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Capacidad portante

En cimentaciones se denomina capacidad portante a la capacidad del terreno para soportar


las cargas aplicadas sobre él. Técnicamente la capacidad portante es la máxima presión media
de contacto entre la cimentación y el terreno tal que no se produzcan un fallo por cortante del
suelo o un asentamiento diferencial excesivo. Por tanto la capacidad portante admisible debe
estar basada en uno de los siguientes criterios funcionales:

 Si la función del terreno de cimentación es soportar una determinada tensión


independientemente de la deformación, la capacidad portante se denominará carga de
hundimiento.

 Si lo que se busca es un equilibrio entre la tensión aplicada al terreno y la deformación


sufrida por éste, deberá calcularse la capacidad portante a partir de criterios de asiento
admisible.

De manera análoga, la expresión capacidad portante se utiliza en las demás ramas de la


ingeniería para referir a la capacidad de una estructura para soportar las cargas aplicadas
sobre la misma.

Capacidad de carga a corto y a largo plazo

Las propiedades mecánicas de un terreno suelen diferir frente a cargas que varían (casi)
instantáneamente y cargas cuasipermanentes. Esto se debe a que los terrenos son porosos, y
estos poros pueden estar total o parcialmente saturados de agua. En general los terrenos se
comportan de manera más rígida frente a cargas de variación quasinstantánea ya que éstas
aumentan la presión interesticial, sin producir el desalojo de una cantidad apreciable de agua.
En cambio bajo cargas permanentes la diferencia de presión intersticial entre diferentes partes
del terreno produce el drenaje de algunas zonas.

En el cálculo o comprobación de la capacidad portante de un terreno sobre el que existe una


construcción debe atenderse al corto plazo (caso sin drenaje) y al largo plazo (con drenaje).
En el comportamiento a corto plazo se desprecian todo los términos excepto la cohesión última,
mientras que en la capacidad portante a largo plazo (caso con drenaje) es importante
también en rozamiento interno del terreno y su peso específico.

Fórmula de Terzaghi

Karl von Terzaghi (1943) propuso una fórmula sencilla para la carga máxima que podría
soportar una cimentación continua con carga vertical centrada,1 apoyada sobre la superficie de
un suelo dada por:

(1)

Donde:
, carga vertical máxima por unidad de longitud.
, sobrecarga sobre el terreno adyacente a la cimentación.
, cohesión del terreno.
, ancho transversal de la cimentación
, peso específico del terreno.
, coeficientes dependientes de ángulo de rozamiento interno,
para las que Terzaghi sugirió algunas aproximaciones particulares, como por ejemplo
.
Anteriormente Prandtl (1920) había resuelto el problema para una cimentación de longitud
infinita y ancho b sobre un terreno arcilloso con ángulo de rozamiento nulo y peso despreciable,
obteniendo:

La fórmula de Terzaghi por tanto generaliza el cálculo de Prandt para la capacidad portante a
corto plazo. La fórmula (1) es aplicable tanto al largo plazo como a corto plazo:

 Capacidad portante a corto plazo o no-drenada. En este caso se puede tomar


y se puede despreciar el peso del terreno, pero debe tomarse como cohesión
como la resistencia al corte no drenada .

 Capacidad portante a largo plazo o drenada. En este caso se toma la cohesión como
resistencia al corte drenada, y debe considerarse las variables como función del ángulo
de rozamiento interno.

La fórmula de Prandtl fue mejorada por Skempton2 para tener en cuenta la longitud finita (L)de
las cimentaciones rectangulares reales, y el hecho de que se encuentran a una profundidad
finita (D), la fórmula Skempton es:

(2)

Fórmula de Brinch-Hansen

La fórmula obtenida por el ingeniero danés J. Brinch Hansen es una generalización que inclue
como casos particulares la fórmula de Terzaghi y la fórmula de Skempton. Esa fórmula incluye
además de los efectos de forma y profundidad considerados elementalmente por Skempton los
factores de inclinación de la carga, usando una fórmula de mayor rango de aplicabilidad. La
expresión Brinch-Hansen (1961) es:3

(3)

Donde tienen los mismos significados que en fórmula de Terzaghi y el


resto de parámetros son funciones del ángulo de rozamiento interno:
son los factores de forma.
son los factores de profundidad.
son los factores de inclinación de la carga.
Para los parámetros Nj = Nj(φ) Brinch Hansen propuso las siguientes expresiones en térmios de
ángulo de rozamiento interno:

El resto de factores adicionales en la fórmula (3) se explican a continuación.

