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Informe para asesoría de avance del trabajo grupal (semana 13)

Información base para la sustentación oral

A lo largo de los periodos de duración de los relatos recogidos se pudo observar que estos se
situaron entre el primer gobierno de Alan García y el primer gobierno de Alberto Fujimori,
dentro de este contexto se identificó dos espacios geográficos que serían dentro de las
provincias y en la capital. Es por ello que se escoge como primer hilo conductor la
exposición a la violencia dentro de los años de 1985 hasta 1987, obteniendo ahí 3
testimonios, con temática del papel de las fuerzas del orden, la migración y la violencia en
espacios laborales. Como razón para la elección de este hilo es la relevancia de la
localización geoespacial pues todas se ubican en provincias dentro de Perú. El segundo hilo
conductor escogido es la exposición a la violencia entre los años 1990 y 1994 con
testimonios que destacan la vida universitaria y ser testigo de sucesos violentos. Su
importancia radica en ser parte de los últimos años del Conflicto Armado Interno y presentar
los últimos ataques realizados por grupos subversivos.
Hilos bien planteados y pertinentes
A partir de los relatos de memoria puestos a análisis en nuestro proyecto se pueden apreciar
ciertas singularidades entre ellas, es así que para ofrecer un mejor panorama se entrega una
breve descripción de cada testimonio recogido:

● Jesús Bustillos - Paola: El episodio de memoria en mi entrevista, el entrevistado se


refiere a un periodo de violencia entre los años 1990; no obstante, los hechos se
ubican temporalmente entre los años 1980 a 1986. Los hechos de memoria se sitúan
dentro de un contexto de conflicto armado en la región selva. La particularidad del
hecho de memoria fue que el entrevistado fue testigo de la toma de una mina por el
grupo subversivo MRTA.

● Anónimo 2 - Maite: El episodio de memoria de mi entrevistado se da entre 1986 y


1987 durante el gobierno de Alan García, geográficamente se ubicó en la región de
Ayacucho. Se resalta continuamente el papel de los militares como actores de
violencia y la deserción escolar provocada por esto mismo.

● Abel Cotrina - Mariel: El episodio de memoria de mi entrevistado que resaltó fue


la violencia y estigmatización que se vivió durante el gobierno de Alan García
producto del conflicto armado interno y las acciones antisubversivas por parte de los
militares durante los años 1986 a 1987, específicamente en la ciudad de Lima, para
luego situarse dentro de un contexto en provincia en la ciudad de Pacasmayo en los
años posteriores.

● Anónimo 1 - Atenea: El episodio de memoria que obtuve se ubica entre los años
1992-1993 durante el gobierno de Fujimori. Los sucesos ocurren en el contexto de
conflicto armado interno dentro del territorio de Lima. La particularidad que posee
es que relata un hecho significativo ocurrido en el año 1992, el cual es la muerte de
la lideresa María Elena Moyano.

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● Pilar Martínez - Pierina Méndez: El episodio de memoria entrevistado abarca
desde 1990 hasta 1994 en el gobierno de Alberto Fujimori. Los hechos de memoria
se sitúan en el conflicto armado interno durante el departamento de Ayacucho donde
se relata hechos ocurridos durante ese periodo de tiempo en la Universidad Nacional
San Cristóbal de Huamanga.
Bien, tengan en cuenta que esta información le va a servir de insumo para la
parte introductoria de la presentación la que incluye la línea de tiempo en donde
tienen que aludir brevemente al contenido de cada uno de los relatos de memoria.
Recuerden que los siguientes fragmentos se analizan en la sección de desarrollo de la
exposición
A manera de desarrollar introspectivamente dichos relatos se seleccionaron fragmentos de
cada testimonio importantes y relevantes en el estudio de la exposición a la violencia en
nuestros dos hilos conductores, de 1985 a 1987 y de 1990 a 1994, con la finalidad de mejorar
el análisis contextual y social de estos mismos en dichos periodos de tiempo. Dentro de
nuestro primer hilo conductor recolectamos los siguientes fragmentos:

● Paola: Los sucesos más fundamentales de la entrevista suceden entre los años 93-94
ello relacionado con los hechos de violencia que azotaron la región de la selva a
causa del grupo subversivo del MRTA; no obstante, el entrevistado no recuerda
dónde es con exactitud que se llevó a cabo los hechos de memoria. Durante la
entrevista se describe se alude a la incompetencia que los gobiernos tuvieron al
momento de liderar con el conflicto armado interno. Como primer hecho de
memoria, el entrevistado nos narra cómo un día se encontraba en un campamento
minero de la región de la selva él tenía que bajar a un pequeño pueblo donde se
encontraría con unos trabajadores le entregarían unos documentos que debía de
llevar. Es alrededor de las doce de la noche que su auto se detiene porque el grupo
subversivo MRTA había empezado un atentado contra el pequeño pueblo al que se
dirigían. Ante esto menciona:

