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PSICODIAGNOSTICAR-30 - Covid
PSICODIAGNOSTICAR-30 - Covid
ISSN 0328-2104
VOLUMEN 30 - 2022
Alberto Peralta
La prueba de Szondi: la mejor entre las más desconocidas, y la más
desconocida entre las mejores técnicas proyectivas
Normas de Publicación
2
3
ISSN 0328–2104
SUMARIO
Yusting San Martín, Eugenia V. Vinet, Problemas de salud mental en la
José L. Saiz y Camila Salazar-Fernández adultez emergente: un estudio
exploratorio en estudiantes
universitarios chilenos 9
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Evaluación del apego: una revisión
Taborda, Andrea Belén Videla narrativa 63
Pietrasanta y Agustina Labin
SUMMARY
Yusting San Martín, Eugenia V. Vinet, Mental health problems in emerging
José L. Saiz y Camila Salazar-Fernández adulthood: An exploratory study with
Chilean university students 9
CONSEJO EDITORIAL
ADEIP
Asociación Argentina de Estudios e Investigación en Psicodiagnóstico
CONSEJO DIRECTIVO
PERIODO OCTUBRE DE 2021 A OCTUBRE DE 2024
VOLUMEN 30 2022
ISSN 0328–2104
8
9
RESUMEN
1
Servicio de Salud Estudiantil, Dirección de Desarrollo Estudiantil, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.
Francisco Salazar 01145, Código Postal: 4811230. E-mail: yusting.sanmartin@ufrontera.cl • https://orcid.org/0000-
0001-5700-5126
2
Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile. Francisco Salazar 01145, Código Postal:
4811230. E-mail: eugenia.vinet@ufrontera.cl • https://orcid.org/0000-0002-2504-4179
3
Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile. Francisco Salazar 01145, Código Postal:
4811230. E-mail: jose.saiz@ufrontera.cl • https://orcid.org/0000-0002-7137-4646
4
Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile. Francisco Salazar 01145. Código Postal:
4811230. Departamento de Psicología, Universidad Católica de Temuco, Manuel Montt 56. Código Postal: 4780000.
Temuco, Chile. E-mail:camilasalazarfernandez@gmail.com • https://orcid.org/0000-0002-5797-8291
Nota de Autor: Este estudio fue financiado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, de
Chile, mediante el proyecto FONDECYT N°1150095, y corresponde a la tesis de magíster en psicología desarrollada,
en la Universidad de La Frontera, por la primera autora bajo la supervisión de la segunda autora.
Autor de correspondencia: Yusting San Martín. Servicio de Salud Estudiantil, Universidad de La Frontera. Francisco
Salazar 01145, Temuco, Chile. Código Postal: 4811230. E-mail: yusting.sanmartin@ufrontera.cl
“en el medio”, es definida por una percepción enfrentar cambios inesperados sin contar
subjetiva, acompañada de ambivalencia, de con un apoyo social adecuado. Finalmente,
haber superado la adolescencia, pero no haber estos trastornos pueden también surgir de la
alcanzado plenamente la adultez. Finalmente, acentuación de un Autocentramiento experi-
la dimensión Experimentación/Posibilidades mentado en soledad o cuando Sentirse “en
alude a la posibilidad de explorar una gran el medio” es vivenciado como un deber de
variedad de alternativas percibidas como sentirse más adultos de lo que realmente se es,
disponibles (e.g., pareja, amistades, empleo, o el optimismo propio de la Experimentación/
causas sociales) junto a una vivencia opti- Posibilidades es percibido como contradicto-
mista de la vida ante un futuro abierto, sin la rio con una adultez incierta.
exigencia de adoptar una decisión definitiva. Considerando que es posible una vi-
Aunque la AE cuenta solo con estu- vencia problemática de la AE, no extraña que
dios iniciales en Chile (Barrera-Herrera y diversos estudios reporten que los estudiantes
Vinet, 2017), sus manifestaciones pueden ser universitarios chilenos exhiban tasas más al-
apreciadas, a menudo bajo otra terminología, tas de depresión y ansiedad al ser comparados
en las tareas evolutivas que asumen los estu- con la población general (Antúnez y Vinet,
diantes universitarios chilenos. Estas tareas 2013; Arrieta et al., 2014; Barraza et al., 2017;
demandan adaptarse a un nuevo contexto vital Baader et al., 2014; Rossi et al., 2019; Véliz
y académico, afrontar un futuro incierto, mu- y Dörner, 2019) y con jóvenes que no cursan
chas veces en condiciones de dependencia y/o estudios superiores (Micin y Bagladi, 2011;
dificultades económicas, y la separación de su Véliz y Dörner, 2019), así como también altas
familia y amigos (Arrieta et al., 2014; Rossi tasas de estrés vinculadas a las exigencias
et al., 2019; Véliz y Dörner, 2019). Asimis- académicas (Rodríguez-Fernández et al.,
mo, estos estudiantes deben administrar una 2020; Véliz y Dörner, 2019).
mayor autonomía, asumir responsabilidades Por otra parte, Stone, Becker, Huber
académicas, responder a expectativas perso- y Catalone (2012) plantean que el elevado
nales y familiares, y desarrollar su identidad, uso de sustancias durante la AE puede expli-
su sexualidad y relaciones de pareja (Baader carse por dificultades en la resolución de los
et al., 2014; Barrera-Herrera y Vinet, 2017). desafíos de esta etapa. En este sentido, Arnett
La vivencia problemática de la AE (2005) propone vínculos específicos entre
puede alterar la salud mental favoreciendo, cada dimensión de la AE y el uso de sustan-
entre otras consecuencias, el desarrollo de cias, los cuales cuentan con cierto respaldo
SEN y el consumo de drogas (Arnett, 2007). empírico, incluso en Chile. La Exploración
Específicamente, respecto a los SEN, Arnett, de la identidad permitiría que los adultos
Žukauskienė y Sugimura (2014) vinculan las emergentes se aventuren en la búsqueda de
cinco dimensiones de la AE con el desarrollo experiencias nuevas e intensas; aquí el uso
de trastornos de ansiedad y del estado de de drogas respondería a un deseo de expe-
ánimo. Estos trastornos ocurren cuando la rimentar estados de conciencia inducidos
Exploración de la identidad se torna desalen- por sustancias antes de ser adultos, o como
tadora y confusa debido a una incapacidad automedicación para aliviar una confusión
para decidir qué opciones explorar (e.g., de identidad (Arnett, 2005; 2015; Barrera-
amor, trabajo) o a la percepción de que las Herrera y Vinet, 2017; Intra, Roales y More-
metas elegidas son inalcanzables. Igualmente, no, 2011). La Inestabilidad/Negatividad ante
la Inestabilidad/Negatividad puede generar las múltiples tareas del periodo puede ser una
estos trastornos cuando los jóvenes deben fuente de ansiedad y tristeza, propiciando el
uso de sustancias para afrontar tales estados universitaria, SENDA (2019) informa un
(Arnett, 2005; White et al., 2006).El Auto- 68.0% de consumo de alcohol y un 33.1%
centramiento conllevaría una disminución marihuana, durante el último mes.
del control social de las figuras parentales, Por último, al examinar los vínculos
el cual ha sido asociado a una mayor expo- entre AE y salud mental resulta inevitable
sición al consumo de drogas (Arnett, 2005; incluir al sexo de las personas ya que varios
2008; White et al., 2006). La percepción de estudios en Chile indican que la presencia
Sentirse “en el medio” se asociaría también de SEN o de consumo de drogas puede ser
al consumo, particularmente cuando éste diferente para hombres y mujeres. Respecto
reafirma la posibilidad de tomar decisiones a los SEN, en comparación con los hombres,
propias o es ejercido como parte de las liber- las mujeres presentan mayores niveles de de-
tades de “no ser adulto todavía” y, por tanto, presión, ansiedad y estrés (Antúnez y Vinet,
no sentirse comprometido con los estándares 2013; Baader et al., 2014; Barrera-Herrera,
de la responsabilidad adulta (Arnett, 2005; Neira-Cofré, Raipán-Gómez, Riquelme-
Cazenave, Saavedra, Huerta, Mendoza y Lobos y Escobar, 2019; Barrera-Herrera y
Aguirre, 2017).Finalmente, puesto que la San Martín, 2021; Rossi et al., 2019). Sin
Experimentación/Posibilidades se acompaña embargo, este patrón femenino elevado de
de un alto optimismo, podría generarse un los SEN en mujeres no es unánime ya que
sesgo que llevaría a los adultos emergentes a Micin y Bagladi (2011) señalan que los hom-
no prever las consecuencias negativas del uso bres exhiben mayores niveles de ansiedad
de sustancias (Arnett, 2005), evidenciándose que las mujeres. Respecto al uso de drogas
una asociación positiva entre este sesgoopti- legales e ilegales, hay más consumidores
mista y uso de drogas (Lapsley y Hill, 2010). entre los hombres (71.3%) que entre las
Cabe señalar que Smith, Sensoy, Cleeland y mujeres (59.7%) (INJUV, 2018). Detallan-
Davis (2014) examinaron específicamente do, habría un consumo masculino mayor de
asociaciones entre las dimensiones de la AE las drogas más frecuentes, esto es, alcohol,
y el consumo de drogas, encontrando que sólo marihuana y tabaco (Barrera-Herrera y San
Inestabilidad/Negatividad y Sentirse “en el Martín, 2021; Observatorio Chileno de
medio” se relacionan con el consumo. Drogas, 2018).
Respaldando la idea de que una AE En función de los antecedentes ex-
problemática puede estimular el uso de dro- puestos, el presente estudio se planteó dos
gas, encuestas gubernamentales en Chile se- objetivos a ser logrados en estudiantes uni-
ñalan que las personas con edades dentro del versitarios chilenos: a) comparar, según sexo,
rango de la AE presentan elevados porcentajes los niveles de las dimensiones de la AE y la
de consumo de sustancias legales e ilegales. presencia y niveles de SEN y de consumo
Específicamente, INJUV (2018) revela que de sustancias, y b) explorar las relaciones,
la mayor prevalencia de consumo (74.8%) también diferenciadas por sexo, entre las di-
ocurre entre los 25 y 29 años, seguido por el mensiones de la AE, por una parte, y los SEN
tramo etario entre 20 a 24 años (73.4%). En y el consumo de drogas, por otra.
esta misma línea, el Observatorio Chileno Este estudio es relevante por, al me-
de Drogas (2018) reporta que las mayores nos, dos razones. Primero, aportaría nueva
tasas de consumo ocurren entre los 19 y evidencia sobre un tema poco investigado en
25 años, siendo mayores los porcentajes de Chile desde el enfoque particular de la AE.
quienes consumen alcohol (53.2%), marihua- Segundo, debido a las consecuencias nega-
na (32.1%) y tabaco (16.6%). En población tivas que los SEN y el consumo de drogas
puede ocasionar en los adultos emergentes formato tipo Likert con cuatro opciones que
universitarios (Baader et al., 2014; Barraza van desde 0 (ausencia del síntoma) hasta 3
et al., 2017; Véliz y Dörner, 2019), esta (alta frecuencia e intensidad del síntoma).
investigación aportaría conocimiento para El puntaje de cada subescala varía entre 0 a
que las instituciones de educación superior 21 puntos, siendo6, 5 y 6 los puntos de cor-
atiendan la salud mental de sus estudiantes te a partir de los cuales determinar niveles
considerando la particular etapa evolutiva en clínicos, respectivamente, de depresión, an-
que éstos se encuentran. siedad y estrés (Román, Santibáñez y Vinet,
2016). Las puntuaciones de cada subescala
fueron expresadas como la suma de las res-
MATERIAL Y MÉTODO puestas a los ítems correspondientes, donde
puntuaciones más altas reflejan una mayor
Diseño frecuencia e intensidad de los síntomas. El
Se utilizó un diseño no experimental, DASS-21posee adecuados niveles de fiabili-
exploratorio, transversal, de alcance descrip- dad y de validez en poblaciones de estudian-
tivo y correlacional. tes universitarios chilenos (Antúnez y Vinet,
2012; Mellor, Vinet, Xu, Mamat, Richard-
Participantes son, y Román, 2015; Román et al., 2016).En
Mediante un muestreo no probabilís- la Tabla 2 se reporta la fiabilidad (alfa ordi-
tico por conveniencia, se obtuvo una muestra nal) de estas subescalas, separadas por sexo,
de 1469 estudiantes, pertenecientes a cuatro obtenida en el presente estudio.
universidades del Consorcio de Universida- Prueba de Detección de Consumo de
des del Estado de Chile situadas en el norte Alcohol, Tabaco y Sustancias (ASSIST; Or-
(37.1%), centro (26.3%) y sur (36.6%) del ganización Mundial de la Salud, 2011). En
país. La edad de los participantes fluctuó en- este estudio se utilizó la adaptación de una
tre 18 y 29 años (M = 21.1; DE = 2.12), con pregunta de este instrumento, la cual indaga
52.2% mujeres. El nivel socioeconómico, la frecuencia de uso de diversas sustancias
estimado mediante el procedimiento ESO- en los últimos tres meses. Esta pregunta fue
MAR (Adimark, 2000), fue: alto (40.6%), presentada como una escala de auto reporte,
medio (29.6%) y bajo (29.8%). Los criterios de cinco opciones, que va desde 0 (nunca) a
de inclusión fueron: a) tener entre 18 y 29 4 (consumo diario). En este estudio solo se
años, b) estar cursando estudios universita- reporta, como medidas uni-ítems,el consu-
rios de pregrado, y c) ser chileno/a. mo de alcohol, tabaco y marihuana, por ser
éstas las tres sustancias con mayor prevalen-
Instrumentos cia en estudiantes universitarios chilenos se-
Versión chilena de la Escala de De- gún la evidencia ya expuesta. Puntajes más
presión, Ansiedad y Estrés (DASS–21). Este altos expresan un uso más frecuente de cada
instrumento, elaborado por Lovibond y Lo- droga.
vibond (1995), fue traducido y adaptado Inventario de Dimensiones de Adul-
para Chile por Vinet, Rehbein, Román y Saiz tez Emergente, versión corta (IDEA-VC).
(2008). Consta de 21 ítems (siete ítems por Este instrumento, propuesto por Crocetti et
subescala) que evalúan la frecuencia e inten- al. (2015), se basa en la versión original del
sidad en que los SEN de depresión, ansiedad IDEA de Reifman, Arnett y Colwell (2007).
y estrés se experimentan durante la última El IDEA-VC mide cada una de las cinco di-
semana. Los ítems son respondidos en un mensiones de la AE, ya expuestas. Consta de
15 ítems (tres ítems por dimensión), con op- La prueba χ² fue empleada para exa-
ciones que van desde 1 (muy en desacuerdo) minar diferencias según sexo en términos de
a 4 (muy de acuerdo). Los puntajes reflejan la presencia de SEN y consumo de sustancias.
el promedio de los ítems de cada dimensión, La prueba U de Mann-Whitney fue usada para
con puntuaciones más altas indicando ma- comparar a hombres versus mujeres en térmi-
yor identificación con cada dimensión de la nos de los puntajes de las cinco variables de
AE. Datos preliminares en población estu- AE, las tres de SEN y las tres de consumo. La
diantil universitaria chilena indican que esta obtención de valores χ² y U significativos fue
versión corta del IDEA posee indicadores seguida del cálculo del tamaño del efecto d de
psicométricos superiores al IDEA completo Cohen.Para determinar las asociaciones entre,
original (Vinet, Boero, Labbé y Saiz, 2018). por un lado, AE y, por otro, SEN y consumo,
La Tabla 2 expone la fiabilidad de estas di- se computaron dos matrices de correlaciones
mensiones, según sexo, obtenida en el pre- bivariadas rho de Spearman, una por cada sexo.
sente estudio. Complementariamente, se examinaron eventua-
Finalmente, un cuestionario socio- les diferencias, según sexo, entre correlaciones
demográfico indagó en los participantes su que involucraban a las mismas variables. Asu-
edad, sexo, nacionalidad, programa de pre- miendo la equivalencia entre los coeficientes
grado, universidad, y nivel socioeconómico. rho de Spearman y r de Pearson, según propo-
nen Myers y Sirois (2006), esta comparación
Procedimiento fue realizada mediante la prueba de diferencias
Con la colaboración de las direccio- entre correlaciones independientes.
nes académicas de pregrado, directores de
carrera y profesores de las distintas universi-
dades, se invitó a los estudiantes a participar RESULTADOS
de esta investigación, explicándoles sus fi-
nes y procedimientos, y el carácter volunta- Diferencias por sexo en AE, SEN y
rio, confidencial y anónimo de sus respues- consumo de drogas
tas. Quienes aceptaron participar firmaron La Tabla 1 muestra que, en ambos se-
un consentimiento informado aprobado el xos, altos porcentajes (mayores a un 78%)
Comité Ético Científico de la Universidad de de estudiantes señalan haber vivenciado al-
La Frontera, documento que detallaba dicha gún grado de SEN (puntajes sobre 0) en la
información, junto a otros resguardos éticos última semana, destacándola presencia de
del estudio. Se solicitó a los estudiantes con- estrés en un porcentaje significativamente
testar los cuatro instrumentos ya descritos, mayor de mujeres (91.36%). No obstante,
dentro de una batería más amplia. La aplica- estos porcentajes disminuyen al considerar
ción duró aproximadamente una hora. sólo a quienes experimentan SEN a nivel
clínico, es decir, aquellos que tenían punta-
Análisis jes por sobre el punto de corte de cada sub-
Los datos fueron analizados me- escala. Un mayor porcentaje de mujeres que
diante STATA (versión 14.1). Inicialmente, de hombres exhibe una presencia clínica en
se revisó el supuesto de normalidad uni, bi las tres subescalas de SEN, siendo significa-
y multivariada en las variables de interés. tiva esta superioridad femenina en ansiedad
Dado que éste no se comprobó, se utilizaron (27.36% vs. 21.29%) y estrés (42.93% vs.
técnicas de análisis no paramétricas, acordes 37.57%). Respecto al consumo de drogas, se
al nivel de medición de las variables. aprecian porcentajes significativamente ma-
yores de hombres que de mujeres reportando tamaño del efecto de estas diferencias es pe-
algún nivel de consumo (puntajes sobre 0) queño (d< .20), a excepción de la diferencia
de alcohol (83.29% vs. 78.01%) y marihua- en consumo de marihuana (d = .34) que es
na (47.00% vs. 30.63).Cabe resaltar que el entre pequeña y moderada (Cohen, 1988).
Tabla 1
Presencia (%) de SEN y consumo de sustancias, según sexo
H M
Presencia de χ2 d de Cohen
n = 700 n = 764
Algún nivel de SENa
El tamaño del efecto de las ocho Tabla 2 señala que los niveles de fiabilidad
diferencias significativas reportadas en la fueron adecuados (αordinal > .70), excepto en
Tabla 2 fluctúa entre .16 y .37, correspon- algunas dimensiones de la AE, lo cual podría
diendo a efectos de tamaño entre pequeños deberse a que las medidas de estas dimensio-
y moderados (Cohen, 1988). Finalmente, la nes constan de sólo tres ítems.
Tabla 2
Rango promedio, diferencias según sexo y fiabilidad en las variables estudiadas
RP U de α ordinal
d de
Mann-
Síntomas emocionales negativos Cohen
H M Whitney H M
Consumo de drogas
Nota.RP = Rango promedio; H = hombres; M = mujeres; AE = adultez emergente. Los valores RP fueron di-
vididos por 10. No se reportan valores alfa en consumo de tabaco, alcohol y marihuana ya que fueron tratadas
como medidas de ítem único.
*p< .05. **p< .01. ***p < .001
Tabla 3
Correlaciones de las dimensiones de AE con SEN y consumo de drogas, por sexo
Hombres
Mujeres
Nota.Dep = Depresión; Ans = Ansiedad; Est = Estrés; Tab = Tabaco; Alc = Alcohol; Mar = Marihuana. Los pa-
res de correlaciones (rho de Spearman) destacados en gris presentan magnitudes significativamente diferentes
entre hombres y mujeres.
*p< .05**p< .01.
ABSTRACT
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RESUMEN
Son varias las investigaciones que han demostrado que los estudiantes universitarios
presentan una mayor prevalencia de sintomatología ansiosa y depresiva que otras poblacio-
nes, estando esta sintomatología íntimamente relacionada con su permanencia/abandono, así
como con su rendimiento académico. Esta relación es aún mayor en los primeros años de la
universidad, donde los cambios que implica este nuevo mundo para el estudiante impactan
en su estado emocional. Por ello, el presente estudio está dirigido a analizar los niveles de
ansiedad, depresión y bienestar psicológico que presentan un total de 165 estudiantes de los
dos primeros años de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de Jujuy (FHyCS-UNJu) y su expansión académica en San Pedro, concretamente de
las carreras de Ciencias de la Educación y Educación para la Salud. Este estudio, forma parte
del proyecto de investigación más amplio denominado “Análisis de las variables implicadas
en la permanencia/abandono y en el rendimiento académico de los estudiantes de los dos
primeros años de las carreras de Licenciatura en Ciencias de la Educación y Licenciatura
en Educación para la Salud de las Sedes San Pedro de Jujuy y San Salvador de Jujuy de la
Universidad Nacional de Jujuy”, aprobado y subvencionado por SeCTER-UNJu, llevado a
cabo durante los años 2018 y 2019. Este análisis permitió al grupo de investigación tener un
primer acercamiento al perfil emocionar de los estudiantes de ambas Sedes de la FHyCS-UNJu,
así como el análisis de la prevalencia de sintomatología ansiosa y/o depresiva, en los mismos.
Los resultados obtenidos, resultan de utilidad a la hora de establecer posibles estrategias
encaminadas a mejorar la situación emocional de los estudiantes, invitándonos a pensar en
la importancia de apostar por la promoción de la salud mental entre el estudiantado.
1
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales-Universidad Nacional de Jujuy. Calle Otero, 262. San Salvador de
Jujuy. Jujuy. Argentina. E-mail:icallieri@fhycs.unju.edu.ar
2
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales-Universidad Nacional de Jujuy. Calle Otero, 262. San Salvador de
Jujuy. Jujuy. Argentina. E-mail: elenapatriciamontes@gmail.com
cual puede incrementarse frente a continuos bienestar psicológico que los mismo tengan.
intentos fallidos, dando lugar a la depresión; Siguiendo a Casullo y Castro Solano (2000),
estos autores afirman que esta situación puede se considera que el bienestar psicológico
ser común en un contexto educativo de alta tiene que ver con la valoración del resultado
exigencia, o cuando los estudiantes no puede logrado con una determinada forma de haber
llevar a cabo sus compromisos académicos. vivido; es el resultado de la integración cogni-
Por ello no es de extrañar que también se tiva que las personas realizan acerca de cómo
encuentre una alta prevalencia de trastornos les fue (o les está yendo) en el transcurso de su
o síntomas depresivos entre los estudian- vida. Según estos autores, se puede considerar
tes universitarios (Antunez y Vinet, 2013; que una persona tiene alto bienestar psicológi-
Arrieta Vergara et al., 2014; Baader et al., co si experimenta satisfacción con su vida, si
2014; Balanza Galindo et al., 2008; Barrera frecuentemente su estado de ánimo es bueno
Herrera et al., 2019; Franco Mejía, Gutiérrez y solo ocasionalmente experimenta emocio-
Agudelo, y Perea, 2011; Guari, 2017; Guari, nes poco placenteras como tristeza o rabia.
Di Filippo Ordoñez y Choque Gorena, 2015; Casullo y Castro Solano (2002), trabajando
Gutiérrez Rodas et al., 2010; Martínez-Otero con un grupo de adolescentes, observaron
Pérez, 2010; Martos Mula et al., 2007; Micin que la presencia de bienestar psicológico
y Bagladi, 2011; Palacio Sañudo y Martínez estaba asociada con la ausencia de síntomas,
de Biava, 2007; Rosas et al., 2011; Rosas síndromes o patrones de personalidad con
Santiago et al., 2016; Tijerina González et significación clínica.
al., 2018, Vaca, 2017). Barrantes Brais y Ureña Bonilla
La presencia de dicha sintomatología (2015) señalaron que niveles altos de bien-
ansiosa y/o depresiva, a su vez, puede produ- estar psicológico podría convertirse en fac-
cir dificultades en el rendimiento académico tores protectores hacia el estrés que generan
o incluso el abandono en los estudios univer- los primeros años de vida universitaria y,
sitario, ya que no hay que olvidar que tanto el de hecho, son varios los estudios que han
ansioso como el depresivo pueden presentar demostrado una relación entre el bienestar
problemas en su trabajo, con su rendimiento psicológico de los estudiantes universitarios y
académico y en su grupo social (Serrano Bar- la satisfacción que los individuos presentan en
quin et al., 2013). Es por ello que, dentro del los estudios y su rendimiento en los mismos
ámbito universitario, son varios los autores (Barrera Hernández, Sotelo Castillo, Barrera
que han demostrado como tanto la ansiedad Hernández y Aceves Sánchez, 2019; Carranza
(Barrionuevo, Di Filippo Ordóñez y Vaca, Esteban et al., 2017; Correa Reyes, Cuevas
2018; Hernández Pozo, Coronado Álvarez, Martínez y Villaseñor Ponce, 2016; Velásquez
Araujo Contreras y Cerezo Reséndiz, 2008; et al., 2008).
Martos y Mula, Guari, Di Filippo Ordóñez y Vista la relación entre los estados
Vaca, 2017; Palacio Sañudo y Martínez de emocionales y el bienestar psicológico de
Biava, 2007) como la depresión (Barrionuevo los estudiantes y su desempeño académico,
et al., 2018; Franco Mejía et al., 2011; Gutié- se consideró interesante conocer al perfil
rrez Rodas et al., 2010; Rodríguez de Alba y emocional de los estudiantes de los dos pri-
Suárez Colorado, 2012; Serrano Barquin et meros años de las carreras de Ciencias de la
al., 2013) afectan al desempeño académico Educación y de Educación para la Salud del
de los estudiantes. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Muy relacionado con el estado emo- de la Universidad Nacional de Jujuy (FHyCS-
cional de los estudiantes se encuentra el UNJu) y de la expansión académica San Pedro
Instrumentos Procedimiento
A cada uno de los estudiantes, entre Tras solicitar el permiso para la admi-
otras técnicas, se le administró: nistración de las pruebas a las autoridades de
El Cuestionario de Ansiedad Estado- la UNJu, se pidió a los docentes de las ma-
Rasgo-STAI de Spielberger, Gorsuch y Lus- terias de primer y segundo año de las carrera
Los resultados (Ver Tabla N° 1) entre mujeres y varones mediante una prueba
mostraron que no existían diferencias en las t de Student para muestras independientes.
puntuaciones obtenidas en AE, AR, Depresión Como no se encontraron diferencias entre
o BP entre los estudiantes de las dos sedes los mismos (t(151; 0.05) = 0.710; p = 0.479), se
estudiadas, así como tampoco entre los estu- decidió seguir el análisis de esta medida del
diantes de primer y de segundo año de cur- estado emocional sin diferenciar entre géne-
sado. Estos resultados llevaron a considerar ros. También en esta ocasión se obtuvieron
en más a los datos obtenidos como un único las medidas de tendencia central (media) y de
grupo muestral. dispersión (desviación típica), calculándose
Se llevó a cabo un análisis descriptivo posteriormente el porcentaje de estudiantes
de las variables sociodemográficas de los que se encontraba dentro de cada uno de los
individuos que constituían la muestra del es- rangos propuestos por el Inventario de Depre-
tudio, empleándose para ello: las frecuencias sión de Beck (Sin Depresión: puntuaciones de
relativas simples, en el caso de las variables 0 a 13, Depresión Leve: puntuaciones de 14 a
cualitativas; y estadísticos de tendencia cen- 19, Depresión Moderada: puntuaciones de 20
tral (media) y de dispersión (desviación típica, a 28 y Depresión Severa: puntuaciones de 29
valores máximos y mínimos), en el caso de a 63). Para realizar la comparación de las pun-
las variables cuantitativas. tuaciones obtenidas en el presente estudio con
Para el análisis de los resultados los parámetros poblaciones propuestos por la
obtenidos en el Cuestionario de Ansiedad prueba (población estadounidense), y tenien-
Estado-Rasgo-STAI, se realizaron análisis do en cuenta los datos facilitados en ella, se
independientes para varones y mujeres, dado realizaron pruebas z en las que se contrastaron
que dicho cuestionario divide sus baremos la media muestral general del presente grupo
por género. Se obtuvieron las medidas de con el parámetros poblacional proporcionado
tendencia central (media) y de dispersión por la prueba, así como las comparaciones de
(desviación típica), tanto en AE como en las medias obtenidas por los individuos de
AR. Con el fin de obtener una interpretación cada uno de los grupos de depresión formados
de los resultados de carácter cualitativo, se (Sin Depresión, Depresión Leve, Moderada o
procedió a establecer una división de los Severa), con los parámetros proporcionados
estudiantes con Ansiedad Baja (Percentil 25 por la prueba para cada uno de estos grupos.
o menor), Ansiedad Media (Percentil 26 a Con los datos arrojados por la Escala
74) y Ansiedad Alta (Percentil 75 o mayor); de Bienestar Psicológico BIEPS, también en
obteniendo posteriormente las frecuencias esta ocasión se analizó previamente si existían
relativas simples para cada uno de los grupos. diferencias entre géneros mediante una prue-
También se llevó a cabo, mediantes pruebas t ba t de Student para muestras independientes,
de Student para muestras independientes, la con el fin de definir si se trabajaba cada género
comparación de los datos obtenidos en AE y por separado o, al igual que la escala, se se-
AR en el presente estudio con los resultados guía realizando el análisis sin diferenciar entre
esperados según los parámetros poblacionales mujeres y varones. Como no se encontraron
facilitados por la prueba (población española). diferencias entre los mismos (t(163; 0.05) = 0.397;
En el caso del análisis de los datos ob- p = 0.692), se decidió seguir el análisis de
tenidos mediante el Inventario de Depresión esta medida sin diferenciar entre géneros. Se
de Beck, si bien en esta prueba no realiza obtuvieron las medidas de tendencia central
diferenciación por géneros, lo primero que se (media) y de dispersión (desviación típica),
analizó fue la posible existencia de diferencias calculándose también el porcentaje de estu-
diantes que se encontraba dentro de cada uno tenido que cambiar su lugar de residencia para
de los rangos de bienestar psicológico (Bien- poder acceder a la realización de sus estudios.
estar Bajo: Percentil 25 o menor, Bienestar El 60% de los estudiantes provenía
Medio: Percentil 26 a 74 y Bienestar Alto: de familias nucleares y el 40% restante de
Percentil 75 o mayor). Para la comparación familias extendidas. También se observó que
de las puntuaciones obtenidas en el presente un 68% de la muestra provenía de familias bi-
estudio con los parámetros poblaciones pro- parentales, un 25% de familias uniparentales
puestos por la prueba (población argentina) y el 7% restante de familias ensambladas. El
se realizaron pruebas Chi cuadrado en las que 76% de los estudiantes convivían aún con sus
se compararon los porcentajes de individuos familias de origen.
encontrados en cada uno de los grupos en el Se pudo observar también que el 60%
presente estudio con los porcentajes que se de los estudiantes no había tenido experien-
esperaban encontrar según los parámetros cias previas con estudios terciarios antes
poblacional proporcionado por la prueba. de comenzar la carrera que se encontraba
Se establecieron también correla- cursando, un 23% había iniciado algunos
ciones de Pearson entre las puntuaciones estudios terciarios previos, pero no los habían
obtenidas en ansiedad, depresión y bienestar concluido y el 17% restante había culminado
psicológico, con el fin de analizar posibles ya una carrera terciaria antes de iniciar los
relaciones entre estas tres medidas del estado estudios en la UNJu.
emocional.
Niveles de Ansiedad
Entre las mujeres, el promedio obte-
RESULTADOS nido en AE fue de 24.4 ± 10.8 (Percentil 65);
mientras que entre los varones su promedio
Descripción de la muestra fue de 22 ± 10.1 (Percentil 65). Al analizar el
El 79% de la muestra estuvo cons- porcentaje de individuos en cada uno de los
tituido por mujeres, siendo el 21% restante rangos de ansiedad estudiados, se pudo obser-
varones. La edad promedio de los estudiantes var que, aunque la mayoría de los estudiantes
del estudio fue de 24.4 ± 7.4 años, con una presentaron unos niveles intermedios de AE,
edad máxima de 51 años y mínima de 17 un porcentaje importante de estudiantes mos-
años. Un 47% de los estudiantes manifestó traron altos niveles de AE, tanto en mujeres
no tener pareja en el momento del estudio, el como en varones. (Ver Gráfica Nº 1).
31% tenía pareja pero no convivía con ella y El análisis de los datos de la AR reveló
el 22% restante convivía con sus parejas. El que el promedio de puntuación, en el caso
40% de los estudiantes manifestó compaginar de las mujeres, fue de 27.2 ± 10.6 (Percentil
estudios y trabajo. 70); mientras que en el caso de los varones
El 40% de los estudiantes vivía en la su promedio fue de 22.3 ± 9.6 (Percentil 65).
localidad de San Pedro de Jujuy y un 25% La división de los estudiantes en rangos según
en la ciudad de San Salvador de Jujuy (lo- el valor percentilar obtenido mostró, una vez
calidades en las que se encuentran las sedes más, que la mayoría de los estudiantes se
universitarias estudiadas); mientras que un encontraban en niveles de ansiedad medios;
35% residía en localidades del interior de la aunque también en esta ocasión se observaron
provincia, teniendo que trasladarse todos los porcentajes bastante elevados de estudiantes
días para poder asistir a clases. Solamente el con AR alta, para ambos géneros. (Ver Grá-
13% de los estudiantes manifestaron haber fica Nº 2).
GRÁFICA Nº 1
60
49
Porcentaje de estudiantes
50 47
41
39
40
Mujeres
30
Varones
20
12 12
10
0
Baja Media Alta
Ansiedad Estado
GRÁFICA Nº 2
60
51 53
Porcentaje de estudiantes
50
41
40
32
Mujeres
30
Varones
20 15
8
10
0
Baja Media Alta
Ansiedad Rasgo
Al comparar los resultados encontra- < 0.05), como en AR (t (395; 0.05) = 3.140; p <
dos en la presente muestra con los parámetros 0.05). En el caso de los varones, los mismos
poblacionales de referencia, se observó que, se encontraban dentro de los valores espera-
en el caso de las mujeres, sus puntuaciones dos tanto en AE (t (240; 0.05) = 1.756; p > 0.05),
se encontraban por encima de los valores como en AR (t (225; 0.05) = 1.840; p > 0.05). (Ver
esperados tanto en AE (t (436; 0.05) = 2.538; p Gráficas Nº 3 y 4).
GRÁFICA Nº 3
30 *
Puntuación promedio en AE
24,4
25
22
20,01
20 18,4
Esperada
15
Observada
10
0
Mujeres Varones
Género
GRÁFICA Nº 4
*
30 27,2
Puntuación promedio en AR
25 22,5 22,3
20 19,02
Esperada
15
Observada
10
0
Mujeres Varones
Género
GRÁFICA Nº 5
Niveles de Depresión
60
Porcentaje de estudiantes
50
50
40
30
18 20
20
12
10
0
Sin Depresión Depresión Depresión Depresión
Leve Moderada Severa
Depresión
Al comparar los datos recolectados (z0.05 = -0.7; p > 0.05), como al considerar cada
en el presente estudio con los parámetros uno de los rangos por separado: Sin Depresión
poblacionales propuestos por el Inventario de (z0.05 = 0.02; p > 0.05); Depresión Leve (z0.05
Depresión de Beck se observó que los indivi- = -0.45; p > 0.05); Depresión Moderada (z0.05
duos del presente estudio se ajustaban a los = 0.25; p > 0.05); o Depresión Severa (z0.05 =
mismo, tanto al considerar al grupo en general 0.11; p > 0.05). (Ver Gráfica Nº 6).
GRÁFICA Nº 6
40
Puntuación promendio en
35 32,9634,3
29,9
30 27,4
Depresión
25 21,8
19,14 Esperada
20 15,9 16,6
Observada
15
10 7,7 7,8
5
0
Moderada
General
Depresión
Depresión
Depresión
Depresión
Severa
Leve
Sin
Depresión
GRÁFICA Nº 7
60
50 **
47
Porcentaje de individuos
50
**
40 36
Esperada
30 25 25
** Observada
20 17
10
0
Bajo Medio Alto
Niveles de Bienestar Psicológico
Relación entre ansiedad, depresión y estar psicológico. Por otra parte, también se
bienestar psicológico observó una relación negativa y significativa
Las correlaciones entre los datos entre bienestar psicológico y depresión (Γ(152;
obtenidos en AE, AR, Depresión y Bienestar 0.05)
= -0.554; p = 0.000).
Psicológico mostraron una gran relación entre
estas medidas.
