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Genicot Cap 1
Genicot Cap 1
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nia. Prueban así la fama de que goza en este momento la Igle- de su civilización. Recogen los elementos que han quedado.
sia del Sur y dentro de ésta, más especialmente, el monasterio Dan paso a otros nuevos, más numerosos, que aportan gentes
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de Lérins y la Sede primada de Arlés. del Sur o de Irlanda, en especial los misioneros y los monjes. En Edad Media
todos los órdenes realizarán desde ahora progresos que les
El contraste sigue presentándose en la economía aunque de preparan para llegar a ser en el siglo IX el centro de Europa. El Léopold Genicot
manera menos acentuada. Las correrías de los bárbaros arrui- norte de la Galia ofrece un ejemplo tan sugestivo de este proce-
naron, a partir del 250, la mayor parte de las industrias, antaño so que merece ser examinado más de cerca.
tan florecientes, de Bélgica y de Renania y, alrededor del año
400, las más modestas industrias inglesas. El asentamiento ma- En los orígenes de su predominio están las conquistas de Clo-
sivo de los bárbaros en el transcurso del siglo y paraliza las acti- doveo. La Galia, durante las invasiones, fue descuartizada por
vas relaciones, que hasta entonces habían venido manteniendo visigodos, burgundios, galoromanos, bretones, sajones, alama-
estas tres regiones. También, a la vez que la unidad política, se nos y francos. Había perdido toda significación y parecía desti-
rompe durante algún tiempo la unidad comercial del mar del nada a morir cuando aparece Clodoveo. Clodoveo no tiene nada
Norte, y los puertos de Bolonia y de Vechten, principales puntos de genial, pero rebosa dinamismo. Pieza por pieza, victoria tras
de paso del continente a la Gran Bretaña, desaparecen. El cen- victoria, va reconstruyendo el país. Cuando le sorprende la muer-
tro y el sur de la Galia se ven menos afectados. Su decadencia te los hijos acaban su obra. De esta manera, en algunos dece-
no es ni tan precoz ni tan rápida y en sus puertos -Marsella, Ag- nios, los hombres del Norte han conseguido ensamblarlos peda-
de, Fos o Burdeos- y en sus ciudades -Arlés, Narbona, Cler- zos dispersos de la antigua Galia. El fenómeno tiene una gran
mont o Poitiers- es donde se establecen preferentemente los importancia.
mercaderes orientales.
Podríamos hablar de la atracción que el Sur ejerce sobre Clo-
Letras, ciencias, religión, industria y comercio: en todos los te- doveo, pero hay un punto que es indiscutible: el merovingio elige
rrenos los países mediterráneos se afirman más que nunca, como residencia París, y su dinastía se instala en la Isla de Fran-
hacia el año 500, como el corazón de Occidente. cia y sus alrededores. De ahora en adelante, el centro político de
la Galia entera se sitúa más allá del Loira, hasta incluso en la
Pero con el siglo VI esta tendencia se invierte. En lo sucesivo el reacia Aquitania. En este sentido la historia de los concilios re-
Norte se desarrolla, educa y disciplina. Consecuencia aún, pero sulta sorprendente. En el siglo V no se celebra ninguno al norte
esta vez remota, de las grandes invasiones. AI finalizar éstas, del gran río. A partir de dicho momento se celebran un buen
los anglos, los sajones, los francos y los alamanos, constituían número; primero en Orleans en los años 511, 533, 538, 541,
en las antiguas provincias de Bretaña inferior, Bélgica, Germa- 549; luego en París en 552, 573, 577, 614; en Clichy en 626 o
nia inferior y superior -acabamos de verlo- o bien una mayoría o 627, etc... Y se trata nada menos que de los concilios más
bien una fracción importante de la población. También los lombar- importantes de la época. Se les podría llamar "concilios nacio-
dos, llegados más tarde, formaban mayoría en la región Veneta, nales" de la Galia. En ellos encontramos obispos llegados de
la Traspadania, la Cispadania, Etruria y Umbria. Todas estas zo- todos los puntos de ésta, en Orleans, por ejemplo, en el 541, los
nas gozan de un rejuvenecimiento más o menos pronunciado y de Burdeos, Eauze, Tolón, Narbona, Dax, Limoges, Vaison, Ap-
adquieren una vitalidad nueva. Primeramente la malgastarán en te, javols, Uzès, Poitiers, Ciotat, sentados junto a sus colegas del
luchas políticas y en querellas intestinas. Pero a partir del año Norte. Por el contrario los del Norte, a partir del 517, no acuden
550, y de entonces al 600 o el 650, todos ellos se entregan a ta- sino excepcionalmente a los concilios que se celebran en el Sur.
reas pacíficas. Contenido el ímpetu primero y eliminado el de- Así, pues, en ellos no se reúnen sino algunos titulares de sedes
sorden inicial por lo menos en cierta medida, inician el proceso de estas regiones y su categoría es la de concilios provinciales. UNTREF VIRTUAL | 8
Investido así de una inesperada importancia, el Norte se trans- También toma incremento la actividad artística. Reyes, obispos, y
forma. No es que se transforme en un solo día en un formidable abades se dedican a edificar en el Norte. ¿Sus construcciones
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centro de civilización. Pero con la ayuda del Mediodía sale de la son superiores o inferiores a las que se levantan entonces en el Edad Media
barbarie. Sur? Cuestión sin duda insoluble. Lo poco que conocemos nos
permite sin embargo afirmar que, si bien la construcción es tosca, Léopold Genicot
Bajo la acción conjugada de los reyes, movidos tanto por el inte- la ornamentación en cambio está relativamente bien cuidada.
rés político como por el fanatismo religioso, la de altos funciona- Entran en ella mármoles de Aquitania, y desde mediados del siglo
rios, grandes propietarios, apóstoles locales, más numerosos de VIII, encontramos exclusivamente paneles cubiertos de entrelaza-
lo que con frecuencia se ha dado a entender, y la actividad de los dos y motivos geométricos esculpidos allí en la caliza local.
misioneros aquitanos e irlandeses, el catolicismo queda más só-
lidamente implantado. En Arras, Tournai, Laon, Thérouanne, se Por último la economía se anima o más bien se reanima. En el
crean nuevos obispados y posiblemente también en Soissons y siglo VII las relaciones comerciales se reanudan con vigor, ali-
en San Quintín. Se erigen parroquias y se construyen oratorios en mentadas por la industria de paños y posiblemente por la meta-
los burgos y en los dominios. Y, lo que es más importante, se fun- lúrgica. Por Quentovic, que viene a remplazar la Boloña romana,
dan monasterios. A partir del siglo v empiezan a ser numerosos. se restablece el contacto con Inglaterra y son probablemente los
Existen varios en cada una de las diócesis de Bayeux, Ruán, anglosajones, aquellos sazones que frecuentan la feria de San
Beauvais, Langres, Tréveris, etc... En el siglo VII, con la llegada de Denis creada bajo Dagoberto. Desde Duurstede, que sucede a
Colombano (590) y de sus émulos escoceses, se multiplican: Lu- Vechten, los navegantes frisones remontan el Rin y llegan a Es-
xeuil -semillero de obispos, abades y apóstoles- Fontaine, Joua- candinavia. En el interior del país, a lo largo de las grandes arte-
rre, Rebais, Laon, SaintDié, Moyenmoutier, Remiremont, Nivelles, rias que forman el Mosa, el Escalda y el Sena, se escalonan ta-
Fosses y tantos otros. lleres muy fructíferos de moneda y de peaje. Todo anuncia ya los
siglos VIII y IX, en los cuales los territorios situados al norte del
Pronto despierta, con el cristianismo, la vida intelectual. En las Loira o por lo menos al norte del Sena se colocaron a la cabeza
abadías y capítulos del Norte se comienza a escribir. Muy mal, del resto del reino por la relativa intensidad de sus intercambios.
evidentemente, tanto como en el Sur; pero se escribe. Se trata
casi exclusivamente, como ocurre en todas partes, de vidas de Las grandes invasiones no son la única causa de la inversión de
santos. La de Genoveva inicia la serie, hacia el 530, por un mon- posiciones respectivas entre Norte y Sur. Ellas proporcionan, es
je o clérigo de París originario de Meaux o de sus cercanías. Le verdad, una importancia inesperada a las regiones situadas
siguen, también en el mismo siglo VI, la de Remigio de Reims y, entre el Loira y el Rin. Pero durante este mismo período otros
en el VII, las de Lubin de Chartres, la del irlandés Fursy, la de acontecimientos conmueven Italia, España y Aquitania.
