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SÁBADO Santo

“... ha nacido en nosotros una urgencia


cristiana que nos impulsa a la acción...”
SÁBADO Santo
VAMOS EN ESTA MAÑANA A INTENTAR ADENTRARNOS EN EL SENTIR DE LOS
AMIGOS DE JESÚS. TRAS HABER DORMIDO, LAS COSAS SE VEN DE OTRA MANERA.
SE INTENTA QUITAR HIERRO A LO PASADO Y SE INTENTA BUSCAR UN RESQUICIO
DE ESPERANZA EN QUIEN HASTA AYER ERA NUESTRA ESPERANZA TOTAL, PERO
QUE HOY ESTA MUERTO Y SEPULTADO. HOY ENTRE SUS LAGRIMAS RESUENAN
COMO UN ECO SUS PALABRAS Y SUS GESTOS, EL CAMINO RECORRIDO JUNTOS,
TANTOS RECUERDOS, ...

VAMOS A UNIRNOS A ESOS AMIGOS DE JESÚS Y RECORRER CON ELLOS EL CAMINO


...

ORACIÓN Señor, si no estas aquí,


¿donde te buscaré estando ausente?
Si estás por doquier,
¿como no descubro tu presencia?
Cierto es que habitas en una claridad inaccesible
pero ¿donde se halla esa inaccesible claridad?
¿Quien me conducirá allí para verte en ella?
Y luego, ¿con que señales, bajo que rasgos te buscaré?.
Nunca jamas te vi,
Señor, Dios mío;
no conozco tu rostro ...
y muéstrate a quien te busca
porque no puedo ir en tu busca
a menos que tú me enseñes,
y no puedo encontrarte
si Tu no te manifiestas.
Deseando te buscaré;
Te desearé buscando;
Amando, te hallaré;
Y encontrándote te amaré.

CANTO NADA NOS SEPARARÁ, NADA NOS SEPARARÁ,


NADA NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE DIOS.

ORACIÓN

T - Si sois hombres tentados por el miedo, si la palabra no os dice nada,


si lo nuevo os aterra, si las palabras os faltan,
si os habéis acostumbrado a la rutina, si no encontráis las razones de vivir tantas veces
si no sabéis por donde vais, buscadas,
si os espanta todavía la cruz... si habéis perdido la ilusión,
si ya todo es noche sin chispa de luz ...
ECO: ¡No tengáis miedo!
¡Está vivo T- Si sentís el corazón triste,
y camina, como Señor, si ya no veis las flores,
delante de vosotros! si solo escucháis cantos de derrota,
si ya no quedan lagrimas en vuestro lacrimal,
si tenéis ya la ventana abierta para arrojarlo todo,
si ya no hay esperanza para vuestra
T - Si vuestros ojos se llenan de sueño, desesperanza ...
si no veis nada detrás de las cosas,
si la realidad solo es lo que veis,
si buscáis y solo encontráis la frialdad del silencio,
si clamáis y Dios no os responde al instante ...

T - Si el cansancio os abruma,
“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”

CANTO
En todas las ciudades donde vive el hombre gris,
en medio de la prisa, entre el ruido que te aísla.
A pesar de todo estoy.
En este mundo absurdo de injusticias y dolor,
en esta tierra buena donde hay sitio para todos.
A pesar de todo estoy.

SI, CON VOSOTROS ESTOY,


CON VOSOTROS ESTOY,
SOY VUESTRO AMIGO.
SI, ESTARÉ HASTA EL FINAL
COMO EL AIRE Y EL MAR,
NUEVAMENTE OS DIGO ...

En la vida que se apaga entre rejas de opresión,


en el hombre que se ofrece en sacrificio por amor.
A pesar de todo estoy.
En la paz que continua sin dejarse dominar.
En la lucha que no muere aunque algunos asesinen.
A pesar de todo estoy.

SI, CON VOSOTROS ESTOY,


CON VOSOTROS ESTOY,
SOY VUESTRO AMIGO.
SI, ESTARÉ HASTA EL FINAL
COMO EL AIRE Y EL MAR,
NUEVAMENTE OS DIGO ...

