve a respirar hondo y disfrútalo de verdad, como si te hubiera dicho:

"Toma otro trozo de pastel". Imagina que horneé un gran pastel delicioso. La pieza
que te di realmente no era lo suficientemente grande, y solo tienes que tener un
poco más. Ahora mismo, trata el aire así. Trata tu próximo aliento como si fuera un antojo.
Empieza a relajarte.
Comienza a sentir tu cuerpo relajado. Sienta la relajación desde la parte superior

de la cabeza hacia abajo... Si la ropa que lleva puesta le queda incómodamente
apretada, aflójela un poco. Aflójese el cinturón si es necesario. Quítese los zapatos
si le molestan de alguna manera. Ponte lo más cómodo posible. Que este momento
sea una fiesta de la incomodidad perpetua.
Tome otra respiración profunda y exhale lentamente... y otra respiración profunda...

y exhale lentamente. Ahora relaja tu cabeza y tu cara... deja que tus mejillas se
relajen, y tu mandíbula... y deja que tus ojos se relajen, y tu boca... lengua...
garganta... y oídos... deja que se relajen y imagina que los canales se hacen más y
más anchos, hasta que toda tu cabeza... desaparece.
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Relaja tu cuello... y tus hombros. Muchos de ustedes sienten mucha tensión en el cuello y
los hombros porque el enemigo, el miedo, los mantiene tensos. Miedo a la gente…miedo a
tocar…miedo a sonar mal…miedo a no sobrevivir…miedo a no ser bien
considerado…miedo a no ser un músico exitoso…todo eso se registra solo en el
cuello y los hombros.
Aunque es posible que no puedas deshacerte de esta tensión, simplemente obsérvala y
disponte a dejarla ir.
Mientras respiras, nota cualquier dolor que sientas y simplemente déjalo ir. Si persiste,
simplemente obsérvelo. Da un paso atrás y obsérvalo como si fuera el cuerpo de otra persona.
Haz eso con cada parte de tu cuerpo como se menciona.
Ahora relaje los omóplatos... el pecho... la parte superior de la espalda... respire profundamente
mientras se enfoca en los músculos, los huesos y la caja torácica, y déjelos ir... déjelos
caer. Imagina que estás agarrando estos músculos con fuerza en tu mano... y luego imagina
relajando tu agarre, abriendo tu mano y soltándolos como lo harías con un pájaro para
que vuele.
Relaja el estómago... la parte baja de la espalda... y la columna vertebral. Ahora trata de

sentir tus órganos internos. Relaja tu hígado... tus riñones... tus pulmones. Vea si puede
sentir el músculo de su corazón. Siente dónde está en tu pecho. Ahora mismo, relaja ese
músculo. Sigue respirando profundamente y relájate aún más.
Siente cómo se relajan tus caderas... déjalas colgando... y tus nalgas... muslos... rodillas...
tus pantorrillas... tus tobillos... y tus pies. Sus pies suelen ser maltratados por zapatos
ajustados, caminar, enroscar los dedos de los pies mientras juega, así como el miedo. El
miedo se aloja en los pies. Estire los dedos de los pies y luego déjelos relajarse.
Tome otra respiración profunda y envíe esa respiración a través de todo su cuerpo.
Escucha ese aliento entrando y saliendo. Déjate descender al lugar más profundo y
relajado de tu cuerpo...
Estamos estableciendo una conexión desde tu yo más interno hasta tu instrumento.

Desde este día en adelante, practicaremos esa vinculación directa.
Empieza a concentrarte en tu mente...
94
Naturalmente, surgen muchas preguntas. ¿Cómo podría funcionar desde este espacio
meditativo? ¿Cómo puedo jugar a tiempo sin perderme? ¿Cómo puedo practicar en
absoluto? Las respuestas a estas preguntas vendrán, pero por ahora, dejemos de lado
todas las preguntas. Relaja la mente y observa los pensamientos que puedan estar
pasando por ella. Si no hay pensamientos, ¡entonces eres verdaderamente bendecido!
Eso es el cielo en la tierra. Pero si tiene pensamientos, no trate de detenerlos,
simplemente observe... mientras observa sus pensamientos, puede encontrar que su
mente se está calmando. Toma un respiro y deja ir la necesidad de tocar bien... toma otro
respiro y libera todas las presiones para tocar música... libera la necesidad de tocar
música... solo por un momento... no te dolerá ¡ usted... puede recuperar todas
sus obsesiones justo después de este ejercicio!... pero por ahora... simplemente déjelo ir...
Ahora tome otra respiración muy profunda y expulse cualquier otro pensamiento de
limitación o negatividad. Imagina una luz increíblemente brillante disparada hacia la parte
superior de tu cabeza, llenando cada célula de tu cabeza con calidez. Esta luz curativa
está llenando tu cabeza, tal como una pecera se llena de agua o un globo se llena de
aire. Siente esta luz muy brillante entrando en tu cuello y hombros. Imagínalo
calentando cada célula de cada parte del cuerpo del que te hablo. La luz ahora está
llenando tu pecho y tu espalda. Siente la luz corriendo por tu columna como un
relámpago, disparando hasta la base de tu columna y explotando a través de tu espalda y
vértebras. Imagina la luz llenando tu estómago, glúteos y caderas, y descendiendo por tus
piernas. Siente cómo sale disparado de cada dedo del pie como láseres. Ahora imagina
la luz derramándose por tu cuello y hombros, vertiéndose como lava fundida en tus
brazos, antebrazos, muñecas y manos. Esa luz ahora sale disparada de cada dedo como
láseres... saliendo de tus ojos, oídos, boca, fosas nasales, puntas de los dedos de las
manos, dedos de los pies y cada poro de tu cuerpo. La luz fluye a través de tu
cuerpo y tú eres un vehículo vacío para esta luz.
Déjate imaginarlo todo. No se preocupe si es cierto o si funciona; solo hazlo creer.

Imagina que la luz se vuelve más y más brillante... más y más caliente... y... ahora...
¡tú... desapareces! ¡Todo lo que queda es luz!
95
Tome otra respiración profunda y tome la luz como un pez toma agua a través de
sus branquias. Permítete sentirte muy cómodo en este espacio.
Imagina que no es un lugar especial al que solo puedes ir en meditación, pero esto es
lo que realmente eres. Imagina que este es tu yo real.
Inhala este pensamiento: "Soy perfecto, soy un maestro". Y mientras exhalas,

libera cualquier pensamiento de indignidad... De nuevo, inhala el pensamiento: "Soy
un maestro". Exhala cualquier sentimiento de negatividad o bajo valor. Imagina que
estás expulsando cualquier oscuridad que quede dentro. Y con cada inhalación viene
el pensamiento: "Soy genial, soy un maestro".
Esta nueva imagen de ti mismo puede ser incómoda. Estamos bastante cómodos con
nuestras limitaciones. Pero ahora mismo, pon el mensaje en cada célula de tu cuerpo
y mente: "Soy genial, soy un maestro". Escanee su cuerpo y mente en busca de
cualquier negatividad restante y suéltelo con una exhalación, diciendo: "Soy genial,
soy un maestro".
Ve al centro mismo de tu ser... e inspira la idea: "Soy un maestro, soy grandioso".

Repítelo varias veces en voz baja para ti mismo. "Soy un maestro, soy muy
grande". Deja que este pensamiento se vuelva cada vez más cómodo. Que
cada segundo parezca más normal, no especial, no inusual. soy un maestro soy
muy grande Todo lo que hago es genial. Cada nota que toco tiene grandeza. Deja
que este sentimiento se apodere de todo tu ser.
Ríndete... renuncia a tus imperfecciones ahora. No esperes hasta el lunes. No espere

hasta las 2:00 del sábado. Hazlo ahora. Conviértete en el maestro que ya eres...
ahora. Es la verdad que ya eres perfecto. Entrégate a esta verdad. Eres lo que
crees. Llena tu cabeza con esta fragancia, soy muy grande.
Cuando haces cosas con creencias limitadas, manifiestan resultados limitados. Así
que ahora mismo, comienza una práctica y mantenla todos los días por el resto de tu vida.
Solo por unos momentos al día, te recordarás a ti mismo, soy genial. soy un maestro
No necesito que mis acciones me demuestren esto, empiezo mi día con esta creencia.
Tome otra inhalación profunda ...
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Descansa en el conocimiento de tu grandeza. Respira... profundamente... y

exhala... lentamente... liberando todos los pensamientos... y amándote a ti
mismo... reconociendo al maestro dentro de ti... No pienses en ello como fuera de
ti, sino como una realidad. nunca has percibido. No tienes que hacer nada para ser
grande. Es un hecho. Naciste grande, y nunca has perdido tu grandeza por un solo segundo.
Que este nuevo pensamiento sea un lugar de descanso.
Imagina que acabamos de hacer una hermosa cama para ti. Una cama cálida y suave
con almohadas grandes y esponjosas, y mientras te hundes en ella, te hundes en tu
propia grandeza.
Finalmente, practiquemos, una vez más, sin dudas, sin abrazar argumentos
racionales en contrario; finja completamente con toda su imaginación, como lo haría un niño:
“Soy perfecto. soy genial Soy un maestro.
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98
Capítulo 13

El término "dominio sin esfuerzo" en realidad es redundante porque el dominio es la
ejecución sin esfuerzo de la música. No se refiere a la cantidad de cosas que uno puede
hacer, sino a la calidad con la que uno hace cualquier cosa. Si algo se puede hacer
perfectamente, cada vez, sin pensar, se dice que se domina.
El maestro de jazz recurre inconscientemente a una gran cantidad de información a partir

de la cual improvisa sus solos. El maestro clásico interpreta todos los aspectos de la
pieza: digitación, dinámica y todas las notas correctas, sin pensar. En el momento de la
interpretación, la música se reproduce sola mientras el músico observa.
Ser un maestro de la música improvisada no significa que uno sea capaz de tocar todos los
estilos o todo tipo de melodía. No significa ser un buen músico latino y de fusión, además
de un gran bebop, aunque a esa persona se le puede llamar un maestro de estilos. El
término dominio no se refiere a tocar cambios de acordes complejos, como los
pasos gigantes de John Coltrane, o ser capaz de tocar Flight of the Bumble Bee.
El dominio es jugar lo que sea que seas capaz de jugar ... cada vez ...
SIN PENSAR ...
Por eso los grandes pueden hacer lo que hacen cada noche sin desfallecer. Es así de fácil.
¿Por qué ciertos artistas de jazz “queman” todas las noches en cada solo? Porque el ardor
les llega fácilmente. Pueden babear cuando hablan, tener problemas para escribir su
nombre o atarse los cordones de los zapatos, pero en el instrumento, ¡ queman!
Hay maestros de diferentes aspectos de la música. Por ejemplo, Wynton Kelly era un
maestro del ritmo. No tenía el desarrollo de cuerdas que tenía Bill Evans, pero la forma en
que bailaba en el ritmo era un dominio trascendente. Miles Davis no pudo
99
tocar todas las notas que Dizzy Gillespie podía, pero era un maestro del espacio profundo,
el fraseo y la expresión. Para ser percibido como un maestro, uno debe mantenerse dentro
de los límites de lo que surge de forma natural y fácil. Después de escuchar a un gran
músico, podemos tener la tentación de alcanzar cosas que aún no entendemos y tocar por
encima de nuestras cabezas. Es en ese preciso momento cuando perdemos el rumbo o
perdemos la conexión interior. La tensión y la presión han reemplazado al flujo.
Irónicamente, es cuando estamos tratando de sonar brillantes que tropezamos, mientras que
cuando nos quedamos dentro de nosotros mismos, sonamos mejor.
Siempre hay un cisma entre lo que el ego quiere jugar y lo que quiere salir. Aunque el
jugador maestro pueda tener una gran habilidad técnica, no notarás su intento de
demostrarlo; la técnica se manifiesta inconscientemente. Muchos de nuestros artistas
favoritos no son técnicos abrumadores, sino que hacen declaraciones profundas.
Otros pueden ser maravillas técnicas, pero criticamos su falta de expresión. En Jazz tenemos
ejemplos de músicos que quizás no estén a la vanguardia técnicamente, pero que sin
duda son maestros de la música pura. Mientras los escuchas, no puedes concebir otra
forma de jugar.
En los deportes, a menudo sucede que el equipo con menos "estrellas" lo gana todo. Los
jugadores o el entrenador siempre hablarán de "mantenerse dentro de sí mismos" o
"simplemente hacer lo que pueden hacer". En la música improvisada, el que permanece
dentro de sí mismo puede ser percibido como un maestro.
El vértice del arte impresionante es la capacidad de interpretar música técnicamente

avanzada con la misma facilidad e inspiración que una simple canción popular.
Si uno combina una técnica magistral con la "canalización" de la inspiración directamente
desde adentro, el resultado puede ser impresionante (considero que la ejecución de escalas,
acordes, dinámica y expresión son "técnicas"). Después de dominar todo, el ser interior
puede manifestarse, sin impedimentos por la falta de conocimiento del vehículo (es decir,
del ejecutante). Desde este punto de vista, entrenarse uno mismo hasta el nivel más
alto posible puede considerarse como un acto de adoración a ese ser interior.
100
Ejecución sin esfuerzo
Para dominar algo en su instrumento, debe sentirse tan simple como tocar una nota.
Tanto si eres pianista como si no, ve al piano y deja caer el dedo sobre una nota.
Fíjate qué fácil e irreflexivo es eso.
Incluso los pasajes más difíciles de la música clásica deberían sentirse así de
seguros. En realidad, tenemos muchos ejemplos de dominio sin esfuerzo en
nuestras vidas, simplemente no los consideramos muy asombrosos. Por
ejemplo, todos somos maestros en el uso de un tenedor. Podrías estar hablando,
haciendo el amor y haciendo tus impuestos y nunca abusarías de un tenedor. En
todos los cientos de miles de veces que has usado un tenedor, ¿alguna vez
extrañaste tu boca? ¿Alguna vez te pinchaste un ojo o te lo metiste en la oreja? ¡No, diana cada vez!
Así es como se siente haber dominado el material musical. Los improvisadores
profesionales, ya sean tablistas indios o saxofonistas bebop, siempre pueden
acceder a su lenguaje de esta manera.
Practica a la perfección
¿Qué tan bien se debe aprender el material? Yo comparo esto con un

equilibrista en el circo. Tiene que aprender a caminar por la cuerda tan bien que
nunca pueda cometer un error. Tiene que ser fácil para él hacerlo, sin importar
cuán difícil le parezca a la audiencia. Si es fácil, lo hará perfectamente cada vez
sin mucho esfuerzo. Por otro lado, si aprendiera a caminar por la cuerda floja
como algunos de nosotros hemos aprendido a jugar, ¡ya estaría muerto!
Cada instrumentista argumenta por qué su instrumento en particular requiere

esfuerzo. De nuevo me acuerdo del circo. Una vez vi el Cirque du Sol, un circo
maravilloso que también presenta música y coreografía. Sus actos son muy
emocionantes e inusuales. Mientras los artistas realizaban hazañas asombrosas,
observé sus rostros y me di cuenta de que estaban muy tranquilos, ya sea
sonriendo a la audiencia o entre ellos mientras sus cuerpos estaban en un
movimiento tan increíble que creaban ilusiones ópticas. Puedo garantizar que lo
que vi fue al menos tan difícil como tocar la trompeta, pero se desempeñaron
impecablemente durante nueve o diez presentaciones a la semana y lo hicieron
parecer fácil.
101
Si la vida de uno depende de hacer algo bien, como en el caso del equilibrista, practicará
a un nivel mucho más profundo. Pero, de hecho, muchos estudiantes y profesionales no
están debidamente ensayados en los conceptos básicos, por lo que para ellos la música parece
mucho más difícil de tocar. Hay muchas razones para esta preparación inadecuada. El sistema
educativo es parcialmente responsable. Como dije antes, nos apresuramos a través de un
concepto tras otro (sin mencionar todas las cosas no relacionadas que tenemos que estudiar que
toman tiempo y nos alejan del dominio de la música). Solo un porcentaje relativamente pequeño
de estudiantes logra superar esos obstáculos. Muchos se quedan en el camino que de otro
modo podrían tener éxito. Pero el principal culpable es la práctica disfuncional basada en el
miedo a la que me referí anteriormente. Esa “pequeña voz en tu cabeza” no te permitirá
quedarte con un tema el tiempo suficiente para dominarlo.
Desconocido, No Difícil
Es bueno ver las cosas como familiares o desconocidas, en lugar de como difíciles o fáciles. Si
se da a sí mismo el mensaje, "Esto es difícil", la pieza puede desanimarlo y seguirá siendo
difícil de tocar incluso después de haberla aprendido. Sin embargo, si crees que toda la música
es fácil, asumirás que no estás familiarizado con la pieza porque "todavía no se ha vuelto fácil".
A veces te escuchas estropear cosas que has practicado y ni siquiera lo cuestionas. Eso es porque
los errores en realidad concuerdan con tu creencia de que "no soy un maestro" o "la música es
difícil". De hecho, el material no se ha practicado con el nivel adecuado de facilidad. La música
tiene que volverse fácil. ¡Ese es el secreto!
Un ejemplo perfecto se puede encontrar en el estándar de jazz, All The Things You Are. ¿Cuál
es la parte más difícil de esa melodía? Muchos músicos responderían que es la segunda
mitad del puente (la parte media de la melodía).
¿Por qué debería ser eso? Es solo IIVI (una progresión de acordes básica), pero está en la
tonalidad de mi mayor. ¿Entonces, cuál es el problema? ¿Hay alguien menos talentoso en mi mayor?
¿Menos creativo? ¿Es mi mayor una clave más difícil? ¿O simplemente es menos familiar?
Esa es la respuesta. Los músicos de jazz no tocan en ese tono muy a
menudo 102
(a menos que toquen la guitarra). La falta de familiaridad hace que parezca más difícil
porque simplemente no hemos practicado esa clave. Por lo tanto, buscamos a tientas las
notas correctas, perdemos el ritmo y nuestra libertad se hace añicos. Para los no
músicos que no están familiarizados con lo que estoy hablando, el punto principal es que
las cosas que no han sido dominadas parecen más difíciles de lo que son. Tal vez retrasó
la compra de una computadora durante muchos años debido a lo difícil que parecía
ser su uso. Esa es la misma idea.
Domina una cosa primero

Debe quedarse con un ejercicio hasta que se haya logrado el dominio. Por ejemplo,
cuando practicas una línea sobre acordes en una tonalidad difícil, hay muchas lecciones
que aprender: la tonalidad difícil, los acordes, una línea que tiene más sentido que las
líneas que puedes tocar en el tiempo, la intensidad rítmica requerida, la técnica y la digitación
necesarias para tocar la línea muy rápido, y la exposición de pequeños fallos que inhiben tu
forma de tocar en general.
Es posible concentrarse en el "espacio" mientras practica una línea y esperar a que "él"
se ejecute perfectamente (hablaré sobre cómo hacer esto en los capítulos posteriores).
Si hicieras esto, muchas cosas mejorarían durante la práctica paciente de esta línea. Al
alcanzar su objetivo, se escucharía a sí mismo tocando esta frase al nivel de los grandes
jugadores. Esto te inspiraría y te daría la confianza de que podrías convertirte en uno de ellos
algún día. Comenzarías a esperar ese nivel en otros ejercicios y notarás cómo mejoró tu
interpretación en general.
Alcanzar tal dominio es como escalar la cima de una montaña y contemplar una nueva
vista. Ahora sabes que está ahí y que eres capaz de alcanzarlo. Consigues una
facilidad de juego que refuerza el mensaje: “Soy un maestro. ¡La música es fácil!”
Dominar el ego
Debemos iluminar las artimañas del ego y ver cómo sabotea nuestro progreso. Creo que
todos estarían de acuerdo con este concepto.
103
de practicar y jugar, así que ¿por qué no lo hacemos? Como dije antes, es porque
tenemos prisa: necesitamos sonar bien hoy, en nuestra búsqueda de una buena imagen
de nosotros mismos. No estamos en contacto con nuestra propia belleza interior y por
eso la buscamos en nuestro nivel de juego. El egocentrismo, que algunos músicos
padecen en extremo, es el muro entre nosotros y la maestría.
Es por eso que la práctica inicial en este libro no involucra tanto la música como el
centrarse en el espacio interior más vasto, construyendo una estructura interna que
sostendrá, no descarrilará, la concentración requerida para alcanzar la meta. Este
modo de practicar le permite al jugador alcanzar alturas con las que su ego solo podría
fantasear.
El dominio técnico crea libertad

Como se discutió anteriormente, puede haber barreras emocionales y espirituales para
tocar sin esfuerzo. Pero la falta de dominio técnico en los diversos elementos de la música
puede ser otra razón por la que no podemos dejarlo ir. ¡Puedes estar volando a
través de un solo inspirado cuando de repente una brecha en tu entrenamiento te
envía de vuelta a la tierra! El flujo de conciencia se detiene en seco porque tienes
que preguntar: "¿Dónde está la próxima nota?" Nada pone un freno a la espontaneidad
más que un lapso momentáneo en el conocimiento. La mayoría de nosotros nunca
pasamos de la etapa de luchar con la técnica. Pero nunca podremos experimentar
nuestros sentimientos más profundos en la música si todavía tenemos que pensar
en el ritmo, el fraseo, la forma o los cambios de acordes. La lucha a menudo
se atribuye a la falta de talento, pero generalmente se debe a una brecha, algo que
no se aprendió correctamente. La búsqueda de nuevos niveles de dominio técnico
debe ser una búsqueda de toda la vida, no porque desee impresionar, sino
para facilitar cualquier dirección que el gran espíritu interior desee tomar.
Una maestra le dijo una vez a su alumno que dominara la técnica para poder "volar con
la divinidad de la música". ¿No es hermoso? Una vez, después de tocar en un
concierto, un entrevistador me preguntó: "Si pudieras agregar algo a tu forma de
tocar, ¿qué sería?". Sin dudarlo, respondí: "Más técnica". Me miró de manera
extraña, porque había mostrado muchas habilidades diferentes en este
104
rendimiento y esa no parecía ser mi necesidad más apremiante. Además, no era la

respuesta más políticamente correcta. Me preguntó por qué y le respondí: “Porque me
encanta dejar que el gran espíritu se manifieste a través de mí. Ella solo se atasca
cuando busco algo que técnicamente no existe. Eso me distrae de la dicha que estoy
recibiendo”.
Ritmo
En Estados Unidos y partes de Europa, la brecha más común es la falta de ritmo.
Vivimos en una cultura que exterioriza el ritmo enseñándolo demasiado tarde en la vida.
Los niños que crecen en hogares que tocan música rítmica tienden a crecer más
rítmicamente, por supuesto. El dominio del ritmo sin esfuerzo ocurre en ciertas culturas
donde es una parte integral de la vida. En Brasil, las primeras experiencias
musicales de los niños son rítmicas. En Estados Unidos, tienden a ser más
melódicos. ¿Es un accidente que el pueblo brasileño sea más naturalmente rítmico
que nosotros? Viví con una familia brasileña por un tiempo y en la mesa de la cena, los
miembros de la familia tomaban cuchillos y tenedores y tocaban ritmos de samba en
los vasos y platos. Siempre sonaron bien. No creo haber conocido a nadie en Brasil que
se sintiera intimidado por el ritmo. Conocían sus diversos ritmos de la misma manera
que conocemos nuestras canciones infantiles.
El dominio rítmico puede ser más importante que el dominio armónico porque en
el jazz, las melodías y armonías débiles sonarán fuertes cuando se tocan con un ritmo
fuerte, pero incluso las melodías y armonías buenas sonarán anémicas con un ritmo
débil. Por ejemplo, alguna música latina y afrocubana presenta la armonía más simple; sin
embargo, esta armonía sirve como vehículo para el desarrollo rítmico que es emocionante
de escuchar y ver. La música con la que crezcamos será la más familiar y, por lo
tanto, la más fácil de dominar. Es una pena que la música que absorbemos de niños,
particularmente en la América blanca, esté tan desprovista de ritmo (por ejemplo, los
villancicos navideños). También hay que decir que la mayoría de los músicos clásicos
carecen de un sentido básico del ritmo. Es posible que tengan un método para manejar los
ritmos más complejos de la música moderna, pero muchas veces me ha sorprendido la
forma en que el músico de cuerda promedio
105
incapacidad para tocar una anticipación de corchea (un ritmo que anticipa la siguiente barra
en una corchea). Habría beneficios increíbles para los músicos clásicos si las clases de
ritmo de todo tipo fueran obligatorias en sus conservatorios. Si tuvieran un pulso interno
mientras tocan Bartok y Stravinsky, ¡escucharíamos orquestas que realmente arden! Para
ellos, y para muchos de nosotros, se requieren años de adoctrinamiento rítmico.
Forma
El dominio de la forma permite expresar la forma de una manera cada vez más sutil. Cuanto
más se convierte la forma en una segunda naturaleza, más se convierte en un vehículo
para la libre improvisación. Eso es lo que llamamos "estiramiento". Pero el deseo de ser
"complejo" a menudo lleva al músico a un intento forzado de estirarse. El resultado es
típicamente una música sin ritmo y tímida, ¡si no es que perder el lugar en el ritmo por completo!
Cuando aprendo una nueva melodía, especialmente si tiene partes difíciles para mí, a
menudo la toco durante mucho tiempo antes de aprender otra. Me quedo con la
melodía y, por lo general, no la interpreto con mi trío hasta que haya "trascendido" su forma
y sus cambios (a menos que sea un concierto en el que sienta que puedo practicar).
Solo entonces lo saco del horno, por así decirlo. Aunque probablemente pueda jugar bien
la primera vez, quiero alcanzar el nivel de juego al que estoy acostumbrado antes de
continuar. Solo entonces siento como si estuviera diciendo algo, usando la forma de la
melodía para expresarme. Bill Evans describió sus melodías como vehículos; son vehículos
para la autoexpresión, o la expresión del "yo".
Puedes aprender más penetrando la forma de una melodía que simplemente

