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Domingo Yndurain
Planeta
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R =
Pedro Calderón de la Barca
EL ALCALDE DE ZALAMEA
CLÁSICOS UNIVERSALES PLANETA
Dirección:
GABRIEL OLIVER
catedrático de la Universidad de Barcelona
Pedro Calderón de la Barca
EL ALCALDE
DE ZALAMEA
A AA
Planeta
(O) Editorial Planeta, S. A., 1982
Córcega, 273-277, Barcelona-8 (España)
Diseño colección y cubierta de Hans Romberg (realización de Jordi
Royo)
Ilustración cubierta: grabado, Biblioteca Nacional de Madrid (foto
Oronoz)
Primera edición en Clásicos Universales Planeta: enero de 1982
Depósito legal: B. 40.571-1981
ISBN 84-320-3862-8
Printed in Spain - Impreso en España
Impreso en TOSCAS, sla, México, 3. Barcelona-4
SUMARIO
Págs.
INTRODUCCIÓN . 1X
Cronología . XXXI
Bibliografía XXXIINL
EL ALCALDE DE ZALAMEA
Jornada primera .
Jornada segunda .
Jornada tercera
Plica oaten, Ei
INTRODUCCIÓN
oMO es frecuente en el Siglo de Oro, Calderón
compone su Alcalde de Zalamea sobre una base
tradicional. Por una parte, utiliza la obra que con el
mismo título y tema había escrito Lope de Vega, aun-
que haya notables diferencias entre ambas dada la
personalidad de los dos dramaturgos; por su parte,
Lope había tomado la figura del alcalde de Zalamea
del folklore tradicional, pues Pedro Crespo aparece
en la primera parte del Guzmán de Alfarache (1599)
de Mateo Alemán, y Crespo —aunque no Pedro— se
llama el alcalde en el Pedro de Urdemalas de Cervan-
tes. Así pues, los lectores u oyentes de la obra calde-
roniana conocían la figura del personaje central de
la obra, y, sobre todo, conocían el conflicto y desen-
lace del drama, lo cual supone que el interés debe
centrarse en el desarrollo de la acción, en cómo se
llega a la solución final, más que en desenlace, sobra-
damente conocido.
El caso de Pedro Crespo y su venganza se desarro-
lla sobre un fondo histórico concreto y enlaza con
él: en junio de 1580, Felipe II se pone al frente de
las tropas que le esperaban en la provincia de Bada-
joz para entrar en Portugal; es la situación en la que
tiene lugar nuestra obra. Además, al conflicto con-
creto se le han encontrado algunos antecedentes, lite-
rarios e históricos, aunque ninguno de ellos se consi-
dera fuente directa de Lope ni de Calderón. Así, por
ejemplo, tenemos la historia que Massuccio narra en
XII CALDERÓN DE LA BARCA
Pueblo Tropa :
Pedro Crespo Don Lope de Figueroa
Juan Don Álvaro (y sargento)
Isabel
(Inés)
Don Mendo-Nuño Rebolledo-Chispa
Felipe II
(Pueblo y Tropa)
XX CALDERÓN DE LA BARCA
INTRODUCCIÓN XXIX
DOMINGO YNDURÁIN
Topos ¡Amén!
REBOLLEDO ¡Reviíva!
Y más, si, por divertir (9) 20
esta fatiga de ir :
cuesta abajo y cuesta arriba,
con su voz al aire inquieta
una jácara o canción (10).
EL ALCALDE DE ZALAMEA 17
SARGENTO Un hombre,
que de un flaco rocinante
a la vuelta de esa esquina 215
se apeó, y en rostro y talle
parece a aquel Don Quijote (18),
de quien Miguel de Cervantes
escribió las aventuras.
Vanse.
MENDO Baste;
y pues que han dado las tres, 233
cálzome palillo y guantes (20).
MENDO Si alguien,
que no he comido un faisán,
dentro de sí imaginarte, 240
que allá dentro de sí miente (21);
aquí y en cualquiera parte
lo sustentaré, :
NuÑño ¿Mejor
no sería sustentarme
a mí, que al otro, que en fin 245
te sirvo?
MENDO ¿Quién?
MENDO Tú en efecto
filosofía no sabes,
y así ignoras los principios.
MENDO ¿Qué?
MENDO Majadero,
¿téngola yo?
Nuño No te enfades;
que, si no la tienes, puedes
tenerla; pues de la tarde
son ya las tres, y no hay
[greda (23), 305
que mejot las manchas saque,
que tu saliva y la mía.
a
EL ALCALDE DE ZALAMEA 23
MENDO No hables
más Nuño, calla. ¿Dineros 325
tanto habían de postrarme,
que a un hombre llano por fuerza
había de admitir?
ISABEL No me mandes,
que a la ventana me ponga,
estando este hombre en la calle,
Inés, pues ya, en cuanto el verle
en ella me ofende, sabes. 360
InÉs Donaire.
Vase.
Vase.
MENDO Inés,
las hermosuras se salen 400
con cuanto ellas quieren. —¡Nuño!
JUAN No sé cómo
decirlo, sin enojarte.
A la pelota he jugado 445
dos partidos esta tarde,
y entrambos los he perdido.
Sale el SARGENTO.
q
0 EL ALCALDE DE ZALAMEA 31
Vase.
soldados, y es importante,
que no te vean. Así, hija,
al punto has de retirarte
en esos desvanes, donde
yo vivía.
SARGENTO Quiero
registrar la villana lo pri-
[mero (37). 360
Vase.
REBOLLEDO Yo he perdido
cuanto dinero tengo y he tenido
y he de tener, porque de pobre juro,
en presente, en pretérito y
[futuro. 620
EL ALCALDE DE ZALAMEA 39
CHISPA ¡Escucha!