EVANGELIO Juan 20, 11-15

¿ A QUIEN BUSCAS ?
SÁBADO Santo
Aquí estoy yo, llorando a la puerta del sepulcro ... Soy María Magdalena, la que tanto ama a Jesús.
Y digo ama en presente porque no soy capaz de creer que el haya muerto ... es tanto el dolor que
casi no puedo pensar ... y ha sido este hombre, este hortelano quien ha venido a sacarme de mis
lagrimas. Que ¿a quien busco? me preguntas: busco a mi Señor, a mi amor, al sentido de mi vida, ...
busco su cuerpo muerto para poder adorarlo, verlo por ultima vez ... y ni ese consuelo me queda,
porque no está ... me lo han robado ... me han robado hasta lo único que de él me quedaba, ... pero
a quien realmente busco es a él , sus palabras, su gestos , la vida y la esperanza que nos daba
cuando estaba junto a nosotros ... No, de verdad que no busco su cuerpo muerto, porque el sigue
vivo dentro de mi ...

Si tienes tiempo, tu que me preguntas a quien busco, tu que te preguntas a quien buscas te puedo
contar realmente lo que busco: busco a ESE que dedicó su vida a HACER FRATERNIDAD, a
HACER LIBERACIÓN y a HACER ESPERANZA. Había en el un algo, Espíritu o Abba lo
llamaba El, que le movía a gritar cada día con su vida: ¡Hagamos fraternidad!, ¡Hagamos
liberación!, ¡Hagamos esperanza!.

¡HAGAMOS FRATERNIDAD!

Mateo y Zaqueo podrían contaros como se sintieron mirados y envueltos en su aceptación incondicional, que
apostaba por ellos y por su capacidad de cambio, más allá de su condición de alejados, instalados en la
posesión de sus bienes y aparentemente herméticos a la conversión.

Aquel paralítico que llevaron a su encuentro entre cuatro (Mt 9, 1-7) podría contaros como fue recibido por
Jesús: “¡Animo, hijo, tus pecados te son perdonados!”, como si, al estar delante de Jesús, hubiera sentido
que su presencia hacia desaparecer cualquier distancia, cualquier obstáculo, cualquier interferencia en la
relación entre ambos, dejando paso a un fluido de afecto, de simpatía, de comunicacion, que “derretía” todo
lo demás.

Pedro, nuestro Pedro, podría contaros como, en su primer encuentro con el Maestro, se supo reconocido por
su propio nombre, aceptado en la situación concreta de aquel momento de su vida:

“Fijando su mirada en él, le dijo:


- Tu eres Simón, el hijo de Juan ...”
a la vez que recibía la promesa de un nombre nuevo:
“Tu te llamaras “Cefas”, que quiere decir “piedra” (Jn 1, 42)

El, Pedro, podría contaros todo el trabajo exigente de Jesús para “tallar” la piedra resistente de sus criterios y
de sus proyectos contrarios a los del Reino (Mc 8,33); cómo soporto sus equivocaciones y sus miedos, su
ambición y sus intervenciones precipitadas (Mc 9,5; 10, 15-40; 14, 28-33); cómo no le retiro su perdón ni su
amistad cuando se hundía en el abismo de sus desesperación por haberle traicionado, ayer mismo (Lc
22,61); cómo le dio lo mas grande que alguien puede dar a otro: tiempo y espacio para cambiar, para dejarse
modelar y transformar, para ser capaz de acoger un nombre nuevo no merecido, sino recibido por pura
gratuidad.

Natanael (Jn 1, 47), el centurión romano (Mt 8, 10), la cananea (Mt 15,28), la viuda pobre (Lc 21, 1-4),
María de Betania (Lc 10, 42) ... podrían contaros su asombro al escuchar las palabras de simpatía admirada y
de felicitación que pronuncio Jesús a propósito de ellos, dirigiendo la mirada de los discípulos hacia ellos,
que nunca pensaron ser significativos:
- “Aquí esta un verdadero israelita en quien no hay engaño”
- “Os aseguro que no he encontrado una fe tan grande en todo Israel”
- “Mujer ¡que grande es tu fe!”
- “Esta viuda ha echado mas que todos”
- “María ha escogido la mejor parte” ...

“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la


acción...”
El paralítico de la piscina (Jn 5, 1-18), el hombre de la mano paralizada (Mt 12, 9-14), el hidrópico (Mt 14,
1-6), la mujer encorvada (Lc 13, 10-17) ... podrían contarnos cómo fue Jesús quien dio el primer paso hacia
ellos: no le habían pedido nada, nadie había intercedido por ellos; sencillamente, estaban en algún lugar al
que llego él, y suya fue la iniciativa de hablar con ellos, de tocarlos, de sanarlos ...

