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UNIDAD 2: Sistemas energéticos en el ejercicio

Bienvenidos a la presente unidad, donde profundizaremos sobre la bioenergética asociada al


ejercicio, el balance energético y la termorregulación y ejercicio físico. Al describir con detalle cada
uno de estos contenidos, llegaremos a comprender los factores que regulan los sistemas
energéticos en ejercicio y que nos brindarán el soporte biológico para entender las bases de la
siología del ejercicio.
También revisaremos conceptos de balance energético, el cual es la relación entre las calorías
ingeridas (alimentos) y las gastadas (actividad física y ejercicio). A su vez, revisaremos los
elementos que afectan el gasto energético total y el gasto energético en reposo; al mismo tiempo,
veremos cómo estos pueden ser modi cados.
Finalmente, estudiaremos los diferentes mecanismos de balance hídrico: termorregulación y
ejercicio físico. Para ello, se considerarán factores ambientales como el clima y los periodos de
adaptación ante zonas más calurosas. Junto con estos elementos, estableceremos los factores que
puede controlar el deportista para regular su temperatura corporal tales como el consumo de
agua, la ropa que utiliza y la hora del día seleccionada para el entrenamiento.

DESAR R OLLO DE LA UN IDAD

Introducción

Bioenergética asociada al ejercicio


Balance energético

Termorregulación y ejercicio físico

Glosario

Cierre

Material descargable
Lección 1 de 7

Introducción

La comprensión de cómo los diferentes órganos y sistemas siológicos responden a las demandas agudas y
crónicas del ejercicio, dependerá en parte del entendimiento de los procesos bioenergéticos que están
relacionados con el ujo de electrones en seres vivos y su relación con la síntesis de ATP.

Como sabemos, el ATP es necesario para la contracción muscular, ya que la transición del descanso al
ejercicio impone un desafío energético que es exclusivo de las células musculares en comparación con la
mayoría de los otros tipos de células. Aunque es difícil de medir directamente, se estima que las tasas de
uso de ATP en estado estable relativo aumentan a ∼1,5 µmol · g de músculo − 1 · s − 1, un aumento de 50
a 100 veces sobre la línea de base.

La concentración de ATP del músculo de los mamíferos es ∼7-8 µmol · g de músculo-1, su ciente para
durar solo unos segundos. La concentración de ATP muscular rara vez disminuye durante el ejercicio,
excepto bajo cargas de trabajo pesadas con agotamiento, mostrando la capacidad de las vías de síntesis de
ATP para mantener el ritmo de la demanda muscular.
Se han estimado algunos factores que condicionan la e ciencia de la bioenergética como el desacoplamiento
de la proteína desacoplante 1 (UCP1) ( gura 1), la cual genera una fuga de protones, lo que aumenta el
gasto energético no productivo entregando calor. Este mecanismo es habitual en los animales que
requieren de periodos de hibernación (Neufer, 2018).

La siguiente gura muestra el mecanismo de la UCP1:

Figura 1. Efectos del desacoplamiento de UCP 1 Fuente: Gil (2010).

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Lección 2 de 7

Bioenergética asociada al ejercicio

Los diferentes sustratos energéticos ingeridos a través de la alimentación como


hidratos de carbono, lípidos y proteínas son oxidados mediante diferentes vías para
la producción de ATP. La potencia energética es de nida como la energía que una vía
es capaz de entregar por unidad de tiempo (tasa de producción de ATP); junto con
ello se presenta la capacidad energética de la vía, que tiene relación con la
producción neta de ATP. Generalmente, ambos conceptos son inversos, por ejemplo,
la vía oxidativa tiene mayor capacidad, pero menos potencia. En términos básicos, se
presentan las vías de obtención de energía mediante fosfocreatina, la glucolítica y la
vía aeróbica, pero cuando queremos contextualizar la bioenergética al ejercicio, la
clasi cación más práctica es la siguiente:

Síntesis anaeróbica aláctica de ATP: en esta sección se incluye, en primer lugar, la vía de
fosfágenos o de la fosfocreatina, la cual integra las reservas de ADP (Adenosin Difosfato) y de
fosfocreatina en el músculo. Esta última puede acumularse en mayor cantidad en comparación
con el ATP, por lo que la actividad intensa puede mantenerse por periodos cortos, pero la
fosfocreatina favorece la duración del estímulo intenso por un lapso de alrededor de 10
segundos. La fosfocreatina favorece la fosforilación del ADP gracias a la enzima
creatininkinasa (CK), en donde el grupo fosfato de la fosfocreatina pasa al ADP, re-
sintetizando al ATP (Figura 2). CK es exclusiva del músculo estriado, por lo que se utiliza como
indicador de daño muscular (Peniche y Boullosa, 2011).

En la siguiente imagen podemos ver cómo es el proceso de resíntesis de ATP a partir de fosfocreatina:
Figura 2. Resíntesis de ATP a partir de fosfocreatina (PCr) y ADP. Fuente: Imagen recuperada de
https://www. siologiadelejercicio.com/fosfagenos-intramusculares-y-edad/

La segunda reacción anaeróbica aláctica en donde se sintetiza ATP depende de la enzima adenilato cinasa,
esta utiliza dos moléculas de ADP para formar ATP. En el caso de la reacción mediada por el adenilato
kinasa (AK), el producto que es AMP se utiliza como sustrato para otra reacción (Figura 3).

