Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACTO PRIMERO
ESCENA 1.
SALÓN DE CLASES - DÍA
Claudia, Marcela, Nany y Charo, en uniforme de colegio, ocupan sus respectivas carpetas. Charo y
Nany terminan una tarea en sus cuadernos. Claudia y Marcela miran a Nany con visible interés. Clau-
dia le tira la chompa.
CLAUDIA: ¡Oye! ¿Tienen o no?
NANY: (Fastidiada) ¡Caramba, Claudia!
MARCELA: Pero di, pues... ¿Tienen pareja, sí o no?
NANY: ¡Qué sabré yo...! No me meto en los asuntos de mis hermanos. ¡Ni sé si
querrán ir a esa fiesta!
MARCELA: ¿Estás loca? ¿Cómo no van a querer ir a su fiesta de promoción?
NANY: Ah, ustedes no los conocen. (Orgullosa) Paul y Alberto no son como los
otros chicos...
CLAUDIA: ¡No! Ellos son más churros. (Se ríe)
MARCELA: Paul es para comérselo enterito...
CLAUDIA: ...y Alberto ¡para repetir y repetir...!
MARCELA: (Suspirando) ¡Y pensar que tú los ves todos los días!
CLAUDIA: ¡Y que duermes en la misma casa!
MARCELA: ¡Bajo el mismo techo!
CLAUDIA: ¡Casi cama con cama!
NANY: ¡Pero si son mis hermanos!
CLAUDIA: ¡Qué importa... si están buenazos!
1
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.2
ESCENA 2.
URINARIO - DÍA
ALBERTO: ¿Ah?
BERNARDO: ¿Qué tendría de malo si fuéramos? Con eso, no le haríamos ningún daño a
nadie. Porque con nosotros o sin nosotros, va a haber fiesta de promoción
igual.
BERNARDO: No pues, loco, así no es. ¿Qué me hago yo solo, sin mis patas? ¡La cosa sería ir
todos juntos! ¡Tú, tu hermano... todos! Si lo que se quiere es celebrar en grupo.
ALBERTO: Podemos celebrar en grupo sin necesidad de ir a esa huevada. ¿Tienes fósforos?
2
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.3
MIGUEL: (A Alberto) A este ganso se le cae la baba por una amiguita de tu hermana. ¿Cómo
se llama...? ¡Claudia!
ALBERTO: (Sonriente) ¡Ah, la famosa Claudia! ¿Conque era eso?
PAUL: (Sentencia con grandilocuencia) "Il a toujours une femme"
3
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.4
IGOR: ¡Digo que son unos enanos mentales! ¡Cuando no, los divinos hijos de la burguesía,
discutiendo su gran fiesta con el caño en la mano! Como si no hubiera nada mejor
en que pensar, ahora que están por dejar este colegio retrógrado para enfrentar
toda la inmundicia que hay afuera... ¡Ahora que el país está al borde de la ruina,
con diez años bajo la bota militar... justamente ahora, a ustedes no se les ocurre
tetudez más grande que debatir sobre su fiesta de promoción!
ESCENA 3.
Nany tipea lo que le dicta Charo, que lee unas hojas escritas a mano.
4
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.5
(Nany le alcanza a Charo, casi con temor, una hoja arrancada de algún
cuaderno. Charo mira el papel con una mezcla de rabia e incredulidad.)
CHARO: ¿Esta cochinada...?
CHARO: ¡No puede ser...! Pero, ¿qué vamos a hacer con esta porquería...? ¡Y encima, toda
borroneada, que ni se entiende...! También tú, Nany, como le recibes una cosa
así...
NANY: (Defendiéndose apenas) ¿Y qué querías que hiciera?
CHARO: ¡Que la cuadraras, ahí mismo! No es justo, pues... ¡Siempre somos nosotras el
único par de tetudas que termina soplándose todos los trabajos en grupo! ¿Y
las niñitas, bien gracias? Marcela no hace nada porque (Remedándola)
"estuvo con cólico" y la Claudia, ¡mira la huevada que entrega! ¿Su mimosa?
NANY: (Sin gran convicción) A lo mejor no tuvo tiempo...
CHARO: ¿Y cómo para las fiestas y los cines sí tiene tiempo? ¡No, si esas son un par de
frescas! Esta mañana han estado insoportables...
NANY: (Sonríe con cierta satisfacción) Es que están locas por mis hermanos.
CHARO: ¡Son unas taradas! Pensando en idioteces, cuando la situación está como
está... ¿sabes que el dólar ya está en doscientos soles?
NANY: (Pasmada) ¡No!
CHARO: Hay tal inflación, tal desempleo, tanta gente que no tiene para comer... ¡y aún
así, existe gente que no piensa más que en esas fiestas estúpidas, donde todos
se disfrazan de burgueses, chupan, tragan y botan tanta plata en una sola
noche!
NANY: Sí, es el colmo...
CHARO: Yo conozco a tus hermanos, Nany. ¡Sé que ni Alberto ni Paul se prestarían a
esa cachetada a la pobreza! Pero anda díselo a la Claudia y la Marcela...
NANY: Ellas sólo se fijan en sus caras, no en su manera de ser.
(Breve pausa. La ira de Charo parece haberse aplacado. Nany la mira con
curiosidad.)
NANY: Charo... o sea que tú... ¿nunca irías a una fiesta de promoción?
CHARO: ¿Yo? ¡Ni pagada!
NANY: ¿Nunca? ¿Por nada del mundo?
CHARO: ¡Jamás!
NANY: ¿Y si Alberto te invitara a la suya?
CHARO: (Ruborizada) ¿Qué tontería estás diciendo?
NANY: ¿Irías o no?
CHARO: (Evadiendo, incómoda) Ya, menos charla. Tenemos que avanzar.
NANY: Pero...
CHARO: (Cortándola) Título: "Oxidación".
5
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.6
CHARO: "Los ácidos glico... glicoru..." (Furiosa) ¿Qué mierda dice aquí?
ESCENA 4.
MIGUEL: A mí, Giancarlo me parece muy buen pata. Lo que él haga con su cuerpo, no
es cosa mía.
PAUL: (A Alberto) Ni tuya.
6
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.7
(Suena el timbre.)
(Paul hace una venia disforzada y va a abrir. Igor toma el periódico y revisa el
listín. Un barullo se aproxima: Alberto y Miguel se miran, Bernardo se
emociona. Paul reaparece, guiando a Claudia y Marcela. Ellas fuman y visten
ropas muy coquetas.)
BERNARDO: ¡Pero qué maravilla! (Besa a Marcela) ¿Qué hacen ustedes por acá?
CLAUDIA: Quedamos con Nany en ir al cine.
ALBERTO: Me parece que anda por su cuarto.
CLAUDIA: (Echándole una bocanada a Alberto) ¿Le avisas, please?
(Alberto sale. Marcela se acerca a Paul e inicia una conversación privada con
él, mientras que Miguel e Igor, menos familiarizados con las recién llegadas,
se relegan a un rincón, fingiendo gran interés por el periódico.)
IGOR: ¡En el "Ambassador" dan "Nos habíamos amado tanto"! ¿Por qué no la vemos de
nuevo?
CLAUDIA: ¡Qué aburrido! Nosotras vamos a ver "Grease".
7
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.8
CLAUDIA: ¡Ah! No sé, Berni... por mí, te aceptaba ahorita, pero... tengo que hablar con mi
viejo. Es medio cavernícola...
BERNARDO: ¡Claro, claro, consúltalo! Pero en principio... ¿querrías ir?
BERNARDO: No hay paltas, Nanita. Yo soy como de la casa, y éstos no valen la pena. ¡Más bien,
cámbiate de una vez para irnos!
CLAUDIA: (Chasqueando los dedos) ¡Al toque!
MIGUEL: ¿Vamos?
(Paul e Igor son los últimos en salir. Paul se vuelve hacia Igor, irónico.)
8
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.9
ESCENA 5.
Paul y Miguel, en buzo, hacen puntería en la canasta de básquet. Paul emboca con facilidad.
PAUL: Oye, Miguel... estuviste genial el otro día. Pusiste a mi hermano en su sitio.
MIGUEL: ¿Cuándo?
PAUL: Cuando se burló de Giancarlo.
MIGUEL: ¡Ah! Era lo menos...
PAUL: "Lo que él haga con su cuerpo no es cosa mía." ¿De dónde sacaste eso?
MIGUEL: (Señalando su cabeza) De acá. ¿Te extraña?
PAUL: Es que suena tan... maduro...
MIGUEL: ¿No puedo ser maduro?
PAUL: Eres. Pero no es lo común. No aquí. (Pausa) En otras partes es diferente.
PAUL: ¿Te hablé de Eric, ese chico que conocí en Los Angeles?
PAUL: Era un amigo de mi primo. Un chico muy callado, de ojos azules... ¡igualito a
Michael York! Hice un viaje con él a San Francisco. (Abandona el tono evocativo
y mira a Miguel a los ojos, con una intención que éste no logra captar del
todo) ¿Sabes que tú...?