Acércate a Jesús y pídele que te enseñe a hacer fraternidad (comunidad,


grupo, matrimonio, ...) cómo él: comunicando aceptación y acogida, quitando
importancia a los defectos y errores de los otros, dándoles tiempo para
cambiar y espacio para ser ellos mismos, siendo capaz de ver y expresar lo
bueno que tienen, dando el primer paso en el acercamiento y en el perdón ...

¡HAGAMOS LIBERACIÓN!

Desde que le conocimos, supimos con agradecimiento que Jesús nos había liberado de la ley, del pecado, ...
Y esa salvación puede traducirse hoy, mujeres y hombres del siglo XX, en dos enemigos que os amenazan
fuertemente: el miedo y la ansiedad de poseer.

El miedo es una experiencia central de la vida humana que nos hace tomar conciencia de ser criaturas
frágiles y amenazadas de muchas maneras por la muerte. Puede ser un camino que nos acerque a Dios, al
hacernos reconocer su misterio y nuestra necesidad de salvación; pero, si nace de una falta de confianza,
debilita nuestra fe y tiene efectos paralizantes. Por eso la expresión “no temas” que tantas veces oímos en
labios de Jesús es una invitación a la confianza.

Muchos hombres y mujeres hemos oído de El: “¡Animo!”, “¡No tengas miedo!”, cuando nos encontrábamos
en situaciones de extremo peligro o desgracia; y como él parecía asombrarse de nuestro temor, como si fuera
algo imposible teniéndole a él a nuestro lado:
¿Porque estáis con tanto miedo? ¿como no tenéis fe? (Mc 4, 40)

Los discípulos, en medio del lago, zarandeados por la tempestad y con las olas anegando la barca (Mc 4, 35-
41); o Pedro, otra vez, en el momento de hundirse en el agua, cuando caminaba hacia él sobre el mar (Mt 14,
22-33).

La mujer que tenia flujo de sangre, cuando iba a ser descubierta y todos se iban a enterar de su condición de
impureza y su atrevimiento al tocar a Jesús (Mt 9, 20-22). Jairo, cuando ya le habían dado la noticia de que
su hija había muerto (Mc 5,36). O de nuevo nosotros, sus discípulos, que conscientes de nuestras
limitaciones nos envió a predicar y a expulsar demonios sin llevar “nada para el camino: ni bastón, ni
alforjas, ni pan, ni dinero ...” (Lc 12, 3), yendo solo “calzados con sandalias” (Mc 6,9).

El siempre intentaba ahuyentar nuestros miedos:


“No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido
bien daros el Reino ...” (Lc 12, 32)
SÁBADO Santo
Acércate a Jesús y pon delante de él todo tus miedos, incluidos aquellos
que te resulta humillante reconocer. Preséntale también los miedos de
tantos hombres y mujeres que viven angustiados y bloqueados por distintas
formas del mal: el dolor, la persecución, la depresión, la vida amenazada ...
Pídele que aumente tu fe y tu confianza y la de ellos. Repite una y otra vez
alguna de estas versiones tomadas de los Salmos:
“Tu, Señor, eres mi luz y mi salvación:
¿a quien temeré?. Tu eres la defensa de mi vida”
“Tu eres mi guardián, mi sombra,
me guardas de todo mal y salvas mi vida”
“Tu estas conmigo. Estoy seguro y sin miedo
porque tu eres mi fuerza y mi canción”

Pregúntale como puede ser tu manera concreta de liberar a otros de sus


miedos. Aprende de él a comunicar con tu vida: “No temas”, “Ten ánimo” ...

La ansiedad de poseer es, en el fondo, otra forma de miedo de la que todos necesitamos ser liberados.
Poseer, acumular, guardar ... son una forma de proteger y ocultar nuestro propio desvalimiento. Pero Jesús
siempre pedía de nosotros una confianza capaz de renunciar a todas esas precauciones y seguridades y una fe
que se arriesgue a dejar el cuidado de nuestra vida en manos del “Abba” del que El hablaba.

