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UNIDAD 6

1. EL LENGUAJE PLÁSTICO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL.

las expresiones gestual-corporal y musical son, por orden natural, las que primero se pueden trabajar con el
niño o la niña. Después, a medida que va madurando la capacidad psicomotora, se inicia la expresión
plástica y, con el desarrollo del lenguaje se empieza con la expresión verbal. Al mismo tiempo que la
expresión verbal va consolidándose como la forma habitual de comunicarse, tanto la expresión musical
como la expresión plástica se van diluyendo.

Es importante destacar, por tanto, que cuando los niños y las niñas todavía no son capaces de comunicarse
verbalmente con plenitud, el lenguaje plástico les da la oportunidad de expresar, a través de sus
manifestaciones plásticas, la realidad que sienten y viven

1.1. ACTIVIDADES PLÁSTICAS Y DESARROLLO INFANTIL.

Todos los niños y niñas han nacido con capacidad para expresarse plásticamente, simplemente hay que
cultivar y desarrollar esa forma de expresión. En este sentido, será necesario dotarlos de los recursos y las
técnicas que les permitan avanzar en SU manipulación y experimentación.

De esta manera, se enriquecerán jugando con el material que se les ofrece y aprenderán y progre sarán en
función de su maduración personal y del entorno en el que viven. De hecho, todas las áreas del desarrollo
infantil influirán en la adquisición del lenguaje plástico:

- Desarrollo motriz. El niño o la niña empieza a conocer los diferentes materiales experimentando con
ellos: los manipula, los toca, los rasga, los arruga o dibuja trazos descoordinados. Estas primeras
experiencias serán esenciales para la evolución de su destreza manual (psicomotricidad fina) y
dominio motor.
- Desarrollo cognitivo, El desarrollo de habilidades artísticas está estrechamente unido al desarrollo
intelectual del niño o la niña y se perciben en funciones como la atención, la concentración, la
representación simbólica, la abstracción y, por Supuesto, la imaginación y la creatividad.
- Desarrollo sensorial. Las primeras fases en la adquisición de habilidades plásticas pasan por la
captación de las sensaciones del entorno: texturas, colores, formas y, en general, todo el Cúmulo de
estímulos a los que la niña o el niño está expuesto. Estas sensaciones servirán de base para sus
elaboraciones.
- Desarrollo socioafectivo. En cualquier actividad plástica intervienen unos fatores emocionales y
afectivos que bloquean o estimulan la creatividad y la libre expresión En este sentido es importante
Conocer el estado anímico de los niños y las niñas, sus sentimientos y emociones para motivar de
forma adecuada.
- Desarrollo social Las niñas y los niños aprenden a convivir con la realización de actividades plásticas,
pues muchas de ellas se realizan con la colaboración de todo el grupo. De esta manera Son
conscientes de su contribución personal al trabajo colectivo y adquieren un sentimiento de
pertenencia.
- Desarrollo del lenguaje Las habilidades verbales se ven potenciadas con la actividad plástica, tanto
en la ampliación del léxico como en el uso del lenguaje para hablar de sus producciones. Como
veremos más adelante, la motricidad gráfica será el precedente inmediato de la escritura.
- Desarrollo de la autonomía personal. Las actividades plásticas también serán útiles para la
adquisición de ciertos hábitos como el orden, la higiene, la observación o la escucha, necesarios
para el desarrollo autónomo

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1.2. CAPACITACIÓN PARA LAS ACTIVIDADES PLÁSTICAS

Para expresarse gráficamente, como en cualquier otro lenguaje, es necesario que el organismo este
preparado para ello, es decir, que disponga de las estructuras corporales que intervienen en el proceso
suficientemente desarrolladas.

Asi pues, existe una secuencia predecible de la evolución de la expresión plástica infantil, en sintonía Con la
maduración del organismo, que sigue una secuencia de desarrollo:

- De arriba abajo. Esto significa que los bebés Controlan antes los movimientos de la cabeza que los
de los pies.
- De la base del cuello hacia fuera, es decir, primero controlan los hombros, después los brazos,
después las manos y, por último, los dedos.

Además, será necesario considerar el desarrollo de la vista, pues estará directamente relacionado con la
adquisición de la prensión o motricidad fina. Será alrededor del cuarto mes cuando la coordinación
oculomanual (integración visual y motriz) permita el inicio de la prensión voluntaria (todavía con unos
resultados poco precisos), pero supondrá un cambio cualitativo en el desarrollo de la actividad plástica.

Estas explicaciones nos dan una idea de la evolución de las habilidades de expresión plástica del niño o de
la niña y, por tanto, de los diferentes útiles que serán capaces de manejar en cada etapa del desarrollo.

1.3. DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD GRÁFICA.

El desarrollo de la prensión está directamente relacionado con el desarrollo de la motricidad gráfica.

La motricidad gráfica es la capacidad de manipular un utensilio para efectuar trazos, marcas o


modificaciones sobre un soporte.

En la motricidad gráfica intervienen tres factores.

- Dos que ya hemos citado (la visión y la prensión) que convergen en la integración visual motriz con
los inicios de la prensión voluntaria. Los primeros trazos, las niñas y niños los ejecutan por simple placer
de movimiento y no están dotados de ningún significado.
- El otro factor es la representación, que se integrará más tarde, a partir de los tres años, Cuando se
dote a la producción de nombre o significado.

El estudio de la motricidad gráfica y su clasificación en etapas se ha realizado sobre la base de dibujos, pero
es un modelo generalizable a otras producciones. Siguiendo a V. Lowenfeld, en la Educación Infantil se
pueden diferenciar las etapas siguientes.

- Etapa del garabateo (entre los 2 y los 4 años aproximadamente). Se distinguen tres subetapas:
o Garabateo desordenado (hacia los2 años).
o Garabateo ordenado (hacia los 3 años).
o Garabateo con nombre (hacia los 4 años).
- Etapa preesquemática (entre los 4 y los 7años, aproximadamente).

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ETAPA DEL ARABATEO DESORDENADO.
El primer registro gráfico toma forma de garabato y ocurre entre los 18 y los 24 meses de edad

Hacia los 18 meses, el niño o la niña consigue doblar el codo, lo cual le permite un movimiento de flexión-
extensión del antebrazo que va a hacer posible la realización de los primeros trazos.

En estas primeras producciones, el niño o la niña carece de control visual sobre su mano, por lo que a
menudo mira hacia otro lado y, con frecuencia. excede de los límites del papel o soporte en que dibuja. Los
trazos que resultan son impulsivos e incontrolados. Generalmente son rectos o ligeramente curvos, pero de
diferente longitud y dirección

ETAPA DEL GARABATEO ORDENADO.


Hacia los 30 meses aproximadamente se inicia el control global en el ojo, sigue el movimiento manual y,
después, la mano obedece al ojo.

Cuando el niño o la niña es capaz de conducir su mano (gracias a la mejora de la autonomía antebrazo-
mano) donde indica su ojo, el niño o la niña Controla el gesto gráfico y cierra las figuras, primero las circulares,
después las rectangulares, etc.

En estos momentos empieza a tomar conciencia de la situación espacial, pero en esta etapa, el garabateo
aún se entiende como una actividad puramente motriz.

ETAPA DE GARABATEO CON NOMBRE


La conciencia de la posibilidad de controlar sus propias creaciones motiva al niño o la niña, alrededor de
los 40 meses, a dibujar de forma intencionada, esto se concreta en su voluntad de dar nombre a sus
garabatos.

A pesar de ello, los trazos realizados continúan Siendo rectas, curvas, óvalos, líneas entrecruzadas o cerradas,
de una mejor elaboración y mejor distribuidos sobre el espacio.

En unas primeras fases, el nombre se asignará una vez realizada la producción y, más tarde, se anticipará el
significado antes de empezar a producir.

En esta etapa, se empieza a utilizar el color intencionadamente, usando diferentes colores para diferentes
significados, aunque la elección del color no debe tener relación con el objeto dibujado

ETAPA PREESQUEMÁTICA.
A partir de los cuatro años y hasta los siete, el niño o la niña consigue mover la muñeca y el pulgar Con
notable autonomía y realiza trazos discontinuos voluntariamente, ralentiza el movimiento y Controla tanto la
velocidad como el desplazamiento del brazo.

Intentará representar, mediante el dibujo, formas relacionadas con el entorno que le rodea y sus
representaciones empezarán a ser reconocibles por las personas adultas.

Aparecen en este momento las primeras formas humanas llamadas «monigotes» o «renacuajos», en las que
la persona se simboliza con un círculo como cabeza (con ojos, nariz y boca en el interior) y dos líneas
verticales como piernas.

Con el paso del tiempo, este esquema se va enriqueciendo a medida que se le añaden nuevos detalles
como brazos, manos, pelo, orejas, pies, Cuerpo, etc. En esta fase utilizan el color y disfrutan Con ello; Sin
embargo, el color no se corresponde con la realidad representada, sino que obedece a su gusto personal,
o simplemente eligen el que tengan más a mano.

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1.4. EVOLUCIÓN DE LAS ACTIVIDADES PLÁSTICAS.

El perfeccionamiento de la motricidad grafica subyace a las producciones que los niños y niñas pueden
ejecutar, pero también tendrán una gran influencia los estímulos y los recursos que la educadora o educador
ponen a su alcance.

ACTIVIDADES PLASTICAS EN EL PRIMER AÑO.


En este primer año el bebé evoluciona muy rápido, pues pasa de los movimientos incontrolados de los
primeros meses a tenerse en pie, empezar a andar y tener cierta autonomía cuando llega al año.

A pesar de ello, la actividad plástica en el primer año es relativamente limitada. Básicamente se centra en
establecer una primera toma de contacto a través de diversas formas, colores, texturas y tamaños. Estos
estímulos favorecen su capacidad de observar y descubrir.

Durante los primeros 6 meses, el bebé no participa de forma directa en las actividades preparadas por los
educadores, pero va acumulando experiencias sensoriales que potencian sus habilidades

A partir de los seis meses y hasta el año, puede participar utilizando algunos recursos que aún no pueden
considerarse propiamente plásticos, como la manita en contacto con el agua (chapoteo), la arena o
harina, o tocando trozos de tela de diferentes texturas.

Como el ojo se le ha desarrollado por completo (desde los cuatro meses sigue con la mirada, deberá
potenciar el descubrimiento de la luz, el color y el movimiento. Para estos fines se podrán utilizar diferentes
recursos como la decoración de la clase con diferentes colores y la realización de algunos trabajos Como
móviles o polichinelas.

ACTIVIDADES PLÁSTICAS ENTRE UNO Y DOS AÑOS.


En este estadio la niña o el niño ha aumentado su autonomía y va a mostrar una mayor actividad: ha
mejorado mucho su control y seguridad en la locomoción (motricidad gruesa) y también su dominio de la
prensión (motricidad tina), de manera que ya puede asir y manipular objetos con cierta destreza.

Ahora ya puede iniciarse en la manipulación de algunos materiales, básicamente trabajando con las manos.
Puede manipular papel de diferentes texturas y colores, así como objetos obtenidos de la naturaleza (hojas
de árbol, plumas de pájaros, etc.). la decoración de la clase va a continuar siendo un recurso esencial, pero
ahora aumentará el protagonismo de las niñas y los niños, pues empezarán a participar con pequeñas tareas
como escoger trozos de papel y pegarlos en un soporte, dejar sus huellas marcadas con pintura en un mural,
etc.

ACTIVIDADES PLÁSTICAS ENTRE DOS Y TRES AÑOS.


La coordinación de movimientos mejora notablemente, así como su capacidad manipulativa, lo que le
permite actuar con mayor precisión a la hora de realizar sus trabajos.

La adquisición de cierta madurez le incita a iniciar nuevas actividades, pero sin continuidad, es decir,
difícilmente las acaba por iniciativa propia. En Cuanto a su relación social, prima el individualismo en su
comportamiento y en sus juegos.

En esta fase adquiere mayor importancia la manipulación, para lo cual se introducen nuevos materiales y
útiles como la plastilina casera, los lápices de cera o la pintura de dedos. Todo ello destinado a potenciar
las destrezas manipulativas del niño o niña.

Con estos nuevos recursos el niño o la niña em pieza a descubrir nuevas texturas y a ser capaz de reali1zar
nuevas operaciones: presión con el puño o la mano, pellizcos con los dedos, aplanado, incrustado de
pequeños objetos, etc. También con las pinturas obtiene nuevas experiencias, por ejemplo, pintando con
los dedos, con esponjas, con espray, haciendo rodar una canica sobre la pintura, etc.
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Hacia la mitad de esta etapa se pueden empezar a Introducir diversos útiles, incluidas las tijeras si son del
tamaño adecuado, de punta roma y de diestro o zurdo. Todas estas actividades van a contribuir al desarrollo
de su psicomotricidad fina.

ACTIVIDADES PLÁSTICAS ENTRE TRES Y CUATRO AÑOS.


El niño o la niña progresa en su personalidad y en Su desarrollo motor, toma conciencia de sus posibilidades
y empieza a interesarse por el resultado de su propio trabajo.

Su capacidad de concentración es mayor, también su curiosidad e interés por lo que le rodea, lo cual es un
acicate para estar más tiempo realizando una actividad. Asimismo, también va mejorando su capacidad
de percepción y de representación visual. Esta mejora de sus hábitos y el progreso en Su autonomía le van
a proporcionar nuevas vías de expresión plástica.

Se empiezan a representar elementos del entorno previa observación: forma, color, tamaño, etc., siendo ya
más habitual el uso de útiles como pinceles, punzones, rodillos, esponjas, palos para modelar, etc. Se inicia
el dominio del trazo sobre diferentes soportes con lápices, ceras, rotuladores, tizas de distintos grosores, etc.

En esta fase se trabaja la destreza con las manos rompiendo, arrugando, cortando y pegando papel. Se
continúa trabajando el modelado, con mayor precisión, y se introducen nuevas pastas para modelar, como
la plastilina comercial, el barro, la pasta blanca o la arena mojada.

Con todo esto, el niño o la niña, en esta fase, trabaja diversas técnicas: dibujo, pintura, collage, es tampación
y moldeado. A través de estos ejercicios se favorece la coordinación ojo-mano y el control del trazo, con lo
que se le está preparando para realizar una aproximación a la lengua escrita.

ACTIVIDADES PLASTICAS ENTRE CUATRO Y CINCO AÑOS.


El niño o niña sique avanzando en la coordinación motora y visomotora y crece su curiosidad. Utiliza el dibujo,
cada vez más rico en detalles, y el lenguaje como medio de comunicación de forma más precisa. Asimismo,
es consciente de la relación de grupo, lo cual hace posible las actividades grupa les y dirigidas.

Se puede representar el entorno a partir de experiencias diferentes, así se inicia el dibujo al natural (realidad)
y el dibujo de memoria (ejercitando la memoria visual, por ejemplo, después de una excursión o una visita a
un museo), en este caso el dibujo permitirá la expresión de sus sentimientos, emociones y fantasías.

Se debe continuar trabajando con técnicas y herramientas ya iniciadas aunque añadiendo ciertas
dificultades para ejercitar su habilidad manual. También se avanza en el estudio de la forma y del espacio.

ACTIVIDADES PLÁSTICAS ENTRE CINCO Y SEIS AÑOS.


El niño niña de esta edad adquiere una madurez en sus funciones básicas y en su seguridad personal.

- Es capaz de asociar, identificar y diferenciar muchos de los datos que recibe del exterior a través de
los sentidos.
- Le gusta formar parte de equipos y realizar trabajos colectivos.
- Colabora en la conservación del aula y puede responsabilizarse de pequeñas tareas

Se debe continuar ampliand0 el lenguaje plástico utilizado hasta ahora, basado en la experimentación de
nuevas o más complejas técnicas Se mejora el dominio del trazo, el uso del color, la manipulación de
diferentes útiles y materia. les, la exploración del espacio plano y del volumen, la identificación de las formas
geométricas, etc.

En este punto, la cantidad de actividades que pue den realizarse con niños y niñas de estas edades es
inmensa, curiosamente es en este momento Cuando el lenguaje escrito y verbal se abre paso y se empieza
a perder la forma gráfico-plástica de aprendizaje.

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2. LA PLANIFICACION DE ACTIVIDADES PLÁSTICAS.

Las actividades plásticas son especialmente gratificantes para las niñas y los niños, por lo que suelen incluirse
en la mayoría de las programaciones de proyectos de atención a la infancia, tanto en entornos formales
como no formales.

2.1. LOS OBJETIVOS DE LA ACTIVIDAD.

Cada actividad se planteará con la intención de alcanzar unos objetivos. Si bien dependerán en cada caso
del tipo de actividad, de la edad y de la intencionalidad, en general las actividades plásticas en la primera
infancia estarán encaminadas a:

- Disfrutar del placer y la fascinación de la actividad, sin preocuparse del resultado o valor esté tico de
sus producciones.
- Estimular la libre expresión, la exteriorización de sentimientos, la creatividad y la imaginación
- Favorecer el desarrollo de la motricidad fina y concentración.
- Reforzar la adquisición de hábitos de autonomía personal.
- Potenciar la aportación individual al trabajo en grupo.

Según la actividad que se plantee, se priorizarán unos u otros objetivos. No hay que olvidar que los objetivos
serán los referentes de la evaluación.

2.2. ESTRATEIAS METODOLOGICAS.

Las actividades plásticas suelen plantearse específicamente con esta finalidad y se llevarán a cabo en un
espacio definido con una serie de recursos materiales y unas herramientas. Además, requerirán un alto nivel
de supervisión.

La estrategia metodológica por antonomasia son los talleres (taller de estampación, de modelado, etc.),
pero también se pueden plantear como actividades de aula en el contexto de un rincón, de un centro de
interés o de la preparación de un acontecimiento concreto (por ejemplo, la decoración de la clase para
Navidad, la elaboración de máscaras para una representación, etc.).

En la programación de las actividades plásticas se contemplarán los aspectos relativos a:

- La seguridad. Es una prioridad, ya que se trabaja a la vez con varios niños y niñas de comportamientos
muy diferentes, con materiales o herramientas potencialmente peligrosos (material pequeño, bolsas
de plástico, tijeras, punzones, etc.). Es importante relacionar tanto los riesgos a los que están
expuestos los niños y las niñas corno las medidas preventivas.
- La directividad. A diferencia de otras actividades, el trabajo plástico suele estar más dirigido,
especialmente en lo que se refiere al uso de materiales y al seguimiento de las normas.

En la programación de la actividad se darán orientaciones sobre el nivel de directividad aconsejado:


si el trabajo es totalmente libre, si hay unas pautas que deben seguir o si se interviene directamente,
durante el proceso creativo, para corregir o asesorar.

- La preparación y la recogida. Otro aspecto que es importante destacar en la programación es que


la actividad se inicia con la preparación y se finaliza con la recogida. Deberá especificarse cuáles
de estas tareas corresponden a la educa dora y cuáles forman parte de la actividad y tienen que
ser realizadas por los niños y las niñas.

2.3. LOS RECURSOS.

La planificación también debe prever y especificar el tipo de material que se usará, la cantidad necesaria
y la forma de aprovisionamiento. El espacio, por las características específicas de este tipo de actividades,
también se contemplará en la programación.

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EL ESPACIO.
En la planificación del espacio diferenciaremos entre el espacio de trabajo y el espacio de exposición.

EL ESPACIO DE TRABAJO.

Lo ideal sería contar con un taller de plástica, pero Como esto no es lo habitual, se habilitarán los más
adecuados (o los que estén disponibles): ya sea la propia aula, la sala polivalente o, incluso, el patio de
juegos. Un requisito, en la mayoría de las actividades, es que disponga de una fuente de agua.

También se debe contemplar que los trabajos plásticos se pueden realizar en diferentes posiciones: sentados,
de rodillas, en cuclillas o de pie, pero en todos los casos lo importante es mantener una postura correcta

EL TRABAJO DE EXPOSICIÓN

Además del espacio de elaboración, se contemplará el espacio de exposición que normalmente será el
aula, aunque frecuentemente excederá de los límites de esta y se aprovecharán los pasillos, el vestíbulo y
otras zonas comunes.

La disposición de estos trabajos se podrá emplazar en superficies horizontales como las mesas o el suelo, o
verticales como las paredes, las puertas o los cristales de las ventanas. Algunas producciones podrán ir
colgadas del techo. Será importante exponer estos trabajos de forma que la composición resulte estética y
agradable.

MATERIALES Y SOPORTES.
Disponemos de una infinidad de soportes y mate riales, lo Cual nos aportará un sinfín de posibilidades
creativas.

Como soporte o base de un trabajo se debe utilizar un material adecuado y disponerlo en el espacio de
forma intencionada. La elección de ambos aspectos va a ser muy importante; en este sentido, una buena
decisión va a potenciar el trabajo y una mala lo va a desmerecer.

En cuanto a los materiales Usados como soporte, los más importantes son el papel y Sus derivados: el cartón,
cartulinas blancas o de colores, etc. Es importante no limitarse a la forma original, es decir, no siempre se
debe mantener su forma rectangular o regular y, en la medida de lo posible, dejar que el niño o niña escoja
la forma sobre la que prefiere trabajar.

Otros soportes de gran utilidad son el corcho. la madera, cintas, trozos de ropa, lanas y cordeles. sedal o
alambres. Se pueden reciclar también un montón de materiales para realizar soportes sorprendentes, por
ejemplo: DVD, hueveras, cilindros de cartón, ramas de árboles, hojas, botes de yogurt, etc. Las posibilidades
son infinitas.

2.4. TÉCNICAS DE EXPRESIÓN PLÁSTICA .

Las técnicas de expresión plástica engloban un conjunto de habilidades que se aplican sobre unos
materiales para obtener una producción artística.

Las diferentes técnicas se distinguen unas de otras en los instrumentos, materiales y soportes que se utilizan y
la manera de interactuar con ellos. Las niñas y los niños pueden empezar a utilizar es tas técnicas desde
edades muy tempranas (a partir del año aproximadamente). Las más habituales en estas edades son:

- El dibujo.
- La pintura.
- La manipulación del papel.
- El modelado.
- El collage.

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Será importante en las actividades plásticas dotar a los niños y las niñas de herramientas, materiales diversos
y soportes adecuados para que sean capaces de manipularlos convenientemente, adecuando su fuerza
muscular y su capacidad psicomotriz.

De esta manera cuanto más variadas sean las técnicas ensayadas, mayor será su experimentación, por lo
que aprenderán mejor la relación que existe entre la causa y el efecto

3. EJECUCIÓN Y EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD.

Las educadoras y educadores se encargarán de la ejecución de la actividad, siguiendo las indicaciones de


la ficha, así como de su observación para realizar el seguimiento y la evaluación.

3.1. LA EJECUCIÓN DE LA ACTIVIDAD.

Para llevar a cabo una actividad y evitar que haya problemas de improvisación o de no saber qué hacer
en un determinado momento, es necesario que la educadora o educador tenga un buen conocimiento de
la técnica. Para lo cual deberá haber ensayado previamente la actividad, lo que le permitirá experimentar
diferentes recursos, detectar posibles problemas y encontrar las mejores soluciones (es téticas, técnicas,
etc.).

Una sesión de una actividad plástica se suele dividir en tres fases perfectamente delimitadas: preparación,
desarrollo y finalización.

LA PREPARACIÓN Y PRESENTACIÓN.
Ya hemos indicado que una actividad plástica se inicia con la preparación, para dejar el aula o espacio
dispuesto para realizar la actividad con seguridad.

Las niñas y las niñas, si ayudan en la preparación de la actividad, lo harán siguiendo las indicaciones del
educador o educadora.

La presentación de la actividad tiene una doble finalidad:

- Provocar en las niñas y los niños interés y entusiasmo para favorecer su potencial expresivo.
- Dar las instrucciones sobre la actividad que deben llevar a cabo y sobre las cosas que no deben
hacer para evitar riesgos.

En este sentido, es importante que las órdenes sean cortas, claras y sencillas. Asi, enseñará los diferentes
pasos, orientando sobre las técnicas que pueden aplicar y dando indicaciones sobre los recursos que
tienen a su alcance.

Para facilitar la comunicación, las niñas y los niños se colocarán de la manera más conveniente, por ejemplo,
en círculo, para que atiendan mejor a las explicaciones.

EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD.
Hemos visto que el grado de directividad dependerá de los objetivos de la actividad, pero que la tendencia
es pasar de actividades más libres y espontáneas a otras más dirigidas, a medida que se va creciendo y van
mejorando las destrezas manipulativas y la representación simbólica. La educa dora o educador actuará
según estas orientaciones.

