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[IMPEDANCIOMETRÍA
DINÁMICA]
REFLEJO ACÚSTICO EN LAS HIPOACUSIAS CONDUCTIVAS
IMPEDANCIOMETRÍA DINÁMICA
I Introducción y generalidades
--- H.C. de 20 dB. de pérdida en VA UT: 20 dB. UR: 100 dB. I s/u: 80 dB. +
--- H.C. de 30 dB. de pérdida en VA U.T.: 30 dB. UR: 110 dB. I s/u: 80 dB.+
--- H.C. de 55 dB. de pérdida en VA UT: 55 dB. UR: 120 dB. I s/u: 65 dB. –
OI normal
Para las H.C. unilaterales leves a moderadas (pérdida auditiva inferior a 50 dB.),
siendo el oído opuesto normal o sin afección en el oído medio, podemos dar la
siguiente regla: el reflejo está ausente cuando la probeta está en el oído con
patología conductiva (la excepción es la disfunción tubaria leve y la fractura en
cruras del estribo). Y está presente cuando la probeta está en el otro oído
(opuesto) donde no hay alteraciones del oído medio. Y al estimular el oído
conductivo el UR va a estar elevado en la misma proporción que desciende el
umbral tonal, manteniéndose la int. s/u dentro de valores normales (entre 70 y 90
dB. s/u tonal; promedio 80 dB. s/u tonal).
Fig. 3: Arco reflejo OD con patología de O. Medio (otoesclerosis). El óvalo azul representa el sitio
de la lesión
Referencias:
OD est. OI ind.: (Ver “1” en fig. 5): el reflejo va a estar ausente (negativo), pues en
el oído efector o indicador existe una OME. Ya hay una condición que no se
cumple para que el reflejo sea positivo y es que el oído efector tiene una patología
que impide la producción de dicho reflejo. Por ende, en UR, colocamos las
intensidades de máximo rendimiento (120 dB. en este caso), consignamos el
umbral tonal en UT (del oído estimulado) y efectuamos las restas respectivas para
calcular la int. s/u.(ver.fig.4) Repetimos que en este caso, la negatividad del reflejo
es por el oído efector, no por el oído receptor; por ende el campo no se analiza al
estar abolido el reflejo por la afección del OI indicador. Tal cual se dijo en el
ejemplo previo, cuando el problema es del oído indicador afecta a todas las
frecuencias por igual. El oído efector deja o no deja salir el reflejo y, cuando no lo
deja salir (como en este caso), eso sucede para todas las frecuencias.
OI est. OD ind. (ver “2” en fig. 5): se observa que el oído indicador (OD) solo tiene
una disfunción tubaria leve, por lo cual va a dejar salir el reflejo. Recordemos que
la disfunción tubaria leve y la fractura en cruras del estribo constituyen las
excepciones. Pero tenemos que ver qué pasa en el oído estimulado (OI en este
caso). Y en el OI nos encontramos con una H.C. entre 20 y 35 dB. de pérdida en
la VA. Por ende, hay que analizar si tenemos campo para que se produzca el
reflejo, lo cual se hace frec. por frec. (ver fig. 4: gráfico). En la frec. 500 Hz., el UR
está en 110 dB y el UT en 30 dB., por lo cual el campo pre-estapediano es de 80
dB (I s/u). En la frec. 1.000 Hz, el UR está en 110 dB. y el UT en 35 dB., por el
cual el campo pre-estapediano es de 75 dB. (I s/u). En la frec. 2.000 Hz., el UR
está en 100 dB. y el UT en 20 dB., por lo cual el campo pre-estapediano es de 80
dB.(I s/u). Y en la frec. 4.000 Hz., el UR está en 120 dB. y el UT en 30 dB., por lo
cual el campo pre-estapediano es de 90 dB. (I s/u). En consecuencia, al presentar
el OI una H.C. (siendo el OD opuesto normal como efector, pues la disfunción
tubaria leve no lo altera), el reflejo se va a producir entre 70 y 90 dB. s/u tonal
(igual que en un oído normal).y, como en este caso alcanza el campo, el reflejo se
desencadena. El umbral tonal está descendido, el umbral de reflejo aumentado
(mayor a 100 dB, salvo en el tono 2.000 Hz.) en igual proporción al descenso del
UT y la int. s/u normal. Es lo que ocurre en las H.C. unilaterales con pérdidas
inferiores a 50 dB., como en este caso.
Reiteramos la regla que pusimos en el caso anterior para H.C. unilaterales leves a
moderadas (pérdida inferior a 50 dB.), siendo el oído opuesto normal o sin
afección en el oído medio: el reflejo está ausente cuando la probeta está en el
oído con patología conductiva (la excepción es la disfunción tubaria leve y la
fractura en cruras del estribo). Y está presente cuando la probeta está en el otro
oído (opuesto) donde no hay alteraciones del oído medio. Y al estimular el oído
conductivo el UR va a estar elevado en la misma proporción que desciende el
umbral tonal, manteniéndose la int. s/u dentro de valores normales (entre 70 y 90
dB. s/u tonal; promedio 80 dB. s/u tonal).