9
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.10
PAUL: ¡Dos!
(Paul toma la pelota de Bernardo, Miguel recoge la otra y los dos salen
persiguiendo a Bernardo.)
ESCENA 6.
Paul está echado en su cama, en calzoncillos y polo, leyendo un libro con marcado interés. Nany, en
ropa de dormir, golpea la puerta del dormitorio.
NANY: Paul.
PAUL: (Sin dejar de leer su libro) ¿Qué?
NANY: ¿Estás despierto?
PAUL: No.
NANY: Quiero hablar contigo.
PAUL: ¿A esta hora?
NANY: ¿Y a qué otra hora se te encuentra? ¿Por qué llegas tarde a la casa, ah?
(Paul la escucha con interés. Ella habla con cierta dificultad, como si su
petición le resultara muy incómoda.)
10
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.11
NANY: ¡Alberto!
ALBERTO: ¡Hermanita!
NANY: Necesito hablar contigo.
ALBERTO: (Mirando su reloj) ¿A esta hora?
ESCENA 7.
En un extremo del escenario vemos a Alberto discando el teléfono. Charo, en buzo y bebiendo una
taza de café, contesta desde el otro extremo, con ademán rutinario.
CHARO: ¿Aló?
ALBERTO: ¿Aló, camarada?
CHARO: (Gratamente sorprendida) ¡Bolchevique...! ¿Cómo estás? Si buscas a Nany,
por aquí no ha venido...
ALBERTO: No, no, la cosa es contigo.
CHARO: (Intrigada) ¿Con...migo?
ALBERTO: Sí. Quería hablarte de una ocurrencia de mi querida hermanita, sobre mi
fiesta de promoción.
CHARO: ¿La fiesta? ¿Esa manifestación alienante de la pequeña burguesía?
ALBERTO: Exacto. Pues mira, a Nany se le ha metido en la cabeza que quiere ir, dice
que por curiosidad. ¡Hasta ha convencido a Paul de que la lleve!
CHARO: (Escandalizada) ¡No! ¿Quieres que yo le hable?
11
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.12
ALBERTO: (Riéndose) ¡No, nada de eso! Más bien, quería preguntarte si te mandarías a
ir conmigo.
ESCENA 8.
HELADERÍA - NOCHE.
Marcela y Claudia están sentadas en una banca de la heladería. Claudia viste con su acostumbrada
coquetería y lleva un lazo en el pelo. Fuma, algo ofuscada; Marcela come un helado, más tranquila.
12
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.13
CLAUDIA: Más raro me parece que Alberto vaya con la plomaza de Charo. ¡Un churro
como él con ese adobe...! ¡Qué mal gusto...!
MARCELA: (Viendo acercarse a alguien) ¡Sshhh! Ahí viene Bernardo con su amigo.
(Mira a Claudia muy seria, hablándole en voz baja) Piensa bien lo que le
vas a decir... él no tiene la culpa.
MARCELA: ¡Siéntense!
BERNARDO: ¡Qué linda que ha venido hoy día! ¿No? Toda con su lacito, ahí... (Le acaricia el
lazo) Si hasta parece la patita Minnie.
MARCELA: (Riéndose) ¡Bruto! Daisy, será. Minnie es la ratoncita.
BERNARDO: ¿Sí, no? Bueno, pata o ratona me va a contestar ahorita si quiere ser mi
pareja.
CLAUDIA: (Sombría) Mira, Berni... mi viejo no quiere que vaya.
BERNARDO: (Contrariado) ¿Cómo?
CLAUDIA: (Pícara) ¡Pero la que manda es mi vieja!
BERNARDO: (Encantado) ¿Entonces, vamos?
CLAUDIA: ¡Claro pues, sonso!
BERNARDO: ¡Yeeeee...! (La abraza, cariñosísimo) Sabía que no me fallarías. ¡La vamos a
pasar bien chévere! Te toca Miguel.
(Miguel está incomodísimo. Mira a Bernardo y a Marcela, sin saber que decir.)
MIGUEL: ¿A mí?
BERNARDO: ¡No te achunches, pues, hombre! Miguel tiene algo que decirte, Marcela.
¡Háblale, hijo!
MARCELA: (Divertida con la timidez de Miguel) No lo molestes, que no es necesario.
Acepto.
MIGUEL: ¿En serio?
MARCELA: Yo siempre hablo en serio.
BERNARDO: ¿Ya ves? ¡Así se habla, caracho, aprende de ella...!
13
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.14
simpatía.)
BERNARDO: Bueno, ya que estamos empatados los cuatro, ¿qué tal un brindis?
LOS DEMÁS: ¡Claro!
BERNARDO: (Llamando a un mozo) ¡Flaco! ¡Cuatro barquillos de ron con pasas!
ESCENA 9.
Alberto, Bernardo, Miguel e Igor están sentados en las gradas de la entrada, conversando mientras
fuman por turnos una vieja pipa. La iluminación es dirigida y concentrada, como si viniera de un farol
cercano, y dibuja en el ambiente las densas bocanadas de humo. Al fondo se escucha un canto de
grillos.
BERNARDO: Ahí tienes a mi viejo, por ejemplo. A él nadie lo ayudó; se vino a Lima solo con mi
vieja, una mano aquí y otra acá. (Se coloca las manos adelante y atrás de la
pelvis) ¡Y míralo ahora! Salió adelante solito, con su esfuerzo...
IGOR: (Interrumpiéndolo con un agresivo bostezo) ¡El disco rayado del capitalista
surgido de la nada! Mi viejo lo pone todos los días.
BERNARDO: ¡Pero es verdad, pues, cuadrúpedo!
ALBERTO: (Asumiendo un aire paternal, pipa en boca) Ya sabemos, Bernardito. Pero
no me refería a eso. Yo hablo de los tiempos difíciles que nos toca vivir como
generación, no como individuos.
MIGUEL: (Recibiendo la pipa) Y nosotros no tenemos que matarnos para salir
adelante. ¡Nosotros ya nacimos adelante!
IGOR: (A Bernardo) Aprende a mirar más allá de tus narices, amiguito. ¿No sabes
que en este país hay miles, millones de personas que viven con lo que tú
gastas en cigarrillos?
MIGUEL: Y cada vez son más los que tienen menos. ¡Con cada paquete de Silva
Ruete...! (Le pasa la pipa a Igor)
BERNARDO: Un tío economista dice que, a la larga, es mejor que no se controlen los
precios para que no haya inflación.
IGOR: ¿Cómo se llama tu tío? ¿Milton Friedman?
BERNARDO: (Sin entender) ¿Milton...? No, Arturo.
MIGUEL: ¿Cuánto más podrá aguantar la gente pobre? Esto puede ponerse muy feo.
Agitación, violencia, guerra civil...
BERNARDO: (Muy confiado) ¡Noooo! Este es un país tranquilo, aquí no pasa nada. Todo
se va a arreglar, ya van a ver...
MIGUEL: ¿Cuándo?
BERNARDO: En un par de años, cuando entremos a la democracia.
ALBERTO: Quién sabe. Pero yo me pregunto: nosotros... ¿qué vamos a hacer nosotros?
¿Ingresar a la universidad, salir de abogados, intelectuales, ingenieros...?
MIGUEL: ...ganar algo de plata, comprar un carro, una casa...
BERNARDO: ...casarnos, tener hijos y morir de viejos.
IGOR: Ser otros mediocres egoístas que pasaron por la vida sin hacer nada por nadie.
ALBERTO: Tenemos que reaccionar hoy mismo. Mañana será tarde, y empezaremos a
parecernos a nuestros viejos.
IGOR: (Atorándose con el humo) ¡Puta... qué espanto!
BERNARDO: ¿Y qué podemos hacer?
ALBERTO: No sé. Tiene que surgir algo. Un compromiso.
14
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.15
IGOR: Bueno, bueno... ¡qué horror! (Firma) Muy bien. (Mira a Bernardo con expresión
de firmeza) Tú secretario, serás el guardián de este juramento. Cuando uno de
nosotros flaquee o se dé por vencido, ¡ahí estarás tú para recordarle su
compromiso! (Le entrega el papel a Bernardo).
BERNARDO: (Lo toma y se cuadra militarmente) ¡Sí, mi general! (Se guarda el papel
doblado en un bolsillo) Bueno, chicos, yo me retiro. ¿Cómo es mañana? (A
Miguel) ¿Vamos juntos a comprar las orquídeas?
IGOR: (Horrorizado) ¿Las qué...?
BERNARDO: ¡Las orquídeas! Para la fiesta, pues, cuadrúpedo...
IGOR: (Muy decepcionado) Pero cómo... ¿y nuestra reunión informal?
IGOR: Que vaya Bernardo lo puedo entender... ¡pero tú, Miguel... tú que acabas de
pronunciar esas palabras...!
MIGUEL: Ya, Igor, no es para tanto...
ALBERTO: ¡Si la cosa es estar juntos! ¿Por qué no te animas tú también?
15
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.16
IGOR: (Asqueado) ¡Et tu, Brutus! ¡No puedo creerlo! ¿Y así piensan cumplir su
juramento?
