Intenational Enviromental Politics (Broadhead)

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EXTRACTO DE
Internacional
Política ambiental: INTERNACIONAL
Los límites del verde AMBIENTAL
Diplomacia POLÍTICA
LeeAnne Broadhead Los límites de

Diplomacia verde
Derechos de autor © 2002

ISBN:
LeeAnne Broadhead
1588260925
1588260682
1800 calle 30, Ste. 314

Boulder, CO 80301
EE.
UU. teléfono 303.444.6684
fax 303.444.0824
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i
Situación crítica
En el último cuarto del siglo XX, los procesos políticos internacionales,

aparentemente, se han preocupado cada vez más por una amplia gama de
problemas ambientales. Ahora se puede escuchar un argumento común
tanto desde las oficinas de los políticos como desde
dentro de los muros de la academia e incluso de las salas de juntas corporativas: la noción
previamente indiscutida de soberanía estatal ha dado paso a nuevas y
Mejores formas de cooperación internacional frente a los problemas medioambientales.
problemas. Pocos, si es que hay alguno, de los exponentes de este punto de vista argumentarían que la
La gestión de esta interdependencia reconocida ha sido sencilla, pero continuamente se mantiene la
esperanza de que una mayor conciencia de la
La fragilidad del medio ambiente natural ha requerido un mayor esfuerzo en medidas colectivas para
detener las prácticas destructivas.
Los acuerdos de gobierno establecidos en este sistema más racional, según nos dicen con
frecuencia los estudiosos de las relaciones internacionales, demuestran una nueva realidad en las
relaciones interestatales: una en la que el poder estatal ha
disminuido y reestructurado siguiendo líneas más cooperativas para satisfacer
las dimensiones obviamente transnacionales de la crisis. Si actuamos con cuidado y basamos
nuestros argumentos en conocimientos sólidos, se argumenta, lograremos
Continuar dando pasos firmes hacia un mundo más ecológicamente sano.
orden. El cambio incremental puede no ser dramático, pero lo es, según estos académicos.
tranquilizar, lo que tiene el efecto inevitable de moldear la libertad de maniobra tanto de los Estados
como de las instituciones. Desde esta perspectiva podemos
ver claramente el amanecer de un nuevo orden mundial rico en normas del que
todos se beneficiarán.
En opinión de los defensores del cambio incremental y del cambio internacional

“formación de régimen”,1 se nos alienta a creer en la persuasiva
1
2 POLÍTICA AMBIENTAL INTERNACIONAL
capacidad del conocimiento científico sobre las causas y las curas de

la degradación ambiental lleve incluso a los contaminadores más recalcitrantes a acuerdos
que limiten sus acciones. estamos tranquilos
que, ante la presión interna y la evidencia científica, el Estado
Los líderes harán concesiones que redunden en beneficio del mundo natural y no en beneficio
de sus intereses nacionales más estrechos. Además,
Se nos pide que seamos optimistas acerca de la investigación científica misma: en su
capacidad de proporcionarnos una imagen neutral y libre de valores del estado de la humanidad.
medio ambiente mundial y señalar las medidas específicas necesarias para
el rincón hacia la sostenibilidad ambiental. Y finalmente, estamos
pidió celebrar las nuevas formas de tecnología que se presentan como
salvador de nuestras prácticas actualmente destructivas: las transferencias de tecnología al
El mundo en desarrollo ayudará a reducir la contaminación, y nuestros propios esfuerzos
continuos garantizarán que encontraremos soluciones a los problemas actuales.
problemas.
El camino a seguir, sostiene el incrementalista, es centrarse en un problema limitado y,
por tanto, manejable a la vez. No nos encarguemos demasiado
mucho a la vez; tomemos medidas seguras basadas en hechos científicos y no
morder más de lo que podemos masticar. Diplomacia verde, con lo que quiero decir
el proceso de ordenar las cuestiones de gobernanza internacional relacionadas con
el mundo natural y sus innumerables problemas y desafíos, es ahora un
parte habitual de la escena internacional, y mientras no presionemos
Si lo hacemos con demasiada fuerza o demasiado rápido, podremos lograr progresos constantes. Al centrarse en uno
cuestión específica y limitada en un momento en el que triunfaremos. Los pequeños pasos son
Es necesario establecer un cuerpo de leyes que garantice los estándares ambientales.
Puede que no sea un escenario perfecto, pero se nos dice que seamos realistas sobre el
sistema internacional y las dificultades muy obvias para intentar
negociar instrumentos de gobernanza cuando los estados definen sus políticas nacionales
sus intereses con prudencia y al mismo tiempo salvaguardar celosamente su soberanía.
Maquiavelo, tomado como una abreviatura de la cruda realidad del poder estatal, puede ser
ahora son más verdes2, pero la interdependencia cooperativa tiene sus límites y es necesario
proteger la soberanía. Si ponemos nuestras miras demasiado altas e intentamos
cuestiones relacionadas con los vínculos, lograremos poco o nada de sustancia.
No sólo se presenta al Estado como cada vez más imbuido de
esta nueva Ilustración Verde, pero las corporaciones también lo han hecho, así que estamos
dicho, adquirió el mismo tono, una afirmación reforzada por su bombardeo de
consumidores con anuncios y mercancías diseñadas y etiquetadas
como ecológicamente racional. Ahora bien, si los gobiernos y los líderes empresariales son
realmente conversos serios a la causa de salvar el medio ambiente, ¿qué necesidad hay de
¿Existen alternativas, de pensamiento o de hecho, al verde incrementalista?
SITUACIÓN CRÍTICA 3
¿diplomacia? Se nos dice que tales alternativas no sólo son superfluas,

son, en el mejor de los casos, ingenuos y, en el peor, contraproducentes. Éste no es
terreno para movimientos de base o proyectos de pequeña escala; estos son enormes
problemas que exigen una actividad intergubernamental global. Somos
dirigido a “dejarlo en manos de los especialistas”, aquellos que supervisan el
todo el asunto, y no debemos preocuparnos, porque podemos relajarnos en el
conocimiento de que se ha encontrado un marco acordado: el de la sostenibilidad
desarrollo.
REPLANTEAR EL TEMA
Por supuesto, no todo el mundo está contento con esta presentación de las reglas de
enfrentamiento necesarias. Cada vez más, vemos que los resultados de sus políticas
contradicen las afirmaciones de las instituciones internacionales (especialmente, pero
no exclusivamente, las de tipo económico). Como un
Como resultado, estudiantes, agricultores, trabajadores industriales y otras personas de todo el mundo
mundo se reúnen: se reúnen en las calles para protestar, en conferencias internacionales
para pensar estrategias y a través de Internet para
compartir ideas sobre tácticas. Los reclamos de los incrementalistas internacionales
suenan huecos en estos oídos, y las respuestas de los líderes estatales en sus
Cuando los manifestantes los cuestionan, su propio lugar muestra similitudes notables:
envían a la policía antidisturbios vistiendo lo que parece ser equipo estándar de control
de multitudes (¿la globalización de la moda antidisturbios?) y llevando una gran cantidad
de spray de pimienta.
¿Qué sentido vamos a darle a esto? ¿Qué afirmaciones son correctas y
¿Cuál es el enfoque apropiado a adoptar para abordar los innumerables problemas
ambientales que enfrentamos colectivamente? ¿No podemos simplemente adoptar la
métodos que aparentemente se han utilizado con tanto éxito para lograr acuerdos
multilaterales sobre formas de abordar problemas graves como la crisis mundial.
calentamiento global y el agotamiento de la capa de ozono y centrar nuestra atención en otros problemas graves
tareas a mano? ¿Qué necesidad hay de un replanteamiento o una crítica fundamental?

El punto de partida para responder a todas estas preguntas es necesariamente
considerar si la transformación prometida de las reglas internacionales realmente ha
ocurrido. Cuestionando la realidad de
esta supuesta transformación es el tema de esta investigación. mi inquisicion
surge de la creencia de que la presentación de tal optimismo, que es
basado en respuestas supuestamente científicas a los llamados problemas racionales,
no sólo es engañoso sino que en realidad nos ciega ante las consecuencias radicales.
transformación de nuestro pensamiento y posteriormente a las formas predominantes
de organización social que debe tener lugar antes de que pueda producirse cualquier
mejora cualitativa en la condición del mundo natural. tan radical
Sostengo que el pensamiento no debe limitarse sólo a cuestiones técnicas específicas
de problemas ambientales separados, sino que deben ser de mayor alcance.
y más integrado en una consideración del contexto social dentro de
que existen estos problemas.
Basándome en las ideas de la Teoría Crítica,3 busco resaltar las
manera en que el encuadre de la cuestión ambiental puede verse como
un producto y una forma de perpetuar una forma de organización social
que reprime las posibilidades reales que existen para liberar a los individuos y
establecer las condiciones previas para una existencia ecológicamente sana. El
argumento que se presentará en este libro es que el optimismo demostrado por los
partidarios de la diplomacia verde está equivocado y sirve.
sólo para mantener políticas, económicas y políticas ambientalmente destructivas.
estructuras sociales. La forma misma en que consideramos el mundo nos ha llevado
a la destrucción del medio ambiente, y continúa profundizándola. El
estructuras sociales existentes, basadas como están en la perpetuación de la
modelo de crecimiento y búsqueda continua de ganancias, están conectados e integrados
y actuar como una reafirmación de esta cosmovisión. Muchos de los defensores
Los defensores del enfoque incrementalista tienen buenas intenciones y creen
sinceramente que debemos trabajar dentro de las limitaciones que encontramos; otros
tienen un interés personal en garantizar que las preguntas y los problemas sean
no están formulados de tal manera que pongan en duda el status quo
visión de los mercados, la ciencia y el progreso.
El argumento utilizado por aquellos académicos que apoyan y alientan
El enfoque de formación de regímenes para la política ambiental es que debemos
trabajar hacia las metas que se pueden lograr de manera “realista” dentro del
fronteras del actual sistema internacional. Al menos un estudioso de la formación de
regímenes ha reconocido que “un énfasis en
Los regímenes pueden ser criticados por aquellos para quienes cualquier cosa que no sea claramente
Las agendas transformadoras son inadecuadas.”4 En lugar de mirar
detenidamente a qué conduciría tal crítica, inevitablemente se descarta
porque “el alcance de tales agendas pronto se extiende mucho más allá de las cuestiones
ambientales específicas”. 5 Esta investigación sobre los problemas ambientales
internacionales, que se extiende más allá de las especificidades de cada individuo
problemas, es de hecho el objetivo de tales críticas, y este libro argumentará
que son los diplomáticos verdes y sus defensores los que están equivocados
pista, un camino hacia el infierno ambiental pavimentado con sus intenciones demasiado
limitadas. Necesitamos dejar de mirar al “nuevo” Maquiavelo: el moderno
Estado y sus amigos empresarios, a través de gafas teñidas de verde. La realidad es mucho
más fea y la situación mucho peor de lo que se presenta.
EL MUNDO NATURAL Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES
El tratamiento de la crisis ambiental global en el campo de las relaciones internacionales se