Fig. 4: ATL e Impedancia OD HC por disf. tubaria leve OI: H.C. por OME
Fig. 5: Arco reflejo: OI con patología de O. Medio (OME). El redondel azul representa el sitio de la
lesión
Referencias:
Nota: Al tratarse el O.D. de una H.C. leve por disfunción tubaria (también leve) y al
haber reflejos positivos, tanto contra como ipsilaterales, cuando dicho oído
derecho es indicador, en la ATL la pérdida de V.A. tiene ser muy leve (entre 15-20
dB. como máximo) y más que nada limitada a las frecuencias graves. No puede
jamás en un caso así existir un Rinne negativo. En adultos, cuando presentan una
disfunción tubaria leve, a veces ni siquiera hay gap.
--- Caso Nro. 3 (ver figs. 6 a 8)
OD: normoacusia
Incluimos como caso una parálisis facial pues éstas, al ser casi exclusivamente
unilaterales, si la lesión es supraestapediana, se comportan para el reflejo igual
que una H.C. unilateral. O sea, dicho reflejo está abolido cuando el oído que
padece la parálisis facial es indicador o efector. En las parálisis infraestapedianas,
el reflejo no se altera; o sea, es positivo.
OD est. OI ind.: (Ver “1” en fig. 8): el reflejo va a estar ausente (negativo), pues en
el oído efector o indicador existe una parálisis facial supraestapediana. Ya hay una
condición que no se cumple para que el reflejo sea positivo y es que el oído
efector tiene una patología que impide la producción de dicho reflejo. Por ende, en
UR, colocamos las intensidades de máximo rendimiento (120 dB. en este caso),
consignamos el umbral tonal en UT (del oído estimulado) y efectuamos las restas
respectivas para calcular la int. s/u.(ver.fig. 4) Repetimos que en este caso, la
negatividad del reflejo es por el oído efector, no por el oído receptor; por ende el
campo no se analiza al estar abolido el reflejo por la afección del OI indicador. Tal
cual se dijo en los ejemplos previos, cuando el problema es del oído indicador
afecta a todas las frecuencias por igual. El oído efector deja o no deja salir el
reflejo y, cuando no lo deja salir (como en este caso), eso sucede para todas las
frecuencias.
OI est. OD ind. (ver “2” en fig. 8): se observa que el oído indicador (OD) es normal,
por lo cual va a dejar salir el reflejo. Pero tenemos que ver qué pasa en el oído
estimulado (OI en este caso). Y en el OI nos encontramos con audición normal,
por lo cual va a haber campo para que se produzca el reflejo en todas las
frecuencias. (ver fig. 7: gráfico). Entonces, el reflejo se va a producir entre 70 y 90
dB. s/u tonal en cualquiera de las frecuencias.
En síntesis, en las parálisis faciales el reflejo está ausente cuando la probeta está
colocada en el oído que padece dicha patología. Se comporta igual que en una
H.C. unilateral leve a moderada..
Fig. 8: Arco reflejo: OI con parálisis facial. El redondel azul representa el sitio de la lesión
Referencias:
OI: normoacusia
Fig. 11: : Arco reflejo: OD con H.C. severa . El redondel azul representa el sitio de la lesión
Referencias:
En este caso, ambos efectores están lesionados, pues existe una otoesclerosis
bilateral (ver fig. 14). Por ende, ninguno de los reflejos contra e ipsilaterales van a
estar presentes. Ambos reflejos contralaterales y ambos reflejos ipsilaterales van a
ser negativos. En el gráfico respectivo (ver fig. 13), en UR, se consignan los
máximos rendimientos en estimulación contra e ipsilateral para cada frecuencia y
se anotan los respectivos umbrales tonales en la modalidad contralateral, para
luego efectuar las restas correspondientes. Demás está decir que cuando la
negatividad de los reflejos obedece a patología del efector, el campo no se evalúa.
Si en vez de una H.C. bilateral por otoesclerosis tuviésemos una H.C. bilateral por
OME, o por disfunción tubaria severa, los reflejos darían igual que en este caso:
negativos en a/o, contra e ipsilateralmente, por afección de ambos efectores. La
diferencia estaría dada por la timpanometría.
Fig. 12: OD y OI: H.C. simétrica por otoesclerosis
Fig. 13: Timpanometría y Reflejos: OD y OI: H.C. simétrica por otoesclerosis
Fig. 14: : Arco reflejo: OD y OI con H.C. simétrica por otoesclerosis . Los redondeles azules
representan los sitios de las lesiones
Referencias:
OI: Normoacusia
La disgenesia es una malformación del oído por lo cual éste es anormal desde el
punto de vista anatómico. Habitualmente el pabellón auricular o no existe o es muy
pequeño (microtia) y deformado, tampoco suele haber CAE y dicha malformación
también puede involucrar al oído medio. De ahí que el paciente presenta una
hipoacusia importante que, cuando compromete al oído externo y medio, está
alrededor de los 60 dB. Se la denomina también atresia aural congénita o
Síndrome de microtia-atresia. Es un defecto congénito que se produce en uno de
cada 10.000 o 15.000 recién nacidos vivos, a predominio unilateral (80% de los
casos). Es más común en el sexo masculino y, en cuanto al oído, se da más en el
OD que en el OI.
