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Gerardo Diego Segunda Antologia de Sus Versos 1941 1967doc 4 PDF Free
Gerardo Diego Segunda Antologia de Sus Versos 1941 1967doc 4 PDF Free
(1941-1967)
Madrid, 1967
3ª Edición, 1977
PRÓLOGO
Son, pues, veintisiete años largos —escribo este prólogo en junio— los que
abarca esta Segunda Antología, período aún mayor que el de la otra y en conjunto
de producción más activa. Por eso esta selección tiene que ser en justicia más
extensa. Y sin embargo los libros representados no lo están en conjunto tan
suficientemente porque he tenido que someterme a las normas de extensión
máxima que muy lógicas razones editoriales marcan. Esta vez calculo que lo aquí
incluido no excederá de la quinta parte de lo impreso en mis libros, con algunas
muestras de los aún no aparecidos. Por lo cual acaricio la idea —sobre todo por lo
que entraña de sentirme joven y dispuesto a seguir hasta que Dios quiera— de
preparar dentro de algunos años una tercera antología, en la cual vuelva a espigar
de los libros de esta segunda no pocos poemas que no son ni peores ni mejores
pero sí tan míos como los que el lector puede encontrar aquí. Ha sido casi el azar el
que ha dispuesto sacrificar a unos y salvar a otros, ya que no había cabida para
todos.
Y sin embargo mi poesía —lo reconozco— es desigual, más desigual de
calidad o de logro y hasta de intención o ambición que lo es la de otros poetas, mis
rigurosos contemporáneos y queridos amigos. Tratar de disculpar esta excesiva
benevolencia para con mis hijos del espíritu me llevaría muy lejos, y me he
propuesto que estas páginas sean las menos posibles.
1967
SORIA
(1941-1947)
1
ROMANCE DE SAN SATURIO
A Epifanio Ridruejo
ofreciéndome al castillo
esgrima y hortelanía
primoroso y diminuto
Acaso yo catedrático,
benjamín de un Instituto,
y en mi soledad erraba
reminiscencias, murmullos,
mi joya codiciadera.
si yo robarte pudiera,
A la trilla, trilladores,
y vuela la tolvanera
A la trilla, trilladores,
y es ya amarilla Castilla.
A la trilla.
Trilladoras, a la trilla,
en carros de emperadoras
vencedoras,
A la trilla, trilladoras.
Que pise firme el caballo,
A la trilla, trilladores.
a tostarse en su parrilla.
Trilladoras, a la trilla.
A la trilla.
4
BALADA DEL DUERO INFANTE
Ya se cansa, se remansa.
El infante va contento,
Ya de quejas de molinos
todavía la inocencia
Tordesillas y Zamora.
recostada
en la arista tajadora
el águila planeadora.
diamantina,
Desabrocha tu sonoro
coselete.
transfigura
y enajena.
criatura
y sollozos
y soledades de estrellas.
Medinaceli soñada,
tan despierta;
de mozárabe relumbre.
azules de ejecutorias
cuarterones, balaustres
contraventanas; azules,
y mi corazón resume
tu mirada amorosa.
variada corteza,
te ha salido al encuentro.
La esquina de la plaza
8
ANHELO BIEN POBLADO
Exactamente yo me llamo
y guardar en la lengua
la solución la absolución
completa
11
ESOS PASOS
A Leopoldo Panero
en relieve de protagonista
en tu dialecto natural
y gritaste «Adán
levántate y habla»
austral de fe
orientioccidental de amor
el eterno retorno
al cisne voracísimo
en tu dialecto sobrenatural
A Victoriano Crémor
Sobreviene es seguro
el vigilante nocturno
el sueño desmoronen
es que se ha comprobado
A Carlos Bousoño
y una mano
y un pandero de mono
A José Hierro
se la encontraron muerta
En el suelo olvidados
el horizonte inmenso
su conductora alcantarilla
La muerte es la extensión
a la puerta de salida
se adelanta y se arruga
ya ni siquiera días
Un susto de bujía
El cielo se serena
jaculatorias y conjugaciones
El mundo se envenena
Y de la media de la abuela
El cielo se enrojece
El cielo se aceituna
y el cocotero de Puertopobre
El mundo se espanta
perder el equilibrio
y crecer es la muerte
y yo lo había visto
No decimos no sentimos
nosunos y vosotros
sino nosotros
hasta la totalía
El universo
25
DICEN QUE YA ESTOY MADURO
y en no sé qué de mi voz.
