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Posterior a la segunda guerra mundial, el panorama político mundial quedo constituido por
dos grandes potencias que representaban dos polos políticos opuestos: Estados Unidos y la
Unión Soviética. De esta forma, el capitalismo y el comunismo quedaban confrontados
como los modelos socioeconómicos en el mundo en un enfrentamiento ideológico, cultural,
político, económico y tecnológico que se denominó como Guerra Fría. La Guerra Fría,
liderada por estas dos superpotencias, se manifestó en Latinoamérica de tal forma que la
región fue disputada como un área de influencia para el dominio de las superpotencias. Es
en este contexto que la Revolución Cubana, que rápidamente acogió un corte socialista,
surge como una insurrección no solo ante la dictadura de Batista en el país
centroamericano, sino que además desafía al dominio que pretendía imponer Estados
Unidos en Latinoamérica. La Revolución Cubana inspira a la creación de movimientos
revolucionarios de izquierda en Latinoamérica, que buscan replicar lo sucedido en Cuba en
sus propios países. Al mismo tiempo, Estados Unidos, temeroso de la posibilidad de nuevas
insurgencias en otros países latinoamericanos, adopta una serie de medidas
antirrevolucionarias como la Alianza para el Progreso y la Doctrina de Seguridad Nacional.
De este modo, se configura una lógica imperialista por parte de los Estados Unidos, que
pretende aplastar el derecho a soberanía y autodeterminación de los pueblos y comienza
con una historia de intervención política, económica y electoral contra los países
latinoamericanos. Los movimientos revolucionarios de Latinoamérica se posicionaron en
una lucha revolucionaria antiimperialista con un fuerte sentido patriota en sus
orientaciones, que apunta a defender el derecho a autodeterminación de los pueblos
latinoamericanos.
Los autores que se estudiaran a continuación sitúan sus relatos en el contexto de estos
acontecimientos. Sus planteamientos aportaran a la reflexión acerca del impacto que supuso
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Fernández Retamar, Roberto “Caliban”. En: Pensamiento anticolonial de Nuestra América. (Buenos Aires: CLACSO-Casa de las
Américas. 2016)
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Sergio Guerra. Breve historia de América Latina. Capítulo 8: El impacto de la revolución cubana.(Editorial de Ciencias Sociales. 2006)
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Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo? (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961)
la Revolución Cubana para el devenir político-económico de América Latina y qué tipo de
pensamientos o visiones ideológicas se vieron fortalecidas producto de la confrontación
entre el imperialismo norteamericano y los movimientos revolucionarios anticolonialistas
de Latinoamérica.
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Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo? (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961) 1, 2.
Por otra parte, Guevara explica una serie de características en las sociedades
latinoamericanas, que a su juicio, priman más que los factores excepcionales que el nombró
para determinar la posibilidad de efectuarse una revolución. Estas características las llama
denominadores comunes. Explica la presencia del latifundio como “fenómeno que asoma
sin excepciones en todos los países de América y que ha sido substrato de todas las
injusticias cometidas desde la época en que el rey de España concediera a los muy nobles
conquistadores las grandes mercedes territoriales”5. Guevara argumenta como el latifundio,
en su alianza con el imperialismo norteamericano, consolida un sistema económico basado
en la competencia y que se sostiene de la explotación del obrero o del campesino trabajador
de la tierra. El bajo salario que recibe el trabajador a cambio de su fuerza laboral y el
desempleo que genera cada vez más bajos salarios es esa contradicción del sistema que
Guevara identifica como presente en todos los pueblos latinoamericanos y que llama
“hambre de pueblo”.
Plantea como la agudización de este fenómeno conlleva inevitablemente a la emancipación
del pueblo ante las injusticias presentadas. Para finalizar su texto, Guevara hace un
recuento de las dificultades que tendrían los movimientos revolucionarios latinoamericanos
para llevar a cabo una revolución como la cubana, contemplando el rol ejercido por la
burguesía, los militares y el gobierno. Presenta su visión de relativo rechazo a la vía
electoral debido a la improbabilidad de que una vía revolucionaria triunfe en este espacio
naturalmente manejada por la institucionalidad propiamente burguesa, y que además,
incumbe la escasa probabilidad de que las fuerzas armadas se alineen con un gobierno
revolucionario que atente contra sus intereses.
