Está en la página 1de 3

20 CLAVES PARA LA CREACIÓ N CONSCIENTE

Clave 1: La Matriz Divina es el contenedor que sostiene el universo, el puente entre


todas las cosas y el espejo que nos muestra lo que hemos creado.

Clave 2: En nuestro mundo, todo está conectado con todo lo demá s.

Clave 3: Para tener acceso a la fuerza del universo mismo, debemos vernos como parte
del mundo en vez de separados de él.

Clave 4: Una vez que algo se ha unido queda conectado para siempre, ya sea que
permanezca o no unido físicamente.

Clave 5: El acto de enfocar nuestra conciencia es un acto de creació n. ¡La conciencia


crea!

Clave 6: ¡Tenemos todo el poder necesario para crear todos los cambios que
deseemos!

Clave 7: El enfoque de nuestra conciencia se convierte en la realidad de nuestro


mundo.

Clave 8: ¡No es suficiente simplemente decir que escogemos una nueva realidad!

Clave 9: El sentimiento es el lenguaje que le "habla" a la Matriz Divina. Sentir que su


meta ya ha sido lograda y que su oració n ya ha sido respondida.

Clave 10: No se trata de cualquier sentimiento. Para que podamos crear, los
sentimientos deben ser carentes de ego y juicio.

Clave 11: Debemos convertimos en nuestras vidas, en las cosas que optamos por
experimentar como nuestro mundo.

Clave 12: No estamos sujetos a las leyes de la física como la conocemos hoy en día.

Clave 13: En un "objeto" holográ fico, cualquier pieza del objeto refleja el todo.

Clave 14: El holograma de la conciencia conectado universalmente nos promete que


en el instante en que creamos nuestros buenos deseos y oraciones, ya han sido
recibidos en su destino.

Clave 15: A través del holograma de la conciencia, un pequeñ o cambio en nuestras


vidas se refleja en todas partes en nuestro mundo.
Clave 16: El mínimo nú mero de personas requerido para "poner en marcha" un
cambio en la conciencia es la Raíz Cuadrada del 1% de una població n.

Clave 17: La Matriz Divina sirve en nuestro mundo como reflejo de las relaciones que
creamos con nuestras creencias.

Clave 18: La raíz de nuestras experiencias "negativas" puede reducirse a uno de los
tres miedos universales (o a una combinació n de ellos): abandono, baja autoestima o
falta de confianza.

Clave 19: Nuestras verdaderas creencias se reflejan en nuestras relaciones má s


íntimas.

Clave 20: Debemos convertirnos en nuestras vidas en las mismas cosas que optamos
por experimentar en nuestro mundo.

Casi de forma universal, compartimos el sentimiento de que hay algo má s allá de lo


que pueden ver nuestros ojos. En algú n lugar muy profundo de la niebla de nuestra
memoria antigua, sabemos que tenemos poderes má gicos y milagrosos en nuestro
interior. Desde la infancia, fantaseamos con nuestra habilidad de hacer cosas que
está n má s allá del dominio de la razó n y la ló gica. Y, ¿por qué no? Mientras somos
niñ os, no hemos "aprendido" aú n las reglas que dicen que los milagros no pueden
ocurrir en nuestras vidas.

Todo a nuestro alrededor nos recuerda nuestro milagroso potencial. En la Primera


Parte, sugerí que las "anomalías" de las partículas cuá nticas podrían ser algo má s que
una conducta "extrañ a" y "espeluznante". Preguntaba si la libertad que tienen estas
partículas de moverse en el espacio y el tiempo realmente está mostrá ndonos una
libertad que puede ser posible en nuestras vidas. Intencionalmente, he esperado hasta
ahora para responder a esa pregunta. Siguiendo todos los experimentos y las
investigaciones, así como por medio de la demostració n de aquellos que han
trascendido los límites de sus propias creencias, creo que la respuesta es afirmativa.

Si las partículas que nos constituyen pueden estar en comunicació n instantá nea
mutua, existir en dos lugares a la vez, vivir en el pasado así como en el futuro, e
incluso cambiar la historia a través de decisiones tomadas en el presente, también
nosotros podemos. La ú nica diferencia entre esas partículas aisladas y nosotros, es
que nosotros estamos compuestos de muchas de ellas unidas por el poder de la
conciencia misma.

Los antiguos místicos nos han recordado en nuestros corazones, y los experimentos
modernos lo han comprobado en nuestras mentes, que la fuerza má s poderosa en el
universo reside en el interior de nosotros mismos. Y ese es el gran secreto de la
creació n misma: el poder de crear en el mundo lo que imaginamos con nuestras
creencias. Aunque puede sonar demasiado simple para ser cierto, creo que el universo
funciona precisamente de esta manera.

Cuando el poeta sufi Rumi observó que tememos nuestra propia inmortalidad, quizá
lo que quiso decir fue que en verdad lo que tememos es el poder de escoger nuestra
propia inmortalidad.

Al igual que los iniciados de Christopher Logue en la Introducció n descubrieron que lo


ú nico que necesitaban era un empujó n para que volaran, quizá todos requerimos de
un pequeñ o giro para ver que somos los arquitectos de nuestro mundo y de nuestro
destino, artistas có smicos expresando nuestras creencias internas en el lienzo del
universo. Si podemos recordar que somos la obra de arte así como el artista, entonces
quizá también recordaremos que somos la semilla del milagro y somos el milagro
mismo. Si podemos hacer ese pequeñ o giro, entonces ya hemos sido sanados en la
Matriz Divina.

Sigue caminando, aunque no haya lugar donde llegar. No intentes ver a través de la
distancia. Eso no es para los seres humanos. Muévete en tu interior, pero no te muevas
de la forma en que el miedo te hace mover.

Rumi
Extracto de La Matriz Divina.

Gregg Braden.

También podría gustarte