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Sin embargo, hay algunas indicaciones genéricas sobre la actuación de la educadora o educador durante
una sesión de una actividad plástica:

- Observará la actividad, comprobando que todos los niños y niñas siguen las instrucciones dadas y no
ponen en riesgo su seguridad.
- Estará al lado de los niños y las niñas para escuchar lo que le cuentan y animarlos a descubrir más
cosas sobre las obras que realizan, haciéndolos reflexionar sobre las formas, los materiales o las
herramientas, mediante preguntas o afirmaciones que los acerquen a conceptos que poco a poco
irán entendiendo: «¡Qué alta!», «¿Tiene nariz?», «¿Lleva gafas?», «¡Es moreno!», «Le has dado forma
de pez, ¡se parece a un pez!», «¿La plastilina está caliente o fría?», etc.
- Estará en todo momento pendiente de los recursos y abastecerá o repondrá los materiales
necesarios.
- Intervendrá cuando se requiera explicar y razonar con los niños y las niñas, por ejemplo, en el caso
de que aparezca un conflicto.
- Controlará el tiempo y dará indicaciones sobre el tiempo que queda para que vayan acabando.

FINALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD.
La sesión finaliza con la recogida. El educador o educadora indicará a las niñas y niños que entreguen sus
trabajos y los dejen en su sitio y vayan a lavar los útiles o sus manos (según el tipo de actividad). A los más
pequeños les prestará la ayuda necesaria si lo requieren. Cada tipo de producción tendrá su recogida, si
son obras modeladas se dejarán secar y se guardarán en el lugar correspondiente, los dibujos y las pinturas
se recogerán y se guardarán en una carpeta. El educador o educadora podrá preguntar a la niña o el niño
que es lo que han dibujado o pintado, anotándolo en el propio dibujo.

3.2. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN.

Si los educadores o educadoras siguen las pautas correctas antes de empezar una actividad plástica, si
dotan a los niños y las niñas de los materiales, soportes y herramientas adecuados, si han ensaya do
previamente la actividad, si han explicado adecuadamente el proceso y han dado las órdenes precisas, e,
incluso, si han pensado en el espacio en que será expuesta, esta actividad tiene muchas posibilidades de
resultar un éxito.

Todas estas actuaciones y el resultado obtenido con ellas se valorarán con el seguimiento de la actividad y
la evaluación de los resultados.

¿QUÉ EVALUAR?
En las actividades plásticas, siempre tomando como referencia los objetivos planteados, se valorarán los
aspectos siguientes:

- La adquisición de contenidos.
- La progresión de las destrezas grafomotrices.
- El desarrollo de la representación. La adquisición de hábitos de ordene higiene.
- La satisfacción del niño o la niña.

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¿CÓMO EVALUAR?
Para llevar a cabo esta evaluación, las técnicas empleadas son:

- La observación durante la actividad. Es la fuente que nos ofrece más información y más fide digna:
apreciamos la atención, el interés, la concentración, la comprensión, el desarrollo de Su trabajo, etc.
Será necesario crear una pauta, que podrá ser individual o por grupo, más o menos estructurada,
con los indicadores de evaluación apropiados.
- La revisión de sus producciones. Es otro recurso de evaluación que complementará la información
de la observación. Cuanto más rica sea en detalles, en colores y texturas, mejor estará resultando el
proceso de desarrollo del niño o de la niña.

LA EVALUACIÓN FINAL
Toda la información que se ha ido recogiendo a lo largo del año (registros, etc.), así como de los dibujos y
otras producciones, que se habrán ido guardando, servirán para valorar la evolución del niño y la niña a lo
largo del curso. Con toda esta información se podrán realizar comparaciones:

- De tipo transversal, para saber en qué parte del proceso madurativo está respecto a sus compañeros
y compañeras.
- De tipo longitudinal para valorar su proceso madurativo personal.

Con toda esta información se redactará el ítem correspondiente en el informe trimestral o anual que se
entregará a las familias.

Todas las producciones realizadas durante el trimestre o el curso se agruparán en un dossier que la niña o el
niño se llevan a su casa al finalizar el trimestre o el curso.

4. EL DIBUJO.

Una de las primeras manifestaciones plásticas de niñas y niños es el dibujo, que se inicia alrededor del año,
con la elaboración de los primeros garabatos, en principio como un ejercicio placentero des provisto de
significado, pero es una primera forma de expresarse. En estos dibujos no hay pautas ni normas y el trazo
emerge de las aún limitadas habilidades grafomotrices.

Con el tiempo estos garabatos perfeccionarán sus formas, el niño o niña los dotará de significado y
evolucionarán hacia una representación intencional que llegará a ser reconocida por las otras personas. En
estas fases empezará a utilizar el color con una finalidad diferenciadora.

La educadora o educador deberá dotar a los niños de los útiles y soportes más adecuados a sus
posibilidades grafomotrices y enseñarles su correcta utilización. Entre el amplio abanico de posibilidades
procurará ampliar al máximo los recursos posibles para favorecer su experimentación.

4.1. ÚTILES Y SOPORTES.

Los útiles más importantes son ceras duras, ce ras blandas, rotuladores gruesos y finos, lápices Q de punta
normal y gruesa, carboncillo, sanguinas, tizas, papeles que destiñan, etc. Los niños y las niñas más pequeños
empezarán con los útiles más fuertes, pero de menor tamaño, como las ceras duras, los lápices de colores
de puntas gruesas, las tizas gruesas o los rotuladores de punta gruesa.

A medida que el desarrollo de su psicomotricidad fina vaya avanzando, se añadirán otros que requieran no
solamente mayor fuerza muscular (por el cambio de tamaño principalmente), sino también mayor destreza
manual, como ceras blandas, lápices de colores y rotuladores de punta normal, carboncillo, tizas más finas,
etc.

Los soportes deben ser variados. En un principio se utilizarán papel, cartón o cartulinas, pudiéndose variar la
disposición que podrá ser tanto vertical como horizontal.

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Progresivamente se podrá introducir el papel de color, formas curvadas en los soportes, diferentes texturas,
etc. De esta manera los niños y v las niñas podrán percibir y experimentar diferentes sensaciones, analizarlas
y decidir cuáles ajustan más que otras y por qué.

4.2. ¿CÓMO DIRIIR EL DIBUJO EN EL NIÑO O LA NIÑA ?

La primera premisa es asegurarse de que el niño o la niña se lo pasa bien dibujando, por eso, especialmente
en las primeras fases, se priorizará la libertad absoluta en sus dibujos, con el tiempo se irán dirigiendo estas
habilidades a realizaciones más concretas:

- Es conveniente que en los primeros años (de los dos a los cuatro, aproximadamente) el dibujo sea
libre, aunque el educador o la educadora puede sugerir, por ejemplo, el dibujo de un personaje de
un cuento que previamente haya contado, o de un compañero o compañera de la clase (por
ejemplo, del «protagonista de la semana»).
- A medida que van adquiriendo una mayor capacidad manipulativa (alrededor de los cuatro años),
la actividad se puede empezar a dirigir, por ejemplo, basándose en una observación previa, así se
los puede invitar a dibujar una vaca que estén observando o a imitar un cuadro que han visto en un
museo.
- A partir de los cinco años se pueden llevar a cabo actividades totalmente dirigidas como la
realización del cordón de un teléfono con rotuladores (ocasión en que el niño o niña aprenderá a
hacer el bucle), las olas del mar de un mural con líneas continuas y onduladas, o el camino lleno de
curvas que debe seguir un caracol para llegar a su hoja.

Todos estos avances serán esenciales para introducir al niño o la niña en los ejercicios de preescritura.

5. LA PINTURA

El trabajo con colores aportará un valor cualitativamente importante en las realizaciones artísticas, pues la
elección de los colores será acorde a los sentimientos que se quieren expresar y, además, va a contribuir al
embellecimiento de la obra en la fase de acabado.

En su nivel más básico podrá iniciarse alrededor del año, pero adquirirá importancia a lo largo de toda la
etapa, ampliándose el repertorio de técnicas pictóricas en la medida en que la habilidad y las destrezas de
las niñas y los niños lo permitan.

A diferencia del dibujo, la pintura requiere el conocimiento y la aplicación de técnicas específicas, además
del uso de herramientas muy diversas. Para lo Cual la educadora o el educador deberá:

- Conocer las posibilidades del color.


- Haber trabajado las diferentes técnicas que más tarde utilizará con los niños y las niñas.
- Saber utilizar las herramientas y soportes adecuados.

