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Estudio del Evangelio de Juan – 31

Las Autoridades Investigan la Sanidad del Ciego


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INTRODUCCIÓN
En nuestro estudio vamos a ver la tremenda confusión que se desencadenó con la
sanidad del ciego de nacimiento.
¡Qué desperdicio de tiempo y de esfuerzos resulta cuando decidimos permanecer
incrédulos delante del indudable poder de Dios en la vida de las personas!
Sabemos que “contra hechos no hay argumentos”, pero aun así hay los que se
resistirán a dar glorias a Dios por su bondad y su poder…
Recibamos la Palabra del Señor hoy día y dejémonos ministrar por el Espíritu de
Dios para que estemos siempre sensibles a Su revelación y amor.

JUAN 9:13-34.
13 Entonces llevaron ante los fariseos al hombre que había sido ciego, 14 porque
era día de descanso cuando Jesús hizo el lodo y lo sanó. 15 Los fariseos
interrogaron al hombre sobre todo lo que había sucedido y les respondió: «Él puso
el lodo sobre mis ojos y, cuando me lavé, ¡pude ver!». 16 Algunos de los fariseos
decían: «Ese tal Jesús no viene de Dios porque trabaja en el día de descanso».
Otros decían: «¿Pero ¿cómo puede un simple pecador hacer semejantes señales
milagrosas?». Así que había una profunda diferencia de opiniones entre ellos. 17
Luego los fariseos volvieron a interrogar al hombre que había sido ciego: —¿Qué
opinas del hombre que te sanó? —Creo que debe de ser un profeta —contestó el
hombre. 18 Aun así los líderes judíos se negaban a creer que el hombre había sido
ciego y ahora podía ver, así que llamaron a sus padres. 19 —¿Es este su hijo? —les
preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es cierto, ¿cómo es que ahora ve?
20 Sus padres contestaron: —Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego, 21
pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a
él; ya tiene edad para hablar por sí mismo. 22 Los padres dijeron eso por miedo a
los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús
era el Mesías sería expulsado de la sinagoga. 23 Por eso dijeron: «Ya tiene edad
suficiente, entonces pregúntenle a él». 24 Por segunda vez llamaron al hombre
que había sido ciego y le dijeron: —Es Dios quien debería recibir la gloria por lo
que ha pasado, porque sabemos que ese hombre, Jesús, es un pecador. 25—Yo no
sé si es un pecador —respondió el hombre—, pero lo que sé es que yo antes era
ciego, ¡y ahora puedo ver! 26—¿Pero ¿qué fue lo que hizo? —le preguntaron—.
¿Cómo te sanó? 27—¡Miren! —exclamó el hombre—. Ya les dije una vez. ¿Acaso
no me escucharon? ¿Para qué quieren oírlo de nuevo? ¿Ustedes también quieren
ser sus discípulos? 28 Entonces ellos lo insultaron y dijeron: —Tú eres su discípulo,
¡pero nosotros somos discípulos de Moisés! 29 Sabemos que Dios le habló a
Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde proviene este hombre. 30—¡Qué
cosa tan extraña! —respondió el hombre—. A mí me sanó los ojos, ¿y ustedes ni
siquiera saben de dónde proviene? 31 Sabemos que Dios no escucha a los
pecadores, pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su
voluntad. 32 Desde el principio del mundo, nadie ha podido abrir los ojos de un
ciego de nacimiento. 33 Si este hombre no viniera de parte de Dios, no habría
podido hacerlo. 34—¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—.
¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga.
Temas: Consuelo, Creer, Dios, Dureza de corazón, Herejía, Hipocresía, Iglesia,
Jesucristo, Liderazgo, Milagros, Padres, Pecado, Presunción, Reto, Sanidad, Status,
Tradiciones.
COMIENCE
 ¿Quién o quiénes que usted conoce han desafiado a la clase dirigente o al
sistema?
 ¿En qué cosas tiene usted la tendencia a no mostrar mucho interés?

EXPLORE
1. ¿Ante quiénes fue llevado el hombre ciego? (v. 13).
13 Entonces llevaron ante los fariseos al hombre que había sido ciego,
R.- Algunos de los del pueblo llevaron al antiguo ciego a los fariseos. Era necesario
que los fariseos, como los líderes religiosos supieran acerca de este supuesto
milagro.
 No se sugiere que hubiera algún motivo malo en eso, ya que era normal que
la gente del pueblo llevara el asunto a la atención de los fariseos.
 Sin embargo, los fariseos inmediatamente levantaron dudas.
2. ¿En qué día sanó Jesús al ciego? (v. 14)
14 porque era día de descanso cuando Jesús hizo el lodo y lo sanó.
R.- Jesús había sanado al hombre en el día sábado. En cuanto oyeron la historia
del hombre, algunos dijeron que Jesús no podía haber hecho eso con el poder de
Dios, ni con su bendición, porque no guardaba el día sábado.

