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Los procedimientos ejecutorios

 Principios Generales:
 Ejecución voluntaria:
La ejecución voluntaria en derecho civil se refiere al cumplimiento de una
obligación o sentencia de manera voluntaria por parte del deudor o la parte
condenada, sin necesidad de que intervenga una autoridad judicial para
forzar su cumplimiento. En otras palabras, la ejecución voluntaria implica
que la parte obligada cumple con sus deberes sin necesidad de medidas
coercitivas, como embargos o multas impuestas por un tribunal. Es el ideal
en términos de resolución de conflictos, ya que implica que las partes
cumplen con sus compromisos por su propia voluntad.
La ejecución forzada se distingue de la ejecución voluntaria; esta última
consiste en el cumplimiento espontáneo de lo dispuesto en la sentencia
condenatoria o de lo prometido en el acto otorgado en provecho del
acreedor.
 Ejecución forzosa:
La ejecución forzosa en derecho civil es el proceso mediante el cual se hace
cumplir una obligación o sentencia a través de la intervención de una
autoridad judicial o administrativa. Se aplica cuando la parte obligada no
cumple voluntariamente con lo estipulado en un contrato, una sentencia
judicial o cualquier otro tipo de obligación civil.
Este proceso puede implicar diversas medidas coercitivas, como embargos
de bienes, imposición de multas, retención de ingresos, entre otros, con el
fin de garantizar el cumplimiento de la obligación o sentencia en cuestión.
La ejecución forzosa es una herramienta que busca asegurar el respeto a los
derechos y obligaciones establecidos en el marco legal.
Esa realización de los derechos de los particulares es lo que se designa
como ejecución forzada. Constituye el conjunto de las vías y los medios que
deben ser empleados. contra la persona condenada por sentencia o contra
la que se ha obligado en ciertas formas para constreñirla al cumplimiento
de sus obligaciones.
 Objeto de la ejecución forzosa:
La ejecución forzada puede tener como objeto: sea el cobro en dinero
del crédito del acreedor; sea el cumplimiento de un hecho. Lo primero se
obtiene mediante el embargo y a la venta de los bienes del deudor. Lo
segundo se obtiene mediante la ejecución directa de las obligaciones de
hacer o de no hacer: el acreedor puede obtener que se le autorice, sea a
destruir lo que ha sido hecho contrariamente a la obligación asumida
por el deudor, sea a hacer ejecutar la obligación que no quiere cumplir el
deudor.
El C. de Pr. Civil ha regulado únicamente la ejecución forzada sobre los
bienes del deudor y el apremio corporal, que es un medio indirecto de
obtener la ejecución. La ejecución directa es objeto de disposiciones
contenidas en el C. Civil.
 Procedimiento de la ejecución forzosa:
Existen tres procedimientos pira obtener la ejecución forzada de las
obligaciones impuestas mediante sentencia o asumidas
espontáneamente por el deudor: la ejecución sobre la persona del
deudor, o apremio corporal; la ejecución sobre los bienes del deudor,
mediante el embargo de dichos bienes; la ejecución directa, o ejecución
en naturaleza.
El primero de esos procedimientos tiene un carácter excepcional. La
Constitución consagra, en efecto, en el art. 6-12, como garantía de la
seguridad individual, la prohibición de establecer el apremio corporal
"por deuda que no proviniere de fraude o infracción a las leyes penales".
Este procedimiento de ejecución forzada puede únicamente ser
empleado, pues, para el cobro del importe de las condenaciones
pronunciadas con motivo de la comisión de una infracción, o de un
hecho fraudulento.
El más frecuentemente usado entre los procedimientos los de la
ejecución forzada es el embargo y la venta de los bienes del deudor,
cuando se trata de hacer activa una obligación de pagar sumas de dinero
o de entregar cosas fungibles.
Si la obligación del deudor consiste en la entrega de una cosa
individualizada o si se trata de obligación de hacer o de no hacer, se
admite generalmente que el acreedor tiene derecho de recurrir a la
ejecución directa. De este modo pueden ser ejecutadas las sentencias
que condenan al abandono de un inmueble, a la entrega de cosas
muebles, a la ejecución de un trabajo, a la destrucción de una obra. En
todos estos casos, el acreedor tiene derecho a recurrir a la ejecución en
naturaleza, con el auxilio de la fuerza pública, siempre que esta sea
materialmente posible: entrará en posesión de la cosa que la parte
condenada no se aviene a entregar voluntariamente; hará ejecutar por
un tercero el trabajo que laparte condenada no quiere ejecutar; hará
destruir, a expensas de la parte condenada, la obra que ésta construyó
contrariamente a derecho; etc.
La ejecución directa o en naturaleza no es posible, sin embargo, cuando
se trata de una abstención o de un hecho personal de la parte
condenada, que exija necesariamente su propia iniciativa. No sería lícito,
en efecto, recurrir a la fuerza para vencer la resistencia de la parte
condenada “nemo precise cogi potest ad factum”
En estos casos, el acreedor debería contentarse con una indemnización
reparativa del perjuicio que le causa la actitud de su contraparte.
Se admite que los tribunales pueden apremiar indirectamente a la parte
condenada para que cumpla lo dispuesto en la sentencia, condenándola
al pago de una suma de dinero por cada día de retardo'*'.
 Naturaleza de los procedimientos ejecutorios:
Estos procedimientos no tienen una estructura uniforme. Se puede
establecer, en efecto, la existencia de tres tipos de ejecución forzada:
1- El embargo ejecutivo y el embargo de frutos no cosechados son
procedimientos ejecutivos puramente extrajudiciales que se
desarrollan y se terminan sin la intervención de ningún órgano.
Jurisdiccional: la parte actora lleva a cabo la ejecución forzada
únicamente usando el ministerio del alguacil y del vendutero público,
auxiliares de la justicia: esta intervendrá tan sólo ni ocurren
contestaciones acerca de la procedencia la validez de la ejecución. Las
ejecuciones de esta clase son, por tanto, verdaderos procedimientos
sin proceso.

