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Medicina
Grupo: 7CM2
Infecciones e Infestaciones Cérvico-vaginales
La infecciones cervicovaginales son enfermedades que se producen cuando el
equilibrio natural de la vagina se altera, dando lugar a la proliferación de hongos,
bacterias y parásitos. Las infecciones más frecuentes son bacterias anaerobias que
producen vaginosis, por gonorrea, candidiasis, clamidia y tricomoniasis. La flora
vaginal al estar conformada por múltiples organismos, juegan un rol importante en
la mantención de un ambiente adecuado de defensa contra infecciones,
principalmente durante el embarazo.
Las infecciones se manifiestan por leucorrea e infamación y su principal vía de
contagio es por transmisión sexual. Es por este motivo que su importancia clínica
tiene que ver con la implicación del riesgo de contagio al compañero sexual, y en el
caso de las embarazadas, es el riesgo del feto.
Epidemiología
Estas infecciones representan el 20% de las consultas ginecológicas y alrededor
del 75% de las mujeres padece infección cervicovaginal al menos en una ocasión,
entre 40 y 50% manifiesta un segundo episodio y 5 a 5.8% padece cuatro episodios
al año.
Las complicaciones asociadas con infecciones vaginales no tratadas pueden ser
severas como la enfermedad pélvica inflamatoria, la infertilidad y la predisposición
a contraer el virus del papiloma humano y el virus de la inmunodeficiencia humana.
Etiología
Desde el punto de vista microbiológico, la infección cérvico-vaginal ha sido definida
por la presencia de:
• Vaginosis bacteriana sintomática
• Vaginitis aeróbica
• Vaginitis por Trichomona vaginalis
• Vulvovaginitis micótica
• Infecciones cervicales: Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae
• Micoplasmas genitales
Una vez sabiendo que diferentes microorganismos producen infección, existen
ciertos factores que hacen más probable una infección:
• Poca higiene: Falta de limpieza en la zona genital aumenta el número de
bacterias y las probabilidades de infecciones bacterianas.
• Aumento del pH vaginal: Cuando disminuye la acidez en la vaina desciende
el número de bacterias protectoras como lo son los lactobacilos que suelen
vivir en ella y aumenta el número de bacterias que pueden causar infección,
dando lugar a una vaginosis bacteriana.
• Uso de ropa interior ajustada: este tipo de ropa atrapa la humedad, lo que
favorece el crecimiento de bacterias y hongos.
• Lesión de tejidos: La existencia de lesiones en los tejidos de la pelvis, las
defensan del organismo se debilitan.
• Irritación vaginal: La irritación de los tejidos vaginales puede dar lugar a
lesiones que permiten el acceso de bacterias al torrente sanguíneo
Vaginosis bacteriana
Es una alteración cualitativa y cuantitativa de la microbiota vaginal. Se caracteriza
por ausencia o escasa cantidad de Lactobacillus y su reemplazo por una microbiota
compleja y abundante dominada por Gardnerella vaginalis, Bacteroides spp.,
Prevotella spp., Peptostreptococcus spp., Mobiluncus spp. y Mycoplasma hominis,
lo que produce una alcalinización del pH vaginal.
Puede ser sintomática en la mitad de los casos y asintomática, razón por la que se
llama vaginosis y no vaginitis. La vaginosis bacteriana con respuesta inflamatoria
aumentada se asocia con parto prematuro. Se postula que un polimorfismo genético
aumenta la inflamación e incrementa el riesgo de parto prematuro.
Frecuencia:
• Embarazadas normales: 26%
• Rotura prematura de membranas de pretérmino: 35%
• Parto prematuro con membranas intactas: 43%
• Pielonefritis aguda del embarazo: 32%
Diagnóstico clínico: La forma más simple para diagnosticar la vaginosis bacteriana
es la utilización de 2 o más de los siguientes criterios clínicos de Amsel:
• Flujo vaginal grisáceo, adherente, flocular, de mal olor, con escaso
componente inflamatorio
• Olor a pescado descompuesto al mezclar 1 gota de secreción con otra de
KOH 10%, debido a la liberación de gas provocada por la mezcla.
