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Resumen

La obra presenta un mundo en el que los libros están


prohibidos. Los bomberos son los encargados de
quemarlos, para así evitar que se propague la "infección
del pensamiento". De hecho, el título del libro proviene
de la temperatura a la que se quema el papel.

La historia se centra en Montag, un bombero que cumple


con su trabajo y lleva una vida sencilla. Un día conoce a
su vecina, una joven llamada Clarisse que parece
diferente al resto de las personas. Sostienen varias
conversaciones y la chica le hace muchas preguntas.

Por primera vez, comenzará a cuestionarse su existencia


y sus acciones. La inquietud por saber qué es lo que está
destruyendo, lo lleva a leer un libro. Después de esta
acción, ya no volverá a ser el mismo y se unirá a la lucha
para defender la libertad.

Personajes
1. Montag

Es el protagonista de la narración. Trabaja como


bombero y se dedica a erradicar los libros de la
sociedad. Vive junto a su mujer Mildred, con quien
mantiene una relación distante. Su situación tendrá un
giro cuando haga amistad con su vecina Clarisse y
comience a cuestionar el mundo que lo rodea.

2. Clarisse

Clarisse es uno de los personajes más importantes


dentro de la narración. Funciona como una catalizadora,
pues es la influencia decisiva en la transformación del
protagonista. Es quien genera las primeras dudas y
despierta su deseo por conocer más.
Hay un momento clave en la novela. Montag, tal como la
mayoría de los ciudadanos, no estaba acostumbrado a
las preguntas o a reflexionar sobre nada. Simplemente
trabajaba y consumía, por lo que cuando la chica le
interpela, entiende que no disfruta su existencia:

¿Es usted feliz? - le preguntó.


-¿Soy qué? - exclamó Montag
No era feliz. No era feliz. Se lo dijo a sí mismo. Lo reconoció. Había
llevado su felicidad como una máscara, y la muchacha había huido con
la máscara y él no podía ir a golpearle la puerta y pedírsela.

Frente a un colectivo deshumanizado, la joven defiende


la idea de observar el mundo y conversar con las
personas, poder ser capaz de pensar más allá de lo que
dice la televisión y la propaganda.

3. Mildred

Mildred es quien le muestra a Montag la superficialidad y


vacío de su vida. Es una de las tantas víctimas de la
cultura del consumo. Su deseo nunca logra ser
satisfecho y sólo le interesa acumular. El protagonista
descubre que no tiene nada en común con ella, que
jamás conversan, que le resulta prácticamente una
desconocida:

Y de pronto Mildred le pareció tan extraña que era como si no la conociese. Él,
Montag, estaba en una casa ajena...

4. Capitán Beatty

Es quien dirige el cuartel de bomberos en el que trabaja


Montag. Este personaje puede resultar una
contradicción, ya que aunque es el antagonista de la
novela y se muestra a sí mismo como un opositor de los
libros, posee un amplio conocimiento sobre literatura y
continuamente está citando la Biblia.

Al comienzo de la novela, cuando deben matar a una


anciana que se niega a abandonar su biblioteca, le dice
Se ha pasado la vida encerrada en una condenada Torre de Babel ... Creerá que
con los libros podrá caminar por encima del agua.

5. Compañeros de trabajo

Funcionan como un grupo homogéneo y anónimo. Montag


vivía como un autómata, ajeno al mundo que lo rodeaba.
Por eso, cuando comenzó a cuestionarse cosas y
realmente observó a sus compañeros de trabajo,
entendió que el gobierno se había encargado de defender
la estandarización y la uniformidad:

Montag se estremeció, con la boca abierta. ¿Había visto alguna vez un bombero
que no tuviese pelo negro, cejas negras, cara encendida, y un color azul acero...
¡Todos esos hombres eran una imagen de él mismo!

6. Profesor Faber

El profesor Faber es un intelectual que no tiene cabida


en el mundo en el que vive. A pesar de su oposición al
régimen existente, es incapaz de enfrentarlo y prefiere
vivir una vida tranquila. Luego de su "despertar", Montag
lo va a buscar para encontrar cierta orientación. Es él
quien le explica que no son exactamente los libros lo
que quieren prohibir, sino lo que implican:

No son los libros lo que usted necesita, sino algunas de las cosas que hubo en los
libros. Lo mismo podría verse hoy en las salas... puede encontrarlo en muchas
otras cosas: viejos discos de fonógrafo, viejas películas, y viejos amigos;
búsquelo en la naturaleza, en su propio interior. Los libros eran sólo un
receptáculo donde guardábamos algo que temíamos olvidar... la magia reside
solamente en aquello que los libros dicen, en cómo cosen los harapos del
universo para darnos una nueva vestidura...

7. Granger

Este personaje aparece hacia el final de la novela como


el líder de los guardianes de la palabra escrita. Es un
intelectual, que a diferencia de Faber, ha decidido luchar
contra el sistema de la manera más sutil que puede, para
así no ser perseguido. Por ello, cada uno de los
integrantes del grupo debe memorizar un libro. Cuando
conoce a Montag le anima a continuar con la batalla:
Eso es lo maravilloso del hombre; nunca se descorazona o disgusta tanto como
para no empezar de nuevo. Sabe muy bien que su obra es importante y valiosa.

Contexto de producción
Antecedente de la quema de libros

El 10 de mayo de 1933, los nazis comenzaron con


la quema de libros para "purificar" la cultura alemana.
Fueron destruidos los textos que propagaban ideales en
contra del nazismo, que defendían la libertad o,
simplemente, de autores judíos.

En la Plaza Central de Berlín se reunieron miles de


personas, con bandas musicales y Joseph Goebbels,
ministro de Propaganda e Información Pública de Hitler,
realizó un discurso en contra de la decadencia social.
Ese día, ardieron más de 25.000 libros, entre los que se
encontraban autores como Thomas Mann, Albert
Einstein, Stefan Zweig, Ernest Hemingway y Sigmund
Freud, entre otros. Además, se prohibió la reimpresión de
cualquiera de aquellos títulos.

Situación política-social

Fahrenheit 451 se publicó en 1953. En aquella época


la Guerra Fría se instalaba como la gran amenaza para
la población. Luego de enfrentar dos guerras mundiales,
nadie quería continuar con los conflictos, pero la
contraposición entre ideologías resultaba demasiado
compleja. Se convirtió en una lucha drástica entre el
Capitalismo y el Comunismo.

Además, reinaba un ambiente de temor, pues luego de lo


sucedido con las bombas atómicas en Hiroshima y
Nagasaki, se comprendía la vulnerabilidad de la vida
humana frente a la amenaza nuclear.

En Estados Unidos, existía una atmósfera de sospecha y


persecución liderada por Joseph McCarthy, senador
republicano, creador del Comité de Actividades
Antiamericanas. Así, surgieron los Red Channels,
informes sobre la influencia comunista en la radio y la
televisión que incluía el nombre de 151 personajes
públicos.

Se trataba de identificar y censurar todos los intentos


de transmitir ideales que estaban en contra de lo que el
país defendía. Ya se sabía la influencia que tenían los
medios de comunicación en las personas, por lo que
había que evitar que el comunismo se difundiera.

Creación de Fahrenheit 451

En la edición de 1993, Ray Bradbury añadió un posfacio


en el que contaba su proceso creativo. Allí, afirmó que
escribió la novela en apenas nueve días en el sótano de
una biblioteca. Utilizó una máquina de escribir que
funcionaba con monedas. De hecho, le costó 9 dólares y
medio.

No puedo explicarles que excitante aventura fue, un días tras otro, atacar la
máquina de alquiler, meterle monedas de diez centavos, aporrearla como un
loco, correr escaleras arriba para ir a buscar más monedas, meterse entre los
estantes y volver a salir a toda prisa, sacar libros, escudriñar páginas, respirar el
mejor polen del mundo, el polvo de los libros, que desencadena alergias
literarias...