“A las doce que pasamos por el pueblo, empezaron una balacera con bombas y todo,
atacando el campamento, al minero. Recuerdo que el chofer me agarra y me dice
“mire ingeniero, lo dejo acá porque tiene que esconderse porque si no nos van a
atacar”. “(Bustillos)

Luego de esto él recuerda que, al bajarse caminó por el pueblo hasta tocar la puerta
de la posta del lugar, donde le dieron hospedaje por el resto de la noche. Durante
este hecho de violencia, el entrevistado recuerda con dolor aquella noche incierta.
Frente a esto comenta:

“Yo esperaba lo peor, estaba con mis hijas y mi esposa. […], era como si estuvieras
en la guerra: metralletas, bombas. […] Pasé una de las noches más largas de mi vida
“(Bustillos).

El segundo hecho de memoria que se menciona es un recuerdo que le comenta uno


de sus compañeros de trabajo, quien tuvo que viajar al norte del Perú, por el distrito
de La Libertad. Dentro de este hecho de violencia se narra cómo es que atraparon el
camión donde se transportaban y asesinaron a sangre fría a cada uno de los que iba
ahí, menos a su compañero.

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“Tenía un amigo que se fue a trabajar a una mina en el norte del Perú. Por la sierra
de La Libertad. Y una vez los atraparon, en una camioneta con ingenieros y los
mataron a todos, y él se salvó. Era porque a la hora que disparó la chica no le dio la
bala” (Bustillos).

Frente a estas memorias él siente un profundo dolor al cómo es que se debía de vivir.
Su día a día significaba arriesgar sus vidas cada que salían de sus hogares. Incluso
dentro de los espacios académicos se podían ver cómo se continuaba manifestando
la ideología de los grupos subversivos. La incertidumbre de salir a la calle era
constante, esto queda claro cuando el entrevistado menciona:

“Veías temor en la sociedad, […] Salías al centro de lima y un coche bomba, una
bomba. […] Fue una generación de mucho dolor”(Bsutillos).

● Maite: Los sucesos más relevantes de las memorias recogidas suceden


mayoritariamente del 86 hasta el 90, ello relacionado a la violencia sucedida en el
departamento de Ayacucho en su posición como estudiante y joven en un lugar de
violencia. A lo largo de la entrevista se hace una crítica constante a la falta de acción
y presencia del gobierno de turno, a la nula responsabilidad de sus ciudadanos y la
violencia y excesos por parte de las fuerzas del orden, específicamente de los
militares a cargo. Bajo ello presenta como primeros episodios de memoria la
necesidad de mostrar señales de paz, pañuelos o polos blancos, al momento de
acercarse obligatoriamente a las oficinas de registro militar y las batidas realizadas
continuamente por los militares, explica que se recogía sin distinción a toda la gente
de alrededor de una zona, especialmente jóvenes y estudiantes, llevándolos con
dirección hacia las comisarías, dentro de estos establecimientos se los retenía por
mucho tiempo y eran expuestos a situaciones humillantes y de violencia, ante ello
menciona:

“si caías ahí, mientras estaban en camino a la universidad o a un instituto o


algo y caías ahí, te llevaban a la comandancia, te tenían retenido las horas
que ellos querían, te tiraban en el piso, caminaban en tu encima”
(Anónimo)

Como segundo episodio narra la exposición y fragilidad que tenía la posibilidad de


ser acusado de terrorismo ante los militares, pues frente a un escenario sin libertad
alguna cualquiera podía ser detenido, y posteriormente desaparecido. Cualquier
acción que indicara alguna relación a acciones políticas era suficiente para ser
marcado por los policías, es así que en esos años hasta tu compañero de mesa podía
ser acusado de sospechosos y sacado del colegio.

“A veces te recogían y simplemente te llevaban al cuartel, si ibas al


cuartel ya no regresabas, te hacían desaparecer [...], hasta ahora no se
sabe dónde están, qué habría pasado o si han fallecido” (Anónimo)

De acuerdo a dichas desapariciones, recalca un resentimiento hacia el gobierno


debido a su inacción ante tanta violencia.

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Como tercer suceso, menciona la obligatoria participación suya dentro de los
comités de autodefensa, explica estos como grupos paramilitares formados para
combatir a Sendero Luminoso pero que realizaban un numeral de excesos y
abusando de su autoridad dentro de comunidades y pueblos pues se prestó para
venganzas personales bajo acusaciones falsas. Él explica su participación como una
obligación para no ser dañado.

“Los paramilitares no distinguen si tienes trabajo, si eras estudiante o si


estabas enfermo, tu obligación era tu obligación, visitar hacer patrullas.”
(Anónimo)

Y como última memoria, presenta las consecuencias en su vida estudiantil. La


violencia por parte de los grupos subversivos y la respuesta militar lo golpea durante
sus últimos años escolares afectando en su desarrollo como estudiante, al ser de un
pueblo tenía que tomar una ruta diaria para llegar a Huamanga la cual tenía tres
controles militares en zonas deshabitadas, ante ello el entrevistado explica el
procedimiento y la afección emocional.

