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Primer Caso

Pancreatitis aguda

I. Instrucciones:
a.- Para leer y responder este examen cuenta con 90 minutos. Se le sugiere que del
tiempo asignado se tome diez minutos para leer con detención el caso y las preguntas.
b.- Todas las respuestas deben ser fundadas. Identificando los hechos del caso y
señalando en forma expresa el derecho aplicable.
II. Caso:

1. El día 7 de julio de 2020 en la mañana Melanie Cabrera Rojo sufrió de nauseas, dolor
de estómago y vómitos. En estas condiciones su madre, Ana María Rojo, la llevó al
Hospital de Santiago. Allí se le diagnosticó una "pancreatitis aguda", estimándose
indispensable su internación en una Unidad de Cuidados Intensivos. Como en dicho
centro no había cupos, la adolescente fue trasladada hasta el Hospital Alberto del Río.
En dicho centro hospitalario, el doctor Nicolás Rivera examinó a Melanie y la
categorizó como paciente de gravedad y ordenó su hospitalización. Sin embargo,
producto de la gran cantidad de público se mantuvo a Melanie en una camilla en los
pasillos del hospital hasta pasada la medianoche.

2. El 8 de julio de 2020, a las 05:40 horas, aún sin ser hospitalizada, Melanie sufrió una
crisis derivada de su condición. A pesar de ser ingresada a la sala de reanimación, a
los pocos minutos el mismo Dr. Rivera constató su fallecimiento, consignándose
como causa de la muerte: "sepsis de origen abdominal, originada por una obstrucción
intestinal como consecuencia de una pancreatitis aguda".

3. El 8 de agosto de ese año, Edgardo Cabrera -padre de Melanie- y Ana María Rojo
presentaron una querella en contra de Nicolás Rivera, ahora ex funcionario del
Hospital Alberto del Río tras ser despedido al conocerse estos hechos. Esta causa fue
sobreseída definitivamente por parte del 6° Juzgado de Garantía de Santiago1 luego
de que la abogada defensora de Rivera acompañara un informe técnico elaborado por
el Dr. Pedro Hilbert, donde se concluía que la muerte de Melanie se debió a la falta
de atención oportuna del Servicio de Salud y no a una negligencia de parte del doctor
Rivera.

1
El tribunal decretó el sobreseimiento definitivo por la causal del artículo 250 letra a) del CPP: “Cuando el
hecho investigado no fuere constitutivo de delito”.
4. Con ese antecedente, Edgardo y Ana María decidieron demandar civilmente en juicio
ordinario por falta de servicio2 al Servicio Metropolitano de Salud. Luego de
completar -sin éxito- la mediación ante el Consejo de Defensa del Estado,
interpusieron la demanda el 15 de enero de 2021. En esta se señala que a pesar de la
gravedad del estado de salud de Melanie no se le hospitalizó oportunamente, lo que
derivó en la sepsis que terminó por quitarle la vida. Producto de todo lo anterior,
esgrimen haber sufrido daño moral por la pérdida de su hija avaluando tal
padecimiento en $80.000.000.-, y solicitan que se condene al Servicio al pago de
dicha suma más reajustes e intereses, con costas. En un otrosí de la demanda fue
acompañado, con citación, el informe técnico del Dr. Hilbert presentado en la causa
penal dirigida contra el Dr. Rivera.

5. El 3er Juzgado Civil de Santiago, previamente asignado vía distribución de causas,


acogió a tramitación la demanda, ordenando su notificación y teniendo por
acompañado, con citación, el informe técnico. La demanda fue notificada en forma
legal. El demandado no objetó el documento. El resto de la tramitación prosiguió sin
mayores novedades. La resolución que recibió la causa a prueba fue notificada
oportunamente a ambas partes. Dentro del término probatorio, la parte demandante
acompañó en su lista de testigos el nombre del Dr. Hilbert como autor del informe
técnico. En su testimonio el Dr. Hilbert declara que él es el autor del documento, que
efectivamente Melanie falleció de una sepsis de origen abdominal, cuya causa más
probable fue todo el tiempo que estuvo en la camilla sin los requerimientos mínimos
de una unidad de cuidados intensivos, lo que para él era responsabilidad del Servicio
Metropolitano de Salud, y no del médico encargado del ingreso de la paciente. La
parte demandante no incorporó más prueba que la anterior.

6. Por otro lado, dentro del término probatorio, el Servicio Metropolitano de Salud
solamente solicitó se rindiera prueba pericial pues le parecía que ello bastaba para
desvirtuar la insuficiente prueba de la demandante. El tribunal acogió la solicitud y el
perito fue nombrado conforme a los artículos 414 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil (en adelante, CPC). El perito así nombrado, la Dra. Eloísa Díaz,
aceptó y el tribunal le fijó un término de 15 días para presentar su dictamen, esto es,
hasta el 7 de octubre del año 2021. Vencido este plazo, certificado el vencimiento del
término probatorio, y transcurrido además el plazo para que las partes presentaran
observaciones a la prueba, el 14 de enero de 2022 se cita a oír sentencia sin que hasta
ese momento se hubiese incorporado el informe pericial solicitado por el demandado.
Al día siguiente de la notificación, el Servicio Metropolitano de Salud presentó un
recurso de reposición solicitando al tribunal se deje sin efecto la resolución que cita

2
El artículo 38 de la Ley 19.966 que establece un régimen de garantías en salud, señala: “Los órganos de la
Administración del Estado en materia sanitaria serán responsables de los daños que causen a particulares por
falta de servicio.
El particular deberá acreditar que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano, mediando dicha
falta de servicio…”
a las partes a oír sentencia, debido a que se encuentra pendiente la recepción del
informe pericial. La reposición fue rechazada por parte del tribunal.

7. Con fecha 3 de marzo de 2022 se dicta sentencia definitiva, la cual fue debidamente
notificada a las partes al día siguiente. Se razona en su parte considerativa que, en
virtud de haberse acompañado un instrumento privado, que no fue objetado y sí
reconocido por el testigo, corresponde, conforme al artículo 1702, en relación al
artículo 1700, ambos del Código Civil, otorgarle el valor de plena prueba y, en
definitiva, tener por acreditados los hechos constitutivos de falta de servicio. Como
consecuencia de lo anterior, señala en la parte resolutiva que corresponde acoger la
demanda condenando al Servicio Metropolitano de Salud a pagar en favor de los
demandantes una suma de $80.000.000 por concepto de daño moral más el reajuste,
interés y costas.

8. El día 10 de marzo de 2022 el Servicio Metropolitano de Salud presenta de manera


conjunta un recurso de casación en la forma y apelación en contra de la sentencia
definitiva. Respecto del primero, se señala que la casación en la forma se fundamenta
en la causal del artículo 768 Nº 9, con relación a los artículos 795 Nº 4 y 412, todos
del CPC, en tanto al citar a oír sentencia y luego dictar sentencia se omitió el informe
pericial pendiente, lo que habría dejado al demandado sin una prueba esencial para la
defensa de sus derechos. Ello, a su juicio, equivaldría a dejarlo en la indefensión. En
el petitorio del recurso solicita se anule la sentencia definitiva, así como la resolución
que ordena citar a oír sentencia, y se remitan los antecedentes al tribunal de primera
instancia para que continúe conociendo del asunto.

9. En relación con el recurso de apelación se señala en su fundamentación que la


sentencia yerra en la manera en que se ha valorado el informe técnico y, en el
petitorio, se solicita enmendar este error revocando la sentencia definitiva de primera
instancia y rechazando la demanda en todas sus partes, con costas.

III. Preguntas:
1. ¿Se encuentra conforme a derecho la resolución que no dio lugar a la reposición
solicitada por la parte demandada, respecto de la citación a oír sentencia? 25%
La resolución que no dio lugar a la reposición solicitada por la parte demandada se encuentra
conforme a derecho.
Para acoger el recurso de reposición en contra de la resolución que cita a oír sentencia, el
artículo 432 inciso 2º del CPC señala que este debe fundarse en error de hecho y deducirse
dentro de tercero día. Con relación a este último, conviene despejar inmediatamente que el
recurso de reposición fue interpuesto al día siguiente de la notificación de esta resolución,
por lo que se encuentra dentro de plazo.
Para determinar si hubo un error de hecho en la apreciación del tribunal a la hora de decidir
citar a oír sentencia, habrá que tomar en consideración algunos elementos normativos. Lo
primero, es que según el artículo 420 del CPC son los tribunales quienes señalarán el término
dentro del cual deben los peritos evacuar su encargo, pudiendo luego prescindir del informe
si este no evacúa el encargo a tiempo. Luego, que en virtud de artículo 431 inciso 1º del CPC
no es motivo para suspender el curso del juicio el hecho de no haberse practicado alguna otra
diligencia de prueba pendiente, a menos que el tribunal la estime estrictamente necesaria para
la acertada resolución de la causa, cuestión que deberá fundamentar. Finalmente, a partir del
artículo 432 inciso 1º del CPC una vez vencido el plazo para presentar observaciones a la
prueba el tribunal se encuentra obligado a citar a oír sentencia, se hayan o no presentado
escritos y existan o no diligencias pendientes.
En la presente causa sabemos que el tribunal dispuso un término de 15 días para evacuar el
informe pericial a partir de la aceptación del encargo, plazo que venció el 7 de octubre del
año 2021. Sin embargo, no solo ese plazo venció, sino que además expiró aquél para que las
partes presentaran sus observaciones a la prueba sin que se hubiera evacuado el informe del
perito. A consecuencia de lo anterior es que con fecha 14 de enero del 2022 el tribunal citó a
oír sentencia. No consta de los hechos, por otro lado, que el tribunal hubiese señalado
fundadamente que dicha prueba era estrictamente necesaria para la acertada resolución de la
causa.
En razón de lo expuesto anteriormente sabemos que el hecho de que el informe pericial se
encontrase pendiente no era óbice para suspender el curso del juicio y el tribunal estaba
autorizado para prescindir del informe a la hora de pronunciar la sentencia definitiva. Como
vemos, no puede observarse que haya habido una errónea percepción de algún elemento de
hecho que justifique modificar lo resuelto por el tribunal y, en consecuencia, la resolución
que rechazó el recurso de reposición se encuentra conforme a derecho.
2. ¿Corresponde acoger el recurso de casación en la forma presentado por el
Servicio de Salud Metropolitano? 40%
Para determinar si corresponde acoger el recurso de casación en la forma en contra de la
sentencia definitiva del 3 de marzo de 2022, habrá que analizar si se satisfacen los requisitos
de procedencia comprendidos en los artículos 768 y 769 del CPC. A partir de ambas
disposiciones, la doctrina ha entendido que estos son: a) que la causal invocada esté
contemplada en la ley; b) que los hechos invocados constituyan la causal que se invoca; c)
que dichos hechos están suficientemente acreditados; d) que el vicio haya ocasionado al
recurrente un perjuicio reparable sólo por medio de la invalidación del fallo; e) que este vicio
haya influido en lo dispositivo del fallo; y f) que haya sido debidamente preparado.3
La parte demandada en este caso ha fundado su recurso de casación en la forma en la causal
contemplada en artículo 768 Nº 9 del CPC, esto es, en haberse faltado a algún trámite o
diligencia declarados esenciales por la ley. En su fundamentación, se señala que el trámite al

3
Bordalí, Andrés; Cortez, Gonzalo; Palomo, Diego, Proceso Civil. Los Recursos y Otros Medios de
Impugnación. 2ª Edición, Thomson Reuters, 2019, p. 264.
que se hace alusión sería aquél mencionado en el artículo 795 No 4 del CPC, esto es, la
práctica de diligencias probatorias cuya omisión podría producir indefensión, que en este
caso se refiere a la solicitud de parte para que se rindiera prueba pericial conforme al artículo
412 del mismo cuerpo legal. En virtud de lo anterior, se podría considerar como satisfecho
el primer requisito.
A continuación, habrá que analizar si la fundamentación del recurso es suficiente para
verificar que esta causal se encuentra acreditada en los hechos. En su recurso, la parte señala
que al dictarse la resolución que citó a las partes oír sentencia y luego dictar sentencia,
omitiendo la información del informe pericial pendiente, ello habría dejado al demandado
sin una prueba esencial para la defensa de sus derechos lo que, a su juicio, equivaldría a
dejarlo en la indefensión. Sin embargo, como ha entendido la doctrina, la indefensión
consiste en impedir a la parte ejercitar su derecho de defensa, tanto en el aspecto de alegar y
demostrar, como en el de conocer y rebatir en un proceso concreto.4 En este sentido, la Corte
Suprema ha entendido que esta causal se “…refiere a la hipotética situación de negarse por
el tribunal, sin fundamento de ley, a recibir una prueba ofrecida o solicitada por alguno de
los litigantes”.5 A mayor abundamiento, se ha señalado que “…para que la causal en estudio
se configure, es indispensable que se haya impedido absolutamente rendir la prueba de que
la parte afectada pretendía valerse, pues sólo en este evento es posible afirmar que esa
omisión le causó el perjuicio que la ley exige como requisito para que prospere el recurso.”6
Luego, son las partes las que tienen el deber de diligencia de promover y cuidar que la prueba
sea debidamente incorporada en juicio. En ese sentido, se ha señalado que “El derecho a
proponer prueba no es absoluto, sino que debe ejercitarse en tiempo y bajo la forma
legalmente prevista, debiendo las partes tener una conducta diligente y cuidadosa en orden a
instar el correcto ejercicio de este derecho”.7 A este respecto, la Corte Suprema ha señalado
que “…para que concurra este vicio, el trámite o diligencia omitido han de haber sido
declarados esenciales por la ley, lo que no ocurre en el caso de autos, en que se trata
simplemente de diligencias probatorias pedidas por las partes y respecto de las cuales los
propios interesados debieron gestionar en su momento para que se cumplieran
adecuadamente”.8
A partir de los hechos del caso, queda claro que no fue el tribunal quién impidió la
incorporación del medio probatorio, sino que este no fue evacuado en tiempo debido al
incumplimiento por parte del perito nombrado. No consta, luego, que las partes hayan instado
para que se ejerciera las facultades que otorga la ley con el objeto de apremiar al
cumplimiento del encargo, tal como se regula en el artículo 420 del CPC que faculta, además,
al tribunal para prescindir del informe en el evento de que este no sea evacuado en el término