Factores de forma y profundidad

Para los factores de forma para una cimentación rectangular se tiene:


(4)

Los factores de produnidad cuando entre la base de cimentación y la superficie del terreno
existe una distancia vertical D, vienen dados por las expresiones:

(5)

Factores de inclinación de la carga

Para estos factores Binch Hansen proporcionó ecuaciones exactas que requería resolver la
ecuación trigonométrica compleja para α:

Y donde δ se deduce del diagrama de rotura pertinente.4 5 Las expresión del primer factor de
inclinación viene dado por:

Donde:
son las componentes horizontal y vertical de la carga,
la cohesión del terreno y su ángulo de rozamiento interno,
son las dimensiones rectangulares de la cimentación.
Los otros dos factores de inclianción de la carga son simplemente:

Cálculo a largo/corto plazo

La fórmula de Binch-Hansen (5) generaliza la fórmula de Terzaghi (3) es igualmente aplicable


tanto al largo plazo como a corto plazo:

 Capacidad portante a largo plazo o drenada. En este caso se toma la cohesión como
resistencia al corte drenada, y debe considerarse las variables como función del ángulo
de rozamiento interno.

 Capacidad portante a corto plazo o no-drenada. En este caso se puede tomar


y se puede despreciar el peso del terreno, pero debe tomarse como cohesión
como la resistencia al corte no drenada . Las expresiones en el caso no-
drenado son consderablemente más simples al no intervenir en ellas el ángulo de
rozamiento interno.
CIMENTACIONES:

Se denomina cimentación al conjunto de elementos estructurales cuya misión es transmitir las


cargas de la edificación o elementos apoyados a este al suelo distribuyéndolas de forma que
no superen su presión admisible ni produzcan cargas zonales. Debido a que la resistencia del
suelo es, generalmente, menor que la de los pilares o muros que soportará, el área de contacto
entre el suelo y la cimentación será proporcionalmente más grande que los elementos
soportados (excepto en suelos rocosos muy coherentes).

La cimentación es importante porque es el grupo de elementos que soportan a la


superestructura. Hay que prestar especial atención ya que la estabilidad de la construcción
depende en gran medida del tipo de terreno.

Siempre que sea posible, se preferirá que los cimientos estén solicitados por cargas centradas,
ya que las excéntricas pueden provocar empujes diferenciales.

Se buscará siempre que el terreno de apoyo sea resistente y, si eso no fuese posible, habrá
que buscar soluciones alternativas.

En muchos casos, los cimientos no solo transmiten compresiones, sino que mediante esfuerzos
de rozamiento y adherencia llegan a soportar cargas horizontales y de tracción, anclando el
edificio al terreno, si fuese necesario.

Además de estas funciones principales, los cimientos han de cumplir otros propósitos:

 Ser suficientemente resistentes para no romper por cortante.

 Soportar esfuerzos de flexión que produce el terreno, para lo cual se dispondrán


armaduras en su cara inferior, que absorberán las tracciones.

 Acomodarse a posibles movimientos del terreno.

 Soportar las agresiones del terreno y del agua y su presión, si la hay.

Tipos de cimentación

La elección del tipo de cimentación depende especialmente de las características mecánicas


del terreno, como su cohesión, su ángulo de rozamiento interno, posición del nivel freático y
también de la magnitud de las cargas existentes. A partir de todos esos datos se calcula la
capacidad portante, que junto con la homogeneidad del terreno aconsejan usar un tipo u otro
diferente de cimentación. Siempre que es posible se emplean cimentaciones superficiales, ya
que son el tipo de cimentación menos costoso y más simple de ejecutar. Cuando por
problemas con la capacidad portante o la homogeneidad del mismo no es posible usar
cimentación superficial se valoran otros tipos de cimentaciones.

Hay dos tipos fundamentales de cimentación: directas y profundas.

Cimentaciones superficiales o directas

Ábaco que transmite el esfuerzo a una cimentación superficial de una pila de puente. La
cimentación está enterrada y no es visible en la figura.
Son aquellas que se apoyan en las capas superficiales o poco profundas del suelo, por tener
éste suficiente capacidad portante o por tratarse de construcciones de importancia secundaria y
relativamente livianas. En este tipo de cimentación, la carga se reparte en un plano de apoyo
horizontal.

En estructuras importantes, tales como puentes, las cimentaciones, incluso las superficiales, se
apoyan a suficiente profundidad como para garantizar que no se produzcan deterioros. Las
cimentaciones superficiales se clasifican en:

 Cimentaciones ciclópeas.

 Zapatas.

o Zapatas aisladas.

o Zapatas corridas.

o Zapatas combinadas.

 Losas de cimentación.

Cimentaciones ciclópeas
En terrenos cohesivos donde la zanja pueda hacerse con paramentos verticales y sin
desprendimientos de tierra, el cimiento de concreto ciclópeo (hormigón) es sencillo y
económico. El procedimiento para su construcción consiste en ir vaciando dentro de la zanja
piedras de diferentes tamaños al tiempo que se vierte la mezcla de concreto en proporción
1:3:5, procurando mezclar perfectamente el concreto con las piedras, de tal forma que se evite
la continuidad en sus juntas. Este es un sistema que ha quedado prácticamente en desuso, se
usaba en construcciones con cargas poco importantes. El hormigón ciclópeo se realiza
añadiendo piedras más o menos grandes a medida que se va hormigonando para economizar
material. Utilizando este sistema, se puede emplear piedra más pequeña que en los cimientos
de mampostería hormigonada. La técnica del hormigón ciclópeo consiste en lanzar las piedras
desde el punto más alto de la zanja sobre el hormigón en masa, que se depositará en el
cimiento. Precauciones:

 Tratar que las piedras no estén en contacto con la pared de la zanja.