ALBERTO: ¡Pero escucha! Nosotros iríamos en otro plan, muy diferente...
IGOR: (No lo oye) ¡Yo no me presto a esa farsa repugnante! ¡Prefiero tomar mi
leche y acostarme temprano! Ustedes, mucho de frases bonitas; pero apenas
pueden, actúan como lo que son... (Empieza a marcharse)
ALBERTO: Pero Igor...
IGOR: ¡Niñitos bien!
MIGUEL: ¡Igor!
IGOR: ¡Hipócritas!
BERNARDO: ¡Aygor!
IGOR: (Fuera de escena) ¡Travoltas!
ESCENA 10.
En un extremo del escenario, Nany, Charo, Claudia y Marcela se alistan para ir a la fiesta. Los vestidos
de noche de Claudia y Marcela son bastante llamativos e insinuantes; el de Nany es más bien
candoroso y le da una apariencia casi infantil; Charo luce un vestido tan austero que la hace parecer
mayor. Ellas le dan los toques finales a su arreglo: Claudia se maquilla frente al espejo, mientras
Marcela se cepilla el pelo. Nany termina de darle unas puntadas a la basta del vestido de Charo, quien
está parada sobre un banco, muy nerviosa.
(Nany recoge una bandeja con cuatro copas y se las ofrece a las demás.)
16
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.17
ESCENA 11.
BAR - NOCHE.
BERNARDO, MIGUEL,
ALBERTO Y PAUL:(Al unísono) ¡Salud!
(Todos sacan sus corbatas de algún bolsillo de sus sacos y se las ponen.)
(Paul le hace el nudo a Miguel con mucho cuidado. Miguel repara en la corbata
de Bernardo, de un color verde algo chocante. La coge de la punta.)
ESCENA 12.
FIESTA - NOCHE.
Secuencia de imágenes que resume el desarrollo de la fiesta de promoción sobre el tema “El preso”
de Fruko y sus Tesos. Las parejas bailan, se intercambian, juegan entre ellas. Los gestos y actitudes
de cada personaje son significativos, nos revelan sus conflictos personales. Claudia coquetea con
Alberto, frente a la mirada inocente de Bernardo; Paul baila con Nany sin dejar de mirar a Miguel;
17
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.18
Nany no le quita los ojos de encima a Bernardo; Marcela goza bailando mientras Charo pierde el
ritmo.
ESCENA 13.
Las tres parejas están en la entrada de la casa de Igor, llamando a la puerta con insistencia. Una luz
se enciende y aparece Igor, despeinado y con mala cara; viste una pijama estampada con animalitos
o algo así.
IGOR: ¡Voy, voy...! (Va a la puerta, abre y se sorprende al descubrir a sus visitantes)
TODOS: ¡Sorpresa!
IGOR: (Aún asombrado) ¿Qué hacen aquí?
PAUL: (Apartando del camino a Igor y entrando a la casa) Las chicas no
quisieron quedarse sin conocer el Castillo de Igor. ¡Pasen!
(El grupo sigue a Paul al interior, ante el desconcierto de Igor, que va detrás
de ellos. Las chicas miran en derredor.)
IGOR: ¿Tienen...? ¿Tienen idea de la hora que es? ¡Van a despertar a mis viejos!
ALBERTO: No mientas. Tus viejos todavía están en la playa.
CLAUDIA: (A Bernardo irónica) Qué simpático, tu amiguito.
MIGUEL: (A Igor) ¡Deberías alegrarte de que nos acordamos de ti!
BERNARDO: Si Aygor no va a la fiesta, la fiesta va a Aygor.
IGOR: Pero... ¡si yo odio las fiestas!
MIGUEL: (Abraza a Igor, fastidiándolo) ¡Muy dulce de tu parte, Aygor!
BERNARDO: (Uniéndose al abrazo) Tu gratitud nos conmueve.
IGOR: (Zafándose) Ya, suelten...
CLAUDIA: (A Igor) ¿Tu baño?
BERNARDO: No usa. (Risas. Igor remeda las risas)
ALBERTO: La puerta de la derecha. Ven, te acompaño.
(Al salir con Claudia, Nany y Alberto intercambian una mirada de mutua
recriminación.)
MARCELA: (Aparte con Miguel, aparentemente incómoda) Oye, mejor nos vamos, ¿no?
Parece que estamos molestando a Aygor.
18
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.19
PAUL: Hmmmm... también podríamos poner unas canciones de los Bee Gees...
IGOR: (Reaccionando, alarmado) ¡Voy por la guitarra! (Sale rápidamente)
19
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.20
MARCELA: No hables.
MIGUEL: ¿C-cómo?
MARCELA: (Poniéndose seria) Ven aquí. Ven.
(Ella vuelve a besarlo. Esta vez, Miguel es más activo, le acaricia el pelo,
disfruta del contacto. Terminado el beso, Marcela emite un suspiro de
satisfacción.)
MARCELA: ¡Ahora sí que estoy mareada! Eres mejor que el pisco sour. Ya vengo.
(Sale en dirección del baño, sin apartar los ojos de Miguel. La canción termina
y todos aplauden.)
ESCENA 14.
Miguel sigue apartado del grupo, en reflexión solitaria. Se pone un cigarrillo en la boca y busca
fósforos en sus bolsillos. Paul aparece detrás de él, encendedor en mano, y le prende el cigarrillo.)
20
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.21
(Miguel sufre un ataque de risa que le hace perder el equilibrio. Paul lo sujeta
antes de que se caiga.)
PAUL: Mira Miguel: no te estoy pidiendo que hagas nada que no quieras. ¡Todo lo
contrario! Uno debe hacer justamente lo que quiere. Yo sé lo que quiero. ¿Y tú?
(Pausa.)
(Salen.)
ESCENA 15.
Claudia y Alberto revisan las existencias de la cocina. Él encuentra una botella y la examina con
agrado.
21
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.22
ALBERTO: Claudia...
CLAUDIA: ¡Shhhh...!
(Se besan con descontrolado ímpetu, tropezando con los objetos de la coci-
na, acomodándose como pueden. Igor aparece en la habitación y queda
paralizado por la sorpresa. Alberto advierte su presencia y le indica,
disimuladamente, que se retire. Igor comprende, le hace una señal de
complicidad a su amigo y se marcha discretamente. Alberto deja de besar a
Claudia.)
(Se quedan mirando. Claudia se abalanza otra vez sobre Alberto y vuelven a
las andadas.)
ESCENA 16.
22
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.23
(Igor regresa.)
(Igor se ríe solo; los demás se miran entre sí, entre serios y sorprendidos. Igor
lo advierte y se corta, sin entender lo que ocurre.)
CHARO: ¿Quiénes?
IGOR: ¿Quiénes van a ser, pues? ¡Alberto y su pareja!
(Claudia y Alberto, regresan muy sonrientes. Traen unos vasos y una fuente.
Los demás los miran muy serios.)
CLAUDIA: ¡Ya!
ALBERTO: ¡Listo el brebaje!
CLAUDIA: ¡Pero sigan cantando, pues...! (Se acerca a Bernardo, saltarina) ¿Qué
cantamos, Berni?
IGOR: "Hipocresía".
23
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.24
(Nany se cubre el rostro con las manos. Parece que llora. Bernardo se
arrepiente de su conducta. Le pone una mano sobre el hombro.)
(Marcela se lleva a Nany, que sigue llorando. Igor y Charo, que permanece
seria y callada, quedan a solas.)
24
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.25
ESCENA 17.
Paul y Miguel regresan con una caja de cerveza. La actitud de Paul es pícara y maliciosa; parece muy
aventajado frente a Miguel, quien luce más bien inseguro y conflictuado.
PAUL: ¿Cómo eres, qué sientes, qué te gusta...? ¿Lo sabes realmente? No es tan fácil
descubrir ciertas cosas. Hay que buscarlas. Explorar... abrirse...
25
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.26
(Paul toca suavemente la mejilla de Miguel, que cierra los ojos. Se inclina
sobre su rostro, como para besarlo.)
(Paul saca sus llaves del bolsillo y sale. Miguel, que no le ha dado cara a
Charo ni un momento, queda a solas con ella. El silencio es muy incómodo
para ambos. Charo mira al cielo.)
CHARO: (Con discreta ironía) Yo creo que... los dos son muy lindos.
(Telón.)
ACTO SEGUNDO
ESCENA 1.
26
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.27
Alberto y Claudia hacen ingresar a Miguel e Igor a la sala de su departamento. Alberto luce una
apariencia desaliñada, no del todo reñida con el "buen gusto": camisa a cuadros, jeans usados, pelo
graciosamente revuelto. Claudia usa un bonito vestido hindú, collar y brazaletes artesanales. Igor,
siempre desgarbado, calza unas feas sandalias de fraile. Sólo Miguel viste ropa sencilla y nada
llamativa. Igor y Miguel miran curiosamente en derredor.
IGOR: Oye, qué bonito que está esto. ¡Si hasta parece un comercial de Hogar!