2- El embargo de naves, el embargo inmobiliario y el embargo de rentas


son asimismo procedimientos sin proceso; pero la ejecución es
sometida, a partir de la notificación del embargo en el primero, a
partir del depósito del pliego de condiciones que regirá la venta en
los dos últimos, al juzgado de paz, no como órgano jurisdiccional
propiamente dicho, sino como órgano de la administración judicial, o,
según la terminología usualmente empleada, en atribuciones de
jurisdicción: graciosa o voluntaria.
El tribunal intervendrá, sino surgen incidentes, como mero conductor
y supervisor del procedimiento, y sus actuaciones se terminan con un
acto procesal clasificado entre los de administración judicial, que se
llama sentencia de adjudicación en el embargo inmobiliario y en el de
rentas; pero, si surgen incidentes el tribunal los conoce
naturalmente, como órgano jurisdiccional.

3- El embargo retentivo es, esencialmente, un proceso, incoado por el


embargante contra el embargado a fin de obtener qué el tercero
embargado pague en sus manos lo que éste adeuda al deudor
embargado, hasta la concurrencia de las causas del embargo.
Los procedimientos ejecutorios dan origen a relaciones jurídicas
entre acreedor y deudor. En el procedimiento clasificado en el tercer
grupo, esas relaciones tienen un carácter idéntico a las que surgen de
u n proceso, puesto que se trata de un verdadero proceso: En los del
segundo grupo existe cierta analogía entre las relaciones jurídicas a
que dan lugar y las que surgen de un proceso; pero esas relaciones
tienen un, carácter especial, puesto que el tribunal no ejerce actos de
jurisdicción frente a las partes del procedimiento ejecutivo.

 Mandato del alguacil:


Para practicar una medida de ejecución el alguacil debe haber recibido
mandato al efecto, sea del mismo acreedor, sea del mandatario del
acreedor. "La entrega al alguacil del acto o de la sentencia le valdrá poder
para las ejecuciones que no se refieran a embargo inmobiliario o al apremio
corporal, para las cuales necesitará de poder especial". De este texto
resulta claramente que la entrega del título ejecutorio al alguacil hace
presumir que el acreedor le confirió mandato para practicar los embargos
mobiliarios y la ejecución directa. El acreedor podría hacer caer esta
presunción demostrando q u e no entregó el título al alguacil para fines de
ejecución, sino para otros propósitos, como por ej. para notificarlo
simplemente.
 Competencia y procedimiento:
Según se ha expuesto, el tribunal competente ratione materiae para
conocer de las dificultades que puedan presentarse en la ejecución del
título ejecutorio es el j. de p. i., el cual debe ser apoderado, mediante el
procedimiento de los asuntos civiles, aun cuando el fondo del proceso sea
de carácter comercial. A veces las dificultades de ejecución son conocidas
en referimiento.
La competencia territorial para conocer de las dificultades relativas a la
ejecución de las sentencias del j. de p. i. corresponde al mismo tribunal que
dictó la sentencia, si ésta no ha sido atacada por apelación o si ha sido
confirmada en apelación. En caso de información es competente el tribunal
del segundo grado, o el que éste designe. En caso de que las dificultades de
ejecución del título ejecutorio requieran celeridad "el tribunal del lugar las
resolverá provisionalmente, y declinará el conocimiento de lo principal para
ante el tribunal al cual competa la ejecución''.
 La nulidad del procedimiento ejecutorio:
En principio, la nulidad es la sanción impuesta por la ley, en ciertos casos, a
la violación de las reglas de forma. La nulidad en materia de procedimientos
ejecutorios es una noción más comprensiva que la del d recho común.
Según se verá, en efecto, en el curso de la exposición que sigue, estos
procedimientos deben o pueden ser anulados;
 1o. Por inobservancia de las reglas de forma de los actos procesales,
en lo que se coincide con el derecho común;
 2o. Por inobservancia de los plazos en que esos actos deben ser
realizados, que es lo que en el derecho común constituye una
inadmisibilidad o una caducidad;
 3o. Por carencia o por insuficiencia de derecho de la parte actora, o
sea, por cuestiones de fondo, las cuales, en la teoría de la acción en
justicia, darían lugar, no a nulidades, sino a medias de inadmisibilidad
a medios de defensa.

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