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Profesor: Daniel Faure

Ayudante(s): Valentina Pontanilla, Constanza Bustos y Camila Ayala


Estudiante: Ignacio Fredes

El presente informe tendrá como tema principal analizar el impacto de la Revolución


Cubana en el desarrollo político de América Latina y en la configuración de un
pensamiento “nuestroamericano”. Para eso se analizaran los planteamientos de Fernandez
Retamal, Sergio Guerra y Ernesto Guevara en sus textos “Pensamiento anticolonial de
nuestra América. Capítulo: Caliban”1, “Breve Historia de America Latina” 2 y Cuba:
¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo?” 3 respectivamente. Se
hará una relación entre los escritos de los autores nombrados y la problemática presentada
al inicio y se finalizará el informe desarrollando una respuesta a dicha problemática
integrando el estudio de los autores analizados.

Posterior a la segunda guerra mundial, el panorama político mundial quedo constituido por
dos grandes potencias que representaban dos polos políticos opuestos: Estados Unidos y la
Unión Soviética. De esta forma, el capitalismo y el comunismo quedaban confrontados
como los modelos socioeconómicos en el mundo en un enfrentamiento ideológico, cultural,
político, económico y tecnológico que se denominó como Guerra Fría. La Guerra Fría,
liderada por estas dos superpotencias, se manifestó en Latinoamérica de tal forma que la
región fue disputada como un área de influencia para el dominio de las superpotencias. Es
en este contexto que la Revolución Cubana, que rápidamente acogió un corte socialista,
surge como una insurrección no solo ante la dictadura de Batista en el país
centroamericano, sino que además desafía al dominio que pretendía imponer Estados
Unidos en Latinoamérica. La Revolución Cubana inspira a la creación de movimientos
revolucionarios de izquierda en Latinoamérica, que buscan replicar lo sucedido en Cuba en
sus propios países. Al mismo tiempo, Estados Unidos, temeroso de la posibilidad de nuevas
insurgencias en otros países latinoamericanos, adopta una serie de medidas
antirrevolucionarias como la Alianza para el Progreso y la Doctrina de Seguridad Nacional.
De este modo, se configura una lógica imperialista por parte de los Estados Unidos, que
pretende aplastar el derecho a soberanía y autodeterminación de los pueblos y comienza
con una historia de intervención política, económica y electoral contra los países
latinoamericanos. Los movimientos revolucionarios de Latinoamérica se posicionaron en
una lucha revolucionaria antiimperialista con un fuerte sentido patriota en sus
orientaciones, que apunta a defender el derecho a autodeterminación de los pueblos
latinoamericanos.
Los autores que se estudiaran a continuación sitúan sus relatos en el contexto de estos
acontecimientos. Sus planteamientos aportaran a la reflexión acerca del impacto que supuso
1
Fernández Retamar, Roberto “Caliban”. En: Pensamiento anticolonial de Nuestra América. (Buenos Aires: CLACSO-Casa de las
Américas. 2016)
2
Sergio Guerra. Breve historia de América Latina. Capítulo 8: El impacto de la revolución cubana.(Editorial de Ciencias Sociales. 2006)
3
Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo? (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961)
la Revolución Cubana para el devenir político-económico de América Latina y qué tipo de
pensamientos o visiones ideológicas se vieron fortalecidas producto de la confrontación
entre el imperialismo norteamericano y los movimientos revolucionarios anticolonialistas
de Latinoamérica.

Guevara en su texto “Cuba: Excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el