ALBERTO: ¿Te gusta? Bueno, ¿qué se toman? ¿Un whisky, una cerveza...?
CLAUDIA: ¿Y si destapo ese vino blanco que está en la refri?
MIGUEL: Yo paso. Tengo clase de Semiótica a las cuatro.
ALBERTO: ¡No seas aguado, hombre! Un vinito no te va a hacer nada.
CLAUDIA: ¡Claro, una copita nomás...!
ALBERTO: Sirve. Y dile a Felícita que se apure con el almuerzo.
MIGUEL: ¡Igor!
IGOR: ¿Qué? ¿No se puede preguntar?
ALBERTO: Claro que sí, Aigorcito. La verdad, no lo sé. Fue el regalo de bodas de mis viejos, y
los regalos vienen sin precio.
IGOR: ¡Carajo, que buen regalo!
ALBERTO: Sí, se portaron. (Pausa. Mira a Miguel intrigado) Y ustedes... ¿para cuándo
encargan...?
MIGUEL: ¡Uff...! Por ahora, ni pensarlo. Un bebé nos complicaría la vida. Además, en
esa casita... ¡si hasta a nosotros nos queda chica!
ALBERTO: ¿Y por qué no se formalizan? Te apuesto que el papá de Marcela sólo está
esperando eso para dejarles el departamento de San Antonio. ¡Denle gusto al
viejo, hombre, no sean fregados!
MIGUEL: Ése no es el punto.
ALBERTO: ¡Pero si ustedes se adoran...!
27
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.28
(Pero lo interrumpe Claudia, quien regresa muy alegre trayendo las copas de
vino sobre una bandeja.)
28
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.29
(La discusión ha alcanzado su punto álgido: tanto Alberto como Miguel lucen
alterados, vehementes, próximos a estallar ante la mirada nerviosa de Claudia.
Igor se distrae examinando detalles de la sala, imperturbable y ajeno a todo.)
ALBERTO: ¡Pero carajo, Miguel! ¿Cómo puedes ser tan estrecho? ¿Acaso todo se limita a lo
económico?
MIGUEL: (Amargamente irónico) ¡Qué cómodo es decir eso desde aquí!
IGOR: ¡Los preciosos hijos de la burguesía, discutiendo la lucha armada con sus copitas
de Sauvignon blanc!
CLAUDIA: ¡Cuándo no, Alberto...! Si no es por la política, es por el fútbol; pero siempre tienes
que estar discutiendo. No entiendo cuál es el gusto de...
ALBERTO: (Muy seco) Si no te interesa lo que estamos hablando, puedes ir a poner la
mesa.
ESCENA 2.
29
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.30
Miguel está sentado frente a un alto de pruebas a medio corregir. Marcela está detrás de él,
alcanzándole una taza de café. Ella viste ropas tan sencillas como las de él, lo que le da un aire algo
doméstico, y usa lentes. Miguel habla apasionadamente con ella, muy impresionado.
MIGUEL: ¡... es que no puedes imaginarte el lujo! (Señala alrededor) Todo esto cabe
en su baño.
MARCELA: (Relajada) Hijitos de papá, pues... ¿Qué tanto te sorprende?
MIGUEL: ¡Es que Alberto no es cualquier huevón! Es un dirigente estudiantil, milita en
un partido de izquierda... ¡no me cabe en la cabeza como...!
MARCELA: No es el único comunista con piscina que conozco. En el periódico hay
varios.
MIGUEL: (Ensimismado) ¿Tú crees que sea consciente?
MARCELA: ¿De qué?
MIGUEL: De lo patético que es.
MARCELA: Mírame.
MIGUEL: Ay, Marcela...
MARCELA: ¡Mírame!
30
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.31
MIGUEL: ¡Pero no...! (La atrae hacia sí y la sienta sobre sus piernas) Si yo contigo
estoy feliz...
MARCELA: (Estrechándolo, inquieta) Es que a veces te oigo hablar de una manera... No
quiero que te amargues, Miguel...
MIGUEL: (La besa) ¿Cómo me voy a amargar, sonsa? Si todo lo que quiero es que
estemos juntos... y que me aguantes.
MARCELA: (Besándolo) Todo se va a arreglar, vas a ver. Termina tu carrera y serás otro
hombre. (Con voz solemne) "Doctor Miguel Bermúdez, Presidente de la
Academia Peruana de la Lengua".
MIGUEL: (Besándole el cuello) ¡Y dueño de la lengua más rica del Perú!
MARCELA: (Conteniéndolo divertido) ¡Qué haces! Tengo que ir a la imprenta a sacar los
volantes de la marcha.
MIGUEL: (Excitado) ¿Y si armamos nuestra marchita aquí... rapidito nomás...?
31
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.32
engordado, o me parece?
PAUL: Es posible. ¡Tú también! (Le da un golpecito en el vientre) Parece que te
sienta el servinacuy.
MARCELA: La convivencia.
PAUL: Eso. (Se inclina, extrae un paquete envuelto en papel de regalo) Para tí,
Marcela.
MARCELA: Muchas gracias. No debiste molestarte.
MIGUEL: ¿Y esto?
PAUL: Una Wilson medium, como para usted.
MIGUEL: ¡Pero... yo no juego tennis!
PAUL: Lo suponía. Pero tú y yo vamos a practicar mucho, hasta que domines el
juego. ¡Te va a encantar, Miguel!
ESCENA 3.
Charo, Nany y Bernardo preparan unas pancartas. Nany lleva un vestido estampado que combina con
una vincha de color claro; Charo viste blue-jeans, chaleco andino y chinitas. Bernardo usa un
pantalón de drill sport, zapatillas de básquet y un polo estampado con el rostro sonriente de Mickey
Mouse. Hay latas de pintura, brochas, palos, sábanas y cartones diseminados alrededor. Nany
examina un cartel que Bernardo acaba de pintar.
32
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.33
IGOR: (Gritando muy fuerte, fuera de escena) ¡Quietos todos! ¡Nadie se mueva!
(Los tres giran en la misma dirección, aturdidos. Igor ingresa a escena, con
una sonrisita cruel y su eterno libro bajo el brazo.)
NANY: ¡Bruto!
BERNARDO: ¡Nos has asustado!
IGOR: ¿Sí? (Marchando sobre el suelo) ¡Y eso que no traje mis botines! Pero
mañana habrá botas, y gases, y balas de verdad. ¿Están preparados para eso?
BERNARDO: ¿Qué?
IGOR: ¿Tú, por qué vas a la marcha?
33
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.34
IGOR: ¿No quieren que les lea una hermosa muestra de poesía revolucionaria?
IGOR: Hay que tener más cuidado con lo que uno pone en el mural, poeta.
BERNARDO: ¡Dame eso!
IGOR: Y la distancia se hace abismo
cuando tus labios silencian
la profunda -ya van dos profundos- niebla
del naufragio, y nadamos...
34
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.35
IGOR: De todos los vallejicidios que has perpetrado, Bernardito, éste es el más...
profundo.
NANY: ¡Por lo menos, él ha escrito algo! ¡Tú sólo criticas!
BERNARDO: Déjalo...
CHARO: (A Nany) ¡Pero si es un comodón! Nunca se levanta antes de las diez y es
incapaz de prepararse el desayuno.
NANY: ¿Y, tú, cómo sabes?
IGOR: (Irritándose) ¡Prefiero morirme sin dejar una hoja escrita antes que hacer el
ridículo! ¡La poesía no es pasatiempo para diletantes... hay que cultivarla,
trabajar con rigor...! Yo estoy preparando una novela desde hace tres años... ¡y
no voy a mostrarle una línea a nadie hasta que esté madura!
CHARO: A juzgar por tu ritmo, dentro de diez años.
CHARO: No le hagas caso a este energúmeno. Nany, ¿por qué no le invitas un jugo...?
BERNARDO: Cierto. Me prometiste.
(Charo toma del brazo a Nany y la junta con Bernardo. Acompaña a ambos a la
salida, casi empujándolos amablemente.)
(Charo une las manos de Bernardo y Nany, que se muestra algo tímida, y los
hace salir. Se percibe cierta incomodidad entre Charo e Igor apenas se que-
dan solos.)
35
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.36
IGOR: (Menos rígido) Yo... te dije que no servía para esas cosas.
CHARO: ¿Te da vergüenza?
IGOR: ¡No! (Lo piensa un poco, suspira abatido) Sí.
CHARO: Gracias.
IGOR: ¡No es por ti! Es que... esto no va conmigo.
CHARO: (Impaciente) ¿Y qué va contigo? Igor nunca esto, Igor nunca lo otro... ¡pero,
hombre, date una tregua!
IGOR: Si ya estás harta de mí, lo comprendo.
CHARO: ¿No ves cómo te limitas? Deja de juzgarte todo el tiempo y haz lo que te salga de
adentro... ¡nada más! Así, se te va a pasar la vida y no vas a llegar a ninguna parte.
IGOR: (Acongojado) Siempre me dices lo mismo.
CHARO: ¡Porque siempre haces lo mismo! Si empiezas a escribir algo, ¡ya quieres
compararlos con las obras maestras de la literatura! Poe, Rulfo, Chejov...
IGOR: (Ilusionándose) Y Borges. Sobre todo, Borges.
CHARO: Comienza con algo más sencillo. Juega, ensaya... ¡permítete un error!
CHARO: ¿Tú...?
IGOR: Yo te aprecio.
ESCENA 4.
CAFETERIA - DÍA
Nany comparte un jugo con Bernardo, quien permanece cabizbajo frente a ella.
36
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.37
37
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.38
NANY: (Tensa) Estoy muy alegre. ¿No se me nota en la cara? (Se pone de pie)
Disculpen.
BERNARDO: ¿Y Medalí?
CLAUDIA: Bien, ahí... (Se ríe) ¡No, está lindísima! Tan linda que ya ni parece hija mía.
BERNARDO: ¿Por qué? Yo te veo muy bien.
CLAUDIA: (Halagada) Ay, Bernardo...
BERNARDO: ¡En serio! No pareces una madre de familia. ¡Yo a ti, te pongo uniforme de
colegio y estás igualita que el día que te conocí!
CLAUDIA: (Ríe nuevamente) Y yo a ti, te bajaría la pancita, nada más...
BERNARDO: (Agarrándose el vientre) ¡Malvada...!
CLAUDIA: Pero no, estás muy bien así.
BERNARDO: ¡Arréglala ahora!
CLAUDIA: ¡De veras! Has echado cuerpo. Se te ve más hombre, más... (Lo piensa)
maduro.
BERNARDO: (Hinchando la barriga) ¿Maduro? (Se aprieta un rollo) Yo me siento
ma'blando.
CLAUDIA: ¡Tarado...!
BERNARDO: Todavía te hago reír.
CLAUDIA: (Riendo aún) Tú, siempre...
38
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.39
(Claudia empieza con "Eres tú". A Bernardo se le borra la sonrisa. Ella repara
en su error, incómoda.)
CLAUDIA: Perdón.
BERNARDO: No importa.
CLAUDIA: (Algo temerosa) ¿Todavía... me tienes cólera?
BERNARDO: ¡Por favor!
ESCENA 5.
Charo, sentada en la sala le echa una mirada distraída a un buen alto de volantes que tiene sobre las
piernas. Marcela entra a escena portando un azafate sobre el que hay dos tazas, cucharitas, un
azucarero y una lata de café instantáneo.
39
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.40
CHARO: ¿Aló? (.....) ¡Hola! (.....) Aquí, recogiendo los volantes para mañana. Te la paso.
(Hace el ademán de levantarse, pero se detiene) ¿No? (.....) Dime. (Se asombra
paulatinamente) ¿Ah, sí? (.....) no, no sabía (.....) Mándale saludos. Sí. (.....) Chao.
(Corta, algo impresionada. Marcela regresa con una tetera humeante. Echa
agua en la taza de Charo.)
MARCELA: Perdona. Es que... (prosigue, tímidamente) hay ciertas cosas que es mejor no
tocar. No tienen mayor importancia.
CHARO: ¿Por eso te irritan tanto?
MARCELA: No voy a hablar de eso.
CHARO: Pero... yo soy tu amiga.
MARCELA: Justamente. Quiero que los sigas siendo.
CHARO: Respeto tu silencio. Pero no te voy a negar que me molesta un poco. Parece que no
me tuvieras confianza.
MARCELA: Tú sabes que no es eso.
CHARO: ¿Qué es, entonces? (Reprimiéndose de inmediato) ¡Huy, perdón! No
pregunto más. (Pausa) ¿Vas mañana?
MARCELA: Me escapo del periódico como sea.
CHARO: Bien. (Poniéndose de pie) Entonces... me voy. Hay tareas pendientes.
40
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.41
CHARO: Claro que no. (Le da, esta vez, un abrazo cariñoso y fraterno) Disculpa, si fui
impertinente.
MARCELA: (Sonriendo) No te preocupes.
ESCENA 6.
Secuencia de imágenes que resume el desarrollo de la marcha de protesta. Los personajes nos
revelan la firmeza, la emoción y miedo de su participación en la marcha. Alberto sobresale como lider.
Los gestos son puños en alto, palmas revolucionarias, consignas a coro y todos corriendo. Todo
sobre fondo de la canción “A mis amigos” de Alberto Cortés.
ESCENA 7.
La sala está a oscuras. Ingresan Nany y Marcela ayudando a Bernardo, quien camina con dificultad,
adolorido y apoyado en ambas.
41
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.42
NANY: ¡Ay, pobre...! Pero, ¿por qué no corriste cuando se vinieron esos brutos?
BERNARDO: ¡Claro que corrí! Sólo que... ellos también corrieron.
(Marcela sale de nuevo. Esta vez, sin tanta prisa. Nany sigue reconfortando a
Bernardo, que sólo tiene atención para su dolor.)
NANY: Había un chico tirado en medio de la pista, boca abajo. La gente gritaba, corría y le
pasaba por encima... como si no estuviera ahí, como si no lo vieran. Pero lo veían.
NANY: Unos policías lo levantaron del suelo. Tenía la camisa empapada en sangre. Su
cabeza, sus piernas... le colgaban. Parecía una marioneta. Lo arrastraron hacia un
patrullero y se lo llevaron.
BERNARDO: (Incorporándose parcialmente) ¿Viste quién era?
NANY: (Con cierta culpa) No pude. Yo... también corría.
42
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.43
(Charo entra muy alterada y nerviosa. Marcela regresa detrás de ella, un tanto
desconcertada.)
CHARO: ¡Puta madre! (A Bernardo y Nany) ¿Ustedes han visto a Igor? ¿Saben dónde
está?
NANY: Lo vi contigo. ¿Qué pasa?
CHARO: (Angustiada) ¡Se lo han llevado! ¡Seguro que se lo han llevado!
BERNARDO: ¿No estaban juntos?
CHARO: Nos dispersamos cuando empezaron los balazos. Quedamos en encontrarnos
luego, frente a la puerta dos, pero... ¡no lo he vuelto a ver!
MARCELA: ¿No estará en su casa?
CHARO: Ya llamé. ¡No está!
NANY: Cálmate... ¡alguien tiene que haberlo visto!
CHARO: Sólo me han dicho que lo vieron caerse en medio de la pista, cuando todos
corrían... ¡después, nada! ¡Desapareció! ¿Dónde podrá estar? ¿Tienen idea?
ESCENA 8.
Alberto habla por teléfono mientras termina de abotonarse la camisa que se acaba de cambiar. Su
tono y movimientos son tensos y enérgicos. Detrás de él, está Claudia, echada sobre su cama y
fingiendo leer un libro, aunque es claro que está escuchando la conversación atentamente.
ALBERTO: ¿Moción de censura? (.....) Sí, correcto, ¡pero dígale al abogado que es urgente,
43
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.44
que tiene que ir de inmediato! (.....) En la comisaría, sí. (.....) No sé, unos doce o
quince. Parece que hay un muerto. (.....) Por favor. Lo veo allá. (.....) Le agradezco,
diputado.
CLAUDIA: Huevón.
ALBERTO: Como quieras. (Camina hacia la puerta, acomodándose la ropa) ¡Pero conste
que te pedí perdón!
CLAUDIA: ¡Huy, chucha... el Príncipe Alberto me pidió perdón! ¡Qué honor, no merezco
tanto...!
44
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.45
(Pausa. Los dos se miran, llenos de rabia, hasta que los embarga una sorda
melancolía.)
ALBERTO: (Tratando de sonar calmado) Me disculpas. Hay cosas importantes que atender.
ESCENA 9.
Nany y Bernardo están inclinados a ambos lados del mueble que ocupa Charo, quien luce
sensiblemente afectada.
CHARO: La culpa es mía. ¡Él no quería ir a la marcha, no le interesaba! Pero yo tuve que
insistir...
BERNARDO: Tú no tienes la culpa de nada. Igor ya es grandecito, él sabe cuidarse.
CHARO: (Melancólica) Eso es lo que ustedes creen. Pero Igor es como un niño, vive
en otro mundo. Ustedes no lo conocen.
BERNARDO: (Algo sorprendido) No sabía que eran tan amigos.
NANY: ¡Son, Bernardo, son tan amigos! (A Charo) A él no le ha pasado nada, estoy
45
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.46
segura.
CHARO: ¿Y cómo sabes? ¡Mira la hora que es! Ya han pasado tres horas y no aparece.
¡Nadie lo ha visto, nadie da razón...!
NANY: Seguro está en la comisaría, pero no te preocupes. No pueden retenerlo ahí
mucho tiempo.
BERNARDO: Sí, de ahí los pasan a Seguridad del Estado.
BERNARDO: Pero no... ¿quién va a creer que Igor es una amenaza para el Estado? (Duda)
Aunque Seguridad del Estado podría creerlo...
NANY: Pero tú, tranquila. Ahora los sueltan a todos, vas a ver.
CHARO: ¿Y?
MARCELA: Nada. A la universidad no ha regresado. Corren muchas bolas, no se puede
saber.
CHARO: ¿Qué dicen?
MARCELA: Lo de siempre. Que hay veinte heridos, que hay cien... que hay un muerto, que hay
tres...
CHARO: (Mira a Nany, estremecida) ¿Ves?
MARCELA: ¡Pero son rumores, no puedes tomarlos en serio!
CHARO: ¿No los tomarías tú en serio, si hubiera desaparecido Miguel?
(Se produce una exclamación de alegría general cuando entran Alberto e Igor,
que luce aún muy pálido y descompuesto. Apenas ve a Charo corre a
abrazarla, como un niño abandonado.)
CHARO: ¡Aigorcito!
IGOR: ¡Gordita!
IGOR: ¡No sabes lo que he pasado, casi no lo cuento...! ¡Parecía la escena de las
escaleras en "El Acorazado Potemkim"! ¡He pasado las tres horas más terribles de
46
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.47
mi vida!
ALBERTO: No le han hecho nada.
IGOR: ¡Pero a cada rato parecía que me iban a hacer algo!
CHARO: Lo que importa es que estás bien. ¡Cuando me dijeron que había un muerto...!
MARCELA: (A Alberto) ¿Es verdad?
ALBERTO: (Asiente, preocupado) Un chico de Ingeniería. No lo conozco.
(Silencio.)
(Miguel y Paul entran muy risueños, en ropa deportiva y haciendo figuras con
sus respectivas raquetas. Descubren, de pronto, al grupo de sus amigos, que
los observan anonadados, y se detienen, ingratamente sorprendidos.)
47
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.48
ALBERTO: Que te cuente Marcela. Nosotros tenemos que hacer. ¿Te quedas hermano?
PAUL: (Aún confundido) No, no, yo también me voy. Sólo vine a traer a Miguel.
(Estira los músculos) ¡Estoy molido, con tanto raquetazo! (Mira a
Bernardo, que también camina hacia la puerta) ¿Y a ti, qué te pasó?
BERNARDO: Te cuento en el camino. ¡Qué gusto de verte, Polvito!
(Se tiran puñetazos de juego, como si fueran colegiales. Paul hace una seña
de despedida a Miguel y Marcela desde la puerta.)
MIGUEL: ¿Sí?
MARCELA: (Luego de una pausa que parece interminable) ¿Vas a comer?
(Telón)
48
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.49
TERCER ACTO
ESCENA 1.
El escenario está a oscuras. Entran Nany, Charo, Marcela y Claudia, caminando a tientas y riéndose.
Apenas son distinguibles sus siluetas. Charo las guía con un encendedor.
CLAUDIA: ¡Guarda...!
MARCELA: (Se aparta, riendo) ¡Disculpa!
CHARO: (A Nany) La luz se va tres de cada cinco noches. Pero estamos preparados.
(Explosión de carcajadas.)
(Rumor de curiosidad.)
CHARO: ¡Ajá!
49
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.50
(Regresa la luz. Las cuatro aplauden con fervor, lanzan bravos y hurras. La
más cambiada de las cuatro es Nany: su ropa es llamativa, moderna y sexy;
está muy maquillada y fuma y bebe como una experta. Charo viste más
formalmente, estilo ejecutiva, y usa anteojos. Claudia usa jeans y conserva un
tono lejanamente hippie en su arreglo. Marcela es la que parece haber
cambiado menos; lleva el pelo recogido.)
(Charo no responde.)
50
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.51
CLAUDIA: ¡Las busco la próxima semana! (A Nany) Me tienes que contar más sobre España...
(Con acento) y los españoles.
NANY: ¡Ufff! Ése es tema para varias noches.
CLAUDIA: (A las otras) ¿Han visto? ¡Ésta se ha comido el Kamasutra!
MARCELA: (Poniéndose de pie) ¿Me das un aventón por ahí?
CLAUDIA: ¡Claro, te dejo en tu casa!
CHARO: ¿Nos abandonas tú también?
MARCELA: No quiero regresarme sola. Con esto de las bombas... (Se ríe) mejor
reventamos juntas. (Besa a ambas)
NANY: Vayan, vayan, pero antes quiero hacerles unos obsequios. ¿Qué sabor os
apetece más, fresa o naranja?
CLAUDIA: ¡Fresa!
MARCELA: ¡A mi, naranja!
CLAUDIA: ¿Y esto...?
NANY: Salvavidas. No deben faltar en la cartera de toda mujer precavida.
CLAUDIA: (Entre risas) ¿Y no tienes de plátano?
CHARO: ¡Claudia, qué nivel...!
MARCELA: (Mirando el suyo) ¿De verdad tienen sabor?
NANY: ¿Por qué no los pruebas más tardecito?
51
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.52
ESCENA 2.
Paul y Miguel hablan por teléfono, desde extremos opuestos del escenario. Paul viste camisa de
cuello y corbata; Miguel, polo y pantalón de buzo, y tiene un biberón en la mano.
PAUL: Imagínate: el sol naranja del crepúsculo encendiendo hogueras en el horizonte, una
bandada de gaviotas surcando el cielo. El rumor de las olas, la fresca brisa y la
arena tibia deleitando tus sentidos.
MIGUEL: No insistas, por favor.
PAUL: Es el momento de zambullirse por última vez. La temperatura es perfecta: el
mar te acaricia la piel tostada por el sol...
MIGUEL: (Deseoso) ¡Ya, para...!
PAUL: ...mientras el Astro Rey se sumerge ante tus ojos y te baña con una suave
resolana.
MIGUEL: Sería perfecto, pero...
PAUL: ¡Y toda la playa para nosotros! La casa tiene su zona privada, y nadie va a ir
hasta el lunes. ¿Cómo vamos a desperdiciar esta ocasión?
MIGUEL: No, no me puedes pedir eso. ¡Tengo que preparar un informe de tesis... dos!
PAUL: Los preparas allá, mientras te echo el bronceador.
MIGUEL: ¿Y Marcela? ¿Qué le digo? Prometimos llevar a Raulito donde sus abuelos.
PAUL: ¡Que se queden ahí un par de días! Tú tienes que trabajar, diles que necesitas estar
solo, ¡no será la primera vez!
MIGUEL: Olvídalo. Me encantaría, pero no.
PAUL: Me decepcionas, Mickey Mouse. Pensé que íbamos a pasar un fin de semana
perver, pero... en fin, le diré a Jean Pierre. Te apuesto que él acepta de
inmediato.
MIGUEL: ¿Jean Pierre? ¡Tú no le tienes miedo al Sida! (Se ríe) No, en serio. Cuídate.
PAUL: Siempre me cuido. Y te cuido. Bueno, que goces con tus abuelos y tus tesis.
52
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.53
(Miguel corta.)
(Marcela asiente con frialdad. Mira a Miguel con rencor contenido, pero
mantiene la calma.)
ESCENA 3.
CLAUDIA: Es como una mutilación. Quieres largarte porque sientes que aquí ya no hay
esperanza, porque crees que este país se está yendo a la mierda y no quieres que
tus hijos crezcan en medio de tanto dolor, de tanta violencia... pero al irte, pierdes
una parte importante de ti. Algo que nunca vas a encontrar en Canadá, ni en
España...
BERNARDO: (Fuera de escena) ¿Ni en Miami?
CLAUDIA: (Sonríe) Bueno, hay gente a la que no le importan estas cosas, pero no es el
caso de Charo. Ella va a sufrir, si se va.
BERNARDO: (Idem) Si se queda, también. Ya está sufriendo.
(Bernardo entra con una dulcera en la mano. Viste de sport elegante, lo que le
da una apariencia más madura, y tiene puesto un mandil de cocina salpicado
de chocolate.)
53
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.54
BERNARDO: La empresa la hizo mi papá. Yo sólo administro la herencia. (Se sienta al lado de
Claudia, reclina la cabeza en su regazo; ella le acaricia el pelo) Hará un par de
semanas, cuando acababa de mudarme aquí, me pasó algo muy curioso. Descubrí
en el desorden de la mudanza una caja llena de recuerdos del colegio: cuadernos,
revistas, fotos... me puse a revisar todo, como dos horas seguidas. Ahí estaba yo
con mis amigos, tal como éramos de chicos, y pensé: ahora Paul es diplomático;
Alberto es periodista; Miguel, catedrático; Igor siempre quiso escribir...
CLAUDIA: Nunca ha publicado un libro.
BERNARDO: ¡Pero escribe! Cada uno de ellos sabía muy bien lo que quería y, de algún
modo, lo está logrando. En cambio yo, sigo tratando de encontrarle un
sentido a lo que hago. Y no lo consigo.
CLAUDIA: Manejas muy bien tu negocio. Has progresado.
BERNARDO: (Con melancolía) Gracias a los terrucos. Cuando empezaron los coches-
bomba, mis ventas se multiplicaron. ¡Gran mérito enriquecerse con la desgra
cia ajena!