“manos a la nuca, echado en la tierra en el piso, te revisaban y pasabas,


otro al inicio, otro en el medio, y otro al llegar, todo ello te dejaba un
poco inútil, que podías hacer ante eso cómo civil... como estudiante.”
(anónimo)

Dicha revisión tenía como objetivo encontrar estudiantes, pues para las fuerzas
armadas el perfil de un senderista era ser joven, y un estudiante aún más, es así que
se recurre como método de protección al silencio, a no decir nada. Y bajo todo lo
mencionado, el daño psicológico y el peligro, él toma la decisión de abandonar sus
estudios.

“La cosa ahí era no decir nada, aunque supieras algo, lo mejor era no
abrir la boca, y eso te mantiene vivo. Esas cosas me impactaron bastante,
me sentí mal y dejé de estudiar por esa razón.” (anónimo)

● Mariel: A pesar de haberse explicitado que la entrevista tomaría lugar dentro del
contexto del gobierno de Fujimori, los fragmentos más sobresalientes de la
entrevista toman lugar durante los años 86-87 en la ciudad de Lima en el contexto
del gobierno de Alan García, en los cuales se resalta la presencia de la violencia
provocada por la situación del conflicto armado interno. No obstante, más adelante,
el entrevistado realiza una valoración crítica acerca del gobierno de Fujimori. En el
testimonio se presentan relatos acerca de cómo el entrevistado fue testigo de una
serie de acciones violentas ejercidas hacia terceros y el miedo que sintió al
encontrarse cercano a estos momentos.

Para comenzar, el entrevistado menciona como él en su juventud viajó a Lima desde


su provincia en busca de nuevas oportunidades laborales. Por lo cual, se estaría
alojando en la casa de un tío de cariño, el cual lo apoyaba permitiéndole trabajar en
su taller mecánico. Describe cómo en varias oportunidades tuvo que modificar su
elección de vestimenta al dirigirse a zonas de violencia de la ciudad, a las cuales iba

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a buscar repuestos de segunda mano, ya que podría verse obligado a afrontar
situaciones peligrosas en esas circunstancias.

“A veces cuando había que comprar un repuesto de segunda mano [...],


entonces yo para ir a esos sitios, yo no necesariamente tenía que ir de una
manera formal, más que todo por el tema de zona en donde hay bastante
violencia, bastante robo, delincuente. Entonces yo tenía que vestirme como
si fuera una persona así harapiento, cochino y [...]” (Abel Cotrina).

A partir de este momento se relatan tres episodios de memoria, siendo el primero


una oportunidad en la que su tío lo invita al cine Conde de Lemos ubicado en la zona
de Barrios Altos. Menciona que para llegar a este cine tuvo que pasar por la av. 28
de julio y la Universidad mayor de San Marcos. La experiencia que resalta es que él
como provinciano presenció por primera vez cerca de una casona a un individuo
estrangulando a otro, sosteniendo un cuchillo en su cuello, provocando una herida
sangrante, con la intención de despojarlo de su dinero. Sin embargo, debido a la
ausencia de la presencia policial, los transeúntes ignoraban la situación.

“Y bueno pues, ante el temor y el miedo, como personas, nosotros


seguíamos. En ese momento no había ningún policía” (Abel Cotrina).

Como segundo episodio relata cómo después de dos meses, su tío lo invita al cine
por segunda vez. En esta oportunidad le recomienda tomar un micro, el cual se
detuvo en una iglesia cercana al cine Conde de Lemos. En esa ocasión, presenció
cómo una persona ebria despojó completamente de sus prendas a otro individuo
ebrio, el cual se quedó dormido, dejándolo solo con la ropa interior. Posteriormente,
el agresor huyó, abandonando a la víctima despojada. El entrevistado menciona
como esta situación influyó en su decisión de no querer volver a acercarse a este tipo
de zonas peligrosas.

“Y los feligreses pues pasaban, caminaban, nadie se presionaba a darle una


ayuda al señor borrachito. Y la verdad que esas cosas como que marcaron
parte de mi episodio en mi vida, que dije de acá nunca más voy a venir por
estas zonas” (Abel Cotrina).

