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Introducción a la biología

La biología es la ciencia que estudia el origen, la evolución y las


características de los seres vivos, así como sus procesos vitales, su
comportamiento y su interacción entre sí y con el medio ambiente.
La biología se ocupa de describir y explicar el comportamiento y las
características que diferencian a los seres vivos, bien como
individuos, bien considerados en su conjunto, como especie.
Por lo tanto la biología estudia los seres vivos. Para entendernos, la
biología analiza la vida desde todos sus componentes: su
estructura, funcionamiento, evolución y relaciones.
Principales ramas de la Biología:
Biología celular o citología: rama de la biología que se centra en el
estudio de la estructura y función de las células.
Biología del desarrollo: es la rama que analiza cómo es el desarrollo
de los seres vivos desde que se conciben hasta que nacen.
Biología marina: es la disciplina de la biología que estudia los
fenómenos biológicos en el medio marino.
Biología molecular: estudia los procesos biológicos a nivel
molecular o analizando la estructura, función y composición de las
moléculas biológicamente importantes dentro de su función en los
seres vivos. Por ejemplo, estudia la síntesis de proteínas, la
replicación del ADN, etc.
Botánica: Ciencia o rama de la biología que estudia los vegetales,
especialmente a nivel taxónomico.
Ecología: rama de la biología que estudia la relación de los seres
vivos y su hábitat.
Fisiología: estudia las funciones de los seres vivos como son las
funciones respiratorias, de circulación sanguínea, sistema nervioso.
Dentro de esta rama se encuentran dos subdivisiones: fisiología
vegetal y fisiología animal.
Genética: ciencia que estudia los genes, su herencia, reparación,
expresión, etc.
Microbiología: Ciencia o rama de la biología que estudia los
microorganismos.
Zoología: Disciplina derivada de la biología que estudia la vida
animal.
Método científico
El método científico es una metodología para obtener nuevos conocimientos,
que ha caracterizado históricamente a la ciencia y que consiste en la
observación sistemática, medición, experimentación y la formulación, análisis
y modificación de hipótesis.​
Pasos del método científico
El método científico contiene una serie de etapas. Así pues, los pasos del
método científico son los siguientes:

1. Observación
Consiste en recoger información de la realidad, encontrar algún hecho de
relevancia que merezca investigación.

2. Inducción
A partir de lo observado, se realizan preguntas para tratar de obtener una
afirmación que pueda ser de aplicación general.
3. Hipótesis
Se plantea una idea o proposición que pueda explicar lo analizado en los
pasos anteriores.

4. Experimentación
Se intenta demostrar la hipótesis planteada con los elementos que el
investigador tenga a su disposición. Se puede, por ejemplo, simular el
fenómeno estudiado bajo determinadas condiciones. Cabe aclarar que este
paso es más fácil de aplicar en el caso de las ciencias naturales como la física
y la química. En cambio, para las ciencias sociales no es lo mismo porque
tendría que experimentarse con personas. Sin embargo, es posible realizar
ciertos experimentos, por ejemplo, poniendo a los individuos en
determinadas situaciones donde deben efectuar una elección. Incluso,
tomemos en cuenta que las vacunas, en una fase avanzada de su desarrollo,
deben ser probadas con seres humanos.

5. Análisis
Se realizan cálculos, gráficos o tablas para resumir y condensar la
información. La idea es dar forma y facilitar la comprensión de los datos
obtenidos de la experimentación.

6. Conclusión
A partir de los resultados de la experimentación se puede demostrar o refutar
la hipótesis. Si ocurre lo primero, se puede desprender una teoría o ley. En
cambio, si la hipótesis fuera rechazada, se podría plantear otra.
Ejemplo del método científico
Podemos observar el siguiente ejemplo del método científico:

Observación: Se observa que las crías de ganso siguen a su madre a todas


partes.
Inducción: El investigador se hace preguntas sobre el por qué los gansos
bebés tienen este comportamiento. Puede ser instintivo, generado por
alguna hormona, o lo pueden haber aprendido del entorno.
Hipótesis: El investigador plantea la hipótesis de que los gansos bebés siguen
a su madre porque es el primer ser al que ven cuando nacen.
Experimentación: Se separan los huevos de ganso de la madre para que
cuando nazcan lo primero que vean no sea a su madre, sino a otro ser como
puede ser el mismo investigador.
Análisis: Se realizan tablas, se describen los tiempos y se elaboran gráficos.
Podría ocurrir, por ejemplo, que lo anterior se de a partir de un determinado
tiempo (o no). Es decir, que el ganso siga al primer ser vivo que vea si pasa
más de 24 horas con ese ser vivo. Esto estaría incluido en el análisis.
Conclusión: Suponiendo que los gansos comienzan a seguir al primer ser vivo
que ven cuando nacen, aunque no sea su madre, se estaría confirmando la
hipótesis.
Tipos de método científico
Entre los tipos de método científico que podemos seleccionar, conviene
resaltar los siguientes:

Método inductivo: Significa utilizar la lógica para, a partir de premisas


particulares, extraer una conclusión general.
Método deductivo: A diferencia del inductivo, consiste en ir de lo general a lo
particular.
Método analítico: Consiste en descomponer un problema en diferentes
partes, para investigar cada una por separado y, posteriormente, evaluar la
interrelación entre ellas.
Método sintético: Es aquel que busca reconstruir un todo a partir de sus
elementos, es decir, uniendo sus partes.
Niveles de organización
abióticos
Los niveles de organización abióticos son aquellos que también
existen en la materia inanimada. Se distinguen tres:

Nivel subatómico: lo integran las partículas más pequeñas de la


materia, como son los protones, los neutrones y los electrones.
Nivel atómico: lo componen los átomos, que son la parte más
pequeña de un elemento químico que puede intervenir en una
reacción.
Nivel molecular: está formado por las moléculas, que se definen
como unidades materiales formadas por la unión, mediante enlaces
químicos, de dos o más átomos, como por ejemplo una molécula de
oxígeno (O2) o de carbonato cálcico (CaCO3). Las moléculas que
forman la materia viva se denominan biomoléculas, o principios
inmediatos, y un ejemplo es la glucosa (C6H12O6). Las moléculas
orgánicas son todas aquellas constituidas, básicamente, por átomos
de carbono unidos mediante enlaces covalentes. Antes se
consideraba que sólo eran sintetizadas por los seres vivos; sin
embargo, actualmente se han logrado por síntesis artificial
compuestos de carbono que nunca aparecen en los seres vivos,
como, por ejemplo, los plásticos. Por tanto, dentro de las moléculas
orgánicas es preciso distinguir entre las biomoléculas y las no
biomoléculas.
Dentro del nivel molecular existen varios grados de complejidad:
Las macromoléculas resultan de la unión de muchas moléculas
orgánicas en un polímero; cada unidad del polímero se denomina
monómero. Por ejemplo, el almidón (macromolécula) es un
polímero de glucosa (monómero). Las proteínas son
macromoleculas formadas por polímeros de aminoácidos y los
ácidos nucleicos son polímeros de nucleótidos.
Los complejos supramoleculares: están formados por varias
moléculas. Por ejemplo, la unión de glúcidos y proteínas para dar
glucoproteínas.
Los orgánulos celulares: están formados por varios complejos
supramoleculares y, aunque tienen cierta entidad propia, no se
pueden considerar como seres vivos, ya que no cumplen sus
características de nutrición, relación y reproducción. Dentro de la
célula se encuentran varios orgánulos celulares como las
mitocondrias, los peroxisomas, el retículo endoplasmático, etcétera.
Los virus son complejos macromoleculares que están constituidos
por dos tipos de macromoléculas: proteínas y ácidos nucleicos y, en
algún caso, también lípidos.