El proyecto emancipador latinoamericano que propone Guevara es una lucha justamente
anticolonial. Desde esta perspectiva se orientan los movimientos revolucionarios
latinoamericanos inspirados en el ejemplo de la revolución cubana, que en su misión de
enfrentar al imperialismo norteamericano que amenaza con avasallar con la soberanía
nacional, alzan la voz de un pensamiento nuestroamericano en la lucha política.
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Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo?. (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961) 4
la revolución cubana se tomó como ejemplo para derrocar a los regímenes autoritarios que
vivían aquellos países. Del mismo modo, menciona la radicalización de organizaciones
políticas en algunos países y el surgimiento de movimientos revolucionarios, como es el
caso de la separación del partido Acción Democrática en Venezuela o la creación del
APRA Rebelde en Perú. Este conjunto de fenómenos políticos, Guerra los define como
“una época de gran efervescencia social y política en América Latina, caracterizada por
significativos combates revolucionarios y antiimperialistas, poderosas luchas obreras
(…).”6 Con todo esto, el autor plantea que la revolución cubana, sin duda, fue el punto
detonante de una oleada revolucionaria en América Latina, que si bien ya estaba inmersa en
un contexto intensa agitación social, hizo crecer fuertemente la lucha antiimperialista en los
movimientos revolucionarios de Latinoamérica.
El impacto de la revolución cubana y el avance de los movimientos insurgentes vino
acompañado de la acción contrarrevolucionaria de Estados Unidos, que en su afán dejar
lugar a otra posible revolución como la cubana en territorio americano, tomo medidas
represivas y de intervención político-económica en la región latinoamericana. Guerra indica
la expulsión de Cuba de la OEA como el primer paso para aislar a Cuba de los demás
países latinoamericanos. La Alianza para el Progreso fue un programa de desarrollo
económico que proporcionó Estados Unidos a los países latinoamericanos para alejar al
continente de la acción revolucionaria. En esta misma línea, el gobierno norteamericano no
dudó en apoyar golpes de estado y dictaduras militares que mantuvieran alejados a sus
países de levantar alzamientos revolucionarios. “Lo más característico de la contraofensiva
derechista de los años sesenta fueron las asonada militares “preventivas”, que
transformaron sustancialmente el panorama hemisférico, en consonancia con las medidas
adoptadas por los círculos gubernamentales de Washington para defender sus intereses en
la región”7, de esta forma, las dictaduras militares formaron parte de las herramientas
represivas que utilizó el gobierno norteamericano para contener la oleada revolucionaria en
Latinoamérica. Grupos guerrilleros y movimientos armados nacieron como respuesta a la
represión contrainsurgente propuesta por los Estados Unidos. El autor relata como
organizaciones revolucionarias como el Frente Sandinista de Liberación Nacional
(Nicaragua), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Perú), el Ejército de Liberación
Nacional (Colombia), el Ejército Guerrillero del Pueblo (Argentina), entre otros,
encabezaron una lucha encomendada a detener las medidas represivas impuestas por el
imperialismo norteamericano. Aun así, Guerra da a conocer como los regímenes
autoritarios se mantienen en el poder un largo tiempo durante la década de los 70’ en
América Latina, consolidando, según el autor, “un reordenamiento despiadado de las
economías latinoamericanas en función de los requerimientos del sistema capitalista” 8.
En suma, el autor valora el impacto de la revolución cubana como el inicio de un período
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Sergio Guerra. Breve historia de América Latina. Capítulo 8: El impacto de la revolución cubana.(Editorial de Ciencias Sociales. 2006)
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histórico en Latinoamérica de grandes procesos de cambio, que son protagonizados por el
nacimiento de movimientos revolucionarios que levantan una lucha revolucionaria, y que
provocan la respuesta represiva de los Estados Unidos. A su vez, remarca el significado que
produjo el involucramiento de los militares en la política latinoamericana. Casos como el
peruano y el panameño son una clara demostración del creciente sentido nacionalista y
antiimperialista que adquirieron instituciones que a lo largo de su historia habían expresado
un tradicionalismo muy contraproducente a decantarse por una senda anticolonialista. Por
otra parte, indica la relevancia del advenimiento de las dictaduras militares en América
Latina, que significó detener y acabar con las conquistas alcanzadas por los pueblos
latinoamericanos. Es un texto en el que Guerra relata de manera muy clara como la
Revolución Cubana fue el punto clave del comienzo de una lucha antiimperialista en la
organización popular de América Latina, y que en el fondo estableció una confrontación
entre un pensamiento anticolonial latinoamericanista y una lógica de dominación colonial
norteamericana.
