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En la construcción sostenible, se emplean diversos tipos de bloques ecológicos que ofrecen diferentes niveles de
sustentabilidad, los cuales se determinan según la composición, método de fabricación y aplicación. A
continuación, te presentaremos algunos de los tipos más comunes que están disponibles en el mercado
Ladrillo de adobe
Es uno de los materiales más antiguos de construcción empleado hace más de 9 mil años. Su fabricación implica
una mezcla de arcilla, arena y agua que se secan al sol en lugar de ser cocidas
Este tipo de ladrillos se fabrica a partir de cenizas de carbón provenientes de plantas termoeléctricas. Fueron
inventados en 1999 por el ingeniero civil Henry Liu como una solución innovadora para reutilizar los residuos
generados por la quema de este elemento.
Por otra parte, los ladrillos fabricados con materiales sustentables para la construcción como cáñamo, paja u otras
fibras vegetales, destacan por su resistencia y propiedades aislantes excepcionales
Se elaboran mediante una mezcla de tierra, arena, arcilla y estabilizantes naturales o biodegradables, como la cal,
que se compacta a través de maquinaria especializada para darles forma. La fabricación prescinde de la necesidad
de cocción en horno, lo que conlleva una reducción significativa en el consumo de energía y las emisiones de gases
de efecto invernadero. Aunque tienen un costo mayor, el nivel de aislamiento térmico supera con creces a otras
opciones disponibles.
El uso de plástico reciclado se ha convertido en una alternativa ampliamente popular en la fabricación del ladrillo
ecologico. Estos bloques fabricados exclusivamente con residuos plásticos
Hasta ahora, hemos evidenciado que el ladrillo ecológico es una opción sobresaliente para su implementación en
cualquier tipo de construcción. Sin embargo, profundicemos aún más en las ventajas que este material ofrece.
Ventajas
Impacto ambiental reducido: Tienen un menor consumo energético, usan menos recursos naturales,
generan menos emisiones de CO2 y evitan el uso de materiales contaminantes.
Aislamiento: En general, proporcionan un mayor nivel de protección termoacústica que los ladrillos
convencionales.
Estética: Son una opción estética más adecuada para ciertos estilos de construcción, como las estructuras
rústicas o rurales pues aportan un aspecto más natural.
Ahorro económico: Al producirse con materiales de desecho y métodos artesanales de fabricación, resulta
en un costo de producción más económico.
Desventajas
Limitada variedad decorativa: Debido a la reciente introducción en el mercado, los ladrillos ecológicos
tienen una gama más limitada de opciones decorativas en comparación con los bloques tradicionales.
Como mencionamos previamente, hay diferentes tipos de ladrillos, cada uno con un propio proceso de fabricación.
Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos en explicarte el proceso de creación de los ladrillos ecológicos de
tierra comprimida. Ten en cuenta que las cantidades pueden variar según la cantidad que desees producir, por lo
tanto, es recomendable tener un conocimiento básico de las proporciones para que realices la dosificación de
acuerdo a tus necesidades.
Materiales
Tierra
Arcilla
Arena
Cal
Agua
Malla de alambre
Máquina mezcladora
Paso 1: Preparación de los materiales
Busca tierra adecuada a una profundidad de 20 a 30 centímetros por debajo de la capa fértil superficial,
cerca del lugar de construcción.
Luego, tamiza la tierra a través de una malla de alambre para eliminar piedras, hojas o algún otro
escombro.
Combina la tierra tamizada con una mezcla compuesta por 65% de arcilla, 30% de arena y 5% de cal.
Añade agua a la mezcla y revuelve hasta obtener una consistencia ligeramente húmeda, evitando que
esté demasiado húmeda, seca o quebradiza.
Llena la prensa de ladrillo con la mezcla preparada y sigue las instrucciones del fabricante.
Aplica presión en la prensa para compactar la mezcla y formar las piezas.
Retira cuidadosamente los bloques de la prensa y colócalos a un lado para que se curen.
Repite este proceso hasta obtener la cantidad deseada.
Paso 4: Curado
Cubre los ladrillos recién moldeados para retener la humedad en el interior y permitir un secado lento.
Deja que se curen durante aproximadamente dos semanas para que puedan secarse por completo y se
fortalezcan.
Una vez que estén completamente secos y fortalecidos, estarán listos para su uso en la construcción