Como tercer y último episodio de memoria relata que en cada ocasión en la que
había bombardeos, se mantenían resguardados en sus hogares. No obstante, hubo
una vez en la que decidió desobedecer esta norma y seguir el consejo de su primo,
quien era aficionado al canto y lo invitaba a eventos musicales. Recuerda que en
ocasiones anteriores había asistido a lugares como Barranco y al teatro de Arequipa,
pero en esta ocasión fue a una peña en el Callao. A pesar de decirle a su primo que
estaba en casa de su tío, reconoce que pudo haber fallado en el aspecto del respeto al
no atender a las indicaciones de su familia y decidir acompañar a su primo. Al
regresar a casa, su tío se negó a abrirle la puerta, ya que después de las 10 p.m., no
se permitía la entrada y se cerraban las puertas. Por otro lado, su primo ya se había
marchado a su departamento, por lo cual se encuentra en una situación de
desesperación al no contar con un refugio seguro ni los medios de comunicación
disponibles. Frente a esta situación decide permanecer cerca de un grifo, sin

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embargo, la opinión de un transeúnte lo alerta a reconocer que este no era un espacio
seguro para resguardarse.

“Si no tienes donde dormir, ándate allá porque si no ahorita los policías ya
estamos en toque de queda, y vas a tener problemas. Te van a confundir con
terruco y te van a guardar” (Abel Cotrina).

Ante lo ocurrido decide dirigirse a otro grifo en el cual menciona rogarle a uno de
los señores para que le permitiese resguardarse en una de las camionetas de la zona.
A pesar de lograr su cometido es nuevamente alertado del peligro por el cual podría
ser víctima. Además, resalta que mientras se encontraba dentro de uno de los carros,
fue testigo oyente de una violación sexual hacia una joven, lo cual incrementó su
temor al punto de no poder dormir aquella noche. Describe el vivir esta situación
como un evento que jamás va a olvidar.

“Te vas a meter en una camioneta, pero trata de no salir porque la policía pasa por
acá. Te pueden confundir con un terrorista y de ahí te elevan, te llevan, y ahí estás
adentro y es bien difícil que salgas” (Abel Cotrina).

Con el relato de todo ello, tenemos finalmente para nuestro segundo hilo conductor
lo siguiente:

● Atenea: Los fragmentos más importantes parten desde la extracción de esta


memoria que relata lo ocurrido en el año 1992 con relación a la muerte de la lideresa
María Elena Moyano durante el conflicto armado interno en Lima. Sobre lo
acontecido el entrevistado resalta la digna actividad que realiza María Elena Moyano
al liderar a las organizaciones populares (especialmente las ollas populares). La
describe como una persona que incentivaba la lucha contra Sendero Luminoso y con
la suficiente convicción para proteger a esta organización popular y evitar algún tipo
de infiltración por parte de este grupo subversivo. Además, comenta sobre el miedo
y la inseguridad que ella sentía durante esos años, tal es así que termina catalogando
este año como la mayor muestra de violencia que presenció durante el conflicto
armado interno. Esto es evidenciado cuando el entrevistado menciona lo siguiente:

"El episodio más relevante en mi vida fue la muerte de María Elena Moyano"(Anónimo).

Además, cuando dice:

"Aún me genera sentimientos de temor e indignación" (Anónimo).

De esto se puede evidenciar que este suceso sigue estando presente y ha marcado su
vida significativamente. Aun así ella lo sitúa como un suceso trascendente al decir lo
siguiente:

"Mi mamá ayudaba en los comedores de vaso de leche y por eso formábamos parte
de ese lugar, por eso sentíamos lo mismo"(Anónimo).

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Finalmente, como comentario personal nos menciona otro suceso importante
ocurrido en ese mismo año, se trata sobre la captura de Abimael Guzmán que era el
principal líder o "cabeza" de Sendero Luminoso. Al respecto ella dice esto:

"Todo acabó con la captura de Abimael Guzmán principal líder de esta agrupación Sendero
Luminoso y con ello la población pudieron realizar sus actividades normalmente".

Es interesante que al relatar la muerte de María Elena Moyano rápidamente lo


relacione con la captura de Abimael Guzmán y que identifique este último como el
evento que terminó con la violencia experimentada durante el año 1992, ya que
según lo relatado por el entrevistado, es desde ese momento en el cual la población
pudo volver a realizar sus actividades cotidianas con normalidad.

● Pierina Méndez: Mi entrevistada era estudiante de la facultad de Obstetricia de la


Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga desde los años 1990 hasta 1994.
Los fragmentos más relevantes de la memoria se sitúan en relación a la vida
universitaria que afronta mi entrevistada con respecto a la violencia perpetrada por
dos actores del conflicto armado interno: Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas.
Para empezar, mi entrevistada relata cómo existía una inseguridad dentro de la
universidad debido a que se desarrollan constantemente atentados cuando grupos
subversivos especialmente Sendero Luminoso ingresaban a la universidad. Por lo
cual, en aquellos años los senderistas cometieron diversos actos dentro de la
residencia universitaria.

“Entraban [...] en el comedor universitario, los grupos de terrorismo para hablar


sobre su ideología y tratar de convencer a los universitarios para que se unieran con
ellos” (Pilar Martínez).