Este detalle es importantísimo. El sanar en el día de reposo era una de las cosas
principales que llevaron a Jesús a morir en la cruz del Calvario.
 Jesús tomó la iniciativa en este milagro, y pudo haberlo hecho cualquier día
que quisiera.
 Jesús escogió hacer este milagro en el día de reposo para desafiar las
tradiciones de los líderes religiosos, tradiciones que ellos terminaron
convirtiendo en leyes obligatorias.

3. ¿Qué le preguntaron los fariseos al ciego? (v. 15).


15 Los fariseos interrogaron al hombre sobre todo lo que había sucedido y les
respondió: «Él puso el lodo sobre mis ojos y, cuando me lavé, ¡pude ver!».
R.- Le volvieron a preguntar como había recobrado la vista.
Este milagro hecho por Jesús debiera haber convencido a todos que Él era el Hijo
de Dios, pero ellos optaron por perseguirlo.

4. ¿En cuanto a qué estaban divididos los fariseos? (v. 16).


16 Algunos de los fariseos decían: «Ese tal Jesús no viene de Dios porque trabaja
en el día de descanso». Otros decían: «¿Pero ¿cómo puede un simple pecador
hacer semejantes señales milagrosas?». Así que había una profunda diferencia de
opiniones entre ellos.
R.- En vez de unir a todos, Jesús a menudo dividía a los hombres. Ellos estaban
divididos entre los que lo aceptaban y confiaban en él y los que no lo aceptaban.
 Estaban divididos porque algunos solamente podían pensar en la violación
de sus tradiciones con respecto al día de reposo, mientras que otros no
podían negar las señales hechas por Jesús.
5. ¿Quién pensaba el ciego que era Jesús? (v. 17).
17 Luego los fariseos volvieron a interrogar al hombre que había sido ciego: —
¿Qué opinas del hombre que te sanó? —Creo que debe de ser un profeta —
contestó el hombre.
R.- Ya le habían preguntado, pero no estaban de acuerdo y vuelven a preguntarle,
algunos buscando más pruebas para mostrar que Jesús no venía de Dios, querían
entender cómo Jesús podía sanar y al mismo tiempo violar el día de reposo.
 El hombre no dudó, les contestó: Creo que debe de ser un profeta.
 Al decir esto demostró su valentía, porque algunos de los judíos no querían
oír que Jesús era un profeta, pues para ellos era un pecador. Él creía que
Jesús era de Dios y que hablaba por Dios.

6. ¿Por qué los fariseos mandaron a buscar a los padres del ciego? (v. 18).
18 Aun así los líderes judíos se negaban a creer que el hombre había sido ciego y
ahora podía ver, así que llamaron a sus padres.
R.- Al examinar a este hombre querían menospreciar a Cristo, de modo que de
alguna manera tendrían que desacreditar la historia de este hombre.
Supusieron que era un engaño, que el hombre nunca había sido ciego, pero
habiendo fracasado en esto, para saber la verdad, llamaron a los padres del
hombre, y de esa manera probar que no había milagro.

7. ¿Cómo respondieron los padres del ciego a la pregunta de los fariseos? (vs.
19-21).
19 —¿Es este su hijo? —les preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es
cierto, ¿cómo es que ahora ve? 20 Sus padres contestaron: —Sabemos que él es
nuestro hijo y que nació ciego, 21 pero no sabemos cómo es que ahora puede ver
ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo.
R.- Los líderes religiosos les pidieron a los padres que confirmaran que el hombre
realmente había nacido ciego, ellos respondieron y les dijeron:
 “Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego, pero si ustedes
quieren saber cómo llegó a ver, pregúntenle a él. Tiene edad suficiente
para hablar por sí mismo”.
 El tono de su pregunta implica que se preguntaban si los padres también
eran parte de los que seguían a Jesús.
 Los padres no dijeron lo que los fariseos querían escuchar. Fingieron que no
sabían nada.
8. ¿Qué temían los padres del ciego? (vs. 22 y 23).
22 Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado
que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga.
23 Por eso dijeron: «Ya tiene edad suficiente, entonces pregúntenle a él».
R.- Es algo normal que los padres protejan a sus hijos, incluso cuando los hijos son
adultos.
Hablaron con temor. No hay duda de que el interrogatorio los hizo temer, pero
también porque se hizo con una amenaza.

Los padres estaban tan asustados por la amenaza de ser expulsados de la


sinagoga, que hicieron todo lo posible para alejar la atención de ellos, entendieron
el peligro, y no tenían ninguna intención de ser atrapados junto con su hijo.
 Qué lástima que ellos no tuvieran el valor de su hijo. Los que rechazan la
oportunidad de confesar a Cristo pierden la bendición de andar con él. No
querían ser expulsados de la sinagoga, pero estaban dispuestos a dejar que
su hijo fuera expulsado.