Niveles de organización bióticos


Existen cuatro niveles de organización bióticos, que son exclusivos
de los seres vivos:

Nivel celular: comprende las células, que son unidades de materia


viva constituidas por una membrana y un citoplasma. Se distinguen
dos tipos de células:
Las células procariotas: son las que carecen de envoltura nuclear y,
por lo tanto, la información genética se halla dispersa en el
citoplasma, aunque condensada en una región denominada
nucleoide.
Las células eucariotas son las que tienen la información genética
rodeada por una envoltura nuclear, que la aísla y protege, y que
constituye el núcleo.
Las células son las partes más pequeñas de la materia viva que
pueden existir libres en el medio. Los organismos compuestos por
una sola célula se denominan organismos unicelulares, y deben
desarrollar todas las funciones vitales.

Nivel pluricelular: abarca a aquellos seres vivos que están


constituidos por más de una célula. Se pueden distinguir varios
grados de complejidad o subniveles. De menor a mayor
complejidad son los siguientes:
Tejidos: son conjuntos de células especializadas muy parecidas, que
realizan la misma función y que tienen un mismo origen.
Órganos: son las unidades estructurales y funcionales de los seres
vivos superiores. Están constituidos por varios tejidos diferentes y
realizan una acción concreta.
Sistemas: son conjuntos de órganos parecidos, pero que realizan
acciones independientes. Por ejemplo, el sistema nervioso, el óseo,
el muscular, o el endocrino.
Aparatos: son conjuntos de órganos que pueden ser muy diferentes
entre sí, pero cuyos actos están coordinados para constituir lo que
se llama una función.
Nivel de población: abarca a las poblaciones, que son el conjunto de
individuos de la misma especie que viven en una misma zona y en
un momento determinado. Se considera a los organismos de la
misma especie no como individuos concretos, sino desde el punto
de vista de las relaciones que se establecen entre ellos en el espacio
y en el tiempo.
Nivel de ecosistema: se estudia tanto el conjunto de poblaciones de
diferentes seres que viven interrelacionados, la llamada comunidad
o biocenosis, como el lugar, con sus condiciones fisicoquímicas, en
donde se encuentra el llamado biotopo. El conjunto de biocenosis y
biotopo se llama ecosistema. El conjunto de ecosistemas de toda la
Tierra o biosfera puede ser considerado como el nivel más complejo
de organización de los seres vivos.
Metabolismo
Anabolismo
es un término de origen griego formado por las palabras ‘ana’, que
significa hacia arriba, y ‘ballein’, que es lanzar. Es decir, lanzar hacia
arriba, dado que se trata de la generación de compuestos
complejos a partir de otros más sencillos, pasar de lo básico a lo
más complicado. Se trata de la fase del metabolismo en el que se
invierte la energía química del organismo para componer
biomoléculas complejas a partir de otras sencillas.

El anabolismo se produce en el interior de las células y es conducido


por la acción de las enzimas. Se trata de un proceso
complementario al catabolismo. Por lo tanto, el anabolismo es el
metabolismo constructivo que consiste en fabricar y almacenar,
contribuyendo al crecimiento de nuevas células y al mantenimiento
de los tejidos. Además, almacena energía y trasforma moléculas
pequeñas en hidratos de carbono, grasas y proteínas. Son
precisamente las proteínas las que más atención reciben en el
mundo deportivo. Aquellas personas que quieren aumentar su
masa muscular comienzan consumiendo batidos de proteínas tras
cada entrenamiento.
Catabolismo:

Catabolismo es el proceso de degradar o descomponer nutrientes


orgánicos complejos en sustancias simples con el objetivo obtener
energía útil para las células. El catabolismo, junto al de anabolismo,
completa el proceso del metabolismo.
Se habla de catabolismo muscular cuando el organismo, al no
recibir alimento alguno y, por tanto, al no recibir sustancias
complejas para la obtención de energía, debe procurarlas
directamente en el tejido muscular. Es decir, el cuerpo comienza a
"comerse a sí mismo". Como consecuencia, la persona pierde masa
muscular.

Este proceso es muy frecuente en las personas que se someten a


dietas de hambre o que llevan una alimentación deficiente para el
nivel de energía que necesitan.
Macro moléculas importantes para la vida
Bioelementos importantes para la vida
BIOELEMENTOS: Son los componentes orgánicos que forman parte
de los seres vivos. El 99% de la masa de la mayoría de las células
está constituida por cuatro elementos, carbono (C), hidrógeno (H),
oxígeno (O) y nitrógeno (N), que son mucho más abundantes en la
materia viva que en la corteza terrestre. Se agrupan en tres
categorías: primarios, secundarios y oligoelementos
BIOELEMENTOS PRIMARIOS. Son los elementos mayoritarios de la
materia viva (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos),
constituyen el 95% de la masa total y son indispensables para
formar las biomoléculas. Son cuatro; carbono, hidrógeno, oxígeno y
nitrógeno (CHON). Forman parte de la materia viva debido a sus
propiedades físico-químicas.

HIDROGENO: Forman grupos funcionales con otros elementos


químicos. Es uno de los elementos que conforman el agua. Se
encuentra en la atmósfera pero en menor cantidad. Es esencial en
los hidrocarburos y los ácidos.

OXIGENO:Forma parte de las biomoléculas y es un elemento


importante para la respiración. También es un elemento en la
formación del agua, causante de la combustión y produce la energía
del cuerpo. El oxígeno, es el elemento químico más abundante en
los seres vivos. Forma parte del agua y de todo tipo de moléculas
orgánicas. Como molécula, en forma de O2, su presencia en la
atmósfera se debe a la actividad fotosintética de primitivos
organismos. Al principio debió ser una sustancia tóxica para la vida,
por su gran poder oxidante. Todavía ahora, una atmósfera de
oxígeno puro produce daños irreparables en las células.

Pero el metabolismo celular, se adaptó a usar la molécula de


oxígeno como agente oxidante de los alimentos abriendo así, una
nueva vía de obtención de energía mucho más eficiente que la
anaeróbica.
La reserva fundamental de oxígeno utilizable por los seres vivos,
está en la atmósfera. Su ciclo está estrechamente vinculado al del
carbono, pues el proceso por el que el carbono es asimilado por las
plantas (fotosíntesis), supone también devolución del oxígeno a la
atmósfera, mientras que el proceso de respiración ocasiona el
efecto contrario.

Otra parte del ciclo del oxígeno que tiene un notable interés
indirecto para los seres vivos de la superficie de la Tierra es su
conversión en ozono. Las moléculas de O2, activadas por las
radiaciones muy energéticas de onda corta, se rompen en átomos
libres de oxígeno que reaccionan con otras moléculas de O2,
formando O3 (ozono). Esta reacción es reversible, de forma que el
ozono, absorbiendo radiaciones ultravioletas vuelve a convertirse
en O2.