 Que las piedras no queden amontonadas.

 Alternar en capas el hormigón y las piedras.

 Cada piedra debe quedar totalmente envuelta por el hormigón.

Zapatas aisladas
Las zapatas aisladas son un tipo de cimentación superficial que sirve de base de elementos
estructurales puntuales como son los pilares; de modo que esta zapata amplía la superficie de
apoyo hasta lograr que el suelo soporte sin problemas la carga que le transmite. El término
zapata aislada se debe a que se usa para asentar un único pilar, de ahí el nombre de aislada.
Es el tipo de zapata más simple, aunque cuando el momento flector en la base del pilar es
excesivo no son adecuadas y en su lugar deben emplearse zapatas combinadas o zapatas
corridas en las que se asienten más de un pilar. La zapata aislada no necesita junta pues al
estar empotrada en el terreno no se ve afectada por los cambios térmicos, aunque en las
estructuras si que es normal además de aconsejable poner una junta cada 30 m
aproximadamente, en estos casos la zapata se calcula como si sobre ella solo recayese un
único pilar. Una variante de la zapata aislada aparece en edificios con junta de dilatación y en
este caso se denomina "zapata bajo pilar en junta de diapasón".
En el cálculo de las presiones ejercidas por la zapata debe tenerse en cuenta además del peso
del edificio y las sobrecargas, el peso de la propia zapata y de las tierras que descansan sobre
sus vuelos, estas dos últimas cargas tienen un efecto desfavorable respecto al hundimiento.
Por otra parte en el cálculo de vuelco, donde el peso propio de la zapata y las tierras sobre
ellas tienen un efecto favorable.

Para construir una zapata aislada deben independizarse los cimientos y las estructuras de los
edificios ubicados en terrenos de naturaleza heterogénea, o con discontinuidades, para que las
diferentes partes del edificio tengan cimentaciones estables. Conviene que las instalaciones del
edificio estén sobre el plano de los cimientos, sin cortar zapatas ni riostras. Para todo tipo de
zapata, el plano de apoyo de la misma debe quedar empotrado 1 dm en el estrato del terreno.

La profundidad del plano de apoyo se fija basándose en el informe geotécnico, sin alterar el
comportamiento del terreno bajo el cimiento, a causa de las variaciones del nivel freático o por
posibles riesgos debidos a las heladas. Es conveniente llegar a una profundidad mínima por
debajo de la cota superficial de 50 u 80 cm. en aquellas zonas afectadas por estas variables.
En el caso en que el edificio tenga una junta estructural con soporte duplicado (dos pilares), se
efectúa una sola zapata para los dos soportes. Conviene utilizar hormigón de consistencia
plástica, con áridos de tamaño alrededor de 40 mm. En la ejecución, y antes de echar el
hormigón, disponer en el fondo una capa de hormigón pobre de aproximadamente 5 cm de
espesor (emplantillado), antes de colocar las armaduras.

Zapatas corridas
Las zapatas corridas se emplean para cimentar muros portantes, o hileras de pilares.
Estructuralmente funcionan como viga flotante que recibe cargas lineales o puntuales
separadas.

Son cimentaciones de gran longitud en comparación con su sección transversal. Las zapatas
corridas están indicadas como cimentación de un elemento estructural longitudinalmente
continuo, como un muro, en el que pretendemos los asientos en el terreno. También este tipo
de cimentación hace de arriostramiento, puede reducir la presión sobre el terreno y puede
puentear defectos y heterogeneidades en el terreno. Otro caso en el que resultan útiles es
cuando se requerirían muchas zapatas aisladas próximas, resultando más sencillo realizar una
zapata corrida.

Las zapatas corridas se aplican normalmente a muros. Pueden tener sección rectangular,
escalonada o estrechada cónicamente. Sus dimensiones están en relación con la carga que
han de soportar, la resistencia a la compresión del material y la presión admisible sobre el
terreno. Por practicidad se adopta una altura mínima para los cimientos de hormigón de 3 dm
aproximadamente. Si las alturas son mayores se les da una forma escalonada teniendo en
cuenta el ángulo de reparto de las presiones.

En el caso de que la tierra tendiese a desmoronarse o el cimiento deba escalonarse, se


utilizarán encofrados. Si los cimientos se realizan en hormigón apisonado, pueden
hormigonarse sin necesidad de los mismos.

Si los trabajos de cimentación debieran interrumpirse, se recomienda cortar en escalones la


junta vertical para lograr una correcta unión con el tramo siguiente. Asimismo colocar unos
hierros de armadura reforzará esta unión.