CLAUDIA: Puedes hacer donaciones, ayudar a otros...
BERNARDO: ¡Sí, lo hago! Pero aún así, falta algo... algo que me ayude a sentirme...
verdaderamente realizado, no sé...
CLAUDIA: ¿Y yo? (Le acaricia el rostro) ¿No te realizas conmigo?
BERNARDO: Bueno... (Sonríe) en parte.
CLAUDIA: ¿En qué parte?
(Claudia abre la cajita, muy contenta. Saca un par de aretes muy finos.)
54
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.55
CLAUDIA: (Animada) ¡Yo también tengo algo para ti! Cierra los ojos. (Bernardo obedece;
Claudia toma su cartera y la abre) ¿Qué sabor te gusta más, fresa o naranja?
55
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.56
ESCENA 4.
Alberto, en elegante terno oscuro, conduce su programa televisivo en un extremo del escenario.
Habla con mucha seguridad y cierta afectación. Al otro lado está Igor, viendo la tele en ropa de
dormir. Tiene un vaso de whisky en la mano.
ALBERTO: (A cámara) Los días gloriosos del gobierno aprista parecen un borroso recuerdo
después del terrible "paquetazo" de esta semana. Los mercados están
desabastecidos y hay largas colas de angustiadas amas de casa que pugnan por
una bolsita de aceite y un poco de arroz. Las medicinas están por las nubes, y
hasta los siempre concurridos bares lucen hoy desiertos.
IGOR: (Alzando su trago) ¡Salud!
ALBERTO: Las voces más destempladas de la izquierda acusan a García de genocidio;
mientras que la derecha, más prudente, atribuye las alzas y la inflación galo
pante al demagógico manejo presidencial.
IGOR: ¡Quién habla, carajo...!
ALBERTO: Pero el mayor beneficiario de esta crisis es, que duda cabe, Mario Vargas
Llosa. Apologista de esa economía de mercado que impulsara el desarrollo de
Chile o los cuatro tigres del Asia, el novelista aparece como el sucesor
indiscutible del hoy alicaído cantante de ópera y rancheras. El pensamiento
liberal y el realismo económico tendrán, al parecer, su oportunidad histórica
en el Perú de los noventa. Volvemos después de estos mensajes. (Adopta una
sonrisa televisiva).
IGOR: ¡Aaaajjjjj... (Oprime su control remoto) eres una rata de acequia!
(Charo lo mira un instante en silencio. Igor parece herido. Ella se acerca a él,
como arrepentida, le quita el vaso de la mano y lo pone a un lado.)
56
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.57
CHARO: Ven conmigo, Igor. Aunque sea para ver qué pasa.
IGOR: (Sin volverse) ¡Ya hemos hablado de eso!
CHARO: ¿Pero por qué no? ¿Qué te impide ir? ¡Odias tu trabajo, y allá... no tienes que
hacer nada, sólo escribir! Voy a ganar bien.
IGOR: Un escritor necesita tener contacto con su realidad. ¿De qué voy a escribir en
el Canadá? ¿De la Policía Montada?
CHARO: ¡Muchos han escrito sobre su país desde afuera y tú lo sabes!
IGOR: Toronto no es París.
CHARO: ¡Pretextos... siempre tienes uno para todo!
CHARO: Parto el miércoles. Te hice una reservación en mi vuelo. Desearía que la usaras.
Pero si no...
ESCENA 5.
CAFÉ - DÍA
Alberto y Claudia toman café en una mesa. Alberto luce fina ropa sport; Claudia lleva puestos los
aretes que le regaló Bernardo. Ella se divierte leyéndole una revista de espectáculos; él la escucha
con una sonrisa de bochorno.
CLAUDIA: "El periodista más churro de la televisión ha recibido más de una oferta para actuar
en telenovelas. 'Pero no me considero un galán ni nada parecido', nos confesó el
conductor de Punto."
ALBERTO: (Tapándose la cara) ¿Yo dije eso? ¡Qué horror...!
CLAUDIA: "'No me interesa la actuación, aunque para entrevistar a tanto político se
necesita tener algo de actor', añadió antes de abordar su Mitsubishi rojo y
desaparecer por la calle como un rayo". ¡Guuauu! Impresionante.
ALBERTO: No creerás todas las tonterías que lees...
CLAUDIA: Las muchas que se publican sobre ti.
ALBERTO: (Sonriendo) Basta, basta... me estás revolcando.
CLAUDIA: Al contrario, te felicito. Veo que cada día te va mejor. ¿No es lo que querías?
ALBERTO: Claudia... tú me conoces. ¿Piensas que eso es todo lo que quiero?
CLAUDIA: ¡Cierto! Todavía falta que te lancen para diputado. Pero ten paciencia.
ALBERTO: Estoy hablando en serio. Si quieres oír la verdad, no estoy nada contento. Me
siento muy solo y... extraño tantas cosas...
57
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.58
ALBERTO: ¿Y esto?
CLAUDIA: (Disimulando) Me los compré. ¿Te gustan?
ALBERTO: Son bonitos, sí. Pero no de tu estilo.
CLAUDIA: Puedo cambiar.
ALBERTO: Sí. Todos podemos cambiar, si lo intentamos.
ALBERTO: Yo no soy el imbécil que pintan en esas revistas, Claudia. Soy un hombre que está
sufriendo, porque le han quitado lo que más quiere.
CLAUDIA: Alberto, dijimos que...
ALBERTO: ¡Escúchame un momento, por favor! Yo reconozco que he sido muy injusto
contigo... que no te he dado el lugar que te merecías, que no me he ocupado
de mi hija. Fui un tonto, ¡estaba tan obsesionado con mi trabajo, que no veía
que eso me iba alejando de ustedes! He tenido que estar sólo para entender lo
mucho que me importa mi familia, cuánto las necesito a ambas. Démonos
otra oportunidad, Claudia. Creo que la merecemos.
58
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.59
ESCENA 6.
Bernardo está sentado en un sofá de la sala, hojeando un libro de Educación. Lo deja a un lado
cuando entra Nany, trayendo una bandeja con una tacita de café, azúcar y leche. Su ropa es muy sexy.
BERNARDO: ¡Hmmmm! Qué bien huele este café. Un broche de oro para un execlente café.
NANY: Gracias.
BERNARDO: No sabía que cocinabas tan bien.
NANY: No cocinaba; aprendí en Madrid. Me enseñó un vasco con el que viví algunos
meses.
BERNARDO: ¿El escultor?
NANY: No, ése era catalán. ¿Te importa si...? (Se quita los zapatos)
BERNARDO: Estás en tu casa.
NANY: Hay días en que no soporto la ropa. En verano, ando desnuda todo el día. (Sonríe)
Dentro de casa, se entiende.
BERNARDO: (Asiente, nervioso) Sí, claro.
NANY: (Recordando) ¡Ah! (Toma una cajita que está sobre la mesa) ¿Te apetece
un porro?
BERNARDO: ¿Un qué?
NANY: ¡Un troncho! (Saca un pitillo) No sabes cómo me relaja a media tarde.
BERNARDO: Yo paso, gracias.
NANY: Tú te lo pierdes. (Lo enciende; le da una pitada profunda) Moño rojo.
BERNARDO: (Sonríe) Estoy impresionado.
NANY: ¿Te parece mal?
BERNARDO: ¡No! Me impresiona cómo has cambiado. Se te ve tan...
NANY: ¿Tan...?
BERNARDO: ...segura, tan desenvuelta... casi pareces otra.
NANY: ¿Y esa otra... te gusta menos o más?
BERNARDO: Bueno... estás más guapa.
59
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.60
(Nany se reclina sobre Bernardo. Toma las manos de él y las coloca sobre sus
sienes.)
NANY: Presióname aquí, por favor. Me encanta que me hagan masajes en la cabeza.
BERNARDO: ¿En serio? (Nany asiente) ¡Mira, pues! No voy a preguntarte quién es esa persona,
porque eso es algo muy priv...
NANY: ¡Tú!
60
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.61
NANY: ¿Me vas a decir que en todo este tiempo nunca te diste cuenta de que se me caía
la baba por ti?
BERNARDO: Dirás que soy un estúpido, pero...
NANY: ¡Sí, eres un estúpido!
BERNARDO: Muy bien. Tal vez sí me di cuenta. Pero no quise darme por enterado.
NANY: ¿Por qué no?
BERNARDO: (Tomándole la mano) Porque tú eres mi hermana. Mi mejor amiga, la que
más quise siempre. Y no quería que nada estropeara eso.
NANY: (Irónica) ¡"Mi mejor amiga"! No sigas que voy a llorar de la emoción.
BERNARDO: No estoy diciendo que nunca hubieras podido gustarme de otra forma. Pero...
las cosas no se dieron así.
NANY: ¿Qué querías que hiciera? ¿Que te escribiera una declaración?
BERNARDO: Tal vez. ¿Por qué no? Cuando uno quiere que algo pase, tienes que hacer que
pase. Y tú siempre fuiste muy pasiva con respecto a mí. Si hubieras sido...
alguito más mandada.