Figura 3. Resíntesis de ATP de ADP modulada por adenilato kinasa Fuente: Peniche y Boullosa
(2011).
Síntesis anaeróbica láctica de ATP: en esta sección nos encontramos con las vías glucolíticas.
Luego de la contracción de las bras, se fomenta la actividad de la enzima fosforilasa lo que
aumenta la degradación del glucógeno promoviendo la síntesis de ATP. Esta enzima
incrementa su actividad modulada por control alostérico positivo con ADP, AMP y piruvato, lo
que promueve la utilización del glucógeno, ya que cataliza la reacción de glucosa 1-fosfato a
glucosa 6- fosfato, la cual se dirige a la glucólisis en el citosol obteniendo como producto
energético neto 2 ATP. Con la intención de que la actividad glucolítica continúe de forma
regular, se requiere una relación entre el NADH reducido /oxidado y que el piruvato que se
sintetice a partir del glicólisis ingrese a la mitocondria. En caso de que el sistema esté
sobrepasado y que exista acumulación del piruvato en el citosol, la enzima lactato
deshidrogenasa (LDH) cataliza la reacción donde NADH se oxida a NAD+, se consume y el
piruvato se convierte en lactato (Peniche & Boullosa, 2011).

Síntesis aeróbica de ATP: hidratos de carbono, lípidos y proteínas son metabolizados por la vía
oxidativa en la mitocondria para la obtención de ATP. En el caso de la glucosa, esta da origen
al piruvato que luego, por la acción de la enzima piruvato deshidrogenasa, da a lugar a una
molécula de Acetil Coa que comienza el ciclo de Krebs. Por otra parte, los lípidos también
ingresan a la vía oxidativa mediante Acetil Coa. En el caso de las proteínas, los aminoácidos,
luego del proceso de la desaminación se incorporan al ciclo de Krebs. Durante cada ciclo se
sintetizan 12 ATP junto con tres NADH (nueve ATP) y un FADH2 (dos ATP), estos
metabolitos ingresan a la cadena transportadora de electrones en la membrana interna de la
mitocondria. Esta cadena está compuesta por varias subunidades en donde se produce un
ujo de electrones, para que en la última subunidad ingresen protones generando la energía
necesaria para la fosforilación del ADP ( gura 4) (Peniche & Boullosa, 2011). Más detalles
acerca de la obtención de energía aeróbica serán descritos en el video 1.

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La gura 4 muestra claramente cuáles son las vías aeróbicas de obtención de ATP:

Figura 4. Vías aeróbicas de obtención de ATP Fuente: Peniche y Boullosa (2011).

Es interesante realizar un análisis de la utilización de los componentes energéticos asociados al tiempo y


distancia recorrida ( gura 5), develando que la utilización de la vía de fosfato creatina y la utilización de las
reservas de glucógeno de manera anaeróbica son indispensables en las primeras fases de la carrera (400 –
800 metros), pero luego, a partir de los 800 metros, las vías aeróbicas toman el protagonismo como
aportadoras de ATP, en carreras tipo maratón. Otro elemento relevante de destacar es la utilización de los
lípidos como fuente energética, estos son una vía de obtención de ATP considerable sobre los 80 kilómetros
de carrera o en tiempos prolongados con extensiones de 24 horas.
La gura siguiente muestra un análisis de los componentes energéticos:

Figura 5. Cálculo del porcentaje de contribución de diferentes combustibles para la generación de


ATP en varios sucesos de carrera (en un varón de 70 kg) Fuente: McArdle et al. (2015).

La bioenergética del ejercicio puede clasi carse en síntesis anaeróbica aláctica


de ATP, síntesis anaeróbica láctica de ATP y síntesis aeróbica de ATP.
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Lección 3 de 7

Balance energético

La relación entre las calorías ingeridas (alimentos) y las gastadas (actividad física y ejercicio) es conocida
como balance energético. Para entender este delicado equilibrio tenemos que recordar la primera ley de la
termodinámica: “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”.

Hay que agregar que el gasto energético total es in uenciado por una serie de factores, entre ellos se
encuentran:

El gasto energético basal (GEB). Este componente se re ere al gasto de energía mínima
compatible con la vida, en reposo absoluto e incluyendo los diferentes componentes
corporales que representan un porcentaje de este GEB (Figura 6). Debemos considerar que el
GEB es la “energía que se utiliza durante 24 horas mientras está en reposo físico y mental en
un entorno térmicamente neutro”. El GEB dependerá de elementos como: a) tamaño corporal,
ya que a medida que el sujeto tiene mayor altura y super cie, mayor será su GEB en
comparación con una persona de menor altura. b) Composición corporal, este punto puede
explicar un 80% de las variaciones del GEB, ya que a mayor masa muscular del sujeto, mayor
será este. C) Edad, a menor edad mayor será el GEB, ya que se necesitan 5 kcal por gramo
ganado considerando la hiperplasia e hipertro a. D) Sexo, las mujeres presentan GEB desde 5
a 10% más bajos en comparación con varones del mismo tamaño y peso. F) Otros factores
como el estado hormonal (cambios en hormonas tiroideas, embarazo) o el consumo del alcohol
pueden alterar el GEB de manera momentánea (Gil, 2010).

El efecto térmico de los alimentos, que corresponde al 10% del Gasto Energético Total. Es la
energía requerida para digerir, absorber y metabolizar los nutrientes, incluyendo la síntesis y
almacenamiento de proteínas, lípidos y carbohidratos. Es mayor luego de consumir proteínas
e hidratos de carbono, en comparación con las grasas. Las comidas con mostaza o picantes
aumentan el gasto energético en un 33% más que las comidas no picantes y este efecto
puede durar más de 3 horas (Gil, 2010).
La termogenia por actividad, que es la energía consumida durante los deportes o el
ejercicio. A su vez, la energía consumida durante las actividades de la vida diaria se denomina
Termogenia por Actividad no Relacionada con el Ejercicio (NEAT). Es el elemento más variable
en el Gasto Energético Total, de 100 kcal/día en una persona sedentaria o de 3000 kcal/día
en personas muy activas. Algunos elementos que afectan la termogenia por actividad, son: la
edad, ya que a mayor edad esta disminuye; el sexo, porque los varones presentan una
termogenia por actividad mayor; y, por supuesto, la duración y la magnitud de la actividad
realizada (Gil, 2010). La siguiente gura presenta valores alrededor de la contribución
porcentual al metabolismo basal que realizan distintos órganos y zonas:

Figura 6. Contribución porcentual al metabolismo basal de distintos órganos y zonas del


organismo Fuente: Gil (2010).