Las Zapatas Corridas son, según el Código Técnico de la Edificación (CTE), aquellas zapatas
que recogen más de tres pilares. Las considera así distintas a las zapatas combinadas, que
son aquellas que recogen dos pilares. Esta distinción es objeto de debate puesto que una
zapata combinada puede soportar perfectamente tres pilares.
Zapatas combinadas
Una zapata combinada es un elemento que sirve de cimentación para dos o más pilares. En
principio las zapatas aisladas sacan provecho de que diferentes pilares tienen diferentes
momentos flectores. Si estos se combinan en un único elemento de cimentación, el resultado
puede ser un elemento más estabilizado y sometido a un menor momento resultante.

Losas de cimentación
Una losa de cimentación es una placa flotante apoyada directamente sobre el terreno. Como
losa esta sometida principalmente a esfuerzos de flexión. El espesor de la losa será
proporcional a los momentos flectores actuantes sobre la misma. La relación entre el espesor
de la losa, los momentos flectores de la placa, las cargas exteriores y las propiedades elásticas
del hormigón de la losa viene dada por la siguiente expresión:

Donde:
momentos flectores en las direcciones x e y.
constantes elásticas del hormigón.
carga superficial efectiva en cada punto en la cara superior de la losa.
el coeficiente de balasto del terreno bajo la losa.
el descenso vertical en cada punto de la losa.
Cimentaciones semiprofundas

Excavando uno de los pozos de cimentación para un puente. El tubo de hormigón (concreto) se
va hundiendo a medida que se excava. En este caso se llegó a 24 m de profundidad.
 Pozos de cimentación o caissons: Son en realidad soluciones intermedias entre las
superficiales y las profundas, por lo que en ocasiones se catalogan como
semiprofundas. Algunas veces estos deben hacerse bajo agua, cuando no puede
desviarse el río, en ese caso se trabaja en cámaras presurizadas.

 Arcos de ladrillo sobre machones de hormigón o mampostería .

 Muros de contención bajo rasante: no es necesario anclar el muro al terreno.

 Micropilotes, son una variante basada en la misma idea del pilotaje, que frecuentemente
constituyen una cimentación semiprofunda.

Cimentaciones profundas

Se basan en el esfuerzo cortante entre el terreno y la cimentación para soportar las cargas
aplicadas, o más exactamente en la fricción vertical entre la cimentación y el terreno. Por eso
deben ser más profundas, para poder proveer sobre una gran área sobre la que distribuir un
esfuerzo suficientemente grande para soportar la carga. Algunos métodos utilizados en
cimentaciones profundas son:

 Pilotes: son elementos de cimentación esbeltos que se hincan (pilotes de


desplazamiento prefabricados) o construyen en una cavidad previamente abierta en el
terreno (pilotes de extracción ejecutados in situ). Antiguamente eran de madera, hasta
que en los años 1940 comenzó a emplearse el hormigón.

 Pantallas: es necesario anclar el muro al terreno.

o pantallas isostáticas: con una línea de anclajes

o pantallas hiperestáticas: dos o más líneas de anclajes.

Cimentaciones de máquinas

A diferencia de las cimentaciones de edificación, que generalmente están sometidas a cargas


estáticas o cuasiestáticas, las cimentaciones de maquinaria están sometidas frecuentemente a
cargas cíclicas. La existencia de cargas cíclicas obligan a considerar el estado límite de servicio
de vibraciones y el estado límite último de fatiga.

Algunos tipos de cimentación usados para maquinaria son:

 Tipo bloque

 Tipo celdas

 De muros

 Porticadas

 Con pilotes

 Sobre apoyos elásticos

 De soporte

Ángulo de rozamiento interno

Ángulo de reposo.

Ángulo de reposo.

En ingeniería, el ángulo de rozamiento interno es una propiedad de los materiales granulares.


El ángulo de rozamiento tiene una interpretación física sencilla, al estar relacionado con el
ángulo de reposo o máximo ángulo posible para la pendiente de un montoncito de dicho
material granular. En un material granuloso cualquiera el ángulo de reposo está determinado
por la fricción, la cohesión y la forma de las partículas pero en un material sin cohesión y donde
las partículas son muy pequeñas en relación al tamaño del montoncito el ángulo de reposo
coincide con el ángulo de rozamiento interno.

Es especialmente importante en mecánica de suelos para determinar tanto la capacidad


portante como la resistencia al deslizamiento de un terreno arenoso.

Medición

Existen numerosos procedimientos para determinar el ángulo de reposo, cada uno produce
resultdos ligeramente diferentes. Desgraciadamente los resultados son altamente dependientes
de la metodología exacta del experimentador y como resultado, los datos de diferentes
laboratorios pueden no ser comparables. Además en el rango de la capacidad
portante de un terreno depende exponencialmente de la tangente de dicho ángulo:

Por lo que pequeños errores en la determinación del ángulo conducen a estimaciones muy
diferentes de la capacidad portante. Alternaticamente en muchos casos hacerse una medición
mediante un instrumento llamado célula de cortante, cuya medida estaría directamente
relacionada con la capacidad portante.