ve limitado por la debilidad de las teorías que han
generalmente se ha utilizado para guiar tanto su erudición como la práctica.
construcción de acuerdos internacionales. Lamentablemente, se puede decir con certeza
que la reflexividad (una autoconciencia esencial sobre el proceso)
de teorizar en sí mismo—no ha sido tradicionalmente muy valorado dentro de la
campo, y aunque ha habido batallas teóricas entre aquellos
manteniendo diferentes perspectivas desde que existe la disciplina,
hasta hace relativamente poco ha habido una decidida falta de reconocimiento de
el papel de las afirmaciones de conocimiento y el poder inherente en la formulación de
las preguntas para el estudio. No hace falta decir que fuera de la academia en el “verdadero
mundo” de las relaciones internacionales, el movimiento ha sido aún más lento.
Antes de centrar nuestra atención en el impacto que dicha reflexividad
podría tener sobre el problema en cuestión, consideremos la corriente principal
Pensando en la disciplina como pertenece al mundo natural. La explotación de los recursos
naturales ha desempeñado durante mucho tiempo un papel central en las reflexiones sobre
las luchas de poder interestatales. El predominio de la escuela realista
de pensamiento después de la Segunda Guerra Mundial se hizo eco de la creencia
ampliamente difundida de que el mundo natural podía considerarse nada más que
reservas de recursos que podrían controlarse en interés de
de la producción industrial (incluida la capacidad bélica) y, por tanto, como un elemento
importante en el cálculo del poder. Hans Morgenthau, ampliamente considerado como el
gran maestro del pensamiento realista, argumentó
(correctamente) que “como la importancia absoluta del control de las materias primas para
la energía natural ha aumentado en proporción a la mecanización
de la guerra, por lo que ciertas materias primas han ganado importancia sobre otras”. 6 El
objetivo entonces era garantizar el interés nacional del estado.
protegiendo los recursos existentes y asegurando el acceso a aquellos que
no abundaban dentro de las fronteras de un estado.
El reconocimiento de la necesidad cambiante de materias primas no
Huelga decir que esto lleva a los estudiosos realistas de las relaciones internacionales a una
discusión sobre los costos ambientales del militarismo precisamente porque el
El principio principal de esta teoría es que debemos tomar el mundo tal como lo encontramos;
Deseos normativos de cambiar el orden natural de las relaciones interestatales.

simplemente nublan los problemas con efectos potencialmente desastrosos. El realismo
reconoció, como nos informó Morgenthau, que “la política, como la sociedad en general,
se rige por leyes objetivas que tienen sus raíces en la naturaleza humana.
. . . El funcionamiento de estas leyes es impermeable a nuestras preferencias,
los hombres sólo las cambiarán a riesgo de fracasar”. 7 Gran parte de la literatura que
existe ahora sobre los costos de seguridad de la degradación ambiental
reproduce esta lógica cuando se refiere a la escasez de agua u otros recursos
sólo en términos de luchas y guerras potenciales.8
En la década de 1970, se estaba planteando un desafío contra la percepción
limitaciones del modelo realista de política de poder. Enmarcado originalmente en
términos de interdependencia compleja,9 esta revisión del modelo realista
se inspiró en la incapacidad de académicos y profesionales por igual para abordar
con un orden mundial que ya no parecía encajar en los patrones fáciles de
predicción ofrecida por la preeminente teoría de las relaciones internacionales. El
debacle en Vietnam, la influencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), los problemas ambientales transfronterizos y
Una serie de otras cuestiones parecían plantear preguntas fundamentales sobre la
ordenamiento del sistema internacional y la relación entre el poder militar y la influencia
internacional y el cálculo del poder. El
Los críticos del realismo desafiaron la ortodoxia del modelo estadocéntrico.
y exigió que para entenderse adecuadamente, el poder en las relaciones internacionales
tendría que concebirse en términos y consideraciones más amplios.
Habría que prestar atención a los roles relativos de una variedad de actores (incluidas las
corporaciones multinacionales y otros actores no estatales) y a una red cada vez más
compleja de interrelaciones entre (e incluso dentro)
estados. Esta nueva escuela de pensamiento entró en la disciplina decidida a ser tomada
en serio como una teoría para guiar la acción en el plano práctico.
nivel de compromiso: estaban interesados en enfatizar que no eran idealistas que
simplemente presentaban una imagen del mundo que desearían que existiera.
Fue fuera de este desafío y en el espacio creado por los primeros
críticos de que el foco se centró en la formación de regímenes como un nuevo enfoque para
gestión institucional. Los debates en las revistas pronto se volvieron
fijo en las formas y medios para conceptualizar la construcción institucional con
con miras a comprender las relaciones de poder a nivel internacional.
Lo que había comenzado como una interdependencia compleja se desarrolló aún más en estos
debates y ha sido denominado de diversas maneras neoliberalismo, neoliberalismo
internacionalismo e institucionalismo neoliberal, y aunque existen
diferencias sutiles en los diversos enfoques recopilados bajo estas etiquetas, es justo decir
que un aspecto importante del trabajo estuvo dirigido
comprender en qué medida se produce un esfuerzo coordinado y
el impacto que dicha acción tiene en el sistema internacional.10 Los realistas también
fueron parte de los debates, y aunque surgió una imagen diferente sobre las formas y
medios de construcción institucional, un enfoque más nuevo de la teoría más antigua
asumió algunos de los desafíos y comprometió plenamente en las discusiones. De hecho,
a principios de la década de 1990, algunos académicos argumentaban que había una
creciente convergencia de perspectivas y que, a pesar de algunas áreas de énfasis
persistentes, se debía fomentar un proyecto de investigación compartido.11
Pero ¿por qué mencionar estos debates abstractos con tanto detalle? Como veremos
a lo largo de este libro, el concepto de gestión es extraordinariamente importante y es en el
nivel de la gestión institucional donde el diplomático verde se involucra con tanto entusiasmo.
El advenimiento del lenguaje de la construcción de regímenes condujo a una aceptación
más fácil, por parte de los profesionales, de la viabilidad de la actividad internacional que
se ha vuelto central para los temas que nos preocupan aquí.
Sin embargo, en cuanto a la representación del mundo natural, poco había cambiado.
Independientemente de si el realista estaba considerando el poder detrás de la construcción
de instituciones y considerando los medios para utilizar dicha actividad con el pleno
beneficio de maximizar el poder, o si el institucionalista liberal estaba promoviendo los
beneficios de la cooperación y articulando la promesa de normas y regulaciones legales. ,
el pensamiento subyacente sobre el mundo natural era uno de gestión y control. Ese mundo
siguió siendo un depósito de recursos y mercancías en torno a los cuales se concentraban.
gira el conflicto o la cooperación. Había, tanto para realistas como para institucionalistas,
una clara separación entre el mundo externo controlable y el mundo político racional de
toma de decisiones difíciles: una visión del uso de la naturaleza basada en la razón
instrumental estaba a la orden del día.12 Los capítulos posteriores Los autores
considerarán detalladamente las bases, la evolución y las implicaciones de este punto de
vista. Aquí es crucial reconocer que las diferencias entre estos dos modelos teóricos tienen
que ver principalmente con los mecanismos institucionales que pueden establecerse para
“tratar” el mundo natural.
Estos mecanismos podrían consistir en acuerdos colectivos (por ejemplo, para proteger la
capa de ozono), la protección conjunta de un recurso natural (por ejemplo, la Antártida), o
normas y regulaciones con respecto a los avances científicos (por ejemplo, la modificación
genética). Cada escuela de pensamiento cree que está presentando las herramientas con
las que los responsables de las políticas pueden abordar el mundo realmente existente.
Los institucionalistas simplemente están intentando proporcionar una imagen más precisa
y sutil sobre la base de la cual evaluar las opciones políticas: refinar en lugar de redefinir el
realismo. En ninguna de las escuelas de pensamiento existe una conciencia básica de la
naturaleza constitutiva del conocimiento, a pesar del reconocimiento del papel de las ideas
en la formulación de políticas.
Sin embargo, hemos tenido décadas de desarrollo institucional y el medio ambiente ha

seguido deteriorándose. Quienes articulan la solución de gestión incrementalista responderán
que, si bien no hemos
hemos llegado lo suficientemente lejos y con suficiente rapidez, debemos trabajar dentro de los límites
existen en el desordenado mundo de la competencia interestatal. La actividad
expertos en relaciones internacionales continúan examinando la formación de regímenes con
la esperanza de que los estudios de caso existentes nos ayuden a
comprender mejor los mecanismos institucionales y así llevarnos a una creación institucional
más efectiva y eficiente.13 Prioridades de investigación
se determinan en consecuencia, y la aplicación resultante de dicha investigación permite
fortalecer y profundizar los acuerdos.
Las normas jurídicas se vuelven más rigurosas y la codificación de normas comunes
los estándares continúan a buen ritmo. Al mismo tiempo perdemos biodiversidad, la
El agujero en la capa de ozono crece, el océano continúa contaminado y
toda una serie de otros problemas medioambientales se dan a conocer
para nosotros. Fundamentalmente, hay cuestiones adicionales –como la modificación genética
y el mapeo genético– que exigen un nivel de reflexión moral y crítica extraordinariamente
difícil de lograr cuando las teorías rectoras
simplemente están proporcionando herramientas para lidiar con la “realidad”. Tal vez haya
De hecho, hay más en los problemas ambientales del mundo que la mera intransigencia de
unos pocos líderes estatales o las acciones mal informadas de unos pocos.
capitalistas transnacionales. ¿Podría haber algo fundamentalmente
mal con la forma en que se plantean las preguntas y la
¿Se están respondiendo los problemas?
Esta reflexión nos devuelve al punto planteado anteriormente de que la política internacional
La teoría de las relaciones no ha sido muy buena para reflexionar sobre la
proceso de teorización en sí mismo. Si las teorías se consideran meros mapas de la realidad
existente, el encuadre de las cuestiones es limitado desde el principio. Quizás sea necesario
un tipo diferente de teoría.
Inspirándose en la Teoría Crítica, algunos estudiosos de las relaciones internacionales
En los últimos años han intentado ampliar el debate sobre la cuestión interestatal.
sistema para que se convierta en algo más que una simple imagen de la realidad. Basándose
en las ideas de Max Horkheimer sobre la naturaleza del conocimiento, Robert
Cox ha sido muy elocuente al describir los diversos roles de la teoría:
Comenzando por su problemática, la teoría puede servir a dos propósitos distintos.

Una es una respuesta simple y directa: ser una guía para ayudar a resolver el problema.
problemas planteados dentro de los términos de la perspectiva particular que
fue el punto de partida. El otro es más reflexivo sobre el
proceso de teorizar en sí mismo: tomar conciencia clara de la perspectiva
que da lugar a la teorización, y su relación con otras perspectivas (a

lograr una perspectiva sobre perspectivas); y abrir la posibilidad
de elegir una perspectiva válida diferente desde la cual abordar la problemática.
se convierte en la creación de un mundo alternativo. Cada uno de estos propósitos
da lugar a un tipo diferente de teoría.
El primer propósito da lugar a la teoría de la resolución de problemas. se necesita el
mundo tal como lo encuentra, con las relaciones sociales y de poder prevalecientes
y las instituciones en las que están organizados, como marco de acción dado. El
objetivo general de la resolución de problemas es hacer que estos
Las relaciones y las instituciones funcionan sin problemas al tratar eficazmente
con fuentes particulares de problemas. Dado que no se cuestiona el patrón general
de instituciones y relaciones, se plantean problemas particulares.
puede considerarse en relación con las áreas especializadas de actividad en
que surgen. . . .
El segundo propósito conduce a la teoría crítica. Es crítico en el
sentido de que se mantiene aparte del orden prevaleciente en el mundo y
pregunta cómo surgió ese pedido. La teoría crítica, a diferencia de la teoría de la
resolución de problemas, no toma en cuenta las instituciones ni las relaciones sociales y de poder.
por sentado, sino que los pone en duda preocupándose por sus
orígenes y cómo y si podrían estar en proceso de cambio. Está dirigido a una
evaluación del marco mismo para la acción, o problemática, que la teoría de la
resolución de problemas acepta como sus parámetros. La teoría crítica se dirige
al complejo social y político.
como un todo y no a sus partes separadas.14
Adoptando una metodología y epistemología que acepte el orden mundial existente

como un hecho y que busque simplemente resolver problemas.
dentro de él, los realistas y los institucionalistas neoliberales –ya sean académicos,
activistas, diplomáticos o líderes estatales– están cumpliendo así una agenda
conservadora, porque no es menos ideológico buscar el mantenimiento de la democracia.
un sistema que intentar cambiarlo. Cox tiene razón al argumentar que
La suposición de una estructura inmutable es más que una conveniencia metodológica
y, de hecho, se extiende a un sesgo ideológico. De hecho,
Debe quedar claro que tales teorías sirven a los intereses de quienes están
sentirse cómodo con el orden dado.15 Si la acción ambiental incremental propugnada
por quienes solucionan el problema se considera un fracaso demostrable,
Es más fácil defender un enfoque crítico.
TEORÍA CRÍTICA Y EL MUNDO NATURAL
La reflexividad ha aumentado dentro de la disciplina de las relaciones internacionales.

No sorprende que el aporte teórico de las feministas, posmodernas y
Las perspectivas neogramscianas (por nombrar sólo tres) han mejorado mucho.
el estado de la disciplina en general: la “reestructuración de las relaciones internacionales”
"La teoría de las relaciones internacionales", al parecer, ha comenzado en serio.16 Muchos
académicos interesados en las cuestiones ambientales internacionales han comenzado a
criticar lo que con seguridad se puede llamar la presentación del status quo de la agenda
ambiental internacional, y sus trabajos ser dibujado en
a lo largo de este libro. Este libro, sin embargo, no pretende ser un examen de un modelo
teórico particular. Tampoco limita su consideración a las teorías de las relaciones
internacionales. Creo que para ofrecer
una crítica integral de los temas incluidos en la presentación de
Para la diplomacia verde, resulta fructífero aprovechar una serie de ideas formuladas
inicialmente por ciertos miembros del Instituto de Investigación Social (comúnmente
conocido como la Escuela de Frankfurt) y su propio (aunque no uniforme) tipo de
pensamiento crítico. Teoría. De hecho, muchas de estas ideas han
Ya ayudó a dirigir el giro hacia una mayor reflexividad dentro de la disciplina académica de
las relaciones internacionales.
Fundada en 1923, la Escuela de Frankfurt surgió como una dinámica
e influyente centro académico bajo el liderazgo de su tercer director, Max Horkheimer,
nombrado en 1930. Aprovechando una amplia
gama de disciplinas, la escuela intentó trascender las divisiones disciplinarias normalmente
aceptadas por aquellos que buscan una comprensión del
funcionamiento de la sociedad moderna. Perspectivas de la filosofía, la sociología y las cuestiones sociales.
La psicología, las ciencias políticas, la economía y los estudios culturales fueron todos
incidió en la relación entre teoría y práctica con el
Expresar deseo de explorar el potencial de transformación política, social y económica de
las sociedades modernas.17
Para emprender esta crítica de la diplomacia verde, quiero dibujar
principalmente en los escritos de Max Horkheimer, Theodor Adorno y, quizás especialmente,
de Herbert Marcuse. Juntos, sus escritos ofrecen ideas
en una variedad de áreas que impactan dramáticamente en el funcionamiento de la energía
relaciones dentro de la sociedad y, por extensión, a problemas de organización social y
destrucción ambiental. Las reflexivas consideraciones
presentados por estos escritores sobre ciencia, tecnología, lenguaje, estética,
capitalismo, y quizás especialmente en el estado burocrático moderno.
capacidad para absorber y difundir la disidencia, son importantes para la consideración
actual de los problemas ambientales globales.18
Algunos pueden considerar la aplicación de tales conceptos y herramientas a
el ámbito internacional es un ejercicio ligeramente dudoso dado el hecho de que
Estos escritores, preocupados como estaban por el destino del individuo en
sociedades industriales avanzadas, tenían poco que decir explícitamente sobre el ámbito de
Actividad política conocida como relaciones internacionales. Lo hicieron, sin embargo,

