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YO SOY LA RAÍZ (JESÚS, LA RAIZ DE DAVID- JESUS, LA RAÍZ FIRME Y PODEROSA- ¿QUÉ HACER SI

LOS FRUTOS SON MALOS? - FIRMEMENTE ARRAIGADOS EN CRISTO)

LECCIÓN 1: JESÚS, LA RAIZ DE DAVID

INTRODUCCIÓN

Apocalipsis 22:16 “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”

Estas lecciones hablarán de Jesucristo como la raíz de la cual surge un linaje Santo, y de la cual todos
nos nutrimos para así establecer y extender el Reino de Dios aquí en la tierra.

1. JESÚS SE REVELA COMO LA RAÍZ DE DAVID

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”. El libro de
Apocalipsis es el libro de la Revelación de Jesucristo, en su segunda venida. Todo el escrito anuncia a
la Iglesia los acontecimientos que señalan los tiempos finales. Jesucristo mismo se revela y testifica a
la Iglesia las cosas que sucederán.

El Señor Jesús se identifica como “la raíz… de David” La palabra raíz usualmente denota el
fundamento o la fuente de una cosa. Por lo tanto, se puede pensar en Jesús como la raíz de David,
en el sentido de ser su origen o el fundamento de su reinado. Jesús es Dios, y en el evangelio de San
Mateo 22:45 cuando el Señor le pregunta a los Fariseos que pensaban acerca de Él, si era Hijo de
Dios o Hijo de David y cuando le respondieron “de David” Jesús le dice: Mateo 22:45 “Pues si David
lo llama Señor, ¿cómo es su hijo?”

Esta naturaleza dual de Cristo se revela cuando Jesús pregunta a los fariseos: ¿Cómo puede el Cristo
(Mesías) ser el señor de David y su hijo? (Mateo 22:41‐45 41Y estando juntos los fariseos, Jesús les
preguntó, 42diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. 43 Él les dijo:
¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: 44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi
derecha. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? 45 Pues si David le llama Señor,
¿cómo es su hijo?). Jesús es el Hijo de Dios y como tal es el origen de todo y como hijo del hombre es
del “linaje de David” es el hijo de David.

2. JESÚS SE REVELA COMO EL LINAJE DE DAVID

Yo soy… el linaje de David. Linaje significa “Casa, Descendencia, Familia, Hijo, Posteridad, Simiente”.
Jesús era del linaje de David según la carne (Romanos 1:3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que era del linaje de David según la carne). Esto prueba su humanidad. Jesús es la casa o
descendencia de David, que asegura el reinado eterno que Dios prometió al Rey David . “Y cuando
tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el
cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré
para siempre el trono de su reino” 2 Samuel 7:12-13

Jesús vino para establecer el Reino de Dios en la tierra y este es un reinado eterno. Este Reino se
establece en nuestros corazones cuando recibimos a Jesús como salvador, Señor y Rey en nuestras
vidas.

3. JESÚS SE REVELA COMO LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA

“Yo soy…la estrella resplandeciente de la mañana.” Esta estrella anuncia un nuevo día, anuncia que
la noche y la oscuridad se acaban y se da lugar a un nuevo día. Es el anuncio de un futuro de gloria
con el Señor. Jesús se identifica con la estrella resplandeciente de la mañana para activar en
nuestras vidas un futuro de esperanza. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos” Hebreos
13:8. Jesús también se identifica como “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin”, dice el Señor, el
que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” Apocalipsis 1:8. Jesús es el antes y el después.

Este es el mismo Señor Jesús que dijo a sus discípulos al finalizar su ministerio terrenal; “Galileos,
¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así
vendrá como lo habéis visto ir al cielo” Hechos 1:11.

La segunda venida de Cristo es el anuncio de un futuro de gloria para la iglesia del Señor Jesús. Pone
fin a un mundo de aflicciones y tribulaciones y da inicio a un Reinado de Paz y da lugar a cielos
nuevos y tierra nueva. La bendita esperanza está en que, en este reinado eterno, nosotros
reinaremos con él. Apocalipsis 5:10 “nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra”

REFLEXIÓN

¿Quién es Jesús para ti?

