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EMBA

Escuela de Música de Buenos Aires

Cátedra: Etica y Deontología profesional

Docente: Mg. Gustavo Rodríguez Espada

Eso de la “Moral”…, qué tiene que ver con la Etica?

Tips difíciles y aburridos para comprender la diferencia!

Nos aprovechamos un poco de Don Fernando Savater, quien nos cuenta


que “moral” y “morada” vienen de la misma raíz latina, lo que ayuda a
entender esta definición de Moral, que nos será muy pero muy útil…

Moral: Costumbres de las gentes que viven en un lugar

Una maravilla!
Con dos consideraciones importantes:

A) Nada dice del Bien o el Mal…, solo son las costumbres.


B) El “lugar”, hace 25 siglos era solo geográfico, pero hoy, es pensable
como virtual (lo estamos habitando ahora!), como simbólico, y en
especial, como lugar de una comunidad profesional.
Entonces, nosotros somos esas gentes que viven en una comunidad, lugar
profesional. Somos la Comunidad de Profesionales de la Industria de la
Música, y, claro, tenemos nuestras “costumbres”…, volvemos sobre esto
mas adelante…, cuáles serán esas costumbres?

La Moral es sólida, se hereda, se instruye, se replica, se controla y se


sanciona su no-cumplimiento. Todos quienes participamos de esta
conversación tenemos una Moral satisfactoria y creemos con bastante
convicción que sabemos qué es el Bien y qué el Mal…

Ahora viene un cuento, como los de Savater.

En un pasado mítico y remoto, en la ladera de un volcá n, había una aldea. Ladera


abajo, había un pantano bastante pestilente, pero como estaba lejos no molestaba,
y algunos habitantes de la aldea bajaban cada tanto vaya uno a saber para qué.
La gente vivía muy bien en la aldea, pero en algú n momento comenzaron a
enfermarse, padecer y morir. No fue fá cil, pero los sabios ancianos conjeturaron
que los dioses estaban de mal humor porque no querían que los habitantes de la
aldea bajen al pantano. Luego de conferenciar un poco, prohibieron a todos y todas
bajar y penaron con la muerte o el destierro a quienes lo hicieran. Y funcionó !
Dejaron de enfermarse, sanaron, recuperaron la buena vida. Satisfechos, en ellos se
instaló la só lida costumbre de no bajar al pantano. Bajar al pantano era el Mal. La
principal ley moral desde ese momento fue No Bajar al Pantano.
Esta ley se transmitía de abuelos a padres y a hijos, y llegó a marcar tanto a los
habitantes de la aldea que se llamaban a sí mismos “Los que no bajan al pantano”, y
de las otras aldeas cercanas también los llamaba así. Estaban orgullosos de ello!
Pero, como en todo cuento serio, algo terrible tiene que pasar, y qué mejor en este
caso, que el viejo volcá n vuelva a hacer erupció n…, y la lava comience a bajar,
candente y roja por la ladera…, lenta y directamente hacia la aldea…,
Chaaaaannn…!!!
Como ocurre en estos casos, los medios de comunicació n negaron que tal cosa
estuviere pasando. Cuando ya fue muy evidente, le echaron la culpa al gobierno
anterior, y cuando la inquietud de todo el pueblo fue incontenible, hubo que
ponerse a pensar, entre todos, qué hacer…, y de allí surgieron al menos tres
alternativas:
La primera, los habitantes de moral menos conservadora, o acaso má s débil,
decidieron bajar al pantano, huir, quebrar la ley moral bá sica. Al grito de
“Rajeeemooos…!!! Después arreglamos con los dioses…!!!
La segunda, otros, mas apegados a esa ley, pensaron “Si nos quedamos, damos
muestras de confianza y fe en los dioses, ellos (y/o ellas!) detendrán la lava y todo
volverá a la normalidad”, y prefirieron quedarse, aunque algo inquietos, claro…
Y algunos, aú n má s intensos en sus convicciones, dijeron “Nos quedamos. Y si la
lava nos calcina, bien estará, pero no quebraremos la ley moral, porque creemos que
hay una causa, una razón, que es aún más importante que nuestra propia vida”

Fin del cuento. (Lamento no saber qué pasó después…)

Aquí volvemos a nuestro objeto de estudio: La Etica. Los habitantes de la


aldea hicieron, precisamente un proceso reflexivo crítico, al respecto de su
moral, y a partir de allí, eligieron.
La Etica es ese proceso que nos permite elegir. Expandir nuestra liberta. O
mejor, producir libertad.

En estos momentos históricos tan singulares, ahora mismo, estamos


dándonos un saludable tiempo de pensamiento ético. Y si es compartido,
tanto mejor.

Seguimos la próxima!

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