Tengo mucho que decir sobre los vínculos entre conocimiento y poder, la
impacto de la racionalidad instrumental y las prácticas destructivas (en
términos humanos, psicológicos, ambientales y económicos) del capitalismo. Al intentar
comprender los procesos sociales y las posibilidades de
transformación, seguramente deberíamos permanecer abiertos a mapas útiles dondequiera
podríamos encontrarlos. Más específicamente, sin embargo, aparte de las herramientas
conceptuales generalmente útiles que ofrecieron, la eficacia de estas críticas
surge del hecho de que el orden global se encuentra actualmente en un período de cambio
No muy diferente de lo que impulsó a la Escuela de Frankfurt a actuar.
en la primera instancia. Muchas de las diferencias ideológicas, culturales y técnicas
Los mecanismos de dominación que eran de interés entonces tienen ahora una fuerte y
creciente relevancia para quienes buscan una comprensión más profunda de las relaciones
políticas internacionales.
Estos escritores se inspiraron para trabajar más allá de las fronteras disciplinarias.
reintegrarlos , en un intento de comprender las configuraciones cambiantes de la
economía, la sociedad y la cultura que vieron desarrollarse dentro de ellos .
capitalismo. Creían que el marxismo ortodoxo necesitaba revitalizarse,
no rechazar, para comprender verdaderamente el mundo moderno y la
transición a la nueva etapa de desarrollo capitalista que estaban presenciando. Intentando
comprender el aparente fracaso del socialismo
Para que su proyecto se materializara como esperaba (y predijo) la ortodoxia marxista, se
basaron en los primeros trabajos de Marx y en los escritos, en particular, de Freud, Weber,
Hegel y Lukács en un intento de comprender
técnicas y estructuras de dominación predominantes.19 Equipado con un
comprensión multidisciplinaria del papel de la cultura, la ciencia, la tecnología y el capital
en la reproducción y transformación de la sociedad, la
El tipo de Teoría Crítica desarrollado por la Escuela de Frankfurt ofreció una visión de las
muy diferentes formas de control y explotación social utilizadas en las diferentes etapas
del desarrollo capitalista. Douglas Kellner tiene
argumentó de manera persuasiva que es precisamente el interés de la Teoría Crítica en
responder a las crisis sucesivas del capitalismo y el marxismo lo que debería ser abordado.
de especial interés hoy cuando intentamos comprender el dramático
cambios del capitalismo de Estado a lo que él llama “tecnocapitalismo”20 y a lo que yo
llamaré capitalismo transnacional o global,
que resulta, sostengo, de la actual y dramáticamente de moda
políticas preponderantes de la economía neoliberal.
El discurso de la globalización, con su aire de inevitabilidad: la “gran marea” del
presidente Clinton, desgastando inexorablemente lo establecido.
orden de las cosas”21—sirve para desconcertar el hecho de que las estructuras estatales
sirvió durante mucho tiempo a los intereses del capital. Si bien su internacionalización puede
Sea una fase cualitativamente nueva, el poder del Estado para controlar e influir en los
acontecimientos –además de su papel como facilitador y defensor del libre flujo de capital, una
correa de transmisión glorificada para la movilidad del capital– es a la vez siempre cambiante
y siempre presente.22 Aunque mi
La atención se centra en el medio ambiente y mi crítica se limitará a aquellos
aspectos de la sociedad moderna (estatal y global) que impactan en ese tema,
La mística general que rodea a la globalización misma constituye tal
impacto. El fracaso de la teoría institucionalista realista y neoliberal
desmitificar y criticar los innumerables e interrelacionados procesos que han
recopilado bajo la palabra de moda globalización se traduce directamente en
Prescripciones inadecuadas para salvar el medio ambiente natural amenazadas.
por la forma de intercambio internacional de capitales que constituye el modelo neoliberal.
ortodoxia. Los realistas sostienen que los estados compiten, como siempre lo han hecho,
para proteger su interés nacional. La adición de las llamadas cuestiones de seguridad
ambiental (con las cuales en realidad no quieren decir más que una competencia anticuada
por recursos naturales escasos) no cambia fundamentalmente su cálculo del poder en el
ámbito internacional.23
Los institucionalistas buscan inculcarnos su creencia en la eficiencia de
regímenes económicos y ambientales basados en reglas como protección de nuestra
intereses; Aceptan el mito de la desaparición de la soberanía estatal y
Ven en ello una oportunidad para limitar los procesos más destructivos para el medio ambiente.
prácticas de épocas anteriores. De hecho, como exploraremos, existe el desarrollo del
argumento más intrigante en la base de las opiniones de los incrementalistas de que los
regímenes económicos para establecer reglas para el comercio son
en sí mismos “verdes”.
La creencia de que la economía juega un papel central en todos los procesos sociales.
es el hilo que une los intentos de los teóricos críticos de ilustrar y comprender formas nuevas
y en evolución de dominación y destrucción. Creo que es esencial que sigamos buscando una
comprensión más profunda de los intentos de hacer que la lógica del mercado existente
parezca
inevitable e indiscutible y también que mantengamos una actitud crítica
interés en el papel de la ciencia, la tecnología, el lenguaje y la racionalidad técnica, con el fin
de comprender adecuadamente las contradicciones y contenciones en las formas modernas
de capitalismo y organización estatal/interestatal. Él
No está dentro del alcance de este trabajo emprender una crítica integral de la forma actual
de la llamada sociedad internacional.24 Es mi intención
creencia, sin embargo, de que una consideración de la política global con un enfoque en
diplomacia verde y con estas cuestiones en mente nos ayudará en nuestra
esfuerzos para criticar la promesa fallida del incrementalista además de ver las posibilidades
inherentes al sistema que, si se libera, conduciría a un futuro más verde. A continuación se
exponen las diversas formas en que se utilizarán las herramientas ofrecidas por los teóricos
críticos.
Hay una serie de trabajos interesantes disponibles que se basan en las ideas de la
Escuela de Frankfurt para considerar específicamente la degradación ambiental, señalando
las raíces políticas, sociales, económicas y, de hecho, teóricas más amplias del
problema.25 A nivel de política global Sin embargo, este análisis no está tan desarrollado
como podría estarlo, especialmente dada la naturaleza de los problemas ambientales
globales actuales y las soluciones interestatales propuestas. De hecho, los que protestan
contra la globalización establecen los vínculos, pero hasta ahora la comunidad académica
en gran medida no ha logrado presentar un análisis multidimensional sostenido de la forma
moderna de pensar y sus manifestaciones internacionales visàvis el medio ambiente.26
Mi intención es ofrecer tales vínculos. una crítica del status quo de las relaciones
internacionales y desestabilizar la lógica presentada por aquellos escritores sobre problemas
ambientales globales que defienden un enfoque incremental hacia la sostenibilidad y
buscan trabajar dentro de las estructuras existentes para el cambio.
HERRAMIENTAS PARA LA CRÍTICA
Los primeros teóricos de la Escuela de Frankfurt ofrecieron un rico y complejo conjunto de

herramientas con las que intentaron comprender y criticar la sociedad en la que vivían. Hay
problemas inevitables al intentar aplicar sus ideas al nivel internacional, pero ciertamente
no son insuperables.
La contribución más importante que hicieron estos escritores fue repensar las raíces
de nuestra forma técnicoracional de ver el mundo, tanto natural como social. Aunque su
crítica no se centró específicamente en el impacto ambiental de la forma de pensar
moderna, ciertamente señaló los innumerables problemas a los que ha llevado su adopción.
Desarrollados en relación con esta problemática central, los escritores de la Escuela de

Frankfurt también consideraron el papel del lenguaje, el capitalismo y las fuerzas para
estabilizar la disidencia. Marcuse se sumó a esta crítica buscando las posibles fuentes de
resistencia a las fuerzas del statu quo. Cada una de estas áreas de crítica se analiza
brevemente a continuación y se desarrollará a lo largo de los siguientes capítulos.
Modernidad y formas de pensar el mundo natural
El cuerpo de ideas identificado como la Ilustración, que tomó como

Los conceptos centrales (ciencia, racionalidad y progreso) se habían establecido
firmemente en el siglo XVIII. Central para su poderosa visión del mundo
Era una creencia en la necesidad de dominar la naturaleza. Proveniente de un radical
crítica del poder de la superstición y el mito, y aprovechando latentes
tendencias socioeconómicas dentro de la civilización occidental, Ilustración
Los pensadores presentaron la estimulante posibilidad de utilizar el conocimiento.
liberar a los seres humanos de las limitaciones de una sociedad irracional.
orden. Se esperaba que la aplicación de la ciencia a este proyecto fuera completamente
objetiva y, como tal, capaz de responder eficazmente a preguntas de
importante para sostener y mejorar la condición humana.
La promesa de liberación inherente a estas ideas fue un poderoso
uno y su impacto profundo. Uno de los defensores más influyentes de
La cosmovisión de la Ilustración fue la del científico, filósofo y político británico del siglo
XVII Francis Bacon. Bacon argumentó que
podría haber una marcha progresiva hacia ciertos conocimientos y que
cada generación se basaría en los hallazgos de la anterior. Lo central de su creencia
en el progreso científico era la visión de la importancia de
dominando y moldeando la naturaleza, arrebatándole los secretos de la
funcionamiento del universo. Bacon tenía claro que los beneficios de la ciencia
el conocimiento se extendería a toda la raza humana. A través de sus esfuerzos
científicos, “la raza humana [podría] recuperar ese derecho sobre la naturaleza
que le pertenece por legado divino”. 27 La humanidad podría regresar a la
Jardín del Edén a través del poder del conocimiento; este iba a ser el
meta. Bacon no fue el único defensor de la nueva racionalidad, ni siquiera el más
competente científicamente; su importancia reside en su
capacidad de popularizar las ideas principales.
Esta visión radicalmente revisada de la ciencia se transformó aún más.
cuando se vincula a una visión mecanicista de la naturaleza y la racionalidad cartesiana.
La máxima de Descartes “pienso, luego existo” resume sucintamente el concepto
central de la separación de los humanos de su entorno natural, una división ampliamente
considerada como una fuente importante de la comprensión moderna de nuestro lugar
en la naturaleza y nuestra alienación generalizada resultante
del mundo natural.28
En el siglo XX, para algunos era evidente que la promesa emancipadora de la
Ilustración no sólo no se había cumplido, sino que
también estaba conduciendo a un nuevo nivel de cautiverio y barbarie humana. Él
Fue a esta cuestión a la que dirigieron su atención los teóricos críticos. En
su innovadora Dialéctica de la Ilustración (1944), Adorno y

Horkheimer proporcionó una crítica sostenida e inteligente de la ciencia,
tecnología y razón instrumental.29 Comenzando su investigación con la
mundo antiguo y sus mitos, presentaron una comprensión matizada de
el desarrollo de la cosificación y la inevitable dominación de lo
mundo natural que resulta. Adorno y Horkheimer sostuvieron que la forma
El conocimiento y la metodología que lo acompaña no pueden considerarse separadamente
de las estructuras sociales y políticas. Es más probable que los usos que se le den al
ejercicio del conocimiento sirvan a los intereses de la sociedad.
pocos, con la aplicación de la ciencia para encontrar nuevas y mejores formas de explotar
los recursos naturales o mejorar las tecnologías industriales de manera más
resultado más probable que una existencia mejor para todos. Sin embargo, a pesar de su
fracaso en cumplir su promesa de liberación, el privilegio de esta forma de racionalidad
instrumental se había vuelto omnipresente y profundamente arraigado. El
El predominio de esta manera de ver el mundo, y la correspondiente eliminación de todas
las formas de pensamiento que iban en contra de ella, tuvo graves repercusiones para el
medio ambiente natural. El papel de la ciencia y la tecnología
en la sociedad se convirtió, como resultado de la supremacía de la razón instrumental,
un método que establece la dominación como norma y objetivo. "Que hombres
Lo que queremos aprender de la naturaleza es cómo utilizarla para dominarla y
otros hombres. Ese es el único objetivo. Sin piedad, a pesar de sí misma, la Ilustración ha
extinguido cualquier rastro de su propia autoconciencia.”30
Una vez incorporado, el control técnico de todos los aspectos de la existencia humana
pasó a ser aceptado: un nuevo mito era inevitable. En casa de Douglas Kellner
palabras: “Todos los demás modos de pensamiento, desde el mito y la religión hasta
La filosofía crítica y especulativa, fueron consideradas por la racionalidad de la Ilustración
como inferiores e ineficaces en la lucha por dominar la naturaleza.
Contra esta postura. . . Horkheimer y Adorno sostienen que, si bien la Ilustración
a menudo se opone al mito, la Ilustración misma se convierte en un mito.
mito, y el mito mismo está impregnado de racionalidad ilustrada.”31
Esta crítica de la forma moderna de racionalidad no pretendía
conducir a una glorificación de un pasado supuestamente más simple: el llamado de la crítica
La teoría no aboga explícitamente por un retorno a una prehistoria romántica: “estamos
los herederos, para bien o para mal, de la Ilustración y la tecnología
progreso. Oponerse a ellos mediante una regresión a etapas más primitivas no significa
no aliviarán la crisis permanente que han provocado. Por el contrario, tales expedientes
conducen desde formas de dominación social históricamente razonables a formas
absolutamente bárbaras. La única manera de ayudar a la naturaleza es
liberar su pensamiento aparentemente opuesto e independiente”. 32 Cito este llamamiento
para dejar clara la intención de mi crítica a la diplomacia verde.
dieciséis
POLÍTICA AMBIENTAL INTERNACIONAL
Este libro no ofrece una solución basada en el romanticismo verde. Bastante,

sugiere que las respuestas no están tanto en el pasado como en la liberación de posibilidades
enmascaradas por las relaciones sociales existentes.
Las teorías del statu quo del realismo y el institucionalismo neoliberal,
cada uno profundamente imbuido del ethos y los supuestos de la racionalidad instrumental,
aceptan sin cuestionar la lógica y el método de la Ilustración y
Tratar de enmarcar las cuestiones ambientales únicamente en términos de problemas a resolver.
resolverse o gestionarse separadamente de una consideración de los procesos sociales y
económicos. Ambas escuelas creen que existe un mundo de cosas cognoscibles.
hechos y que los valores normativos no pueden (de hecho no deben) entrar en
la consideración de opciones políticamente posibles. En las relaciones internacionales, como
en otras disciplinas, los enfoques dominantes existentes sirven
mantener el sistema, nunca liberar el potencial existente en él.
Como resultado, está condenado desde el principio en su intento de abordar con éxito
con las causas fundamentales, o incluso las consecuencias, de los problemas ambientales.
destrucción.
Un enfoque de teoría crítica nos lleva más allá de la falsa división entre hechos y valores
del pensamiento de la Ilustración. Desde el inicio de su etapa como director de
En el Instituto de Investigaciones Sociales, Horkheimer trató de dejar en claro la
los altos costos de las divisiones disciplinarias tan comúnmente aceptadas en las ciencias
sociales. Al pedir la reintegración de las disciplinas, el programa del instituto pasó a ser un
intento de pensar en cuestiones específicas.
problemas de maneras más complejas y holísticas. En el caso de la política ambiental,
demostraré que no sólo los intelectuales artificiales
las divisiones continúan, pero también que la continua división de áreas específicas
Los problemas sirven para ofuscar los vínculos que deben reconocerse. Nosotros
necesidad de evaluar el impacto humano, ecológico, económico y psicológico
costos de los problemas ambientales actuales; esto es extraordinariamente dificil
dada la continua supremacía de la razón instrumental. Las soluciones
Las ideas propuestas por los teóricos del régimen y los defensores de las relaciones económicas
liberales serán tratadas como un ejemplo de la manera limitada de pensar que obstaculiza los
esfuerzos por restaurar la salud ecológica.
El trabajo de Herbert Marcuse reafirmó las líneas generales de sus colegas.
conclusiones al mismo tiempo que ayuda a acercar las instituciones sociales represivas que
van de la mano con la objetivación de la naturaleza externa en formas más nítidas.
enfocar. Marcuse aclaró las formas en que la ciencia dominante
El método opera al servicio de los intereses prevalecientes de una sociedad, y
cómo los problemas resueltos mediante este método surgieron de esos intereses y los
reforzaron. Sus escritos señalan la forma en que la racionalidad individual que triunfó sobre las
formas de mito y superstición—y
colocó así al individuo en una posición crítica fuera de la organización social; durante el período
de la Ilustración fue posteriormente socavado
por la base de la racionalidad instrumental misma. Además, argumentó Marcuse, la aplicación
del pensamiento científico prevalece en el discurso y el comportamiento cotidianos, lo que
conduce irrevocablemente a la misma lógica y racionalidad de la dominación.33 De esta
manera, el interés de Marcuse en los costos de la
La racionalidad técnica se aplica directamente a las prácticas de la sociedad moderna, incluidas
las de destrucción ecológica. Por esta razón, la comprensión de Marcuse sobre la irracionalidad
de buscar soluciones científicotécnicas
Las soluciones a los problemas de la sociedad serán de gran importancia para mi crítica de
diplomacia verde.
Es la preeminencia del método científico, privilegiado como es en
todas las áreas de investigación, lo que tiene el efecto inevitable de empujar cualquier
consideración fuera del ámbito de la resolución de problemas y dentro del mundo de la investigación.
valores, cuyo concepto mismo adquiere entonces una connotación peyorativa. La subjetividad
puede ser prevista de manera metafísica pero, como
tal, no puede ser probado racionalmente y, por lo tanto, no puede alcanzar el mismo nivel.
permanente con conclusiones objetivas. Cualquier intento de elevar la moral o la ética.
Las justificaciones para hacer (o no hacer) algo quedan atrapadas en
esta lógica. Así pues, cada vez más los valores (por más apremiantes que sean moralmente)
podría verse como algo secundario respecto del verdadero negocio de la vida.34
Inevitablemente, cualquier idea que planteara dudas sobre el proyecto racional de
organización social, o trató de sugerir que podría haber una moral,
razón divina o meramente humana para hacer una pausa para una reflexión que podría
no ser verificado por el método científico—se volvió sospechoso, percibido como un
intento de distraer la atención del progreso "garantizado" de la modernidad.
sociedad, o descartados como una máscara para una agenda oculta. En términos de verde
diplomacia, como veremos, incluso un concepto supuestamente cargado de valores como
dado que el desarrollo sostenible se ve dramáticamente socavado por la dependencia
sobre respuestas científicas y la búsqueda de soluciones tecnológicas.
Una vez más, es un error considerar a estos primeros miembros del Congreso de Frankfurt
escuela como anticiencia o antitecnología: sus ideas se centraban en la
usos sociales de cada uno a través del modo de racionalidad. La dominación de la naturaleza
no es una conclusión inevitable de la ciencia; en qué debemos concentrarnos
es la estructura del conocimiento, que, dada su formulación técnica racionalista, es de hecho
destructiva. La estructura de la ciencia es socialmente
obligado y un cambio en las relaciones sociales podría conducir a un tipo diferente de
ciencia.35 Marcuse ha sido criticado por no tomar sus ideas sobre
nueva ciencia lo suficientemente lejos, y si bien puede ser cierto que no proporcionó
los detalles de cómo podría ser dicho marco, los argumentos
Sin duda, los trabajos que presenta ofrecen una fructífera veta de investigación. Los
argumentos de Marcuse sobre la ciencia y la tecnología pueden considerarse más útiles
junto con los argumentos de aquellos científicos que han discrepado con
la hegemonía prevaleciente de las metodologías instrumentales.36 Volveré
a los escritos de Marcuse sobre ciencia en el Capítulo 5 para demostrar la importancia del
nuevo pensamiento dentro del propio método científico en cualquier búsqueda de
un camino de desarrollo ambientalmente racional.
En suma, es la aceptación incuestionable del uso de instrumentos
razón como medio para hacer frente a graves problemas ecológicos que
el problema, no la ciencia o la tecnología en sí. La razón por la que la mayoría
Los esfuerzos actuales para resolver graves problemas ambientales están gravemente
limitado incluso antes de comenzar es precisamente debido a su incapacidad para
ir más allá de formas de racionalidad dañinas e irreflexivas. Las normas
y las regulaciones (los regímenes) con los que se contenta el sistema estatal son,
De hecho, meras aplicaciones de una ciencia y una tecnología deliberada y
desvinculado artificialmente de las consideraciones sociales y políticas. Este
no debe verse como una conspiración: es simplemente la aceptación de una
forma de racionalidad que está tan profundamente arraigada en nuestra sociedad que hace
un desafío muy difícil sin recurrir a las herramientas e ideas
presentados por estos teóricos críticos.
Lenguaje de administración total
Además de reconocer el alcance del dominio de la racionalidad técnica, también es