Concretamente se encontró que tanto DISCUSIÓN
la AE (Γ(148; 0.05) = 0.671; p = 0.000), como
la AR (Γ(148; 0.05) = 0.776; p = 0.000) de los Los hallazgos del presente estudio
estudiantes correlacionaba positivamente con mostraron a un grupo de estudiantes que
las puntuaciones obtenidas en Depresión. Es manifestaron niveles de ansiedad elevados
decir, que aquellos estudiantes que más sinto- (AE Alta: 39% de las mujeres y 41% de los
matología ansiosa presentaban, eran también varones; AR Alta: 41% de las mujeres y 32%
los que presentaban mayor sintomatología de los varones). Estos resultados condicen con
depresiva. Mientras que la relación de las los de otros estudios realizados con población
puntuaciones en AE (Γ(158; 0.05) = -0.391; p = universitaria en los que, aunque trabajaban
0.000) y AR (Γ(158; 0.05) = -0.488; p = 0.000) con estudiantes de diferentes años de cursa-
con las puntuaciones en bienestar, también do y empleaban instrumentos distintos para
fueron significativas, pero de orden inverso; medir la ansiedad, se encontró una gran preva-
a mayor puntuación en ansiedad menor bien- lencia de sintomatología ansiosa (Antunez y
Vinet, 2013; Aragón Borja et al., 2011; Arrieta de género han quedado patentes en otros
Vergara et al., 2014; Balanza Galindo et al., estudios, en donde las estudiantes mujeres
2008; Barrera Herrera et al., 2019). Otros presentaban mayor sintomatología ansiosa
estudios realizados también con estudiantes que los varones (Antunez y Vinet, 2013;
universitarios de diferentes años de cursado, Barrera Herrera et al., 2019). Martos y Mula
pero en los que se empleó el Cuestionario de et al. (2018), trabajando con estudiantes de
Ansiedad Estado-Rasgo-STAI, también mos- primer a quinto año de la carrera de Ciencias
traron una alta prevalencia de sintomatología de la Educación de la FHyCS-UNJu a los
ansiosa. Así, Corsini et al. (2012) observaron que se les administró el Cuestionario de An-
que el 36.5% de los estudiantes presentaban siedad Estado-Rasgo-STAI, observaron que,
un nivel Alto de AE y un 57.4% un nivel alto mientras que las puntuaciones en AE y AR
de AR, datos bastante cercanos a los encon- obtenidas por los varones estaban dentro de lo
trados en el presente estudio. esperado según referentes poblacionales; en el
Antunez y Vinet (2013) observaron en caso de las mujeres, las mismas presentaban
su investigación que la sintomatología ansiosa mayor AR de la esperada, aunque su AE si
era mayor entre los estudiantes de los prime- se ajustaba a los parámetros poblacionales;
ros años de cursado. Otros estudios llevados datos muy similares a los obtenidos en el
a cabo entre ingresantes mostraron la gran presente estudio.
prevalencia de sintomatología ansiosa en esta En lo referente a la sintomatología
población. Así, Martos y Mula et al. (2007), depresiva, se puede decir que, si bien la mitad
trabajando con estudiantes universitarios de de los estudiantes se encontraban en el rango
nuevo ingreso a los que se les administró la Sin Depresión, la otra mitad presentaba algún
Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg, nivel de sintomatología depresiva (18% Leve,
observaron que el 41% de ellos presentaban 20% Moderada y 12% severa). Estos resulta-
sintomatología ansiosa. Por su parte, Rosas dos concuerdan con los encontrados por otros
Santiago et al. (2016), al aplicar el Inventario autores que, si bien trabajaron con técnicas
de síntomas de ansiedad de Beck, encontraron para el análisis de la depresión diferentes a la
que el 48% de los ingresantes mostraron sinto- empleada en el presente estudio, observaron
matología ansiosa (26% leve, 16% moderada una prevalencia de sintomatología depresiva
y 6% severa). Tijerina González et al. (2018), elevada, tanto en estudiantes universitarios de
aplicando la Escala de Depresión, Ansiedad diferentes años de cursada (Arrieta Vergara et
y Estrés (DASS-21), también observaron que al., 2014; Baader et al., 2014; Balanza Galin-
un 37% de los estudiantes de nuevo ingreso do et al., 2008; Barrera Herrera et al., 2019;
presentaron síntomas ansiosos. Franco Mejías et al., 2011; Gutiérrez Rodas
En el presente estudio, la prevalencia et al., 2010; Martínez Otero-Pérez, 2010),
de sintomatología ansiosa es especialmente como en estudiantes de primer ingreso a la
relevante entre las mujeres, en las cuales se universidad (Guari, 2017; Guari et al., 2015;
observó un promedio en AE y AR por encima Martos y Mula et al., 2007; Tijerina González
de los parámetros esperados; mientras que en et al., 2018; Vaca, 2017).
los varones, aunque presentaban puntuaciones Al comparar los resultados obtenidos
en AE y AR algo elevadas (valores cercanos en depresión en el presente estudio con los
a la significación) las mismas se encontraban hallados en otros trabajos donde también se
dentro de los valores de referencia, al no mos- empleó como técnica de recolección el Inven-
trar diferencias significativas con respecto a tario de Depresión de Beck, los resultados son
los parámetros de la prueba. Estas diferencias preocupantes. Los estudiantes del presente
estudio que presentaron sintomatología depre- de la muestra estudiada eran menores a los
siva son más elevados que el encontrado en esperados a nivel poblacional, encontrando
otros trabajos, tanto entre aquellos en los que que casi la mitad de los estudiantes analizados
se trabajó con estudiantes de diferentes año (47%) se encontraban dentro de un nivel Bajo
de cursado (Antunez y Vinet, 2013; Palacio de bienestar psicológico.
Sañudo y Martínez de Biava, 2007; Rosas Este hecho es llamativos, más aún
et al., 2011), como en los que se trabajó con teniendo en cuenta que, como señalan Del
estudiantes de los primeros años académicos Valle, Hormaechea y Urquijo (2015), se puede
(Rosas Santiago et al., 2016). Si este punto es esperar que las personas que alcanzan el ni-
preocupante, lo es aún más si se comparan los vel universitario tiendan a percibir su propio
porcentajes de estudiantes con sintomatología bienestar psicológico como mejor que el de
Moderada o Severa de estos estudios y los en- la población en general. Algunos estudios,
contrados en el presente trabajo. En el caso de llevados a cabo con estudiantes universitarios
la investigación realizada por Palacio Sañudo de diferentes años de cursado a los que se les
y Martínez de Biava (2007) el porcentaje de administró la Escala de Bienestar Psicológico
individuos con sintomatología moderada fue de Ryff, encontraron resultados que confirman
del 4.6% y con sintomatología severa del 1%. la afirmación anterior, ya que la mayoría de
Por su parte, Rosas Santiago et al., (2016) los estudiantes presentaban un alto bienestar
observaron que, entre los estudiantes de nuevo psicológico (Barrera Hernández et al., 2019;
ingreso, el 8% de ellos presentaba sintoma- Filgueiras et al., 2016; Carranza Esteban et al.,
tología moderada y el 2% severa. Ambos 2017). Otras investigaciones, donde se indagó
trabajos muestran un porcentaje de individuos el bienestar psicológico de estudiantes univer-
con sintomatologías depresivas muy inferior sitarios de diferentes años académicos con la
al observado en el presente estudio. prueba de Ryff observaron que, al menos, el
Todos estos datos llevan a señalar mismo se encontraba dentro de los niveles
que la población de estudiantes de los dos esperados (Correa Reyes et al., 2018; Mata-
primeros años de las carreras de Ciencias de linares et al., 2016; Velásquez et al., 2008);
la Educación y Educación para la Salud de mientras que otros grupos de investigación
la FHyCS-UNJu presenta una alta sintoma- (Fernández Jiménez y Polo Sánchez, 2011),
tología depresiva, con un alto porcentaje de trabajando con estudiantes de los primeros
estudiantes dentro de los niveles moderado y años universitarios a los que administraron
alto de depresión. Esta apreciación se torna la Escala de Bienestar Psicológico de José
más preocupante aún si se considera que las Sánchez Cánovas), también observaron un
puntuaciones obtenidas en depresión por los bienestar psicológico medio. No obstante,
estudiantes de estos grupos no diferían de los otros estudios llevados a cabo con población
parámetros poblacionales presentados en la de estudiantes de la FHyCS-UNJu de nuevo
prueba; y que dichos parámetros fueron rea- ingreso a los que se les administró la Escala
lizados empleando pacientes diagnosticados BIEPS (Guari, 2017; Martos y Mula, 2017;
clínicamente con Depresión, lo que podría Martos y Mula et al., 2015; Vaca, 2017), ob-
estar indicando que casi un tercio de los es- servaron un predominio de estudiantes con
tudiantes de la presente muestra requerirían bajo bienestar psicológico, como el encon-
de un análisis más profundo para corroborar trado en el presente estudio.
la existencia (o no) de un trastorno clínico. En base a estos resultados podemos
La presente investigación también re- decir que nos encontramos ante una población
flejó que los niveles de Bienestar Psicológico con alta sintomatología ansiosa y depresiva,
así como también con un bajo nivel de bienes- psicológico por parte de los estudiantes; y
tar psicológico. En el presente estudio se com- considerando los estados emocionales que
probó también que estos constructos están reflejaron los estudiantes de la presente in-
íntimamente relacionados, ya que existe una vestigación, se puede considerar a los mismos
alta correlación positiva entre las puntuacio- como sujetos vulnerables emocionalmente y
nes en ansiedad y depresión, y una correlación con predisposición a una baja adaptación al
negativa entre estas y el bienestar psicológico. sistema universitario y a un bajo rendimiento
Podemos decir, siguiendo la idea de Palacio académico.
Sañudo y Martínez de Biava (2007), que un Es por ello que se considera necesario
porcentaje elevado de estudiantes del presente pensar en estrategias de intervención que
estudio, que transitaban los dos primeros años mejoren la situación emocional de los estu-
de las carreras de Ciencias de la Educación y diantes de ambas Sedes de la FHyCS-UNJu,
Educación para la Salud de la FHyCS-UNJu, arbitrando los medios para asegurar el desa-
ante las posibles vicisitudes que pudieran rrollo de competencias salugénicas entre el
encontrar en estos años de inicio a la vida estudiantado, especialmente en los primeros
universitaria, pudieron reaccionar de manera años de las carreras.
ansiosa y que, de no haber encontrado solu- Una posible estrategia, para trabajar
ción para hacer frente a estas situaciones, esta sobre la prevención de estos estados emocio-
problemática pudo despertar en ellos síntomas nales adversos, podría consistir en la realiza-
depresivos. Esta presencia de sintomatología ción de talleres y tutorías dirigidas a fomentar
emocional adversa se vinculó con un bajo estrategias de afrontamiento adaptativas ante
bienestar psicológico por parte de los estu- el estrés, así como al desarrollo de habilida-
diantes, reduciendo su capacidad para hacer des sociales en el estudiantado, herramientas
frente al estrés que generan los primeros años que han mostrado una gran eficacia a la hora
de vida universitaria (Berrantes Brais y Ureña de potenciar el bienestar psicológico de los
Bonilla, 2015). estudiantes, reducir sus estados emocionales
Teniendo en cuenta, como se señaló adversos y permitir una mayor adaptación al
en la introducción del presente trabajo, la ámbito académico (Filgueiras et al., 2016;
relación encontrada por diferentes estudios Matalinares et al., 2016). Como señalan
entre la presencia de sintomatología ansiosa Bermudez et al. (2009), fomentar este tipo
y/o depresiva y un bajo rendimiento acadé- de afrontamiento ante las situaciones estre-
mico en la universidad, así como también el santes constituye un componente clave de
efecto negativo que tiene sobre el rendimiento los programas de prevención y promoción
académico universitario el bajo bienestar de la salud.
ABSTRACT
There are several researches that have shown that university students present a higher
prevalence of anxiety and depressive symptoms than other populations, this symptom being
closely related to their permanence / dropout, as well as their academic performance. This
relationship is even greater in the first years of university, where the changes that this new
world implies for the student impact on their emotional state. Therefore, the present study is
aimed at analyzing the levels of anxiety, depression and psychological well-being presented
by a total of 165 students from the first two years of the Faculty of Humanities and Social
Sciences of the National University of Jujuy (FHyCS-UNJu) and its academic expansion in
San Pedro, specifically in the careers of Education Sciences and Health Education. This study
is part of the research project “Analysis of the variables involved in the permanence / dropout
and in the academic performance of students in the first two years of the Science in Education
and of Health Education careers of San Pedro de Jujuy and San Salvador de Jujuy campus
of the National University of Jujuy”, approved and subsidized by SeCTER-UNJu and carried
out during de years 2018 and 2019. This analysis allowed the research group to have a first
approach to the emotional profile of the students of both FHyCS-UNJu Campus, as well as
the analysis of the prevalence of anxiety and / or depressive symptoms in them. The results
obtained are useful when establishing possible strategies aimed at improving the emotional
situation of students, inviting us to think about the importance of seeking the promotion of
mental health among students.
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RESUMEN
1
Pontificia Universidad Católica Argentina – Santa María de los Buenos Aires; Centro de Investigación en Psicología
y Psicopedagogía (CIPP); Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Alicia Moreau de
Justo 1600, CP 1107, CABA, Argentina.maria_aceiro@uca.edu.ar
2
PontificiaUniversidad Católica Argentina – Santa María de los Buenos Aires; Centro de Investigación en Psicología
y Psicopedagogía (CIPP).Alicia Moreau de Justo 1600, CP 1107, CABA, Argentina.lina_grasso@uca.edu.ar
Palabras claves: Adulto Mayor, Envejeci- Iglesia, Stover & Fernández Liporace, 2009;
miento Exitoso, Estrategias de Afrontamiento, Sarabia Cobo, 2009; Villar, 2012).
Pandemia COVID-19. Rowe & Khan (1997) describieron
por primera vez el término envejecimiento
exitoso. Este concepto alude a indicadores
NTRODUCCIÓN objetivos y subjetivos del buen envejecer o
envejecimiento saludable que incluyen com-
Un tema central en la investigación ponentes biológicos, psicológicos y sociales
gerontológica actual es el estudio del enve- como la salud y la autonomía, el buen funcio-
jecimiento satisfactorio o exitoso en el que namiento cognitivo, afecto positivo (bienestar
se reconoce el potencial de desarrollo de los percibido) y la participación e implicación
adultos mayores. Las teorías del ciclo vital social. Otros términos relacionados son en-
(life-spantheory) proponen que el envejeci- vejecimiento óptimo, positivo, satisfactorio,
miento es un proceso multidimensional, he- activo, productivo (Fernández Ballesteros et
terogéneo y complejo debido a la interacción al., 2010; González Aguilar & Grasso, 2018;
de procesos individuales, interpersonales y Marín & Gómez, 2020; Petretto, Pili, Gavia-
ambientales. A diferencia de los modelos no, López & Zuddas, 2015; Rowe & Khan,
deficitarios aplicados en los primeros es- 1997, 2015).
tudios sobre envejecimiento, este enfoque Los problemas de salud en los adul-
propone que a lo largo del desarrollo se da un tos mayores son diversos y es frecuente que
interjuego de pérdidas y ganancias en el que existan más de dos conjuntamente. En esta
algunas capacidades se pierden, mientras que etapa hay alta prevalencia de enfermedades
otras pueden incrementarse. Por otra parte, cardíacas, respiratorias, digestivas y otras que
este modelo considera la capacidad del ser derivan en cáncer o enfermedades crónicas.
humano de adaptarse activamente a lo largo El punto de vista subjetivo, que implica cómo
del curso vital y destacan la potencialidad cada persona percibe y valora su propia salud,
de generar nuevos comportamientos con es de gran interés para el ámbito clínico, ya
diferentes repertorios acomodativos a las que es un predictor de su satisfacción vital y
situaciones vitales (Arias, 2017; Baltes & malestar general (Triadó & Villar, 2014).Hay
Baltes, 1990; Fernández Ballesteros et al., evidencia suficiente que relaciona la presen-
2010; Iacub, 2011; Triadó & Villar, 2014). cia de estrés y enfermedades físicas, como
Si bien en la vejez puede haber mayor vul- afecciones cardiovasculares, respiratorias,
nerabilidad y fragilidad, la persona, desde su autoinmunes, cáncer y otras anímicas, como
rol activo, posee una capacidad adaptativa la depresión (Danner, Kasl, Abramson &
propia que le permite acomodarse para lo- Vaccarino, 2003; Aldwin & Yancura, 2010).
grar un nivel funcional adecuado. Mediante Además, el estrés tiene mayor influencia en la
distintos mecanismos el adulto mayor puede progresión de una enfermedad preexistente y
regular y aminorar los efectos de las pérdidas no tanto en la aparición de esta. Sin embargo,
y favorecer la adaptación. Así, se plantean si bien los adultos mayores tienen más enfer-
distintas maneras de envejecer como trayecto- medades o dificultades económicas, algunos
rias de envejecimiento: patológico, normal y estudios señalaron que estos presentaron
exitoso(Clemente, Tartaglini & Stefani, 2009; menores niveles de estrés y refirieron estar
Mayordomo Rodríguez, Sales Galán, Sato- expuestos a menos estresores diarios que
rres Pons & Blasco Igual, 2015; Meléndez, personas más jóvenes. Es decir que, si bien
Delhom & Satorres, 2020; Ongarato, de la los adultos mayores estaban más expuestos a
este tipo de problemas, percibían sus proble- más adaptativas y adecuadas (Mikulic y
mas como no estresantes. Estos resultados se Crespi, 2008).
interpretaron como una evidencia de que la Los adultos mayores con envejeci-
experiencia de vida los hacía ganar una pers- miento exitoso tienden a utilizar las mismas
pectiva más equilibrada y resiliente, siendo estrategias de afrontamiento a través de distin-
conscientes de su vulnerabilidad, evitando tas situaciones vitales, con mayor frecuencia,
así, estresarse, percibiendo las situaciones estrategias centradas en el problema, y en
como menos problemáticas o encontrando menor medida estrategias de tipo evitativo
beneficios en la adversidad (Aldwin & Yan- (Aceiro, Torrecilla & Moreno, 2020; Herras
cura, 2010; Boeninger, Shiraishi, Aldwin & Berrezueta, Tamayo Campoverde & Bueno,
Spiro, 2009).En consecuencia, es importante 2019; Yancura & Aldwin, 2008). Si bien
estudiar el estresor, conocer cómo la persona existen controversias sobre la influencia de
lo percibe y cuáles son las estrategias de la edad en el uso de estas, algunos estudios
afrontamiento que pone en juego frente al sugieren que los adultos mayores tienden a
mismo. afrontar mejor que los jóvenes porque tienen
Las estrategias de afrontamiento se más experticia y años de entrenamiento en
definen como “aquellos procesos cognitivos hacerlo; y desarrollan estrategias de afron-
y conductuales constantemente cambiantes tamiento proactivo y resiliente (Aldwin &
que se desarrollan para manejar las deman- Igarashi, 2016; Fuller & Huseth-Zosel, 2021;
das específicas externas y/o internas que son Yancura & Aldwin, 2008).
evaluadas como excedentes o desbordantes La pandemia por COVID-19es un
de los recursos del individuo” (Lazarus & hecho normativo vinculado con la historia que
Folkman, 1986, p. 164). Las estrategias de cumple con las características que hacen que
afrontamiento se ponen en juego con el ob- un estresor sea más estresante: que sea una no-
jetivo de mantener la adaptación psicosocial vedad, que implique falta de predictibilidad,
(Moos, 1993; Moos, Brennan, Schutte & ambigüedad, incertidumbre y una sensación
Moos, 2006). Lazarus y Folkman (1986) de que sobrepasa los recursos personales
señalan la importancia de la percepción que (Valero, Vélez, Durán & Portillo, 2020).Las
la persona tiene del estresor y de cómo lo medidas de emergencia sanitaria mundial, el
interpreta en función de los recursos que cree confinamiento, la extensión de la cuarentena
tener para hacerle frente. Algunos autores y el distanciamiento social, constituyeron que
consideran dos estilos de afrontamiento: el esta situación sea percibida como una amena-
afrontamiento centrado en el problema y el za y un factor de estrés. Ante esta situación,
afrontamiento centrado en la emoción. El las estrategias de prevención implementadas
primero, centrado en el problema, busca una por las autoridades sanitarias priorizaron
resolución activa. El segundo, centrado en la criterios epidemiológicos que demoraron la
emoción, se caracteriza por implementar es- consideración de los aspectos psicológicos
trategias para regular y controlar la respuesta y psiquiátricos produciéndose efectos no
emocional que despierta el estresor (Ongarato deseados en los cambios de la rutina y las
et al., 2009; Mayordomo Rodríguez et al., actividades de la vida cotidiana (Valero et al.,
2015). Las estrategias centradas en el proble- 2020; Villagra & Rodríguez, 2020). En los
ma pueden ser entendidas como estrategias de adultos mayores, por ser la franja etaria más
aproximación, mientras que las que se basan amenazada por el virus, el temor fue mayor
en las emociones, se denominan estrategias y las medidas de cuidado más extremas e
de evitación. Las primeras se clasifican como intensivas; se vieron obligados a delegar las
compras de insumos, evitar salir para realizar depresiva, y mayor uso del humor (Gerhold,
mandados y necesitar de un permiso y de un 2020; Kar, Kar & Kar, 2021). Estrategias que
otro para poder circular (GBA, 2020). Estas activan un pensamiento irracional pueden
medidas parecen implicar una inversión de aumentar el malestar (Sirerol, 2020; Villagra
roles de “sujeto cuidador a sujeto de cuidado” & Rodríguez, 2020). A su vez, otros estu-
(Morgante & Valero, 2020, p.12), que puede dios encontraron que usar estrategias como
generar mucho malestar e incomodidad en los mantenerse ocupado (con proyectos y metas
adultos mayores. personales), solicitar asistencia/apoyo social
El sentimiento de soledad propio del (Belaus et al., 2020) y tener un pensamiento
aislamiento trajo como consecuencia miedo, positivo (optimismo, aceptación y fe) fueron
angustia, impaciencia y estrés. Estudios reportadas como frecuentes en una pobla-
preliminares de los efectos de la pandemia ción de adultos entre 70 y 97 años (Fuller &
mostraron niveles elevados de ansiedad, Huseth-Zosel, 2021). Por último, el uso de
disminución del bienestar percibido, incre- estrategias proactivas como la realización
mento de la depresión, insomnio y tendencias de actividad física, la conexión social y la
suicidas en la población general (Barari et solución de problemas revelaron ser promo-
al., 2020; Kim, Shim, Choi & Choi, 2021; toras de emociones positivas con mejora en
Valero et al., 2020).Si bien estas emociones cuadros depresivos (Fuller & Huseth-Zosel,
pueden activar un sistema de adaptación en 2021; Valero et al., 2020).
las personas, si su intensidad y frecuencia Polizzi, Lynn & Perry (2020), con el
emocional es muy alta, esta puede generar la objetivo de brindar optimismo y esperanza,
sensación de que la amenaza sobrepasa los re- comparan la pandemia con el evento trau-
cursos propios y generar indefensión (Valero mático de la caída de las Torres Gemelas
et al., 2020). En cuanto a las investigaciones (New York, 9/11/01). Ellos afirmaron que,
sobre estrategias de afrontamiento utilizadas atravesar por una situación estresante, puede
por adultos mayores durante la pandemia devenir en personas con mayores niveles de
por COVID-19, un estudio en Corea del Sur resiliencia, activación comportamental y la
encontró que las medidas preventivas que presencia de emociones positivas. Además,
implicaban una estrategia de afrontamiento hacen mención del uso de la estrategia de
evitativa resultaron ser predictoras de una afrontamiento denominada acceptance-base-
declinación en el bienestar percibido. Por el dcoping, mediante la cual la persona acepta
contrario, el uso de estrategias de aproxima- la circunstancia sin juzgar las emociones que
ción cognitiva y conductual lo incrementaron esta le genera.
dentro del contexto de la pandemia (Kim et Las investigaciones locales sobre
al., 2021). Del mismo modo, en una inves- las estrategias de afrontamiento durante la
tigación realizada en Alemania, se encontró situación de pandemia por COVID-19 son
que las estrategias centradas en el problema escasas, y más aún en la población de adul-
fueron significativamente más utilizadas por tos mayores con una trayectoria de enveje-
los adultos mayores durante la pandemia, aún cimiento exitoso. Conocer qué estrategias
en edades avanzadas. Incluso, los adultos son utilizadas con más frecuencia ante la
mayores utilizan poco o nada las estrategias situación de pandemia podría contribuir en
centradas en la emoción, y estiman que el el conocimiento de intervenciones orientadas
riesgo de COVID es menor, en comparación a la promoción del bienestar físico, psíquico
con personas más jóvenes. Además, mani- y social de las personas. El objetivo de este
festaron menos sintomatología ansiosa y trabajo es conocer las estrategias de afron-
tamiento que utilizan los adultos mayores para evaluar el funcionamiento cognitivo
sanos durante la pandemia por COVID-19 y general. Puntaje de corte: 25.
compararlas con las utilizadas previamente • TRO - Test del Reloj (López, Allegri &
a la misma. Soto-Añari, 2014) para evaluar las funcio-
nes visuoperceptivas y motoras. Puntaje
de corte: 8.
MATERIAL Y MÉTODO • CRC - Cuestionario de Reserva Cogni-
tiva (Rami et al., 2011; Aceiro, Aschiero
Diseño & Grasso, 2018). Se valora el máximo
Se realizó un estudio descriptivo y nivel educativo alcanzado, la realización
correlacional, no experimental, de diseño de cursos de formación, la escolaridad de
transversal. los padres, la ocupación laboral, la for-
mación musical, el dominio de idiomas,
Instrumentos para evaluar las Es- la frecuencia de lectura y la práctica de
trategias de Afrontamiento y la De- juegos intelectuales. El alpha obtenido
presión: para la escala total fue de a= 0,72.
• CRI – Y - Coping Responses Inventory - • Entrevista Semidirigida – Recolección
Youth (Moos, 1993, versión traducida y Datos Sociodemográficos: nombre, edad,
abreviada de Ongarato et al., 2009). En el sexo, años de educación, antecedentes
presente estudio se analiza la estrategia de psiquiátricos y neurológicos.
afrontamiento según aproximación cogni-
tiva o conductual; y evitación cognitiva Procedimiento
o conductual. El instrumento consta de Las escalas fueron administradas por
una versión reducida con 22 ítems. La profesionales especializados en psicología.
consigna consiste en pedirle al encues- Las tomas fueron individuales en el domicilio
tado que piense y describa una situación del participante o por videollamada, según la
difícil o estresante que haya vivido en los situación y los protocolos sugeridos por las
últimos 12 meses (estresor), y que, luego, normativas locales. En ambas instancias, se
responda a los ítems del cuestionario en solicitó silenciar los teléfonos y se buscó un
una escala tipo Likert (“nunca”, “pocas ambiente con pocas distracciones visuales y
veces”, “muchas veces” y “siempre”) con auditivas. Se les preguntó a los participantes
puntuaciones de 0-3, teniendo presente el si utilizaban anteojos y/o audífonos, y se les
estresor manifestado. El alpha obtenido solicitó traerlos en el caso de necesitarlos.
para la escala total fue de a= 0,83. Las técnicas fueron administradas en
• GDS - Escala de Depresión Geriátrica papel o de manera virtual. En este caso, en
de Yesavage (Tartaglini et al., 2017) para aquellas que se necesitó dibujar o escribir, el
evaluar la presencia de indicadores de participante enviaba una foto clara al evalua-
depresión. Un puntaje menor o igual a 4 dor para poder completar la tarea. La duración
indica normalidad. de la toma llevó entre 30 y 40 minutos y se
Para equiparar los grupos y criterios realizó en un solo encuentro.
de inclusión, se utilizaron los siguientes
instrumentos: Participantes
• MMSE - Mini Mental State Examination Se realizó un muestreo intencional por
(versión argentina de Butman et al., 2001) conveniencia de adultos mayores entre 60 y
88 años, mediante el método bola de nieve
(Hernández Sampieri, Fernández Collado nificativas entre ambos grupos en las variables
& Pilar Baptista, 2014). La muestra total se sociodemográficas y en cuanto a los criterios
conformó por83 participantes, residentes de de inclusión (MMSE ≥25, TRO ≥8, GDS≤4)
CABA, Argentina, sin deterioro cognitivo en la muestra (ver Tabla 1).Solo se encontró
(ver criterios de inclusión), la cual fue di- una diferencia significativa en la escala de
vidida en dos grupos según el momento en depresión. Los siguientes valores indican que
el cual fueron evaluados: Grupo Antes de la el GAP, en comparación con el GP, si bien
Pandemia (GAP), evaluado entre marzo y no presentó depresión severa, denotó una
noviembre del año 2019 y Grupo Pandemia tendencia a puntuar más alto en dicha escala
(GP), evaluado entre abril y agosto del 2020. (t(62) = -2,26; p = 0,027; M: GAP= 2,53;
De cada grupo se seleccionaron al azar la GP=1,50).Cabe aclarar que los adultos mayo-
misma cantidad de personas, por lo que la res evaluados, presentan criterios objetivos de
muestra final fue de 64participantes (n=32 buena salud, autonomía en las actividades de
por grupo).Se buscó equiparar los grupos la vida diaria, alto funcionamiento cognitivo y
según características sociodemográficas, con ausencia de signos de depresión, que podrían
el objetivo de poder arribar a conclusiones corresponder a una trayectoria de envejeci-
adecuadas. No se encontraron diferencias sig- miento satisfactorio o exitoso.
Tabla 1
Comparación de Grupos según Variables Sociodemográficas
Grupos
Variables
GP GAP
Sociodemográficas
M DE M DE
Edad* 72,56 7,75 71,84 8,30
Educación (años)* 17,59 4,32 16,13 3,62
RC Total1* 17,21 2,48 16,18 3,78
MMSE2* 29,41 0,79 28,97 1,06
TRO3* 9,54 0,83 9,02 1,12
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Sexo (femenino) 17 53,1% 22 68,80%
Sin Antecedentes
27 84,4% 25 78,18%
Neurológicos
Sin Antecedentes
28 87,5% 28 87,5 %
Psiquiátricos
*
Sin diferencias entre grupos mediante prueba t de Student para muestras independientes (p>0.05) 1Reserva Cog-
nitiva; 2Mini Mental State Examination; 3Test de Reloj.
compra/venta de viviendas; (6) trabajo y jubilación y (7) otro como realizar un trámite o
cuestiones
Figura 3 de la vida cotidiana (ver Figura 3).
Categorías de estresores reportados por ambos grupos
GAP GP
Figura En
3 lo que respecta a los estresores menciona otro (trámite). Esto difiere con los
mencionados por
Categorías deelestresores
GAP, un 59,5% menciona por
reportados estresores
ambosmencionados
grupos por el GP, donde el
un problema de salud (31,3% enfermedad 37,3% mencionan la pandemia (la cuarentena,
propia, 18,8% enfermedad familiar, 6,3% el aislamiento y ciertas dificultades laborales
enfermedad del cónyuge y 3,1% problema de y familiares que esta trae). Además, un 28,1%
salud no especificado). Otro 15,6% menciona menciona problemas de salud (12,5% enfer-
problemas vinculados con lo familiar y su red medad familiar, 9,4% enfermedad propia y
de vínculos. Un 9,4% menciona la muerte de 6,2% problema de salud no especificado). Un 1
un ser querido y un 6,3% hace alusión a al- 12,5% de la muestra expresa dificultades con
guna situación de mudanza o dificultad inmo- situaciones inmobiliarias (mudanza, venta
biliaria. El 6,3% restante menciona aspectos o compra de inmuebles) y otro 9,4% men-
laborales o propios de la jubilación y un 3,1% ciona problemas vinculares. Los estresores
laborales son mencionados por un 6,3% de grupos (t(54,16) = -1,12; p = 0,26; M: GAP=
la población evaluada y un 3,1% menciona 1,31; GP=1,18).En la siguiente tabla (ver
la muerte de un ser querido. El resto (3,1%) Tabla 2) se detallan las medias y desvíos
menciona un problema cotidiano. para cada estrategia de afrontamiento se-
A continuación, no se encontraron gún los grupos, para los cuales tampoco se
diferencias significativas en el puntaje total encontraron diferencias significativas en el
de la escala de afrontamiento entre ambos uso de estas.
Tabla 2
Comparación de Grupos según Estrategias de Afrontamiento
GP GAP
Estrategia de Afrontamiento
M DE M DE
Aproximación Conductual 1,05 0,69 1,31 0,68
Aproximación Cognitiva 1,26 0,53 1,25 0,46
Evitación Conductual 1,35 0,87 1,39 0,53
Evitación Cognitiva 0,69 0,53 0,90 0,47
Las medias reportadas dan cuenta que, si bien 2020). Tanto antes como durante la pandemia,
no hay diferencias, en ambos grupos, la estra- aproximadamente uno de cada tres adultos
tegia de afrontamiento que se implementa con mayores mencionó que el problema más
menor frecuencia es la de evitación cognitiva. importante que estaba atravesando tenía
que ver con una cuestión de salud, ya sea
propia, del cónyuge, familiar o de un amigo
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES cercano. En las entrevistas con los mismos
manifestaron dificultades en la adquisición de
El presente trabajo de investigación medicamentos, ansiedad por estudios médicos
pretendió conocer qué problemas mencionan programados y repetidas visitas a distintos
los adultos mayores y cómo le hacen frente a profesionales.
los mismos. Se buscó conocer qué diferencias Por otro lado, se observa que el grupo
y semejanzas se encuentran entre un grupo evaluado en pandemia menciona que esta es
evaluado previamente a la pandemia y otro un factor que es percibido como una fuente
evaluado mientras la misma transcurría. de estrés. El hecho que dos de cada cinco
En concordancia con investigaciones evaluados mencionen a la pandemia, el aisla-
previas, la frecuencia alta en la mención de miento, la cuarentena, la soledad, el encierro,
problemas de salud coincide con reportes el distanciamiento social y las dificultades
previos y da cuenta de la preocupación y tecnológicas como un estresor, da cuenta de
la alta prevalencia de enfermedades que se la inquietud frente a la incertidumbre y a la
dan en esta etapa del ciclo vital (Mayordo- novedad y corrobora lo observador en otras
mo Rodríguez et al., 2015; Meléndez et al., investigaciones (Valero et al., 2020; Villagra
ABSTRACT
Introduction: Stress can unbalance health and it is important to know how older adults
perceive it (Aldwin & Yancura 2010). The COVID-19 pandemic is an event that becomes
stressful because of its extreme conditions (Villagra & Rodriguez, 2020). Coping strategies are
efforts to gain adaptation (Lazarus & Folkman, 1986). Older adults are less stressed and use
the same strategies across different situations. Research suggests that this is due to years of
experience and the development of resilience. This same situation seems to occur in pandemic,
where they resort more to humor and coping strategies (Gerhold, 2020; Kim et al., 2021).
Objective: Determine the coping strategies used by healthy older adults during CO-
VID-19 pandemic.
Methods: Descriptive correlational study, cross-sectional design. The sample consisted
of 64 older adults, divided according to when they were evaluated: Group-Before-Pandemic
(GAP) and Group-Pandemic (GP). They were matched according to socio-demographic
characteristics and met the inclusion criteria (no cognitive impairment or depression).
Results: Stressors were analyzed and organized into categories based on thematic
analysis. The GAP reported (59.5%) health problems, while the GP mentioned stressors as-
sociated with the pandemic (37.3%). No significant differences were found in coping strate-
gies between groups. The descriptive analysis indicates that they more frequently use coping
strategies by approximation.
Conclusion: The mention of health problems as the main stressor agrees with the reality
experienced by older adults (Meléndez et al., 2020). The pandemic is perceived as stressful
and generates concern (Valero et al., 2020). The findings obtained corroborate that older
adults with satisfactory aging use adaptive coping strategies and that they remain stable in
the face of different problems, even in a context of high stress such as the pandemic (Kar et
al., 2021; Yancura & Aldwin, 2008).
Key words: Coping Strategies, Older Adult, Pandemic COVID-19, Successful Ageing.
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Tartaglini, M., Dillon, C., Hermida, P., s11920-008-0004-7
RESUMEN
La teoría del apego, propuesta inicialmente por John Bowlby, ha sido objeto de im-
portantes avances teóricos y empíricos gracias a las múltiples metodologías de exploración y
evaluación del apego que han surgido a lo largo de los años. Estas metodologías han permitido
explorar el apego en distintas etapas del desarrollo, desde las más tempranas hasta la vejez.
A su vez, ello repercute en diversos ámbitos de la psicología, desde el académico-empírico
hasta los modos de abordajes clínicos. En consecuencia, la exploración del apego implica una
práctica significativa y de gran relevancia. De este modo, el objetivo del trabajo es realizar
una revisión narrativa sobre la evaluación del apego en niños, niñas, adolescentes y adultos,
a nivel mundial y en la Argentina. Para ello se consultaron distintas bases de datos y se in-
terrogaron a diversos autores destacados en la temática. Se denotan dos grandes grupos de
metodologías para la exploración del apego en las distintas edades: las comportamentales
(focalizadas en la observación de conductas) y las representacionales (basadas en exploración
de modelos internos de relación). Específicamente en la Argentina, se cuenta con dos adap-
taciones de instrumentos para explorar el apego en la infancia, con otras dos adaptaciones
para estudiarlo en la adolescencia y con dos adaptaciones y una construcción nacional para
conocer el apego en el adulto. En cada una de ellas se observa una de las dos metodologías
específicas. A modo de conclusión, coexisten muchas técnicas para el estudio del apego lo
cual implica una riqueza metodológica. Sin embargo, conlleva a una falta de acuerdo general
en torno a la modalidad e instrumento más adecuado. Se proponen algunas consideraciones
para tener en cuenta al momento de la exploración del apego a fines de valernos de aquella
riqueza metodológica y organizarnos dentro de ella.
1
Moretti, M. P.: Licenciada en Psicología. Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), Facultad de Humanidades
y Ciencias Económicas. Uruguay 750, Godoy Cruz (5501), Mendoza, Argentina. Instituto de Medicina y Biología
Experimental de Cuyo (IMBECU) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Av.
Ruiz Leal s/n-Parque Gral. San Martín, Mendoza, Argentina. morettimariapaula@gmail.com.https://orcid.org/my-orcid
2
Taborda, R. A.: Doctora en Psicología. Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Facultad de Psicología. Av. Ejército
de los Andes 950, (5700), San Luis, Argentina. taborda.alejandra@gmail.com. https://orcid.org/0000-0001-9900-6629
3
Videla Pietrasanta, A. B.: Licenciada en Psicología. Universidad del Aconcagua (UDA), Facultad de Psicología.
Catarmarca 361, Ciudad (5500), Mendoza, Argentina. avidelapietrasanta@gmail.com. https://orcid.org/0000-0002-
0838-944X
4
Labin, A.: Doctora en Psicología. Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Facultad de Psicología. Av. Ejército
de los Andes 950, (5700), San Luis, Argentina. agustinalabin@gmail.com. https://orcid.org/0000-0002-5818-5429
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
que dicho estrés activa el sistema de apego las historias incompletas, las ilustraciones y
del niño. Para cada incidente, los cuidadores los dibujos (Román Rodríguez, 2011).
registran la secuencia de conductas ocurri- El procedimiento historias incomple-
das, ya que fundamentalmente se valora la tas se indica para niños y niñas entre los 3
búsqueda de proximidad por parte del niño/a y 9 años, y consiste en la recreación de un
y la capacidad del cuidador para calmarlo. El escenario en el que una familia de muñecos
instrumento tiene un carácter multidimensio- humanos, con un personaje del mismo sexo
nal, permitiendo puntuar tres importantes di- al niño/a evaluado, debe enfrentarse a un
mensiones: seguridad, evitación y resistencia. dilema. El evaluador presenta el inicio de
Se utiliza frecuentemente con bebés (Román la historia dilemática, y luego se le pide al
Rodríguez, 2011). niño/a continuarla. La administración es
grabada en video y audio, y luego transcrip-
Evaluación Representacional del ta. El análisis e interpretación se apoya en
Apego en la Infancia la narrativa que resulta de la elaboración de
A mediados de los ochenta, se inicia la historia contada por el niño/a, atendien-
una segunda etapa de evaluación del apego a do a lo verbal como a lo no verbal. Entre
nivel representacional que permite la evalua- los procedimientos más conocidos para
ción en niños de edad preescolar en adelante, la exploración de los modelos internos de
pasando por los adolescentes y llegando a apego a través de historias incompletas se
cubrir la etapa adulta. Dicho enfoque se con- encuentran: la prueba Incomplete Doll Stories
sidera imprescindible para la evaluación de (IDS), creado por Casidy (1988); la prueba
las conductas de apego una vez que el niño Attachment Story Completion Task (ASCT
adquirió las habilidades verbales y las capaci- de Bretherton, Ridgeway & Cassidy, 1990)
dades cognoscitivas necesarias para transmitir destinada a explorar la seguridad e inseguri-
sus emociones y reflejar su mundo interno. Es dad del apego en niños a partir de los 3 años;
por esto que, conforme avanza el desarrollo la prueba Attachment Doll-Play Interview
del ser humano, el enfoque comportamental (ADI de Oppenheim, 1997); el Manchester
deja de ser efectivo dado que la conducta se Child Attachment Story Task (MCAST de
vuelve menos explícita ante la activación Green, Stanley, Smith & Goldwyn, 2000);
del sistema de apego; de allí la importancia y MacArthur Story Stem Battery (MSSB de
de recurrir a las representaciones mentales Bretherton & Oppenheim, 2003).
sobre uno mismo, sobre los demás y sobre los Las narraciones que realizan los
vínculos construidos a partir de las relaciones niños permiten inferir un estilo de apego
interpersonales. seguro, inseguro, evitativo, ambivalente y
Al inicio de la edad preescolar, el desorganizado. El estilo seguro se carac-
investigador se encuentra con la dificultad teriza por una apertura emocional que les
que la conducta es menos espontánea ante la permite afrontar la situación dilemática
activación del sistema de apego, añadiéndose planteada por el administrador, y generar
que las capacidades cognitivas y verbales son soluciones constructivas. En dicho estilo,
todavía rudimentarias, no pudiendo el niño los personajes adultos pueden responder de
reflejar con mucha precisión su mundo inter- forma adecuada y eficaz a las necesidades
no, por lo cual se necesitan de instrumentos del niño, sintiéndose seguro. En el estilo
especiales para la exploración de las represen- inseguro, en cambio, se observa dificultad
taciones mentales del apego infantil. Entre los para responder al dilema plateado, negando
instrumentos que pueden encontrarse están: o evitando el problema. Por su parte, en el
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
acuerdo entre los diversos observadores que respecto a confiabilidad como validez (Greco,
participaron fue elevado debido a la escasa 2013; Richaud de Minzi, Sacchi, Moreno &
diferencia entre los mismos. Se concluye que Oros, 2005)
sería importante aumentar dicha frecuencia
para realizar análisis sobre el grado de acuer- Evaluación del Apego en la Adultez:
do de observadores. En relación a la validez Primera línea
del constructo, se obtuvo utilizando el estadís- El primer instrumento para la eva-
tico V de Cramer. En todos los casos, el tipo luación del apego en adultos fue construido
de apego y el resultado de la asociación entre por Mary Main, en 1984, Adult Attachment
las variables apego madre-niño y apego de la Interview (en adelante, AAI), conocida en
madre fue altamente significativo (.416; p = castellano como Entrevista de Apego Adulto.
