hemos pillado buenos pedos en el pueblo y nunca uno le ha metido una hostia al otro.
MARCOS y PABLO se miran fijamente, PABLO quita la
mirada avergonzado, empieza a moverse nervioso.
JULIA
¿Qué…? ¿Qué dices…?
MARCOS
Te voy a contar yo lo que pasó
Julia. Estábamos los tres de fiesta, pasándolo de puta madre y a este, no sé qué coño le dio en la cabeza, que se me echó encima y me metió una hostia.
PABLO
Tócate los cojones, tío.
ANA
A ver, Marcos eso no fue así.
JULIA
Ah, ¿que tú estabas con ellos?
JULIA mira a MARCOS y PABLO.
JULIA
¿Pensabais hacer como si nada? ¿Y
en el pueblo también, con el resto del grupo? Además, sigo sin entender lo que pasó, eh, porque Marcos…no me lo creo.
MARCOS
Es que Julia, yo tampoco lo
entiendo.
ANA
Marcos, ¿no te acuerdas de los
comentarios que estabas haciendo?
MARCOS
Pues no sé… las bromas de siempre.
PABLO
Bueno, es que igual esas bromas ya
no hacen gracia.
MARCOS
Si siempre nos reímos de lo mismo.
ANA
Bueno, Marcos, ya no tenemos 15
años y estamos en el instituto.
PABLO
Es que a mi, con 15 años tampoco
me hacían gracia.
Silencio incómodo, se miran entre ellos.
MARCOS
Venga Pablo…no te hagas la
víctima. Que tú también te reías.
PABLO
Sí, me reía, porque éramos unos
críos. Pero algunos hemos madurado un poco… ¡Que parece que da igual lo lejos que me vaya del puto pueblo y los años que pasen! Que no puedo escapar de las bromitas del instituto, del mote que tenía…