importante considerar la forma en que el propio lenguaje que hablamos sirve para reforzar
el status quo al volverse cerrado.
a la dinámica potencial inherente al discurso. El lenguaje de los hechos y
La descripción, sostiene Marcuse, no deja espacio para una discusión sobre alternativas
potencialmente disruptivas. Marcuse examina con esclarecedor detalle el
capacidad del lenguaje cerrado del tipo de discurso que tan a menudo se ve en
sociedades modernas para unificar opuestos y asimilar aspectos potencialmente críticos.
términos de una manera que los priva de cualquier intención crítica.37 Lenguaje,
Marcuse, refleja lo técnico y lo racional, pero también se convierte en
un instrumento de control precisamente porque reduce la actividad y las relaciones a
términos operativos. Las siglas adquieren un significado cargado y fijo, y los conceptos
sancionados por los intelectuales dan forma al discurso de maneras predeterminadas que
“gobiernan el análisis de la realidad humana”. 38 El lenguaje
puede convertirse en un medio clave para silenciar la disidencia crítica cuando los conceptos son
desplegados para reducir la tensión entre la realidad existente y las radicales
desafíos para ello. El tratamiento operativo del concepto de sostenibilidad.
Se demostrará que el desarrollo asume tal función política y

analizarse como ejemplo de un “concepto terapéutico y operativo”
diseñado para pacificar la protesta y absorber el pensamiento crítico.39
Economía y Medio Ambiente
Aunque la forma en que se considera la crisis ambiental

visàvis la lógica instrumental es de importancia crucial, también lo es la realidad de
el sistema capitalista. Aquí pueden ayudar los primeros escritores de la Escuela de Frankfurt
con una consideración de las raíces económicas de las prácticas ambientalmente
destructivas. El impacto ecológico de la lógica capitalista, con sus consecuencias inherentes.
La celebración del consumo y el desperdicio fue de gran interés para los teóricos críticos.
Sin embargo, es una preocupación casi totalmente ausente en
diplomacia verde dominante. De hecho, es evidente que el enfoque del incrementalista
verde no logra teorizar las verdaderas interconexiones del capital,
ciencia y Tecnología. La esperanza puesta en acuerdos de colaboración (regímenes) es
ciertamente reveladora; La teoría de la formación del régimen no contiene ninguna
conceptualización clara del Estado ni ningún interés especial en el papel del intercambio
de capital. Quizás de importancia aún mayor,
debido a su ámbito de estudio cuidadosamente dividido (el impacto de las disciplinas
límites, entre otras cosas), la teoría del régimen se absuelve de la responsabilidad de
considerar, en cualquier medida, la reestructuración global del capital y
las posibles ramificaciones que esto podría tener para la salud ambiental
y el bienestar del planeta. De hecho, la única vez que se consideran las relaciones
económicas entre estados en términos de cuestiones medioambientales es
cuando las instituciones económicas multilaterales (como la Organización Mundial del
Comercio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y similares)
afirman que la “liberación del comercio” sin duda dará como resultado estándares
ambientales más altos en todo el mundo .
Como se mencionó anteriormente, vivimos en una época de contradicciones
comparable a la de los primeros escritores de la Escuela de Frankfurt. Mientras que
intentaron aceptar un cambio dramático en la naturaleza de la producción en el movimiento
hacia el capitalismo monopolista, estamos siendo testigos de un
profundo giro hacia la transnacionalización del capital. Un factor constante en ambas
situaciones es el coste ecológico implicado. Como argumentó Marcuse hace tres décadas:
“El proceso por el cual la naturaleza es sometida a
La violencia de la explotación y de la contaminación es ante todo económica.
(un aspecto del modo de producción), pero es un proceso político como tal.
bien”. 40 El éxito de los defensores del “libre” comercio a la hora de convencer
decirnos que más comercio y crecimiento económico equivalen necesariamente a un mundo más limpio.
El entorno –lo irracional presentado como racional– significa que este debate
debe ser revisado tanto en su contexto económico como en su contexto político.
Contención
La Teoría Crítica también proporciona las herramientas necesarias para examinar

las muchas formas en que el orden prevaleciente mantiene su control del debate
enmascarando prácticas peligrosas y presentando el debate de maneras que
oscurecen las fuerzas destructivas que actúan en el sistema; conteniendo, en
definitiva, el impacto y el radicalismo de las críticas dirigidas a él. Como se
mencionó anteriormente, la economía se considera sólo en la medida en que sus
relaciones se consideran beneficiosas para el medio ambiente. Además de una
crítica de la dudosa lógica utilizada para hacer esa afirmación, también es
importante desestabilizar el concepto popular de desarrollo sostenible tan
favorecido por los defensores de la diplomacia verde. Es gracias a la aceptación
generalizada de este concepto que el statu quo ha tenido mayor éxito a la hora
de contener y estabilizar críticas verdes anteriores de la sociedad y de apoyar y
reafirmar las estructuras y relaciones de poder existentes, tanto a nivel estatal
como a nivel nacional. nivel de las relaciones globales. De hecho, la respuesta a
los movimientos de protesta masiva en varios estados (en su mayoría
occidentales) en los años 1960 y 1970, movimientos que examinaban los costos
ambientales del crecimiento económico, fue la sugerencia de que la manera de
evitar la destrucción ecológica era comerciar más y más. garantizar la continuidad
de los patrones de crecimiento económico del sistema mundial. Así definido, el
desarrollo sostenible es un concepto interesante y ha sido adoptado por
organizaciones internacionales, organismos económicos multilaterales, gobiernos e incluso muchas organizaciones amb
Tiene un parecido asombroso (como demostraré con mayor detalle en el capítulo
2) con el concepto de pensamiento unidimensional de Herbert Marcuse.
Resistencia
Además de un examen cuidadoso de las estrategias de contención, una teoría

crítica de las relaciones ambientales internacionales debe considerar también las
áreas de disputa y lucha. Donde hay intentos de estabilizar y unificar, también
hay luchas subyacentes y desafíos al orden social existente. Por un lado, las
instituciones internacionales y nacionales poseen la determinación y los recursos
para contener y absorber las demandas de un cambio cualitativo tanto en la
forma en que percibimos el mundo natural como las demandas de cambios en
las estructuras sociales que necesariamente surgen de tales visiones del mundo
alteradas. Pero en la otra mano,
podemos ver claramente las tendencias que amenazan con romper la contención y
mirar el potencial enmascarado por la lógica presentada del
status quo. Argumentar que las dos tendencias existen no es una contradicción,
y esto es más obvio en los debates en torno a la dirección de
Relaciones Económicas Internacionales.
Parece claro que los actuales intentos de contener las contradicciones
del capital transnacionalizado están siendo desafiados por movimientos contundentes
(el plural es deliberado y preciso) buscando establecer vínculos sobre el
costos sociales, económicos y políticos de lo supuestamente inevitable y
deseable proceso de globalización. No encontrarlo tan deseable
conjunto de políticas, los manifestantes salen a las calles de todo el mundo y son una
fuerza de contradicción y negación de las promesas de las instituciones internacionales
con el poder de formular macropolíticas y dictar
micropolíticas para los estados que conforman la comunidad neoliberal. De
Por supuesto, el poder de contener es tremendo, pero también debemos considerar la
resistencia a ello. El potencial liberador existe dentro del sistema y,
Al aprovechar las ideas de la teoría social crítica, podemos tratar de comprender el
potencial de las luchas existentes, además de dónde/
cuándo y de qué manera podrían reforzarse. El concepto de Marcuse del "Gran
Rechazo" se utilizará para prolongar la "protesta contra
lo que es” frente a la crisis ambiental, y esto, necesariamente, nos llevará a los debates
antiglobalización.41
Mucho antes del advenimiento de las críticas posmodernas a las severas
limitaciones del lenguaje y las presentaciones de la realidad, los primeros escritos del
La Escuela de Frankfurt buscó recordarnos que existen niveles de dominación
y explotación que son mucho más profundas que las de carácter económico y/o
control político. En una época de celebración del mercado globalizado y su cosificación
como resultado inevitable y deseable de la humanidad
progreso, vale la pena retomar como celebración el recordatorio de la Escuela de
Frankfurt del precio que pagamos por la aceptación de la razón instrumental.
y la afirmación encuentra su camino en la literatura sobre gobernanza de los escritores
y profesionales de las relaciones internacionales.42
Si bien sigue siendo cierto que la mayor parte de la regulación y el control que
Los individuos enfrentan sigue siendo dentro del Estado, los grupos de protesta se
están centrando cada vez más en el impacto de las regulaciones y el control ejercido.
por las instituciones de gobernanza internacional. La exposición de los límites
La diplomacia verde debería permitir esclarecer algunas cuestiones serias.
fallas dentro de la literatura sobre gobernanza internacional. La medida en la que
El hecho de que el sistema global haya pasado a ser administrado según las líneas
presentadas por los teóricos críticos es un componente necesario de esta crítica.
También es importante reconocer las contradicciones dentro de la lógica misma que