CARBONO: Tiene una función estructural y aparece en todas las


moléculas orgánicas. Es un elemento escaso de la naturaleza. Es la
sucesión de transformaciones que sufre el carbono a lo largo del
tiempo. Es un ciclo biogeoquímico de gran importancia para la
regulación del clima de la Tierra, y en él se ven implicadas
actividades básicas para el sostenimiento de la vida. El ciclo
comprende dos ciclos que se suceden a distintas velocidades.

Ciclo biológico: comprende los intercambios de carbono (CO2) entre


los seres vivos y la atmósfera, es decir, la fotosíntesis, proceso
mediante el cual el carbono queda retenido en las plantas y la
respiración que lo devuelve a la atmósfera.
Ciclo biogeoquímico: regula la transferencia de carbono entre la
atmósfera y la litosfera (océanos y suelo). El CO2 atmosférico se
disuelve con facilidad en agua, formando ácido carbónico que ataca
los silicatos que constituyen las rocas, resultando iones bicarbonato.
Estos iones disueltos en agua alcanzan el mar, son asimilados por
los animales para formar sus tejidos, y tras su muerte se depositan
en los sedimentos. El retorno a la atmósfera se produce en las
erupciones volcánicas tras la fusión de las rocas que lo contienen.
Este último ciclo es de larga duración, al verse implicados los
mecanismos geológicos. Además, hay ocasiones en las que la
materia orgánica queda sepultada sin contacto con el oxígeno que
la descomponga, produciéndose así la fermentación que lo
transforma en carbón, petróleo y gas natural.

NITROGENO: Forma parte de las biomoléculas pero destaca su


presencia en proteínas y lípidos y ácidos nucleicos (bases
nitrogenadas). No entra directamente al cuerpo y es consumido en
alimentos. Mediante las bacterias nitrificantes, las plantas se
proporcionan de este compuesto. La reserva principal de nitrógeno
es la atmósfera (el nitrógeno representa el 78 % de los gases
atmosféricos). La mayoría de los seres vivos no pueden utilizar el
nitrógeno elemental de la atmósfera para elaborar aminoácidos ni
otros compuestos nitrogenados, de modo que dependen del
nitrógeno que existe en las sales minerales del suelo.

Por lo tanto, a pesar de la abundancia de nitrógeno en la biosfera,


muchas veces el factor principal que limita el crecimiento vegetal es
la escasez de nitrógeno en el suelo. El proceso por el cual esta
cantidad limitada de nitrógeno circula sin cesar por el mundo de los
organismos vivos se conoce como ciclo del nitrógeno.

AMONIFICACION

Gran parte del nitrógeno del suelo proviene de la descomposición


de la materia orgánica. Estos compuestos suelen ser degradados a
compuestos simples por los organismos que viven en el suelo
(bacterias y hongos). Estos microorganismos utilizan las proteínas y
aminoácidos para formar las proteínas que necesitan y liberar el
exceso de nitrógeno como amoníaco (NH3) o amonio (NH+4).

Nitrificación

Algunas bacterias comunes en los suelos oxidan el amoníaco o el


amonio. En ella se libera energía, que es utilizada por las bacterias
como fuente energética. Un grupo de bacterias oxida el amoníaco
(o amonio) a nitrito(NO-2). Otras bacterias oxidan el nitrito a
nitrato, que es la forma en que la mayor parte del nitrógeno pasa
del suelo a las raíces.

Asimilación

Una vez que el nitrato está dentro de la célula de la planta, se


reduce de nuevo a amonio. Este proceso se denomina asimilación y
requiere energía. Los iones de amonio así formados se transfieren a
compuestos que contienen carbono para producir aminoácidos y
otras moléculas orgánicas nitrogenadas que la planta necesita. Los
compuestos nitrogenados de las plantas terrestres vuelven al suelo
cuando mueren las plantas o los animales que las han consumido;
así, de nuevo, vuelven a ser captados por las raíces como nitrato
disuelto en el agua del suelo y se vuelven a convertir en
compuestos orgánicos.

3.1.2 BIOELEMENTOS SECUNDARIOS. Forman parte de todos los


seres vivos y en una proporción del 4,5%. Desempeñan funciones
vitales para el funcionamiento correcto del organismo. Son el
azufre, fósforo, magnesio, calcio, sodio, potasio y cloro.

El AZUFRE es uno de los más destacados constituyentes de los


aminoácidos. El azufre es captado en forma de sustratos desde las
raíces (en superficies terrestres) y por medio de la pared celular (en
medios acuáticos) por las plantas (terrestres y acuáticas), las que
pasan a ser alimentos de los animales. Tras la muerte de estos, el
azufre retorna al suelo induciendo un nuevo ciclo del azufre. En la
atmósfera los óxidos de nitrógeno y azufre son convertidos en ácido
nítrico y sulfúrico que vuelven a la tierra con las precipitaciones de
lluvia o nieve (lluvia ácida). Otras veces, aunque no llueva, van
cayendo partículas sólidas con moléculas de ácido adheridas
(deposición seca).

El FOSFORO participa activamente en las relaciones energéticas que


ocurren al interior de los organismos, forma parte de los
fosfolípidos de las membranas celulares e integra las materias
primas de huesos y dientes de los seres vivos. La principal reserva
de este elemento está en la corteza terrestre. Por medio de los
procesos de meteorización de las rocas o por la expulsión de
cenizas volcánicas se libera, pudiendo ser utilizado por las plantas.
Con facilidad es arrastrado por las aguas y llega al mar, donde una
porción importante se sedimenta en el fondo y forma rocas. Todas
ellas tardarán millones de años en volver a emerger y liberar,
paulatinamente, sales de fósforo.

Los bioelementos son importantes para la vida de todos los seres


vivos, la materia viva está constituida por unos 70 elementos
estables que hay en la Tierra, excepto los gases nobles. Por ello
debemos proteger la biodiversidad de los recursos naturales de
nuestro planeta y aprovecharlos a un máximo en forma positiva; así
por ejemplo utilizando substancias naturales en diferentes
aplicaciones tales como: La energía solar, las corrientes de agua, el
aire, el oxígeno, el nitrógeno, y la biomasa, etc.., para producir
energía eléctrica, como energéticos de diversas tecnologías, o bien
como fuentes de energía para nuestros suelos agrícolas, en fin hay
muchas aplicaciones; esto con el fin de preservar la vida orgánica en
el planeta y una mejor calidad para todos los seres vivos.
Moléculas importantes para la vida
Agua
El agua es una sustancia que se compone por dos átomos de
hidrógeno y un átomo de oxígeno (H2O) y se puede encontrar en
estado sólido (hielo), gaseoso (vapor) y líquido (agua). Las
propiedades físicas y químicas del agua son muy importantes para
la supervivencia de los ecosistemas.
as características del agua pueden ser químicas, físicas o biológicas
y según el contenido puede clasificarse en diferentes tipos (agua
dulce, salada, blanda, dura...). A continuación, se describen las
principales características del agua:

La densidad del agua es 1.