Pero a mí ya no me importa
y de pistilos concéntricos,
el sosiego de lo eterno.
27
NO ESTÁ EL AIRE PROPICIO
29
EL SANTIAGUERO
por la calzada?
soy santiaguero.
Yo miro al cielo,
Va la luna conmigo
descalza. Y sigo.
por la cañada,
hormiga en el sendero
del hormiguero?
—Voy al final del mundo
que ya se acaba:
canjilón de la noria
y alba de gloria.
el peregrino,
por la montaña?
y al agua meiga
y al ángel avutarda
que ya no guarda.
soñando vienes?
No me acuerdo de dónde
soñando vine.
ya no me pierdo.
resucitando.
30
LOS ÁNGELES NOCTURNOS
Canto III
Escombros se derrumban.
relámpago de tierra.
huracanado vuela.
suplicios de corneta.
El cráneo de la roca
La vertical erecta
Ésta es la sonrisa
toda profecía,
El secreto a voces
Ésta es la sonrisa
la santa sofía
La sonrisa sabe,
la sonrisa alumbra,
la sonrisa pace
hierbas de ventura.
La sonrisa es brisa,
onda en mi bandera,
velando la piedra.
Velando la piedra,
un velo de joya,
oriente purísimo
Besa mi mejilla
la sonrisa leda.
Bésame, sonrisa,
cuando yo me muera.
36
ÁNGEL DE ROCÍO
La yacente ya se incorpora,
se despereza, se desnuda.
en tu inconsútil paraíso?
celestialmente repetido.
37
BAUTIZO Y BRINDIS
GERARDO DIEGO
y a horcajadas en la tapia
cultivan la helioterapía
y tú que a él te precipitas,
revolviendo el terremoto
en tu frente el desvarío.
Si no cabe ni una aguja
al hilo de la rendija.
a latigazos de arterias
y corazones en vilo,
quiero cantar el radiante
apogeo de tu estilo.
Lisboa
Es el comienzo. Es el alfa.
(Recuerdo de «Bombita»)
Angustias su avemaria.)
Constelados, desnudos,
el trémulo secreto
La rítmica de un polo
Ya retumba y resuena
Y asaltando la cerca,
el mozuelo se acerca.
Enfrente el diosecillo
el doncel le adelanta
el bético horizonte
Y la vida se centra
La faena concluye
En la diestra, la espada;
el héroe se acompasa
Ni la redonda plaza,
ni el rumbo ni la hora.
y se hinchan y enfierecen
fatalidad de cumbre.
eléctrico y compacto.
y su horrenda membrana
y —pendular trofeo—
ceden, se bambolean.
combado en desafío.
Y el soberbio,- en su foso,
a su propia grandeza se derrumba.
Al serenado cielo
de la hidra de Tauro.
y la heredad de un hijo.
la flor de la maravilla
y se encierra en su semilla.
columnas de un monumento.
No se deshaga en romances.
Y la torera cintura
No se pierde ni un rubí.
(«Cagancho»)
Mira tú si no es locura.
ciñéndose el serpentín
de algodón de faraones
perfumado de Coty.
es la morena Judit
Cleopatra la barí,
meridiano de nariz.
le inspiró Gitanjalí.
y de la Arabia feliz,
paraíso de profetas
el fandango de candil.
mazurkas de Borodin.
no se suelen repetir.