.000). Con los resultados obtenidos se logró Se trata de una entrevista semiestructurada
demostrar que la consistencia interna del test de aproximadamente una hora de duración,
es muy buena. Se encontraron diferencias dirigida a evaluar los patrones de apego en
significativas (p = ,000) entre las medias de adultos mediante la narrativa que realiza el
los grupos bajo y alto en cada uno de los ítems adulto sobre sus relaciones con figuras de ape-
(tipos de apego: seguro, evitativo, ambiva- go tempranas (George, Caplan & Main, 1985).
lente y temeroso). Es decir que, cada ítem Esta entrevista registra aspectos del
discrimina con relación al grupo de sujetos estado de la mente, es decir, se enfoca en
que puntuó alto y al que puntuó bajo en cada representaciones mentales de la historia
tipo de apego evaluado. global del apego, sin observar de manera
En segundo lugar, en lo que respecta a directa una relación en particular (Main,
la evaluación de la percepción del vínculo de 2000; Shaver & Mikulincer, 2002). Main y
apego hacia los padres en la mediana infancia, Goldwyn (1982 citados en Main, 2000) des-
se puede encontrar la adaptación argentina de cribieron tres patrones de apego a partir del
Kerns Secutiry Scale (KSS) de Kerns, Klepac estado de la mente: patrón seguro-autónomo,
y Cole (1996). La adaptación fue realizada por patrón inseguro-rechazante, patrón inseguro-
Richaud de Minziy colaboradores. La escala preocupado; a los que más tarde se agregó el
está compuesta por 10 ítems que se responden patrón inseguro-desorganizado-desorientado,
en forma separada (según corresponda a la para aquellos grupos de sujetos difíciles de
figura del padre o a la de la madre) y cerrada, clasificar en los tipos anteriores (Salomon &
siendo las opciones: “sí, me parezco”, “me Main, 1990 citado en Main, 2000).
parezco en parte”, “no me parezco.” La escala Esta modalidad de evaluación del
se desglosa en dos subescalas: confianza y apego en el adulto que inicia Main y sus
disponibilidad. Los ítems de la primera sub- colaboradores, delimita una primera línea de
escala se refieren precisamente a la confianza evaluación, basada en la psicología del desa-
desarrollada por el niño/a en relación con el rrollo y centrada en los estados de la mente re-
amor que sus padres le transmiten; mientras lacionados a experiencias tempranas con sus
que la subescala de disponibilidad se refiere al principales cuidadores, es decir, evaluación
grado en que el niño cree que una determinada del apego a nivel representacional, mediante
figura de apego está siempre pronta y cerca- entrevistas semiestructuradas (Bartholomew
na a responder a sus necesidades y pedidos. & Shaver, 1998).
Las investigaciones han reportado buenas Desde esta línea también podría men-
propiedades psicométricas de la validación cionarse la Attachment Style Interview (ASI)
argentina del instrumento, tanto en lo que de Bifulco, Lilie, Ball y Moran (1998).
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
cas del sistema de intercambio interpersonal casi siempre). La primera consta de 11 ítems
en su medio familiar actual (segunda línea). y debe ser respondida teniendo en cuenta lo
Permite clasificar el apego como seguro, que la persona siente en relaciones de pareja.
inseguro-evitativo e inseguro-preocupado. La segunda está compuesta por 9 reactivos y
Hasta el momento, el CaMiR cuenta con debe ser respondida teniendo en cuenta perso-
algunas adaptaciones y versiones en distintos nas afectivamente cercanas a ellos sin vínculo
países de América y de Europa. romántico. Cada escala cuenta con tres dimen-
Es importante mencionar que más allá siones de apego: seguro, temeroso-evitativo y
de estas dos grandes tradiciones en la evalua- ansioso, considerando la descripción de Ain-
ción del apego en el adulto, otros aspectos sworth et al. (1978) y Hazan y Shaver (1987).
en los que se diferencian los instrumentos de Permite obtener tres puntuaciones parciales
evaluación del apego tienen que ver con con- para cada escala (seis puntuaciones en total).
ceptualizaciones teóricas que las subyacen. En Al momento de la validación, las esca-
base a esto, Griffin y Bartholomew (1994) se- las fueron administradas a una muestra adulta
ñalan que dependiendo de la conceptualización con un N: 800, de entre 30 y 60 años edad,
teórica es posible encontrar aproximaciones residentes en la ciudad de Buenos Aires y el
dimensionales, categoriales o prototípicas en conurbano bonaerense. Los resultados arroja-
estos distintos procedimientos de medición. ron una buena consistencia interna en ambas
En la aproximación categorial, cada escalas (alfa de Cronbach de 0,45 y 0,52).
individuo es clasificado en el grupo específico Por otro lado, a partir de la revisión
que sea más adecuado para él, mientras que, bibliográfica, de manera posterior a esta
en la aproximación prototípica, las categorías construcción, se han encontrado algunos
no tendrían límites rígidos y contienen miem- estudios preliminares y pilotos llevados a
bros con distintos grados de acercamiento cabo en Argentina con el fin de validar o
al prototipo. Por último, la aproximación adaptar en el contexto argentino técnicas para
dimensional implica que los participantes se evaluar el apego, a fin de conocer el apego en
ordenen cuantitativamente en un continuo, población adolescente y adulta argentina. A
sin cambio cualitativo que divida a los parti- continuación, se realiza una breve mención
cipantes en categorías. de los mismos en orden cronológico.
En el año 2011, Vega y Sánchez,
Evaluación Argentina del Apego en realizaron la adaptación del Instrumento
la Adolescencia y Adultez Inventario de Apego para padres y pares
Desde Buenos Aires, Casullo y Fer- (IPPA) de Armsden y Greenberg (1987) que
nández Liporace (2005) diseñaron y validaron permite clasificar el apego según categorías
un instrumento psicométrico destinado a la de Ainsworth mediante puntuaciones en tres
evaluación de los estilos de apego en pobla- dimensiones (confianza mutua, enojo-aliena-
ción adulta: Escala sobre estilos de apego en ción y calidad en la comunicación). Se trabajó
vínculos románticos y no románticos. con la traducción realizada en Colombia por
Consta de dos partes que evalúan la Pardo et al. (2006 en Vega y Sánchez, 2011).
percepción que la persona tiene de sus relacio- Se autoadministró el instrumento en escuelas
nes íntimas actuales. Específicamente, evalúa del Gran Buenos Aires, de capital, zona sur
el apego en dos contextos diferentes: el de y zona norte. Se trabajó con una muestra de
los vínculos románticos y el de los vínculos 233 adolescentes no clínica de ambos sexos de
no románticos. Ambas son escala tipo Likert entre 13 a 18 años de edad. Como resultado,
de cuatro posiciones (desde casi nunca hasta un 34% de la muestra no pudo ser categori-
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
zado, conllevando a una nueva investigación expectativas para continuar el trabajo con
realizada en el 2012 por Vega y Roitman. En dicha escala.
este segundo estudio se llevaron a cabo cla- De manera más reciente, Balabanian,
sificaciones de las combinatorias que habían Lemos y Vargas Rubilar (2014) realizaron
quedado sin clasificar, específicamente dentro un análisis psicométrico del Cuestionario de
del apego inseguro, manteniendo las catego- Apego Parental de Kenny de 1987 en una
rías propuestas por Ainsworth (ambivalente y muestra compuesta por 285 adolescentes de
evitativo). Se concluye que dichas combina- entre 14 y 18 años de la provincia de Córdoba.
torias deberían ser estudiadas y testeadas en Se evalúo la capacidad discriminativa de los
próximos estudios con nuevos cuestionarios ítems, la fiabilidad de la prueba en cuanto a su
validados en nuestro país. consistencia interna y la validez de constructo
En el año 2013, Paolicchi et al., reali- a partir de un análisis factorial exploratorio.
zaron un estudio de tipo preliminar en donde Los resultados obtenidos fueron satisfactorios
estudiaron las propiedades psicométricas concluyendo que la escala resulta factible de
del test Relationship Structures-Attachment ser utilizada para evaluar el apego parental
styles across relationships (ECR) de Brennan adolescente. Específicamente, los resultados
et al. (1998), específicamente, de la versión indican que los ítems discriminan de forma
de Fraley et al. del año 2000, denominada significativa reagrupándose, mediante el
ECR-RS. Es un instrumento de auto-reporte, análisis factorial en torno a dos dimensiones
de tipo likert, que permite evaluar los mode- generales: apego positivo y apego negativo. El
los operativos internos en adultos en relación valor de la consistencia interna obtenido para
con cuatro figuras de relaciones cercanas: la escala general mediante el coeficiente Alpha
madre, padre, pareja y amigo/a. Permite de Cronbach fue de ‘92. Es un instrumento que
conocer los modelos operativos internos que consta de 41 ítems que permiten evaluar la
el sujeto expresa en relación con cada una de forma en que los adolescentes perciben a sus
las figuras mencionadas. Tras la traducción padres y su relación con ellos, mediante dos
mediante profesionales, la administraron a factores denominados apego positivo (apego
una muestra de 185 sujetos de la ciudad de seguro) y apego negativo (apego inseguro). De
Salta con una edad promedio de 38,15 con los 41 ítems de la escala, 24 de ellos correspon-
una DS de 0,65. Se comprobó que la matriz den al apego positivo e identifican niveles de
de correlaciones contenía ítems aceptable- confianza y cercanía y patrones de autonomía
mente correlacionados mediante la prueba y buena comunicación. Los restantes 17 ítems
de Kaiser-Meyer-Olkin, de .756. Se aplicó la corresponden al apego negativo y evalúan
rotación Varimax. Se obtuvieron dos factores la preocupación, inseguridad y temor en la
diferenciados que explicaban el 42,21% de relación con los padres, como inadecuados
la varianza. La consistencia interna de la patrones de comunicación, niveles bajos de
escala también fue calculada mediante Alfa proximidad y dificultades emocionales.
de Cronbach, con un valor α=.901 y se ob- Por último, entre el 2018 y 2021 Labin
tuvo el Alfa de Cronbach para cada factor: et al., (2021) confeccionaron una versión
Ansiedad y Evitación con valores α= .86 y argentina del instrumento desarrollado por
α= 74 respectivamente. Tras esta primera Pierrehumbert et al., (1996) denominado
aproximación, los resultados confirmaron CaMir (Cartes: Modèles Individuels de
que es un instrumento confiable y válido Relation). Más específicamente se adecuó
en la evaluación de los modelos internos de lingüísticamente y se adaptó a una muestra
relación en adultos, ofreciendo prometedoras no probabilística compuesta por 549 sujetos
de 14 a 80 años que residían en las provincias la segunda referida a las representaciones del
de San Luis, Mendoza y Buenos Aires. La apego seguro denominada apoyo familiar, la
versión demostró suficiente validez aparente, siguiente dimensión de apego preocupado, de-
de contenido, estructural y confirmatoria, así nominada preocupación familiar; y la cuarta
como confiabilidad en sus escalas y buena referida a las representaciones de la estructura
estabilidad test-retest. De los 72 ítems de familiar titulada reconocimiento de personas
la escala original se retuvieron un total de significativas (Labin et al., 2021).
43 ítems distribuidos en cuatro factores o En la Tabla 1 se sintetizan los instru-
dimensiones: la primera invita a una lectura mentos creados o adaptados en Argentina
retrospectiva de la propia historia, denomi- para la evaluación del apego en la infancia,
nada historización de experiencias pasadas, adolescencia y adultez.
Tabla 1
Instrumentos para la evaluación del apego en argentina con estudios psicométricos locales
Rango etario
Nombre del Construcción o Autores
para ser
Instrumento Adaptación locales
administrado
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
ABSTRACT
The attachment theory initially proposed by John Bowlby, has been the subject of
important theoretical and empirical improvements thanks to the multiple methodologies of
attachment exploration and assessment that have arisen over the years. These methodolo-
gies have made it possible to explore the attachment at different stages of development from
the earliest to old age. At the same time, it has an impact ondifferent areas of psychology,
from academic-research to clinical approaches. Therefore, attachment assessment involves
a significant and highly relevant practice. In this way, the aim of this paper is to review the
attachment assessment in children, adolescents and adults worldwide and in Argentina. Two
large groups of methodologies are denoted for the exploration of attachment at different ages:
behavioral (focused on the observation of behaviors) and representational (based on explo-
ration of internal relationship models). In Argentina, there are two instrument adaptations to
explore attachment in childhood, another two to study it in adolescence and two adaptations
and a national construction to study attachment in adults. In each of them, one of the two
methodologies is observed. In conclusion, many techniques for the study of attachment coexist,
which implies a methodological diversity. However, this leads to a lack of general agreement
regarding the most appropriate modality and instrument. Some considerations are proposed
to take into account when exploring attachment in order to make use of that methodological
diversity and organize ourselves within it.
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
María Paula Moretti, Ruth Alejandra Taborda, Andrea Belén Videla Pietrasanta y Agustina Labin
Alberto Peralta1
RESUMEN
INTRODUCCION1
N
uestro título parafrasea a J. Schotte (1990) quien en su
momento definió a su maestro Leopold Szondi como “el
más grande entre los desconocidos, y el más desconocido
entre los grandes psicoanalistas postfreudianos”, a la altura de
una Melanie Klein, de un Heinz Kohut, o de un Jacques Lacan.
Debido a este desconocimiento, aunque nuestro tema escogido
sea una presentación de la prueba proyectiva por él creada y que
lleva su nombre nos sentimos obligados a hacer previamente
una breve reintroducción del personaje y de su ambiciosa teoría
sobre el funcionamiento de la mente humana. Si bien él se planteó
como meta nada menos que la integración de las distintas ramas
1
Actual Secretario Gral. de la Asoc. Latino-Americana de Rorschach; práctica privada en Santiago, República
Dominicana (Ameroarchives@hotmail.com).
Alberto A. Peralta
debe ser formulada.>> (Mélon, 1975a, de acuerdo con los hallazgos sugerentes de la
pp. 252-3) psiquiatría genética, y construye un micro-
cosmos a su juicio representativo de toda(s)
Sea como sea, un hecho incontrover- la(s) naturaleza(s) humana(s) para que cada
tible y digno de atención dentro de nuestra sujeto se defina ante el mismo (escogiendo
especialidad es que, cada uno en su momen- como simpáticos o antipáticos fotos de los
to, una pléyade de los mejores expertos del mismos, como quien va buscando pareja).
Rorschach de la primera generación expresó Veamos un ejemplo...
juicios muy positivos del Szondi al atreverse
a probarlo empíricamente: Rapaport (1941), <<Es hacia el final de los años treinta
Ellenberger (1948, 1951, 1953), Harrower que se elabora el proyecto del famoso
(1949, 1970), Schachtel (1950, p. 76), Bohm “test”... Szondi conducía por ese en-
(1951/1979, p. 14; 1953/1963), Schneider tonces vastas encuestas genealógicas
(1952), Piotrowski (1957, pp. 440-1), y Kuhn cuya amplitud era considerable. No se
(citado en Schotte, 2006, pp. 150 y 155). Tal dedica [únicamente] a detectar tal o
parece entonces que una segunda mirada cual síndrome psiquiátrico para buscar
sobre este casi olvidado instrumento podría iluminar su modo de transmisión pro-
valer la pena para el proyectivista inquisitivo. pio. De entrada, sus enfoques son más
amplios. Lo que nota es que en la cons-
telación familiar de un epiléptico, por
BREVE HISTORIA ejemplo, hay siempre más enuréticos,
asmáticos, migrañosos, criminales,
Lipot Szondi (1893-1986) era un judío sacerdotes y hombres de ley que en
húngaro en el antiguo imperio que los unía a el entorno de un esquizofrénico o de
Austria. Toda su formación académica tuvo un maníaco. Por otro lado, los sujetos
lugar en Budapest, hasta alcanzar el doctorado de esas familias escogen preferen-
en medicina en 1919. Aparte de un temprano cialmente como parejas o amigos a
interés por el Psicoanálisis procedente de personas que presentan disposiciones
Viena, que tuvo en esta vecina Hungría uno pulsionales análogas...[3]
de sus primeros bastiones (el grupo alrede-
dor de Sándor Ferenczi), se sintió atraído <<El gran movimiento esbozado por
por otros temas médicos controversiales Freud, apuntando a relativizar las
paralelos a la psicopatología como la endo- diferencias entre lo normal y lo patoló-
crinología, la constitución y la herencia. Sus gico, encuentra en Szondi una especie
investigaciones genealógicas con fines de de culminación, en la medida en que
determinar la constitución fueron verdadera- ahí el suelo de la psique se constituye
mente monumentales, abarcando numerosas de un conjunto de genes pulsionales
generaciones familiares (como los ‘genogra- todos potencialmente mórbidos. No
mas’ contemporáneos), hasta el punto que se trata de que Szondi niegue la enfer-
decide ahorrarse tiempo y esfuerzo creando medad mental, por el contrario. Pero
la famosa prueba: partiendo de una intuición la incluye, enteramente, en su visión
(en uno de esos “sueños de conocimiento”,
versión positiva de los de angustia: Schotte,
1990, pp. 150-1) escoge ciertos tipos psicopa- 3
Rorschach (1913/1965) coincidencialmente publicó un
tológica y antropológicamente determinantes, trabajo que sigue exactamente esta línea de pensamiento.
Alberto A. Peralta
Alberto A. Peralta
S P Sch C
h s e hy k p d m
ϱ
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Alberto A. Peralta
está guiado por la tendencia a aferrar- –aunque también– por su utilidad práctica;
se, como una enredadera, a su madre aquí podemos apoyarnos en Ellenberger
o a la persona que ocupe su lugar...>> (1970) para avanzar al tema siguiente:
(1972, p. 14)
<<Desde el principio, el Análisis del
Tomemos momentáneamente como Destino de Szondi se topó con admi-
ejemplo el tercer destino, la necesidad e. ración entusiasta y con aguda crítica.
