En la medicina tradicional china (MTC), el elemento metal es uno de los cinco
elementos fundamentales que se utilizan para comprender y equilibrar la salud y el bienestar. Este sistema de pensamiento se basa en la idea de que todo en el universo, incluido el cuerpo humano, está compuesto por cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua.
El elemento metal está asociado con el otoño, el oeste, la noche y el color
blanco o plateado. Representa la energía de contracción, claridad y precisión. En el cuerpo humano, el elemento metal está relacionado con los pulmones y el intestino grueso.
Los pulmones se consideran en la MTC como el órgano que gobierna la
respiración y la relación del cuerpo con el mundo exterior. Además de su función respiratoria, los pulmones también se consideran responsables de la distribución del Qi (energía vital) por todo el cuerpo y de la regulación del sistema inmunológico.
El intestino grueso, por su parte, es responsable de eliminar los desechos
sólidos del cuerpo y de mantener un equilibrio adecuado de humedad. En la MTC, se cree que un intestino grueso saludable es esencial para una buena digestión y una piel sana.
Cuando el elemento metal está en equilibrio en el cuerpo, se experimenta
una sensación de claridad mental, capacidad de comunicación y habilidad para dejar ir lo que ya no es necesario. Sin embargo, un desequilibrio en el elemento metal puede manifestarse como tristeza, depresión, problemas respiratorios, como el asma o la bronquitis, o problemas en el intestino grueso, como el estreñimiento. Para restaurar el equilibrio del elemento metal en el cuerpo, los practicantes de la MTC pueden recomendar técnicas como la acupuntura, la fitoterapia (uso de hierbas medicinales), la dieta y el ejercicio físico específico, como el qigong o el tai chi. Estas prácticas están diseñadas para fortalecer los pulmones, regular la función intestinal y restaurar la armonía en el cuerpo y la mente.