5.1. LA TEORIA DEL COLOR.

Hablar de pintura es hablar de color y este es un tema de una gran amplitud. En esta unidad solo
apuntaremos los conceptos elementales de la teoría del color que es necesario que una educadora o
educador conozca.

EL COLOR Y LA LUZ.
El color se percibe gracias a la existencia de la luz, sin luz no se vería color:

- Cuando un objeto absorbe una parte de rayos luminosos y devuelve otros a la persona que lo ve, el
objeto adquiere un color determinado.
- Cuando un objeto absorbe todos los rayos de luz que inciden sobre él y, por lo tanto, no devuelve
ningún rayo, el objeto es negro.
- Cuando el objeto no absorbe ninguno de los rayos de luz y los devuelve todos, el objeto es blanco.
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Por esta razón al blanco y al negro se los ha denominado colores neutros o no colores.

EL CIRCULO CROMATICO.
Se denomina círculo cromático a una representación circular de la escala de colores. En el círculo se
identifican tres categorías de colores atendiendo a su composición:

- Los colores primarios son los colores base que no pueden formarse al mezclar otros colores. Lo son el
amarillo, el cian y el magenta. Los colores secundarios se obtienen con la mezcla de dos colores
primarios entre sí (amarillo + cian = verde, amarillo + magenta = naranja, magenta + cian = Violeta).
- Los colores terciarios se obtienen de la mezcla de secundarios y primarios (verde + magenta =
marrón, amarillo + verde = amarillo verdoso, etc.).

En todas estas combinaciones se presupone un mismo porcentaje de mezcla. El resultado de mezclas con
diferentes porcentajes ofrece una variación infinita de colores.

La ordenación de los colores en el circulo cromático nos permite identificar otras categorías de colores:

- Los colores complementarios. Son los colores opuestos dentro del círculo cromático (por ejemplo,
magenta y verde, amarillo y violeta, naranja y cian).
- Los colores cálidos. Es la gama de colores que va desde el amarillo hasta el violeta pasando por el
magenta.
- Los colores fríos. Es la gama de colores que va desde el violeta-azulado hasta el verde-amarillento
pasando por el azul.

El dominio de los colores facilitará su correcta utilización como fuente de expresión

COLORES TERCIARIOS.

COLORES PRIMARIOS. COLORES SECUNDARIOS. - Rojo.


- Naranja
- Magenta. - Violeta. amarillento.
- Amarillo. - Naranja. - Magenta violáceo.
- Cian. - Verde. - Azul violáceo.
- Cian verdoso.
- Verde amarillento.

EFECTOS PSICOLOGICOS DEL COLOR.

Elegir los colores es una cuestión de gusto, pero el conocimiento de los conceptos básicos del color nos
permite utilizarlos estéticamente, no solo en pintura, sino que Su aplicación se extiende a todos los materiales
susceptibles de ser trabajados.

A algunos colores se los asocia con un sentimiento: el rojo con el amor, el negro con el dolor, el verde Con
la esperanza, etc. También se pueden utilizar para darle un propósito como, por ejemplo, el color verde para
el mobiliario de una escuela infantil Con el fin de crear una atmósfera relajada; o el verde, rojo, plateado y
dorado para crear una obra navideña; o el blanco de las paredes para dar luminosidad a la estancia, etc.
También se pueden aprovechar las estaciones del año para asociar colores: otoño/cálidos, invierno/fríos,
etc.

La correcta utilización del color de forma objetiva ayuda, también, a educar el sentido estético y a
sensibilizar.

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5.2. RECURSOS MATERIALES.

La actividad pictórica requiere de tres tipos de materiales:

- Las pinturas. Es el material que se utiliza para pintar. Las hay de diferentes tipos, pero las más idóneas
para estas edades son las témperas ya que se limpian fácilmente y están especialmente preparadas
para uso escolar. Son de consistencia cremosa y se pueden estirar añadiendo agua o jabón líquido
para obtener resultados diferentes en cuanto a brillos o transparencias.
- Los soportes. También pueden ser muy varia dos, desde los más tradicionales (papeles de diferentes
grosores y tamaños, o cartones en todas sus formas), hasta los más innovadores (piedras, Conchas,
troncos, ramas de árbol, maderas, plásticos duros, envases reciclados, etc.), todos son válidos para
adquirir diversas experiencias y destrezas.
- Los útiles para aplicar las pinturas sobre los soportes. Son múltiples y variados y constante mente se
está experimentando en este campo. Los más convencionales son los pinceles de diferentes tamaños
y formas, pero también se pueden utilizar las manos y los pies, recipientes agujereados con un punzón,
espráis, rodillos, bolas y cordeles que se deslizan sobre la pintura, esponjas, tapones de corcho, hojas
de árboles, etc.

También hay que considerar diferentes aplicaciones y recursos informáticos que favorecen el trabajo con
colores. Algunas de las aplicaciones que pueden llevarse a cabo son las siguientes:

- Actividades de identificación y combinación de colores.


- Herramientas que permiten dibujar y pintar de manera muy sencilla e intuitiva, ya sea desplazando
los dedos sobre la pantalla (en una tableta) o haciéndolo con el ratón sobre la pantalla del
ordenador.
- Aplicaciones de diseño gráfico que permiten recuperar imágenes o fotografías y retocarlas o dibujar
sobre ellas.
- Implementación de contenidos multimedia en una misma creación, por ejemplo, texto, animaciones,
sonido, etc.

También es importante destacar que el trabajo con dispositivos electrónicos facilita la incorporación de niños
y niñas con necesidades educativas especiales, por ejemplo, a causa de una discapacidad motriz o
sensorial.

5.3. TÉCNICAS PICTÓRICAS PARA EDUCACIÓN INFANTIL.

Hay una gran variedad de técnicas con pinturas que se pueden utilizar en educación infantil. Las más
habituales son: la pintura con los dedos, la pintura con pincel, el estampado y el teñido

PINTURA CON LOS DEDOS.


Para los más pequeños, ya a partir de los ocho meses, se puede dejar que experimenten con dedos y manos
con la témpera escolar o pintura de dedos (la primera más líquida y la segunda de mayor consistencia) sin
mezclar sobre un soporte plano.

La educadora o el educador pintará un dedo o toda la mano del niño o de la niña y le ayudará a estampar
sus huellas, estará a su lado en todo momento y no le dejará solo. A esta edad la actividad se realizará de
forma individual.

Más adelante, a partir de los 18 meses y progresivamente, se puede usar esta técnica Con otras partes del
cuerp0, Con el puño cerrado, con el meñique de lado, con los pies descalzos, en grupo, sobre diferentes
soportes. Estas aplicaciones también pueden ponerse en práctica con mezclas sencillas de colores primarios.

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Durante el proceso, la educadora o el educador debe dar las normas que crea oportunas, por ejemplo: «No
empezamos hasta que yo lo diga», «Cuando acabemos levantamos los deditos y os ayudaré a limpiaros las
manos», «Tomaremos un trapo y nos limpiaremos», «iremos a lavarnos las manos», etc. También puede optar
por poner música y realizar los diferentes ejercicios siguiendo su cadencia.

LA PINTURA CON PINCEL.


Alrededor de los tres años se puede empezar a pintar con pincel, explicando cómo se debe utilizar. limpiar
y guardar. Se pueden añadir más colores y dejar que el niño o la niña experimente libremente, variando los
soportes y dándole el tiempo que necesite para acabar su obra.

En esta edad aprenden a discriminar materiales y métodos de aplicación, desarrollan la coordinación


oculomanual, ejercitan sus habilidades motrices y las desarrollan. También empiezan a acostumbrar se a
seguir las normas y la asimilación de hábitos de orden y limpieza.

Con pincel, además de la pintura propiamente dicha, se pueden practicar las técnicas de chorreo. goteo
y salpicado.

LA TÉCNICA DEL CHORREO.

Para poner en práctica la técnica del chorreo se debe dar al niño o niña un soporte vertical, pero
ligeramente inclinado en su parte inferior.

El educador o la educadora pondrá a su disposición un recipiente con témpera mezclada con un poco de
agua (para que la pintura fluya) y le mostrará Cómo debe presionar el pincel sobre el soporte para conseguir
que la pintura resbale.