Siempre nos ha impresionado cómo Szon- Sus supuestos genéticos fueron cues-
di fue capaz de predecir en su descripción tionados, particularmente su sistema
de este factor radical hallazgos posteriores de ocho factores agrupados en cuatro
procedentes de un campo exterior al Psicoa- vectores. De hecho, parece que en la
nálisis, incluso en el polo opuesto en cuanto mente de Szondi este sistema es más
a realismo: nos referimos a la aplicación de un modelo ficticio, comparable a los
la Ley (Law enforcement) o criminología, resonadores diseñados por Helmholtz
específicamente a esos criminales obvia y con los cuales los físicos analizan los
exclusivamente dominados por esa “propen- elementos constitutivos de un tono. La
sión a matar”, llámeseles ‘asesinos en serie’ elección de los resonadores es necesa-
o ‘en masa’ capaces de continuar matando riamente arbitraria, pero ningún físico
insaciablemente víctimas por espantosas negaría su utilidad para analizar un
cifras de decenas, sino de centenas, en raros sonido.>> (cap. 10, año 1944)
casos (in)calculables por miles y hasta por
millones. En los años ’80 el Buró Federal de Aquí precisamente es donde entra en
Investigaciones (FBI) estadounidense realizó escena Jacques Schotte, discípulo directo no
la primera investigación de campo sobre una sólo de Szondi sino también de Binswanger
población de 36 asesinos en serie (Ressler, y Lacan, quien nos ofrece hoy día bajo el
Burgess, & Douglas, 1992) y pudo esbozar nombre de Patoanálisis (véase más arriba
una ominosa “tríada del [futuro] homicida” la cita referente al “principio del cristal”) la
(Douglas & Olshaker, 1995, pp. 105 y 139) fundamentación teórica del sistema szondia-
de síntomas tempranos, con frecuencia in- no demostrando con argumentos filosóficos
fantiles, que presagiaban dicho desarrollo y antropológicos la absolutamente perfecta
desviado eventual: enuresis, piromanía, y lógica formal interna del mismo, cuyas pro-
crueldad con animales; pues bien, los dos pri- piedades coinciden con las enseñanzas tanto
meros habían sido ya catalogados por Szondi del Psicoanálisis como de la Fenomenología,
(1947/1970, p. 35) entre las manifestaciones descartando así que en su composición haya
específicas de la necesidad e, mientras que el intervenido ninguna “arbitrariedad”. Dentro
tercero corresponde a la vecina y nada distante de los límites del presente trabajo sólo po-
necesidad sádica (loc. cit.). De nuevo, los ca- dremos dar una idea bastante limitada de lo
sos extremos, patológicos, nos muestran con anterior.
mayor claridad lo que sólo se esboza como
tendencia en casos más normales.
Tal como lo enseña la filosofía, se- LA ‘ESCUELA DE LOUVAIN’
mejante sistema psiquiátrico no puede sino
“construírse” teóricamente (exactamente lo A principios de los años ’50 el gran
que Szondi ha hecho) y su validez vendría psiquiatra-psicoanalista belga –con una só-
dada por la coherencia del conjunto más que lida zapata filosófica– J. Schotte, entonces
Alberto A. Peralta
Esta “teoría de los circuitos pulsionales” de Schotte, que agrega una dimensión temporal-
dinámica a la representación del sistema hasta entonces puramente espacial-estática, asume que
dentro
7 de cadaaquí
Confirmamos vector pulsional
lo distinto tenemos
de este sistema una posición
psicopatológico (o un mecanismo
dinámico-profundo mental)
con respecto inicial de
a una colección
carácter más „contactual‟,
“descriptiva”-superficial a DSM,
al estilo la cual
por siguen
ejemplo ensucesivamente las posiciones
lo referente a la permanencia sexual
en el mismo y legalista (ésta
de la homosexualidad.
No la
justo se trata sin embargo
contraria de ladeanterior,
una anacrónica
con discriminación
una inversión o “patologización”
de signo), para peyorativa:
culminarpor elen
contrario, según final
la postura el
mencionado “principio del cristal” a la homosexualidad –como a otras pocas categorías diagnósticas– es asignada un
yoica
papelalprotagónico
otro extremo del punto
en la revelación de partida.
de un aspecto Organizando
clave de la naturaleza humanalasglobal.
posiciones según
Algo similar podríalos nuevos
argumen-
hallazgos
tarse sobre(que por cierto
la inclusión coinciden
hoy día quizás con de
sorprendente variadas experiencias
la epilepsia, que nada impidedequevalidación en las
tenga una dinámica que no
pulsional
(somato-psíquica)
podemos entrar aquí: específica
véasecomplementaria a cualquier1982/1989,
Mélon & Lekeuche eventual implicación neurológica
pp. 79-85) (Freud,
resulta 1928/1974).
el cuadro final...
ϳ
^ĐŚŽƚƚĞĂŐƌĞŐĂ͗ффƐŵƵLJƐĞŐƵƌŽƋƵĞĞŶĞůƉƌŽLJĞĐƚŽƐnjŽŶĚŝĂŶŽĚĞůĂƚĂďůĂƉƵůƐŝŽŶĂů͕ƵŶƌŽůĐŽŶƐŝĚĞƌĂďůĞƉƵĞĚĞ
89
LA PRUEBA DE SZONDI: LA MEJOR ENTRE LAS MÁS DESCONOCIDAS, Y LA MÁS DESCONOCIDA ENTRE
LAS MEJORES TÉCNICAS PROYECTIVAS
Esta “teoría de los circuitos pulsiona- la contraria de la anterior, con una inversión
les” de Schotte, que agrega una dimensión de signo), para culminar en la postura final
temporal-dinámica a la representación del yoica al otro extremo del punto de partida.
sistema hasta entonces puramente espacial- Organizando las posiciones según los nue-
estática, asume que dentro de cada vector vos hallazgos (que por cierto coinciden con
pulsional tenemos una posición (o un me- variadas experiencias de validación en las
canismo mental) inicial de carácter más que no podemos entrar aquí: véase Mélon
‘contactual’, a la cual siguen sucesivamente & Lekeuche 1982/1989, pp. 79-85) resulta
las posiciones sexual y legalista (ésta justo el cuadro final...
^ W ^ĐŚ
/ ŵн Śн e− p−
//Ă d− s− ŚLJн Ŭн
//ď Ěн Ɛн hy− k−
/// m− Ś− Ğн Ɖн
donde cada columna vertical corresponde a una “serie” vectorial de complejidad creciente, y
cada línea donde cada columna
horizontal a un “período” posicional(perversiones
vertical corresponde de elementos = S) y estructuralmente
el IIºb (neurosis = P) que
homólogos
a una “serie” vectorial de complejidad cre- repiten perfiles típicos de dichas patologías
aunque de nivel diferente, constituyendo de hecho la Tabla Periódica de los Elementos de la
ciente, y cada línea horizontal a un “período” (nuevamente, el inverso el uno del otro),
vida pulsional en franca
posicional analogíaestructuralmente
de elementos a la Tabla de Mendeléyev
de tal forma queen Química.
en el IIIer. La perfección
período para de la
composiciónhomólogos
es tal queaunque
el grupo de posiciones
de nivel diferente, del Ier. período
tomarlo de ejemplo(m+, h+, e−,agrupadas,
encontramos p−) guarda una
relación estrecha con el
constituyendo nivel lavectorial
de hecho timopático
Tabla Periódica = Cde genéticamente
producto ninguna coincidencia,primario
las posi-(como se
confirma experimentalmente
de los Elementos deen la timopatías clínicas
vida pulsional comopulsionales
en ciones la toxicomanía al administrarle
prototípicas psicóticas (o el Test
de Szondi) y así sucesivamente con el IIºa (perversiones = S) y el IIºb (neurosis = oP)falta
franca analogía a la Tabla de Mendeléyev en esquizoides = Sch) de total desapego que repiten
Química. La perfección de la composición de contacto con la realidad (m−),
perfiles típicos de dichas patologías (nuevamente, el inverso el uno del otro), de tal forma que en de rechazo
es tal que el grupo de posiciones del Ier. pe- de la necesidad de ser amado (h−) con la
el IIIer. período para tomarlo de ejemplo encontramos agrupadas, producto de ninguna
ríodo (m+, h+, e−, p−) guarda una relación consecuente indiferencia hacia los objetos,
coincidencia,estrecha con el nivel pulsionales
las posiciones prototípicas
vectorial timopático = y depsicóticas (ocon
identificación esquizoides
Dios-padre (el = de
Sch)
los de total
desapego o Cfalta de contacto
genéticamente con (como
primario la realidad (m−), de
se confirma rechazo de lacontra
10 Mandamientos necesidad de ser amado
la malevolencia: e+) (h−)
con la consecuente indiferencia
experimentalmente en hacia los objetos,
timopatías clínicas y en
deelidentificación
ensanchamiento conmáximoDios-padre
del Yo (p+)(el
delde los 10
Mandamientos comocontra la malevolencia:
la toxicomanía e+) elenTest
al administrarle el ensanchamiento máximo del Yo (p+) del delirio
delirio de grandeza.
de grandeza. de Szondi) y así sucesivamente con el IIºa
El material de prueba8 consta de seis juegos de fotos (similares a las de identidad) cada
uno con ocho clichés (48 en total) correspondientes a las categorías diagnósticas mencionadas
(factores pulsionales, o „necesidades‟). Cada juego es presentado sucesivamente al sujeto de
prueba en dos filas horizontales
PSICODIAGNOSTICAR de cuatro
– VOLUMEN rostros
30: 79/106. (como en una boleta de elecciones políticas, o
Rosario, 2022
en una colección de sospechosos –mug shots– en una comisaría para que el testigo escoja), en un
orden fijo y predeterminado al azar, para que seleccione cuatro a su gusto: dos como los más
90
Alberto A. Peralta
e: benevolencia de sentimientos (la ética objeto que puedo retener y adorar aunque
dominando el impulso de muerte) en el me haya abandonado), la negación (k−:
sentido de los Mandamientos10, hasta la desvalorización y negación de la existencia
culpabilidad irracional de conciencia; de dicha imagen, encapsulamiento/represión
hy: expresar, incluso exhibir sus senti- del deseo lo que libera inconscientemente el
mientos sobre todo libidinales (¿inmora- afecto, renuncia y adaptación a la realidad),
les/incestuosos?); y la inflación (p+: retorno a la omnipotencia
k: mantener la integridad hasta erigir barreras en el ser por identificación en espejo al Otro,
entre yo (rigidez del) y el otro, incluso al el deseo y toda creatividad nace de mí y
interior del yo, transformando la libido de puedo darles representación por la palabra u
objeto en narcisista → aspiración a la au- otros símbolos, creación de una imagen ideal
tosuficiencia, predominio de la intelectua- satisfactoria de sí mismo).
lización, la representación sobre el afecto; Veamos algunos perfiles vectoriales
p: unirse o incluso fusionarse con el otro típicos y su interpretación, relativamente
para satisfacer o vivenciar concretamente fáciles de deducir a partir de lo que antecede:
todas las restantes necesidades vía dicha CO+! fijac. oral, toxicomanía, ‘neurosis de
unión, ensanchar el yo (fluidez del) hasta aceptación’; sin ! puede ser un apego
su disolución en la participación con todo estable normal
el universo y sus objetos, apasionamiento C−− ruptura (psicótica) del contacto con
con algo(uien) fuera de sí; la realidad
d: buscar un objeto material nuevo, valioso, C++ apego tenso, disperso e insatisfacto-
“otra cosa” que le llene, hasta la posesivi- rio a más de un objeto
dad obstinada y codiciosamente ansiosa; C−+ fijación fiel, “incestuosa” al objeto
m: aferrarse al objeto original que sin exigen- primario (típicamente neurótica
cias le dio la gratificación plena11, la “con- dependiendo de la !)
fianza de base” (Erikson), eventualmente SOO infantilismo sexual, falta de deseo,
con un nivel de dependencia angustioso. disfunciones (frigidez, impotencia...)
S−+ sexualidad masculina (agresiva,
En el caso del vector del Yo (Sch) sus activa), inversión en la mujer
cuatro posiciones o funciones elementales12 S+− sexualidad femenina (tierna, pasiva),
son, en su orden o circuito psicogenético: la inversión en el hombre
proyección (p−: el deseo nace siempre del S++ sexualidad adulta normal, temperada
Otro y me incluye/valoriza, aunque puede y carnal
terminar aplastándome), la introyección (k+: P−+ rebeldía ante la Ley, eventualmente
por incorporación ‘canibalística’ me constru- rabia asesina expresada (caracteres
yo mágicamente al interior una imagen del ‘Caín’)
P−− angustia, pánico interior por repre-
samiento de los afectos
10
Las fotos de los epilépticos de cada juego los presenta P±− angustia de culpabilidad
en su período intercrítico, en el cual típicamente predo- P+− estricto control de las emociones,
minan estos afectos. Super-Yo funcional o excesivamente
11
Similar a lo dicho en la nota anterior, el verdadero
frenesí maníaco constituye una negación violenta y rígido (!)
furibunda (m−!) de esta relación materna ideal. SchO−! proyección de las propias necesida-
12
A relacionar con las cuatro funciones junguianas: des o deseos, paranoia persecutoria
sensación, pensamiento, sentimiento, e intuición,
respectivamente. Sch±O ambivalencia obsesiva, dudas, frial-
Alberto A. Peralta
los perfiles ‘horizontales’ los más deseables cuatro décadas, no habíamos encontrado otro
(las necesidades hermanas van de la mano en instrumento entre las técnicas proyectivas
la misma dirección, ofreciéndose adecuado capaz de ponerse a la altura del mismo hasta
contrapeso). Y sobre la rareza de este perfil que fuimos formados en Szondi en la men-
en contraste al anterior queremos reproducir cionada Escuela de Louvain durante nuestro
una última y sabia cita, de parte de quien es postgrado en Bélgica en la segunda mitad de
para nosotros uno de los más grandes rors- los ’80. Quizás esta posición sobresaliente de
chachistas de todos los tiempos: ambas técnicas se deba a la siguiente caracte-
rística que comparten. A partir de un artículo
<<Un concepto de normalidad toma su de Exner (1989) buscando infructuosamente
vara de medida a partir de esa criatura ‘proyección’ en el Rorschach, desde los
ficticia, el individuo promedio, su- E.U.A. se ha sugerido eliminar dicho adjetivo
puestamente un compuesto del mayor para nuestro conjunto de técnicas; ya autores
número de gente en una sociedad par- anteriores habían señalado, correctamente,
ticular; el otro a partir de una imagen cómo el término no tenía el mismo significado
del individuo como una persona capaz en Freud y en L. K. Frank (quien acuñó la
de desarrollarse hasta un estado de designación colectiva: 1939). Pero un autor
madurez, el cual sirve entonces como (Schachtel, 1950, p. 76) tuvo la perspicacia de
el modelo de normalidad. La teoría identificar cómo la proyección estrictamente
psicoanalítica –en todas sus variadas psicoanalítica, contra la opinión de Exner, sí
escuelas– ha suscrito siempre a este juega un rol esencial en nuestros dos tests ya
último punto de vista, sólo para llegar que se encuentra asociada específicamente
a la penetración que, de acuerdo con a sus elementos centrales: las respuestas de
esta vara de medida, la mayoría de la movimiento en el Rorschach, y el vector del
gente no llega a la madurez y, en ese Yo en el Szondi (específicamente en el factor
sentido, no alcanza la “normalidad” p, alfa y omega de su dinámica).
plena.>> (Schachtel, 1966, pp. 66-7) Tenemos que resaltar aquí la obra de
la otra figura más relevante de la Escuela de
Louvain, Jean Mélon (1975a, 1976), quien
SZONDI Y RORSCHACH14 investigó de una manera más minuciosa que
cualquier predecesor específicamente esta
Ya hemos hecho más arriba varias íntima relación entre las dos herramientas en
conexiones y señalado varias corresponden- su Tesis doctoral, pudiendo confirmar empíri-
cias entre las pruebas respectivas de Szondi camente su mutua y estrecha correspondencia
y de Rorschach, pero por la importancia del que expresó de la siguiente manera...
tema vamos a dedicarle específicamente esta
sección. Y para comenzar expresando cómo <<Material y método. Hemos reuni-
en nuestra experiencia personal, que hemos do 462 casos para los cuales dispone-
practicado Rorschach a todo lo largo de nues- mos de una historia clínica detallada y
tro ejercicio clínico, laboral y forense de ya de pruebas de Rorschach y de Szondi
completas –es decir constando de al
menos diez perfiles– y realizadas si-
multáneamente... La gama nosológica
14
Siempre utilizamos los símbolos originales de Rorscha- es muy variada y representativa de to-
ch, abreviados del Alemán (1921/1977, pp. 20-1; Bohm,
1951/1979, p. 513). das las formas de la patología mental...
Alberto A. Peralta
solución viable es la recomposición de esa au- directo del primero, de una manera absoluta-
toimagen (del cuerpo y del Yo) pero ahora de un mente espontánea había logrado justamente el
ser completo (Platón15), no castrado/acompleja- progreso decisivo de “agregar una dimensión
do, libidinalmente investido, ya no impotente temporal-dinámica a la representación del
como al principio sino capaz de reunir en sí el sistema hasta entonces puramente espacial-
poder para provocar la gloriosa reunificación estática” (Mélon & Lekeuche, 1982/1989, p.
de los sexos creadora de vida (bisexualidad), 21), exactamente como decíamos más arriba
imagen que por más o menos ilusoria que sea que hizo Schotte con respecto al sistema pul-
permite afrontar resuelta y autoconfiadamente sional de su propio Maestro. Sólo tienen que
los avatares e incertidumbres de esta vida (p+). comparar lo expuesto en esta sección con este
Para hacer referencia a un concepto clave de artículo nuestro anterior (op. cit., particular-
Rorschach (1921/1977, pp. 33, 43, 177 nota al mente el Cuadro 2 p. 76) para establecer las
pie), ante la lámina III sólo un percepto cines- necesarias correspondencias.
tético global (G B M) es capaz de reunificar
los miembros dispersos en un cuerpo humano
completo, animado (en movimiento)16. CASOS CLINICOS
El fundamento teórico global del
sistema de Rorschach, sobre la base de “una #1.) Ya mencionamos arriba en la sección his-
nueva carta geográfica” del mismo como dice tórica a este personaje, Adolf Eichmann, jefe
Mélon (Peralta, 2005, p. 75 Cuadro 1), estamos nada menos que del Dpto. Judío de la GES-
convencidos de haberlo podido lograr gracias a TAPO (Policía Secreta del Estado) durante
las teorizaciones homólogas de Schotte sobre la Alemania Nazi y fugitivo del proceso de
el sistema de Szondi; éstas nos permitieron Nuremberg, pero capturado en Buenos Aires
descubrir que ya Zulliger, el mejor discípulo por el Mossad israelí 15 años después para
traerlo a juicio en Jerusalem (1961) donde fue
hallado culpable de crímenes contra el pueblo
judío y ejecutado al año siguiente. Antes del
15
En su Simposio este sabio griego presenta la metáfora juicio Istvan S. Kulcsár, psiquiatra de origen
de aquellos seres hermafroditas, con cuatro piernas y húngaro conocido de Szondi por demás oficial
brazos, perfectamente ‘esféricos’ a los que no les faltaba
nada, que los dioses decidieron dividir en dos mitades y secretamente designado por el Estado de
pues su autosuficiencia no los motivaba a ejecutar ningu- Israel, lo evaluó y le envió a éste el protocolo
na actividad; a partir de ahí supuestamente nace en el ser a ciegas17 (como si de un paciente ingresado
humano el amor (libido), el eterno deseo de (re)vivenciar
la unidad total con el otro, físicamente separado. en un sanatorio se tratase) brindándonos este
16
Compárese a este pasaje clave de Dolto, la gran experta experimento histórico-científico único. Este
del tema: <<La imagen del cuerpo, sólo después del Edipo, caso pues históricamente inigualable no
es proyectable en la representación humana completa.
