Las fuentes del derecho Romano

El derecho romano es una piedra angular en la evolución y desarrollo del sistema legal
contemporáneo en muchos países del mundo. Sus fuentes y principios han dejado una
huella indeleble en la estructura jurídica actual.
Las fuentes del derecho romano son fundamentales para comprender su influencia en el
derecho contemporáneo. Estas fuentes se dividen en dos categorías principales: las
fuentes escritas y las fuentes no escritas.
Fuentes Escritas del Derecho Romano
Entre las fuentes escritas se destacan las leyes, que en Roma tenían diversas formas.
Inicialmente, se encontraban las leyes de las XII Tablas, un conjunto de normas básicas
que sentaron las bases del derecho romano arcaico. Posteriormente, las constituciones
imperiales, decretos y edictos emitidos por los emperadores, fueron de suma
importancia. Asimismo, los juristas romanos, como Ulpiano, Gayo o Papiniano,
contribuyeron con sus opiniones y comentarios (llamados "responsa prudentium") que
se convirtieron en fuentes de autoridad.
Ejemplos:
1. Las Leyes: Las leyes romanas se originaban principalmente de las Asambleas
Populares, el Senado y los Emperadores. Las "Leges" emanadas de estas
instancias eran normativas para la sociedad romana. Las "Lex" eran leyes
aprobadas por las Asambleas Populares y la "Senatus Consultum" eran
decisiones tomadas por el Senado.
2. Los Plebiscitos: Inicialmente aplicables solo a los plebeyos, posteriormente, los
plebiscitos se extendieron a toda la población. Surgieron de las decisiones de la
Asamblea de Plebeyos y tenían fuerza de ley.
3. Los Senatus Consulta: Decisiones tomadas por el Senado que, aunque no
tenían el carácter de leyes en un principio, con el tiempo adquirieron gran
relevancia y fuerza vinculante.
4. Los Edictos de los Magistrados: Los magistrados emitían edictos que servían
como normativas administrativas durante su mandato, moldeando el derecho con
su interpretación y aplicando principios de equidad.
5. La Jurisprudencia: La actividad de los juristas romanos fue esencial para el
desarrollo del derecho. Sus opiniones y decisiones se convirtieron en
precedentes valiosos, sentando bases para la interpretación y aplicación de la
ley.

Fuentes No Escritas del Derecho Romano

Por otro lado, las fuentes no escritas incluyen la costumbre y los principios generales
del derecho. La costumbre, prácticas arraigadas en la sociedad romana, tenía un peso
significativo y fue reconocida como fuente de derecho. Los principios generales eran
conceptos jurídicos fundamentales que los juristas romanos reconocían como
universales y aplicables en diversas situaciones legales.
Ejemplos:
1. El Ius Gentium: Conocido como el derecho de gentes, abarcaba principios
comunes aplicables a todos los individuos, independientemente de su
ciudadanía. Era un sistema de leyes que regulaba las relaciones entre los
ciudadanos romanos y los extranjeros.
2. El Ius Civile: Era el derecho civil romano, aplicable exclusivamente a los
ciudadanos romanos. Surgió de las costumbres, tradiciones y prácticas que se
consideraban vinculantes para la sociedad.
La influencia del derecho romano en la actualidad es innegable. A través de su legado,
ha dejado un impacto duradero en varios sistemas legales contemporáneos,
especialmente en los países de tradición jurídica continental europea, conocidos por su
sistema de derecho civil. En primer lugar, la estructura del derecho romano, basada en
la jurisprudencia y la interpretación de los juristas, ha influido en el desarrollo del
derecho judicial en muchas jurisdicciones. El énfasis en la interpretación de la ley y la
jurisprudencia se refleja en la aplicación actual de la ley por parte de los jueces, quienes
toman decisiones basadas en precedentes y en la interpretación de la ley. Además,
muchos conceptos legales y principios fundamentales del derecho romano han
perdurado en el derecho moderno. La noción de propiedad, contratos, responsabilidad
civil y la distinción entre derecho público y privado son ejemplos de conceptos que
tienen raíces en el derecho romano y que siguen siendo fundamentales en los sistemas
legales actuales. El sistema legal romano también influyó en la estructura y
organización de los códigos legales contemporáneos. Por ejemplo, el Código
Napoleónico, que tuvo una influencia masiva en Europa y otras partes del mundo, se
inspiró en gran medida en los principios del derecho romano. La organización
sistemática de leyes en categorías y la claridad en la redacción se derivan en parte de la
tradición jurídica romana.
En síntesis, el derecho romano sigue siendo una fuerza viva en el panorama jurídico
actual. Sus fuentes, principios y legado perduran en los sistemas legales de muchas
naciones, moldeando la forma en que se entiende y se aplica la ley en la sociedad
contemporánea. La influencia del derecho romano no solo se limita a su legado
histórico, sino que continúa siendo una base sólida y relevante para el desarrollo y la
evolución del derecho en el mundo moderno.