Amoldo de Metz, la de Wandrille que ha dado su nombre a Fon-
tenelle-en-Normandie y la de Eloy de Noyon y Gery de Cambrai. Hasta el año 525 o 530, la primera sufrió relativamente poco y
También hace su aparición alguna que otra crónica. La atribu- bajo Teodorico llega incluso a conocer una especie de renaci-
ción de una parte de la "Crónica" del seudo-Fredegario, conti- miento. Pero a la muerte de este príncipe penetra a su vez en la
nuación de la Historia Francorum del célebre auvemés Gregorio Edad Media. Justiniano emprende su reconquista. Choca con
de Tours, a un austrasiano es más que dudosa, pero el Liber his- una desesperada resistencia de los ostrogodos y no logra ven-
torian Francorum, casi nuestra única fuente histórica para los cerla sino tras veinte años de luchas y por el exterminio de sus
años que van del 657 al 727, es sin discusión obra de un monje adversarios. Con ellos la península pierde sus mejores defen-
de San Denis, oriundo de la Isla de Francia. sores. De ahora en adelante resulta una tentadora presa y, casi
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inmediatamente, una gens germania ferocior, un pueblo germá- griegos en Roma de donde sale -en el año 668- el organizador
nico particularmente brutal, penetra en ella: son los lombardos. de la cristiandad anglosajona, Teodoro, nacido en Tarse y forma-
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Guerras, invasiones, desórdenes: a los días luminosos de Teo- do en Atenas; la introducción en la misa latina, hacia el año 500, Edad Media
dorico sigue una "decadencia prodigiosamente rápida de la cul- del Kyrie y del Gloria; la adopción por la Iglesia de Occidente de
tura literaria". fiestas bizantinas, como la de la Cruz y sobre todo las de la Vir- Léopold Genicot
gen; la frecuencia de las peregrinaciones a los lugares santos,
Cincuenta años más tarde, los árabes se apoderan del sur de etc. La enumeración es elocuente y por lo tanto está lejos de ser
Occidente: pasan a ocupar la mayor parte de una España en la exhaustiva. Las relaciones fueron siendo más escasas, pero no
que florecían las letras y las artes. Pero éstos no arruinan su ci- se interrumpieron. No cesarán en toda la Edad Media. Los mer-
vilización: Córdoba árabe se habrá convertido ya en una gran caderes carolingios compran más cantidad de tejidos exóticos
ciudad, en el momento en que el Aquisgrán de los Carolingios que sus antecesores merovingios. Los miniaturistas y fundidores
no será sino un poblacho. Pero la civilización que allí instauran otonianos del siglo X aparecen plenos de hieratismo bizantino.
es ajena al mundo latino y cristiano. AI otro lado de los Pirineos Los hombres y las comunidades, que tras el año 1000 se consa-
asuelan ciudades e industrias. Isidoro de Sevilla, Ildefonso de gran a las obras de misericordia espiritual, seguirán modelos orien-
Toledo, los escritores ibéricos del siglo VII, no tienen sucesores tales. Podríamos continuar con estos ejemplos hasta alcanzar el
y Aquitania cesa de exportar sus mármoles. año 1500: sólo en ese preciso momento Occidente vuelve la
espalda a un Oriente caído en manos de los turcos. Y este total
Sacar en conclusión de lo precedente que Bizancio había perdi- viraje será uno de los síntomas de que da comienzo un nuevo
do todo significado para Europa latina y que, en el seno de ésta, período histórico.
el Sur será de ahora en adelante un elemento pasivo, sería ir
demasiado lejos. Por otra parte, en este Occidente de la alta Edad Media, el Sur
no quedará reducido a la inactividad. En la época carolingia será
En los comienzos de la alta Edad Media, el Occidente se sepa- superado por el Norte, es cierto, pero participará aún en la ela-
ró del Oriente. Se fueron diferenciando progresivamente: fue pres- boración de la civilización medieval. A partir del siglo XI incluso
tándole a éste un interés cada vez menor; le excluye del campo aportará a ella más cantidad de materiales que su rival. Porque
de sus crónicas universales. Pero en ningún terreno existe una el Sur conserva más monumentos y obras de la Antigüedad y su
ruptura completa. Ni en el económico: la visión de Henri Pirenne enlace con la civilización antigua reanudará más fácilmente:
se funda en fenómenos cuya importancia está o bien exagera- pensemos en el arte románico de Provenza y de Borgoña, tan
da o bien deformada pero cuya realidad no se discute. Ni en el señalados por el romano de Arlés y Autun, o en la renovación de
intelectual: para no citar sino un solo hecho, es en Constantino- los estudios jurídicos desencadenados en Bolonia por el des-
pla donde se editan, entre el año 522 y el 526, las monografías cubrimiento del Digesto. El Sur además, por estar en contacto
del "último de los romanos", Boecio. Ni en el estético: incluso directo con el mundo árabe y, por su mediación, con todo el
admitiendo que los elementos esenciales del futuro arte románi- mundo oriental y asiático, podrá tomar de él muchas aportacio-
co se conjuntan en Italia y en Galia a partir del siglo IV y V, no nes, sobre todo científicas, y difundirlas por Europa. A causa de
se puede negar la influencia que en él tuvieron los edificios y su clima y su temperamento, su sol y su exuberancia, engendra-
sobre todo los mosaicos, telas, orfebrería, marfiles y miniaturas rá productos como la lírica, que vendrán a completar las más
de Bizancio y de Asia. Ni en el religioso: las repetidas interven- rudas y bravías producciones del Norte. Del siglo V al VIII las
ciones del Papado en el patriarcado de Constantinopla, el fronteras de Occidente se han dilatado por primera vez; pero no
número de orientales que acceden al trono de San Pedro -una desplazándose exactamente en bloque hacia el Norte.
docena desde el 640 al 741-; la vitalidad de los monasterios UNTREF VIRTUAL | 10
De este modo se pergeña, con arregla a una doble evolución
que prosigue durante cuatrocientos años, el cuadro de la civili-
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zación medieval. Hacia el año 700 o el 750, aún no aparece di- Edad Media
señado hasta su último detalle: no lo será hasta Carlomagno.
Pero ya lo vemos esbozado a grandes rasgos y es posible adiv- Léopold Genicot
inar sus contornos definitivos.
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cedores no renunciaron a sus concepciones políticas básicas.
Capítulo II: Primeros Materiales El Espíritu De La
No consiguieron mantener el aparato administrativo romano aun-
Germania y Roma que lograran conservar algún elemento simple y concreto como Edad Media
el cargo de conde. Pero en vano trataron de mantener otros más
A medida que se conforma el esquema de la nueva civilización complicados por ejemplo la contribución territorial. De esta ma- Léopold Genicot
se van también conjuntando sus primeros elementos. Ni esque- nera la estructura de Occidente, a partir del año 406, es y sigue
ma ni elementos tienen todavía nada de original. Durante el co- siendo durante ocho siglos, extremadamente frágil.
mienzo de la alta Edad Media, Occidente no se atreve a realizar
nada nuevo: su ambición se limita a reunir y conservar elemen- La monarquía es la pieza clave. Originariamente bárbara se trans-
tos llegados del extranjero o heredados del pasado. forma en el curso de las migraciones y al contacto con Roma. A
causa de la necesidad de una autoridad fuerte para guiar al pue-
Estos legados y préstamos forman un conjunto aparentemente blo en la búsqueda de tierras y vencer a aquellos que se opusie-
complejo. Proceden de edades y sobre todo de países muy di- ran a su avance o a su instalación, a causa del prestigio y la
versos. En el inventario que podríamos establecer aparecerían riqueza que las victorias van dando al jefe-aparte el ejemplo y
entremezcladas la prehistoria y la época de Constantino, el Irán, herencia del absolutismo imperial-, la monarquía llega a fortale-
Asia Menor, Siria, Egipto, África, Galia e Irlanda. cer considerablemente aquellos atributos que fueron pequeños
en su principio. Pero conserva su carácter fundamental: era una
La homogeneidad es sin embargo bastante mayor de lo que se monarquía personal.