Los líderes religiosos judíos querían quitar a Jesús de en medio, y por eso habían
difundido las noticias de que cualquiera que confesara a Jesús como Cristo sería
expulsado de la sinagoga.
 No se podían imponer contra Jesús ni con la razón ni con la Palabra de Dios,
de modo que recurrieron a las tácticas de usar el temor y la fuerza.

9. ¿Qué le pidieron los fariseos al ciego que hiciera? (v. 24).


24 Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: —Es Dios
quien debería recibir la gloria por lo que ha pasado, porque sabemos que ese
hombre, Jesús, es un pecador.
R.- Le dijeron: Da gloria a Dios, esta expresión equivale a decirle "Confiesa tu
pecado".
El testimonio de los padres hizo el caso más difícil para los judíos; por eso,
volvieron al ataque contra el hombre. Querían que él confesara que hubo un
acuerdo entre él y Jesús para engañar, o que de alguna manera negara a Jesús.
 Ya no pueden negar más la realidad de la curación debido al testimonio de
los padres y ahora quieren que el hombre admita que estaba mintiendo al
decir que Jesús lo había sanado.
10. ¿Cómo respondió el ciego a los fariseos? (v. 25).
25—Yo no sé si es un pecador —respondió el hombre—, pero lo que sé es que yo
antes era ciego, ¡y ahora puedo ver!
R.- Los fariseos siguieron insistiendo que, bajo juramento, él dijera la verdad.
El hombre ciego de nacimiento respondió: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, ahora veo. ¡Explíquenlo si pueden!
 No lo sabía todo sobre Jesús, pero si sabía que Jesús había tocado su vida.
No podían discutir contra lo que Jesús hizo en la vida de este hombre.

Entre más querían evitar el hecho, este hombre valiente más lo resaltaba.
 De vez en cuando nos podemos ver enfrentados a preguntas destinadas a
que se burlen de nosotros o a avergonzarnos. Pero no tenemos que ser
expertos en todas las cosas, aunque mientras más sepamos mejor. Más que
nada, simplemente podemos decir: “No sé sobre todo eso; pero esto sí sé:
Antes era ciego y ahora veo.
 No basamos nuestra fe en nuestra experiencia personal; la basamos en la
verdad de Dios, revelada a nosotros en la biblia. Sin embargo, nuestra
experiencia con la obra de Dios en nuestras vidas es una herramienta
importante para nuestra fe y la de otros.

11. ¿Qué pregunta hizo el ciego a los fariseos? (v. 26-27).


26—¿Pero ¿qué fue lo que hizo? —le preguntaron—. ¿Cómo te sanó? 27—¡Miren!
—exclamó el hombre—. Ya les dije una vez. ¿Acaso no me escucharon? ¿Para qué
quieren oírlo de nuevo? ¿Ustedes también quieren ser sus discípulos?
R.- Habiendo fracasado en su interrogación acerca de Jesús, vuelven a preguntar
acerca del milagro, esperando encontrar ocasión contra el hombre o contra Jesús.
No lograron nada ni con los padres ni mucho menos con el hijo. Ya no sabían qué
hacer.
Por eso, "volvieron" a preguntar: ¿Qué te hizo? ¿Cómo?
 Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo
queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?
 La mano de Dios estaba en todo esto. Del mal saca el bien. La desesperación
de los judíos hizo posible la repetición del testimonio del hombre que nació
ciego. ¡La repetición vale mucho!
12. ¿De quién dijeron los fariseos que eran discípulos? (v. 28).
28 Entonces ellos lo insultaron y dijeron: —Tú eres su discípulo, ¡pero nosotros
somos discípulos de Moisés!
R.- Los judíos no podían resistir su testimonio y no querían aceptar la verdad, les
quedaba solamente una opción: ofenderlo.
Sus palabras sencillas y directas dieron en el blanco, dejando derrotados a los
judíos, y ellos muy enojados y amargados querían avergonzarlo y le dijeron: Tú
eres su discípulo, pero nosotros, discípulos de Moisés somos.
 Como ellos presumían de ser descendientes de Abraham, también
presumían de ser discípulos (seguidores) de Moisés. Según el concepto de
ellos había rivalidad entre Moisés y Jesús.

13. ¿Qué dijo el ciego que era sorprendente? (vs. 29 y 30).


29 Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde
proviene este hombre. 30—¡Qué cosa tan extraña! —respondió el hombre—. A mí
me sanó los ojos, ¿y ustedes ni siquiera saben de dónde proviene?
R.- Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso (en esto hay algo
asombroso, extraordinario, sorprendente), que ustedes no sepan de dónde
viene, y a mí me abrió los ojos.
 Era "algo asombroso" que ellos no aceptaran la autoridad de Jesús, aunque
hubiera abierto los ojos de un hombre que nació ciego.
 Los judíos no querían admitir que el milagro hecho por Jesús era
maravilloso, pero el ciego les dijo que su ignorancia era maravillosa
(asombrosa).