CONCLUSIÓN

“Yo soy la raíz”. Jesucristo se revela como la raíz y el linaje de David. También se presenta como la
estrella resplandeciente de la mañana. Él es la razón de toda nuestra adoración, estableció un
reinado eterno que da paso a un futuro de esperanza en medio de las adversidades de la vida.

YO SOY LA RAÍZ (JESÚS, LA RAIZ DE DAVID [Jesús se revela como: la raíz de David/el linaje de David/la estrella
resplandeciente de la mañana ]
- JESUS, LA RAÍZ FIRME Y PODEROSA- ¿QUÉ HACER SI LOS FRUTOS SON
MALOS? - FIRMEMENTE ARRAIGADOS EN CRISTO)

LECCIÓN 2: JESUS, LA RAÍZ FIRME Y PODEROSA

INTRODUCCIÓN

¿Por qué es importante entender nuestra raíz? Porque de ahí nos nutrimos para producir en
nuestras vidas todo el resultado que Dios quiere y tiene para nosotros. Una de las múltiples
definiciones de la palabra raíz dice:

“Origen o principio de alguna cosa no material, causa, Fundamento, motivo” (Ejemplo; todavía no
sé cuál pudo ser la raíz del incidente). Jesús es una raíz firme y poderosa en la cual como hijos de
Dios tenemos que estar firmemente arraigados.

1. JESÚS, LA RAÍZ QUE PRODUCE FRUTOS

“Codicia el impío la red de los malvados; Mas la raíz de los justos dará fruto.” Proverbios 12:12

a. Codicia el impío la red de los malvados: Está en la naturaleza de los malvados codiciar lo que
otros tienen, incluso si es la trampa de los hombres malvados. En esto pecan en la codicia y el anhelo
de lo que han ganado los hombres malvados.

b. Mas la raíz de los justos dará fruto: Los hombres y mujeres justos de Dios no necesitan cubrir la
captura de los hombres malvados, porque son como árboles frutales. Esto viene de su misma raíz, de
quienes son.
Entonces, notamos en este versículo, por un lado; la raíz de los justos, que viene por la semilla que
es la palabra incorruptible y la raíz de los impíos, cuya semilla es la palabra corruptible. ¿Qué tipo de
palabra y semilla yo uso en mi vida para generar raíces que puedan producir frutos de reino? Tengo
que hacerme un autoexamen para ver qué tipo de fruto estoy dando en mi vida.

Imagínense a Jesús como una raíz, de esa raíz tenemos que aprender a nutrirnos todos, si nosotros
vamos entrando a este mensaje primero tenemos que definir ¿Qué es la raíz y cuál es su función en
un árbol? Esa raíz es donde nosotros nos nutrimos constantemente para que podamos empezar a
dar fruto, frutos del reino, cuando necesito paz empiezo a producir paz, cuando necesito templanza
empiezo a producir templanza, cuando necesito fe yo activo eso en mi vida y esa fe empieza a
producir el fruto de la raíz, para que yo pueda ser sano, salvo, libre, bendecido, próspero.

La Biblia dice bien claro que por los frutos conoceréis al árbol, y cada uno de nosotros tenemos que
entender que somos un árbol y estamos conectados a la raíz que es Cristo ¿y quién es Cristo? Es su
palabra, conectados a su palabra, de esa raíz nosotros absorbemos todo el tiempo para que la
voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta siga siendo una realidad en nuestra vida ,
entonces yo puedo alcanzar la plenitud, la medida y la estatura de Cristo para que yo pueda estar
completo, espiritual, mental, física y económicamente, donde Dios comprometido con su palabra
que es la raíz de la cual yo estoy absorbiendo para dar fruto en esa área de mi vida, empiece a
producir frutos del reino de Dios en mí.

2. JESÚS, LA RAÍZ QUE NUNCA SERÁ REMOVIDA

“El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; Mas la raíz de los justos no será removida.”
Proverbios 12:3.

Mas la raíz de los justos no será removida: Dios establece a Sus justos de una manera firme y
permanente. Su raíz desciende profundo y se mantiene fuerte.

