Emilce Dio Bleichmar “Femenidad / Masculinidad”

♀ “Rosa o Celeste”:
Desde el nacimiento y hacia delante, se inicia un movimiento de construcción de
identidad que opera a través del lenguaje, actitudes, expectativas, deseos y fantasías
acerca de lo femenino y masculino, que será transmitido persona a persona en todo
contexto humano y que acompañara la individuo hasta la muerte.
Es por medio de la identificación con otro que nos reconocemos similares a aquellos
del mismo género e incorporamos las normas y reglas que prescriben lo que es natural
y propio de niñas y mujeres, así como los nombres y pronombres, formas lingüísticas
para denominarnos y reconocernos en las palabras que nos designan. Simultáneamente
en un proceso complementario, nos diferenciamos del género distinto y reconocemos
las reglas y normas ajenas y propias del otro género.
El fantasma del género es el componente obligado de la fantasía de hijo o hija
que toda pareja posee, la que se despliega e identifica proyectivamente sobre su
cuerpo y que acompaña la relación con el /elle toda la vida.
La feminidad / masculinidad se construye en la intersubjetividad y en la interacción,
No hay fantasma sin gesto, ni gesto que no genere una representación. La
feminidad /masculinidad son representaciones de la mente de los adultos, significados
conscientes y preconscientes e inconscientes, fantasmas de lo femenino y masculino
recluidos en estratos más inaccesibles, que también se transmiten a través del
discurso y la acción.
♀ El género es Prescriptivo:
El apartamiento de los modelos de género, tanto en la actividad como en la apariencia
es fuertemente censurado.
♀Madre  Función Reproductora ♂ Objeto del propio deseo Requisitos
Goce de otras mujeres. de lo
F/M

Es a través de un sistema simbólico que la identidad del ser Mujer u hombre queda
constituida.
El ser viviente para devenir sujeto psíquico esta obligado a pasar por un proceso que
opera como imprinting constituyente de su subjetividad femenina o masculina, de
acuerdo con formatos preexistentes, patrimonio de la estructura social, que se
convierte en sujeto psíquico y deviene cultura.
Como psicoanalistas estamos en condiciones de reencontrar esta cultura que
reaparece en el individuo y se experimenta como una segunda naturaleza, elecciones,
silencios y preferencias concientes e inconscientes que el individuo realiza sobre los
formatos de lo femenino y masculino que la sociedad le ofrece, el etiquetamiento que
lo influencia.