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EL PODER CREADOR QUE HAY EN TI
Palabras Llenas De Fe
Veamos lo que Jesús tuvo que decir sobre las
palabras llenas de fe. Quiero que vea cómo Él
utilizó sus palabras y cómo ellas le sirvieron. En Marcos, capítulo11, versículos
11-14, leemos: “Entró Jesús en Jerusalén y se dirigió al templo. Miró por todas
partes y luego se fue a Betania con los doce discípulos, porque ya era tarde. Al
día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús sintió hambre. De lejos vio una
higuera que tenía hojas, y se acercó a ver si también tendría fruto, pero no
encontró más que las hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la
higuera: — ¡Nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto! Sus discípulos lo
oyeron”.
Jesús había ido a la higuera a recoger algunos higos y no encontró ninguno. Y
dijo: “Nunca jamás coma nadie fruto de ti”. Y se fue. Cuando ellos regresaron por
el mismo camino al día siguiente, dice el versículo 21 que los discípulos llamaron
la atención de Jesús hacia la higuera. Dijeron (parafraseando) “las hojas están
marchitas; la planta murió desde las raíces, ¿te diste cuenta, Jesús? Es el mismo
árbol que maldijiste”
Siempre me he preguntado por qué Jesús maldijo la higuera. Ahora entiendo que
la palabra “maldecir” quiere decir hablar negativamente. Note que en la Biblia
Jesús lanzó una maldición sobre la higuera.
Nosotros, como creyentes, hemos lanzado maldiciones sobre personas, por las
palabras de nuestra boca. He oído gente haciéndolo. Algunos han llegado a ser
salvos en las reuniones de comunidad.
Estas personas dicen: “Ah, lo conozco. Se salvan cada vez que se emocionan.
Tan solo observe; se van, y en tres emanas de cierto regresan al pecado”.
Y de cierto regresan en pecado. Pensaron que hablaban proféticamente, pero no
fue así, maldijeron.
Y dicen: “¿Lo ves? Te lo dije”.
Fueron parte del problema. Las palabras de sus bocas funcionaron contra esa
persona. En vez de decir palabras llenas de fe, como: "El poder de Dios es
suficiente para guardarlos; el poder de Dios es suficiente para sostenerlos, el
poder de Dios los librará y no caerán; creo que permanecerán”.
Han sido engañados por el malo para hacer que, por las palabras de sus bocas,
dañaran lo que Dios estaba tratando de construir.
La Fe De Buena Calidad
Note que Jesús sabía que había poder en sus palabras. Cuando habló a la
higuera, esta se secó y murió. En el versículo 22 dice “Tengan fe en Dios”,
después, en el versículo 23, Jesús explica a sus discípulos cómo funciona la fe en
Dios.
Usted y yo necesitamos saber cómo funciona. Si usted tiene fe en su corazón, es
esta la fe de buena calidad; la de Dios. La Biblia dice en Romanos 12,3: “según
los dones que Dios le haya dado junto con la fe” Y esta es la fe de buena calidad.
Es la fe que cada uno recibió al nacer de nuevo. El problema es que algunos no la
han desarrollado.
La Palabra le dice cómo desarrollar su fe. “La fe nace al oír el mensaje, y el
mensaje viene de la palabra de Cristo.” (Romanos 10,17). El griego literal dice:
“La fe viene al recibir información; la información de Dios”. Escuchar lo que Dios
dice edificará la fe dentro de usted, porque él puede cumplir todo lo que promete.
Jesús le dice cómo aplicar la fe de Dios, la de buena calidad, y hacer que
funcione.
Quizá usted ha tratado de hacerlo de muchas maneras: bombardeando las
puertas del cielo con oraciones una y otra vez, y se ha dado cuenta de que de
nada ha servido.
Veamos algo útil, y tomémoslo como base para actuar. He aquí lo que Jesús dijo:
“Pues les aseguro que si alguien le dice a este cerro: “¡Quítate de ahí y arrójate al
mar!”, y no lo hace con dudas, sino creyendo que ha de suceder lo que dice,
entonces sucederá.” (Marcos 11,23)
Jesús no habló únicamente de dirigirse al cerro. Expresó: “Si creyera que será
hecho lo que dice”; todo lo que usted diga. Debe cuidar lo que dice. Debe creer
que lo que dice, cualquier cosa que diga sucederá.
Eso activará la fe de calidad de Dios en usted, y aquello que diga, sucederá. Lo
que diga le será hecho.
La Biblia dice: “Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que
profesamos” (Hebreos 10,23)
No dice: “Mantengamos firme la oración”. Cuando usted hace eso, se está
manteniendo firme en su problema, puesto que la mayor parte del tiempo la
oración gira sobre el problema.
Suelte el problema y agárrese de su confesión. Deje de orar el problema y
comience a decir la respuesta. “Pues les aseguro que si alguien le dice a este
cerro: “¡Quítate de ahí y arrójate al mar!”
Cuando usted ora y dice: “Señor, la montaña está creciendo, las cosas no
mejoran. He orado y de nada ha servido”, se está manteniendo firme en el
problema. Así no consigue la respuesta. No la logra. Está siendo parte del
problema.
La respuesta es la confesión. La respuesta es creer y confesar lo que la Palabra
dice: que el problema será quitado, la montaña se echará al mar.
Debemos afirmar continuamente y confesar: gracias, Dios, aunque parece que la
montaña crece, en el Nombre de Jesús, la veo quitarse con los ojos de la fe. Con
los ojos de la fe la veo quitarse.
Hay poder creador dentro de usted. Aprenda a usarlo sabiamente.
LECTURA DE APOYO
“La historia dice que este hombre fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en
1831. Fue derrotado para la Legislatura de 1832. Su prometida murió en 1835.
Sufrió un colapso nervioso en 1836. Fue vencido en las elecciones de 1836 y en
las parlamentarias de 1843,1846, 1848 y 1855.
PARA TRABAJAR
1. Reflexiona sobre el poder de la Palabra según Lucas 1, 18-28
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