Aplicaciones

El ángulo de rozamiento interno a veces intervienen en el diseño de equipos para el procesado


de partículas sólidas. Por ejemplo, se puede usar para diseñar un silo de almacenaje o el
dimensionado de una cinta transportadora para materiales granulosos. E igualmente en
geotecnia y geología el ángulo de rozamiento interno es importante para determinar la
estabilidad de taludes, la resistencia de una cimentación o para el cálculo del empuje de tierras.

Larvas de hormiga león

Trampa de arena de una hormiga león.

La larva de hormiga león atrapan hormigas y otros pequeños insectos excavando un agujero
cónico en arena suelta, tal que la pendiente del mismo está muy cercana al ángulo de reposo
de la arena.[1] Así cuando un pequeño insecto merodea por el agujero, su peso causa que la
arena colapse hacia el interior arrastrándolo hacia el centro, donde la larva de hormiga león
espera al acecho.

Carga de hundimiento

La carga de hundimiento de una cimentación es la carga aplicada a partir de la cual las


tensiones en el terreno sobrepasan la capacidad portante del terreno produciéndose un fallo en
el asentamiento o estabilidad de la cimentación que eventualmente puede causar el colapso
total o parcial de la estructura.
Dependiendo de la rigidez del terreno, este hundimiento será lento o rápido, localizado o
distribuido, etc.

Hundimiento de una zapata

El hundimiento de una zapata se produce cuando en algún punto la tensión máxima sobre el
terreno supera la capacidad portante del terreno. Dicha tensión máxima depende del momento
flector (M) y el esfuerzo axial (N) existentes en la base del pilar al que sirve de apoyo la zapata.
Dicha tensión máxima para el caso de flexión no esviada puede calcularse mediante las
siguientes fórmulas:

Donde:

es el esfuerzo axil o carga vertical sobre la zapata.

es el área de la base de la zapata.

es la excentricidad de la carga vertical.

es el momento flector respecto al centro de la zapata.

es la dimensión máxima lineal máxima de la zapata.

Cuando dicha tensión supera cierta tensión relacionada con la tensión admisible sobre el
terreno se produce en hundimiento (total o parcial) de la zapata, cosa que puede producir
colapso total o parcial de la estructura que se sustenta sobre la zapata.

Hundimiento de un pilote

Un pilote se hunde en el terreno cuando se rebasa la resistencia combinada del estrato inferior
de apoyo del pilote (si éste no es flotante) y los estratos superiores que producen rozamiento
sobre la superficie del pilote. Una fórmula práctica para calcular la carga resistible antes del
hundimiento es la siguiente:

Donde:

es el coeficiente de rozamiento del terreno.

longitud del perímetro de la sección transversal del pilote, si el pilote es circular

carga existente sobre el terreno, si existe o si el encepado está a gran profundidad.

, peso específico del terreno (densidad · aceleración de la gravedad).

, altura del pilote.

carga de diseño existente sobre el pilote.

La fórmula anterior ignora la resistencia de punta, por lo que si el pilote en su extremo inferior
está apoyado por un estrato resistente sería:
Donde:

Ap, sería el área transversal del pilote.

σt, la tensión admisible sobre el estrato de apoyo.

Punzonado de un estrato

Este caso viene dado por la expresión de Hanna. Para una cimentación rectangular, de
dimensiones la expresión de Hanna predice que habrá punzonamiento del estrato
superior con hundimiento en el estrato inferior cuando la presión máxima sobre terreno supere
el valor:

Donde:

es la presión sobre el estato de apoyo.

es la presión sobre la superficie del estrato inferior al de apoyo.

, son respectivamente el espesor del estrato de apoyo y la profundidad de la base


de la cimentación.

es el coeficiente de empuje lateral.

φ es el ángulo de rozamiento interno del estrato de apoyo.

Pilote (cimentación)

Hincado de pilotes en la modernización de vías férreas en Chojnów, Polonia.

Se denomina pilote a un elemento constructivo utilizado para cimentación de obras, que


permite trasladar las cargas hasta un estrato resistente del suelo, cuando este se encuentra a
una profundidad tal que hace inviable, técnica o económicamente, una cimentación más
convencional mediante zapatas o losas.

Tiene forma de columna colocada en vertical en el interior del terreno sobre la que se apoya el
elemento que le trasmite las cargas (pilar, encepado, losa...) y que trasmite la carga al terreno
por rozamiento del fuste con el terreno, apoyando la punta en capas más resistentes o por
ambos métodos a la vez.

Tipos de pilotes

Primeros Pilotes

Es el tipo de pilote más antiguo, normalmente de madera, y se inventó para hacer


cimentaciones en zonas con suelo húmedo, con el nivel freático alto o inundadas. Eran de
madera, troncos sencillamente descortezados y su capacidad portante se basaba, bien
llegando a un capa del terreno suficientemente resistente, bien por rozamiento del pilote con el
terreno.

Pilotes in situ

Proceso de ejecución de un pilote in situ

La denominación se aplica cuando el método constructivo consiste en realizar una perforación


en el suelo a la cual, una vez terminada, se le colocará un armado en su interior y
posteriormente se rellenará con hormigón.

En ocasiones, el material en el que se está cimentando, es un suelo friccionante (como son


arenas, materiales gruesos y limos, los cuales pueden ser considerados como materiales
friccionantes ya que al poseer una estructura cohesiva tan frágil, cualquier movimiento como el
que produce la broca o útil al perforar o la simple presencia de agua en el suelo entre otros,
hace que se rompa dicha cohesión y el material trabaje como un suelo friccionante), es por ello
que se presentan desmoronamientos en el interior de las paredes de la perforación; a este
fenómeno se le denomina "caídos", es por ello que se recurre a diversos métodos para evitar
que se presente.

Por la forma de ejecución del vaciado, se distinguen básicamente dos tipos de pilotes: los de
extracción y los de desplazamiento. Un pilote de extracción se realiza extrayendo el terreno,
mientras que el de desplazamiento se ejecuta compactándolo. En ambos casos se utilizan
diferentes técnicas para mantener la estabilidad de las paredes de la excavación.

Los tipos de pilotes in situ está recogidos en las Normas Tecnológicas de la Edificación.1

Pilote in situ de desplazamiento con azuche

Usualmente como pilotaje de poca profundidad trabajando por punta, apoyado en roca o capas
duras de terreno, después de atravesar capas blandas. También como pilotaje trabajando por
fuste y punta en terrenos granulares medios o flojos, o en terrenos de capas alternadas
coherentes y granulares de alguna consistencia

Pilote in situ de desplazamiento con tapón de gravas

Usualmente como pilotaje trabajando por fuste en terrenos granulares de compacidad media o
en terrenos con capas alternadas coherentes y granulares de alguna consistencia.

Pilote in situ de extracción con entubación recuperable


Este tipo de pilote se ejecuta excavando el terreno y utilizando una camisa (tubo metálico a
modo de encofrado), que evita que se derrumbe la excavación. Una vez completado el vaciado,
y según se va hormigonando el pilote, se va retirando gradualmente la camisa, que puede ser
reutilizada nuevamente.

Usualmente como pilotaje de poca profundidad trabajando por punta, apoyado en roca.
También como pilotaje trabajando por fuste en terreno coherente de consistencia firme,
prácticamente homogéneo.

Pilote in situ de extracción con camisa perdida

Se ejecuta por el mismo sistema del tipo in situ de extracción con entubación recuperable, con
la diferencia de que la camisa metálica no se extrae, sino que queda unida definitivamente al
pilote.

Usualmente como pilotaje trabajando por punta apoyado en roca o capas duras de terreno y
siempre que se atraviesen capas de terreno incoherente fino en presencia de agua, o exista
flujo de agua y en algunos casos con capas de terreno coherente blando; cuando existan capas
agresivas al hormigón fresco. La camisa se utilizará para proteger un tramo de los pilotes
expuesto a la acción de un terreno agresivo al hormigón fresco o a un flujo de agua. La longitud
del tubo que constituye la camisa será tal que, suspendida desde la boca de la perforación,
profundice dos diámetros por debajo de la capa peligrosa.

Pilote in situ perforado sin entubación con lodos tixotrópicos

Es un pilote de extracción, en el que la estabilidad de la excavación se confía a la acción de


lodos tixotrópicos. Usualmente como pilotaje trabajando por punta, apoyado en roca o capas
duras de terreno. Cuando se atraviesen capas blandas que se mantengan sin
desprendimientos por efecto de los lodos.

Pilote in situ barrenado sin entubación

Barrena para la ejecución de pilotes.

Usualmente como pilotaje trabajando por punta, apoyado en capa de terreno coherente duro.
También como pilotaje trabajando por fuste en terreno coherente de consistencia firme
prácticamente homogéneo o coherente de consistencia media en el que no se produzcan
desprendimientos de las paredes.

Pilote in situ barrenado y hormigonado por tubo central de barrena

Usualmente como pilotaje trabajando por punta, apoyado en roca o capas duras de terreno.
También como pilotaje trabajando por fuste y punta en terrenos de compacidad o consistencia
media, o en terrenos de capas alternadas coherentes y granulares de alguna consistencia

Se trata de pilotes por desplazamiento de las tierras por medio de una barrena continua.
Posteriormente se ejecuta el hormigonado por bombeo por el tubo tubo central existente en el
interior de la barrena.
Este sistema resulta apropiado para suelos blandos e inestables y con presencia de agua. La
armadura se introduce una vez perforado y hormigonado el pilote, por lo que genera el
inconveniente de que debido a la densidad del hormigón, la longitud de armado no supera los
7,00- 9,00 m.