colonialismo?” explica las condiciones políticas, sociales y económicas en las que fue
posible la Revolución Cubana y establece una breve comparación con la realidad de los
demás países latinoamericanos. Guevara pone en duda la tesis de afirma que la Revolución
Cubana fue un caso excepcional en América Latina, y sostiene, por el contrario, que es
posible la realización de una revolución similar a la cubana en otros países de
Latinoamérica. Esto dado que según lo planteado por Guevara, no existen diferencias tan
significativas entre las condiciones político-sociales de Cuba y el resto de América Latina.
El autor señala que una de las características que –posiblemente- diferencia al contexto
vivido en Cuba de los demás países latinoamericanos, es la existencia un líder con las
cualidades de Fidel Castro. “Tiene las características de gran conductor, que sumadas a sus
dotes de audacia, fuerza y valor, y a su extraordinario afán de auscultar siempre la voluntad
del pueblo (…). Pero tiene otras cualidades importantes, como son su capacidad para
asimilar los conocimientos y las experiencias, para comprender todo el conjunto de una
situación dada sin perder de vista los detalles (…). Con estas grandes cualidades cardinales,
con su capacidad de aglutinar, de unir oponiéndose a la división que debilita; su capacidad
de dirigir a la cabeza de todos la acción del pueblo (…).” 4. La figura personalista de Fidel
se considera como un factor relevante en el éxito de la revolución ya que se trata de un líder
con altas capacidades de dirigencia, grandes habilidades estratégicas y tácticas, y una
actitud audaz y valiente.
Otro factor –posiblemente- característico del contexto de la Revolución Cubana fue la
actitud que mantuvo el Imperialismo frente al avance de las fuerzas revolucionarias. Según
lo planteado por Guevara, Estados Unidos jamás tuvo capacidad de reacción ante el
surgimiento de la revolución, ya que en ningún momento calcularon los verdaderos
alcances del grupo revolucionario, y cuando quisieron hacerle frente ya era demasiado
tarde. Durante su texto, Guevara afirma que esta debilidad que mostró el imperialismo es
un factor excepcional debido a la improbabilidad de que los norteamericanos cometan
nuevamente el mismo error.
Como último –posible- factor de excepcionalidad, Guevara menciona el rol que ocupó la
clase campesinada en Cuba. Al respecto, el autor señala que debido a la opresión ejercida
desde los grandes latifundistas al campesinado, estos toman una creciente conciencia de
clase que los insta a unirse a la revolución. El deseo del campesino por poder manejar la
tierra que él trabaja lo conduce a la necesidad de acabar con el sistema de propiedad
latifundista.

4
Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo? (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961) 1, 2.
Por otra parte, Guevara explica una serie de características en las sociedades
latinoamericanas, que a su juicio, priman más que los factores excepcionales que el nombró
para determinar la posibilidad de efectuarse una revolución. Estas características las llama
denominadores comunes. Explica la presencia del latifundio como “fenómeno que asoma
sin excepciones en todos los países de América y que ha sido substrato de todas las
injusticias cometidas desde la época en que el rey de España concediera a los muy nobles
conquistadores las grandes mercedes territoriales”5. Guevara argumenta como el latifundio,
en su alianza con el imperialismo norteamericano, consolida un sistema económico basado
en la competencia y que se sostiene de la explotación del obrero o del campesino trabajador
de la tierra. El bajo salario que recibe el trabajador a cambio de su fuerza laboral y el
desempleo que genera cada vez más bajos salarios es esa contradicción del sistema que
Guevara identifica como presente en todos los pueblos latinoamericanos y que llama
“hambre de pueblo”.
Plantea como la agudización de este fenómeno conlleva inevitablemente a la emancipación
del pueblo ante las injusticias presentadas. Para finalizar su texto, Guevara hace un
recuento de las dificultades que tendrían los movimientos revolucionarios latinoamericanos
para llevar a cabo una revolución como la cubana, contemplando el rol ejercido por la
burguesía, los militares y el gobierno. Presenta su visión de relativo rechazo a la vía
electoral debido a la improbabilidad de que una vía revolucionaria triunfe en este espacio
naturalmente manejada por la institucionalidad propiamente burguesa, y que además,
incumbe la escasa probabilidad de que las fuerzas armadas se alineen con un gobierno
revolucionario que atente contra sus intereses.
El proyecto emancipador latinoamericano que propone Guevara es una lucha justamente
anticolonial. Desde esta perspectiva se orientan los movimientos revolucionarios
latinoamericanos inspirados en el ejemplo de la revolución cubana, que en su misión de
enfrentar al imperialismo norteamericano que amenaza con avasallar con la soberanía
nacional, alzan la voz de un pensamiento nuestroamericano en la lucha política.