De acuerdo a lo analizado en los textos de los autores estudiados, es posible dar una
respuesta más clara al impacto que tuvo la revolución cubana en el desarrollo político de
América Latina. Tal como lo remarcó Guerra, la Revolución Cubana puso en jaque a la
hegemonía norteamericana en la región de Latinoamérica. La insurrección liderada por
Fidel Castro y Ernesto Guevara supuso una fuerte amenaza contra el dominio
estadounidense, ya que no solo estableció un estado socialista a pocos kilómetros de
territorio norteamericano, sino que también hizo ver la real posibilidad a los demás países
latinoamericanos de que una revolución como la cubana era seriamente factible. Este temor
producido en el gobierno norteamericano lo condujo a desarrollar una política
intervencionista contra los países latinoamericanos. El desarrollo político de América
Latina se vio fuertemente determinado por las acciones que realizó el gobierno
estadounidense para frenar el avance del socialismo en el continente. La Alianza para el
Progreso, la Doctrina de Seguridad Nacional y la Escuela de las Américas son ejemplos de
injerencionismo estadounidense contra la autonomía nacional de los países
latinoamericanos. La lógica intervencionista estadounidense condujo al continente
latinoamericano a experimentar violentos golpes de estado y dictaduras militares apoyados
y financiados por la inteligencia norteamericana. Al mismo tiempo, el impacto de la
Revolución Cubana en América Latina hizo surgir una serie de movimientos
revolucionarios que, buscando imitar el ejemplo cubano, levantaron una lucha
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Fernández Retamar, Roberto “Caliban”. En: Pensamiento anticolonial de Nuestra América. (Buenos Aires: CLACSO-Casa de las
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antiimperialista que fortaleció un pensamiento y un sentimiento “nuestroamericano” en la
masa popular latinoamericana. Organizaciones y movimientos revolucionarios como el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Chile o los Tupamaros en Uruguay son, entre
muchos otros, claros ejemplos de organizaciones armadas de orientación guevarista con un
pensamiento latinoamericanista y antiimperialista como sus principales líneas ideológicas.
La aparición de otros grupos guerrilleros en resistencia a las dictaduras militares continuó
este enfoque antiimperialista en Latinoamérica por muchos años, pese a la represión
norteamericana.
Para finalizar este informe, resulta pertinente realizar una breve relación de continuidad con
lo sucedido en el período histórico estudiado y la actualidad. El intervencionismo
norteamericano en Latinoamérica se manifestó en la segunda mitad del siglo XX apoyando
candidatos políticos contrarrevolucionarios, impulsando golpes de estado, provocando
dictaduras militares, asesorando organizaciones contrainsurgentes y esparciendo la doctrina
anticomunista en las fuerzas armadas de distintos países. La reciente desclasificación de
documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) acerca de sus planes de
intervención política en el siglo XX acredita la veracidad de estos hechos. Sin embargo,
¿qué certeza tenemos de que esta misma injerencia político-económica norteamericana que
vivió América Latina el siglo pasado, no sigue ocurriendo en la actualidad? Estados
Unidos, posicionado como primera potencia económica los últimos treinta años, continúa
en disputa por mantener su posición hegemónica a nivel mundial, esta vez ante la
República Popular China. A pesar de la caída de los regímenes comunistas orientales
liderados por la Unión Soviética, el avance de gobiernos progresistas que amenacen la
hegemonía cultural-ideológica neoliberal promovida por el ideario norteamericano sigue
siendo una preocupación para los Estados Unidos. Los posibles casos de bloqueo
económico al gobierno socialista venezolano de Nicolás Maduro, y la supuesta injerencia
político-electoral en el contexto de elecciones del gobierno de Evo Morales, dan cuenta de
que la ambición imperialista norteamericana por mantener una Latinoamérica subordinada
a sus intereses aún no ha cesado. De todas formas, dado que todavía no existen
investigaciones serias que verifiquen estos sucesos, y al ser todavía procesos en pleno
desarrollo, es difícil establecer un juicio claro al respecto de estas suposiciones. Sin duda,
es un tema interesante de profundizar y que nos lleva a reflexionar y a cuestionar cuál debe
ser nuestra posición como latinoamericanos frente a esta ininterrumpida amenaza
colonialista.
Bibliografía: