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PSICOLOGÍA COGNITIVA: COMUNICACIÓN

1. LOCALIZACIÓN Y LATERALIZACIÓN DEL LENGUAJE:

Una serie de observaciones y especulaciones, hoy legendarias, condujo al descubrimiento


que verdaderamente sentó las bases de la neuropsicología: la localización del lenguaje. El 21
de febrero de 1825, un médico francés llamado Jean Baptiste Bouillaud (1796-1881),
presentó un artículo ante la Real Academia de Medicina de Francia en el que informaba que,
a partir de estudios clínicos, había descubierto que ciertas funciones “están” están ubicadas
en la neocorteza y, específicamente, que el habla se localiza en el lóbulo frontal, lo que
concordaba en las creencias de Gall y se oponía al punto de vista de Flourens. Después de
observar que actos tales como escribir, dibujar, pintar y practicar esgrima se realizan con la
mano derecha, Bouillaud sugirió la posibilidad de que la parte del cerebro que controla estos
actos se encontrara en el hemisferio izquierdo. Durante mucho tiempo los médicos habían
reconocido que una lesión en uno de los hemisferios cerebrales producía un deterioro del
cuerpo y Bouillaud se preguntó si el habla no estaría también influenciada por el hemisferio
izquierdo. Pocos años después, en 1836, Marc Dax presentó un artículo en Montpellier,
Francia, sobre una serie de casos clínicos que demostraban que los trastornos del habla se
asociaban con lesiones del hemisferio izquierdo. Sin embargo, el manuscrito de Dax recibió
por atención y no fue publicado hasta 1865, año en el que lo publicó su hijo.

Aunque ni los trabajos de Bouillaud ni los de Dax tuvieron mucho efecto cuando fueron
presentados por primera vez, Ernest Auburtin, yerno de Boullaud, continuó con la
investigación. En un encuentro llevado a cabo en la Sociedad Antropológica de Paris en 1861,
Auburtin informó el caso de un paciente que había perdido la capacidad para hablar al
aplicar presión sobre su lóbulo frontal. Auburtin también describió la siguiente narración de
otro paciente, que finalizaba con una promesa que los científicos interpretaron como un
desafío.

Paul Broca (1824-1880), fundador de dicha sociedad, asistía al encuentro y escuchó el desafío
de Auburtin. Cinco días más tarde recibió a un paciente, el señor Leborgne, que había
perdido el habla y sólo era capaz de decir “tan” y maldecir. Este paciente presentaba una
parálisis en el lado derecho del cuerpo, pero en otros aspectos parecía inteligente y normal.
Broca recordó el desafío de Autburtin y le invitó a examinar a Tan, como comenzaron a
llamar al paciente. Juntos llegaron a la conclusión de que, si Auburtin estaba en lo cierto. Tan
debía tener una lesión frontal. Tan falleción el 17 de abril de 1861 y, al día siguiente, Broca
envió sus hallazgos a la Sociedad Antropológica (se acusa a esta publicación de ser el trabajo
científico más rápido que se ha representado). Auburtin tenía razón, el lóbulo frontal
izquierdo era el foco de la lesión de Tan. En 1863, Broca había reunido otros ocho casos
similares al Tan.

Como resultado de sus estudios, Broca situó el habla en la tercera circunvolución del lóbulo
izquierdo del cerebro. Por consiguiente. Logró dos hazañas. Demostró que el lenguaje estaba
localizado de un lado del cerebro, de modo que las diferentes regiones algo novedoso:
algunas funciones podían estar localizadas de un lado del cerebro, propiedad que se conoce
como lateralización. Dado que se considera que el habla es una característica fundamental
de la conciencia humana, el hemisferio izquierdo a menudo se denomina hemisferio
dominante para reconocer el papel central que desempeña en el lenguaje. Como
reconocimiento a la contribución de Broca, la región anterior del cerebro correspondiente al
habla se denomina área de Broca y el síndrome resultante de su lesión se llama afesia de
Broca (del griego a que significa “no” y phasia que significa “habla”).

2. DESCRIPCIÓN MORFOFUNCIONAL DE LA COMUNICACIÓN:

Dentro de las estructuras anatómicas y funcionales que, de alguna manera, contribuyen al


establecimiento de relaciones entre los seres vivos, es obligado hacer referencia a aquellas que
constituyendo el tronco encefálico cumplen funciones de relación. El tronco encefálico, como
sabemos, está integrado por - bulbo, protuberancia y mesencéfalo- partes anatómicamente bien
diferenciadas, que realizan funciones tales como la actividad de los pares craneales, la motilidad
y sensibilidad, y ciertos reflejos.

Sus lesiones - vasculares, inflamatorias, tumorales o degenerativas- pueden originar trastornos


de la conciencia y a menudo la muerte por afectar a órganos que rigen funciones vitales; cuando
no lo son, dan origen a múltiples cuadros sindrómicos que impiden, dificultan o alteran la
comunicación. De entre estos factores nos detendremos a estudiar aquellos que producen lo que
podríamos englobar como trastornos del leguaje.

3. TRANSTORNOS DEL LENGUAJE:

Los trastornos del habla y del lenguaje suponen una alteración de la comunicación cognitiva, así
tenemos:

3.1. AFASIA: Afectación adquirida de la conducta verbal del lenguaje a nivel lingüístico. Trastorno
que dificulta con mayor incidencia a la comunicación. Esto podría darse en las áreas
Transcortical, De Broca, De Wernicke. Se alterna funciones como la fonación, se interrumpe
la emisión de la voz.
3.2. APRAXIA: Desatención o ignorancia unilateral.
3.3. ANOSAGNOSIA: Trastornos del conocimiento y del juicio.
3.4. DISARTRIA: Lenguaje emborronado con errores de articulación, problemas de volumen o
control de la respiración.

La afectación cognitiva de la comunicación se asocia a la disminución de funcionamientos del


hemisferio derecho y se caracteriza por la disminución de la concentración, atención, memoria,
orientación, confusión, fabulación, pensamiento irrelevante o concreto y lenguaje vago.

4. LA COMUNICACIÓN VERBAL:

Comunicar es hacer partícipe o transmitir a otra persona algo que se tiene, ya sean
pensamientos, ideas, sentimientos o cualquier otra clase de información. Todo ello constituye el
mensaje a transmitir.

Para que se produzca transmisión (comunicación) los interlocutores deben utilizar los mismos
códigos para así permitirse mutuamente descifrar lo que se ofrece y superponer en parte su
mundo con el mundo del emisor.

Para alcanzar una comunicación eficaz es imprescindible escuchar. Sin escuchar no puede haber
diálogo. Escuchar es un arte que se aprende como todos los demás. Está estudiado que a lo largo
de nuestra actividad profesional el 9% del tiempo a escribir, el 16% a leer, el 30% a hablar y el
45% del tiempo restante la pasamos escuchando.

5. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL:
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
 Kolb, Bryan y Whishaw, Ian Q. (2006). Neuropsicología Humana. Buenos Aires, Argentina:
Médica Panamericana S.A.

https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=-vxlWKmXMmsC&oi=fnd&pg=PR15&dq=Kolb,
+Bryan+(2006)+Neuropsicolog%C3%ADa+humana.+Argentina.+M
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