4
Bordalí, Andrés; Cortez, Gonzalo; Palomo, Diego, Proceso Civil. Los Recursos y Otros Medios de
Impugnación. 2ª Edición, Thomson Reuters, 2019, p. 228.
5
Corte Suprema, Rol N° 8159-2010, sentencia del 7 de noviembre de 2011.
6
Corte Suprema, Rol N° 8077-2014, sentencia del 8 de octubre de 2014.
7
Bordalí, Andrés; Cortez, Gonzalo; Palomo, Diego, Proceso Civil. Los Recursos y Otros Medios de
Impugnación. 2ª Edición, Thomson Reuters, 2019, pp. 227-228.
8
Corte Suprema, Rol N° 4212-2002, sentencia del 29 de abril de 2004.
fijado. Luego, conforme al artículo 431 del CPC, no es motivo para suspender el curso del
juicio ni será obstáculo para la dictación del fallo el hecho de no haberse practicado alguna
diligencia pendiente, a menos que el tribunal la estime como estrictamente necesaria para
resolver la causa, cuestión que no ocurre en el presente caso. Dispone este artículo además
que, si dicha prueba se recibiera por el tribunal una vez dictada la sentencia, ella se agregará
al expediente para que sea considerada en segunda instancia. Siendo esto así, difícilmente
pudo haber sido la decisión del tribunal de primera instancia la que dejara a la parte en la
indefensión. Como vemos, entonces, los hechos invocados no configuran la causal alegada
por la parte demandada. Mucho menos podría entonces considerarse que estos se encuentran
suficientemente acreditados.
Los requisitos de procedencia indicados en la letra d) y e) también corresponde desecharlos
en tantos estos asumen que se ha producido un vicio. Por el contrario, como hemos visto
antes, la decisión del tribunal de primera instancia de citar a las partes a oír sentencia y dictar
sentencia definitiva se encuentra conforme a derecho. El tribunal estaba facultado para
prescindir del informe pericial que no fue entregado dentro del término fijado para ello, y
habiéndose vencido el plazo para las observaciones a la prueba una vez culminado el término
probatorio, actuó correctamente al citar a las partes a oír sentencia. Tampoco correspondía
suspender el curso del procedimiento ni postergar la dictación del fallo por no haberse
practicado alguna otra diligencia de prueba pendiente, salvo que la hubiese considerado como
estrictamente necesaria para la acertada resolución de la causa, cuestión que queda a juicio
del sentenciador.9
Finalmente, para analizar si el recurso ha sido preparado, corresponde analizar si la parte ha
reclamado de manera oportuna e integral, a través de todos los medios establecidos por la
ley, respecto del mismo vicio reclamado en el recurso de casación.10 En el presente caso,
puede considerarse que el recurso ha sido preparado adecuadamente en tanto el supuesto
vicio que se alega solo pudo haber sido reclamado con anterioridad a la fase de decisión en
la que se encuentra el procedimiento mediante el recurso de reposición, de acuerdo al artículo
432 inciso segundo del CPC.
En virtud del razonamiento antes expuesto, es posible concluir que corresponde rechazar el
recurso de casación en la forma interpuesto por el Servicio Metropolitano de Salud.
3. La valoración realizada por el tribunal de primera instancia en la sentencia
definitiva respecto del informe técnico suscrito por el Dr. Hilbert, ¿se encuentra
conforme a derecho? 35%
La valoración realizada por el tribunal de primera instancia en la sentencia definitiva,
respecto del informe técnico suscrito por el Dr. Hilbert, no se encuentra ajustada a derecho.