“No andéis preocupados pensando que vais a comer para poder vivir, ni con que vestido vais a cubrir
vuestro cuerpo. Porque la vida en mas importante que el alimento y el cuerpo mas que el vestido ...”
(Lc 12, 22)

“No andéis ansiosos, que vuestro Padre ya sabe lo que necesitáis...” (Lc 12, 30)

“¿No se venden cinco gorriones por dos reales? Pues bien, ninguno de ellos es olvidado ante Dios.
No temáis: vosotros valéis mas que todos los gorriones” (Lc 12, 6)

Acércate a Jesús llevando sobre tus hombros la carga de todas tus


posesiones, o de lo que desearías poseer porque piensas que ello te daría
seguridad, te afirmaría, te protegería frente a los demás, te haría sentirte
superior o importante ante ti mismo o ante ellos ... Trata de ir
desprendiéndote de todo ese cargamento delante de él: lo que tienes y
sabes, tus títulos, tu miedo a carecer de algo, tu deseo de ser reconocido,
tu búsqueda de relaciones que te afirmen ...

Imagina como te sentirías si te arriesgaras a dejar atás todo eso, pero no


por vía de renuncia y sacrificio, sino, como el hombre que encontró el
tesoro (Mt 13,44), “a causa de la alegría” de saberte cuidado y protegido
por el amor del Padre ... Y esto no es sólo para los jóvenes: es para ti,
hermano de comunidad, cristiano comprimetido ... es para todos, siempre ...:
“Yo poseo un tesoro que me da seguridad: fiarme de que mi Padre esta
conmigo y cuida de mi ...”.
“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”
Siéntete también parte del pecado de codicia insaciable del Norte, que
está siendo la causa del empobrecimiento del Sur; e imagina un mundo en el
que el amor solidario fuera mas fuerte que la ambición de poseer.

Acude a Francisco de Asís, a Teresa de Jesús, a “santos de hoy” que, como


ellos, se atreven a “descalzarse”; acude a tanta gente que hoy vive
“descalza” (¡incluso materialmente!), y pide la experiencia gozosa de
dejarte liberar por Jesús de todo lo que te aprisiona.

Si te nace de dentro el símbolo, solo si te nace de dentro, descálzate


tu también y haz que tus pies desnudos expresen tu deseo de libertad
para ti mismo y para un mundo enfermo por la obsesión de tener ...

¡HAGAMOS ESPERANZA!

Mucho mas que cualquier discurso sobre ella, son las imágenes y las comparaciones que Jesús nos enseñó
para darnos cuenta de que nuestras propias medidas del tiempo, tan limitadas, no son las únicas existentes.
Sus parábolas nos ayudaron a aprender los caminos de esa espera paciente y tenaz, de esa fidelidad que
aguante y permanece y que llamamos “ESPERANZA”.

La tierra da el fruto por si misma: primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y,
cuando el fruto lo admite, enseguida se mete la hoz, porque ha llegado la siega” (Mc 4, 28-29).

Jesús nos decía que el dueño del campo sembrado, aunque solo al cosechar va a poseer definitivamente el
trigo, se alegra cuando ve que su campo ya verdea y que las espigas van madurando cargadas de fruto.

A ese presentimiento de una cosecha que ya llega, pero que aun no ha sido recogida, podemos llamarle
esperanza.

Nos decía que una mujer embarazada no tiene aun al hijo en brazos, no puede acariciarlo ni besarlo, pero
vive ya de la promesa de su llegada.

A esa anticipación de la alegría, que precede a otra forma definitiva de presencia, podemos llamarle
esperanza.

Jesús nunca renunciaba a las “básicas experiencias humanas”: la seguridad de poseer bienes, la sagacidad y
el esfuerzo que somos capaces de emplear para conseguir dinero y aumentarlo. Y no lo condena, sino que
nos invitaba a tener esas mismas actitudes, pero “atesorando” en la moneda que circula en el Reino.

A ese “espabilamiento” ilusionado y tenaz que mantiene nuestro corazón puesto allí donde tenemos nuestro
tesoro, podemos llamarle esperanza.

Esta es mi situación y vuestra situación de hoy: estamos invitados al banquete de bodas del Rey. Tenemos
ya en las manos la invitación; aun no ha llegado el día, el momento, pero quizá si podamos prepararnos y
contar los minutos que quedan para la fiesta.