En el capítulo 8: “Impacto de la Revolución Cubana: Los desafíos a la hegemonía


norteamericana” de su libro “Breve Historia de América Latina” el autor Sergio Guerra
relata los acontecimientos sucedidos a consecuencia de la revolución cubana en
Latinoamérica. Expone su juicio acerca de lo que implicó la revolución en un contexto en
que los países latinoamericanos estaban viviendo procesos de cambios políticos con las
caídas de dictaduras o llegada de gobiernos de orientación progresista, y que mantuvo la
latente amenaza de los Estados Unidos por mantener su hegemonía económica e ideológica
sobre los países del continente americano.
El autor señala que la revolución cubana marcó el inicio de una nueva etapa histórica en
América Latina. Esta etapa se caracterizó por ser un período de numerosas insurgencias en
el continente. Relata los casos de Paraguay, República Dominicana y Nicaragua, en los que

5
Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo?. (CEME - Centro de Estudios Miguel
Enríquez - Archivo Chile. 1961) 4
la revolución cubana se tomó como ejemplo para derrocar a los regímenes autoritarios que
vivían aquellos países. Del mismo modo, menciona la radicalización de organizaciones
políticas en algunos países y el surgimiento de movimientos revolucionarios, como es el
caso de la separación del partido Acción Democrática en Venezuela o la creación del
APRA Rebelde en Perú. Este conjunto de fenómenos políticos, Guerra los define como
“una época de gran efervescencia social y política en América Latina, caracterizada por
significativos combates revolucionarios y antiimperialistas, poderosas luchas obreras
(…).”6 Con todo esto, el autor plantea que la revolución cubana, sin duda, fue el punto
detonante de una oleada revolucionaria en América Latina, que si bien ya estaba inmersa en
un contexto intensa agitación social, hizo crecer fuertemente la lucha antiimperialista en los
movimientos revolucionarios de Latinoamérica.
El impacto de la revolución cubana y el avance de los movimientos insurgentes vino
acompañado de la acción contrarrevolucionaria de Estados Unidos, que en su afán dejar
lugar a otra posible revolución como la cubana en territorio americano, tomo medidas
represivas y de intervención político-económica en la región latinoamericana. Guerra indica
la expulsión de Cuba de la OEA como el primer paso para aislar a Cuba de los demás
países latinoamericanos. La Alianza para el Progreso fue un programa de desarrollo
económico que proporcionó Estados Unidos a los países latinoamericanos para alejar al
continente de la acción revolucionaria. En esta misma línea, el gobierno norteamericano no
dudó en apoyar golpes de estado y dictaduras militares que mantuvieran alejados a sus
países de levantar alzamientos revolucionarios. “Lo más característico de la contraofensiva
derechista de los años sesenta fueron las asonada militares “preventivas”, que
transformaron sustancialmente el panorama hemisférico, en consonancia con las medidas
adoptadas por los círculos gubernamentales de Washington para defender sus intereses en
la región”7, de esta forma, las dictaduras militares formaron parte de las herramientas
represivas que utilizó el gobierno norteamericano para contener la oleada revolucionaria en
Latinoamérica. Grupos guerrilleros y movimientos armados nacieron como respuesta a la
represión contrainsurgente propuesta por los Estados Unidos. El autor relata como
organizaciones revolucionarias como el Frente Sandinista de Liberación Nacional
(Nicaragua), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Perú), el Ejército de Liberación
Nacional (Colombia), el Ejército Guerrillero del Pueblo (Argentina), entre otros,
encabezaron una lucha encomendada a detener las medidas represivas impuestas por el
imperialismo norteamericano. Aun así, Guerra da a conocer como los regímenes
autoritarios se mantienen en el poder un largo tiempo durante la década de los 70’ en
América Latina, consolidando, según el autor, “un reordenamiento despiadado de las
economías latinoamericanas en función de los requerimientos del sistema capitalista” 8.
En suma, el autor valora el impacto de la revolución cubana como el inicio de un período

6
Sergio Guerra. Breve historia de América Latina. Capítulo 8: El impacto de la revolución cubana.(Editorial de Ciencias Sociales. 2006)
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8
Ídem. 284
histórico en Latinoamérica de grandes procesos de cambio, que son protagonizados por el
nacimiento de movimientos revolucionarios que levantan una lucha revolucionaria, y que
provocan la respuesta represiva de los Estados Unidos. A su vez, remarca el significado que
produjo el involucramiento de los militares en la política latinoamericana. Casos como el
peruano y el panameño son una clara demostración del creciente sentido nacionalista y
antiimperialista que adquirieron instituciones que a lo largo de su historia habían expresado
un tradicionalismo muy contraproducente a decantarse por una senda anticolonialista. Por
otra parte, indica la relevancia del advenimiento de las dictaduras militares en América
Latina, que significó detener y acabar con las conquistas alcanzadas por los pueblos
latinoamericanos. Es un texto en el que Guerra relata de manera muy clara como la
Revolución Cubana fue el punto clave del comienzo de una lucha antiimperialista en la
organización popular de América Latina, y que en el fondo estableció una confrontación
entre un pensamiento anticolonial latinoamericanista y una lógica de dominación colonial
norteamericana.

Fernandez Retamal en su ensayo “Caliban” del libro “Pensamiento anticolonial de Nuestra


América” realiza una analogía entre la obra denominada “La tempestad” del autor
Shakespeare y el colonialismo. En “La tempestad”, se relata la historia de un Duque
llamado Próspero, que por motivos políticos es exiliado al mar con su hija Miranda.
Durante ese exilio naufragan y llegan por accidente a una isla. Próspero idea un plan para
recuperar su poder político en su estadía en la isla. Durante su estancia, interactúa con
distintos seres, entre los que se encuentra Ariel y Caliban. Ariel y Caliban presentan una
actitud opuesta entre ellos. Ariel, de comportamiento dócil y pasivo es esclavizado por
Próspero. Caliban por su parte, demuestra una actitud rebelde y desafiante ante los
mandatos de Próspero. Durante su ensayo, el autor expone características relevantes de
estos personajes de acuerdo a la analogía que desarrolla y analiza planteamientos de otros
autores acerca de la obra de “La Tempestad”. El personaje de Caliban cobra relevancia en
la obra de Fernandez Retamal, ya que estudia este sujeto como el personaje representativo
del ser latinoamericano, subversivo ante el imperialismo representado por Próspero. La
pregunta que le realizó el periodista europeo al autor al inicio de su ensayo exhibe una
mirada euro-centrista que niega o intenta ocultar la existencia de la cultura latinoamericana,
subordinándola de esta forma a la cultura hegemónica europea. Da cuenta de una mirada
despreciativa desde la visión colonizadora hacia la figura de Caliban. Señala como los
colonizadores europeos, calificaban con una condición de salvaje a los nativos del Caribe.
Pero, ¿de dónde nace el concepto de Caliban? La palabra se origina a partir de la
catalogación que le da Cristobal Colón a los nativos del caribe al arribar en América:
“caníbal”. Shakespeare, en su obra hace referencia a los caníbales como “caliban”. Ahora
bien, ¿cuál es el significado cultural se le atribuye al “caliban” y por el que el autor lo
entiende como personaje representativo de la identidad latinoamericana? Este dialogo entre
Próspero y Caliban, extraído de “La tempestad” comentado por Fernandez Retamal en su
ensayo lo manifiesta claramente: “el deforme Caliban, a quien Próspero robara su isla,
esclavizara y enseñara el lenguaje, lo increpa: “Me enseñaron su lengua, y de ello obtuve /
El saber maldecir. ¡La roja plaga / Caiga en ustedes, por esa enseñanza!”.” 9 En este sentido,
lo que Caliban expresa a Próspero con estos dichos es una señal de rebeldía y de oposición
a su condición de colonizado. Próspero le enseña el lenguaje a Caliban para comunicarse
dentro de los marcos que él le permitiese y como el individuo civilizado que él esperaba.
Caliban es desafiante ante Próspero y le da otro uso al lenguaje que se le enseñó, un uso
equívoco para Próspero y acorde a la actitud anticolonialista que caracteriza a Caliban.
Dicho de otra forma, Caliban, en concordancia con un comportamiento “canibalista”, se
nutre y devora las herramientas que le da su enemigo y ahora las usa a su favor.
En base a estas revisiones del personaje de Caliban, Fernandez Retamal sostiene como tesis
principal de su ensayo que existe una cultura y una identidad propiamente latinoamericana,
que ha sido oprimida por lógicas colonizadoras desde los invasores europeos en el período
pre-independentista, y por los Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XX. Cabe
recalcar las referencias que hace el autor al ejemplo de la Revolución Cubana no solo como
una insurrección que apostaba por un modelo económico opuesto al defendido por el
imperialismo norteamericano, sino también como lucha anticolonialista reivindicadora de la
cultura e identidad latinoamericana. En definitiva, para el autor, la Revolución Cubana, de
esta forma, levanta una expresión anticolonialista que refleja el personaje de Caliban, e
impacta en Latinoamérica la necesidad de defender nuestra cultura e identidad.