Son las cuatro de la tarde
El último convidado
o se ha muerto un serafín.
55
TORERO MEXICANO
y su novedad de léxico.
cañamazo y alfabeto,
de cismático bautismo
y defendido secreto.
y le cristiana y le inscribe
ya se estira y se apersona,
y se estiliza altanero.
la de Rodolfo Gaona.
y su larga y su verónica,
su tercio de banderillas,
de la sagrada gaonera.
de pirámide o teocali.
de facetas espinosas.
su sangre, si no se cruza,
«veni-vidi-vici» Arruza?
56
CAMBIO A MULETA PLEGADA
A Antonio «Bienvenida»
A Vicente Pastor
Y se estremece Cascorro
Iniciar un natural
recreándose en el torno
(Final)
de tu vida y mi vida
en tu hora meridiana,
un nido de dolores,
de bendiciones y buenaventuras.
Paseo de cuadrillas
y fecunda y diversa,
ritual y repertorio,
Si algún aficionado,
yo compasivo intentaría-
Pero ¿cómo cantarle el solo alarde
y él se planta en el quiebro
de jazmines y espliegos
bordada en iniciales,
Al rodar en resaca,
de indeleble hermosura:
en el aire dibujada.
resaca de bajamar.
61
LA COGIDA
y un valiente palidece.
De la tragedia y su lastre,
65
CREER
quiero creer.
y en agua me bauticé
Quiero creer.
Quiero creer.
Limpia mis ojos cansados,
y oscurécemelos bien.
Quiero creer.
y abandono de mi ser.
Quiero creer.
Quiero creer.
y la tenía María.
humillación, tempestades
La razón no es corazón,
sumidos ya en Tordesillas.
El corazón no se parte
como la mente o la vida,
en el pozo o la cocina.
El corazón se da entero.
Entero lo da María.
María contemplativa
y redundando de aromas
Al R. P. Ramón Cué
II
la mensajera, la revoladora,
el Presente.
Nada hay más absoluto que este amor que nos une.
Primera Comunión.
Yo, niño.
Tú, Niño.
góticos paraísos,
Te sentía quemándome
fundirte derretido.
Desmayaba de amores.
Eterna es la pureza,
en mi pecho.
y orfebre de mí mismo,
abrírteme en custodia
que te aloja.
canta.
Canta, mi Melodía,
cantemos al unísono
que yo te sigo.
Arpégiame, transpórtame.
tu arrullo.)
Sacramento Santísimo,
en surtidor de ocio
Transfigúrame.
Señor, transfigúrame.
puede transfigurarse.
huérfanos pajarillos.
hiérelos, acribíllalos,
dibújate en su alma
y cumplirse en sí misma,
Y al violento homicida
al desagradecido.
74
PRELUDIO, ARIA Y CODA A GABRIEL FAURÉ
Ya en el tapiz se hunde,
ya entumeciendo el ala
y suavísima musa
Instante de prodigio.
y en coloquio celeste
se esquiva, se gradúa,
purifica y acendra,
Pálido el infinito
cabe en la noche mágica del piano;
Y ciega va la mano
75
GESTO
buscando el cielo,
la patria santa.
Sube el abeto
lleno de gracia.
en la aureola
que yo quería.
«Ave María,
gratia plena.»
78
MI GUERRA
es la guerra de Granada
sobresaltos, fantasía,
y de la música celos.
y tú demasiado humana,
a Europa y su congoja?
y es un vuelo de desengaños
y un cautiverio de renuncias.
si no es un broche de esmalte,
De oro
De plata
De cobre
Te lo daré de azabache.
Préndetelo en la memoria
sin gloria
tus versos.