A esa impaciencia gozosa con que aguardamos la fiesta definitiva, podemos llamarle esperanza.

“¡Llega el novio! ¡Salid a su encuentro!” (Mt 25, 6)


SÁBADO Santo
Aquellos servidores y aquellas muchachas de las parábolas supieron soportar, vigilando en medio de la
noche, la ausencia y el retraso del amor, del novio, ... hasta que llegaron: sabían que iban a “entrar con él en
el banquete de boda” y que “con el delantal puesto” iba a servirles..

ESA LAMPARA QUE MANTENEMOS ENCENDIDA EN LAS MANOS Y EN EL CORAZÓN Y QUE


ILUMINA NUESTRA ESPERA EN MEDIO DE LA NOCHE Y DE LAS LAGRIMAS ES OTRA
MANERA DE NOMBRAR A LA ESPERANZA.

Acércate a Jesús con tus desánimos y cansancios, con la espera y el clamor


de un mundo que “gime con dolores de parto aguardando la gloriosa libertad
de los hijos”. Pídele que te enseñe a soportar los ritmos del Reino, que no
son rápidos, ni visibles, ni tangibles, y no coinciden con tus leyes de
eficiencia.

Pon ante él la mecha de tu lampara que amenaza con apagarse; pídele la


paciencia humilde que te recuerda que hay una semilla enterrada en la
historia que crece por su propio impulso y que un día germinara de un modo
que esta fuera del alcance de tus cálculos.

Ofrece tus manos, con toda su pobreza, para colaborar con él en su tarea
de “no quebrar la caña cascada ni apagar la mecha vacilante”, sino de
enderezar y alentar a los que están abatidos y dejarte sostener también
por su capacidad de resistencia.

Porque, y esto es lo que hoy mas retumba en mi interior, Jesús nos dijo un día:

“YO PONDRÉ MI MORADA EN MEDIO DE VOSOTROS, Y


VOSOTROS SERÉIS MI PUEBLO, Y YO, DIOS-CON VOSOTROS,
SERÉ VUESTRO DIOS. YO MISMO ENJUGARE LAS LAGRIMAS
DE VUESTROS OJOS, Y YA NO HABRÁ LLANTO, NI GRITOS, NI
FATIGAS, PORQUE EL MUNDO VIEJO HA PASADO. MIRAD
QUE YO HAGO UN MUNDO NUEVO”

Y ese es verdaderamente el Jesús al que yo busco hoy. Hortelano, si tu sabes donde se lo han llevado o si lo
has escondido tú, dime donde lo has puesto y yo me lo llevaré.

12’00 DIÁLOGO POR PAREJAS, donde comentamos lo que hemos reflexionado y


rezado en este rato. Nos contamos nuestras busquedas y nuestros hallazgos.
Nuestras respuestas a los interrogantes de Maria Magdalena ¿A quien
busco yo? ¿A un muerto? ¿a un resucitado? ¿busco un mundo nuevo? ...

VOLVEMOS JUNTOS A LA CAPILLA A LAS 13,45


“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”

CANTO

VOSOTROS SEREIS MI PUEBLO Será un corazon que se conmueva,


POR SIEMPRE SERE VUESTRO DIOS. levantara al que cansado está,
OS DARE UN CORAZON NUEVO llorara con el que llora,
Y OS INFUNDIRE MI ESPIRITU DE AMOR. con el que rie, reirá.

Será un corazon sin fronteras, Será un corazon donde brote


donde todos hallen un lugar, la justicia y la fidelidad:
donde el unico lenguaje sembrara la esperanza
sea de amor y unidad. surgirá la verdad.

ORACIÓN: ¿Dónde estás, RESUCITADO?


