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DPCC- 1RO SECUNDARIA

El cuerpo, parte esencial de la persona.


Propósito: Que comprenda la unidad existente entre el cuerpo y espíritu de las
personas y sus consecuencias en la vida de las personas, especialmente en el ámbito de
lo sexual

A. Lo interior y lo exterior: unidad de cuerpo y espíritu


¿Qué quiere decir que conocemos a alguien? ¿Realmente
conocemos al vecino que lo tenemos simplemente de vista,
o de ir al mismo mercado o de esperar a la misma hora el
autobús?; ¿se lo conoce realmente por ver su aspecto
exterior muchas veces? Por el contrario, cuando uno
tiene un amigo que conoció por correo –hoy día sobre todo
correo electrónico– pero nunca tuvo la oportunidad de
conocerle en persona, ¿le conoce realmente? Por ello, si
alguien conoce a otro físicamente pero no ha tenido trato
con esa persona se dice habitualmente que «conoce a
fulano pero sólo de vista». A la inversa, si se conoce su
pensamiento a través de cartas, ello no quiere decir que realmente se conoce a esa
persona en el sentido más profundo y auténtico de la palabra. Conocer a alguien, por
tanto, es una tarea que abarca tanto su exterior como su interior, su cuerpo y su
espíritu.
Preguntar también:
¿Alguien ha conocido a una persona por internet?
¿lo han encontrado personalmente luego? ¿Existen verdaderas sorpresas?

Dicho de otro modo: todos tenemos exterioridad e interioridad.


Ambas partes siempre juntas, espíritu y cuerpo, son la persona humana. Somos
unidad, totalmente inseparables: yo y mi cuerpo, mi cuerpo y yo. Así como yo soy
importante, así es importante también mi cuerpo. Nuestro cuerpo es tan bueno y
valioso como nosotros mismos.
Por eso no somos prisioneros de un cuerpo ni «tenemos» cuerpo, como si éste fuera una
cosa que se poseyera como se posee un reloj o un auto: somos corpóreos y somos
espirituales. Ninguna de las dos partes es un agregado. Además tampoco se debe tomar
al cuerpo como la causa de todos los males o la representación de la maldad en el
mundo, tal como brotaba de la concepción de una corriente de pensamiento llamada
maniqueísmo, originada en los primeros siglos de nuestra era y que es claramente
errónea.

B. Relación con la sexualidad


De aquí podemos extraer conceptos fundamentales para entender la sexualidad,
sobre todo en la línea de la identidad, la comunicación y la responsabilidad:
DPCC- 1RO SECUNDARIA

Identidad
A partir de la unidad cuerpo-espíritu descubrimos que ser persona humana equivale a
ser persona sexuada, varón o mujer, dato que se ve en lo exterior pero que es
expresión de la integridad. Al ser corpóreos somos sexuados, persona mujer o
persona varón desde el momento en que se unieron el espermatozoide y el óvulo de
nuestros padres. A partir de entonces tenemos cromosomas XX (mujer) o XY
(varón) en todas nuestras células.
En este caso la misma configuración del ADN, así como todos los demás rasgos
sexuales primarios (los órganos genitales) y secundarios (pelo, forma general del
cuerpo, voz, piel, etc.) son un «afuera» que expresa en forma absolutamente clara
una caracterización interior, esto es, del espíritu.
Se es mujer o varón en todo momento: ninguno deja (ni puede dejar) de «ser varón»
o «ser mujer» para impartir su clase, por ejemplo, como si fuera un «saco» que se
usa sólo en ocasiones1.
En este sentido, el cuerpo de cada uno también influye en nuestro interior, y en el
modo en el cual podemos desarrollarnos. Por ello, no es lo mismo imaginarnos
caminando por la playa de la mano de nuestra novia, esa sensación agradable dejaría
de estar si ahora nos imaginamos la misma escena pero la mano corresponde a la de
una persona que nos desagrada mucho. Por más que la mano sea igual de agradable al
tacto, no tiene el mismo significado. El cuerpo refleja un interior, y por ello, nuestro
cuerpo depende de nosotros para tener sentido y para tener significación. Lo
agradable o desagradable, de la mano del “otro”, depende de saber de quién es.
En este sentido, cuando Miguel advierte el tema de “usar” el cuerpo un rato, lo que
critica esa actitud que instrumentaliza al cuerpo y lo trata sin el trasfondo de la
identidad de la otra persona, y también de sí mismo. Es importante advertir que no
estamos hablando de relaciones sexuales solamente, sino que intentamos
comprender la relación cuerpo-espíritu en todos sus aspectos.

C. Cuerpo y sexualidad
Finalmente, todo el desarrollo debe conducir a entender que no todo lo que se haga
con el cuerpo responde a lo que es la sexualidad. En el libro del alumno lo hemos
ejemplificado comparándolo con la otra llamada «necesidad humana básica»: el
comer, y en contraposición con un mundo que invita en muchos casos al desprecio del
propio cuerpo y al de los demás.

D. Cuerpo y adolescencia
Es importante destacar que la llegada al amor verdadero parte necesariamente de la
comprensión cabal de este primer concepto, que en el adolescente se vincula con la
elaboración de una nueva imagen corporal y el concepto de sí mismo que se vaya
gestando: si reconoce la riqueza de «ser» él mismo, con su cuerpo tal y como es (que
de alguna manera le ha sido dado), gran parte del proceso de su identidad madura

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