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OBRA TEATRAL
“TIENDA
DE
MADRES”
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OBRA TEATRAL
“TIENDA DE AMDRES”
ARGUMENTO
AMAIA Y TEREZA, son dos jovencitas que añoran tener una madre diferente, ya que la que
tienen, es una madre que les prohíbe comer demasiados dulces, no les deja salir de noche, es
muy estricta para que hagan las tareas, las pone a hacer oficios en la casa, las pone de castigo
cuando se pelean, les motiva para que sean corteses, cariñosas, educadas y les inculca valores
cristianos. Pero esto es un tormento para ambas, quienes ven poco esas actitudes en las
madres de sus amigos.
Un día se les aparecen unos personajes mágicos que venden corazones de madres y ellas
deciden experimentar cambiando su madre por otras escogidas a su medida, solo para darse
cuenta con el tiempo que cada una de las madres que compraron, vienen con defectos y
errores que solo se ven con el tiempo.
Al final se dan cuenta de que extrañan a su verdadera madre y se concientizan de que la mejor
madre que podemos tener es aquella que Dios nos regalo.
Personajes: ACTORES/ACTRICES:
1. AMAIA........................................................SAMAIRA
2. TERESA...........................................................GINA
3. DOÑA JUANA...................................................SAMANTA
4. ERR PAPUCHIS.................................................RONNY
5. ANGEL:.............................................................. DOÑA LILA
6. LA MAMUCHIS................................................
7. LAURA FINA Y EDUCADA.................................LIA
8. MARCOS DISCIPLINADO....................................
9. BRAULIO COMELON .......................................NOEL
10. MARIA DESACATADA.......................................
11. MADRE FINA Y EDUCADA.................................
12. MADRE COCINERA...............................................
13. MADRE DISCIPLINADA...........................................
14. MADRE DESACATADA............................................
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Se ve una casa, con su sala, comedor y un sofá. En la casa se encuentra Amaia y Teresita
conversando con 4 de sus amigos.
Braulio: Ya lo creo.
Doña Juana: Bueno, que bueno que están aquí, vamos a hacer el rosario juntos y darle gracias
Dios por el día.
Maria: Ahh, este. Yo ya me tengo que ir.
Laura: Sí, yo deje un locrio de pica pica en el caldero.
Braulio: Y yo tengo que hacer tarea.
Marcos: Y yo... yo... yo no sé qué decir, pero a dios.
Todos salen
.
Amaia: ¿Mamá?
Doña Juana: ¿Qué?
Amaia: Hiciste que se fueran.
Doña Juana: Bueno, solo les invite a orar.
Teresa: Es que tú con esa recadera.
Doña Juana: Hijas, hay que dar gracias a Dios todos los días por lo que nos da. ... a propósito.
¿Porque esta cas esta tan desordenada?... Vamos, a recoger.
Amaia: Pero mamá.
Doña Juana: Mamá nada. A recoger. Que cuando yo vuelva este todo ordenado. Y no se
peleen para no quitarles la televisión. Ahh, otra cosa. Y se me lavan los dientes antes de
dormir. ¡Ahh! Y no las quiero oír discutiendo, ustedes son hermanas y no deben pelearse.
En ese momento suena una música y se ven entrar a a dos personas vestidos ridículamente,
quienes bailan y cantan. Llegan hasta donde están ellas, las cuales se asustan.
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Teresa: ¿Quienes son ustedes?
Papuchis: No se asusten niñas. Yo soy err Papuchis
Mamuchis: y yo la Mamuchis. Y ambos somos personas que recorremos el mundo en nuestro
negocio, el cual es exitoso.
Papuchis: Si, somos vendedores de corazones de madre.
Amaia: ¿Cómo?
Teresa: Si.
Mamuchis: Les oímos quejarse y aquí venimos a solucionarles sus problemas de madre
defectuosa.
Amaia: No entendemos.
Papuchis: Sencillos.
Papuchis: Nosotros, somos dos seres de luz, que nos condolemos de los corazones tristes.