El balance energético, en condiciones ideales en el humano, se relaciona con la idea de que la cantidad total
de energía ingerida por el organismo debe ser igual a la que desprende un individuo, pudiendo ser expresado
como:
Según ello, el balance energético puede presentarse en tres estados:

Balance energético positivo: ocurre cuando la ingesta es mayor al gasto. En condiciones


siológicas, favorece el anabolismo durante el desarrollo y crecimiento en la niñez, en el
embarazo y es un estado que promueve la síntesis de masa muscular. Por otra parte, si lo
ubicamos en un contexto siopatológico, un balance energético en un sujeto adulto que no
tiene estímulos como el ejercicio, promueve patologías como el sobrepeso y obesidad (Peniche
y Boullosa, 2011).

Balance energético neutro: en este caso la ingesta es igual al gasto. Se recomienda mantener
este tipo de balance en adultos para que mantengan su peso corporal, como también personas
que hacen deporte cuando se encuentran en periodos de descanso (Peniche y Boullosa, 2011).

Balance energético negativo: se presenta cuando la ingesta es inferior al gasto energético. En


condiciones siológicas, se puede utilizar para reducir grasa corporal, pero si se prolonga en el
tiempo sin una meta clara puede provocar bajo peso en el individuo asociado a pérdida de
masa muscular (Peniche y Boullosa, 2011).
En muchas oportunidades, se hace difícil determinar la ingesta energética con herramientas básicas como
las encuestas, ya que, en general, las personas tienden a subestimar o, en algunas ocasiones, a sobrestimar
los alimentos que ingieren (Ortega et al., 2015). A esto se agrega el contar con herramientas de alta
tecnología para determinar el gasto energético, como un equipo de calorimetría indirecta.

Otro elemento que in uye en la determinación del gasto energético total es que muchos deportistas
realizan ejercicio de forma intensa por cierta cantidad de horas, pero el resto del tiempo tienen actividad
sedentaria lo que podría llevar a sobreestimar sus requerimientos energéticos. Detalles acerca de estas
temáticas se reforzarán en el video 2.

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Métodos para evaluar el balance energético


Existen varios métodos para detectar el gasto energético en humanos. Cada uno de ellos, dependiendo del
contexto, brindan más información para que junto con una encuesta alimentaria de ingesta energética,
promovamos el balance energético objetivo.
Veamos los siguientes:

Calorimetría directa: monitoriza la cantidad de calor producido por una persona situada
dentro de una habitación calorimétrica. Para que esta técnica funcione, se emplea una cámara
aislada donde el sujeto pueda descansar o realizar ejercicio; luego se inyecta aire humidi cado
constantemente mientras que el CO2 se absorbe. El calor producido es captado por una
corriente de agua fría que uye constantemente a través de un serpentín. Finalmente, la
diferencia de temperatura entre el agua que entra y sale de la cámara re eja la producción de
calor, el cual indicará el gasto calórico durante ese periodo. Una de las desventajas que tiene
esta técnica es que el sujeto en cuestión no realiza las mismas actividades que hace al aire
libre, además de que se necesita una habitación completa para aplicarla, lo cual es de alto
costo y posee baja utilidad clínica (Gil, 2010).

Calorimetría indirecta: esta técnica estima el gasto energético determinando el consumo de


oxígeno y la producción de dióxido de carbono durante un periodo dado, considerando que un
litro de oxígeno consumido por el organismo equivale a un gasto energético cercano a 5 kcal.
Esta es una de las formas más utilizadas para medir el gasto energético en reposo mediante
una tienda conectada a un respirador para medir el intercambio gaseoso. Dentro de las
ventajas de su uso, se encuentran: la fácil movilidad del equipo y el bajo costo. Previo al
examen se requiere cumplir con ciertas indicaciones como: restringir el consumo de cafeína (4
hrs), alcohol y nicotina (2 hrs); en personas sanas se recomienda un ayuno mínimo de 5 horas;
el examen se debe realizar en no menos de 2 horas después de actividad física moderada y 14
horas después de ejercicio intenso, y se debe realizar luego de un reposo de 20 minutos (Gil,
2010). Más detalles de estas condiciones se muestran en la gura 7.
Figura 7. Condiciones ideales para aplicar la calorimetría indirecta Fuente: Blasco (2015).

Agua doblemente marcada: conocido como el estándar de oro para determinar el gasto
energético. Esta técnica se aplicó por primera vez en seres humanos en 1982 utilizándose
para crear una base de datos. Se basa en el principio de que se puede estimar la producción de
dióxido de carbono a partir de la diferencia de eliminación de hidrógeno y oxígeno corporales.
Se entrega agua marcada con óxido de deuterio y oxígeno 18, la velocidad de eliminación de
estos componentes es de 12 horas en muestras de orina, saliva y plasma. Las ventajas de
esta técnica son que permite obtener una medida de consumo energético que incorpora todos
los elementos de GET, GER, efecto térmico de los alimentos y termogenia por actividad. Por
otra parte, la administración es sencilla y la persona puede realizar sus actividades diarias
durante el periodo de medición; ideal para lactantes, niños, adultos mayores y personas en
situación de discapacidad que no pueden tolerar estudios rigurosos. Junto con ello, sirve para
evaluar métodos más subjetivos para la evaluación de ingesta y actividad. Se debe considerar
que la precisión es de 2% a 8%. En cuanto a las desventajas de esta técnica podemos
mencionar el elevado costo de isótopos estables, además se necesita experiencia necesaria
para manejar el espectrómetro de masas por lo que no es práctico para su uso clínico diario
(Gil, 2010).
El balance energético es la relación entre las calorías ingeridas (alimentos) y las
gastadas (actividad física y ejercicio).

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Lección 4 de 7

Termorregulación y ejercicio físico

El cuerpo humano tiene la capacidad de mantener la temperatura corporal, para lo que es fundamental
mantener un adecuado balance hídrico. Los deportistas, dependiendo de la práctica deportiva que ejerzan,
tendrán mayor o menor pérdida de agua, la cual debe ser repuesta, ya que la deshidratación es una de las
causas más comunes de fatiga durante el ejercicio. Por ello, se debe contar con un adecuado plan de
hidratación, sin caer en dé cit o exageraciones del consumo de líquidos.

En esta sección revisaremos puntos relevantes como la importancia del agua, el balance hidroelectrolítico y
sus efectos en la mantención de la temperatura (Peniche, 2011).

Función y distribución del agua


El agua es el disolvente universal mediante el cual se pueden generar reacciones químicas y, al mismo
tiempo, sirve como medio de transporte de diversas moléculas y electrolitos. Permite llevar productos de
desecho hacia pulmones y riñón, y aporta rigidez junto con la protección de estructuras como la médula
espinal y el cerebro (Peniche, 2011).

El agua es el componente que se encuentra en mayor proporción en el cuerpo humano, llegando a


representar un 75% en el recién nacido, un 60% en el adulto, e incluso menos del 50% en adultos mayores.
El contenido de agua en cada sujeto será variable, ya que factores como el consumo de agua, la
temperatura ambiental, el tipo de actividad o trabajo, como también la composición corporal, lo modi carán.
El agua en los tejidos representará diferentes proporciones: en la piel es de un 72%; en órganos internos es
de un 76%; en esqueleto, es de 22%; en sangre, tenemos un 83%; en tejido adiposo, un 10%; y en el músculo
representa un 76% del peso.

El agua corporal se distribuye en líquido intracelular (LIC) y líquido extracelular (LEC). El LIC se encuentra
en mayor proporción; a su vez el LEC, se clasi ca en líquido intersticial (entre las células) y plasma, dentro
de los vasos sanguíneos. La membrana celular separa el líquido intracelular del extracelular, y la pared
capilar separa al líquido intersticial del plasma (Peniche, 2011). El agua se moverá de un lugar a otro en
función de los niveles de electrolitos debido al interés siológico de mantener el medio externo con el
interno.

El sodio presenta mayor concentración en el líquido extracelular, mientras que el potasio está en menor
proporción. Por otra parte, en el líquido intracelular predomina el potasio, con pequeñas concentraciones de
sodio. Las concentraciones de estos en el plasma di eren de sus concentraciones en el líquido intracelular;
en plasma las concentraciones promedio son: sodio 140 mM, potasio 4 mM, calcio 2,4 mM, magnesio 0,8
mM, cloruro 104 mM, bicarbonato 29 mM y fosfato inorgánico 1 mM. En cambio, en el líquido extracelular
son: sodio 12 mM, potasio 150 mM, calcio 4 mM, magnesio 34 mM, cloruro 4 mM, bicarbonato 12 mM y
fosfato inorgánico 40 mM.

Es indispensable mantener una adecuada distribución de electrólitos conservando, de esta forma, el


gradiente químico y eléctrico que permitan la función de la célula y la comunicación eléctrica. Algunos
conceptos para comprender esta regulación los revisaremos en el video que sigue:

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El siguiente cuadro sinóptico indica cómo está distribuida el agua corporal:

Figura 8. Distribución de agua corporal Fuente: Peniche (2011).

Balance de los líquidos corporales


El balance de agua se genera por la diferencia entre el agua ingerida y la eliminada.
El ingreso de agua viene del consumo de líquidos, alimentos y la síntesis metabólica
de agua; estas últimas se generan en vías metabólicas como la cadena
transportadora de electrones para la síntesis de ATP, mientras que las pérdidas de
agua se dan por cuatro vías: la piel (sudor), vías respiratorias (vapor de agua), el
tracto gastrointestinal (heces) y los riñones (orina) ( gura 9) (Peniche, 2011).
Figura 9. Balance de agua diario Fuente: Peniche (2011).

La producción de orina de un sujeto está controlada por varias hormonas. Cuando se genera deshidratación,
gracias a la estimulación de la glándula pituitaria, se activa la hormona diurética (ADH) o también llamada
vasopresina. El efecto neto de esta regulación es una mayor retención de agua, disminuyendo el volumen
de la orina.

Por el contrario, cuando la ADH disminuye, el volumen de orina aumenta, como también su dilución. Por
otra parte, la hormona que regula la reabsorción de sodio por parte del riñón es llamada aldosterona, esto
también promueve una mayor absorción de agua. Esta hormona es liberada gracias al sistema renina-
angiotensina, ya que, al presentarse una disminución del líquido extracelular, el riñón aumenta la síntesis de
renina, la cual, mediante la angiotensina, eleva la secreción de aldosterona. Este mecanismo eleva la
sensación de sed y regula el contenido de agua ante condiciones de desbalance como la deshidratación o la
hiperhidratación y evita cambios fuera de los rangos normales (Peniche, 2011).