De acuerdo a lo analizado en los textos de los autores estudiados, es posible dar una
respuesta más clara al impacto que tuvo la revolución cubana en el desarrollo político de
América Latina. Tal como lo remarcó Guerra, la Revolución Cubana puso en jaque a la
hegemonía norteamericana en la región de Latinoamérica. La insurrección liderada por
Fidel Castro y Ernesto Guevara supuso una fuerte amenaza contra el dominio
estadounidense, ya que no solo estableció un estado socialista a pocos kilómetros de
territorio norteamericano, sino que también hizo ver la real posibilidad a los demás países
latinoamericanos de que una revolución como la cubana era seriamente factible. Este temor
producido en el gobierno norteamericano lo condujo a desarrollar una política
intervencionista contra los países latinoamericanos. El desarrollo político de América
Latina se vio fuertemente determinado por las acciones que realizó el gobierno
estadounidense para frenar el avance del socialismo en el continente. La Alianza para el
Progreso, la Doctrina de Seguridad Nacional y la Escuela de las Américas son ejemplos de
injerencionismo estadounidense contra la autonomía nacional de los países
latinoamericanos. La lógica intervencionista estadounidense condujo al continente
latinoamericano a experimentar violentos golpes de estado y dictaduras militares apoyados
y financiados por la inteligencia norteamericana. Al mismo tiempo, el impacto de la
Revolución Cubana en América Latina hizo surgir una serie de movimientos
revolucionarios que, buscando imitar el ejemplo cubano, levantaron una lucha

9
Fernández Retamar, Roberto “Caliban”. En: Pensamiento anticolonial de Nuestra América. (Buenos Aires: CLACSO-Casa de las
Américas. 2016) 142
antiimperialista que fortaleció un pensamiento y un sentimiento “nuestroamericano” en la
masa popular latinoamericana. Organizaciones y movimientos revolucionarios como el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Chile o los Tupamaros en Uruguay son, entre
muchos otros, claros ejemplos de organizaciones armadas de orientación guevarista con un
pensamiento latinoamericanista y antiimperialista como sus principales líneas ideológicas.
La aparición de otros grupos guerrilleros en resistencia a las dictaduras militares continuó
este enfoque antiimperialista en Latinoamérica por muchos años, pese a la represión
norteamericana.

Para finalizar este informe, resulta pertinente realizar una breve relación de continuidad con
lo sucedido en el período histórico estudiado y la actualidad. El intervencionismo
norteamericano en Latinoamérica se manifestó en la segunda mitad del siglo XX apoyando
candidatos políticos contrarrevolucionarios, impulsando golpes de estado, provocando
dictaduras militares, asesorando organizaciones contrainsurgentes y esparciendo la doctrina
anticomunista en las fuerzas armadas de distintos países. La reciente desclasificación de
documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) acerca de sus planes de
intervención política en el siglo XX acredita la veracidad de estos hechos. Sin embargo,
¿qué certeza tenemos de que esta misma injerencia político-económica norteamericana que
vivió América Latina el siglo pasado, no sigue ocurriendo en la actualidad? Estados
Unidos, posicionado como primera potencia económica los últimos treinta años, continúa
en disputa por mantener su posición hegemónica a nivel mundial, esta vez ante la
República Popular China. A pesar de la caída de los regímenes comunistas orientales
liderados por la Unión Soviética, el avance de gobiernos progresistas que amenacen la
hegemonía cultural-ideológica neoliberal promovida por el ideario norteamericano sigue
siendo una preocupación para los Estados Unidos. Los posibles casos de bloqueo
económico al gobierno socialista venezolano de Nicolás Maduro, y la supuesta injerencia
político-electoral en el contexto de elecciones del gobierno de Evo Morales, dan cuenta de
que la ambición imperialista norteamericana por mantener una Latinoamérica subordinada
a sus intereses aún no ha cesado. De todas formas, dado que todavía no existen
investigaciones serias que verifiquen estos sucesos, y al ser todavía procesos en pleno
desarrollo, es difícil establecer un juicio claro al respecto de estas suposiciones. Sin duda,
es un tema interesante de profundizar y que nos lleva a reflexionar y a cuestionar cuál debe
ser nuestra posición como latinoamericanos frente a esta ininterrumpida amenaza
colonialista.
Bibliografía:

Ernesto Guevara. Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el


colonialismo? CEME - Centro de Estudios Miguel Enríquez - Archivo Chile. 1961
Fernández Retamar, Roberto “Caliban”. En: Pensamiento anticolonial de Nuestra
América. Buenos Aires: CLACSO-Casa de las Américas. 2016
Sergio Guerra. Breve historia de América Latina. Capítulo 8: El impacto de la revolución
cubana. Editorial de Ciencias Sociales. 2006

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