ISABEL Deteneos,
siquiera porque, señor,
vino a valerse de mí;
que los hombres, como vos,
han de amparar las mujeres, 9%
si no por lo que ellas son,
porque son mujeres; que esto
basta, siendo vos quien sois.
EL ALCALDE DE ZALAMEA 49
REBOLLEDO Yo hombre
de aquesos tratos no soy.
REBOLLEDO ¿Cómo no
[aparte] lo he de decir?, pues si callo,
los brazos me pondrán hoy
atrás, como mal soldado (46). 825
[a don Lope] El capitán me mandó
que fingiese la pendencia,
para tener ocasión
de entrar aquí.
Vase ISABEL.
Pero CRESPO
Nuño Y es de manera,
que tan poco humo en su casa (47)
él hace, como en la nuestra
nosotros. Él todo el día 905
se ve apartar de la puerta.
No hay hora, que no le envíe
recados; con ellos entra
y sale un mal soldadillo,
confidente suyo.
Nuño Vamos,
sin que el capitán lo sienta.
Vanse.
CHISPA ¡Téngase!
Saca la daga.
Vanse.
Siéntase CRESPO.
70 CALDERÓN DE LA BARCA
ha,
EL ALCALDE DE ZALAMEA 71
ISABEL Está
el mérito en la obediencia.
JUAN Si yo
[aparte] una rodelilla vieja,
que en el cuarto de don Lope 1245
está colgada, pudiera
Sacar...
JUAN ¿Señor?
Vanse.
REBOLLEDO Sí.
CHISPA Espera.
NuÑo No,
no veo bien; pero bien
lo escucho.
Nuño Sí abrirá.
Nuño No hará.
EL ALCALDE DE ZALAMEA 79
hasta ver, si ella ha tenido
culpa de ello.
CHISPA Ya él la lleva.
Riñen.
Pa
Y
EL ALCALDE DE ZALAMEA 83
Salen todos.
34 CALDERÓN DE LA BARCA
Vanse.
NuÑo Yo tampoco.
Tocan.
Nuño La compañía
que hoy se va.
an
86 CALDERÓN DE LA BARCA
Vanse.
Sale REBOLLEDO,
REBOLLEDO Aquel
mozo, hermano de Isabel.
Don Lope se le pidió
al padre, y él se le dio, 1465
y va a la guerra con él.
En la calle le he encontrado
muy galán, muy alentado,
mezclando a un tiempo, señor,
rezagos de labrador 1470
con primicias de soldado.
De suerte que el viejo es ya
quien pesadumbre nos da.
Vase.
(76) Refrán que Correas registra así: «El amor del soldado
no es más de una hora, que en tocando caja y a Dios, señora.»
EL ALCALDE DE ZALAMEA 91
- Vase.
Sale JUAN.
Vase.
EL ALCALDE DE ZALAMEA 7
SARGENTO Y yo
en los reflejos y visos (79),
SARGENTO Contigo
venimos, y a tu orden hemos 1710
de estar.
REBOLLEDO ¿Chispa?
CHISPA ¿Qué?
Llévala y vase.
Vase.
REBOLLEDO Idos,
si no queréis que la muerte
sea el último castigo.
Vase.
Cae.
[Llévanle. ]
Sale JUAN.
E ma,>.”
EE
Sale IsaBEL llorando.
vergijenza yo de mí misma.
¡Oh tú, de tantas estrellas
primavera fugitiva,
no des lugar a la autora,
que tu azul campaña pisa, 1795
para que con risa y llanto
borre tu apacible vista!
Y ya que ha de ser, que sea
con llanto, mas no con risa.
¡Detente, oh mayor planeta, 1800
acreedora a la malicia.
¡Qué mal hice, qué mal hice
de escaparme fugitiva 1845
de mi hermano! ¿No valiera
más que su cólera altiva
me diera la muerte, cuando
llegó a ver la suerte mía?
Llamarle quiero, que vuelva 1850
con saña más vengativa,
y me dé muerte. Confusas
voces el eco repita,
diciendo...
[Arrodillase.]
Sale el escribano.
Vanse.
Sale REBOLLEDO.
REBOLLEDO Digo,
que hasta aquí ha llegado.
Arrima la vara.
De rodillas.
Levántase.
Toma la vara.
ESCRIBANO ¿Señor?
[dentro]
Vanse.
REBOLLEDO ¿Qué?
CHISPA Sí diremos,
y aún más de lo que sabemos;
que peor será morir.
Vanse.
Sale JUAN.
Saca la daga.
InÉs ¡Primo!
ISABEL ¡Hermano!
¿qué intentas?
ISABEL ¡Advierte!...,
Llévanle preso.
Vase.
Éntranse.
y no quererse casar
con ella, habiendo su padre 2660
rogádole con la paz.
Bien está
sustanciado. Pero vos
no tenéis autoridad
de ejecutar la sentencia,
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EL ALCALDE DE ZALAMEA 147
Salen todos.
Sale JUAN.
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CLÁSICOS UNIVERSALES PLANETA
ODISEA, Homero. 1
Introducción y notas de José Alsina, catedrático de la
Universidad de Barcelona. Traslación en verso de Fer- '
nando Gutiérrez.
FAUSTO, Geothe.
Introducción de Francisca Palau Ribes, profesora de la
Universidad de Barcelona. Traducción y notas de José Ma-
ría Valverde, catedrático de la Universidad de Barcelona.
LOS DOCUMENTOS PÓSTUMOS DEL CLUB PICKWICK,
Dickens (1).
Introducción de Doireann MacDermott, catedrática de la
Universidad de Barcelona. Traducción y notas de José Ma-
ría Valverde, catedrático de la Univerisdad de Barcelona.
AS
Pedro Calderón de la Barca
El alcalde de Zalamea