Control de temperatura corporal


Los seres humanos son homeotermos por su capacidad para mantener constante la
temperatura del cuerpo. A nivel corporal, todos nuestros procesos enzimáticos y
metabólicos pueden ocurrir a una temperatura estable. Con temperaturas sobre
41°C, las células disminuyen su e ciencia y, junto con ello, se pueden generar daños
severos a nivel cerebral si la temperatura elevada o baja (inferior a 34°C), se
mantiene. La actividad enzimática en nuestro organismo está condicionada para
funcionar de manera e ciente a 37 °C (Peniche, 2011).

Temperatura corporal normal


La temperatura corporal di ere entre el sector central, es decir, los órganos internos, y los órganos
periféricos, los cuales componen, principalmente, a la piel. En la zona central, considerando el centro del
hipotálamo, la temperatura debería ser de 38° C; en cambio, en la zona periférica, debería ser de 37° C. En
el hipotálamo se encuentra el centro regulador de temperatura y se encuentra exactamente ubicado en la
base del cerebro.

En el video que prosigue hablaremos acerca de las condiciones ambientales que in uyen en el control de la
temperatura durante el ejercicio:

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La temperatura del sector central se encuentra normal en condiciones de reposo dentro del rango de 36.5 a
37.5° C. Considerando el nivel de menor temperatura tolerable el de 36° C y el máximo como 38° C; aun
así, el incremento máximo tolerable es de 5° C, a diferencia del decremento máximo que es de 10° C.

El aumento de temperatura, por sobre los rangos recomendados, tiene impacto severo en el rendimiento
deportivo, junto con una serie de consecuencias de menor a mayor gravedad ( gura 10), por lo que las
personas que se ejercitan deben tomar las medidas evitar los efectos negativos de los cambios de
temperatura bruscos sobre el rendimiento y la salud (Peniche, 2011).

Control de la temperatura corporal


Un conjunto de neuronas alojadas en el hipotálamo actúa como sensor de la temperatura corporal; de esta
manera, se activa una señal de alerta ante el aumento o pérdida de la temperatura. Esta activación es
regulada por la información percibida mediante cambios en temperatura sanguínea y/o la recepción de la
información recibida por la piel, la cual posee receptores que censan cambios de la temperatura sanguínea
en esa zona.

La siguiente imagen muestra los rangos térmicos y sus implicancias:


Figura 10. Rangos de temperatura y sus consecuencias Fuente: Peniche (2011).
Ante un aumento brusco de la temperatura corporal de un jugador de tenis, en pleno

partido, ¿qué acciones se deben tomar?

Ante un aumento de la temperatura, se produce vasodilatación para favorecer la


pérdida de calor y, además, comienza el mecanismo del sudor para bajar la
temperatura.

En caso de disminución de la temperatura, se genera vasoconstricción,


disminuyendo el ujo sanguíneo para conservar la temperatura corporal, y
comienzan los escalofríos que provocan la contracción muscular, lo que genera
calor por un aumento del gasto energético.

Si bien el control de temperatura por parte del hipotálamo es muy regulado,


ante situaciones de cambios rápidos de temperatura, como caer en el agua de un
deshielo o, por el contrario, correr por mucho tiempo con una elevada
temperatura ambiental, pueden sobrepasar la capacidad corporal de regulación.
Estas situaciones extremas, que ponen a prueba nuestros mecanismos de control
corporal, pueden provocar condiciones de hipotermia o hipertermia

dependiendo de las condiciones (Peniche, 2011).

Mecanismos de la pérdida de calor


Al momento de realizar deporte, una gran cantidad de energía es utilizada; de esta,
un 20% es utilizada para el ejercicio en cuestión y un 80% es liberada como calor; por
lo tanto, si una persona gasta 1000 kcal en una actividad, 200 kcal se utilizan para la
actividad deportiva y 800 kcal son eliminadas como calor. Por esta razón, es
indispensable contar con mecanismos de eliminación de este calor, caso contrario, en
un tiempo breve, luego de hacer la actividad física, sufriríamos hipertermia.
Los mecanismos de liberación de calor en el cuerpo humano conocidos se relatan a
continuación (Peniche, 2011).

Radiación: cuando el cuerpo está a una temperatura mayor que el ambiente se traspasa calor
por medio del aire a objetos que estén en el ambiente a una temperatura menor. Los objetos
que tienen colores claros tienen mayor capacidad de absorber calor versus los que son de
colores más oscuros. En el caso de la piel de humanos, sin importar el color, el porcentaje de
absorción de calor mediante radiación es elevado, alrededor del 97%. Por ello no se
recomienda realizar actividades deportivas con calor sin la protección que brinda la ropa
deportiva.

Conducción: se trata de la pérdida de temperatura corporal ante el contacto con un objeto,


como una roca o el agua helada, que se encuentre más frío. De esta manera, la temperatura
de la sangre periférica (piel), disminuye su temperatura al estar en contacto con este objeto
frío, disminuyendo la temperatura corporal.

Convección: el calor que es transmitido mediante el aire o el agua, se denomina convección.


Un ejemplo de esto es que ante una actividad deportiva en un ambiente donde haya viento, la
temperatura podrá regularse de forma más e ciente. Por otra parte, en el caso de la práctica
de buceo, al entrar en el agua, el traje se llena de una capa de agua interna, al contacto con la
piel esta se entibia y, de esta manera, aísla la piel de las bajas temperaturas del agua en el
ambiente; dependiendo de cuál sea la temperatura ambiental, se puede llegar a perder un
12% del calor por convección.

Evaporación: esta es la forma más relevante de eliminación de calor, ya que incluye la


sudoración. Junto con la transpiración también se pierde calor por evaporación mediante la
respiración. Este mecanismo puede fomentar la pérdida de calor de un 25%, considerando que
cuando la humedad relativa del ambiente es elevada, disminuye su e ciencia.