presenta la diplomacia verde, y ésta es una perspectiva interesante si emprendemos una
“crítica inmanente” de sus promesas. El método, tal como lo define David Held,
comienza con los principios conceptuales y estándares de un objeto, y desarrolla sus

implicaciones y consecuencias. Luego vuelve a examinar y evaluar el objeto. . . a la
luz de estas implicaciones y consecuencias. La crítica procede, por así decirlo,
“desde dentro” y espera evitar, con ello, la acusación de que sus conceptos imponen
criterios de evaluación irrelevantes sobre el objeto. Como resultado, se genera una
nueva comprensión del objeto: una nueva comprensión de las contradicciones y
posibilidades. La imagen original del objeto se trasciende y el objeto mismo entra
parcialmente en flujo.43
Esta forma de crítica se llevará a cabo a lo largo del libro, y se examinarán las
promesas y conceptos del enfoque del status quo respecto de la degradación ambiental
con miras a revelar las contradicciones y tensiones inherentes a ellos. Como resultado de
estas contradicciones –experimentadas a un nivel de sentido común por los manifestantes
antiglobalización– se puede presenciar claramente un importante elemento de
desestabilización de la lógica del status quo. Son las promesas incumplibles (el tan
obviamente insostenible desarrollo sostenible de los patrones de crecimiento internacional)
y la irracionalidad de las respuestas supuestamente lógicas y razonables de los
incrementalistas y los reparadores (nuevas sustancias químicas para hacer frente a la
destrucción provocada por las antiguas sustancias químicas introducidas originalmente
exactamente para el mismo fin). mismo propósito)44 que pueda alimentar los movimientos
de protesta existentes y demostrar lo que es necesario para que se cumplan las promesas.
La resistencia proviene e informa las estructuras del sistema y la fuerza de las ideas.
Necesitamos preocuparnos por lo que Marcuse se refirió
como las “alternativas históricas que acechan a la sociedad establecida como tendencias y
fuerzas subversivas”. 45 Ni las fuerzas de estabilización
ni los de desestabilización –o negación, para usar el concepto de Marcuse– están
predeterminados sino que más bien se desarrollan en oposición unos a otros. Desde esta
perspectiva se considerará la lucha de quienes se oponen a la visión del status quo de las
cuestiones ambientales internacionales.
CONCLUSIÓN
Este libro no es un examen en profundidad de la Teoría Crítica, pero sí busca poner en

práctica las herramientas e ideas presentadas por sus primeros articuladores.
para desestabilizar la presentación estándar del enfoque incrementalista de la salud

ecológica global. Con el apoyo de muchos académicos, gobiernos, organizaciones
internacionales y elites empresariales, la ruta principal para abordar las crisis ambientales
compartidas se basa en una
número de supuestos: (1) el papel de la lógica instrumental proporcionará
respuestas a cuestiones científicas y tecnológicas, garantizando el mantenimiento del
equilibrio ecológico; (2) estructuras de mercado—si se gestionan adecuadamente—
puede responder a problemas que se presentan como externalidades ecológicas; (3) el
concepto de desarrollo sostenible nos proporciona
el marco dentro del cual el mercado puede desarrollarse ecológicamente
líneas de sonido; y (4) diplomacia verde, es decir, los esfuerzos multilaterales en
encontrar acuerdos (regímenes) de colaboración para poner límites efectivos a
acción humana— logrará establecer las medidas burocráticas necesarias
mecanismos para garantizar la protección del medio ambiente.
Cada uno de estos supuestos se examinará en relación entre sí en las páginas
siguientes. Todas son consecuencias, en realidad, de lo mismo.
racionalidad irreflexiva –una visión del mundo fundamentalmente no ilustrada–
que Horkheimer, Adorno, Marcuse y otros consideraron que conducía al mundo moderno al
desastre. Para exponentes y practicantes de este irreflexivo
racionalidad –como los teóricos del statu quo de las relaciones internacionales–
Hay una suposición básica de que ya sabemos pensar con claridad.
y efectivamente sobre los problemas que enfrentamos: la suposición, en otras palabras
En otras palabras, cómo pensamos no es uno de esos problemas. Para la teoría crítica, sin
embargo, es el núcleo de la problemática: las formas de pensar existentes
son, de hecho, un obstáculo importante que bloquea nuestra ruta de escape. Como podemos
¿Empezar a buscar la mejor salida si ni siquiera sabemos que estamos atrapados?
Comprender –desmitificar– la situación dada es el primer paso esencial.
paso, pero debe ir más allá. Una teoría crítica de las relaciones ambientales internacionales
también debería dejar claras las contradicciones y los fracasos.
de la diplomacia verde y, quizás lo más importante de todo, ir más allá
la crítica apunta en dirección a las alternativas. Y finalmente, nosotros
Debemos seguir recordando que “lo que se denuncia como 'utópico' no es
Ya no es lo que "no tiene lugar" y no puede tener ningún lugar en el universo histórico, sino
lo que está bloqueado en su realización por
el poder de las sociedades establecidas.”46
NOTAS
1. El concepto de régimen es complejo y será explorado en gran profundidad.

en el Capítulo 4. En términos básicos, los regímenes son los acuerdos institucionalizados que
Proporcionar las reglas y normas que rigen el comportamiento del Estado en un área temática específica. En
términos legales internacionales, se consideran vinculantes. Para una buena introducción
Para más información sobre el concepto, véase Little, “International Regimes”, págs. 231247. Ver también
Vogler, Los bienes comunes globales.
2. Tomo prestado este concepto de Brenton, The Greening of Machiavelli.
3. Utilizo letras mayúsculas aquí para distinguir la teoría de la Escuela de Frankfurt de la
otras teorías que se conocen como teorías críticas en un sentido más genérico
(por ejemplo, el posmodernismo y las teorías feministas).
4. Greene, “Cuestiones ambientales”, pág. 324.
5. Ibídem.
6. Morgenthau, Política entre naciones, pág. 111.
7. Ibíd., pág. 4. Sin embargo, existen tensiones dentro del trabajo de Morgenthau sobre
La naturaleza científica del realismo. Los teóricos realistas posteriores, en particular
Kenneth N. Waltz—intentó librar la teoría de sus ambigüedades y hacerla
más “científico”. Véase Waltz, Teoría de la política internacional.
8. Para una crítica de esta literatura, ver Barnett, “Destabilizing the EnvironmentConflict
Thesis”.
9. Keohane y Nye, Poder e interdependencia.
10. Adoptaré el título de institucionalista neoliberal en este punto, pero el
Variaciones dentro de la escuela liberal de relaciones internacionales, ampliamente definida.
adquirirá mayor importancia en capítulos posteriores. Los internacionalistas, por ejemplo, creen más
firmemente en el potencial del comercio internacional para lograr
paz y prosperidad globales. Los institucionalistas, sin embargo, creen que, si bien un régimen de libre
comercio proporcionará incentivos para la mejora ambiental, se muestran escépticos ante esas
afirmaciones. Véase Little, “Regímenes internacionales”.
Las opiniones sobre el libre comercio y el medio ambiente han pasado a primer plano en las
instituciones monetarias internacionales y en las políticas declarativas del gobierno.
líderes y por lo tanto se vuelven muy importantes en el Capítulo 3, donde analizo los
afirmaciones hechas sobre los “beneficios verdes” de las relaciones comerciales globales.
11. Baldwin, ed., Neorrealismo y neoliberalismo.
12. Para una crítica exhaustiva de las limitaciones de estas teorías desde una perspectiva ecológica,
véase Laferriere, “Emancipating International Relations Theory”. Doran, “Tierra, Poder, Conocimiento”,
ofrece una introducción al subcampo
de las relaciones internacionales denominadas política ambiental global y la
desarrollo de una dimensión crítica. Saurin, “Global Environmental
Degradación, modernidad y conocimiento ambiental”, analiza la degradación ambiental global y su relación
con la modernización.
13. Para ver un excelente ejemplo de cómo observar estudios de casos para aprender cómo mejorar
para formular políticas, véase Young y Osherenko, eds., Polar Politics.
14. Cox, “Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales”, págs. 207–208. Para la distinción que
hace Horkheimer entre teoría tradicional y crítica, véase su Critical Theory, págs. 188243.
15. Ibíd., pág. 209.