El niño o niña experimenta y aprende que existe una relación entre la presión que ejerce con el pincel y la
velocidad con la que la pintura desciende sobre el soporte. Si las pinturas de diferentes colores se mezclan
con mayor o menor cantidad de agua, esta resbalará con mayor o menor rapidez, lo cual permite trabajar
el concepto de tiempo tarda más o menos en caer)

LA TÉCNICA DEL GOTEO.

Para practicar la técnica del goteo basta con dejar que la pintura se deslice por el pincel u otro utensilio
hasta chocar contra el soporte escogido, el niño o la niña observa cómo se estrella la pintura y cómo deja
diferentes formas.

Es preferible practicar la técnica sobre un soporte grande en la mesa, o mejor en el suelo. El niño o la niña
estará de pie con un recipiente de pintura en una mano (al principio es mejor que sea el educador o la
educadora quien lo sostenga) y el pincel sobre la otra.

Esta técnica permite ejercitar la paciencia y el control muscular haciendo un pequeño movimiento Con la
muñeca para que el pincel gotee. Se debe permitir que cambie de colores y se cambie de lugar, de esta
manera se consigue que, además de percibir formas y colores, tenga diferentes puntos de vista.

Esta técnica puede plantearse también en grupo, lo cual permite que el niño o la niña relacione Su espacio
con el de los otros niños y niñas.

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LA TÉCNICA DEL SALPICADO.

La técnica del salpicado consiste en untar el pincel Con pintura y, con un golpe de muñeca, estrellar la
pintura sobre el soporte elegido. Los movimientos pueden ser suaves, enérgicos o repetidos, en función de
la intención.

Se puede trabajar de forma individual y grupal, sobre soportes de diferentes materiales como papel,
madera, cartón, plástico duro, etc., tanto en posición horizontal como vertical. Las actividades que se
realizan con esta técnica requieren mucho espacio y ensucian bastante, lo que se tendrá en Cuenta en su
preparación

EL ESTAMPADO.
El estampado consiste en untar con pintura una superficie y después, mediante presión, reproducirla en un
soporte.

Esta técnica se puede realizar a partir de los 30 meses, adecuando las herramientas y el material esta edad,
e ir modificándolas a medida que el niño o la niña va adquiriendo mayores destrezas.

Se pueden utilizar diferentes herramientas como esponjas, tapones de corcho, armazones de celo, patatas
crudas, etc. Algunos de estos pueden ser manipulados previamente por el educador o la educadora para
obtener una forma determinada, como la esponja y la patata, dando formas variadas para ser utilizadas a
modo de tampón

EL TEÑIDO.
La técnica del teñido está basada en la absorción de pintura por parte de algunos materiales que tienen
esa propiedad de absorción, lo cual hará que cambie el color del material.

Se pueden usar como pintura disoluciones de agua con colorantes alimentarios o algún otro pigmento,
colorantes naturales como la remolacha, el té o el café, etc.

En este preparado se introduce papel o material absorbente (como servilletas o papel de cocina), que al
entrar en contacto con la disolución la absorbe y cambia el color del material utilizado.

Para que los niños y las niñas vean bien el proceso, el soporte debe ser transparente y es preferible que el
envase sea reciclado.

6. EL PAPEL COMO TÉCNICA MANIPULATIVA.

El papel es un material muy versátil para trabajar en la educación infantil pues, además de su función como
soporte, es muy útil como material manipulativo

6.1. POSIBILIDADES DE LA UTILIZACI ÓN DEL PAPEL.

El papel es una mezcla de fibras vegetales y agua. Según sea su proceso de fabricación, se obtienen
diferentes acabados y, por tanto, papeles con diferentes propiedades y características.

La distinción de los diferentes tipos de papel y el conocimiento de sus características va a facilitar una mejor
manipulación y la selección del más adecuado para cada actividad. En este sentido será útil conocer la
composición del papel, así como sus propiedades.

Los usos del papel son múltiples pues se pue de manipular de distintas maneras y con diferentes herramientas.
Se puede utilizar en cualquiera de Sus formas: papel folio, papel impreso (periódicos, revistas, etc.), cartón,
papel de seda, celofán, envoltorios, papel para empapelar paredes, etc. Además, es barato, de muy fácil
adquisición y se adapta fácilmente a cualquier forma.

El inconveniente más importante es que la duración de los trabajos es breve, ya que se rompe con facilidad.
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6.2. TÉCNICAS MANIPULATIVAS CON EL PAPEL.

Existen infinidad de técnicas manipulativas con el papel. Si se observa el proceso evolutivo del niño o de la
niña, parece lógico pensar que las que prime ro se van a potenciar serán las que se realizan con las manos
y posiblemente en el orden siguiente: arrugado, rasgado, doblado y enrollado.

Paralelamente se irán incorporando técnicas que requieran el uso de alguna herramienta o recurso como
pegado, picado, frotado, perforado, corta do y rizado.

EL ARRUADO.
El arrugado es una de las primeras técnicas que se pueden trabajar con niñas y niños pequeños, ya que es
posible usarla antes del primer año como recurso de estimulación sensorial, a través del cual, por ejemplo,
pueden percibir el sonido (ruido que hace el papel al ser arrugado) y palpar texturas (tocar la pelota de
papel arrugado).

Más tarde el niño o niña se dará cuenta de que puede cambiar de forma y tamaño, así, a partir del año, ya
podrá desarrugar la pelota que le han pasado y, aproximadamente a los dos años, ya será capaz de hacerla
él mismo y tirarla al aire.

EL RASGADO.
Una vez adquirida cierta capacidad de prensión, a partir de los 18 meses aproximadamente, los niños y las
niñas pueden empezar con el rasgado.

Al principio es normal que, al estirarlo, el papel se resista, por lo que tendrá que ser el educador o la
educadora quien empiece rasgando un trocito para que el niño o la niña continúe sin dificultades.

Para minimizar estas dificultades será convenien te practicar la técnica con el uso de papeles que no
opongan una resistencia baja, como el papel de periódico o el de seda y, a medida que se vaya
progresando, ir incrementando la dificultad con papeles más duros como la cartulina o el papel pinocho.

EL DOBLADO.
El doblado es una técnica que los niños y las niñas aprenden básicamente por imitación. Se empieza a
realizar a partir de los 30 meses, con pliegues sencillos en dos partes. A partir de entonces, el educador o la
educadora debe proponer diferentes texturas para que puedan experimentar.

Uno de los mejores papeles para empezar a doblar es el que se puede encontrar como propaganda en los
supermercados o en los buzones, suele ser un papel que no corta y que es suficientemente maleable para
que el plegado permanezca. Además, normalmente no mancha.

EL ENROLLADO.
El enrollado es una de las técnicas más complejas que se puede empezar a trabajar a partir de los tres años.
El educador o la educadora puede iniciar la actividad envolviendo y desenvolviendo caramelos para
motivar que los niños y las niñas intenten imitarle. Más tarde cambiará el caramelo por una cajita vacía (o
con el caramelo dentro) y un papel de regalo.

Para que aprendan esta técnica, un recurso útil consiste en colocar un tubo de film transparente (es muy
duro y el niño o la niña no lo aplasta), sobre una tira de papel de regalo con la primera punta encolada.
Luego se tiene que proponer al niño o niña que imite el movimiento de rotación trabajando con las palmas
de las manos.

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EL PEGADO.
El pegado se puede empezar para los más pequeños (nueve meses) con la introducción del engrudo
(mezcla de harina y agua), observando sus reacciones al comprobar que sus dedos se pegan al entrar en
contacto con la pasta.

A partir de los 18 meses, la cola en barra seguirá produciendo fascinación, aunque debe ser el educador o
la educadora quien la ponga sobre el soporte. Los adhesivos de formas diferentes son estupendos para
aplicar la técnica y practicar la pinza fina, deben ser de mayor tamaño cuanto más pequeño sea el niño o
la niña.

A los 30 meses se puede fijar un papel adhesivo a un soporte horizontal con la cara activa (la que pega)
hacia arriba y dejar que el niño o la niña se entretengan. Primero probará con los dedos, pero después
pegará trozos de papel, botones, lanas, hilos, etc.

EL PICADO.
El picado consiste en agujerear con una herramienta un soporte. Esta técnica se puede empezar a realizar
con niños y niñas de dos años y medio que tienen ya algo de fuerza muscular. Como herramienta se puede
usar, por ejemplo, el punzón sobre un soporte de cartón o un tenedor de plástico sobre plastilina u otras
pastas de modelar.