El agua es la sustancia con mayor calor específico (4.180 J/Kg/ºC),
aunque varía según la tem­peratura.
El calor latente que el agua requiere para romper un puente de
hidrógeno y formar vapor es muy elevada (539 Kcal/Kg).
La tensión superficial del agua es muy alta.
Carbohidratos
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Son uno de los principales nutrientes en nuestra alimentación. Estos
ayudan a proporcionar energía al cuerpo. Se pueden encontrar tres
principales tipos de carbohidratos en los alimentos: azúcares,
almidones y fibra.
Las personas que tienen diabetes a menudo deben llevar una
cuenta de la cantidad de carbohidratos que consumen para
asegurar un suministro consistente durante el día.
Funciones
El cuerpo necesita las tres formas de carbohidratos para funcionar
correctamente.
El cuerpo descompone los azúcares y la mayoría de los almidones
en glucosa (azúcar en la sangre) para utilizarlos como energía.
Lípidos
Los lípidos son un grupo de moléculas biológicas que comparten
dos características: son insolubles en agua y son ricas en energía
debido al número de enlaces carbono-hidrógeno.
Un lípido es un compuesto orgánico molecular no soluble
compuesto por hidrógeno y carbono. Los dos tipos principales de
lípidos en la sangre son el colesterol y los triglicéridos.
En cuanto a su propósito en el cuerpo humano los lípidos son de
crucial importancia para el almacenamiento de energía y el
desarrollo de la membrana celular.
Si los niveles de los lípidos llegan a ser demasiado altos pueden
acumularse en las paredes de las arterias hasta formar una placa
que puede obstruir el paso de la sangre.
Tipos principales de lípidos que se encuentran en los organismos
vivos
1. Fosfolípidos
Consisten en dos cadenas de ácidos grasos, un grupo fosfato y un
grupo glicerol. Contienen moléculas que atraen y repelen el
agua,desempeñando un papel clave en la constitución de las
membranas celulares. Existen muchos tipos de fosfolipidos en el
cuerpo, especialmente en el cerebro. En el cuerpo se encuentran
varias formas que participan en la digestion de la grasa en el
instestino delgado. El cuerpo es capaz de producir todos los
fosfolipidos que necesita.
2. Glicolípidos
Los glicolípidos son moléculas grasas que contienen una unidad de
azúcar, tal como glucosa o galactosa. Las cadenas cortas de azúcar
forman glicolípidos los cuales pueden encontrarse en la superficie
exoplasmática de una membrana celular. Juegan un papel
importante en el desarrollo del sistema inmune del cuerpo.
3. Colesterol
El colesterol se encuentra en las células y el torrente sanguíneo de
los seres humanos. Debido a que no es soluble en la sangre debe
ser llevado a las células con la ayuda de lipoproteínas.A pesar de
que demasiado colesterol puede ser malo para el cuerpo, el
colesterol es una molécula importante.Es necesaria para formar
membranas celulares, y es el precursor de otros esteroides, como la
testosterona y el estradiol.
4. Triglicéridos
Las moléculas de triglicéridos están hechas de tres moléculas de
ácidos grasos y una molécula de glicerol. La grasa puede ser
insaturada o saturada. Un triglicérido se clasificará como grasa si se
solidifica a una temperatura de 20ºC, de lo contrario se clasifican
como aceites.
5. Esteroides
Algunos tipos de esteroides comunes son el colesterol, la
testosterona, la vitamina D2 y el estrógeno.Los esteroides son un
tipo de lípido que incluye hormonas y colesterol. El colesterol es
producido por el cuerpo y consumido a través de los alimentos, y
desempeña un papel en la producción de hormonas. Las hormonas
incluyen las hormonas sexuales estrógeno y testosterona y otras
hormonas como la adrenalina, cortisol y progesterona.

6. Lipoproteínas
Una lipoproteína es una combinación de proteínas y lípidos que se
encuentran en la membrana de una célula.La lipoproteína ayuda a
que la grasa se mueva alrededor del cuerpo en el torrente
sanguíneo y existe en forma de lipoproteína de baja densidad (HDL)
y lipoproteína de alta densidad (LDL).
7. Cera
Las ceras son lipidos muy comunes y se pueden encontrar en las
plumas de los animales, en los oídos humanos e incluso en las hojas
de las plantas.Su función principal es la de protección.
Proteínas
Las proteínas son moléculas grandes y complejas que desempeñan
muchas funciones críticas en el cuerpo. Realizan la mayor parte del
trabajo en las células y son necesarias para la estructura, función y
regulación de los tejidos y órganos del cuerpo.

Las proteínas están formadas por cientos o miles de unidades más


pequeñas llamadas aminoácidos, que se unen entre sí en largas
cadenas. Hay 20 tipos diferentes de aminoácidos que se pueden
combinar para formar una proteína. La secuencia de aminoácidos
determina la estructura tridimensional única de cada proteína y su
función específica.

Acidos nucleicos

Los ácidos nucleicos son biomoléculas grandes que cumplen


funciones esenciales en todas las células y virus. Una función
importante de los ácidos nucleicos implica el almacenamiento y la
expresión de información genómica. El ácido desoxirribonucleico, o
ADN, codifica la información que las células necesitan para producir
proteínas. Un tipo relacionado de ácidos nucleicos, denominado
ácido ribonucleico (ARN) se presenta en diferentes formas
moleculares que cumplen funciones celulares múltiples, que
incluyen la síntesis proteica.
Los ácidos nucleicos son polímeros de nucleótidos que se dividen
en 2 tipos: el ADN, polímero de desoxirribonucleico y el ARN,
polímero de ribonucleico.

Los ácidos nucleicos (ADN y ARN) trabajan en equipo para


almacenar y transmitir los genes (características hereditarias) y las
instrucciones para determinar las funciones de las proteínas vitales.

Los ácidos nucleicos se encuentran tanto en los núcleos de las


células, como en las mitocondrias, los cloroplastos y en el
citoplasma como, por ejemplo, en las células procariotas (sin
núcleo) de las bacterias y virus. Tipos de ácidos nucléicos
Existen 2 tipos de ácidos nucleicos: ADN y ARN.
El ADN es un polímero de desoxirribonucleótidos denominado
ácido desoxirribonucleico. Contiene la información genética y las
instrucciones para la formación y síntesis de las proteínas
necesarias para un organismo determinado.

El ARN es un polímero de ribonucleótidos que se conoce como


ácido ribonucleico. Junto con el ADN dirige el proceso de síntesis de
las proteínas transportado y transmitiendo la información hacia los
ribosomas.

En este sentido, el ARN se puede dividir en: ARN mensajero


(ARNm), ARN de transferencia (ARNt) y ARN ribosómico (ARNr).
La presencia de los átomos de nitrógeno le da un carácter básico a
estos compuestos. Son aromáticas y por lo tanto son planas,
también son insolubles en agua y pueden establecer interacciones
hidrofóbicas entre ellas; estas interacciones sirven para estabilizar la
estructura tridimensional de los ácidos nucleicos.7​La existencia de
distintos radicales hace que puedan aparecer varias bases
nitrogenadas, las cuales son:

Adenina, presente en ADN y ARN


Guanina, presente en ADN y ARN
Citosina, presente en ADN y ARN
Timina, presente exclusivamente en el ADN
Uracilo, presente exclusivamente en el ARN
ATP
El ATP es el nucleótido adenosina trifosfato y es el intermediario
rico en energía más común y universal. Como indica su nombre está
formado por un grupo adenosina (adenina + ribosa) y un grupo
trifosfato.
La característica principal es que los grupos fosfato del ATP es que
las tres unidades de fosfato se repelen electrostáticamente entre sí
debido a que los átomos de fósforo están cargados positivamente y
los de oxígeno negativamente.