El autor llegó a afirmar "yo no escribí Fahrenheit 451, él


me escribió a mi". Lamentablemente, en el ambiente que
reinaba en Estados Unidos, era muy complejo que alguna
editorial se quisiera arriesgar con un libro que aludía a la
censura. Sin embargo, fue Hugh Hefner quien se animó a
publicarla en la revista Playboy y le pagó a Bradbury
450 dólares.

Análisis de la novela
Género: ¿Qué es una distopía?
Luego de diversas catástrofes acaecidas en el siglo XX,
se perdió el espíritu de la utopía. Se comenzó a
cuestionar el sueño de una sociedad perfecta que había
surgido durante el Renacimiento y se había exacerbado
luego de la Revolución Francesa, cuando existía una fe
absoluta en el progreso.

Ciertos eventos como las guerras mundiales, el régimen


soviético y la bomba atómica hicieron decaer la
esperanza en un futuro mejor. La tecnología llegó y no
trajo la felicidad, además de que acarreaba una
posibilidad de destrucción inimaginable.

Asimismo, el capitalismo implicaba el peligro de la


masificación y el surgimiento de un individuo al que sólo
le importaba el consumo. Por ello, nació un
nuevo género literario, en el que se intentaba denunciar
los peligros del control político y la falta de libertad de
pensamiento.

La Real Academia Española define una distopía como la


“representación ficticia de una sociedad futura de
características negativas causantes de la alienación
humana”. De este modo, se muestran mundos
gobernados por estados totalitarios que definen cada
aspecto de la vida de las personas. En estas obras,
el protagonista "despierta" y enfrenta las condiciones
sociales con las que le ha tocado vivir.

Fahrenheit 451 es una de las distopías más famosas del


siglo XX, ya que ejerció una crítica social ante el rumbo
que estaba tomando la sociedad y funcionó como
advertencia. A pesar de los años transcurridos desde su
publicación, sigue manteniéndose vigente, pues muestra
cómo sería el futuro deshumanizado y sin acceso a la
cultura.

Temas
1. La rebelión

El protagonista de la novela pertenece al mecanismo de


poder. Trabaja como bombero, se encarga de eliminar
libros y así permitir que siga funcionando la tiranía. Es
una situación que le hace sentir poderoso y parte de un
sistema. Sin embargo, su encuentro con Clarisse hace
que cambie de perspectiva.

A partir de ese momento, surge la duda y luego,


la desobediencia. Montag se cuestiona qué pueden
tener los libros que son tan peligrosos y comienza a leer.
Así, en contra de la ideología dominante, que privilegiaba
la conformidad, indiferencia y búsqueda de placer,
desarrolla el pensamiento crítico. En la novela este
proceso se muestra de manera metafórica cuando el
personaje toma un libro por primera vez:

Montag tenía infectadas las manos, y pronto se le infectarían los brazos. Podía
sentir el veneno que le subía por la muñeca, hasta el codo y el hombro...

Esta "infección" es el inicio de la rebelión social en la


que se verá envuelto el protagonista. Tras tomar
consciencia de su culpabilidad, ya no podrá regresar a la
realidad anterior y tendrá que unirse a la lucha.

Aunque está decidido, resultará ser un proceso largo en


el que se debate constantemente. En su camino, habrá
varios guías como Clarisse y Faber que despiertan su
curiosidad por el saber. Por otro lado, se encuentra el
capitán Beatty que intenta disuadirlo.

Hacia el final de la novela, el encuentro con Granger


resultará definitivo. Es quien le inculca la idea de que
la única manera de generar cambios es a través de la
acción:

Odio a un romano llamado Statu Quo - me decía. Llénate los ojos de asombro,
vive como si fueras a morir en los próximos diez segundos. Observa el universo.
Es más fantástico que cualquier sueño construido o pagado en una fábrica. No
pidas garantías, no pidas seguridad, nunca hubo un animal semejante. Y si
alguna vez lo hubo, debe de ser pariente del perezoso, que se pasa los días
cabeza abajo, colgado de una rama, durmiendo toda la vida. Al diablo con eso -
decía -. Sacude el árbol, y que el perezoso caiga de cabeza.