"memorizando" muchas melodías. En el último caso, todo lo que hará será tropezar
con los cambios y el nivel de su interpretación no aumentará. ¡Pero a través de una inmersión
profunda en esa melodía, evolucionarás a otro nivel de interpretación! Entonces llegará a
esperar ese nivel en otras situaciones.
106
el clásico
En la música clásica, las notas están predeterminadas. ¿Cómo se aplica este
concepto?
Así como el instrumentista de jazz falla al improvisar sobre acordes en una

tonalidad extraña, el músico clásico puede fallar como intérprete de pasajes que no
han sido absorbidos adecuadamente. Esto les sucede a ambos tipos de
músicos por la misma razón: ¡con la mente sobrecargada, se apresuran a leer su
material!
Los lapsos de familiaridad suelen ocurrir más adelante en la pieza, casi nunca en los
primeros ocho compases. Esto se debe a que el jugador exhibe la mayor paciencia
al comienzo de una pieza. Por lo general, comienza desde el principio, por lo que
esa parte se vuelve más familiar. Pero a medida que avanza, pierde la paciencia, y
una pequeña voz en su cabeza lo apresura con el pensamiento de que hay mucho
más para practicar. Pierde el conocimiento y pasa por alto los pequeños fallos
que van apareciendo como cucarachas en la cocina. Si acierta una o dos veces,
racionaliza que lo sabe. No tiene la sensación acogedora de los primeros ocho
compases, pero no tiene tiempo para notarlo. Cuando interpreta la pieza,
siempre luchará en los mismos puntos exactos, porque solo los ha aprendido
parcialmente. El objetivo del dominio sin esfuerzo no se ha realizado. Nunca pasa
suficiente tiempo moviendo sus dedos lenta y cómodamente a través de
los pasajes. Pronto está corriendo a través de los pasajes una y otra vez, dando a
su mente y cuerpo un mensaje de ansiedad e incomodidad. El mensaje de
facilidad nunca fue enviado adecuadamente.
Cada vez que practico música escrita, me muevo lo suficientemente lento

para tocarla correctamente, casi en un estado de meditación. ¡De esa manera,
estoy enseñando a mis dedos a actuar solos mientras vuelo! A menudo se
requiere que el jugador clásico aprenda tanto en tan poco tiempo que
practica como si quisiera evitar el desastre. Incluso si el jugador logra sortear aguas
turbulentas, jugará con una tensión y un esfuerzo que no alcanzan la
grandeza.
107
Esa grandeza, que de todos modos está programado para no esperar, podría
ser suya si esperara a que llegara sin esfuerzo. Puede que no esté listo para un
recital muy pronto, pero su nivel de interpretación mejoraría con cada pieza que
absorbiera, de hecho, con cada compás. Al igual que el improvisador, encontraría
que una composición aprendida en el nivel maestro tendrá más significado que
un programa completo aprendido de manera ordinaria.
Dominio del sonido

Otra cualidad de la maestría es la sabiduría absoluta con la que el artista
expresa sus notas. Pueden ser simples, pero resuenan de una manera profunda.
Esta profundidad de tono o frase tiene que ver con el "dominio interior" del artista
de los sonidos que está tocando. Refleja el carácter del jugador como ser
evolucionado, y la profundidad con la que se une a sus notas. Contempla los
diferentes sonidos y establece relaciones personales con intervalos, acordes,
ritmos, etc.
Por ejemplo, uno pensaría que si dos personas tocan el mismo piano, debería
sonar igual, porque el sonido del piano se hace a través del dispositivo arbitrario
de un martillo golpeando una cuerda. Sin embargo, esas mismas notas
tendrán un sonido muy diferente de un jugador a otro. Nunca olvidaré asistir
a la fiesta de cumpleaños número 50 de Bill Evans. No mencionaré ningún
nombre, pero había más pianistas en una habitación de los que recuerdo
haber visto antes. ¡Sentí que estaba asistiendo a la convención de un dictador!
El pianista que organizó la fiesta tenía un piano de cola. (El piano
tampoco tendrá nombre.) Era un piano decente, pero sonaba brillante y
metálico, como suele hacerlo esa marca en particular. Varias luminarias jóvenes
se sentaron a tocar para Bill durante la fiesta. Sonaron muy bien, y el piano sonó
brillante y metálico como se esperaba. Entonces Bill se sentó a tocar y se
produjo un cambio milagroso en el sonido. ¡De repente estábamos escuchando
un Steinway B grabado en 1958! El piano parecía tener esa riqueza oscura que
se había vuelto cada vez más rara en los pianos y aún más rara en el toque
de los jóvenes pianistas. En un momento, tocó a dúo con otro pianista, y las dos
mitades del piano en realidad
108
sonaba diferente! Si tocaba el registro superior, el piano sonaba oscuro y hermoso

allí, y brillante y grueso en la parte inferior. Cuando tocaba de fondo, se producía el
efecto contrario. Para mí, este fue un ejemplo dramático de la relación interna
con el sonido.
Creo que hay básicamente dos razones para el sonido perfecto de Bill en todas las
circunstancias. Tenía brazos perfectamente ponderados con muñecas como
amortiguadores, de modo que siempre podía lograr fuerza sin golpear; y debido
al proceso profundo y minucioso por el cual absorbió su material, sus manos
siempre supieron perfectamente a dónde iban. Con tranquila certeza, realizarían
aquello para lo que habían sido programados. De esta forma, sus manos no
necesitaban arremeter contra las notas; siempre estaban ahí. Su enfoque tranquilo lo
llevó a tocar lo que entendía, en lugar de buscar cosas fuera de su experiencia.
Por eso, su forma de tocar siempre sonaba perfecta. Su sonido era la envidia de los
pianistas clásicos y de jazz por igual. Dimos por sentado que todas las notas serían
perfectas.
En la fiesta, uno de los pianistas le preguntó qué practicaba y nos dio un vistazo a su
proceso. Como una de sus frases musicales, su respuesta fue muy escueta.
“Practico lo mínimo”. Se refería a la cantidad mínima de material, no de tiempo.
Para mí, esto fue una completa confirmación de que centrarse en una pequeña cantidad
de material, meterse en él, investigar todas sus variaciones, recorrerlo a través de
diferentes claves. En resumen, dominarlo fue lo que separó a Bill Evans de tantos
otros. Era su camino hacia la maestría.
Dominar el cuerpo
Surgen preguntas como: ”El acto de tocar instrumentos requiere esfuerzo. ¿Cómo
puede uno hacerlo sin esfuerzo mientras lo hace?” o “¿Cómo se tocan tempos
rápidos desde este espacio relajado?”.
La respuesta se puede encontrar mirando las artes marciales. Esas disciplinas

requieren una gran concentración en lugar de fuerza. Para enfocar la energía
del cuerpo en un solo acto, no hay nada extraño
109
tensión. Esa es la clave. La mayoría de los músicos tocan mientras mantienen la

tensión en partes de sus cuerpos que no necesitan estar tensas. Esa tensión es el
resultado de su relación básica con el juego: un patrón de lucha. En kárate, para
romper una tabla, tienes que estar muy concentrado y muy relajado. ¿No les
parece una contradicción? ¿Cómo puedes estar muy relajado y romper una tabla?
Tienes que estar tan concentrado que tu movimiento suceda por sí mismo. Hay
una gran tensión, pero es una tensión decidida enfocada exactamente donde
se necesita. Debes tener la fe de que una vez que comiences a moverte, sucederá.
Si hay alguna duda, lo que se romperá no será el tablero.
Si hay miedo antes del acto, ese crujido podría ser tus huesos.
Centrarse en ese nivel se logra mediante la relajación absoluta. Herrigel
describe esto en Zen In The Art Of Archery, cuando observa a su maestro disparar
una flecha. "Al menos en el caso del Maestro, soltar [soltar la flecha] parecía tan
simple y poco exigente que podría haber sido un juego de niños".
No estamos hablando del tipo de relajación que experimentas encorvado en una silla
viendo el partido de fútbol. Estamos hablando de un enfoque relajado que tiene la
disciplina para realizar tareas arduas mientras permanece suave y flexible por dentro,
ya que los músculos que no se necesitan para la tarea están en reposo y la mente
está tranquila. Esta es la intención y el espíritu del yoga.
Si permite que su cuerpo aprenda sin la interferencia de su mente, aprenderá lo

que necesita para realizar la tarea. El conocimiento que tiene el cuerpo surge en el
momento justo de manera espontánea. Sabe instintivamente cómo moverse.
Cuando la práctica o el juego son forzados, tiendes a usar más músculos de los
necesarios. Los músculos que se necesitan también se utilizan de manera
ineficiente. Por ejemplo, la mayoría de los saxofonistas emplean mucho más
esfuerzo del necesario. Tensan los músculos faciales que no son necesarios para la
producción de tono. Sus contorsiones faciales son a menudo un intento de coaccionar la música.
Todo lo que necesitas son los músculos de tu embocadura, tus pulmones, manos y
brazos. Todo lo demás podría estar completamente en reposo o absorto. La espalda
debe
'Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco p. 20. 110
estar equilibrado para permitir que todas las partes del cuerpo cuelguen de
él. Si la correa está bien ajustada, el ejecutante apenas tiene que sujetar el
instrumento. El saxofón en realidad puede volverse "incómodamente fácil" de tocar
si no está acostumbrado a tal eficiencia. Uno puede hacer más con menos esfuerzo.
¿Y cuántos pianistas tienen los hombros levantados hasta las orejas incluso
mientras tocan una balada? ¿Para qué sirven los hombros en esa posición, excepto
como depósito para el miedo?
La gente pregunta si esto significa que tienen que quedarse quietos cuando
juegan. Por supuesto que no. Esa sería otra restricción más. En performance, si
quieres bailar, baila. Si quieres gritar, grita, ¡porque nunca nos editamos mientras
jugamos! Sin embargo, hay un punto en el que moverse se convierte en una muleta y
uno no puede funcionar correctamente sin ella. Por ejemplo, algunos pianistas
tienen que cantar sus líneas y dar golpecitos con los pies o no pueden tocar líneas
claras y limpias. En este caso, los dedos carecen de ritmo en sí mismos y
necesitan la coerción de fuentes externas. Incluso si te encanta moverte en concierto,
sería bueno practicar esta eficiencia de movimiento y quietud del cuerpo en casa.
Entonces, mientras actúas de cualquier manera, ese conocimiento del cuerpo apoyará
cualquier cosa que quieras hacer.
Si te centras antes de acercarte al instrumento, tu cuerpo descubrirá

instintivamente esta eficacia. Una vez estaba enseñando a un bajista que no podía
tocar sin pisar fuerte y sin inclinarse para "entrar".
Como estaba recibiendo el ritmo de pisar fuerte, disminuyó la velocidad cuando su
pie se cansó. Como dije, está bien bailar y moverse con alegría, pero no es bueno
tener que pisar fuerte para mantener el ritmo. Le pedí que se pusiera de pie, plantara
los pies en el suelo y dejara que los brazos colgaran y se relajaran. Entonces,
puse el bajo en sus manos. Instantáneamente pareció más en control. Le pedí que
jugara usando solo sus manos, que ahora estaban sostenidas por sus brazos, que
estaban sostenidas por su espalda. Inmediatamente jugó mejor sin disminuir la
velocidad, mientras usaba un tercio de la energía. Estaba relajado y alerta, y podía
mirar alrededor a los otros músicos e involucrarse en la música. Si estar centrado
hubiera sido su prioridad todo el tiempo, ¡ se habría deslizado a esta posición
automáticamente!
111
Mientras trabajaba con otro bajista durante una lección, noté que su forma de
tocar se sentía laboriosa y sin inspiración. Vi que estaba parado sobre las puntas
de sus pies y moviéndose de lado a lado. Tenía los ojos cerrados, pero para
mí esto no significaba una profunda absorción en la música. Indicaba tensión
y deseo, y parecía abrumado por el bajo acústico. Le dije: "Primero fuiste
bajista eléctrico, ¿no?". Esta declaración lo sorprendió. Era cierto y estoy
seguro de que se preguntaba cómo lo sabía. La respuesta fue que el contrabajo
parecía enorme en sus manos, y lo trató de esa manera. Hice que se parara
sobre sus talones en una pose de montaña similar al yoga y se enraizara en
el suelo. Luego le dije que dejara de pensar en tocar y me mirara a los ojos,
un ejercicio que hago con muchos estudiantes. Esto hace que pierdan la
conciencia de sí mismos (el mismo efecto se puede lograr mirándose en un
espejo). Le dije que se absorbiera por completo en mis ojos, mientras sus
manos tocaban el bajo por sí mismas. Inmediatamente tuvo destellos de un
ritmo nuevo, mejorado y sin esfuerzo. La diferencia fue bastante dramática, ¡y
ambos nos reímos!
En el yoga, mientras te rindes a tu yo interior, oa Dios, consumido con

devoción, el conocimiento de la posición natural de tu cuerpo surge espontáneamente.
Con pocas excepciones, los grandes músicos asumen la postura más beneficiosa
para canalizar la música. Recientemente, un trompetista que estudió conmigo dijo
que había tomado una muy buena lección con un famoso maestro de
trompeta. Le pregunté qué había aprendido. Dijo que el punto principal tenía
que ver con su postura: extendía la cabeza hacia adelante cuando tocaba. El
maestro le dijo que mantuviera la cabeza hacia atrás, lo que se sintió mucho
más fácil. Le recordé que cuando entró en "el espacio", liberando su cuerpo de
toda tensión y dejando ir su mente, su cabeza naturalmente hizo eso. Como
ves, puedes ensayar coreografías de partes aisladas del cuerpo y no saber
muy bien por qué lo estás haciendo, o puedes viajar a la fuente de todo
movimiento: yoga espontáneo o equilibrio espontáneo, el lugar que alinea tu
cuerpo para sirven a la meta del dominio. Simplemente vaya al espacio y agréguele el cuerno.
Obtienes mucho más al tratar con la causa que con el efecto; y porqué
112
de todo lo demás que recibes de este centro, tu misma alma puede revelarse a sí misma a
través de la música.
El dominio está disponible para todos

Esto debería ser una buena noticia para muchos de ustedes, porque quizás hayan pensado que
solo personas como Miles Davis y Thelonious Monk pueden ser maestros.
Cuando hablas, improvisas todo el tiempo, expresando tus ideas libremente en oraciones perfectas.
La misma libertad está disponible con el lenguaje de la música. Es cierto que a algunas
personas les llega más fácilmente, pero la maestría les llega a todos los que la esperan. El ego
puede burlarse de ti con pensamientos como: "Ya deberías haberlo aprendido" o "Ya deberías
estar jugando mejor", pero los hábitos de trabajo enfocados, la determinación y una
perspectiva positiva compensarán el talento en un grado sorprendente. Los especialmente
talentosos son bendecidos (¿o malditos?) por la facilidad con la que pueden absorber la música,
pero la grandeza no es su propiedad exclusiva. De hecho, muchas personas con un talento
extraordinario no han logrado alcanzar la grandeza precisamente porque nunca pudieron
concentrarse y les faltó disciplina. Recuerdo el comentario de Donald Erb de que "los bares
están llenos de gente increíblemente talentosa".
Pete Rose, el jugador de béisbol, es un ejemplo de cómo el trabajo duro y la actitud pueden
superar al talento promedio. Será el primero en decir que no estaba especialmente dotado;
pero lo compensaba con un feroz afán de ganar y unos hábitos de trabajo muy minuciosos.
Como resultado, acumuló más hits que cualquier otra persona que haya jugado el juego.
El Resultado: Conexión con Toda la Sabiduría
La gente siempre me pregunta si estudié yoga, zen o tai chi, cosa que no hice durante años,
aunque en los últimos años (desde el momento de escribir este artículo) me he convertido en
estudiante de meditación Siddha Yoga. Simplemente he decidido que la naturalidad sería mi
primera consideración, que cualquier cosa que no se reproduzca desde una perspectiva natural
113
lugar no vale la pena jugar. Mi técnica no la obtengo estudiando técnica. Lo consigo al dejar que
mis manos y brazos encuentren su camino sin mi interferencia. Al hacerlo, me he conectado sin
darme cuenta con la sabiduría de los antiguos. Ahora que leo los escritos de los grandes
sabios, me doy cuenta de que estoy en el mismo camino, teniendo las experiencias que
describen. La falta de esfuerzo nos permite convertirnos en nuestros propios
maestros, allanando el camino hacia la maestría. Si no obtiene nada más de este libro,
es de esperar que al menos se vaya dando cuenta de que el esfuerzo se interpone en el
camino de una gran interpretación. El esfuerzo y/o la falta de preparación bloquean el verdadero dominio.
Hubo un gran ejemplo de movimiento perfecto y sin esfuerzo en (de todos los lugares)
la televisión. Una mañana hubo una transmisión en vivo de Vladimir Horowitz
actuando en Moscú. Precediendo a la actuación real hubo un documental de su histórico
regreso a su tierra natal. ¡Él no había estado allí en sesenta años!
No hace falta decir que hubo muchos cambios radicales en la Unión Soviética durante ese
tiempo. Su regreso no fue popular entre el régimen comunista de Leonid Brezhnev.
Cuando Horowitz llegó al aeropuerto, había miembros de su familia extendida esperando a

quienes nunca había visto. ¡Un primo que tenía cuatro años cuando dejó la Unión Soviética
ahora tenía sesenta y cuatro! Este fue, por decir lo menos, un regreso emocional. El
gobierno no estaba ansioso por destacar la actuación de un "traidor capitalista" y no promocionó
su concierto. Solo había un cartel simple en la pared del Conservatorio de Música de Moscú el
día de la presentación que decía: "Vladimir Horowitz (EE. UU.)". ¡Un solo cartel! 400
asientos estaban disponibles para el público en general que fueron barridos rápidamente. Los
otros 1800 asientos estaban reservados para funcionarios gubernamentales y diplomáticos.
Había cientos de personas más esperando afuera bajo la lluvia con sus paraguas.
Permanecieron allí durante la actuación solo para estar cerca de su energía. El concierto
en sí estaba siendo transmitido en vivo en todo el mundo. Creo que era justo decir que, dados
todos estos factores, ¡había presión!
Horowitz salió al escenario con una ovación de pie. Luego se sentó allí por un rato y miró a
la audiencia. Mientras todos se acomodaban, se notaba que él también se estaba calmando:
dejando que 114
todas las emociones, todos los nervios, todas las implicaciones políticas se calman en
su mente para que pueda emerger la maestría, y sus manos realicen lo que han
sido entrenadas para hacer tan bien. Verlo desahogarse de esta manera fue electrizante
para mí, porque entendí lo que estaba haciendo.
Luego, sin previo aviso, sus manos comenzaron a tocar la Sonata de Scarlatti en mi
mayor. El trabajo de cámara fue maravilloso. Primero, mostró una toma larga de él,
luego se acercó a su rostro. Él era la viva imagen de la concentración. Sin ver sus
manos, podías escuchar la música, pero no habrías pensado que estaba tocando.
Parecía un anciano bondadoso esperando un autobús. Luego le mostraron las
manos, y eso fue lo más extraño. No importa cuán difícil sea la música, no importa
cuán rápida o lenta, no importa cuál sea el desafío, ¡parecía que las manos apenas
se movían! Parecían animalitos pastando pacíficamente a lo largo de los cayos. La
imagen era desorientadora porque no había absolutamente ningún esfuerzo. Solo estaba
observando sus manos tocando la música. ¡Qué sublime sonido producían, tantos
colores! ¡Había absorbido la música escrita hasta el punto de la locura, con suficiente
expresión para intoxicar a los dioses! Utilizo un video de este concierto con
frecuencia en mis clínicas para que todos puedan ver y escuchar una clara manifestación
de maestría.
Muchos de los mismos rasgos son evidentes en un video titulado Bill Evans on
the Creative Process. Fue presentado por el hermano de Bill, Harry, quien también
era pianista. Para ilustrar el desempeño de AABA, Harry le pidió a Bill que jugara Star
Eyes de la manera más simple posible. Tiene algo de humor, porque la forma más
sencilla de tocarla de Bill era todavía muy sofisticada y requería que los pianistas de
menor nivel trabajaran y ensayaran. Estaba claro que Bill Evans había absorbido su
lenguaje armónico para tocar con el mismo nivel de facilidad que otros tienen al tocar
una melodía simple. La melodía salió de sus manos de la misma manera que Scarlatti
salió de las manos de Horowitz.
*AABA = la forma de la mayoría de las canciones populares estándar antes del Rock and Roll.
115
Otra similitud con Horowitz ocurrió más adelante en el video, cuando Harry le pidió
a Bill que improvisara. Esta escena fue muy divertida porque en esos días, Bill parecía
un nerd. Casi esperabas ver una curita en el puente de sus anteojos, manteniéndolos
juntos. Cuando la cámara mostraba su rostro, como con Horowitz, parecía como si
simplemente estuviera sentado allí, sin jugar.
Cuando se mostraban sus manos, estaban bailando, tocando el idioma que conocían
tan bien. Ambos artistas ejemplifican las características del dominio sin esfuerzo.
Tener paciencia
Una vez, mientras estaba de gira por España, viajé a un hermoso pueblo costero.
Mi habitación estaba orientada al este con una hermosa vista del océano. Decidí
levantarme al amanecer y hacer una meditación con los ojos abiertos para poder
presenciar todas las etapas del amanecer. Al principio había una luz sutil que permitía
una visión tenue de las formaciones de nubes y el horizonte. Apenas podía distinguir
la línea donde el océano se encontraba con el cielo. Permaneció así durante mucho
tiempo: solo una luz distante que indicaba que el sol estaba dentro del alcance.
Esta luz aumentaba tan lentamente que no podía discernir cuándo una vista daba
paso a otra; era evolución líquida. El cambio de colores e intensidad anunciaba el
lento pero incuestionable regreso del sol un día más.
Incluso en las últimas etapas de iluminación, el cielo bromeó durante mucho tiempo,
permaneciendo en un estado de fuego, esperando a su señor. Pude sentir la ausencia
de ego en todos los elementos.
La etapa final fue un tono amarillo cálido, el aura del mismo padre sol, con sus
asistentes más cercanos, las nubes, que brillaban por la constante exposición a
su magnificencia. Finalmente, el señor de la luz se abrió paso. Solo se veía una astilla,
que aumentó de tamaño al mismo ritmo lento. Me preguntaba si los seres
humanos podrían permitir que una composición se desarrollara así.
Para el buscador, este amanecer es una metáfora, para tener paciencia con cada
etapa antes de que evolucione a la siguiente. El sol salió a su tiempo. Puede ser lento,
pero siempre sucede.
116
Gran paciencia y objetividad emanan del espacio interior. Puede ver claramente qué
funciona bien y qué no. Además, desde ese espacio, no te regañas por las fallas en tu
forma de tocar. Sin caer en dramas inútiles, sistemáticamente eliminas tus puntos débiles.
Los problemas de larga data comienzan a aclararse y te sientes encaminado, quizás por
primera vez. La cosa es que está bien, no importa cuánto tiempo tome. Si, al tratar de
moverse más rápido, aprende en niveles mediocres, ¿qué puede esperar? La mediocridad,
por supuesto.
Recuerde: navegar a través del material funciona solo para unos pocos. El resto está
claramente abrumado por ese ritmo y no logra desarrollar una relación con la música, lo que
respalda la creencia de que no están destinados a tocar bien, que no tienen mucho
talento. Pero practicando pequeñas cantidades, masticando completamente y digiriendo todo
lo que contiene la lección, extrayendo de ella todas las vitaminas posibles, ¡uno se vuelve poderoso!
Resumen
El dominio se compone de dos cosas:
1) Mantenerse fuera del camino y dejar que la música suene sola.
Acepto lo que quiera salir. Lo acepto con amor. Acepto lo bueno y lo malo con igual amor.
Sin el drama de tener que sonar bien, toco desde un espacio sin esfuerzo. Esto requiere
desprogramación y reprogramación.
2) Ser capaz de reproducir el material perfectamente cada vez sin

pensar.
Practico a fondo y con paciencia hasta que el material se toca solo. El ego ya no me
aterroriza. Cuando el material se digiere correctamente, sale de forma orgánica y se
manifiesta como mi voz.
Técnica sin esfuerzo, lenguaje sin esfuerzo, aceptación total de lo que quiere salir:
estos son los componentes del "espacio maestro".
117
118
capitulo 14
Meditación #2
Permítete ponerte cómodo. Relájese, tome algunas respiraciones profundas. Tome

otra respiración profunda y agradable. Una respiración larga y profunda es la cura
para lo que nos aqueja... Comienza a dejar que tu mente se aquiete de nuevo. Cada
respiración profunda es como una ola que puedes montar de regreso al océano
del ser interior. Inhala... agradable y profundamente... exhala... largo y lento... y
de nuevo... relájate cada vez más. Permítete volver al lugar al que llegaste
en la primera meditación. Una vez que diseñas ese lugar dentro de ti mismo, se
vuelve más fácil volver allí.
Tu mente, como siempre, está llena de preguntas. Recuerda, puedes recuperar todo
tu equipaje en unos minutos, pero solo por ahora, deja de lado todas las
preguntas, todos los deseos. Quieres experimentar momentos en los que no te
guíen estos deseos. Empieza a imaginar lo que se siente al jugar sin estos
deseos. Antes de que puedas hacerlo mientras juegas, debes poder hacerlo mientras
estás sentado.
Permítete descansar en ese espacio cómodo, tranquilo... e imagina que desde

ese espacio podrías hacer cualquier cosa. Imagina que no tienes que dejar ese
espacio para funcionar. Mírate tocando tu instrumento desde ese espacio sin
esfuerzo.
Imagínate en el escenario del Carnegie Hall. Un foco cegador está sobre ti. Hay
cien mil personas en la audiencia. ¡Todos te miran y tú no haces nada más que
respirar! Estás sentado allí y tus manos, o labios, o lo que sea que uses para hacer
música, están trabajando por sí mismos. Estás sentado allí solo respirando y tu
cuerpo está tocando el instrumento sin tu participación. No estás involucrado.
119
¡Ahora imagina que lo que sale es la mejor música que jamás hayas escuchado!
(Esta puede ser una visualización agradable). Tome otra respiración profunda...
y profundice en el mundo de su imaginación. Estás tratando de imaginar cómo se ve y
se siente el dominio en ti.
Nuevamente, estás en el escenario del Carnegie Hall y todos te miran. Pero en

lugar de sentir presión, estás sentado en tu silla o de pie y solo respiras. Y tus manos,
pies o labios hacen la música por ti. Algo se ha apoderado de ti... y la música está
sonando a través de ti... ¡ mientras descansas!... Imagina que...
Estás sonriendo a la audiencia y estás escuchando junto con ellos a medida que pasa
a través de ti. Junto con la audiencia, estás pensando: “¡Guau, esto es genial! ¿Quién
está jugando esto? ... La mejor música que jamás hayas escuchado está saliendo de ti,
y no estás haciendo nada. Imagina eso. Es una fantasía divertida. Pero, también es la
realidad más elevada.
Ha estado recibiendo música a través de una pequeña abertura durante mucho

tiempo. Pero ahora, imagina que te estás abriendo al océano de la música. Solo míralo.
Date un gusto. Míralo dentro de ti. Siente el aire salado de la inspiración en tu lengua.
Imagina que el océano es un sonido infinito. Cada ola es una idea brillante que fluye a
través de ti, derribando los diques de tu mente. Imagina la represa estallando y te estás
ahogando en el éxtasis del sonido. Ahora imagina que mueres y te conviertes en el
océano. No tienes identidad, ni comienzo, ni fin. Ya no tocas música. ERES música...
Respira hondo ...
Ahora imagínate abriéndote al universo infinito del sonido, donde la música se organiza
a través de ti de una manera única. Tu música... es sólo... la música... que viene a través
de ti. Ni jazz... tu música... ni bebop... tu música. Música... no música
americana... TU MÚSICA. Viene de este océano y te estás ahogando en él.
Tome otra respiración profunda y respire en el agua como lo hace un pez con sus
branquias. Inhala el pensamiento: "No tengo mente, no tengo voluntad, no tengo control,
soy el recipiente y la música fluye a través de mí".
120
Toma una respiración profunda más...
Profundice ahora... y vea el océano dentro de su corazón. Invoque su recuerdo más profundo de
un océano... y véalo en su propio corazón. Imagina que el océano está hecho de grandes,
ilimitadas y brillantes ideas. Míralo dentro de ti. Ahora imagínate a ti mismo abriéndote de par en
par... tan de par en par que el océano pueda fluir a través de ti.
Imagínese que fluye a través de usted dentro y fuera de su instrumento, y si es cantante,
¡imagínese cantando ideas increíbles y salvajes! ... Eres como la desembocadura de un río: fuerte,
silencioso y quieto, pero canalizando una corriente incesante de ideas...
De nuevo, date este pensamiento, soy un maestro. ¡Soy genial!... No te canses de ese
pensamiento. Regálatelo a ti mismo... Soy un maestro. soy genial...
Puedes decirte a ti mismo, “¡No está funcionando! No me siento como un maestro. No me siento
muy bien. No prestes atención a ese pensamiento. Eso es solo tu mente estropeándolo de nuevo
para ti. Sigue diciéndolo... Soy un maestro... Soy genial.
Si te dijeras eso a ti mismo durante los próximos diez años, tu vida se vería muy diferente a como
se ve hoy. Grandes cosas vendrían a ti. Te conviertes en tus pensamientos, para que la
maestría se manifieste en todos los aspectos de tu vida.
Cada día estarías conduciendo el pensamiento un poco más profundo a través de todo tu ser... YO
SOY un maestro.
Cada vez más, las cosas que haces tendrían dominio. Cada vez más, las cosas que jugaste
tendrían dominio, pero debes quemar este pensamiento en tu conciencia y quemar todas las
falsedades. Debes programarte a ti mismo.
Lo que se vuelve verdad acerca de ti es lo que piensas con más frecuencia.
Si piensas, "Estoy limitado", eso se vuelve verdad. Si piensas, "No soy demasiado bueno", eso
se vuelve verdad. Pero si piensas, "Yo soy Dios", eso también se vuelve verdad.
Cualquier cosa que pienses sobre ti mismo se convierte en una profecía autocumplida. Si
piensas: "Cada nota que toco es el sonido más hermoso que he escuchado", eso se vuelve
cierto. Tome una respiración profunda ahora, e inhale este concepto.
121
Contemplalo...
Ahora mismo, en este estado relajado, les voy a dar nuevos pensamientos de
empoderamiento. Respira profundamente mientras los lees. Imagina que cada pensamiento
está en un bote, navegando desde la desembocadura del río hacia el océano de tu corazón.
Cada pensamiento... ponerlo en el barco... navegar río abajo... a través de la desembocadura
del río... y hacia el océano.
Pensamiento #1: Soy un maestro. Envía eso río abajo. soy un maestro Míralo en el velero...
navegando hacia el ocaso. Imagina que el sol es el centro de tu corazón y el barco navega
hacia él. En el barco está la carga preciosa: soy un patrón.
Pensamiento #2: La música es fácil. Envía ese pensamiento navegando pacíficamente por el
río... hacia la puesta del sol... hacia el océano. La música es fácil.
Pensamiento #3: Toco música sin esfuerzo. Envía eso abajo.
Pensamiento #4: Toco música magistralmente.
Pensamiento #5: Cada nota que toco es el sonido más hermoso que he escuchado.
Si pudieras programarte para creer estas cosas... ¡te volverías un poco loco!... Loco de alegría...
loco... de éxtasis... disfrutando cada nota que tocas... riéndote de las notas equivocadas ...
amándolos... y haciéndoles creer a todos... QUE SON LOS NUEVOS BILLETES
DERECHOS!
No te preocupes si no lo sientes en este momento ... ¡practícalo durante cinco años! ... ¡diez
años!... ¿Qué tienes que perder?
Vuelve a respirar hondo... y vuelve a la habitación.
Reprogramación
Piénsalo. ¿Por qué debería asustarte practicar esto durante diez minutos al día? Pierdes más
tiempo que eso todos los días. Y felizmente harás eso por el resto de tu vida. ¿Por qué no
tomar prestado tiempo de esa hora o dos que desperdicias al día y tratar de decir 122
estas cosas profundamente a ti mismo? ¿Tienes miedo de que no funcione? ¿Así que lo
que? Sabes que el tiempo que pierdes todos los días no sirve para nada. ¿Por qué no intentar
robar diez minutos de ese tiempo para ver si puede cambiar el curso de tu vida?
123
124
Capítulo 15
afirmaciones
Afirmaciones: Programando Nuevos Sistemas de Creencias
La experiencia de tocar está coloreada por lo que crees sobre la música y lo que crees sobre ti mismo.
Hay sistemas de creencias positivos y negativos.
Los sistemas de creencias positivas pueden ser la base para el éxito y la facilidad en sus
esfuerzos. Los sistemas de creencias negativos pueden inhibir el éxito y el crecimiento. Un sistema
de creencias no es como una creencia intelectual, que se puede cambiar mediante una prueba en
contrario. Más bien, es una creencia profundamente arraigada y, a menudo, subconsciente sobre cómo
son las cosas. Como se mostró antes, las creencias negativas pueden ser perjudiciales para
su éxito. Para cambiar con el tiempo, esas creencias necesitan una reprogramación constante.
Las afirmaciones son declaraciones que se utilizan para crear resultados nuevos y positivos. Pueden
ser valiosas herramientas de reprogramación.
He conocido a grandes jugadores que, por mucha adulación que reciban en todo el mundo, se
engañan a sí mismos creyendo que juegan mal, o que de alguna manera no son dignos de tener éxito.
Esto demuestra que un sistema de creencias, positivo o negativo, muchas veces no está enraizado en
la realidad objetiva (algo obvio para el resto de nosotros). Es simplemente un programa que se siente
cómodo. Incluso estas personas dotadas pueden estar retrasándose de una mejor carrera, un
mayor dominio y una vida más rica.
Las afirmaciones son mensajes dados a lo largo del tiempo. Pueden ser ciertas, pero no tienen por
qué serlo. Me gusta pensar en ellos como declaraciones de verdades aún no realizadas. De esta
manera, puedo llegar a aceptar la verdad que contienen. Las afirmaciones también se pueden
expresar en forma de visualización. Afirmas una situación o un cambio de programa al "verte a
ti mismo como eso". Literalmente puedes verte a ti mismo en la situación que te gustaría crear. Por
ejemplo, a los miembros de un equipo de salto de longitud se les pidió que imaginaran que sus brazos
125
y las piernas tenían diez pies de largo. Por supuesto, sabían que esto no era cierto, pero al
visualizar esta imagen de la manera más clara y realista posible, pudieron obtener más extensión
y aumentar su rendimiento. El cielo es el límite de lo que quieres afirmar o crear. No tienes que
moderar tu afirmación con lo que crees que es "realista". Esa es otra trampa, porque lo que
piensas que es realista bien puede estar contaminado por un sistema de creencias negativas.
Las afirmaciones dadas con el tiempo pueden cambiar el programa, crear algo que deseas o
cambiar los patrones de tu vida para que puedas obtener mejores resultados. Hay que tener
paciencia, darle tiempo a la afirmación para que se geste y, al igual que con la práctica,
desapegarse de los resultados. Abstenerse de involucrarse demasiado emocionalmente en su
manifestación.
He usado algunas frases varias veces en el libro para ayudar con la reprogramación.
Es posible que ya hayas decidido que eran fantasía.
Contemplemos su significado y veamos si podemos encontrar una manera de aceptarlos
intelectualmente como posiblemente verdaderos:
LA MÚSICA ES FÁCIL
Los niños comienzan la vida con esta creencia. Si nadie los derriba, pueden mantener una
perspectiva positiva. Yo mismo siempre creí, quizás incluso con arrogancia, que la
música era fácil de hacer y nada de qué preocuparse. Si algo es difícil de tocar, mi
intuición es que aún no he visto la simplicidad en ello. Eso refleja mi creencia instintiva de que toda
la música es fácil.
NO HAY NOTAS INCORRECTAS
Como se dijo antes, esta afirmación puede liberarte como improvisador, y si la usas como
intérprete de música clásica, desarrollarás una mano segura.
Las notas que no se consideraban utilizables en un período de tiempo se usaban libremente en el
siguiente, demostrando así que su error solo existía en la mente.
¡Los seres humanos inventamos estas cosas! No hay, y nunca ha habido, ninguna nota incorrecta.
Si vive cerca del océano, es posible que escuche el graznido de una gaviota en un tono, el ladrido
de un perro en otro tono, el rugido del océano desafinado con los otros dos sonidos y el canto de
los pájaros en ritmos que chocan con todos estos, y dirás: "¡Hermoso!" Pero si los seres humanos
toman instrumentos y 126
haz lo mismo, ¡el oyente medio no podrá soportarlo! ¿Por qué?

Porque su mente dice: "Se supone que esto es música". El concepto mismo de
música está superpuesto por los humanos. Debajo de este concepto se encuentra la
gran realidad del sonido, y debajo de eso, el tejido de todo el universo, la
vibración. Es la vibración la que hace música; es la vibración la que hace la materia,
incluidos nuestros cuerpos. Somos vibración, por lo tanto, se puede decir que somos
música. Así que la vibración es la arcilla cruda. Con nuestras mentes, lo
moldeamos en lo que queramos. Puede que hayamos creado una estructura
social y moral a través de algo llamado música, pero la verdad es que cualquier
sonido va con cualquier sonido. Eso puede ser tan perturbador para la mente
humana, con su ansia de orden, como aceptar el caos como un estado natural.
Estamos programados para creer en cierto orden de cosas musicalmente. ¿Por qué
destruir esa programación? Porque ese orden está confinando nuestros espíritus.
Demasiada sensibilidad a lo correcto e incorrecto de lo que estamos haciendo
nos vuelve vacilantes y torpes, liberando incertidumbre en el aire que roba incluso
las notas correctas de su poder. Como dije anteriormente, una nota es tan
poderosa como el jugador cree que es. Si el músico ha evolucionado para
abrazar la creencia de que no hay notas equivocadas, entonces puede tocar todas
las notas equivocadas y sonarán bien.
Una forma de practicar esto es sentarse al piano y tocar diferentes intervalos.

Medite en ellos mientras los toca lenta y silenciosamente una y otra vez.
Contempla su sonido sin formar opiniones. Trate de resistir todas las actitudes
anteriores hacia el sonido y simplemente... escuche. El sonido se volverá cada
vez más consonante, más amigable, más personal. Tu relación con él pasará por
muchos niveles hasta que sea tuyo. Estará dentro de ti. Casi el único sonido en el
sistema de doce tonos que todavía tiene alguna ilusión de disonancia es el
intervalo de 9 bemol, medio paso más ancho que una octava, generalmente
considerado como un sonido de "choque". Así que supongo que sería un buen lugar
para empezar. Haz de ese choque el sonido más dulce de tu mente. Forma una
relación personal con cada intervalo, cada acorde, de hecho, con cada sonido
del universo. La consonancia es simplemente una relación armoniosa con un
sonido.
127
Una buena analogía es el miedo que sentimos hacia determinados grupos étnicos o
socioeconómicos. Vemos a las personas que son diferentes con incomodidad y desconfianza.
Por lo general, una experiencia personal a lo largo del tiempo con personas de
diferentes orígenes elimina las ideas preconcebidas y nos ayuda a verlos como
individuos dignos de amor y respeto. Cuando trascendemos tales barreras, nos sentimos
liberados. Es lo mismo cuando trasciendes las barreras musicales. Sientes como si
estuvieras respirando aire enrarecido, y es estimulante.
Puedes limpiar aún más tu mente de negatividad usando esta afirmación:
CADA NOTA QUE TOCO ES EL SONIDO MÁS HERMOSO QUE HE ESCUCHADO.
Examine esta declaración. Al principio, parece absurdo. Pero tiene el poder de crear
profundos avances hacia la libertad. ¿Quién puede decir lo que es hermoso? ¿No es eso
programación, como todo lo demás? ¿No nos han lavado el cerebro las industrias
de la moda y la publicidad para creer que "los huesos son hermosos"?
En este momento, estás programado para ver y escuchar la belleza en una frecuencia
muy estrecha. La música que escuchas más allá de un rango limitado parece caótica.
Sin ideas preconcebidas, podrías manejar y disfrutar mucho más del caos en la música.
En una película, es posible que haya escuchado la música más disonante jamás
reproducida, pero si a alguien le cortaran la garganta en la pantalla, sus oídos lo aceptarían.
¡Quizás el psicópata muerto en el suelo no estaba realmente muerto! Mientras se
abalanzaba una vez más sobre los tobillos de la niña, es posible que hayas escuchado
el sonido más aterrador que una orquesta puede convertir en la peor pesadilla de Witold
Lutoslowski. Con tus ojos estimulados por esa imagen, los canales auditivos se relajan
y se dilatan, y puedes manejar ese sonido.
Si deja caer pesadamente las dos manos sobre el piano y lo deja sonar, es posible que
no esté programado para considerarlo como el sonido más hermoso que jamás haya
escuchado, pero ¿qué pasa si golpea el refrigerador o la estufa y hace el mismo sonido?
Te pararías allí todo el día como un tonto golpeando tu refrigerador, ¡o invitarías a tus
amigos a escuchar tu estufa!
128
No lo olvides: la música es algo que acabamos de inventar. En realidad, no existe como

nada más que un juego para nosotros, entonces, ¿cómo quedamos atrapados en
nuestro propio juego? Imponiéndole valores.
Espiritualmente hablando, ¿no se considera este el punto de vista ilustrado?

Las escrituras judías nos enseñan a considerar a todos los hombres como hermanos: a
“amar a tu prójimo como a ti mismo”. En el hinduismo y otros caminos orientales, se nos
dice que veamos a Dios en nosotros mismos y en los demás. Ciertas sectas budistas
no pueden dañar ni siquiera a un insecto, creyendo que todas las cosas son igualmente sagradas.
Cuando, a través de la práctica, uno adapta esa conciencia, uno existe en el cielo mientras
está en la tierra, embriagado por la belleza que lo rodea y lleno de compasión por todas las
cosas, grandes y pequeñas.
Lo que hay que darse cuenta es que todo lo que pensamos ahora, cada opinión que
tenemos sobre todo, es el resultado de algún tipo de programación. No poseemos
objetividad absoluta. Los científicos han sido igualmente humillados. En el mundo de la física
han llegado a la conclusión de que realmente no se puede observar nada con total
objetividad porque, a medida que lo iluminan con fines de observación, la luz cambia su
composición. Esto se conoce como el "principio de incertidumbre". Todo esto nos
muestra que lo que pensamos, vemos y oímos es subjetivo. Por lo tanto, podría
correspondernos adoptar las creencias de las que obtenemos el mayor beneficio. Creer
que cada sonido es hermoso abrirá el camino para una interpretación más inspirada.
Conviértete en el Will Rogers de la música diciendo: "Nunca encontré una nota que
no me gustara".
129
130
capitulo 16
Los pasos para cambiar
El camino significativo es un camino de acción. El objetivo se logra a través de

la práctica. Sin prácticas, un camino es mera filosofía. Ten cuidado con eso. Una
filosofía se piensa y se habla, pero un camino es para caminar. Un buen camino se
reduce a mera filosofía porque uno no ha hecho el trabajo para alcanzar sus frutos
como el alcohólico que puede hablar elocuentemente sobre cómo dejar de beber,
pero en realidad no puede hacerlo. Muchas personas hablan por hablar, pero no
caminan por el camino. No se producen cambios significativos sin práctica. Hablar
es barato y, de hecho, puede ser perjudicial para el crecimiento, porque mientras
hablas sobre el camino, puedes disipar su poder para cambiarte. También corre el
riesgo de congelar la experiencia para que no pueda reconocer la forma espontánea
en que la sabiduría quiere manifestarse hoy. Tan seguro como uno practica un
instrumento, así debe uno practicar la implementación de la sabiduría.
Hay muchos libros y prácticas que ayudan a uno a alcanzar el "espacio". Como una
vez escuché decir a un hombre sabio: "Hay muchos barcos". Sin embargo,
los ejercicios que estoy a punto de describir, a los que llamo "pasos", son
relevantes para la ejecución de la música. Te ayudarán a desarrollar el
enfoque, la eficiencia y la valentía, y te ayudarán a establecer la conexión interna.
Recuerda: puedes ser consciente de toda la filosofía y aun así ser incapaz de
alcanzar sus frutos mientras juegas. Los siguientes pasos te ayudarán a dejarte llevar
y mejorar. Puede experimentar la funcionalidad y seguir un plan de juego
consistente. La salud mental se restaura a medida que aprendes a permanecer
en el momento. Incluso puede eliminar esas interminables horas obsesionadas con su vida.
Hemos hablado mucho sobre las impurezas de tu propósito, tu interpretación y tu

práctica. Ahora vamos a ver un método de desprogramación y
reprogramación. Hay cuatro pasos para hacer este cambio en su vida.
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El primer paso te introduce al ser interior. Es un tipo de meditación, un marcado contraste

con el espacio en el que la gente suele jugar. Como se dijo anteriormente, muchos han
experimentado este estado a través de actividades como andar en bicicleta, correr o
nadar, meditar y cantar, diversas artes marciales y antiguas ceremonias del té. Las
tradiciones zen y yóguica están empapadas de la conciencia de este espacio. He conocido
músicos que han estudiado otras disciplinas y han obtenido los frutos de esas
disciplinas, pero no pudieron retener la conciencia mientras tocaban. Solo es cuestión
de tocar el instrumento en ese estado, pero nunca pudieron hacerlo porque se les pasó
un pequeño detalle: hay que renunciar a la necesidad de sonar bien. De lo contrario,
¡realmente no puedes dejarlo ir!
¡Simple, pero no fácil! Aprenda una forma de lograr el equilibrio interior y acérquese a su
instrumento mientras se encuentra en ese espacio. Los dos primeros pasos le
ayudarán a observar todos los pensamientos y presiones relacionados con su instrumento.
Aprenderás a soltar y amar todo lo que escuches salir. Esto es absolutamente
necesario para escapar de su dilema. ¡No puedes fingir! El primer paso te ayudará a
ponerte en contacto con tu yo intuitivo evitando la mente consciente, el epítome de todo
juego limitado. Físicamente, se moverá intuitivamente hacia la forma más eficiente y sin
esfuerzo de tocar su instrumento en particular. La práctica diaria le permitirá
familiarizarse con la postura más fácil, o la embocadura perfecta, la posición de la
cabeza o lo que sea. Gravitarás a la posición física que te permita jugar sin salir del
espacio.
El Paso Dos es la retención de esa conciencia mientras las manos exploran el

instrumento en una improvisación libre. No me refiero al estilo del free jazz, sino a la
intención. Tus manos están libres para vagar, sin tu participación consciente.
Nuevamente, esto solo es posible si puedes liberarte de la necesidad de sonar bien
por unos momentos.
Si los Pasos Uno y Dos son análogos a gatear, el Paso Tres es comenzar a caminar. En
el Paso Tres aprenderá cómo hacer cosas simples desde esta conciencia. El
espacio natural que desarrollaste forma una base a partir de la cual vuelves a aprender a
jugar. En este paso, la música comienza a sonar a través de ti en forma inteligente.
Empiezas a experimentar lo que quiere jugar y lo que puedes jugar cómodamente.
Aprendes a permanecer dentro de ti mismo y
132
No te dejes seducir por tu ego. Así como el espacio estableció tu conexión natural
con tu instrumento y sonido, ahora establece lo que se puede tocar sin esfuerzo sobre la
forma, el tiempo, los cambios, la música escrita o lo que sea. Será una lección de
humildad descubrir tu verdadero nivel de juego. Pero también será el comienzo de
volverse real, y su forma de tocar se construirá sobre una base más sólida. Dejar el ego
fuera del juego eliminará el drama de tratar de tocar lo que te gustaría tocar. Estarás
practicando la sabiduría de aceptar, con amor, lo que puedas tocar desde el espacio.
El espacio en sí es el maestro, y la vida se centra en aprender a conectarse con el

espacio. La música se vuelve secundaria. Recuerdas los conciertos no por lo bien que
tocaste, sino por lo mucho que te dejaste llevar. Esos suelen ser los mejores conciertos
de todos modos, pero ahora la prioridad ha cambiado. Ya no te molesta lo que hay
afuera, sino que te absorbe lo que hay aquí.
Sin embargo, no estás condenado a tu nivel actual de jugar por la vida, porque en
el Paso Cuatro comienzas un proceso de cambio y crecimiento. Construido sobre la base
sólida de los primeros tres pasos, con desapego y calma, y con amor propio, comienzas a
practicar cosas que no se pueden tocar sin esfuerzo. No solo practicas desde el espacio,
sino que no asumes que has dominado nada hasta que se reproduce desde ese espacio.
El Paso Cuatro le ayudará a adquirir el gusto por la absorción en un tema, en lugar de hojear
inútilmente sobre muchos temas. La disciplina de la paciencia te supera mientras esperas
con desapego que se produzca el dominio de lo que estás practicando. Cada sesión de
práctica se convierte en un eslabón en una cadena, un proceso paciente que lo lleva
hacia su meta.
Estos pasos pueden transformar la vida. Te sentirás tan libre como un pájaro cuando
juegues, pero tendrás una gran disciplina en todos tus estudios. Si se siguen con paciencia,
estos cuatro pasos transformarán su práctica y desempeño.
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134
capitulo 17
Paso uno
Describiremos varias formas de realizar el primer paso, según el instrumento que

toque. Cada método requiere una relajación completa del cuerpo. Para comenzar este
paso, podría usar la meditación 1, la meditación "Soy un maestro". Si comienzas el día
con esa meditación, aprenderás a deslizarte fácilmente en este espacio. Tome una
respiración muy profunda y exhale una respiración muy larga y lenta. Relaja todos los
músculos de la parte superior de la cabeza... la frente... la parte posterior de la cabeza...
las orejas... los ojos... la nariz... las mejillas... la boca... la lengua... la garganta. .. cuello...
hombros... omóplatos... parte superior de la espalda... pecho... columna vertebral...
caja torácica... corazón... pulmones... riñones... parte inferior de la espalda... estómago...
parte superior de los brazos... codos... antebrazos... muñecas... manos y dedos.
Tome otra respiración profunda y relaje sus caderas... glúteos... muslos... rodillas...
pantorrillas... tobillos y pies.
Es muy importante que dejes ir tu mente tanto como estés dispuesto a hacerlo... Deja ir todos
los pensamientos mientras respiras profundamente... deja ir la música... sólo por unos
momentos... y ahora. .. deja ir la necesidad de ser un gran jugador... Si descubres que no
puedes hacerlo... entonces solo finge por ahora... Ve las posibilidades de la
libertad... como si simplemente no lo hicieras ... cuidado!
Ahora puedes sentir que tu cuerpo y tu mente se sueltan. En el interior, puede haber una
sensación de quietud, enfoque y conexión interna. Si no puede aquietar su mente, intente
observar sus pensamientos. Míralos ir y venir como si no fueran tuyos. Descubrirá que con
la práctica, se deslizará hacia un espacio estable donde se sentirá bastante vacío.
Mientras disfruta de este espacio, comience a sentir que no tiene el control de su cuerpo.
Imagina que eres como una marioneta y alguien mueve tus músculos.
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Si está relajado, su cuerpo se ajustará naturalmente a la posición más cómoda. Su

barriga puede caer mientras relaja los músculos allí. La respiración profunda no tiene
precio, y puedes aprender a caer en este espacio simplemente con una exhalación
profunda, como un suspiro.
Suponiendo que se haya relajado a través de la meditación, o siguiendo las instrucciones

de este capítulo, pasaremos al paso uno con algunos instrumentos diferentes:
Piano
Siéntate en una posición cómoda y relaja todas las partes de tu cuerpo. Deja que tu
columna se sienta alargada, como si estuviera colgando de un poste de hierro que
está conectado directamente al techo. De esta forma, tu espalda queda recta.
Imagina que el poste te sostiene; no tienes que obligarte a sentarte derecho. Deje
que sus brazos descansen en su regazo o cuelguen a los costados.
Ahora imagine que alguien o algo está levantando su brazo, derecho o izquierdo, y
moviéndolo hacia el teclado. Trate de imaginar tanto como sea posible que alguien
más está haciendo esto por usted. Deje que su mano flote sobre el teclado y bájela
lentamente hasta que las yemas de los dedos toquen las teclas blancas.
Imagina que tu brazo está lleno de helio o es tan ligero como una pluma, y que las
yemas de los dedos tocando las teclas son suficientes para mantener el brazo flotando
en el aire. El brazo debe estar al nivel del teclado. Aunque esté relajado, no debe
dejar que el brazo cuelgue con los dedos agarrados. El brazo debe sentirse como
si estuviera flotando en el aire, nivelado con el teclado, mientras las yemas de los
dedos ”besan ligeramente” las teclas blancas. Nuevamente, el mejor resultado ocurre
si imaginas que alguien más está haciendo esto por ti mientras descansas .
Ahora enfoca tu mente en tu pulgar, el primer dedo... Imagina que estás enviando
tu conciencia hacia ese dedo... Imagina que alguien está levantando el pulgar solo
un poco... El pulgar debe levantarse tan alto como quiera ir. No debe haber sensación
de estiramiento o tensión. Al principio, puede sentir que los dedos apenas quieren
moverse. Están tan acostumbrados a ser
136
obligado a moverse por ti. Ahora, en la medida en que el pulgar esté dispuesto a
moverse, déjelo que lo haga. Puede ser útil inhalar lentamente mientras levantas el pulgar
y lo sostienes por un momento, mientras te mantienes lo más consciente posible
(permaneciendo en el espacio). Luego simplemente deje caer el dedo sobre la tecla...
Es posible que apenas mueva la tecla, pero eso no importa. Simplemente déjalo caer y
exhala con la caída... También puedes imaginar que tu dedo se hunde en la tecla como una
forma de presionarla, pero abstente de usar la fuerza de cualquier tipo. Estás aprendiendo
la facilidad del movimiento, la técnica similar al zen de un dedo cayendo por sí mismo, mientras
observas.
A continuación, aplique esta conciencia al segundo dedo, imaginando que su

conciencia está contenida en ese dedo meñique... Luego, con el mayor enfoque y atención
posible, observe cómo se levanta el segundo dedo para usted, tan alto como quiera. ve...
Inhala mientras haces esto, luego mantenlo así por unos momentos, asegurándote de que
no te has salido de tu centro; luego suelte o hunda el dedo en esa tecla mientras exhala...
Repita las mismas acciones con el tercer dedo... y así sucesivamente...
Antes de levantar, asegúrese de tomarse el tiempo para centrar su atención en cada

dedo. De hecho, estarás practicando grandes niveles de conciencia y enfoque.
Esto por sí solo afectará tu forma de tocar de maneras que no puedes imaginar. Con el tiempo,
sentirás que este enfoque se infiltra en tu forma de tocar. El truco es darle tiempo.
Repite el proceso con cada dedo. Pulgar al quinto dedo, luego quinto dedo al pulgar. Después
de terminar una mano, si aún tiene paciencia y concentración para hacerlo, puede
comenzar con la otra mano. Comience todo el proceso nuevamente, pero si no tiene la
paciencia, la conciencia o la quietud necesarias para este ejercicio, ¡DETÉNGASE! Sería mejor
hacer solo dos dedos completamente del espacio que todos los dedos de un espacio
comprometido. Siempre puede dividir el ejercicio en pequeñas prácticas de dos a cinco
minutos en su día. De esa manera, puede evitar la frustración o el agotamiento por tal
concentración.
Puede parecer algo pesado o difícil lo que estás haciendo, pero no lo es. Mantenlo ligero.
Trátelo como un momento para relajarse y sintonizar
137
suavemente a su yo interior mientras toca el piano. Es posible que te sientas

vigorizado con estos pequeños momentos.
Trompistas
Siéntate en una silla cómoda y comienza a relajarte... Haz una de las meditaciones o
cualquier cosa que sepas para descender suavemente al espacio... Haz que el
cuerno se siente cerca en una silla, un soporte o en el suelo... Ahora ríndete control total
de su cuerpo... Imagine que alguien está usando su cuerpo como si fuera una
marioneta... Él o ella está moviendo su brazo y acercándose para agarrar el cuerno.
Recuerda fingir que no eres tú. Esto dará como resultado una sensación de falta de
esfuerzo y desapego. Ahora vuelve a la posición anterior con la bocina en la mano
y déjala reposar sobre tu regazo… Notarás que la calma que lograste conseguir se ha
agitado con solo sostener la bocina. Habrá un aumento definitivo en la actividad
mental y la agitación general. Esto se debe a que tienes tantos mensajes antiguos
sobre lo que significa tocar tu cuerno. Podría ser una experiencia totalmente nueva
simplemente sostenerlo sin deseo. Has aprendido a pensar, a intentar e incluso a
obsesionarte desde el momento en que lo tocas. Pensamientos previamente
programados emergen cada vez para agitar tu mente. Pero ahora... deja que todo
se calme... Respira profundamente mientras sostienes el cuerno en tu regazo...
Comenzará a sentirse diferente que nunca... Pretende que es solo una pieza de metal.
Deje que sus dedos y manos noten cosas al respecto. ¿Es rugoso o liso? ¿Hace frío o
calor? Darte cuenta de estas cosas generales te alejará de la idea de que es tu bocina
y, por lo tanto, te alejará más de la obsesión. Cuando haya regresado por completo a
ese espacio tranquilo, estará listo para seguir adelante...
Tómate esto con mucha calma, porque es probable que pierdas este espacio cuanto
más te acerques a jugar, por lo que debes tener cuidado de volver a él entre cada
movimiento. Esta conciencia absoluta dará sus frutos en gran medida más adelante.
Con el tiempo, conservará este estado en todas las fases de la práctica y el juego. Por
eso es sumamente importante experimentarlo plenamente desde el principio.
138
Ahora estás listo para llevarte el cuerno a la boca. No importa cómo te guste tocar la
trompeta, para este ejercicio, deja que la trompeta llegue a tu boca; no mueva la cabeza
hacia la boquilla.
Nota para los saxofonistas:
He trabajado con varios saxofonistas y casi siempre encontramos que la correa no se ha

colocado en la posición más natural para que el aire se mueva a través de la trompeta. La
correa suele estar demasiado baja, lo que obliga al saxofonista a estirar el cuello hacia abajo,
como un avestruz. Esto hace que pierda el "espacio" antes de llevarse el cuerno a los labios.
En su posición más natural, el cuello suele estar alargado. Además, la columna tiende a
estar recta y la parte superior del torso se equilibra sobre las caderas.
Debes encontrar esa posición y simplemente agregar el cuerno a esa postura, donde sea
que esté tu cabeza. Cuando lo hace, la bocina de repente se vuelve más fácil de tocar y su
cara y cuello se relajan. Incluso si no eliges jugar de esta manera, prueba esta postura
cuando practiques el primer paso. El aire se mueve a través del cuerno con mayor facilidad
si no lo cortas por el cuello. Ayudará a establecer una conexión sin esfuerzo y la
sensación de que alguien te está tocando la bocina.
Lleve el cuerno a su boca y, de nuevo, haga una pausa... Mientras lleva el cuerno a sus
labios, su mente volverá a estar activa con consideraciones mezquinas, y el espacio se
perderá. Simplemente tiene que sostener el cuerno en la boca o, en el caso de los músicos
de viento, contra los labios, respirar hondo y dejar de lado todos los pensamientos.
Sentirás algo nuevo. Puedes sentir la boquilla a nivel sensorial. ¿Es rugoso o liso?
¿Fresco o cálido? Eventualmente te hundirás en una unidad con la boquilla, sin realmente
darte cuenta de dónde termina tu boca y comienza la boquilla. Te sentirás más conectado
con la bocina que nunca. ¡Entonces será el momento de agitar la mente una vez más
con la idea de jugarlo!
Tome su respiración más profunda y conténgala todo el tiempo que pueda. Imagina que
alguien más está usando tus pulmones para respirar.
139
Cada vez que haga eso, tendrá el efecto de relajar cada parte de usted, mientras que
solo se usarán los músculos necesarios. También reforzará la noción de que alguien
está haciendo esto por ti. Esa noción puede tener profundas implicaciones
espirituales. Así que tome esa respiración y conténgala, y cuando no pueda
contenerla más, suéltela a través de la boquilla. ¡No intente controlar el sonido
en absoluto! ¡Que sea tan feo como quiera ser!
Después de esa nota, vuelve a apoyar el cuerno en tu regazo y regresa al espacio.

Descubrirá que el acto de jugar ha agitado la mente una vez más.
Lo que estamos tratando de aprender es cómo jugar y practicar sin salir del espacio.
¿Cómo vas a hacer eso si ni siquiera puedes quedarte allí a través de una nota? El
primer paso se trata de aprender a moverse desde dentro del espacio.
Apoya el cuerno en tu regazo, respira hondo y deja ir la experiencia anterior. No lo

pienses, no lo evalúes ni lo recuerdes. Simplemente regrese a un lugar lo más tranquilo
y concentrado posible...
Cuando te hayas vuelto a calmar, imagina que alguien vuelve a llevarte el cuerno a la
boca. Sosténgalo allí y respire para liberar cualquier pensamiento o agitación. Desde
ese estado de quietud, tome una respiración, no tan profunda esta vez, y sople a
través de la bocina mientras acepta cualquier sonido que salga sin control o
evaluación consciente. Estás construyendo conciencia. Estás practicando llegar y
permanecer en un antiguo estado de sabiduría interior que no se ve comprometido
por el deseo de jugar bien.
Al principio, es mejor tocar una nota y luego bajar la bocina.

No estás tratando de jugar. Solo estás tratando de permanecer desapegado,
permanecer en el espacio mientras juegas cualquier cosa. Repita esto varias veces y
baje el cuerno. Ese es el final del primer paso.
Vocalistas
Párese derecho y mantenga el equilibrio sobre las puntas de los pies. Luego deja
que tus pies se arraiguen en el suelo (la postura de la montaña, una postura
yóguica, puede ser muy útil). Hacer el
140
técnica de relajación de su elección, y cierre los ojos... Empiece a respirar lenta y

profundamente e imagine que alguien más lo está haciendo por usted... Siente que tu
pecho se hincha y tus pulmones se inflan lentamente... Cuando puedas' Inhale más
tiempo, contenga la respiración... Sosténgala y sienta cómo se acumula la presión para liberarla.
Mientras lo sostienes, imagina que no tienes control de tu voz una vez que
exhalas... Imagina que la exhalación se va a cantar...
Finalmente, suelte la respiración y deje que la fuerza de la exhalación suelte una
nota en el aire. Manténgase enfocado en su centro mientras la nota se canta sola.
Imagina que no es tu voz. A medida que escuche el sonido (puede ser fuerte o
suave), no tenga miedo de su crudeza o fuerza. Ese sonido contiene las semillas
de tu verdadera voz, no la que has estado "estilizando" para que sea
"correcta".
Relájate después de esa nota... Puede ser una experiencia traumática para
algunos... Deja que tu respiración sea regular y tranquila por unos momentos. Si dejaste
el espacio (que probablemente lo hayas hecho), tómate un momento para regresar
al espacio. La idea con respecto a su instrumento, como ocurre con todos los demás,
es dejar que la nota provenga de ese espacio. Deja que pase por alto todo el
miedo y el sentimiento de insuficiencia que es tan típico de los cantantes,
especialmente en el jazz. Los cantantes de jazz a menudo no se sienten apreciados
por otros músicos de jazz. En lugar de honrarse a sí mismos por lo especial que
pueden hacer y que los demás no pueden, a menudo pierden el respeto por
sí mismos en el aula mientras intentan aprender teoría, armonía o canto scat. Se
sienten inválidos a menos que puedan hacer lo que hacen los instrumentistas, cuando
la verdad es que tienen un instrumento al que los demás músicos no se pueden
acercar: la voz. Y también tienen la dimensión añadida de palabras con las que pueden
comunicarse. En los viejos tiempos, los instrumentistas tenían más respeto por el
poder del cantante; pero hoy, están tan preocupados con su próximo solo que no tienen
ningún interés en los vocalistas. Hacen trampas a los vocalistas e insinúan que son
inferiores por no poder hacer solos. Los vocalistas interiorizan esta
negatividad, además de la que habían recibido de niños, y el resultado es un montón
de cantantes que no tienen confianza. Un cantante con esa mentalidad canta con tal
timidez que no hay nada convincente para escuchar. Ese cantante no puede
comprometerse con el sonido de su propia voz. De ahí el miedo...
141
Así que preparémonos para la próxima respiración profunda. Y esta vez, deja ir algo de
ese miedo, y odio, y, tal vez, ira, ¡y súbete a la siguiente nota! Siga haciendo el ejercicio
hasta que la nota se escape libremente de su control. Reaccione ante ello con una alegría
y una aceptación incondicionales, y resista cualquier tentación de juzgarlo. Y ten por
seguro: ese impulso vendrá. ¡Resistirlo es como tratar de no rascarse la picazón!
Para cualquier instrumento, practica soltar y relajarte mientras tocas tu instrumento. Con
el tiempo, estos ejercicios tendrán el efecto residual de revertir su apego a su desempeño,
¡ y se volverá ligero y relajado! Todos los problemas se desvanecerán a medida que se
fusione con el instrumento. Para muchos de ustedes, actualmente es al revés. Puede
que estés relativamente tranquilo, pero la ansiedad crece dentro de ti porque ¡es hora
de jugar!
Resumiendo
Estas prácticas y contemplaciones me han llevado a un lugar agradable. No importa en
qué espacio mental me encuentre (y créanme, me meto en algunos extraños), cuando
toco el piano, entro en un espacio donde todo es hermoso. No hay pecado, no hay notas
equivocadas, todo lo que hay es amor y alegría (y generalmente muchas risas). Ojalá
pudiera tener un piano atado al cuello en todo momento. ¡Incluso podría volverme cuerdo!
Mildred Chase habla sobre este estado de ánimo en su libro Just being at the piano: “Es
imposible ser consciente de sí mismo y estar totalmente involucrado en la música al mismo
tiempo. La conciencia de uno mismo es una barrera entre el ejecutante y el instrumento.
A medida que olvido mi propia presencia, alcanzo un estado de unidad con la actividad y
me absorbo de una manera que desafía el paso del tiempo.”1 Si programa la falta de
esfuerzo en su conexión con su instrumento, el resultado será que cuando toque , caerás
en ese espacio. Jugando te deslizarás hacia tu espacio más abierto, efectivo y
concentrado. En lugar de ser un instrumento de tortura,
'Chase, Mildred Simplemente estando en el piano. Libros de artes creativas de Berkeley.

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como lo es para muchos, ¡será un instrumento de éxtasis! Tocar se volverá tan

natural como respirar. ¡Muchas personas con las que he trabajado han sentido
inmediatamente por este abandono que su instrumento era más fácil de tocar de
lo que nunca pensaron! ¿Qué tan importante es eso? Como dije antes,
cuanto más fácil sea tocar físicamente el instrumento, más podrás tocar y más
libre te sentirás. Si tiene un ejercicio que le recuerda diariamente lo fácil que es
jugar, verá una mejora espectacular solo con eso. Desde el escenario del concierto
hasta el estadio deportivo, las personas que realmente sobresalen son aquellas para
quienes la actividad es más fácil que para los demás. Para algunos, ¡es tan fácil!
Cuando comencé este proceso yo mismo, todo lo que tenía era este primer
paso. Fue suficiente para cambiar mi forma de tocar y, finalmente, mi vida.
Me gusta decir que el asiento más cómodo en mi casa, psíquica, física,

mental y de otra manera, es el asiento del piano. Después de algunos años de
dejar que tu yo interior se haga cargo, sentirás esa misma relación con tu
instrumento. El primer paso es un enfoque de la mente y una liberación del
espíritu de la prisión. Comienza a desbloquear ese espíritu ahora.
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144
capitulo 18
Segundo paso
"El Camino [The Great Too] no es difícil, solo evita escoger y elegir".
SengTsan1
Después de practicar el Paso Uno por un tiempo, se habrá sentido cómodo yendo al
espacio y tocando su instrumento. Ahora llega el momento de subir un poco la
temperatura. Aunque ha aprendido a liberarse del apego al tocar una nota, ¿puede
permanecer desapegado mientras se mueve alrededor del instrumento?
¿Cuánto tiempo antes de que tu mente muerda el anzuelo y comience a tratar de
encontrar un sentido musical? ¿Cuánto tiempo antes de que empieces a "recoger y
elegir"? Debe poder tocar libremente el instrumento sin consecuencias. Stephen
Nachmanavich expresa este punto con elocuencia: "Hay un momento para hacer
cualquier cosa, para experimentar sin miedo a las consecuencias, para tener un espacio
de juego a salvo del miedo a las críticas, para que podamos sacar a relucir nuestro
material inconsciente sin censurarlo".2 En el Paso Dos, podemos practicar el vuelo sin preocuparnos por los p
Simplemente permita que sus manos tomen decisiones al azar. Ya se trate

de improvisación libre, la repetición de un acorde o la melodía diatónica más simple, esas
elecciones se tomarán con las manos, los labios o las cuerdas vocales, pero no con la
cabeza. No habrá intencionalidad para ellos. Más bien, será como si estuviera
dormido, pero sus manos se mueven alrededor del instrumento. O podrías imaginar tus
manos teniendo su propia conciencia y corriendo
'SengTsan. Hsin Hsm Meng. [siglo octavo]. Traducido por DT Suzuki en Essays in Zen Buddhism. Londres:
Rider, 1951.
2Nachmanovich, Stephen. Free Play, Los Ángeles: Jeremy P. Tarcher, Inc., 1990. (pág. 69).
145
el espectáculo mientras observas. Si está cantando, puede dejar que su voz

vague sin preocuparse por el tono o el tono. Con los trompetistas, sería cuestión de
dejar que las manos y la embocadura hagan lo que quieran.
Los bateristas podían imaginar sus brazos agitándose y chocando contra
tambores y platillos. En el piano, a veces imagino que mis manos son animalitos que
pastan en los pastos del teclado, o ratoncitos que corretean arriba y abajo. Mientras
ellos hacen lo suyo, yo solo observo. Ese es el punto: no estás involucrado. Eres
solo un observador.
Este paso desarrolla la habilidad de separarse del juego controlado para que la
creación pueda manifestarse, usándote a ti como vehículo, pero sin que tú lo
obstaculices. El paso dos te permite apreciar lo que sale como si fueras el oyente,
no el jugador. Como he dicho muchas veces, este nivel de conciencia es
la meta. Es el verdadero objetivo de las disciplinas artísticas y musicales. En Zen en
el arte del tiro con arco, el maestro explica a su alumno el valor del desapego: “¡El
arte correcto no tiene propósito, no tiene objetivo! Cuanto más obstinadamente
intentes aprender a disparar la flecha por el bien de dar en el blanco, menos éxito
tendrás en uno, y más retrocederá el otro. Lo que se interpone en tu camino es que
tienes una voluntad demasiado obstinada. Piensas que lo que no haces tú mismo
no sucede.”3 ¿No es esa nuestra experiencia en la música? Cuanto más tratamos de
jugar, más se nos escapa el juego. Esta "falta de propósito" y "falta de
objetivo" se puede practicar aquí mismo en el Paso Dos. Es un medio para
establecernos como el canal. Deja que tus manos se muevan, lenta o rápidamente.
Puede ver que algunos de los frutos del primer paso ya se requieren aquí:
1. la capacidad de separarse y observar;
2. imaginando que tu cuerpo trabaja solo mientras descansas en el espacio;
3. el espacio mismo.
3Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco p. 31 146

No hay absolutamente ningún requisito con respecto al tempo, la clave o cualquier otra cosa.
Todo lo que haces es permitir que suceda lo que quiera. Sin embargo, no es tan fácil como
parece, ya que tan pronto como sus manos comiencen a moverse, sentirá que su mente se mueve
nuevamente. Debido a toda su programación previa, la mente tratará de atraerlo a "elegir y elegir",
en su búsqueda programática de "música aceptable". Cuando la mente haga esto, ¡quita tus manos
del instrumento! En el caso de instrumentos portátiles, dejarlos. Suelte el instrumento y regrese al
espacio... Tome una respiración profunda y vuelva a instalarse en la quietud del no hacedor... Salga
del torbellino del huracán y regrese al ojo... donde todo está en paz. .. Separar...
En otras palabras, vuelva a aplicar los frutos del Paso Uno.
Cada vez que salga del instrumento y regrese al espacio, devolverá más espacio al instrumento.
En todos los pasos y en todas las formas de práctica, uno debe quitar las manos del instrumento con
frecuencia. No puedo enfatizar esto lo suficiente. Esa es la única forma de volver al espacio o de
averiguar si lo has dejado. Necesitas dar un paso atrás y recuperar una perspectiva. El acto
periódico de soltar el instrumento de su agarre también envía un mensaje de desapego. Recuerda:
¡ no necesitas este instrumento! Paradójicamente, cuanto más sientes que puedes alejarte en
cualquier momento, ¡ más poderosa se vuelve tu forma de tocar! Esta es la esencia del Paso Dos.
Moverse por el instrumento sin intentarlo, sin preocuparse. Su sentido del sonido y el tacto se
revitalizará.
Tenemos que reprogramar el impulso de controlar. Estamos tan acostumbrados a analizar

todo lo que tocamos en términos estrictos e implacables. Algunas personas piensan que esto es
dedicación y humildad, pero es pura inhibición. Hay una forma muy positiva de analizar lo que
juegas, que se discutirá en el tercer paso. Pero por ahora, permítanme decir que el análisis no debe
realizarse durante la reproducción, sino mucho después de que termine toda la experiencia. La
música debe ocurrir totalmente desprovista de pensamiento.
Nachmanavich dice: “Miedo al fracaso y frustración; estas son las defensas de la sociedad
contra
147
creatividad.”41 dicen: “Es mejor hacer mala música desde un estado liberado que hacer
música razonablemente buena desde un estado de esclavitud”.
PASO 2A El principio del monje

Debemos bloquear la voz autocrítica en nuestra cabeza con fe absoluta. Llamo a este Paso
2A, porque todavía implica tocar notas sin restricciones con las manos. Pero todo es
realmente parte del segundo paso. Dejas caer tus manos en cualquier parte del piano, o en
cualquier parte de la batería, o tocas cualquier nota en cualquier instrumento; y antes de que la
mente tenga la oportunidad de evaluarlo, te dices a ti mismo: "Ese es el sonido más
hermoso que he escuchado". Este es el lavado de cerebro positivo del que hablaba antes.
Si puedes escuchar tus notas tan hermosas, serán hermosas. ¡Hasta los feos! Yo
llamo a esto el Principio del Monje. porque creo que este es el gran poder secreto de Monk.
Disfrutaba explorando el reino de lo incorrecto, y su aceptación interior nos convenció a
todos. ¡Creo que la razón por la que dejó de tocar podría haber sido que no pudo encontrar
más notas incorrectas para tocar!
Cuando te dices a ti mismo: "Ese es el sonido más hermoso que he escuchado", asegúrate
de no entender las palabras y se gira para decir "¿Es ese el sonido más hermoso?" Antes
de tener la oportunidad de evaluarlo, diga que es...
¡Ahora haz eso durante ocho horas! ¡Toca notas con el abandono de un tonto!
Paso 2B
Imagina que pudieras salir de tu cuerpo y ver la parte de atrás de tu cabeza... Luego dar un
paso atrás otra vez y ver la parte de atrás de ambas cabezas... Luego salir de esa
cabeza... y observar el cabello en la parte de atrás de esa cabeza... luego otra vez, mira la
parte de atrás de esa cabeza. Continúe haciendo esto hasta que vea una fila de cabezas
frente a usted... Se sentirá como si estuviera enviando su conciencia al
4Nachmanovich, Stephen Free Play, Los Ángeles Jeremy P. Tarcher, Inc., 1990 (pág. 138)
148
parte trasera de la habitación... Esta es una vieja técnica para deslizarse en la

meditación. Tu mente se aquietará y es posible que te sientas un poco drogado. También
encontrará que no puede controlar su interpretación desde ese estado. Con su mente
detrás de su cuerpo, ponga sus manos sobre el instrumento. Tus manos no tienen más
remedio que moverse con libertad e independencia. Entonces escucharás y recibirás
el sonido con el pensamiento: "Ese es el sonido más hermoso".
Paso 2C: Jugar rápido

Algunas personas sienten que nunca pueden tocar rápido porque sus dedos no se
ejercitan lo suficiente. Una vez estaba leyendo sobre cierto método para la
técnica de los dedos, y aunque no estaba de acuerdo con todo, leí una cosa que era muy
interesante. Se realizó un estudio en el que se midió la velocidad de los dedos de un
concertista de piano bien entrenado frente a la de un no pianista. Encontró que no había
mucha diferencia entre dos. Lo que ralentiza los dedos es no estar seguro de dónde
colocarlos. ¡Después de años de estudio y ejecución, un pianista puede estar tan restringido
que no puede soltarse y experimentar la velocidad de los dedos de un no pianista! Por
eso, este ejercicio puede resultar muy terapéutico, tanto física como psicológicamente.
Entra en el espacio (ya sabes lo que eso significa), deja que tus brazos se acerquen al
instrumento y luego, sin pensar en las notas correctas o incorrectas, simplemente mueve
los dedos lo más rápido posible. ¡Muévelos sobre las teclas! Si toca la trompeta, respire
profundamente, sostenga el aire el mayor tiempo posible y suéltelo en la trompeta
mientras mueve los dedos lo más rápido posible sobre las teclas. Se sorprenderá
de lo realmente rápido que es, y liberará su técnica para una ejecución más específica
más adelante. ¡Sentirás fluidez y sabrás cómo se debe sentir tocar rápido!
149
Reproducción mímica 2D
A algunos siempre les resultará difícil no reaccionar ante lo que escuchan. Por
eso, es muy liberador jugar en el aire. Un trompetista debe imaginar que la
trompa está en las manos y simplemente tocarla libremente. No se preocupe por
lo que está tocando, o la corrección real de tocar la trompeta. Simplemente
imita el acto de tocar ese instrumento en el aire, la sensación general de
mover los dedos y soplar. De esta manera sin estar enganchado a lo que
estás escuchando, ¡experimentarás la libertad de movimiento que buscas con la
bocina en tus manos! Si toca el piano, deje que sus manos floten en el aire
mientras sus brazos se mueven de lado a lado y sus dedos se mueven, ya
sea rápida o lentamente. Una cosa buena de esto es que se puede practicar
en cualquier lugar, ¡incluso en el metro! Empiezas a sentirte increíblemente
libre. Digo increíblemente porque, debido a los viejos sistemas de creencias,
¡probablemente tendrás problemas para creerlo! Esto es lo que se siente al
jugar rápido con un espíritu libre.
Ahora moldearemos esta libertad en forma.
150
capitulo 19
Paso tres
Ahora podemos tocar nuestro instrumento con total abandono. Podemos dejar que nuestras
manos deambulen, felizmente inconscientes de su destino, y podemos proclamar que cualquier
cosa que escuchemos resulte hermosa en última instancia. ¿Ahora que? ¡Es hora de jugar!
¡Oh, no! Eso no. ¿Cómo diablos puedo mantener este espacio si tengo que obedecer un tempo,
un área clave o, lo que es peor, cambios de acordes? ¡Esto sí que es un dilema!
¿Recuerda el miedo a ceder el control que abordamos en los Pasos uno y dos? Ese miedo
se afirma de nuevo cuando intenta el Paso Tres. ¿No necesitamos controlarnos para jugar en
tiempo y forma? No, no si el tiempo y la forma son tan cómodos como lo atemporal y lo
informe. Cuando los intérpretes clásicos tocan, ¿no necesitan conservar cierta rigidez para ejecutar
todos los parámetros de la pieza? No, no en una pieza bien aprendida. Como se dijo antes, nada
en la música es difícil, simplemente desconocido. Una vez que estás familiarizado con
algo, ya no es difícil. Aquí es donde el Paso Tres puede ser una lección de humildad. Recuerda
que el dominio se definió como la ejecución perfecta y sin esfuerzo de lo que sea que estés
tocando. Todo lo que sepas en ese nivel se manifestará cuando juegues desde el espacio. La
parte humillante es descubrir lo poco que realmente sabes de allí.
Lo creas o no, esta es una muy buena noticia. Finalmente explica la diferencia entre
usted y los maestros. No es raza, religión, tamaño, forma o incluso talento. Es cuán profundamente
se conoce el material. El paso tres expone todos los fallos y gremlins que conoces y que han
estado saboteando tu forma de tocar. Las razones técnicas de por qué no te balanceaste
o quemaste, por qué te falta fluidez o no puedes crear al nivel de tus deseos, están expuestas
a ti. Considere esta ecuación: el esfuerzo que le toma interpretar música es igual a la
distancia entre usted y el dominio.
151
Por ejemplo, si toca una melodía desde este espacio, notará que toca algunas
partes a la perfección. Tal vez de vez en cuando esté tocando los cambios
correctos, o la melodía salga correctamente de vez en cuando. Verifique si esos
no son los lugares en la melodía donde también improvisa mejor.
Nuestra capacidad para brillar depende en gran medida de nuestra familiaridad

con el material. Esto es cierto en la absorción de una pieza clásica. Pero, debido a la
mala forma en que hemos practicado en el pasado, nuestro juego está lleno de
agujeros, lleno de cosas que no sabemos tan bien como creíamos.
El paso tres es obtener tiempo real. Es un inventario introspectivo de lo que hemos

aprendido y lo que no: de lo que poseemos y lo que creemos que es nuestro.
Este inventario debe tomarse tan desapasionadamente como si estuviera
revisando nuestro suministro de comestibles o papel higiénico. Solo queremos
descubrir qué funciona y qué no, y diseñar nuestra práctica en consecuencia. Por
eso hemos estado cultivando el desapego en los pasos anteriores. Necesitamos
desapegarnos para poder ser honestos sin deprimirnos.
Para los improvisadores, este paso también tiene que ver con la expresión
honesta, la reducción de nuestro juego a solo lo que quiere expresarse, no
aquello por lo que lucha el ego. El ego generalmente nos lleva más allá de nuestras
capacidades del momento, creando música descuidada y exagerada. Cuando uno
mora en ese “aún pequeño lugar interior”, observando desde un lugar distante, la
música que emana es esencial, creando una gran profundidad de expresión.
Esta es la cualidad ilusoria de los verdaderos maestros de la que hablé antes.
Rendirse a las "notas internas" podría llamarse el Principio de Miles, porque ese era
su don y su magia.
En el Paso Dos, tuviste que aprender a no interferir, sino a observar. El proceso aquí
es el mismo: entra en el espacio empleando cualquier método que hayas encontrado
para llegar allí, como las meditaciones de este libro, y haz el Paso Uno. (Eso
debería ser una práctica diaria). Decida de antemano qué pieza específica o
improvisación va a tocar. Luego imagina a alguien levantando las manos hacia
el instrumento. Luego, simplemente comienza a jugar. No intentes tocar la pieza
a tiempo o fuera de tiempo. No trates de jugar los cambios correctos
152
o notas, sino ver cuáles salen correctamente. Si lo único que quiere venir es la melodía,
hazlo. Si se trata de cambios simples o voces muy por debajo de su gusto o la forma de tocar
menos inteligente que haya hecho, simplemente hágalo. No embellecer lo que está
sucediendo; simplemente obsérvelo desde un lugar distante. Tan pronto como se deje
seducir para intentar jugar, DETÉNGASE. Deténgase y regrese al espacio. Esa es la parte
más importante. Debes parar, no importa cuánto te esté gritando tu ego para salvar este solo;
¡simplemente deténgase y deje el instrumento!
Una vez que haya regresado al espacio, puede volver al instrumento y hacerlo de nuevo.
Puede comenzar desde el lugar donde se detuvo, o desde el principio. Lleva tu juego de vuelta
al espacio como si estuvieras remolcando un barco hacia el puerto. Si estás tocando una pieza
clásica, pon tus manos sobre el instrumento desde el espacio y comienza a tocarlo sin
precaución. Los errores que resultan están bien y, al igual que con el improvisador, tan pronto
como su desapego se erosiona y puede sentir que se tensa para ejecutar la pieza
correctamente, deténgase, regrese al espacio y con confianza vuelva a embarcarse en la
pieza. Cuando toque la pieza desde el espacio, sacrifique el tempo en lugar de las notas
correctas. En ese caso, deja que tus manos floten sobre las notas de la pieza sin esfuerzo
mientras permaneces en un estado semimeditativo.
Esta es una forma muy poderosa de programar tus manos para conocer la pieza sin tu
control consciente. Más tarde, puedes dejar que la pieza vuele y te sorprenderá lo mucho que
tus manos han recordado por sí mismas.
Ahora, es posible que solo toque un par de compases, ya sea escritos o improvisados, antes
de que la mente salte. De hecho, es posible que no toque más de un par de notas. No
importa. Debe detenerse allí mismo, respirar profundamente y luego continuar.
Es muy difícil captar el momento en el que tu mente interviene. Habiendo intentado hacer
música durante tantos años, ni siquiera estás seguro de cómo se siente "no intentarlo". Por
eso es tan importante aprender los primeros dos pasos muy a fondo, para que
tengas una conexión firme con el espacio. Entonces, si puede dejar de preocuparse demasiado
por los sonidos que está haciendo, tiene la oportunidad de tener éxito. Tienes que
mantenerte enfocado en el espacio y no en el
153
jugando. Esto se logra mejor con la ayuda de un auditor. Pero por ahora, tratemos de describir
los atributos necesarios para que comiences a practicar solo.
Como dije, será absolutamente necesario haber creado, construido y fortalecido su sentido de
entrega a través del primer paso, su conexión con el espacio y su capacidad para dejar que sus
manos se muevan sin su interferencia. Luego, trate el juego en el Paso Tres como si fuera
una misión de investigación. Puede grabar su interpretación y tomar nota de todo lo que no
funcionó. Estas son las cosas en las que comenzaría a trabajar en el cuarto paso. No se
preocupe si algunos de sus problemas son muy básicos. En realidad, es una bendición
encontrar los defectos básicos que te están frenando. No estás acostumbrado a jugar sin
control, por lo que es muy parecido a un bebé que aprende a gatear.
Como dije antes, la primera vez que se acerque al Paso Tres, es posible que haga muy poco;
tal vez después del primer compás de una melodía, ya empieces a intentarlo. Por más
doloroso que esto pueda ser, debes detenerte y practicar dejando que el primer compás suene
solo. Por ejemplo, si está tocando la composición estándar Stella By Starlight, después de
tocar E7b5 (el primer acorde de Stella), es posible que deba pensar dónde está A7b13 (el
segundo acorde de Stella) . Si es así, practica moviendo tus manos de E7b5 a A7b13 sin
pensar. Notarás una sensación de seguridad que nunca habías sentido, una sensación de
que tus manos están tocando esos dos acordes por sí mismas. Querrás expandir las cosas
que puedes jugar así.
Si crece hasta el punto en que puede tocar una melodía simple con todos los cambios de
acordes de ese espacio, será un gran comienzo. Luego vea si puede mantener el tiempo,
o si alguna improvisación sobre los cambios quiere suceder o no. Si aún encuentra que no
puede ser rítmico, que pierde el tiempo o que no puede encontrar las notas correctas sobre
los cambios, estas son las "cosas desconocidas" con las que puede lidiar en el Paso Cuatro.
El músico clásico encontrará la ejecución de pasajes simples en ese nivel muy
seductora y liberadora. ¡ A medida que la técnica se afirma, el jugador es libre de sentir algo
mientras toca! Él o ella estará motivado para encontrar ese nivel de facilidad en pasajes más
exigentes. 154
Otra forma de hacer el paso tres

Aunque muchos músicos están acostumbrados a tocar de forma embarrada y
desenfocada, conocen la esencia de la melodía. En tal caso, puede ingresar al espacio
y, con total confianza, tocar cuatro compases de la melodía. No importa cómo sonara,
debes quitar las manos del instrumento, volver al espacio... poner las manos en el
instrumento y dejar que toquen esos cuatro compases... quitar las manos y soltar, y
así sucesivamente. . Cada vez, sin intentarlo, experimentará más claridad, porque
estará tocando el mismo pasaje una y otra vez. La clave de este enfoque es quitar las
manos y dejarse llevar mentalmente. Eso significa estar dispuesto a tocar el pasaje
descuidadamente, o incluso incorrectamente. La sensación de seguridad debe
lograrse a toda costa (no es que tocar incorrectamente sea un gran precio a pagar por
la falta de esfuerzo, simplemente parece ser así). Al volver al pasaje una y otra vez,
experimentará la sensación de que sus manos son atraídas magnéticamente
hacia mejores notas y ritmos, o hacia las notas e interpretación correctas de la pieza
escrita. Cada vez será más y más claro. Todavía no está trabajando en material
nuevo o exigente, pero el material que ya conocía se está enfocando más.
El Paso Tres se trata de hacer lo que puede hacer y nada más. A medida que avanza
en este paso, es posible que su concepción musical se vea afectada de maneras
interesantes. En lugar de tocar las melodías de la manera que crees que deberían
tocarse, puedes optar naturalmente por la forma en que estás listo para tocarlas. Por
ejemplo, todo el mundo piensa que Cherokee* debe tocarse a un ritmo muy rápido.
¿Te detienes a preguntarte si estás listo para jugar tan rápido en ese momento en
particular? ¿Alguna vez estás listo para tocar ese tempo? Así como el agua busca
su propio nivel, la relajación busca su propio tempo. Su sentimiento sobre esa
melodía puede parecer tan natural que podría persuadir a otros músicos de que esta
es una nueva forma de tocarla. Es posible que sin saberlo hayas creado una nueva
concepción para esa melodía. ¿No es irónico que la naturalidad del sentimiento pueda causar una
*Cherokee es otra vieja canción estándar.
155
que el oyente pensara: "Vaya, qué idea tan genial tuvo", cuando la fuerza venía como
resultado de hacer lo que era natural para ti en ese momento? Además, no siempre tienes las
mismas habilidades en todo momento. Una melodía podría justificar una concepción diferente
a las siete de la mañana que a las diez de la noche. Si vas con ese flujo, la melodía puede
pasar por los mismos cambios que pasó tu día, o incluso reflejar esos cambios.
En lugar de que las personas perciban tus limitaciones, podrían maravillarse de cuántas
formas puedes concebir para tocar la misma melodía. Si obedeces demasiado a tu yo
interior, ¡alguien podría llamarte genio! Lo mismo ocurre cuando juegas una semana en un
club. Es probable que diferentes versiones de las melodías se desarrollen de forma
natural a medida que avanza la semana, pero podrías frustrar el desarrollo natural si
tratas de hacer demasiado la primera noche. En estos días, muchos músicos tienen tantos
problemas para conseguir conciertos que, cuando tienen uno, quieren forzar la música para
que suene como si hubieran estado de gira durante seis semanas.
El resultado suele ser mucha reproducción excesiva o música tensa. La forma más
honesta de jugar es mantenerse al margen. Esta es una de las enseñanzas esenciales
del Paso Tres. Es posible que haya escuchado esto dicho por muchos grandes músicos
de una forma u otra, pero ¿alguna vez ha podido llevar este conocimiento a su instrumento?
El paso tres es la práctica de precisamente eso: permanecer fuera del camino mientras se
toca la melodía y aceptar lo que sucede. Al hacerlo, puede permitir que sentimientos más
profundos encuentren una voz; o, debido a que no hay barreras entre usted y el yo interior,
puede ser capaz de expresar la conciencia pura, para que podamos mirar dentro de nosotros
mismos. Kurt Vonnegut dijo sobre su amigo, el pintor expresionista abstracto, Syd
Solomon:
”Él medita. Conecta su mano y su pincel a las partes más profundas, tranquilas y misteriosas
de su mente y pinta imágenes de lo que ve y siente ahí abajo. Esto explica el placer del
reconocimiento que experimentamos cuando miramos lo que hace.”1
Construye un puente desde lo finito hasta lo infinito. Enfréntate a tu
—Vonnegut, Kurt. Domingo de Ramos, un collage autobiográfico Nueva York Dell Publishing Co, 1981.
156
demonios! ¡Déjate sonar mal! ¡Celebrarlo! Como sumergirse en el agua, al principio puede
hundirse, pero siempre llega a la cima y luego flota sin esfuerzo. Pasa de una
experiencia árida, intelectual e insatisfactoria a un viaje nuevo y emocionante cada
vez que juegas. La profundidad de tu forma de tocar bien puede cambiar el curso de tu
futuro, ya que estás desarrollando una luz atractiva para que otros la sigan. Solo recuerda
ser muy amable contigo mismo durante este proceso. No pienses en ello como una
especie de prueba de tus logros pasados, o te invalidará en tu propia mente. En su
lugar, considéralo como el comienzo de aceptar lo que te ha estado frenando y tomando
medidas poderosas y positivas para corregirlo y seguir adelante. Sé valiente, sé paciente
y, sobre todo, sé cariñoso contigo mismo en todo momento.
”Cuando dejan atrás las imperfecciones del yo, bailan.
Sus juglares tocan música desde dentro; y océanos enteros de pasión espuman en la
cresta de las olas.”
Rumi Jallaluddin2
"Si te olvidas de ti mismo, te conviertes en el universo".
Hakuin Ortegama3
2Rumi Jallaludin. El Matnam. [1260]. Traducido por RA Nicholson. 6 vols. Cambridge: Cambridge University
Press, 1934. Fragmentos traducidos por Daniel Liebert. Santa Fe: Libros de consulta, 1981.
3 Maestro Zen Hakuin: Escritos Seleccionados. [1748]. Traducido por Philip Yampolsky. Nueva York: Prensa
de la Universidad de Columbia, 1971.
157
158
capitulo 20
Paso cuatro
A estas alturas, habrá construido una base de falta de esfuerzo y desapego.

