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Ley de Contrato de Trabajo N 20744 Comentada Por J 240328 160723
Ley de Contrato de Trabajo N 20744 Comentada Por J 240328 160723
TRABAJO N° 20.744.
COMENTADA POR JUECES
Y JUEZAS DEL TRABAJO
Asociación Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo
Director:
Luis Raffaghelli
Vicedirector:
Leandro Fretes Vindel Espeche
Autores:
Lucía Aseff - Artículos: 1, 2, 3, 4.
Hebe García Borrás - Artículos: 5, 6, 17, 18, 19 y 20.
Carlos Toselli - Artículos: 10, 11, 12, 13, 14, 15.
Manuel Diez Selva - Artículos: 16.
César Arese - Artículos: 7, 8, 9, 17 bis.
Diego Fernández Madrid - Artículos: 21 al 24, 62 al 69.
Andrea García Vior - Artículos: 25 al 29, 29 bis, 75 y 81, 87 a 89.
Eleonora Slavin - Artículos: 30, 31, 70 al 74 y 76 al 80.
Sebastián Mangini - Artículos: 32 al 36, 59 a 61, 82 al 86.
José A. Reviriego - Artículos: 37 al 44, 52 al 58.
Fernando Nicolau - Artículos: 45 al 51.
Silvia Escobar - Capítulo XVIII Formación profesional, Artículos: 90 al 92 ter.
Guillermo Bonabotta - Artículos: 93 al 98.
Carolina Barreiro - Artículos: 99 al 102.
AÑO 2020
CONTENIDO
PRESENTACIÓN
Introducción
Raffaghelli, Luis A.
Presentación
Craig, Graciela Lucía -
Prólogo
Raffaghelli, Luis A.
2
CAPÍTULO VII. De los Derechos y Deberes de las Partes
CAPÍTULO VIII. De la Formación Profesional
3
Introducción
4
teniendo en cuenta la fuerte afecttio societatis que ha evidenciado
ANJUT en su breve trayectoria.
Fue una gran creación legislativa, tanto por su aspecto jurídico como
por su componente social, de confluencia de los sectores productivos,
caracterizada por la protección del trabajo y la sistematización del
mosaico de normas dispersas.
5
pero infelizmente, esos visionarios no pudieron realizar el sueño, por
intereses, incomprensión y falta de acuerdos parlamentarios.
III. Obras sobre esta Ley se escribieron muchas y destacables, pero sin
duda la de mayor peso jurídico, académico e histórico fue la
comentada por los Dres. Juan Carlos Fernández Madrid, Justo López
y Norberto Centeno, nada menos, escrita desde el litigio y la realidad
social, con perspectivas diferentes, desde la magistratura, la academia
y la abogacía litigante.
6
En el prólogo a la segunda edición en castellano del “Elogio dei giudici
scrito da un avvocato” del gran Piero Calamandrei, nos decía el
Profesor Eduardo J. Couture que después de esa obra, los jueces
quedaban en deuda con los abogados.
7
4. Reducción del plazo de la prescripción de los créditos laborales de
cuatro a dos años.
8
● Intervención de sindicatos, Obras Sociales y Confederación General
del Trabajo.
● Fijación de los salarios por decretos del Poder Ejecutivo, con grave
afectación de la autonomía colectiva.
9
La lógica de protección de los derechos sociales no implica, lo que
desde sectores del poder, irresponsablemente se denuncia como
industria del juicio.
10
Hoy estamos convocados a un debate que aglutine fuerzas e
inteligencia para evitar que la globalización imponga la precarización
laboral como norma, beneficiando a sectores del poder concentrado,
instalando sin vuelta el trabajo in/decente, la fragmentación de los
colectivos laborales y el definitivo debilitamiento de la acción sindical.
La conciencia media de la humanidad y el enaltecimiento de la persona
humana como clave de la cuestión social no habrán de permitirlo.
Luis Raffaghelli
Presidente ANJUT - Juez CNAT - Director
11
Presentación
12
Prólogo
13
II. La Ley de Contrato de Trabajo, fue quizá, la última estación
del Estado clásico de Bienestar Argentino, presentada por el
Poder Ejecutivo Nacional en Plaza de Mayo, el 20 de setiembre
de 1974.
14
social, la transformó en una herramienta esencial para los más
vulnerables, los menores y la mujer en situación de trabajo, sin
duda un inmenso avance hacia la equidad y la igualación social.
15
A) Economicista, expresado en la redistribución regresiva del
salario, con distintas manifestaciones.
16
disciplinarias y debilitamiento de los mecanismos
antifraude aplicables a la relación laboral.
17
V. El contenido de este emprendimiento de ANJUT tiene un hilo
conductor: la presencia inalterable del principio protectorio
consagrado en el art. 14 bis de la Constitución
Nacional, aggiornado a los tiempos del principio de
progresividad traído por el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos.
18
trabajadores y trabajadoras de plataformas, sumidos en la
mayor desprotección, y que a su vez nos coloca frente al debate
sobre el trabajo del futuro, un desafío al cumplirse cien años de
la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Luis A. Raffaghelli
Juez titular de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo-
Sala VI. Ex Presidente de ANJUT, Actual Director Académico.
19
TITULO I
Disposiciones Generales
20
recomendaciones de la OIT es un tema aun debatido en doctrina y
jurisprudencia, sino también porque la reforma constitucional del año
1994 es muy posterior a la Ley N° 20.744 y sus modificatorias.
Tampoco se incluyen los reglamentos de empresa, los principios -que
están contenidos en la propia LCT-ni la doctrina y la jurisprudencia
pese a que, de hecho, también lo son.
Es por ello que gran parte de la doctrina considera que por aplicación
del principio de la norma más favorable al trabajador la LCT puede
prevalecer sobre un estatuto particular en caso de que contemple
condiciones más favorables. Sobre todo, si supera el “juicio de
compatibilidad” que ha analizado Justo López respecto de la
naturaleza y modalidades de la actividad del caso. También se puede
utilizar el método de acumulación y el de conglobamiento. Pero no
podrían ser suprimidas por una ley del Congreso como institución
normativa, porque su concertación se halla convencional y
constitucionalmente garantizada y los convenios de la OIT que se
refieren al tema son los que nuestro país ha ratificado en forma
expresa.
21
En sentido concluyente y especialmente significativo para los tiempos
que vivimos, me parece relevante traer a colación el caso conocido
como “Muiña” fallado en el año 2017 por la CSJN (en rigor: “Bignone,
Reynaldo Benito Antonio y otro, s/ Recurso Extraordinario”), a pesar
de expedirse sobre materia penal, no solo por la rebelión antes nunca
vista que produjo en gran parte del Poder Judicial -que no estaba
dispuesto a aplicar al cómputo del 2x1 a un condenado por delitos de
lesa humanidad- sino por la rápida reacción del Poder Legislativo, que
en el plazo de una semana sancionó por inmensa mayoría una ley
aclaratoria de la que había fundado -erróneamente- el voto
mayoritario, así como la resistencia que se expresó en diversos puntos
del país por parte de ciudadanos disconformes con lo resuelto.
22
Desde esta perspectiva, asimismo, podríamos sostener sin temor a
equivocarnos que la protección del trabajo no solo está consagrada
constitucional e internacionalmente, sino que goza de mayoritaria
valoración social al mismo tiempo que constituye una parte del
contrato social de los argentinos. (El resaltado corresponde al autor).
Jurisprudencia
Inciso a)
Inciso b)
Inciso c)
23
“Las convenciones colectivas de trabajo, el derecho a cuya
concertación está garantizado por el art. 14 bis de la Constitución,
constituyen una fuente de Derecho de origen extra estatal pero
incorporado al régimen normativo laboral después de su
homologación (arts. 3º, 8º y 9º, Ley N° 14.250) y por ello, si bien es
indiscutible que, aun cuando otorguen condiciones más favorables
para el trabajador que las comunes de la ley laboral, pueden ser
derogadas por otras convenciones posteriores, una vez otorgada la
homologación no podrían ser dejadas sin efecto por la ley (del voto de
los doctores Fayt y Belluscio). CSJN, 2-4-85, “Nordesthol, Gustavo
c/Subterráneos de Buenos Aires”, L. L. 1985-C-84.
Inciso d)
Inciso e)
24
“Los usos y prácticas de la empresa en particular dados por la
conducta repetitiva en el transcurso del tiempo se consideran
incorporados a los contratos de trabajo, especialmente si tales usos
son aceptados expresa o tácitamente por los empleados. Por ello, la
reiteración de la conducta de la demandada que incrementaba los
salarios trimestralmente de acuerdo al índice del costo de vida
(INDEC), durante un largo período ininterrumpido constituye una
suerte de “derecho no escrito” dentro de la empresa que da lugar a un
plexo de derecho y obligaciones que no constituye una mera
expectativa para los trabajadores, sino cláusulas ya incorporadas a
sus contratos de trabajo (del voto del doctor Lasarte, por la mayoría).
CNAT, sala III, 30-6-83, “Granja, Jorge c/Cía. Financiera Universal SA
s/Diferencias salariales”, SD 65.063.
25
b) Al personal de casas particulares, sin perjuicio que las disposiciones
de la presente ley serán de aplicación en todo lo que resulte
compatible y no se oponga a la naturaleza y modalidades propias del
régimen específico o cuando así se lo disponga expresamente.
Inciso a)
26
“Al menos en los aspectos atinentes a la constitución y ruptura de la
relación de empleo público, no pueden transferirse sin más los
principios que sustentan la ley de contrato de trabajo, por razón de los
distintos objetivos o fines que distinguen la actividad de los órganos
públicos de los sujetos de derecho de la órbita del derecho privado”
(CSJ Santa Fe, 17.03.04, “Benassi c. Municip. de Rosario s/ Recurso
Contencioso Administrativo”)
Pero los conceptos más relevantes del tema, sin olvidar lo expuesto
por la CSJN en el considerando 10) de “Vizzotti”, se concentran en
“Madorrán”, donde se sostiene:
Esto último es así, pues, si bien es cierto que el art. 14 bis comprende
al trabajo “en sus diversas formas”, lo cual entraña tanto al que se
desarrolla dentro del campo de la actividad privada como de la
pública, no lo es menos que los dos períodos normativos antes
destacados encuentran su explicación precisamente en distinguir
entre los mentados ámbitos, para los cuales se prevé un diferente
grado de estabilidad en el empleo. En otro párrafo, se refiere a los “los
principios y pautas de interpretación del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos” (consid. 8°, párr. 1°), realzando el principio pro
hombre, que determina que “el intérprete debe escoger dentro de lo
que la norma posibilita, el resultado que proteja en mayor medida a la
persona humana” (consid. 8°, párr. 3°). Para agregar después que “el
precedente Bercaitz de 1974, tuvo oportunidad de censurar toda
27
exégesis restrictiva de los derechos sociales, que contrariaba la
jurisprudencia de la Corte, concordante con la doctrina universal: “el
principio de favorabilidad)” (consid. 8°, párr. 3°, in fine)”
28
Inciso b)
“En tal sentido -solo que referido a la aplicación del nuevo régimen de
derecho agrario, que también fue sancionado en tiempos
relativamente recientes y con posterioridad al momento en que se
extinguió el contrato de trabajo, como sucede en el presente- en el
Acuerdo N° 68/2014 dictado en los caratulados “Romero
Maximiliano c/ Chagay Walter s/ Indemnización”, esta Sala decidió
que si la relación se había extinguido antes de la sanción de la ley -
aunque objetivamente mejoraba la situación de los trabajadores de la
actividad- no resultaba aplicable al caso. Y agregamos: “Conforme lo
expresara Cristian Monetto,
www.cpcelr.com.ar/uploads/userfiles/files/ Contrato Agrario.pdf) “...
la Ley N° 26.727 entró en vigencia el 6/1/2012, regulando las
relaciones jurídicas nacidas a partir de dicho momento y los efectos no
devengados de las relaciones jurídicas nacidas bajo el régimen de la
Ley N° 22.248”. Por lo que consideramos aplicable el nuevo régimen
solamente a aquellas relaciones de trabajo que se hubieran extinguido
con posterioridad a la sanción de la nueva ley, no antes. Y en el
presente, no solo la relación se inició con anterioridad a la sanción del
nuevo régimen, sino que también el distracto se produjo por despido
indirecto decidido por la trabajadora el 8 de marzo de 2013, mientras
que la Ley N° 26.844 comenzó a regir recién a partir del mes siguiente”
29
CAL Rosario, Sala II, Acuerdo N° 97 del 05.04.2017, “Escobar Julia c.
Pomerantz Estela s / Cobro de Pesos”.
Inciso c)
30
internacional del trabajo, o sea cuando se cumple en distintos países,
en cuyo caso la solución no siempre es sencilla porque se deben tener
en cuenta los principios del Derecho Internacional Privado y los que
estructuran el Derecho del Trabajo, así como lo dispuesto en el
anterior art. 1210 del C.C. Cuando exista ejecución múltiple del
contrato en distintos lugares, debe aplicarse la ley del principal lugar
de ejecución y, en caso de duda, el régimen más favorable al
trabajador.
Jurisprudencia
31
“Solo la elección de las partes, al contratar, de la legislación de un país
determinado, podría prevalecer -con la reserva del orden público-
sobre las reglas de solución de los conflictos que provee el derecho
internacional privado. CNAT, Sala VI, 12.05.97, TSS. 1998-1329.
32
y erogaciones en general. Se debe fijar el crédito en la moneda que las
propias partes eligieron y en atención a la naturaleza de la prestación
y de la actividad. Ello no significa soslayar la Ley N° 25.561 o cualquier
otra ley argentina al respecto, sino reformular el monto de la condena,
en la moneda de pago”. CNAT, sala VII, 9-2-2007, “Godoy, Julio
Manuel c/Nec Argentina SA s/Despido”, Oficina de Jurisprudencia de
la CNAT, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 11738/07.
33
“Es aplicable el Derecho local privado y público del trabajo a la
prestación laboral realizada en la plataforma móvil arrendada por la
demandada a una empresa extranjera pues lo que se reclama son los
aportes patronales dispuestos por convención colectiva local,
correspondientes a los períodos en los que la plataforma permaneció
en mar territorial argentino y el trabajo se ejecutó en jurisdicción
argentina”. CSJN, 9-4-2002, “Federación Argentina Sindical del
Petróleo y Gas Privados y otro c/Total Austral Sociedad Anónima y
otro”, Fallos: 325:586.
34
Constituye trabajo, a los fines de esta ley, toda actividad lícita que se
preste en favor de quien tiene la facultad de dirigirla, mediante una
remuneración.
35
Jurisprudencia
36
apartamiento del estándar de “buen empleador” y del deber de buena
fe… y una vulneración del derecho de la trabajadora a la dignidad … en
el marco de un contrato que tiene por principal objeto la actividad
productiva y creadora del hombre en sí (conf. art. 4º, LCT -t. o.-), lo que
genera el derecho de esta última a la reparación del daño moral.
CNAT, Sala V, 23-4-2015, “M., C. G. c/Moro Desarrollos SRL
s/Despido”, Oficina de Jurisp. de la CNAT,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 5550/15.
37
Debe darse al término empresa, la suficiente elasticidad en lo que se
refiere a la mayor o menor dimensión y complejidad. Por lo tanto,
aunque no sea evidente la “organización”, basta que se combine
elementalmente, capital y trabajo, dirección con ejecución, para que
se abra la aplicación de la LCT independientemente del destino que se
le otorgue a los bienes producidos. [2]
38
En este sentido, en “Leguizamon c/ Celcer”, la CNAT Sala VI en el año
2000 sostuvo (postura que comparto) que, si bien frecuentemente el
empleador es empresario en el sentido económico funcional del
término, tal como se desprende de los arts. 5 y 26 de la LCT, en
determinadas ocasiones puede no serlo. De hecho, la definición
misma del contrato de trabajo (art. 21 LCT), vincula al trabajador y
empleador, (no trabajador y empresario) ya que nada refiere a los
resultados económicos que pueda representar para el empleador el
trabajo ajeno.[5]
Jurisprudencia
39
voluntaria y mediante el pago de una remuneración, denota la
existencia de una relación laboral, siendo indiferente que el tomador
del servicio pueda ser calificado como empresario. Cabe darle al
vocablo “empresa”, una interpretación amplia, abarcativa de aquellas
organizaciones que estrictamente no podrían ser calificadas como
tales…”
40
excepcionalmente, la obtención de beneficios estuviera ausente de
sus motivaciones, ello no desnaturalizaría el carácter de la empresa en
cuanto se refiere a la aplicación de la legislación del trabajo…”
CNAT Sala VIII 04/08/2009: “Romero, José Luís vs. Partido Socialista
Auténtico Federación de la Provincia de Buenos Aires”; Rubinzal
Online; RC J 4423/09.
Artículo 6 . Establecimiento.
41
Por “explotación”, debemos entender a la actividad económica
desarrollada por la empresa. Es decir, cuando hablamos de
explotación, lo que importa es la producción, los servicios o los bienes
que constituyen el objeto de la misma. En cambio, el establecimiento,
es el lugar donde se efectúa dicha explotación.
42
contraten o subcontraten…”. Art. 221 (Fuerza mayor) y art. 247 (Monto
de la indemnización), los que, al admitir las suspensiones o despidos por
falta o disminución del trabajo o fuerza mayor, exigen que los mismos
se dispongan tomando como base la antigüedad que registra el
personal en cada establecimiento, comenzando por el menos antiguo.
Asimismo, los arts. 225 (Transferencia de establecimiento) y 227
(Arrendamiento o cesión transitoria del establecimiento).
Jurisprudencia
Establecimiento- Taxímetro
Establecimiento- Buque
43
“… El buque es una unidad técnica de explotación, por lo que si bien no
es válido sostener que cada buque sea una empresa equivale a lo que
sería un establecimiento dentro de una empresa industrial…”
44
sentido, los arts. 1 y 2 del Código Civil y Comercial, mucho más
modernos normativamente que la LCT, prescriben a la constitución y
los tratados sobre derechos humanos como fuente de aplicación e
interpretación del derecho privado. Asimismo, y según el art. 2 CCC
los principios y los valores jurídicos también son fuente de
interpretación del derecho. En el contrato de trabajo, los principios
aparecen positivizados según el art. 11.
45
c) Aunque no se mencionen a texto expreso en el art. 7, la voluntad de
las partes expresada y consolidada en el contrato de trabajo se
constituye en derecho indisponible según el art. 12 LCT.
46
Pero en lo central, se decía que este es el portal de ingreso al sistema
de fuentes, porque, además, y para concluir, es el plano negativo de la
aplicación de la norma más favorable que viene a expresarse en los
arts. 8 y 9 LCT, garantizados por los arts. 12 y 14 de la LCT.
b) Resolución fundada;
47
En tales condiciones, el pacto o acuerdo adquiere el carácter de cosa
juzgada irrevisable judicialmente.
Las que reúnan los requisitos formales exigidos por la ley y que
hubieran sido debidamente individualizadas, no estarán sujetas a
prueba en juicio.
48
LCT a que contenga normas más favorables. Dicho a contrario sensu,
un acuerdo que no contenga normas más favorables, es decir, que
dispusiera de reglas de la LCT en sentido peyorativo no serán válidas
ni de aplicación. De tal forma, se descarga la disponibilidad
convencional de la ley, regla que, no obstante, admite excepciones
autorizadas por la propia LCT, como se desarrolla más adelante.
49
debidamente elegidos y autorizados por estos últimos de acuerdo con
la legislación nacional”.
50
Ahora bien, el art. 8 LCT condiciona la aplicación de las CCT a “que
reúnan los requisitos formales exigidos por la ley”. El ordenamiento
nacional asigna al Estado un rol decisivo, según la Ley N° 14.250 en el
ámbito normativo, determinación de sujeto, control procesal y
sustancial de normas, etc. lo que otorga parámetros ciertos de
estabilidad, claridad técnica, seguridad jurídica, publicidad,
coherencia y coordinación del conjunto de CCT. Por otro, una
estatización sofocante y dependiente de un órgano que, como el
MTESS es un brazo del Poder Ejecutivo. Pero, por otro lado, la
seguridad jurídica en la aplicación de los convenios colectivos, en
particular el acto de homologación administrativa como requisito de
vigencia, es particularmente importante para su aplicación a los
contratos individuales de trabajo.
51
Para este sistema no es suficiente que se hayan cumplido con los
aspectos extrínsecos de la CCT (art. 3 Ley N° 14.250). Es necesario
además que el pacto que pretenda el status homologatorio, con o sin
los efectos potenciados de la norma general, supere los estándares
exigidos por la ley. Son presupuestos de validez, el respeto de normas
de orden público; no afectación del interés general; ajuste a normas
legales que rigen las instituciones de Derecho del Trabajo, con
excepción para las normas más favorables por instituciones.
III. Indisponibilidad
52
En otro orden de cosas, tal como se enunció al comienzo, el sistema
normativo de la LCT establece la indisponibilidad pétrea de las
normas de convenciones colectivas. Pero existen excepciones.
Conforme el sistema positivo establecido en art. 12 de la Ley de
Contrato de Trabajo (LCT)[20], inclusive ratificado por el art. 12 del
Código Civil y Comercial vigente desde 2015[21], los convenios
particulares no pueden suprimir derechos indisponibles. Es una
característica central del sistema jurídico laboral que consolida o
petrifica los derechos incorporados a los contratos individuales de
trabajo por la vía heterónoma, autónoma colectiva e individual. Es
más, las cláusulas del contrato de trabajo que modifiquen en perjuicio
del trabajador normas imperativas consagradas por leyes o
convenciones colectivas de trabajo son nulas, así como cualquier
forma de fraude y se considerarán substituidas de pleno derecho por
éstas (arts. 13 y 14 LCT).
53
compensada o indemnizada. Se las denominó eufemísticamente
“reingeniería de personal” o “reestructuración productiva”.
54
de negociación colectiva admite multiplicidad de consideraciones y,
por supuesto, soluciones. Por supuesto que es un tema difícil
de desideologizar porque mucho depende de la postura valorativa que
se adopte. El tema trasciende además los derechos nacionales porque
es uno de los tópicos esenciales de la flexibilización laboral e integra
el menú de debate en toda reforma laboral. La controversia sobre los
derechos adquiridos, incorporados o consolidados en los contratos de
trabajo (droit acquis, diritti quaesiti, vested rights) es un tema trasversal
que la cultura laboral trata de explicar de diversidad de maneras y con
diversidad de argumentos.
55
medió la autonomía colectiva para su implementación y la normativa
de las convenciones colectivas que opera en el plano de las relaciones
laborales sobre la base de la habilitación constitucional a los actores
sociales (arts. 14 bis 2do. Párrafo). Los productos de ese actuar
colectivos que se desliza sobre la base de la libertad sindical, producen
acuerdos y convenios colectivos que se convierten en fuente del
contrato individual de trabajo (arts. 1 inc. c LCT) e integran el orden
público laboral irrenunciable e indisponible y sus reglas
interpretación y aplicación (arts. 7, 8, 9, 11, 12, 13, 14, 15 y conc. LCT).
56
Sin embargo, esa actividad alentada, loable y necesaria dentro del
sistema de negociación colectiva y solución de conflictos socio
laborales, encuentra un límite en el orden público laboral y de la
seguridad social, el marco necesario de esta actividad autónoma.
Concretamente, el rubro “asignación no remunerativa” no obtiene
respaldo ni es admisible desde las normas imperativas generales. En
efecto, se trata de incrementos salariales que no cambian la
naturaleza de contraprestación dineraria por el trabajo dependiente
integrativa del sistema de protección del trabajador, especialmente
en materia alimentaria dada la índole del salario, pero también y sin
menor realce, en cuanto a los cálculos de los resarcimientos
establecidos frente al despido y otros beneficios como las vacaciones,
el sueldo anual complementario y el cálculo de las indemnizaciones
por despido.
Este concepto debe ser analizado a la luz del art. 103 LCT que remarca
una definición amplia, como toda “contraprestación que debe percibir
el trabajador como consecuencia del contrato de trabajo”.
La propia LCT establece las posibles excepciones en los arts. 103 bis
en su redacción actual y 105 LCT. Las asignaciones o rubros “no
remunerativos” no aparecen en tal enumeración ni siquiera por vía de
una posible delegación o habilitación a la negociación colectiva.
57
En concreto, no pueden transgredir el art. 7º Ley N° 14.250. La
actividad homologatoria del MTESS no consiste en heteronomizar las
reglas autónomas convencionales ya que ello significaría convertirlas
en legislativas profesionales y esta función la detentan sindicatos y
empresarios (art. 14 bis CN). Los productos de los conflictos
colectivos, los acuerdos y convenios colectivos, pueden recibir el
visado o control estatal, pero condicionado por las reglas del art. 7 Ley
N° 14.250. Siempre queda la posibilidad del control de aplicabilidad y
ejecutividad de las CCT como cuando, por ejemplo, afectan
condiciones más favorables establecidas en los contratos individuales
de trabajo, según lo indica el art. 8 de ese régimen[24].
58
B. Viáticos.
59
El art. 223 bis de la LCT admite excepcionalmente, la aplicación de
prestaciones no remuneratorias, con homologación de los pactos
individuales o colectivos:
60
El primer párrafo de la norma contiene la directiva sobre la aplicación
del derecho positivo en dirección con el principio protectorio,
obligando a escoger la norma más favorable pero siempre que exista
duda. La primera prevención es, por lo tanto, la existencia de duda ya
que, si existe ajuste normativo de las reglas aplicable a la relación
jurídica o situación fáctica que se regula, no cabe acudir al art. 9
primera parte.
61
aun con mayor intensidad, cuando su aplicación no entrañe colisión
alguna del derecho humano así interpretado, con otros valores,
principios, atribuciones o derechos constitucionales”.
62
hechos y su prueba, actuó a favor del más desvalido de la relación
jurídico procesal punitiva. Así se concibe el principio criminal in
dubio pro reo.
Ahora bien, detectada la duda, en la parte final del primer párrafo del
art. 9, el intérprete se encuentra con tres herramientas para aplicar la
norma más favorable. Un sistema acumulativo que genera un estatuto
particular aplicable al caso de tal forma que es posible componer la
norma más favorable con cada partícula de cada disposición. En este
caso, se extrae de cada norma lo que resulte más favorable al
trabajador para resolver la situación. Esa es, a texto expreso, la
primera indicación del art. 9, por coloca en manos del intérprete la
posibilidad de escoger “la norma” que rige cada una de las
instituciones.
63
únicamente que debe retribuirse de determinada manera más
favorable al trabajador que la indicada en el art. 155 de la LCT, no
podría aplicarse porque el conjunto normativo de la institución es la
LCT? Bajo ningún punto de vista, esta norma es más favorable en este
tema y se aplica porque opera la primera indicación del art. 9 (la
“norma” más favorable). Y así debe procederse en cada caso de duda.
64
llamada carga “dinámica” de las pruebas es conocida y aplicada desde,
por lo menos, la vigencia de la LCT en 1974 (y su art. 9 original), sea
por reconocimiento expreso de la norma de fondo o procesal o por el
propio examen de la realidad de los nexos desproporcionados sobre
los que opera. Con todo no estaría demás consagrarlo como un
principio o una subregla del principio protectorio procesal[31]. Si bien,
la cuestión parece haber quedado superada por las reformas de la LCT
del art. 9 de 2009 y el art. 17 bis de 2010, es atinado resaltar que, en
caso de duda, se traslada la responsabilidad probatoria al empleador
ya que está en “mejores condiciones técnicas, profesionales y fácticas
para esclarecerlos”[32].
65
esta intervención de las normas de fondo y de forma por las
consabidas dificultades que ofrece. La CSJ Bs. As. desplegó una
interesante doctrina al respecto girando las cargas hacia el
empleador[33]. Esta dirección interpretativa habilita asimismo el
juzgador a cubrir las dudas probatorias mediante el art. 56 LCT[34].
66
protectorio genera el sistema de presunciones y obligaciones, no
destruye la necesidad de avalar hechos con prueba. La tarea de la
parte que se vería beneficiada con la duda, el trabajador, no se
encuentra eximido de sus cargas probatorias para generar la
vacilación del juzgador y obligarlo a optar por otorgarle la pretensión.
67
3. La aportación de indicios suficientes, la generación de presunción
sobre los hechos denunciados o la aportación de prueba verosímil
sobre la existencia de un hecho discriminatorio, obligando al
demandado a recolectar las pruebas que desbaraten las afirmaciones
en su contra, expliquen otra conducta o simplemente lo eximan de
responsabilidad.
68
uno de los derechos humanos, derivadas de los caracteres y
naturaleza de estos y de la concreta realidad que los rodea, siempre,
por cierto, dentro del respeto de los postulados del debido proceso. Y,
en segundo término, ponen de relieve los serios inconvenientes
probatorios que regularmente pesan sobre las presuntas víctimas,
nada menos que en litigios que ponen en la liza el ominoso flagelo de
la discriminación, cuya prohibición inviste el carácter de ius cogens.
Todo ello, finalmente, determina las especificidades a las que han de
ajustarse las reglas o pautas que en materia probatoria han de regir en
los procesos civiles relativos a la Ley N° 23.592, en los que se
controvierte la existencia de un motivo discriminatorio en el acto en
juego.
69
reglas de la sana crítica racional. En suma, ni eximición probatoria de
la víctima ni inversión de la carga de la prueba hacia el victimario de
trato discriminatorio.
70
El contrato de trabajo en función de sus notas de informalidad y tracto
sucesivo está llamado a perdurar en su vigencia hasta que opere la
condición resolutoria planteada por el art. 91 o bien que se configure
alguna de las hipótesis que habilitan la extinción causada del vínculo.
71
señalado de manera reiterativa, reviste naturaleza alimentaria y
asistencial, es decir habilita a la subsistencia cotidiana y adquiere un
carácter dramático en muchas ocasiones: la necesidad de contar con
tal ingreso periódico.
72
inequívoca de voluntad extintiva. Ahí es donde sí el Juzgador tendrá
que aplicar la directiva del art. 10 en su evaluación.
Caso especial resulta el supuesto del art. 244 de la LCT, ya que para
que se configure la situación de abandono es pacíficamente aceptado
que se requiere la existencia de un elemento objetivo, que es la
ausencia del trabajador a prestar su débito laboral, pero además y de
manera preponderante y dirimente debe configurarse el elemento
subjetivo del deseo del dependiente de abandonar su vinculación
contractual.
73
Artículo 11 . Principios de interpretación y aplicación de la ley.
74
Ello, en muchos casos, puede conducir a planteos de donde derivan
declaraciones de inconstitucionalidad que terminen dejando
incompleto el sistema jurídico, caso de lo que aconteció en el célebre
precedente “Vizzoti” donde a la declaración de inconstitucionalidad
del tope legal por parte del máximo tribunal de la Nación, este mismo
Tribunal pretorianamente aplicó una regla hasta ese momento
inexistente (que la limitación del tope del art. 245 sobre el salario del
trabajador despedido no debía superar el 33 %, ya que de lo contrario
se tornaba en confiscatorio).
75
otra cosa que la divergencia entre el Derecho Positivo y otro derecho
considerado mejor o más justo”[49].
76
existencia y reconocimiento de Convenciones y Pactos
Internacionales que otorgaron a los derechos laborales inserción
indiscutida dentro del Ius Cogens.
77
generales del derecho del trabajo, pero señalados aquí de manera
diferenciada: la buena fe y la equidad. Respecto del primero de ellos,
está previsto como modo de interpretación del derecho y no como
regla de conducta, tal como sí lo prevé el art. 63 de la LCT. Con relación
a la equidad tiende a hacer más justa la solución legal en atención a la
situación de las partes contratantes y a las circunstancias que
rodearon el caso.
Artículo 12 . Irrenunciabilidad.
Será nula y sin valor toda convención de partes que suprima o reduzca
los derechos previstos en esta ley, los estatutos profesionales, las
convenciones colectivas o los contratos individuales de trabajo, ya sea
al tiempo de su celebración o de su ejecución, o del ejercicio de
derechos provenientes de su extinción.
78
autonomía de la voluntad individual por ésta que considera inherente
al mínimo minimorum de condiciones laborales y salariales.
79
La modificación dispuesta por la Ley N° 26.574 vino a consolidar el
concepto de irrenunciabilidad ampliando sus efectos a decisiones de
tipo individual.
80
Por otro lado, la demandada no efectuó una explicación adecuada de
cuáles fueron las razones que motivaron las modificaciones
remuneratorias en el acuerdo cuestionado[53].
81
una jornada laboral diurna, permitida por el régimen tuitivo) o de
imposible convalidación (por ejemplo, contratación de una mujer para
trabajar en los días inmediatamente posteriores al parto). Con
relación al objeto ilícito, es decir fundamentalmente el que sea
contrario a la legislación, no parece posible su sustitución, por
ejemplo, el caso de un conductor de vehículos contratado para la
comisión de un robo y posterior huida. Si bien la actividad de chofer
de vehículos generaría un vínculo laboral válido el objeto de la
contratación viola la legislación penal argentina y en tal caso el
contrato en sí, carece de efectos ni de consecuencias laborales entre
las partes por imposición de lo dispuesto por los arts. 39 y 41 de la LCT.
Más allá del valor legal que se pueda extraer de las consecuencias de
la sustitución es indudable que el legislador de la LCT ha querido dar
una fuerte apreciación moral para quien pretende eludir sus pautas o
normas. No sólo que el contrato no se perfeccionará del modo
instrumentado o pactado, sino que además el mismo será válido desde
el mismo inicio o sea desde su nacimiento con la cláusula sustituida.
82
Artículo 14 . Nulidad por fraude laboral.
Será nulo todo contrato por el cual las partes hayan procedido con
simulación o fraude a la ley laboral, sea aparentando normas
contractuales no laborales, interposición de personas o de cualquier
otro medio. En tal caso, la relación quedará regida por esta ley.
83
La segunda hipótesis que plantea es diferente, ya que si bien no está
en discusión que estamos en presencia de un contrato de trabajo
existe una difumación del sujeto pasivo, que aparece encubierto o
remplazado desde lo formal por quien carece en la realidad de la
titularidad de los medios económicos e instrumentales como para
erigirse en empleador en los términos de la LCT.
84
rubros tales como farmacias, supermercados y en breve también la
entrega de dinero en efectivo).
85
Sin perjuicio de ello, si una o ambas partes pretendieren que no se
encuentran alcanzadas por las normas que establecen la obligación de
pagar o retener los aportes con destino a los organismos de la
seguridad social, o si de las constancias disponibles surgieren indicios
de que el trabajador afectado no se encuentra regularmente
registrado o de que ha sido registrado tardíamente o con indicación
de una remuneración inferior a la realmente percibida o de que no se
han ingresado parcial o totalmente aquellos aportes y contribuciones,
la autoridad administrativa o judicial interviniente deber remitir las
actuaciones a la Administración Federal de Ingresos Públicos con el
objeto de que la misma establezca si existen obligaciones omitidas y
proceda en su consecuencia.
86
existente, o por lo menos futuro, pero cierto y que no sea un derecho
impugnado, porque nadie puede renunciar a una cosa cuya propiedad
no le sea reconocida ampliamente[54].
87
implica la imposibilidad de su revisión futura, una vez cumplidas las
obligaciones que emanaron a su cargo de aquel acuerdo.
88
En sede judicial salvo supuestos de cosa juzgada írrita por vía de
vulneración de la capacidad negocial del sujeto trabajador, el acuerdo
así homologado reviste plena eficacia ya que se entiende que el rol del
Juez laboral es procurar atento al carácter transaccional de la
disciplina, esa justa composición de derechos e intereses que el acto
judicial proclama.