podría pensar después de semejante enumeración. En realidad
sólo la Antigüedad germánica y, en mayor medida, la Antigüe- El titular no es la encarnación del Estado, puesto que esta no-
dad latina y cristiana han aportado mucho a la Edad Media. Las ción ha desaparecido. Los germanos no son amigos de la abs-
aportaciones de otros períodos y de otras regiones no son con- tracción. En todo y por todo tienden a individualizar y materia-
siderables ni esenciales. De ellas hablamos en las páginas que lizar. Esta es, por ejemplo, una de las razones de la gran boga
siguen al analizar la estructura política, social y económica y el que en la Edad Media tuvieron las reliquias y los peregrinajes
patrimonio artístico, literario y científico de Occidente entre los que les ponían en contacto con entidades sensibles, visibles y
años 450 y 760. palpables. Por lo tanto no son capaces de asimilar esa concep-
ción de un ser colectivo y moral que existiría por encima de las
A propósito de estos elementos tomados de la civilización roma- gentes y tomaría forma en alguna de ellas pero sin confundirse
na se plantea otra cuestión: cuando ocurre el naufragio de ésta, con ninguna. Sólo entienden de reyes de carne y hueso. Inspira-
¿quién los recoge para transmitirlos a su vez a la Edad Media? La dos por los precedentes clásicos o por puntos de vista cristianos,
segunda parte de este capítulo responde a esta pregunta. En ella los teóricos, principalmente los teólogos, tratan de convertir la
damos cuenta de los principales centros de cultura de Occidente monarquía en una magistratura a la romana o un "ministerio" de-
desde las grandes invasiones hasta el advenimiento de los ca- legado por Dios y de este modo hacer de ella algo diferente e in-
rolingios y hacemos un rápido balance de su actividad. dependiente de su detentador. Su éxito es escaso. Hasta alcanzar
los tiempos modernos, se escribirán muchos más "Espejos de
La Galia merovingia, la Inglaterra anglosajona, la España visigo- Príncipes" que tratados de Política. Y hasta el siglo XII se obede-
da y la Italia lombarda toman de Germania los rasgos más típicos cerá al soberano porque pertenece a una familia a la que, según
y sobresalientes de su organización pública. Las instituciones im- el modo de ver pagano, su ascendencia divina o, según la pers-
periales se diferencian demasiado de las descritas por Tácito y pectiva católica, su misión providencial, informa de virtudes má-
eran demasiado sabias para sobrevivir a las invasiones. Los ven- gicas o carismáticas, porque se le ha elegido, ligándose a él y UNTREF VIRTUAL | 12
Tales son los primeros elementos de la futura civilización occi- Léopold Genicot
dental. No son ni nuevos ni suficientes. Handicapada por los pro-
blemas y fascinada por Roma, el primer objetivo de la alta Edad
Media fue el de preservar. Para ello copia a los escritores paga-
nos: compuso manuales de ortografía, gramática o cronología,
compila enciclopedias, redacta crónicas e imita la arquitectura,
la escultura y la pintura clásicas. Pero ni adopta el total de la tal
herencia ni tampoco pudo hacerse con toda ella. Rechaza prin-
cipalmente su filosofía en la medida en que es síntesis y norma
de vida y no llega a conocer, por ejemplo, la música.
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En medio del grupo imponente de actores del drama político
Capítulo X : El Marco El Espíritu De La
destacan los reyes. La trama se centra a su alrededor y ellos son
En Busca De Un Equilibrio quienes con más frecuencia la dirigen. Edad Media
Un mundo que rechazó muchos de los principios sobre los que El supuesto inicial, idéntico en todas partes, es a la vez extrema- Léopold Genicot
se había elevado y que busca ansiosamente nuevos cimientos damente simple y terriblemente complejo: se trata de reorganizar
políticos, económicos y sociales, así aparece el Occidente de el Estado. El desarrollo de tal plan viene dado por la oposición,
los siglos XVI y XV. Dominada en un momento determinado por más o menos afortunada según las regiones, que halla entre la
la acción combinada del clero, reyes y príncipes, reina de nuevo nobleza y el clero.
en él la violencia. Las guerras civiles y los ataques de la nobleza
que se alza en un supremo esfuerzo contra las monarquías vie- Hacia el año 1100 -preciso es que nos remontemos a tal fecha
nen a conjugarse con los primeros conflictos nacionales y su se- puesto que es entonces cuando principian los esfuerzos para
cuela de asesinatos y rapiñas que consiguen crear una atmósfera restaurar la autoridad monárquica, esfuerzos que se proseguirán
llena de angustia. En pleno auge hasta el año 1300, la economía ya sin interrupción alguna- la monarquía acusaba, en diversos gra-
sufre a partir de esta fecha una saturación y, por un reflejo defen- dos y según los países, las mismas debilidades orgánicas here-
sivo, se estanca en la reglamentación. Simple paliativo, ya que el dadas de la edad bárbara y agravadas, sobre todo en el Conti-
directivismo a ultranza conduce a la esclerosis. Casi en seguida nente, por el triunfo de los ideales feudales. Conservaba un carác-
surgen otras fuentes de problema: desórdenes políticos, inesta- ter personal y no gozaba de libertad de acción. A comienzos del
bilidad monetaria, calamidades públicas. Tantas que de decenio siglo XII el Estado no existía como no había existido en los siglos
en decenio el malestar va creciendo y en varias ocasiones las V o VI. No existía tampoco autoridad "plena y total" según la ima-
clases trabajadoras, las más duramente afectadas, se dejan arras- gen de un jurista del siglo XIII, ni autoridad soberana y pública que
trar por el espejismo de la revolución. La Edad Media se acaba monopolizara poderes esenciales, como dictar leyes o juzgar, y
entre miseria y confusión. los delegaba temporalmente en particulares siguiendo disposicio-
nes precisas. El rey no poseía atribuciones especificas y no era
Pero en medio de este dolor nace el mundo moderno. A través de designado de acuerdo con principios estrictos. Sus prerrogati-
las crisis suscitadas por debilidades de algunos de ellos y por la vas, al igual que las normas existentes para su ascensión al tro-
resistencia de las fuerzas tradicionales, los soberanos prosiguen no, estaban mal definidas y las regulaba más bien el hecho que el
la realización del programa que más o menos conscientemente derecho. No existían funcionarios dignos de tal nombre, es decir,
se han trazado desde el siglo XII y que legistas y filósofos preci- funcionarios preparados, numerosos, fieles, capaces de secundar
san, amplifican y legitiman en el XIII. En las grandes ciudades, so- las tareas del gobierno, de vigilar la ejecución de sus decisiones,
bre todo en las de Italia, los hombres de negocios perfeccionan de asegurar a la actuación del rey un mínimo de continuidad e
los métodos comerciales. Un nuevo orden basado en el absolutis- incluso de paliar eventualmente su debilidad. En Palacio existían
mo monárquico y el capitalismo mercantil se va así elaborando. únicamente tres o cuatro altos oficiales a quienes su poder perso-
nal solía tornar más peligrosos que útiles y una curia, con atribu-
En la cultura se marcan las huellas de estos males y de estas ciones tan amplias como vagas, que el rey reclutaba entre sus
conquistas. Las detallaremos al final del capítulo tras haber tra- familiares y vasallos y que ignoraba cualquier tipo de especia-
zado las directrices esenciales de la historia política y económi- lización en estas tareas..Desperdigados por el país se hallaban
ca de esta época ruda y fecunda. los condes quienes desde hacía largo tiempo en Francia, y más
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recientemente en Alemania, habían cesado de ser agentes del tre la pequeña nobleza o incluso en época más avanzada entre
poder central, o, en el caso de Inglaterra, los sheriff, mucho más la burguesía, hombres éstos revocables en cualquier momento,
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seguros pero que tendían, apenas nombrados, a convertir el cargo que podrían ser cambiados de destino con frecuencia con el fin Edad Media
en hereditario y, de rechazo, hacerse casi independientes. En de que los vínculos con sus subordinados no llegaran a ser de-
suma: apenas una administración embrionaria. En lugar de súb- masiado fuertes, retribuidos además por medio de un salario y Léopold Genicot
ditos, fieles: los grandes personajes, sobre todo, eran vasallos no por la concesión de feudos ya que el feudo era hereditario y
del rey y no veían en él sino un "señor". Los impuestos no exis- comportaba el riesgo de convertir también en hereditaria la fun-
tían salvo el danegeld al otro lado del Canal de la Mancha; en ción para cuyo pago servía; 5) obligar a los agentes a rendir
circunstancias excepcionales el rey recibía una ayuda financiera cuentas de sus actos a la administración central periódicamente
de sus vasallos, pero normalmente no vivía sino de sus tierras. y también enviar de vez en cuando a las provincias miembros de
En fin, no existía un ejército digno de tal nombre fuera de los ésta que efectuasen visitas de inspección; 6) utilizar en materia
contingentes feudales cuyo concurso no era siempre seguro y financiera mayor cantidad de documentos escritos, documentos
cuyas prestaciones venían seriamente limitadas por la costum- que garantizarían mejor que la tradición oral la salvaguardia de
bre. En cuanto al rey, dependía y se hallaba mediatizado por los las rentas reales y permitirían un control más riguroso de la ges-
grandes de un lado y por la Iglesia del otro. Los nobles, por tión de los funcionarios; 7) extender el patrimonio real y acrecen-
ejemplo, llegaban hasta a intervenir de modo activo en su nom- tar los recursos extraordinarios multiplicando y generalizando
bramiento y especialmente, en virtud de un viejo principio que el las ayudas feudales con el fin primordial de poderse pagar un
feudalismo había tornado vigente, deliberaban con el monarca ejército de mercenarios; 8) emanciparse de la tutela de los no-
sobre los asuntos de mayor importancia: todas las decisiones de bles; 9) rechazar las pretensiones teocráticas del Papado y
peso se tomaban con "su consejo y advertencia". La Iglesia a su hasta controlar el clero. He aquí el programa que en el siglo x ya
vez -recordemos las teorías gregorianas- reivindicaba el dere- se habían propuesto otones y sálicos en Alemania y que a par-
cho de vigilar el empleo de un poder que Dios no concedía sino tir del siglo XII intentan realizar poco a poco y amparándose en
en orden al bien material y espiritual del pueblo. las circunstancias los descendientes de Guillermo el Conquista-
dor en Inglaterra, los normandos, luego los Staufen en Sicilia y
En estas condiciones se hacía necesario que los reyes tomaran con mayor lentitud los Capetos franceses, los soberanos caste-
ciertas medidas: 1) Asegurar regularmente la corona para sus llanos y los herederos del Imperio, los príncipes alemanes.