No será removida: esta idea se repite muchas veces en las Escrituras.

“‘Dios es mi roca, no resbalaré mucho’ [Salmos 62:2].

No, ‘no seré removido’. [Proverbios 12:6]

‘las puertas del Hades no prevalecerán contra ella’ [ Mateo 16:18]

‘ni nadie las arrebatará de mi mano’ [Juan 10:28]

He puesto el socorro sobre uno que es poderoso. ‘[Salmos 89:19]”

La raíz de los justos está anclada en lo eterno, la raíz del justo está anclada en el propósito de Dios,
está conectado a Dios mismo que es omnipotente, omnipresente y omnisciente, y nos empezamos a
nutrir de la omnisciencia de Dios, de la omnipotencia de Dios y toda la naturaleza de Dios empieza a
manifestarse en nuestras vidas, en nuestro cuerpo, en nuestra familia, en todos nuestros
emprendimientos.

¡Qué importante es que entendamos que somos un árbol!, y que tengo que conectarme a la raíz.
Jesús dijo yo soy la raíz, el origen, el principio de todo. Debemos conectarnos a su Palabra para
empezar a extraer de la raíz toda esa savia; que es la sabiduría de Dios, la inteligencia de Dios, y así
producir los frutos del reino, paz, benignidad, templanza, dominio propio, mansedumbre, fe. Fe para
todo, para prosperar, para ser sano, para ser libre, para combatir con todo poder y autoridad al
enemigo.

Porque el enemigo no tendrá lugar en mi vida, si estoy firmemente plantado y por la fe conectado a
la raíz, Cristo Jesús en mi vida. Él es la verdad de Dios y la verdad empieza a producir frutos de
libertad en mi vida y empiezo a vivir una vida en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

3. EL PELIGRO DE UNA MALA RAÍZ

“El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será
cortado y arrojado al fuego” Mateo 3:10

Juan el bautista con su predicación preparó el camino del Mesías para revelarse a Israel. Así como
Juan el bautista, hoy predicamos la palabra de Dios para preparar la venida de Cristo, ya no para
Israel solamente, sino para el mundo entero. Juan el bautista enfrentó toda la corrupción que había
en Israel en ese momento. Hoy nos toca a nosotros predicar la Palabra y confrontar al mundo con la
realidad del pecado.

Entonces, ¿cuál es el peligro de producir un mal fruto en tu vida? El peligro es que se genera la
envidia, codicia, incredulidad. La Palabra dice todo eso será cortado porque el hacha ya fue puesta
a la raíz si está produciendo un mal fruto. Debemos saber que hay una consecuencia muy
contundente en nuestras vidas. Tenemos que entender la importancia de la raíz de un árbol, la cual
necesita tiempo para ir afirmándose en nuestros corazones, debe ir a lo profundo.

Para esto, necesitamos nutrirnos de la Palabra, fortalecernos, estar conectados al Señor para que
nuestra vida sea una buena tierra. Crear la atmósfera, regar esa raíz constantemente para que tenga
los nutrientes necesarios y podamos dar buen fruto en nuestra vida.

4. LA CONSECUENCIA DE UNA MALA RAÍZ

Una raíz mala puede producir tremendos problemas en nuestra vida y un mal resultado, dice la
Biblia en Deuteronomio 29:18 “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo
corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea
que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo…

El riesgo de tener una mala raíz es que puede producir un mal fruto en tu vida. La raíz tiene el poder
para producir también en nuestras vidas hiel y ajenjo, “no sea que haya en medio de vosotros raíz
que produzca hiel y ajenjo” porque este tipo de raíz trae la maldición del Señor sobre nuestras vidas,
la cual nos puede llevar al autoengaño, “y suceda que, al oír las palabras de esta maldición, él se
bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que
con la embriaguez quite la sed.” Deuteronomio 29:19

La consecuencia de una mala raíz está declarada en Deuteronomio 29:20 “No querrá Jehová
perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará
sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo.

REFLEXIÓN

¿Tienes a Cristo como Señor y Salvador en tu vida? Examina los frutos que producen en tu vida tu
relación y firme arraigo a Él.

