COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN DE TEXTOS I

Integrantes:

1. Miguel Ángel, Chiclla Navarro

2. Jhoselin, Puchuri Galindo
3. Carlos, Aparcana Ramirez

Redacción preliminar de un texto argumentativo

Regulación de cobros excesivos de las clínicas en el contexto de futuras

emergencias sanitarias

Según la plataforma digital Salud con lupa (2020) informo sobre el crecimiento desregulado

del sector privado de salud en Perú ha otorgado a las clínicas una amplia autonomía en la

fijación de tarifas, propiciando situaciones potencialmente preocupantes y abusivas. Para

empezar, La ausencia de regulación en la salud privada en Perú ha permitido a clínicas y

centros médicos fijar tarifas de manera autónoma, a menudo resultando en precios

exorbitantes debido a la falta de controles externos. Además, durante la pandemia, con un

incremento de la demanda y estrés en el sistema de salud, las clínicas en Perú aumentaron

sus tarifas, llegando a cobrar entre 100 000 y 700 000 soles por servicios, una suma que

supera lo que la mayoría puede pagar. Por otro lado, el diario La ley (2020) indico que el

Gobierno tiene la obligación y el poder de intervenir en situaciones en las que el bienestar

público está en juego, como es el caso del acceso a medicamentos esenciales. Una de tales

medidas es la intervención gubernamental posible en requerir a las farmacéuticas considerar

factores técnicos, económicos y sociales al fijar precios de medicamentos. Además, en estas

circunstancias, el Gobierno puede optar por establecer unilateralmente precios máximos

temporales para los medicamentos esenciales. Ante esto la regulación estatal en

emergencias sanitarias previene el abuso de precios en clínicas y asegura el acceso

equitativo a tratamientos esenciales. No obstante, la regulación estatal puede afectar la

inversión privada y la calidad de los servicios de salud en emergencias. Frente a este contexto

surge la siguiente interrogante ¿Consideras que el Estado peruano debería regular los cobros

excesivos de las clínicas en el contexto de futuras emergencias sanitarias? En cuanto a esta

interrogante, podemos considerar que si se debe regular los cobros excesivos de las clínicas

en el contexto de futuras emergencias sanitarias. Por ello, en líneas siguientes defenderemos

nuestra postura con un argumento sólido.

Consideramos que el Estado peruano si debe regular los cobros excesivos de las clínicas en

el contexto de futuras emergencias sanitarias, porque dichas situaciones suelen generar un

elevado estrés financiero en la población. Con el objetivo de justificar mi argumento se

presentan dos casos importantes. En primer caso, según Salud con lupa (23 de junio, 2020)

destaco que hay lecciones que aprender de la pandemia, puesto que la emergencia sanitaria

ha tenido graves consecuencias a nivel mundial. Por un lado, se ha observado un incremento

significativo de muertes, estimado entre 13.3 y 16.6 millones de personas. Además, se ha

registrado una caída global del PBI de aproximadamente un 4.5%. Ante esta situación, resulta

imperativo que la gestión de la pandemia sea dirigida por las máximas autoridades de cada

país, basándose en evidencias científicas y fomentando la solidaridad y cooperación entre

países, ya que la pandemia no conoce fronteras y requiere de un esfuerzo en conjunto para

su control y erradicación. Un ejemplo concreto de acción tomada en respuesta a los desafíos

económicos que enfrentaba el Perú es el caso del presidente Vizcarra. Ante el alto costo de

la atención del Covid-19, el presidente solicitó a las clínicas privadas establecer un acuerdo

tarifario con el Ministerio de Salud. Esta medida busca garantizar que todos los ciudadanos

tengan acceso a la atención médica necesaria sin que los altos costos representen una

barrera. Un segundo caso a tener en cuenta es de la economía social de mercado y regulación

de precios de medicamentos y tarifas clínicas. Es importante destacar la relevancia de los

principios establecidos en la Constitución del Perú. Esta establece que el país es una

república "democrática, social, independiente y soberana", lo cual refleja el compromiso del

país con la promoción de la democracia, la justicia social y la autonomía nacional. En este

sentido, es fundamental que, en tiempos de emergencia sanitaria, se sigan respetando los

principios democráticos y se garantice la participación ciudadana en la toma de decisiones.