En la lluvia y en la flor, Que ¿dónde estoy me preguntas?
en el gozo y en la pena Vivo y camino en la tierra
y en el beso de amor ... peregrino hacia Emaús
para sentarme a tu mesa,
¿Dónde estás, suplico, amigo? que al partir de nuevo el pan
En la noche de la espera, descubrirás mi Presencia.
en el alba de la vida,
en el viento de la sierra, Que ¿dónde estoy me preguntas?
en la tarde despoblada, Estoy aquí con vosotros,
en el sueño que no sueña, con el alma en flor despierta
en el amor de los hombres, en esta Pascua de Amor
en el hambre desgarrada galopando por las venas
y en el pan para la mesa, de vuestra sangre empapada
en el hombre que me busca de un Dios que vive y que sueña.
y en aquel que se me aleja,
en el canto del hogar Que ¿dónde estoy me preguntas?
y en el llanto de la guerra, Desnúdate a la sorpresa,
en el gozo compartido abre los ojos y mira
y en la aislada amarga pena ... hacia dentro y hacia fuera,
que en el lagar del dolor
En el silencio sellado y en la noria del amor,
y en el grito de protesta, Yo, tu Dios, llamo a la puerta.
en la cruz de cada día
y en la muerte que se acerca, Que ¿donde estoy me preguntas?
en la luz de la otra orilla Resucitado a tu vera.
y en mi Amor como respuesta. Gritad conmigo: ¡Aleluya!
Ha merecido la pena.
Seréis testigos, amigos,
de esta verdad verdadera.

Que ¿donde estoy me preguntas?


En tu vida es la respuesta.

Compartimos la Oración personal de la mañana

EVANGELIO Juan 20, 11-18


SÁBADO Santo
TARDE

4,30 - TERTULIA

7,00 - PREPARACIÓN DE LA VIGILIA PASCUAL Y DE LA VELADA

VIGILIA PASCUAL
10,30 - INTRODUCCIÓN

MARCHA DE LAS TINIEBLAS


Tres paradas

LITURGIA DEL FUEGO

Liturgia Penitencial
Bendición del fuego
Bendición del Cirio Pascual

CANTO
Un nuevo Reino está amaneciendo,
un nuevo Reino esta surgiendo,
un nuevo Reino está naciendo
entre las ruinas de un viejo imperio,
y es un Reino de paz,
es un Reino de amor,
es un Reino de justicia y libertad,
donde reina la hermandad,
donde reina la igualdad,
donde reina el Rey de Reyes, de verdad.

MARCHA DE LA LUZ
Tres paradas

CONFÍO EN TI, DE TI ME FIÉ,


NO ANDARÉ TUS PASOS, SI NO ES DESDE LA FE.
JUSTO HE DE VIVIR, SI EN TI CONFÍE.
DAME, DIOS, TU ESPÍRITU, DAME TU LA FE.

PREGÓN PASCUAL

SURREXIT DOMINUS VERE, ALELUIA, ALELUIA. .


SURREXIT CHRISTUS HODIE, ALELUIA, ALELUIA
“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”

CANTO
El Señor resucitó venciendo la muerte en la cruz.
Nuestra esperanza está en El, El es nuestro salvador.
Atrás quedó el temor, la duda y la poca fe,
hagamos ya realidad un Reino nuevo de Amor.

SOMOS TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN, EL ESTÁ AQUÍ.


ESTÁ PRESENTE, ES VIDA Y ES VERDAD.
SOMOS TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN, EL ESTÁ AQUÍ.
SU ESPÍRITU NOS MUEVE PARA AMAR.

Tu nos reúnes, Señor, en torno al cáliz y al pan.


Y nos invitas a ser la luz del mundo y la sal.
Donde haya odio y dolor, haremos presente tu paz.
En cada gesto de amor, tu Reino nuevo estará.

LITURGIA DE LA PALABRA

1ª Lectura: GÉNESIS 1, 1-31; 2, 1-2

GLORIA, GLORIA, IN EXCELSIS DEO.


GLORIA, GLORIA, ALELUIA, ALELUIA.

2ª Lectura: ÉXODO 14, 15-30; 15, 1

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO


GRITANDO: “VEN, SEÑOR”.
UN PUEBLO QUE BUSCA EN ESTA VIDA
LA GRAN LIBERACIÓN.

Salvaste nuestra vida de la esclavitud,


esclavos de la ley sirviendo en el temor;
nosotros hemos puesto la esperanza en Ti:
DIOS DEL AMOR
SÁBADO Santo
3ª Lectura: ISAIAS 55, 1-11
Munduan iragan da Jaunaren Mintzoa,
harek du zuriz jauntzi mendien kaskoa,
izarrez ilunbeak, zeruz itsasoa ...
estiki iratzarri du izakien loa.

Munduan urtu zaigu Jaunaren Mintzoa,


harek du amen baitan ixuri goxoa
haurñoen begietan goiko irriñoa
gizaki gustiengan Zeruko Gogoa.