CONCLUSIÓN
“Yo soy la raíz”. Jesús, la raíz firme y poderosa. Es la raíz que produce frutos, la raíz que nunca será
removida. Esta lección nos advierte sobre el peligro y la consecuencia de estar conectados a una
mala raíz. Por eso necesitamos recibir a Jesús, conectarnos a su Palabra y disfrutar de su íntima
comunión.

YO SOY LA RAÍZ (JESÚS, LA RAIZ DE DAVID [Jesús se revela como: la raíz de David/el linaje de David/la estrella
resplandeciente de la mañana ] - JESUS, LA RAÍZ FIRME Y PODEROSA [ Jesús, la raíz que produce frutos; La raíz que nunca
será removida; El peligro de una mala raíz; La consecuencia de una mala raíz ]
- ¿QUÉ HACER SI LOS FRUTOS SON
MALOS? [La religiosidad produce frutos malos; El alejarse de dios produce frutos malos; La falta de arrepentimiento produce frutos
malos; Los verdaderos hijos de dios producen frutos buenos] - FIRMEMENTE ARRAIGADOS EN CRISTO)

LECCIÓN 3: ¿QUÉ HACER SI LOS FRUTOS SON MALOS?

INTRODUCCIÓN

La raíz determina las ramas. Qué tipo de rama y qué tipo de fruto yo puedo producir. Pero, ¿qué
hacer si los frutos son malos? ¿Cómo yo puedo revertir este proceso? LA MANERA DE HACERLO
ESTÁ EN EL SINCERO ARREPENTIMIENTO, LA CONFESIÓN DE LAS FALTAS Y EL BAUTISMO EN AGUA.

El sumergirme en las aguas es símbolo de muerte, es matar al viejo hombre, es hacer una confesión
pública y salir de las aguas como una nueva persona, es salir de una naturaleza pecaminosa a una
naturaleza redimida en Cristo Jesús.

1. LA RELIGIOSIDAD PRODUCE FRUTOS MALOS

“y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo
que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras” Mateo 3:9

Los fariseos y saduceos eran los religiosos de la época del ministerio terrenal de Cristo. Ellos
representaban la religión ritualista, formal, fría. Jesús dijo de ellos en Mateo 15:8-9: “Este pueblo
de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como
doctrinas, mandamientos de hombres”.

El Señor les estaba repitiendo el mismo mensaje del profeta Isaías del 750 a.C. “Así que el Señor dice:
«Este pueblo dice que me pertenece; me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Y la
adoración que me dirige no es más que reglas humanas, aprendidas de memoria”. Isaías 29:13.

El Señor busca verdaderos adoradores que le adoren al Padre en Espíritu y verdad. Juan 4:24 dice:
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren . Solo la
verdadera adoración podrá evitar la religiosidad, solo la adoración en el Espíritu podrá ser fuente de
frutos que agradan a Dios. Gálatas 5:22-23 'Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. '

2. EL ALEJARSE DE DIOS PRODUCE FRUTOS MALOS

“Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación
de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” Mateo 3:7

Acá está la clave, el bautismo que representa al arrepentimiento. Los religiosos acudían a Juan, y él
les reprendía “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” ¿Por qué?
Porque todos venimos de una generación de víboras, en el libro de Génesis, en el primer capítulo,
la serpiente va a concebir esa generación de víboras, que viene de la mentira, el engaño, la
relativización de la palabra de Dios. Cambian la palabra de Dios por otras cosas, así como los fariseos
y saduceos estaban haciendo, se pegaban más a sus tradiciones que a la obediencia a los
mandamientos de Dios.

Por eso, Juan el bautista dice, “¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” Desde el Génesis la
serpiente enseñó al hombre pecador a huir de Dios. Antes del pecado Adán y Eva gozaban de una
íntima relación con Dios en el huerto del Edén, pero luego del pecado huyeron de su presencia y se
separaron de Dios. Por eso es importante enseñar la Palabra de Dios. Porque el hombre cree las
mentiras del diablo y porque la ira de Dios traerá el juicio divino sobre la tierra.

Todo esto es apenas el comienzo, este es el tiempo en que nosotros como iglesia debemos tumbar la
estructura de maldad, todo el misterio de la iniquidad que nace del mismo infierno, de la raíz de la
serpiente caerá con la verdad de Dios y la verdad de Dios está fundamentada en su Palabra.
Debemos entender que es el Cristo que vendrá por segunda vez no en relación al pecado sino como
el Juez para activar los juicios de Dios sobre los hijos de desobediencia. Viene a establecer su reino
en Armagedón, y va a pisotear a todos los que siguieron a la serpiente, que es el espíritu de engaño,
el espíritu que nació de una mentira, esa es la generación de víboras que vienen contaminando con
sus pecados todo sistema de este mundo.

3. LA FALTA DE ARREPENTIMIENTO PRODUCE FRUTOS MALOS

“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,” Mateo 3:8

Esto quiere decir transformar los procesos de muerte, a través del arrepentimiento, en procesos de
vida. Con la falta de arrepentimiento, estaré maltratando a mi esposa, por eso me tengo que
arrepentir “metaneo”, cambiar, hacer un cambio de mi mente. En este cambio de mentalidad, radica
el verdadero arrepentimiento que empezará a producir frutos buenos.

En lugar de producir fruto de muerte, con lo que hablo con mi boca y con mis acciones, empiezo a
dar frutos de vida. Al cambiar mi manera de pensar cambiará mi manera de actuar, hablaré bien,
construiré mi casa con el fruto de la raíz que está en mí, Cristo y su Palabra y así empieza a salir el
fruto del reino de Dios en mi vida y familia.

La solución está en el sincero arrepentimiento. “y eran bautizados por el en el Jordán, confesando


sus pecados.” Mateo 3:6 Tenemos que confesar el pecado y pedir perdón al Señor por las faltas
cometidas. En ese proceso hacemos el cambio de mentalidad porque reconocemos el error. De
esta manera quedamos libres del hacha que debe cortar todo mal árbol.

El arrepentimiento, el cambio de mente, el remover la mentira y establecer la verdad en nuestras


vidas traen esa libertad. Por eso es importante seguir estudiando la palabra de Dios que es la verdad.
La verdad y la mentira se están enfrentando en este tiempo de una manera contundente, se está
definiendo el destino del planeta tierra, se está definiendo quienes son de Cristo y quienes no lo son.
Es hoy que podemos tomar la decisión de arrepentirnos de nuestros pecados y caminar con Cristo en
obediencia a su Palabra.

4. LOS VERDADEROS HIJOS DE DIOS PRODUCEN FRUTOS BUENOS.

“Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los
conoceréis” Mateo 7:19-20,

Entonces es necesario hacer un análisis en mi vida para ver qué tipo de fruto estoy produciendo . La
palabra de Dios es importante porque me nutre de la verdad de Dios. Por eso cada día tengo que
tener mi tiempo con Dios, y meditar en su Palabra ¿Cómo yo puedo meditar en su palabra y
nutrirme de esa raíz? Es importante entender que al leer la palabra hay que tomar tiempo, leer un
poquitito y hacer una foto mental, ¿Qué es eso? Cierre sus ojos y lo que leyó medite, dele tiempo a
su mente para recordar lo que leyó, siga leyendo y siga meditando para que se quede impregnado
en su memoria y en su espíritu.

La Biblia dice en Romanos 8:14: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son
hijos de Dios. Y en Efesios 5:8-9 “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el
Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad).
Como hijo de Dios deja que el Espíritu Santo te guíe y camina con El en obediencia, en santidad, en
justicia y verdad.

REFLEXIÓN

Elabora una lista del fruto que Dios produce en tu vida, tu familia y ora dándole gracias.

CONCLUSIÓN

“Yo soy la raíz” Pero, ¿qué hacer si los frutos son malos? La religiosidad, la falta de arrepentimiento,
el alejarse de Dios produce frutos malos. La solución está en el sincero arrepentimiento. Los
verdaderos hijos de Dios, arraigados en Cristo producen los frutos buenos.