El yo del sujeto se vincula entonces definitivamente con
la imagen específica humana monosexuada, conforme
con la fisiología del cuerpo material. Su representación
puede ser íntegra, aún si un accidente o una enfermedad 17
Algunos autores (por ej. J. Brunner, comunicación
acaecida después de los cuatro años ha lisiado el cuerpo personal, 24 de junio 2009) desconocedores de estas
de la persona... Por el contrario, un adulto físicamente virtudes científicas de(l) Szondi demostradas numero-
sano, cuyas relaciones emocionales están perturbadas sas veces a lo largo de su carrera, han dudado sobre
por una neurosis, puede ser incapaz de relacionar la el carácter efectivamente ciego del experimento pero
representación de una cabeza con la representación de afortunadamente hubo testigos del momento (colegas y
un cuerpo humano o aun de representar una silueta com- discípulos celebraban con él su 68° cumpleaños) en que
pleta, en movimiento de marcha por ejemplo... se trata de éste recibió el protocolo por correo e hizo una primera y
la imposibilidad de una representación de movimiento del extraordinaria interpretación de semejante “regalo”, tes-
tipo más primitivo que sea>> (1981/1983, p. 73). tigos cuyas versiones hemos podido escuchar (Mélon).
Alberto A. Peralta
PPP: S P Sch C
h s e hy k p d m
I + ± − − − + − +
II + ± ± − O ± − +!
III ± ±! − O O + − +
IV + ± − ± − + O ±
V − ± − O + O O ±
VI − ± − − + O − +
VII ± ± − O O − − O
VIII + ±! − O O − O O
IX ± ± O ± − O O +
X ± ± ± O O ± O +
PCE:22 S P Sch C
20
En este caso la introyección (k+: la posición sexual-
perversa del Yo), como
h dijimos, s genera la representación
e hy k p d m
interna de un objeto parcial retenible o ‘fetiche’ (zona
2. El Yo-poderoso perverso-autís-
erógenaI corporal,± pelo, ropa
Ø interior, calzado,
− etc.) que ± + − + +
atrae hacia sítico
toda(Sch +O)[1]sexual
la energía en V,del VI;sujeto para
II anular
intentar +“castración”.
−
3.laParticularmente, O
sin embargo, ±la ± − − +
21
En el protocolo pueden identificarse estas dos veces
en que circunstancia
III escogió todas
+ las seis que, de
Øfotos s de cada las seis fotos
Oserie desde + +! − − −
de asesinos
el principio como los días III y[sexuales:
VIII con s±!; factor
en nuestra s]
IVde registrar
forma cada+ los
vez Ø sin embargo,
signos
expuestas, −!en estas
el sujeto esco-+
dos + + −! O
ocasiones corresponderían más bien las siglas s±!! y
además gió±veces
V s±! seis dos veces Ø 4,
(días) seis
más. veces
Esta − 5, y dos
sobrecarga +se + −! − O
deduce tambiénveces todos
del PCE dondelosvemos
6 asesinos [2]
el repetido . Lo
sØ
VI vacío: ninguna
(factor + Ø una foto restante
o sólo − por+ lo + −! − +
que significa: mientras un sujeto
que es imposible escoger una dirección).
VII + usualmente
normal Ø −! 2-3+de
escoge + −! ± +
VIII las+6 fotos de
Ø asesinos, este
− hombre
± ± O ±! O
escogió en promedio 5 asesinos en
IX +
el primer Ø
plano. − + + − ± +
1
En este caso la introyección (k+: la posición sexual-
perversa del Yo), como dijimos, genera la representación
interna de un objeto parcial retenible o ‘fetiche’ (zona
erógena corporal, pelo, ropa interior, calzado, etc.) que
atrae hacia sí toda la energía sexual del sujeto para
intentar anular la “castración”.
2
En el protocolo pueden identificarse estas dos veces
en que escogió todas las seis fotos s de cada serie desde
el principio como los días III y VIII con s±!; en nuestra
forma de registrar los signos sin embargo, en estas dos
ocasiones corresponderían más bien las siglas s±!! y
además s±! seis veces (días) más. Esta sobrecarga se
deduce también del PCE donde vemos el repetido sØ
(factor vacío: ninguna o sólo una foto restante por lo
que es imposible escoger una dirección).
Alberto A. Peralta
Cuadro I
22
En su terminología: un asesino pasional (cf. Arendt,
1963/2000, p. 81: “Cuando
Perfil del el capitán Less
Interpretación delleOculto
pidió su Indices de Prueba [P y Sch]
opinión sobre algunas pruebas perjudiciales y posible-
menteTrasfondo
falsas aportadas por un antiguo coronel de las SS,
EichmannI. exclamó tartamudeando de rabia...”;23Robinson,
El Caín autístico con intenciones homicidas
1965, p. 34: “...una afrenta que enfureció tanto a Eichmann
II. Caín quiere huír, abriga
que retó al general a un duelo”; op. cit., pp. 45-6: “...el ideas de fuga [éste y sgte.: “se muestra bien
autor (hy+)”]
debería ser desollado por criticar a Hitler...”), cuyo
signo esencial en la prueba es e− (con hy+: P−+ y perfiles
III. Caín niega
vecinos); para Szondi el ‘complejo la vida
de Caín’ (ideas
representa estasuicidas) [agregando: C−−]
IV.universal de losCaín
dinámica desea serlo
celos fraternos y tenerlo todo [agregando: C−!O]
inconscientemen-
te homicidas, motivados ahora por el amor al/del padre
V. Caín acusa a los demás
en vez de la madre (ver Kulcsar et al., 1966, pp. 21-2).
VI. Análisis del
<<B. Caín acusa a los demás
Oculto
VII. Caín acusa a en
<<I. El oculto emerge los todos
demáslos
VIII. Caín retiene compulsivamente
9 perfiles como un Caín , quien es
[1] sus deseos de matar [agregando: C±O]
IX. Caín actúa de una manera
capaz de llevar a cabo sus intenciones autística
asesinas de una manera completamen-
te autística, es decir a partir de una
<<II.
pasiónEldegrado deypeligrosidad
poder sin tomar enpública
cuenta × 4) reacciones vectoriales, 32 es
del oculto queda también expresado
los límites impuestos por la realidad. decir el 88% son de naturaleza social
aLapartir del hecho
predominancia de lasde que de 36 (9 negativa[24].
22
En su terminología: un asesino pasional (cf. Arendt, 24
Szondi puso en pie un Indice Social cuantitativo en su
1963/2000, p. 81: “Cuando el capitán Less le pidió su prueba para cuyo cálculo a cada perfil vectorial posible
opinión sobre algunas pruebas perjudiciales y posible- le asignó, sobre la base de su significado y de su propia
mente falsas aportadas por un antiguo coronel de las SS, experiencia, un valor social fijo positivo o negativo; su
Eichmann exclamó tartamudeando de rabia...”; Robinson, nivel normal positivo se sitúa entre 40-50%. Según Szondi
1965, p. 34: “...una afrenta que enfureció tanto a Eichmann entonces y por simple resta Eichmann sólo alcanzó en
que retó al general a un duelo”; op. cit., pp. 45-6: “...el el PCE un extraordinariamente bajo 12%, pero sin duda
autor debería ser desollado por criticar a Hitler...”), cuyo aquí se trata de un error: es verdad que hay muy pocos
signo esencial en la prueba es e− (con hy+: P−+ y perfiles perfiles socialmente positivos en los primeros tres vec-
vecinos); para Szondi el ‘complejo de Caín’ representa esta tores (2 en S, 1 en P, 2 en Sch) pero en C casi todos lo son
dinámica universal de los celos fraternos inconscientemen- (7/9, con la excepción de ++ y −−) lo que no da un total
te homicidas, motivados ahora por el amor al/del padre de sólo 4 sino de 12 (¿le asignaría intempestivamente a
en vez de la madre (ver Kulcsar et al., 1966, pp. 21-2). esta cifra el signo de “%”, de donde el error?). El cálculo
23
Caín en la prueba: P−+, −±, O+ etc. correcto del Indice Social en el PCE (tomando en cuenta
Autismo en la prueba: Sch+− los 8 ! que también se cuentan como reacciones negati-
El Caín autístico P−+ Sch+−, P−± Sch+− etc. vas) es de 27%, que sigue siendo peligrosamente bajo.
Alberto A. Peralta
rigidez: F+% = 10025, Dd/, T.V. 2(4):4.5, !Fb castración) a la VII. Agreguemos que, en re-
y !rojo (III: nombrarlo –“el rojo”– con fines ferencia a las correlaciones Szondi-Rorschach
de ubicarlo y perspectiva = aislamiento de su establecidas por Mélon de las que hablamos
valor afectivo), obs y críticas del objeto, resps. en la sección anterior, comprobamos aquí la
“o”, y temas como acicalamiento, coleccionar, expresión de la preferencia de Eichmann por
excesiva cortesía (formación reactiva contra la regresión a la posición perversa-sexual del
la agresividad), etc. Yo (k+): si bien llega a ofrecer algunas B y
Pero tal como decía Szondi hace un M de cuerpos enteros (G) inmediatamente
momento esa rígida y tensa defensa no podía las desmenuza en objetos parciales (Dd) es
sostenerse (PCE VIII como el único perfil que decir partes de sus cuerpos (hocico, oreja,
logra retener momentáneamente la avalancha trompas...) o prendas de vestir más o menos
asesina), la balanza inclinándose finalmente fetichistas (26%, como desplazamiento a
hacia la perversión (regresión) también en el partir de las partes sexuales que deben cubrir:
Rorschach: las F+ desaparecen por comple- Kuhn, 1944/1992, p. 11226).
to hacia el final, en las láminas coloreadas, La perversión, y en este aspecto se aleja
donde no ofrece sino resps. de color exclusi- de la neurosis acercándose a la psicosis, supone
vamente (las representantes de los impulsos) siempre una cierta debilidad del Yo (Bohm,
y la mayoría mal vistas, es decir impulsivas, 1951/1979, pp. 290-1). Y si hay algo que el
luego de haber batallado a duras penas (ob- Szondi de Eichmann nos muestra con suma
sesivamente: !rojo sobrecompensado con claridad es esta debilidad en Sch, tanto en el
numerosas resps., sobresaliendo las Dd, F+ o primer plano como en el trasfondo: en el PPP
F[Fb], y Vestidos) con su reacción irritada al ningún otro vector nos muestra cambios tan
rojo en las láminas II-III que sí pudo contener radicales, donde de hecho las cuatro funciones
hasta el final; y a este respecto nuevamente elementales del Yo se suceden unas a otras
resultan muy pertinentes las apreciaciones de desordenadamente, posicionándose ‘en espejo’
Salomon, uno de los grandes interpretadores relativo al día anterior sin que ninguna parezca
del Rorschach (véase la cita en Peralta, 2019, predominar (severa escisión, la etimología por
p. 59). También señalamos en ese lugar (pp. cierto del término ‘esquizofrenia’ = mente
54-6) que la perversión era particularmente dividida); sobre todo el factor supuesto a dar
visible en la resp. asimétrica a la lám. II consistencia al Yo (5× kO) indica una relación
(rechazo/aceptación paralelos y simultáneos muy insegura con la realidad. En la población
de la diferencia sexual, de la castración) y de Mélon (1976, pp. 60 y 155) esos casos tan
en el agudo !!sex ♀ (insuperable angustia de desestructurados siempre mostraban en algún
25
¿Exagerado? No para alguien como Eichmann: “Yo 26
<<...En el Rorschach, en presencia de interpretaciones
siempre actué al 100% y al dar órdenes no fui cierta- que tocan más o menos los vestidos y los disfraces, no
mente tibio” (Robinson, 1965, p. 34); “...su estricto padre debemos ver solamente objetos que sirven exclusiva-
también los empujaba [a sus hijos al llegar a Argentina] mente para vestirse... imaginémonos, por ejemplo, dos
a aprender Español lo más rápidamente posible. Tenían tipos de protocolo diametralmente opuestos, donde
que aprender cien palabras por día―exactamente cien” en uno el disfraz, el sombrero, las botas, los guantes, la
(Stangneth, 2014, p. 121). Salomon (1962, p. 145), en un máscara definen el atuendo integral [Eichmann, lám. III]
momento en que Eichmann era precisamente condena- mientras que el otro va literalmente hasta la exhibición
do y ejecutado y cuyo Rorschach debía esperar todavía de los órganos genitales... Uno puede decir, en general,
más de una década para ser publicado, interpretó tan que los protocolos que contienen interpretaciones de
exactamente el significado de este F+% máximo como máscara, ofrecen rara vez... respuestas sexuales y reve-
si estuviese retratando a nuestro personaje (cita repro- lan una tendencia marcada al vestido, sin regla absoluta
ducida en Peralta, 1999, p. 83 nota al pie). por demás>>.
PPP: S P Sch C
h s e hy k p d m
I ± − + − − + ±! +
II − − + − Ø +! − +
III −! O + O O +!! − ±
IV −! + O O − +!! − O
V −! O + O −! + O O
VI −! + + O −! + O +
Alberto A. Peralta
ABSTRACT
The aim of this paper is to reintroduce Szondi's excellent test into the practice of pro-
jective psychology. To this end, a brief history of its author and the uneven dissemination of
his instrument is given, a description of his 'impulse system' based on Psychoanalysis and
how it could in fact constitute the 'Periodic Table of the Elements' of psychopathology and
mental life in general (Schotte), a detailed review of the technique's functioning, a theoretical
and practical comparison with the much better known Rorschach test, and the exposition of
a couple of example cases demonstrative of all the above.
Alberto A. Peralta
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Alberto A. Peralta
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
E
l debate sobre los criterios de interpretación de las técnicas
de evaluación y exploración proyectivas resulta apasio-
nante desde sus inicios hacia principios del siglo XX al
presente. ¿Cómo se realiza una correcta y adecuada lectura del
material gráfico que las personas evaluadas producen? ¿Sobre la
base de qué criterios se realizan las lecturas e interpretaciones de
estos dibujos? ¿Cuál es la relación entre teoría, producción gráfica
1
Profesor Doctor Universidad del Salvador (ignacio.barreira@usal.edu.ar)
2
Especialista en la Universidad del Salvador (bevacqua.leandronicolas@usal.edu.ar)
Dirección postal institución
chas pautas se han ido actualizando periódi- A este lúcido planteo, agregamos
camente en múltiples estudios con muestras una observación complementaria: la lógica
regionales que han presentado evidencia res- hipotético-deductiva ha predominado en la
paldada en metodologías ampliamente acep- concepción de los teóricos de las técnicas
tadas por la comunidad científica y profesio- proyectivas, muy preocupados por su fun-
nal (Perez Zambon, 2017; Borelle, De Luca, damentación, pero que no se han detenido
Maida; 2017; Rossi, 2018). No obstante, se adecuadamente en la consideración del acto
puede identificar una discontinuidad entre la interpretativo de las mismas. Sobre la base
fundamentación de las técnicas y la propues- de este planteo se intenta generar un debate
ta de pautas de interpretación para las mis- crítico sobre el rol de los fundamentos y de
mas, más precisamente en lo que respecta al la teoría en articulación con el rol del intér-
acto de interpretación, acto que en sí mismo prete en las técnicas proyectivas gráficas. Se
realiza el evaluador más allá de los manua- realizará una breve revisión sobre los modos
les y fundamentos. Especialmente, dada la en que se han planteado las bases de las téc-
ausencia de una relación unívoca entre la nicas proyectivas desde principios del siglo
presencia de un solo indicador proyectivo y XX hasta las últimas décadas en la República
su “correspondiente” variable psíquica, sien- Argentina. Posteriormente, se repasará la po-
do su relación de carácter probabilístico en sición de diferentes clínicos e investigadores
función de las inferencias realizadas por el que se dedicaron al desarrollo del campo de
evaluador (Navarro, Gallardo y Weinstein, las técnicas proyectivas.Luego se revisarán
2017). las tendencias en interpretación de los tests
En este punto, se deben distinguir dos gráficos que se vienen utilizando en los últi-
cuestiones que han de ser deslindadas a fines mos años. Finalmente, se caracterizarán las
de concebir adecuadamente su articulación: implicancias de articulación entre el clínico
fundamentar e interpretar son actos que no que evalúa y la peculiaridad de tal acto en
son homogéneos, que son distintos, y que se relación con la persona evaluada.
dan en sucesión. En relación con esta última
cuestión, Azucena Borelle retoma el planteo
de Schwartz en los siguientes términos: LA PROYECCIÓN Y LAS TÉCNICAS
PROYECTIVAS
“¿Cómo leemos o interpretamos en la
actualidad los productos proyectivos El concepto de proyección, surgido ini-
gráficos? ¿A partir de qué lineamien- cialmente del psicoanálisis freudiano,permitió
tos teóricos? ¿Qué actualizaciones iniciar una escuela de trabajo e investigación
hemos hecho? A poco que incursio- sobre esta temática. La noción de proyección
nemos, podremos responder a estas tal como figuraba en los primeros escritos de
preguntas mostrando que desde los Freud (2006 [1896])3, fue utilizada inicial-
comienzos de la utilización de la
expresión gráfica en la evaluación
psicológica hasta nuestros días, se
produjeron importantes cambios que
3
“En la paranoia, el reproche es reprimido por un camino
que se puede designar como proyección, puesto que se
responden, por un lado, a la profun- erige el síntoma defensivo de la desconfianza hacia otros;
dización de las teorías de base y, por con ello se les quita reconocimiento al reproche, y, como
otro, a las investigaciones desarrolla- compensación de esto, falta luego una protección contra
los reproches que retornan dentro de las ideas delirantes”
das en el área” (Borelle, 2019). (Freud, 2006 [1896], p. 183).
mente para dar cuenta del mecanismo propio Rorschach constituyó una prueba proyectiva
de la paranoia en un intento de ubicar una y perceptual, fue su autor quién precisó la
defensa específica para las psicosis. Ya en importancia de la apercepción en la misma,
1911, en el caso Schreber, Freud reconoció estableciendo una diferencia con el proceso
que la proyección podía ser ubicada más allá de proyección propiamente dicho. Según
de la paranoia, incluso en la vida cotidiana Herman Rorschach, en la apercepción,
(2005 [1911])4.Posteriormente, este término
fue utilizado por diferentes psicoanalistas “… el sujeto realiza “un esfuerzo de
como un modo de defensa primaria presen- integración” entre sus experiencias
te en las psicosis, pero que también puede pasadas y ésta que es su experiencia
encontrarse en las neurosis y perversiones presente y todos los sentimientos,
(Roudinesco y Plon, 1998). Desde su apari- actitudes, ideas, etc. que la misma le
ción, la proyección consistió en el hecho de despierta… las interpretaciones de
que se depositen en otro (sujeto u objeto), las figuras accidentales pertenecen al
peculiaridades que provienen de uno mis- campo de la percepción y de la aper-
mo, pero con desconocimiento de que es cepción, más que la de la imagina-
uno mismo el efector de este acto, y que se ción” (Passalacqua, 1994, p. 27). letra
atribuyen a una alteridad. No obstante, la
proyección como mecanismo psíquico no Desde esta perspectiva, el mecanismo
logró constituirse en el mecanismo explica- de apercepción permitía dar cuenta de las
tivo de las psicosis, pero abrió la posibilidad experiencias pasadas del sujeto y sus moda-
a que se la pudiera identificar en diferentes lidades de interacción con la realidad actual.
situaciones clínicas.Logró influir en los clí- En este sentido, la apercepción presenta un
nicos de la época, particularmente en Carl rol activo y articulador entre el pasado y el
Gustav Jung, en la elaboración de su método presente, configurando las bases de la con-
de asociación de palabras, y, consecutiva- cepción que posteriormente agrupará a las
mente desde este y Eugen Bleuler, en Her- técnicas proyectivas.