En el Paso Uno, aprendiste a tocar tu instrumento desde ese espacio sin
esfuerzo, a tocar una nota o algunas notas mientras permitías que se hiciera
la conexión. En el Paso Dos, practicaste permanecer en ese espacio mientras
tus manos vagaban, tomando sus propias decisiones. Resististe la tentación de
"organizar" el material en ideas musicales. El paso tres te mostró la economía
absoluta de lo que puedes tocar en forma, ya sea una melodía o lo que sea.
Pudiste dejar que tu cuerpo tome el control y haga solo lo que sabe hacer.
También descubrió que esto era mucho menos de lo que pensaba que podía
hacer. Es posible que haya descubierto que las florituras sin sentido y mal
ajustadas fueron reemplazadas por frases reales y significativas. El Paso Tres
le mostró lo que realmente sabía y lo que aún necesitaba dominar.
Después de todo eso, surge naturalmente la pregunta: "Si debo aceptar lo que
quiera salir, ¿cómo puedo mejorar lo que estoy jugando?" ¿Puede uno realmente
permanecer en el espacio mientras está absorto en los rigores de la práctica?
Obviamente, creo que sí, o no habría escrito este libro.
Como se dijo anteriormente, el dominio no se trata de poder tocar algo

correctamente la mayor parte del tiempo, o incluso todo el tiempo. El dominio
es poder tocarlo perfectamente cada vez sin pensar. Ahora que eres capaz de
retener la conciencia del "espacio interior" mientras realizas acciones,
realmente es posible lograr el dominio sobre nuevas cosas técnicas. “Este
estado de inconsciencia sólo se realiza cuando, completamente vacío y libre
de sí mismo, se vuelve uno con el perfeccionamiento de su habilidad técnica.”1
'Eugen Herrigel, Zen en el arte del tiro con arco p. 35.
159
El cuarto paso requiere que tome pequeñas muestras de cosas que no

puede ejecutar del todo y las absorba en un nivel de maestría. Combina
la naturalidad del Paso Uno y la libertad de movimiento del Paso Dos, y los aplica
a ejemplos específicos de cosas que no puede hacer: familiarizarse con algo
rítmico, armónico o melódico en un nivel tan profundo que se siente como si
solo estás moviendo los dedos.
Esta práctica debe ser muy enfocada, muy intencional. La cantidad de tiempo
que practique debe limitarse a la cantidad de tiempo que puede permanecer
en el espacio. ¡Entonces debes PARAR! o comprometerás la deliberación de la
práctica. De esta forma, cinco o diez minutos de práctica son preferibles a dos
horas de divagación.
Esto es importante: ¡ el músico debe estar dispuesto a dejar el instrumento a

menudo! Esto podría significar soltar el instrumento después de cada
repetición, si es necesario. El baterista baja sus baquetas, el trompetista pone
la trompeta en el suelo o en una silla, el pianista quita las manos del teclado.
Aquí nuevamente, la práctica de soltar el instrumento y comenzar de nuevo dice
que el ejecutante no está apegado a la meta, aunque se esfuerce pacientemente
por alcanzarla día tras día. Descubrirá que si toca una o dos veces y suelta el
instrumento, respira hondo y comienza de nuevo, la próxima vez será más fácil y
más familiar, ya que la información "se filtra". Aunque se siente atraído por el
esfuerzo, al detenerse, se retira a la quietud y guía su técnica hacia la
ausencia de esfuerzo. Su ego lo seducirá para que se esfuerce más, pero en
realidad debería esforzarse menos la próxima vez. La perfección es algo a lo
que te entregas. Te supera. Cuando esté listo para reanudar la práctica, uno
debe ir mentalmente en la dirección opuesta. En lugar de querer hacerlo
mejor, el músico podría incluso pensar: "¡Espero tocarlo mal!". Por extraño que
parezca, tal pensamiento puede engañar a la mente para que se suelte, lo
que resulta en una sorprendente facilidad de ejecución.
El objetivo es nada menos que la perfección completa. Cuando el pasaje está

perfectamente ejecutado desde el espacio, se ha producido la maestría. No importa
cuán difícil pareciera el ejemplo al principio, ahora se realiza con la insensatez de
usar un tenedor. No puedo dejar de enfatizar que aunque estás practicando 160
parece insoportablemente lento, ¡tu forma de tocar realmente despega! Ese tipo de
concentración y paciencia infinita hace que el acto de tocar se sienta como una
liberación. Te sientes como si estuvieras montando en bicicleta con el viento a tu espalda.
¡ Puede parecer que alguien está jugando para ti mientras miras! No juzgues tu
progreso por la medida diaria, pero observa la mejora en tu forma de
tocar con el tiempo. El resultado será más maniobrabilidad, más libertad y más creatividad.
Para practicar en este espacio absoluto, el material debe ser absorbido de manera
exacta. Debes limitar el tiempo, el tamaño del ejemplo y todos los parámetros de
la práctica a lo que puedes hacer desde el espacio. Para este propósito, he construido
un modelo de práctica que llamo El Diamante del Aprendizaje. Divide tu práctica
en cuatro consideraciones básicas:
Juega sin esfuerzo
Juega perfectamente
Reproducir el ejemplo completo
Juega sin esfuerzo: esta consideración es más importante que las demás. Si el ejemplo no
se practica desde el espacio sin esfuerzo, no puede estar seguro de haberlo
dominado. Así que no importa lo que estés practicando, estaremos de acuerdo
en esta consideración. Sin embargo, las otras tres esquinas del cuadrado
son intercambiables. Es decir, si quieres hacer dos de ellos, tienes que sacrificar uno de
ellos. Por ejemplo, si va a tocar todo el ejemplo perfectamente y sin esfuerzo, entonces
debe sacrificar el tempo: no lo toque rápido. Tampoco tienes que jugar necesariamente
lento. Tóquelo tan lento como: tan lento como sea necesario para tocarlo sin
esfuerzo y perfectamente, mientras toca todo.
Si quieres tocar el ejercicio perfectamente y muy rápido y, por supuesto, sin

esfuerzo, entonces tienes que sacrificar la cantidad que juegas. En otras palabras, no
puedes reproducir todo el ejemplo. Cómo
161
mucho de lo que debe jugar? Tanto como: tanto como puedas jugar sin
esfuerzo, perfectamente y muy rápido.
Si quieres tocar el ejercicio de principio a fin muy rápido y, como siempre, sin
esfuerzo, entonces debes sacrificar tocarlo a la perfección. Puede sonar extraño,
pero hay un valor terapéutico en dejar que tus dedos rasguen un pasaje difícil mientras
tocas muchas notas incorrectas. Da la sensación de cómo se sentirá la ejecución
sin esfuerzo. Es cierto que esto solo debe hacerse ocasionalmente, pero tiene un
propósito.
Si la velocidad no es un problema, aún puede haber un tempo en el que deba

reproducirse el pasaje. En este caso, "jugar a tiempo" reemplazaría la esquina del
diamante "jugar rápido".
El escenario más complicado es practicar algo rápido y perfectamente, pero no el

ejemplo completo. Si realmente está en el espacio, la cantidad del pasaje que se
puede tocar puede ser tan pequeña como una nota. Incluso puede encontrar que
tocar las dos primeras notas rápidamente requiere esfuerzo. Logra un dominio
absoluto sobre la primera nota, luego agrega la segunda nota. Permanezca en el
espacio y espere a que fluyan las dos notas. Esas dos notas deberían sentirse
como si estuvieran siendo tocadas automáticamente antes de agregar una tercera. Es
una sensación de movimiento natural perfecto, como algo que has hecho toda tu
vida. Llegarás a reconocer cuándo estás realmente "allí". Debes permanecer muy
alerta, muy consciente. La gente tiende a no darse cuenta cuando las dos
primeras notas aún no están "allí". ¡Están consumidos por querer hacerlo,
probablemente debido a su miedo a morir antes de dominar el pasaje! Es
sorprendente la cantidad de pequeñas cosas técnicas que surgen para ser dominadas tocando solo dos n
Recuerda que estas dos notas deben ser tan fáciles y confiables como tocar una
sola (o usar un tenedor). Cuando esté en ese terreno firme, puede agregar la tercera
nota, y así sucesivamente. Es posible que desee detenerse después de cuatro o
cinco notas y comenzar con una nueva concentración en la sexta, conectándola
con las cuatro o cinco anteriores. Por todos los medios, hazlo. A través de todo
esto, a menudo quitas las manos del instrumento y respiras en el espacio. Por lo
general, notará que se ha logrado un progreso inmediatamente después de estos
"minidescansos". Si pierde la paciencia con este tipo de enfoque consciente,
162
Deberías parar. Esto es cierto, te guste o no, incluso si has programado cuatro horas
para practicar; y me quedan tres horas y cincuenta y cinco minutos. ¡La maestría te
alcanzará de la manera más rápida posible si tu práctica se limita solo a lo que puedes
hacer en ese espacio!
Tu próxima práctica debe ser una continuación de la última. Si estabas trabajando en un

pasaje y llegaste a la tercera nota, entonces debes revisar esas tres notas para asegurarte
de que se produjo la absorción. Si no, ¡comienza de nuevo como si no lo hubieras
hecho la primera vez! Si descubre que ha absorbido esas tres notas, continúe con la
cuarta nota. Esto encadena todas sus sesiones de minipráctica en una práctica larga y
elimina la ansiedad sobre qué practicar. Empieza siempre donde lo dejaste. Es así de
simple. Pregúntate: "¿Qué estaba practicando? ¿Fue dominado?
Pon tus manos en el instrumento y descúbrelo. De lo contrario, debe comenzar de nuevo
con el mismo material. Debes concentrarte en una sola cosa para practicar, como
si nada más existiera en el mundo de la música. Puede tener dos o tres ejercicios: tal
vez uno rítmico, uno melódico y uno armónico, o de uno a tres pasajes escritos cortos.
¡Debes ignorar la sensación de que deberías practicar más! ¡Sepa que el nivel de
concentración que está empleando está cambiando su forma de tocar de la manera más
rápida posible! Por eso es tan importante aprender a trabajar desde el espacio: tienes
que llegar a una zona donde el tiempo es atemporal y el esfuerzo no requiere esfuerzo,
¡y volverse grande no es importante!
Para resumir, la forma en que practicaría bajo este sistema es:
1) pruébalo una vez, observa la falla;
2) quitar las manos del instrumento;
3) respira hondo y vuelve al espacio;
4) acercarse nuevamente al instrumento con desprendimiento; y
5) prueba menos.
163
De todas las cosas, esta última idea es la más difícil de entender. ¿ Cómo vas a
perfeccionar el ejemplo intentando menos? Cuanto menos lo intentas, cuanto
más te retiras al espacio, más entras en una conciencia que se siente como si tus
manos, embocadura o lo que sea, estuvieran absorbiendo las lecciones sin
pensar. Te estás instalando en la conciencia de maestro de no hacedor, y estás
viendo cómo sucede. Por otro lado al intentar; (1) estás oscureciendo las razones
por las que tienes que intentarlo; (2) está encubriendo fallas que probablemente lo
acosan en otras situaciones; y (3) todo lo que logre será defectuoso y,
por lo tanto, se deshará más tarde. Si puede aprender a permanecer en modo de
observación mientras sus manos aprenden su coreografía, le mostrarán la forma
más eficiente y sin esfuerzo de ejecutar el ejemplo. Cuando está en ese
estado, el conocimiento surge espontáneamente. Por lo tanto, no hay
necesidad de mantener el cuerpo en ninguna posición, ni siquiera pensar
en posicionarse. El cuerpo se entregará a la posición perfecta. Las personas que
hacen varias terapias y disciplinas físicas pueden no estar de acuerdo, pero he
descubierto que esto es bastante cierto. Al eliminar todos los deseos que
producen ansiedad del corazón, todo lo que queda es la perfección.
Recuerda: para practicar perfectamente las tres esquinas del Diamante del
aprendizaje, se debe sacrificar una esquina. Y de las cuatro esquinas, la que
nunca se sacrifica es jugar sin esfuerzo.
Ejemplos de cosas para practicar

Para aprender una gran línea, comience con una gran línea. Transcríbalo, o
sáquelo de un libro (hay tantos ahora), o descúbralo usted mismo. Luego
practíquelo usando el Diamante de Aprendizaje hasta el punto de dominarlo.
Después de dominar esa línea en una clave, cambie la clave o la línea y siga el
mismo proceso cuidadosamente hacia el dominio. Trabajar en las diferentes
líneas y claves una a la vez, manteniendo siempre el estándar de excelencia. Todo
tipo de fallas serán expuestas y remediadas. Su juego mejorará con cada
problema resuelto. No hay nada trascendental aquí. La pregunta no es qué
practicar, que se puede encontrar en todas partes, sino cómo practicar. La idea
radical es quedarse con
164
el ejemplo hasta que se domine sin esfuerzo. Luego trabaje en la siguiente línea hasta
que esa línea suene tan bien como la anterior. Puede trabajar en líneas durante dos
años, pero la buena noticia es que en solo dos años sus líneas serán excelentes, o
al menos mejorarán enormemente. Practicando a la antigua, podría tomar diez años, o
no suceder en absoluto.
Después de dominar cada línea, pregúntese: "¿Ya estoy tocando en general en ese
nivel?" Si la respuesta es no, aprende otra línea. Si te quedas con este método
todo el tiempo que sea necesario, ¡tu habilidad para jugar grandes líneas tendrá que
mejorar! No es cuestión de talento. ¡Tendrías que tener algún tipo de mal
funcionamiento cerebral, algo que realmente inhiba el aprendizaje, para que no suceda!
Si eres una persona a la que le gusta trabajar con libros de música, puedes hacerlo.
Sin embargo, no piense en todo el libro cuando trabaje con él. En su lugar,
céntrese en una página determinada o en un elemento específico que le interese mientras
adopta la actitud de que nada más en el libro importa hasta que se domine ese
elemento. De esta manera, ¡podría muy bien estudiar un libro durante veinticinco años
si tiene tanto para usted! El tiempo no importa, porque notarás más mejoras que nunca.
La práctica puede carecer de gratificación instantánea, pero su progreso general será
innegable. ¿No tenemos todos montones de libros que hemos tenido la intención de
abordar, pero que en cambio se quedan en el estante acumulando polvo? Eso es
porque no podemos comprender la inmensidad de la tarea. ¡Todos esos libros! Con
este enfoque enfocado, puede centrarse en una cosa como punto de partida.
¡Puedes sentir regocijo por haber comenzado finalmente! Recuerde, los mejores
músicos de jazz no han dominado la mayoría de las cosas en esos libros. ¡Han
dominado algunas cosas y han hecho una carrera jugando con ellas!
Algunas personas han tocado melodías durante años, pero aún no han memorizado
muchas. Este es un ejemplo perfecto de sobrecarga. ¡Tu mente te dice que hay tantas
melodías! Si tuviera que estudiar las melodías una a la vez con el enfoque descrito
aquí, simplemente no dejaría una composición hasta que la tarea esté completa. Esta
experiencia le daría más confianza en su habilidad para memorizar y memorizaría
más fácilmente en el futuro.
165
La melodía debe digerirse en todos los niveles, antes de continuar. Los cambios, las
escalas y la melodía deberían llegarte con facilidad. ¿Cuántos de ustedes han
tocado ciertas melodías durante veinte o treinta años y todavía tocan cambios incorrectos
o tienen puntos problemáticos? ¿No crees que eres lo suficientemente
inteligente como para arreglar estas cosas después de veinte años? ¡El punto es que no lo haces!
Al igual que con otros problemas, puede pensar que esto es el resultado de la falta
de talento, pero es simplemente el resultado de tratar de aprender melodías a granel.
Si los tomas uno a la vez, ¡finalmente memorizarás las melodías! Algunos de
ustedes, músicos mayores, saben exactamente de lo que estoy hablando. ¿No sería
mejor arreglar algunas cosas de una vez por todas, que estar inhabilitado
permanentemente? Por supuesto que sí, pero nos sentimos más cómodos con los
viejos hábitos que con el cambio.
Por ejemplo, en All the Things You Are*, podrías aislar el IIVI** en Mi mayor y practicar
hasta que sea tu tonalidad más cómoda. Luego, al tocar esa melodía, serías uno de
los pocos músicos para quienes esa fue la parte más fácil de la melodía. Es la
incapacidad para concentrarse lo que provoca la misma disfunción año tras año.
Los pasos para el dominio son simples, pero no fáciles de seguir porque la mente te
juega malas pasadas. Por ejemplo, practicar una sola idea durante un año se siente como
toda una vida y sucumbes a la ilusión de que no se está progresando. En realidad, es
posible que esté progresando por primera vez en mucho tiempo, pero no se siente así,
porque no está cambiando la dirección de la práctica cada pocas semanas. Aunque
puede llevar mucho tiempo perfeccionar un elemento, notará que el enfoque y la
paciencia que ha demostrado han mejorado claramente su forma de tocar, incluso
antes de dominar el primer ejemplo.
Muchos de mis alumnos me dijeron que aunque estaban practicando menos que
nunca, su forma de tocar había mejorado en áreas en las que casi se habían dado por
vencidos. Permítanme ser claro sobre esto: no estoy aconsejando a nadie que solo
practique un poco; Solo digo que agotar la paciencia, el enfoque y la minuciosidad
es contraproducente. Si puedes desarrollar tu espacio interior y estudiar desde allí, lo
harás.
*All the Things You Are es otro estándar. **”!!VI” es una progresión de acordes básica o una sucesión de
acordes utilizada en el jazz.
166
tu mejor trabajo, y el tiempo que pases en ese estado concentrado aumentará.

Ve por esa profundidad y no califiques la práctica en medidas de tiempo. Trate de
ni siquiera ser consciente de la hora. La clave para una buena práctica es tener
un enfoque de láser en el material y no dejarlo hasta que tu interpretación haya
obtenido todos los beneficios. Estos son los frutos del Cuarto Paso.
La mente; ¡ah, la mente bendita! Te hablará durante este proceso. Te dirá: "¡Vamos!
Tenemos que seguir adelante. ¡Estamos perdiendo tanto tiempo!”. Pero míralo
racionalmente. Ha practicado cosas en el pasado y ha visto poca o ninguna mejora.
Esto se debe a que no se quedó el tiempo suficiente para que la información
penetrara. Si practicó algo durante dos semanas y no vio mucha mejoría pero
siguió adelante, ¿ realmente no perdió el tiempo? La única manera de no perder
el tiempo es avanzando hacia su meta hasta lograrla. ¡No estás perdiendo el
tiempo mientras te quedes con él!
Si no estuviera tan preocupado por su nivel de juego, aguantaría todo el tiempo

que fuera necesario. Sería como un hobby. Es por eso que este libro insiste una
y otra vez en desarrollar un desapego de lo que estás haciendo mientras lo haces.
Sin embargo, es muy fácil desanimarse. Todo lo que necesitas es una noche en la
que no hayas tocado lo que querías escuchar, y el ego dice: “¡A la mierda! No está
sucediendo. Una y otra vez, es necesario decir esto: ¡probablemente no puedas
desarrollar este nivel de paciencia si eres vanidoso al tocar!
Si estás practicando una determinada línea en un determinado cambio de acorde,

esta forma pasiva de practicar permitirá que el sonido de ese acorde y esa escala
se filtren, y te familiarizarás con el sonido en un nivel muy íntimo. Eso
equivale a un entrenamiento profundo del oído, meditar en un sonido tan
profundamente que ahora lo reconoce cada vez que lo escucha. Muchos estudiantes
me han dicho que en el proceso de trabajar en un ejemplo para lograr facilidad
técnica, notaron por primera vez que realmente podían escuchar lo que
otros tocaban; podían reconocer lo que estaban practicando cuando aparecía en el
solo de otro jugador. Por eso trato de centrar los ejercicios lineales alrededor
de IIVI durante relativamente
167
gente nueva. Un novato puede pensar que hay tanto que aprender a escuchar que
se bloquea y se asusta. Pero si realmente absorbe IIVI, escuchará mucho más de lo
que se está reproduciendo. Esto le da una nueva confianza, como convertirse en
miembro de un club que antes no lo aceptaría. Como resultado de una
programación tan positiva, las cosas posteriores van mejor. Si descubre que tiene
un buen dominio sobre esta progresión, entonces es realmente el momento de
mirar otras progresiones, tal vez Pasos gigantes * o alguna otra progresión
posterior al bebop. El próximo paso podría ser melodías cada vez más sofisticadas de
una forma u otra, o incluso la música de otras culturas.
Descubrirá que se aplicarán las lecciones melódicas que aprende al estudiar IIVI, y
no se verá obstaculizado en su estudio de acordes más nuevos. La capacidad de
tocar con buen gusto la progresión IIVI le dará las habilidades necesarias para la
empleabilidad, ya que este sigue siendo el idioma que habla la mayoría de los
músicos. Te permite conseguir conciertos y "entrar en la vida". Atraerá a otros jugadores hacia ti.
Formarás uniones con ellos y eventualmente encontraréis vuestro propio
sonido juntos. Hablar inteligentemente en IIVI te permitirá llevar tu viaje musical al
siguiente nivel a través de sesiones, conciertos y colaboraciones. Los componentes
básicos a dominar, como he dicho antes, son el compás de 4/4, el compás de
3/4, la progresión IIVI, el ritmo y el tiempo, y las frases de cuatro y ocho compases.
¡El dominio de estos temas te llevará muy lejos!
Los grandes de nuestra música no improvisan totalmente de un momento a otro.