La transparencia, la rendición de cuentas y la participación activa de la sociedad son

elementos clave para enfrentar la crisis de manera efectiva. Asimismo, en relación al modelo

económico, la economía social de mercado que se define en el país permite la libre iniciativa

privada, lo cual ha sido fundamental para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo.

Sin embargo, en el contexto de una emergencia sanitaria, el papel del Estado cobra aún

mayor relevancia. El Estado tiene la responsabilidad de intervenir de manera adecuada para

enfrentar los desafíos de la emergencia sanitaria. Por lo señalado, existen evidencias para

sostener que la regulación estatal no solo es una medida de justicia social, sino también una

estrategia efectiva de salud pública.

En segundo lugar, otra razón para afirmar que el estado peruano si debería regular los cobros

excesivos de las clínicas en el contexto de futuras emergencias sanitarias es su

responsabilidad de garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos y promover un

sistema de salud eficiente en una futura emergencia sanitaria. En cuanto a lo argumentado,

es conveniente definir el concepto de Sistema de Salud. El sistema de salud es el conjunto

de todas las organizaciones, personas y acciones que siguen una determinada política de

respuesta a una emergencia sanitaria que tiene como principal objetivo promover, restaurar

o mantener la salud de la población. En otras palabras, son estructuras organizativas que

contribuyen a las estrategias de salud de cada nación. Por un lado, dichas estructuras

organizativas implementan y monitorean medidas que se orientan a impactar positivamente

los factores que afectan la salud, así como realizar acciones concretas para mejorarla. Una

información relevante que remarca lo anterior la proporciona la página oficial del diario El País

(2020), que revela que durante la pandemia de COVID-19, el gobierno español puso los

hospitales a las órdenes de las comunidades. Al respecto dio tres medidas inéditas en primer

lugar intervino la sanidad privada, es decir tomo el control de la salud privada para asistir al

Sistema Nacional de Salud. Los asesores de salud de las comunidades autónomas tendrán

la autoridad para aprovechar los recursos del sistema privado para lidiar con la epidemia.
Además, se permitirá la adaptación de espacios, tanto públicos como privados, como centros

de atención temporales para tratar a los pacientes. En segundo lugar, reforzo los recursos

humanos en los centros sanitarios, de manera que se centra en las decisiones laborales

dirigidas a fortalecer el personal en los centros de salud. Por último, se suministró la

información y datos sobre la evolución de la epidemia proporcionado por el Ministerio de

Sanidad que permitió a los profesionales de la salud y al público en general a comprender

mejor la gravedad de la situación y adaptarse de manera adecuada. Por ende, según lo

expuesto, el estado peruano si debería regular los cobros excesivos.

En conclusión, reafirmamos firmemente que el Estado peruano si debería regular los cobros

excesivos de las clínicas en el contexto de futuras emergencias sanitarias, porque dichas

situaciones suelen generar un elevado estrés financiero en la población, y, por otro lado, es

su responsabilidad garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos y promover un

sistema de salud eficiente en una futura emergencia sanitaria. Una solución que nosotros

podríamos proponer es que debemos incentivar e impulsar al estado a que tome medidas,

poniendo por delante la vida y salud de las personas frente a futuras situaciones que afecten

las mismas. Esta medida contribuirá a la regulación de estos precios garantizando así que

todos los ciudadanos tengan acceso equitativo a los servicios médicos necesarios durante

crisis sanitarias, evitando así abusos económicos y protegiendo los derechos y la salud de la

población. Además, esta medida fomentaría la transparencia y la responsabilidad en el sector

de la salud, asegurando que las clínicas brinden servicios de calidad a precios justos en

momentos críticos.