Con los más pequeños es conveniente empezar con algo simple, por ejemplo, picar dentro de un círculo.

El educador o la educadora se fijará en que controlen tanto la fuerza como la dirección y el espacio en la
ejecución del picado. Cuando adquieran una destreza mayor, podrá iniciar propuestas semidirigidas del
tipo: «sigue la línea», «punza el Contorno», etc.

EL FROTADO.
La técnica del frotado consiste en calcar frotando con un lápiz, rotulador, ceras duras, tizas o ceras blandas
un objeto situado bajo un papel transparente. Esta actividad requiere concentración y cierto control de la
fuerza muscular, por lo que no es recomendable iniciarlo antes de los tres años y medio.

El papel vegetal es el más apropiado para iniciar esta técnica, ya que tiene mayor resistencia, pero se
podrán introducir otros cuando la técnica se vaya perfeccionando.

Una actividad útil en este sentido consiste en colocar un tapete de plástico sobre la mesa sujeto con Cinta
adhesiva para que no se mueva. Sobre el tapete se pone un trozo de papel vegetal que también estará
sujeto a la mesa con cinta adhesiva.

Los niños y las niñas podrán empezar a practicar frotando con la herramienta elegida sobre el papel y
comprobar que el dibujo se reproduce en él, El educador o la educadora enseñará que para empezar a
frotar deben seguir una dirección.

También podemos poner bajo el papel vegeta una moneda, una silueta recortada en cartulina hojas de
árboles, etc.

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EL PERFORADO.
El perforado es una técnica que consiste en agujerear, en este caso, papel o cartón. La diferencia entre el
picado y el perforado es que el perforado requiere mayor fuerza muscular y el agujero que se hace es de
mayor tamaño.

Para los más pequeños (24 meses) los educadores y las educadoras pueden perforar un cartón grueso con
un lápiz y dejar que introduzcan el dedo. A partir de los 30 meses se puede dejar que sean ellos quienes
realicen el agujero. Hacia los Cuatro años tienen la fuerza muscular suficiente para utilizar las perforadoras.

Las diferentes formas de los agujeros provocan la curiosidad en los niños y las niñas a la vez que los estimulan
a continuar presionando, aunque les cueste un poco.

EL CORTADO.
El cortado es una técnica que requiere la manipulación de tijeras que, como herramienta prohibida, hace
que sea a los ojos del niño y de la niña mu cho más interesante.

Las puntas deben ser siempre redondeadas y el filo, al principio, recto. Las tijeras tienen diferentes tamaños
para que sean utilizadas en función de la edad del niño o de la niña. La introducción de las tijeras se realizará
de forma escalonada.

A partir de los 30 meses se puede introducir en la práctica de abrir y cerrar la tijera sin papel, repitiendo este
movimiento hasta que el niño o la niña se familiarice con el mismo. Paralelamente se darán toda clase de
normas sobre cómo deben utilizar Se: no Correr o andar con las tijeras en la mano, no dejarles moverse del
rincón donde se efectúa id actividad, mantener una distancia de separación suficiente, etc.

Más adelante se pondrá en sus manos una hoja de papel y se le enseñará a girar el papel para una correcta
manipulación de las tijeras. Un papel que funciona muy bien para empezar es el de los catálogos que utilizan
papel mate y bastante grues0.

Hacia los tres años ya pueden empezar a recortar elementos de las revistas, corno botes de refresco, frutas,
caras, etc., pero dejarán un espacio amplio alrededor del contorno. A medida que vayan adquiriendo
mayor destreza en la manipulación de las tijeras, el corte irá aumentando en precisión.

EL RIZADO.
El rizado es una técnica que consiste en enrollar un papel fino alrededor de un objeto cilíndrico para que
tome la forma y, al desenrollarlo, quede con ondulaciones. Es una técnica que requiere haber practicado
previamente la del enrollado. Debido a esta complejidad es una actividad que se introduce a partir de los
tres años con la ayuda del educador o la educadora.

Se puede iniciar enrollando una cinta de papel de periódico alrededor de un rotulador grueso, el educador
o la educadora encolará el extremo superior, y el niño o la niña mantendrá el papel enrollado un rato, al
desenrollarlo el papel quedará rizado.

Se pueden aprovechar para diferentes creaciones, por ejemplo, se podrán encolar los rizos sobre la forma
de una cara como si fuera el pelo.

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7. EL MODELADO.

El modelado es una técnica muy sugestiva y versátil, ya que permite al niño o a la niña crear formas y hacer
y deshacer tantas veces como quiera Su trabajo, hasta conseguir que le resulte agradable. Decide cuándo
lo ha terminado y elige si desea darle color o añadirle otros materiales.

Es una técnica que aporta un elevado valor educativo. Favorece el control de los músculos pequeños y
permite trabajar aspectos como la plasticidad, la flexibilidad y la adaptabilidad. Además, introduce en el
niño o la niña el concepto de volumen y. por lo tanto, aumenta su conciencia con relación a las formas
tridimensionales.

La práctica del modelado supone la realización de dos tipos de actividades: la elaboración de la masa y
las actividades que se realizan con ella.

7.1. LA ELABORACIÓN DE LA MASA.

Antes de iniciar el procedimiento, es conveniente forrar la mesa con un plástico que no se mueva, salvo que
la superficie del tablero se pueda limpiar Con facilidad.

Los materiales que se usan en el modelado se reducen a diferentes tipos de pastas. Existen de muchos tipos,
algunas son comerciales y se pueden encontrar en papelerías, librerías o tiendas especializadas, pero las
pastas de fabricación casera también aportan muchas ventajas. La elección de un tipo de pasta u otra
vendrá condicionada por los objetivos de la actividad, la edad de los niños y niñas, y la facilidad con que
pueden ser trabajadas

LAS PASTAS DE FABRICACIÓN CASERAS.


El uso de pastas de fabricación casera aporta la ventaja de que los niños y las niñas pueden participar
activamente en el proceso de fabricación. Las más habituales son el engrudo, la miga de pan, la pasta de
sal, la plastilina casera y la pasta de papel.

Veremos que las técnicas para elaborarlas son muy similares. En cuanto al resultado se debe procurar que
su Consistencia sea la adecuada: no debe ser ni demasiado dura para que no ofrezca dificulta des al
moldearla, ni demasiado blanda para que no se pegue en los dedos o no se le pueda dar la forma deseada.

EL ENGRUDO

El engrudo es una mezcla casera hecha de harina v agua. Esta pasta se puede trabajar con niños y niñas a
partir de los 24 meses.

Es muy adecuada para experimentar con la textura, incluso en el proceso deshaciendo grumos. Es útil para
hacer impresiones en su forma poco consistente, y para confeccionar colgantes, insignias o máscaras en su
forma más consistente

LA MIGA DE PAN.

Es una masa casera hecha de una mezcla de miga de pan duro con agua. Una vez seca u horneada se
puede pintar y encolar. Se puede empezar a trabajar a partir de los 24 meses. Es muy útil para crear adornos
navideños, portarretratos pequeños, etc.

LA PASTA DE SAL.

Es una pasta casera elaborada con harina, agua y Sal. Es muy útil para experimentar, ya que se pue de
repartir sobre un soporte encolado, se puede mojar para ver qué pasa, se pueden introducir en un recipiente
de cristal de diferentes colores formando capas, etc.

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LA PLASTILINA CASERA.

La plastilina casera es muy útil para trabajar con niñas y niños pequeños, y muy fácil de elaborar. Es muy
válida en estas edades para amasar, pellizcar con los dedos e incrustar objetos, trabajando la motricidad
fina.

LA PASTA DE PAPEL.

Es un preparado que se elabora con diferentes tipos de papel. En principio, cualquier papel puede ser válido,
pero niñas y niños pequeños deberán seleccionar papeles limpios. A medida que vayan creciendo se podrá
utilizar cualquier papel que se pueda reciclar (periódicos, revistas, trozos de pape les sobrantes, servilletas de
papel, etc.). (Doc. 6.10)

El trabajo con pasta de papel requiere un molde. Pueden cumplir esta función materiales muy variados
(globos, calcetines rellenos de serrín, platos o cuencos de plástico, juguetes de plástico, etc.).

Con esta técnica pueden elaborarse objetos en forma de cuenco, tarjetones, marionetas, soportes de papel
para otros trabajos, etc.

LAS PASTAS COMERCIALES.


