La película resalta la crucial importancia de que los padres y la familia estén
atentos y cuidadosos con sus hijos durante sus primeros años, ya que esta etapa es fundamental para el aprendizaje del lenguaje y las formas de comunicación. En este periodo, los niños experimentan desde tartamudeos y sonidos diversos hasta sus primeras palabras. Cuando un niño enfrenta dificultades en el habla y retrasa su desarrollo lingüístico, también afecta su capacidad de socialización, potencialmente generando problemas como burlas, tratos indiferentes y recuerdos dolorosos, así como inseguridad personal. Es esencial abordar los problemas del habla tan pronto como se identifiquen para evitar complicaciones y buscar soluciones de manera oportuna. Asimismo, brindar apoyo a quienes enfrentan dificultades en el habla es crucial para no empeorar su situación diaria. A través de la película, se subraya cómo los traumas infantiles pueden tener un impacto significativo no solo en las habilidades lingüísticas, sino también en las habilidades sociales de una persona.