Mamuchis: Agobiados.
Papuchis: Desolados.
Mamuchis: Apagado.
Papuchis: Amargados.
Mamuchis: Y todo lo terminado en Ado.
Papuchis: Vendemos corazones de madres a jóvenes angustiada como ustedes, que ya no
soportan mas a sus madres actuales.
Amaia: ¿Es cierto?
Mamuchis: Si. Tenemos madres como las que ustedes elijan.
Teresa: ¿Cómo?
Papuchis: Como lo oyes querida. Dígannos solamente que madre quieren y se las venderemos.
Lo más importante de esto es que andamos con la tienda.
Amaia: No entiendo
Mamuchis: Ay que ver que la amiguita es bruta.
Papuchis: Si, no entiende nada.
Mamuchis: Miren nuestra tienda móvil... Que pase nuestra mercancía.
En ese momento inicia una música y empiezan a entrar varias chicas que modelan ante las
dos niñas. Se pasean por el escenario como si se tratara de una pasarela. Finalmente se
frisan en escena.
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Amaia: ¿Qué crees?
Teresa: Vamos a probar.
Amaia: ¿Y que pasara con nuestra madre?
Teresa: No importa. ¿Acaso no queríamos una madre diferente?
Amaia: Sí, pero.
Teresa: Pero nada. Vamos a escoger la madre que queramos.
Inicia la misma música con la que habían entrado y salen del mismo modo, bailando y
cantando. Las niñas se quedan solas paseándose por la tienda de madres.
Amaia: Hola.
Madre fina: ¿Y a que salón es que han estado yendo? Segurito que al de Lucy. ¿Oh Dios, qué
dirán mis amistades? ¿Cómo es que te llamas?
Teresa: Teresa
Madre fina: ¿Y ese nombre tan cursis? Segurito que te lo puso tu padre.... ¿A que es que
hueles?
Amaia: Es una vitamina para...
Madre fina: No, aléjense ambas, están llenas de gérmenes y piojo. Vamos a poner las cosas
clara, seré su nueva madre, pero mantendrán su distancia a 3 metros siempre de mí. Hasta que
se refinen. No puedo estar cerca de dos niñas tan... poco refinadas. ¡Oh Dios! ¿Qué dirán mis
amistades? Tengo que ir a tomar el té con mis amigas y...
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En ese momento alcanza a ver a los amigos que estaban medio escondidos.
Los rocía
Madre fina: Pero niñas. Escojan mejor a sus amistades. Eso niños son chusmas.
Madre fina: Con acepción de aquella que se ve un poco fina. Tú te puedes quedar, pero los
demás, se me van.
Teresa: Miren par de locos, esa madre fina que escogimos está loca.
Papuchis: Sí, nos roció con aerosol y boto a nuestros amigos. Queremos que nos la cambien.
Mamuchis: Tranquilas, tranquilas, a veces no funciona a la primera.
Amaia: ¿Qué hacemos entonces?
Mamuchis: Vuelvan a la tienda y sigan probando.
Amaia: Ya verán...Este...
Teresa: ¿Usted es nuestra madre?
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La madre va y enciende el radio. Inicia una música y comienza a bailar como loca. Hala a
bailar a los amigos hasta cansarlo.
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Teresa: Esta se ve bien...Llama a los muchachos.
Amaia: Si, ya los llamo.
Teresa: ¡Hola!
Madre recta: Buenos días.
Amaia: Es usted nuestra nueva madre.
Madre recta: Si. Pero no me digan madre díganme señora.
Amaia: Buenos, como guste, señora.
Madre recta: Párense firmes.
Teresa: ¿Qué?
Madre recta: Que se paren firmes. Saludo militar. Ocho pechadas. .. ¿Y ustedes quienes son?
Marcos: Somos sus amigos.
Madre recta: Vengan acá.
Maria: Pero...
Madre recta: Ya les dije que vengan acá.
Braulio: Si.
Madre recta: Si señora.
Laura: Si señora.
Madre recta: Firmes.