Integración de los mecanismos de disipación del


calor
A medida que la actividad física sea más intensa y extensa, junto con un aumento de
la temperatura ambiental, la capacidad de realizar el ejercicio disminuye generando
mayor frecuencia cardíaca, mayor síntesis de lactato, junto con una mayor depleción
de las reservas de glucógeno; en resumen, mayor agotamiento general. Por ello, la
hidratación ante este desafío es vital, ya que se generará la sudoración para regular
la temperatura corporal con menor riesgo de deshidratación, considerando como
puntos relevantes la hidratación previa, durante y después del ejercicio y un periodo
de aclimatación al ambiente caluroso (Peniche, 2011).

Aclimatación al calor
El proceso de aclimatación a elevadas temperaturas ambientales es lento y requiere de una exposición
continua. El proceso que permite tolerar mejor el calor ambiental, generando cambios siológicos, se llama
aclimatación. El deportista será capaz de elevar su volumen sanguíneo, al mismo tiempo regular su
capacidad de sudoración, junto con ello la cantidad de sodio contenido en el sudor disminuye, debido a un
aumento de su retención como mecanismo compensatorio para conversar el volumen de líquido
extracelular.

Este proceso se debe comenzar con una exposición al calor, en primer lugar, de 3 horas por día, con jornadas
de ejercicio breves de alrededor de 20 minutos que se irán incrementado cada día. Este proceso tiene una
duración de alrededor de 10 a 14 días. Se debe considerar este periodo de tiempo para viajar antes en caso
de que se presente una actividad de competición formal.

Los principales ajustes siológicos de la aclimatación al calor tienen lugar al término de 10 a 14 días de
entrenamiento en el calor y se reduce el riesgo de golpe de calor por esfuerzo y agotamiento por calor.

A mejor condición física y mayor entrenamiento, el cuerpo humano estará mejor adaptado a realizar
actividad física en ambientes cálidos, ya que aumentará la disipación de calor mediado por un aumento del
volumen sanguíneo y con ello mayor capacidad de sintetizar sudor. Por tanto, el entrenamiento deportivo
regular, independientemente del calor ambiental en que sea realizado, mejorará la tolerancia a condiciones
ambientales extremas.

Complicaciones por calor en la práctica deportiva


Los efectos adversos de altas temperaturas durante la práctica deportiva pueden acarrear consecuencias
severas, sobre todo para sujetos que aún no están entrenados, con alto porcentaje de masa grasa y bajo
porcentaje de masa magra. Esto debido a que si poseen menor masa muscular, tendrán un menor
porcentaje de agua general que, asociándolo a una mala hidratación previa a la actividad, aumenta los
riesgos de sufrir complicaciones.

Los adultos mayores, debido a que tienen menor porcentaje de agua corporal, tienen mayor riesgo de sufrir
desbalances por las altas temperaturas ambientales, como así también los niños. Por ello, ante los primeros
avisos de la falta de agua, como la sed abundante o fatiga, se debe prestar atención a la hidratación antes
que se genere la complicación asociada a una hipertermia. La consecuencia más severa de esto será el
golpe de calor, ya que es potencialmente mortal.

Es difícil separar los efectos de una complicación con otra, pues pueden producirse de manera conjunta o
por separado y están condicionadas por la preparación previa a la actividad física en altas temperaturas
(Peniche, 2011). Las complicaciones más frecuentes son:

Calambres musculares. Corresponde a otra de las complicaciones de la falta de aclimatación a


las altas temperaturas, estos constituyen contracciones dolorosas de los músculos, luego de
una actividad física prolongada junto con un ambiente con calor. El dolor causado por estos
espasmos habitualmente es bastante fuerte y pueden producirse en extremidades inferiores y
superiores e incluso en el área abdominal. La causa principal tiene relación con la pérdida de
agua y sodio, principalmente mediante el sudor y no necesariamente de todos los electrolitos.
Es por ello por lo que se recomienda elevar el consumo de agua y sal, llegando a
recomendaciones de hasta 10 g/día de cloruro de sodio en deportistas que presenten
calambres habitualmente, considerando que la indicación para sujetos sedentarios es de
máximo 6 g/día. Se debe ser cuidadoso con la dotación de agua y sal, sobre todo cuando el
deportista está en el proceso de aclimatación a la temperatura ambiental.

Agotamiento por calor. Se presenta cuando el atleta no es capaz de continuar con la actividad
por un aumento intenso de la temperatura que no alcanza a ser un golpe de calor, mediado
especí camente por deshidratación acompañado de pérdida de sodio, potasio y otros
electrolitos. El agotamiento por calor es frecuente en las personas que no se encuentran
aclimatadas a las altas temperaturas: se produce una disminución del volumen plasmático,
producto de la deshidratación causada por la sudoración excesiva. Para recuperarse, es
necesario que el deportista considere por lo menos de 24 a 48 horas de reposo físico,
hidratándose adecuadamente.
Golpe de calor por esfuerzo. Es uno de los efectos negativos del aumento de la temperatura
corporal por sobre los rangos normales, considerando que una temperatura en la zona central
por sobre los 40° C estará relacionada con falla en el equilibrio metabólico, sobre todo cuando
la actividad deportiva tiene una duración mayor de una hora. Por tanto, no se recomienda
realizar actividad física en condiciones que generen fallas en los mecanismos de hidratación,
como cuadros diarreicos, vómitos o infecciones acompañadas de cuadros febriles. Ya que el
golpe de calor es una emergencia médica que puede llegar a ser mortal, se recomienda
asistencia médica que incluya tratamiento con inmersión en agua fría, acelerando la tasa de
enfriamiento lo que disminuirá la magnitud del daño al sistema nervioso central y a los
órganos involucrados.