YO SOY LA RAÍZ (JESÚS, LA RAIZ DE DAVID [Jesús se revela como: la raíz de David/el linaje de David/la estrella
resplandeciente de la mañana ] - JESUS, LA RAÍZ FIRME Y PODEROSA [ Jesús, la raíz que produce frutos; La raíz que nunca
será removida; El peligro de una mala raíz; La consecuencia de una mala raíz ] - ¿QUÉ HACER SI LOS FRUTOS SON
MALOS? [La religiosidad produce frutos malos; El alejarse de dios produce frutos malos; La falta de arrepentimiento produce frutos
malos; Los verdaderos hijos de dios producen frutos buenos ] - FIRMEMENTE ARRAIGADOS EN CRISTO [LA PALABRA DE
DIOS NOS ALIENTA A ESTAR ARRAIGADOS EN EL AMOR DE CRISTO; LA PALABRA NOS ENSEÑA A ESTAR ARRAIGADOS EN LA RAÍZ SANTA,
CRISTO JESÚS; LA PALABRA DA FUERTES ADVERTENCIAS CONTRA EL DESARRAIGO; CONSECUENCIAS DE ESTAR DESARRAIGADOS] )

LECCIÓN 4: FIRMEMENTE ARRAIGADOS EN CRISTO

INTRODUCCIÓN

La raíz es la parte de una planta que está introducida en la tierra o en el medio del que se nutre y
crece en dirección inversa al tallo. Sirve para fijar la planta al suelo y absorber las sustancias
nutritivas de donde toma los elementos necesarios para su desarrollo. La Palabra de Dios nos alienta
a estar arraigados en Cristo Jesús. Pero, existen algunas causas por las cuales puedo quedar
desarraigado. La desobediencia, la incredulidad, la apatía espiritual. Para evitarlo debemos estar
conectados a Cristo quien puede revelarme las riquezas de su gloria en mi vida. “Para que os dé,
conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su
Espíritu” Efesios 3:16 Solo Cristo permite que estés arraigado, que seas cimentado en amor y de esa
savia, de esa raíz empieces a nutrirte.

1. LA PALABRA DE DIOS NOS ALIENTA A ESTAR ARRAIGADOS EN EL AMOR DE CRISTO

“Para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor,
sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor, que excede a
todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios”. Efesios 3:17-19 Al creer en
Jesús como Señor y Salvador, por la fe, Él habita en nuestros corazones. Cristo es la poderosa raíz, la
que nos arraiga y nos nutre del alimento espiritual necesario para vivir en comunión con Dios.
Debemos creer su palabra, obedecerla para seguir activando frutos del reino. Para permanecer
arraigado en Cristo, en una comunión de amor y obediencia a él. Estar todos los días conectados a Él,
por medio de la meditación de su Palabra, en oración, en comunión, en adoración, en obediencia
para seguir extrayendo la savia que empieza a nutrir dentro de nuestras ramas, haciéndolas ramas
fructíferas.

2. LA PALABRA NOS ENSEÑA A ESTAR ARRAIGADOS EN LA RAÍZ SANTA, CRISTO JESÚS

“Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las
ramas.” Romanos 11:16 Si la raíz es buena todo lo demás en tu vida va a ser bueno, por eso es tan
importante estar arraigados en Cristo “la raíz santa”

“Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en
lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,” Romanos 11:17
Israel fue una nación de Pacto con Dios. Pero, al fallar al pacto con Dios “fueron desgajadas” ¿Por
qué? Porque originalmente el llamado era para los judíos, pero ellos rechazaron a Cristo, se alejaron
y los gentiles (las otras naciones) fueron injertadas “la raíz santa” para ser nutridos de la rica savia
del olivo y el olivo es Cristo. ¿Qué podemos extraer de esto? Que las ramas injertadas también
pueden ser desgajadas, que se puede perder la salvación que tenemos solo en Cristo Jesús. Si te
desconectas y rechazas la raíz que es Cristo, vas a ser desgajado como Israel lo fue durante 2000
años y ahora empieza el proceso de la reinserción de Israel a la conexión del olivo verdadero y a la
raíz que es Cristo. Entonces, Israel está en un proceso de reinserción y nosotros estamos en un
momento de florecer.

