Está en la página 1de 2

La pandemia del COVID-19 será una huella imborrable en la historia de la humanidad.

A nivel global origino el deceso


de 4 millones 47 mil personas, la cantidad de víctimas cobradas son alarmantes. El Perú no solo no será la excepción,
sino que ya destaca por tener el récord mundial de muertos por millón, es sin duda, uno de los países más afectados.
De acuerdo a cifras oficiales, nuestro país registró más de 217 mil fallecimientos. No cabe duda que el Perú ha vivido
una experiencia dolorosa con la pandemia del COVID-19. Se han generado efectos catastróficos en los sistemas de
salud y en la salud de las personas. Una de las principales causas que posiciona al Perú como uno de los países más
afectados son los numerosos casos de clínicas que incrementaron significativamente los precios de los servicios
médicos, aprovechando la situación de emergencia para obtener ganancias excesivas. Estos cobros desproporcionales
imposibilitaron a muchas personas de recibir una atención médica adecuada y salvar sus vidas. Ante el colapso del
sistema de salud público, cientos de personas hospitalizaron a sus familiares en clínicas privadas, con el fin de
conseguir atención médica de emergencia, en su desesperación aceptaron deudas impagables con todo tipo de
condiciones o arreglos, desde la firma de compromisos o pagarés, hasta acuerdos extrajudiciales, con cláusulas
de confidencialidad. Desde este punto de vista ¿El estado peruano debería regular los cobros excesivos de las
clínicas en el contexto de futuras emergencias sanitarias? Si, el estado peruano debería intervenir y regular los cobros
excesivos de las clínicas en el contexto de futuras emergencias sanitarias. Por ello en las líneas siguientes defenderé
mi postura con argumentos sólidos.

El estado peruano debería intervenir y regular los cobros excesivos de las clínicas en el contexto de futuras
emergencias sanitarias, porque de este modo se garantizaría que todos los ciudadanos tengan acceso equitativo a los
servicios médicos necesarios durante crisis sanitarias, evitando así abusos económicos y protegiendo los derechos y la
salud de la población. En este sentido, la mejor opción es la de recurrir a la figura de la apropiación forzada tal y como
esta regulada en la ley general de la salud. Durante el covid-19 algunos países recurrieron a acciones similares, tal
como es el caso de chile, el estado tomo el control de los respiradores mecánicos del sector público y privado, ello
posibilito la hospitalización de 27 mil personas, además se realizó el 68% de los exámenes de identificación de nuevos
casos. Se contrató personal adicional que suman entre un 15% y 20%. En el peor momento de la ola las entidades
privadas llegaron a aportar 1910 camas UCI, esto representa el 65% respecto al sector público. Irlanda también se
sumó con una decisión drástica. Se asumió el control administrativo de las clínicas privadas, este acuerdo fue
prorrogable en tanto perdurara la crisis sanitaria. Dicha medida ofrecía atención gratuita, con la estatización temporal
anunciada por el ministro de Salud Simón Harris se puso a la vanguardia en la contención de la pandemia que azoto al
mundo, el régimen implica la incorporación de 2800 camas ,9 laboratorios y miles de empleados para formar parte de
la salud estatal.

El estado peruano debería intervenir y regular los cobros excesivos de las clínicas en el contexto de futuras
emergencias sanitarias, porque la libertad de mercado sin límite alguno vulnera el derecho a la salud, por
consiguiente, el derecho a la vida. En cuanto a lo argumentado es importante definir la libertad de mercado. Esta se
define como el sistema donde se fijan los precios mediante la oferta y la demanda sin intervención de algún factor
externo, siendo decisivo para la creación de riqueza y prosperidad en una comunidad política, sin embargo, hay que
tener en cuenta que el ejercicio extralimitado de tal libertad puede generar distorsiones en el mercado. Existen
millonarias deudas de las familias afectadas por. Según el diario el ojo público (2022)Cristian Ramo Villodas requería
atención de urgencia por grave afección pulmonar e insuficiencia respiratoria a causa del Covid-19 en el Instituto
Neurocardiovascular de las

Américas(lima).La clínica pidió inicialmente un depósito de 600 mil soles para su internamiento durante 10 días. En el
día 11 solicitaron abonar 200 mil soles mas, ofrecían brindarle una terapia de oxigenación artificial(ECMO), una
terapia muy demandante. Su esposa procedió con una demanda ante el Ministerio Público, para entonces, la deuda
ya rodeaba los 900 mil soles. Tras permanecer casi dos meses hospitalizado, la deuda fue un total de 1 millón de
soles. Cristian falleció, la clínica retenía su cuerpo, su familia tuvo que recurrir a masivas denuncias para que
entreguen el cuerpo. Según Interventional Cardilology indico que de 2007 casos de pacientes tratados con ECMO,el
32,2%mejoro clínicamente y el 68,8% falleció.

En conclusión, en futuras emergencias sanitarias el gobierno debería intervenir y regular las tarifas excesivas de las
clínicas. Desde el inicio de la pandemia Susalud recibió más de 11 mil denuncias por falta de cobertura y cobros
excesivos. El Estado esta sujeto a injerirse en aquellos asuntos en los que las empresas o quien corresponda servir al
público, pone por encima intereses personales o particulares. Las clínicas privadas ven a la vida humana como un
negocio del cual lucrarse, cometiendo abusos y trasgrediendo los derechos de la salud, usar la oferta privada a
precios razonables sería lo más competente. En este contexto el estado debe asegurarse que clínicas brinden
servicios de calidad a precios justos en momentos críticos.

También podría gustarte