Por otra parte, mi entrevistada relata cómo presenció un asesinato dentro de la


universidad cometido por senderistas hacia un estudiante de Agronomía del tercer
año donde le dispararon al estudiante en la cabeza. Ante este suceso menciona como
existió una gran desesperación por todos los estudiantes.

“Todos los estudiantes que en ese momento nos encontramos salimos disparados, no
solo por el miedo sino por el temor de que seamos involucrados en ese acto” (Pilar
Martínez).

La entrevistada comenta que este asesinato cometido por senderistas se debió a que
el estudiante de agronomía supuestamente colaboraba con las Fuerzas armadas en
brindar información. Por lo cual, los senderistas mataron al estudiante para luego
con su sangre escribir en su cabeza la palabra “soplón”. A lo que mi entrevistada
menciona:

“No le dieron tal vez [oportunidad] de explicar que no era soplón simplemente lo
mataron” (Pilar Martínez)

En la segunda parte de la entrevista comenta dos relatos perpetrados por las Fuerzas
Armadas. El primer relato es en base a su compañera de la carrera de Educación que
estudiaba junto con sus hermanas en la universidad San Cristóbal de Huamanga. Mi

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entrevistaba menciona como esta compañera de universidad tenía varias carencias
económicas debido a que sus padres no le mandaban suficiente dinero por lo cual mi
entrevistada considera que ese fue una causa por la cual esa compañera se involucra
a ser parte de Sendero Luminoso. Mi entrevistada relata que luego las fuerzas
armadas atraparon a su compañera quien fue torturada y violada por más de 10
militares producto a este último abuso salió embarazada. Debido a estos factores
traumatizantes, mi entrevistada comenta que la compañera rechazaba totalmente el
bebe debido a que le recordaba los abusos cometidos.

“Es doloroso porque uno conoce a esas personas y son sentimientos encontrados”
(Pilar Martínez)

Mi entrevistada comenta que este relato en donde presenció como su compañera


tuvo que pasar por graves violaciones sexuales y físicas le causó mucho malestar.
Por otra parte, mi entrevistada relata acerca del inadecuado uso del término terruco
utilizado durante aquellos años:

“Los estudiantes de la San Cristóbal muchas veces hemos sido etiquetados con esas
palabras tan fuertes” (Pilar Martínez)

Sin embargo, mi entrevistada hace recalcar que no solo era a los estudiantes de dicha
universidad, sino que el término también fue utilizado por los militares.

“Ellos a todo ayacuchano lo consideraban terruco y como tal no respetaban cuando


ingresaban o allanaban a los domicilios” (Pilar Martínez)

Esta última frase hace referencia al último relato de experiencia que relato en la
entrevista. Mi entrevistada cuenta cómo al costado de su casa vivía un estudiante de
la facultad de ciencias sociales de la universidad que presuntamente era miembro de
Sendero Luminoso. Un día, los militares ingresaron a su casa sin embargo no lo
encontraron debido a que su casa estaba paralelamente a la casa de mi entrevistada
este fue un factor para que los militares entraron violentamente porque pensaron sin
evidencias que la familia de mi entrevistada cooperaba con el presuntamente
acusado estudiante de ciencias sociales.

“No respetaron. Ingresaron, rompieron, rebuscaron todo [y] nos asustaron


completamente. Golpearon a mi cuñado tan solo porque él era docente universitario
y creían que estábamos involucrados en eso” (Pilar Martínez)

Es bien importante que tengan en cuenta que esta descripción tan detallada de todo el
contenido de la entrevista recogida no va a ser posible de presentar en la exposición.
El reto ahora es ver, para cada relato de memoria, cuáles son los fragmentos que van
a poder explicar y analizar durante la sustentación. Deberán elegir uno o dos que se
adapten mejor al análisis de los hilos conductores elegidos. Recuerden las precisio-
nes que he hecho en clase en relación al tiempo que van a tener para explicar el
contenido de la entrevista hecha o de los relatos hechos y el tiempo que tienen que
otorgar para hacer el análisis a la luz de las fuentes secundarias.

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Conociendo detalladamente cada entrevista, podemos señalar bajo qué contextos históricos
se ven enlazados los acontecimientos históricos que se reconocen en cada relato de memoria
de entrevistados. Por lo cual, a continuación, se relata sobre cómo se recogen estos
fragmentos extraídos de las respectivas entrevistas:

● Paola: Mi entrevistado inicia su relato de memoria identificando las acciones que los
gobiernos tomaron durante los años ochenta, llamándolos a estos mismos como
"incompetentes". Esta clasificación se le da porque el entrevistado afirma qué no se
tomaron las acciones correspondientes al momento de combatir la violencia.