Las pastas comerciales las podemos adquirir en papelerías o tiendas especializadas. En ellas podremos
encontrar plastilina escolar, pasta blanca. arcilla y yeso.

LA PLASTILINA ESCOLAR.

Se encuentra en papelerías y viene en diversas formas, tamaños y colores. Los colores se pueden mezclar
entre ellos. Se puede barnizar con una mezcla de látex y agua lo que da a la creación un acabado de
aspecto brillante.

Es muy útil para cubrir superficies, mezclando o no colores. Se trabaja mejor cuando está un poco caliente
pues resulta más blanda. Se puede utilizar a partir de 24 meses.

LA PASTA BLANCA.

La pasta blanca se encuentra en los comercios y es apta para uso escolar, pudiéndose empezar su
utilización a partir de los 24 meses. En la actualidad se comercializa en varios colores.

Su característica especial es que, una vez modela da, se seca rápidamente en contacto con el aire. Después
se puede pintar con témperas de diversos colores o barnizar.

Es muy útil para realizar creaciones libres, dirigidas o semidirigidas, para aplicar pintura u otras
manipulaciones, por ejemplo, un lápiz para realizar agujeritos, piedrecillas de colores para incrustar, dedos
o pinceles para pintar, etc.

LA ARCILLA.

Viene preparada para uso escolar y se puede encontrar en las papelerías. Se trabaja con agua y se puede
pintar, sin embargo, los colores quedan muy apagados al ser el fondo marrón. La excepción son los colores
blanco, amarillo y azul añil, que permiten resaltar la belleza de las piezas.

Es muy útil para trabajar a partir de los 18 meses a nivel de experimentación manipulativa y a partir de los 24,
para realizar figuras con volumen.

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EL YESO Y LAS VENDAS DE YESO.

Estos materiales se pueden encontrar en droguerías y farmacias, respectivamente. Las vendas de yeso se
pueden trabajar a partir de los tres años y el yeso un poco más tarde, siempre cory0 del educador o la
educadora.

Se trabajan con agua y requieren de algún tipo de soporte o molde. Para trabajar con las vendas de yeso
el niño o la niña cortará trocitos con las tijeras cuidando de no tocarse nunca los ojos con las manos sucias.

En las creaciones hechas con vendas de yeso se deberán dar al menos tres capas para que el grosor sea
aceptable. Se desmoldará cuando esté seco y se puede pintar Con témperas, o darle un acaba do
nacarado con laca de uñas. También se pueden pegar todo tipo de elementos como plumas, botones,
ropas, lanas, cordeles, etc.

Se pueden realizar volúmenes con molde, antifaces sobre molde de plástico, figuritas con moldes para
galletas para decorar, cuencos de madera o plástico, etc.

7.2. ACTIVIDADES CON PASTAS.

Si bien la actividad principal con pastas es el modelado, también hay que considerar la modalidad del
moldeado.

EL MODELADO.
Una vez elaborada la masa se reparte entre los niños y las niñas. La mejor manera de hacerlo es mediante
pellizcos. El educador o educadora debe dar las pautas y pistas de cómo trabajar las pastas, aunque en
general se seguirá una secuencia como la siguiente:

- A los más pequeños les deja manipular la pasta y les ayuda a imprimir sus dedos o sus manos. En esta
primera fase, los niños y niñas golpean y amasan la pasta, la pellizcan e incrustan objetos. Sin
embargo, no se percibe ningún propósito aparente en sus realizaciones. Esta etapa se considera
paralela a la del garabateo descontrolado.

Más adelante, ya son capaces de amasar la pasta realizando las primeras creaciones, convierten la
pasta en churros, los enroscan y aplastan, los dividen en partes y hacen bolitas, etc. Estas producciones
pueden realizarlas libre mente o siguiendo las indicaciones del educador o educadora.

- A partir de 30 meses pueden empezar a utilizar algunas herramientas como cuchillos de plástico para
cortar o palillos para modelar. también a partir de esta edad se les pueden proponer materiales u
objetos para experimentar, por ejemplo, para que dejen sus marcas sobre la pasta como conchas,
lápices, etc.; para que se animen a unir diferentes piezas con palillos, ramitas o cañitas, etc., o para
que incrusten diferentes objetos como piedrecitas, botones, etc.

EL MOLDEADO.
Hemos visto que otra manera de trabajar con las pastas es mediante el uso de un molde. La técnica en este
caso es disponer de un molde que se rellena con una pasta líquida. Una vez que la pasta se haya solidificado,
se quita el molde (desmolde) y queda la figura hecha. La pieza resultante se podrá pintar o se le podrán
aplicar los acabados que se desee.

En estas edades los mejores moldes son las propias manos y los utilizados para hacer galletas o paste les. En
cualquier caso, deben usarse moldes que se puedan abrir con facilidad. El yeso es, básicamente, la pasta
utilizada para desarrollar esta técnica.

Una variante es el uso de un molde sobre el que se va a trabajar mediante la agregación de capas. En este
caso se puede emplear cualquier objeto: recipientes varios, cuencos, máscaras, botes, etc.

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El proceso se basa en ir recubriendo el molde de diferentes capas semilíquidas, después se deja se car, y
una vez seco se desmolda, quedando la pieza dispuesta para aplicarle los acabados oportunos.

La pasta de papel y las vendas de yeso serán las pastas más adecuadas para trabajar con estas técnicas.

8. AGREGACIÓN DE TÉCNICAS. EL COLLAGE.

Es importante reiterar que las técnicas que hemos visto son las básicas para trabajar durante la educación
infantil. Sin embargo, no debemos obviar la posibilidad de llevar a cabo actividades en las que se
interrelacionan varias técnicas.

Agregando varias técnicas se pueden elaborar creaciones plásticas que serán útiles como medio para
trabajar en otras unidades didácticas. Así se podrán fabricar marionetas de diferentes tipos y para fines
variados, vestuarios y máscaras para escenificar representaciones, y maquillaje escénico.

A la vez, el conocimiento y dominio de dichas técnicas hará más fácil producir otros trabajos, como murales,
móviles, etc.

Finalmente, conviene señalar que uno de los ejemplos más claros en lo que respecta a la agregación de
técnicas es el collage. Tanto es así que ha llega do a considerarse como una técnica por sí mismo.

El collage es una técnica que consiste en mezclar materiales diversos, utilizando una o varias de las técnicas.

La elaboración de collages aporta al niño o la niña la oportunidad de ampliar su aprendizaje, de descubrir


y experimentar con los materiales que el educador o la educadora pone a su disposición.

La elección de las piezas, las formas, los volúmenes, el tamaño, el color, la textura, la solución de problemas
de encolado y la situación y colocación de su trabajo ayudarán al niño o niña a desarrollar Su sentido de la
autonomía. La distribución que hace de ellos le ayuda a desarrollar y mejorar su concepción del espacio.

Así pues, a medida que su capacidad manipulativa progresa, comprende mejor el entorno físico en el que
vive, y se vuelve más consciente de las limitaciones espaciales y organizativas.

El niño o niña siempre ha explorado el espacio en que se mueve, teniendo multitud de experiencias Con los
objetos que le rodean. De estas experiencias va acumulando conceptos relacionados con la distancia
(cerca-lejos), el tamaño (grande-pequeña), la dirección, la forma, el volumen, la situación, etc.

En cuanto a los materiales para la realización del collage, estos estarán en relación directa con la edad del
niño o de la niña, con su capacidad manipulativa, con su seguridad y con la capacidad de la persona que
lo orienta para buscar y encontrar materiales naturales y artificiales adecuados. Al igual que hemos visto con
otras técnicas, cada vez más se prioriza el trabajo con materiales naturales y reciclados, por el valor de
sostenibilidad y contextualización con el entorno que aportan.

Así pues, a los más pequeños se los puede dotar con materiales como ropa, papeles, trocitos de lana, cordel
o hilos, plastilina, flores secas, algodón, hojas de árboles, etc. Se irán añadiendo materiales como botones,
semillas, pasta, piedrecitas, etc., a medida que el niño o la niña vaya entendiendo y siga las normas para su
segura utilización.

Además, se le puede permitir que pinte o dibuje sobre el soporte destinado al collage y que simultanee estas
técnicas. El educador o educadora sugerirá la elaboración del collage haciendo propuestas para que el
niño o la niña pueda elegir y realizar su propio trabajo.

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