14. ¿Qué dijo el ciego que nadie había hecho antes? (vs. 31 y 32).
31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero está dispuesto a escuchar a
los que lo adoran y hacen su voluntad. 32 Desde el principio del mundo, nadie ha
podido abrir los ojos de un ciego de nacimiento.
R.- Él había sido ciego dijo: Nunca se ha oído decir que alguien abriera los ojos a
uno que nació ciego.
El argumento era que si Jesús hubiera sido un pecador (mentiroso, engañador,
violador del día de reposo), no podría haber hecho este milagro, pero Dios sí oyó a
Jesús.
Muchos textos bíblicos afirman que Dios no oye a los pecadores:
 1 Sam. 8:18 "Clamareis ... mas Jehová no os responderá";
 Job 35:12, "Allí clamarán, y él no oirá";
 Sal. 18:41, "Clamaron y no hubo quien salvase; aun a Jehová, pero no los oyó";
 Sal. 66:18, "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado";
 Prov. 1:28, "Entonces me llamarán, y no responderá; me buscarán de mañana, y no me
hallarán";
 Prov. 15:29, "Jehová está lejos de los impíos; pero él oye la oración de los justos";
 Prov. 28:9, "El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable"; etc.
Dios oye a los que le obedecen. La Biblia no enseña que los pecadores oren, sino
que se arrepientan y obedezcan.

15. ¿Qué convenció al ciego de que Jesús venía de Dios? (v. 33).
33 Si este hombre no viniera de parte de Dios, no habría podido hacerlo.
R.- Si Jesús hubiera sido un pecador más, Dios no le habría oído.
 Sólo los que son de Dios, los que temen a Dios, los que hacen su voluntad
son escuchados por Dios.
Jesús, fue escuchado por Dios, de modo que abrió los ojos de un ciego de
nacimiento, y con ello realizó un milagro tan grande como nunca se había oído
desde el principio del mundo.
 El ciego llego a la conclusión de que este hombre era el hijo de Dios. Si no lo
fuera, nada podría hacer. Por lo tanto, definitivamente no es pecador.

16. ¿Qué le hicieron los fariseos al hombre que había nacido ciego? (v. 34).
34—¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de
enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga.
R.- Habían perdido la batalla; fueron derrotados y avergonzados por el hombre
que nació ciego, y no les quedó ningún argumento más. Puesto que no eran
sinceros, lo único que sabían hacer era volver a ofenderlo.
 Al decirle "Tú naciste completamente en pecado", admiten que el hombre
sí nació ciego como él dijo. Este es otro caso de su hipocresía.
 ¿y nos enseñas a nosotros? -¿Tú (hombre pecador, ignorante, mendigo) nos
enseñas a nosotros? Pero esto fue precisamente lo que hizo. Con palabras
sencillas y claras ¡les enseñó! Podía hacerlo porque hablaba la verdad.
Y los judíos lo expulsaron, lo echaron fuera de la sinagoga.
Pero nosotros recordemos lo que Jesús les dijo a sus discípulos:
 " Qué bendiciones les esperan cuando la gente los odie y los excluya,
cuando se burlen de ustedes y los maldigan, como si fueran gente maligna,
porque siguen al Hijo del Hombre. " (Luc. 6:22).
ANALICE
1. ¿Qué divide a los líderes cristianos hoy?
2. ¿Cómo reaccionaría usted antes una curación milagrosa?
3. ¿Por qué cree usted que Jesús vino de Dios?
4. ¿Cuándo se ha sentido decepcionado de sus padres?
5. ¿Cómo reacciona usted cuando su autoridad es cuestionada?
6. ¿Qué autoridad ha cuestionado usted alguna vez?
7. ¿Cómo responde la gente cuando el “statu quo” es alterado?
8. ¿De qué manera ha alterado Jesús el estado actual de su vida?
9. ¿Cuándo ha dejado usted que el miedo controle su conducta?
10.¿De qué manera los creyentes de hoy son faltos de entusiasmo?
11.¿De qué manera ha abierto Jesús lo que antes fue su ceguera?

APLIQUE
 ¿Qué área de su vida en la que está siendo falto de entusiasmo necesita
dejar que Jesús cambie? ¿Cómo dejará que lo haga?
 ¿Qué programa de su iglesia que ha vuelto faltos de entusiasmo a los
creyentes puede usted ayudar a cambiar?
 ¿Cómo podría usted esta semana retar a alguien que haya cuestionado la
autoridad de Dios?

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