XXI
LA LUNA EN EL DESIERTO
Y OTROS POEMAS
(1942-1948)
86
LA LUNA EN EL DESIERTO
Canto I
profecía de España,
creciendo de su ruina:
salpicando el violado
el sol y se recrea
Y el plazo va menguando
hogaza codiciada,
a la aérea porfía
Camino de la altura,
y tú que no te borras,
Tardíos estivales
y el leñoso tomillo
a besarte venía
89
EL DOBLE ELEGIDO
piando, balbuciendo,
un nombre de mujer
Oh maravilla atónita.
Amor de la poesía.
La lectura fluía,
le dictaba su ritmo.
La brisa de la tarde
nacida en el recinto
Sollozando y riendo,
refrescaban la dicha
de aunarnos y sentirnos.
Tú mirabas absorta
y se cristianizaba
virginizado y niño.
Veías, escuchabas,
y tú eras a la orilla
madre de la poesía
inabrazable hijo.
91
COMO LA DAMA ROSA
Acodada en la losa
estabas pensierosa
¿Perseguías reflejos
de nubes en Dakar?
¿Deslumhrabas espejos
Acodada en la losa
tu niñez perdida.
un niño todavía,
un niño siempre.
Siesta en el Museo.
Dánaes y Venus
durmiendo.
Bochorno de agosto.
La cera y el óleo.
Sonrojos.
la selva.
cisternas buscaras.
Susana.
94
CANCIÓN
que yo no conozco.
Hay voces secretos a voces.
(Fragmentos)
II
Y ella zigzagueaba
indibujablemente
preludios y rondós,
en mi mismísima rodilla.
—mariposón descomunal—
de la hoja a la flor,
despedirnos.
Pero aún tuvo el adorable rasgo
de rozarme, posarse,
en mi derecha sien,
96
EL BESO DE LA TERNURA
El beso de la ternura
El beso de la ternura,
plafón guillotinados
Es el balcón y la escala
y la asunción de la nieve
Quietecita la cabeza,
El beso de la ternura
Mi Palabra mía.
Tu Palabra tuya.
Mi Palabra tuya.
Tu Palabra mía.
simultáneas, instantáneas,
Y el aire suena
y cuatro evangelistas
Anoche en el insomnio,
tú soñando me hablabas,
y tan soñando
Mi voz de ti venía,
yo no me daba cuenta,
en mi pecho oceánico
y levantar el vuelo hacia tu costa
No me atreví a apresarlas
y dardeando el corazón.
Escucha:
y la de la luna miente
girándulas en el aire.
conocerte, enamorarme.)
Esa luz de esas estrellas
Y la lumbre de mi alma
la tuya y la de mi madre.)
104
TU ESENCIA
y borra la pizarra
se afilan, se disuelven.
existieron reales,
Confidencias silvestres
de la montaña esquiva,
amarillas, azules.
Yo masticaba cálices,
un polen verdioro.
Y un frescor en la lengua
me reveló de pronto
No verte.
No verte.
No verte.
No verte.
No verte.
Sí, nacer cada día. Todo es nuevo.
No verte.
No verte.
No verte.
No verte.
de un amor insaciable,
desfigurando de transfigurarlas,
de la mudez.
de pura inefabilidad
¿cómo continuará nuestro amor trágico?
la estación de la muda.
Es el mar de la música
y se descrece,
se dijeron cantando.
se desnuda de esplendor.
y lloraba el adolescente
El Amor solo.
y no sé si desamo;
y ni un pliegue fruncían.
mi reniego y renuncia,
no te reconocía.
mi antiyó, mi antivida,
113
VISITACIÓN DE GABRIEL MIRÓ
ha rasado el nivel.
que todo ha sido un sueño, un dulce dormir plúmbeo hasta los huesos,
y todavía no lejana.
de tu huerto de cruces.
porque tú ya lo sabes.
114
LA DÉCIMA DE LOS NUEVE VERSOS Y UN VERSO
Mas
no obstante
siempre
cuando
memorias de ti llegando,
te acercas desconocida
de quien te conoce a ti
tanto
desde
excepto
si
¿ego
um
es
esse
fui?