● Maite: Mi entrevistado hace comienzo de su relato de memoria identificando la


prorrogación del Estado de Emergencia en Ayacucho durante el 86 en vista de la
masificación de la violencia ejercida por Sendero Luminoso en la región sur del
Perú, es así que la llegada y la potestad completa otorgada a las fuerzas armadas para
combatir dicho fenómeno son los que dan espacio para que surjan memorias como
las de mi entrevistado. A su vez se menciona constantemente la negligencia de Alan
García pues sus acciones para frenar ello no llegaban a la población puesto que
seguían orillados a sobrevivir más que a vivir

● Mariel: Los relatos de memoria recogidos se sitúan principalmente durante los años
86-86 en la ciudad de Lima, durante el gobierno de Alan García. Dentro de este
contexto se relata la violencia a la que el entrevistado se vio expuesto y fue testigo.
Por otro lado, se menciona el retorno a su provincia, debido a que no le pareció
seguro permanecer en la capital. Es en su provincia en donde se sitúan ciertos
eventos pertenecientes a la segunda etapa del conflicto armado interno durante el
gobierno de Fujimori y además se explicita una opinión crítica a su mandato.

● Atenea: En el relato de memoria se pudo identificar que tiene relación con las
exposiciones de violencia vividas en los años 1990 - 1994 durante el primer
gobierno de Fujimori. Dentro de este relato se pudo identificar un suceso histórico
referido a la muerte de María Elena Moyano. Ella era la principal lideresa y
organizadora de las ollas populares del distrito de Villa el Salvador, y, a su vez, era
una persona con actitud aguerrida hacia Sendero Luminoso. Esto es un ejemplo del
contexto de violencia en qué la población vivió durante el conflicto armado interno,
tanto fue la situación que el hecho de enfrentarse abiertamente a Sendero Luminoso
era considerado como una sentencia de muerte.

● Pierina Méndez: Mi entrevistada comienza abordando el periodo de 1990 hasta


1994 donde explica que durante el gobierno de Alberto Fujimori se cometieron
varias acciones abusivas por parte de Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas. Mi
entrevistada asocia este gobierno a la violencia en Ayacucho lo cual hace énfasis en
la propaganda de Sendero Luminoso y los abusos ya sea sexuales como físicos de las
Fuerzas Armadas.

De acuerdo a las memorias recogidas se pudo percibir algunas similitudes en cuanto a los
sucesos que fueron testigos, es así que se aprecia diversas coincidencias y diferencias que
percibimos a raíz de las entrevistas realizadas.

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● COINCIDENCIAS:

○ Indiferencia y negligencia estatal ante la violencia ocurrida:


A partir de los casos recolectados en cada entrevista se aprecia cómo
el Estado peruano no estuvo preparado para enfrentar la subversión
armada lo que produjo la indiferencia y negligencia estatal de la
violencia en varias zonas del Perú. En todas las entrevistas se puede
apreciar como las respuestas estatales ante las situaciones de
violencia en las calles se basan en brindar aún más violencia o terror
a los ciudadanos. Por esta razón, los relatos de memoria contienen
situaciones donde no se evidencia la democracia peruana por parte
del Estado peruano y más bien se sitúa en un clima de violaciones
de los derechos humanos debido a una ineficaz respuesta estatal. Es
así que cada entrevistado está consciente de la existencia de la
indiferencia estatal en aquellos años con lo cual se desarrolla una
autocrítica al gobierno de turno ya sea llamándolos “incompetentes”
o criticando las acciones del Estado porque estas no llegaron a la
población. Por otra parte, los entrevistados comentan cómo estos
relatos de memoria están vinculados con la negligencia estatal ante
abusos por sus propias entidades. Un ejemplo de esto es la
negligencia estatal ante la violencia sexual incluso el estado llego a
recurrir a graves torturas perpetradas por los militares.

○ Violación a las libertades:


Ante los casos presentados en cada entrevista se puede apreciar
como existió una vulneración de las libertades de las personas en
aquellos años del conflicto armado interno. Cada caso cuenta con
restricciones de libertades que conducen a una angustia y temor ante
aquella situación. En base a las entrevistas, se aprecia como los
autores principales del conflicto armado interno disponen de
represión a la población ciudadana haciendo que exista una
violación a las libertades. Por una parte, los casos presentados en las
entrevistas pueden desarrollarse en ir hacia un pueblo. Sin embargo,
este acto resulta en angustia debido al atentado de un grupo
subversivo por lo cual debe pasar el resto de la noche en un
hospedaje. Otro caso similar sucede cuando un entrevistado debe
pasar toda la noche en la calle provocando miedo debido a que le
advierten de los peligros. Ambos casos relatan como en aquellas
épocas no existía la libertad de viajar hacia otro pueblo incluso tener
la libertad de salir a las calles debido a que eras propenso a sufrir un
atentado o represalias por las Fuerzas Armadas. Por otra parte, se
cuenta con entrevistado que relatan cómo las personas no tenían la
libertad de opinión ni de expresarse libremente en contra de las
violaciones cometidas por los grupos subversivos tal es este caso del
entrevistado que relata sobre la lideresa María Elena Moyano.
Además, en aquellos años no se contó con la libertad de poder
defenderse ante acusaciones como lo relata la entrevistada que

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comenta como un estudiante de agronomía muerto sin tener la
oportunidad de defenderse. Por todo lo mencionado anteriormente,
en todos los casos presentados en la entrevista se evidencia como
hay una notoria evidencia sobre la violación de las libertades
durante el conflicto armado interno.