descendientes o, mejor aún-pero únicamente los soberanos cas-
tellanos se atrevieron en el siglo XIII a tal pensamiento-establecer Programa inmenso, muy vago en sus comienzos y empírico en
detalladamente las normas de la sucesión al trono con el fin de gran parte. Pero para fundamentarlo, precisarlo y sintetizarlo en
prevenir las crisis que de ordinario provocaba la falta de un he- unas cuantas ideas esenciales, pronto intervienen los teóricos.
redero varón; 2) reservarse algunos derechos fundamentales Indudablemente de Alemania o Inglaterra nunca había desapa-
especialmente el de dictar leyes generales y el de tener conoci- recido lo que podríamos llamar derecho monárquico. En Inglate-
miento en primera instancia de todos los pleitos; 3) suprimir las rra, por ejemplo, el soberano siempre había hecho valer, aunque
grandes dignidades áulicas, o dejarlas vacantes y desarrollar el de tarde en tarde, su derecho a promulgar reuniones generales.
núcleo de la administración central, constituida por la corte, in- En la misma Francia, aun en medio del más fuerte feudalismo,
troduciendo cada vez en mayor número simples "oficiales" de algunos clérigos no habían olvidado al menos que el rey era,
origen modesto que ofrecerían seguridad y competencia. Esta teóricamente, la fuente misma del Derecho y la Justicia. La con-
administración estaría subdividida en secciones especializadas: sagración convertía al Capeto en un personaje sin igual. Pero
Consejo político, tribunal, comisión de finanzas; 4) asumir la ad- únicamente a mediados del siglo XII, gracias a las investiga-
ministración local y confiarla a hombres escogidos también en- ciones de juristas y filósofos las nociones de soberanía y Estado UNTREF VIRTUAL | 25
vuelven a cobrar vigor. Imerius y sus seguidores extraen de los que nunca. La Iglesia, dice uno de ellos sin el menor matiz de du-
viejos textos romanos la idea de la potestas publica, de ese po- da, tiene poder universal en materia temporal: Omnia tetnporalia
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der público que no tiene igual ni paralelo, que no conoce otro lí- sunt sub dominio et potestate Ecclesiae. Edad Media
mite que el bien común y confiere a su depositario el privilegio
de dictar leyes o establecer impuestos. Cien años más tarde los Y los otros argumentan de manera también categórica: Dios es Léopold Genicot
"aristotélicos" obtendrán de la Política del griego el concepto de uno. Su unidad se refleja en la unidad de la creación y reclama
Estado, ser colectivo, nacido espontáneamente de la naturaleza la unidad de la humanidad y por lo tanto, la unidad del poder que
del hombre, sociedad perfecta y autónoma. El príncipe, como gobierne a esta misma humanidad. Este poder único no puede
jefe de este Estado y detentadorde esa potestas publica -según entregarse a un jefe temporal, como el Emperador, ya que los
la expresión de la época como "emperador dentro de su reino"- bienes temporales no le son dados al hombre sino con fines es-
posee de derecho la autoridad más amplia que concebirse pue- pirituales y su empleo debe, pues, estar regulado y vigilado por
da, la exclusividad sin control y sin límite, a no ser el del bonum la autoridad espiritual. El monarca universal no puede ser otro
commune. Desde antes del año 1300 los romanistas y. algunos que el Papa, que tiene autoridad plena en asuntos temporales.
escolásticos definieron así claramente el alcance del poder real Omnia tetnporalia sunt sub dominio Ecclesiae collocatam si non
e ipso facto legitiman su actuación y le asignan un objetivo pre- de facto, de jure tamen et ex debito temporalia sumo pontifici sunt
ciso: no ya el despotismo -Maquiavelo y la "razón de Estado" no subjecta. En el siglo XI, al precio de rudos combates, la Iglesia
nacerían hasta la segunda mitad del siglo XV- sino el absolu- había conseguido su libertad y establecido su unidad en tomo a
tismo. En ello se resume de ahora en adelante el programa real. Roma. No pensaba renunciar de grado a estas conquistas para
permitir la aparición de iglesias más o menos nacionales. Por últi-
Para la realización de estos planes grandiosos los reyes han de mo, en los reinos cristianos se había asegurado una posición de
enfrentarse con una doble oposición: la de la Iglesia y la de los excepción que no estaba dispuesta a sacrificar: sus clérigos sólo
grandes. podían ser juzgados por los tribunales eclesiásticos, gozaban de
exención fiscal y formaban de esta manera una especie de Es-
Durante mucho tiempo la Iglesia había sido la auxiliar de los reyes tado dentro del Estado. Los príncipes que querían ser fuertes y
más fiel y preciosa. Más interesada que ninguna otra institución hasta absolutos no podían tolerar tales privilegios y pretensio-
en el mantenimiento del orden, había prestado liberalmente a la nes, ni esta independencia establecida al amparo de una autori-
realeza el apoyo de su cultura y de su autoridad. Le había cedido dad extranjera. Más pronto o más tarde esos clérigos, esos ecle-
sus mejores servidores: cancilleres, consejeros, embajadores, siásticos que contaban precisamente entre los más poderosos y
príncipes-obispos. Al consagrar a los reyes y proclamar la espe- más ricos de sus súbditos, deberían someterse a sus leyes y a
cificidad de su misión habianles ayudado a atravesar, sin dema- sus impuestos, mientras ellos sacudirían toda tutela y llegarían
siadas penalidades, las peores dificultades. hasta arrogarse algún poder en el seno de esta misma Iglesia
cuya influencia en todos los asuntos era considerable. El conflic-
Pero desde el momento en que aquéllos a quienes hasta aquí to era, pues, inevitable. Estalla en el siglo XII y continúa hasta el
había ayudado van demostrando mayores pretensiones de ab- final de la Edad Media.
solutismo, la actitud de la Iglesia cambia. Y cambia por motivos
obvios. Los gregorianos en el siglo XI habían reivindicado para Las primeras fases se desarrollan en el país cuya organización
la Iglesia el derecho de corregir y, en caso necesario, el de de- política y administrativa era más precoz: Inglaterra. Enrique II,
poner a los príncipes y con el tiempo estas teorías se habían lle- basándose en las atribuciones indebidas que durante las gue-
gado a exagerar. En el siglo XIV un Gil de Roma, un Jacobo de rras de las Dos Matildes se habían arrogado los tribunales ecle-
Viterbo o un Alvarez Pelayo se producen de manera más tajante siásticos, así como en la facilidad con que reconocían a los liti- UNTREF VIRTUAL | 26
gantes su calidad de clérigos y la levedad de las penas que Victoriosos en este sentido, los soberanos también desean serlo
imponían a los criminales, pretendió, por medio de las "Constitu- en cuestiones de exenciones e independencia del clero y tratan
El Espíritu De La
ciones de Clarendon" de 1164, reducir la Iglesia de Inglaterra a de incluirle eh el Derecho común. Aún más: aspiran a limitar las Edad Media
las "antiguas costumbres" y en especial regular el privilegio del intervenciones de Roma en los asuntos eclesiásticos de sus
foro. Juan sin Tierra, unos cincuenta años más tarde, se atreve reinos especialmente en lo que se refiere al nombramiento de Léopold Genicot
a un ataque brutal de diferente género: envía al exilio al arzobis- beneficios, e incluso, ya que a ello les arrastran algunos teóri-
po de York, que se obstinaba en no entregar un subsidio, se nie- cos, aspiran a asegurarse una especie de control sobre esos
ga a reconocer a Esteban Langton designado para la sede de nombramientos y beneficios. Ya hacia el año 1302 el autor de la
Cantorbery por instigación de Inocencio III y despoja al clero "Disputa del clérigo y el caballero" reivindicó implícitamente para
inglés de las atribuciones temporales. Pero una y otra tentativas el poder civil un derecho de supervisión en el campo espiritual.
