HISTORIA DE LA COCTELERÍA.

by Super Sin Nombre - diciembre 21, 2020

La historia de la coctelería es desconocida de

manera fidedigna y no podemos certificar de donde
es su procedencia, lo cierto es que los orígenes
documentados de la coctelería distan mucho de
cómo la conocemos hoy. Lo único que se mantiene
de esos comienzos es la definición, que tiene para
todos los bartender actuales.

Un cóctel: Es una combinación de ingredientes y bebidas alcohólicas o sin ellas que, además de saber bien, deleitara
también a la vista, por su presentación y equilibrio de colores.

Antes de empezar queremos reconocer y agradecer a Bitter Rubén gran profesional, muy reconocido en el mundo de la
Coctelería, hostelería y marketing de ventas. Desde Supercamarero.com los invitamos a visitar su web y en especial el
articulo historia de la coctelería y el alcohol Que sirvió como una inspiración para realizar este contenido que
compartimos con ustedes.

Orígenes e historia de la coctelería

La coctelería como se pueden imaginar esta ligada con la historia de las bebidas
alcohólicas sobre todo desde que se empezaron a fabricar destilados nacidos de las
abadías de los monjes que con el tiempo se perpetuaron como medicamentos.

Para llegar a estos orígenes, hemos de remontarnos mucho más atrás y entender que la
coctelería nació, como lo hizo en su día el gin tonic, como remedio puramente terapéutico.
Y, también replicando la historia de la ginebra, nació en su forma más primitiva entre
monjes. Y es que se le atribuye a la orden Benedictina del siglo XVI ser quienes sembraron
el germen de la actual coctelería con sus elaboraciones de aguardientes de hierbas con
fines medicinales.

Este seria el punto de partida, hasta que le tomarían el relevo, en 1575 con el nacimiento de la primera destilería de la
historia, se funda en Irlanda Bushmill, la destilería más antigua en el mundo de whisky. Se cree que fue en esa época, en
torno al siglo XVI cuando nace La fortificación del vino, como un sistema de conservación para el transporte.

Con la llegada de los europeos a América se exporta materias primas como la uva, el café o la caña de azúcar y por
supuesto el sistema de destilación. Creando así, destilados como; el Tequila, el Pisco, la Cachaça, el Rhum… y sus
correspondientes destilerías, como La Rojeña de Don José Cuervo o la de Mount Gay en Las Barbados fabricantes de Ron.

Es a partir de estas fechas cuando aparece la prehistoria de la coctelería actual. Los marineros comienzan a agregar zumo
de limón al ron y a la ginebra para evitar enfermedades debidas a la carencia de vitamina C. También le añaden hierba
buena y azúcar o diferentes frutas, naciendo así bebidas muy parecidas a los Mojitos, Gimlets o Grogs actuales.

Tampoco debemos olvidar el trabajo de aquellos farmacéuticos antiguos que jugaban con alcoholes y alquimia para
preparar remedios para dolencias de lo más variopintas: desde sufrir desmayos hasta superar periodos inexplicables de
tristeza. A estos cócteles farmacéuticos se les llamaba Eau de Vie (agua de vida) por su capacidad de hacer sonreír y
levantar el ánimo a los pacientes. Estos cocteles secretos conseguían efectos restauradores del humor, de la salud
logrando en algunos casos comportamientos eufóricos que transformaban a la persona haciéndola más sociable.
En 1767 Joseph Priestley inventa la soda causando una revolución es el inicio de las bebidas gasificadas. En 1792, se lanza
un elixir compuesto principalmente de ajenjo, anís e hinojo, entre otras infusiones, a la que hoy llamamos Absenta.

El término coctelería aparece por primera vez el 13 de Mayo del año 1806, en el periódico
neoyorkino “The Balance and Columbian Repository”.En el articulo contestaba una
pregunta de un lector que preguntaba el significado de coctelería. El editor Jeremy
Upwards le respondió: “Cocktail es un licor estimulante integrado por alcoholes de varios
tipos, azúcar, agua y bitters. Se supone que es una poción excelente, el corazón lo prefiere
frente a la cerveza de malta, a la vez que achispa la cabeza. De buen uso para los políticos,
porque una persona que bebe estas combinaciones está preparada para cualquier cosa.