Munduan badabila Jaunaren Mintzoa,


hartatik du gizonak bere balioa,
hartarik bere amets neurrigabekoa,
hartarik mundu berri betierekoa.

Por el mundo ha pasado la Palabra de Dios,


ella ha vestido de blanco la cima de los montes,
de estrellas las tinieblas, de cielo el mar
y ha despertado dulcemente el sueño de los seres vivos.

En el mundo se ha derretido la Palabra de Dios,


ella derrama dulzura en las madres,
en los ojos de los niños una sonrisa divina
y el Espíritu del Cielo en todos los hombres.

Por el mundo se mueve la Palabra de Dios,


en ella encuentra el hombre su valor,
en ella su mayor sueño,
en ella el mundo nuevo para siempre.

4ª Lectura: ROMANOS 6, 3-11 ALELUYA, ALELUYA,


ALELUYA, ALELUYA.

Evangelio: LUCAS 24, 1-8


Homilía

LITURGIA BAUTISMAL
Bendición del agua
Renovación de la fe
S - Hermanos, por el misterio pascual hemos sido sepultados con Cristo en el bautismo para que vivamos
una vida nueva. Por tanto renovemos, y comprometámonos de nuevo, con la fuerza de esta Pascua, a servir
al Padre en comunidad de hermanos, en la Iglesias de Jesús.

1 - Ante la injusticia y pecado en que viven sumidos tantos hombres, sobre todo jóvenes y pobres, ante el
egoísmo de unos y la desesperanza de otros, ante la insensibilidad de no pocos por los valores del Reino y le
necesidad de ser y construir el Pueblo de Dios.

T - Optamos por verdad, el amor y el compromiso al que nos convoca Jesús Resucitado. Optamos por la
disponibilidad y la eficacia del amor cristiano. Optamos por el amor revolucionario de Jesús para lograr un
hombre nuevo y liberado.

1 - Porque pensamos que la liberación cristiana de los pobres es signo mesiánico, porque creemos que Cristo
vino a evangelizar a los pobres, a predicar a los cautos la liberación y a rescatarnos de toda esclavitud,
queremos poner nuestra fe en el proyecto de Jesús.
“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”

T - Creemos que el acontecimiento pascual es el centro de la historia y el eje que da sentido pleno a nuestra
vida. Creemos y amamos al Padre que nos ha amado y salvado en Jesús muerto y Resucitado y por el
Espíritu nos hace vivir en la Iglesia como hijos y hermanos. Creemos y amamos a Cristo paciente, viviente
en el hombre oprimido. Creemos y amamos a Cristo resucitado, viviente en el hombre comprometido.
Creemos que Jesús Resucitado es el único Señor, cuyo servicio es la libertad.

1 - Creemos que su propuesta es signo de bienaventuranza y paz verdaderas. Creemos en el Espíritu de


quien recibimos el don de la fe y la fuerza que nos lanza, desnudos de egoísmo, a la presencia cristiana entre
los hombres. Creemos y amamos la Iglesias, pueblo caminante, santo y pecador a la vez, cuerpo que crece,
de quien recibimos la vida y a quien con la nuestra engendramos. Creemos y esperamos en el Reino que
construimos, y que se manifiesta en el hombre nuevo y liberado.

S - Que el padre de Jesús y padre nuestro nos conceda la fuerza de su espíritu para poder ser fieles a los
compromisos pascuales. Que la luz de Cristo ilumine nuestro camino y que siendo responsables unos de
otros podamos ofrecer a los hombres testimonio de que Cristo está vivo.

T - AMEN.

SURREXIT CHRISTUS, ALELUIA. CANTATE DOMINO, ALELUIA.


(Cristo Resucito.Cantad al Señor)

LITURGIA EUCARÍSTICA
Oración Universal
Presentación de Ofrendas

Te ofrecemos este nuevo día


y el deseo inmenso de vivir,
acéptalo, Señor, nuestra vida está
puesto en nuestras manos, esperándote.
Esperando tu vuelta, Señor.

Acepta, Señor, nuestro trabajo


y esta lucha diaria por vivir,
y el fruto de la tierra que brota con amor
y este pan que ahora nos va a alimentar.
Este pan que muchos no tendrán.