89
Las convenciones colectivas de trabajo no son susceptibles de
aplicación extensiva o analógica, pero podrán ser tenidas en
consideración para la resolución de casos concretos, según la
profesionalidad del trabajador.
I. Disquisiciones generales.
90
Ahora bien, en la aplicación del derecho positivo, pueden presentarse
lagunas o vacíos jurídicos, tema que en la LCT se halla previsto en su
art. 11, según el cual, las cuestiones que no puedan resolverse por
aplicación de las normas que rigen el contrato de trabajo o por las
leyes análogas, deben decidirse conforme a los principios de la justicia
social, a los generales del derecho del trabajo, la equidad y la buena fe.
De tal manera, la norma establece una regla hermenéutica, con tres
niveles a los cuales se debe acudir para solucionar un problema
jurídico laboral[56]:
91
norma, lo cual arroja pautas de solución del problema planteado por
la laguna.[57]
Ahora bien, lo primero que salta a la vista al leer la norma del art. 16,
es que aparece como contradictoria, aunque, en rigor, no lo es. Lo
parece, porque impide la aplicación, por vía extensiva o analógica, de
una fuente específica del derecho laboral, cual es el convenio
colectivo de trabajo, a casos concretos de conflicto -al menos eso
debería entenderse, pues no se observa que pueda ser útil para
aplicarse a otra situación jurídica-, pero inmediatamente permite que
la fuente en cuestión sea tenida en consideración como instrumento
para resolver casos concretos -a los que no que puede aplicarse
analógicamente-, según la profesionalidad del trabajador.
92
poder y uno que no es un detentador de poder[59]. Ello impone la
protección del dependiente, a fin de evitar abusos de la parte
empleadora sobre él[60], y a causa de la especial dignidad del trabajo
humano, dada por su antropía, ya que, en la relación jurídica laboral,
quien trabaja se involucra con toda su persona, y no como un mero
agente económico.[61]
93
cualidad específica y su justificación. En tal sentido, cumple la función
de regular, sectorialmente, las relaciones jurídico-laborales de los que
entren en su ámbito de eficacia[65], y como tal, se adecua
estrictamente a una actividad específica. Como bien explica
Fernández Madrid, la
94
Ahora bien, dicha excepción no se hallaba prevista en la norma
del Anteproyecto de Código de Trabajo de la República Argentina, que se
reconoce como fuente de inspiración, toda vez que, simplemente, éste
preveía: “Las cláusulas de las convenciones colectivas no serán aplicadas,
ni aun por extensión analógica, a otras actividades que las expresamente
contempladas en ellas”.[68]
95
En suma, la norma del art. 16 de la LCT dispone la imposibilidad de
aplicación, por extensión o analogía, de convenios colectivos de
trabajo correspondientes a una actividades ajenas, en tanto normas
particulares para funciones y labores distintas, motivo por el cual no
pueden aportar soluciones exactas para conflictos de diferente
naturaleza, pero permite considerarlos como referencia amplia en
cuanto a punto de partida inductivo en caso de carencia absoluta de
normas para alcanzar una solución justa, de acuerdo con el sentido
protectorio de la disciplina jurídica laboral y la especial dignidad del
dependiente; en el decir de Villey, cual adecuados trampolines para
aproximarse a la solución.[72]
Conceptualización
96
entre todos los seres humanos., Por lo que, resulta incompatible con
la dignidad esencial de la persona:
97
Nuestra Constitución Nacional contempla el principio de igualdad en
su art. 16, garantizando a todos los habitantes la igualdad ante la ley y
la admisibilidad en los empleos sin otra condición que la idoneidad.
98
Por último, cabe mencionar los nuevos instrumentos interamericanos
relativos a la materia: Convención Interamericana contra toda Forma
de Discriminación e Intolerancia (aprobada el 05/06/2013); la
Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación
Racial y Formas Conexas de Intolerancia (aprobada el 05/06/2013); y
la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores (suscripta el 17/06/2015).
99
trabajadores con responsabilidades familiares (igualdad de
oportunidades y de trato entre trabajadores y trabajadores, arts. 4º y
6º). El Convenio N° 183 (no ratificado por ley interna) sobre la
protección de la maternidad (art. 1º, 8º y 9º).
100
Todas estas normas, buscan dispensar la igualdad de trato a los
iguales, en igualdad de circunstancias y prohibir que las diferencias
sean de carácter arbitrario, es decir, sin fundamentos razonables ni
lógicos. En este sentido, Krotoschin[82] consideraba permitidas todas
las excepciones que no impliquen discriminación agresiva, es decir
que obedezcan a razones expresamente admitidas u objetivamente
justificadas (“discriminación protectoria”). De esta forma el empleador,
respetando los pisos legales mínimos, podría acordar ventajas
especiales a determinados trabajadores, en cuanto estas se funden en
motivos de bien común y en razones objetivas, (por ejemplo, cuando
aquellos revelen méritos suficientes), siempre y cuando dichas
ventajas sean otorgadas a todos los empleados que cumplan con los
mismos requisitos que las han motivado en primer lugar.
101
dependiente. A su vez, la Corte determinó la prevalencia del derecho
a la “no discriminación” frente al derecho del empleador de contratar
y ejercer toda industria lícita libremente (art. 14 CN), en los casos
donde ambos entren en conflicto. Es decir que, ante un caso de
distracto discriminatorio, las facultades discrecionales que posee el
empleador de “organización y dirección” de la empresa, quedan
limitadas en miras de respetar la dignidad del trabajador y el ius
cogen que informa el principio de igualdad y prohibición de
discriminación. De esta forma, la mayoría votó a favor del reintegro
del trabajador víctima de un despido discriminatorio a su puesto de
trabajo, postura que fue justificada también, en coherencia con el
instituto de la “reparación plena” de los daños (restitutio in integrum).
102
La Procuradora Fiscal, Marta A. Beiró de Gonçalvez, dictaminó que tal
aspecto del fallo en crisis, no se corresponde con la doctrina de la
Suprema Corte en el caso “Álvarez”. Afirmó que, considerar que la
“protección contra el despido arbitrario” implica una suerte de
prohibición absoluta y permanente a toda medida de reinstalación,
derivaría en un entendimiento superficial del art. 14 bis CN y
contrario al principio pro homine.
103
Otra de las cuestiones más importantes, refiere a la prueba del hecho
o acto discriminatorio, ya que el mismo, generalmente, no suele
manifestarse de forma abierta y claramente identificable y de allí que
no siempre resulta fácil de acreditar.
De esta forma, la Corte crea una regla probatoria que se aparta del
tradicional criterio legal de que la carga probatoria recae sobre quien
alega los hechos respectivos. En este caso, quien alega una acción u
omisión discriminatoria, le basta con acreditar hechos que permitan
verosímilmente presumir su existencia, y no una prueba típica y
concluyente, y una vez verificada esa situación provisoria en el
proceso, corresponderá al demandado la posibilidad de demostrar
que el hecho u omisión presumiblemente discriminatorio no tuvo esa
naturaleza.[93]
104
No obstante lo mencionado, el principio de igualdad presenta otro
costado, esto es, el que exige distinguir cuando medien motivos
justificados para hacerlo. Por ende, en estos casos, le asistiría a la
persona el “derecho” a ser tratado de manera diferente que otras.[94]
105
Los artículos de la LCT relacionados con los conceptos de la norma
comentada son: el 81 (Igualdad de Trato), el 172 (Capacidad. Prohibición
de trato discriminatorio a las mujeres), el 178 (Despido por causa de
embarazo), el 180, 181 y 182 (Prohibición del despido por causa del
matrimonio), y el 187 (Protección del trabajo adolescente. Igualdad de
trato).
Jurisprudencia
(…) Una vez demostrados verosímilmente por parte del trabajador los
extremos mencionados, el empleador puede todavía probar que el
despido no fue discriminatorio. Bastará que demuestre que el
distracto se dispuso por cualquier otro motivo, de la naturaleza que
fuere. Si la desvinculación se ha producido con invocación de causa, es
suficiente para el empleador acreditar que dicha causa
razonablemente se ha configurado…” CSJN 04/09/2018: “Varela, José
Gilberto c/Disco S.A. s/Amparo Sindical” Rubinzal Online; RC J 5634/18.
106
deja en claro que no existe incompatibilidad alguna entre la
reinstalación del trabajador víctima de un distracto discriminatorio y
el derecho a contratar y ejercer toda industria lícita […] La
reinstalación de los trabajadores, no colisiona con la regla de la
estabilidad relativa, sino que sólo pretende impedir la ilicitud de la
conducta del empleador, exteriorizada en el acto denunciado” CSJ
Santa Fe 03/12/2018: “Estrada, Pedro y otros c/SancorCul- Nulidad
Despidos s/Recurso de Inconstitucionalidad”. Tº 287, Pág. 176-184.
107
Despido por reclamo de una recomposición salarial. Medios de prueba
“…Se deja sin efecto la sentencia del Máximo Tribunal Provincial (CJ
de Salta), quien omitió aplicar el criterio utilizado por la CSJN para
valorar la prueba, mediante el cual, ante la existencia de hechos de los
que pueda presumirse su carácter discriminatorio, corresponde al
demandado la prueba de su inexistencia. Las dogmáticas
explicaciones de las accionadas, que solo negaron su intención
discriminatoria, resultan inadmisibles para destruir la presunción de
haber incurrido en conductas y prácticas en ese sentido.” CSJN
20/05/2014: “Sisnero, Mirta Graciela y otros c/Tadelva SRL y otros
s/Amparo”. Rubinzal online: RC J 3767/2014.
108
generadoras de situaciones de ilegítima desigualdad, para asegurar la
igualdad real de oportunidades de las mujeres para acceder a los
puestos. Esto implica establecer un cupo equitativo y razonable de
mujeres que se desempeñen como choferes de colectivo. Para ello
cabe considerar analógicamente, la pauta objetiva establecida por el
legislador en materia sindical en la Ley N° 25.674, que dispone un
cupo de 30 % de mujeres para integrar los cargos electivos y
representativos en las asociaciones sindicales. No basta que la mujer
cuente con licencia correspondiente a la categoría para acceder al
puesto de trabajo, sino que es clave la idoneidad (art. 16 CN).” CNAT,
Sala II, 11/10/2018 “Borda, Érica c/Estado Nacional (Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social de la Nación) y Otros s/Acción de Amparo”,
Boletín de Jurisprudencia de la CNAT. Rubinzal Online: RC J 426/2019.
109
invocadas y, además, surge acreditado que la empresa tenía
conocimiento de que se trataba de una persona afectada por
HIV.” CNAT, Sala II, 21/09/2005: “I.N.E. c/ Lamartine SA s/Despido”.
Rubinzal online: RC J 2576/2006.
Artículo 17 bis . Las desigualdades que creara esta ley a favor de una
de las partes, sólo se entenderán como forma de compensar otras que
de por sí se dan en la relación.
110
del hombre y que subordinadamente media entre las partes una
relación de intercambio y un fin económico.
111
los sucesivos contratos a plazo que hubieren celebrado las partes y el
tiempo de servicio anterior, cuando el trabajador, cesado en el trabajo
por cualquier causa, reingrese a las órdenes del mismo empleador.
112
trabajador, luego de que el empleador originario hubiera transferido
el establecimiento, el adquirente no estaría obligado a reconocer el
tiempo de servicio anterior prestado en favor de otro empleador.
[102]
Como una excepción a esta regla, el art. 225 de la LCT establece que
cuando medie transferencia del establecimiento se impone el
reconocimiento de la antigüedad adquirida con el anterior empleador.
113
limitación solo opera en relación a la indemnización por despido (sea
que se trate la del art. 245 o 247 de la LCT), no debiendo afectar los
demás derechos o beneficios que al trabajador le correspondieren en
función de su antigüedad.
Jurisprudencia
114
Condiciones para el cómputo del tiempo de servicio
115
LCT, habiéndose comprobado en la causa la tramitación y posterior
goce del beneficio previsional por parte del actor…”
“…La disposición del art. 253 LCT, con el mandato incorporado por la
ley 24.347, configura una verdadera excepción a la regla general del
art. 18 LCT. Se ha querido evitar con esto, que se indemnice al
trabajador teniendo en cuenta los mismos períodos de trabajo en
virtud de los cuales logró obtener el beneficio jubilatorio…”.
116
“…Es aplicable lo dispuesto por el art. 253, último párrafo, LCT, al caso
de un trabajador que sigue prestando servicios sin interrupción a las
órdenes del mismo empleador, luego del goce del beneficio de
jubilación…”.
117
En el mismo sentido se expide Justo López, quien considera que si el
preaviso se concedió, aunque no lo hubiera gozado el trabajador, el
plazo se computa “salvo que el despido estuviere motivado en una
falta grave (injuria del art. 242, LCT) del trabajador”[107].
Jurisprudencia
118
“…No resulta procedente la incidencia de las vacaciones sobre la
indemnización sustitutiva del preaviso, pues la indemnización del art.
156, LCT, se calcula en proporción a la “fracción del año trabajada” y
el plazo de preaviso sólo se considera tiempo de servicio cuando
hubiera sido concedido (art. 19, LCT) …”
Artículo 20 . Gratuidad.
119
Dicha dispensa, encuentra su razón de ser en el principio protectorio
(art. 14 bis CN y art. 9 LCT), intentando asegurar el acceso a la justicia
a los fines de resguardar los derechos laborales, conforme la garantía
constitucional de la defensa en juicio (art. 18 CN). Un difícil acceso a la
jurisdicción, terminaría desnaturalizando el sistema
constitucional.[112]
120
aplicación del art. 20 de la LCT, cuando la condena en costas al actor
se basó en la falta de prueba sobre la invocada relación laboral.[115]
Jurisprudencia
121
económicas obstaculicen el ejercicio de los reclamos, pero no exime al
trabajador de abonar las costas del juicio cuando es condenado. Entre
todas sus propiedades, únicamente la vivienda familiar no puede ser
afectada, pero el resto de sus bienes y hasta de sus remuneraciones-
obviamente en la proporción determinada por ley-sí pueden ser
objeto de todo tipo de medidas cautelares y de ejecución...”
122
Pluspetición Inexcusable
123
CTrab. Córdoba, Sala VI, 13/09/2011, “Salguero, Hugo Jorge c/
Lotería de la Provincia de Córdoba SE. Ordinario. Haberes”, Rubinzal
Online, RC J 622/2012.
Notas
124
[9] FERNÁNDEZ MADRID, Juan Carlos “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”, 1ª ed. Erreius, CABA, 2018; t. I, pág. 228.
[10] SIMON, Julio C. y AMBESI, Leonardo en “Tratado de Derecho
Colectivo del trabajo”, SIMON, Julio C. (dir.) y AMBESI, Leonardo
(Cord.), La Ley, Buenos Aires, 2012, t. I, pág. 191.
[11] ARESE, César, “Caducidad contra prescripción en acciones por
siniestros laborales. Lo que Julieta no sabe, no puede, no debe
responder”, Derecho Laboral, Rubinzal On Line. Diciembre de 2018,
Cita: RC D 1417/2018 y Revista Derecho Laboral Actualidad, 2019 y
FORMARO, Juan J. - BARREIRO, Diego A., “La cosa juzgada y la
caducidad en el ámbito de las comisiones médicas. Afectación de
derechos laborales sustanciales”, La Ley, 26/4/19, 1.
[12] Carnelutti, Francesco, Lezioni di diritto industriale. Teoría del
regolamento collettivo di rapporti di lavoro, Roma, 1928, pág. 117,
citado por Prado, Pedro, El convenio colectivo de trabajo, Abeledo
Perrrot, Bs. As. 1973, págs. 89 y 91.
[13] Se recuerda que es sector público se encuentra regulado por la
Ley N° 24.185 y también existen leyes especiales de negociación
colectiva. Las provincias por su parte poseen diversos modelos para
sus dependientes. En la materia rige también el sistema normativo de
OIT, mediante los convenios 87, 98, 151 y 154.
[14] La CSJN le otorgó al principio de progresividad carácter
arquitectónico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos
en general, y del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales en particular. Lo definió así: “todo Estado Parte
se compromete a adoptar medidas [...] para lograr progresivamente
[...] la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos (art. 2.1). La
norma, por lo pronto, debe interpretarse a la luz del objetivo general,
en realidad la razón de ser, del Pacto, que es establecer claras
obligaciones para los Estados Partes con respecto a la plena
efectividad de los derechos de que se trata (doctrina de fallo
“Aquino”).
[15] Art. 4 de la Ley N° 14.250 señala: “Las normas originadas en las
convenciones colectivas que sean homologadas por el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en su carácter de autoridad de
aplicación, regirán respecto de todos los trabajadores de la actividad
o de la categoría dentro del ámbito a que estas convenciones se
refieran; cuando se trate de un acuerdo destinado a ser aplicado a más
de un empleador, alcanzarán a todos los comprendidos en sus
particulares ámbitos. Todo ello sin perjuicio de que los trabajadores y
los empleadores invistan o no el carácter de afiliados a las respectivas
asociaciones signatarias. Será presupuesto esencial para acceder a la
125
homologación, que la convención no contenga cláusulas violatorias de
normas de orden público o que afecten el interés general (…)”.
[16] a) Los CCT de empresa o grupo de empresas no necesitan
homologación, pero adquieren en principio efectos erga omnes
dentro del ámbito específico para los trabajadores no afiliados y los
trabajadores que ingresen después de la suscripción de su registro,
publicación y depósito.
b) El acto administrativo debe ser dictado no quedando al arbitrio del
Estado (art. 6 Ley N° 23.546).
c) El Poder Ejecutivo tiene un plazo breve (30 días, art. 6 Ley N°
23.546) para la emisión del acto homologatorio.
d) Si bien la Ley N° 14.250 no lo dice, existe homologación sin acto
expreso estatal lo que admite un tipo de convenio sin examen estatal
expreso. Es el acuerdo con homologación tácita en donde el Estado,
por simple abstención, puede otorgar validez de carácter general
(erga omnes) a una convención sin el examen del art. 4 ni del 7 de la
Ley. Es equiparable a la promulgación tacita de una ley (art. 80 CN).
[17] Más arriba se insertó la llamativa forma en que se trabajó
convencionalmente en 2005 sobre la renovación parcial del CCT
130/75 de empleados de comercio saneando -aparentemente- la
unificación de la representación empresaria luego de treinta años de
vigencia.
[18] “Las disposiciones de las convenciones colectivas deberán
ajustarse a las normas legales que rigen las instituciones del derecho
del trabajo, a menos que las cláusulas de la convención relacionadas
con cada una de esas instituciones resultarán más favorables a los
trabajadores y siempre que no afectarán disposiciones dictadas en
protección del interés general”.
[19] Acuerdo salarial, Federación de Trabajadores de Prensa con
asociación de Diarios Entrerrianos y LT 14 Radio Urquiza, aprobada
por Res. ST 321/08: “5. Las partes manifiestan que la vigencia del
acuerdo arribado es de forma inmediata, con independencia de la
homologación administrativa, conforme 3º párrafo del ARTICULO 74
de la Ley N° 12.908” (ser refiere al Estatuto del Periodista
Profesional).
[20] Art. 12. “Irrenunciabilidad. Será nula y sin valor toda convención
de partes que suprima o reduzca los derechos previstos en esta ley, los
estatutos profesionales, las convenciones colectivas o los contratos
individuales de trabajo, ya sea al tiempo de su celebración o de su
ejecución, o del ejercicio de derechos provenientes de su extinción”
[21] Art. 12.- Orden público. Fraude a la ley. Las convenciones
particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia
126
está interesado el orden público. El acto respecto del cual se invoque
el amparo de un texto legal, que persiga un resultado sustancialmente
análogo al prohibido por una norma imperativa, se considera
otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el acto debe someterse a la
norma imperativa que se trata de eludir”.
[22] Ver S. VII, CTCBA: “Jiménes Marta Isabel C/ Corujo, Analía
Verónica” del 31/10/11 y S. IX, CNAT, “Robles, Cintia Ada Raquel
c/Citytech SA”, 29/2/12 referidos a los no remunerativos pactados en
el marco del CCT 130/75 para empleados de comercio (DT, Año LXXII,
N° 6. PÁG. 1544); S. VII, CTCBA, “Ludueña, Jorge Damián c/ Libertad
150 SA”, 5/6/12, sobre el CCT 389/04 de Gastronómicos, Rama
Hoteles y Restaurantes y “Brizuela Carlos Alejandro c/ Italgas SA”,
20/11/12, sobre las Res. 1010 y 1399 de la Secretaría de Trabajo que
homologó los remunerativos pactado en el marco de los CCT N°
572/2007 y N° 592/2010 del para el personal de gas envasado.
[23] La referencia debe ser analizada conforme las observaciones de
la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y
Recomendaciones de OIT, según lo remarca la CS.
[24] ARESE, César. Derecho de la Negociación Colectiva, Ed. Rubinzal
Culzoni, Bs. As. 2008 y Derecho de los conflictos colectivos, Ed.
Rubinzal Culzoni, Bs. As. 2011.
[25] Derecho a la igualdad y a la no discriminación de los migrantes
indocumentados, Opinión Consultiva OC-18.
[26] El art. 157 de la Constitución de Weimar indica: “El trabajo gozará
de la protección especial del Imperio. Se establecerá en todo el
Imperio un derecho obrero uniforme”.
[27] “Pellicori, Liliana Silvia c. Colegio Público de Abogados de la
Capital Federal”, 15/11/11. En el caso se anuló la sentencia que había
desestimado sobre la base de la apreciación restrictiva de la prueba
aportada por la parte actora, una demandada reclamando su
reinstalación sobre la base de la conducta presuntamente
discriminatoria de la demandada. Se estableció el sistema de
interpretación de pruebas en casos de discriminación laboral. En
“Varela, José Gilberto c/Disco S.A. s/amparo sindical”, 4-9-18 reiteró
la exigencia en un caso de presunta discriminación sindical.
[28] PLA RODRIGUEZ, Américo, Los principios del derecho del
trabajo, Depalma, Buenos Aires, 1978, pág. 47.
[29] CONTERNO, Hugo Fernando, “Carga procesal y derecho
laboral”, Revista Derecho Laboral, Procedimiento Laboral-III, 2008-1,
pág. 401.
[30] “Facultades judiciales. No obstante, el juez puede distribuir la
carga de la prueba de la culpa o de haber actuado con la diligencia
127
debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor situación para
aportarla. Si el juez lo considera pertinente, durante el proceso debe
comunicar a las partes que aplicará este criterio, de modo de permitir
a los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que
hagan a su defensa”.
[31] GUIMARAES FELICIANO, Guilherme, en LACERDA PISTORI,
Gerson; SOUTO MAIOR, Jorge L. y TOLEDO FILHO, Manoel C.,
GUIMARAES FELICIANO, G. (Coord.), Fénix, por un novo processo do
trabalho, Ed. LTR 75, San Pablo, 2011. En este trabajo se enuncian los
principios del derecho procesal del trabajo entre los que se incluye el
“principio da distribuição dinámica do onus da prova” y especifican las
pautas de aplicación, es decir, la mejor aptitud la prueba, la
constelación de indicios, la verosimilitud objetiva de las alegaciones y
la utilidad del proceso (pág. 40). Los autores lo incorporan al proyecto
de modificación de la parte de procedimiento de la Consolidación de
las Leyes del Trabajo de Brasil (pág. 134).
[32] Sobre la descripción de este principio y la aplicación al ámbito
laboral, ver MACHADO, José D. La doctrina de la carga probatoria
dinámica y su aplicación al proceso laboral, Revista Derecho Laboral,
Procedimiento Laboral II, 2007, pág. 281; Arazi, Rolando; Berizonce,
Roberto O.; Peyrano, Jorge W., Cargas probatorias dinámicas, La Ley,
1/8/11,3.
[33] En tal sentido, la doctrina sentada por la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires, vino a establecer una
precisión muy ajustada en “López, Juan Ismael Osvaldo contra
Arpadez S.A.” del 22/2/12. Luego recordar la vigencia de los arts. de la
ley 11.544; 21 del decreto reglamentario 16.115/1933 y 7.2. a, b, c y
d y 11.2.c del Convenio 30 de la Organización Internacional del
Trabajo y sobre las horas de trabajo en el comercio y las oficinas,
indica: “A partir de que el trabajador logre probar la existencia de
horas extraordinarias, en virtud de las normas que “imponen al
empleador la obligación de llevar registro de esa prolongación (más
allá de que tales asientos no se realicen en el libro especial del art. 52
de la Ley de Contrato de Trabajo, toda vez que no existe previsión
legal expresa en ese sentido), no hay obstáculo para aplicar las normas
de los arts. 55 de la Ley de Contrato de Trabajo y 39 de la ley 11.653,
en cuanto disponen una presunción relativa de veracidad de las
afirmaciones del trabajador -en este caso, referidas a su tiempo de
labor- cuando el empleador no cumple su carga de registración”.
[34] CTCba. S. VII, “Castro, Lucas Mariano c/Visor Empresa de
Seguridad y Servicios Integrales SRL-Ordinario-Haberes”, 28/8/12.
En el caso, se probó el cumplimiento de horas extraordinarias las que
128
estaban liquidas en parte por el empleador. A su vez, emanaron dudas
sobre el lapso exacto de una pausa dirimente para establecer la
cantidad real de horas trabajadas en exceso. Ante la falta de
exhibición de la planilla de horarios y descansos y la falta de
explicación acerca de la real jornada de trabajo, se acudió a los arts. 9,
17 bis, 55 y 56 LCT a más de la inversión de cargas probatorias
procesales para establecer la diferencia en materia de horas
extraordinarias.
[35] MACHADO, José Daniel, La doctrina…opág. cit., pág. 281.
[36] Favor debilis en el proceso daños y consumidor; favor debitoris
en el derecho civil y contra stipulationem en el derecho comercial. El
in dubio pro reo del derecho penal puede estar emparentado con la
regla del in dubio pro operario, pero se relaciona más con el derecho
de defensa y el principio de legalidad que con la condición más débil
de procesado.
[37] MAZA, Miguel, en AAVV, OJEDA, Raúl (Coord.), Ley de Contrato
de Trabajo comentada y concordada, Ed. Rubinzal Culzoni, Buenos
Aires, 2011, pág. 118.
[38] Inversamente las irregularidades registrales, llevan inclusive a la
responsabilidad de los administradores sociales lo que ha sido
confirmando por la CS mediante el recurso del art. 280 CPCN en
“Davedere, Ana M. c/ Mediconex S.A. y otros” 29/05/07, “Ventura,
Guillermo Salvador c. Organización de Remises Universal S.R.L. y
otros” del 26/02/08 y “Bresciani, José Felipe c. Expreso San Antonio
S.R.L. y otros”, 7/5/08.
[39] “Fernández, Estrella c/ Sanatorio Güemes, S.A.”, 23/8/88,
311:1602. En este caso de discriminación salarial, se indicó: “Sin
establecer presunciones legales, el art. 81 de la LCT ha fijado, con
carácter de obligación para le principal la igualdad de trato a sus
dependientes en “identidad de situaciones. El trabajador deberá
acreditar sus “circunstancias” y quien se excepciona aduciendo que la
desigualdad obedece a la valoración de los méritos del dependiente o
a circunstancias de bien común, debe acreditar estas afirmaciones”
(Voto de los doctores Petracchi y Baqué)
[40] Con votos de los vocales Carlos S. Fayt, Enrique Santiago
Petracchi, Juan Carlos Maqueda y E. Raúl Zaffaroni.
[41] CNAT, sala V, “D´Errico, Luis Marco c. Le Lis S.A. s/despido”,
30/11/11. Ver También Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo,
sala I, “Costa Christian Ariel c. Transporte Larrazabal C.I.S.A. s/juicio
sumarisimo”, 20/09/2011, La Ley Online, AR/JUR/57125/2011.
“Dado que los tribunales inferiores deben ajustar su jurisprudencia a
la de la Corte en las decisiones que ésta adopta sobre puntos regidos
129
por la Constitución Nacional, de conformidad con lo resuelto en el
caso “Pellicori, Liliana” -15/11/2011- es suficiente para la parte que
afirma el acto discriminatorio la acreditación de hechos que
evaluados prima facie resulten idóneos para inducir su existencia,
correspondiendo al demandado la prueba de que éste tuvo como
causa un motivo objetivo y razonable ajeno a toda discriminación (del
voto de la Dra. García Margalejo) (DT 2012 (febrero), 274 - DJ
30/05/2012, 62 - LA LEY 0706/2012, 6, Cita online:
AR/JUR/78601/2011). En similar sentido ordenando la
reincorporación de una activista sindical: CNAT, S. IX, “Mirabelli
Amelia Natali c/ Jumbo Retail Argentina S.A. s/ acción de amparo”, 12-
jul-2012. (Cita: MJ-JU-M-73712-AR | MJJ73712 | MJJ73712). CNAT.
S. VI, “V. G. M. I. C/Grupo Concesionario del OESTE SA”, 31/5/12:
“Para estos supuestos, aquellos empleadores que decidan la
terminación de los contractos respectivos, deben justificar
acabadamente que la cesantía no guarda relación con la búsqueda de
la maternidad, pues esto es un mandato que resulta de los deberes de
solidaridad que impone el art. 62 de la LCT, que se extiende a todo el
curso del contrato y en este supuesto, particularmente a su
terminación. Lo expuesto sobre la carga de la prueba guarda correlato
con lo resuelto por el Máximo Tribunal en la causa “Pellicori, Liliana
Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal” (Sistema
Argentino de Informática Jurídica www.infojus.gov.ar, INFOJUS,
2012).
[42] Peyrano indica: “En la especie, en cambio, mientras la pretensa
víctima de un acto discriminatorio debe asumir un esfuerzo
probatorio de baja intensidad y limitado a probar que fue despedida
en el marco de una situación que podría dar lugar a que el distracto
hubiera sido por trato discriminatorio, (6) será la contraria (la
patronal) la que deberá probar cabalmente que el despido no
obedeció a discriminación alguna, sino a otros motivos. Resulta
palmaria la diferencia de intensidades probatorias requeridas”. Hace
remisiones a CAPÓN FILAS, Rodolfo, Prueba de la discriminación
laboral según la Corte, Microjuris, MJ-DOC-5613-AR / MJD5613 y
PÉREZ CRESPO, Guillermo, Pellicori: otro fallo esencial en la nueva
doctrina de la Corte, Microjuris, 22/11/11, MJ-DOC-5619-AR /
MJD5619. (PEYRANO, Jorge W. Las cargas probatorias con
intensidades de esfuerzos diferentes, La Ley 14/12/2011, 10
(comentario del fallo “Pellicori”).
[43] CNAT, S. VII, “Antoñana, Vanesa c. Falabella S.A. s/despido”,
15/02/12: “Constituye un indicio suficientes a los fines de tener por
acreditado el despido discriminatorio, el hecho de que luego de que la
130
trabajadora se encontrara desempeñándose cuatro años en un sector
y se la destine a un puesto creado al efecto -en el caso, pasó del sector
de decoración al de comunicaciones- y no se la restituya en sus tareas
luego de que se reincorporara de su licencia por maternidad, máxime
cuando el despido se produjo a días de vencido el plazo del art. 178 de
la Ley de Contrato de Trabajo” (La Ley Online; AR/JUR/1646/2012).
[44] Art. 27 Ley N° 24.013: Ratifica la vigencia del principio de
indeterminación del plazo como modalidad principal del contrato de
trabajo.
[45] Art. 332 CCC: Puede demandarse la nulidad o la modificación de
los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad,
debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de
ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal
explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones. Los
cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la
desproporción debe subsistir en el momento de la demanda….
[46] ÁLVAREZ, Eduardo en MAZA, Miguel Angel, Director, Régimen
de Contrato de Trabajo comentado, Tomo I, pág. 221 y siguientes.
[47] Para profundizar este tema se recomienda la lectura de
ALCHOURRON, Carlos y BULYGIN, Eugenio: Introducción a la
metodología de las ciencias jurídicas y sociales - Colección mayor -
Filosofía y derecho - Editorial Astrea, Buenos Aires, 1993.
[48] T.S.J. Córdoba: “Cabe agregar finalmente, que no obsta a la
admisión de este ítem la conclusión arribada sobre la indemnización
por antigüedad. Ello atento a que el dispositivo en cuestión, cuando
indica incrementar al doble la indemnización prevista en el art. 245
LCT, no refiere a que la sanción se encuentre sujeta a la procedencia
de esta última, sino que determina un parámetro para fijar su cuantía.
“Autos: “STERRANTINO DIEGO EZEQUIEL C/ DA ROSA MARIO
CHRISTIAN - ORDINARIO – DESPIDO” RECURSO DE CASACIÓN -
3144164- Sentencia 63 de fecha 19 de mayo de 2017
[49] KELSEN, Hans, Teoría Pura del Derecho, pág. 256, Ed. Porrúa,
México, citado por ÁLVAREZ, Eduardo, opág. Cit. pág .223.
[50] ALVAREZ, Eduardo, opág. cit. pág. 225.
[51] Art. 633 C de PC. El arbitraje forzoso es por su naturaleza de
amigable composición y los árbitros deben fallar las causas ex aequo
et bono, moderando, según las circunstancias, el rigor de las leyes y
dando a los elementos de prueba mayor o menor eficacia de las que
les corresponda por derecho.
[52] ALVAREZ, Eduardo, opág. cit. pág. 254.
[53] CNAT, Sala V, Autos: Carrizo Segundo Dalmacio y otros c/ San
131
Timoteo S.A. s/ Diferencia de Salarios - Sentencia de fecha 24 de
setiembre de 2019.
[54] PICON, Liliana, en MAZA, Miguel Ángel, Régimen de Contrato de
Trabajo Comentado, citando a FERNÁNDEZ MADRID, Juan Carlos,
pág. 270
[55] Conf. Garrone, José Alberto. Diccionario Jurídico Abeledo-
Perrot, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1986, pág. 176.
[56] Conf. Maza, Miguel Ángel (director). Régimen de contrato de
trabajo comentado. Tomo I. La Ley. Buenos Aires. 2012. Pág. 297.
[57] Vázquez Vialard, Antonio (Director), y Ojeda, Raúl Horacio
(Coordinador). Ley de contrato de trabajo comentada y concordada.
Tomo I. Rubinzal-Culzoni Editores. Santa Fe. 2005. Pág. 234.
[58] Conf. Ackerman, Mario E. (Director), y Sforsini, María Isabel
(Coordinadora). Ley de contrato de trabajo comentada. Tomo I.
Rubinzal-Culzoni Editores. Santa Fe. 2016. Pág. 225.
[59] Kahn-Freund, Otto. Labour and the Law. Stevens & Sons.
Londres, 1983, pág. 18.
[60] El principio protectorio se concreta, en su aplicación práctica, en
una trilogía de reglas de interpretación jurídico-laborales, a saber: 1)
“in dubio pro operario”; 2) el principio de la norma más favorable; y 3)
el principio de la condición más beneficiosa, contenidos
principalmente en la legislación positiva en los arts. 7°, 8° y 9° de la
LCT, a los cuales cabe remitirse.
[61] El principio de antropía ha sido enunciado hace varias décadas
por Benito R. Raffo Magnasco, recordada tiempo después por Justo
López (Los principios de la justicia social y el derecho. Moenia N°
XXVI/XXVII. Centro de Estudios Tomistas. Buenos Aires, septiembre-
diciembre de 1986, págs. 105 a 107), y luego por Rolando Gialdino y
Hugo Mansueti (La discriminación y el despido. Revista Colección
Temas de Derecho Laboral N° 17, Violencia Laboral, dirigida por
Andrea García Vior. Editorial Errepar. Diciembre de 2012. Págs. 103
y ss.). En el ámbito del derecho existen algunas relaciones jurídicas en
las cuales el sujeto reviste mayor importancia no sólo que el contenido
de la obligación que asume, sino también que el régimen de los
vínculos generados, y por ello debe dispensársele un trato especial.