○ Excesos cometidos específicamente por parte de las fuerzas


armadas:
En este caso se observa un punto en común con los testimonios
respecto al tema de los abusos o excesos por parte de las fuerzas
armadas. Entre los testimonios le otorga la identidad de personas
violentas y crueles con cualquier otra persona que se considere
sospechosa de pertenecer a Sendero Luminoso. En general esto era
algo común durante este periodo de violencia que sufrió el país,
pero era más fuerte en lugares alejados de la capital como por
ejemplo Ayacucho que era considerado el centro de la violencia
debido a que en ese lugar comenzó el surgimiento de Sendero
Luminoso. Por otro lado, en Lima se solía atacar a las personas
relacionadas a espacios educativos como estudiantes o profesores, y
también a personas que protestaban en la calle o criticaban al
gobierno. Finalmente podemos concluir que esto es algo común y
hasta cierto punto aceptado por la población debido a todo el
contexto de violencia vivido durante esos años se necesitaba de
alguien que los protegiera, aunque eso no siempre era así.

○ Normalización de violación:
En estas épocas era demasiado común las violaciones hacia las
mujeres. Fueron tantas las ocasiones donde se denunciaba a la
policía por haber sido víctima de violación que muchas veces la
denuncia no era tomada en cuenta tanto por los policías como
también por las personas de alrededor. Es así que en relación con los
testimonios presentados se evidenció rastros de normalización hacía
casos de violaciones cometidas por las fuerzas armadas o integrantes
de Sendero Luminoso. Esto usualmente sucede porque el cuerpo de
la mujer era utilizado como un instrumento dentro de este campo de
guerra entre ambos actores armados, es decir que la violación
representaba una forma de poder sobre el enemigo. En conclusión,
esta época de violencia estuvo marcada por la normalización de
violación hacia las mujeres y su indiferencia por parte de las
autoridades o por la población en general.

● DIFERENCIAS:

○ Violencia realizada por distintos actores: Dentro de los relatos de


memoria recogidos se evidencia con bastante frecuencia la presencia
de la violencia ejercida tanto por los grupos subversivos (Sendero
Luminoso y MRTA) como por las fuerzas del orden (FF. AA y
policías). Sin embargo, la acción de los mismos no involucra

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conjuntamente a cada entrevistado, puesto que en los testimonios no
se encuentran presentes necesariamente ambos actores. Por un lado,
una parte de los entrevistados relatan el temor, angustia e
incertidumbre que se vivía al existir la posibilidad de ser atrapados
por los grupos subversivos y ser violentados por los mismos.
Mientras, por otro lado, la otra parte de los entrevistados reconoce
una fuerte acción violenta ejercida por parte de los militares o
policías, puesto que se vivía con el riesgo de ser catalogados como
“terrucos”. Por esta razón, podían llegar a ser víctimas o testigos de
agresiones físicas o verbales que incluso, en ciertas ocasiones,
escalaban al asesinato.

○ Laguna mental referente a los sucesos de violencia: Una


diferencia que se evidencia entre los relatos de memoria es la forma
en la en uno de los entrevistados se hace presencia del olvido. Es
innegable que dentro de un testimonio de memoria cabe la
posibilidad de que existan lagunas de memoria que impidan poder
recapitular con exactitud lo vivido. No obstante, en los demás casos,
en su mayoría, se explicita detalladamente ciertos aspectos
relevantes que se consideraron importantes. Esto nos permite
reconocer que el impacto de las experiencias vividas, efectivamente
afectó de distintas maneras a estas personas.

○ Diferencia de la violencia vivida: Como último aspecto, una


diferencia encontrada en los testimonios es la diferencia que existió
entre la violencia vivida en diferentes zonas del país. Se evidencia
que efectivamente el terror afectó de manera más impactante a
ciudades como Lima, Ayacucho o la zona sierra del país.

Esta sección es bastante larga, insisto en que es muy importante que se fijen en los tiempos
asignados para el análisis de cada relato de memoria.

A lo largo de la investigación hemos sido testigos de diversos testimonios que narran hechos
difíciles y personales a lo largo del Conflicto Armado Interno en Lima y en otras provincias,
con violencia realizada por los grupos subversivos y las fuerzas del orden. Sin embargo, un
tema que resalta constantemente dentro de dichos relatos es la importancia de “hablar para
que no vuelva a suceder”, relatar la violencia vivida durante esos años para evitar la
resurrección de ideales que atentan contra los derechos de tantos seres humanos, cada
experiencia vivida es el retrato de una persona que fue afectada directa o indirectamente de
dicha violencia sea realizada por Sendero o las fuerzas armadas. Aunque se obtenga dentro
de dos relatos una resistencia al objetivo de recabar memorias, pues por medio de
expresiones se expresa la negatividad de la misma en búsqueda de “dejarlo en el pasado” y
que “no se destaque”, ahí vemos como reflexión la necesidad de conocer nuestro pasado
como un antecedente para violaciones directas.