Para algunos los días solo pasan,


para algunos estos días pesan
regar de sol a sol, tragando su sudor,
pobre rey del mundo, corona de sal.
Acepta, Señor, nuestro dolor.

Te ofrecemos nuestras esperanzas


por lograr un mundo donde estar,
tus pobres se levantan,
tu pueblo en lucha está.
Nadie se acomode, el Señor vendrá.

ACEPTA NUESTRO RIESGO DE VIVIR.


SÁBADO Santo
Plegaria Eucarística

T - Verdaderamente es justo que, en esta noche santa de Pascua, te demos gracias a ti, Padre de todos los
hombres. Tu eres el origen de la vida, de la libertad y del amor. Por ti, cada persona esta dotada de una
irrenunciable dignidad y por ti nuestro vivir adquiere una dimensión trascendente.

S - Al celebrar la resurrección de tu Hijo en el amanecer de este nuevo día, nuestra esperanza se fortalece,
nuestra fe se expresa y nuestra caridad aguza su vista para descubrirte en los hermanos.

T -Tu eres el absolutamente Otro que, sin embargo, esta cercano a nosotros.

S -Por eso, desde lo mas sincero y profundo de nuestro ser, te cantamos diciendo:

SANTO...

T - Te alabamos, Padre, porque haces todo con sabiduría y amor. No solo hiciste al hombre a tu imagen,
dotándolo de libertad y de capacidad de donación, sino que también te has comunicado con nosotros por
medio de tu Palabra hecha carne. Con la crucifixión de tu Hijo murió la verdadera muerte y triunfo la
autentica vida. Así lo celebramos en esta eucaristía que El nos dejo como signo de su Pascua.

S - Porque, El mismo, llegada la hora en que había de ser glorificado por ti, Padre santo, habiendo amado a
los suyos, los amo hasta el extremo. Y mientras cenaba, tomo pan, te bendijo, lo partió y lo dio a sus
discípulos diciendo: .......

Este es el sacramento de nuestra fe.

T - En este momento de alegre unión contigo, te pedimos, Padre, por todos los hombres y mujeres del
mundo, especialmente por los pobres y los que sufren. Acuérdate, Señor, de los que formamos tu Iglesia
visible: los fieles, los religiosos y las religiosas, los sacerdotes, los obispos y el Papa, siervo de los siervos
de Dios. Ayudamos a todos a ser consecuentes con nuestra fe.

S - Recordamos también a nuestros hermanos difuntos que gozan ya de tu plenitud. Y una vez mas te
alabamos diciendo:

T - POR CRISTO, CON EL Y EN EL .....

Padrenuestro

Abrazo de paz
“... ha nacido en nosotros una urgencia cristiana que nos impulsa a la
acción...”

Comunión
Vives en el pan roto y compartido
vives en la copa redonda de vino,
banquete de pobres, botín de mendigos,
compañero fiel, amigo entre amigos.

Vestido de fiesta y sol de domingos,


moreno de viñas y hermoso de trigos,
muerto por los hombres y en los hombres vivo,
cuando nos juntamos te abrimos camino.

Y vienes y pasas alegre y activo,


por todas las cosas, por todos los sitios,
cantamos tu muerte: el definitivo
triunfo de la vida por mundos y siglos.

Cantamos la suerte fatal del destino,


cantamos la fiesta final del sentido.
Vives en el pan roto y compartido,
vives en la copa redonda de vino.

Acción de gracias
Despedida Mirad, Jesús resucita hoy.
Mirad, la tumba esta vacía.
El Padre ha pensado en El.
De los hombres es Señor, de la vida, Salvador.
Mirad, Jesús resucita hoy.
Mirad, vive a nuestro lado.
La muerte no tiene poder.
Proclamad, por la fe, que está vivo y somos
libres, porque .......

EL RESUCITA HOY, EL VIVE ENTRE NOSOTROS.


ES CRISTO, ES SEÑOR, ALELUIA, ALELUIA.

Mirad, Jesús resucita hoy.


Nos da la paz con su palabra.
El gozo vuelve al corazón.
Con su espíritu de amor, nuestra vida cambiará.
Mirad, Jesús resucita hoy.
Su amor no nos dejará.
Su fuerza nos empujará.
El será guía y luz, esperanza y fortaleza,
porque ...

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