115
EL MERCADER DE SEMILLAS
instala su tenderete
el mercader de semillas.
en papeles de farmacia
lujuriante de colores.
Yo mi lección de poeta
y de matices extraños:
gladiolos, miramelindos.
Hierba de plata, alelí,
y silene carmesí.
ululando, plañendo.
El viento es invisible
y visible el misterio.
117
LOKANG
robadas de Java?
y el trueno y el agua?
la ahuyenta la lluvia,
la crea la llama,
¿Eran de topacio,
carbunclo, esmeralda,
prometidas a Brahma?—
la didascalia maravilladora
un alabastro. Y me pertenecía.
para no despertarse.
119
LA LLAMADA
y dulcísimamente se me queja
y dulcísimamente se me aleja,
131
AHORA QUE EL VERSO VUELE
¿y tú me estabas ya queriendo?
me acrecías a mí,
mi creatura creadora.
tú y yo nos parecemos?
Mírate en el espejo ¿es esa llama
Y yo quería descifrarte
o pellizco, en Él me asumo.
Soy el todopoderoso,
te prosigo o te interrumpo,
te excavan y te amontonan,
te humedecen y te fundan.
Yo no sabía.
ama a la Oscura.
Tú, mi ventura.
sólo un instante.
beso de amante.
Yo no sabía.
Esta naturaleza
se mueve y se transforma
metamorfoseando
Y yo obediente a mi destino
este de a ti cantarte,
su volubilidad de meteoro,
este cielo, ya ves, azul muy pálido,
está lloviendo.
De invisible esponja
goterones de lágrimas.
y bebe, bebe
se le hubiera adherido,
pastora de mi poesía,
¿me olvidarán?
en tus manos»
dóciles a tu memoria
ay ¿no me olvidarán?
Si tú en ellos te detienes,
nada más.
de tu regreso a Violante,
npoamfis
y Belardo no existía
Ni siquiera imaginable.
en la balsa de memoria,
Mi desesperación es salvación.
del encanto
y rota ya la órbita
El no saber de ti,
de ti cuánto me enseña,
me llamaba. Y tú me preguntabas,
139
PAUL VALÉRY
EL CEMENTERIO MARINO
(Le cimetière marin)
LEDA
(Leda)
LA RED
(La xarxa pesquera)
142
LA RAMA
la predestinación. Es la tormenta.
Melisendra en Sansueña
y Falla en Zaragoza.
fantasía lo sueña.
la francesa lozana,
Guarecido en Puertamoneda
Si se ha equivocado de siglo,
mi evidencia.
mares, selvas,
flores lentas.
me los crea
—luz, tormenta—
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los aventan.
—negro y sepia—
de mis penas,
bruma o seda,
que revuelan—
libres, sueltas.
queda o pasa,
toca o canta,
viva entraña,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Dibujada
cosas santas.
fuera estaba.
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
sin ventanas.
donde os plazca.
147
LIBRA
en la luz de su misterio.
te concebía en su cerco.
—mariposas desdoblándonos
penetramos en la sala
como si el milochocientos
hubiera de confirmarnos
en la sala y la penumbra,
—mediodía e inocencia—
estampan o desdibujan,
la luna te devanaba.
150
ÍCARA
ocultándome el cielo,
la inmensidad de tu melancolía?
Suspensa estás, oh ícara,
Pero te hundes en mí
cabalgáis en juguetes,
marcadora de frentes.
152
BAUTISMO
creciendo,
queriendo.
mi mano
solano.
pidiendo
cayendo.
temblando
palomas y palomas con temor de que huyeran
volando,
queriendo,
volviendo.
el nido;
os pido.
os canto,
que es santo.
Os juro:
más puro,
cantando,
los sesos,
de besos.
sin pausa.
la causa.