Todos saludan.
Madre recta: Limpien, limpien. Vamos. Haragán. Baje esa columna, lave aquí. Friegue los
platos. Batallón, alto ya.
Todos toman su posición militar en la línea. La madre estricta se pasea mirando si todo está
en orden.
Sale corriendo.
Madre recta: Mire, ¿usted donde corre que va? Desertor. Venga a limpiar.
La madre se para frente a la puerta y todos rompen la fila y comienzan a huirle mientras ella
intenta golpearlo con el palo de escoba.
Papuchis: Pero perseveren. Las mejores cosas en la vida se logran cuando se persevera.
Mamuchis: Si, luchen, luchen como nunca nadie lo ha hecho. Luchen con gallardía.
Papuchis: Con valentía.
Mamuchis: Con coraje y con devoción.
Papuchis: Ay ya, cállense la bocota esa.
Mamuchis: Bueno, venimos en un rato. Adiós.
Teresa: Yo también.
Amaia: ¿Qué te parece esta?
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Marcos: Mira amiga, ya no nos llame más por favor. No queremos volver a pasar malos ratos.
Amaia: Por favor, esta vez funcionara.
Teresa: Si, les trajimos una madre cocainera que preparara ricos platos para todos.
Maria: Si, hule bien
Amaia: Si ella está en la cocina...Vengan. Siéntense.
En ese instante entra la madre cocinera con un rico pastel en sus manos. Lo pone en la mesa
Vuelven a la mesa.
Marcos: ¿Señora?
Madre cocinera: Si.
Marcos: ¿De qué es este paste?
Madre cocinera: Bueno, tiene almendras, avellanas.
Todos se miran.
Madre cocinera: ¿Repartirlo? ¿Comérnoslo? ¿Y quien les dijo que este pastel es para ustedes?
Amaia: Pero...
Madre cocinera: Pero nada, este pastel es mío.
La madre comienza a agarrar grandes pedazos en sus manos y atragantárselos, mientras les
pelea.
Madre cocinera: Así es que se me van. No quiero que me quiten mi comida, todo lo que se
coma en esta casa es exclusivamente mío. Mío.
Sigue comiendo.
Madre cocinera: Se me van todos, esta es mi comida, salgan de mi casa. Mi pastel. Es mío. Solo
mío.
Todos los amigos salen de la casa y la madre los prosigue. Las niñas quedan muy tristes
Inicia una música suave y ambas cantan una canción a su desaparecida madre.
CANCION
Termina la canción y entra un ángel que pone las manos en su espalda. Ellas se asustan.
Teresa: ¿Qué?
Amaia: ¿Quién es usted?
Ángel: No teman, soy un ángel enviado del cielo.
Teresa: ¿Y no nos engañaras como hicieron el Papuchis y la otra esa?
Ángel: No, ellos era unos mentirosos, yo soy el ángel de la verdad. Dios me envió porque vio
que sus corazones estaban tristes.
Amaia: Pero llegaste tarde, ya perdimos a nuestra madre.
Ángel: Dios les envió un corazón de madre nuevo.
Teresa: ¿Y ese cuánto cuesta?
Amaia: Si, dimos todo lo que teníamos en nuestros ahorros.
Teresa: No tenemos dinero.
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Ángel: Este corazón de madre no tiene precio, pues es la mejor madre del mundo.
Teresa: Pero podemos vender nuestras muñecas y juguetes.
Ángel: Ya les dije que no tiene precio este corazón, pues es un corazón hecho a la imagen y
semejanza de Dios.
Las luces se apagan, se oye el sonido de un gallo por la mañana, se encienden lentamente las
luces y aparecen los amigos y las dos niñas durmiendo unos en el mueble, otros en el sofa.
Algunos roncan.
Todos se levantan.
Ellos se miran, hacen silencio. Uno de ellos va y le huele el pelo. Con alegría dice:
La abraza.
Los chicos se hacen a un lado y dejan las dos niñas con su madre. La niña corre y la abrazan
fuertemente.
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