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Regulación del consumo e implementación de alternativas sostenibles en la industria

ganadera destinadas a reducir los impactos ambientales asociados con la producción de


carne.

Francia tiene un rebaño vacuno de 17 millones de cabezas, que generan el 11,8 % de


sus emisiones de efecto invernadero, ya que los bovinos producen metano en su
proceso de digestión.

Uno de los principales intereses para regular el consumo de carne es la preocupación


por el impacto ambiental de la industria ganadera. La producción de carne está
asociada con la deforestación, la emisión de gases de efecto invernadero, la
contaminación del agua y la degradación del suelo.

Se reconoce que el consumo excesivo de carne roja y procesada está relacionado con
enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Reducir el
consumo de carne puede tener beneficios para la salud de la población.

El gobierno Frances alienta a los ciudadanos a adoptar dietas más sostenibles, que
incluyen reducir el consumo de carne y productos de origen animal, esto a través de
campañas de concientización pública y la promoción de dietas basadas en plantas.

También se ha considerado la introducción de un etiquetado ambiental en los


productos alimenticios, incluida la carne, para informar a los consumidores sobre el
impacto ambiental de sus elecciones alimenticias.

El gobierno francés estaba promoviendo la transición hacia prácticas agrícolas más


sostenibles, esto incluye subsidios y apoyo financiero para quienes adopten métodos de
producción más respetuosos con el medio ambiente.

Así también se ha invertido en investigación y desarrollo de alternativas a la carne,


como productos basados en plantas y carne cultivada en laboratorio.

Si bien consideramos que una de las mejores soluciones para reducir el impacto
ambiental de la industria ganadera es plantear alternativas para reducir el consumo
excesivo de carne, también somos conscientes de que esto implica un proceso bastante
largo que puede no mostrar resultados favorables a corto o mediano plazo, por tanto y
de forma paralela la delegación propone optimizar los procesos ganaderos a través de:
- Implementar sistemas de gestión ambiental y buenas prácticas ambientales, que
incluyan la ubicación adecuada de las explotaciones, la educación y formación del
personal, el control de polvo y olores, el almacenamiento adecuado de Estiércol y
purines, y la aplicación de fertilizantes orgánicos en el campo.

- Reducir la generación de Amoniaco, metano y óxido nitroso, que son los principales
gases contaminantes derivado de la producción ganadera. Para ello se pueden adoptar
medidas como mejorar la alimentación y el manejo de los animales, optimizar el uso de
la proteína en la dieta, utilizar aditivos alimentarios que reduzcan las emisiones
entéricas, aplicar técnicas de tratamiento y valorización de los purines y estiércoles y
evitar el exceso de nitrógeno en el suelo

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