16. Para una presentación clara e interesante de los intentos en esta dirección,
véase Neufeld, La teoría de la reestructuración de las relaciones internacionales; y Jorge,
Discursos de la política global.
17. Los participantes clave en estos primeros años incluyeron a Max Horkheimer,
Theodor Adorno, Herbert Marcuse, Erich Fromm (hasta su posterior ruptura con el
escuela), Franz Neuman, Leo Lowenthal, Friedrich Pollock y Walter Benjamin (hasta su prematura
muerte en 1940). Jürgen Habermas es la figura principal
en esta tradición hoy. Para una excelente colección de ensayos, véase Bronner y
Kellner, Teoría crítica y sociedad. Para introducciones útiles al proyecto de
desarrollar una teoría crítica de la sociedad, véase Held, Introducción a la teoría crítica; y Kellner,
Teoría crítica, marxismo y modernidad.
18. Sin embargo, existen problemas con algunos de los argumentos y opiniones de
estos escritores. La agudeza de la crítica de Horkheimer se atenuó en años posteriores, y
El pesimismo de Adorno se apoderó de él. Aunque Marcuse continuó modificando sus puntos de
vista y lidiando con circunstancias cambiantes a lo largo de su vida (es decir,
continuó aplicando la teoría crítica a su propio trabajo), hay varios aspectos
de su trabajo con el que no estoy de acuerdo. Dicho esto, es importante recuperar
algunas de las críticas y demostrar su validez para los problemas actuales.
19. Para la discusión de las influencias sobre los primeros miembros de Frankfurt
Escuela, véase Kellner, Teoría crítica, marxismo y modernidad; y sostenido,
Introducción a la teoría crítica. Para los debates dentro del marxismo sobre su utilidad para
comprender las consecuencias ecológicas del capitalismo, véase, por ejemplo, Benton, “Marxism and
Natural Limits”; Foster, “Marx y el Medio Ambiente”; Grundman, “El desafío ecológico al marxismo”; y
Leiss, El
Dominación de la Naturaleza.
20. Véase Kellner, Critical Theory, Marxism, and Modernity, especialmente cap.
7. Kellner, en un escrito de 1989, habla del tecnocapitalismo como un medio para identificar nuevas
configuraciones del capitalismo, pero no ve un cambio hacia una perspectiva diferente.
etapa del capitalismo. Si bien yo tampoco estoy convencido del argumento de que
han pasado a una nueva etapa, parece que la naturaleza cada vez más global de
formación de capital, presenciada en la década desde que Kellner concibió la idea
del tecnocapitalismo, justifica el uso de un concepto que apunta a su esencia
calidad, es decir, su transnacionalización.
21. Clinton, “Palabras del presidente en el quincuagésimo segundo período de sesiones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas”, pág. 2.
22. Para una excelente consideración del papel del Estado en el mundo globalizado
economía, véase Panitch, “Globalization and the State”. No deseo entrar al
debates detallados sobre el significado de la globalización . Baste decir que para el
A efectos del argumento presentado en este libro, la globalización puede utilizarse como
una forma abreviada de referirse a una transnacionalización del capitalismo que se presenta como
inevitable pero que, de hecho, es el resultado de direcciones políticas específicas.
y está impulsado por instituciones internacionales que tienen como objetivo la liberalización del mercado.
objetivo.
23. Scholte, "Más allá de la palabra de moda". Scholte ofrece una interesante introducción a las
formas en que diversas teorías de las relaciones internacionales
Conceptualizar el “fenómeno” de la globalización.
24. El concepto de “sociedad internacional” es en sí mismo dudoso. En mi opinión, el
institucionalismo neoliberal actual utiliza este concepto como parte de su ofuscación del capitalismo
transnacional. Es interesante considerar el concepto de “sociedad civil global” en este contexto.
Véase, por ejemplo, Colas, “The Promises of
Sociedad Civil Internacional”.
25. Véase, por ejemplo, Merchant, Ecology; Leiss, La dominación de la naturaleza;
y Lucas, Ecocritique (especialmente el capítulo 7). Para una crítica del Frankfurt
El compromiso de la escuela con las cuestiones medioambientales, véase Eckersley,

Environmentalism and Political Theory.
26. Una excepción a esto es Paterson, Understanding Global Environmental Politics.
27. Bacon, citado en Merchant, The Death of Nature, p. 172. Véase también
Bacon, The New Organon y escritos relacionados.
28. Para un análisis de la forma en que se han expresado los fracasos de Descartes
discutido sin alterar nuestra visión en la división básica, véase Evernden, The Natural Alien.
29. La resistencia al dualismo que defiende el pensamiento de la Ilustración ha existido

durante todo el período. Para una consideración de la respuesta del movimiento romántico
y la forma en que “alimenta el ecocentrismo”, véase Pepper, Modern Environmentalism,
págs. 188205. Véase también la interesante discusión sobre
Románticos en Bate, El Canto de la Tierra. Para una visión explícita del rechazo de un
escritor romántico a la visión baconiana de dominar la naturaleza, véase Frankenstein de
Mary Shelley. El Dr. Frankenstein de Shelley proclama: “Se han hecho tantas cosas
hecho, exclamó el alma de Frankenstein: lograré más, mucho más;
Siguiendo los pasos ya marcados, seré pionero en un nuevo camino, exploraré poderes
desconocidos y revelaré al mundo los misterios más profundos de la creación” (p.
33). Shelley señala los costos de una visión científica que proclama a la naturaleza como la
mero objeto de investigación. Para una mayor consideración de Shelley y una crítica de
Ciencia de la Ilustración, véase Mellor, “A Feminist Critique of Science”.
30. Adorno y Horkheimer, Dialéctica de la Ilustración, p. 4. Por otro
crítica a esta forma de pensar y su responsabilidad implícita en el Holocausto,
véase Bauman, La modernidad y el Holocausto. Bauman resume el argumento
así: “a partir de la Ilustración, el mundo moderno se distinguió por su
Actitud activista e ingeniera hacia la naturaleza y hacia sí mismo. La ciencia no era
para ser llevado a cabo por sí mismo; fue visto, ante todo, como un instrumento de
asombroso poder que permitía a su poseedor mejorar la realidad, remodelar
según los planes y diseños humanos, y ayudarlo en su impulso hacia la autoperfección” (p.
70). Tenga en cuenta que el argumento de Bauman es que el proyecto nazi fue
un producto de nuestra forma común de ver el mundo, no algo separado y opuesto a él.
31. Kellner, Teoría crítica, marxismo y modernidad, pág. 90.

32. Horkheimer, Eclipse de la razón, p. 127.
33. Marcuse, One Dimensional Man, especialmente págs. 154166. Ver también su
explicación mucho anterior del tema en “Algunas implicaciones sociales de la
Tecnología."
34. Ibíd., pág. 149.
35. No estoy utilizando la crítica de Jürgen Habermas precisamente porque intenta
rehabilitar la racionalidad de la Ilustración de tal manera que niega la
posibilidad de un tipo diferente de ciencia. La visión de Habermas es tan instrumental
la razón es esencial en el tratamiento humano del mundo natural; esta mal aplicado
cuando se utiliza en el ámbito de la comunicación humana. Esto, me parece, es
una retirada de la importante crítica ofrecida por la primera generación de miembros de la
Escuela de Frankfurt y tampoco nos ofrece una visión suficiente de la
las raíces del problema medioambiental o, incluso, las posibles vías de avance. Para
La crítica de Habermas a Marcuse como una “resaca romántica del idealismo alemán”, véase Toward
a Rational Society, cap. 6. Para un análisis completo e interesante de la comparación entre Habermas
y Marcuse a este respecto, véase Alford, Science and the Revenge of Nature. Y véase también HT
Wilson, “Science, Critique, and Criticism”. Wilson ofrece ideas interesantes sobre el debate entre
Habermas y Marcuse y considera este debate en relación con las ideas de Habermas en relación con
Popper. Para una presentación sencilla de los argumentos centrales de la Escuela de Frankfurt de
primera generación, véase Agger, “On Science as Domination”.
36. Véase, por ejemplo, Bohm, Wholeness and the Implicate Order, y Lewontin, Biology as
Ideology.
37. Marcuse, Hombre unidimensional, págs. 90104.
38. Ibíd., pág. 106.
39. Para un análisis más detallado del llamado concepto terapéutico, véase ibid., págs.
107108.
40. Marcuse, “Ecología y Revolución”, pág. 52.
41. Marcuse, Hombre unidimensional, pág. 63. En este pasaje, Marcuse se refiere al arte y
su “racionalidad de negación”. La dimensión estética que fue de gran importancia para Marcuse
también se examinará con referencia a los movimientos de protesta actuales, pero el concepto de
“Gran Rechazo” se utilizará en un sentido más general para resaltar las fuerzas de negación de
amplia base.
42. Véase, por ejemplo, Comisión de Gobernanza Global, Our Global Neighborhood.
43. Held, Introducción a la teoría crítica, p. 184.

44. Los esfuerzos por abordar los problemas del agotamiento del ozono son sorprendentes
por sus contradicciones y los puntos ciegos que muestran. Por ejemplo, el compuesto químico
principal responsable del problema, los clorofluorocarbonos (CFC), fue desarrollado por General
Motors en 1931 como respuesta a las sustancias químicas tóxicas en la atmósfera. Se observó que
los CFC eran inertes y no tóxicos en la atmósfera más baja. Ahora se nos pide “celebrar el
progreso” del acuerdo institucional para eliminar gradualmente el uso de estos químicos, que han
sido reemplazados por hidroclorofluorocarbonos (HCFC), que son sólo entre un 1 y un 10 por ciento
destructivos de la capa de ozono y ¡Se eliminarán gradualmente a medida que nos acerquemos a
la mitad del siglo XXI! Mientras tanto, estamos a la espera del desarrollo de nuevas sustancias
químicas que cumplan las mismas funciones y que la ciencia nos asegurará que no son perjudiciales
para la estratosfera. Para conocer los orígenes de los CFC, véase Haas, “Banning
Chlorofluorocarbons” y Vogler, The Global Commons, págs. 124126. Para un análisis del carácter
destructivo de los HCFC, véase Porter y Brown, Global Environmental Politics, pág. 66. El caso del
agotamiento del ozono se abordará exhaustivamente en el Capítulo 4.
45. Marcuse, Hombre unidimensional, págs. xixii.

46. Marcuse, Ensayo sobre la liberación, págs. 3–4.

Intenational Enviromental Politics (Broadhead)

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15. Ibíd., pág. 209.

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El compromiso de la escuela con las cuestiones medioambientales, véase Eckersley,

29. La resistencia al dualismo que defiende el pensamiento de la Ilustración ha existido

31. Kellner, Teoría crítica, marxismo y modernidad, pág. 90.

43. Held, Introducción a la teoría crítica, p. 184.

45. Marcuse, Hombre unidimensional, págs. xi­xii.

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