Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Claro está que Dios tiene compasión por toda persona enferma que sufre en
su cuerpo. Ello es parte de la condición humana, biológicamente frágil, y
expuesta al dolor en carne y hueso. Sin embargo, el evangelio dirige nuestra
atención en este episodio hacia lo que sí podemos hacer dentro de nuestra
condición.
El evangelio dice la verdad: para levantarse, caminar y vivir primero hay que escuchar:
“Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la
oigan vivirán” (Juan 5:25).