Son aquellas en las cuales el sujeto es la persona humana (u hombre,
del griego “ánthroopos”), que en la propia relación asume ese rol, y lo
hace de manera tan íntima que se aproxima a su esencia y se
transforma en parte de ella.
[62] Esta fue la interpretación jurisprudencial general desde antiguo,
v.gr. CNAT, Sala II, 29/10/74, “Seoane de Castagnino, María S. c/
Automóvil Club Argentino”; Sala VI, 28/7/77, “Federación de
132
Empleados de Comercio de la Capital Federal c/ Saavedra Coopág. de
Crédito, Vivienda y Const. Ltda.”; y SCBA, 4/10/77, “Valeanti, Mirta S.
c/ Abraham, Antonio y/u otro”; pero también más recientemente, v.gr.
CNAT, Sala VIII, 23/4/10, “Ciccarelli, José C. c/ Publicom S.A. y otro”.
[63] Ello supone encuadrar directamente una situación específica
bajo una norma convencional de un convenio distinto al de la actividad
del trabajador implicado en el caso. Nótese, por ejemplo, que, en el
sistema español (conf. art. 92.2 del Texto Refundido de la Ley del
Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo
2/2015 del 23 de octubre, y en tal sentido véase
https://www.boe.es/eli/es/rdlg/2015/10/23/2/con) parece claro que
la extensión en cuestión implica llenar un vacío normativo por
ausencia de un convenio en determinado ámbito, mediante la
aplicación de las normas de un convenio existente (conf. Montoya
Melgar, Alfredo. Derecho del Trabajo. Ed. Tecnos. Madrid. 1998. Pág.
185).
[64] Conf. Ackerman, opág. cit. Pág. 224; Vázquez Vialard, opág. cit.
Pág. 237.
[65] Conf. Palomeque López, Manuel-Carlos y Álvarez de la Rosa,
Manuel. Derecho del Trabajo. Editorial Centro de Estudios Ramón
Areces, S.A. Madrid. 1998. Pág. 228.
[66] Fernández Madrid, Juan Carlos. Ley de contrato de trabajo
comentada y anotada. Tomo I. La Ley. Buenos Aires. 2012. Pág. 389.
[67] Ackerman, opág. cit. Pág. 223.
[68] Conf. Ackerman, opág. cit. Págs. 223 y 224.
[69] Conf. Ackerman, opág. cit. Pág. 226; Vázquez Vialard, opág. cit.
Pág. 235. CNAT, Fallo Plenario 36, en autos “Risso, Luis c/ Química La
Estrella” (LL 86-64; DT 1957-237; JA 1957-II-93).
[70] Conf. art. 3° del Código Civil y Comercial.
[71] Parece coincidir con esa línea la doctrina judicial según la cual un
trabajador que por su oficio esté fuera de las categorías del convenio
de la actividad no está excluido de las disposiciones generales del
convenio (CNAT, Sala VI, 2/4/98, “Gutiérrez, Rogelio c/ Unión Obrera
Metalúrgica”); como también aquella según la cual cuando la empresa
cuenta con distintas unidades técnicas de ejecución de su fin
societario, la determinación de la aplicación de una norma
convencional debe realizarse tomando en consideración el tipo de
trabajos desarrollados por el dependiente (CNAT, Sala II, 30/3/01,
“Almaraz, Luisa A. c/ Montisol Arg. S.A.”).
[72] Villey, Michel. Método, Fuentes y Lenguaje Jurídicos. Ghersi-
Editor. Buenos Aires. 1978. Pág. 82.
[73]Art. 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
133
Tratados: “Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración,
esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional
general. Para los efectos de la presente Convención, una norma
imperativa de derecho internacional general es una norma aceptada y
reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto
como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser
modificada por una norma ulterior de derecho internacional general
que tenga el mismo carácter”.
[74]Fernández Madrid, Juan Carlos, “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”, 1º ed., ERREIUS, CABA, 2018; T. I, pág. 375.
[75] RODRÍGUEZ MANCINI, Jorge en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”; Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard
Antonio, Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente Juan C. y González
Ricardo (h); 1º Ed., La Ley, Bs. As., 2008, Pág. 131.
[76]VÁZQUEZ VIALARD, Antonio en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”; Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard
Antonio, Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente Juan C. y González
Ricardo (h); 1º Ed., La Ley, Bs. As., 2008, Pág. 135.
[77]Corte IDH, OC – 18/03: Condición Jurídica y Derecho de los
Migrantes Indocumentados. Opinión consultiva del 17/09/2003.
Serie A N°. 18.
[78]GIALDINO, Rolando E. en “Derecho Internacional de los
Derechos Humanos: Principios, Fuentes, Interpretación y
Obligaciones”; 1º ed. Abeledo Perrot, Bs. As. 2014, pág. 156 y sig.
[79]GIALDINO, Rolando E. en Derecho Internacional de los Derechos
Humanos: Principios, Fuentes, Interpretación y Obligaciones, 1º ed.
Abeledo Perrot, CABA, 2014, págs. 156-159.
[80]Corte IDHOC-18/03: Condición Jurídica y Derechos de los
Migrantes Indocumentados. Opinión Consultiva del 17/09/2003.
Serie A N° 18.; Asimismo, “Masacre de Mapiripán”: “Caso de la
Masacre de Mapiripán v. Colombia”. Fondo, reparaciones y costas.
Sentencia de 7/03/2005. Serie C N° 134.
[81]FERNÁNDEZ MADRID, Juan Carlos, en “Ley de Contrato de
Trabajo Comentada” 1º ed., ERREIUS, CABA, 2018; T. I, pág. 375.
[82]KROTOSCHIN, Ernesto en “Discriminación e igualdad de trato en
el derecho del trabajo”, LT, vol. XIX-A, pág. 312; Cit. por: Cit. por
Fernández Madrid, Juan Carlos en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”, 1º ed., ERREIUS, CABA, 2018; T. I, pág. 381.
[83]RODRÍGUEZ MANCINI, Jorge en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”; Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard
Antonio, Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente Juan C. y González
Ricardo (h); 1º Ed., La Ley, Bs. As., 2008, Pág. 133.
134
[84] CSJN, 07/12/2010: “Álvarez, Maximiliano y otros c/Cencosud SA
s/Acción de amparo” Cita Fallos Corte: 333:2306. La Ley. Cita Online:
AR/JUR/77141/2010.
[85] CSJN, 26/03/2013: “Cejas, Adrián Enrique c/Fate SA s/Juicio
Sumarísimo”. La Ley; Cita online: AR/JUR/6043/2013
[86]CNAT, Sala X, 22/03/2010: ““Cejas, Adrián Enrique c/FateSA”. La
Ley; Cita online: AR/JUR/7067/2010
[87]ORSINI, Juan Ignacio, “Improcedencia de la Conversión
indemnizatoria de la sentencia que ordena la nulidad del despido y la
reinstalación del trabajador” en “Jurisprudencia Laboral” T. 5. Dir.
Juan J. Formaro; 1° ed., Bs. As., Hammurabi, 2017.
[88]Ferreirós, “La Reinstalación en el cargo, ¿es una obligación de dar
o de hacer?, en “Doctrina Laboral Errepar”, N° 291, t. XXIII, pág. 1162
y sig. Cit. por: ORSINI, Juan Ignacio, “Improcedencia de la Conversión
indemnizatoria de la sentencia que ordena la nulidad del despido y la
reinstalación del trabajador” en “Jurisprudencia Laboral” T. 5. Dir.
Juan J. Formaro; 1° ed., Bs. As., Hammurabi, 2017, Pag. 92.
[89]VÁZQUEZ VIALARD, Antonio en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada”; Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard
Antonio, Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente Juan C. y González
Ricardo (h); 1º Ed., La Ley, Bs. As., 2008, Pág. 135.
[90]CSJN, 15/11/2011: “Pellicori, Liliana Silvia c/Colegio Público de
Abogados de Capital Federal”. Rubinzal Online: RC J 12598/2011
[91]CSJN, 20/05/2014: “Sisnero, Mirtha Graciela y otros c/Tadelva
SRL y otros”. Rubinzal Online: RC J 3767/2014.
[92]CSJN, 04/09/2018: “Varela, José Gilberto c/Disco SA”.
[93]MAZA, Miguel A. en “Tutela judicial frente a los actos
discriminatorios dañosos en las relaciones de trabajo. Ratificación de
la Corte Suprema del “Standard” probatorio creado en la sentencia
“Pellicori c/CPACF”. Revista de Derecho Laboral – Rubinzal Culzoni;
Dir. Mario E. Ackerman; 2019-1: Igualdad de oportunidades y de
trato. Pág. 101.
[94]GIALDINO, Rolando E. en “Derecho Internacional de los
Derechos Humanos: Principios, Fuentes, Interpretación y
Obligaciones”; 1º ed. Abeledo Perrot, Bs. As. 2014, pág. 173.
[95] Relator de la ONU Marc Bossuyt, habla de un “conjunto de
medidas de carácter temporal dirigidas específicamente a remediar
(correcting en el original inglés) la situación de los miembros del grupo
a que están destinadas en un aspecto o varios aspectos de su vida
social para alcanzar la igualdad efectiva”. En “El concepto y la práctica
de la acción afirmativa. Informe final presentado por el Sr. Marc
Bossuyt, relator especial, de conformidad con la res. 1998/5 de la
135
Subcomisión”. 2002, E/CN.4/Sub.2/2002/21, § 6. Cit. por: Gialdino,
Rolando E. en “Derecho Internacional de los Derechos Humanos:
Principios, Fuentes, Interpretación y Obligaciones”; 1º ed. Abeledo
Perrot, Bs. As. 2014, pág. 180.
[96]Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial (art. 1º. 4); Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(art. 4º.1); Convenio N° 111 OIT (art. 1º.2); Convención
Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad (art. 1º. 2. b);
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(art. 5º.4).
[97]GUILLAUME, Gilbert, “La Cour Internationale de Justice et les
droits de I´homme” en La Cour Internationale de Justice à I´aube du
XXI èmesiècle, Pedone, París, 2003, pág. 266. Cit. por: Gialdino,
Rolando E. en Derecho Internacional de los Derechos Humanos:
Principios, Fuentes, Interpretación y Obligaciones, 1º ed. Abeledo
Perrot, CABA, 2014, pág. 179.
[98]La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, alude en numerosas normas, a que los
Estados adoptarán todas las “medidas apropiadas” para eliminar la
discriminación contra la mujer en diferentes campos (arts. 2º e, 3º, 5º
a 7º, 10, 11, 13 y 14).
[99] ACKERMAN, Mario E. en “¿Qué es y cómo se computa la
antigüedad en el empleo?”, Revista de Derecho Laboral Actualidad,
2016-2. Dir. José Daniel Machado. Sub Dir. César Arese. 1º ed.
Rubinzal Culzoni Editores. Santa Fe. 2016. Págs. 50-52.
[100] VÁZQUEZ VIALARD, Antonio en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada” Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard Antonio
y Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente, Juan C. y González, Ricardo (h),
1° Edición, La Ley, Buenos Aires, 2008. Pág. 137.
[101] Doctrina dictada por la CNAT Plenario N° 50 del 13/05/59, en
autos “Bonanata Gorizia, E. c/ Nestlé SA” D.T. XIX (1959) pág. 383.
[102] ACKERMAN, Mario E. en “¿Qué es y cómo se computa la
antigüedad en el empleo?”, Revista de Derecho Laboral Actualidad,
2016-2. Dir. José Daniel Machado. Sub Dir. César Arese. 1º ed.
Rubinzal Culzoni Editores. Santa Fe. 2016. Pág. 62.
[103] SC Buenos Aires, 19/04/83, “Gómez, Gerónimo c/Gavemar”
[104] CNAT, Sala II Sent. 57.384, 24/06/86, “Spositto, Rubén Oscar y
otro c/ García Boado, Horacio A. y otro”.
[105] RUSSOMANO, Víctor Mozart, “El preaviso en el derecho del
trabajo”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1965, pág.4.
136
[106] FERNÁNDEZ MADRID, Juan Carlos, “Ley de Contrato de
Trabajo comentada”, 1° ed. Erreius, Buenos Aires, 2018, t. I, pág. 403.
[107] LÓPEZ, Justo en López, Centeno y Fernández Madrid, Ley de
Contrato de Trabajo Comentada, pág. 168 y ss.
[108] VÁZQUEZ VIALARD, Antonio, en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada” Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard Antonio
y Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente, Juan C. y González, Ricardo (h),
1° Edición, La Ley, Buenos Aires, 2008. Pág. 141.
[109] LÓPEZ, Justo en López, Centeno y Fernández Madrid, Ley de
Contrato de Trabajo Comentada, T. II, Págs. 924 y 931.
[110] DE CASTRO, Federico, en “Derecho Civil de España”, Madrid
1949 2ª ed. T. I, pág. 419-120.
[111] VÁZQUEZ VIALARD, Antonio, en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada” Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard Antonio
y Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente, Juan C. y González, Ricardo (h),
1° Edición, La Ley, Buenos Aires, 2008. Pág. 143.
[112] GIRARDINI, Enrique A., “Código Procesal Laboral de la
Provincia de Santa Fe Comentado”, Dir. José Daniel Machado. Coord.
Sebastián Coppoletta, Adriana María Mana. Rubinzal Culzoni
Editores, 1ª Ed, Santa Fe, 2013, T. I, pág. 118-120.
[113] MANSILLA, Alberto, “Beneficio de gratuidad laboral y beneficio
de litigar sin gastos ¿Son lo mismo?”, Revista del Derecho del Trabajo,
año LXIX, N° 12, La Ley, Buenos Aires, diciembre de 2009.
[114] VÁZQUEZ VIALARD, Antonio, en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada” Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard Antonio
y Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente, Juan C. y González, Ricardo (h),
1° Edición, La Ley, Buenos Aires, 2008. Pág. 143.
[115] CSJN, 15/05/2014. Recurso de hecho deducido por la actora en
“Velárdez, Julio César c/ Janis y Basano s/Ordinario”.
[116] VÁZQUEZ VIALARD, Antonio, en “Ley de Contrato de Trabajo
Comentada” Dir.: Rodríguez Mancini Jorge, Vázquez Vialard Antonio
y Claudio S. Virgili, Poclava Lafuente, Juan C. y González, Ricardo (h),
1° Edición, La Ley, Buenos Aires, 2008. Pág. 145.
TITULO II
137
Del Contrato de Trabajo en General
CAPÍTULO I
Así, los sujetos del contrato son el empleador y por otra el trabajador
dependiente.
138
habitualmente en el marco de una organización empresaria, las
normas que lo rigen están fundamentalmente referidas a las tareas
cumplidas dentro de una organización de tal tipo.
139
prueba informativa que acredita que el actor solicitaba los análisis
clínicos de los pacientes internados, y, asimismo, en su caso, firmaba
los certificados de defunción”.
140
jurídica) que organiza su prestación, aprovecha los beneficios de la
labor y corre con los riesgos consiguientes.
Elementos:
141
Justo López[4], al examinar los aspectos de la subordinación concluye
que también esta puede variar notablemente en intensidad. Incluso,
señala que la subordinación económica tomada en el sentido de
trabajo por cuenta ajena admite gradaciones, por ejemplo, el socio
empleado (art. 27 LCT), el cual no se puede decir que trabaje
totalmente por cuenta ajena.
142
Cuando la dependencia se descentraliza, esta se atenúa; es decir, en
los casos de trabajo a domicilio (comúnmente denominado
teletrabajo) en la cual la conexión entre las partes está ligada a un
software y/o medio informático a través del cual se comunican los
trabajos efectuados y se reciben órdenes de tareas e instrucciones a
cumplir.
143
Así, jurisprudencia que comparto ha sostenido que los avatares
económicos forman parte del riesgo empresario y, como tal, no puede
ser trasladado a los trabajadores y pretender que éstos los asuman.
144
creativo en el cual los buenos resultados dependen exclusivamente
del nivel de perfección expresado en el acto que realiza.
Dependencia jurídica:
145
(adecuación funcional), y coordinadas entre sí para lograr el fin de la
empresa. Esta dirección y la organización consecuente se imponen al
personal que queda así subordinado.
Aplicaciones digitales:[9]
146
Fernández Villar señala que, si bien el trabajador de plataformas
digitales posee características que le son propias, puede ser asimilado
a un “teletrabajador” en el sentido de que brinda un servicio (ya sea
mensajería o transporte) en locaciones distintas del domicilio del
empleador, recibiendo a distancia las órdenes para organizar su
trabajo (que es realizado en distintos puntos geográficos a los cuales
debe dirigirse ya sea transportando cosas o personas) a través de un
teléfono celular, y a cambio de una remuneración.
147
derecho de uso de la aplicación no es transferible y no se pueden
compartir cuentas), es decir, los conductores no pueden ser
reemplazados por un sustituto; las instrucciones técnicas de trabajo
son proporcionadas por la compañía mediante la plataforma (la ruta,
el comportamiento adecuado, la prohibición de intercambiar datos
con el pasajero, la necesidad de conservar una “alta calificación” como
conductor); no pueden rechazar viajes (sólo hasta un 20 %) o la
aplicación para ese conductor es desactivada. Por lo tanto, en este
tipo de actividad puede configurarse -dependiendo de las
circunstancias de cada caso- una relación laboral en los términos de la
LCT, en tanto, en palabras del doctor Juan Carlos Fernández Madrid,
“la dependencia técnica implica la facultad del empresario de
organizar en concreto las prestaciones comprometidas por el
trabajador, dando indicaciones y órdenes acerca de la forma de
realizar la tarea”.
148
Y sin perjuicio de la regulación específica que en el futuro se dicte para
las nuevas actividades que involucran el uso de tecnología de
plataformas, lo cierto es que actualmente numerosos trabajadores
ponen su fuerza de trabajo a disposición de las mismas en un marco
irregular, mientras que aquellos que realizan la misma actividad, pero
mediante las formas tradicionales de empleo gozan de todos los
derechos del trabajador, en clara violación al principio de igualdad
consagrado por nuestra Constitución Nacional.
Distintos supuestos:
149
Las profesiones liberales tradicionales han sufrido sensibles
modificaciones en su desenvolvimiento e inmersión en el cambio
social, pudiendo afirmarse que lo que ayer era excepcional, hoy es lo
habitual.
150
Amanda Caubet señala que a los débiles en las relaciones asimétricas
hay que protegerlos más allá de ellos mismos.
Cuando ese vínculo cobra vida, por la prestación efectiva del trabajo,
queda bajo la protección completa del orden público laboral.
151
recíprocas para ambas partes; pero la relación de trabajo en sentido
propio existirá recién desde el momento en que el trabajador
comience a prestar su trabajo por cuenta del patrón y como
consecuencia de esta prestación.
Distintos supuestos:
152
Artículo 23 . Presunción de la existencia del contrato de trabajo.
153
Da como prueba de esta segunda afirmación que el art. 25 dice que se
considera trabajador, a los fines de la LCT,
154
estaremos frente a un contrato de trabajo toda vez que sus elementos
configurantes surjan de los hechos probados, aunque las partes le
hayan dado una calificación errónea o hayan pretendido simular otra
figura.
Distintos supuestos:
155
La demandada es una organización sin fines de lucro integrada por
padres de niños autistas que funciona como coordinadora de
prestaciones docentes efectuadas en beneficio de menores. Las
personas que pagaban los salarios de la actora eran las obras sociales
que encomendaban a la demandada fiscalizar que las prestaciones
docentes fueran efectuadas.
156
La relación de dependencia del actor -quien se desempeñaba como
caddie- con el Jockey Club, quedó corroborada a través de la prueba
testimonial. Así, el actor recibía las órdenes del Master Caddie quien,
a su vez, resultaba ser dependiente de la demandada. Si se negaba a
hacer las tareas que éste indicaba, era suspendido, y del mismo modo,
si no concurría a trabajar. Queda así demostrada la subordinación
técnica. Asimismo, confirma la existencia de relación laboral la
injerencia que tenía la empresa en el salario percibido por el
accionante. De los testimonios surge que el club pone un piso para que
todos los caddies cobren más o menos lo mismo, con tarifa obligatoria,
la que se le abona al caddie cuando concluye la tarea, todo lo cual
corrobora la dependencia económica.
157
-Trabajador que realizaba la publicidad de la marca de
anteojos Infinit a través de distintas páginas web y redes sociales.
Existencia de relación de trabajo.[19]
158
Acuerdo de voluntades: La naturaleza consensual del contrato de
trabajo determina que la relación jurídica quede perfeccionada por el
acuerdo de voluntades.
159
contrato de trabajo equivale a su ruptura -pues no tendría sentido
reconocer derecho, en cualquier caso, a por lo menos el importe de un
mes de remuneración si, en el caso de incumplimiento al trabajador,
este pudiera exigir el cumplimiento- y a su ruptura intempestiva, que
es el fundamento de la indemnización por falta de preaviso.
Distintos supuestos:
Notas
160
1144/2016.
[3] CNTrab. Sala III, 23/05/2016 in re “Rey, Gabriela Mabel c/Enrique
Martín Rossi SA y otros s/ Despido”, Expte. N° 17.906/2015.
[4] “Ley de Contrato de Trabajo Comentada”, T° I, pág. 175 y sigtes.
Edic. Contabilidad Moderna.
[5] García Martínez, Roberto, “La relación de dependencia en la Ley de
Contrato de Trabajo”, LT, t. XXV B, pág. 687.
[6] CNATrab. Sala IV, SD N° 102.412 del 27/04/2017 in re
“Partalacovich, Anastacio c/ Gemmo América SA y otro, s/ Despido”,
Expte. Nro. 41362/2011.
[7] Leyes Fundamentales del Trabajo - J.C. Fernández Madrid,
Amanda Caubet - Actualización Diego Fernández Madrid, Erreius
2016.
[8] De Virgiliis, Miguel Ángel “El teletrabajo. La nueva realidad
virtual”, Revista Derecho Laboral, t. 2003-2, Rubinzal Culzoni
Editores, pág. 346.
[9] Fernández Villar, Lucía: “Trabajo por plataformas digitales. Las
nuevas modalidades del servicio de delivery”, Revista Doctrina
Laboral - Edit. Errepar (dle), XXXIII, enero de 2019.
ver también de la misma autora: “Nuevas realidades laborales: El
trabajo por plataformas digitales o “apps”. el caso de Uber”, Revista
Doctrina Laboral –Edit. Errepar (dle), XXXIII, febrero de 2019.
[10] CNATrab. Sala VI, SD Nro. 70.402 del 14/12/2017 in re
“Lucentini, Maximiliano Rodrigo c/ Swiss Medical SA s/ Despido”,
Expte. N° 5.036/2014.
[11] Revista “Derecho del Trabajo”, 1954, pág. 541. Véase también
nota: “Contrato de trabajo sin relación de trabajo”, en revista citada,
1952, pág. 184. (“Lineamientos de derecho del trabajo”, pág. 233).
[12] López, Justo, en “Ley de Contrato de Trabajo comentada”, López,
Justo; Centeno, Norberto O. y Fernández Madrid, Juan C., 2a ed.,
Ediciones de Contabilidad Moderna, Buenos Aires, 1987, pág. 252.
[13] CNTrab. Sala VI, SD Nro. 70.607 del 26/02/2018 in re “Kohakura,
German Ariel c/ Telefónica de Argentina SA s/Diferencias de salarios”,
Expte. N° 40.973/2011.
[14] García Martínez, Roberto, “La relación de dependencia en la Ley
de Contrato de trabajo”, LT, t. XXV, págs. 687 y 689.
[15] CNATrab. Sala VI, SD N° 70.992 del 14/05/18 in re “Spinelli,
Laura Mónica c/ Asociación Argentina de Padres de Autistas
Asociación Civil s/ Despido”, Expte. N° 61.308/2015.
[16] CNT rab. Sala IX, del 19/09/2018 in re “Gómez, Florencia Beatriz
c/ Mallorca Jorge Rodolfo y otros s/ Despido”, Expte. N° 33.972/2014.
[17] CNTrab. Sala V, del 10/09/2018 in re “Galindo, Gonzalo
161
Nazareno c/Jockey Club Asociación Civil s/ Despido”, Expte. N°.
64.384/14.
[18] CNTrab. Sala IX, SD N° 24.410 del 15/08/2018 in re "Manzoni,
Jorgelina c/ Banco Patagonia SA s/ Despido”, Expte. N° 19.778/2015.
[19] CNATrab. Sala II, SD Nro. 110.397 del 27/04/2017 in re “Díaz,
Luis Adrián c/ Developtik SA y otros s/ Despido”, Expte. N°
8216/2013.
[20] Etala, Carlos Alberto, “Los efectos del contrato sin relación de
trabajo”, LT, t. XXVI, pág. 742.
[21] López, Justo; Centeno, Norberto O. y Fernández Madrid, Juan
Carlos, “Ley de Contrato de Trabajo comentada”, t. I, 2ª ed., págs.
274/275.
[22] CNATrab. Sala IX, SD 19.803 del 5/02/2015 in re “Gorzalczany,
Fernando Gastón c/ Elektra de Argentina SA s/ Despido”, Expte. N°
46.218/2011.
CAPÍTULO II
Artículo 25 . Trabajador.
162
cualquier trabajo sino sólo aquél que se presta en relación de
dependencia en forma voluntaria y a cambio de una remuneración,
por lo que no se denominan trabajadores o trabajadoras a aquellas
personas que prestan servicios autónomos, quienes lo hacen como
cuentapropistas (de subsistencia, oficio o profesión), quienes no
trabajan de manera voluntaria, quienes trabajan a título gratuito
(trabajo benévolo o deportistas amateurs) o lo hacen como
integrantes de un colectivo particular (socios cooperativos, trabajo
familiar, colaborador gremial).
163
En una simplificación que sólo se justifica en la finalidad
eminentemente práctica de esta obra podemos decir que para ser
trabajador se requiere:
a) ser siempre una persona física -no jurídica- (ver la regulación del
contrato de trabajo de grupo o por equipo y del de los integrantes de
sociedades en los arts. 101 y 102 LCT),
164
Más allá de las teorizaciones y definiciones que podamos consultar
para delimitar el concepto del sujeto trabajador, lo cierto es que
recurrimos a él sólo para la resolución de casos dudosos donde no
siempre se verifican claramente la totalidad de los requisitos antes
apuntados.
Artículo 26 . Empleador.
165
Muchas han sido las definiciones que doctrinariamente se ensayaron
a efectos de aportar los elementos delimitativos de un concepto que,
necesariamente, abreva en otros más cuestionados y complejos: el
contrato de trabajo y la situación de dependencia que lo tipifica.
La empresa y el empresario-empleador
166
empleador). A su vez la dimensión empresarial, su configuración y el
modo de actuar según los distintos contextos económicos y políticos
ha ido delineando la idea misma de la relación de trabajo y los
contenidos del derecho que la regula, según los idearios y sistemas
vigentes a lo largo de la historia (el “taylorismo”, el “fordismo”, el
“toyotismo” y la teoría de la especialización flexible).
167
empresa (a excepción de la regulación del estatuto del personal de
casas particulares).
168
integrantes en su calidad de responsables solidarios por las
obligaciones derivadas de la relación de trabajo ya sea por aplicación
de la teoría del descorrimiento del velo societario (disregard) -art. 54
LSC- o por la responsabilidad que cabe atribuirle a administradores y
gerentes (conf. arts. 54, 59, 274 y concs. LSC y nuevo art. 144 del
CCCN) -ver en este sentido fallos de la Cámara Nacional en los
Comercial, Sala B, “Eduardo Forns c/ Uantu S.A s/ ordinario” del
24/6/03-J.A. 21.12.03, 2003-IV-y CNCOM, Sala E “Nougues Hnos.
S.A s/ incumplimiento en la presentación de estados contables” CNAT,
Sala IX, SD 18840 del 28/08/2013 “Coullery Matias Sebastián c/ Hair
System SA y otros s/ Despido”; íd, Sala I, SD 89073 del 23/08/2013
“Balacco Daniela Mónica c/Odontología Personalizada SA y otros
s/despido”, entre muchos otros y postura contraria a la interpretación
amplia del art. 54 LSC- responsabilidad del socio-en los fallos de la
CSJN , 31-10-02, “Carballo, Atiliano c/ Kanmar SA (en liquidación) y
otros”; y C.S.J.N., 3-4-03, P 1013 XXXVI, “Palomeque, Aldo c/
Benemeth SA y otro”- ver también CNAT, Sala II, sent. 103920 del
11/11/14, expte. 8145/2011 “Centurión Marco Hilario y otro c/
Prophos S.A. y otros s/ despido”.
169
En lo que aquí interesa, el nuevo texto del art. 24 de la LGS establece
que:
170
complejo o simplemente el fraude laboral ante este tipo de
situaciones cuando se trata de la responsabilidad que el ente debe
asumir frente a un acreedor laboral.
171
generales ha considerado la existencia de un único sujeto empleador
de carácter “pluripersonal” (CNAT, Sala III, 17-5-99, “Robert, Andrea
K. C/Carmio, Jorge y otros s/despido”, en T y SS, 1999, pág. 1078;
CNAT, Sala IV, 27-10-95, “Esteves, Adalverto c/ Asistencia
Odontológica Integral SA”, en D.T. 1996-A, pág. 439; Sala II, 21-4-97,
S.D. N° 80.867, “Hechem, Estela c/ Mapro SA”. También surge, a
contrario sensu, de: CNAT, Sala III, 31-5-96, “Ríos, Héctor c/ Simpro
SRL y otros”, en D.T. 1996-B, pág.2761; y “Sanza Daniel c/ Meypacar
S.A. s/despido”, S.D. N° 97.361 del 6-11-09, del registro de esta Sala,
entre otros).
Se trata del caso en que todas las sociedades que integran el grupo
económico actúan frente al trabajador como empleadoras, utilizando
su fuerza de trabajo, impartiendo órdenes, etc. en forma indistinta y
contemporánea.
172
En cualquier caso, hay que decir que ciertos autores no han admitido
la existencia de un empleador múltiple integrado por varias personas
jurídicas y sólo admiten la responsabilización de un conjunto de ellas
si se reúnen los ya evocados extremos del art. 31 de la LCT (Vázquez
Vialard, Morando). Esta postura inicial se ha visto progresivamente
desplazada ante el redimensionamiento que la realidad económica
impuso en el concepto de sujeto empleador y así la jurisprudencia
mayoritaria actualmente entiende que nada impide la conformación
de un sujeto empleador plural de personas jurídicas o de personas
físicas y jurídicas (ver, entre otros CNAT, Sala II, Sentencia 103090,
expte. 47933/09 “Sosa Patricia c/ Arena de Doto Felisa Lucia y otro s/
Despido” del 28/4/14).
173
eventualmente, sus co-obligados en base al concepto técnico de
empresa previsto en el art. 6 de la Ley de Contrato de Trabajo.
174
Son este tipo de grupos (que hemos llamado “de configuración
atípica”) los que habrán de emerger en muchos casos a través de la
utilización de los contratos regulados en el Título IV del libro Tercero
del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y los que nos
enfrentan, nuevamente, a viejos debates.
Parece ser que la no solidaridad de los sujetos unidos por este tipo de
contratos es la regla, salvo que se disponga de otra manera en la
regulación particular (por ejemplo en el caso de los consorcios de
cooperación donde el art. 1477 establece que en caso de silencio,
todos los miembros son solidariamente responsables o en el de las
agrupaciones de colaboración -conf. art. 1459-).[8]
175
En este sentido en poco se ha modificado el viejo panorama puesto
que hace ya muchos años las empresas han recurrido a las uniones
transitorias y a las agrupaciones de colaboración, habiendo recibido
estas figuras recepción legislativa en el año 1983 a través de la
modificación a la ley de sociedades comerciales dispuesta por Ley N°
22903, sin que con ello se alteren sustancialmente los criterios de
aplicación de las disposiciones contenidas en los arts. 26, 29, 30 y 31
de la LCT.
176
Dino Jarach, cuando expresa que “La capacidad de ser contribuyente
o sea la capacidad jurídica tributaria no se identifica con la capacidad
jurídica del derecho privado, sino que consiste en la posibilidad de
hecho de ser titular de las relaciones económicas que constituyen los
hechos imponibles”[10].
177
en el art. 1453 CCCN, facilitar o desarrollar determinadas fases de su
actividad empresarial, o bien, perfeccionar o incrementar el resultado
de tales actividades. No aluden al desarrollo de una actividad, obra o
negocio que puede ser totalmente distinto al propio de sus
componentes (como acontece en las UT) sino a actividades
claramente conexas e integrativas del giro de las sociedades que
integran el conjunto.
178
laborales y previsionales eventualmente incumplidas el sujeto
empleador y no los demás integrantes de la agrupación.[12] En tales
casos el trabajador se encuentra vinculado a uno de los miembros de
la UTE -incluso por un vínculo anterior a la celebración del contrato-,
que lo proporciona a la organización común pero para que desarrolle
las tareas que hagan al cometido a que se obligó dicho integrante.
179
En la línea argumental por nosotros propuesta se ha señalado que
dado que la UT no es un sujeto de derecho, y por ende no puede
contratar, los trabajadores contratados por el administrador de la UT
para tareas propias de la organización, obra o negocio común deben
considerarse en relación de dependencia con cada uno de los
integrantes de la agrupación (conforme art. 26 LCT).
180
“La limitación de la responsabilidad a que alude la Ley de Sociedades
no puede ser oponible a acreedores protegidos como son los
trabajadores, correspondiendo al juez aplicar el derecho al caso
concreto. Uno de los principios rectores del derecho del trabajo es el
principio protectorio, al que se contrapone toda limitación en materia
de solidaridad que puedan pactar los interesados en desmedro de los
derechos de los trabajadores, a quienes les resultará inoponible, sin
perjuicio de las acciones de reembolso que pudieran existir. En
consecuencia, los contratos de colaboración empresaria y las uniones
transitorias de empresas (que no son sociedades ni sujetos de
derecho. Art. 377 LSC) no pueden ser empleadores por sí en los
términos del art. 26 LCT, por lo que serán sus integrantes quienes
respondan frente al dependiente solidariamente”[17].
181
“Constituida entonces la unión transitoria de empresas con la
específica finalidad de cumplir el objeto de ese contrato, resulta
evidente que las prestaciones realizadas en el marco de dicha
contratación son atribuibles impositivamente a dicho agrupamiento.
No pueden las empresas proceder como si aquél no existiere,
atribuyéndose cada una la realización de los hechos gravados, y
computando a las retenciones efectuadas a la UTE, como propias en
una determinada proporción cuando ellas mismas constituyeron ese
agrupamiento para poder obtener la contratación”[20].
182
permanente, formada por un conjunto de personas sometidas a una
dirección unitaria, a través de vínculos contractuales o no, y con
arreglo a criterios de coordinación, de subordinación o fórmulas
intermedias y más descentralizadas de centros de decisión…”[22].
183
“Esa apropiación conjunta de la fuerza de trabajo conlleva como
correlato inexorable la responsabilidad solidaria de las sociedades
integrantes de la UTE frente a sus trabajadores, por aplicación del
principio de protección del trabajo humano (conf. art. 14 bis, C.N.)”.