¿Qué quiere decir que se repelen electrostáticamente? Pues que se


comportan cuando intentamos juntar dos imanes por ambos polos
positivos, o por ambos polos negativos: polos opuestos atraen,
polos iguales se repelen.
¿Cuál es la función del ATP?
La principal función del ATP es servir de aporte energético en las
reacciones bioquímicas que se producen en el interior de la célula
para mantener sus funciones activas como por ejemplo, la síntesis
de ADN y ARN, las proteínas y el transporte de determinadas
moléculas a través de la membrana celular.

¿Cómo almacena la energía el ATP?


Para mantener unidos los fosfatos en un grupo trifosfato hace falta
mucha energía, concretamente 7,7 kcal de energía libre por mol de
ATP, que es la misma cantidad de energía que se libera cuando el
ATP se hidroliza a ADP, es decir, cuando pierde un grupo fosfato por
acción del agua.
Si volvemos a la analogía del imán anterior, pensemos en dos
imanes encarados por su polo positivo unidos por cera. Mientras la
cera está perfectamente sólida, los imanes siguen unidos pero si
calentamos esta cera, estos dos imanes rompen el enlace que los
tiene unidos y se separan liberando energía. Por tanto, podemos
decir que la energía se almacena en la cera que es el enlace de
ambos imanes.
¿Cómo cede la energía el ATP?
El ATP cede su grupo fosfato terminal de gran contenido energético
a un gran número de moléculas aceptoras como los azúcares,
aminoácidos y nucleótidos. Cuando el ATP cede su grupo terminal
se convierte en ADP (adenosíndifosfato) y libera un grupo fosfato
que se enlaza en la molécula aceptora. Este proceso se llama
transferencia de grupo fosfato o fosforilación que no hay que
confundir con la fosforilación oxidativa que forma ATP.
La fosforilación aumenta el nivel de energía libre de la molécula
aceptora y así puede reaccionar exergónicamente en reacciones
bioquímicas catalizadas por enzimas.

Una reacción es exergónica cuando la variación de la energía libre


de Gibbs (ΔG es negativa). La ΔG de la hidrólisis o transferencia de
grupo fosfato de ATP es de -7,7 kcal.

El ATP también puede liberar energía mediante la hidrólisis. La


molécula de agua ataca uno de los enlaces entre los grupos fosfato
para dar o bien un grupo fosfato y ADP, o pirofosfato (formado por
dos grupos fosfatos) y AMP.

¿Cómo se crea el ATP?


La respiración celular mediante la cadena de transporte electrónico
es la principal fuente de creación de ATP así como la fotosíntesis en
las plantas. También se crea ATP durante la glucólisis y durante el
ciclo del ácido cítrico.

La formación de ATP se realiza por la fosforilación del ADP gracias a


la acción de la arginina fosfato y la creatina fosfato que actúan
como reservas especiales de energía química para la rápida
fosforilación del ADP. Este proceso se conoce como fosforilación
oxidativa.
Tanto a la creatina fosfato como a la arginina fosfato se les conoce
como fosfágenos, y en la reacción está implicada la enzima
transfosforilasa. Como curiosidad, mientras que la creatina fosfato
se encuentra sólo en vertebrados en los invertebrados es la arginina
fosfato la más frecuente.

Virus

En biología, un virus es un agente infeccioso microscópico acelular


que solo puede replicarse dentro de las células de otros
organismos.​Los virus están constituidos por genes que contienen
ácidos nucleicos que forman moléculas largas de ADN o ARN,
rodeadas de proteínas
ciclos virales
Este consta
generalmente de las siguientes fases: fijación y entrada en la célula,
eclipse, multiplicación y liberación del virus. Los virus son formas
acelulares que no pueden reproducirse por sí mismos en el exterior;
para ello requieren introducirse en células donde controlarán sus
mecanismos reproductivos .
Fijación
El primer paso en la infección viral es la adhesión, también
denominada anexión, a la membrana de la célula susceptible por
medio de la unión específica de ligandos virales (proteína de la
cápside o glucoproteínas de las espículas, por ejemplo a receptores
específicos superficiales de la célula). Esta especificidad determina
el rango y el tipo de célula huésped de un virus. Por ejemplo, el VIH
infecta un rango limitado de leucocitos humanos. La distribución en
el cuerpo del hospedador de ciertos tipos de receptores celulares
explica el tropismo tisular y de hospedador de los virus. Los tejidos
y células que carecen de receptores específicos de virus
determinados no son infectados por dichos viriones. La naturaleza
de los receptores es variable y ciertos virus pueden tener más de un
tipo de receptor. Este mecanismo ha evolucionado para favorecer a
los virus que infectan solo las células en las que son capaces de
replicarse. La unión al receptor puede inducir a la proteína de la
envoltura viral a sufrir cambios que resulten en la fusión de las
membranas virales y celulares, o cambios de las proteínas de la
superficie del virus que permitan al virus entrar
Penetración

Los virus complejos producen una ruptura en la membrana celular


del hospedador en uno de los puntos de anclaje, gracias a la
presencia de algunas moléculas de enzimas hidrolíticas entre las
proteínas de la cápside. A través de la rotura, el tubo central inyecta
el ADN vírico, quedando la cápsula vacía en el exterior de la célula y
el ácido nucleico libre en el citoplasma.4​La presencia de cápsidas
en la superficie celular es un buen indicio de que ha sufrido una
infección vírica.

Otros virus sin envoltura lipídica se introducen en la célula con


cápside y todo, lo cual puede realizarse de dos maneras:

Por penetración directa: después de la fijación, el virus abre una


brecha en la membrana y se introduce en el citoplasma.
Por endocitosis o viropexis: la membrana forma una invaginación en
torno al virus, llegando a formar una vesícula que penetra en la
célula. Formada la vesícula, el virus abre una brecha en la
membrana de la misma con ayuda de algunas enzimas hidrolíticas
que él mismo transporta, penetrando así en el citoplasma.

Desenvolvimiento
El desenvolvimiento también se denomina rotura, descapado o
descapside. Según la duración de la fase de la síntesis, se suelen
distinguir dos modalidades de ciclo infeccioso de un virus:
Ciclo ordinario: el ácido nucleico vírico procede inmediatamente a
la transcripción de su mensaje genético en los ARN necesarios para
su multiplicación, y prosigue rápidamente el ciclo vital. Este tipo de
ciclo es el más extendido en la naturaleza.
Ciclo lisogénico: fue descubierto por André Lwoff en bacteriófagos.
El ADN vírico se cierra por sus extremos generando un ADN circular.
Este ADN se inserta en el ADN bacteriano en un lugar específico en
el que la secuencia de nucleótidos bacterianos es semejante a
alguna región del ADN vírico.