Por esto la Biblia hace esta advertencia, “no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no
sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.” Romanos 11:18 Esto quiere decir que cuando empecemos a
dar frutos no nos jactemos de todo lo que tenemos, sino que nos jactemos de la raíz que es Cristo, y
darle siempre la gloria a Dios y a su Palabra.

“Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. Bien; por su incredulidad
fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.” Romanos 11:19-
20 La incredulidad produce la desconexión de la raíz, que es lo que le paso a Israel, se desconectó del
Señor su Dios porque no creyó en Cristo el Mesías. Pero nosotros estamos conectados a Cristo Jesús,
quien es el Mesías el ungido enviado de Dios para la salvación de toda la humanidad. De esa unción
nos nutrimos todos, porque Cristo significa “Mesías” significa, “ungido”. Estamos conectados a esa
unción que está nutrida por la verdad de Dios y la unción me enseña toda la verdad de que por la fe
Cristo habita en mi corazón, y es el Espíritu Santo quien me guía a conocer esa verdad y yo me nutro
de esa raíz y empiezo a producir fruto de vida y no de muerte.

3. LA PALABRA DA FUERTES ADVERTENCIAS CONTRA EL DESARRAIGO

“Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira, pues, la bondad
y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para
contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. Romanos
11:21-22 El perdón de Dios y la salvación está en estrecha proporción a nuestra firme relación de fe
con Cristo Jesús. Si Dios no perdonó a Israel su desobediencia tampoco perdonará nuestras vidas si
nos desligamos de Cristo. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios. Dios es bueno cuando
permanecemos en su amor y su infinita gracia, pero es también severo al traer sus juicios sobre la
desobediencia a su Palabra.
Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para
volverlos a injertar. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra
naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán
injertados en su propio olivo?” Romanos 11:23-24 “Poderoso es Dios para volverlos a injertar”. Estas
Palabras son de esperanza, de salvación y restauración para el pueblo de Israel. Dios sigue tratando
con este pueblo porque es una nación de Pacto. Israel falló al pacto al rechazar

al Mesías, sin embargo, Dios nunca falló al pacto con Israel y los volverá a injertar en el tiempo
señalado.

4. CONSECUENCIAS DE ESTAR DESARRAIGADOS

“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a
sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos
veces muertos y desarraigados” Judas 1:12

“Arboles otoñales, sin frutos”. En el otoño se produce la caída de las hojas en plantas y árboles. Esto
se debe a que tanto en otoño como en invierno la cantidad de luz no es suficiente para que ocurra la
fotosíntesis, por lo tanto, se reduce la cantidad de clorofila de las hojas, de ahí que se produzca la
caída.

Entonces, esto termina de una manera contundente, los dos tipos de árboles otoñales, sin frutos de
aquí para allá, pero vos podés ser un árbol con fruto, te desafío a que seas arraigado, que seas
cimentado en la verdad de Dios, que no dejes de meditar en la palabra, que no dejes de leer, que no
dejes de serle fiel a Dios en todas las áreas de tu vida. Podemos ser un árbol con fruto porque Cristo
es la firme raíz de nuestras vidas.

“Dos veces muertos y desarraigados”, porque al estar desarraigados estamos muertos


espiritualmente y físicamente. “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He
aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar
convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las
cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.” Judas 1:14-15

Dios es bueno, manifiesta su gracia infinita en la persona del nuestro Salvador Jesús. Pero, también
es severo, trae juicios sobre el pecado.

REFLEXIÓN

Elabora una breve lista de acciones diarias que evidencian que estás arraigado en Cristo Jesús.

CONCLUSIÓN

Jesús afirma “Yo soy la raíz” Debemos está firmemente arraigados en Él. La Palabra de Dios nos
alienta y enseña a estar arraigados en Cristo. También nos da fuertes advertencias contra el
desarraigo al mostrarnos las consecuencias del mismo.

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en
acciones de gracias. Colosenses 2:6-7

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