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Identidad
A partir de la unidad cuerpo-espíritu descubrimos que ser persona humana equivale a
ser persona sexuada, varón o mujer, dato que se ve en lo exterior pero que es
expresión de la integridad. Al ser corpóreos somos sexuados, persona mujer o
persona varón desde el momento en que se unieron el espermatozoide y el óvulo de
nuestros padres. A partir de entonces tenemos cromosomas XX (mujer) o XY
(varón) en todas nuestras células.
En este caso la misma configuración del ADN, así como todos los demás rasgos
sexuales primarios (los órganos genitales) y secundarios (pelo, forma general del
cuerpo, voz, piel, etc.) son un «afuera» que expresa en forma absolutamente clara
una caracterización interior, esto es, del espíritu.
Se es mujer o varón en todo momento: ninguno deja (ni puede dejar) de «ser varón»
o «ser mujer» para impartir su clase, por ejemplo, como si fuera un «saco» que se
usa sólo en ocasiones1.
En este sentido, el cuerpo de cada uno también influye en nuestro interior, y en el
modo en el cual podemos desarrollarnos. Por ello, no es lo mismo imaginarnos
caminando por la playa de la mano de nuestra novia, esa sensación agradable dejaría
de estar si ahora nos imaginamos la misma escena pero la mano corresponde a la de
una persona que nos desagrada mucho. Por más que la mano sea igual de agradable al
tacto, no tiene el mismo significado. El cuerpo refleja un interior, y por ello, nuestro
cuerpo depende de nosotros para tener sentido y para tener significación. Lo
agradable o desagradable, de la mano del “otro”, depende de saber de quién es.
En este sentido, cuando Miguel advierte el tema de “usar” el cuerpo un rato, lo que
critica esa actitud que instrumentaliza al cuerpo y lo trata sin el trasfondo de la
identidad de la otra persona, y también de sí mismo. Es importante advertir que no
estamos hablando de relaciones sexuales solamente, sino que intentamos
comprender la relación cuerpo-espíritu en todos sus aspectos.
C. Cuerpo y sexualidad
Finalmente, todo el desarrollo debe conducir a entender que no todo lo que se haga
con el cuerpo responde a lo que es la sexualidad. En el libro del alumno lo hemos
ejemplificado comparándolo con la otra llamada «necesidad humana básica»: el
comer, y en contraposición con un mundo que invita en muchos casos al desprecio del
propio cuerpo y al de los demás.
D. Cuerpo y adolescencia
Es importante destacar que la llegada al amor verdadero parte necesariamente de la
comprensión cabal de este primer concepto, que en el adolescente se vincula con la
elaboración de una nueva imagen corporal y el concepto de sí mismo que se vaya
gestando: si reconoce la riqueza de «ser» él mismo, con su cuerpo tal y como es (que
de alguna manera le ha sido dado), gran parte del proceso de su identidad madura