fracasan. La segunda acaba incluso con la conversión de In- En su Defensor Pads, terminado en el año 1324, Marsilio de Pa-
glaterra nada menos que en feudo de la Santa Sede. dua es más claro: convierte la Iglesia en un elemento del Esta-
do. Junto con su colega parisiense Jean de Jandun y un escocés
El episodio siguiente, decisivo para el porvenir de la teocracia, de Oxford, Guillermo de Occam quien en este momento mina en
se desarrolla hacia el año 1300 en Francia, que los Capetos del todos los sentidos los cimientos de la Edad Media y a quien
siglo XIII han convertido en el reino fuerte de Occidente. Se trata encontraremos varias veces en las siguientes páginas de esta
una vez más de las inmunidades fiscales y judiciales del clero. exposición, proporciona base jurídica y filosófica al galicanismo,
Pero el problema no queda reducido únicamente a estas mate- al anglicanismo, al "husismo" y a todos esos movimientos que
rias secundarias. Pronto los antagonistas plantean en su totali- se irán acreditando progresivamente y comprometerán la obra
dad el problema de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. de unificación gregorianas. La lucha, pues, prosigue. Pero en lo
Bonifacio VIII, en unas bulas célebres, hace suyas las teorías sucesivo no presenta fases sensacionales ni lleva a resultados
gregorianas y proclama que "la autoridad temporal debe inclinar- decisivos. Tanto la Asamblea de Vincennes, celebrada en el año
se ante la autoridad espiritual" y que "al poder espiritual incumbe 1329, que niega a los clérigos la facultad de juzgar, como la pro-
instituir el poder temporal y juzgarlo si fuera preciso". Felipe el mulgación en Inglaterra en los años 1351, 1353 y 1393 de los
Hermoso y sus partidarios, recordando a su vez el Derecho Ro- "Estatutos de los Rectores" y de los Praemunire que regulan la
mano, afirman que el rey en los asuntos temporales del reino no colación de beneficios y la apelación a los tribunales pontificios,
reconoce superior. Tras esto pasan a la acción. Es rápida: arresto no tienen ni la importancia ni la resonancia de la Querella boni-
del Papa en Anagni el 7 de setiembre del 1303, su muerte, el 11 faciana. A partir de ahora los reyes y sus partidarios, mediante
de octubre del mismo año, provocada o precipitada por este la labor sorda y continuada minarán la competencia de las ofi-
atentado, anulación por su sucesor en abril y mayo de 1304 de cialías, conseguirán que los clérigos lleguen a contribuir a los
los cargos contra el rey. Apoyado por un pueblo francés leal a la gastos públicos y terminarán ingiriéndose en los nombramientos
dinastía, a quien las riquezas y venalidad del clero han indis- eclesiásticos. No logran un éxito pleno. No consiguen abolir el
puesto con éste y qué hasta posiblemente alberga ya una con- privilegio eclesiástico del foro ni tampoco obtener el derecho a
ciencia nacional, el Capeto reduce sin dificultades al Papado gravar con impuestos al clero. Y a partir del año 1418 el delica-
cuya fortaleza deja de ser la de los tiempos de Inocencio III. De do problema de la colación de beneficios se va resolviendo por
hecho es el fin de la teocracia. Desde este momento ya sólo medio de concordatos o sea de compromisos.
sufrirá derrotas. La "Bula de Oro" que en 1356 regula el proce-
dimiento de elección y coronación del Emperador no hace la Otra fuerza tradicional, la nobleza, se levanta lo mismo que la
menor alusión al Papa... Iglesia contra las "innovaciones" monárquicas. En ciertas regio-
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nes ésta era independiente en sus dominios e incluso en sus memente. Se ocupa más de las cuestiones políticas que de las
feudos y pretendía seguirlo siendo. En otras poseía por lo menos judiciales: en frecuentes sesiones que se van convirtiendo en
El Espíritu De La
importantes privilegios -especialmente el de ser consultada en periódicas, juzga los crímenes políticos, recibe reclamaciones y Edad Media
toda materia grave- y se resistía a perderlos. Desde el momento peticiones, propone leyes, acuerda el subsidio -ingreso principal
en que los soberanos manifiestan clara tendencia a la centraliza- de la monarquía- y fija la "tasa" y el "plato". A la vez, los más im- Léopold Genicot
ción y al absolutismo entabla con ellos una lucha cuyas peripecias portantes de los barones y altos dignatarios eclesiásticos se
habrían de ser bien diferentes de uno a otro reinos. adelantan a los funcionarios y tienden a constituirse en Corpo-
ración cenada de "pares" hereditarios. Por último, desde el año
Paradójicamente la realeza inglesa, la más sólida de todas las 1327 los representantes de condados, villas y burgos toman par-
del siglo XII, es la que peor resiste los asaltos de la nobleza. te en sus deliberaciones y pronto forman una Cámara de los Co-
Nacida de la conquista del año 1066, basada en una feliz com- munes diferente pero hasta el fin de la Edad Media estrecha-
binación de elementos tomados de la monarquía anglosajona y mente relacionada con la de los Lores. La institución va adquirien-
del sistema feudal, rica en tierras confiscadas en otro tiempo a do así poco a poco la fisonomía que llegará a ser familiar, y se
los vencidos, inicialmente esta monarquía aparecía muy fuerte. transforma en una pieza esencial del gobierno. Esta evolución
Pero su fuerza misma supone un handicap. Le había permitido viene a resultar menos grave para la realeza de lo que a primera
en efecto dominar a los señores feudales, reglamentar sus obli- vista parece. Porque la monarquía pierde en efecto su amplitud,
gaciones militares, minar sus poderes judiciales, vigilar la cons- pero gana en estabilidad. El Parlamento le asegura, por medio
trucción de sus fortalezas. Y también dotar a Inglaterra, ya en del voto, subsidios regulares. Y cosa más de estimar: le propor-
tiempo de Enrique II, es decir, cien años antes que Francia, de ciona la colaboración y el apoyo de la nación que representa.
una organización política y administrativa muy perfeccionada: Por esto, fuertemente anclada puede atravesar y superar in-
en el centro una curia regís subdividida en secciones especiali- demne la terrible guerra civil en la que, del año 1450 al 1471,
zadas, el Consejo, la Cancillería con sus archivos, la Tesorería Lancaster y York se disputan la corona.
que tendría a su cargo las finanzas, el Banco o tribunal, y en los
condados los sheriff, verdaderos funcionarios controlados por la Lo mismo y aún más que en Inglaterra, en la España de los si-
corte. Pero ello mismo es causa de que algunos soberanos me- glos XVI y XV la nobleza, enriquecida por la Reconquista, hace
diocres se convirtieran en déspotas y decidieran a los grandes frente a los soberanos. Pero al abusar de su fuerza compromete
señores, laicos o eclesiásticos a establecer una coalición contra irremediablemente su futuro. En unión del clero y de los delega-
este arbitrarismo. Separadamente ni unos ni otros hubieran sido dos de las ciudades controla el poder real a través de las Cortes,
capaces de imponerse al rey. Unidos consiguen derrotar varias las más antiguas asambleas representativas de todo Occidente.
veces a la monarquía. Saben aprovechar los desaciertos de és- Hostiga impunemente a la monarquía formando una serie de
ta, las necesidades de dinero que le ocasionaban las guerras ligas que se suceden de continuo, pero los disturbios que provo-
contra Escocia, Irlanda, el País de Gales o Francia. Incluso se ca sumados a las violentas luchas dinásticas terminan por debi-
enfrentan con ella en el campo de batalla y consiguen derrotar- litarla. En los medios rurales y sobre todo en las ciudades, cuan-
la. De sus victorias diplomáticas o militares lentamente va sur- to más se prolongan tales luchas más crece el deseo de un go-
giendo un régimen no democrático sino constitucional. Al final bierno capaz de mantener el orden. Impensadamente resultan
de la Edad Media le encontramos resumido en un organismo: el los agentes del reforzamiento de la autoridad monárquica e in-
Parlamento. En el siglo XIII éste no es aún sino una "curia" am- cluso del absolutismo. Cuando comienzan los tiempos moder-
pliada cuya actividad principal es la de Corte Suprema de Jus- nos éste hace su aparición con los Reyes Católicos y pronto se
ticia y en la que los agentes del rey suponen una mayoría. Pero habrá tornado más riguroso que el de los Tudor. Y también más
en el siglo XVI su competencia y composición se modifican enor- duradero porque la denota de la orgullosa nobleza ibérica será UNTREF VIRTUAL | 28
completa. Tan completa como la del feudalismo ultrapirenaico se de sus concepciones personales y feudales sobre el poder
cuyos jefes, igual que los grandes de España, dan muestras du- para adoptar la de los legistas. Consideran que esa autoridad es
El Espíritu De La
rante los últimos siglos de la Edad Media de una total falta de muy poco sui generis y no juzgan necesario regular el orden de Edad Media
sentido político. sucesión de manera precisa y específica. Se obstinan en ver en
el reino antes que un Estado cuyo cuidado les compete tempo- Léopold Genicot
Sin embargo, a la nobleza francesa no le faltan oportunidades. ralmente, un vasto señorío o un gran feudo del que son propie-
Pero, desunida, no sabe sacar partido de las iniciales dificultades tarios o señores, y no dudan en crear ricos infantados para sus
de la monarquía ni de las crisis por las que aún atraviesa ésta en segundones. Doble error plagado de consecuencias. Lo primero
los siglos XVI y XV. También ella resulta finalmente vencida. es una de las causas de la Guerra de los Cien Años. Lo segun-
do lleva a la constitución de un nuevo feudalismo, lleno de infan-
Hacia el año 1100 la monarquía capeta era débil. No conseguía tados, cuyas ambiciones son tan peligrosas como las de la
tan siquiera que reinara el orden en la Isla de Francia. Le fue nobleza inglesa. Pero a fin de cuentas no obtiene mayor éxito
preciso, antes de nada, pacificar y luego extender su señorío y que el feudalismo precedente ya que tampoco hace frente co-
hasta finales del siglo XII no puede pensar en reivindicar sus de- mún contra la realeza.
rechos de soberanía y en crear una administración copia de la
inglesa. Desde este momento sus progresos son rápidos. Hasta En efecto, la unión es algo que ha faltado siempre a la nobleza
el punto de que en el año 1300, bajo Felipe el Hermoso, aparece francesa para poder imponerse al soberano. En el siglo XII cada
como la primera potencia de la Cristiandad. uno de sus jefes era lo bastante fuerte como para enfrentarse a
solas con la realeza. No sintió necesidad alguna de coligarse.