Pilotes hincados

Consiste en introducir elementos prefabricados de hormigón similares a postes de luz o


secciones metálicas por medio de piloteadoras en el suelo.

Dichos elementos son colocados verticalmente sobre la superficie del terreno y posteriormente
"hincados" en el piso a base de golpes de "martinete", esto hace que el elemento descienda,
penetrando el terreno, tarea que se prolonga hasta que se alcanza la profundidad del estrato
resistente y se produzca el "rechazo" del suelo en caso de ser un pilote que trabaje por "punta",
o de llegar a la profundidad de diseño, en caso de ser un pilote que trabaje por "fricción".

Pilotes prefabricados

Los pilotes prefabricados pertenecen a la categoría de cimentaciones profundas, también se los


conoce por el nombre de pilotes premoldeados; pueden estar construidos con hormigón
armado ordinario o con hormigón pretensado.

Los pilotes de hormigón armado convencional se utilizan para trabajar a compresión; los de
hormigón pretensado funcionan bien a tracción, y sirven para tablestacas y cuando deben
quedar sumergidos bajo el agua. Estos pilotes se clavan en el terreno por medio de golpes que
efectúa un martinete o con una pala metálica equipada para hincada del pilote.

Su sección suele ser cuadrada y sus dimensiones normalmente son de 30 cm x 30 cm ó 45 cm


x 45 cm También se construyen con secciones hexagonales en casos especiales. Están
compuestos por dos armaduras: una longitudinal con cuatro varillas de 25 mm de diámetro, y
otra transversal compuesta por estribos de varilla de 8 mm de sección como mínimo. La cabeza
del pilote se refuerza mediante cercos con una separación de 5 cm en una longitud de un
metro. La punta va reforzada con una pieza metálica especial para facilitar la hinca.

Pilotes excéntricos

Los pilotes excéntricos son los que se ubican fuera de los ejes de las columnas y de las
contratables en edificios urbanos con estructura reticular, ofreciendo ventajas sustanciales
respecto de los tradicionales instalados a cielo abierto antes del desplante de la edificación,
colados en sitio o prefabricados hincados a golpes de martillo y coincidentes con los ejes, lo
que dicho en otras palabras significa que los pilotes excéntricos pueden instalarse después de
haberse iniciado la construcción del edificio. Cuando éste ya tiene algún peso se usa como
lastre gratuito para dar la reacción de hincado al equipo hidráulico que es compacto, silencioso,
sin vibraciones, limpio y de mayor capacidad que la dada con golpes de martillo.

Las ventajas sustanciales de carácter financiero a favor del propietario y de tipo ingenieril a
favor de los técnicos participantes, debidas al simple cambio de ubicación de los pilotes, son
las siguientes:

Ahorro del tiempo total de construcción del edificio al eliminar del programa de obra el que
correspondería a la instalación tradicional de los pilotes hecha antes del inicio de la
construcción.

Se garantiza la verticalidad de los pilotes gracias al tipo de perforación en el subsuelo, que guía
la punta del pilote según la línea de la gravedad hasta llegar a la capa de apoyo.

Los pilotes pueden ser de cualquier tipo de funcionamiento, a saber: apoyados por punta,
flotantes, o de fricción negativa, según se haya decidido por el Estudio de Mecánica de Suelos.
La totalidad de los pilotes apoyados en estrato duro se rebotan a la carga de prueba cuando la
punta llega al estrato y la fricción lateral es despreciable, garantizando la inmovilidad de los
pilotes bajo toda solicitación de carga y sin costo adicional para el propietario. La inmovilidad se
aprovecha en casos específicos para controlar los esfuerzos y las deformaciones del conjunto
“suelo-edificio-pilote”, instalando mecanismos modernos a prueba de sismos muy enérgicos,
tanto en obras nuevas donde han originado el concepto "Construya Antes Hinque Después", o
en edificios que ya estando en funcionamiento requieren ser recimentados sin dejar de
funcionar, para recuperar la verticalidad perdida porque es riesgoso que se hayan reducido los
factores de seguridad de la estructura consumidos por la inclinación, la que pone en riesgo la
seguridad de los usuarios, la del propio edificio y la de las edificaciones adyacentes, asi como
las instalaciones públicas bajo las banquetas y también para recuperar los niveles correctos
cuando aparentemente los edificios han “emergido” respecto del nivel de las banquetas en la
vía pública.

Cuando en las edificaciones se presentan problemas generados por un comportamiento distinto


del subsuelo al esperado por nosotros, como sucede en las zonas lacustres sujetas a proceso
de consolidación por pérdida de humedad, por sobrecarga o por el efecto nocivo de sismos de
alta energía, la excentricidad de los pilotes permite en todo momento si fuere necesario o
conveniente, cambiar su tipo de funcionamiento diseñado de origen.