Para evitar los efectos negativos del calor, es necesario considerar los niveles de sudoración, dependiendo
del tipo de deporte que se realice para considerar la reposición temprana de agua (ver gura 11):

Tasa de sudoración (L/h)


Deporte Condición Promedio Rango

Entrenamiento en verano
(hombres) 1.37 [0.9-1.84]
Básquetbol
Competencia en verano 1.6 [1.23-1.97]
(hombres)

Carrera en
Competencia en invierno
medio 1.49 [0.75-2.23]
(hombres)
maratón

Carrera a
Entrenamiento en verano
campo 1.77 [0.99-2.55]
(hombres)
traviesa

Entrenamiento en verano
Fútbol 1.46 [0.99-1.93]
(hombres)

Fútbol Entrenamiento en invierno 1.13 [0.71-1.77]


Fútbol Entrenamiento en verano
2,14 [1.1-3.18]
americano (hombres)

Entrenamiento (hombres y
Natación 0.37
mujeres)

Entrenamiento (hombres) 0.29 [0.23-0-35]


Polo acuático
Competencia (hombres) 0.79 [0.69-0.88]

Entrenamiento en verano
(hombres) 1.98 [0.99-2.92]
Remo
Entrenamiento en verano 1.39 [0.74-2.34]
(mujeres)

Squash Competencia (hombres) 2.37 [1.49-3.25]

Competencia en verano
(hombres) [0.62-2.58]
Tenis 1.6
Competencia en verano [0.56-1.34]
(mujeres)

Competencia en verano
Tenis (hombres propensos a 2.60 [1.79-3.41]
calambres)

Competencia en clima
Triatlón templado (hombres y mujeres)
(ironman) Segmento de bicicleta 0.81 [0.47-1.08]
Segmento de carrera 1.02 [0.4-1.8]

Figura 11. Tasa de sudoración hídricos dependiendo del tipo de deporte. Fuente: Peniche (2011).
Es fundamental evaluar de forma individual los indicadores de hidratación,
enseñar a los deportistas a contabilizar sus pérdidas de agua y, al mismo tiempo,
identi car signos de deshidratación como el sudor salado antes de presentar
calambres.

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Lección 5 de 7

Glosario

Término De nición Fuente

Ruta inicial del catabolismo Mathews, C. Van Holde, K.


de los hidratos de carbono, Ahern, K. (2002).
Glucolisis en la que una molécula de Bioquímica (3. a ed.).
glucosa se degrada a dos Pearson Educación. Pp
moléculas de piruvato. 1299.

Procesos mediante los cuales


se sintetiza glucosa a partir Mathews, C. Van Holde, K.
de precursores que no son Ahern, K. (2002).
Gluconeogénesis
hidratos de carbono, como el Bioquímica (3. a ed.).
glicerol, el lactato, algunos Pearson Educación. P. 1299.
aminoácidos y acetil-CoA.

S. Minuchin, P. (2011).
Fisiología del ejercicio II:
Cuando la membrana celular sistemas
Repolarización vuelve a su polaridad normal cardiorrespiratorio,
o estable. muscular, sanguíneo y
nervioso. Editorial Nobuko.
p.199.

Fosforilación a nivel de Síntesis de un nucleótido Mathews, C. Van Holde, K.


sustrato trifosfato (normalmente Ahern, K. (2002).
ATP) impulsada por la Bioquímica (3. a ed.).
degradación de un Pearson Educación. p 1298.
compuesto de mayor
potencial de transferencia de
fosfato.

La suma de todos los


procesos metabólicos Mathews, C. Van Holde, K.
mediante los cuales se Ahern, K. (2002).
Anabolismo
forman las biomoléculas Bioquímica (3. a ed.).
complejas a partir de Pearson Educación. p 1289.
moléculas más sencillas.

Suma de todos los procesos


Mathews, C. Van Holde, K.
metabólicos mediante los
Ahern, K. (2002).
Catabolismo cuales las moléculas
Bioquímica (3. a ed.).
complejas se degradan a
Pearson Educación. p 1289.
otras más sencillas.

Derivado del bajo peso


molecular de la lisina que Mathews, C. Van Holde, K.
lleva los ácidos grasos a Ahern, K. (2002).
Carnitina
través de la membrana Bioquímica (3. a ed.).
mitocondrial interna hasta la Pearson Educación. p 1291.
matriz.

Ciclo de reacciones que tiene


lugar en la matriz Mathews, C. Van Holde, K.
mitocondrial y que conlleva Ahern, K. (2002).
Ciclo de Krebs la oxidación de unidades Bioquímica (3. a ed.).
acetilo a CO2 con la Pearson Educación. Pp
producción de equivalentes 1292.
reductores y ATP.

Mathews, C. Van Holde, K.


Sustancias que tienen la Ahern, K. (2002).
Hidratos de carbonos fórmula estequiométrica Bioquímica (3. a ed.).
(CH2O)n. Pearson Educación. Pp
1300.

Metabolismo La totalidad de las reacciones Mathews, C. Van Holde, K.


químicas que se producen en Ahern, K. (2002).
un organismo. Bioquímica (3. a ed.).
Pearson Educación. p. 1301.

S. Minuchin, P. (2011).
Adenosín Tri Fosfato. Fisiología del ejercicio II:
Compuesto químico que sistemas
ATP guarda energía en sus cardiorrespiratorio,
enlaces. Contiene tres muscular, sanguíneo y
fosfatos unidos a ella. nervioso. Editorial Nobuko.
p.199.