A pesar de todo la monarquía francesa sigue siendo vulnerable Tuvo por costumbre acudir al combate en orden disperso. Y no
porque aún una gran parte del territorio es feudal. Además en consigue olvidar hábito tan fatal. Ello es la causa de que nunca
primer lugar en cuanto a recursos no dispone de ingresos im- obtuviera una verdadera victoria.
portantes con excepción de las rentas de sus dominios. Por lo
tanto su presupuesto es siempre deficitario ya que si ha aumen- Por lo demás las revueltas, las luchas intestinas, las guerras en
tado considerablemente sus tierras y el auge comercial acre- el extranjero con su secuela de miserias resultaron de mayor
cienta los ingresos, los gastos han aumentado aún en mayor utilidad a la monarquía que a la nobleza. Pues mientras todos
medida. Sin contar lo que cuesta el lujo de la corte y las pensio- estos azares diezmaban a los grandes y destrozaban sus ya
nes que distribuye, se ve obligada ahora a pagar un verdadero muy afectados presupuestos a base de devaluaciones moneta-
ejército de funcionarios, a sostener fortificaciones cada vez más rias, pesados gastos suntuarios y gestiones negligentes, sirven
importantes, a pagar a los mercenarios y muy pronto a financiar en cambio para despertar la conciencia nacional en otros me-
una interminable lucha contra Inglaterra. Indudablemente para dios y para aguijonear el deseo de paz. También en Francia, por
poder llevar a cabo esta lucha el rey está capacitado para gravar tanto, el desorden beneficia a la monarquía. La Guerra de los
al país con "subsidios para hacer la guerra". Pero estos subsi- Cien Años prepara el absolutismo de Luis XI, lo mismo que la
dios cuyo origen se remonta a la ayuda feudal, durante mucho Guerra de las Dos Rosas prepara el absolutismo de los Tudor o
tiempo continúan siendo tan excepcionales como ella. Tanta difi- que la anarquía castellana el de Fernando e Isabel. En Francia,
cultad hay para lograr que la masa comprenda la noción "estáti- España e Inglaterra la Edad Media termina con la derrota del
ca" de impuesto en vez de las ideas tradicionales. Pero no es feudalismo. Derrota absoluta en el Continente, parcial y tempo-
sólo el pueblo quien las sigue teniendo. Algunos soberanos, es- ral al otro lado del Canal donde la nobleza conserva la Cámara
pecialmente los primeros Valois, no consiguen desembarazar- de los Lores.
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Y lo que se cumple en cuanto a los tres grandes Estados de Pero ¿cuál es el origen de esa saturación? Aleccionado por el
Occidente se cumple también en lo que fue el Imperio. La centra- período precedente uno se siente tentado a responder: la evolu-
El Espíritu De La
lización y el autoritarismo triunfan sobre las fuerzas partidarias del ción demográfica. El aumento constante de población en el siglo Edad Media
particularismo y de la división en los principados alemanes y X había impulsado la economía medieval, arrastrándola hacia
hasta, con los duques de Borgoña y los "tiranos", triunfa también objetivos cada vez más altos y lejanos. Ahora bien, desde el año Léopold Genicot
en esas regiones de villas ricas y poderosas que aún son en los 1300 o 1325 la población no aumenta, y es muy posible que dis-
siglos XVI y XV los Países Bajos e Italia. minuya. En este sentido únicamente poseemos datos precisos
para Inglaterra: en este país el número de habitantes había au-
A los desórdenes políticos corresponden siempre dificultades mentado sensiblemente desde el año 1086 a 1240. A partir de
económicas y desórdenes sociales. Dos fenómenos que proce- 1240 a 1348 no aumenta sino lentamente y desde esta fecha
den parcialmente de los mismos factores y cuya amplitud varía hasta 1430 la cifra se reduce a la mitad. En cuanto al Continente
de región en región según que estos factores presenten mayor la información que tenemos es bastante escasa. Sabemos sola-
o menor virulencia. mente que en el año 1789 Francia tiene más o menos los mis-
mos hogares que en el año 1328: 4.806.183 en lugar de
Desde el 950, 1000 o 1050 hasta el 1300 la economía de Occi- 4.398.750. Pero a falta de cifras los indicios hablan con bastante
dente había progresado de modo constante. Pero al iniciarse el claridad: 1) disminución y fin de las roturaciones; el gran perío-
siglo XIV entra en un período si no de regresión al menos de es- do de los rodea, de las rozas o de las artigar ha terminado y en
tabilización. Y si en lo que aún resta de Edad Media llega a co- muchos lugares tierras y granjas enteras son abandonadas; 2)
nocer ciertas épocas y ciertas fases de prosperidad, en otros descenso de los cultivos expresado en trigo; 3) límite del cre-
momentos y en otras regiones se ve sacudida por crisis cada cimiento de las ciudades y hasta la decadencia de muchas de
vez más violentas. ellas. Tolosa, por no citar sino un solo caso, pierde en cien años
la mitad de sus habitantes.
Establecer las causas de este estancamiento y de estos sobresal-
tos dado el estado actual de conocimiento resulta cosa delicada. No podemos dar por sentado que esta evolución sea la clave del
problema. Es cierto que provoca una estabilización de la deman-
La raíz del mal radica, aparentemente, en un fenómeno de satu- da y por contrapartida de la oferta. Pero, a menos que procedie-
ración cuyos efectos vienen a agravarse por los absurdos reme- ra de una reducción de la energía de Occidente y su anteriori-
dios empleados para paliarlo. Si la producción crece cada vez dad en relación con el estancamiento fuese incontestable, dicha
con mayor dificultad es porque, de modo general, la salida de evolución no explicaría realmente el malestar económico del
los artículos se hace cada vez más difícil. Una tras otra todas las momento. Ahora bien, ni una cosa ni otra están demostradas.
regiones se han ido industrializando o se hallan camino de ello.
Los centros de fabricación se han multiplicado y continúan multi- Es posible y hasta probable que la inversión de la tendencia de-
plicándose. La competencia es grande y cada vez resulta mayor. mográfica sea debida a un descenso del índice de natalidad co-
La mejora de los transportes y sobre todo de la técnica comercial mo resultado de una disminución de la vitalidad de Occidente.
y financiera la hacen cada vez más enconada. Pero como deci- Pero no está demostrado. Las calamidades públicas, por sí so-
mos, las salidas no aumentan. En Occidente el índice de pobla- las, pudieron dar lugar a tal estabilización o incluso al retroceso
ción es prueba de ello y fuera de Occidente la expansión que del índice demográfico. Desde luego en ningún otro momento de
había llevado a muchos campesinos hasta tierras eslavas y a la Edad Media estas calamidades fueron tan enormes como en
tantos mercaderes hasta el corazón de Rusia o las orillas del mar el siglo XIV. En primer lugar las guerras resultaban terribles para
Negro ha terminado. Los horizontes se toman estáticos. los campos ya que los ejércitos regulares o, en momentos de UNTREF VIRTUAL | 30
tregua, los desocupados jefes y los soldados dispersos se dedi- por ejemplo, comerciar directamente entre ellos. Encerrada cada
caban al pillaje y a matanzas e incendios sin cuento. En segundo vez más en prescripciones de todo género, la economía urbana
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lugar los movimientos sociales, que costaban también muchas queda condenada a la rutina. Nada estimulaba ya su progreso. Edad Media
vidas humanas, los levantamientos de los campesinos cuya mi- La competencia se había restringido, las posibilidades de am-
seria empujaba a la violencia o a quienes guiaba la idea de pliación de los talleres limitada, el progreso técnico prohibido. En Léopold Genicot
destruir el régimen señorial y las luchas del pueblo de las gran- cierto momento los obreros, los "compañeros" tiene que renun-
des ciudades contra los capitalistas que las explotan. Se han de ciar casi a la esperanza de elevarse en la jerarquía social: la
contar además Ias enfermedades y epidemias, una de las cua- maestría se hace pronto hereditaria de derecho en ciertas pro-
les asoló Occidente desde el año 1315 al 1317 y en seis meses fesiones y desde el fin de la Edad Media tiende a ser así en
se llevó el 15 por ciento de la población de Ypres. Por fin pestes todas ellas.
terribles como la de 1347-1350, la famosa "peste negra", que en
la villa borgoñona de Givry en la que la media anual de falleci- Saturación, estabilización del índice de población, exceso de re-
mientos era de 30 o 40 hace en cinco meses 650 víctimas y que glamentación: sí, el estancamiento puede ser explicado por estas
en conjunto se lleva un tercio de la población de la mayoría de causas. Pero no así las crisis. Otros fenómenos las desencade-
los países occidentales. El tercio menos válido y el menos pro- nan. A veces se trata de desequilibrios de la oferta y la demanda.