184
conjuntadas. Por lo demás, ninguna norma específica establece tal
limitación y en cuanto a los condicionamientos previstos en la ley civil,
reitero, éstos no resultan aplicables en el derecho del trabajo al no
superar el filtro de adecuación que permitiría hacer aplicación
supletoria de las normas del derecho común en el ámbito de las
relaciones laborales al contraponerse a los principios protectorio y de
primacía de la realidad que rigen en la materia.[28]
Artículo 27 . Socio-empleado.
185
1-afecte toda su actividad o parte principal de ella,
186
prevé la norma con relación a las utilidades, constituya una
remuneración encubierta de tareas técnicas administrativas (C.S.
31/3/99 “Corralón Luján SA c/ DGI” en T y SS 1999- pág. 1043) y en
similar sentido se había pronunciado en esa misma causa la Sala III de
la Cámara Federal de la Seguridad Social al sostener que la percepción
en exceso de dicho porcentual no habilita de por sí a concluir en la
existencia de un vínculo laboral entre el director de la sociedad que
“…en todo caso, habrá de ser probado por quien lo invoca” (C.N. Fed.
Seg. Social Sala III, 24/6/96 en los autos antes citados).
187
superior, dichas prestaciones son justamente el aporte societario del
socio cooperativo y este es el principio que recalcó la Suprema Corte
de Justicia de la Nación en el conocido precedente “Lago Castro”.
188
trabajo, que brinda ocupación a los asociados. La doctrina ha señalado
que en ella se sustituye la persona del empresario por la de los propios
miembros de la comunidad propietaria de los bienes sociales que
recibe un aporte en trabajo personal y esta forma es utilizada para
evitar ciertas consecuencias propias de la organización capitalista de
la economía pues la organización es democrática dado que los socios
dirigen el negocio y cada uno tiene un voto (Vázquez Vialard, Antonio,
en “Tratado de Derecho del Trabajo”, Bs As, 1982, tomo 2, pág. 342).
189
suficientes para descartar la posibilidad de que la verdadera
naturaleza del vínculo haya sido laboral, pues la ontología del fraude
laboral registra un gran número de casos en que se determinó que una
aparente relación cooperativista encubría, en realidad, un vínculo
laborativo dependiente; siendo del caso recordar que el principio de
primacía de la realidad -uno de los dogmas esenciales del derecho
laboral- exige a los jueces no detenerse en las apariencias y examinar
la realidad de lo efectivamente acontecido. … la controversia debe ser
dilucidada considerando fundamentalmente si el trabajador tuvo
efectivamente posibilidad de participar de la formación de la voluntad
social mediante su participación en las asambleas que debían ser
convocadas para tales fines, pues esta es una característica esencial
del vínculo cooperativo que no halla su correlato en el derecho del
trabajo, en el que el empleador tiene la facultad de sustituir la
voluntad del trabajador por la suya propia en lo que hace a la
organización del trabajo y al modo en que debe ser cumplido, con los
límites que resulten razonables según el caso (arg. arts. 64, 65, 66 y
concs. de la LCT). Por supuesto, cabe considerar que tal posibilidad no
existe si las asambleas en cuestión no han sido convocadas ni llevadas
a cabo (esto incluye el supuesto de que su realización sea simulada) o
si no se brinda a los trabajadores (o a un grupo relevante de ellos) la
posibilidad de participar libremente de ellas en condiciones de poder
influir en las decisiones finales, lo que ocurre, por ejemplo, cuando no
se notifica adecuadamente a los supuestos socios la convocatoria a la
asamblea, cuando no se les permite asistir a ellas (ya sea porque se les
niega el ingreso o bien porque las reuniones se llevan a cabo durante
su horario de trabajo) o cuando su participación en ellas no fuera
eficaz para influir en la formación de la voluntad del ente en virtud de
ser ésta determinada por la decisión dominante de una persona o de
un grupo reducido de ellas, que -por diversas razones- se hallen en un
nivel de superioridad respecto del resto y actúen en los hechos como
verdaderos empleadores (ver, CNAT, Sala III, SD 84.725 del 21/04/03
en autos “De Santo, Pablo Fabián c/ Cooperativa de Trabajo
Distribuidora de Diarios y Revista s Villa Ballester Ltda. s/ despido”,
Sala II, SD 100471 del 27/4/12, Expte. 21901/2009 “Barros, Hernán
Diego c/Asociación Italiana de Socorros Mutuos de Belgrano
s/despido” entre muchos otros).
190
toda la estructura de la ley laboral y de privar de la tutela respectiva al
personal so pretexto de la existencia de actos cooperativos entre el
trabajador y la empresa donde presta servicios (ver voto del doctor
Fernández Madrid, por mayoría, en “Roldán Quintín c/Vior S.R.L.
s/Despido” , Cám. Nac. Trab., sala 6ª, sent. 40599, 23/6/1994;
Fernández Madrid, “Práctica laboral”, 1995, Ed. Errepar, págs. 44 y ss.;
71 y en igual sentido: CNTrab, sala I, 26/3/98, “López Aguilar, Víctor
c/ Comar Cooperativa de Trabajo Limitada y otro” “Impuestos, 1999-
B, p. 2962; CNTrab, sala I, 29/07/2005, “Peralta, Héctor c/
Cooperativa de Trabajo Ferrocon Limitada” Impuestos, 2005-B, pág.
2811; CNTrab, sala X, 30/04/ 2001, “Rubio, Ethel c/ Cooperativa de
Trabajo 4 de septiembre Limitada y otro” Impuestos, 2001-B, pág.
2945).
Trabajo familiar
191
hoy el concepto de “familia” es lo suficientemente amplio como para
abarcar relaciones de parentesco surgidas de la filiación por
naturaleza, por técnicas de reproducción humana asistida, por
adopción o por afinidad y que ya no se habla únicamente de las
relaciones entre cónyuges, padres e hijos, sino también entre
convivientes (uniones convivenciales del mismo o distinto sexo, art.
509 CCCN).
192
o no relación de dependencia entre parientes o convivientes hace a
una cuestión de hecho que debe ser evaluada caso por caso a la luz del
principio de la realidad y de conformidad con lo dispuesto en los arts.
21 a 23 de la LCT, considerando si el prestador del servicio es
integrante del núcleo conviviente de cuyos ingresos participa y si es
posible sostener la existencia de ajenidad que caracteriza a la relación
laboral.
“resulta claro hoy en día, (…) que el trabajo aportado por uno de los
integrantes de una unión concubinaria sólo puede asimilarse al
trabajo familiar y, por ende, ajeno al concepto de contrato de trabajo,
cuando se trata de una colaboración directa a favor del otro
concubino, auxiliándolo y supliéndolo en los roles que éste o esta
pueda poseer en la organización. Sin embargo, como señala
Carcavallo, en principio este tipo de uniones no permite tener por
conformada una comunidad de bienes e intereses entre sus
integrantes de modo que se excluya la posible existencia de un
contrato de trabajo, debiéndose en su caso acreditar que medió una
sociedad irregular o de hecho, acreditándose la affectio societatis, los
aportes de dinero, de bienes o de trabajo que se hayan efectuado para
conformarla (Esteban Carcavallo, “El especial grado de subordinación
193
que se presenta en el trabajo prestado entre familiares”, en Colección
Temas de Derecho Laboral, Editorial Errepar, N° 2, Buenos Aires,
2009, págs. 273/74). (…) esta excepcionalidad no se verifica cuando el
aporte se efectúa integrándose como un medio personal más, en los
términos del art. 5 LCT, de manera que ese integrante del concubinato
incorpora su trabajo en el lugar de cualquier otro que sería
considerable dependiente, insertándose en la estructura organizativa
y sus jerarquías, bajo la concreta o potencial pero posible dirección del
titular o de los titulares de los poderes de organización y dirección”.
194
La norma intenta prevenir el fraude a través de la interposición en la
contratación de uno o varios de sus trabajadores en relación de
dependencia. Ellos son desestimados por la ley como sujetos
responsables en la contratación y, a diferencia de lo que ocurre en la
legislación alemana, carecen de toda relevancia porque la relación de
trabajo “mediata” a la que aluden los germanos, para nuestra
legislación es considerada una relación inmediata o directa entre el
prestador y el dador principal de trabajo, tal como acontece en los
supuestos de interposición del sujeto no dependiente analizado en el
art. 29 de esta ley.
195
absoluta de las partes colectivas, llevaría a considerar que ésta
promociona la evasión normativa, lo que no puede predicarse de una
norma antifraude”[33].
Intermediación laboral
196
Los fenómenos de descentralización productiva y la fuerte tendencia
a la externalización de funciones, junto a la aparición y generalización
de prácticas que, de forma diversa, procuran la contratación indirecta
de trabajo humano plantean actualmente un desafío mucho mayor al
que se enfrentaban los operadores jurídicos en la época en que la Ley
de Contrato de Trabajo ha sido redactada. Por entonces aún no se
habían desarrollado ciertas modalidades contractuales en boga ni se
avizoraba la introducción masiva de tecnología todo lo cual
contribuyó o facilitó la des-responsabilización laboral y el
“abaratamiento” de los costos laborales básicamente por
difuminación del sujeto empleador.
197
una única persona o sujeto de derecho, sino a esa entidad de carácter
plural que se posiciona frente a la persona que trabaja como
beneficiaria directa o indirecta de sus servicios.[35]
198
b) el proveedor de personal permanente;
199
proporcionarlos a las empresas, serán considerados empleados
directos de quien utilice su prestación. Esta disposición legal hace
imposible la interposición fraudulenta porque frustra su resultado
(evadir las normas laborales). El empresario que utiliza los servicios de
los trabajadores contratados por el intermediario es el empleador
directo y, por lo tanto, está directamente sometido a todas las
obligaciones, deberes y cargas que la relación de trabajo le impone,
incluso las relativas al registro y documentación de la relación[38].
200
caso de contratación de servicios eventuales, pero no cuando se trata
de una mera intermediación (arts. 14 y 29 primer y segundo párrafo
LCT). El mismo dispositivo legal citado en primer término hace
expresa referencia a lo normado por los arts. 99 LCT y 77 a 80 de la
Ley N° 24013 en clara alusión a la existencia de una contratación
modal justificada en la eventualidad, lo que descarta su aplicación
cuando la eventualidad no se acredita. En consecuencia, el
intermediario ocupa el lugar de un sujeto co-obligado que, en función
de su participación en el fraude, el legislador sumó al deudor principal
(empleador directo=empresa usuaria) a efectos de garantizar el cobro
de los créditos de los trabajadores. La solidaridad que en este caso le
impone la ley, no lo erige en sujeto empleador en sentido estricto aun
cuando, mediante simulación fraudulenta, se lo haya intentado[39].
201
relación de trabajo totalmente clandestina, lleva a considerar
defectuoso el registro llevado a cabo por quien no ha sido el real
empleador del trabajador, por lo que declaró procedentes las
indemnizaciones especiales previstas para el supuesto de empleo
defectuosamente registrado (art. 1 de la Ley N° 25.323).
202
apariencia disímil porque adopta la figura de un sujeto colectivo y se
reviste de las características de una “empresa” (conf. art. 5 LCT) pero
en realidad opera como un mero proveedor de personal permanente
para terceras personas. Tiene esencialmente por objeto suministrar
mano de obra a sus empresas clientes, pero permanece -frente a
terceros y en apariencia- como sujeto contratante durante el
desarrollo de la relación. Es decir no actúa exclusivamente en la
selección y contratación del personal -como lo hace una agencia de
colocaciones[43]- sino que adopta la apariencia de un real empresario,
titular de la relación. Este fenómeno que también se conoce como de
“subcontratación aparente” coloca al operador frente a la necesidad
de realizar una tarea investigativa más intensa porque ya no basta con
identificar a quien “intermedió”, para lograr el efecto establecido en la
norma (erigir en empleador directo a quien se beneficia con el
servicio), sino que debe indagarse el vínculo inter-subjetivo que
vincula a los sujetos y sus respectivas estructuras organizativas[44].
203
Estos fenómenos han sido permanentemente combatidos y también
se sigue puntualizando enfáticamente que las pasantías educativas
tienen por fin principal contribuir a la formación y capacitación de las
personas según el ámbito de las competencias propias de la educación
recibida y no resultan legítimas cuando simplemente enmascaran un
supuesto de intermediación en la contratación.
204
usuarias que requieren trabajadores eventuales. Es decir, que por un
contrato comercial entre ambas empresas, la primera facilita a la
segunda un trabajador propio, con miras a cubrir las necesidades
propias de su ciclo de producción y por el tiempo que se extienda la
eventualidad a afrontar. Mientras estas empresas cumplan su
cometido en los términos de la ley, ninguna responsabilidad puede
caber a la usuaria, más si no se cumpliera alguno de estos requisitos,
como por ejemplo que las tareas no fueran eventuales, entonces cae
todo el andamiaje y se produce un verdadero fraude a la ley, porque
se ha utilizado el art. 29 LCT como norma de cobertura, generando
una tensión entre la misma y el orden público laboral. De esta manera,
la usuaria deja de ser tal y pasa a ser empleadora. La empresa de
servicios eventuales la acompaña en la solidaridad que, en este caso,
el legislador la ha impuesto con fuente legal como sanción” (CNAT
Sala VII Expte n° 3648/03 sent. 39720 9/11/06 “Martinaschi, Karina
c/ ADECCO RRHH Argentina SA y otro s/ despido”).
205
(física y/o jurídica)”. (Del voto del Dr. Miguel Ángel Maza, CNAT Sala
II, S.D. 95.045 del 14/06/2007 Expte. N° 14.529/2005 “Natali Nadia
c/Citibank N.A. y otro s/despido”).
206
Se puede graficar la relación como una figura de carácter
“triangular”[48] porque entre la empresa usuaria y el trabajador debe
verificarse un contrato de trabajo de tipo eventual y, entre la empresa
de servicios eventuales y aquél un contrato de trabajo permanente de
prestaciones discontinuas que se explica en la continuidad del vínculo
pese a la variación del sujeto destinatario de los servicios durante su
transcurso. Los tres sujetos se encuentran contractualmente
vinculados y, paradójicamente, la misma unidad prestacional a cargo
del trabajador constituye el objeto de dos tipos contractuales
diversos (el eventual con la usuaria y el permanente con la empresa de
servicios eventuales). Pese a la extinción del contrato eventual, el
contrato con la agencia continúa -activado en su complejo
prestacional, según se le asigne o no al trabajador un nuevo destino de
forma inmediata-.
207
Estas empresas para funcionar deben reunir ciertos requisitos, a
saber:
208
Al no desconocerse el carácter de empleador de la agencia
intermediaria en el supuesto regulado en el último párrafo del art. 29
LCT y, a su vez, reconocerse a la empresa usuaria como titular de un
contrato de trabajo eventual, ambas quedan obligadas como sujetos
empleadores en términos muy particulares. Así, la empresa usuaria
tiene específicas obligaciones documentales y registrales con relación
al trabajador suministrado por la agencia (ver art. 80 LCT y art. 13 del
decreto 1694/06) y debe actuar como agente de retención, de
conformidad con lo dispuesto en el art. 12 del decreto 1694/06 que
dispone que la usuaria deberá efectuar los aportes a los regímenes de
la seguridad social, mientras que a cargo de las empresas de servicios
eventuales, se encuentra ingresar en forma directa a los sindicatos
que correspondan las cuotas sindicales, los aportes empresarios y las
retenciones a los trabajadores que resulten del convenio colectivo de
trabajo aplicable a la actividad de la empresa usuaria.
La CSJN sostuvo:
209
correspondientes a la actividad normal y específica propia del
establecimiento, dentro o fuera de su ámbito, deberán exigir a sus
contratistas o subcontratistas el adecuado cumplimiento de las
normas relativas al trabajo y los organismos de seguridad social.
210
que han aportado y contribuido al resultado final conseguido por la
empresa principal, quien se benefició con ello. La responsabilidad
solidaria se configura en presencia de una cesión, contratación o
subcontratación con empresas reales.
211
que comprende no sólo la actividad principal sino también las
accesorias y secundarias. Por actividad normal y específica debe
entenderse toda aquella que haga posible el cumplimiento de la
finalidad de la empresa y que puede ser relativa tanto al núcleo del
giro empresario (por ej.: fabricación de cubiertas en una fábrica de
cubiertas) como a los trabajos que coadyuvan al cumplimiento del
objetivo correspondiente, pues la empresa es un todo y no puede ser
fraccionada en parte a efectos de establecer la posible existencia de
responsabilidad solidaria. Considera la empresa como un todo y aplica
la solidaridad cuando entiende que forman parte de la totalidad de la
organización y contribuyen al logro del resultado final.
212
una condena dispuesta por el tribunal superior de la causa en base a
una interpretación amplia del art. 30 LCT. De esta forma, la C.S.J.N.
desestimó con fundamento en el art. 280 CPCCN, los recursos
extraordinarios interpuestos por empresas condenadas por el art.30
LCT, dejando librado a los jueces de la causa la interpretación y
determinación del alcance de esta norma. (En el mismo sentido
“Cecchi c/ Seguridad del Tercer Milenio S.A.” sent. del 28/11/06;
“Herrera, Nerio c/ Degac S.A. y otro”, sent. del 10/04/07; “Makarsky,
Javier Martín c/ The Security Group S.A. y otro”, sent. del 08/05/2007;
“Fiorentino, Roxana c/ Socialmed S.A. y otro”, sent. del 29/05/2007;
“Castro Bourdin, José Luis c/ Jockey Club Asociación Civil y otros”
sent. del 17/7/07; “Farías, Ana Victoria c/ Clínica Privada Psiquiátrica
Esquirol S.A. y otro”, sent. del 17/7/07; “Ajis de Caamaño, María Rosa
y otros c/ Lubeko S.R.L. y/o Y.P.F.”, sent. del 26/02/2008; “Murillo,
Héctor Octavio c/ Pibal”, sent. del 30/09/2008).
213
“La solidaridad regulada legalmente queda sujeta a que se compruebe
la contratación de trabajos o servicios correspondientes a la actividad
normal y específica propia del establecimiento, comprendiendo no
sólo a la principal sino también a las accesorias, con tal que se
encuentren integradas permanentemente a aquella y con las cuales se
persigue el logro de los fines empresariales” (L.118.726 S07/03/2018
“Borelli, Miguel Angel y otro c/ Universalflet S.A. y otro”; 111.118
S10/12/2014 “Ballerena, Enrique c/ Pascual, Graciela M.”; 109.125
S09/10/2013 “Méndez, Roberto Jorge c/ Municipalidad de La Plata y
otros”; 106.951 S04/09/2013 “Rodríguez, Alfredo Epifanio c/ Tesseg
Seguridad S.A. y otros”, entre otros).
214
contratada. (S.C.B.A. L118276, S07/03/2018 “Borelli, Miguel Ángel y
otro c/ Universalflet S.A. y otro”).
215
explotación que queda claramente incluida dentro de las previsiones
del art. 30 de la Ley N°20.744, y que ello -por supuesto- conlleva la
respectiva extensión de la responsabilidad”. (S.C.B.A. L 111118,
S10/12/2014 “Ballerena, Enrique Eberardo c/ Pascual, Graciela”).
“La cesión del espacio -o su locación- por parte del Club Ciudad de
Buenos Aires Asociación Civil a Ciudad Sport S.A. tuvo por objeto el
desarrollo de actividades deportivas. Este último expresó que se le
otorgó la locación del gimnasio polideportivo y de la pileta de natación
ubicados en el Club Ciudad de Buenos Aires. Es decir, la actividad del
accionante en los vestuarios correspondientes, ya sea en el gimnasio
o en el natatorio ha sido desempeñada en el marco de la concesión del
espacio explotado por Ciudad Sport S.A. La actividad desarrollada por
216
éste último luce inescindible del funcionamiento del Club Ciudad de
Buenos Aires Asociación Civil, orientándose claramente al
cumplimiento de su objeto. Los incumplimientos por los que reclama
el actor, habilita la extensión de condena con carácter solidario
respecto del Club Ciudad de Buenos Aires Asociación Civil, en los
términos del art. 30 LCT.” (CNAT, Sala I, del 22/02/2018 “Sosa,
Nahuel Sebastián c/ Club Ciudad de Buenos Aires y otro”. SAIJ).
217
“Es fundada la pretensión del recurrente con arreglo a la cual plantea
que el sentenciante debe evaluar si en el caso el principal cumplió o no
con los deberes de control que le impone el art. 30 de la Ley de
Contrato de Trabajo (t.o. Ley N° 25.013), en cuanto la norma
establece que los cedentes, contratistas o subcontratistas deberán
exigir además a sus cesionarios o subcontratistas el número del
Código Único de Identificación Laboral de los trabajadores que
presten servicios y la constancia de pago de las remuneraciones, copia
firmada de los comprobantes de pago mensuales al sistema de la
seguridad social, una cuenta corriente bancaria de la cual sea titular y
una cobertura por riesgos del trabajo, ello, a los fines de no cargar con
la responsabilidad solidaria allí instituida.” (SCBA, L 110492,
S16/10/2013 “Augusto, José Luis y otros c/ Devoto, Ricardo D. y
otro).
218
del 18/09/2012 “Palavecino, Marcela Beatriz c/ Actionline de
Argentina SA y otro s/ Despido” (Craig- Fernandez Madrid).
Finalmente:
Siempre que una o más empresas, aunque tuviesen cada una de ellas
personalidad jurídica propia, estuviesen bajo la dirección, control o
administración de otras, o de tal modo relacionadas que constituyan
un conjunto económico de carácter permanente, serán a los fines de
las obligaciones contraídas por cada una de ellas con sus trabajadores
y con los organismos de seguridad social, solidariamente
responsables, cuando hayan mediado maniobras fraudulentas o
conducción temeraria.
219
“Aunque la norma contemple sólo una causa de responsabilidad
solidaria, se puede considerar que dicha responsabilidad surge de las
siguientes circunstancias:
220
conjunto económico, cuanto que incurrieron en maniobras
fraudulentas y conducción temeraria, debe desestimarse la crítica
fincada en la errónea aplicación del art. 31 de la Ley de Contrato de
Trabajo, habida cuenta que son precisamente esos los requisitos a
cuya verificación condiciona el precepto legal citado la operatividad
del supuesto de solidaridad laboral allí reglado.” (SCBA, L106464,
S24/10/2012 “Nuñez, Silvana María y otros c/ SEMACAR S.A. y
otros”).
Notas
[1] Ver Doria, Luciano y Tosca, Diego en “El sujeto y los nuevos sujetos
del derecho del trabajo” publicado en la revista LA CAUSA LABORAL
(publicación de la Asociación de Abogados Laboralistas), Buenos
Aires, febrero 2018; Grover Dorado, John en “Nuevos modelos de
negocios en Internet: regulación jurídica de servicios prestados a
través de aplicaciones móviles. El caso “Uber”, E. D. del 13/6/2018,
entre otros. Ver Sentencia del Employment Tribunals de Londres,
221
Reino Unido en el caso Mr. Asiam; Mr. J. Farrar y otros (acción
colectiva conductores) vs. Uber B.V. 2018.
[2] Ver trabajo publicado en DT García Vior, Andrea E. “Fronteras de
la dependencia…- Casos Dudosos en RT. Boletín CNAT casos dudosos.
Ver desarrollo del tema por Ojeda, Raúl H. en “Nuevas fronteras del
derecho del trabajo. La crisis de las notas de la dependencia” y por
Machado, José Daniel en “El trabajoso deslinde del concepto de
dependencia y sus “vecinos”, ambos en AAVV, Teletrabajo,
parasubordinación y dependencia laboral, colección TEMAS DE
DERECHO LABORAL N° 2, García Vior, Andrea -coord-, Errepar, Bs.
As., 2009. AGV en García, Héctor O. (dir.)- Virgili, Claudio S. (coord.),
RELACION DE TRABAJO, T. I -Estructura y marco institucional- Ed.
Ediar, Bs. As., 2013, págs. 27 a 135. Alimenti, Jorgelina en Curso de
Derecho del trabajo y la Seguridad Social, Adrián Goldín (dir.)
Jorgelina Alimenti (coord.)- La Ley, Buenos Aires, 2009, pág. 222 y ss.
[3] García Vior, A y Rainolter, M en Goldín, A (dir.), Alimenti, J (coord.),
Curso de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, La Ley, Buenos
Aires, 2009.
[4] Ver desarrollo del tema puntual en ¿Hacia la “personificación” de
la empresa”? D.T. noviembre 2011, pág. 2861 a 2881 (DT LXXI, N° 11,
2861).
[5] Ver comentarios de Pablo Carlos Barbieri en “Apuntes sobre la
reforma al régimen societario por el Código Civil y Comercial: más allá
de las sociedades unipersonales” publicación del 16/6/15
www.infojus.gov.ar Id SAIJ: DACF150700; de Daniel Roque Vítolo en
Reformas a la Ley General de Sociedades 19.550. Ley 26.994
comentada. Código Civil y Comercial de la Nación, T. I, Rubinzal
Culzoni Editores, Santa Fe 2015 y trabajo de Soledad Richard en “La
sociedad simple en la Ley General de Sociedades”- revista UNC
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/10939-28731-1-
SM%20(1).pdf;
[6] en notas introductorias al Código Civil y Comercial de la Nación,
Erreius, 2014, pág. 35 y ss.
[7] Conf. art. 1442 CCCN -ver Zannoni, E- Mariani de Vidal, M.,
Zunino, Jore, China, F. y Ramos, Gloria en “Código Civil y Comercial,
concordado con el régimen derogado y referenciado con la legislación
vigente”, ed. Astrea, Bs. As. 2015 pág. 398 entre muchos otros.
[8] Ver tratamiento del tema por Daniel G. Pérez en “El derecho
laboral a partir de la vigencia del Código Civil y Comercial. La
solidaridad en materia laboral”, Revista Temas de Derecho Laboral -
Carlos A. Toselli, dir-, Erreius, septiembre 2015, págs. 17 y ss.
[9] En “La responsabilidad de los miembros de uniones transitorias de
222
empresas” en Cuestiones societarias y fideicomiso en el Derecho del
Trabajo, CTDL N° 5, Errepar, Buenos Aires, 2009, pág. 203 y ss.
[10] Jarach, Dino, El hecho imponible, Abeledo Perrot, Buenos Aires,
1989, pág.189.
[11] Ver considerandos del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación del 4/3/2003 in re “IBM c/DGI”.
[12] Ver, C. Nac. Trab., sala IV, 24/02/2003, “Caruso, María del C. v.
Lime S.S. UTE y otros”, RDLSS 2003-B-714.
[13] Ver, además de la profusa jurisprudencia de la Cámara Nacional
de Apelaciones del Trabajo, CNCOM, Sala III, 26/7/2005 “Varone,
Daniel Nestor c/Cinarsa S.A. y otros”; comentarios de Marcelo L.
Perciavalle y Alejandro Yódice en “Ley de Sociedades Comerciales
comentada”, Errepar, Bs. As. 2009 pág. 576 y consideraciones de
Francisco Sánchez Pagano -“La responsabilidad de los miembros de
uniones transitorias de empresas”-, de Leonardo G. Bloise -“Las
uniones transitorias de empresas y las obligaciones emergentes del
contrato de trabajo”, de Miguel Álvaro Romero -“Acerca de cómo
opera la responsabilidad laboral en ciertos contratos de colaboración
empresaria”- y de Alejandro Castello -“Grupos de coordinación y
colaboración empresarial y responsabilidad laboral”, publicadas en
Cuestiones Societarias y fideicomiso en el Derecho del Trabajo,
Colección Temas de Derecho Laboral N° 5, Errepar, Bs. As., 2009. Ver
Alonso, Juan- Gatti, Gustavo en “Código Civil y Comercial de la Nación
comentado” -Rivera y Medina -directores-, La Ley, Buenos Aires,
2014 T. I, pág. 404 y en especial trabajo desarrollado por Formaro,
Juan en “La inoponibilidad de la personalidad jurídica en el Código
Civil y comercial. Su incidencia en el derecho del Trabajo”, DT,
noviembre 2015, pág. 48 y ss.
[14] Martorell, Ernesto E., Conflictos de trabajo en las sociedades
comerciales, Buenos Aires, 1986, t. 1, pág. 177.
[15] Fussaro, Bertelio, Los contratos de colaboración empresaria, Ed.
Depalma, 1987, pág. 77.
[16] Ferreirós, Estela M. - Hierrezuelo, Ricardo, “La responsabilidad
laboral de la unión transitoria de empresas”, RDLSS, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 2006-A, pág. 4 y ss. - En idéntico sentido CNAT, Sala VII,
S.D. N° 41.128, del 27/8/08, “Montero Flores Bazán Marcela Beatriz
c/ Agrupación de Colaboración Grupo Paramedic s/ despido”.
[17] C. Nac. Trab., sala X, 12/12/2003, “Fitz Maurice, Mario v. Coconor
s.A. UTE y otros”.
[18] C. Nac. Trab., sala III, 26/07/2005, “Varone, Daniel N. v. Cinarsa
s.A. y otros”.
[19] Con igual sentido, Fernández Madrid, Juan Carlos – Caubet,
223
Amanda – Rosón de Planells, María Elvira, Manual práctico de
contratación laboral, Ed. Errepar, Buenos Aires, pág. 114.
[20] CSJN, 04/03/2003, “IBM Argentina S.A. v. DGI s/ Dirección
General Impositiva”.
[21] conf. Monereo Pérez, José, Teoría Jurídica de los grupos de
empresa y el derecho del trabajo, Comares, Granada, 1997, pág.
260/1, con cita del Dr. Oscar Zas en C. Nac. Trab., sala V, 14/08/2006,
“Páez, Mario César y otros v. UTE Dota S.A., Sargento Cabral SAT,
Transporte ideal San Justo S.A. y otros s/ Diferencia de salarios”.
[22] C. Nac. Trab., sala V, sent. 68.196, 28/02/1996, “Pizanez, Manuel
Eduardo v. Transnoa S.A. y otros s/ Despido”.
[23] C. Nac. Com., sala C, 22/08/1996, “Clínica Bazterrica S.A. v.
Sanatorio Anchorena S.A. s/ ordinario”.
[24] Rodríguez Mancini, Jorge en “La solidaridad en el derecho del
trabajo”, pág. 107, Quórum, Bs. As., 2006. y Raso Delgue, Juan en “las
nuevas formas de organización empresarial y la determinación del
empleador” – Libro de ponencias de las XV Jornadas de Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social, Ed. FCU, Montevideo, 2004.
[25] C. Nac. Trab., sala V, 14/08/2006, “Páez, Mario César y otros v.
UTE Dota S.A., Sargento Cabral SAT, Transporte ideal San Justo S.A. y
otros s/ Diferencia de salarios”.
[26] Cornaglia, Ricardo J., “La confusión de los conceptos empleador y
empresa y sus consecuencias”, Doctrina Laboral, Errepar, noviembre
2005, pág. 1015.
[27] CSJN, 14/09/2004, “Vizzoti, Carlos A. v. AMSA S.A.”.
[28] Conforme conocida doctrina vigente en materia de fuentes del
derecho del Trabajo. Ver entre otros LÓPEZ, Justo, Incidencia del
derecho civil en el derecho del trabajo, LT, T.XXX, pág. 193; De La
Fuente, Horacio H., “Posibilidad de modificar el Derecho civil para
adaptarlo a los derechos especiales”, en DT 1995-A- págs. 1 y ss.;
RAMIREZ BOSCO, Luis; “Para una introducción al Derecho del
Trabajo” Ed. Universidad, 2000; VÁZQUEZ VIALARD, Antonio,
“Teoría General de Derecho del Trabajo”, en Tratado de Derecho del
Trabajo, dirigido por Antonio Vázquez Vialard, Astrea 1982 Tomo 2,
pág. 3 y sgtes; LIVELLARA, Carlos Alberto; Incidencia del derecho civil
en el derecho del trabajo; D.T. 2005-B-1171.
[29] Ver publicación en LL, AR/JUR/86514/2013.
[30] Ver, entre otros CNAT, Sala VI, 26/2/2010, “Martínez, Humberto
R. c/Empresa Ferrocarriles General Belgrano S.a. y otro” LL
AR/JUR/2606/2010.
[31] Ver en esta misma obra comentario a los arts. 21 y 37.
[32] Conf. López, Justo en Ley de Contrato de Trabajo Comentada, Ed.
224
Contabilidad Moderna, Bs. As., 1987, T. I, pág. 350.
[33] Candal, Pablo en Ley de Contrato de Trabajo comentada y
concordada, Vázquez Vialard (dir), Raúl H. Ojeda (coord), Rubinzal
Culzoni, Santa Fe, 2005, T. I, pág. 342.
[34] Ver Recio, A. “Empresa red y relaciones laborales” en Dubois, A.,
Millán, J.L. y Roca, J. coordinadores), Capitalismo, desigualdades y
degradación ambiental”, Ed. Icaria, Barcelona, 2001, págs. 213 y ss. -
En igual sentido, Cruz Villalón J. “Los cambios en la organización de la
empresa y sus efectos en el Derecho del Trabajo: aspectos
individuales”, en Rodríguez Piñero Royo M. (coord) El empleador en el
Derecho del Trabajo, Ed. Tecnos- Consejo Andaluz de relaciones
Laborales, 1999, págs. 29 y ss. Ver asimismo analisis de las diversas
posturas planteadas en torno a la nueva configuración del empresario
en el trabajo de tesis de Elena DESDENTADO DAROCA, “la
personificación del empresario laboral. Problemas sustantivos y
procesales”, publicado por Ed. Ley Nova, Valladolid, España, 2006.
[35] Conf. Sanguineti Raymond, Wilfredo en “Las transformaciones
del empleador y el futuro del derecho del trabajo” en Revista de
Derecho Social Latinoamérica N° 3, Ed. Bomarzo, Buenos Aires, 2007,
págs. 47 y ss.
[36] Goldín, Adrián, “Las tendencias de transformación del Derecho
del Trabajo”, Monografías jurídicas 152, Lexis Nexis, Buenos Aires,
2003.
[37] Ver comentario al art. 14 en esta misma obra.
[38] Ver en este sentido CSJTucumán, Sala laboral yContenciosa
administrativa, “Galíndez de Javier, Juana A. y otros c/ AIPSI San
Nicolás SRL y otro” del 13/11/06.
[39] Conf. CNTrab, Sala II, sentencia definitiva N° 96061 del 25/9/08
-del voto de la Dra. Graciela A. González en adhesión al del Dr. Miguel
Á. Maza- (el doctor Miguel Á. Pirolo se expidió con otro fundamento -
conf. art. 26 LCT-).
[40] Ver, entre otros, CNTrab, Sala II, sent. def. 95198 del 29/8/07,
“Robledo Cristina L. c/Obra Social del personal de la industria del hielo
y mercados particulares s/despido”; íd. Sen. Def. 95011 del 29/5/07 in
re “Galeazzi, Laura Mariana y otros c/Visa Argentina S.A.”.
[41] CNTrab., Sala VII, “Jeandervin, Walter Hernán c/OSDE
Organización de Servicios Directos Empresarios y otro” del 26/10/07
(del voto de la doctora Estela M. Ferreirós al que adhirió el doctor
Rodríguez Brunengo).
[42] López, Justo en Ley de Contrato de Trabajo comentada de J.
López, N. Centeno y J.C. Fernández Madrid, Contabilidad Moderna,
Tomo I, 2da. edición, Buenos Aires, 1987, pág. 353.
225
[43] La Ley N° 24.648 (1996) derogó la Ley N° 13.591 que prohibía el
funcionamiento de las agencias privadas de colocaciones con fines de
lucro. A través de dicha norma se ratificó el convenio 96 OIT de 1949.-
Ver al respecto el decreto reglamentario 489/2001.