9
Rodríguez Papic, Ignacio, Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía, 8ª edición, Editorial
Jurídica de Chile, 2020, p. 293.
10
Bordalí, Andrés; Cortez, Gonzalo; Palomo, Diego, Proceso Civil. Los Recursos y Otros Medios de
Impugnación. 2ª Edición, Thomson Reuters, 2019, pp.240-241
Ello, por cuanto correspondía que este fuera valorado conforme a las reglas de la prueba
testimonial y no conforme a las reglas de los artículos 1700 y 1702 del CC.
Para arribar a esta conclusión, hay que partir de la base de que estamos frente a un
instrumento privado que emana de un tercero. Estos, en virtud del artículo 795 N°4 del CPC
deben ser agregados con citación. Luego, dado que el artículo 346 del CPC se refiere
únicamente al reconocimiento de instrumentos privados que emanan de las partes,11 y a falta
de norma expresa en el CPC que regule la situación respecto de aquellos que emanan de
terceros, se ha entendido que la manera de reconocerlos es “…acompañándolos al proceso y
haciendo concurrir al tercero como testigo para que lo reconozca; de esta forma, la parte
contra quien se presenta el documento puede defenderse, ya sea tachando al tercero que
depone como testigo o contrainterrogándolo.”12 Así lo ha entendido también la doctrina.13
A partir de lo anterior, puede afirmarse que las reglas para valorar los instrumentos privados
que emanan de terceros será aquellas que rigen la prueba testimonial. Luego, la declaración
del Dr. Hilbert reconociendo la autoría del informe técnico debió ser valorada conforme al
artículo 384 No 1 CPC, que establece que la declaración de un testigo imparcial y verídico
constituye una presunción judicial cuyo mérito probatorio será apreciado en conformidad al
artículo 426 del CPC. En virtud de este último, si bien una sola presunción puede constituir
plena prueba, ello ocurrirá únicamente si a juicio del tribunal esta reviste de caracteres de
gravedad y precisión suficientes como para formar su convencimiento.14
De acuerdo con los hechos del caso el informe se tuvo por acompañado con citación,
siguiendo la manera que ordena la ley. Luego, sabemos que el demandado no objetó el
informe técnico en su momento y, es más, el Dr. Hilbert concurrió dentro del término
probatorio y declaró que él era el autor del documento. En consecuencia, este informe técnico
debió haber sido valorado en base a tal declaración conforme al artículo 384 Nº 1 del CPC y
no conforme a los artículos 1700 y 1702 del Código Civil en cuanto estos refieren a aquellos
que son reconocidos por la parte contra quien se opone. Tampoco consta, en este caso, que
el tribunal haya considerado que se tratase de una presunción judicial tuviese la gravedad y
precisión suficientes como para constituir plena prueba. A partir de lo expuesto, entonces,
conviene concluir que la valoración realizada por el tribunal de primera instancia en la
sentencia definitiva no se encuentra conforme a derecho.

11
La Corte Suprema ha entendido que esta disposición “…únicamente cobra aplicación cuando el documento
proviene de la parte contra la cual se hace valer, esto es, cuando emana de quien aparece o se reputa haberlo
firmado o extendido, pues sólo esta persona está en condiciones de saber a ciencia cierta si es falso o falto de
integridad y, por ende, de objetarlo, o consentir en su reconocimiento, sea expresa o tácitamente.” Corte
Suprema, Rol N° 4100-2008, sentencia del 28 de septiembre de 2008.
12
Corte Suprema, Rol N° 6468-2006, sentencia del 17 de diciembre de 2007.
13
Por ejemplo, véase: Por ejemplo: Pérez Ragone, Álvaro, y Nuñez, Raúl, Manual de Derecho Procesal Civil.
Proceso Ordinario de Mayor Cuantía, 1ª Edición, Thomson Reuters, 2014, p. 177.
14
Rodríguez Papic, Ignacio, Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía, 8ª edición, Editorial
Jurídica de Chile, 2020, p. 219.

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