En la huella indeleble que dejó la etapa del conflicto armado interno, la provincia se
convierte en un capítulo olvidado, una narrativa desplazada en el transcurso de la memoria
colectiva. "No estaban protegidos", se menciona en testimonios de aquel tiempo cuando

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ciertas comunidades lejanas eran marginadas, ignoradas y, en última instancia, abandonadas
en la vorágine de la violencia por parte de quienes se supone tenían que protegerlas.
Ayacucho, testigo y protagonista de tragedias silenciadas, también enfrenta la discriminación
que persiste en los pliegues de su realidad cotidiana. Un estigma que se proyecta hacia los
estudiantes, quienes cargan con el peso de una historia que, aunque ha quedado atrás en
términos temporales, persiste en el tejido social, manifestándose a través de prejuicios y
barreras invisibles. Por lo tanto, es imperativo que nos sumerjamos en la reflexión sobre esta
violencia vivida, no como un ejercicio nostálgico, sino como un acto de resistencia frente a
la amnesia colectiva. Hablar de lo que ocurrió se convierte en un antídoto contra la
repetición de los errores del pasado. En este diálogo, encontramos la necesidad de
desenterrar verdades incómodas y exponerlas a la luz, despojándonos de la apatía que podría
relegarlas al olvido.

La importancia de reflexionar acerca de esta etapa y las memorias recogidas se erige como
un deber social. Compartir las experiencias vividas es tejer puentes entre las generaciones,
estableciendo un vínculo entre aquellos que sufrieron en carne propia los estragos de la
violencia y aquellos que, quizás por su juventud, se encuentran distantes de esos episodios.
Tal como reflexiona uno de los entrevistados, la información desde diferentes perspectivas
es muy importante, una herramienta que nos permite entender las complejidades del pasado
para forjar un futuro más justo. Escuchar las voces de quienes fueron testigos directos y, a su
vez, explorar diversas narrativas contribuye a una comprensión más completa y matizada de
la historia.

Además, con base en lo mencionado también se puede reflexionar sobre los diversos hechos
de violencia y los roles de víctima que en algunas circunstancias no se han reconocido como
tal. En diversos testimonios que han sido expuestos se puede apreciar cómo se llega a una
misma conclusión: lo sucedido debe mantenerse en silencio y dejar de comentarse entre las
demás generaciones. Por un lado, están quienes deciden alejar los recuerdos que rondan
aquellos años de violencia, ya sea por el recuerdo directo o indirecto de lo que sucedió
durante esas dos décadas. También se menciona, y olvida, el abuso de que ejercieron las
fuerzas armadas sobre la población peruana, disminuir la violación de derecho únicamente a
los grupos subversivos. En gran parte las víctimas de las torturas, abuso sexual o asesinatos
tras la sospecha de ser partícipes del terrorismo, son los menos reconocidos o se minimiza la
importancia de las cosas que han tenido que vivir. Además de esto se encuentra quienes no
se reconocen como víctimas como tal por el simple hecho de no haber perdido algún familiar
o no ser partícipe de los diversos atentados que golpearon al Perú.

Esta reducción al valor de la víctima refleja la normalización de violencia a la que se sometió


el país. La mayor parte de la población redujo el papel de víctimas a quienes fueron víctimas
directas, olvidando que ellos al tener que hacer cambios en sus vidas también son afectados.
No obstante, durante los relatos de memoria también se ejemplifica que llevar el papel de
víctima no era beneficioso para la reputación de la persona. Siendo este un factor importante
al cual muy pocos señalan.

En conclusión, resaltamos la importancia de no solo recordar el pasado, sino también de


compartirlo y reflexionar sobre él. La memoria colectiva se erige como un instrumento
esencial para prevenir la repetición de episodios violentos en el futuro, y la diversidad de
perspectivas enriquece nuestra comprensión de la complejidad histórica. Por lo tanto, se
plantea la necesidad de reconocer y validar todas las experiencias, incluso aquellas que no se
ajustan a la percepción convencional de víctima, para comprender completamente el impacto
del conflicto armado interno en la sociedad peruana.

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Muy bien, pero tengan en cuenta el tiempo asignado para esta sección.

INTEGRANTES (GRUPO 11):

Bustamante Vega, Paola (20232088)

Cotrina Reyes, Mariel (20233388)

Méndez Martínez, Pierina (20235073)

Orellana Bellido, Maite (20232297)

Tadeo Espinoza, Atenea (20226737)

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