mann Rorschach, quien introdujo el término Años después, Henry Murray publicó
“psicodiagnóstico” en la publicación de su en 1935 el Test de apercepción temática
test en 1921.Aunque el Psicodiagnóstico de (TAT) (1997), en el que precisó dentro de la
idea de proyección su propia versión de la
noción de “apercepción”. Para Murray, la
4
“En la formación de síntoma de la paranoia es lla- apercepción implicaba que una experiencia
mativo, sobre todo, aquel rasgo que merece el título de nueva es asimilada y transformada por el
proyección. Una percepción interna es sofocada, y como residuo de otras pasadas, constituyendo una
sustituto de ella adviene a la conciencia su contenido,
luego de experimentar cierta desfiguración, como una nueva totalidad llamada “masa aperceptiva”,
percepción de afuera. En el delirio de persecución, la cuestión por la cual se considera que toda
desfiguración consiste en una mudanza de afecto; lo percepción es dinámicamente significativa
que estaba destinado a ser sentido adentro como amor
es percibido como odio afuera. Uno estaría tentado de (García Arzeno, 2000, p. 32). En el TAT, la
postular este asombroso proceso como lo más sustantivo apercepción jugaba un rol decisivo en la idea
de la paranoia y absolutamente patognomónico de ella, de explorar tendencias motivacionales, rela-
si no recordara a tiempo que: 1) la proyección no desem-
peña el mismo papel en todas las formas de paranoia, y ciones interpersonales y aspectos dinámicos
2) no ocurre sólo en la paranoia, sino también bajo otras
constelaciones de la vida anímica, y aun cabe atribuirle
una participación regular en nuestra postura frente al
mundo exterior” (Freud, 2005 [1911], p. 61).
de la personalidad5, y su autor planteó una cada test y/o técnica. Por ejemplo, se puede
pequeña precisión en relación con la idea de caracterizar al TAT como un test que evalúa,
proyección (Murray, 1997).Siguiendo estos “la estructura de la personalidad subyacen-
desarrollos, encontramos la conceptualización te” (Murray, 1997, p. 13), sobre la base de
de Bellak, quien definió a la apercepción la estimulación visual desde un estímulo
como una, “…interpretación (dinámica) prefigurado (láminas), buscando de esa ma-
significativa que un organismo hace de una nera que un estímulo facilite que la persona
percepción” (Bellak y Abt, 1967, p. 27),in- pueda proyectar en las imágenes diferentes
troduciendo allí la posibilidad de realizar una aspectos de su personalidad. O, podemos in-
evaluación de la subjetividad del paciente dicar que las técnicas proyectivas gráficas, lo
mediante la distorsión aperceptiva generada son en sentido estricto, porque apuntan a que
por el mismo. la producción gráfica implique el plasmado
Para precisar la diferencia entre pro- de aspectos personales y subjetivos propios
yección y apercepción podemos decir que e idiosincráticos del sujeto en cuestión sin
la segunda, tal como fue presentada en el mediación de estímulos iníciales. En estas
Psicodiagnóstico de Rorschach,implica un pruebas, la consigna funciona como un es-
acto de“integración”,mientras que la primera tímulo que direcciona la conducta gráfica.
puede ser considerada como un “largar Se puede precisar una diferencia entre el
hacia adelante” (Bell, 1978), implicando TAT que presenta un estímulo visual, y las
una “colocación” en un “afuera” de aque- técnicas gráficas que presentan uno auditivo;
llos elementos propios que se han vuelto no obstante, las nociones de proyección y
intolerables para el yo. Esta distinción, que apercepción no generan divisoria de aguas en
obedece más a una precisión cronológica relación a los procesos psíquicos implicados.
que a una cuestión conceptual; lejos de En 1939, Laurence Frank denominó
marcar una divisoria de aguas entre el Psi- como “técnicas proyectivas” a una serie de
codiagnóstico de Rorschach y del TAT por técnicas de evaluación con estímulos poco
un lado, y a las técnicas proyectivas gráficas estructurados que ya se habían utilizado en
por el otro (que se diferencian por el tipo de esa época.Frank precisó que la idea que les
prueba: estímulo gráfico – respuesta verbal y otorgaba unidad al grupo de las “técnicas
consigna verbal – producción gráfica), estas proyectivas” consistía en que la personalidad
conceptualizaciones deben entenderse en pudiera proyectarse de modo tal que se pudie-
continuidad. En todo caso, en lugar de buscar se identificar su forma de ver la vida, su propio
diferencias entre los términos proyección y sentido, sus significados y especialmente sus
apercepción, resulta más relevante poner la sentimientos (Cattaneo, 2017). Diez años
lupa en los objetivos y especificidades de después, Karen Machover publicó su Test del
Dibujo de la Figura Humana (DFH), conside-
rada como una técnica proyectiva sustentada
en principios psicoanalíticos. El objetivo de la
5
“Enfrentados varios sujetos ante una misma situación
vital, cada uno de ellos la vive a su manera, según su DFH era evaluar aspectos de la personalidad
personal y exclusiva perspectiva. Así –para tomar el referidos a actitudes, ansiedades y conflictos
ejemplo de Ortega- el cuadro de una hombre moribun- propios de las personas en cuestión.
do suscitará imágenes, ideas y sentimientos diversos
según la ubicación humana del espectador: la esposa, En esta primera mitad del siglo XX
el médico, el periodista, el pintor (…) Esa diversidad las técnicas proyectivas surgieron vinculadas
de experiencias se corresponde con la diversidad de a postulados mayoritariamente psicoanalíti-
relaciones humanas y ángulos profesionales dados en
cada uno de esos espectadores” (Murray, 1997, p. 13). cos, en donde la noción de proyección fue
Tabla 1: Recorrido del término proyección desde su aparición hasta su articulación con las
técnicas de evaluación psicológica
Implicancia concep-
Término Autor Año Definición
tual
El reproche es reprimido
por un camino que se puede
designar como proyección,
puesto que se erige el sínto-
ma defensivo de la des-
Freud intenta identificar
confianza hacia otros; con
Sigmund a la proyección como un
Proyección 1896 ello se les quita reconoci-
Freud mecanismo específico
miento al reproche, y, como
de las psicosis.
compensación de esto, falta
luego una protección contra
los reproches que retornan
dentro de las ideas deliran-
tes.
Freud reconoce en la
La proyección no ocurre
proyección es una ope-
sólo en la paranoia, sino
ración que puede ocurrir
también bajo otras conste-
en las psicosis pero
Sigmund laciones de la vida anímica,
Proyección 1911 establece que ocurre en
Freud y aun cabe atribuirle una
diferentes aspectos de la
participación regular en
vida psíquica y juega un
nuestra postura frente al
rol central en la postura
mundo exterior.
frente al mundo exterior.
El sujeto realiza “un esfuer- Rorschach destaca el
zo de integración” entre rol activo y articulador
sus experiencias pasadas entre el pasado y el pre-
Herman
Apercepción 1921 y su experiencia presente sente, configurando las
Rorschach
y todos los sentimientos, bases de la concepción
actitudes, ideas, etc. que la que agrupa a las técni-
misma le despierta. cas proyectivas.
producciones gráficas y verbales de los sujetos pudiera ser identificado, solo modificó la po-
permitían objetivar aspectos muy valiosos de sibilidad de ser ubicable en diferentes órdenes
su idiosincrasia personal y subjetiva (Catta- de la vida psíquica. No obstante de que los
neo, 2017, p. 24). No obstante,Pierre Pichot contextos de aplicación pudieran ampliarse, la
refirió que los fundamentos de las técnicas noción de proyección no dejó de constituirse
proyectivas no se nutrieron únicamente del en un mecanismo identificable, pero del que
psicoanálisis, sino también de las escuelas no es posible saber a prori a qué responde,
holísticas de psicología y las tendencias cien- solo viendo caso por caso se podrá inferir el
tíficas generales de la época (1996, pp. 89-90). rol de este mecanismo en la dinámica psíquica
Estas influencias resultaron relevantes a fines de cada persona. La importancia de su intro-
de explicitar que en todo momento, las técni- ducción en el campo psi y su asentamiento en
cas proyectivas fueron estudiadas con diversos el mismo sirvió a la justificación genérica de
intentos de rigor científico y metodológico diferentes pruebas de evaluación psicológica,
desde sus inicios. pero la misma poco nos dice de lo singular de
Ahora bien, lo cierto es que el de- la persona evaluada. Los evaluadores podrían
sarrollo de las teorías psicoanalíticas no ha identificar la presencia o ausencia de mecanis-
sido uniforme desde Freud a nuestros días mos proyectivos; sin embargo, dentro de los
(Anderson y Anderson 1963; Bell, 1978; criterios de interpretación de esta aparición,
Fernández Ballesteros, 1980; Pichot, 1996; lo único que puede decirse del mismo es que
Hammer, 1997; Celener, 2002, 2004; Frank sucede. Esta limitación resultaba suficiente
de Verthelyi, 1997; Borelle y Russo, 2015; para la justificación de las pruebas y para el
Cattaneo, 2017).No obstante, a mediados clínico que tendía a interpretar que la presencia
del siglo XX la figura de Freud anudaba las de ciertos mecanismos proyectivos indicaría
referencias sobre el tema y la diáspora de la presencia de patología mental, pese a que la
enfoques psicoanalíticos no había ocurrido noción de proyección hacía tiempo había deja-
aún. Repasando la segunda aparte del siglo do de ser patrimonio exclusivo de las psicosis.
XX, debe tomarse nota de las sucesivas lí- Por otra parte, este recorrido deja al
neas que se fueron desarrollado de acuerdo descubierto que la proyección y sus variantes
con cuestiones generacionales, geográficas constituyen el fundamento de estos instru-
y/o teórico-metodológicas. Asimismo, esta mentos de evaluación psicológica, confor-
pluralización del psicoanálisis ha impactado mando un hilo conductor que los une. Desde
en diferentes modos de entender la clínica y el la proyección a la apercepción, se intenta
aparato psíquico freudiano: aunque todos los explicitar y establecer con claridad cómo las
psicoanalistas parten de Freud, suele suceder teorías, generalmente psicoanalíticas, aportan
que han tomado rumbos muy diferentes, y en elementos para que se entienda qué es lo que
muchos casos hasta opuestos. Este hecho deja está en juego en cada una de estas técnicas,
en evidencia las diferencias dentro del propio y cómo estos conceptos están justificando
psicoanálisis, pero también las diferencias en que estas pruebas tengan un sentido en tanto
la concepción clínica entre psicoanalistas. Por instrumentos de evaluación y exploración
este motivo es que todos los enfoques, por psicológica. No obstante, independientemente
más variados que sean, se remiten siempre y del fundamento de las técnicas, el rol del in-
en todo momento a Freud, pero estableciendo térprete se ubica en un más allá de la prueba
cada recorrido puntual a su modo. en sí misma, ya que es éste quién se encuentra
El hecho de que desde su postulación en la situación de evaluar,quién tiene que
la proyección hubiera sido un mecanismo que administrar la misma, generar la evidencia,
sos que recorren y modifican a las diferentes René Spitz, Jacques Lacan, Françoise Doltó y
técnicas proyectivas. En nuestro medio se Maud Mannoni (pp. 22-26). Lo interesante de
encuentran un sinnúmero de obras entre las este abordaje es que se presentan las referencias
que se destaca la figura de Renata Frank de sobre el campo para que estas permitan iden-
Verthelyi en relación al psicodiagnóstico, las tificar lineamientos clínicos de articulación,
técnicas proyectivas y el Test de Relaciones sin caer en la idea de que el fundamento debe
Objetales de Phillipson (1983, 1997). En las traducirse en pautas de interpretación. En todo
décadas de 1980 y 1990 sobresalieron los caso, esta obra se caracteriza por presentar
desarrollos de Siquier de Ocampo, García criterios de evaluación psicopatológicos, en
Arzeno y Grassano en relación al proceso donde la tarea del evaluador procede de manera
psicodiagnóstico y las técnicas proyectivas clínica para que el mismo pueda orientarse
en general (1987), generando obras preci- en función de un diagnóstico diferencial en
sas como las de García Arzeno en relación organizaciones neuróticas, psicóticas y límite.
al proceso psicodiagnóstico (1993, 2000), y En esta obra, se advierte cómo la teoría deja de
las de Elsa Grassano sobre los indicadores funcionar como garante de las técnicas de eva-
psicopatológicos en las técnicas proyectivas luación para jerarquizar a la evaluación como
(1997). Por su parte, Graciela Celener y Mó- acto clínico. Esto se advierte con claridad en
nica Guinzbourg de Braude realizaron pre- el apartado “Algunas consideraciones acerca
cisiones sobre el Cuestionario Desiderativo del proceso psicodiagnóstico en la niñez” (pp.
(1996); Celener a su vez realizó una actua- 32-36), en donde las autoras hacen mención a
lización sobre los criterios de interpretación la abducción (pp. 34-35). Este planteo abre la
en las técnicas proyectivas en general (2002, puerta a la consideración que aquí hacemos so-
2004). En relación al TAT, Torres y Russo es- bre el rol del evaluador en tanto intérprete en el
tablecieron su modalidad de evaluación a la psicodiagnóstico de niños. Por su parte, Bueno
luz de actualizaciones de la escuela francesa Belloch, Delgado Garrido y Díaz Monedero
de dicho test al que agregaron su propia im- (2012), habían planteado algo similar en rela-
pronta (2003, 2011). Más acá en el tiempo, ción a una perspectiva en adultos.Este planteo
se publicaron precisiones sobre el psicodiag- encuentra una precuela en Susana Sneiderman,
nóstico en niños (Borelle y Russo, 2015), y quien unos años antes había manifestado,
también sobre el rol de las técnicas de eva-
luación en clínica psicosomática (Borelle y “…los instrumentos proyectivos no
Russo, 2017). Dentro de los aportes de nues- escapan a la categoría de empíricos
tro medio en relación a las técnicas proyecti- y por lo tanto motivan también al
vas gráficas, destacamos los trabajos de Elsa igual que el Psicoanálisis grandes
Grassano (1987, 1997), Celener y colabora- discusiones. Se dice de ellos que
dores (2002, 2004), Borelle y Russo, (2015, su modalidad de interpretación es
2017), Cattaneo (2017) y Borelle (2019). siempre “subjetiva” y por lo tanto no
En El psicodiagnóstico de niños (2015), científica” (2011, p. 94).
las autoras Borelle y Russo realizan un breve
recorrido por las influencias de los psicoana- De esta manera, esta autora también
listas que permitieron diagramar el campo de rescata el rol y valor del método abductivo
la clínica psicoanalítica de niños, pero que en los procesos de evaluación psicológica.
también influyeron en los fundamentos de la Resulta relevante que la misma destaque la
evaluación en niños: Anna Freud, Melanie importancia de esta figura lógica para estable-
Klein, Donald W. Winnicott, Wilfred Bion, cer el modo en el cuál el evaluador realiza su
tarea. En relación con la abducción, la autora de fundamentar las pruebas no dio lugar a la
la define como, “…un proceso mediante el consideración del rol del intérprete en este tipo
cual se genera teoría provisoria desde la de trabajo; en todo caso, el esfuerzo para dar
información del terreno, desde los datos” garantías de cientificidad, se orientó al desarro-
(2011, p. 98). llo de pautas de interpretación que surgían del
En este punto, destacamos en la abduc- fundamento de cada técnica. Esto implicó que
ción su cualidad de proceso lógico inferencial los actos de interpretación, en la gran mayoría
más allá del sustrato teórico que se encuentre de los casos, hubieran quedado ligados a los
en juego. Lo importante de esto último radica fundamentos teóricos de cada técnica en tanto
en desentrañar en qué procedimiento debe que los mismos se constituyeron como los
entenderse la tarea del evaluador. La lógica garantes científicos de los procedimientos del
abductiva hace que el evaluador se constituya evaluador. En este sentido, debemos distinguir
en un intérprete de las técnicas. La ganancia el estudio de las posibilidades de producción,
de esta manera de concebirlo de este modo ra- desde una metodología que buscaba establecer
dica en qué se puede esperar de un evaluador y generalizaciones de posibilidades, y del rol del
esclarece cómo el evaluador debería proceder: evaluador, que podía utilizar esos indicadores
activamente trabajando con las producciones pero que no debía buscar cómo hacer encajar
y el sujeto evaluado. De este modo, debería lo que veía en relación a las guías establecidas.
evitarse la concepción de un evaluador como Este hiato que se produce entre fundamentar
un profesional que aplica la teoría al caso, y evaluar, entre la ciencia y la clínica, una y
cuestión que decanta inevitablemente en otra vez se ha orientado hacia el pensamiento
justificar que las producciones deben encajar científico. Sin embargo, entendemos que el
con las teorías de referencia. desarrollo de esa tendencia ha implicado,
involuntariamente, la atrofia del otro. En
consecuencia, generaciones de evaluadores se
CONCLUSIONES formaron en la aplicación rigurosa de métodos
y en la interpretación justificada de pautas
Pese al abordaje histórico que los formales y de contenidos, generando una ten-
diferentes autores han trabajado sobre la fun- dencia hacia la aplicación lineal de las guías
damentación de las técnicas proyectivas, poco de interpretación a los dibujos. Así y todo, la
se ha precisado sobre la labor del evaluador clínica siempre estuvo presente en las super-
como intérprete de las mismas. La necesidad visiones de casos, en los ateneos y diferentes
de establecer un campo científico, en el que ámbitos profesionales en el que cada vez más
los fundamentos y procedimientos de las se intentaba entender cómo tal o cuál caso cua-
técnicas proyectivas pudieran ser explicita- jaba o no cuajaba con la guía de interpretación.
dos y claramente articulados para dar cuenta Si bien la diferencia entre ciencia y clínica
de la importancia de las mismas, ha llevado estaba planteada, muchas veces bajo el dilema
a que los modos de presentar y justificar las ¿ciencia o arte?, las garantías que siempre hubo
diferentes pruebas que fueron apareciendo a de exigir a la ciencia tuvieron ocupados a los
lo largo del siglo XX hubieran utilizado una clínicos que no dejaron de discutir, por fuera
modalidad hipotético-deductiva en donde la de la ciencia, sus dudas clínicas.
teoría funcionaba como garante de la prueba. Sin embargo, dada la relación entre el
Esta necesidad fue cubierta con mucho éxito rol de las teorías en la evaluación de las técni-
desde los inicios de las técnicas proyectivas cas proyectivas gráficas y el rol del evaluador
hasta nuestros días. Sin embargo, el hecho como intérprete de las mismas, se debe admitir
Tal como se expone en la Tabla 2, del evaluador como otra instancia diferente
pueden considerarse las diferencias entre que requiere ser concebida en su importancia
las Técnicas Proyectivas, en función de su y especificidad. La tarea de fundamentar las
constitución, y el rol del evaluador al inter- técnicas proyectivas implica necesariamente
pretar sus contenidos. Por lo tanto aunque a la lógica hipotética-deductiva, pero el in-
los dilemas entre lo nomotético e ideográfico térprete que evalúa las técnicas proyectivas
juegan un rol en esta aparente disyuntiva, precisa apelar al método abductivo para
tal discusión se diluye si concebimos la identificar cómo en ese caso singular: surge
fundamentación de una prueba como una la subjetividad de esa persona que se entrama
instancia necesaria, y la formación y labor de manera única y peculiar.
ABSTRACT
Following the lines of research initiated in the Argentine Republic on the consideration
of the object and the method of verbal and graphic projective techniques, different questions
arise: How is it done the correct and adequate reading of the graphic material that evaluates
produce?Based on what criteria are the readings and interpretations of these drawings made?
This work seeks to carry out a longitudinal development that starts from the mechanism of
projection, primarily established by Freud, to the different models of analysis and interpretation
that these techniques present today.Based on these aspects, a question arises about the role
of the evaluating psychologist by actively intervening in the act of interpreting the material
provided by patients. With this, a differentiation was identified between the fundamentals
and interpretation guidelines provided by projective techniques, centered on a hypothetical-
deductive approach, and the clinical act itself that is put into play when performing its inter-
pretation. Thus, an evaluation modality focused on an abductive methodology is established,
in order to achieve greater identification of the different subjective aspects that are presented,
in a unique way, in the productions provided by the patients.
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