2. Crítica al capitalismo

Uno de las grandes críticas que realizó Bradbury tiene


que ver con la cultura del capitalismo. El afán de
satisfacción inmediata y consumo era algo que le
preocupaba, pues llevado al extremo, puede conducir a
individuos a los que no les importa nada más que la
búsqueda de placer.

De esta manera, se plantea un Estado que se


enorgullece de mantener "dormidos" a los
ciudadanos con una saturación de datos:

Si no quieres que un hombre sea políticamente desgraciado, no lo preocupes


mostrándole dos aspectos de una misma cuestión. Muéstrale uno... Que la gente
intervenga en concursos donde haya que recordar las palabras de las canciones
más populares...Llénalos de noticias incombustibles. Sentirán que la
información los ahoga, pero se creerán inteligentes. Les parecerá que están
pensando, tendrán una sensación de movimiento sin moverse.

El autor postuló estas ideas en la década del 50. En


aquella época la tecnología recién estaba avanzando
hacia la realidad que conocemos hoy. Por ello, su ficción
puede entenderse como un vaticinio de lo que sucede en
la actualidad.

El filósofo Jean Baudrillard propuso que vivimos en una


era narcisista, en la que al individuo sólo le interesa lo
que le atañe a su persona. En un mundo de conexiones
virtuales, la pantalla se transforma en un centro de
distribución para todas las redes de influencia e implica
el fin de la interioridad y la intimidad del ser humano.

En la novela una de las mayores distracciones de Mildred


es la pantalla de televisión. Su mundo gira en torno a los
programas que se transmiten y parece estar
enceguecida por la posibilidad del consumo:
El que pueda instalar en su casa una pared de TV, y hoy está al alcance
de cualquiera, es más feliz que aquel que pretende medir el universo...
¿Qué necesitamos entonces? Más reuniones y clubes, acróbatas y
magos, automóviles de reacción, helicópteros, sexo y heroína...

De esta manera, la obra de Bradbury anticipó el exceso


de estímulos e información que afectan a la sociedad.
Mostró una realidad superficial en la que todo resulta
fácil y pasajero:

La gente no habla de nada...Citan automóviles, ropas, piscinas, y dicen


¡qué bien! Pero siempre repiten lo mismo, y nadie dice nada diferente...

Así, la única manera de luchar contra la inercia de las


personas es defender el pensamiento. En este sentido,
los libros se instalan como la única arma poderosa frente
a un sistema bien organizado:

¿Comprende ahora por qué los libros son temidos y odiados? Revelan
poros en la cara de la vida. La gente cómoda sólo quiere ver rostros de
cera, sin poros, sin vello, inexpresivos.

3. Libro como mito

Hacia el final, Montag descubre a los guardianes de la


palabra escrita. Ellos promueven la libertad de ideas y
rinden homenaje a la inmortalidad de los libros. Saben
que la libertad social es algo inseparable del
pensamiento crítico, pues para poder defenderse, las
personas deben ser capaces de enfrentarse al sistema a
través de sus ideas.

De esta manera, uno de los grandes mensajes de la


novela es entender la importancia de la escritura y la
lectura. Los libros se pueden comprender como
símbolos de sabiduría y como una garantía para el
mantenimiento de la memoria colectiva. Aquellas
personas memorizan textos para así impedir su pérdida.
Se trata de la restauración de la tradición oral y la
victoria frente al Estado.
Para Ray Bradbury es muy importante postular el tema
de la cultura como una necesidad imperiosa. Su familia
provenía de la clase media y no tuvo acceso a estudios.
Luego de finalizar la secundaria, se dedicó a vender
periódicos y fue gracias a la lectura autodidacta que
llegó al camino de la escritura. Por ello, afirmó:

No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente


que no lee, que no aprende, que no sabe

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