OD est. OI ind.: el oído efector es normal, por lo cual no impide la salida de los
reflejos. Pero hay que ver qué pasa con el oído estimulado o receptor (OD). Como
la pérdida de VA está entre 55-60 dB., no alcanza el campo para que se
produzcan, de ahí que son negativos (ver fig. 16: gráfico). Cuando se estimula el
OI en forma ipsilateral, al ser un oído normal como receptor y efector, el UR va a
estar entre 80 y 100 dB. (en este caso, entre 80 y 95 dB.) (ver fig. 16)
Fig. 15: OI: normoacusia OD: H.C. severa por disgenesia
Fig. 16 OI: Normoacusia OD: no se toma por disgenesia
Fig. 17: Arco reflejo OI: normoacusia OD: H.C. severa por disgenesia El redondel azul representa
el sitio de la lesión
Referencias:
1: Vía contralateral OD est. OI ind.
2: Vía contralateral OI est. OD ind.
3: vía ipsilateral OD est. e ind.
4: vía ipsilateral: OI est. e ind.
--- Caso Nro. 7 (ver figs. 18 a 20)
OD: Normoacusia
OI est. OD ind.: el oído efector es normal, por lo cual no impide la salida de los
reflejos. Pero hay que ver qué pasa con el oído estimulado o receptor (OI). El OI
presenta una H.C. con pérdida de la VA entre 30 y 40 dB.. Como alcanza el
campo, el UR está entre 110 y 120 dB. (ver fig. 18), de tal manera que la int. s/u
(nivel de sensación del reflejo o campo estapediano) está entre los 75 y 85 dB.
s/u. (ver fig. 19). Al estimular el OD en forma ipsilateral, al ser un oído normal
como receptor y efector, el UR va a estar entre 80 y 100 dB. (en este caso, entre
80 y 90 dB.) (ver fig. 19)
Fig. 18 OD: normoacusia OI: H.C. moderada por perforación timpánica.
Fig. 19 OD: normoacusia OI: no se toma por perforación timpánica
En este caso no se
realiza la prueba en OI por presentar perforación timpánica
Fig. 20: Arco reflejo OD: normoacusia OD: H.C. por perforación timpánica. El redondel azul
representa el sitio de la lesión
III Formas especiales o atípicas del reflejo
4 Reflejo invertido: Es al revés que el normal. (ver fig. 23). Se produce una
deflexión negativa o de relajación (disminución de la impedancia) que dura todo el
tiempo que está el estímulo, en lugar de la clásica deflexión positiva que se origina
cuando el reflejo está presente y que indica un aumento de la impedancia. . No
desaparece tras la relajación muscular que provoca una anestesia y se lo ve en
cadáveres. Es por eso que muchos autores lo consideran un artefacto, una
respuesta parásita; o sea, un efecto puramente mecánico. Suele verse en
estimulación ipsilateral (muy raro en la contralateral) en casos de otoesclerosis y
también en hipoacusias perceptivas severas, profundas o anacusias.
A modo de resumen, daremos los patrones de Jerger pues son muy clásicos y
esquemáticos como para comprender bien el comportamiento del reflejo en la
patología conductiva unilateral y en las parálisis faciales. No establece patrón para
las H.C. bilaterales, pues en ese caso el reflejo va a estar abolido en a/o, salvo en
las excepciones que ya conocemos.
Los cuatro reflejos, ambos contralaterales y ambos ipsilaterales son normales (UR
entre 70/80 a 100 dB. HL)
2 Patrón Hipoacusia Conductiva Leve en OI (en cuanto a grado de pérdida) (fig.
25)
--- elevados (UR mayor a 100 dB.) cuando se estimula con el auricular al OI (H.C.)
y la probeta está en el OD (opuesto, normal). Recordemos que esta elevación del
UR es proporcional al descenso del UT, de tal manera que el campo pre-
estapediano es normal. Pero como acá Jerger solo analiza el UR, lógicamente
éste va a estar elevado (fig. 26).
Con esto, damos por finalizado el estudio del reflejo estapediano en las
hipoacusias de transmisión aclarando que, si bien es importante la valoración de
los reflejos, en la mayoría de las H.C. si son bilaterales, el reflejo está ausente,
con las excepciones ya conocidas. Y si son unilaterales afectan al oído cuando es
indicador o efector pues, si es estimulado, la aparición del reflejo va a depender
del campo. Y el campo jamás se altera en las H.C., sino que se desplaza.
Bibliografía