Durante esta época grandes personalidades de Estados Unidos e Inglaterra compartían

extravagantes mezclas y combinaciones de aguardientes como ginebra o whisky y licores de frutas o hierbas. Estos actos
entre la alta burguesía contribuyen a crear el movimiento de la coctelería. También en este siglo comienza el comercio de
hielo a nivel industrial, en principio obtenido naturalmente, hasta que en 1850 se inventa la primera máquina de hielo en
los EE.UU de la mano de William Cullen. Poco antes en 1832 Aneas Coffey patenta la columna de destilación creada por
Robert Stein.

Junto con la revolución industrial y la emigración europea a los EE.UU la industria del alcohol despega, al mismo tiempo
que la figura del bartender. El alcohol, aunque se utilizaba con fines recreativo, no dejaba ser usado como tónico medicinal,
las boticas tenían recetas propias. Es así como nacieron los Bitters como la Angostura, el aperol y el campari en torno al
año 1830 estos ingredientes fueron muy utilizados como por ejemplo en los que se consideran cocktails pioneros de la
época moderna; el negroni y Old Fashioned.

Es en 1862 se edita el primer libro de coctelería por Jerry Thomas, guía que recoge unas 200 recetas de bebidas populares,
como flips, sours, punches, juleps o ingredientes como shrubs o cordials… sobre este libro hacemos un resumen detallado
en el siguiente articulo sobre la guía del barman.

Sin embargo, para muchos estudiosos de la coctelería no sería hasta el siglo XIX en Nueva Orleans
cuando ésta nació en realidad también de la mano de un farmacéutico. Se atribuye a Antoine
Peychaud el primer cóctel como tal de la historia moderna: una singular mezcla haitiana a base de
Amargo, Coñac, azúcar y especias. Una receta que, lejos de perderse en el tiempo, perdura hasta
nuestros días.

LA LEY SECA: CREATIVIDAD AL PODER

A comienzos del siglo XX llegan cambios debido a la primera guerra mundial y la ley seca en los
EE.UU, toda una historia a desarrollar… que duro 3 años. Surgen los bares clandestinos y el contrabando.

En 1920 cuando se instauró la ley seca. La coctelería curiosamente hizo el “boom” y alcanzó la popularidad que conocemos
hoy en día o incluso más. La coctelería se consolidaría como disciplina gracias a su consumo clandestino. A su vez miles de
barmans emigrarían a Europa, las islas del caribe y Londres exportando el concepto de coctelería, y llevarían allí todos sus
conocimientos y cultura. Como el caso de Harry Craddock y el American Bar de Savoy.
Lo que sí es un hecho probado es que los años de la Ley Seca supusieron uno de los momentos más creativos de la
coctelería. Unos años en los que la prohibición y la mala calidad de las bebidas alcohólicas obligaron a innovar en las
combinaciones, no con vistas a innovar sino más bien para disfrazar el mal sabor del alcohol. Para camuflar la mala calidad,
diluían el alcohol en zumos, leches o azúcar, dando lugar a los primeros cócteles de la época.

Curiosamente, lo que surgió como necesidad acabó por convertirse en una nueva guía de coctelería. Un recetario que
perdura hasta nuestros días, con creaciones tan populares como el
Gimlet o el Tom Collins.

Con la influencia de los bares americanos y la afición por al buen beber

de la clase alta británica, Londres toma el mando en el mundo de la
coctelería.

Mientras tanto en el resto de Europa predominaba el concepto de

aperitivo y sobremesa, con vinos como los Jereces, los vermouths o los
amaros y destilados como el Cognac o el Whisky.

En la década de los años treinta, se rompen las tendencias en América

con los restaurantes de temática polinesia, donde servían cócteles a
base de ron y zumos tropicales, creando así la coctelería Tiki. La cual se extendió y sigue al pie del cañón a día de hoy.

Bien entrado el Siglo XX las bebidas espirituosas ya gozan de tradición e identidad propia, se afina la legislación y se
establecen conceptos como denominaciones de origen y consejos reguladores. Aunque algunas ya existían tiempo atrás
como la de Oporto. Al mismo tiempo que las recetas de coctelería son famosas a nivel internacional.

La coctelería en la actualidad.

Ya en el siglo XXI gracias a la globalización y la gastronomía molecular nacen términos como Mixología, rama de la
coctelería que se basa en la aplicación de novedosas técnicas . Dando lugar a la creación de nuevos recetas y reformulación
de la coctelería clásica.

Actualmente la coctelería pasa por su mejor época y podemos encontrar grandes bares y profesionales por todo el mundo;
Milán, Singapur, Nueva York, Tokio, Mallorca… Aunque todos ellos miran hacia Londres, quien sigue mandando a día de
hoy.