En realidad, están tocando líneas ensayadas e improvisando su
yuxtaposición. Como cualquier ser humano, un maestro adquiere el hábito de usar las
mismas frases. Esto no suena redundante en sus manos, pero identifica su voz.
Dominar la mecánica básica del jazz "inside" es solo una sugerencia. Maximiza
tu compatibilidad con la mayor cantidad de jugadores al comienzo de tu carrera.
Sin embargo, es posible que desee seguir su propio camino desde el principio, quizás
identificándose con elementos más exóticos de la música. Tu camino puede ser étnico,
esotérico, espiritual o hedonista, y eso está bien, porque la música
*Giant Steps es una de las composiciones más famosas de John Coltrane.

168
es el refugio para todo eso. Incluso la ira tiene belleza y color cuando se
expresa en un tono musical. Esté preparado, sin embargo, para la posibilidad de
tener un camino más difícil de recorrer. Se les tendrá que mostrar dónde se
encuentran sus avenidas de expresión y estar unidos con espíritus afines por
fuerzas invisibles. En ese caso, es aún más importante tener una conexión con el
ser divino o intuitivo. Es posible que necesite una guía interna que lo lleve a través
de posibles tiempos sombríos y lo ayude a tomar decisiones. Contempla en el nivel
más profundo por qué estás tocando música y qué es lo que más te gusta de la
música.
En cualquier caso, tu música requerirá algún tipo de aprendizaje. Ya sea clásico o

de cualquier otro estilo, tendrás que estudiar. El Cuarto Paso es el método de
práctica más consciente y orientado a la perfección que podrías adoptar. Su
intención es nada menos que la maestría. El dominio es el estándar para lograr más
y más material. Sería difícil imaginar que los estudiantes en la mayoría de los
casos pudieran practicar en este nivel sin la base de los tres primeros pasos. Estoy
seguro de que hay algunas personas que caen en una concentración
profunda de forma natural, pero la mayoría de nosotros tiene que ser sacado del
miedo mediocre con el que nos han enseñado a identificarnos. Los primeros tres pasos harán eso.
De hecho, este estándar de dominio se asemeja a un proceso más común en otras

culturas. Estudiando con los maestros de esas tradiciones, es mejor no tener prisa,
porque el maestro no permite avanzar hasta que se haya logrado la meta en ese
nivel. Además, en esas tradiciones, ¡ el maestro es un maestro! Ese no suele
ser el caso en Occidente.
Como dije antes, cualquiera puede decirte qué practicar, pero casi no hay orientación
sobre cómo practicar. Algunos maestros te permiten seguir adelante sin
importar cuán mal hayas aprendido la última lección, y ese estándar se codifica en tu
subconsciente. Es hora de cambiar ahora. Estos cuatro pasos están diseñados para
permitirle crecer en el dominio en su propio tiempo.
La maestría es alcanzable si esperas por ella.
En este punto de mis clínicas, muchos estudiantes han mencionado que saben que
lo que estoy diciendo es absolutamente cierto que
169
practican demasiado material, o no se quedan con él el tiempo suficiente, o no

practican en absoluto porque están abrumados por las razones que he identificado.
El problema, dicen, es que no pueden detener todo lo que están haciendo en el mundo
real y solo practicar una cosa. Tienen jurados (¡otra vez esa palabra !) o conjuntos para
los cuales prepararse. Los que no van a la escuela se quejan de que tienen trabajos
para los que prepararse o trabajos que les quitan todo el tiempo. Trabajo con estudiantes
que son profesores e incluso jefes de departamentos de música, y dicen que no pueden
hacerlo porque están demasiado ocupados enseñando o administrando. Es un problema
que reconozco, y hay una respuesta.
Debes tener un “compartimento secreto” en tu jornada de cinco, diez o veinte minutos.

Podrían ser varios bolsillos de cinco minutos cada uno. Estos compartimentos están
reservados solo para practicar desde el espacio sin esfuerzo. Si está trabajando en
los Pasos Uno, Dos o Tres, estos tiempos están reservados para eso. Si se ha decidido
por un ejercicio del Paso Cuatro, entonces entraría en el espacio y trabajaría
conscientemente en eso por un corto período de tiempo. Después de esos pocos minutos,
podrías cerrar ese compartimento secreto y pasar a las otras realidades de tu día. De
esta manera, estarás efectuando cambios fundamentales en tu forma de tocar que harán
que mejoren otras cosas en tu vida musical.
No olvide que los aspectos débiles de su juego, por así decirlo, obstaculizarán sus
actividades musicales. Por ejemplo, si no lees música muy bien, eso afectará el tipo de
conciertos que puedes tomar. Si tu ritmo o tiempo es malo, cada ensayo o concierto traerá
aventuras no deseadas. ¿No sería genial si, en tu compartimento secreto,
dominaras un ejercicio rítmico tras otro y sintieras que todo tu ritmo mejora?
No puedes practicar todo en este nivel, simplemente no hay suficiente tiempo. Surgen
muchas cosas en su carrera que requieren que practique lo más rápido posible y espere
lo mejor. No puedes repetir NO PUEDES forzar conscientemente este enfoque en tu
interpretación o práctica. La mente crea un giro divertido en la situación, y comienzas a
tratar de no intentarlo, y te quedas atrapado en el medio. ¡Es el infierno! Los resultados
suelen ser desastrosos y lo asustarán hasta el punto de diluir los métodos en
gran medida. 170
Entra en tu compartimento secreto y por ese tiempo, deja que todos los
plazos y presiones dejen de serlo. Lo único que importa es la calidad de tu
atención y concentración. La concentración superior que construyas sangrará
en tus actuaciones y otras responsabilidades de práctica. Notarás, después de un
tiempo, que incluso cuando no estás practicando en el espacio, casi estás en él
de todos modos. A pesar de que tienes que aprender algo en la fecha límite,
estás mucho más concentrado mientras lo haces y tienes mucho más éxito en
absorber lo que estás practicando. Eventualmente, no habrá diferencia en los
estados de ánimo. Acercarse a su instrumento por cualquier motivo le inspirará
calma, enfoque, conexión interior y una gran concentración.
171
172
capitulo 21
Una ocurrencia tardía
Así como la impaciencia altera la concentración, el éxito también puede llevarte a la

ruina. El "golpe" que obtienes de los "saltos" periódicos en tu nivel de juego puede
desequilibrar tu estado interior. Estarás pensando: “Sí, ¡realmente lo tengo ahora!
¡Olvidémonos de todas estas cosas del Zen y quememos de verdad!”.
Por desgracia, el ego te habrá engañado una vez más, y tu práctica decaerá hasta
volverse ordinaria. Está bien que esto suceda. En cierto sentido, tiene que suceder.
Madurarás en este proceso por tu propia experiencia: perdiendo la paciencia,
abandonando el espacio por frustración o siendo incapaz de concentrarte
debido a tu éxito repentino. Después de darse cuenta de que todo se ha secado
nuevamente, estará dispuesto a revisar los pasos y volver a ingresar al espacio. Puede
pensar que lo ha estropeado o que ha perdido tiempo, pero habrá estado siguiendo
el mismo patrón que todos siguen al tratar de aprender. Tu propia experiencia confirmará
la sabiduría del proceso cada vez que vuelvas a él. Recuperarás tu centro y te sentirás
conectado de nuevo. Entonces, justo cuando crees que lo entiendes todo, volverá a
cambiar y te sentirás más desconcertado que nunca. Pasarás por este ciclo muchas
veces: retener el espacio, perder el espacio, saborear el espacio, odiar el espacio.
Cuantas más veces vayas, más a la moda te vuelves al juego. Es un juego o una
jugada, y si comprendes eso, puedes presenciar todas las fases por las que
atraviesas con más compasión.
Entiende que el progreso no es lineal. Zigzaguea: "dos pasos adelante, uno atrás".
Esto sucede con cualquier cosa que practiques. Sin embargo, puede ver un paso
atrás como una oportunidad para empezar de nuevo. Esto siempre es una
bendición disfrazada. Andar trabajosamente por el mismo camino lo lleva más
profundamente al subconsciente, haciéndolo más inconsciente, como respirar.
imagina dibujar
173
líneas en la arena con el pie. ¿Qué es avanzar dibujando nuevas líneas, o

arrastrando el pie sobre la misma línea? Lo primero da como resultado más líneas,
lo que parece un progreso, pero ¿esas líneas duran o desaparecen con la primera
brisa? En el último enfoque, la línea se vuelve más profunda. El progreso logrado
es más duradero.
Como dije antes, puedes liberar tu mente de pensamientos superficiales

renunciando a la necesidad de lograr cualquier cosa cuando practicas. Juega
pensando que no es necesario ser un gran jugador. Si realmente no sientes que esto
es cierto, simplemente finge que lo es. Sé, por supuesto, que te importa. Me importa,
pero cuando estoy a punto de practicar o jugar, me doy el mensaje de que nada
importa. Imponer menos condiciones a tu práctica desarma el ego y te lleva al momento.
Imponer menos condiciones a tu forma de tocar también te libera para estar a la

altura de las circunstancias. Un CD que grabé con Joe Lovano llamado Universal
Language es un buen ejemplo. Era la primera vez que tocaba con los dos grandes
íconos del jazz, el bajista Charlie Haden y el baterista Jack DeJohnette. El primer
temor que tuve fue que Jack, Charlie y Joe, siendo verdaderos guerreros de la
carretera, estarían "ardiendo" por las continuas giras. En ese momento, había
tenido un largo descanso entre giras, que incluía muchas charlas, enseñanzas y
arreglos, pero no mucho juego. En modo miedo, podría haber pasado el fin de semana
practicando furiosamente las piezas de Joe, tratando de "quemarme" allí mismo
en mi casa. En otras palabras, estaría tratando de simular el momento en que estaría
jugando con estos muchachos. ¡Lo peor que podría haber pasado es que me estaría
quemando! Eso habría aumentado mis expectativas de lograr el mismo nivel en la
grabación. En cambio, me senté al piano durante muchos períodos cortos, entrando en
el espacio y dejando que mi mano se moviera alrededor de las notas y tonalidades
que quería tocar, sin preocuparme nunca por terminar un pensamiento o tocar bien.
Con calma miraba las melodías de Joe y dejaba que mis dedos se movieran
suavemente sobre las notas, pero nunca simulando la interpretación. Sabía que mi
fuerza podía provenir de nada tangible, sino enteramente de adentro.
El punto es que mi práctica consistía enteramente
174
de conectar con el yo interior. ¡Sabía que esa conexión era más importante que la
música!
Cuando llegué al estudio, estaba consciente de querer gustarles a Haden y DeJohnette.

Incluso estaba consciente de querer decir algo profundo y profundo para que
todos me respetaran como un pensador profundo. Sin embargo, después de haber
practicado la conciencia del testigo durante bastante tiempo, observé ese impulso y
me mantuve relativamente callado.
Cuando entramos al estudio para tocar, DeJohnette y yo estábamos colocados a

ambos lados de una pared con una ventana. Yo estaba frente a él con unos quince
pies entre nosotros. Con músicos como Charlie y Jack, la tentación de pensar en el
gran Keith Jarrett es fuerte, ya que ambos habían sido miembros de los grupos
históricos de Jarrett en diferentes momentos. Me di cuenta de que pensar en eso
era una propuesta perdedora. En lugar de sucumbir a las urgencias de la mente, entré
en el espacio que me había honrado todo el fin de semana, el espacio al que ahora he
dedicado mi vida, y miré a Jack con una conciencia contenida mientras mis manos
tocaban la música .
Más tarde, cuando volvimos a escuchar la pista, me di cuenta de que había pasado
todo lo que yo quería que pasara. Estaba ardiendo al nivel de los otros muchachos,
como si estuviera tan maduro como ellos. Tenía mi propia voz y podía sentir mi
corazón en la música. Los músicos reaccionaron a mi forma de tocar en la forma en
que mi ego había anhelado originalmente. Para mí, fue un rotundo respaldo
a la vida que he elegido y al método que he adoptado.
Estos ejercicios nunca dejan de funcionar. Somos nosotros los que dejamos de
entregarnos a la práctica. Como decía, un poco de éxito nos sacia y dejamos de
dar. Si haces el Paso Uno con todo tu corazón, alcanzarás grandes niveles de concentración.
Una vez que lo alcances, no recordarás lo que le estabas dando, sino solo los
resultados que se crearon. La próxima vez que hagas el Paso Uno, puedes decirle
al ejercicio: "Vamos, dúcame de nuevo", y te olvidarás de dar todo lo que tienes a la
experiencia. Tendrá expectativas y, por lo tanto, no estará abierto a cómo el ejercicio
podría manifestarse en ese momento en particular. Entonces te quejarás de
que "no está funcionando". No es que no esté funcionando; es que tu
175
dejó de dar! Puedes volverte perezoso y descuidado a medida que obtienes los frutos de
esta práctica y el deseo se desvanece. No te identifiques con el éxito o el fracaso.
Cuando te entregas al espacio, obtienes mucho a cambio, ¡así que no olvides dar todo lo
que puedas! Otra paradoja: la forma de drogarse es dando. Toma bastantes vueltas a la
cuadra antes de que te des cuenta de esto. Cuando la experiencia te abandone, pide
la voluntad de volver a darte, y te será concedida. Si regresa con un corazón abierto y
dispuesto, regresa directamente a la olla de oro. A través de la humildad, vuelves a ser
enseñable. Cuando pierdas el camino, vuelve a las prácticas; no solo estas prácticas, sino
cualquier cosa que descubras por ti mismo y vuelvas a dedicarte a rendirte. Esa maravillosa
energía regresa, convenciéndote de que estás en el camino correcto.
Cuando pierda el espacio, lo que debe hacer es volver al Paso Uno. No tengas miedo de
empezar todo de nuevo. Hazlo con mucha alegría. En realidad, no es empezar de nuevo,
sino pasar una página. También sería bueno repasar los Pasos Dos y Tres, pero el Paso
Uno es para la música lo que la meditación es para un camino espiritual: una renovación,
una reafirmación y una profundización del compromiso y la comprensión. Te pone en
un equilibrio mucho mayor para hacer el Paso Cuatro. Cuando pierda el rumbo, tómese
una semana y practique el Paso Uno, y tal vez el Paso Dos, con todo el corazón y el enfoque
que pueda reunir. El sentimiento volverá, y ese sentimiento es casi más deseable que tocar
en sí mismo. De hecho, para mí, es más deseable. Me devuelve el brillo a mi forma de
tocar y practicar, y estoy agradecido por ello. Realmente no querrá volver al Paso Uno,
pero cada vez que haya perdido la paciencia durante todo el proceso, significa que el
proceso en sí necesita algo de riego desde la raíz. Si no continúa volviendo a la raíz,
probablemente perderá este proceso. Cuando no estás centrado, los ejercicios se
vuelven aburridos y te rindes. He enseñado a muchos estudiantes en los últimos diez
años y he visto cómo funciona. Créame, debe volver al primer paso.
176
Técnica de cinco minutos
Como señalé antes, algunas personas no practican a menos que puedan pasar dos o tres
horas haciéndolo. Como a menudo no tienen esa cantidad de tiempo, no practican.
Algunos tienen el tiempo, pero se sienten abrumados por la idea de todo.
Aquí hay un pequeño truco mental para ponerte en marcha. Solo dite a ti mismo que solo
vas a practicar durante cinco minutos. Cada vez que comience, asegúrese de detenerse
después de cinco minutos, independientemente de lo que haya logrado. Descubrirá que si
piensa "Son solo cinco minutos", será fácil comenzar. El problema muchas veces
no es practicar, sino empezar. Una vez que haya comenzado, es posible que desee
continuar, pero deje que su intención sea de solo cinco minutos. Siempre puedes lidiar con
eso. Sin que te des cuenta, cinco minutos se convierten en diez, diez en veinte, y así
sucesivamente. Sin embargo, una vez que comience a esperar períodos más largos,
¡puede dejar de practicar nuevamente! Volverá esa sensación de agobio. Siempre que sean
cinco, y considere más como una bonificación. Como lo expresé anteriormente, cinco
minutos pueden ser de lo más útiles. Puede alcanzar su objetivo con una eficiencia
sorprendente a través de una serie de prácticas de cinco minutos. Solo necesitas tener una idea clara de en qué te
en.
Mildred Chase escribe sobre el poder de una breve práctica en su libro, Just being at the
piano: “Ya no me siento atormentada como antes cuando no puedo encajar en mis horas de
práctica. Ahora, incluso si solo tengo quince minutos al piano en un día extremadamente
ocupado, si puedo alcanzar este estado de armonía en mi interpretación aunque sea
brevemente, dejo el instrumento sabiendo que he experimentado el momento elevado, y
tocarlo será nutrir el resto del día.”1
A través de estos preciosos momentos de acción perfecta, delineas esta clara

concentración de todos los demás estados que experimentas en tu día. Ese estado se
expandirá y el sentimiento de perfección se volverá cada vez más familiar. A medida que
continúe practicando, se sentirá menos como un ajuste de actitud y más como el "verdadero
usted". Cuanto menos reacciones al cambio, más
Chase, Mildred, Solo estar al piano. Berkeley: Libros de artes creativas.
177
natural se vuelve... y todo crece junto.
Cuando sientas que lo has perdido, despídete de él con gratitud, tranquilamente seguro
de que pronto volverá a ti, como un visitante celestial contigo como anfitrión devoto. William
Blake lo dijo maravillosamente:
El que se ata a sí mismo un gozo,

Destruirá la vida alada; Pero el
que besa la alegría mientras vuela Vive
en el amanecer de la Eternidad.2
Realmente nunca lo pierdes, lo sabes. Es quien realmente eres. Es el "verdadero tú". Todos
tus días estarán llenos de acción sin esfuerzo, trabajo magistral, bendito
desapego. Habrás logrado tu objetivo estando menos apegado a él de lo que jamás
podrías haber imaginado.
“El que ama no piensa en su propia vida... El amor es la médula misma de los seres... El
amor te abrirá la puerta... Adelante entonces sin miedo. Abandonad las cosas infantiles
y, sobre todo, cobrad valor.”3
2 William Blake. "El manuscrito de Pickering" en Blake, Escritos completos. Editado por Geoffrey Keynes,
Oxford: Oxford University Press, 1989.
3 “Conferencia de los pájaros” del poeta y místico sufí Attar.
178
capitulo 22
Meditación #3: Soy grande, soy un maestro

Hazlo y relájate. Cuando hagas estas meditaciones sin el libro, también debes cerrar
los ojos. Inhala y deja que esto sea como tu primera meditación. Imagina mirar tu vida con
alegría, anticipación y emoción, porque no sabes lo que viene. A medida que aceptas lo que
venga, tu vida se vuelve verdaderamente emocionante.
La música se vuelve verdaderamente emocionante. Respira esa idea... Inspírala... más
profundo de lo que quieras... Respira a través de toda tu resistencia ahora... Respira a
través del caparazón de tu ego. Tan poderoso como parece el ego, no puede resistir
el poder de una buena respiración profunda, así que... respira profundo... Es tan
simple... ¡por eso siempre lo extrañamos!
En este momento, regocijémonos en la simplicidad de todo... Qué simple es jugar... qué

simple es crear... qué simple es vivir y... respirar. Permítete darte cuenta de lo poco que
realmente necesitamos...
Y ahora respira este pensamiento como si fuera la primera vez... Estoy genial... Solo deja
que ese pensamiento nade alrededor de tu cabeza. Soy un maestro... Soy genial. Deje
que nade alrededor de su cabeza como un pez en una pecera... y baje a través de su
cuello y hombros... y baje por su columna y a través de su pecho y estómago... y a través
de sus brazos y manos... estos dos pensamientos ...soy genial... soy un maestro
...
No tienes nada que perder si te entregas por completo a ese pensamiento... ¿podría
servirte más pensar... no soy un maestro... no soy un gran...?
¿De qué manera te sirve eso? ... Y, sin embargo, para muchos, puede ser más
cómodo pensar eso, que ir solo por este pensamiento: ... Soy genial... Soy un maestro...
Soy genial... Soy un maestro ...
179
Soy genial... Soy un maestro... La Fuerza Infinita del universo está esperando que nos
demos cuenta... no tenemos que matar... no tenemos que conquistar... no No tienes que
hacer nada... ¡ somos geniales! ...somos maestros... Vean el día en que todos caminen
sobre la tierra... firmes en el conocimiento de que... ¡ son maestros!... Pero ahora...
para ustedes... practiquemos vernos como maestros... hoy.
Soy grande... Soy un maestro...
Respira mientras relajas tu cara... tu boca... tu lengua... tu garganta... relajas tus

oídos... ensancha los canales en tus oídos... ¡tan amplios que tu cabeza desaparece!
Soy genial... Soy un maestro...
Siente tus ojos... oídos... nariz... y garganta ensanchándose.
Siente cómo tu cuello y hombros se derriten en una relajación sin esfuerzo... una
cálida sensación de derretimiento que desciende hacia la parte superior de tu
espalda... tu pecho... caja torácica... tu corazón... hígado y riñones... todos tus órganos
internos ... imagina tus intestinos relajándose y expandiéndose, ensanchándose
hasta que tu estómago desaparezca ... y en la boca de tu estómago, pon este pensamiento...
Soy grande ... Soy un maestro...
Concéntrate en tu columna... siente cada vértebra... ¡imagina tu columna

alargándose ahora y alcanzando el cielo! No la estás estirando, tu columna te está
estirando, elevándose más y más alto... siente el espacio entre cada vértebra cada
vez más amplio... siente un láser de luz disparado hacia tu cabeza y bajando por tu
columna... tu columna parece un pararrayos, ardiendo con luz! ... Imagina ahora que
la luz en tu columna ha estallado y toda la parte superior de tu cuerpo ha desaparecido...
todo lo que existe donde solía estar la parte superior de tu cuerpo es una luz cegadora...
¡Mira una increíble explosión de luz! ... La luz explota y en todo el cielo se escribe en
luz... luz resplandeciente...
180
Y ahora esa luz va disparada hacia tus nalgas y piernas... y tus rodillas y tobillos y
pies... calentando cada célula... quemando cada célula... ¡explotando cada
célula!... Todo dolor... toda enfermedad ... quemada por el brillo de esta luz....
La luz ahora está disparando a tus brazos, codos y manos... explotando cada
célula... a medida que más y más parte de tu cuerpo desaparece... y todo lo
que hay allí Esta es una luz resplandeciente... ¡tú eres esa luz resplandeciente!...
respira esa luz... profundamente... y las palabras que puedes ver inscritas en esa
luz...
Di esto en tu mente:
Ahora dedico mi vida a darme cuenta... soy grande ... soy un maestro...
Cada nota que toque cantará... Soy genial... Soy un maestro...
Cada pieza que compongo será una celebración de la verdad... Todos somos
grandes... Todos somos maestros...
Y cada vez que escuchemos su música, nos sentiremos genial... nos sentiremos
como maestros... Su música difundirá la comprensión de que todos somos maestros.
No tienes que preocuparte por cómo lograrás esto, o cómo manipularás a todos
para que lo crean... simplemente te estás programando a ti mismo para pensar... Soy
genial ... Soy un maestro...
Lleva este mensaje a lo más profundo de tu ser… ignora todos los demás
mensajes… sigue reafirmando… soy grande … soy un maestro…
Otros pensamientos tienen un valor limitado... puedes decir gracias por esos
pensamientos... no tienes que temer esos pensamientos... gracias por
compartir... pero la verdad es... que soy genial . .. soy un maestro...
Si todavía sientes resistencia a ese pensamiento, pregúntate: “¿Por qué