Replicación
Los métodos de replicación son la producción de transcripción /
ARNm, síntesis de componentes de virus y ensamblamiento del
virión.

La replicación de los virus consta de la replicación de su material


genético, de la transcripción de su mensaje en una molécula de
ARN y de la traducción del mensaje para producir proteínas víricas,
tanto las que formarán parte de la cápside como las proteínas
enzimáticas necesarias para el ensamblaje de las piezas del virión y
para algunas de las funciones anteriores. Los ribosomas y la mayor
parte de las enzimas que los ácidos nucleicos víricos utilizan en
estos procesos son los de la célula infectada.

Los virus con ADN realizan la replicación del material genético de la


misma manera que las células; en el caso de los virus con ADN
monocatenario, previamente a la replicación se sintetiza una
cadena de ADN complementario para formar la doble hélice.
Los virus con ARN replican el material genético sin necesidad de
pasar por ADN, actuando cada cadena de ARN como molde para la
síntesis de su complementaria.
Los retrovirus constituyen una excepción a lo dicho anteriormente,
ya que su ARN sintetiza un ADN bicatenario, que será el que
posteriormente realice la síntesis de nuevos ejemplares de RNA
vírico.
Los virus con ADN y los retrovirus sintetizan el ARN a partir de la
cadena molde de ADN de forma similar a como lo hacen las células.
Los virus con ARN, excepto los retrovirus, sintetiza en el ARN
copiando la cadena molde de ARN, sin necesidad de pasar por ADN.

ciclo viral litico y lisogénico


El ciclo lítico es el método de reproducción viral, este es usualmente
el principal método de duplicación viral e involucra la destrucción
de células infectadas. El ciclo consta de las siguientes fases:

1. Fase de adsorción o fijación: El virus se une a la célula


hospedadora de forma estable. La unión es específica, ya que el
virus reconoce complejos moleculares de tipo proteico, protocolice
o proteico, presentes en las membranas celulares.
2. Fase de penetración o inyección: el ácido nucleico viral entra en
la célula mediante una perforación que el virus realiza en la pared
bacteriana.
3. Fase de eclipse: en esta fase no se observan copias del virus en la
célula, pero se está produciendo la síntesis de ARN, es decir la
duplicación y transcripción de ARN, necesario para generar las
copias de proteínas de la cápsida. También se produce la continua
formación de ácidos nucleicos virales y enzimas destructoras del
ADN bacteriano.
4. Fase de ensamblaje: en esta fase se produce la unión de los
capsómeros para formar la cápsida y el empaquetamiento del ácido
nucleico viral dentro de ella.
5. Fase de lisis o ruptura: conlleva la muerte celular. Los viriones
salen de la célula, mediante la rotura enzimática de la pared
bacteriana. Estos nuevos virus se encuentran en situación de
infectar una nueva célula.

Ciclo lisogénico
el fago infecta una bacteria e inserta su ADN en el cromosoma
bacteriano, lo que permite que el ADN del fago (ahora llamado
profago) sea copiado y transmitido junto con el propio ADN de la
célula. se caracteriza por presentar dos fases iguales al del ciclo
lítico, la fase de anclaje y la fase de penetración. En la fase de
eclipse, el ácido nucleico vírico, se recombina con el ADN
bacteriano y permanece inactivo

enfermedades causadas por virus


Los virus son responsables de causar muchas enfermedades, entre
ellas:
SIDA.
Resfriado común.
Ébola.
Herpes genital.
Gripe.
Sarampión.
Varicela y herpes zóster.
Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)

Teoría celular

La teoría celular tiene sus antecedentes en una larga historia de


estudios sobre la vida que comenzaron en las civilizaciones
antiguas. Sin embargo, recién con la invención del microscopio se
pudieron observar las células vegetales en el siglo XVII, como hizo el
biólogo italiano Marcello Malpighi (1628-1694).

Fue entonces que comenzó el debate respecto a qué eran


exactamente esas estructuras. Más tarde, el inglés Robert Hooke
(1635-1703) las bautizó como cellulae, del latín “celda”, a partir de
sus observaciones de cortes de corcho.

Posteriormente, el neerlandés Anton van Leeuwenhoek


(1632-1723), considerado padre de la microbiología, comenzó a
emplear diversos microscopios de su propia autoría para observar la
calidad de las telas que comerciaba. Pero luego se abocó a la
observación de otras sustancias.

Así, van Leeuwenhoek fue el primero en observar bacterias,


protozoarios y los propios espermatozoides. De esta manera dio
también los primeros golpes a la teoría imperante respecto a la
generación espontánea de la vida.

Otros científicos posteriores realizaron aportes significativos al


surgimiento de la Teoría celular. Por ejemplo, el francés Xavier
Bichat (1771-1802) fue el primero en definir un tejido como un
conjunto de células con forma y función semejantes.

Por otro lado, los alemanes Theodor Schwann (1810-1882) y


Matthias Jackob Schleiden (1804-1881), formularon el primer
principio de la teoría celular: todos los seres vivos estamos
formados por células y secreciones de éstas. Luego, el alemán
Rudolf Virchow (1821-1902), fue el primero en demostrar la
bipartición celular, o sea, que las células provienen de otras células.

A pesar de estos descubrimientos, la teoría celular fue debatida a lo


largo de todo el siglo XIX. Finalmente, al francés Louis Pasteur
(1822-1895) comprobó plenamente esta teoría con sus
experimentos para demostrar que la vida no se genera
espontáneamente.

Principios de la teoría celular


Los principios que rigen la teoría celular son, a groso modo, los
mismos de la biología moderna. Esto implica la distinción entre lo
viva y lo inerte: la materia viva es capaz de metabolizar (nutrirse) y
autoperpetuarse (reproducirse), para lo cual debe contar con las
estructuras necesarias, presentes en el interior de la célula.

Otro principio importante es el de la herencia: la transmisión de la


información biológica a los descendientes permite la persistencia de
una especie. Este proceso también depende de importantes
estructuras celulares, como es el núcleo celular, donde está
contenido el ADN de la especie entera.

Por último, las células se juntan en los organismos multicelulares


para formar tejidos, que son estructuras mayores y homogéneas de
células del mismo tipo. Al hacerlo obedecen a criterios de
diversificación importantes, como son los que separan células
nerviosas, musculares, hepáticas, etc.
La teoría celular puede reducirse a tres postulados fundamentales:

Todos los seres vivientes están compuestos por células. Por lo tanto
éstas son la unidad mínima funcional de la vida, en sus distintos
niveles de complejidad estructural. Una célula basta para constituir
un organismo (unicelular), pero muchas células pueden organizarse
en colonias o en un mismo organismo (multicelular) único,
diversificando sus funciones y alcanzando un margen de
interdependencia muy elevado.
Las funciones vitales de los organismos tienen lugar dentro de las
células. Mediante procesos bioquímicos, y son controlados por
sustancias que las células secretan. Cada célula opera como un
sistema abierto único, que intercambia materia y energía con su
entorno de manera controlada. Además, en cada célula de un
organismo se dan las mismas funciones vitales que en el organismo
entero: nacimiento, crecimiento, reproducción, muerte.
Todas las células que existen proceden de otras células anteriores.
Por división celular o por formación a partir de células madre. Las
células más antiguas y primitivas del mundo son las procariotas (sin
núcleo celular).