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Origen del cóctel

En la dilatada historia de la bebida, el cóctel es un recién llegado. Aunque tal vez no tanto. En la Antigua Grecia,
Hipócrates, padre de la Medicina, elaboraba 500 años a. de C. una bebida con vino, resina y almendras amargas.

Los romanos, para abrir el apetito utilizaban vinos compuestos en cuya preparación intervenían plantas aromáticas como el
romero, el tomillo, la menta, el jugo de nabo, las algas secas. Todo esto eran cócteles, en cierto modo, adelantados a su
tiempo. Pero aún faltaba muchos años para la invención de los cócteles tal y como hoy lo conocemos.

Quién inventó el cóctel

No se tiene certeza exacta de quién es el inventor de los cócteles, pero

existen tres teorías o historias sobre cómo surgió esta bebida o combinado
de licores. Vamos a conocerlas:

 El cóctel se inventó en Nueva York

Lo que entendemos hoy como un combinado o cóctel, es una bebida que

surge en el siglo XIX, cuyo término procede del sintagma
inglés cock+ tail: cola de gallo, en alusión a los colores de los distintos
ingredientes y alcoholes mezclados que parecen evocar una cola de gallo multicolor.

Al parecer, todo empezó en el estado de Nueva York hacia la segunda mitad del XVIII. En un mesón del condado de
Westchester trabajaba cierta camarera llamada Betsy que se entretenía mezclando y removiendo bebidas con una pluma
de cola de gallo.

Acertó a entrar en el establecimiento, uno de los soldados

mercenarios franceses, que ayudaban a los americanos en su guerra
contra los casacas rojas ingleses, y al serle servido el brebaje parece
que exclamó alborozado: Vive le cock’s tail!, que literalmente
significa “Viva la cola del gallo”. A la camarera debió caerle en gracia
la expresión, y bautizó así la mezcla que tanto le entretenía hacer.

 El cóctel se inventó en Nueva Orleans

Otros creen, que el origen del término es francés: de coquetier=

modelo de taza especialmente utilizada para tomar una mezcla de
licores que se hacía en el siglo XIX en la ciudad de Nueva Orleans
cuando el hoy norteamericano estado de Luisiana pertenecía a
Francia.

 El cóctel se inventó en Francia

Otros remontan el origen del vocablo, a los días de la Revolución Francesa. Según esta versión última derivaría de coquetel,
bebida muy popular en la Gironde. También pudo haberse dicho de la voz inglesa cokale= bebida que se daba a los gallos
de pelea para que luchasen con fiereza.

Pero a pesar de lo pintoresca de estas historietas y explicaciones relativas a su nombre, parece que donde primeramente
se empezó a servir fue en un local público parisino propiedad de Henry Ridgway, en 1886. El “bar” en cuestión estaba
ubicado en la rue des Mathurins, donde la ambientación, el dueño, los productos utilizados, el whisky, la ginebra, el
mobiliario y los barmen eran ingleses.

Evolución del cóctel

Las primeras recetas de cóctel se divulgaron en 1902. Hubo un parón en la Guerra de 1914, pero se reanudó luego de
forma imparable. En los años 1950, edad dorada del cóctel en España, se decía de esta modalidad de bebida: “Es un arte
sublime, sólo equiparable al invento de la cocina especiada”.

Los entendidos se tomaban la liturgia del cóctel con seriedad y rigor. Se efectuaba la preparación en el shaker, en
el tumbler, e incluso directamente en el vaso. Se ponía la cantidad de hielo adecuada a cada mezcla; luego el zumo de fruta
si estaba indicado, y en último lugar el alcohol, empezando por la bebida de menor gradación.

Todo era cuestión de matices y medidas, “como quien toma las medidas a una princesa delicada”, decía
cierto barman neoyorquino de los años veinte. A los viejos usos se fue imponiendo el pedir en la barra en vez de la bebida
clásica una combinación sofisticada.

Se llenó el universo del bebedor de nombres como el cóctel San Francisco: una cucharadita de azúcar añadida a dos
quintos de jugo de limón, 2 por ciento de jugo de naranja, un quinto de jugo de piña y un chorrito de granadina. Era el más
liviano de los cócteles.

De ahí al cóctel Bull shot había un abismo: cuatro tercios de consomé de buey, dos tercios de vodka, sal, apio, tabasco,
pimienta negra, salsa perrinsy jugo de limón. Lo suficiente para despegar…, decía un personaje de la vida nocturna
madrileña de la década de los sesenta.

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