ductivo, es verdad. La de 1360-1363; aún hay otras pestes más Unas veces la primera es inferior a la segunda. Se suceden las
localizadas: en 1371-1374, 1381-1384, y sobre todo en 1400 se malas cosechas, los víveres faltan, su precio sube enormemente,
presenta una epidemia en Italia, por ejemplo. Nunca el pueblo cada cual para poder procurárselos limita sus otras compras y
cristiano sufrió de modo parecido: hambre, pestes, guerras... pronto toda la economía resulta afectada o estalla una epidemia,
faltan brazos, los salarios forzosamente aumentan; el hecho es
No osaríamos afirmar categóricamente, faltos de poder estable- particularmente penoso para el patrono si, como suele suceder,
cer fechas exactas para ambos fenómenos, que la detención del las exigencias de los obreros coinciden precisamente con la
crecimiento demográfico haya precedido y engendrado la satu- baja de precios de los productos acabados. De este callejón no
ración económica. Es posible que ocurriera al contrario. Podría se puede salir sino de dos maneras: recurriendo a los poderes
ser que tal detención no fuera sino una reacción, una defensa. públicos para que legislen sobre el costo de la mano de obra o
Reacción desafortunada ya que sólo sirve para empeorar las reduciendo la fabricación. Otras veces, en cambio, en el terreno
cosas en lugar de mejorarlas. industrial se presenta la situación inversa: por motivos tan fútiles
a veces como una modificación del gusto en un momento deter-
Otra reacción sirve también para otro tanto: la reglamentación a minado se vuelve a la superproducción y según un proceso que
ultranza. Con el fin de evitar los efectos de la competencia, las nos resulta familiar va ganando terreno hasta afectar a todos los
autoridades públicas y los propios interesados aplicaron una fá- sectores. Pero son las guerras principalmente la causa de todo,
cil solución: multiplicar las ordenanzas. De éstas, unas reserva- esas grandes guerras de los siglos XIV y XV que desarreglan la
ban a corporaciones legalmente reconocidas el monopolio de la vida económica en todos los aspectos. En primer lugar, por la
producción en la ciudad y sus alrededores, y si la villa era tan inseguridad que aportan. El mercader duda antes de arriesgarse
fuerte como para imponerlo así, en las zonas colindantes. Otras, por caminos llenos de soldados ansiosos de "botín". En segun-
muy numerosas, establecían el modo de reparto de las materias do lugar, las guerras tienen terribles consecuencias financieras.
primas, la dimensión máxima de las empresas, los salarios, la Entonces como hoy resultan un pasatiempo caro que se paga
duración del trabajo y, con una minuciosidad inigualable, los pro- elevando los impuestos y recurriendo a la devaluación. "Ayudas
cedimientos de fabricación. Y por último otras restringían la li- y subsidios" se hacen cada vez más frecuentes. Se establecen
bertad de acción de los mercaderes extranjeros y les prohibían, nuevos impuestos indirectos: maletôtes, sisa, aduanas. La mo- UNTREF VIRTUAL | 31
neda experimenta un bajón terrible: de un golpe de 1421-1422 merciales que las venían vivificando desde el siglo XIII. Desde
pierde en Francia el 90 por ciento de su valor legal. Esto produ- este momento el contacto entre los dos polos económicos de
El Espíritu De La
ce la inestabilidad de los precios, fuente de especulaciones lu- Occidente, Flandes e Italia, se establece a través del mar y no Edad Media
crativas para los comerciantes hábiles, pero fuente también de ya a través de la Champaña.
dificultades para el resto y ocasión de cambios de fortuna y de Léopold Genicot
conflictos sociales. La situación de Inglaterra es parecida. Tampoco esta nación se
ha de enfrentar con revueltas urbanas. Pero durante algunas se-
La difusión de las doctrinas comunizantes acelera la madura- manas, en 1381, ocurre una poderosa sedición campesina con-
ción de estos conflictos. Desde hace tiempo heterodoxos e inte- ducida por Wat Tyler, y sufre, como es natural, las repercusiones
lectuales venían criticando el orden establecido y las desigual- de la Guerra de los Cien Años. Y si no se ve directamente arrui-
dades que comportaba. El flamenco van Maerlant había escrito nada por las operaciones militares se ve en cambio agobiada en
en su Wapene Martijn: "Hay dos palabras funestas en el mundo: igual medida por una fiscalía aplastante, las devaluaciones de la
lo mío y lo tuyo. Si pudieran ser suprimidas reinaría en todas libra y la guerra civil que desatan las derrotas en el continente y
partes la paz y la concordia. Hombres y mujeres serían libres y el general descontento. Pero es indudable que simultáneamente
dejaría de haber esclavos, todo sería común, el trigo y el vino... se va orientando bajo el mando de los más clarividentes de sus
Los bienes abundan; es preciso hacerlos propiedad común y reyes, hacia una mejor utilización de sus posibilidades industria-
hacer que los pobres se beneficien de ellos. Así cesarían las les y comerciales. En lugar de vender su lana empieza a traba-
guerras y el alma se lavaría y se purificaría de pecado". En var- jarla ella misma y a exportar paños. Después descubre el mar y
ios países, especialmente en Inglaterra, estas teorías que las presiente que está llamada a la expansión por este camino. Pero
desgracias de la época revisten de especial seducción y cuya no se halla sino en los primeros tramos de tan prometedoras
propaganda hacen varias sectas, penetran, en el siglo XIV, en vías. A fines de la Edad Media las grandes potencias económi-
grandes sectores de población y las preparan para su rebelión cas siguen siendo las ciudades de los Países Bajos, de Italia y
contra las clases rectoras. del Báltico.
De las diferentes regiones de Occidente es Francia la más afec- Las primeras, verdad es, tienen también serios problemas. Du-
tada por todos estos males. No sufre conmociones sociales: el rante la última fase de la Edad Media la competencia en el campo
apoyo que el rey presta a los patricios de las ciudades evita las de su industria básica, la pañería, se hace más reñida que nunca,
revueltas que en las ciudades de las regiones vecinas enfrentan y que en ninguna otra industria. En todas partes se equipan o
a "pequeños" y "grandes" o, según la expresión italiana, "flacos" aparecen centros productores de pañería, unos allí mismo en las
y "gruesos", y el único movimiento campesino que estalla, la propias ciudades de Flandes y otros al este de Anglia, Florencia,
Jacquerie de 1358, un fenómeno demasiado local, puede ser rá- Normandia y en varios otros lugares. Dificultada por reglamentos
pidamente sofocado y no causar grandes estragos. Pero a par- que se empeña en mantener y que incluso va haciendo más in-
tir de Felipe el Hermoso se convierte en la tierra elegida de las transigentes, la "vieja pañería" flamenca lucha penosamente con
especulaciones monetarias. Y con los Valois especialmente, se esas jóvenes rivales que poseen mayor libertad de movimientos y
vuelve teatro de una lucha inaudita, la Guerra de los Cien Años, que están en mejores condiciones de adaptarse a las fluctuacio-
en la que hordas de mercenarios licenciados, "caminantes" y nes del gusto. El aprovisionamiento de materia prima es otra preo-
más tarde "desolladores" completan la obra de destrucción y cupación. A veces, por motivos políticos su proveedora habitual,
muerte de los ejércitos regulares. Para colmo la inseguridad Inglaterra, cesa en sus entregas de lanas. Y lo que es peor aún
engendrada por estas catástrofes sumada a los progresos de la pronto comienza a trabajarlas ella misma. Existen otras provee-
navegación aparta de tierras capetas aquellas corrientes co- doras, España sobre todo. Pero sus lanas son más cortas y UNTREF VIRTUAL | 32
ásperas y para trabajarlas sería preciso modificar los procedimien- Azof, en Tana. La ciudad de San Marcos se asegura otros mer-
tos de fabricación, cambio al cual se pliega el país en general, pero cados iniciándose en la sedería y en los vidrios, mientras que en
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no así las grandes villas. Otro handicap para las ciudades es la las orillas del Tirreno se funda, en el año 1407, la Casa di San Edad Media
pérdida sensible del espíritu de empresa de su burguesía. Antaño Giorgio, antecedente de los Bancos modernos. Pero el centro
sus comerciantes recorrían caminos y mares para aumentar sus industrial y financiero de la península es Florencia con sus pa- Léopold Genicot
mercados. Ahora aguardan a que los clientes lleguen hasta ellos. ños, que al final del siglo XIV se pueden parangonar con los de
En fin, las dificultades económicas se suman a luchas sociales de Flandes, y con sus Compañías de las cuales la de los Médicis
enorme violencia. Oprimidos por los capitalistas que se han arro- es la más célebre. Recogiendo y perfeccionando las innovacio-
gado el monopolio de los cargos públicos así como el del comer- nes técnicas del siglo XIII, especialmente el empleo de la escri-
cio de exportación, los artesanos se sublevan contra ellos. Des- tura y la contabilidad, los hombres de negocios se permiten
pués, victoriosos, se despedazan entre ellos hasta el año 1386. establecerse en un lugar determinado y actuar por medio de co-
rresponsales en vez de hacer en persona desplazamientos ince-
En tales condiciones las grandes ciudades flamencas entran en santes con lo que también multiplican las posibilidades. Estas
decadencia. Una de ellas, Ypres, languidece ya en el año 1300. poderosas sociedades familiares que poseen filiales en todas
Gante resiste mejor y figura, hasta el fin de la Edad Media, entre las plazas importantes hacen fructificar sus fondos de numerosas
las villas más activas de Occidente, ya que posee tal maestría y maneras: comercio, préstamos, cobro de impuestos, cambio, se-
notoriedad que sus jóvenes competidoras no alcanzan en al- guros marítimos. Y cuando no se dejan arrastrar a operaciones
gunos años a igualarla y mucho menos a eclipsarla. Además se imprudentes por su espíritu de especulación sacan beneficios
halla muy próxima a Brujas y esta villa le ofrece, lo mismo que enormes. Italia, intermediaria obligada entre Oriente y Occidente,
a las ciudades jóvenes de Brabante, gran número de salidas, plena de capital y habilísima en su empleo, detenta en los siglos
pues lejos de declinar, en el siglo XIV la villa del Zwyn se halla XIV y XV una innegable hegemonía sobre la economía de
en su apogeo. Centro natural del comercio maritimo que en- Occidente.