La celula
La célula es el componente básico de todos los seres vivos. El
cuerpo humano está compuesto por billones de células. Le brindan
estructura al cuerpo, absorben los nutrientes de los alimentos,
convierten estos nutrientes en energía y realizan funciones
especializadas. Las células también contienen el material
hereditario del organismo y pueden hacer copias de sí mismas.

Las células constan de muchas partes, cada una con una función
diferente. Algunas de estas partes, llamadas orgánulos, son
estructuras especializadas que realizan ciertas tareas dentro de la
célula.
Las células humanas contienen las siguientes partes principales:
Citoplasma
Dentro de las células, el citoplasma está formado por un líquido
gelatinoso (llamado citosol) y otras estructuras que rodean el
núcleo.

Citoesqueleto

El citoesqueleto es una red de fibras largas que forman el marco


estructural de la célula. El citoesqueleto tiene varias funciones
críticas, incluyendo determinar la forma celular, participar en la
división celular y permitir que las células se muevan. También
brinda un sistema similar a una vía que dirige el movimiento de
orgánulos y otras sustancias dentro de las células.

Retículo endoplásmico

Este orgánulo ayuda a procesar las moléculas creadas por la célula.


Además, el retículo endoplásmico transporta estas moléculas a sus
destinos específicos, ya sea dentro o fuera de la célula.

Aparato de Golgi

El aparato de Golgi empaqueta las moléculas procesadas por el


retículo endoplásmico para ser transportadas fuera de la célula.

Lisosomas y peroxisomas
Estos orgánulos son el centro de reciclaje de la célula. Digieren
bacterias extrañas que invaden la célula, eliminan las sustancias
tóxicas y reciclan sus componentes celulares gastados.

Mitocondrias

Las mitocondrias son orgánulos complejos que convierten la energía


de los alimentos para que la célula la pueda usar. Tienen su propio
material genético, separado del ADN del núcleo, y pueden hacer
copias de sí mismas.

Núcleo

El núcleo sirve como centro de comando de la célula, enviando


instrucciones a la célula para que crezca, madure, se divida o
muera. También alberga ADN (ácido desoxirribonucleico), el
material hereditario de la célula. El núcleo está rodeado por una
membrana llamada envoltura nuclear, la que protege el ADN y
separa el núcleo del resto de la célula.

Membrana celular
La membrana celular (o membrana citoplasmática) es el
revestimiento exterior de la célula. Separa la célula de su entorno y
permite que los materiales entren y salgan de ella.

Ribosomas

Los ribosomas son orgánulos que procesan las instrucciones


genéticas de la célula para crear proteínas. Estos orgánulos pueden
flotar libremente en el citoplasma o estar conectados al retículo
endoplásmico
Procariotas y eucariotas

Las células de los animales, las plantas y los hongos son eucariotas
mientras que las bacterias, las archaea y las algas azulverdosas son
miembros de las procariotas La célula eucariota tiene una
membrana que encierra el núcleo separándolo del citoplasma. La
célula procariota no posee estructuras con membranas en su
interior, es decir, su contenido intracelular está esparcido en el
citoplasma.
Herencia y principios de la genética mendeliana

¿En qué consisten las Leyes de Mendel?


Las leyes de Mendel son los principios que establecen cómo ocurre
la herencia genética, es decir, el proceso de transmisión de las
características físicas y biológicas de los padres a los hijos.

Las características o rasgos que se heredan están determinados por


dos versiones de un gen, llamados alelos. Cuando los alelos son
iguales, el individuo es homocigoto; cuando los alelos son
diferentes, el individuo es heterocigoto.

Las tres leyes de Mendel son:

Principio de la uniformidad.
Principio de segregación.
Principio de la transmisión independiente.
Estos principios constituyen las bases de la genética y sus teorías.
Fueron postuladas por el naturalista austriaco Gregor Mendel entre
los años 1865 y 1866.

Primera ley de Mendel: principio de la uniformidad


La primera ley o principio de la uniformidad establece que cuando
se cruzan dos individuos homocigotos para una característica
diferente, los hijos (primera generación filial) serán heterocigotos
para esa característica.

Esto significa que el fenotipo (las características observables) y el


genotipo (los genes que determinan la característica) de la primera
generación de hijos serán idénticas.

Por ejemplo:

Se cruza una planta con dos alelos iguales AA (homocigota


dominante) para flores rojas con una planta con dos alelos aa
(homocigota recesiva) para flores moradas.

El resultado será plantas hijas con dos alelos diferentes Aa


(heterocigotas) con flores rojas, que es el carácter dominante, como
se ilustra a continuación:
El cuadro de Punnet es una forma de realizar los cruces entre
individuos. Se coloca en la primera fila los alelos de un progenitor y
en la primera columna los alelos del otro progenitor. Las casillas se
rellenan con la combinación de la primera fila y la primera columna.
Así, el cuadro de Punnet de la primera generación filia será:

A (rojo) A (rojo)
a (morado)Aa Aa
a (morado)Aa Aa
Al cruzar dos individuos de esta primera generación filial
(heterocigotos para un rasgo), en la segunda generación
reaparecerá el fenotipo y genotipo de carácter recesivo en la
proporción 1 a 3, es decir, 1 recesivo y 3 dominantes.
Por ejemplo:

Si se cruzan las plantas de la primera generación filial de color rojo


(heterocigotas Aa), entre los hijos aparecerá:

uno con el genotipo recesivo aa y flores moradas,


dos hijos heterocigotos Aa con flores rojas y
un hijo homocigoto AA con flores rojas.

El cuadro de Punnet es una forma de realizar los cruces entre


individuos. Se coloca en la primera fila los alelos de un progenitor y
en la primera columna los alelos del otro progenitor. Las casillas se
rellenan con la combinación de la primera fila y la primera columna.
Así, el cuadro de Punnet de la primera generación filia será:

A A
(rojo) (rojo)

a Aa Aa
(morado
)

a Aa Aa
(morado
)

Al cruzar dos individuos de esta primera generación filial


(heterocigotos para un rasgo), en la segunda generación
reaparecerá el fenotipo y genotipo de carácter recesivo en la
proporción 1 a 3, es decir, 1 recesivo y 3 dominantes.

Por ejemplo:

Si se cruzan las plantas de la primera generación filial de color rojo


(heterocigotas Aa), entre los hijos aparecerá:

● uno con el genotipo recesivo aa y flores moradas,


● dos hijos heterocigotos Aa con flores rojas y
● un hijo homocigoto AA con flores rojas.

Segunda ley de Mendel: principio de la segregación


La segunda ley o principio de la segregación consiste en que cada
versión de un gen (alelo) para una dada característica se separa o
segrega en las células sexuales del individuo. De esta forma, los
alelos tienen la misma posibilidad de ser heredados por los hijos.

Por ejemplo:

Una planta homocigota para flores rojas tendrá el genotipo AA. Las
células sexuales de esta planta tendrán solo un alelo A. En cambio,
en una planta heterocigota Aa, la mitad de sus células sexuales
tendrán el alelo A y la otra mitad, el alelo a.