querría resistirme a ese pensamiento? ¿Qué tendría que ganar negando ese
pensamiento? Vale la pena contemplarlo. ¡Qué ganas probando que ese pensamiento
está equivocado! Incluso si puedes hacerlo... ¿qué ganarías?
181
Así que adelante... una vez más...
Cuando veas el sol, mira tu propia grandeza... cuando veas tu reflejo en el agua, siente
tu propio dominio... mira a otras personas y no verás nada más que maestros a tu
alrededor... solo será para bien ... aprende a no verlos de manera competitiva, sino celebra
su grandeza ... honra a los maestros que te rodean ... celebra la grandeza que te rodea y
esa grandeza se reflejará en ti ... Tendrás pensamientos negativos, ¿verdad?
Tropezaré y caeré en el camino, eso lo sabemos... pero sigue reafirmando... en cada
oportunidad... en cada atisbo de voluntad... Soy grande... Soy un maestro
...
Puede que experimentes muchos más momentos nublados que soleados, pero siempre
que haya el más mínimo agujero en las nubes y el sol pueda asomarse... reafirma...
Esté abierto a cualquier momento en el que esté dispuesto a aceptar la verdad...
Toma una respiración muy profunda... luego toma cinco más y mientras inhalas, inhala el
pensamiento... Soy genial... Soy un maestro... y exhala cualquier imperfección o pensamiento
negativo que tengas sobre ti mismo... .
soy genial
soy genial
soy genial
soy un maestro...
soy un maestro...
soy un maestro...
182
capitulo 23
Estirando la forma
El pináculo del desarrollo en un ser humano es la expresión plena de su naturaleza
animal, intelectual y espiritual. John Coltrane ejemplificó este ideal como músico.
Creo que alcanzó la cúspide de los tres a través de la música.
Su naturaleza animal se expresó en el quiosco de música. Estaría empapado en sudor
mientras tocaba solos increíblemente largos y ardientes. Si su intelecto hubiera estado
activo en ese momento, seguramente habría agotado su energía. Trane atacó la melodía
como un gato acechando a su presa, con total determinación.
Sin embargo, su aporte intelectual a la música es innegable. Está bien documentado

que revolucionó la forma en que se toca el saxofón tenor.
Sus líneas constituyeron una nueva forma de tocar y estirar las progresiones
de acordes. Otros saxofonistas sintieron que tenían que volver a aprender sus trompas.
Con la invención de melodías como Giant Steps y Countdown, en realidad nos dio
una nueva progresión de acordes con la que lidiar. Todos los instrumentistas se
encontraron practicando un nuevo paso de baile. ¿Cuántos jugadores han tenido ese
efecto en toda la comunidad?
En cuanto a lo espiritual, fue el más notable de los músicos de su época en llevar la

conciencia africana al jazz. Junto con Elvin Jones y otros, reinstituyó el ritmo 12/8
inherente a la música tradicional africana. Al final de su vida, había abandonado todas
las drogas por la austeridad de un camino espiritual. Su última búsqueda fue por el
reconocimiento de su ser interior. He hablado con algunos músicos que tocaron
o estuvieron con él, y todos dijeron lo mismo; que estar con él era como estar
alrededor de una figura mesiánica.
Evidentemente irradiaba ese nivel de espiritualidad. Todos los que entraban en contacto
con él tendían a vivir más en esa conciencia. Era como una lámpara que encendía
otras lámparas. Un músico puede tener ese efecto en las personas. Hazrat Inayat
Kan
183
dijo: "Aquel que progresa gradualmente a lo largo del camino de la música, al final
alcanza la perfección más alta".
No puedo prometerte que si practicas el Paso Uno inspirarás a la gente a tales niveles,
pero te convertirás en una persona más profunda y en un músico más profundo a medida
que vayas más allá de las metas superficiales y te acerques a la divinidad dentro de ti.
John Coltrane también estiró la forma de su vida. Es un claro ejemplo de trabajar sobre uno
mismo, de cambiar y crecer. Buscó desde la heroína hasta los psicodélicos y finalmente
encontró a Dios antes de morir. El camino de Trane fue una lucha clásica para descubrir el
Ser, para ser un maestro del Ser.
Cuando tomé la decisión de ir a la escuela por mi cuenta, se desarrolló un proceso

maravilloso durante un período de diez años. Al practicar el enfoque sin esfuerzo del piano,
me di cuenta de que tomaba diez años absorber realmente una buena lección.
Esto fue una ventaja ya que no esperaba que las cosas cambiaran de la noche a la mañana.
Eso no quiere decir que no estuviera constantemente impaciente conmigo mismo, pero
saber el tiempo que toma me ayudó a no rendirme.
A medida que cambié mi concepto de mí mismo, los resultados externos en mi

vida también cambiaron. Desde entonces, han seguido ocurriendo muchas cosas buenas
y cada vez tengo más éxito en lo que hago. Si me pregunta qué cambió, qué hice, a quién
llamé para lograr este éxito, solo puedo responder: "Nada". Nada externamente, excepto
las nuevas incursiones que hice en mi estructura de creencias, precedió a los cambios
externos y, en mi opinión, son absolutamente responsables de todo. Comience su
nueva programación ahora, tenga paciencia, y las semillas se convertirán en nuevos
regalos internos y externos.
En su libro, The Path Of Least Resistance, Robert Fritz escribe: “Una vez que existe una
estructura, la energía se mueve a través de esa estructura por el camino de menor
resistencia. En otras palabras, la energía se mueve hacia donde es más fácil ir”. Eso
explica los fracasos recurrentes que he experimentado en mi vida. ¡ El fracaso y la
desesperación fueron el camino de menor resistencia!
'Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufí, pág. 53.

184
Recientemente leí una cita de Samuel Smiles que me inspiró mucho. Decía:
Siembra un acto, cosecha un hábito, siembra un hábito, cosecha un carácter, siembra un carácter,
cosecha un destino.
Si estás construyendo nuevos patrones de éxito en tu vida, TEN PACIENCIA. Hay un retraso de tiempo
entre la plantación de nuevos mensajes y su fructificación. Un agricultor no entra en sus
campos para tirar de los brotes de sus cultivos. Él sabe que el crecimiento ocurre en su propio
tiempo.
A mediados y finales de los años ochenta, comencé a practicar nuevos patrones de pensamiento
que eventualmente producirían los resultados exitosos que había ansiado toda mi vida. Cuando
surgieron nuevas oportunidades, mantuve mi interés en la superación personal, la conciencia superior
y el crecimiento en general, y esas oportunidades se materializaron.
¡Entonces supe que la maldición finalmente había terminado! ¡Podría atraer abundancia y éxito a
mi vida! ¡He aquí que funciona! ¡Soy funcional! ¡Puedo aprender!
Mi primera tabla de big band tardó un año y medio en completarse, porque solo podía trabajar en ella
por pequeños fragmentos a la vez, cuando la droga adecuada estaba disponible.
Entonces no escribiría durante semanas. En 1993, me probé a mí mismo que se había creado un
"nuevo yo" escribiendo once listas de éxitos de big band, haciéndolo en la computadora mientras
aprendía el programa de la computadora. Trabajé diez o doce horas al día durante muchos días.
Ese tipo de concentración habría sido imposible para mí unos años antes. Esa recompensa es el
fruto de mi trabajo en mí mismo.
El desarrollo espiritual había traído consigo el desarrollo mental en forma de concentración. Ahora
creo que no hay límite a lo lejos que puedo llegar.
Lo más grande es que me estoy desprendiendo cada vez más de los resultados.
Me volví particularmente consciente de cuán profundo se había vuelto mi compromiso con mi

espíritu. en una ocasión cuando, mientras meditaba, recibí una llamada de un gran músico para un
gran concierto. Lo acepté, colgué el teléfono y volví a mi meditación como si nada hubiera pasado.
En días anteriores, mi meditación sería
185
se habría arruinado como mi mente, estimulada por el concierto, habría corrido. Pero en lugar
de eso, estaba un poco molesto porque mi meditación había sido interrumpida.
¡Eso es exagerado!
186
capitulo 24
Lo espiritual (repetición)
Una vez, me fui a un lugar de adoración y meditación. La reverencia era muy común allí. Era
parte de la práctica. Pensé que era muy extraño, y tenía problemas para inclinarme ante alguien
o algo. Después de un tiempo, pensé para mis adentros: "Sabes, pagué mucho dinero para
estar aquí, y si no obtengo esto, ¡no quiero que sea por algo que no hice!" Podía ver a alguien
preguntándome más tarde: "¿Qué te pareció?" y yo decía: "No fue demasiado bueno para mí".
"Bueno, ¿te inclinaste?" “Bueno, eh, no”, entonces decían, “¡Ah, qué mal! Por eso no lo
conseguiste. No quería que tuvieran excusas.
Así que procedí a obtener el valor de mi dinero. Si ellos se inclinaban, yo me inclinaba; si

ellos cantaban, yo cantaba; si ellos rezaban, yo rezaba. Y sucedió algo divertido:
¡comencé a cavar realmente hacer reverencias! Solo el humilde acto de hacer una reverencia
comenzó a sentirse cada vez más liberador. ¡Se sentía bien estar ahí abajo!
¡Me convertí en un tonto inclinado! Iba a las habitaciones y me inclinaba ante todo lo que veía.
Sentí como si me estuviera liberando de alguna constricción, mi ego. No sabía a dónde iba
esto, pero sabía que me sentía genial.
Cuando me fui, estaba feliz de haberlo hecho, y pensé que tal vez volvería en algún
momento y me calmaría de esta manera. Pero sentí los verdaderos frutos cuando regresé a
casa. Sucedió que tenía un concierto en la ciudad de Nueva York esa noche después de
no tocar por un tiempo, y fui directamente allí. Nunca olvidaré esta experiencia. Fue en
Zinno's, un restauranteclub de jazz que presenta dúos de piano y bajo, y yo estaba tocando con
Rufus Reid, un gran bajista de jazz. Estábamos a punto de jugar una semana allí y yo no
había jugado en dos semanas. No sabía qué esperar, pero me sentía tan bien que no podía
imaginar ningún problema. Me senté en el banco del piano, puse mis manos sobre el piano
e instintivamente hice una reverencia. Mientras hacía esto, descendí con amor a la más dulce
187
concentración que he conocido. Recibía todo con gratitud, y el sonido me llenaba de

éxtasis. Tocamos My Romance* de forma sencilla y conmovedora. Creo que los dos nos
balanceábamos de un lado a otro mientras jugábamos. Fue una experiencia muy profunda
para mí, y de repente supe de qué se trataba esa experiencia. Así como los jugadores
de los años cuarenta y cincuenta habían descendido al estado de heroína, yo descendí
a un estado de gracia. Cuando hice una reverencia, recibí todo, y permanecí en esa
reverencia durante toda la melodía.
Cuando terminó, me quedé en este estado un rato más, cuando abrí los ojos, miré a
Rufus, y él estaba colgando de su bajo y balanceándose de un lado a otro. Se parecía
a todas las personas en este lugar en el que acababa de estar. Con los ojos muy abiertos,
dijo con voz intoxicada: "Esto va a ser divertido, ¿no?". Con igual embriaguez, asentí, sí.
Esta fue otra de las muchas experiencias que he tenido que me prueban, sin lugar a
dudas, que la entrega es la mejor práctica. ¡A través de la rendición, recibirás más de
lo que jamás soñaste!
Lo único que se puede agregar a esta historia es que más adelante en la semana, el
sentimiento se desvaneció. El concierto se convirtió simplemente en tocar bien el
piano y menos en hacer reverencias. Algo había desaparecido, pero el deseo de
volver a tener esa experiencia ardía en mí con más fuerza que nunca. Tener experiencias
como esa te hace sentir más sediento del néctar interior.
Mucha gente asume que si tocas música, tu vida tiene sentido; pero muchos de los
que jugamos sabemos que eso no es necesariamente cierto. Una vez estaba
hablando con un músico de jazz, que permanecerá en el anonimato porque es
famoso. Acababa de llegar de una cena a la que asistieron otros grandes músicos de
jazz. Fue una especie de cena de vinculación masculina en la que hablaron sobre sus
padres, sus carreras y sus sentimientos. Me dijo algo que fue muy revelador. A pesar
de que todos eran grandes jugadores y muy exitosos, ¿qué significaba todo eso?
Realmente pude identificarme con la pregunta, y sentí compasión por él. No dije nada,
aunque tenía una respuesta en mi mente. La respuesta podría
*My Romance es un estándar de jazz.

188
sea que nada tiene realmente sentido, por mucho éxito que logres, por mucho
maestro que llegues a ser en lo que haces, si no lo ofreces al poder divino de Dios, si
quieres. Sin el deseo de conocer esta parte de mí mismo, o mi verdadero Ser,
estaría buscando significado a cada segundo. Sería muy difícil complacerme, por
muy bien que me fueran las cosas. Estoy agradecido por el dolor que me llevó a la
búsqueda de un Yo superior.
Toda enseñanza espiritual confirma que es mejor dar que recibir.

Esta es una enseñanza bien conocida pero poco seguida. Al dar tanto como puedas a
algo, te conviertes en un canal para recibir. La biblia cristiana también dice: "No
hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí hace su obra".1 Yo
siento lo mismo por mis solos. Ya sea que creas en el Padre o no, este es el principio
de la acción sin esfuerzo: ¡ Deja que el poder superior toque la música!
No dejes que la luz de tu búsqueda se apague. Haz un curso, o un taller, o rodéate

de gente que esté librando la misma batalla que tú.
Da grandes saltos cuando sea necesario para restaurar tu voluntad de continuar en el
camino. Cuando tu mente no te deja ir, es posible que necesites la fuerza de un grupo.
Cuando las personas se congregan, pueden lograr más que las personas
que se sientan solas. Un lamido de cadera que escuché es: "Un adicto solo está
en mala compañía". ¡Qué cierto es eso! Y recuerda, todos somos adictos en el sentido
de que somos adictos a nuestra visión limitada de nosotros mismos.
Esté abierto a la posibilidad de que los rituales puedan restaurar su poder. Los
rituales son la herramienta indispensable para nutrir nuestro yo superior. La sociedad
se ha vuelto más débil por falta de ellos. Muchas personas ahora buscan rituales
para recuperar sus identidades perdidas. Los músicos no deben ignorar la búsqueda
de la sociedad sino tomar la iniciativa, como en tiempos pasados. Puedes hacer un
ritual con el Paso Uno, por ejemplo. Vístase con atuendos ceremoniales, quizás sedas,
o encienda velas, y busque formas de aumentar la gracia con la que se rinde. De esta
manera, puede evitar la decadencia de su significado.
Biblia estándar revisada, Juan 14:10.
189
Una vez me preguntaron: "¿Cuál es la próxima etapa de evolución de la música para el

próximo siglo?" Mi respuesta fue que la evolución de la música no es el problema. Es
la evolución del músico lo que es más importante. El artista debe ocupar el lugar que le
corresponde en la sociedad como maestro, metafísico y visionario. Por procesos
alquimistas, el metal base se convierte en oro. Del mismo modo, los seres humanos
podemos transformarnos en dioses y diosas. Pide que este cambio ocurra en tu vida.
“El arpa emite música murmurante; y el baile sigue sin manos ni pies. Se toca sin
dedos, se escucha sin oídos; porque Él es el oído; y Él es el que escucha”.
Kabir2
” Toqué la Vina hasta que mi corazón se convirtió en este mismo instrumento;

entonces ofrecí este instrumento al divino músico, único músico existente.
Desde entonces me he convertido en Su flauta; y cuando elige, toca su música. La
gente me da crédito por esta música, que en realidad no se debe a mí sino al músico
que toca su propio instrumento”.
Hazrat Inayat Khan3
Broma
Había dos monjes en un monasterio haciendo sus rituales diarios. Estaban a punto de
inclinarse ante su deidad. Uno se puso de rodillas y dijo: "Oh maestro, no soy nada,
no existo, todo lo que hay eres Tú". El siguiente monje se inclinó aún más y dijo: “¡Oh,
grande, soy menos que nada! Yo no existo y nunca existí. ¡Eres todo lo que hay!”
En la esquina, un conserje barría el templo y observaba a los monjes. Pensó para sí
mismo: “Hmmm, ¡eso se ve muy bien! Creo que lo intentaré”. Se acercó a la deidad y
se inclinó mientras los monjes lo miraban. Él dijo: "Oh poderoso, yo tampoco soy
nada, tú lo eres todo". Mientras los dos monjes miraban con desdén, uno le dijo al
otro: “¡Humph! ¡Como se atreve! ¡Mira quién se cree que no es nada!
¡No olvides renovar tu humildad!
2Kabir, un poetasanto de la India del siglo XV que trabajaba como tejedor en

Benarés.
3Hazrat Inayat Khan, El mensaje sufíPrefacio.
190
Meditación #4: Una Meditación Final

Tome una respiración larga y profunda. Di gracias por ese aliento. Tome otra
respiración profunda y aprenda la danza de su mente. Siente la relajación
entrar en ti ahora desde la parte superior de tu cabeza. Siente cómo el amor y
la relajación entran lenta y suavemente desde lo alto de tu cabeza... y se
derriten en tu rostro y gotean en tus oídos... y llenan tus ojos... llenan tus fosas
nasales... y llenan tu garganta... simplemente amor... y relajación... llenando tu
cuello... llenando tus hombros... tu pecho y tu espalda alta... llenando tu espalda
baja y tu estómago. Siente este amor y relajación goteando en tu corazón... y
riñones... siéntelo bramando en tus pulmones... inhalaciones profundas... de
amor y relajación... exhalaciones profundas... de amor y relajación...
Siente cómo se derrite en tus brazos y manos... se derrite en tus muñecas... en
tus caderas... muslos... rodillas... pantorrillas... tobillos... y pies... Imagina ahora
que solo eres amor y relajación... eso es todo lo que queda... este trabajo
de quemar el ego parece engañoso... pero imagina que es la cosa más simple
de hacer en el mundo... no te concentres en su engaño ... reafirmo... Me
convierto en amor y luz fácilmente... Me convierto en mi Ser superior
fácilmente... Soy perfección y maestría... naturalmente... Soy un maestro... No puedo perder eso... S
Solo puedo fingir que no lo soy... dale la vuelta... la realidad es... soy un
maestro ... la pretensión es... no lo soy... respira... soy un maestro... tu ego dice...
no, no mas, ni una vez mas! ¡No puedo soportarlo más! ... y dices, "Bueno,
solo una vez más"... ¡Soy un maestro!... solo otro momento... Soy un
maestro... Soy ...
Te deseo todo el éxito exterior e interior que puedas manejar. Los saludo como
dioses y diosas, y les deseo dominio sin esfuerzo en su vida y en su música.
Kenny Werner
191

WERNER, KENNY - Meatría Sin Esfuerzo

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Maestría sin esfuerzo

Para mi madre, quien ejemplifica el servicio desinteresado y nunca me ofreció

Para mi hermosa hija Katheryn, que su descaro nunca se vea frustrado.

Para mi esposa Lorraine, quien me enseñó el significado del Dharma, o la acción

Me gustaría agradecer a las siguientes personas e instituciones

Robin Brisker, por ayudarme a descifrar la primera versión

La Unión de Músicos Daneses y Jens Sondergaard, por

Winnie y Eigil Mollsgaard, por permitirnos usar su hermosa casa para la

Todas las sociedades de música y universidades que me invitaron a dar

Jamey Aebersold, por compartir inmediatamente

Maestría sin esfuerzo

Maestría sin esfuerzo

Más allá del bosque de Mirkwood: Ken Werner (Enja Records)

Meditaciones: Ken Werner (Steeplechase Records)* Copenhagen Calypso: solo

Algo como un pájaro: Charles Mingus (Atlantic Records)

Sé sobre la vida: Archie Shepp (SteepleChase Records)

Yendo y viniendo: Jim Pepper (Europa Records)

Canción del alma: Archie Shepp (Enja Records)

Tangentes: Chico Freeman (Elektra­Asylum Records)

Tonos, formas y colores: Joe Lovano (Soul Note Records)

Transición: Peter Erskine (Denon Records)

La buena vida: Archie Shepp (Varrick Records)

Maestría sin esfuerzo

Para ti: Mel Lewis Jazz Orchestra (Music Masters Records)

Arte perdido: Mel Lewis Sextet (Music Masters Records)

Confidencial: EFX especial (GRP Records)

Charla callejera: Eddie Gómez (Columbia Records)

Music Inside: Joyce (Verve Forecast Records)

Hitos: Joe Lovano (Blue Note Records)

Alma dulce: Peter Erskine (BMG)

Lenguaje y amor: Joyce (Verve Forecast Records)

Alcanzando la Luna: Roseanne Vitro (CMG)

Aldea global: efectos especiales (GRP Records)

Sail Away: desgarrado Harrell (Musidisc Records)

Zounds: Lee Konitz (Soul Note Records)

Idioma universal: Joe Lovano (Blue Note Records)

Laberinto: desgarrado Harrell (RCA/BMG)

Celebrando a Sinatra: Joe Lovano (Blue Note Records)

Entre el cielo y la tierra: Andy Stattman (Shanachie Records)

Betty Buckley: Los niños escucharán (Sterling Records)

­ Con una mirada (Sterling Records)

­ El Concierto de Londres (Sterling Records)

­ En vivo en el Carnegie Hall (Sterling Records)

­ Mucho más (Sterling Records)

"Canalización de música". Orgánica, Primavera 1988

"Juega por las razones correctas". Orgánica. Invierno 1990

"Tríadas hostiles". Taller de Estilista de Piano y Jazz. Abril­Mayo 1991

Maestría sin esfuerzo

Los ejercicios del CD son básicamente meditaciones/visualizaciones. Su

Recomiendo leer atentamente las meditaciones presentadas en los

Maestría sin esfuerzo

3 ¿Por qué jugamos? 27

4 Más allá de las metas limitadas 37

5 El miedo, la mente y el ego 51

6 Práctica basada en el miedo 59

Enseñanza basada en el miedo 65

Escucha basada en el miedo 69

9 Composición basada en el miedo 73

PO Box 1244 New Albany, IN 47151 1244

Tangentes: Chico Freeman (ElektraAsylum Records)

Con una mirada (Sterling Records)

El Concierto de Londres (Sterling Records)

En vivo en el Carnegie Hall (Sterling Records)

Mucho más (Sterling Records)

"Tríadas hostiles". Taller de Estilista de Piano y Jazz. AbrilMayo 1991

no desaparecer, sino acomodarse como una pieza más en el mosaico de