• pH vaginal > 4.5
• Presencia de bacterias tapizando la superficie de células epiteliales de la
vagina al observar microscópicamente una muestra de secreción al fresco
Diagnóstico microbiológico: El diagnóstico definitivo de vaginosis bacteriana se
realiza mediante tinción de Gram de secreciones vaginales. Este método se basa
en cuantificar tres morfotipos bacterianos: Lactobacillus spp., que corresponden a
bacilos Gram (+) grandes, G. vaginalis y Prevotella spp., caracterizados por
cocobacilos Gram variable y Gram (-), respectivamente. Con los criterios de Nugent
la cual con una escala del 1 al 10 se le calculara un valor. Si el valor calculado es 7
o más se establece el diagnostico de vaginosis bacteriana.
Complicaciones obstétricas: La importancia de la vaginosis bacteriana en el
embarazo esta asociado al parto prematuro. Las mujeres con vaginosis bacteriana
tienen 2 a 3 veces más riesgo de desarrollar un parto prematuro e infecciones
puerperales. Las bacterias asociadas a esta infección producen mucinasas que
degradan el moco cervical, con la pérdida de la barrera mucosa y acción directa
sobre las membranas ovulares favoreciendo su rotura. Al mismo tiempo favorece la
adherencia, colonización y multiplicación bacteriana.
Factores de riesgo:
• Parto prematuro previo
• Historia de infecciones del tracto urinario o bacteriuria asintomática
• Episodios repetidos de infección cervicovaginal (3 o más)
• Diabetes pre o gestacional
Manejo y tratamiento:
Las mujeres sin factores de riesgo se tratan mejorando la sintomatología a través
de la vía vaginal. Las mujeres con factores de riesgo deben tratarse por vía oral
porque es posible que el tratamiento, especialmente con clindamicina, reduzca la
tasa de partos prematuros, si es iniciado antes de las 20 semanas
• Mujeres sin factores de riesgo
o Tratamiento local con metronidazol o clindamicina
o No se requiere tratamiento de la pareja
• Mujeres con factores de riesgo:
o Tratamiento sistémico oral con metronidazol (250-500 mg c/8-12 horas
por 7 días) o Clindamicina (300 mg cada 8 horas por 7 días)
o No se requiere tratamiento de la pareja
o Durante el primer trimestre, el tratamiento puede realizarse
primariamente con clindamicina.
Vaginitis Aeróbica
La vaginitis aeróbica se caracteriza por una microflora vaginal anormal que contiene
bacterias entéricas aeróbicas, aumento de la inflamación vaginal y maduración
epitelial deficiente.
Epidemiología
Se calcula una prevalencia entre un 5-10% en mujeres no embarazadas y un 4-8%
en embarazadas, aunque puede variar entre el 7 y 26%6. Los factores de riesgo
son similares a los de la vaginosis bacteriana
Etiología
• Escherichia coli
• Staphylococcus aureus
• Streptococcus agalactiae
• Enterococcus
La importancia de la colonización del tracto genital inferior femenino por EGB
durante el embarazo es la asociación con infección grave, por ejemplo, sepsis
neonatal, neumonía congénita, etc. La sepsis neonatal por EGB tiene una
prevalencia de 1-3 por mil recién nacidos vivos en la población general y de un 14
por mil en las mujeres colonizadas. Si el recién nacido desarrolla una sepsis
neonatal, su riesgo de morir es de 5-15%, mientras que alrededor de un 20% de los
sobrevivientes desarrollará secuelas neurológicas.
La carencia de anticuerpos anticapsulares maternos y la inexistencia de surfactante
pulmonar en la primera mitad de la gestación, explican la gravedad de la infección,
cuando se presenta a esta edad gestacional. Además del riesgo neonatal, el EGB
se ha asociado con bacteriuria asintomática, infección intrauterina, parto prematuro,
muerte perinatal, aborto de segundo trimestre e infecciones puerperales.
Diagnóstico
La mujer portadora es habitualmente asintomática y no debe esperarse la presencia
de flujo vaginal.
El diagnóstico se realiza tomando un cultivo en el tercio inferior de la vagina y región
ano-perineal. La toma de la muestra no necesita de la colocación de un espéculo.
Cuando se utilizan medios selectivos, la prevalencia de portación vagino-rectal por
estreptococo grupo B en nuestro medio es de 20% a las 35 semanas de embarazo.
Un 1-3% de los recién nacidos de mujeres colonizadas desarrollará infección
neonatal clínica. Si la bacteria se localiza en el líquido amniótico, el riesgo de sepsis
neonatal puede alcanzar hasta un 50%.
La toma de la muestra debe realizarse a las 35-37 semanas si la norma local utiliza
el cultivo como método de pesquisa del EGB. En las embarazadas con factores de
riesgo se recomienda toma de muestras a las 15 semanas para evitar un aborto,
otra a las 28 semanas para evitar un parto prematuro y 35-37 semanas para evitar
la infección perinatal.
Manejo y tratamiento
Manejo en mujeres con vaginitis bacteriana por EGB: Los fármacos de elección son
ampicilina y clindamicina VO. El tratamiento depende de la condición de riesgo de
la mujer.
• Mujeres sin factores de riesgo:
o Tratamiento sistémico oral con ampicilina (500 mg cada 6 horas por 7
días) o local con clindamicina
o No se requiere tratamiento de la pareja
• Mujeres con factores de riesgo:
o Tratamiento sistémico oral con ampicilina (500 mg cada 6 horas por 7
días) o clindamicina (300 mg cada 8 horas por 7 días), asociado con
tratamiento local con clindamicina.
o No se requiere tratamiento de la pareja
o Solicitar cultivo y Gram de control
Este manejo puede reducir significativamente la probabilidad de que el recién nacido
desarrolle la enfermedad. El Center for Disease Control ha emanado sugerencias
para prevenir esta enfermedad, centrando sus propósitos en la utilización de
a) Sólo factores de riesgo o
b) Agregar a éstos la realización de un cultivo vaginal entre las 35 y 37 semanas
Vulvovaginitis micótica
La infección por hongos afecta frecuentemente a la embarazada, produciendo un
cuadro caracterizado por flujo vaginal blanco y prurito intenso. El agente causal más
frecuente es la Candida albicans, el cual coloniza el 30% de las embarazadas,
mientras que la infección sintomática (vulvovaginitis micótica), tiene una frecuencia
promedio de un 10-15%.
Diagnóstico
• Flujo vaginal blanco o cremoso, con grumos
• Prurito vaginal muy intenso
• Eritema vaginal y vulvar. Puede haber lesiones producidas por grataje y
sobreinfecciones.
• Puede aparecer disuria y dispareunia.
• Observación microscópica de hongos en una preparación fresca de
secreciones vaginales tratada con hidróxido de potasio al 10%
Su presencia no está asociada con parto prematuro o rotura de membranas de
pretérmino. Infrecuentemente estos microorganismos pueden aislarse desde el
líquido amniótico, especialmente en mujeres portadoras de DIU.
La característica más importante de la enfermedad es la intensidad de la
sintomatología que produce. Si el cuadro es persistente o recurrente, deben
descartarse condiciones subyacentes tales como: diabetes, inmunodepresión y
administración concurrente de antibióticos.
Manejo y tratamiento
El tratamiento antifúngico puede ser tópico intravaginal profundo y sobre la piel
vulvar u oral:
• Clotrimazol, 1 óvulo vaginal (100 mg) en la noche por 6 días; crema 2 veces
al día por 6 días.
• Nistatina, 1 óvulo vaginal (100.000 UI) cada 12 horas por 6 días; ungüento 2
veces al día por 6 días.
• Fluconazol, 1 cápsula (150 mg) por una vez.
• Clotrimazol 1 óvulo vaginal de 500 mg en la noche por 1 vez.
• Otras alternativas: miconazol, butoconazol, y otras.
Durante el primer trimestre, preferir clotrimazol, nistatina y miconazol ya que se han
utilizado por muchos años, sin que exista evidencia de teratogénesis.