S. Minuchin, P. (2011).
Fisiología del ejercicio II:
Adenosín Di Fosfato. Es una
sistemas
molécula de adenosina que
ADP cardiorrespiratorio,
contiene solo dos fosfatos
muscular, sanguíneo y
unidos a ella.
nervioso. Editorial Nobuko.
p.199.

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Lección 6 de 7

Cierre

Resumen de la unidad
Durante el recorrido de esta unidad, trabajamos sobre la bioenergética asociada al ejercicio, el balance
energético y la termorregulación y ejercicio físico. Al describir con detalle cada uno de estos contenidos,
comprendimos los factores que regulan los sistemas energéticos en el ejercicio y que nos brindan el soporte
biológico para entender las bases de la siología del ejercicio.

La bioenergética asociada al ejercicio se re ere a la utilización de los diferentes sustratos energéticos


ingeridos a través de la alimentación como hidratos de carbono, lípidos y proteínas que serán oxidados
mediante diferentes vías metabólicas para la producción de ATP.

En paralelo a lo anterior, revisamos conceptos de balance energético, entendido como la relación entre las
calorías ingeridas (alimentos) y las gastadas (actividad física y ejercicio). Veri camos, también, los
elementos que afectan el gasto energético total y el gasto energético en reposo y cómo estos pueden ser
modi cados.
Por otra parte, estudiamos las técnicas para determinar la tasa metabólica basal, la cual es la más práctica
para utilizar en deportistas y el estándar de oro.

Finalmente, trabajamos sobre los diferentes mecanismos de balance hídrico: termorregulación y ejercicio
físico. Para ello, se consideraron los factores ambientales como el clima y los periodos de adaptación ante
zonas más calurosas. Junto con estos elementos, se establecieron los factores que puede controlar el
deportista para regular su temperatura corporal como el consumo de agua, la ropa que utiliza y la hora del
día seleccionada para el entrenamiento.

Es claro que, para mantener una buena temperatura corporal, independiente de los factores ambientales
adversos, la hidratación es la clave. Para este n, se recomienda seguir con las indicaciones de las guías de
hidratación del American College of Sport Medicine, que consideran el tipo de actividad, su extensión y la
temperatura ambiental al ejecutar el ejercicio.

La hidratación durante la práctica deportiva se basa en la pérdida de peso durante las sesiones de
entrenamiento; de esta manera, se podrán vigilar las posibles pérdidas para reponerlas durante la
competencia. Es fundamental evaluar de forma individual los indicadores de hidratación, enseñar a los
deportistas a contabilizar sus pérdidas de agua y, al mismo tiempo, identi car signos de deshidratación
como el sudor salado antes de presentar calambres.

La pérdida de agua durante una práctica deportiva es en promedio de 0,5 a 0,8 L/h. Para mejorar la calidad
de la hidratación, esta debe contener hidratos de carbono, sodio y electrolitos, considerando que el consumo
mínimo de sodio por día para un deportista debería ser de 2 a 4 gramos por día.

Esperamos que el estudio de esta unidad sea bene cioso para su formación, en conjunto con la bibliografía
recomendada.

Lectura complementaria
Título: Protocolo de hidratación antes, durante y después de la actividad físico-
deportiva
Indicación de lectura: El objetivo de este artículo es establecer las necesidades
hidroelectrolíticas en el deporte y propuesta de un protocolo práctico de hidratación
para la realización de ejercicio físico.

Fuente
Urdampilleta, A.; Martínez-Sanz, J.M.; Julia-Sanchez, S.; Álvarez-Herms, J. Protocolo de hidratación antes,
durante y después de la actividad físico-deportiva Motricidad. European Journal of Human Movement, vol. 31,
julio-diciembre, 2013, pp. 57-76 Asociación Española de Ciencias del Deporte Cáceres, España. Recuperado
de: https://www.redalyc.org/pdf/2742/274229586004.pdf

IR A LA LECTURA

Lectura complementaria
Título: Fluid Needs for Training, Competition, and Recovery in Track-and-Field
Athletes

Indicación de lectura: Este documento revisa los riesgos de deshidratación y las


posibles consecuencias para el desempeño en eventos de pista y campo. Los autores
también discuten estrategias para mitigar el riesgo de deshidratación.

Fuente:
Casa, D., Cheuvront, S., Galloway, S., y Shirreffs, S. (2019). Fluid Needs for Training, Competition, and
Recovery in Track-and-Field Athletes. Int J Sport Nutr Exerc Metab, 29(2), 175–180. Recuperado de:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30943836/

IR A LA LECTURA

Bibliografía

Casa, D., Cheuvront, S., Galloway, S., y Shirreffs, S. (2019). Fluid Needs for Training, Competition, and
Recovery in Track-and-Field Athletes. Int J Sport Nutr Exerc Metab, 29(2), 175–180.

Racinais, S., Cocking, S., y Périard, S. (2017). Sports and environmental temperature: From warming-up
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Blasco, R. (2015). Gasto energético en reposo. Métodos de evaluación y aplicaciones. Rev Esp Nutr
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Gil, A. (2010). Bases siológicas y bioquímicas de la nutrición. (M. Panamericana (ed.); 2a Ed.). Madrid.
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McArdle, W., Katch, F., & Katch, V. (2015). Fisiología del ejercicio. Nutrición, rendimiento y salud. (W.
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Neufer, D. (2018). The Bioenergetics of Exercise. Cold Spring Harb Perspect Med, 8(5), a029678.

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Peniche, C., & Boullosa, B. (2011). Nutrición aplicada al deporte (M. G. Educación (ed.). México.
Educación, Mc GrawHill. Pp. 117-244

S I G U I E NT E
Lección 7 de 7

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