LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL PERÚ
Ya no podemos quedarnos mas tiempo calladas...
NADIA
otero
Alumna de la
L
I.E INIF 48 SULLANA
a tecnologia avanza a medida que va evolucio
nando la capacidad del hombre para alcanzar
los valores materiales, sin embargo la exigencia
mayor debería estar en el logro de la capaci_
dad moral y ética para una convivencia mejor. Esto
implicaría alcanzar un nivel de igualdad entre todos los
habitantes, sin distinción de raza, género, religión, etc. En
la sociedad actual, aún se puede visualizar el intento de
sometimiento de un género sobre otro, los roles de género
parecen mantenerse en el siglo pasado, limitando
históricamente la libertad de las mujeres. Dado todo este
contexto, surge un problema de violencia de género, por el
cual. Un género atribuyendo costumbres y tradiciones
antiguas, justifica o intenta justificar al sometimiento del
otro, haciendo uso de la violencia. Ante esta situación
problemática preguntamos ¿Realmente va en aumento la
violencia de género en el Perú? ¿Cómo podemos disminuir
la violencia de género en el Perú?.
Creo firmemente que la a respuesta a la primera pregunta
se afirma dado que existen miles de mujeres en pie de
guerra contra el machismo, los dogmas religiosos y
costumbres ancestrales de sometimiento, esto implica una
reacción muchas veces violenta por parte del mal llamado
sexo fuerte. La respuesta a la segunda pregunta está muy
polarizada, una va en sentido de la prevención, señalando
que es de suma importancia la reforma educativa teniendo
como base un enfoque de género, el cual ha sido muy
por propiciar una ideología homosexual; la otra va en
sentido sancionador, la cual exige leyes más drásticas
contra los agresores y ejecutores de las acciones
violentas contra el género opuesto Ambos sentidos
deben ser integrados y complementados para una
disminución real de la violencia de género.
La violencia de genero es cualquier acto violento o
agresión que se ejerce sobre las mujeres por el simple
hecho de serlo y este es por parte de quienes estén o
hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad
(parejas o ex-parejas), basados en una situación de
desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de
dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o
pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o
psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la
coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si
ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o
personal. La violencia contra las mujeres tiene múltiples
consecuencias y efectos tanto inmediatos como a largo
plazo. Genera ansiedad, depresión, baja autoestima,
entre otros trastornos en las sobrevivientes e impacta
negativamente en sus familias y comunidades. Además,
ocasiona pérdidas económicas significativas tanto para
las víctimas como para el Estado.
En el Perú este es un problema cotidiano y altamente
prevalente. El país registra una de las tasas más elevadas
de violencia a nivel mundial. Reportes oficiales apuntan
que 7 de cada 10 mujeres adultas han sido víctima de
violencia psicológica, física y/o sexual en algún momento
de su vida.
Cabe mencionar que el confinamiento motivado por la
COVID-19 ha empeorado esta situación. Muchas de las
victimas de violencia de género se han visto forzadas a
convivir con sus agresores, lo que ha generado un
incremento de las llamadas a la línea de asistencia para
casos de violencia del Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables (Línea 100) que llegó a atender 235 791
llamadas. Unos de los retos para la eliminación de la
violencia de genero son es la poca información, que tiene
varios orígenes como la normalización del maltrato dentro
de las relaciones de pareja, el miedo, la vergüenza, la
desconfianza en las autoridades, entre otros. Así, las cifras
oficiales confirman que el 39% de las mujeres agredidas no
pidió ayuda y un 23% no denunció a su agresor por haber
sentido vergüenza, según cifras del ( INEI). otro de los retos
es el de atención a las sobrevivientes que no siempre es
oportuna ni adecuada. Por ejemplo, antes del 2020, no
existían servicios para recibir denuncias de manera remota,
lo que fue un gran problema al inicio de la pandemia. Esto se
ve agravado debido a la falta de capacitación en materia de
género de las personas que proveen los servicios para
atender casos de violencia, lo que se agudiza especialmente
en zonas rurales del país.
Sabiendo esto ¿Como podemos prevenir la violencia de
género? Primero es primordial dejar de normalizar las
situaciones de violencia, reducir la tolerancia frente a ellas, y
combatir ciertos mitos, eliminar estereotipos como el que la
agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la
sumisión, el silencio, la obediencia son rasgos femeninos
también normas sociales que las validan y que se desarrollan
desde la niñez y la adolescencia. Es crucial además que la
prevención no se enfoque exclusivamente en las mujeres,
sino también en los hombres, quienes son, en la mayoría de
los casos, los perpetradores de la violencia.
Recuerda que ninguna mujer debe permanecer en una
relación en la que no se sienta respetada como persona ni
se le reconozca como igual, puedes buscar ayuda en los
Centros de Información a las Mujeres y asociaciones
especializadas que te informarán y apoyarán en las
actuaciones que debes llevar a cabo.