Azares.
juglares.
latiendo,
volviendo.
soñado
se hará carne. El Espíritu navega ya el futuro
no anclado.
maestros.
vuestros.
son muchos.
a cuchos,
Bautismo,
Yo mismo.
153
PEÑA CABARGA
A Ricardo Cid
A Fernando
Si yo fuera Campoamor,
barquillero,
rimaría en tu loor,
en el tranvía de Pombo,
barquillero,
Barquillero de canela,
por Riancho
desdichas de anfiteatro:
mucho 1 y 2 y hasta 4,
y el 30 y el 20 inéditos.
tan soleta,
soletísima— torcida,
Si yo fuera Campoamor,
arquillero,
yo sería tu cantor
de romería y verbena.
y llegas al Piamonte
a ti y a tu rueda o rosa
de horizonte,
barquillero.
157
LOS RECUERDOS PERDIDOS
A León Felipe
¿adonde van?
de mi niñez,
segunda vez.
de cuando fui
ciego, ay de mí?
plomo gandul?
¿Infiernos o paraísos,
fuego o azul?
estampa fiel
manteca o miel?
su bastidor.
cuál su color?
No la oigo ya.
el que marchó;
—¿Quién? — ¡Carabí!...
Ay mi niñez.
158
MONÓLOGO DEL CAPITÁN AERONAUTA
A Felipe de Mazarrasa
—Capitán,
buen viaje.
se me dibuja, se me deshumana.
en tu ciudad o en su paisaje,
A Julio Maruri
A Eduardo Diez-Rábago
No me canso de nombrarte,
a ti me arrojo, en ti me fío,
creándose y deshaciéndose
A Eduardo Casanueva
amar es ya tu oficio.
y edificar mi vista.
y horribles cicatrices.
la gracia de un garabato,
magnetismo, dinastía,
a soñar filosofía,
y el secreto en la joroba,
Y en el mostrador sentado
escucho maravillado:
«Lagardere, Lagardere.»
170
CAPÍTULO IX
Los húngaros
sonantes, tintineantes,
Corbacho de zorromoco,
vejiga de cabezudo
Tía Matilde
menos, un punto de i,
arrugadita y humilde
el perfume de su beso.
173
CAPÍTULO XXIX
El jorge
delicadamente ata
heredándose un botín.
ancorada carabela.
y el ángel de la novela.
175
EMILIA
rica de primogenitura.
y se asomaban a la cuna,
(Comillas)
Te levantaste de tu lecho,
a la Bien Aparecida,
desde arriba
La Virgen ya te esperaba
alzándose de puntillas.
en la ermita
pesadumbres ni malicias.
a la Bien Aparecida.
180
ASTRO DE VALNERA
Ascensión desde Espinosa (1910)
A mi hermano Marcelino
te vi acercárteme agigantando
en tu ladera sur,
ha nacido la noche.
182
PICAYOS DE VIÉRNOLES
de la cuadrada tonada.
Niño me hiciste
en la machina y la rampa,
o velamos en la grava,
Si un argayo, el fabuloso
ojáncano te arrojaba,
y te reunías contigo
en tu lecho de cascadas
yo te escuchaba tu égloga
en tu solo de rabel
ha lisiado tu garganta
y vacío de ti mismo
te arrastras a Puentenansa
186
LUZ DE SEVILLA
la más pura.
sin nombrarla.
luz de rima.
Cuando la tierra es ya sueño,
se nos deshoja.
veinticuatro.
no envejece.
en el aire.
eslabones rodaban,
verde y negra,
y mármoles de columnas
pisan firmes.
de Pentecostés descienden,
en las frentes.
y en la gracia.
y se cristiana la pena
y el azahar ya no sabe
sola luz.
187
LEJOS, MÁS LEJOS
laberinto de poeta.
y a dompedro sevillano
cuando remueve la mano
un libro de Rafael.