[44] Ver al respecto, Machado, José Daniel, “La subcontratación
aparente como modalidad de intermediación”, La Causa Laboral, Año
VII, N° 26, febrero de 2007, pág. 7 y siguientes.
[45] Finalidad expresamente prohibida por la Ley N° 25.877. Ver
también en tal sentido que la CSJN de la Nación en “Lago Castro,
Manuel c/Cooperativa Nueva Salvia Limitada y otros” del 24/11/09 –
L. 15. XLII- enfatizó que, en principio, la prestación de servicios de los
socios cooperativos hace a su aporte societario y no al objeto de un
contrato de trabajo porque se trata de entidades fundadas en el
esfuerzo propio y la ayuda mutua para organizar y prestar servicios.
Asimismo señaló el Alto Tribunal que la OIT en las Recomendaciones
127 y 193 -de 1966 y 2002, respectivamente- promovió la actuación
de las cooperativas de trabajo, entendidas éstas como asociaciones
autónomas de personas unidas voluntariamente para satisfacer sus
necesidades y aspiraciones económicas sociales y culturales en
común a través de una empresa real de propiedad conjunta y de
gestión democrática por lo que no cabría presumir su actuación
fraudulenta en todos los casos, resultando a su vez inaplicable lo
dispuesto en el art. 27 LCT.
[46] Con relación a la situación de las cooperativas de trabajo en la
intermediación, ver SCJMendoza, sala II, “Sosa, Elia H. c/Medieste
S.A.” del 16/12/02 entre muchas otras.
[47] Para profundizar en el tema pueden consultarse los desarrollos
efectuados en EL DERECHO DEL TRABAJO EN TIEMPOS DE
CAMBIO (en honor a Adrián Goldín), Ed. EDIAR, Buenos Aires, 2017,
ISBN 978-950-574-360-5, “Las empresas de servicios temporarios
¿un mal necesario?”, págs. 599 a 621.
[48] Conf. Rainolter, Milton A. en “La triangulación en el Contrato de
Trabajo”, TySS 2007-385.
[49] Ver enumeración taxativa de las causas que pueden dar origen a
una contratación de tipo eventual en el art. 6° del decreto 1694/06.
226
CAPÍTULO III
Artículo 32 . Capacidad.
Las personas desde los dieciocho (18) años, pueden celebrar contrato
de trabajo.
Las personas desde los dieciséis (16) años y menores de dieciocho (18)
años, pueden celebrar contrato de trabajo, con autorización de sus
padres, responsables o tutores. Se presume tal autorización cuando el
adolescente viva independientemente de ellos.
227
El límite infranqueable de 16 años (art. 189 LCT), respeta la edad
mínima para la admisibilidad en el empleo dispuesta por el Convenio
N° 138 de la OIT (ratif. Ley N° 24.650), con la única excepción del
trabajo en empresa familiar que se permite desde los 14 años en las
condiciones establecidas en el art. 189 bis LCT. El mentado Convenio
N° 138, así como el Convenio OIT N° 182 sobre las peores formas de
trabajo infantil, forman parte del grupo de Convenios Fundamentales,
respecto de los cuales la Organización Internacional del Trabajo
considera que contiene principios fundamentales que deben ser
observados por todos los miembros por “su mera pertenencia a la
organización”[2].
228
“El menor de quince años de edad tiene capacidad para firmar recibos
de haberes al presumirse la autorización paterna por el solo ejercicio
de la profesión, no existiendo obligación del padre de suscribir tales
comprobantes de pago” (SCJBA, 20-6-89, “Lucero, Jacinto R. en
representación de su hijo menor c/Pinto, Antonio s/Diferencias de
sueldos, etc.”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 1117/2016).
Las personas desde los dieciséis (16) años están facultadas para estar
en juicio laboral en acciones vinculadas al contrato o relación de
trabajo y para hacerse representar por mandatarios mediante el
instrumento otorgado en la forma que prevén las leyes locales,
debiéndose cumplir en cualquier circunstancia las garantías mínimas
de procedimiento en los procesos judiciales y administrativos
establecidos por el art. 27 de la Ley Nº 26.061, que crea el sistema de
protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
229
La ley otorga al menor adolescente, consecuentemente con la facultad
de obligarse mediante un contrato de trabajo, la de concurrir ante los
órganos judiciales en procura de sus derechos provenientes del
vínculo laboral. También cuenta con facultades suficientes para
designar por sí sus mandatarios, conforme en procedimiento local- en
diversas jurisdicciones denominado “carta poder”, “acta-poder”,
“poder apud acta”. Tal apoderamiento no empece la necesaria
intervención de la representación promiscua del Ministerio Público
(art. 103 CCyCN).
Los menores desde los dieciocho (18) años de edad tienen la libre
administración y disposición del producido del trabajo que ejecuten,
regidos por esta ley, y de los bienes de cualquier tipo que adquirieran
con ello, estando a tal fin habilitados para el otorgamiento de todos los
actos que se requieran para la adquisición, modificación o transmisión
de derechos sobre los mismos.
230
Jurisprudencia
231
Artículo 36 . Actos de las personas jurídicas.
232
Finalmente, se rechazó la acción intentada contra los socios dado que
de las constancias de la causa no se pudo advertir que se estuviera
frente a circunstancias que condujeran a concluir que los
codemandados revistieron la calidad de empleadores, sino que el
trato que estos últimos mantuvieron con los actores fue en el marco
del artículo 36, LCT” (STJ de Santiago del Estero, 16-8-2012,
“Santillán, Leonardo Ramón y otros c/Dosar SRL s/Indemnización por
antigüedad, etc. Casación laboral”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J
8284/2012).
233
“La accionada se colocó al frente de la explotación como titular de la
misma, y no como mera administradora de la sucesión, calidad que
recién invoca frente a la trabajadora. En tales circunstancias debe
rechazarse la excepción de falta de legitimación pasiva interpuesta
por la accionada”, (Juzg. Laboral N° 1, Posadas, Mnes., 26/04/2013,
Expte. N° 9346/2010 “Bobadilla Analía Alejandra c/ Damián Mirtha
Mabel s/ indemnización por despido y reclamo salarial”, sent. N° 53 LF
N° 2, fs. 287/296).
Notas
234
CAPÍTULO IV
235
en su objeto propio: la prestación de la actividad laboral (el trabajo
mismo)[8]. Y, cuando de trabajo humano se trata, en el marco de la
disciplina laboral, lo mejor es recordar el profundo sentido de las
palabras del Dr. Rolando E. Gialdino[9]:
El art. 37, LCT, indica que el objeto del contrato de trabajo será la
prestación de una actividad personal e infungible, indeterminada o
determinada. Luego, en la segunda parte, fijas las pautas para que la
prestación sea determinable, ya que la indeterminación absoluta
haría nulo el contrato. Por el contrario, en el CCCN se optó por no
definir el objeto del acto jurídico ni del contrato ni de las obligaciones,
por tratarse de una labor doctrinal. Se dispone que no deba ser un
hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las
buenas costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o
de la dignidad humana (art. 279, CCCN). La referencia a la “dignidad
humana” se resalta como límite del objeto que comprende una gran
236
cantidad de supuestos[11]. Las disposiciones referidas se aplican al
objeto del contrato y se regula que el mismo debe ser lícito, posible,
determinado o determinable, susceptible de valoración económica y
corresponder a un interés de las partes, aún cuanto éste no sea
patrimonial (art. 1003, CCCN)[12].
237
los cambios unilaterales que pretenda introducir el empleador en el
desarrollo de la relación[21]. Por supuesto, la naturaleza de las tareas
y actividad pueden significar una mayor o menor elasticidad-
razonable-de las prestaciones exigibles.
238
y justificadas dispuestas por el titular de la organización productiva
donde se insertó el trabajo. El tiempo de trabajo comprometido se
corresponde con la duración de la jornada pactada[26].
Jurisprudencia
239
(C.S.J.N., autos: “Pérez, Aníbal Raúl c/ Disco S.A.”, sentencia del 1 de
septiembre de 2009, Fallos: 332: 2043)”.
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Cabaña, Miguel Ángel
c/TAMBERITO S.R.L.- Cobro de pesos- Apelación de sentencia y
240
resolución- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 3837,
sentencia del 11 de agosto de 2011).
241
suyo, imponiendo normas de orden público que no pueden ser
desvirtuadas por actos propios del trabajador. (…) De allí que
podemos decir que la doctrina de los actos propios tiene una
aplicación sumamente reducida en el campo laboral, con relación a las
conductas del trabajador. No ocurre lo mismo respecto al empleador;
colocado en otro plano de hecho y de derecho en la relación jurídica
laboral”.
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Bazan, Silvia Ramina
Beatriz c/Passarino, Marta Silvina- Cobro de pesos y entrega de
certificación laboral”, Expte. N° 3778, sentencia del 16 de junio de
2011).
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Otero, Ramón Francisco
c/Fallet, Hugo Arturo- Diferencias salariales- Rubros e
indemnizaciones- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 3555,
sentencia del 26 de mayo de 2010).
242
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Giménez, Walter Andrés
c. ESP SA y otros 2 s/Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, sentencia del
12 de agosto de 2014).
243
del contrato de trabajo[29]. Destacaremos las cuestiones atinentes a
la materia laboral.
244
vigencia del acto jurídico, invalidar la parte correspondiente e integrar
el actor de acuerdo a la naturaleza e intereses en juego. Las normas
imperativas en el derecho laboral sustituyen de pleno derecho
aquellas cláusulas o partes del contrato de trabajo que las hayan
modificado en perjuicio del trabajador[33].
245
pueblo o nación? ¿Moral pública? ¿Moral religiosa? El concepto es
dinámico ya que lo que se considera moral o inmoral cambia de un
tiempo a otro y puede no ser idéntico en un lugar u otro. La decisión
será resorte exclusivo del Tribunal, con aplicación de un estándar
objetivo y deberá argumentar suficientemente desde un punto de
vista sociológico.
246
La prohibición del objeto del contrato está siempre dirigida al
empleador.
247
Veremos a continuación los efectos (art. 42, LCT) y el supuesto de
objeto parcialmente prohibido (art. 43, LCT).
Jurisprudencia
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Rochi, Sergio Ceferino c/
COCERAMIC COOP. DE TRABAJO LTDA. s/Cobro de pesos y
entrega de certificado- Apelación de sentencia- Recurso de
Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 3285, sentencia del 28 de agosto de
2008).
248
Artículo 41 . Nulidad del contrato de objeto ilícito.
Ahora bien, la regla debe ser la eficacia de los actos jurídicos. La misma
se entiende como la aptitud que se predica de un acto jurídico para
alcanzar y mantener sus efectos propios o normales; es decir, aquellos
que las partes persiguieron al otorgarlo[36].
249
No comparto la idea de que solo existió una “aparente” relación de
trabajo[37]; de lo contrario, no se producirían los efectos de la nulidad,
tales como la imposibilidad de exigir la restitución de los salarios
abonados (lo que marca que existió un vínculo aunque “viciado” o
“irregular”).
250
De todos modos, la especificidad de la solución normativa expuesta
(en relación al derecho común) no implica reconocer que contiene
similares notas al supuesto de objeto ilícito: es un caso de nulidad
absoluta, por ende, no puede confirmarse, la acción es imprescriptible
e irrenunciable, podrá ser alegada por la parte interesada[38], el
Ministerio Público o declarada de oficio por el Tribunal.
251
Artículo 43 . Prohibición parcial.
Podría suceder que el vicio de objeto prohibido solo afecte una parte
o cláusula del contrato de trabajo. En tal caso, la norma otorga
prevalencia al principio de continuidad laboral (conservación del
vínculo de trabajo, cf. arts. 10, 90, ccs., LCT) y dispone la
“preservación” de la relación de trabajo.
252
vigente (con la consecuencia previa declaración de invalidez de la
parte prohibida).
253
Finalmente, se dispone el mandato a la autoridad administrativa
(podrá ser nacional o provincial, de acuerdo a los principios de
corresponsabilidad, coparticipación, cooperación y coordinación, cf.
art. 28, Ley N° 25.877) para hacer cesar los actos que lleven
aparejados los vicios de objeto ilícito o total o parcialmente prohibido.
En razón de sus competencias, podrá imponer multas, en su caso,
ordenar la clausura (anexo II, Ley N° 25.212 y sus modificatorias).
Notas
254
obligación tienen un mismo objeto o no, si puede o no identificarse con
los efectos, u otras disquisiciones propias de la teoría general de los
contratos.
[5] Mosset Iturraspe, Jorge, Contratos, ed. act., Rubinzal Culzoni,
Santa Fe, 1998, pág. 224.
[6] Los convenios y otras normas de la O.I.T. ocupan un lugar
privilegiado.
[7] Garrido Cordobera, Lidia, Incidencias del Código Civil y Comercial,
contratos en general, 1ª ed., Hammurabi, Bs. As., 2015, pág. 50.
[8] Al ser un contrato “bilateral” su objeto también se integra con la
contraprestación principal a cargo del empleador: el pago de la
remuneración (arts. 74, 103, ccs., LCT). El tratamiento de dicha
obligación del empleador se realiza en el comentario correspondiente
a las normas que la regulan.
[9] Corresponde a un fragmento del expositor en la transcripción
“aproximada y personal de la exposición oral” que realizó en el Primer
Congreso Nacional de la Asociación de Jueces y Juezas del Trabajo
(ANJUT), el 26 de agosto de 2017, en Santiago del Estero.
[10] El material fue facilitado por los integrantes del grupo de trabajo
de ANJUT.
[11] Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la
Nación, comisión de reformas, 2012, pág. 122.
[12] A modo de síntesis, las disposiciones que interesan al “objeto” del
contrato de trabajo son los arts. 279, 280, 1003, 1004 y 1011 del
CCCN (sus antecedentes: arts. 495 a 499, 953, 962, 1167 y 1168 del
CC, Ley N° 340).
[13] López, Justo; Centeno, Norberto O.; Fernández Madrid, Juan C.;
ob. cit., pág. 280.
[14] En este sentido, Guisado, Héctor César, Ley de Contrato de
Trabajo comentada, Tomo I, Mario E. Ackerman (Dir.), 1ª ed. rev.,
Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2016, pág. 428.
[15] Fernández Madrid, Juan C.; Ley de Contrato de Trabajo
comentada, Tomo II, 1ª ed., Errejus, C.A.B.A., 2018, pág. 752.
[16] Preferimos los términos de “insustituible” o “irremplazable” ya
que la palabra “fungible” significa lo que se consume con el uso (R.A.E.)
y recuerda a una visión materialista del trabajo, superada por una
concepción humanista (CSJN, “Aquino”, “Silva”, “Arostegui”,
“Ontiveros, Stella Maris c/ Prevención ART S.A. y otros s/ accidente”,
10/08/2017).
[17] Resulta suficiente con que el trabajador ponga su capacidad de
trabajo a disposición del empleador, aunque no sea utilizada
efectivamente (arts. 103 y 197, LCT).
255
[18] Diferente puede ser la situación con respecto al empleador (art.
249, LCT).
[19] Previsto en el estatuto de los encargados de casas de renta (art.
2, Ley N° 12.981) y en el régimen de los trabajadores a domicilio (art.
3, Ley N° 12.713). Otro caso particular se regula con el contrato de
trabajo por equipo, lo que se explica en el comentario al art. 101 de la
LCT.
[20] Podrá tratarse de un conjunto o género de tareas por acuerdo
expreso o tácito de las partes.
[21] Será objeto de comentario en el art. 66 de la LCT.
[22] Un clásico ejemplo utilizado es la contratación de un abogado
para tareas meramente administrativas.
[23] Por ejemplo, fue lo que sucedió con el CCT N° 378/1975, para los
trabajadores de prensa, luego reemplazado y “actualizado” por el CCT
N° 541/2008. Existió un arduo debate en Entre Ríos sobre la
aplicación territorial de la nueva norma convencional, lo que fue
dirimido por la Sala del Trabajo del S.T.J. (cf. autos “FERREYRA,
RAMONA AURORA y otro c/SOCIEDAD ANONIMA ENTRE RIOS -
Cobro de pesos y reasignación de categoría (y sus acumulados 9097 y
9545) -Apelación de sentencia -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE
LEY”. Expte. N° 3972. Acuerdo del 25/04/2013).
[24] V.g., art. 94 de la Ley N° 24.467 (pequeñas y medidas empresas).
[25] Concepto que suele asociarse con la descentralización
empresaria, externalización de tareas, tercerización de unidades
productivas, etc.
[26] En el marco de la regulación de orden público laboral.
[27] En el comentario del art. 37, LCT, ya vimos que el “objeto”
constituye uno de los presupuestos de validez del contrato de trabajo.
[28] Libro Primero, Título IV, Capítulo 9, arts. 382 a 397. Nos interesa
la ineficacia por nulidad. Su antecedente (Código Civil, Ley N° 340)
legislaba exclusivamente sobre las nulidades (Libro Segundo, Título
VI, Sección Segunda, arts. 1037 a 1058 bis).
[29] La legislación laboral refiere a la “nulidad” que constituye uno de
los supuestos dentro de la ineficacia de los actos.
[30] La sanción será idéntica para vicios manifiestos u ocultos.
[31] Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián
(Directores); Código Civil y Comercial de la Nación comentado, Título
Preliminar y Libro Primero, Artículos 1 a 400, 1ª ed., Infojus, C.A.B.A.,
2015, pág. 596.
[32] El CCCN lo regula como una “facultad” del juez, mientras que la
LCT lo establece como un “deber” (art. 44, LCT).
[33] El art. 13, LCT, es analizado en el capítulo correspondiente.
256
[34] Las buenas costumbres, cuya transgresión vuelve inmoral el
contrato, se identifican con la moral (Mosset Iturraspe, Jorge, ob. cit.,
pág. 228).
[35] Herrera, Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián; ob.
citada, pág. 597.
[36] Rivera, Julio César; Medina, Graciela (Dirs.), Código Civil y
Comercial de la Nación comentado, Tomo I, 1ª ed., La Ley, C.A.B.A.,
2014, pág. 497.
[37] Otero, Ana M., Ley de Contrato de Trabajo comentada anotada y
concordada, Rodríguez Mancini, Jorge (Dir.), 1ª ed., Tomo II, La Ley, Bs.
As., 2007, pág. 503.
[38] La prohibición podría ser invocada por el trabajador y no por el
empleador, ya que implicaría “invocar la propia torpeza para lograr un
provecho” (art. 387, CCCN).
[39] Una explicación que la doctrina ha seguido se encuentra en:
López, Justo; Centeno, Norberto O.; Fernández Madrid, Juan C.; ob.
ya citada, pág. 299.
[40] Rodríguez Fernández, Liliana, Ley de Contrato de Trabajo
comentada y concordada, Ojeda, Raúl Horacio (Coor.), 1ª ed., Tomo I,
Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2011, pág. 370.
CAPÍTULO V
Artículo 45 . Consentimiento.
257
El consentimiento debe manifestarse por propuestas hechas por una
de las partes del contrato de trabajo, dirigidas a la otra y aceptadas por
ésta, se trate de ausentes o presentes.
Concordancias: LCT, arts. 21, 22, 24, 46 y 63 CCyC, arts. 262, 264, 971
y 972
Puede ser expreso o tácito (art. 262 y 264, CCyC). Es expreso cuando
se manifiesta oralmente, por escrito o por signos inequívocos; y es
tácito cuando resulta de hechos, o de actos por los cuales se lo puede
conocer con certidumbre. Por lo que la expresión positiva de la
voluntad es una declaración, y la expresión tácita, un
comportamiento.
258
a la esfera de conocimiento del destinatario. Asimismo, la aceptación,
también es una manifestación de voluntad unilateral y recepticia.
Jurisprudencia
259
Producciones Sociedad Anónima y otros s/daños y perjuicios”,
AR/JUR/90941/2013).
260
15/04/2008, “Gómez, Oscar Eduardo c/ Mimamci SRL y otros s/
Accidente. Acción civil”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 1179/16).
261
Bastará que las partes se pongan de acuerdo sobre lo esencial del
objeto de la contratación.
Jurisprudencia
262
Artículo 47 . Contrato por Equipo. Integración.
El contrato de trabajo por equipo está regulado por el art. 101, LCT.,
por lo que el presente artículo refiere al modo de integrarse el equipo,
y al consentimiento que debe prestarse para su integración.
263
de la integración puede darse en forma anticipada al momento de
celebrarse el contrato, en cuyo caso para la sustitución del integrante
el representante deberá proponer uno nuevo al empleador, que a su
vez lo deberá aceptar (art. 101, LCT).
Jurisprudencia
264
naturaleza jurídica de la relación contractual entre el demandante y el
demandado, pues los médicos anestesiólogos mencionados en la
cláusula primera y decimoprimera, entre los que se encontraba el
actor, formaron parte y suscribieron dicho acuerdo, estando
alcanzado este supuesto de todas maneras por las previsiones del art.
102 de la Ley de Contrato de Trabajo (DT, t.o. 1976-238). (CNAT, Sala
V, 30/8/2005, “Rempel, Jorge A. c/ Osplad Obra Social para la
Actividad Docente”, AR/JUR/4335/2005).
265
conjunto orquestal puede ser la de un simple intermediario, es decir,
la de un jefe de equipo; o revestir el carácter de un verdadero
empresario [...] Normalmente, el director del conjunto actúa como jefe
de equipo; la contratación de la orquesta se efectúa por un precio
global con relación al conjunto; de manera que se dan las
características del contrato por equipo” (Tratado de Derecho Laboral,
t. II, Contrato de trabajo, Parte especial, vol. IV, pág. 303) [...] En autos
no se acreditó que el demandado Rodríguez hubiera revestido el
carácter de contratista y verdadero empresario. Actuaba como
integrante del conjunto, prestando también un servicio personal y
dirigía al conjunto orquestal. No se ha probado que invirtiera capital,
que proporcionara los instrumentos de trabajo, que contara con
oficinas e iniciativa particular en los negocios, y una situación
económica y financiera adecuada a la explotación [...] En síntesis:
teniendo en cuenta los antecedentes expuestos, opino que la relación
entre el actor y Juan Miguel Rodríguez, se limitó a la que corresponde
entre un delegado o representante del equipo y un integrante de ese
grupo de trabajo (arts. 47, 101 y concs. de la LCT), sin que haya
quedado demostrada la existencia de la relación laboral invocada
como fundamento de todos los reclamos formulados en la demanda.
(CNAT, Sala I, 24/10/1986, “Bageta, Ángel c/ Rodríguez, Juan M. y
otro”, AR/JUR/1575/1986, DT 1987-A-349, DJ 987/2/397).
266
grupo, en el cual éste actúe luego como director, pues existe en ambos
casos una única relación jurídica que vincula al empleador con este
conjunto de trabajadores. (STJ de Río Negro, 11/2/2014, “Cazas,
Héctor A. c/ Microómnibus 3 de Mayo SA y otros s/ Sumario”,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 3248/14).
CAPÍTULO VI
267
Artículo 48 . Forma.
Concordancias: LCT, arts. 23, 24, 49 a 51, 53, 54, 59, 90, 91, 93, 99,
240 y 241.
268
de datos. Y el 32 de la Ley N° 25.250 ha dispuesto un procedimiento
de simplificación registral que permite que el registro de empleadores
y trabajadores se cumpla en un solo acto y mediante un único trámite
conforme lo estipulado en los arts. 18 y 19 de Ley N° 24.013).
Jurisprudencia
269
suyo). (CNA, Sala C, 16/11/1999, “Cañoflex S. A., quiebra por: Lucero,
Raúl”, AR/JUR/1116/1999).
270
● Forma y prueba. Medios de prueba: La prueba del contrato de
trabajo no reconoce limitaciones articuladas por el derecho común, ni
incorpora restricciones específicas, ya que, muy por el contrario,
agrega instrumentos probatorios que le son rigurosamente propios,
pues según expresas previsiones legales, no requiere del
cumplimiento de exigencias determinadas para su celebración y
perfeccionamiento, en tanto queda concluido para producir sus
efectos propios desde que las partes manifiestan recíprocamente su
consentimiento “cualquiera sea su forma” (CCiv., Com., Trab. y Familia
Villa Dolores, Sala Unipersonal N° 2, 22/11/2007, “Aguirre, José
Ceferino c/ Salcedo, Pedro Alejandro”, AR/JUR/11179/2007).
Los actos del empleador para cuya validez esta ley, los estatutos
profesionales o las convenciones colectivas de trabajo exigieran una
forma instrumental determinada se tendrán por no sucedidos cuando
esa forma no se observare. No obstante el vicio de forma, el acto no es
oponible al trabajador.
271
Hay actos formales que son en los que la ley expresamente exige una
forma determinada (forma ad solemnitatem), y cuya finalidad es
resguardar los derechos de trabajador. Si no se observasen las formas
establecidas, el acto será considerado inexistente.
Jurisprudencia
272
● Prueba. Ingreso y Salario: No existe norma alguna que cargue en el
trabajador el deber procesal de demostrar el ingreso y el salario que
denuncia en sus intimaciones y demanda, correspondiendo al
empleador demostrar la inexactitud de aquellas afirmaciones. (CNAT,
Sala VI, 27/8/2003- Rudel, Lidia c/ Van Geldern SRL).
273
estatutaria sanciona con nulidad absoluta tal omisión (art. 3º, Ley N°
20.160), el artículo 49, LCT (no obstante su defectuosa redacción)
consagra la inoponibilidad al trabajador de los vicios de tal naturaleza.
Así, ante la concurrencia conflictiva de dos normas que reclaman su
aplicación al caso, corresponde apartarse de la regla de teoría general
que indica que la norma general posterior no deroga a la especial
anterior pues, en el caso, está claramente inserta en la primera de ellas
la expresa referencia a la segunda que así lo autoriza (arts. 2º y 9º,
LCT). En virtud de ello, teniendo en cuenta que la misma ley general
consagra, como pautas útiles para resolver el conflicto normativo,
tanto la necesidad de efectuar un juicio de compatibilidad entre su
propio contenido y el de los estatutos especiales (art. 2º, LCT) como la
regla de la aplicación de la norma más favorable al trabajador (art. 9º,
LCT), se impone concluir que- como orientación general-debe
aplicarse la Ley de Contrato de Trabajo al trabajador amparado por un
régimen especial cuando, siendo ésta más favorable respecto de
determinada institución apreciada en su conjunto, resulten sus
disposiciones, a la vez, compatibles con la naturaleza y modalidades
de la actividad y su específico régimen jurídico. No se advierte que, de
conformidad con el criterio del conglobamiento por instituciones, la
naturaleza y modalidades de la actividad y el régimen jurídico del
estatuto profesional reglado por la Ley N°20.160 resulten
incompatibles con las disposiciones de la Ley de Contrato de Trabajo,
quedando entonces superado el juicio de compatibilidad que exige el
primer párrafo del art. 2º del cuerpo legal citado y -del otro- surge a
todas luces evidente que la disposición del art. 49 de la Ley de
Contrato de Trabajo (en cuanto prescribe que el incumplimiento de la
forma instrumental exigida por el estatuto profesional no es oponible
al dependiente) resulta más favorable al trabajador que la norma del
art. 3º del Estatuto de los Jugadores Profesionales de Fútbol (que
establece la nulidad absoluta de cualquier contrato o convención que
modifique, altere o desvirtúe el contenido del registrado), se impone
concluir que el precepto estatutario no puede ser aplicado en la
especie en perjuicio del actor, debiendo estarse, no obstante el vicio
de forma, a la realidad de lo acordado en el convenio que no fue
registrado, solución que, por lo demás, resulta plenamente compatible
con el principio de primacía de la realidad que también impera en la
materia. En ese esquema, y al amparo de la regla de la norma más
favorable prevista en el mencionado art. 9º, LCT, cabe concluir que la
norma del art. 3º -último párrafo- de la Ley N° 20.160 resulta
desplazada por la más favorable de la ley general y, en consecuencia,
la deficiente registración del contrato no puede volverse contra el
274
trabajador, en cuyo favor y como derivación del principio protectorio
se imponen los requisitos formales. (SC Buenos Aires, 27/8/2014,
“Morales, Hugo A. c/ Club Atlético Independiente s/incidente de
revisión”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 6585/14,
AR/JUR/45838/2014).
Artículo 50 . Prueba.
Jurisprudencia
275
● La prueba del contrato de trabajo (art. 21, LCT) no se limita a su
fuente instrumental escrita -a cargo del empleador-, sino que la
vinculación laboral dependiente (art. 22, LCT), cualquiera sea el acto
que le dé origen y entendida como prestación efectiva de servicios,
puede ser demostrada por diversos medios probatorios. (STJ de Río
Negro, 11/2/2014, “Cazas, Héctor A. c/ Microómnibus 3 de Mayo SA
y otros s/ Sumario”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J 3248/14).
276
modalidad especial de fomento de empleo, debiendo regirse por la
normativa general de la LCT, en especial en cuanto a la determinación
del plazo. (C Apelaciones de Concepción del Uruguay, Sala del
Trabajo, 21-12-2005, “Saboredo, Fernanda Viviana c/Felicidad SA
s/Cobro de pesos”, Sumarios Oficiales de la CApel. de Concepción del
Uruguay, Sala Lab., www.rubinzalonline.com.ar, RC J 24994/2009).
Jurisprudencia
277
● Carnet sindical: Es contraria a la Constitución Nacional, en cuanto
asegura los derechos de trabajar y de libertad de asociación, la
exigencia de un carnet sindical que otorga una única asociación
profesional -art. 16, inc. B) del decreto 280/64 (ADLA, XXIV-A, 213)-,
para que los obreros recurrentes -trabajadores marítimos- puedan
obtener trabajo. (CSJN, 29/3/1967, “Outon, Carlos José y otros”,
AR/JUR/61/1967).
278
encuentre vencido. El ejercicio de la actividad suple la falta de
formalidad, siempre que las tareas realizadas no fueran por sí ilícitas
o contrarias a la moral y las buenas costumbres, por ello su falta
tampoco enerva los derechos emergentes del desempleo del
periodista. (CNAT, Sala II, 20/9/2006, “Esteban, Alicia Beatriz c/
Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal y Actividades
Inmobiliarias s/ Despido”, SD 94.462, expte. 16.504/2005).
279
● Periodista: La circunstancia de que el actor carezca de carnet
profesional -art. 12 del Estatuto del Periodista Profesional (DT, 1947-
149)- es irrelevante a los fines de determinar si las tareas que el
trabajador desempeñaba le atribuían el carácter de periodista o no,
toda vez que el carnet es un simple documento de identidad para
poder ejercer la profesión con mayor libertad. (CNAT, Sala VI,
17/3/2003, “Hojman, Eduardo A. y otro c/ Xsalir.Com S.A. y otro”,
AR/JUR/2650/2003).
280
Despido”, Oficina de Jurisprudencia de la CNAT,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 13455/2010).
281
competente. (CNAT, Sala III, 16/6/2006, “Adragna, Sandra V. c/ Latin
American Art S.R.L. y otros”).
282
la regla, porque se desentiende de que en el caso el actor tenía título
universitario como licenciado en comunicación social y porque,
aunque no lo tuviera, el periodismo no requiere poseer título
expedido por autoridad competente ni requiere para su ejercicio de
colegiatura obligatoria. (CSJ de Santa Fe, 20/12/2011, “Bravi,
Mariano Pablo c/ Cablevideo Santo Tomé SA s/ CPL. Queja por
denegación del recurso de inconstitucionalidad”, Secretaría de
Informática del Poder Judicial de Santa Fe,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 1283/1995).
283
y por ello las personas que allí prestan servicios deben ser
encuadradas en el Estatuto del Periodista Profesional y el CCT
364/75 para los trabajadores de prensa y radiodifusión. (CTrab.
Córdoba, sala 10, 26/2/2010, “Pereyra, María Elena c. Córdoba Cable
S.A.”, AR/JUR/1690/2010).
c) Estado civil.
284
f) Individualización de personas que generen derecho a la percepción
de asignaciones familiares.
Se prohíbe:
285
anteriores implica considerar al vínculo como clandestino (no
registrado).
286
Por su parte, la sanción por falta de registración de trabajadores se
deben inscribir en el Registro Público de Empleadores con Sanciones
Laborales (REPSAL), lo que produce diversas consecuencias en cuanto
no podrán: acceder a programas, acciones asistenciales o de fomento,
beneficios o subsidios implementados o financiados por el Estado
Nacional; acceso a líneas de crédito otorgadas por instituciones
bancarias públicos; contratos respecto a bienes de dominio público y
privado del Estado Nacional; otros beneficios. La reincidencia de la
misma infracción (dentro de los tres años de la primera resolución
firme) conlleva la exclusión de pleno derecho del Régimen
Simplificado para Pequeños Contribuyentes e impide sea deducidos
del impuesto a las ganancias los gastos inherentes al personal .
287
en el inciso g) de la disposición. Otra posición, considera que sería
suficiente con el registro especial que regula el art. 6, inciso c), de la
Ley N° 11.544, y el art. 21 del decreto reglamentario N° 16.115/33 .
La cuestión resulta relevante ya que en el primero de los supuestos la
falta de asiento y- en consecuencia-de exhibición ante requerimiento
judicial o administrativo produciría la presunción a favor de las
afirmaciones del actor respecto al tiempo extraordinario de trabajo .
En el segundo supuesto, la exigencia de llegar el registro de horas
extras laboradas se correspondería a la prestación efectiva de tareas
en tiempo extraordinario. Por ende, su ausencia puede deberse a la
inexistencia de trabajo en tal tiempo suplementario.
Jurisprudencia
288
a) Se declara procedente el recurso extraordinario federal y se deja sin
efecto la sentencia apelada por resultar arbitraria, pues ha juzgado
que es la autoridad administrativa de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires la competente para desarrollar el contralor laboral en el ámbito
de la empresa actora (compañía internacional de aeronavegación), sin
tomar en consideración lo establecido, en sentido contrario, en el art.
4, Protocolo Adicional al Convenio de Entendimiento y Acciones
Conjuntas en Materia de Inspección del Trabajo y Fortalecimiento de
la Autoridad Administrativa del Trabajo, como así tampoco lo
normado en el inc. 11, art. 23, Ley N° 22.520, que asigna competencias
específicas y exclusivas al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social de la Nación. (Corte Suprema de Justicia de la Nación, autos
“Societé Air France S.A. vs. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s.
Acción meramente declarativa”, 15-12-2015; 318/2014, RC J
7998/15).
289
otro c. SENES, Graciela s. Cobro de Pesos” (LAS 2006 Fº 486/491): “La
plena fe que deriva del Acta, lo es respecto a las actuaciones que el
funcionario dice cumplidas ante él, por no acerca de la verdad de lo
expresado por quienes formulan la declaración”, para a continuación
agregar que “la constatación de que las actoras se encontraban
trabajando es un hecho que hace plena fe si el funcionario así lo
expuso, pudiendo asimilarse a las actuaciones cumplidas ante él; lo
que no goza de la presunción de veracidad son las declaraciones que
aportan las reclamantes al inspector y que se volcaron a la planilla
anexa”. (Cámara de Apelaciones del Trabajo, Sala II, Paraná, Entre
Ríos, autos “Camara Eric Julián Jesús c/ Rosenbrock Andrea Viviana
s/cobro de pesos y entrega de certificación laboral s/sentencias
definitivas ordinario”, Expte. N° 0726, sentencia del 20 de octubre de
2017).