Tercera ley de Mendel: principio de la transmisión independiente


La tercera ley o principio de la transmisión independiente establece
que rasgos diferentes se pueden heredar de manera independiente.
Mendel obtuvo esta información al estudiar la herencia de dos
características de los guisantes: el color y la textura.

Por ejemplo:

Vamos a considerar dos características de una planta, el color de las


flores (rojos o moradas) y la textura del tallo (liso o rugoso). Los
alelos para el color de las flores son A (dominante rojo) y a (recesivo
morado). Los alelos para la textura del tallo son B (dominante liso) y
b (recesivo rugoso).

Si cruzamos una planta con flores rojas y tallo liso (genotipo AABB)
con una planta con flores moradas y tallo rugoso (genotipo aabb), la
primera generación filial será 100% heterocigota AaBb. En este
caso, el fenotipo dominante será flores rojas y tallos lisos, como se
espera por la primera ley de Mendel.

Si cruzamos dos individuos de la primera generación filial (AaBb x


AaBb), se obtienen 16 diferentes combinaciones, de las cuales:

9 flores rojas y tallos lisos


3 flores rojas y tallos rugosos
3 flores moradas y tallos lisos
1 flor morada y tallo rugoso
.Variaciones de las leyes de Mendel
Existen algunos patrones de herencia que no siguen las leyes de
Mendel. Estas se conocen como variaciones de las leyes de Mendel
o herencia no mendeliana. Corresponden a mecanismos
alternativos a la transmisión de patrones hereditarios:

Dominancia incompleta: las características que no necesariamente


una domina la otra. Dos alelos pueden generar un fenotipo
intermedio cuando se produce una mezcla de los genotipos. Por
ejemplo, de la mezcla de una rosa roja y una rosa blanca puede
generarse una rosa rosada.
Alelos múltiples: en un gen pueden existir múltiples alelos, sin
embargo, solo dos pueden estar presentes y generar un fenotipo
intermedio, sin que uno domine sobre el otro. Por ejemplo, como
ocurre en los grupos sanguíneos.
Codominancia: dos alelos pueden expresarse a la vez porque los
genes dominantes también se pueden expresar sin mezclarse. Por
ejemplo, una flor que muestra al mismo tiempo color ro y color
blanco, sin mezclarse.
Pleiotropía: cuando un gen que puede afectar la expresión de otros
genes. Por ejemplo, el gen de un defecto genético puede afectar el
desarrollo del individuo.
Ligamiento al sexo: está asociada a los genes presentes en los
cromosomas sexuales. Por ejemplo: los ojos blancos en las moscas
de la fruta aparecen en los machos, mientras los ojos rojos
aparecen el doble en las hembras.
Epistasis: los alelos de un gen pueden encubrir y afectar la
expresión de los alelos de otro gen. Por ejemplo, algunos genes en
la enfermedad de colon irritable.
Genes complementarios: se refiere a que hay alelos recesivos de
diferentes genes que pueden expresar un mismo fenotipo. Por
ejemplo, los genes de resistencia contra hongos en el trigo.
Herencia poligénica: se trata de características determinadas por
varios genes, como la estatura, color de piel, entre otros.
Herencia
Gracias a los estudios de genética de más de cien años de
investigación, hoy en día conocemos que la herencia puede darse
de cuatro distintas formas, de acuerdo al modo en que los genes
estén dispuestos en el interior de los cromosomas. Dichas formas
son:

Dominante. Aquellos rasgos heredados que demuestran preferencia


por manifestarse y que, por ende, están presentes en el fenotipo
del individuo.
Recesiva. Aquellos rasgos heredados que se encuentran presentes
en el genoma pero no de manifiesto. Pueden manifestarse
únicamente cuando no están en presencia de un gen dominante.
Codominante. En ciertos casos ambos caracteres pueden
expresarse al mismo tiempo en una suerte de combinatoria, sin que
ninguno domine y el otro sea recesivo.
Intermedio. También llamada dominancia parcial, ocurre cuando el
gen dominante no logra manifestarse del todo y lo hace a medias, lo
que resulta en una situación intermedia, de empate entre los genes,
manifiestos a medias.

La herencia genética es vital para la existencia y continuidad de la


vida como la conocemos. De hecho, podría decirse que es un rasgo
biológico que le da objetivo a la vida: la propagación del genoma de
la especie y su paulatina adaptación al entorno, garantizan que la
especie toda sobreviva, aunque los individuos perezcan.
La herencia permite, además, la evolución en la medida en que las
ventajas adquiridas y exitosas puedan transmitirse a la
descendencia, lo cual en casos radicales puede significar la creación
de una completamente nueva (especiación).

Sin la herencia, la vida estaría impedida de crecimiento en


complejidad y diversificación, y las especies podrían aspirar apenas
a repetirse en el vacío, sin poder transmitir a las nuevas
generaciones la memoria genética de la especie. Sin herencia, la
reproducción no tiene demasiado sentido.

Genotipo y fenotipo
El genoma es el marco genético de la especie, parte de lo que se
mantiene invariable a lo largo de las generaciones (a menos que,
como ocurre en la evolución, se produzca una variación tan radical y
exitosa que dé pie a la aparición de una nueva especie). Cada
individuo posee una expresión única e irrepetible de dicho genoma,
o sea, una información genética total de su organismo, que
llamaremos genotipo.

Todas las células nucleadas del cuerpo humano poseen el genotipo


entero del organismo en su ADN, excepto las células sexuales o
gametos, que poseen la mitad de la carga genética, ya que su
propósito es mezclar ese medio genotipo con el otro medio
genotipo del gameto contrario durante la fecundación (óvulos y
espermatozoides).
Este genotipo, por otro lado, se materializa en una serie de
características físicas y perceptibles, que forman el fenotipo
individual. Sin embargo, aunque el genotipo es la información
genética que rige en principio el fenotipo, este último también será
determinado por el entorno en que el individuo se desarrolle, de
manera que:

Genotipo + Entorno = Fenotipo.

De este modo, algunas condiciones concretas de cada individuo


serán atribuibles a su genotipo, mientras que otras serán producto
de la dinámica de cambios propiciada por su entorno.
Si deseamos ver ejemplos de herencia, bastará con acudir a un
álbum genealógico o a nuestra propia familia. Esos rasgos comunes
con ellos (el parecido físico, las enfermedades o debilidades
comunes, el color de los ojos o del cabello) están contenidos en
nuestro genoma porque los recibimos de nuestros padres, a través
de la carga de su ADN usada para crear el nuestro.

Otro ejemplo de herencia es la evolución por selección natural. Un


caso célebre es el de las mariposas del abedul de la Inglaterra de la
Revolución Industrial, cuando las fábricas y el smog comenzaron a
inundar los aires y los troncos de los árboles. Estas mariposas, de
colores pálidos, destacaban en las paredes oscurecidas por el hollín
y eran por ende presa más fácil para los depredadores. Semejante
presión ambiental ocasionó un cambio en la pigmentación de las
mariposas, que a partir de entonces cambiaron sus colores a un gris
opaco o marrón. Al ser menos detectables, las mariposas
proliferaban y se reproducían, transmitiendo a su descendencia los
genes del color oscuro, lo cual les garantizaba a su vez una mayor
probabilidad de subsistencia.

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