tonces destrona al comercio terrestre, punto de cita obligado de
las galeras del Mediterráneo y de los kogges nórdicos, se halla Sin embargo, su ruina está cercana. Poco a poco se van organi-
convertida en el gran mercado de la época. Y cuando hacia el zando grandes Estados que cuando tengan una política econó-
año 1450 paralizada a su vez por los reglamentos, víctima de un mica adecuada triunfarán con holgura de estas ciudades que
proteccionismo paralizador, le llega el momento de eclipsarse, han preferido permanecer aisladas. También los turcos avanzan:
lo hace ante un puerto vecino que ha crecido durante el último Esmirna, 1320, Nicea, 1331, Tracia, 1362, Tirnovo, 1393, Saló-
siglo del medioevo en un clima de gran libertad: la Amberes nica, 1430. La ruta tradicional hacia Oriente se cierra. 1434, ca-
moderna toma el relevo de la Brujas medieval, como la nieuwe bo Bojador, 1437, las Azores, 1482, el Zaire, 1485, el cabo de
draperie capitalista del país la de la antigua industria urbana y Buena Esperanza, 1497, Calicut; otra ruta se abre, pero parte de
corporativa. La prosperidad no desertará de los Países Bajos. Portugal e inaugura la era de la supremacía del Atlántico sobre
el Mediterráneo.
A pesar de las luchas que frecuentemente les enfrentan y cuya
causa suele ser más económica que política, las grandes ciu- Parecido destino aguarda a las ciudades de la Hansa teutónica,
dades italianas mantienen mejor que las flamencas su adelanto amenazadas por sus disensiones, su conservadurismo y los
sobre el resto del Occidente. Venecia y sobre todo Génova re- progresos de los Estados escandinavos. En el siglo XV aún son
fuerzan el monopolio de su comercio con Oriente y abren nue- las dominadoras del mar del Norte. Pero no lo seguirán siendo
vas oficinas en las islas de Asia Menor en Chios y Lesbos, en el en el XVI. En ese momento las ciudades del sur de Alemania,
mar Negro, en Caffa y Soldaia y hasta en el extremo del mar de estimuladas al final de la Edad Media por la proximidad de Vene- UNTREF VIRTUAL | 33
cia, por su posición a mitad de camino entre el Adriático y el cuanto a la arquitectura civil a la que a mediados del siglo XIII
Báltico y por la iniciación de la explotación minera de Europa dan vigoroso impulso y que después del 1300 lo cubre todo de
El Espíritu De La
central, superarán con mucho a las hanseáticas. torres de vigilancia, lonjas y ayuntamientos. A fines del siglo XIV Edad Media
y comienzos del siguiente, con el apoyo de los duques de
Así, mientras se va afirmando el absolutismo comienzan a dibu- Borgoña siguen brillando en escultura con un Sluter, y en pintu- Léopold Genicot
jarse los rasgos esenciales de la economía de los tiempos mo- ra con los Van Eyck y con un Dufay en música.
dernos: su clima de capitalismo liberal, sus métodos perfeccio-
nados de crédito, sus centros, Amberes, Inglaterra y el Atlántico. Por lo demás, sea cualquiera la actividad de esos centros y de
Pero se van dibujando lentamente. Hasta mediados del siglo XV otros menos importantes, las producciones científicas y litera-
Florencia y Brujas continúan siendo los polos comerciales de rias, ya que no artísticas, desde el año 1300 escasean más que
Occidente y una reglamentación cada vez más estricta frena las anteriormente. En todo caso las obras maestras se vuelven ra-
iniciativas y agrava los males que pretende curar. El fin de la ras. La media de los siglos XIV y XV resulta mediocre por com-
Edad Media, asolado por luchas políticas, también es entorpeci- paración con la de los siglos XII y XIII. Efecto en gran parte de
do por dificultades económicas y conflictos sociales. la desaparición de ese estimulante por excelencia que es el cre-
cimiento demográfico así como de la amplitud, gravedad y per-
La cultura no puede permanecer insensible a tales modificacio- sistencia de los desórdenes políticos y económicos.
nes del ambiente. Y la refleja tanto en el origen, como en el nú-
mero y características de sus producciones. Éstos no sólo tienen por resultado frenar el movimiento cultural.
Contribuyen también a imprimirle nuevos caracteres. Se reflejan
Francia, empobrecida y asolada, cesa de figurar a la cabeza de la en el pesimismo de ciertos escritores y en la predilección que
civilización occidental y de conducirla hacia nuevos destinos. A muchos artistas sienten por las escenas y los sentimientos paté-
pesar del interés que por artes y letras sienten los Valois, Francia ticos. Y de una manera general, parcialmente por culpa de estas
va perdiendo color poco a poco ante Italia o los Países Bajos, re- causas tantas obras de la época están faltas de equilibrio, aquel
giones más ricas, regiones de ciudades prósperas y cuya prospe- equilibrio que en tan alto grado presentaban las obras del perío-
ridad es lo bastante antigua como para que su burguesía no ten- do anterior.
ga como único objetivo hacer fortuna. Existe siempre una relación
entre los progresos económicos y el auge intelectual y artístico. Otro rasgo típico de la civilización medieval, la unidad, queda
Cuando nace una ciudad sus habitantes no tienen tiempo de preo- igualmente comprometida por la evolución del medio. Los es-
cuparse en otras cosas aparte la edificación de sus hogares o el fuerzos de los monarcas para crear el Estado y las luchas que
amasar la propia fortuna. Tras algunas generaciones, con la ri- se siguen suscitan o fortifican el sentimiento nacionalista. Los
queza y el porvenir asegurados, conciben ambiciones más nobles habitantes de cada país adquieren conciencia de lo que les es
y aspiran a adornar su existencia con las seducciones del arte y propio y común, la lengua, los intereses materiales o la herencia
del saber. Dante y Villani perciben perfectamente esta evolución de un pasado glorioso. La importancia de las ciudades conver-
del estado de ánimo en sus contemporáneos florentinos en los tidas por su riqueza en los centros de la vida social, confiere por
años entre el 1250 y el 1300. Gracias a ello como a la actuación otra parte un nuevo valor a estos caracteres específicos que
de algunos letrados y al mecenazgo de los Médicis, la ciudad del marcan fuertemente a sus burgueses. En el siglo XV, Occidente
Arno se convierte en la cuna del humanismo. Igualmente ricas de tiende además a fraccionarse en entidades culturales e incluso
antiguo, las ciudades de los Países Bajos disputan tales títulos de religiosas. Son vehementes las protestas de los ingleses contra
gloria a las italianas. Desde luego no en cuanto al renacimiento de las concesiones de beneficios a extranjeros. Las reformas de
una Antigüedad que no dejó huella alguna en su suelo, sino en Órdenes religiosas se operan por congregaciones nacionales. UNTREF VIRTUAL | 34
La herejía de Juan Hus es un asunto checo, el filósofo y sabio
Nicole Oresme escribe en francés, los historiadores Villani y Ló-
El Espíritu De La
pez de Ayala en italiano y español respectivamente, el místico Edad Media
Suso en alemán, su émulo Ruysbroeck el Admirable, en neer-
landés, el teórico de la política, John Fortescue, en inglés. Y en Léopold Genicot
sus obras suele haber algo más que una mera diferencia de
lengua: una diferencia de pueblo. Por ejemplo ¿cómo no recono-
cer en el monje de Groenendael, ese especulativo que alcanza
las más altas cimas de espiritualidad sin perder el sentido de lo
concreto, un antepasado de los artistas flamencos que al pintar
la realidad con minuciosa exactitud traducen los estados del al-
ma? Así principian civilizaciones distintas que sustituyen a la
civilización única que conoció el siglo XIII. O más exactamente,
sobre un mismo tema se comienza a oír variaciones nacionales.
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