290
“Bajo estas premisas, también tenemos resuelto, con fundamentos
aplicables a la especie: En cuanto a la controvertida fecha de ingreso,
encontrándose demostrado que la demandada efectuaba a la actora
pagos que no eran debidamente registrados en los recibos de haberes
por ella confeccionados, se impone concluir que tal documentación no
reúne los requisitos legales a los que refiere el art. 87 del C.P.L., razón
por la cual corresponde merituar tal circunstancia otorgándole valor
de presunción a favor de la trabajadora sobre los hechos invocados en
la demanda que debieron consignarse en la referida documentación,
en el caso, la fecha de ingreso que se afirma por parte de la actora
sucediera el 8 de julio de 1986 (Cfr. art. 87 del C.P.L.)”. (cfr. este
Tribunal, en autos: Kobar, Marta Ofelia c/ Fornes, Luis Alberto y Otra
s/ Cobro de Pesos, 23.04.2014, con primer voto del Dr. Vianco)”.
(Cámara de Apelaciones, Sala del Trabajo, Concordia, Entre Ríos,
autos “Nabone Ramón Alcides c. Suc. Martínez Juan Ramón s.Cobro
de pesos”, Expte. N° 6654, sentencia del 04 de febrero de 2015).
291
El cumplimiento del empleador en llevar el libro especial del art. 52,
LCT, conforme a las exigencias legales y en forma regular, implica -a
priori- un elemento de convicción de la registración del contrato de
trabajo. Por supuesto, ello no impide la acreditación por los medios de
prueba reglados en los ordenamientos procesales de cualquier dato
volcado en el registro que no se corresponda con la real vinculación
entre el trabajador y el empleador.
292
Jurisprudencia
b) La Sala del Trabajo del S.T.J. de Entre Ríos lo tiene decidido desde
antaño, con fuerza de doctrina vinculante: “si los libros, registros y
documentación general contienen falsedades es obvio que no reúnen
las condiciones legales y reglamentarias y, por lo tanto, la Cámara
debió merituar tal circunstancia otorgándole valor de presunción a
favor del trabajador sobre los hechos invocados en la demanda y que
debieron consignarse en aquéllos”. (S.T.J. de Entre Ríos, Sala del
Trabajo, autos: “Molina, Susana Graciela c/ Rivas, Horacio Manuel-
Dif. Sueldos, preaviso, S.A.C.- Despido -Recurso de Inaplicabilidad de
Ley”, 20.02.1995).
293
En torno a la valoración que corresponde asignar a las registraciones
laborales cuando son llevadas en legal forma por el empleador,
tenemos dicho que: los libros y documentación laboral no son sino
instrumentos privados unilateralmente confeccionados por el
empleador, sin que obste a esa calificación la circunstancia de que
lleven la firma del trabajador. Las registraciones contables y laborales
del empleador, aun llevadas en legal forma, no hacen plena prueba de
su contenido si existen otros elementos de juicio que los contradicen.
No puede predicarse que la documentación laboral ha sido llevada en
legal forma, por la mera circunstancia de que se haya cumplido con los
recaudos formales de su confección, si la misma no refleja la verdad de
lo acontecido en el contrato que se pretende documentar.
294
protección del empleador que, demostrando llevar sus registros en
regla, en principio debe presumirse su veracidad y destacarse la
vocación registrativa, sobre todo en un país con tan altos márgenes de
clandestinidad (...) Sabido es que el empleado puede probar en contra
de las constancias y si bien ello puede intentarse con cualquier medio
probatorio, su resultado debe ser lo suficientemente serio y
convincente como para destruir la presunción que iuris tantum tiene
en su contra. (Cámara de Apelaciones, Sala II del Trabajo,
Gualeguaychú, Entre Ríos, en autos: “Olivera, Adriel Edgar Andrés c/
Barzola, Virginia María Isabel s/ Cobro de Pesos y entrega de
certificación laboral”, Expte. N° 131/SL, sentencia del 14 de
septiembre de 2015).
Al igual que vimos con respecto al libro especial previsto por el art. 52,
LCT, las registraciones o instrumentos especiales requeridos por las
fuentes normativas profesionales o legales (inclusión de la Ley N°
27.321) serán apreciadas por los magistrados en la consideración de
su creación unilateral por el empleador y según las formas y contenido
de las mismas (su plenitud, regularidad, deficiencias, tachaduras, etc.).
295
inciso c, Ley N° 11.544) . Por lo tanto, el mismo debe reunir las
exigencias formales y como señalamos antes su omisión ante la
realización de horas extras aplica la presunción del art. 55 de la LCT .
Las provincias pueden reglamentar, en ejercicio de funciones propias,
ciertas exigencias respecto al contralor de la jornada de trabajo y/o
pago de horas suplementarias. Por ejemplo, en Entre Ríos se impone
un registro de control de horario de ingreso y egreso de personal que
debe ser presentado y acreditado ante el organismo administrativo
laboral para su aprobación y registración. Puede ser manual,
semiautomático o por sistemas computarizados o magnéticos, a
elección del empleador. Se impone la exigencia de firma del trabajador
y la facilitación de la inspección laboral. Se excluyen las actividades
que cuenten con registros de horas mediante libreta de trabajo
(trabajadores rurales, servicio doméstico, construcción, viajantes de
comercio). Debe presentarse el modelo del sistema a utilizar ante la
autoridad que corresponda jurisdiccionalmente al lugar donde se
desarrollan las tareas de la empresa, por duplicado y con el
correspondiente listado de todos los trabajadores registrados y que
estén insertos en tal documentación probatoria (cf. art. 1 de la
Resolución N° 168/02 S.T. de Protocolo Adicional sobre Rúbrica de
documentación) . Otras provincias contienen sus normas particulares
de reglamentación y contralor de los registros horarios. Finalmente,
queremos destacar que la exigencia de firma del trabajador en los
registros, libros y planillas (cuando así se disponga) no influye en la
necesidad de firma en los recibos de pago (arts. 59 y 144, LCT).
Jurisprudencia
296
carga de la prueba de lo contrario recae sobre el empleador por
expreso imperativo legal, debiéndose destacar que la norma no deja
margen para la duda en este punto pues comienza diciendo
textualmente incumbirá al comerciante o industrial la prueba en
contrario. El objeto de dicha carga lo constituyen los hechos que
debieron consignarse en el libro especial del art. 10 del Estatuto. Esta
norma, a su vez, establece la obligación para los comerciantes e
industriales de llevar un libro especial registrado y rubricado en las
mismas condiciones que se exigen para los libros principales de
comercio, detallando también una serie de anotaciones que deberán
consignarse en el mismo, entre las cuales se encuentran todos los
datos vinculados a la remuneración del viajante, incluido el por ciento
en concepto de comisión, así como también lo relativo a las ventas
efectuadas por el dependiente y las comisiones correspondientes.
297
La norma dispone el efecto que produce la falta de exhibición del libro
especial del art. 52, LCT, o de los registros, planillas u otros elementos
de contralor previstos por fuentes legales, profesionales o sectoriales.
Se dispone una presunción legal -iuris tantum - a favor de las
afirmaciones del dependiente sobre los datos y condiciones de trabajo
que debían constas en tales asientos.
298
extraordinarias conlleva la presunción de que eran realizadas por el
trabajador? Parecería que, si no existió trabajo en tiempo
suplementario, entonces, no debe llevarse el registro especial. Lo
mismo con respecto al demandado como “empleador” que niega su
condición de tal y -por ende- no puede ser exigido que presente el
libro especial del art. 52, LCT. Diferente es la cuestión si se comprobó
que se trabaja en tiempo extraordinario y no se lleva el registro
correspondiente (al menos no se exhibe ante requerimiento judicial o
administrativo). En este último supuesto, resulta aplicable la norma en
cuanto permite presumir la prestación en la cantidad de horas extras
afirmadas por el trabajador en su demanda .
Jurisprudencia
299
intimado a exhibir el registro previsto por los arts. 6 Ley N° 11.544 y
21 de su decreto reglamentario N° 16.115/33 y no lo exhibe, existe
una presunción que emana del art. 87 del C.P.L. a favor de la existencia
de las que se consignaron en la demanda como realizadas, y en
consecuencia recae sobre el empleador la prueba de su inexistencia”.
(L.A.S. 1994, T. II, pág. 8O3). Es decir, de acuerdo a tal doctrina, el
trabajador solamente debe acreditar la existencia de tales horas
extras y, si la demandada no ha exhibido el registro de ley, se crea una
presunción en su contra, debiendo el empleador aportar la prueba que
la neutralice. Queda claro entonces que, la inversión automática de la
carga probatoria se produce sólo si se verifica el presupuesto
especificado en el precedente que se consigna: una intimación precisa
a exhibir el registro especial contemplado en art. 6º inc. c) Ley N°
11.544 y 21 Dec. 16.115/33. Ahora bien, en el resolutorio respectivo
-fs.47/48- se intimó a la demandada a presentar el libro especial del
art. 52 LCT., originales de recibos de haberes del actor y Registro
Único de Personal, pero no se menciona tal documentación específica,
por lo que no cabe aplicar por extensión las presunciones
contempladas en el art. 87 CPL o 55 LCT. Con el debido respeto a su
indiscutible autoridad intelectual, no puede compartirse al respecto el
criterio sentado en el voto del Dr. Rodolfo Capón Filas, con adhesión
del Dr. Fernández Madrid -citado por la Sra. Vocal de Segunda
instancia- cuando dice que el mencionado artículo -52 LCT- ordena
“que en el Libro Especial se inscriban los demás datos que permitan
una exacta evaluación de las obligaciones a cargo del empleador, con
lo cual, oblicuamente, se señala el deber de asentar tanto el horario
como la realización de horas suplementarias , reiterando lo
establecido en el art. 6º de la Ley N° 11.544” (DT. 1988-B, pág. 1540).
Ello por cuanto estimo que, conforme a la normativa citada -Ley N°
11.544 art. 6º inc. c); y Dec. Reglam. 16.115/33- los registros
especiales allí exigidos, constituyen documentación autónoma, en
cumplimiento de normas expresas, determinadas en art. 8º 1 c.,
Convenio 1 de Organización Internacional del Trabajo y, por ende, no
pueden subsumirse en las constancias del libro que determina el art.
52 LCT, muchos menos, por vía oblicua, dentro de la fórmula genérica
de “demás datos que permitan una exacta evaluación de las
obligaciones a su cargo” (inc. g). (S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo,
autos: “Alvarez, Alcides Jorge c/Distribuidora Guadalupe S.R.L.
s/Cobro de Pesos art.80 LCT y subsidio desempleo s/Apelación de
sentencia- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 2767,
sentencia del 15 de diciembre de 2004).
300
b) La aplicación de los arts. 55 de la LCT y 87 del Código ritual sólo es
viable en tanto y en cuanto se haya probado la existencia del contrato
de trabajo; caso contrario, no rige la exigencia de llevar registros,
planillas y otros elementos. (S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo,
autos: “Dorbessan, Cristian Donaldo y otra c/Tiro Federal Argentino
o Tiro Federal Argentino de Paraná s/Cobro de Pesos- Recurso de
Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 2722, sentencia del 27 de abril de
2005).
301
se consignaran en la demanda como realizadas, recayendo sobre el
empleador la prueba de su inexistencia” (confr. “Samek c/ Obra Social
de Conductores Camioneros y Personal de Transporte Automotor de
Cargas”) (Expte. 11.167) L.A.S. 27/06/16 entre muchos otros)”.
(Cámara de Apelaciones del Trabajo, Sala I, Paraná, Entre Ríos, autos
“Cammarano Rosana Gabriela c/SAN JOSE S.A. s/Cobro de pesos y
entrega de certificación laboral s/sentencias definitivas ordinario”,
Expte. N° 11514, sentencia del 21 de febrero de 2018).
302
novedades” consigna, en diferentes columnas, la fecha, el día, el
horario de entrada y salida en cada turno, los totales parciales de
horas de cada turno y un total de horas trabajadas en esa jornada; ni
siquiera contiene columnas independiente donde se consignen por un
lado las horas correspondientes a la jornada normal y otra en la que
conste la cantidad de horas extras laboradas en dicha jornada, ni
tampoco indicación de cuáles son al 50 % y cuáles al 100 %; sino que,
para saber si existen labores en horas extras, debe necesariamente
realizarse cálculos matemáticos independientes y verificación de las
restantes columnas y calendarios, para saber si se trabajó en exceso a
la jornada legal y -en tal caso- si ello sucedió en días y horarios hábiles
o no”.
(Cámara de Apelaciones del Trabajo, Sala II, Paraná, Entre Ríos, autos
“Torres Pedro Rubén c/ LA AGRICOLA REGIONAL COOP. LTDA. s/
cobro de pesos y entrega de certificación laboral s/sentencias
definitivas ordinario”, Expte. N° 0803, sentencia del 02 de mayo de
2018).
303
la existencia misma de la vinculación de trabajo invocada por el actor,
que luego resulta judicialmente acreditada, sin perjuicio de las
presunciones legales que se generarán, en su caso, a favor del
trabajador derivadas de la falta de registración del mismo en los libros
que el empleador se encuentra obligado a llevar (Cfr. arts. 55 de la LCT
y 87 del C.P.L.), lo cierto es que también nacerá una fuerte presunción
en contra del patrono a partir del hecho mismo de la negativa del
contrato -antes y durante el proceso-contraria al deber de buena fe
contenido en el art. 63 de la LCT La Sala del Trabajo del Excmo.
S.T.J.E.R. tiene dicho, con fuerza de doctrina vinculante, que: ‘Si el art.
57 de la LCT establece que constituirá una presunción en contra del
empleador su silencio ante la intimación del trabajador relativa al (...)
incumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato de trabajo
sea al tiempo (...) de su extinción, tal presunción opera potenciada si
en vez de silencio el empleador niega expresamente la existencia de
contrato o relación de trabajo alguno, y luego, judicialmente, queda
establecido que los mismos existieron’ (Cfr. Casanovas, Noberto D. c/
Empresa Expreso Salto Grande, 06.07.94,Delta Editora 64, folio
560/564)”.
304
jurisdicción en la obtención de la verdad sobre los hechos que se
discuten (cfr. este Tribunal, en autos “IRIBARREN, Ismael Horacio c/
COTOGNO, María Laura y Otros s/ Cobro de Pesos (Dif. Sal., Bonif.
Conv. Colectivo Trabajo y Otros Rubros)”, 4.11.2014, entre muchos
otros)”.
305
La determinación judicial estaría habilitada únicamente de modo
supletorio para cuando: no corresponda la aplicación lisa y llana de
mínimos legales o escalas convencionales , el trabajador denunciará
un pacto remuneratorio superior a ello y la prueba arrimada al
proceso no le permitiera al juzgador determinar con exactitud a
cuánto asciende dicho monto .
306
Los jueces deberán tener en cuenta el salario mínimo vital y móvil así
como el salario convencional o sectorial (orden público laboral), en su
caso, el juez podrá -por decisión fundada- determinar el monto de
acuerdo a las circunstancias del caso y conforme a las disposiciones
legales, estatutarias y convencionales propias o análogas .
Para terminar, considero que el libro especial incluye entre los datos
a registrar a las remuneraciones asignadas y percibida (inciso e), por
ende, las irregularidades en el mismo darán lugar a la valoración
judicial (art. 53, LCT), y la falta de exhibición produce la presunción a
favor del salario denunciado por el actor en su demanda (art. 55, LCT)
. Es muy común en juicio que en los supuestos de trabajo “clandestino”
la prueba de las remuneraciones percibidas se corresponda con lo
indicado en la liquidación (como percibido) por el trabajador.
Jurisprudencia
307
mismo. A tal efecto dicho silencio deberá subsistir durante un plazo
razonable el que nunca será inferior a dos (2) días hábiles.
308
al menos debe ser de dos días hábiles, lo que se entiende como días
laborables en el establecimiento donde preste tareas el dependiente).
Los plazos se cuentan conforme a las disposiciones del CCCN (art. 6).
La determinación de “razonable” del plazo otorgado resulta una
valoración que realizará el juez, de acuerdo a las circunstancias
particulares. También hay que tener en cuenta los deberes de
diligencia y buena fe en las comunicaciones cursadas, domicilios de
destino, medio de notificación elegido y carga de anoticiarse. Existen
diversas situaciones fácticas que pueden darse: que el domicilio se
encuentre “cerrado”, que se deje aviso de visita, el destinatario no
concurra a comunicarse a la oficina postal, el notario actúe sin la
publicidad requerida por las leyes notariales, algún defecto o falsedad
en el instrumento público, la comunicación a un domicilio
“inexistente” o que ha “desaparecido”, tal el caso de un
establecimiento que ha cerrado sus puertas o finalizado su actividad,
etcétera). Habrá que estar a las particulares circunstancias y siempre
en consideración a los principios de buena fe, diligencia y colaboración
.
Jurisprudencia
309
a) El plazo que otorga la Ley N° 24.013 al principal para efectuar la
registración es de treinta días, pero éste es distinto al término con que
cuenta el empleador para contestar el requerimiento -de conformidad
con lo dispuesto por el art. 57 de la LCT- en cuanto a manifestar su
voluntad de cumplir o no con la ley, generando la falta de respuesta de
aquél en el término previsto en la norma legal citada una presunción
en su contra.
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Suhr, Miriam Lorena
c/Ledesma, Leopoldo José s/ Cobro de pesos y entrega de certificado-
Apelación de sentencia- Recurso de inaplicabilidad de ley”, expte. N°
3346, sentencia del 23 de diciembre de 2008).
310
1818- Laboral- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, expte. N° 4261,
sentencia del 11 de septiembre de 2014).
311
e) Se revoca la sentencia de grado que, tras no tener por acreditada la
recepción por parte del actor de la misiva rupturista remitida por el
empleador, consideró justificada su decisión de extinguir en forma
indirecta la relación laboral en virtud del silencio guardado por el
principal ante sus intimaciones. Ello así, en tanto se acreditó que el
banco accionado, un mes antes del despido indirecto antes
mencionado, remitió al actor un telegrama mediante el cual le
comunicaba la extinción de la relación por pérdida de confianza,
comunicación enviada al domicilio denunciado por el actor y que fuera
devuelta por la empresa de correo con la observación “cerrado con
aviso”.….Resulta justificada la extinción de la relación laboral decidida
por la firma empleadora, en tanto se pudo acreditar que el actor
(ordenanza de un banco) ingresó a la institución demandada en dos
oportunidades fuera de su horario de labor, con una persona ajena a
la empresa y que, en tales ocasiones, procedió desactivar el sistema
del circuito de alarma y a cortar el suministro eléctrico.
312
g) El silencio patronal ante las intimaciones efectuadas de modo
fehaciente relativas al incumplimiento de las obligaciones derivadas
del contrato de trabajo implicó un tácito -pero elocuente-
reconocimiento no sólo de la existencia de la enfermedad, sino de los
certificados médicos que avalaban tanto la dolencia como su
extensión. En el cuadro de situación expuesto, la falta de respuesta
ante los requerimientos del trabajador, constituyó un grave
incumplimiento contractual del empleador que tornó imposible para
el actor la continuación del vínculo, máxime si se considera que la
naturaleza alimentaria de los salarios se profundiza en períodos de
enfermedad.
313
en contra del patrono a partir del hecho mismo de la negativa del
contrato- antes y durante el proceso-contraria al deber de buena fe
contenido en el art. 63 de la LCT La Sala del Trabajo del Excmo.
S.T.J.E.R. tiene dicho, con fuerza de doctrina vinculante, que: “Si elart.
57 de la LCT establece que constituirá una presunción en contra del
empleador su silencio ante la intimación del trabajador relativa al ...
incumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato de trabajo
sea al tiempo ... de su extinción,tal presunción opera potenciada si en
vez de silencio el empleador niega expresamente la existencia de
contrato o relación de trabajo alguno, y luego, judicialmente, queda
establecido que los mismos existieron” (Cfr. “Casanovas, Noberto D.
c/ Empresa Expreso Salto Grande”, 06.07.94,Delta Editora 64, folio
560/564)”.
314
“Briozzi, Germán César c/ Silvestri, Leonardo Javier s/ Cobro de Pesos
(Indemnizaciones y Otros)”, 30.10.2014)”.
315
A diferencia de los arts. 23, 55 y 57 , la norma prohíbe otorgarle valor
de renuncia al silencio del trabajador. Ello resulta una aplicación
expresa del principio de irrenunciabilidad (art. 12, LCT) que se
proyecta sobre diversas situaciones fácticas. La más común es la
circunstancia de que el trabajador no realice reclamos al inicio o
durante la vigencia de la relación. Ello no podrá considerarse como
una renuncia a sus derechos: por ejemplo, exigencia de
restablecimiento de condiciones esenciales del contrato alteradas,
pago de diferencias salariales, reclamo por categoría correcta,
reconocimiento y pago de horas extras o salarios indocumentados,
requerimiento de inscripción adecuada del contrato de trabajo ante
deficiencias registrales, pretensión de ingreso de aportes retenidos
por el empleador, etcétera.
316
y principios generales del derecho del trabajo. Una de las
características que surgen de los principios e instituciones propios del
derecho laboral, es que en él no se aplica -o se aplica en forma muy
limitada- el principio de la autonomía de la voluntad, rigiendo el
principio de la heteronomía. Otra particularidad es que rigen los
principios de irrenunciabilidad y de protección en favor del
trabajador, que sobrepasan la voluntad o los actos del propio
trabajador, protegiéndolo muchas veces a pesar suyo, imponiendo
normas de orden público que no pueden ser desvirtuadas por actos
propios del trabajador. De allí que podemos decir que la doctrina de
los actos propios tiene una aplicación sumamente reducida en el
campo laboral, con relación a las conductas del trabajador. No ocurre
lo mismo respecto al empleador; colocado en otro plano de hecho y de
derecho en la relación jurídica laboral .
317
Jurisprudencia
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Morales, Hugo Osvaldo
c/ SUPER S.A. s/Indemnización y Otros-Recurso de Inaplicabilidad de
Ley”, Expte. 3270, sentencia del 22 de abril de 2008).
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Hartman, Carlos Raúl c/
Punta Loyola Construcciones SRL y otros”, LAS 16/11/2004, citado en
Salduna, Bernardo I., Jurisprudencia Sala Laboral Superior Tribunal de
Justicia de Entre Ríos, con la colaboración de Roberto E. Masara,
Federico M. Noe y Ayelén Bracco, Delta Editora, Paraná, 2018, pág.
112).
318
c) “De allí, existiendo un despido sin causa, y no retractado, decidido
unilateralmente por la demandada, el acta no podía disponer una
remisión de las obligaciones indemnizatorias pertinentes sin incurrir
en una violación del orden público laboral. Al respecto, se ha dicho que
“No hay duda de que los mínimos inderogables que surgen de la ley,
los estatutos especiales y los convenios colectivos de trabajo
homologados -los cuales conforman el orden público laboral- son
irrenunciables y están fuera de todo tipo de concertación y de
posibilidad de negociación, por lo cual ningún acuerdo puede implicar
para el trabajador una reducción de dichos derechos” (Grisolía, Julio
A., “Algunas reflexiones sobre la operatividad del principio de
irrenunciabilidad de los derechos”, en “Summa Laboral”, Ed. Abeledo
Perrot, Bs. As., 2011, Tomo I, pp. 406/407)”.
(S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Knaub, Lea c/Tournour,
Marta s/Dif. Sal y otros- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, Expte.
3944, sentencia del 20 de marzo de 2012).
d) “(…) En primer lugar debo señalar, que la renuncia de la Sra. (…) sólo
fue a su empleo, no a los derechos adquiridos hasta el cese de su
relación (…). Frente a dicho contexto fáctico y lo expuesto en el
apartado anterior, aparece claro que la extinción del vínculo por la
trabajadora, no generó la pérdida del derecho a las indemnizaciones
que la ley establece para el supuesto del art. 212 4to. párr. de la LCT,
derecho que conforme desarrollo que realizaré infra, se incorporó a su
patrimonio por haberse cumplido a su respecto los presupuestos de
hecho a los cuales el ordenamiento condiciona su adquisición.
Tratándose entonces de derechos adquiridos, máxime si los mismos
integran -como en el caso- el orden público laboral, no es posible
inferir del mero silencio o inercia del trabajador durante un lapso de
tiempo prolongado (en el caso, ocho meses), la existencia de un
comportamiento inequívoco que, en los términos del art. 58 LCT,
permita inferir una renuncia a los mismos, y por ende la extinción del
vínculo en aquellos términos, resultaría inválido por tratarse de
derechos irrenunciables o indisponibles, conforme la regla del art. 12
LCT. Y ello, pues sabido es que la renuncia a derechos incorporados al
patrimonio del trabajador nunca será válida a través de un acto
unilateral de éste (ni expreso, ni tácito), pues sólo mediante la
excepción a la regla de irrenunciabilidad de derechos que constituyen
los negocios liberatorios admitidos -los acuerdos transaccionales o
319
conciliatorios a que refiere el art. 15 de la LCT- es posible abdicar, en
cierto modo, a un derecho adquirido. Y tales actos se plasman, por
definición, mediante un acto bilateral, sometido a formas y controles
externos a las partes (ACKERMAN-TOSCA-MAZA, Los Principios en el
Derecho del Trabajo, en “Tratado de Derecho del Trabajo”, Ackerman
(dir), t. I, pág. 356).
320
“Si bien por lo general, resulta común y habitual que por temor al
despido o al desmejoramiento de las condiciones de trabajo, los
empleados no efectúen intimaciones o requerimientos -mucho menos
formales- exigiendo a sus empleadores el reconocimiento de
derechos durante la vigencia de la vinculación, lo que constituye una
consecuencia natural de la propia subordinación o hiposuficiencia del
trabajador, que justifica la existencia del Derecho Laboral y que se
acentúa en épocas de crisis económica y desempleo” (cfr. este
Tribunal, autos: “Nanio de Tamaño, Graciela María y Otras c/ Estrame
S.A. s/ Cobro de Pesos (Indemnizac. por Acc. de Trabajo y Ot.)”,
27.02.2013), de ello no puede concluirse que en aquellos casos que el
trabajador no haya querido efectuar reclamos a su empleador vigente
el contrato o haya considerado inconveniente hacerlo, pueda
sostenerse que ha perdido la posibilidad de reclamarlos con
posterioridad (con la única limitación que deriva de la eventual
oposición exitosa por el interesado de la prescripción). Ello implicaría
crear una excepción a la aplicación de la regla de la irrenunciabilidad
que emana de los arts. 12, 58 y 260 de la LCT allí donde la ley no la ha
previsto.
321
(Cámara de Apelaciones, Sala del Trabajo, Concordia, Entre Ríos,
autos “Nabone Ramón Alcides c. Suc. Martínez Juan Ramón s. Cobro
de pesos”, Expte. N° 6654, sentencia del 04 de febrero de 2015).
322
ellos inserta (arts. 1026 y 1028, Código Civil). En el caso, el
demandado, si bien acompañó los recibos de haberes, no adjuntó
copias para el expediente ni para el trabajador (art. 48, CPL de Santa
Fe); a su vez, en la contestación de demanda no ofreció el
reconocimiento de los recibos por parte del actor, ni presentó el libro
especial del artículo 52, LCT, pese a haber sido intimada bajo
apercibimientos de ley. Además, llegada la audiencia de trámite,
tampoco instó el reconocimiento de los recibos que había presentado
con el responde de la demanda. De tal forma, corresponde revocar la
sentencia de grado en tanto rechazó la demanda incoada al considerar
probado el pago de los rubros reclamados en base a una pericial
contable realizada sobre documental no reconocida por el actor”
(CCCLab. de Reconquista, 1-8-2012, “Moschen, Hermenegildo
Ceferino c/Stechina, Oscar Domingo y/o quien resulte jurídicamente
responsable s/Laboral”, www.rubinzalonline.com.ar, RC J
6841/2012).
323
“La prohibición de hacer firmar al trabajador recibos en blanco es lisa
y llana, por lo que, si el trabajador demuestra tal situación, es decir que
fue firmado en blanco, el instrumento carecerá de validez y eficacia
probatoria” (Cam. Apel. Civ. Com y Lab., Eldorado, Mnes.,
09/11/1994, “Peña, Damián vs. Pedro, Walter Daniel s. Laboral”,
Revista Jurídica del Nordeste; RC J 219/05).
Artículo 61 . Formularios.
324
por más de un concepto u obligación, o diferentes períodos
acumulados, se apreciarán por los jueces, en cada caso, en favor del
trabajador.
Notas
325
comunicación del alta debe realizarse hasta el día inmediato anterior
al de comienzo efectivo de las tareas (cualquiera fuera la modalidad
de contratación celebrada) o hasta el momento efectivo de comienzo
de las tareas en aquellas incluidas en el Anexo I de la citada resolución.
[2] Actualmente la normativa del CCCN también le otorga dicha
naturaleza. Con anterioridad, parte de la doctrina entendía que era
una “carga” llevar la contabilidad de los libros de comercio (Herrera,
Marisa; Caramelo, Gustavo; Picasso, Sebastián (Directores); Código
Civil y Comercial de la Nación comentado, Título Preliminar y Libro
Primero, Artículos 1 a 400, 1ª ed., Infojus, C.A.B.A., 2015, pág. 525).
[3] Ley 25.212 y modificaciones por ley 26.941. La tipificación de las
infracciones se corresponde a la graduación de las multas dinerarias
impuestas por el mismo régimen unificado de sanciones por
infracciones laborales.
[4] Claro está: no podría -en su caso- constatarse ningún otro
incumplimiento o falta.
[5] Artículos 1º a 17º de la Ley N° 26.940 (“Promoción del trabajo
registrado y prevención del fraude laboral”).
[6] De todos modos, actualmente, en razón del sistema llevado por la
AFIP es posible para el trabajador conocer la registración e
información disponible en la web.
[7] Así también lo establecía el Código de Comercio (art. 67).
[8] Regulado también por el art. 8, inciso c), del Convenio N° 1 (1919)
de la O.I.T., y el art. 11, inciso c), del Convenio N° 30 (1930) de la O.I.T.
(ambos ratificados por Argentina, en fecha 30/11/1933 y
14/03/1950, respectivamente.
[9] Se profundiza el tema al comentar el art. 55, LCT.
[10] Lorenzetti, Ricardo Luís (Dir.), Código Civil y Comercial de la
Nación comentado, 1ª ed., Tomo II, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015,
pág. 320.
[11] Segura, Juan Martín; Sforsini, María Isabel; Ley de Contrato de
Trabajo comentada (actualización), 1ª ed. revisada, Rubinzal Culzoni,
Santa Fe, 2017, pág. 19.
[12] También aplicable a los supuestos que vimos en el comentario al
art. 52, LCT, y otros no mencionados, tal como las tarjetas horarias
regulada por el art. 15 del CCT N° 76/75 para los obreros de la
construcción.
[13] En Entre Ríos deben considerarse las Resoluciones N° 150 DPT
(29/7/03), N° 179 DPT (9/9/03), N° 039 DPT (22/1/07) y N° 265/08
DPT (6/5/08). D.PÁG.T. se corresponde a Dirección Provincial del
Trabajo (Ley N° 7325 y decreto reglamentario N° 1.130 MGJOSP, que
se enmarca en la Secretaria de Trabajo y Seguridad Social, prevista en
326
el art. 18, inciso 10º, de la Ley N° 10.093, reubicada en el ámbito del
Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas, cf. Decreto N° 8 GOB
del 11/12/2015).
[14] Admite prueba en contrario.
[15] Las leyes procesales pueden disponer una norma similar ante la
falta de presentación de los libros o registros ante requerimiento en
juicio (tal el caso de Entre Ríos, cf. art. 87, Código Procesal Laboral).
[16] Éste criterio ha sido aplicado por la Sala del Trabajo del S.T.J. de
Entre Ríos, cf. autos “Frank, Juan Emilio c/Nuevo Banco de Entre
Ríos”, LAS 27/5/2010, citado en Salduna, Bernardo I., Jurisprudencia
Sala Laboral Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, con
colaboración de los Dres. Roberto E. Masara, Federico M. Noe y
Ayelén Bracco, 1ª ed., Delta Editora, Paraná, 2018, pág. 93.
[17] También con algunas disposiciones locales como el art. 76 del
Código Procesal Laboral de Entre Ríos que impone la carga probatoria
del pago de las remuneraciones al empleador.
[18] En tal caso correspondería al art. 114, LCT.
[19] Tosto, Gabriel A., Ley de Contrato de trabajo comentada, anotada
y concordada, Jorge Rodríguez Mancini (Dir.), Tomo II, La Ley, Bs. As.,
2007, pág. 611.
[20] Reviriego, José María, Instituciones del Código Procesal Laboral
de Entre Ríos, Tomo I, Delta Editora, Paraná, 2006, pág. 300.
[21] Rodríguez Fernández, Liliana, Ley de Contrato de Trabajo
comentada y concordada, Tomo I, Ojera, Raúl Horacio (Coord.), 2ª Ed.
actualizada, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2011, pág. 392.
[22] Enseñanzas del Dr. Capón Filas, Rodolfo, “Derecho del Trabajo”,
Editora Platense, La Plata, 1998, págs. 695/6.
[23] Art. 76 del Código Procesal Laboral de Entre Ríos (Ley N° 5315),
aunque, también el art. 11, LCT, permite la aplicación de “leyes
análogas” para la solución (lo entendemos en el concepto más amplio
de “normas” que incluye otras fuentes normativas no estrictamente
legales).
[24] Remitimos al comentario de ambas disposiciones referidas.
[25] A diferencia del supuesto del art. 55, LCT, la técnica legal ha sido
determinar una presunción “en contra del empleador” y no “a favor de
las afirmaciones del trabajador”, aunque podría arribarse al mismo
resultado en la práctica tribunalicia.
[26] Aunque esto último puede no ser tan cierto en el caso de algunas
pequeñas empresas o empresarios unipersonales.
[27] Marcamos esta situación ya que es común el argumento de que
ante el silencio del sindicado como “empleador”, se debe presumir la
relación de trabajo, lo que constituye una falacia.
327
[28] Aplicación del principio: “El que calla no otorga”, es decir, quien
observa con silencio, ni afirma ni niega (Bueres, Alberto J., Dir., Código
Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y concordado,
Tomo I, Hammurabi, Bs. As., 2014, pág. 247).
[29] Telegrama obrero, carta documento laboral (cf. leyes N° 23.789
y 24.487), notificación notarial, comunicación por la autoridad
administrativa competente, escrito presentado en forma personal,
son todas formas de notificación idóneas, si bien -en su caso- deberán
acreditarse en juicio en sus aspectos pertinentes: envió, recepción,
autenticidad, etcétera.
[30] Pensemos que las consecuencias desfavorables también pueden
serlo para el trabajador, v.g., una intimación para que se reintegre a
trabajar (será objeto de comentario en el art. 244, LCT, como modo de
extinción específico del contrato de trabajo).
[31] Los dos últimos comentados por el suscripto.
[32] S.T.J. de Entre Ríos, Sala del Trabajo, autos: “Bazan, Silvia Ramona
Beatriz c/Passarino, Marta Silvina -Cobro de pesos y entrega de
certificación laboral”, Expte. N° 3778, sentencia del 16 de junio de
2011.
[33] López, Justo; Centeno, Norberto O.; Fernández Madrid, Juan C.;
Ley de Contrato de Trabajo comentada, Tomo I, Ediciones
contabilidad moderna, Bs. As., 1978, pág. 279.
CAPÍTULO VII
328
Las partes están obligadas, activa y pasivamente, no sólo a lo que
resulta expresamente de los términos del contrato, sino a todos
aquellos comportamientos que sean consecuencia del mismo,
resulten de esta ley, de los estatutos profesionales o convenciones
colectivas de trabajo, apreciados con criterio de colaboración y
solidaridad.