Principio de funcionamiento

Los pilotes trasmiten al terreno las cargas que reciben de la estructura mediante una
combinación de rozamiento lateral o resistencia por fuste y resistencia a la penetración o
resistencia por punta. Ambas dependen de las características del pilote y del terreno, y la
combinación idónea es el objeto del proyecto. Para un pilote circular, hormigonado in situ y
apoyado cuya punta inferior está sobre un estrato de resistencia apreciable la carga de
hundimiento vienen dada por:

Donde:

, altura y diámetro del pilote.

, sobrecarga [kN/m2] sobre la base de cimentación del pilotaje.

, peso específico del terreno y coeficiente de rozamiento terreno-pilote.

presión admisible sobre el estrato en que se apoya la punta del pilote.

Cabe señalar que, como en todo trabajo relacionado con la ingeniería geotécnica, existe cierto
grado de incertidumbre en la capacidad final de un pilote. Es por esto que buena parte de la
investigación que se viene desarrollando en este campo tiene que ver con métodos que
permitan hacer un control de calidad a bajo costo del pilotaje antes de aplicar las cargas. El
método más obvio aunque el más costoso es hacer una prueba de carga. Como métodos
alternativos podemos mencionar: pruebas de resonancia, prensa hidráulica de Osterberg,
pruebas de análisis de ondas, pruebas sísmicas.

En muchos casos las teorías que permiten estimar la resistencia de fuste y la resistencia de
punta son de tipo empírico. Es decir, son el resultado de un análisis estadístico del
comportamiento de ciertos pilotes en determinadas condiciones de terreno. Por lo tanto, es
sumamente importante conocer el origen y las condiciones bajo las cuales determinadas
fórmulas de cálculo son válidas.

Precauciones constructivas

Colocación de hormigón in situ


La distancia mínima entre la piloteadora y la colocación del hormigón debe ser especificada. Se
han realizado pruebas que muestran que las vibraciones provenientes de la piloteadora no
tienen efectos contrarios sobre el hormigón fresco, y un criterio de un pilote abierto entre las
operaciones de perforación y las de vaciado es considerado como satisfactorio.

La camisa, cascarón, tubo o tubería, debe ser inspeccionado justo antes a rellenarlo con
hormigón y debe estar libre de material extraño y no contener más de diez centímetros de
agua, a menos que se utilice el método tremie para introducir hormigón. El hormigón debe ser
vertido en cada perforación o camisa sin interrupción. Si es necesario interrumpir el proceso de
vertido de hormigón por un intervalo de tiempo tal que endurezca el hormigón, se deben
colocar dovelas de acero en la zona superior hormigonada del pilote. Cuando el vaciado se
suspende, todas la rebabas debe ser retiradas y la superficie del hormigón debe ser lavada con
una lechada fluida.

Vaciado con el método tremie

El método tremie, de llenado por flujo inverso, se usa para verter hormigón a través de agua,
cuando la perforación queda inundada. El hormigón se carga por tolva o es bombeado, en
forma continua, dentro de una tubería llamada tremie, deslizándose hacia el fondo y
desplazando el agua e impurezas hacia la superficie. El fondo del tremie se debe cerrar con
una válvula para prevenir que el hormigón entre en contacto con el agua. El tremie llega hasta
el fondo de la perforación antes de iniciarse el vertido del hormigón. Al principio, se debe elevar
algunos centímetros para iniciar el flujo del hormigón y asegurar un buen contacto entre en
hormigón y el fondo de la perforación.

Como el tremie es elevado durante el vaciado, se debe mantener dentro del volumen del
hormigón, evitando el contacto con el agua. Antes de retirar el tremie completamente, se debe
verter suficiente hormigón para desplazar toda el agua y el hormigón diluido.

Para vaciar el agua del tremie se puede utilizar una pelota de goma, o un tapón de corcho.

Ensayos de integridad para pilotes

Además de los métodos directos (inspección visual y sondeo geotécnico), existen diversas
técnicas indirectas para detectar posibles anomalías en las cimentaciones profundas (pilotes y
módulos pantalla principalmente).

Ensayo de transparencia sónica en cimentaciones profundas (sondeo sónico, ensayo sónico,


cross-hole o crosshole). Detecta y localiza con precisión anomalías (deslavados,
contaminación, inclusión,..., etc.). Se estudia la propagación de ultrasonidos entre parejas de
tubos metálicos embebidos en el hormigón introduciendo en ellos unas sondas.

Ensayo de eco (martillo convencional). Permite evaluar la longitud del elemento por la medida
del tiempo transcurrido entre un impacto y su reflexión. Se coloca en cabeza un acelerómetro y
se la golpea con un martillo convencional. Requiere golpear sobre hormigón sano.

Ensayo de impedancia mecánica en cimentaciones profundas (martillo con sensor de fuerza).


Además de la longitud, mediante la medida del impacto y de la respuesta vibratoria, valora la
interacción con el terreno y los cambios de sección y/o de calidad del material. Se coloca en
cabeza un geófono y se golpea con un martillo instrumentado.

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