NANY: (Asiente, resentida) ¡O sea que encima, todo esto me lo merezco por cojuda!
BERNARDO: (Tímidamente) Bueno, sí. Un poquito.
BERNARDO: Sólo puedo decirte lo que siempre me repetía alguien a quien quiero mucho: "no te
deprimas por gente..."
NANY: "...que vale mucho menos que tú." Ay, Bernardo...
ESCENA 7.
Paul está de pie ante Marcela, algo sorprendido. Marcela luce muy seria.
61
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.62
MARCELA: He sido más que tolerante con este asunto de ustedes. Pero hay límites.
PAUL: ¿Has hablado de eso con él?
MARCELA: Eso no te importa. Estoy hablando contigo... ¡y bien claro!
PAUL: (Culposo) Marcela, yo nunca quise que tú...
MARCELA: Me tiene sin cuidado lo que hayas querido o no. No te estoy juzgando, ni soy
quién para hacerlo. Únicamente te exijo que dejes en paz a Miguel. Él tiene
una familia, un hijo y una buena carrera en la Universidad. ¿Has pensado que
tú puedes echárselo todo a perder?
PAUL: ¿Qué le hago yo? ¿Piensas que soy un depravado y que Miguel es mi pobre
víctima? Creo que no lo conoces.
MARCELA: Siempre has influido sobre Miguel. Él estaba muy tranquilo hasta que tú...
PAUL: ¡Yo no le hago ningún daño! Al contrario, él me necesita. Por lo menos, tanto
como a ti.
62
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.63
MARCELA: ¿Si es algo tan bueno, por qué no puede decirse en voz alta?
PAUL: (Melancólico) Yo quiero a Miguel. De veras, lo quiero.
MARCELA: Lo sé. Pero puedes destruir su vida.
ESCENA 8.
Charo termina de guardar algunas cosas en un maletín. A sus pies, hay una maleta grande, ya hecha.
Toma un objeto, lo contempla con tristeza y lo guarda. Entra Igor, con un vaso de whisky en la mano.
Observa a Charo con forzada indiferencia.
IGOR: ¿A que no adivinas quién llamó hoy a la revista? (Charo sigue guardando sus
cosas, como si no lo escuchara) Bernardo. Quiere que vaya a su casa el fin de
semana. También ha invitado a Miguel, ¡y hasta a Alberto! ¿No te parece raro? No
nos vemos hace siglos, y así de repente...
CHARO: ¿Es eso lo que más te preocupa? ¿La invitación de Bernardo?
IGOR: ¡No se puede ni hablar!
63
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.64
CHARO: ¿Llorar, tú? (Sonríe con ironía) Eso sería demasiado humano.
IGOR: Por otro lado, reconozco tu derecho a hacer con tu vida lo que se te antoje.
Ése siempre fue nuestro trato: respetar la libertad del otro.
CHARO: Yo también cumplí. Nunca me opuse a que abandonaras la literatura para
dedicarte a alabar las virtudes de la chuleta.
IGOR: ¿Tú me acusas a mí de abandonar algo...? ¡Tú que estás huyendo, porque no
tienes el coraje de quedarte en tu país...!
CHARO: También se necesita coraje para irse. Y tú lo sabes mejor que nadie.
CHARO: No me voy de vacaciones a Miami. Voy a abrirme paso, a crecer... a encontrar ese
espacio que aquí ya no tengo. No estoy huyendo, Igor. Estoy buscando algo.
IGOR: Es tu opción, no la mía.
CHARO: ¿Y cuál es la tuya? ¡Explícame!
IGOR: ¡Quedarme en mi país!
CHARO: ¿Para qué? ¿Para no publicar ni una página que valga la pena? (Igor no
responde) Tú sabes por qué no quieres ir. No es amor al país. Es miedo a
quedarte sin pretextos para no escribir, ¡porque allá no te quedaría otra! Sé
honesto, Igor... ¿si éste país te inspira tanto, cómo es que hasta ahora no has
producido nada?
IGOR: Para tu información, mi querida Charo, Raymond Chandler publicó sus
relatos a los treinta y nueve años.
CHARO: (Ríe amargamente) ¡No me digas! Cada día se te achica la lista de
escritores. ¡Como ya no puede ser Faulkner ni García Márquez, me sales con
el tal Chandler, que te da diez años más de plazo!
IGOR: ¡Nunca creíste en mí!
CHARO: Sí. Creí.
CHARO: ¿Por qué tienes que ser genial? ¿Importa tanto? (Breve pausa) Mira, si quieres
venir conmigo, todavía puedo...
(Suena el timbre.)
IGOR: (Muy indiferente) Ya están por ti. Te acompañaría al aeropuerto, pero... prefiero
que nos separemos aquí. Las despedidas son una mierda.
IGOR: (Le hace un gesto de despedida) Que tengas mucha suerte. Y escríbeme.
64
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.65
(Charo sale. Igor queda solo un momento. Se termina el whisky y se deja caer
sobre un asiento. Llora.)
ESCENA 9.
Miguel está sentado con expresión muy seria. Entra Marcela, algo agitada, con una bolsa repleta de
víveres.
MARCELA: ¡Uuufff...! No sabes lo que son las tiendas... ¡Todo el mundo peleándose los víveres
porque parece que se viene otro paquetazo! Doscientos por ciento en un mes. ¡Y el
dólar disparándose a quinientos intis! Yo no sé hasta cuándo vamos a aguantar, si
ya hay gente que no tiene ni para el pan...
65
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.66
MARCELA: (Muy triste) Si alguien me hubiera dicho que todo iba a terminar así, no
hubiera tenido un hijo. ¿No piensas en Raulito?
MIGUEL: Raúl es mi hijo. Siempre lo voy a querer... lo mismo que a ti.
MARCELA: Demuéstralo. ¡Haz un sacrificio, por nosotros! (Se dirige a él, casi
suplicante) No eches todo a perder, Miguel... yo puedo tratar de entenderte.
Tal vez si... si empezáramos todo de nuevo... ¡yo sé que podemos ser felices,
estoy segura...!
ESCENA 10.
Bernardo, Miguel, Alberto e Igor se divierten mirando e intercambiando viejas fotografías. Sobre una
mesita, hay vasos y botellas de cerveza y whisky.
66
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.67
ALBERTO: Ayayay... qué época maravillosa, el colegio. Creo que nunca me he divertido tanto
en mi vida. No sé si a ustedes les pasará lo mismo, pero a mí, cada vez que me
acuerdo del colegio, me entra como una... una emoción...
MIGUEL: ¿Una tristeza?
ALBERTO: No tristeza, pero... (Reflexiona) ahora que lo dices, sí, es algo un poquito
triste.
IGOR: (Sombrío) Recordar es triste. Uno casi siempre descubre que lo que más le
gustaba ya no existe. (Seca su trago)
ALBERTO: ¡Que depre...! A mí sí me gusta recordar.
BERNARDO: (Complacido) Qué bueno, porque tengo algo que te va a hacer recordar más
todavía.
MIGUEL: ¿La sorpresa que nos dijiste?
ALBERTO: ¿Qué es... otra foto?
BERNARDO: Sí. Una foto de nuestras conciencias. De cómo éramos hace diez años.
BERNARDO: Escuchen: (lee con voz solemne) "Los abajo firmantes, futuros profesionales
Alberto Pflucker, Bernardo Manrique, Igor Rada y Miguel Bermúdez, se
comprometen hoy, 8 de diciembre de 1978, a las diez y cincuenta y dos horas de la
noche..."
MIGUEL: (Emocionado) ¡El juramento!
BERNARDO: "...en obediencia a sus valores y principios, a hacer algo para que el Perú sea
un país más justo." Siguen nuestras firmas.
67
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.68
BERNARDO: ¡Por favor...! Yo los admiro. ¡En serio! Alberto, tú tienes un futuro increíble en la
televisión...
IGOR: (Por lo bajo) ...en la política, sobre todo.
BERNARDO: (Ignorándolo) ...y tú Miguel, ya estás enseñando en una universidad. Igor
tú... tú...
(Sale Igor.)
ALBERTO: ¡No pues, no me entienden...! Lo importante no es lo que uno hace, sino lo que uno
es.
MIGUEL: ¿Puedes separar las dos cosas?
ALBERTO: Un ejemplo: supón que mis ideas y las tuyas sean opuestas. Tú te has metido
a la ultraizquierda y yo soy un senador liberal. Podemos discutir, en-
frentarnos... ¡pero, en el fondo de nuestro corazón, somos amigos! Porque
hay muchas cosas que nos unen: recuerdos, conversaciones, experiencias...
68
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.69
IGOR: Casi piso esto en tu dormitorio. Debe ser de alguna amiguita tuya.
BERNARDO: (Algo corto) Ah, sí... gracias.
69
¿QUIERES ESTAR CONMIGO? Pag.70
(Los tres vuelven a mirar e intercambiar fotos. Miguel sonríe ante una. Se la
muestra a Bernardo.)
ESCENA 11.
FIESTA - NOCHE
FIN
70