329
Así, los contratos deben ser interpretados “de buena fe” de
conformidad con lo dispuesto en el art. 961, Código Civil y Comercial
de la Nación; es decir, deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de
buena fe y obligan no sólo a lo que está formalmente expresado sino a
todas las consecuencias que puedan considerase comprendidas en
ellos.
330
7) La funcionalidad de las cláusulas, es decir, deben atender a los fines
de la empresa considerados en relación a las necesidades de ésta al
tiempo de la celebración del contrato.
331
Las partes están obligadas a obrar de buena fe, ajustando su conducta
a lo que es propio de un buen empleador y de un buen trabajador,
tanto al celebrar, ejecutar o extinguir el contrato o la relación de
trabajo.
Las partes deben adecuar sus conductas a “tipos sociales” medios, que
denomina “buen empleador” y “buen trabajador”.
332
Al respecto, el art. 961 del CCyC señala que los contratos deben
celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe.
333
la oportunidad de corregir los errores en que hubieren incurrido o
remediar el daño que fuera causado en forma involuntaria.
Distintos supuestos:
-Despido por maternidad. Trabajadora que dio a luz una criatura con
serios problemas de salud. Principios de los arts. 10 y 63 LCT.[5]
334
imponen a las partes el cumplimiento de ciertas obligaciones
sustanciales que son no incurrir en actos que puedan perjudicar al
principal en el desempeño de la labor encomendada, bajo la
posibilidad de configurar dichos incumplimientos razones suficientes
para justificar la alegada pérdida de confianza que si bien constituye
una valoración subjetiva, debe basarse en hechos concretos e
incumplimientos que justifiquen su invocación.
335
En vista de los antecedentes disciplinarios del empleado, que incluían
una sanción previa por idéntica falta, consideró la empleadora que
existió una clara violación a los deberes de buena fe, apego y debida
contracción al trabajo y acatamiento de las órdenes impartidas para la
realización de sus tareas, generándose una pérdida de confianza en la
persona del actor y por ende una injuria de tal gravedad que no
consentía la prosecución del vínculo. Aun cuando en abstracto
pudiera considerarse que el solo hecho de haberse encontrado al
trabajador dormido, máxime cuando cumplía tareas de cierta
pasividad en el turno noche, no resultaría una falta lo suficientemente
grave como para justificar la ruptura de un vínculo cuando dentro de
las facultades de organización y dirección el empleador cuenta con
otras herramientas de orden disciplinario para lograr una corrección
de la conducta irregular, lo cierto es, por un lado, que el actor no fue
encontrado simplemente dormido sino que lo fue en situación de
evadir deliberadamente el control del superior a tales fines, y por otro,
que contaba con una sanción anterior por el mismo hecho, la cual, aun
cuando pudiera ser considerada relativamente anterior y no
contemporánea a la que determinó su despido, revela que la
incorrecta conducta había sido objeto de la pertinente amonestación
tendiente a su corrección y a evitar su reiteración, por lo que el actor
no pudo desconocer las eventuales consecuencias que la reincidencia
en tal línea de acción pudiera ocasionar.
336
controlantes por los perjuicios causados al dependiente, en la medida
en que aquéllos provocaron daños en el patrimonio del trabajador en
forma directa e inmediata y condujeron a frustrar su derecho a
obtener el beneficio previsional en el futuro. Se advierte claramente
que incurrieron en una omisión de la diligencia debida en el
desempeño de su cargo que les es imputable y, en consecuencia,
deben responder por el total del monto diferido a condena.
-Extinción por mutuo acuerdo. Art. 241 LCT. Obrar de buena fe.
Supuesto de acuerdo extintivo válido.[11]
337
El empleador tiene facultades suficientes para organizar económica y
técnicamente la empresa, explotación o establecimiento.
338
Esta organización se asienta en un plexo de poderes (derechos
potestativos) que originan órdenes generales y particulares que
deben ser acatadas por los trabajadores dentro de un marco
determinado por el orden público y limitativo de posibles
arbitrariedades patronales.
Distintos supuestos:
339
clara organización sindical de los trabajadores, recibiendo como
respuesta una suerte de intento de la empresa a desplazar toda acción
colectiva -que llevaba adelante la actora-para orientar el cauce sólo a
la reclamación individual. Si bien la empresa invoca su facultad de
despedir sin causa, no aparece ninguna prueba de su parte que
demuestre que el despido del caso concreto no hubiera obedecido a la
mentada acción sindical (acreditada por la testimonial) en el marco de
una empresa con una demostrada postura orientada a no propiciar
aquello que fuere la manifestación colectiva de sus trabajadores. Ello
lleva a aplicar la doctrina que emerge de los fallos de la CSJN “Pellicori,
Liliana Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal s/
amparo” del 15/11/2011 y “Varela, José Gilberto c/Disco SA
s/amparo sindical” del 04/09/2018, y por ende, a considerar que en la
especie el despido estuvo teñido de la conducta discriminatoria y
antisindical que sustenta la demanda. Procede la reparación por daño
moral ante el despido discriminatorio.
340
-Despido discriminatorio. Trabajador que realizaba hemodiálisis y
esperaba ser trasplantado inmediatamente después de que cesara la
tutela sindical. Presunción. Agravio moral. Indemnización extra
tarifaria. Art. 1738 CC y C.[14]
341
procesal hacen que deba acatarse el criterio expuesto. Se reconoció a
la administración “…una razonable amplitud de criterio en el ejercicio
de sus facultades discrecionales, sin que las decisiones atinentes a la
política administrativa constituyan una materia justiciable, en tanto
las medidas adoptadas no impliquen respecto de los agentes una
descalificación o medida disciplinaria encubierta…”. No advirtiéndose
en el caso que se haya demostrado la circunstancia apuntada de
medida disciplinaria encubierta, y considerando que a la actora se le
mantiene su categoría de revista, debe mantenerse lo resuelto en
origen.
342
Al ejercicio del poder de dirección corresponde simétricamente el
deber de obediencia que sea ella -o quienes obran por delegación suya
(delegados del empleador)- las únicas con atribuciones suficientes
para orientar y dirigir la actividad en que la relación de cada uno se
manifiesta para lograr la consecución de la finalidad de la empresa.
Por ello, el poder de dirección (cfr. art. 65 LCT) deberá ejercitarse con
carácter funcional, atendiendo a los fines de la empresa.
343
Facultad de control:
Poder reglamentario:
344
dentro del marco de la ley, del convenio colectivo y de los contratos
individuales presentes y futuros.
Distintos supuestos:
345
contrariado el indudable objetivo del legislador. La interpretación que
restringe la operatividad de la presunción al caso en que se hayan
acreditado servicios prestados en relación de dependencia, esteriliza
el propósito de la norma.
346
por maternidad, sufrió un destrato o retrogradación de su jerarquía
dentro de la empresa, sin una explicación razonable de la misma ni
compensación que justificara la modificación, quebrantando el
principio de lealtad que emana del art. 63 LCT en la ejecución del
contrato de trabajo, y que excedió el marco de sus facultades de
organización y dirección en los términos de los arts. 64 y 65 LCT, con
afectación de los derechos personales de la trabajadora (la actora se
encargaba del marketing de la marca “Oreo” con proyección
internacional, y al reincorporarse debió hacerse cargo del marketing
de la marca “Cerealitas”, con proyección sólo local). En circunstancias
como la del caso, la ley no impide reparar un perjuicio superior al de la
tarifa cuando de la conducta del incumpliente se desprende el
ejercicio abusivo de un derecho.
347
condiciones del contrato de trabajo que fueron pactadas entre
trabajador y empleador.
El salario por su parte no es una materia que pueda ser alcanzada por
la facultad de modificar algunos aspectos del contrato.
348
El elemento característico de esta facultad es su unilateralidad. El
trabajador pone su fuerza de trabajo a disposición del empresario
dentro de los límites de un contrato. Pero sus prestaciones deben ser
adecuadas a las necesidades de la producción y a las impuestas por el
carácter esencialmente dinámico de la empresa. Esta modifica su
estructura en la medida en que lo impone el mercado (la moda, el gusto
de la clientela) o los cambios tecnológicos, lo cual ha de gravitar sobre
la organización interna del trabajo.
349
refiere al traslado del establecimiento, no puede ser discutido por el
trabajador, a quien sólo le quedaría la posibilidad de reclamar el
perjuicio que le ocasiona (art. 1740, CCyC). Refiriéndose al cambio de
horario, sostiene que también es un elemento esencial del contrato y
que, si fuera efectivizado respecto de un trabajador en particular,
tendría derecho, previa intimación, a exigir su reposición al horario
que le había sido asignado, le cause o no perjuicio. Y anota que, cuando
el cambio no respeta el principio de indemnidad, el dependiente tiene
derecho a accionar para que sus condiciones contractuales sean
estrictamente respetadas, y el empleador, en el juicio sumarísimo,
debe ser obligado a rectificar dicha medida.
Límites: El ejercicio del ius variandi tiene límites específicos como ser
de orden contractual (deben respetarse los elementos esenciales del
contrato de trabajo), de orden funcional (no debe ejercerse
arbitrariamente, sino que el cambio debe estar vinculado al fin común
de la empresa) y derivados del deber de indemnidad (respeto de los
intereses materiales y morales del trabajador).
Distintos supuestos:
350
La CSJN ha puesto de relieve la existencia del carácter indisputable de
las facultades que posee el Fisco en orden a la organización de su
plantilla de agentes, siendo las decisiones atinentes a la política
administrativa materia no justiciable. Y en el caso, se advierte a través
de la prueba, que la remuneración percibida entre un agente del grupo
8, categoría en la que pretenden continuar los actores y un profesional
abogado del grupo 17 es superior a la de la categoría que peticionan
los trabajadores sean restablecidos. Las disposiciones cuestionadas
en el caso no exceden el legítimo ejercicio de las facultades
discrecionales en materia de política administrativa de la demandada,
en orden a su competencia para la reasignación de las funciones
encomendadas a sus agentes. Tampoco se advierte que la
reasignación de funciones importe un menoscabo o descalificación
por el cambio de categoría, ni que puedan resultar impropias a la
condición de abogados que revisten. De modo que no existe agravio
actual para los accionantes, derivado de la implementación del nuevo
régimen de gestión de las ejecuciones fiscales y la consiguiente
modificación del régimen de distribución de honorarios que con
carácter general dispuso la AFIP.
351
configuración del peligro en la demora, en tanto la efectivización del
cambio traería aparejado un perjuicio tangible.
352
puede afectar condiciones esenciales del contrato de trabajo, que
alteren el ejercicio de derechos que se encuentran incorporados al
patrimonio del trabajador, ni ocasionarle un daño o perjuicio moral
material, tal como acontece en el caso, ya que la desafectación del
actor del cargo de vocal de la CARS con la consiguiente supresión de
los adicionales en cuestión, implicó también un cambio por demás
significativo en su remuneración. La medida adoptada resulta
irrazonable e ilegítima al no existir causa fundada alguna que la
justifique y, por tanto, excede el ámbito del ius variandi, por cuanto el
salario constituye un elemento esencial del contrato de trabajo que no
puede ser modificado por decisión unilateral de la empleadora, lo cual
resulta violatorio del principio de irrenunciabilidad Cabe ordena a la
ANSES el restablecimiento del acto de las condiciones salariales que
tenía con anterioridad al dictado de la Resolución D.E.A. dentro del
plazo de 30 días bajo apercibimiento de aplicación de astreintes que
eventualmente fije el juez de grado.
353
las oficinas del organismo, no implica una modificación del instituto,
sino que parte de la labor que el agente fiscal realizaba en su estudio
deberá realizarla dentro del ámbito de la AFIP. Esta decisión de la
Administración también se halla avalada por jurisprudencia de la
CSJN, en este sentido “Olavarría Aguinaga, Jesús María
c/Administración Federal de Ingresos Públicos” Recurso de Hecho del
08/05/2007. En conclusión, no se advierte que las modificaciones
impuestas ocasionaren perjuicio material a los recurrentes.
354
la que se enmarcaban las tareas con anterioridad a su traslado -mesa
de inversión de los fondos previsionales provenientes de los afiliados
de Nación AFJP- había dejado de existir, no por decisión arbitraria de
la empleadora sino como consecuencia de la reforma del sistema
jubilatorio dispuesto por la Ley N° 26.425 que eliminó la gestión por
las AFJP de los aportes previsionales, para integrarse en un único
régimen público, se despeja el presunto ejercicio abusivo de la
facultad prevista en el art. 66 LCT.
355
las exigencias de la organización del trabajo de la empresa (cfr. art. 86
LCT) y más bien luce como una sanción disciplinaria, proceder que
excede al marco del “ius variandi” (cfr. art. 69 ley citada).
356
La propia ley ha establecido límites a los supuestos en los que el
trabajador debe reparaciones pecuniarias al empleador
restringiéndolas a los casos de daños producidos por dolo o culpa
grave (cfr. art. 87 LCT), con la aclaración de que la culpa grave es
entendida por la jurisprudencia como la lindante con el dolo. Desde
otro punto de vista, la posibilidad de aplicar como sanción mayor
suspensiones de hasta 30 días por año (art. 220, LCT) permite la
continuación del contrato cuya disolución solo se habilita para los
casos en los que la falta, por su gravedad, no consienta la prosecución
de la relación (art. 242, LCT).
357
b) esa “conexión” altera, aunque no sustancialmente, vale decir sin
destruir su “tipicidad”, el contenido de la relación de cambio,
constituyendo, entre otros “poderes jerárquicos”, el “poder
disciplinario”, del que es titular el empleador, como órgano de
gobierno del grupo o estructura comunitaria, tal como quiere la teoría
de la institución;
El art. 67, LCT establece que “el empleador podrá aplicar medidas
disciplinarias proporcionadas a las faltas o incumplimientos
demostrados por el trabajador” que más adelante el art. 220, LCT
limita a un máximo de 30 días de suspensión.
358
Las facultades disciplinarias del empleador se encuentran reguladas
en primer término por la propia LCT. Así, la ley determina los límites y
modalidades a los que ha de ajustarse su ejercicio (arts. 67 y 68, LCT),
prohíbe algunas sanciones (art. 69, LCT), y reglamenta los requisitos
de validez y demás aspectos relativos a un tipo de sanción: la
suspensión disciplinaria (art. 218 y ss., LCT).
359
El trabajador no debe consentir las sanciones si pretende reclamar
salarios caídos o evitar que se los invoque como antecedente.
Requisitos
360
h) Deben ser respetadas las normas estatutarias o convencionales.
i) No puede aplicarse por una misma falta más que una sola sanción
(non bis in idem).
Distintos supuestos
361
-Suspensión del trabajador por aplicación de medida disciplinaria.
Impugnación de la sanción y persistencia de la empleadora en la
medida. Trabajador que se da por despedido. Desproporción de la
decisión. Improcedencia de la reclamación.[31]
362
Esa debe ser la primera medida a tomar. En el caso, de haberse
actuado de esa manera, tal vez hubiera evitado un posterior despido.
La decisión de poner fin al vínculo resulta desproporcionada en
relación con las inconductas cometidas por el trabajador durante los
dos últimos meses de trabajo.
363
en el art. 37 de la Ley N° 25164, o las garantías previstas en el art. 8
inc. i del Pacto de San José de Costa Rica en orden a la tutela
jurisdiccional efectiva en un plazo razonable, cabe revocar lo resuelto
en primera instancia, declarando la prescripción de la suspensión
decidida en el sumario objeto de controversia.
Deber de previsión[34]
364
c) no agravar el daño, si ya se produjo.
365
El respeto a la dignidad del trabajador se desarrolla a partir de la
consideración de que el contrato de trabajo tiene por objeto la
actividad productiva y creadora del hombre en sí, y sólo después
atiende al fin económico en juego (art. 4, LCT y arts. 51 y 52, CCyC) y
encuentra aplicaciones claras en los arts. 65 a 68 de la LCT, los cuales
ponen límites a los poderes de organización y de dirección del
empresario, los que deben ejercerse sin afectar la dignidad del
trabajador. Y el mismo sentido preside las disposiciones sobre
controles personales. Las normas sobre igualdad de trato, a las que ya
he hecho referencia (arts. 17 y 81, LCT, Ley N° 23.592 y tratados y
declaraciones internacionales), constituyen otras tantas
manifestaciones del respeto a la dignidad personal del trabajador, ya
que en todo trato discriminatorio está insita una marginación
personal, con menoscabo de valores espirituales, además de los
materiales (CSJN, autos: “Vizzoti c/AMSA”, “Aquino c/Cargo SA” y
“Álvarez c/Cencosud”, entre muchos otros).
Distintos supuestos:
366
espiritual, cuidando de no atentar contra ellos puesto que, conforme
el principio de indemnidad, el trabajador debe resultar ileso.
367
Probadas las situaciones de humillación en los controles de salida en
un ambiente de trabajo hostil y, dado la existencia de dolencia
psíquica compatible con las situaciones vividas en el trabajo, se
encuentra acreditada la relación de causalidad adecuada entre la
afección psíquica que padece y el ambiente laboral. Por ello, cabe
confirmar la decisión de grado en cuanto dispone que el actor se
encuentra incapacitado por afección psíquica del 10 de la T.O.
Artículo 71 . Conocimiento.
368
Artículo 72 . Verificación.
369
política clara en el uso de esta herramienta, no advirtiendo al
empleado que dicho uso debe ser realizado exclusivamente en
función de su actividad laboral y haciéndole conocer el derecho de la
compañía a controlar el correcto uso de e-mails, podría crear una falsa
expectativa de privacidad...” (Conf. Hermida, Beatriz “El e-mail laboral
en la argentina” DT 2001-B-1892).” (CNAT, 15198/01 del 27/03/03
Pereyra, Leandro c/ Servicios de Almacén Fiscal Zona Franca y
Mandatos SA s/ despido.” Votantes Pasini y Rodriguez Brunengo.).
370
2. La falta de información no puede encontrar fundamento “en el
interés empresarial de controlar la actividad laboral a través de
sistemas sorpresivos o no informados de tratamiento de datos que
aseguren la máxima eficacia en el propósito de vigilancia”. En suma, la
Constitución impediría la utilización de medios encubiertos.
371
a la actividad laboral, pues el incumplimiento de lo ordenado no
habilita en modo alguno interferencias en el proceso o en el contenido
de la comunicación, sin perjuicio de que pueda acarrear algún tipo de
sanción. En otros términos, la infracción de las ordenes empresariales
tolera la imposición de las sanciones previstas en el ordenamiento
jurídico, pero ni consiente la vulneración directa de derechos
fundamentales al amparo del incumplimiento de la orden empresarial,
ni tampoco las intromisiones empresariales enderezada a verificar o
comprobar la existencia de las comunicaciones, incluso cuando ex
post, cometida la vulneración y gracias a esa ilegítima práctica, quede
acreditado que aquellas sanciones eran ajustadas a Derecho. La
Sentencia confunde gravemente ese doble plano; soslaya que la
desatención de las ordenes empresariales, incluso la que tenga
naturaleza disciplinaria, no puede justificar lesiones de derechos
fundamentales (por todas, STC 41/2006, de 13 de febrero, FJ 5), y que
ese criterio no varía en los terrenos del derecho al secreto de las
comunicaciones del art. 18.3 CE, debiendo existir una desconexión
patente entre la sanción y el factor constitucionalmente protegido; en
el caso a examen, el secreto del proceso comunicativo y de los
contenidos de la comunicación.
372
las mismas, con su carácter formal y que, en fin y en el contexto
moderno de las innovaciones tecnológicas, brinda indudables
ventajas para los procesos productivos y para el desarrollo de la
personalidad de los ciudadanos, y, en última instancia, opta por avalar
los instrumentos de fiscalización incluso cuando, como en este caso,
se actualizan en términos abiertamente invasivos, lo que, al margen de
acentuar la dependencia jurídica y la presión sicológica a los
trabajadores, repercute negativamente en la efectividad de los
derechos fundamentales constitucionalmente reconocidos a los
trabajadores.” (Boletín Oficial del Estado, martes 22 de enero de
2013, Sec. TC. Número 19, pág. 1/15).
373
El empleador está obligado a satisfacer el pago de la remuneración
debida al trabajador en los plazos y condiciones previstos en esta ley.
374
inminente de daño o se hubiera configurado el incumplimiento de la
obligación, mediante constitución en mora, o si habiendo el organismo
competente declarado la insalubridad del lugar, el empleador no
realizara los trabajos o proporcionara los elementos que dicha
autoridad establezca.
375
Este deber, visto a la luz de la normativa general, no sólo comprende
al empleador, sino también a los socios, administradores y gerentes de
la persona jurídica empleadora en tanto el daño que padezca un
trabajador durante el transcurso de la relación, por regla general, se
ha de vincular al “hecho” o a la “ocasión” del trabajo (a la actividad
productiva realizada, al riesgo de la actividad, a las condiciones
operativas o ámbito-laborativas) por lo que quienes no observaron las
medidas pertinentes, deben asumir la reparación de los daños
consecuentes. Se añaden como sujetos obligados los sindicatos, las
obras sociales y las aseguradoras de riesgos de trabajo, como así
también los intermediarios y contratistas y ello en función no ya de lo
dispuesto concretamente en el art. 75 de la LCT sino por imperativo
del art. 1710 del CCCN.
376
personalísimos) en la medida que válida y razonablemente puede
calificarse a las distintas formas de violencia y discriminación en el
trabajo como un riesgo sociolaboral.[39]
En este mismo sentido se señaló que “El deber de previsión del art. 75
de la LCT no se limita simplemente al hecho de ajustarse a las
condiciones que la normativa de higiene y seguridad determina, sino
que es abarcativo de otras obligaciones más, que debería tener
cualquier empleador relativas a la integridad psicofísica de los
trabajadores (en el caso, el deceso del dependiente se produjo ante la
falta de un servicio médico eficaz para lograr una atención médica) -
CNAT, Sala VII, 18/10/99, “Velozo, Ceferiana c/Latigo S.A. y otro”-.
377
La Dra. Porta al analizar el deber de previsión a la luz de los arts. 75 a
77 de la LCT y en función de las específicas previsiones del nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación, señaló con acierto que para la
procedencia de la acción preventiva no se requiere acreditar factor de
atribución de responsabilidad alguna pero no puede dejar de
señalarse que la falta de registro de la relación -que obedece a culpa o
dolo del empleador- causa un daño a otro sin justificación
(antijurídico) y por tanto podría dar lugar a la medida y activar la
responsabilidad por el daño causado o inminente que necesariamente
el trabajador clandestinizado ha de experimentar al no poder ingresar
a los beneficios de la seguridad social (obra social, por ejemplo) o a la
cobertura del sistema de la Ley de Riesgos del Trabajo. Cita en apoyo
de su postura las disposiciones de los arts. 1717, 1724, 1749 y conc.
del CCCN, los arts. 52, 75,79 y 80 LCT, el art. 7 de la Ley N° 24.013, el
art. 12 de la Ley N° 24.241 y el art. 4 de la Ley N° 24.557).
378
entiende que debe ser comunicada de forma fehaciente con
indicación suficiente de los motivos en que se funda.
379
competencia del fuero del trabajo en los autos “Faguada, Carlos
Humberto c/Alushow S.A. y otros” (CSJN, 09/05/2017)”[41].
380
En materia de resarcimiento de daños, el deber de seguridad del
empleador, comprende el de custodia de los bienes que el trabajador
introduce en la empresa, debiendo por tanto resarcirlo de los daños
sufridos en sus pertenencias (herramientas de trabajo, vehículos que
se dejan dentro de la empresa, vestimenta que debe dejar en los
armarios que el empleador provee, etc.).
381
como lo sería el salario, sino del reintegro por parte del empleador de
los gastos derivados del uso del vehículo.” (CNAT, Sala VI, expte.
41842/95 del 06/02/95 “Arrieta, Félix c/ ATC (Canal 7) s/ cobro de
salarios” Votantes Capon Filas y Morando).
“El art. 77 LCT prevé que: “El empleador debe prestar protección a la
vida y bienes del trabajador cuando este habite e el establecimiento.
Si se le proveyese de alimentación y vivienda, aquélla deberá ser sana
y suficiente, y la última, adecuada a las necesidades del trabajador y su
familia. Debe efectuar a su costa las reparaciones y refacciones
indispensables, conforme a las exigencias del medio y confort”, lo que
en el caso no ocurrió ya que la demandada no cumplió con el deber que
se encuentra establecido en dicha norma, razón por la cual se
encuentra acreditada la injuria que manifestó el trabajador en su carta
documento. En este sentido, la imputación de destrucción ex profeso
de la vivienda concedida como parte del contrato de trabajo (cuando
se acreditó que el deterioro de la vivienda se debía al paso del tiempo
y no a la destrucción de la misma por parte del encargado), constituye
injuria de suficiente gravedad como para justificar el despido
indirecto en que se colocara el trabajador (artículo 242 LCT).” (CNAT,
Sala VIII expte.39118-6817/08, del 25/09/12 “Paternoster, Marco
382
Antonio c/Consorcio d Propietarios del Edificio Montevideo 1141
s/despido” Votantes Catardo y Pesino).
383
S.R.L. s/ despido”; L 84930 S 13/02/2008 “B., J. E. c/ T. d. A. s/
indemnización por despido”, De Lazzari en minoría).
384
“La potestad del empleador de imponer suspensiones abarcativas de
las prestaciones laboral y remuneratoria se agota en el repertorio de
las reguladas por los arts. 218/224 LCT, cuando concurren los
extremos establecidos para cada una de las especies reguladas. La
admisión de la suspensión precautoria, no regulada, contempla la
conveniencia del empleador y tiende a colocar la tarea investigativa o
sumarial en la mejor situación posible, con vistas a la obtención de la
verdad de los hechos sobre los que versa. Excedería los límites de la
conveniencia justificable reconocerle el derecho de privar al
trabajador de la remuneración. Adviértase que cuando el art. 78 LCT
exime al empleador de la observancia del deber de ocupación, confina
dicha eximición a los casos en que median “motivos fundados que
impidan la satisfacción de tal deber”. En el caso de las suspensiones
precautorias no se registra imposibilidad de ocupación, sino la mera
conveniencia de alejar temporalmente al trabajador del
establecimiento.” (CNAT, Sala VIII, expte.29257 del 22/09/00
“DANZI, JORGE c/ BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA
s/DESPIDO” Votantes Morando y Billoch).
385
El empleador deberá cumplir con las obligaciones que resulten de esta
ley, de los estatutos profesionales, convenciones colectivas de trabajo
y de los sistemas de seguridad social, de modo de posibilitar al
trabajador el goce íntegro y oportuno de los beneficios que tales
disposiciones le acuerdan. No podrá invocar en ningún caso el
incumplimiento de parte del trabajador de las obligaciones que le
están asignadas y del que se derive la pérdida total o parcial de
aquellos beneficios, si la observancia de las obligaciones dependiese
de la iniciativa del empleador y no probase el haber cumplido
oportunamente de su parte las que estuviese en su cargo como agente
de retención, contribuyente u otra condición similar.
386
“Ello así pues bien pudo haberse cerciorado de la omisión o
concurrencia del pago de dichos aportes, mediante una simple
denuncia al organismo recaudador, que éste admite incluso cuando el
denunciante desea mantener su identidad en reserva. (Del voto del
Dr. Morando, en minoría).
387
de los aportes y contribuciones efectuados con destino a los
organismos de la seguridad social.
388
“La obligación instrumental del empleador establecida en el segundo
párrafo del art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo consiste en la
entrega del certificado de trabajo, lo cual supone informar con
veracidad acerca de los datos que la misma norma señala (tiempo de
prestación de servicios, naturaleza de éstos, constancias de sueldos
percibidos y de aportes y contribuciones realizados con destino a la
seguridad social), a los que debe agregarse la información que dispone
el artículo sin número del Capítulo VIII del Título II, incorporado a la
LCTpor la Ley N° 24.576.” (SCBA, L 117867 S 17/05/2017 “Vigliero,
Oreste c/ GKN Metal Sinter de Argentina S.A. s/ despido”; L 99060 S
24/09/2014 “Escalada, Osvaldo c/ Transportes 9 de Julio S.A. s/
salarios adeudados”; L 92086 S 28/09/2011 “Abendaño, José c/
Nestlé Argentina S.A. y otro s/ cobro de pesos”).
389
un contrato de trabajo y, como consecuencia de ello, su
incumplimiento constituye la omisión de una obligación contractual
(art. 12 inc. g de la Ley N° 24.241)” (SCBA, L 79959 S 30/05/2007
“Barrios, Graciela c/ Fojo, Alfonso s/ certificación de servicios, daños
y perjuicios”).
390
sostiene y a partir del cual se estructura el Estado moderno[42]. Nadie
desconoce la evolución que ha tenido el concepto de igualdad desde
lo formal hacia lo material en búsqueda de la igualdad real de
oportunidades y de trato a punto que el principio está incorporado en
todas las constituciones nacionales y hace al llamado ius cogens de los
derechos humanos. Así, la Opinión Consultiva 18/03- CIDH establece
claramente que “la igualdad ante la ley, la igual protección de la ley y
la prohibición de discriminación son elementos constitutivos de un
principio fundamental que permea todo ordenamiento jurídico y
forma parte del derecho internacional general”
391
La discriminación que agrede al orden jurídico es aquella conducta
que conlleva una diferenciación arbitraria respecto a una persona o
grupo de personas a las que está dirigida y que se origina en algunos
rasgos, cualidades o características propias de esa persona o grupo de
personas. La prohibición de discriminación adquiere rasgos de
autonomía respecto del principio de igualdad de trato en virtud de que
este último concepto no alude a colectivos o características
personales vinculadas a estereotipos, pero ambos conceptos suelen
estar relacionados. La conducta que atenta contra el principio de
igualdad y que es pasible de ser calificada como discriminatoria se
manifiesta como un tratamiento desigual y carente de
fundamentación objetiva que permita dar justificación a esa
desigualdad[43].
392
está en la falta de previsiones normativas sino en su aplicación
práctica (aspectos probatorios, por ejemplo) y en la ausencia de
mecanismos preventivos adecuados. En efecto además de la
normativa internacional antes referida y a la plena operatividad que
se le ha asignado al Convenio 111 OIT, puede recurrirse según los
casos a las siguientes Leyes: 23.592, 23.551, 26.681 (matrimonio),
23.753 (diabetes), 26.485 (mujeres), 25.212 (policía del trabajo) y al
Código Civil y Comercial de la Nación. Por lo demás profusa ha sido la
jurisprudencia de la Corte al respecto [45] y la doctrina y
jurisprudencia desarrollada sobre el tema.
393
“Aun admitiendo la inmediata operatividad del art. 14 de la
Constitución Nacional (reformado en 1957) en cuanto asegura igual
remuneración por igual tarea, el principio no es sino expresión de la
regla más general de que la remuneración debe ser justa e impide las
discriminaciones arbitrarias como serían las fundadas en razón de
sexo, raza o religión, pero no obsta a que se retribuya mejor a quienes
el empleador considera de mayor eficacia, laboriosidad y contracción
al trabajo”.
Por otra parte, la Ley N° 23.592 restableció el originario art. 19, LCT
e incorporó a la Ley N° 20.744 el art. 17 bis cuyo texto establece que:
“Las desigualdades que creara esta ley a favor de una de las partes,
sólo se entenderán como forma de compensar otras que de por sí se
dan en la relación”. De este modo, se evidencia la preocupación del
legislador por atemperar las desigualdades estructurales inmanentes
en la relación de trabajo[50].
394
contrarias al principio de igualdad. Ese principio, dirigido a regular en
primer lugar a la situación de las mujeres en el trabajo, es el que ha
justificado métodos de fijación de salarios más equitativos en tanto
éstos deben fundarse en circunstancias objetivas, demostrables tal
como lo sostuviera la Corte suprema de Justicia de la Nación en el
conocido precedente “Estrella Fernández c/Sanatorio Güemes” del
23/8/88 (Fallos 311:1602). En dicho precedente el Superior Tribunal
estableció que
395
desigualdad -principios del bien común, como el que se sustente en la
mayor eficacia, laboriosidad o contracción a sus tareas- pues de lo
contrario la decisión del principal resulta arbitraria y fundada en su
sola voluntad” (in re “Espínola, Liliana de las Mercedes c/Galeno
Argentina S.A.” del 29/11/13).
396
“es deber judicial, a pedido de parte, examinar que tales decisiones no
resulten arbitrarias, antojadizas, abusivas ni violatorias de principios
y reglas legales de orden público o de raíz constitucional, pues hasta
allí llega la libertad y discrecionalidad patronal”.
397
para su desarrollo. Las primeras son propiedad exclusiva del
trabajador, mientras que las restantes pertenecen al empleador.
398
SA s/Despido”, Boletín de Jurisprudencia de la CNAT,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 1152/2012).
399
El empleador deberá ser preferido en igualdad de condiciones a los
terceros, si el trabajador decidiese la cesión de los derechos a la
invención o descubrimiento, en el caso del primer párrafo del artículo
82 de esta ley.
400
El trabajador debe prestar el servicio con puntualidad, asistencia
regular y dedicación adecuada a las características de su empleo y a
los medios instrumentales que se le provean.
401
mediando un ejercicio proporcional y progresivo del poder
disciplinario que exhorte al trabajador a modificar su actitud frente al
trabajo.
402
años y 9 meses para la demandada… Se desprende que el actor, no ha
obrado con el celo y responsabilidad que exige su puesto de trabajo,
considerando que su conducta configura injuria en los términos del
art. 242 de la LCT” (Juzgado Laboral N° 2, Posadas, 17/08/2018,
“González Alexander Sinforiano C/ Casino Club SA s/ Cobro Créditos
Laborales- Arts.76-171- Ley XIII.2”, LF N°IV/18; Sent. N° 179 ).
403
consecuencia de su desempeño en la empresa. Las informaciones “que
exijan tal comportamiento” son los secretos profesionales de la
empresa, aquel conocimiento de carácter “estratégico” cuya
divulgación resulta perjudicial para sus intereses.
404
impuesto en el art. 88 de la norma citada, de suficiente gravedad
“injuriante” como para impedir la prosecución del vínculo laboral, con
lo cual, rechazo la demanda en lo que hace a los rubros
indemnizatorios. Con la conducta desplegada por el actor también ha
quedado configurada la violación al deber de buena fe (art. 63 de la
LCT) y de fidelidad (art.85 LCT), con la que considero corresponde
rechazar la demanda indemnizatoria” (Juzgado Laboral N° 1, Posadas,
07/06/2016, “Noguera César Javier c/ Cohen Benjamin Rubén s/
cobro créditos laborales- Art. 59-126- Ley XIII.1”, LF N° IV/16, Sent.
N°127).
405
El límite a la facultad del empleador y al deber de obediencia del
trabajador, se encuentra en la legitimidad de la orden. No tiene
obligación de acatar aquellas instrucciones que afecten su dignidad o
integridad psicofísica; ni que impliquen cometer un ilícito penal o
actos contrarios a la moral y buenas constumbres; que provengan de
quien no se encuentra legitimado para darlas, esto es que no
provengan del empleador o sus representantes (art. 36 LCT); o sobre
aspectos extraños a la relación laboral.
406
Biblioteca y Jurisprudencia del Poder Judicial de Entre Ríos,
www.rubinzalonline.com.ar, RC J 17774/2009).