189
SANTA PAULA
Y como en un murillo,
No me echaron a dormir
donde yo quería.
y mata de campanillas,
En mi cátedra yacente
a la sombra de Sevilla.
Si me perdiere en Sevilla,
o la palma real
de perfume de Indias
en Ubrique.
en Ubrique.
en Ubrique.
Sintiéndome raterillo
en Ubrique.
acariciando, cosiendo
en Ubrique.
195
RONDA
acuérdate
que es Algeciras
la que se mece.
clavándose la peineta.
197
SAN FERNANDO
La esfera y la pirámide.
Sección de oro.
De día salinero,
de noche astrónomo
y en la Escuela sudando
los polinomios.
198
EL PUERTO
El Puerto de Rafael.
Si volvía.
Entre almenas,
—qué maravilla—
la sombra de la cigüeña.
La si sol mi fa re mi. Fa mi re mi
La si sol mi fa re mi.
Rota.
Pasé de largo.
201
BONANZA
Ría.
trainel
Roto.
Pasé de largo.
de la canal pleamar.
Bonanza.
la esperanza.
XXXII
VUELTA DEL PEREGRINO
(1951-1965)
202
MILAGRO EN ALTAMIRA
A Tomeu Buadas
(Recuerdo de 1925)
terminemos de morirnos,
la poesía de palabra-ruido,
tu voz clamando...
206
LA MIRADA DE ORTEGA
—fastuoso, inverosímil—
la mirada de un hombre,
Todo inútil,
me invita a su tesoro,
de paisajes viajeros,
La mirada de un hombre.
207
JUAN JOSÉ DOMENCHINA
A Federico Muelas
de su nombre y de su herencia.
de la noche gigantesca,
al compás de su inocencia.
es el resbalar de un ángel
humanadas de conciencia,
A Julia Estevan
Cabo de Gata,
su oloroso brillo-—.
211
«EL CORDOBÉS» DILUCIDADO
«El Cordobés»
—¿lo ves?,
¿no lo ves?—
no es lo que es,
es lo que no es.
y se arrima
«El Cordobés»
es el toreo al revés
y es el mechón de través
pero sujeta
«El Cordobés»
y la mecánica muñeca
«El Cordobés»
es el toreo en inglés,
en danés
y en pequinés
—«adiós» mi hijo»,
por su tejemaneje
y apúntate catecúmeno
De «El Cordobés»,
ay,
que en San Sebastián le cantan ¡bai!
«El Cordobés»
pero
terráqueo y refulgente:
«El Cordobés».
212
LA DOMINACIÓN Y EL TRONO
la Dominación y el Trono
faena de majestad,
el símbolo de la fe.
213
TAUROMAGIA
malagueño de gayomba,
de chumbera y limonar-
al óleo o al aguatinta,
clásica musa.
nace de nuevo.
logre su colmo.
Cumbre redonda.
Queda el aroma.
XXXIV
ODAS MORALES
(1966)
216
A LA DUDA
total ya e instantáneo
Sigue, ya no me asustas,
y el condenado a indulto
a la esfinge interroga
resquicios majestades
curarte y de rechazo
yo me acojo a tu brega.
La ley de la rapiña
innoble rebatiña:
Alemanias, Coreas
Político: no seas.
su último episodio
en ecos de floresta
y gamas virginales
y ondeaba la danza
y liturgia y balanza
-viso verde, amarillo,
Oh paraíso. Helechos,
a amantes protegían
desmoronan bancales,
218
CANCIÓN DE LA PENA ABRILEÑA
(Amor solo)
219
CANCIÓN
220
CARMEN JUBILAR
y medio.
de ciencia y de paciencia,
a caballo de años
Jaula y aula.
Y vacación.
madrileños, velazqueños
hijos predilectos
lindas beatrizgalindas
mente aromasteis?
y se esconde en su casa
cántaro de samaritana;
de la melodía infinita
y de su derrumbe armonioso