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Con el título “La mierda flota” se invita a recorrer una continuidad de relatos que se leen con
la sensación de estar al límite todo el tiempo. La escritura de César González genera en la
persona lectora el efecto de tener poco aire pero, a su vez, la necesidad de seguir leyendo
para saber qué va a pasar.
El niño resentido narra la vida de un niño que puede reflejar la vida de muchas infancias de
nuestro país: vivir en una villa, con necesidades básicas insatisfechas, vulnerables a
distintos tipos de violencias, y siempre a mano del abuso de las fuerzas de seguridad. En
precarias condiciones de supervivencia, César de adolescente se propuso y logró lo que él
llama una “frenética, alocada, vertiginosa e infernal vida delictiva” (González, p.178).
Si bien, el alimento es importante y muchas veces escasea, González cuenta que de
pequeño fue estimulado por su abuela y su madre a ver películas y, por amigos del barrio, a
conocer diferentes géneros de música. Todo esto lo construyó como espectador desde muy
temprana edad y vaya si marcaría su vida.
En cuanto a la droga, la voz de González deja muy en claro la relación de amor-odio que
transitó con la cocaína porque, una vez inmerso en el consumo, llegó a ser indiferente del
daño que se causaba a sí mismo y del sufrimiento provocado a su entorno. Y eso no lo
enorgullece.
César González nació en 1989 y se crió en la villa Carlos Gardel. Estuvo preso desde los
dieciséis hasta los veintiún años. En la cárcel creó la revista Todo piola, un espacio literario
que se extendió durante tres años. Al recuperar la libertad estudió algunos años en la
carrera de Filosofía. Las buenas marcas de su infancia dieron su fruto: con un poder de
observación privilegiado desarrolló una carrera de cineasta y cuenta en su haber con cuatro
largometrajes de ficción: Diagnóstico Esperanza (2013), ¿Qué puede un cuerpo? (2014),
Exomologesis (2016), Atenas (2019); un documental, Corte rancho (2014); y dos
cortometrajes, Truco y Guachines, ambos de 2014.
Se desempeña como columnista en distintos medios independientes y también como
productor musical. Escribió cuatro libros de poesía: La venganza del cordero atado (2010),
Crónica de una libertad condicional (2014), Retórica al suspiro de queja (2015) y Rectángulo
y flecha (2021). El fetichismo de la marginalidad, libro de ensayo publicado en 2021. Por
último en 2023 publicó El niño resentido, su autobiografía.