407
A fin de delimitar el concepto de culpa grave en un caso concreto la
Sala III de la CNAT ha sostenido que “existe culpa grave e inexcusable
cuando el autor del hecho tiene conciencia de los peligros que origina
su conducta y aunque su voluntad no esté dirigida a la producción del
daño, éste se produce como consecuencia necesaria de su actuar” (in
re “Salomón, Aníbal c/Mirone, Marcelo s/despido”, Sentencia Nro.
52483 del 29/8/96).
408
partes del contrato de trabajo,(Pirolo- dir-) Ed. La Ley, Bs. As., 2013, págs.
509 y ss).
409
La jurisprudencia ha señalado que “para que exista concurrencia
desleal debe mediar:
410
extinguido el contrato, hace al deber de reserva o secreto y se vincula
con la confidencialidad de la información y metodología de trabajo a
la que el trabajador accede durante su relación con la empresa pero
debe señalarse con énfasis que tales acuerdos pueden afectar la
continuidad de la carrera profesional del afectado o su reinserción en
el mercado de trabajo una vez culminada la relación por lo que su
validez debe ser analizada muy restrictivamente y sólo podrán cobrar
operatividad en caso de encontrarse objetivamente justificados y se
prevea una vigencia temporal posterior al cese razonable.
411
inminente es mutua, como mutuo es el deber de contribuir a un
ambiente adecuado de labor (orden respeto mutuo, condiciones
dignas, etc.).
412
de jornada máxima la que se derive de la realización de trabajos o
ayudas extraordinarias, lo que implica que no se requiera autorización
para extender la jornada más allá de los límites máximos pero en modo
alguno justifica el no pago de las horas extras eventualmente
realizadas en tanto el riesgo que importa el desarrollo de la actividad
siempre corre a cuenta del empresario.
Notas
413
26.861/2013.
[11] CNATrab. Sala X, 13/07/2018 in re “García, Claudio Omar
c/Telecom Argentina SA y otros s/Despido”, Expte. N°.
35.622/2010/CA1.
[12] CNATrab. Sala III, 28/09/2018 in re “Viggiano, Nayla Mariel c/
Cognizant Technology Solutions de Argentina SRL s/Acción de
amparo”, Expte. N° 25.396/2015/CA1.
[13] CNATrab. Sala V, SD N° 81.371 del 19/02/2018 in re “Méndez,
Ángel Domingo c/ Goicochea Hnos. SA y otro s/ Despido”, Expte. N°
31.397/2013.CA1.
[14] CNATrab. Sala II, SD N° 111.093 del 12/09/2017 in re “Sosa,
Rodolfo Marcelo c/VGR Linhas Aereas SA s/ Despido”, Expte. N°
10.697/2013.
[15] CNATrab. Sala VI, SD N° 70.062 del 16/09/2017 in re “Chirinian,
Florencia c/ Administración Federal de Ingresos Públicos s/Dif.
salarios”, Expte. N° 42.571/2012.
[16] CNATrab. Sala V, SD N° 81.957 del 3/08/2018 in re “López,
Gabriel Elías c/ Jockey Club Asociación Civil s/ Despido”, Expte. N°
57.263/2014/CA1.
[17] CNATrab. Sala I, SD N° 92.350 del 7/03/2018 in re “Ciai, Valeria
Graciela c/ Centro Gallego de Buenos Aires, Mutualidad -Cultura-
Acción Social y otro s/ Despido”, Expte. N° 64.245/2013.
[18] CNATrab. SalaVI, SD N° 70.668 del 28/02/2018 in re “S.R.O. c/
Garbarino SA y otro s/ Accidente-acción civil”, Expte. N°
10.932/2011.
[19] CNATrab. Sala VI, SD N° 71.269 del 4/07/2018 in re “G.O.C. c/
M.A. S.A. s/ Despido”, Expte. N° 2.120/2014.
[20] Caubet, Amanda, “Ius variandi: Distintos aspectos que pueden
considerarse comprendidos en la ley 26.088”, Errepar, junio/2006,
250-517.
[21] CNATrab. Sala X, 20/10/2017 in re “Ghio, Falvio Mario y otros
c/Administración Federal de Ingresos Públicos s/ Juicio sumarísimo",
Expte. N° 75383/2014.
[22] CNATrab. Sala VI, SD 43.864 del 1/08/2018 in re “Cardozo,
Miguel Ángel c/ Administración Federal de Ingresos Públicos s/ Juicio
Sumarísimo - Incidente”, Expte. N° 10021/2018.
[23] CNATrab. Sala II, SD N° 76.722 del 11/07/2018 in re “Ciampoli,
Patricio Luis c/ Administración Nacional de la Seguridad Social s/
Otros reclamos”, Expte. N° 1310/2018.
[24] CNATrab. Sala VI, SD N° 71.129 del 18/06/2018 in re “Russo,
Sebastián Eduardo c/ Administración Nacional de la Seguridad Social
–ANSES- s/ Acción de amparo”, Expte. N° 95.706/2018.
414
[25] CNATrab. Sala VI, SD N° 71.007 del 21/05/2018 in re “Badano,
Luis Vicente y otros c/AFIP s/ Juicio sumarísimo”, Expte. N°
62.737/2014.
[26] CNATrab. Sala IX, SD N° 24.042 del 23/04/2018 in re “Gutiérrez,
Carlos Raphael c/ Ferro Argentina SA s/ Despido”, Expte. N°
30.192/2013.
[27] CNATrab. Sala IX, 22/12/2017 in re “Doval, Sebastián Eduardo c/
Banco de la Nación Argentina s/ Diferencias de salarios”, Expte. N°
47.427/11.
[28] CNATrab. Sala X, 25/10/2017 in re “Rowinski Costa, Sara
Gabriela c/ Hospital Británico de Buenos Aires s/ Despido”, Expte. N°
35.262/2013/CA1.
[29] CNATrab. Sala II, SD N° 65.912 del 9/10/89 in re “Bueno, José
Luis c/ El Hogar Obrero Coopág. de Consumo, Edificación y Crédito
Ltda. s/ Despido”, Expte. N° 65.912/89.
[30] López Justo, “Fundamento del poder disciplinario del
empleador”, LT, XVI–A, pág. 401 y 419.
[31] CNATrab. Sala IX, SD N° 24204 del 13/06/2018 in re “Leyes,
Carlos Sebastián c/ Bataan Seguridad SRL s/ Despido”, Expte. N°
22.975/12.
[32] CNATrab. Sala III, 18/04/2018 in re “Fortunato, Luis Agustín c/
Transchemical SA s/ Despido”, Expte. N° 16.176/2011/CA1.
[33] CNATrab. Sala III, 7/06/18 in re “Beyreuther, Fernanda Gabriela
c/ Estado Nacional- AFIP Dirección General de Aduanas s/ Otros
reclamos-nulidad administrativa”, Expte. N° 9.824/2014/CA1.
[34] J.C. Fernández Madrid, “Tratado Práctico de Derecho del
Trabajo” Tº II, págs.1281, 3ra. edición actualizada y ampliada, Edit. La
Ley.
[35] CNATrab. Sala VII, SD N° 48.418 del 30/12/15 in re “Pallaoro,
María Belén c/ Obra Social de Docentes Particulares s/ Despido”,
Expte. N° 55644/12.
[36] CNATrab. Sala IX, SD N° 18.905 del 25/09/13 in re “López,
Ramón Ignacio c/New North SA y otros s/ Despido”, Expte. N°
17.720/11.
[37] CNATrab. Sala V, SD N° 82.144 del 19/10/2018 in re “Figueroa,
Guillermo Gabriel c/ Asociart SA y otro s/ Despido”, Expte. N°
15.431/2012/CA1.
[38] Ver en este sentido comentarios de Elsa Porta en DERECHO DEL
TRABAJO COMENTADO T. I (Pirolo, dir), Ed. La Ley, 2017, pág. 317
[39] Ver Stortini, Daniel en “acción preventiva en el nuevo código y ley
antidiscriminatoria” en Doctrina Laboral errepara N° 362 (octubre
2015) pág. 1128 y trabajo de mi autoría en TRABALHO Y SAUDE
415
(bajo la coordinación del Prof. Dr. Vitor Salino) Brasilia, diciembre
2014, “El acoso laboral como riesgo psicosocial”.
[40] Ver entre otros, Schick, Horacio. Régimen de Infortunios
Laborales. Ley 26773, tomo I, David Grinberg – Libros Jurídicos, cap.
II, pág. 363 y ss.
[41] Ver también Corte Suprema de Justicia de la Nación, 5 de
noviembre de 1996, “Jaimes, Juan T. c/ Alpargatas S.A.”, SC Comp.
219 LXXXI del 5/11/96; “Medina, Luis c/Alpargatas s/daños y
perjuicios”, SC Comp. 153 LXXXIII del 21/08/97.
[42] El art. 1° de la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano aseguraba que: “Todos los hombres nacen y permanecen
libres e iguales en derechos”.
[43] Esta es la característica que tienen en común el deber de brindar
igualdad de trato y el mandato de no discriminación.
[44] Rodríguez-Piñero, M. - Fernández López, M. T., Igualdad y
discriminación, Tecnos, Madrid, 1986, pág. 18, citado por Rodríguez
Yagüé, op. cit., pág. 55.
[45] CSJN “Álvarez, Maximiliano c/Cencosud”, 7/12/2010, Fallos
333:2306; “Pellicori, Liliana Silvia c/Colegio Público de Abogados de
la Capital Federal” del 15/11/11, Fallos 334:1387; “ATE c/Ministerio”
del 11/11/2008, Fallos 331:2499, “Rossi c/Estado Nacional”, 9/12/09
Fallos 332:2715, “Monteagudo Barro, Robert c/Banco Central de la
República Argentina” del 28/10/14, “Sisnero, Mirtha Graciela y otros
c/Tadelva SRL” del 20/5/14, etc.
[46] Puede consultarse en: http://www.ilo.org/declaration
/thedeclaration/lang--es/index.htm .
[47] López – Centeno – Fernández Madrid, pág. 397.
[48] CSJN, “Ratto, Sixto y otro c. Productos Stani S.A.”, 26/08/66
(Fallos: 311:1603).
[49] CNAT, Sala III, “Privitera, Héctor Eduardo y otros c. Peugeot
Citröen Argentina S.A.”, 30/05/2008.
[50] Ver desarrollo del tema en GARCIA, Héctor O. –director-,
VIRGILI, Claudio S. –coordinador-, Relación de Trabajo, T. II, Editorial
Ediar, Buenos Aires, 2013, pág. 104 a 127
[51] Porta, Elsa, “Discriminación salarial”, Doctrina Laboral, Errepar,
enero 1993, pág. 101.
416
CAPÍTULO VIII
De la Formación Profesional
417
Artículo s/n . En el certificado de trabajo que el empleador está
obligado a entregar a la extinción del contrato de trabajo deberá
constar además de lo prescripto en el artículo 80, la calificación
profesional obtenida en el o los puestos de trabajo desempeñados,
hubiere o no realizado el trabajador acciones regulares de
capacitación.
Generalidades
418
Ciertamente es preferible esta última interpretación porque se
advierte que desde su inicio ya el régimen legal de la LCT ha
considerado como elemento fundamental del contrato la categoría
profesional. Tanto esto es así que el art. 37 del LCT alude en cuanto al
objeto del contrato a la categoría como elemento a priori de la
contratación, y conforme al cual podrá exigírsele en la prestación al
trabajador; lo que incluye obviamente el límite necesario a las
facultades del empleador a los términos del ejercicio del ius variandi.
419
políticas y programas completos y coordinados en el campo de la
orientación y formación profesionales”.
Participación sindical
420
Esta consagración normativa del derecho a la información anticipa lo
que reeditará una década más tarde el art. 4 de la Ley N° 25.877 entre
los requerimientos de la negociación colectiva de buena fe,
imponiéndole al empleador la obligación de intercambiar
informaciones sobre innovaciones tecnológicas y organizaciones
previstas, y sobre planes y acciones en materia de formación
profesional. La concreta finalidad de la información que
expresamente destaca la norma -“que tenga relación con la planificación
de acciones de formación y capacitación profesional”- puede que
apacigüe el recelo empresarial en cuanto a suministrar datos de su
actividad.
Certificado de trabajo
421
Tiene dicho la jurisprudencia:
“Las certificaciones a que alude el art. 80, LCT, tienen una finalidad
diferente y no se reemplazan entre sí, pues el “certificado de trabajo”
le resulta de utilidad al trabajador para conseguir otro empleo, y se
confecciona en una hoja membretada del empleador y con la firma y
sello del responsable correspondiente, debiendo contener la
información que exige el artículo referido, mientras que la
“certificación de servicios y remuneraciones” tiene como objeto poder
gestionar y obtener un reconocimiento de servicios o un beneficio
previsional quedando luego archivada en la ANSeS y se confecciona
en un formulario especial (PS 6.2) el que también debe llevar la firma
de un responsable de la empresa y estar debidamente certificada ante
un banco, escribano, etc.” (CNTrab. Sala V, 23/02/2012, Cáceres,
Rolando Exequiel “Maximiliano vs. Máxima AFJP S.A. s.
Indemnización art. 80, LCT- Ley N° 25345; Boletín de Jurisprudencia
de la CNTrab.; RC J 3106/12).
422
Derivado de esta diferencia, el plazo prescriptivo también difiere.
Crédito horario
Concluyendo
423
como una mera expresión de anhelos supeditada a una inexistente,
hasta ahora, reglamentación.
Y desde una mirada más abarcativa, que excede del rédito que pudiere
reportar la mayor capacitación en cuanto a acceso y permanencia
dentro del mercado laboral, fundamentalmente destacar la ganancia
que significa el principio antropocéntrico de promoción del desarrollo
de la persona del trabajador.
Notas
424
Rubinzal Culzoni, 2011, pág. 593.
[3] OJEDA, ibídem, pág. 593.
[4] CSJN fallo 21/09/2004 “Aquino Isacio c/Cargo Servicios
Indsutriales SA s/Acc. Ley N° 9688.
TÍTULO III
CAPÍTULO I
Principios Generales
425
La formalización de contratos por plazo determinado en forma
sucesiva, que exceda de las exigencias previstas en el ap.b) de este
artículo, convierte al contrato en uno por tiempo indeterminado.
Generalidades
426
empleado el que, como se anticipó, por su sola voluntad y sin mayores
consecuencias puede en cualquier momento poner fin a la relación.
427
“Conforme a lo expuesto, la regulación de los contratos por tiempo
determinado, como excepción, está sujeta al cumplimiento de
requisitos formales y sustanciales. Deben existir circunstancias
objetivas que lo justifiquen y la prueba de la existencia de este tipo de
contratos recae sobre el empleador quien, como se ha venido
reiterando, en autos ha omitido la acreditación de este extremo de
hecho.” (0.0261943 || Agüero, Jonathan José vs. Bodegas Chandon
S.A. s. Despido/// 7ª Cám. Trab., Mendoza, Mendoza; 03/08/2015;
Rubinzal Online; 152128; RC J 6228/15).
428
indeclinable de la presencia del segundo recaudo sustancial referido a
la actividad.
Artículo 91 . Alcance.
429
lugar de propiciar planes para el empleo global, predica un traspaso de
empleo hacia puestos de trabajo temporales.
Artículo 92 . Prueba.
430
|| Sánchez vs. Heynen s. Cobro de pesos/// Cám. 3ª Lab. Sala 1, Paraná,
Entre Ríos; 04/02/1999; Dirección de Biblioteca y Jurisprudencia del
Poder Judicial de Entre Ríos; 4739; RC J 10908/09.
Artículo 92 bis .
431
3. El empleador debe registrar al trabajador que comienza su relación
laboral por el período de prueba. Caso contrario, sin perjuicio de las
consecuencias que se deriven de ese incumplimiento, se entenderá de
pleno derecho que ha renunciado a dicho período.
Generalidades. Concepto
432
profesionales), no tenía buena recepción doctrinaria ni
jurisprudencial[3].
433
favorable a la aplicación de la prueba en tales condiciones contraría la
garantía de estabilidad porque prolongaría en exceso el lapso
probatorio.
Vigencia
434
improcedente la indemnización por antigüedad reclamada.”
(0.118063 ||Salinas Vásquez, Rouse Marie Claudia s. Recurso de
casación en: Salinas Vásquez, Rouse Marie Claudia vs. High Trade
S.R.L. s. Despido///SCJ, Mendoza; 17/09/2012; Rubinzal Online;
100881; RC J 9366/12).
Despido discriminatorio
435
La posibilidad brindada al empleador del distracto sin expresión de
causa y sin consecuencia indemnizatoria durante este período
obviamente no incluye supuestos de despido discriminatorio, pues allí
se estaría convalidando claramente un abuso del derecho.
Declaraciones, convenciones y pactos internacionales referidos por
nuestra CN en su art. 75, inc. 22 orientan la mayoría de la
jurisprudencia hacia la preeminencia del principio de estabilidad por
sobre este lapso de carencia.
436
S.R.L. s. Despido///CNTrab. Sala IX; 02/07/2015; Rubinzal Online;
63550/2012; RC J 5228/15).
437
“La indemnización por fallecimiento del dependiente es autónoma, al
punto tal que ha sido incluída en el capítulo VI (con un único artículo,
el 248) en el Título XII de la LCT denominado “De la extinción del
contrato de trabajo” y, por lo tanto, resulta procedente aun cuando el
deceso se produzca durante el período de prueba” (CNAT, Sala VII,
26/09/07 “Lemos, Fortunata c. Unión Argentina de Limpiadores SRL).
438
aportes y las contribuciones efectuadas. Los aportes y contribuciones
para la obra social será la que corresponda a un trabajador, de tiempo
completo de la categoría en que se desempeña el trabajador.
Concepto. Generalidades
439
La originaria inclusión en 1995 (Ley N° 24.465) del art. 92 ter a la LCT
fue reformada por la Ley N° 26.474 de enero de 2009, definiéndolo a
base de la porción de jornada habitual que abarca, esto es, las dos
terceras partes, tanto de horas al día (part time horizontal), o a la
semana (part time vertical). No debe confundirse en este sentido, el
concepto de jornada habitual de la actividad con el de la jornada legal
que es la que establece la Ley N° 11.544. En este sentido, podría
convencionalmente para una actividad determinada existir una
jornada inferior a la legal y allí esa será la habitual de la actividad, lo
que no aplica a los convenios de empresa como especie dentro del
género: actividad.
440
El régimen remuneratorio surge de la proporción normativa, que
alude a la que le corresponde a un trabajador por jornada completa de
la misma categoría o puesto de trabajo.
Cotizaciones y prestaciones
441
El artículo en estudio no deja margen para otra solución cuando la
reducción supere las 2/3, que no sea la de considerar la remuneración
de jornada completa, con lo cual la jornada reducida del art. 198
quedaría desarticulada, conservando en teoría vigencia para un
ámbito limitado a aquellas jornadas inferiores a los dos tercios.
Pluriempleo
442
Es lo que sucede en aquellos supuestos de contratos de colaboración
empresaria, esto es, empresas vinculadas por sus integraciones
accionarias, intereses comunes o meras necesidades estructurales
que utilizan para todas sus actividades de un mismo trabajador para
prestar servicios en un mismo horario, con una misma conducción y
que se ha pretendido encuadrar como un caso de pluriempleo
recurriéndose a la formalización de contratos a tiempo parcial,
distribuyendo la jornada en función de los diversos productos o
servicios comercializados por las empresas del grupo.
443
“Cuando el trabajo para el grupo económico se confunde en una
misma tarea, que en el caso de la actora era la promoción y venta de
los productos financieros comercializados por las accionadas
(Consolidar AFJP SA, Consolidar ART SA, Consolidar Seguros de
Retiro SA), para lo cual se suscribieron contratos independientes para
cada empresa, pretendiendo encuadrar la relación en el art. 92 ter,
LCT, no se da una verdadera situación de pluriempleo, sino más bien
una prestación de tareas a favor de un mismo grupo económico en
fraude a la ley laboral (art. 31, LCT). En el caso concreto, la demandada
se limitó a sumar productos a comercializar por los trabajadores que
se desempeñaban para la primera empresa”. (0.0181818 || Fortuna,
Olga vs. Consolidar AFJP y otros s. Diferencia de salarios /// CNTrab.
Sala I; 12/09/2002; Boletín de Jurisprudencia de la CNTrab.; RC J
844/07).
Notas
444
S.R.L. y/o quien resulte responsable s. Cobro de pesos/// Cám. Apel.
Sala II Laboral, Gualeguaychú, Entre Ríos; 10/04/2018; Rubinzal
Online; RC J 4196/18).
[2] Art.76. (Texto según ley 6244, art. 1). Carga de la prueba. En los
juicios donde se controvierta el plazo del contrato de trabajo, el
monto o el cobro de salarios, sueldos u otras formas de remuneración,
la carga de la prueba respecto a esos puntos de la “litis”,
corresponderá a la parte demandada.
En caso de prueba insuficiente, el juez podrá por decisión fundada,
determinar el monto de acuerdo a las circunstancias del caso y
conforme a las disposiciones legales, estatutarias y convencionales
propias o análogas.
[3] Plenario CNAT “Salaberry c/Casa Voss”, 3/06/1952.
[4] Plá Rodríguez y Cabanellas, citados en Grisolía, Tratado de
Derecho del Trabajo, T.II, Bs.As., Abeledo Perrot, 1º ed., 2013,
pág.1184.
[5] Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
art. II Bogotá 1948; Convención Americana sobre Derechos
Humanos-Pacto de San José de Costa Rica-, art.24; Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, art.10
ap2; Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer, art.11 inc.c).
[6] (0.0502222 ||Fritz, Leonardo David vs. Envases del Plata S.A. y otro
s. Despido///CNTrab. Sala IX; 16/07/2015; Rubinzal Online;
46928/2012; RC J 5699/15).
[7] Art.1 del Convenio 175, Trabajo a tiempo parcial, año 1994, no
ratificado por Argentina.
[8] “Si se demuestra que no se trató de un “contrato a tiempo parcial”,
pues el trabajo más allá de la jornada legal constituía una práctica
habitual y no extraordinaria, entonces sólo corresponde sean pagadas
con el recargo que fija el art. 201, LCT, aquéllas horas que excedan la
jornada legal (conf. Ley N° 11544). Criterio este último que predomina
a partir del Acuerdo Plenario N° 226 y por el cual no corresponde
considerar como trabajo extra, el prestado por encima del límite que
el trabajador haya convenido con el empleador en el marco de la
relación individual que los une.” 0.00071528 || Rodríguez, Jorge vs.
Artes Gráficas Rioplatenses S.A. s. Despido /// CNTrab. Sala VII;
30/06/2003; Boletín de Jurisprudencia de la CNTrab.; RC J 3203/07.
[9] Machado, J. en comentario al art.92 ter en LCT coordinado por
R.Ojeda, t.II, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, pág.74.
[10] Livellara en Revista de Derecho Laboral 2009-2, Santa Fe,
Rubinzal-Culzoni, pág.73
445
CAPÍTULO II
Artículo 93 . Duración.
446
Este aspecto “objetivo” o condición de fondo que rige la forma
emparenta íntimamente al contrato de plazo fijo con el contrato
eventual contemplado por el art. 99° de la LCT (redacción art. 68° Ley
N° 24.013), diferenciándose radicalmente ambos institutos en la
posibilidad de prever de antemano la duración de la contingencia o
tarea o actividad que ameriten apartarse de la prevalencia del
contrato de trabajo por tiempo indeterminado.
447
Se impone destacar que el plazo de duración puede duplicarse para el
caso de que el trabajador contratado tenga capacidades diferentes, ello
de conformidad a lo normado por el art. 42° de la Ley N° 24.013, de
acuerdo a Ley N° 22.431 y decreto 2725/91.
448
a través de indemnizaciones tal el caso del “preaviso” establecido por
los arts. 231 a 239 de la LCT.
449
Artículo 95 . Despido antes del vencimiento del plazo. Indemnización
450
cuantificación, pero atenuada conforme las particularidades del
vínculo (art. 250).
451
Del párrafo tercero del art. 95 de la LCT se desprende que la
indemnización resultante del régimen común y la indemnización
sustitutiva de preaviso establecida en el art. 232 y siguientes de la LCT
se excluyen recíprocamente por cuanto si el término faltante para la
finalización del contrato fuera igual o superior al que hubiese
correspondido al preaviso omitido el reconocimiento de la
indemnización por daño suplirá al que corresponde por dicha omisión.
452
Fernández Madrid; “Tratado…”, T I, N° 7.6.9.; pág. 780/782) La forma
de contratación a plazo fijo asegura al trabajador el goce de una
retribución determinada durante el período de prestación de servicio
en el tiempo estipulado en el contrato, causando la disolución del
vínculo laboral por el empleador, en forma anticipada, una
perturbación económica. Que el perjuicio presumible -si no se prueba
el real- queda librado a la amplia apreciación judicial, la que jugará en
función de las circunstancias especiales de cada caso (cfr. “Czsch,
Alejandro c. Siemens Schuckert SA” Plenario N° 8, Cámara de
Apelaciones del Trabajo de la Capital, del 11/7/50, publicado en
“Derecho del Trabajo”, Ed. La Ley, 1950, pág. 471)”.
453
CAPÍTULO III
Artículo 96 . Caracterización.
454
La permanencia refiere al vínculo en relación a su proyección
temporal de conformidad a los arts. 10 y 90 de la LCT, estando en
presencia de un contrato de trabajo por tiempo indeterminado que no
se extingue al finalizar la temporada sino que entra una la fase de
receso o suspensiva de algunos de sus efectos (cese del débito laboral
y de la correlativa obligación del pago de las remuneraciones,
subsistiendo los demás deberes contractuales tanto activos como
pasivos de las partes compatibles con la modalidad).
455
en dichos períodos -no un mero aumento transitorio o excepcional de
la actividad-. Como corolario de lo expuesto, en la variable atípica van
a coexistir en un establecimiento trabajadores permanentes
continuos y trabajadores de temporada.
Jurisprudencia:
STJ Entre Ríos, Sala Laboral; “Fernández, Claudia Silvina c. Alegis SRL
y otros- Recurso Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 5269, L.A.S.
19/04/18. “… Sabido es que, el contrato de temporada puede ser típico
o atípico. El primero se cumple en una época del año y guarda estricta
relación con la organización empresaria; mientras que el segundo,
sucede cuando la actividad empresaria es, continúa pero en
determinadas épocas del año la mayor demanda, volumen de los
negocios, afluencia de clientes, exige la incorporación de personal,
coexistiendo de ese modo un plantel de personal que presta servicios
durante todo el año y ligado al empleador por un contrato de trabajo
común y otro que lo hace durante sólo una época y que tiene
formalizado por ello un contrato de trabajo de temporada”.
456
CNAT, Fallo Plenario 34 (B), 24/07/56, “Acuña, Alejandro c.
Frigorífico La Negra SAIC s. Despido”, LL 83-619. “En los contratos
típicos de temporada- actuación en establecimientos donde se
realizan actividades total y exclusivamente en determinadas épocas
del año-la prolongación del período real de actividad no implica una
modificación en el carácter de la relación; en cambio cuando en los
contratos de temporada realizados en establecimientos cuya
actividad es continua, se conviene un aviso previo a la terminación de
la temporada, el hecho de que se curse con posterioridad al
vencimiento del límite máximo establecido para su finalización- sin
mediar oportuna reclamación del empleado-asigna al contrato
carácter de permanente y continuo”.
457
previsto en el art. 95 de la LCT para los supuestos de denuncia
anticipada del contrato de trabajo a plazo fijo.
458
Por ejemplo, las vacaciones deben abonarse al finalizar la temporada
con arreglo a lo establecido en el art. 163 de la LCT sin perjuicio del
artículo 153 de la LCT. Igual solución se sigue en materia de aguinaldo,
el cual debe pagarse de conformidad a lo establecido en el art. 123 de
la LCT al finalizar la temporada, pese a que stricto sensu no se ha
extinguido el vínculo.
Jurisprudencia:
STJ Entre Ríos, Sala Laboral; “Paiva, Elena c. Nobel SA- Recurso de
Inaplicabilidad de Ley”, Expte. N° 4425, L.A.S. 02/06/15. “… la
ponderación que efectúa el “ad quem” sobre qué debe entenderse por
“tiempo efectivamente trabajado” (art. 18 LCT) para calcular los
rubros procedentes, no es infundada, dado que partiendo de criterios
doctrinarios …, procede a computar “… no sólo los días trabajados en
sentido material sino también el lapso durante el cual la trabajadora
estuvo a disposición de la demandada mientras el período de zafra
estuvo vigente…”. Esta postura sentada por los sentenciantes es
concordante con la doctrina que, en forma pacífica, afirma que en el
trabajo de temporada, se computa como antigüedad el tiempo
laborado durante los períodos de actividad de la explotación,
excluyendo los períodos de receso”.
459
STJ Entre Ríos, Sala Laboral; “Pérez, Rodolfo Hugo c. Corporación
Entrerriana del Citrus SEMICP- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”,
L.A.S. 02/12/92. “Entrando ahora a determinar el monto al cual se ha
hecho acreedor el actor, por los daños y perjuicios sufridos por no
haber sido incorporado al trabajo- arts. 95, 97 y 98 de la LCT-debe
destacarse que no ha habido por parte del accionante prueba alguna
que los señale; debe entonces establecerse por el Tribunal en forma
prudencial por la ruptura anticipada del contrato -art. 95 de la LCT-.
En ese sentido, tal como lo expresa Vázquez Vialard, Derecho del
Trabajo y Seguridad Social, t. I, p. 433, el monto indemnizatorio no
podrá ser en ningún caso menor de un mes- que correspondería por
falta de preaviso”.
STJ Entre Ríos, Sala Laboral, “Micucci, Carlos Vicente c. Citrícola Ayuí
SA- Recurso de Inaplicabilidad de Ley”, L.A.S. 28/05/91. “Si el
empleador despide al dependiente durante el receso, viola la
obligación de preavisar que surge del art. 97, es decir, viola una
obligación en especie (declarar el despido con el correspondiente
preaviso), porque las obligaciones deben cumplirse teniendo en
460
cuenta aquellas diligencias que exigiere la naturaleza de la obligación
y que correspondieren a las circunstancias ... del tiempo y del lugar
(art. 512 del C. Civil), razón por la cual debe resarcir el daño causado
(imposibilidad de contar con una licencia para la búsqueda de un
nuevo empleo), resarcimiento que de ser equiparado a la
indemnización por falta de preaviso (arts. 231 y 233 LCT y art. 519 del
C. Civil)”.
Con una antelación no menor a treinta (30) días respecto del inicio de
cada temporada, el empleador deberá notificar en forma personal o
por medios públicos idóneos a los trabajadores de su voluntad de
reiterar la relación o contrato en los términos del ciclo anterior. El
461
trabajador deberá manifestar su decisión de continuar o no la relación
laboral en un plazo de cinco (5) días de notificado, sea por escrito o
presentándose ante el empleador. En caso que el empleador no
cursara la notificación a que se hace referencia en el párrafo anterior,
se considerará que rescinde unilateralmente el contrato y, por lo
tanto, responderá por las consecuencias de la extinción del mismo.
462
Civil y Comercial, siendo por ello una carga del trabajador actualizar
su domicilio frente al empleador.
Encontramos así una excepción a la regla de los arts. 10, 58, 240 y 244
de la LCT respecto a la interpretación que cabe otorgarle al silencio
del trabajador, porque la norma expresamente le exige un
pronunciamiento positivo, y aunque no establece una consecuencia
ante la falta de manifestación de la voluntad continuista, la situación
463
es asimilable a una renuncia tácita por un comportamiento inequívoco
conforme última parte del art, 58 de la LCT.
Jurisprudencia:
CSJ Santa Fe, “Petroli, Luis Oscar c. Buyatti SAIC- Laboral s. Recurso
de Inconstitucionalidad”, LAS 18/12/12, AyS T 247 p. 348-354; Zeus
online. “El razonamiento de la Cámara no puede ser convalidado
desde la óptica constitucional, desde que se asienta sobre una
inversión de los deberes que la ley estatuye para el régimen de los
contratos de trabajo por temporada, en cuanto recaía en cabeza de la
empleadora comunicar el inicio de la temporada o en su caso, que ésta
no iba a comenzar por razones de fuerza mayor o que lo haría luego.
Ello así, pues ni la ley ni una exegética posible o razonable de ella exige
al trabajador ante la falta de comunicación del inicio de temporada,
intimar al empleador a fin de que se aclare su situación laboral o exigir
una dación de trabajo. Tal interpretación resulta arbitraria y
desnaturalizadora de los fines que estatuye el artículo 98 de la Ley de
464
Contrato de Trabajo a punto tal de tornarla inoperante, por lo que
corresponde la descalificación de la sentencia impugnada al no
resultar una derivación razonada del derecho vigente”.
CAPÍTULO IV
465
Del Contrato de Trabajo Eventual
Artículo 99 . Caracterización.
466
La otra característica del contrato de trabajo eventual es la
indeterminación de su plazo, está sujeto a condición, no a término,
pues sino estaríamos frente a un contrato a plazo fijo.
467
Volviendo a la legislación vigente, el actual art. 99 plantea dos
supuestos diferentes en relación a las razones que puede dar origen al
contrato eventual:
468
“En los casos que el contrato tenga por objeto atender exigencias
extraordinarias del mercado, deberá estarse a lo siguiente:
469
Transfármaco S.A. y Ot.”). Esta prueba pesa sobre el empleador según
lo establecen en forma expresa e indubitable los arts. 92 y 99 de la
LCT, creando de esta forma una presunción iuris tantum de que el
contrato es por tiempo indefinido, acorde con el principio general
establecido en el art. 90. La prueba del empleador que alegue que
existió “eventualidad”, debe demostrar de forma fehaciente y
evacuando toda duda que la contratación del trabajador en forma
“eventual” respondía a motivos objetivos y reales que justificaban una
contratación a plazo y no por tiempo indeterminado (conf. SERRANO
ALOU, S., “La eventualidad es una excepción de aplicación
restringida”, LLLitoral 2009 (agosto),735).” “DOMINGUEZ, Miguel
Ángel c/ PESCAPUERTA ARGENTINA S.A. s/ cobro de pesos e indem.
de ley” sentencia del 30/09/2014 de la Cámara de Apelaciones de
Puerto Madryn, Chubut, voto del Dr. Fiordelisi.
470
estuviera claramente determinada, como en el caso de una licencia
por vacaciones, la figura a utilizar sería la del contrato a plazo fijo.
471
Los beneficios provenientes de esta ley se aplicarán a los trabajadores
eventuales, en tanto resulten compatibles con la índole de la relación
y reúnan los requisitos a que se condiciona la adquisición del derecho
a los mismos.
472
CAPÍTULO V
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Los trabajadores incorporados por el empleador para colaborar con el
grupo o equipo, no participarán del salario común y correrán por
cuenta de aquél.
La facultad para elegir a los integrantes del grupo queda en manos del
jefe de equipo, así como el reemplazo de los mismos; sin embargo, la
norma prevé la posibilidad de que el empleador incorpore
trabajadores a esta nómina.
474
Asimismo, es el jefe de equipo quien acuerda con el empleador el
monto de la remuneración y, si se pacta que se abona en forma
colectiva, será el encargado de determinar cómo se distribuye. Sin
embargo, ello no exime al empleador de pagar de forma individual,
personal y directa, en cumplimiento de las previsiones de los arts. 74,
124 y 129 de la LCT. Si, por el contrario, pagase al jefe de equipo,
deberá asegurarse que llegue correctamente el salario a los
trabajadores. En el caso de los trabajadores incorporados por el
empleador, no participan del salario colectivo.
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Artículo 102 . Trabajo prestado por integrantes de una sociedad.
Equiparación. Condiciones.
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